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Trastornos clínicos. Otros problemas que pueden ser objeto de atención clínica.
Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia (se excluye el retraso mental, que se diagnostica en el Eje II)
Se trata de un trastorno específico del desarrollo en el que la comprensión del lenguaje por parte del niño es inferior al nivel adecuado a su edad mental.
Prácticamente en todos los casos existe además un deterioro notable de la expresión del lenguaje y son frecuentes las alteraciones en la pronunciación de
los fonemas. Pautas para el diagnóstico Deben tenerse en cuenta los siguientes indicios de retraso: un fracaso para responder a nombres familiares (en
ausencia de claves no verbales) hacia el duodécimo mes de la vida y la incapacidad para reconocer los nombres de al menos algunos objetos corrientes a
los 18 meses y para llevar a cabo instrucciones simples y rutinarias a la edad de dos años. Más tarde se presentan otras dificultades, tales como
incapacidad de comprensión de ciertas formas gramaticales (negativas, interrogativas, comparativas, etc.) y falta de comprensión de los aspectos más
sutiles del lenguaje (tono de voz, gestos, etc.)
.
F81.0 Trastorno de la lectura
F81.1 Trasrtorno específico de la ortografía
F81.3 Trastorno mixto del aprendizaje escolar
F81.8 Otros del desarrollos del aprendizaje escolar
F81.9 Trastorno del aprendizaje no especificado
El dominio del cálculo aritmético está significativamente por debajo del nivel esperado para su edad, para su inteligencia general y para su nivel
escolar. Este rendimiento se valora preferentemente mediante la aplicación individual de test de cálculo aritmético estandarizada. La capacidad
de lecto-escritura y el CI deben estar dentro de la media normal, evaluados ambos preferentemente mediante la aplicación individual de tests
adecuadamente estandarizados. Las dificultades para el cálculo aritmético no tienen que deberse a una enseñanza claramente inadecuada o a
déficits funcionales visuales, auditivos o neurológicos. Tampoco tienen que ser secuela de trastorno neurológico, psiquiátrico o de otro tipo
adquirido.
Los problemas para el cálculo aritmético son de diversos tipos y comprenden: fracaso en la comprensión de los conceptos básicos de las operaciones
aritméticas específicas, falta de comprensión de términos o signos matemáticos, no reconocimiento de símbolos numéricos, dificultad en el manejo
de las reglas aritméticas, dificultad en comprender qué números son adecuados a un problema aritmético concreto, dificultad para alinear
adecuadamente números o para insertar decimales o símbolos durante los cálculos, mala organización espacial de los cálculos aritméticos y falta
de capacidad para aprender satisfactoriamente las tablas de multiplicar.
Trastorno de la comunicación
F80.1 Trastorno del lenguaje expresivo
F80.2 Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo
F80.0 Trastorno fonológico
F98.5 Tartamudeo
Trastorno de tics
F95.0 Trastorno de tics transitorios
F95.1 Trastorno de tics motores o vocales crónicos
F95.2 Trastorno de la Tourette
F95.1 Trastorno de tics motores o vocales crónicos
Clasificación de Trastorno de tics según CIE 10
F95.2Trastorno de tics múltiples motores y rogatorios combinados (Síndorme de Gilles de la Tourette)
F95.8Otros trastornos de tics
F95.9Trastornos de tics sin especificación
Trastorno de eliminación
Encopresis:
Delirium
F05.0 Delirium debido a...(indicar enfermedad médica)
F10.03Delirium inducido por sustancias
Delirium por abstinencia de sustancias (sustancia específica)
F10.4 Alcohol
F13.4 Sedantes, hipnóticos o ansiolíticos
F1.Otras sustancias (o desconocidas)
Trastorno que se caracteriza por deterioro de la memoria, dificultades en el aprendizaje y una capacidad reducida para concentrarse en tareas,
más que por breves períodos. A menudo hay una sensación marcada de fatiga mental cuando se intenta llevar a cabo actividades mentales, y se
encuentra subjetivamente dificultoso el aprendizaje de cosas nuevas, incluso cuando éste es objetivamente imprescindible. Ninguno de estos
síntomas es lo suficientemente grave como para que pueda diagnosticarse el cuadro clínico de demencia (F00-F03) o delírium (F03.-). Este
diagnóstico sólo debe hacerse en asociación a un trastorno físico específico, y no debe realizarse ante la presencia de cualquiera de los trastornos
mentales o del comportamiento clasificado en F10-F99. El trastorno puede preceder, acompañar o suceder a una amplia variedad de infecciones
y trastornos físicos, tanto cerebrales como sistémicos, pero no necesariamente hay pruebas directas de implicación cerebral. Se puede diferenciar
del síndrome postencefalítico (F07.l) y del síndrome postconmocional (F07.2) por la etiología diferente, por el rango más restringido de síntomas
generalmente leves y porque su duración suele ser más corta.
