Se habfan Hevado a abo reformas, Habjan invocado al Fervor patridti
co de Ia guerra. Habfan ut
izado los juzgados y las cérceles para refor7
la idea de que no podian tolerarse ciertas ideas y ciertos tipos de resiste
cia. Y sin embargo, incluso desde las celdas de los condenados estaba sa-
Tiendo un mensaje: en esa sociedad supuestamente sin clases que eta Es
tados Unidos, la lucha de clases todavia estaba en vigor. Y esa lucha conti
rnuaria durante los afios veinte y wreinta
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Capitulo 15
AUTOAYUDA EN TIEMPOS DIFICILES
En febrero de 1919 apenas finalizada Ia guerta— los dirigences del
IWW estaban en prisién, Pero la idea del [WW de realizar una huelga ge-
neral por fin iba a convertirse en realidad, pues 100,000 trabajadores de Se
attle (Washington) se pusicron en huelga y paralizaton la ciudad durante
cinco dias.
‘Comenz6 con 35.000 trabajadores de los astilleros, que se declararon
‘en huelga por un aumento salarial. Cuando pidieron ayuda al Consejo
Central de los Trabajadores de Seattle éste recomends una huelga en coda
Ja ciudad y,en dos semanas, 110 personas del lugar la mayorfa de la Ame
rican Federation of Labor y sslo unos pocos del [WW- votaron ir a la buel-
ga. La gente de cada comité de huelga eligié a tes miembros para formar
un comité de Huelga General y el 6 de febrero de 1919 alas 10 de la mafia
1a pararon por completo,
Entonces la ciudad dej6 de funcionar, a excepcién de los servicios or-
ganizados por los huelguistas para garantizar las necesidades esenciales
Los bomberos acordaron permanecer en su trabajo, Los trabajadores de las
lavanderias sélo limpiaban ropa de hospital. Los vehfculos autorizados
para circular llevaban carteles en los que se lefa “dispensado por el Comité
General de Huelga”. Montaron treinta y cinco lecherias vecinales.
urOrgantzaron una Guardia Laborista de Veteranos de Guerra para man-
tener la paz. En la przarra de una de sus sedes ponta, “El propdnto de esta
organrzactén es preserear la ley y el orden sim el usa dela fuerea. Ningiin vo-
Juntarso tendré poder poltesal m se le permataré Hevar mngiin tipo de armas
Silo se le permuiré usar la persuastén". Durante la huelga, decrecis el nii-
mero de delitos ocurridos en la crudad
El alcalde hizo que prestaran yuramento 2.400 delegados especiales.
Muchos de estos delegados eran estudiantes de Ja Universidad de Was-
hungton. Fl gobierno de los Estados Unidos orden6 trasladarse a la ciudad
a cast mil marineros y marines. La huelga general finaliz6 al cabo de cinco
dias debido ~segéin el comuté de Huclga General- a las prestones de los
mandatarios internacionales de los distintos sindicatos, asf como por las
dificultades de vivir en una ciudad cerrada,
La huelga habia sido pacifica, pero cuando terminé hubo redadas y
arrestos:en la sede del Partido Socialista, en una unprenta, Encarcelaron
a teeinta y nueve miembros del IWW por ser “cabecillas de la anazg
Por que reaccionaron asi ante la huelga general y ante la organizacién
de los Wobblies? Una declaracién del alcalde de Seattle patece indicar que
el sistema no s6lo temia la huelga en sf sino también lo que simbolizabs
Dayo: “La huelga general tal y como se llevd a cabo en Seattle et en s misma
elarma de la evolucién, tanto mds peligrosa por ser pacfica. Para tener éxito,
4a huciga debe suspender todo y parar todo el flujo vital de una comunidad, es
ecu, poner al gobierno fuera de yuego”
Ademds la huelga general de Seattle tuve lugar en medio de una olea-
da de rebeliones de posguerta que estaban agitando a todo el mundo. Ese
ato de 1919, un escntor de The Natron coment:
El fenimeno més extraordmario de la époct actual es la revuelte sn
precedente: de la gente comin En Ruta, han destronada al zar, en Corea,
la India, Egapto e Irlanda, manvienen une inguebrantable recssenera la
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tuvania politica, En Inglaterra, aunque tuvteron que oponerse incluso a sus
propros representantes, provocaron la huclga de ferrocarnles En Nueva
York, dichas revueltas populares provocaron 1a huelga de esibadores y los
hombres esturreron en huelga, desafiando a las mandataros de los andica~
tos. También tuvo lugar ef levantamtento de los rmpresores que los andica
105 internacionales ~aungue los empleados trabujaban perfectamente con
cll fueron completamente meapacer de controler
El hombre dela calle ha perdido la confianza en el vey lnderazgo y ha
experimentado un nuevo sentimenta de canfianca en xf mismo
En 1919, se declararon en huelga 350.000 trabayadores de la siderurgia
En Nueva Inglaterra y Nueva Jersey fueron a la huelga 120.000 trabajado-
res textiles y en Paterson (Nueva Jersey) se pusteron en huelga 30.000 tra-
bajadores de la seda. La policia se declaré en huelga en Boston, Lo mismo
hicieron en Nueva York los fabricantes de putos, los camiseros, los pana-
dros, los eamoneros y los barberos En Chicago, la prensa dijo: “Junto con
cl calor del verano, tenemos més huelgas y crerres patronales que nunca”.
Cinco mil trabayadores de International Harvester y otros cinco mil traba~
adores urbanos se echaron a las calles
Sin embargo, a principios de los afios veinte la sttuacién parecia estar
bajo control. EL TWW estaba destrurdo y el Partido Soctalista se estaba des-
moronando. Aplastaban las huelgas por la fuerza y para un buen nimero
de personas la economia tba lo sufictentemente bien como para impedir
que se produjera una rebeltén masiva
En los afios veinte, el Congreso cerr6 el peligroso y turbulento Muyo de
snmigrantes (14 millones entre 1900 y 1920) aprobando leyes que esupula-
ban cuotas de mmigracién que favorecian a fos anglosajones, cerraban el
paso a negros y onentales y limutaban sertamente la llegada de latinos, es-
lavos y judfos. Ningiin pais afieano podia enviar a més de cien personas
China se le smpuso esta misma lmntacién
a9En los aiios veinte ret
norte, En 1924, contaba ya con 4 millones de miembros El NAACP pa
reefa impotente ante la violencta calleyera y el adio racista que haba por
1c el Ku Klux Klan, y se extendié hacia el
todas partes L
amposibilidad de que la América blanca considerara algu-
naa vee a una persona negra como a un igual era el tema del movimiento
nacionalista que Marcus Garvey encabezaba en los aos vente. Garvey
preconizaba el orgullo negro, la separacién racial y una vuelta a Africa, que
‘en su opinidn era la dintca esperanza de unidad y supervivencta de los ne
‘gros, Pero el movimiento de Garvey, por estumulante que resultara para
Eunos negros, no podia progresar mucho en contra de las poderasas co-
rnentes de la supremacfa blanca de la década de la posguerta
Elcliché de los afios veinte como una épaca de prosperulad y diversi6n
~conocida como la Era del Jazz o los locos atlos 20- tenfa algo de cierto.
EI desempleo habia descendido de 4 270.000 parados en 1921 a un poco
mds de 2 millones en 1927. En general, el nivel salasial de los trabayadores
uments. Algunos granjeros hicieron mucho dinero, El 40% de todas las
familias que ganaban més de 2.000 délares anuales podia comprar nuevos
aparatos: coches, radios, figorificos .. Millones de personas, a quienes no
Jes sba mal, eclipsaban a Jos demés: a Jos granjeros arrendatarios (blancos
y negeos), alas famihas de snmigrantes de las grandes ciudades que 0 no
tenfan trabayo 0 no ganaban lo bastante como para cubnir las necesidades
bisteas
Pero la prosperidad se concentraba en la alta sociedad, Una déeima
parte del 1% de las familias e1cas obtenfan los mismos ingresos que el 42%
de las familias pobres. Durante los afios 20, unos 25.000 trabayadores
‘morian cada afo en accidentes laborales y 100.000 quedaron permanente
‘mente descapacitados. En Nueva York, ? mullones de personas vivian en
pisos que en caso de incendio eran una ratonera
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En su novela Babbut, Sinclair Lewis capts bien la falsa sensacién de
prospendad y el placer superficial de los nuevos objetos de consumo para
las clases medias
Finalmente, y tras muchas convulsiones, las muyeres consiguieron el
derecho al voto en 1920, tras fa aprobaci6n de la Decimonovena Enmien-
4a, pero el votar era todavia una actividad de la clase media y alta y las mu-
yeres de dichas clases se druidfan, como hactan otros votantes, entre los par-
tudos ortodoxos.
En los afios 20, poeas figuras polftcas hablaron claro en favor de los
pobres, Una de ellas fue Fiorello La Guardia, un congreststa de un distet-
to de mmsgrantes pobres en East Harlem (quien, curiosamente, se presen:
taba tanto para la candidatura soctalsta como para la republieana). La
Guardia, que estaba recibiendo cartas desesperadas de sus votantes, esc:
bié al ministro de agricultura acerca del elevado precio de la carne. A cam:
bio recibié un panfleto sobre cémo usar la came con economfa, La Guar
dia le contest,
Le he pedndo ayuda y me envta un bolesin Sus boleties no le sven de
nada a los gue ven en prsosen esta gran ciudad. Lo que necentamos es la
ayuda de ae nnnusterno con respect los que se aprovechans com el precio de
Ja carne, que ern smpudiendo que las personas que trabayan duro en esta
ciuded obtengan una alimentactén adecuada
Durante las presidencias de Harding y Coolidge en tos afios 20, el m-
nistro de Hactenda era Andrew Mellon, uno de los hombres més ricos de
Aménca En 192:
que pareefa tna reduceiSn general de los impuestos sobre la renta, st bien
presentaron al Congreso el “Plan Mellon” pidtendo lo
4 los contbuyentes con mis angresos les bajaba sus impuestos del 50 al
2596 mientras que al grupo con menos ingresos les reducta los impuestos
del 4 al 396
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