Incluye una miscelánea de condiciones cuya causa se relaciona con trastornos cerebrales debidos a enfermedades cerebrales primarias, a
enfermedades sistémicas que afectan secundariamente al cerebro, a sustancias tóxicas exógenas u hormonas, a trastornos endocrinos, o a otras
enfermedades somáticas.
Los trastornos esquizofrénicos se caracterizan en general por distorsiones fundamentales y características del pensamiento y de la percepción, y
por los afectos embotados o inapropiados. La claridad de la conciencia y la capacidad intelectual están conservadas por lo general, aunque con el
paso del tiempo pueden presentarse déficits cognoscitivos. Los fenómenos psicopatológicos más importantes incluyen eco, inserción, robo o
difusión del pensamiento; percepciones delirantes o ideas delirantes de ser controlado, de influencia o de pasividad; voces alucinatorias
comentando o discutiendo sobre el paciente en tercera persona; trastornos del pensamiento y síntomas negativos.
El curso de los trastornos esquizofrénicos puede ser continuo o episódico, con un defecto estable o progresivo, o puede haber uno o más
episodios con remisión completa o incompleta. El diagnóstico de esquizofrenia no debe hacerse ante la presencia de síntomas prominentes de
depresión o manía a menos que los síntomas esquizofrénicos antecedan de forma clara al trastorno del humor. Tampoco debe diagnosticarse
esquizofrenia ante la presencia de una enfermedad cerebral manifiesta o durante el estado de intoxicación o abstinencia por alguna droga.
Trastornos similares a la esquizofrenia que se desarrollan ante la presencia de una epilepsia u otra enfermedad cerebral deben clasificarse bajo la
categoría F06.2, y los inducidos por sustancias psicoactivas en FlO-F19, con el cuarto dígito común 5.
F20.0Tipo paranoide
F20.0Tipo desorganizado
F20.2Tipo catatónico
F20.3Tipo indiferenciado
F20.5Tipo residual
F20.8Trastorno esquizofreniforme
F25Trastorno esquizoafectivo
F22.0Trastono delirante
F23.8Trastorno psicóticos breve
F24Trastorno psicótico compartido
F06Trastorno psicótico debido a…(Indicar enfermedad médica)
Trastorno psicótico inducido por sustancias
F10.51 Alcohol, con ideas delirantes
F10.52 Alcohol, con alucinaciones
F16.51 Alucinógenos, con ideas delirantes
F16.52 Alucinógenos, con alucinaciones
F15.51 Anfetamina (o sustancias de acción similar), con ideas delirantes
F15.52 Anfetamina (o sustancias de acción similar), con alucinaciones
F12.51 Cannabis, con ideas delirantes
F12.52 Cannabis, con alucinaciones
F14.51 Cocaína, con ideas delirantes
F14.52 Cocaína, con alucinaciones
F19.51 Fenciclidina (o sustancias de acción similar) con ideas delirantes
F19.52 Fenciclidina (o sustancias de acción similar), con alucinaciones
F18.51 Inhalantes, con ideas delirantes
F18.52 Inhalantes, con alucinaciones
F11.51 Opiáceos, con ideas delirantes
F11.52 Opiáceos, con alucinaciones
F13.51 Sedantes, hipnóticos o ansiolíticos, con ideas delirantes
F13.52 Sedantes, hipnóticos o ansiolíticos, con alucinaciones
F19.51 Otras sustancias (o desconocidas), con ideas delirantes
F19.52 Otras sustancias (o desconocidas), con alucinaciones
Trastornos de ansiedad
F40Trastorno de la ansiedad fóbica
F41.0 Trastorno de angustia sin agorafobia
F40.01 Trastorno de angustia con agorafobia
F40.00 Agorafobia sin historia de trastorno de angustia
F40.02 Fobia específica
F40.1 Fobia social
F42.8 Trastorno obsesivo-compulsivo
F43.1 Trastorno por estrés postraumático
F43.0 Trastorno por estrés agudo
F41.1 Trastorno de ansiedad generalizada
F06.4 Trastorno de ansiedad orgánica
Trastorno de ansiedad inducido por sustancias
Trastornos somatomorfos
La manifestación características de este grupo de trastornos es la presentaciponrepetida de síntomas físicos, junto a una solicitud insistente de
investigaciones médicas, a pesar de los hallazgos negativos y la reiterada confirmación por los médicos de que esos síntomas no tienen base
orgánica. Si está presente cualquier enfennedad somática, ésta no explica la naturaleza y extensión de los síntomas, o el malestar y la
preocupación del paciente.
Excluye: Trastornos disociativos (F44.-).
F45.0 Trastorno de somatización
F45.1 Trastorno somatomorfo indiferenciado
F44 Trastorno de conversión
F45.4 Trastorno por dolor
F45.2 Hipocondría
F45.2 Trastorno dismórfico corporal
Trastornos facticios
F68.1 Trastorno ficticio
Trastornos disociativos
El aspecto común que comparten los trastornos disociativos o de conversión es la pérdida parcial o completa de la integración normal entre
ciertos recuerdos del pasado, conciencia de la propia identidad, ciertas sensaciones inmediatas y el control de los movimientos corporales. Todos
los tipos de trastornos disociativos tienden a remitir tras pocas semanas o meses, sobre todo si su inicio se asocia a un acontecimiento vital
traumático. Pueden desarrollarse trastornos más crónicos, particularmente parálisis o anestesias, si el inicio se asocia con problemas insolubles o
dificultades interpersonales. Estos trastornos habían sido clasificados previamente como diferentes tipos de "historia de conversión". Se supone
que tienen un origen psicógeno y presentan una asociación temporal estrecha con acontecimientos traumáticos, problemas insolubles e
intolerables o relaciones personales alteradas. Los síntomas representan a menudo el concepto que el paciente tiene de cómo se manifiesta una
enfermedad médica. Las exploraciones e investigaciones médicas no revelan ninguna alteración física o neurológica conocida. Además, hay
pruebas de que la pérdida de la función es una expresión de conflictos o necesidades emocionales.
Los síntomas pueden desarrollarse en estrecha relación con estrés psicológico, y aparecen a menudo de forma repentina. Sólo se incluyen aquí
trastornos de funciones orgánicas que normalmente están bajo control voluntario y trastornos de pérdida de sensibilidad. Los trastornos que
incluyen dolor y otras sensaciones físicas complejas mediadas por el sistema nervioso autónomo, están clasificados en el trastorno de
somatización (F45.0). Debe mantenerse siempre presente la posibilidad de que aparezca más tarde un trastorno somático grave o psiquiátrico.
F91Trastornos discociales
(Clasificación del CIE 10)
F91.0TRastorno disocial limitado al ámbito familiar
F91.1Trastorno disocial en los niños no socializados
F91.2Trastorno disocial en los niños socializados
F91.3Trastorno disocial desafiante y oposicionista
F91.8Otros trastornos disociales
F91.9Trastorno disocial no especificado
F92Trastornos disociales y en las emociones mixtos
F92.2Trastorno disocial depresivo
F92.8Otros trastornos disociales y de las emociones mixtos
F92.9Trastorno disocial y de las emociones mixto no especificado
Parasomnias:
F51.5 Pesadillas
F51.4 Terrores nocturnos
F51.3 Sonambulismo
Trastornos adaptativos
F43.20 Con estado de ánimo depresivo [309.0]
F43.28 Con ansiedad [309.24]
F43.22 Mixto, con ansiedad y estado de ánimo depresivo [309.28]
F43.24 Con trastorno de comportamiento [309.3]
F43.25 Con alteración mixta de las emociones y el comportamiento [309.4]
F43.9 No especificado [309.9]
Problemas de relación: