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CERVANTES, Juan, Patricia Fournier and Margarita Carballal. 2007. La


cerámica del Posclásico en la cuenca de México. In La producción alfarera en el
México antiguo, Vol. V, edited...

Chapter · June 2007

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Patricia Fournier
Escuela Nacional de Antropologia e Historia (ENAH)
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La cerámica deL PoscLásico en La cuenca
de méxico
Juan Cervantes Rosado*
Patricia Fournier**
Margarita Carballal***

A Mary G. Hodge, in memoriam

IntroduccIón en la cuenca de México y contribuir a identificar


un número mayor de rezagos o caracteres distin­
antecedentes tivos de la cultura azteca, así como conocer algu­
La cerámica azteca, producida en la cuenca de nos aspectos de la evolución artística e intelectual
México durante el Posclásico, representa una de los grupos que lo produjeron (Boas, Best y
ruptura con pautas previas, en particular con la Gamio, 1921: 6, 10­21, 44­45).
tradición alfarera asociada a tula, a pesar de que de manera contemporánea a la elaboración
existieron relaciones entre ambas en un primer del estudio citado, otros investigadores aborda­
momento. Estas relaciones han sido documen­ ron el tema desde diferentes perspectivas. Entre
tadas por los arqueólogos a través de las crono­ 1911 y 1912, castañeda llevó a cabo observacio­
logías de estudios morfoestilísticos. nes en culhuacan, a partir de las cuales propuso
numerosos estudios sobre la cerámica azteca una secuencia preliminar para las distintas va­
se han enfocado, casi en su totalidad, a los ma­ riantes decorativas, basándose en correlaciones
teriales decorados en negro sobre anaranjado, y estratigráficas (cfr. noguera, 1934: 272, 1935: 180;
a partir de éstos se han propuesto y establecido Parsons, 1966: 63). Posteriormente, tozzer
los elementos de una secuencia estilística, en (1921) realizó algunas observaciones respecto a
ocasiones fundamentada en análisis estratigrá­ las variaciones estilísticas de la cerámica negro
ficos, que no necesariamente reflejan aspectos sobre anaranjado recuperada en Santiago Ahuit­
temporales en todos los casos. zotla, identificando dos estilos decorativos que
Los parámetros básicos para el estudio tipo­ denominó “tipo culhuacan” y “tipo texcoco”.
lógico de la cerámica de tradición azteca fueron una década después, Brenner (1931) llevó a cabo
establecidos por Boas y Gamio en el Álbum de co­ una detallada descripción de los estilos decora­
lecciones arqueológicas, publicado en 1921, pero tivos de la cerámica negro sobre anaranjado de
que reseña un trabajo de investigación realizada culhuacan, desarrollando una discusión centra­
entre 1911 y 1912. El objetivo de ese estudio era da en sus vínculos evolutivos, desde una perspec­
facilitar la distinción de la cerámica azteca res­ tiva estética.
pecto de las otras tradiciones alfareras presentes Años después diversos arqueólogos continua­
ron las investigaciones con base en la propuesta
* dsa-inah.
** enah-inah.
de Boas y Gamio, de los que destacan noguera
*** desa-inah. (1934, 1935, 1937, 1940), Vaillant (1938), Fran­

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J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

co (1949), Griffin y Espejo (1950), así como IV. Para cada uno de ellos estableció una cro­
Espejo (1956), quienes contribuyeron a depurar nología relativa con base en datos etno­
y sistematizar la tipología desarrollada; además, históricos, considerando los ciclos calendáricos
sentaron las bases para la ubicación cronológica del sistema mexica como fundamento para
de los distintos estilos decorativos. ubicar temporalmente los cambios estilísticos
noguera (1935: 149, 160, 173, 195­196) pro­ en esta clase de materiales (Vaillant, 1938: 544­
puso una serie con cuatro grupos estilísticos que, 549, 1978: 96­121).
a su parecer, constituían eslabones dentro de una de esta manera, el periodo Azteca I se esta­
cadena evolutiva, aunque no necesariamente blece entre 1250 y 1299 d.c. y se caracteriza por
excluyente. citando las excavaciones realizadas la coexistencia de la cerámica Azteca I en culhua­
por castañeda en culhuacan y tomando como can, la “cultura coyotlatelco” y la persistencia
base las frecuencias que presentaban los ejem­ de la “cultura Mazapán” en algunas zonas de la
plares de los diversos grupos en las diferentes cuenca de México (Vaillantt, 1938: 566). El autor
excavaciones de tenayuca, noguera (1935: 149, consideró que el tipo Azteca I representa un
160, 173, 195­196) concluyó que el grupo I era estilo intrusivo, porque no tiene antecedentes
el más temprano y característico de culhuacan, en las cerámicas locales y mencionó a las regiones
mientras que el grupo II representaba una etapa de la Mixteca o de cholula como las probables
de evolución intermedia y era típico de tena­ zonas de origen.
yuca. Los grupos III y IV eran los más tardíos y La “dispersión” del estilo decorativo Azteca
estaban relacionados con los aztecas. Además, II ocurriría hacia el año 1300, en la etapa más
consideró que el grupo IV constituía el “más temprana del “periodo Azteca”. Vaillant (1938:
desarrollado artísticamente” y era contemporá­ 547) reconoció la existencia de tres estilos deco­
neo de tenochtitlán y tlatelolco. rativos dentro de la cerámica negro sobre ana­
En estudios posteriores, noguera (1970; s.f.: ranjado de la época (IIa, IIb y IIc), los cuales
11­12) clasificó engobe blanco y decoración presentan diferencias en la asociación estra­
policroma de la loza de Xochimilco Pulida, a los tigráfica por lo que propone la división del pe­
que denominó tipo Xochimilco. Esta cerámica riodo en dos intervalos: II temprano y II tardío.
había sido reportada ya por Boas y Gamio (Boas, El intervalo II temprano (1299 a 1351 d.c.) es­
Best y Gamio, 1921: 43) con el nombre genérico taría caracterizado por la cerámica Azteca IIa,
de “cerámica de tipo azteca”, pero sin mayor mientras que el intervalo II tardío abarcaría de
interés. noguera elaboró una descripción some­ 1351 a 1403 d.c. Al estilo decorativo anterior se
ra de sus atributos morfoestilísticos y tecnológi­ agregan en IIb y IIc, los cuales presentarían una
cos, identificando cuando menos dos estilos transición con el periodo siguiente, caracteriza­
decorativos, pero no llegó a establecer una cro­ do por la cerámica Azteca III (Vaillant, 1938: 541,
nología específica, aunque la consideró tardía figuras 4 j, 4 l, 552, 566; 1965: 101, 157).
dentro de la secuencia azteca. Vaillant dividió el periodo Azteca III en dos
Poco tiempo después de publicados los tex­ intervalos, debido a la existencia de dos estilos
tos de noguera, G.c. Vaillant (1938) elaboró cerámicos diferenciados en el plano estratigrá­
un importante estudio centrado en la formación fico que pudieron haberse desarrollado en tex­
de una secuencia general para la cuenca de coco: IIIa y IIIb. El intervalo Azteca III tempra­
México. uno de sus aportes fundamentales fue no (1403­1455 d.c.) se caracteriza por la
que sintetizó la información existente hasta el extensión de la cerámica IIIa. El periodo Azteca
momento respecto de la secuencia estilística de III tardío (1455­1507 d.c.) coincidiría con la
los materiales negro sobre anaranjado, además aparición y “difusión” del estilo IIIb (Vaillant,
de que formalizó de manera precisa cuatro 1938: 541, figura 4 m, 4 n y 4 o, 547­548, 552­554,
periodos: Azteca I, Azteca II, Azteca III y Azteca 566; 1965: 101, 120­121, 158).

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La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

Para el periodo Azteca IV (1507 ­1519 d.c.), con adendas, en sus investigaciones previas (cfr.
Vaillant (1938: 541, figura 4 p y 4 r, 548, 567) Griffin y Espejo, 1950). realizó una división en
identificó la existencia de tres estilos decorativos grupos, según aspectos funcionales; subgrupos,
en la cerámica negro sobre anaranjado: “natura­ con base en combinaciones cromáticas, así como
lista”, que agrupa a los ejemplares con decora­ tipos y variantes, de acuerdo con atributos dife­
ción de animales y plantas; “convencional”, ca­ renciales en el acabado de la superficie o la de­
racterizado por una serie de líneas anchas coración. destaca la designación que aplicó para
diametrales; y otro que únicamente describe la cerámica de la serie roja, donde incluyó el tipo
como compuesto por “dos campos contrastantes texcoco negro sobre rojo.
de decoración negra y anaranjada”. Aparente­ tolstoy (1958) realizó un estudio basado en
mente Vaillant no contó con elementos para colecciones de superficie recuperadas en la
proponer una cronología específica para cada porción noreste de la cuenca de México, cuenta
variante decorativa, aunque sugirió que la última con una metodología explícita y el objetivo cen­
parecería ser transicional y sobreponerse a los tral es refinar la cronología cerámica a partir del
periodos III tardío y IV, mientras que las dos uso de técnicas de muestreo y seriación cerámica
primeras habrían estado en uso en el momento (tolstoy, 1958: 10­16). Para la cerámica del Pos­
de la conquista española y conformarían, estric­ clásico de tradición Azteca, definió una serie de
tamente, el tipo IV. lozas por el color y el acabado de la superficie,
Por otra parte, Griffin y Espejo (1950) propu­ donde se segregan tipos con base en la técnica
sieron designaciones para la cerámica negro decorativa, el color de la decoración y la forma.
sobre anaranjado de la secuencia I a IV, emplean­ Entre estas lozas destacan: 1) Loza roja (con los
do en su lugar los nombres de culhuacan negro tipos texcoco rojo, texcoco negro/rojo, tex­
sobre Anaranjado, tenayuca negro sobre Ana­ coco negro y Blanco/rojo, texcoco Blanco/rojo
ranjado, tenochtitlán negro sobre Anaranjado y texcoco Amarillo/rojo); 2) Loza Anaranjada
y tlatelolco negro sobre Anaranjado. Su objeti­ (con los tipos texcoco Anaranjado, culhuacan
vo primordial fue definir tipos de acuerdo con negro/Anaranjado, tenayuca negro/Anaranja­
los elementos estilísticos, sin que interesara, en do), tenochtitlán negro/Anaranjado y tlate­
su caso, llegar a secuencias evolutivas o cronoló­ lolco negro/Anaranjado); 3) Loza Lisa (incluye
gicas, a diferencia de Vaillant (1938). Franco los tipos texcoco Moldeado y texcoco Fileteado,
(1949) abundó en esta clase de estudios estilísti­ cuyas formas corresponden a sahumadores); 4)
cos y abordó el problema de la secuencia de la Loza con Impresión textil (con el tipo texcoco
cerámica azteca negro sobre anaranjado, cues­ Impresión textil, cuyas formas son salineras
tionando las designaciones empleadas por otros únicamente) (tolstoy, 1958: 35). cabe destacar
investigadores para los distintos tipos o estilos. que tolstoy propuso una periodización para los
Propuso una división del complejo azteca en ti­ distintos tipos que estudió: ubicó los materiales
pos cerámicos, con base en las características del de tradición azteca en el intervalo c­B (periodo
acabado de la superficie y la decoración, además Azteca temprano), así como el intervalo pos­B
de subdividirlos en los tipos I, II, II­III y IV al (periodo Azteca tardío). El tiempo A marca el
considerar que hay elementos de diseño transi­ declive generalizado de casi todos los tipos ca­
cionales. cabe hacer notar que trató de hacer racterísticos de los periodos anteriores, y proba­
equiparaciónes y correlaciones en la secuencia blemente coincida con la conquista (tolstoy,
tanto para la cerámica anaranjada como para la 1958: 61­64).
roja. Sobre la base de los planteamientos de tols­
Espejo (1956) presentó una propuesta taxo­ toy, Parsons (1966: 122­123, 128­129) elaboró un
nómica que resume en un listado de tipos del estudio sobre la cerámica de tradición azteca con
Posclásico tardío, basado parcialmente, aunque materiales procedentes de excavaciones de dife­

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J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

rentes sitios del valle de teotihuacán. 1. Su (ca. 1150­1350 d.c.), que incluye los materiales
taxonomía se deriva en parte del sistema tipo­ Azteca I y II, y consideran que estas entidades
variedad, definiendo a las lozas con base en los taxonómicas llegaron a ser contemporáneas
atributos de la pasta, el acabado y el color de la aunque con una distribución espacial distinta,
superficie, a los tipos según atributos específicos dado que la primera es característica del sur de
de la decoración, así como, en algunos casos, a la cuenca de México y la segunda del norte; para
las variantes con base en particularidades de la el periodo Azteca tardío (ca. 1350­1520 d.c.)
clase formal y de patrones decorativos específi­ consideran como diagnóstica la cerámica Azteca
cos. Su tipología incluye las siguientes lozas: 1) III, mientras que a la Azteca IV la asocian con el
anaranjada, con superficies bruñidas; 2) roja, fin de periodo precolombino, aun cuando se
con engobe bruñido; 3) con impresión textil considera que la producción y consumo de esta
(salineras); 4) con incisiones reticulares (incen­ última pudo iniciarse antes de la conquista his­
sarios alisados con incisiones en el fondo); pana y continuar vigente durante el periodo
5)texcoco Moldeada­Fileteada (sahumadores); colonial (Minc, 1994: 163).
6) lozas misceláneas; 7) chalco­cholula Policro­ cabe destacar que esta secuencia ha sido
mo, de base blanca o gris con diseños policromos afinada recientemente con base en fechamientos
pintados; 8) loza de intercambio Huaxteca (de de radiocarbono y de hidratación de obsidiana,
pasta de color claro y dura) y 9) loza de intercam­ aunque no se han definido con precisión los lí­
bio del centro de la costa del Golfo (de pasta fina mites temporales de los distintos periodos. Así,
anaranjada). la adscripción cronológica de la cerámica Azteca
En estudios más recientes, Minc, Hodge y Blac­ I cae entre los siglos x y xiii, aun cuando los
kman (1994) subdividieron el tipo culhuacan rangos abarcan entre 690 y 1290 d.c., e incluso
negro sobre Anaranjado en chalco negro sobre hay una fecha para el siglo xv (Parsons et al.,
Anaranjado, Mixquic negro sobre Anaranjado y 1966: 223, 225). respecto a la cerámica Azteca
culhuacan negro sobre Anaranjado, de acuerdo II, se ha propuesto que su época de florecimien­
con los elementos de diseño y la técnica pictóri­ to oscila entre 1200 1400 d.c. (nochols y charl­
ca. Por otra parte, separaron el tipo tenayuca ton, 1966: 237) y cuenta aproximadamente 1240
negro sobre Anaranjado en tenayuca caligráfi­ y 1425 d.c. (Parsons et al., 1996: 227­228), o bien
co y tenayuca Geométrico, con los mismos de 1329 a 1398 d.c. (Evans y Freter, 1966:276).
fundamentos; estos investigadores retomaron en Los materiales Azteca III se ubican desde
gran medida las designaciones empleadas ante­ 1300/1400 d.c. hasta el siglo xvi (nichols y
riormente por Griffin y Espejo (1950). charlton, 1996: 241), o bien entre 1221 y 1568
d.c. (Evans y Freter, 1996: 276).
cronoLogía
Las secuencias estilísticas han llegado a consi­ Proveniencia con base en anáLisis
derarse la base para la separación cronológica comPosicionaLes
de los distintos tipos que componen los com­ Mary Hodge impulsó notablemente los estudios
plejos aztecas en la cuenca de México, aunque, enfocados a la definición de subregiones produc­
como ya se señaló, el énfasis ha recaído en la toras de la loza anaranjada en la cuenca de
cerámica negro sobre anaranjado. de hecho, se México con base en análisis de activación neu­
consideró que los tipos Azteca I, II, III y IV re­ trónica (Hodge, 1992, 1993; Hodge et al., 1992,
presentaban fases excluyentes y evolutivas. Si­ 1993; Minc et al., 1994), con la finalidad de es­
guiendo a tolstoy (1958: 64), los investigadores tructurar modelos de organización política en la
norteamericanos han preferido realizar una región y de sus cambios a través del tiempo.
división en dos amplios periodos temporales. Los resultados de los análisis composicionales
Así, han definido el periodo Azteca temprano indican que la cerámica Azteca se produjo en la

280
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

zona centro­sur de la cuenca de México, prin­ nológicos, específicamente a los de la pasta y a


cipalmente en culhuacán, chalco, Xaltocan y, los del acabado de la superficie (Sabloff y Smith,
en menor proporción, cerca de tenochtitlán 1970). La aplicación de este sistema permite
(Brumfiel y Hodge, 1996: 430­431; Hodge, 1998: segregar la cerámica de tradición azteca en dis­
217). El tipo Azteca II se manufacturó en la tintas lozas que hemos designado Azteca Bruñi­
proporción septentrional y central de la región, da,1 texcoco Bruñida, Azteca Alisada, Lagos sin
en texcoco, tenochtitlán­tenayuca, cuauhtitlán Engobe, Xochimilco Alisada, cuenca Bruñida,
e Ixtapalapa, texcoco, chalco y cuauhtitlán e canal Alisada (cervantes y Fournier, 1995) y
inclusive fuera de la región, en tlacotepec. res­ chalco Bruñida.
pecto a los materiales Azteca III­IV, del estilo
transicional, y los Azteca IV, su composición se Azteca Bruñida
asocia con las subregiones de Ixtapalapa­tenoch­ En cuanto a los atributos característicos de la
titlán y de texcoco (Hodge,1998: 217). loza Azteca Bruñida, tenemos que la pasta mues­
En cuanto a la cerámica roja bruñida, los es­ tra variaciones, siendo común la de textura
tudios indican que los materiales que se asocian media compacta, dura, con buen cocimiento y
con el complejo Azteca II se produjeron al pare­ escasas partículas no plásticas visibles como fel­
cer en las seis zonas antes citadas (Hodge, 1998: despatos, o relativamente burda y porosa con
217), mientras que para los que se relacionan abundantes partículas como hematita y cristales
con el complejo Azteca III y IV, había varias zonas de cuarzo. El color varía de anaranjado a café y
manufactureras, entre las que se encuentran en algunos casos se observa núcleo reducido.
tepetlaoztoc, Azcapotzalco­tenochtitlán, tex­ Presenta las superficies con bruñido directo, de
coco­Huexotla, chimalhuacán y chalco­Xochi­ color anaranjado a café claro, por lo general con
milco (Minc, 1997). La procedencia específica poco lustre, salvo excepciones en donde existe
de la cerámica chalco­cholula policroma no engobe, como se detallará más adelante. Es fre­
pudo definirse con base en su composición, aun cuente la presencia de nubes de cocción y en
cuando se determinó que no se trata de materia­ algunos casos se observa una parcial vitrificación,
les importados de la región de Puebla­tlaxcala debido la temperatura excesiva en la cocción de
(Hodge, 1998: 218). las piezas.

Texcoco Bruñida
coMPLEjoS cEráMIcoS AztEcAS La loza texcoco Bruñida presenta una pasta
generalmente compacta, con textura de fina a
con base en el sistema tipo­variedad, hemos media y, en ocasiones, con estructura laminar.
optado por el uso del concepto complejo cerá­ Al parecer contiene desgrasante volcánico o de
mico, el cual refiere al conjunto de entidades arena y su color varía de bayo a gris, siendo fre­
tipológicas que corresponden a la cerámica que cuentes núcleos oscuros; ocasionalmente la co­
se produjo y consumió en un espacio dado y en loración es anaranjada rojiza. Las superficies de
un intervalo temporal específico (Smith et al.,
1960). Este concepto también permite hacer
referencia a las asociaciones espaciales entre 1
El bruñido es una técnica de acabado de la superficie
diferentes clases de materiales, que reflejan el con la cual se tiene lustre en la superficie de una vasija
empleando un artefacto duro, con el cual se explota la
comportamiento de los sistemas de intercambio pieza, por lo general aún fresca, de manera que se obser­
en un momento determinado (cervantes y Four­ van claramente en las superficies del objeto las marcas o
nier, 1995). facetas dejadas por el bruñidor. Se considera que el pulido
se hace sobre superficies secas y otorga un lustre uniforme,
nuevamente, según el sistema tipo­variedad, sin las marcas paralelas profundas que produce el bruñido
el concepto loza refiere a ciertos atributos tec­ (rice, 1987: 138).

281
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

las vasijas presentan engobe rojo cubriente o Cuenca Bruñida


zonal bruñido, con un lustre entre moderado y La loza cuenca Bruñida presenta una pasta cuya
alto, así como escasas nubes de cocción, aunque textura oscila de media a burda, comúnmente
es frecuente que el color del engobe muestre suave, con alto porcentaje de partículas de grano
variaciones, llegando incluso a tonos grisáceos o fino y medio, entre las que se cuentan abundan­
cafetosos. Es común que el interior de las vasijas tes critales de cuarzo, mica y partículas redondas
sea de color negro, lo cual lleva a suponer que de color negro, gris o café oscuro. Las superficies
se apilaban boca abajo en el horno para llevar a están bruñidas, con claras huellas del bruñidor,
cabo la cocción, de manera tal que se provocara y con lustre moderado. Su tonalidad varía de café
el ahumado del interior de los objetos. a gris, negro o inclusive anaranjado y son fre­
cuentes las nubes de cocción.
Azteca Alisada
La loza Azteca Alisada se caracteriza por presen­ Canal Bruñida
tar una pasta de textura comúnmente burda, La loza canal Bruñida muestra pasta de textura
porosa, con abundantes partículas de cuarzo y de media a burda, relativamente suave, con
hematita, al parecer con desengrasante de arena, desgrasante de arena de grano fino y medio, así
de color bayo a grisáceo o anaranjado, ocasional­ como abundantes partículas de mica dorada e
mente con núcleo reducido o de apariencia la­ inclusiones de cuarzo. Su color varía de café
minar. Las superficies están alisadas y son de claro a oscuro y ocasionalmente café rojizo. El
textura normalmente áspera, que sirven de base acabado de la superficie es bruñido y regular,
para colocar capas calcáreas en casos como bra­ con lustre moderado.
seros, aun cuando hay anafres que al parecer
presentan engobe rojizo o carecen de cualquier Charco Bruñido
acabado. La loza charco Bruñida es de textura media,
suave, laminar, presenta desgrasante de arena y
Lagos sin Engobe hay amplias variaciones en su color, comúnmen­
respecto a la loza Lagos sin Engobe, la pasta es te con núcleo oscuro. Las superficies llegan a
de textura burda, laminar, con alto contenido estar pulidas o bruñidas (cfr. Whalen y Parsons,
orgánico y, por ende, de alta porosidad y suma­ 1982: 441, 446).
mente suave; el color varía de gris a anaranjado A continuación se detallan los principales
y a menudo se observan núcleos reducidos. La componentes de los complejos que se han iden­
superficie externa presenta impresión textil, en tificado para la cerámica azteca, segregados en
tanto que la interna suele estar alisada o ligera­ lozas y tipos, según la información disponible.
mente bruñida. En la medida de lo posible se conservaron las
designaciones empleadas en estudios previos
Xochimilco Alisada para evitar confusiones.
Para la loza Xochimilco Alisada, la pasta tiene
una textura relativamente burda y su dureza es comPLeJo azteca i
baja, contiene abundantes partículas minerales Para el Posclásico temprano, el complejo Azteca
que incluyen cuarzo y feldespatos y su color varía I está compuesto por materiales decorados en
de anaranjado a café, en ocasiones con núcleo negro sobre anaranjado, como la cerámica chal­
reducido gris. Las superficies presentan engobe co Policromo, cuyas asociaciones no se han de­
de color blancuzco o crema; el acabado de la finido de manera clara, y tipos pintados en negro
superficie es alisado, aunque posiblemente en sobre rojo con decoración esgrafiada, así como
algunos casos se aplicó pulido (cervantes, en pre­ cerámica anaranjada monocroma y materiales
paración b). café o rojo monocromos. Se observan grandes

282
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

similitudes morfoestilísticas con los complejos


corral terminal y tollan procedentes de la re­
gión de tula (cfr. cobean, 1990; Moncayo, 1999)
como vasijas con engobe crema, decoración
pintada en anaranjado y soportes de botón, ca­
jetes hemisféricos con soportes zoomorfos hue­
cos y moldeados y ollas con engobe rojo; además,
hay materiales característicos del complejo to­
llan (cfr. cobean, 1990) de la región de tula (jara Figura 2. Azteca I Anaranjado Monocromo. cajetes
Anaranjado Pulido, Macana rojo sobre café, hemisféricos.
joroba Anaranjado sobre crema con múltiples
variantes decorativas [véase figura 1], entre otros
tipos) y existen afinidades con los complejos
Mazapa de la cuenca de México, en particular
figurillas. Por otra parte, también es innegable
que se asocia morfoestilísticamente con otras
tradiciones mesoamericanas de principios del
Posclásico (cfr. Acosta ochoa, 2000; Fahmel, 0 3 cm
1998; noguera, 1954; M.E. Smith en este volu­
men).
A nivel tipológico, es posible distinguir el tipo
Anaranjado Monocromo también designado
como Azteca I Anaranjado Monocromo o Acatla
Anaranjado (Acosta ochoa, 2000). Las formas
características incluyen: cajetes hemisféricos con
base plana o fondo convexo con protuberancia Figura 3. Azteca I Anaranjado Monocromo. cajetes
o botón (véase figura 2) además de cajetes de de paredes rectodivergentes.
paredes rectodivergentes (véase figura 3), por
lo regular trípodes con soportes cónicos redon­
deados sólidos bajos, o huecos relativamente
altos o cilíndricos huecos altos; asimismo, hay
cajetes trípodes hemisféricos con fondo sellado
y soportes huecos sea cilíndricos hemisféricos
a
alargados, hiperbólicos hemisféricos, moldeados
b
zoomorfos o con forma de prismas rectangulares
también huecos. Vasos cilíndricos altos con so­
porte de pedestal; sahumadores con cazoleta de
paredes rectodivergentes, fondo convexo con
c protuberancia, base cóncava con depresión y
mango hueco cilíndrico. otra forma correspon­
de a jarras con cuello rectodivergente, en oca­
siones con vertedera de pico, asa vertical simple,
d e
cuerpo curvoconvergente o de silueta ojival.
Figura 1. Materiales cerámicos del complejo tollan;
a­c: Macana rojo sobre café; d: proa crema Pulido; también hay ollas de cuerpo curvoconvergente,
e: joroba Anaranjado sobre crema (tomados de Acosta, con borde evertido oblicuo, curvodivergente o
1940). rectodivergente y dos asas verticales u horizon­

283
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

17 cm 16 cm 40 cm 44 cm

46 cm

32 cm

42 cm
0 3 cm

38 cm 32 cm

0 3 cm
b

Figura 4. Azteca I Anaranjado Monocromo. a)ollas;


b) cazuelas o apaxtles. Figura 5. Azteca I Anaranjado Monocromo. comales

tales, al igual que cazuelas o apaxtles (véase figu­ sus atributos distintivos es la decoración, que se
ras 4 a y b) de cuerpo hemisférico, rectodiver­ ellos se caracteriza por trazos fundamentalmen­
gente o cóncavodivergente, o bien con silueta te gruesos que reproducen motivos naturalistas
compuesta, en ocasiones con borde semievertido y geométricos en el borde y/o en el cuerpo in­
y asas sólidas triangulares horizontales o semies­ terno de las vasijas, algunos de carácter simbólico
féricas, que en algunas piezas llegan a ser tan (véase figuras 6 y 7 a). La composición más co­
sólo pequeñas protuberancias. Asimismo, se mún presenta paneles horizontales con diseños
observan comales de paredes espesas (véase fi­ geométricos en el interior, rectilíneos o curvilí­
gura 5), ya sea planos o bien altos, estilo sartén, neos, simples o complejos, incluyendo grecas,
con cuerpo rectodivergente, cóncavodivergente motivos reticulares, caracoles, ojos estelares, se­
o curvoconvergente, bordes redondeados y base micírculos formando bandas, púas; en ocasiones
rugosa (Acosta ochoa, 2000: lámina 5; cervantes hay líneas ondulantes o rectas arriba del panel
en preparación a; Whalen y Parsons, 1982: figu­ o bandas gruesas en la terminación de borde
ra 104­105). interno, esporádicamente hay bolas espaciadas
Por otra parte, se identifica el tipo Azteca I encima del panel o púas formando motivos
negro sobre Anaranjado, cuyas variantes morfoes­ continuos y repetitivos. En los fondos, sobre todo,
tilísticas han sido designadas como culhuacan aparece decoración pintada y, en menor grado,
negro/Anaranjado, Acatla negro/Anaranjado, sellada (véase figuras 11 y 12), abundando mo­
Mixquic negro/Anaranjado, chalco negro/Ana­ tivos fitomorfos como flores de varios pétalos,
ranjado y chalco Grueso.2 En general, uno de animales estilizados o motivos geométricos y
simbólicos como ojos estelares, aves, conejos y el

2
El tipo chalco Grueso o chalco chunky (Acosta,
2000: 84; Minc, 1994: 421­433) se caracteriza por cajetes y tura burda, sin que haya variaciones en los elementos de
molcajetes trípodes de paredes gruesas, soportes sólidos diseño respecto a la cerámica Azteca I negro sobre Ana­
altos en relación con la altura del cuerpo y pasta de tex­ ranjado.

284
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

El tipo Azteca I negro sobre Anaranjado


contiene un número relativamente reducido de
clases formales. Entre las más comunes destacan
los cajetes hemisféricos o con silueta compuesta,
aunque también son frecuentes cajetes, molca­
jetes y platos trípodes (véase figura 8 b). Los
cajetes hemisféricos muestran un amplio grado
Figura 6. Azteca I negro sobre Anaranjado. Motivos
de variación en cuanto a sus dimensiones; fre­
decorativos (tomado de Boas, Best y Gamio, 1921). cuentemente presentan bases cóncavas, aunque
las hay también planas, en ocasiones con botón
central (véase figuras 8 c y 9). Los cajetes o mol­
cajetes trípodes pueden ser de silueta hemisféri­
ca o bien de paredes recto­divergentes, mientras
que sus bases pueden ser convexas o planas
(véase figuras 10 y 11). Hay que señalar que los
molcajetes tienen fondo sellado (véase figuras
11 y 12), aunque en las vasijas con decoración
de estilo I/II aparecen también fondos incisos
b
en patrón reticular, característicos de otros com­
a plejos cerámicos de tradición azteca (véase figu­
Figura 7. Azteca I negro sobre Anaranjado. Motivos ra 13). Los platos trípodes tienen paredes recto­
decorativos (tomado de Boas, Best y Gamio, 1921). divergentes y bases cóncavas. En todos los casos,
los soportes pueden ser cónicos o cilíndricos,
tanto sólidos como huecos y esporádicamente
diseño llamado de serpiente (Acosta ochoa, moldeados (véase figuras 8 b y 14). Además, hay
2000: 73, 79­85; Griffin y Espejo, 1950: 10­12; platos de paredes curvoconvergentes o recto­
Peterson, 1957; Séjourné, 1970: figuras 50­85). divergentes con bases cóncavas o convexas con
cabe señalar que el estilo donde es mayor la botón; jarros con cuello recto o rectodivergente;
profusión de elementos decorativos, incluyendo jarros con asas laterales de oreja; también ollas
distintas variantes del diseño de púas (véase fi­ con asas laterales horizontales sólidas o verticales
gura 7 b), ha recibido la designación Azteca I/II de oreja, al igual que sin asas o con asa de estribo
(Franco, 1949: 195, lámina 1; noguera, 1969: (véase figura 8 c­g) y, al parecer, cucharones
figura 5 c­e), como probable antecedente de la (Séjourné, 1970: figuras 50­83; Whalen y Parsons,
cerámica Azteca II. no obstante, otros autores 1982: figuras 106­107).
han considerado que esta clase de elementos respecto a la loza que hemos designado tex­
corresponde al estilo denominado caligráfico, coco Bruñida (cervantes y Fournier, 1995), Minc
característico del complejo Azteca II (Minc, (1991a: 198, 1994: 495) considera que su perte­
Hodge y Blackman, 1996: figura 6.6 I, m; Sé­ nencia al periodo Azteca temprano no puede
journé, 1970). Sin embargo, Griffin y Espejo precisarse con certeza y, según nuestro enfoque,
(1950: 10­12, lámina I.5) definen el diseño de ni al complejo Azteca I. Sin embargo, Acosta
púas como propio de la cerámica Azteca I. Ade­ ochoa (2000: 95) refiere la existencia de mate­
más, en excavaciones efectuadas recientemente riales decorados en negro sobre el rojo y negro
en coyoacán (cervantes en preparación a) los y Blanco sobre el rojo asociados con el Azteca I
materiales Azteca I y I/II aparecen asociados en negro sobre Anaranjado en algunos sitios del sur
contextos secundarios, por lo que podría tratar­ de la cuenca de México. En el primer caso, la
se de tradiciones decorativas contemporáneas. decoración de las vasijas es de color negro o gris

285
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

grafito, y los motivos predominantes son líneas senta decoración interna cubriente en la mayoría
verticales, círculos o paneles como elementos de los casos, con un solo panel perimetral o bien
geométricos, mientras que en el segundo se una serie de paneles verticales, con motivos
presentan diseños de triángulos, paneles con geométricos como grecas, líneas quebradas en
elementos geométricos o florales, puntos, “t” y disposición radial, motivos curvilíneos o reticu­
bandas ondulantes. Para ambos tipos se han lares, así como motivos zoomorfos estilizados en
identificado únicamente cajetes de paredes cur­ el fondo de las vasijas, fundamentalmente. Pre­
voconvergentes o hemisféricos (Acosta ochoa, sentan un baño blanco que cubre la superficie
2000: 95­98). Es importante señalar que para de la pieza, con excepción de las bases y de la
tetla, Morelos, norr (1987: figuras I.5, I.7, I.8) parte posterior de los soportes, con decoración
ha reportado materiales semejantes que designa pintada comúnmente en negro, anaranjado y
como Grafito negro sobre rojo, Blanco y negro rojo; en ocasiones el pigmento anaranjado cubre
sobre rojo, así como negro Grafito, y Blanco so­ casi por completo el baño blanco (cfr. Séjourné,
bre rojo; para el primero de estos tipos ocasio­ 1983: 264­280; tovalín et al., 1992: 16). Este tipo
nalmente hay cajetes trípodes con soportes zo­ se caracteriza por cajetes o platos de paredes
omorfos, reminiscentes de formas de vasijas de rectas o curvodivergentes, base plana o con so­
la fase tollan. portes trípodes sean cilíndricos hemisféricos,
un tipo relativamente escaso, aunque recu­ cónicos, zoomorfos o tubulares (véase figura 16;
rrente, es el designado como negro sobre rojo Acosta ochoa, 2000: 99­100; Séjourné, 1983;
Esgrafiado (Acosta ochoa, 2000) o negro sobre Whalen y Parsons, 1982: figura 108). otras for­
rojo Inciso (Minc, 1994: 489), se ha identificado mas que ilustra Séjourné (1983: 264­280) inclu­
tanto en la cuenca de México como en sitios de yen cajetes hemisféricos con base plana o con
la región oriental y en el valle Morelos (cfr., soporte de pedestal, aunque es difícil determinar
Acosta ochoa, 2000: 96­97; cervantes en prepa­ su adscripción cronológica y su vinculación con
ración a, b; Hare y Smith, 1996: figura 8; norr, el complejo Azteca I. cabe señalar que según
1987: figura I.4, bb­ee, I.7; Séjourné, 1983: figu­ Acosta ochoa (2000: 100), las vasijas con sopor­
ras 157, 160) y corresponde fundamentalmente tes estarían claramente asociadas con la cultura
a cajetes hemisféricos con variaciones en la ter­ arqueológica Azteca I.
minación de los bordes. La pasta es de fina a un tipo cuya adscripción cronológica podría
media con desgrasante de arena, de color ana­ fundamentarse, con base en afinidades morfo­
ranjado cafetoso claro, en ocasiones con núcleo estilísticas, con materiales del complejo Azteca I
reducido delgado, con engobe zonal bruñido corresponde a un probable antecedente o a una
como acabado de la superficie (Whalen y Par­ variante temprana de la loza Xochimilco Alisada:
sons, 1982: 446). El estilo que se asociaría con el se trata de cajetes y molcajetes trípodes de pare­
complejo Azteca I, debido a las posiciones estra­ des gruesas con fondo sellado, que presentan un
tigráficas que detectó o’neil (1957) en chalco, engobe delgado color crema mate y decoración
presenta elementos geométricos o series repeti­ pintada en negro en la parte baja del cuerpo
tivas de diseños esgrafiados, como bastones o interno, con líneas radiales (véase figura 17)
volutas que cubren buena parte de la superficie (Hodge, 1991b: 243­244, figura 8.8; Vega, 1975:
externa, e incluso se observa decoración interna lámina I.11).
incisa o pintada zonal, a veces con grandes bolas Entre los materiales cerámicos afines al com­
en negro sobre rojo (véase figura 15) (Minc, 1994: plejo tollan de tula, destaca el tipo Acatla rojo
III.20, III.21a­f; Séjourné, 1983: figura 160). sobre crema, conjunto que muestra afinidades
Por otra parte, el tipo chalco Policromo, que importantes con joroba Anaranjado sobre crema
se relaciona con los policromos firme que no­ (véase figura 1 c) y que parece ser frecuente en
guera (1954: 122) identifica para cholula, pre­ sitios del sur de la cuenca de México (Acosta

286
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

0 3 cm
b Figura 9. Azteca I negro sobre Anaranjado. cajete
hemisférico con vertedera.

c d

e 19 cm

f g

Figura 8. Azteca I negro sobre Anaranjado. Formas 17 cm


características (tomado de Boas, Best y Gamio,
1921).

ochoa, 2000: 101). Las vasijas presentan pasta


de textura fina y dureza media, de color anaran­
jado a café con núcleo grisáceo, además de una 0 3 cm

capa de engobe bruñido de color crema. Se ca­


Figura 10. Azteca I negro sobre Anaranjado. cajetes
racterizan por su ornamentación pintada en trípodes.
anaranjado, con motivos geométricos en paneles
sobre el cuerpo, bandas radiales en el fondo y
parte del cuerpo, o diseños geométricos simples
en el fondo. Predominan cajetes hemisféricos identificado materiales con bruñido como aca­
con paredes curvoconvergentes, de paredes bado de la superficie, con pasta de textura rela­
rectodivergentes y base plana (forma análoga a tivamente burda; que incluyen ollas café mono­
los tipos corral terminal y tollan de la región cromo con bordes redondeados o con bisel
de tula), así como platos trípodes de paredes interno, con terminación semievertida, cuerpo
rectodivergentes con borde reforzado externo globular y asas laterales de oreja (véase figura
y soportes cilíndricos huecos (ibid.: 101­102). 18). Hay, además, ollas rojizas con borde directo
Para tlalpizahuac (tovalín, 1998: 120) se ilustra redondeado (véase figura 19), semejantes a las
una vasija que podría corresponder a este tipo, tipo Soltura rojo Alisado de la fase tollan de la
asociada con abundantes materiales de la fase región de tula (cobean, 1990), así como teco­
tollan. mates con borde semievertido con terminación
respecto a la vajilla destinada al almacena­ cuadrada, en ambos casos de silueta angular
miento y/o preparación de alimentos, se han (cervantes, en preparación a).

287
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

0 3 cm

0 3 cm Figura 13. Azteca I negro sobre Anaranjado.


Molcajete trípode. Estilo decorativo I/II.

Figura 11. Azteca I negro sobre Anaranjado.


Molcajetes trípodes.

0 3 cm

Figura 14. Azteca I negro sobre Anaranjado. Plato


trípode.

Figura 12. Azteca I negro sobre Anaranjado. 0 3 cm


Molcajetes trípodes con fondo sellado (tomado de
Boas, Best y Gamio, 1921). Figura 15. Azteca I negro sobre rojo Esgrafiado.

288
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

En sitios del norte de la cuenca de México se


han encontrado fragmentos de salineras cilín­
dricas con pasta anaranjada compacta alisadas,
asociados exclusivamente con tipos característi­
cos de la región de tula como jara Anaranjado
Pulido y Macana rojo sobre café (cervantes,
0 3 cm 1997) del Posclásico temprano. Además, se han
edificado salineras impresas de la misma silueta
Figura 16. chalco Policromo. cajete trípode.
que se asocian tanto con materiales del comple­
jo tollan como con materiales Azteca I negro
sobre Anaranjado (Mayer­oakes, 1959: 341, 353;
Séjourné, 1970: 44).

comPLeJo azteca ii
Los atributos propios de la cerámica tollan, que
parecen ejercer fuerte influencia en los materia­
les del complejo Azteca I, no se plasman para el
0 3 cm Azteca II y posteriores. Aunque el complejo Az­
teca II no ha sido definido con precisión (con
Figura 17. Xochimilco negro sobre crema Sellado. excepción de los materiales decorados en negro
Molcajete trípode. sobre anaranjado) puede decirse que presenta
elementos morfoestilísticos que, si bien llegan a
aparecer esporádicamente en piezas Azteca I
negro sobre Anaranjado, dejan sentadas las bases
para las tradiciones propias de la cuenca de
México durante el Posclásico medio y tardío,
18 cm 19 cm 20 cm
como es la manufactura de molcajetes con dise­
ños geométricos simples en el fondo, de apaxtles
y de cajetes de silueta compuesta, entre otros.

17 cm
42 cm 28cm

16 cm
30 cm
0 3 cm

0 3 cm

Figura 18. complejo Azteca I. ollas café Figura 19. complejo Azteca I. ollas con engobe
monocromo. rojizo.

289
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

curvilíneos, círculos y ganchos (véase figuras 22


y 24), en tanto que el estilo geométrico muestra
diseños cubrientes que presentan abundantes
líneas delgadas y gruesas que enmarcan los ele­
mentos ornamentales, dando la impresión de
falso negativo en los paneles (véanse figuras 20,
0 3 cm 21 y 23) (Hodge, 1991a: 112, figuras 3.2 y 3.3).
En ambos estilos, un atributo característico es la
Figura 20. Azteca II negro sobre Anaranjado. presencia de series de líneas verticales oblicuas
Molcajete trípode. Estilo geométrico.
en la parte superior o inferior del panel central,
que comúnmente se conocen como “zacates”,
las cuales aparecen libres, es decir sin marcar, o
dentro de bandas. En el estilo geométrico, los
motivos más comunes son el de ala y el de pluma­
voluta, así como la greca escalonada. respecto
al caligráfico hay círculos, semicírculos y gan­
chos; los motivos caligráficos llegan a separarse
al interior de paneles con líneas curvas, oblicuas
u ondulantes (Minc, Hodge y Blackman, 1996:
0 4 cm 144); en términos iconográficos, algunos elemen­
tos se han identificado como estilizaciones del
Figura 21. Azteca II negro sobre Anaranjado. ojo de reptil, ojos estelares y triángulos solares
Molcajete trípode. Estilo geométrico. (Séjourné, 1970: figura 86; Peterson, 1957).
cabe señalar que el estilo caligráfico muestra
elementos de diseño que parecen el tipo Azteca
I negro sobre Anaranjado (véase figura 24), en
La loza anaranjada es la más representada y particular el de culhuacan, como fondos sella­
mejor conocida de este complejo. En la mayoría
de los casos, el acabado de la superficie consta de
la aplicación de un engobe delgado, el cual pre­
senta bruñido, aun cuando hay casos con bruñi­
do directo sobre la superficie, cuya apariencia es
de anaranjada­rojiza oscura a café claro, por lo
general con poco lustre.
Existen datos limitados acerca de la cerámica 0 3 cm
monocroma de la loza anaranjada, que corres­ 20 cm
pondería al tipo Azteca II Anaranjado Monocro­
mo. Las formas reportadas incluyen cajetes y
apaxtles con borde directo redondeado, cuerpo
de silueta compuesta y base plana, además de
comales planos con borde redondo en su termi­
nación (García et al., 1998: lámina xxvi).
En lo que se refiere al tipo Azteca II negro
sobre Anaranjado se han definido dos estilos
decorativos diferenciados: calígrafo y geométri­ Figura 22. Azteca II negro sobre Anaranjado. cajetes
co. Los diseños caligráficos presentan elementos hemisféricos. Estilo caligráfico.

290
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

gura 7; Minc, Hodge y Blackman, 1996: figuras


6.6e, I, m; Séjourné, 1970: figuras 86­87, 95,
99).
Las formas predominantes son: cajetes y mol­
cajetes trípodes con borde directo con ligero
ensanchamiento externo que abarca incluso una
sección del cuerpo, paredes rectodivergentes,
fondo cóncavo y base ligeramente convexa, con
soportes cónicos sólidos (véase figuras 20 y 21);
cajetes igualmente con ensanchamiento externo
del borde, de silueta compuesta, de paredes
0 4 cm rectodivergentes o hemisféricos con fondo con­
vexo o con botón central o bien con base plana
Figura 23. Azteca II negro sobre Anaranjado. Plato.
(véase figura 22); platos extendidos con fondo
Estilo geométrico.
plano o convexo (véase figuras 23 y 24); apaxtles
de silueta compuesta con asas laterales horizon­
tales triangulares sólidas y, en ocasiones, de
oreja; tecomates con borde directo y abultamien­
to interno en la parte superior del cuerpo; jarras
con cuello cilíndrico, cuerpo globular y asa ver­
25 cm
tical de oreja; cucharones y cajetes miniatura
(cfr., Séjourné, 1970: figuras 84­123).
respecto a la loza texcoco Bruñida (cervan­
tes y Fournier, 1995), Minc (1991: 156, 197­198,
1994: 459, 495) señala que la mayoría de las va­
riantes formales de los cajetes hemisféricos de
paredes gruesas aparentemente es parte del
22 cm periodo Azteca temprano, aun cuando los ele­
mentos morfoestilísticos tal vez no son indicado­
res cronológicos, ya que aparecen también en
los materiales Azteca tardío.
con estas bases, los tipos característicos del
complejo Azteca II, que forman parte de la loza
0 3 cm texcoco Bruñida, abarcarían fundamentalmen­
te los decorados en negro sobre rojo con bandas
gruesas verticales (incluyendo el motivo de “pei­
ne”) o bolas en el cuerpo externo de los cajetes
hemisféricos, y esporádicamente de paredes
Figura 24. Azteca II negro sobre Anaranjado. Platos.
Estilo caligráfico. rectodivergentes, con engrosamiento interno del
borde en la mayoría de los casos. Además, se
identifican apaxtles con líneas verticales o pane­
dos, púas, paneles diametrales con motivos les horizontales con diseño geométrico. Asimis­
geométricos diversos que incluyen bandas festo­ mo, hay cajetes pintados en blanco y negro sobre
nadas y líneas delgadas verticales sobre cada una rojo con paneles triangulares o verticales cua­
de las secciones semicirculares (Brener, 1931: drangulares, puntos, “S”, “c” horizontales, gan­
figuras 13 c­d, 28­29; Franco, 1949: lámina 1, fi­ chos, líneas ondulantes y el diseño de ala (García,

291
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

como grecas, espirales, líneas verticales y oblicuas


(García, 1987: figura 27; Minc, 1994: III.19; Sé­
journé, 1983: figura 160; Smith, 1983: figura 41;
Vega, 1975: 65; Whalen y Parsons,1982: figura
102 a­f).
Por otra parte, en la alfarería de la época son
comunes las vasijas con decoración incisa, las
cuales han sido designadas como café negro
inciso o recinto café Inciso (cervantes en pre­
paración b). En este tipo, la decoración está en
0 3 cm el exterior y presenta principalmente elementos
lineales, entre los que destacan líneas ondulan­
Figura 25. recinto Gris Inciso. cajete hemisférico tes, en zigzag, oblicuas y horizontales, además de
y olla. ganchos, “S” e impresiones de uña, que aparecen
en bandas superpuestas o bien dentro de un
panel principal con diseños triangulares forma­
1987: figuras 26, 28; García et al., 1998: lámina dos por líneas oblicuas paralelas. Las formas
xxiii; Minc, 1994: figura III.1, III.2, III.4, III.15, características son cajetes hemisféricos (véase
III.17, III.22, III.25, III.26). cabe señalar que figura 25) o de silueta compuesta; apaxtles con
dentro de este complejo hay sahumadores de silueta compuesta y asas laterales de oreja (véase
cazoleta de paredes rectodivergentes, borde figura 26), además de ollas (véase figura 25). En
evertido oblicuo y mango largo hueco, cuya de­ todos los casos, los bordes son rectos o ligera­
coración característica consiste en una banda mente evertidos (cfr. Baños, 1980, 1993: lámina
negra pintada sobre el borde interno (noguera, 6; Boas, Best y Gamio, 1990: lámina 32; córdoba,
1935: lámina xvii 1­2; Séjourné, 1970: figura 41, 1992; García, 1987: figuras 8 y 9; noguera, 1935:
1983: figura 122). lámina 32; Séjourné, 1970: figura 14; toser, 1921:
también existen copas hemisféricas con 48).
borde de pedestal en donde los diseños pintados Las salineras de la loza Lagos sin Engobe son
en negro están enmarcados mediante la técnica frecuentes en el complejo Azteca II. Aunque se
del esgrafiado (García et al., 1998: lámina xxv g, requiere de estudios más detallados respecto a
h). Aparentemente, esta clase de pieza se adscri­ su variabilidad formal, la información disponible
be exclusivamente al complejo Azteca II, aunque indica que las vasijas más comunes son de forma
vasijas de silueta análoga, pero sin decoración cilíndrica (altas y bajas); sin embargo, también
esgrafiada, han sido reportadas en asociación hay de silueta cónica. En ambos casos, la super­
con formas características del complejo Azteca ficie externa tiene impresión textil, mientras que
III temprano (véase figura 42; cfr. Fournier, car­ la interna puede estar alisada o ligeramente
ballal y Flores, 1995: figura 3). bruñida. El tipo Lagos Gris Impreso, que al pa­
Asimismo, los materiales con decoración pin­ recer es distintivo del complejo Azteca II, se ha
tada e incisa, de tipo negro sobre rojo Inciso identificado en sitios del centro de la cuenta de
que se identifica desde complejo Azteca I, pare­ México como tlatelolco, tenochtitlan y asenta­
cen ser relativamente frecuentes. La forma pre­ mientos cercanos (ibid.; Baños, 1993; González
dominante consiste en cajetes hemisféricos, cuya rul, 1988; Piña chan, 1950). En localidades del
decoración se localiza principalmente en la su­ sur de la región, como coyoacán, se han encon­
perficie externa y consta por lo regular de un trado salineras del tipo Lagos Anaranjado Impre­
panel diametral en la parte superior de la vasija, so, asociadas con materiales diagnósticos de la
que contiene diversos elementos geométricos, época (cervantes, en preparación a).

292
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

complejo Azteca I, dadas sus afinidades con


materiales del Posclásico temprano.
respecto a la vajilla relacionada con el alma­
cenamiento y/o en preparación de elementos,
destacan las vasijas de tipo cuenca temprano
café Monocromo. La única forma, hasta ahora
asociada de manera clara con el complejo Azte­
ca II, son ollas regulares con bordes de biselado
interno o con ensanchamiento externo, asas la­
terales horizontales o de oreja y base plana
(véase figura 52, cervantes y Fournier, 1995).
Por otra parte, se identifican comales sartén
0 3 cm con asas verticales triangulares sólidas, con una
perforación del centro, con pasta de textura
Figura 26. recinto Gris Inciso. Apaxtles de silueta media con abundante desgrasante de arena, de
compuesta. color café, con alisado como acabado de la su­
perficie (cfr. Baños, 1993: 233).

En lo que respecta a la loza Xochimilco Ali­ comPLeJo azteca iii


sada se carece de datos sobre su variabilidad ti­ Este complejo ha sido dividido en Azteca III
pológica para el complejo Azteca II; la ausencia temprano y Azteca III tardío, con base en corre­
de registros en sitios donde se ha identificado laciones estratigráficas y siguiendo la propuesta
cerámica diagnóstica de este complejo podría original de Vaillant (cervantes y Fournier,
indicar que su distribución es limitada. Se obser­ 1995).
va una situación análoga para el tipo chalco
Policromo, que parece distinguirse por cajetes comPLeJo azteca iii temPrano
hemisféricos con decoración exterior con pane­ En términos generales, el complejo Azteca III
les horizontales dentro de los cuales hay diseños temprano se enmarca dentro de la tradición
geométricos (Acosta ochoa, 2000: 100; Séjourné, estilística conocida como “Azteca III”, que ha
1983: lámina xxvii). sido considerada como característica del periodo
Por otra parte, Séjourné (1970: 43, figuras Azteca tardío. Sin embargo, varias de las entida­
40­41) ilustra piezas con superficies al parecer des tipológicas que lo conforman presentan
exclusivamente alisadas, que incluyen anafres de atributos morfoestilísticos y decorativos afines al
silueta hemisférica trípodes con soportes cónicos complejo Azteca II, lo que con probabilidad
sólidos, y braseros con silueta de reloj de arena, denota que ambos conjuntos fueron parcialmen­
en extremo similares al tipo Abra café Burdo del te contemporáneos.
Posclásico temprano en la región de tula (cfr. dentro de la loza Azteca Bruñida es posible
Moncayo, 1999: 364), con decoración externa al definir dos grupos de acuerdo con la coloración
pastillaje, incluyendo picos, tiras incisas o con de la superficie de las vasijas. El primero contie­
impresión de dedos, rebordes mediales, así como ne a las vasijas anaranjadas y se caracteriza por
incisiones. Baños (1993: 235) considera que esta una franca predominancia de materiales deco­
clase de vasijas son contemporáneas de la cerá­ rados, mientras que los monocromos son relati­
mica Azteca II, aun cuando algunos de sus atri­ vamente escasos (cuando menos en el caso de
butos, en particular los soportes, los anafres y la las colecciones de tlatelolco) y consisten princi­
silueta y elementos decorativos de los braseros, palmente en comales planos con bordes ligera­
podrían indicar su potencial asociación con el mente invertidos con terminaciones redondea­

293
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

das, cuadradas y acanaladas, del tipo Anáhuac


Anaranjado Monocromo (véase figura 27); asi­
mismo, se identifican ollas globulares y cajetes a
de silueta compuesta. El segundo grupo está 0 3 cm
conformado por el tipo Atezcapan Gris Mono­
cromo, el cual se caracteriza por materiales sin
decoración, cuya pasta y superficie presentan una
coloración grisácea; la forma más común corres­
ponde a apaxtles de silueta compuesta con asas
laterales horizontales, de forma triangular, sóli­ b 0 5 cm

das con perforación central y base plana (véase


Figura 28. Atezcapan Gris Monocromo.
figura 28 b); además, se identifican cajetes mi­
a) cajete hemisférico; b) Apaxtle con silueta
niatura hemisféricos o de paredes rectas con base compuesta.
plana, en ocasiones trípodes con soportes cóni­
cos sólidos (véase figura 28 a), similares a piezas
decoradas en negro sobre anaranjado (cervantes
y Fournier, 1995: figura 7). to externo (véase figuras 29 y 30); cajetes minia­
El tipo predominante en la loza Azteca Bru­ tura trípodes con soportes cónicos (véase figura
ñida corresponde al Azteca II temprano negro 31); platos con fondo ligeramente hundido
sobre Anaranjado con tres variantes: la rojiza, (véase figuras 32 y 33); cajetes de paredes rectas
que se caracteriza por la presencia de engobe de base plana, de silueta cilíndrica, altos o de
bruñida; la anaranjada, en la que el acabado paredes bajas con botón central en el fondo
aparece directamente sobre la superficie de las (véase figura 34 y 35 a); platos trípodes de doble
piezas, y la de paredes delgadas, definida por las nivel; cajetes de silueta compuesta extendidos y
características morfológicas de las vasijas. La bajos (véase figura 35 b); apaxtles de silueta
variabilidad formal del tipo es amplia e incluye: compuesta, en algunos casos con asas laterales
cajetes y molcajetes trípodes con soportes cóni­ ligeramente oblicuas de oreja y base plana (véa­
cos sólidos y paredes rectodivergentes, con borde se figura 36); jarras con cuello cilíndrico y asa
de terminación redondeada con ensanchamien­ vertical de oreja, de cuerpo ojival con base plana
(véase figura 37); ollas de borde rectodivergentes
57 cm 56 cm
y cuerpo globular, así como cucharones (cfr.
cervantes y Fournier, 1995; et al., 1999: lámina
6). cabe señalar que en la variante rojiza predo­
54 cm minan las vasijas masivas y de paredes gruesas.
Muchos de los motivos ornamentales no
constituyen indicadores cronológicos porque
0 3 cm
también aparecen en los materiales del comple­
jo Azteca III tardío, aun cuando pueden consi­
derarse marcadores del complejo los elementos
de diseño que aparecen en la banda superior e
inferior de las vasijas (véase figura 38).
La decoración del tipo Azteca III temprano
negro sobre Anaranjado se puede ejemplificar
0 5 cm
con las vasijas que cuentan con ornamentación
Figura 27. Anáhuac Anaranjado monocromo. interna. usualmente consta de un motivo curvi­
comales. líneo descendente a manera de voluta o de líneas

294
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

0 4 cm

0 4 cm

Figura 29. Azteca III temprano negro sobre Figura 32. Azteca III temprano negro sobre
Anaranjado. cajetes de paredes rectas. Anaranjado. Plato.

0 4 cm

0 5 cm

Figura 30. Azteca III temprano negro sobre Figura 33. Azteca III temprano negro sobre
Anaranjado. Molcajete trípode. Anaranjado. Plato.

0 3 cm

0 5 cm

Figura 31. Azteca III temprano negro sobre Figura 34. Azteca III temprano negro sobre
Anaranjado. cajete miniatura trípode. Anaranjado. cajetes de paredes rectas.

295
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

superpuestas que se ingresan de arriba hacia


abajo, ubicadas en la zona periférica. En la zona
intermedia presenta un panel principal cuya
composición se basa en líneas y puntos; la banda
superior puede presentar zacates (derivados del
complejo Azteca II) alternados con motivos se­
micirculares o bien óvalos, círculos, círculos
sólidos, ondas o líneas verticales enmarcadas por
0 4 cm una línea en la parte alta o sin demarcación
(véase figura 38).
Figura 35. Azteca III temprano negro sobre El panel principal llega a presentar dis­
Anaranjado. cajetes con silueta compuesta.
continuidades en el diseño por la presencia de
paneles ovales o rectangulares que, ocasional­
mente, muestran una pequeña voluta en la
parte inferior o medial, una línea horizontal
central, entre otros motivos, o especies de meda­
llones con silueta fitomorfa sintetizada. Hay va­
riantes en las que el panel principal está confor­
mado por series de bandas con motivos
geométricos repetitivos en su interior, que inclu­
yen círculos, espirales o círculos concéntricos en
ocasiones sobre un fondo achurado; a veces,
estas bandas alternan concepciones decoradas
0 4 cm
con líneas y puntos, formando composiciones
complejas (véase figura 38).
Figura 36. Azteca III temprano negro sobre
En el caso de platos, la zona central suele
Anaranjado. Apaxtle con silueta compuesta.
estar decorada con series de líneas curvodiver­
gentes con muchos motivos geométricos asocia­
dos en el centro como bandas de círculos o
volutas. En ocasiones, el fondo queda dividido
en cuatro secciones por líneas que terminan en
voluta; además, hay orlas y motivos geométricos
como espirales en medio que a veces son de
pétalo (véase figuras 32 y 33).
cabe hacer notar que en el panel principal
con motivos geométricos grande se observa que
tiene una disposición similar a los ejemplares del
estilo geométrico del complejo Azteca II. res­
pecto a las piezas con decoración externa, éstas
incluyen bandas con diversas clases de motivos
geométricos de los ya enlistados, que son de
mayor simplicidad; para los cajetes de silueta
compuesta aparece una decoración con líneas
0 3 cm
horizontales y ondas. Los cajetes miniatura con
Figura 37. Azteca III temprano negro sobre o sin soportes suelen presentar en los fondos, y
Anaranjado. jarra con asa vertical. a veces en los soportes, diseños geométricos

296
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

0 3 cm

Figura 38. Azteca III temprano negro sobre Anaranjado. decoraciones típicas.

297
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

sencillos en la zona central pueden mostrar se­


ries de bandas con elementos geométricos com­
plejos.
En cuanto a la loza texcoco Bruñida, el com­
plejo Azteca III temprano contiene una serie de
tipos sobre fondo rojo que llegan a adoptar co­
lores cafetosos. En el caso de tlatelolco (cervan­
tes y Fournier, 1995), lo que comúnmente se
describe como negro en la decoración pintada
se observa que aparece con tonalidad blancuz­
ca, por lo que hemos designado a este tipo
texcoco temprano Blanco Firme sobre rojo
siguiendo algunos de los planteamientos de Es­ 0 3 cm
pejo (1956: 122). En varios sitios de la cuenca de
México se ha observado que este fenómeno está Figura 39. texcoco Blanco Firme sobre rojo.
asociado con la coloración y el aspecto de los cajetes.
pigmentos, mismo que se ha interpretado como
el efecto de la acidez de los depósitos en el ma­ rales con pétalos. Además hay cajetes de paredes
terial arqueológico (Acosta ochoa, 2000: 95; rectodivergentes con borde festonado (véase fi­
Whalen y Parsons, 1982: 446). gura 40), que por lo general presentan los ele­
El tipo texcoco negro sobre rojo,3 que en mentos de diseño ya citados y en ocasiones
tlatelolco aparece como Blanco Firme sobre aparece además una banda con motivos geomé­
rojo, incluye cajetes pequeños y bajos, o de ta­ tricos como puntos y volutas en la parte superior
maño medio y alto, de silueta hemisférica con del borde, entre otros; por otra parte, en el
paredes cóncavodivergentes o rectodivergentes cuerpo interno pueden exhibir diseños geomé­
y base plana; la decoración que presentan es de tricos, por ejemplo, el motivo espumoso. Asimis­
líneas verticales continuas –a veces en el interior mo, hay cajetes hemisféricos con soportes cóni­
de una banda sobre la cual hay grecas– o el mo­ cos sólidos, con elementos simétricos de
tivo denominado peine (véase figura 39). res­ dimensiones reducidas en el interior. otra forma
pecto a los cajetes de paredes altas, llegan a común corresponde a cajetes de silueta compues­
mostrar en la parte central del fondo elementos ta (véase figura 41); por lo general, estas piezas
zoomorfos, como aves con alas desplegadas; los son relativamente pequeñas, en algunos casos
de paredes bajas esporádicamente tienen deco­
ración interna de banda o paneles ovales con
diseño geométrico en el cuerpo y el fondo, como
grecas, “z” y espirales con pétalos; algunos cuen­
tan con decoración externa simple con una o
dos líneas perimetrales sobre las cuales hay espi­

3
En tlatelolco (cervantes y Fournier, 1995) este tipo
ha sido designado texcoco temprano negro sobre rojo,
en función de que para las colecciones de ese sitio se de­
finió el complejo Azteca III temprano, sin que hay evi­
dencias de materiales de complejo Azteca II. cabe señalar 0 3 cm
que para sitios del sur de la cuenca de México, se ha lle­
gado emplear la designación de rojo texcoco temprano
para los conjuntos cerámicos que se asocian con los com­ Figura 40. texcoco Blanco Firme sobre rojo. cajetes
plejos Azteca I y Azteca II (Acosta ochoa, 2000: 94). con labio festonado.

298
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

0 3 cm

0 5 cm

Figura 41. texcoco Blanco Firme sobre rojo. cajete Figura 42. texcoco Blanco Firme sobre rojo. copa
de silueta compuesta. hemisférica con soporte de pedestal.

alcanzan dimensiones similares a las de los apax­


tles e incluso llegan a contar con asas laterales
sólidas triangulares con perforacion central. La
0 5 cm
decoración es externa y consta de un panel
principal dividido en paneles verticales con di­
seños geométricos, fitomorfos y de caracoles
cortados; a menudo sobre el panel principal
aparece una banda diametral con volutas o gre­
cas. también existen copas hemisféricas con
soportes de pedestal y con decoración externa
de grecas (véase figura 42), así como vasos trípo­ 0 3 cm
des de silueta compuesta con soportes huecos
cónicos redondeados de sonaja (cervantes, en Figura 43. texcoco Blanco y Blanco Firme sobre
preparación b; cervantes y Fournier, 1995: 91; rojo. cajetes de paredes cóncavodivergentes y
Fournier et al., 1995: figura 3; Minc, 1984: 471, rectodivergentes.
480; Séjourné, 1983: lámina 15, figura 161; Vega,
1975: 26).
Para el tipo texcoco negro y Blanco4 sobre misféricas con soportes de pedestal, también de
rojo (que en el caso de tlatelolco es Blanco silueta hemisférica, que presentan doble fondo
Firme y Blanco sobre rojo) predominan cajetes de sonaja (véase figura 44), así como copas bicó­
de paredes cóncavodivergentes, aunque también nicas de silueta alargada y abultamiento medial,
existen piezas de paredes rectodivergentes, las que son las más comunes (véase figura 45; cer­
cuales llegan a ser en extremo delgadas (véase vantes y Fournier, 1995: 105; Fournier et al., 1995:
figura 43). Además, se observan copas bajas he­ figura 2). Los elementos decorativos constan de
paneles triangulares (con diseños goemétricos
4
sobre la banda en zigzag), cuadrangulares y
Se ha denominado blanco fugitivo a este color, debi­
do a que el pigmento se desprende y se borra con facilidad
oblicuos, en donde el color negro se aplica para
de las superficies de las vasijas. delimitar las áreas de la ornamentación, donde

299
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

aparecen los elementos en color blanco, además plejo Azteca III temprano. Se caracterizan por
de que complementa la decoración. Los paneles cazoletas de paredes rectas o curvodivergentes,
exhiben distintas clases de ornamentación que con cordones lisos o incisos al pastillaje, horizon­
se alterna en series de dos: una corresponde al tales o verticales, que demarcan paneles donde
tipo geométrico con otra de grecas o círculos hay triángulos o en cruces calados; los bordes
concéntricos. Los diseños de tonalidad clara son ocasionalmente evertidos oblicuos (véase
constan fundamentalmente del motivo espumo­ figura 46); la base puede ser plana o ligeramen­
so, círculos concéntricos con pétalos, rayas ra­ te convexa; el mango es hueco y la terminación
diales o bolas, además de olas concéntricas con de éste está decorada por moldeado y pastillaje
pétalos en la parte superior; también hay bandas con la forma de cabeza de reptil, con las fauces
horizontales con motivos geométricos en el in­ abiertas, colmillos y lengua saliente, o bien ce­
terior; asimismo, existen diseños geométricos rradas; en la unión entre el mango y la cabeza
masivos en el cuerpo externo o bien medallones, aparece un elemento con forma de moño hecho
además de bandas entrelazadas con el motivo del al pastillaje. Las cazoletas estandarizadas exhiben
caracol cortado (Minc, 1994: figuras III.30, III.34, bolas en negro o blanco en el fondo y en las
III.37; Séjourné, 1983: figuras 142, 144, 146­149 paredes internas; en la base presentan exclusiva­
y 152). mente engobe rojo bruñido, en tanto que los
respecto a las copas bicónicas, en el cuerpo mangos cuentan con un baño blanco o son por
muestran una serie de bandas horizontales de cromos, al igual que la cabeza del remate (cer­
diverso espesor, sobre las que se pinta un motivo vantes, 1996).
geométrico en series de dos o de tres, que oca­ La loza Xochimilco Alisada aparece represen­
sionalmente presenta una línea en la parte su­ tada por materiales monocromos y policromos.5
perior; los elementos más comunes son el moti­ como ya se señaló, esta cerámica pudo haber sido
vo espumoso o la greca escalonada, semicírculos un componente de los complejos cerámicos Az­
con rayas radiales, especies de estrellas y elemen­ teca I y II, pero su pertenencia al complejo Azte­
tos más complejos que pueden incluir paneles ca III es definitiva. En general, las formas carac­
(véase figura 45). En la superficie externa llegan terísticas asociadas con Xochimilco crema
a presentar paneles verticales, delimitados tanto Monocromo incluyen jarras o cántaros de silueta
en su parte superior como inferior por dos ban­ ojival y cuello de paredes rectodivergentes, con
das. El soporte cuenta con líneas verticales negras tres asas verticales laterales y base plana (véase
en series de dos o cuatro, con blanco en el área figura 47), pequeñas jarras con vertedera y asa
que delimitan (Fournier et al., 1995: figuras 2 y verticales (véase figura 48 a), así como ejemplares
3; Minc, 1994: figura III.18; Vega, 1975: figuras que parecen pertenecer a grandes cántaros de
65­196, 65­2002). paredes gruesas y base plana. Entre los atributos
un tipo que al parecer es poco frecuente está característicos de esta clase formal pueden men­
compuesto por materiales donde el engobe rojo cionarse los bordes, que por lo regular son con
externo se sustituye por una capa de pigmento
blanco, sobre la cual se pintan en color negro
diseños geométricos como espirales. Las formas 5
En tlatelolco, los materiales bicromos de Xochimil­
son cajetes de paredes rectodivergentes, copas co negro sobre crema están ausentes de las colecciones
bajas hemisféricas con soporte también hemis­ cerámicas del complejo Azteca III temprano, lo que no
permite evaluar con claridad la posible adscripción del
férico y doble fondo de sonaja, así como copas tipo a ese conjunto cerámico. Esto, por supuesto, no
bicónicas (cervantes, en preparación b). significa que los materiales con decoración negra sean
Los sahumadores, del tipo texcoco al Pas­ necesariamente más tardíos, pues su ausencia en las co­
lecciones estudiadas podría reflejar aspectos específicos
tillaje o texcoco Filleted según la designación de la distribución y el consumo de la alfarería durante esa
de tolstoy (1958), surgen al menos desde el com­ época.

300
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

0 3 cm
Figura 46. texcoco compuesto temprano al
pastillaje. Sahumador de paredes rectodivergentes.

Figura 44. texcoco Blanco y Blanco Firme sobre


rojo. copas hemisféricas con doble fondo de sonaja.

0 5 cm

Figura 47. Xochimilco crema Monocromo. cántaro.

0 5 cm

Figura 45. texcoco Blanco y Blanco Firme sobre 24 cm


rojo. copa bicónica.
0 3 cm

ensanchamiento externo o evertidos. también


se observan cajetes de paredes rectodivergentes,
en ocasiones trípodes con soportes cónicos sóli­
dos (véase figura 48 b); palanganas de paredes b
rectodivergentes y borde evertido oblicuo, con
asas sólidas laterales y base plana, así como teco­ Figura 48. Xochimilco crema Monocromo; a) jarra
mates y ollas globulares (ávila, 1993: 489­509). con asa vertical; b) cajete trípode.

301
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

decorativos, así como para delimitar paneles,


franjas o bandas; la pintura roja o guinda es
usada para rellenar ciertas secciones de los dise­
ños (cfr., Séjourné, 1983: láminas xxi y xxii).
El estilo decorativo más frecuente fue de
nominado por noguera (s.f.: 11, 12 y figura 6)
espacio lleno y consiste en una franja diametral
con grandes diseños geométricos complejos
(naturalistas o simbólicos) y de silueta con cur­
vilínea, donde los espacios entre los motivos se
Figura 49. Xochimilco Policromo sobre Blanco.
Apaxtle con silueta compuesta (tomado de Boas, encuentran cubiertos por completo con peque­
Best y Gamio, 1921). ños diseños simples, como puntos, “s” y pétalos.
La franja decorada puede estar rematada por
una banda más delgada, que con frecuencia
Asimismo, se ha reportado la existencia de coma­ contiene grecas o espirales. otra composición
les, cuyos atributos morfológicos son similares a común consiste en una serie de bandas diametra­
los que tiene la loza Anaranjada Azteca, aunque les superpuestas que contienen diseños geomé­
la composición de la pasta es diferente (castillo tricos, entre los que se encuentran espirales,
Mangas, 1994: 80). grecas, grecas escalonadas, círculos, círculos
Los materiales policromos (Xochimilco Poli­ concéntricos, cruces, motivos en “s” y volutas,
cromo sobre Blanco) incluyen principalmente entre otros (cfr. ávila, 1993: figuras 220 a, b, c y
apaxtles hemisféricos o de silueta compuesta con g; Hodge, 1991b: figura 8.5 a, b y d).
asas laterales horizontales y base plana, cuyos respecto a la loza cuenca Bruñida, uno de los
bordes son rectos o evertidos horizontales (véase tipos carcterísticos de este complejo es cuenca
figura 39). también se identifican cajetes de pa­ temprano café Monocromo, que presenta ollas
redes rectas, rectodivergentes o hemisféricos, al­ globulares con dos asas laterales y base plana,
gunos miniatura, con base plana y, en ocasiones, algunas con asa de estribo, y otras con asas verti­
con asas laterales horizontales; así como platos, cales adheridas al labio del borde (véase figura
jarras o cántaros similares a los monocromos, y 50). Los bordes más comunes son rectos con
ollas con cuello recto o ligeramente recto­ terminacion cuadrada en sección, rectos aplana­
convergente (ávila, 1993: 527­538; Séjourné, 1970: dos con ensanchamiento externo, biselados in­
figuras 6; 1983: láminas xxi, xxii, figuras 165­167). ternos con ensanchamiento externo o bilateral y
otras formas de vasija incluyen las de silueta com­ ligeramente evertidos. cabe señalar que la altura
puesta, asa de estribo trenzada y vertedera cilín­ de los cuellos es variable (cfr. cervantes y Four­
drica localizada en la sección media del cuerpo, nier, 1995: figura 6; cervantes, 1996).
aunque podrían ser escasas (cervantes, 1997). La loza canal Bruñida consta de varios tipos
La decoración se caracteriza por las compo­ para este complejo. El tipo canal café monocro­
siciones geométricas complejas, dispuestas en mo está representado por jarras de silueta ojival,
una franja ancha horizontal que por lo regular con cuello de paredes rectodivergentes relativa­
se localiza en la superficie exterior, aunque en mente altos y estrechos, y tres asas laterales ver­
algunas vasijas (particularmente los cajetes de ticales; los bordes pueden ser rectos o evertidos
paredes rectas o rectodivergentes) ocurre en el oblicuos con terminación redondeada; las asas
interior. Los diseños fueron pintados en color se localizan por debajo del hombro y tienen
negro, café, sepia o gris, con agregados en guin­ forma oval o rectangular en sección. Las clases y
da o rojo. La pintura negra o café se utiliza ge­ subclases formales que hemos marcado son ca­
neralmente para perfilar los distintos motivos racterísticas de los otros tipos de esta loza. El tipo

302
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

Los braseros tienen por lo general una capa de


cal aplicada en la superficie externa y en ocasio­
nes sobre ella se pintan diseños lineares simples
en color negro, azul y rojo. cabe señalar que
estas vasijas pueden presentar elementos orna­
mentales complejos sobre el cuerpo, como es el
caso de figuras antropomorfas o zoomorfas mo­
deladas y moldeadas, incluyendo representacio­
nes de tezcatlipoca (cfr. Matos, 2000: 16).
Los anafres del tipo Azteca Alisado Anaranja­
do Monocromo (véase figura 51 b) son de silue­
ta hemisférica, con borde evertido horizontral
sobre el cual se encuentran tres soportes inver­
0 3 cm
tidos inclinados hacia el interior con un ligero
doblez en la terminación, que aparentemente
Figura 50. cuenca temprano café Monocromo. olla tenían como función sostener comales o reci­
globular. pientes (González rul, 1988: lámina 34). Presen­
tan decoración al pastillaje, consistente en una
canal café al negativo presenta decoración so­ tira diametral abajo del borde, por lo general
bre el cuello, consistente en elementos geométri­ con incisiones dando la apariencia de cordel, o
cos simples como espirales dispuestos en bandas. bien incisiones paralelas horizontales e incluso
El tipo canal café Punzonado se caracteriza por un patrón reticular.
presentar una tira al pastillaje en la zona de
unión entre el hombro y el cuello, misma que
presenta círculos punzonados. respecto al tipo
canal rojo sobre café exhibe decoración de
elementos geométricos, como triángulos pinta­
dos en rojo sobre el cuerpo de la vasija. Por últi­
mo, el tipo canal rojo Monocromo presenta
engobe cubriente rojo bruñido.
La loza Azteca Alisada presenta braseros,
anafres (véase figura 51) e incensarios. El tipo
a
Azteca Alisado compuesto se caracteriza por
braseros de paredes rectodivergentes, ya sea
trípodes con soportes cilíndricos o campanifor­
mes huecos sin base, o bien con soporte de pe­
destal y silueta de reloj de arena; los bordes son
evertidos horizontales y, por lo general, tienen
un reborde de elementos triangulares alargados
que se asemejan a pencas de maguey; también
se observa un reborde basal sobre el que se loca­
liza una cenefa de elementos cónicos (púas) y b
circulares aplicados al pastillaje; el cuerpo pre­
Figura 51. Loza Azteca Alisada. a)Azteca Alisado
senta además tiras verticales o costillas, aplicadas compuesto. Brasero; b) Azteca Alisado Anaranjado
con esa misma técnica decorativa (Alcina Franch Monocromo. Anafre trípode (redibujados de
et al., 1992: figura 114; González rul, 1988: 68). González rul, 1988).

303
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

Por último, otro grupo importante es el re­ nocromo, entre otros. Sin embargo, se identifi­
presentado por los materiales del tipo Azteca can algunos cambios morfoestilísticos.
Alisado Inciso. Hasta ahora se ha identificado con respecto a la loza anaranjada, las formas
una sola forma genérica para esta entidad, que de vasija tienen pocas diferencias con las del
consiste en vasijas de silueta hemisférica o de complejo anterior, por ejemplo: la ausencia
campana, con reborde o anillo medial, asa sólida del abultamiento en el cuerpo externo de cajetes,
en la parte superior y una base compuesta por molcajetes y platos. Además, si bien los soportes
tres tiras anchas y planas que parten del labio del cónicos sólidos persisten en este complejo, las
borde y se unen en su parte distal; además, las vasijas trípodes muestran a menudo soportes
piezas presentan diseños incisos con un patrón planos de loza, que pueden ser simples, almena­
reticular sobre la superficie interna y, en ocasio­ dos o almenados­calados. Asimismo, las piezas
nes, sobre el reborde. cabe señalar que debido tienden a ser de silueta esbelta con paredes del­
a su forma peculiar, estos artefactos han sido gadas y suelen presentar como color de superfi­
denominados saturnos por González rul (1988: cie un tono claro respecto al complejo Azteca III
81 y lámina 19), quien propone que se trata de temprano.
tapas. no obstante, la morfología de las vasijas y Los materiales monocromos son relativa­
especialmente la presencia de los apéndices in­ mente más abundantes que en el complejo
feriores parecerían indicar un uso diferente, tal anterior y presentan una mayor diversidad for­
vez similar al de un incensario. Por otra parte, mal. Las vasijas más comunes incluyen princi­
existen evidencias de que el tipo Azteca Alisado palmente cajetes de paredes rectas o curvodi­
Inciso fue contemporáneo del complejo Azteca vergentes activas y planas, con o sin silueta
II (Parsons, 1966: 252). Sin embargo, su presen­ compuesta (véase figura 53 b); cajetes con bor­
cia parece ser mayor en depósitos con materiales de puntiagudo o biselado interno, de paredes
de los complejos Azteca III temprano y Azteca rectodivergentes, base convexa y soportes cóni­
III tardío. cos pequeños a manera de reborde basal; apax­
respecto a la loza Lagos sin Engobe, se iden­ tles de paredes rectas o rectodivergentes con
tifica el tipo Lagos Gris Impreso, cuya pasta es silueta compuesta; cántaros de tres asas vertica­
color verde grisáceo, así como el tipo Lagos les de oreja; ollas con borde rectodivergente de
Anaranjado Impreso, cuya pasta es de color
anaranjado. Se trata de salineras predominante­
mente cilíndricas, aunque llega a haber cónicas
(véase figura 52), con impresión textil en la su­
perficie exterior y con ligero bruñido en la inte­
rior (cfr. Baños, 1980: 105 y cuadros números 1
y 2; cervantes y Fournier, 1995; González rul,
1998: 22; Piña chan, 1950: 349­350, 352).

comPLeJo azteca iii tardío


Muchos de los tipos descritos del complejo pre­
cedente continúan en el complejo Azteca III
tardío, como Xochimilco crema Monocromo,
Xochimilco Policromo sobre Blanco, los braseros
y anafres de la loza Azteca Alisada, el tipo cuen­ 0 3 cm
ca café monocromo, Lagos Anaranjado Impreso, Figura 52. Lagos Anaranjado Impreso. Salinera
y los comales del tipo Anáhuac Anaranjado Mo­ cónica.

304
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

terminación redondeada o puntiagudas y silue­ elementos geométricos. En este grupo formal


ta compuesta con asas laterales horizontales de también se presentan vasijas miniatura (véase
oreja (véase figura 54, cfr. Solís y Morales, 1991; figura 57), así como molcajetes con vertedera.
Vega, 1975), así como cucharones. Es impor­ otras formas comunes incluyen platos extendi­
tante notar que, a diferencia de otros complejos, dos de base plana (véase figura 58); cajetes de
también existen cajetes trípodes monocromos silueta compuesta de paredes rectas o rectocon­
con soportes de loza simples o almenados, vasi­ vergentes; apaxtles con silueta compuesta y asas
jas que en ocasiones son de dimensiones redu­ laterales horizontales sólidas; jarras con cuello
cidas (véase figura 53a). cilíndrico y asa vertical de oreja (véase figura 59);
Además, hay un conjunto de piezas cuyos cántaros con tres asas verticales; cajetes miniatu­
atributos en el acabado de la superficie son afines ra con soporte de pedestal, que al parecer se
a materiales característicos del periodo colonial emplearon fundamentalmente como bases para
temprano (véase charlton et al., en este libro), molcajetes, así como cucharones.
que tienen un bruñido de mala calidad y gene­ Aun cuando hay grupos decorativos en extre­
ralmente aparecen nubes de cocción en las su­ mos semejantes a los del complejo Azteca III
perficies y procesos de vitrificación parcial. Las temprano, puede considerarse que en el tardío
formas predominantes son cajetes hemisféricos se trata de una síntesis o simplificación de los
fitomorfos y cajetes de paredes rectodivergentes, antes existentes (véase figura 60). Los motivos
base plana o ligeramente convexa, análogas a los decorativos están elaborados con líneas delgadas
de la loza texcoco Bruñida; también se observan debidas a trazos finos muy regulares, y se incor­
cajetes o cántaros miniatura y cucharones. poran nuevos elementos de diseño, siendo el más
El tipo Azteca III tardío negro sobre Anaran­ frecuente series de líneas diametrales que alter­
jado presenta formas similares a los materiales nan con puntos o con pequeñas rayas horizon­
decorados del complejo anterior. Entre las más tales. En algunos conjuntos decorativos, la banda
frecuentes se cuenta con cajetes o molcajetes superior del panel principal es continua y pre­
trípodes con soportes cónicos sólidos o de losa senta como elemento decorativo típico pequeñas
simples, almenados o almenados­calados (véase rayas horizontales, óvalos sólidos, ondas o cruces,
figura 55 y 56), que en ocasiones presentan de­ entre otros; el motivo descendente localizado en
coración pintada sea con bandas gruesas o con el área periférica a este panel, por lo general, es
una línea ondulada simple, oblicua o vertical.
Además, hay ejemplares cuya decoración consta
de series superpuestas de bandas con motivos
a
geométricos, entre los que destacan círculos
concéntricos, grecas, espirales, bandas ondulan­
tes y caracoles cortados. A veces, la decoración es
continua desde la pared hasta el fondo de las va­
sijas (cfr. Solís y Morales, 1991; Vega, 1975: 50).
respecto a la loza texcoco Bruñida, por lo
general las vasijas presentan engobe rojo sin
variaciones de tonalidad como se observa en
b otros complejos, además de que aparece color
guinda, en ocasiones con hematina especular.
0 3 cm Las formas de las vasijas más comunes son cajetes
con borde de terminación redonda o puntiagu­
Figura 53. Azteca III tardío Anaranjado
Monocromo. a: cajete miniatura trípode; b: cajete da, de paredes rectodivergentes con base plana;
de silueta compuesta. son relativamente abundantes los de paredes

305
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

18 cm

0 3 cm

0 3 cm

Figura 57. Azteca III tardío negro sobre


Figura 54. Azteca III tardío Anaranjado
Anaranjado. cajete miniatura trípode.
Monocromo. ollas

0 4 cm

0 4 cm

Figura 55. Azteca III tardío negro sobre Anaranjado Figura 58. Azteca III tardío negro sobre
Monocromo. cajete trípode. Anaranjado. Plato.

0 3 cm

0 3 cm

Figura 56. Azteca III tardío negro sobre Figura 59. Azteca III tardío negro sobre
Anaranjado. Molcajete trípode. Anaranjado. jarra.

306
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

Figura 60. Azteca III tardío negro sobre Anaranjado. decoraciones típicas.

307
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

muy delgadas; en ocasiones hay ejemplares don­


de la terminación del borde es curvoconvergen­
te; también se observan cajetes hemisféricos
(véanse figuras 61 y 62). En cuanto a las copas,
éstas son de forma bicónica de silueta abierta,
con el contenedor de paredes rectodivergentes
y más alto, así como de mayor diámetro que en
el soporte de pedestal. Además se observan jarras
con cuello alto, vertedera, asa vertical y cuerpo
de silueta compuesta; apaxtles con asas laterales
sólidas, borde ligeramente evertido e incluso con
cuello rectodivergente y silueta compuesta; ollas
0 3 cm
igualmente con silueta compuesta, así como
incensarios con borde ligeramente curvoconver­
Figura 61. texcoco tardío negro sobre rojo. cajetes
gente, cuerpo cilíndrico y dos asas laterales ho­ Hemisféricos y de paredes recto divergentes.
rizontales. Las vasijas tetrápodas llegan a presen­
tar soportes cilíndricos huecos o hemisféricos
alargados, algunas piezas cuentan con soportes
anulares altos, ocasionalmente calados (cfr. Gon­
zález rul, 1988: 78­79; Solís y Morales, 1991;
Vega, 1975).
El tipo texcoco tardío negro sobre rojo
(véase figura 61) muestra como decoraciones
características el motivo de peine y las series de
líneas oblicuas, en ocasiones combinadas con
grandes caracoles cortados; en jarras, apaxtles y
ollas se identifican bandas superpuestas con
motivos geométricos, entre los que destacan 0 3 cm
grecas escalonadas, espirales, “s” horizontales y
triángulos, entre otros (cfr. Solís y Morales, 1991;
Vega, 1975). Para el tipo texcoco tardío negro
y Blanco sobre rojo (véase figura 62) predomina
la ornamentación de bandas ondulantes entre­
0 4 cm
lazadas con caracoles cortados, paneles oblicuos,
aunque todo parece indicar que también se
Figura 62. texcoco tardío Blanco y negro sobre
presenta el mismo conjunto de diseños y com­ rojo. cajetes de paredes rectodivergentes.
posiciones del complejo Azteca III temprano.
Las copas cuentan con bandas verticales blanco
y negro sobre el soporte, bandas diametrales en
la parte medial, diseños geométricos en negro las colecciones de tlatelolco, el patrón de trans­
en la parte medial, siendo el más común el mo­ formación del color de negro a blanco no es
tivo espumoso, aunque también presentan grecas común.
escalonadas o círculos concéntricos sobre los tipos poco frecuentes que forman parte de
cuales hay líneas radiales, que podrían corres­ la ofrenda de El Volador incluyen materiales
ponder a la simplificación del típico elemento rojo sobre blanco y blanco sobre rojo, con cajetes
espumoso. cabe señalar que cuando menos para de paredes rectodivergentes con decoración de

308
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

motivos simbólicos que incluyen cráneos y huesos


entrecruzados (Solís y Morales, 1991: 77­85, 272­
0 5 cm
282). Además, existen evidencias, aunque son
escasas, de tipo policromos de la loza texcoco
Figura 63. texcoco compuesto tardío. Sahumador.
Bruñida que se asemejan a la cerámica cholulte­
ca e incluyendo entre los pigmentos ornamen­
tales el anaranjado. to decorativo es el que Hodge (1991b: 251) ha
El tipo texcoco compuesto incluye sahuma­ caracterizado como “estilo curvilíneo”, el cual
dores al pastillaje similares a los del complejo se compone básicamente de un ancho panel
Azteca III temprano, aun cuando la forma más diametral, delimitado por líneas gruesas y ban­
común muestra una cazoleta hemisférica con das sólidas, que contienen motivos geométricos
decoración moldeada a manera de series de relativamente grandes y de trazo curvilíneo
pequeños círculos, en tanto que la terminación como grecas, espirales, líneas ondulantes y dise­
del mango, por lo general, corresponde a una ños florales. Frecuentemente, los espacios entre
cabeza de serpiente moldeada sólida, plana y los diseños han sido rellenados con puntos,
simplificada (véase figura 63). pequeñas líneas oblicuas, elementos semicircu­
En lo que se refiere a la loza Xochimilco Ali­ lares y motivos semejantes a “pétalos” (cfr. Séjo­
sada, los tipos del complejo Azteca III temprano urné, 1983: figuras 168 y 169), configurando lo
al parecer continúan con pocas modificaciones. que noguera (s.f.: 11) llama “decoración de
El tipo Xochimilco negro sobre crema incluye espacio lleno”. Esta composición es similar a la
apaxtles de paredes rectas y silueta compuesta, que presentan las vasijas Xochimilco Policromo
con asas laterales horizontales generalmente sobre Blanco y se asocia frecuentemente con
trenzadas y base plana (véase figura 64). Séjour­ ollas de cuello recto o curvoconvergente, cajetes
né (1983: figuras 163, 168 y 169) ilustra algunas de paredes rectodivergentes y palanganas de
piezas de silueta hemisférica que tienen la pecu­ paredes rectoconvergentes (cfr. ávila, 1993: fi­
liaridad de poseer asas lisas, similares en forma gura 217 b) y de ciertas vasijas del tipo chalco
a las que presentan los cántaros de Xochimilco Policromo (cfr. o’neil, 1957; Séjourné, 1983:
crema Monocromo. Hay asimismo jarras de si­ 264­280).
lueta ojival, con asa vertical, cuello de paredes Para el complejo Azteca III tardío, la loza
curvodivergentes y vertedera de pico; ollas con cuenca Bruñida está representada por ollas
cuello cilíndrico o de paredes curvodivergentes; globulares con asas laterales sólidas horizontales
tecomates de silueta compuesta, y cajetes de y base plana, en ocasiones con asa de estribo, cuyo
paredes rectodivergentes y base plana, que en atributo típico consiste en la presencia de borde
ocasiones llegan a presentar pequeñas asas late­ con terminación redondeada o puntiaguda.
rales sólidas (ávila, 1993: 510­526). Además, en estas vasijas el color de la super­
En cuanto a la decoración, la composición ficie tiende a ser más claro que en las piezas
más frecuente, denominada por Hodge (1991b: análogas del complejo anterior.
250) “estilo geométrico”, consiste en series de Las vasijas de Loza Azteca Alisada se mantie­
líneas anchas y bandas sólidas horizontales que nen prácticamente sin cambios, sobre todo en
alternan con bandas que contienen diversos lo que respecta a los braseros e incensarios de
diseños geométricos, como círculos concéntri­ los tipos Azteca Alisado compuesto y Azteca
cos, grecas, espirales, líneas ondulantes motivos Alisado Inciso, respectivamente. Los anafres
en “s” (cfr. Hodge, 1991b: figura 8.6; Séjourné, trípodes del tipo Azteca Alisado Anaranjado
1970: figura 6). Esta decoración se asocia prin­ Monocromo conservan la misma silueta básica,
cipalmente con apaxtles de silueta compuesta y ya descrita, aunque se incorporan soportes trian­
con jarras con asa vertical. un segundo conjun­ gulares aplanados sólidos y de losa, ocasional­

309
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

0 5 cm 0 3 cm

Figura 64. Xochimilco negro sobre crema. Apaxtle


de silueta compuesta.

mente almenados. Muchos ejemplares presentan


la típica decoración al pastillaje a manera de
cordel, ubicada sobre el cuerpo de las vasijas;
pero también se identifican vasijas lisas, atributo
que no se encuentra en los materiales del com­
plejo Azteca III temprano. Por otra parte, en
esta loza se incluyen ollitas alisadas trípodes con
aletas laterales y en ocasiones con decoración al Figura 65. Loza Azteca Alisada. Vasijas “tláloc”.
pastillaje, piezas de dimensiones reducidas que
se han denominado vasijas tlaloc (González rul,
1988: lámina 16, cuadro 5); en ocasiones la mitad FiguriLLas
del objeto presenta pigmento negro (véase figu­ Según Acosta ochoa (2000), las figurillas del
ra 65). complejo Azteca I del sur de la cuenca de Méxi­
La loza Lagos sin Engobe incluye salineras co se manufacturaron tanto por moldeado como
cilíndricas, cónicas (véase figura 52), rectangu­ por modelado, predominan las femeninas y
lares y de forma oval en planta. Aparentemente, masculinas planas sólidas, en ocasiones articula­
en el complejo Azteca III tardío desaparecen las das, y hay algunas que son huecas; al parecer son
vasijas de pasta gris (Lagos Gris Impreso) y pre­ comunes las que cuentan con soporte trasero.
dominan las de pasta anaranjada del tipo Lagos Hay figurillas en donde el cabello se representa
Anaranjado Impreso. con líneas verticales incisas, en trenzas, con to­
cados elaborados y esporádicamente con el
peinado de “dos cuernos” (ibid.: lámina 77­82).
oBjEtoS MIScELánEoS cabe señalar que hay ejemplares con represen­
taciones de animales como mapaches, tejones,
En diferentes publicaciones se han ilustrado y primates, aves, venados y perros (ibid.: 118). una
clasificado objetos diversos, pero su adscripción a serie de las moldeadas, que parece ser la predo­
los distintos complejos es difícil de determinar con minante, es declarada tradición Mazapa, con
la información disponible, salvo excepciones. atributos similares a las figurillas del complejo

310
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

tollan de la región de tula (cfr. Stocker, 1983), de pie o sedentes, con o sin infante cargado al
predominan las planas con tocados rectangulares, frente o bien en uno u otro brazo; algunas están
pectorales, a veces con un caracol cortado, y hincadas o bien sedentes con las piernas exten­
vestimenta rica con diseños de rombos, grecas didas (Barlow, 1990: láminas 2, 3). Además, hay
y puntos, entre otros, con representaciones feme­ figurillas masculinas de guerreros con escudo, o
ninas y masculinas sedentes o de pie, así como bien de hombres con tocados o yelmos comple­
representaciones de tlaloc; algunas portan yel­ jos, así como de monos (ibid.: lámina 7, 10).
mo, por lo que corresponderían a guerreros ocasionalmente, hay piezas elaboradas con téc­
(Acosta ochoa, 2000: láminas 81­81). Los pig­ nicas mixtas. Según otis charlton (1994: 206)
mentos recurrentes son rojo, negro, azul y ama­ este tipo siempre consta de representaciones de
rillo sobre blanco. figuras de fertilidad.
Entre las representaciones características de b) tipo II: figurillas articuladas o “de títere”
Xaltocan se cuentan hombres modelados tosca­ con el cuerpo y cabeza hechos en molde y con
mente con los rasgos faciales apenas esbozados las extremidades hechas por modelado, de forma
con incisiones y cuerpos poco elaborados (“mud­ rectangular o trapezoidal, portan un collar inci­
men”), así como figurillas de perros hechas en so o en relieve, tienen el torso descubierto y
molde (Brumfiel y Hodge, 1996: 433, figura 7). ocasionalmente llevan enredo; algunas tienen
En tenayuca, noguera (1935: 157­158) de­ cabello rizado y al parecer representan a Xochi­
tecta asociaciones entre la cerámica Azteca II quetzal, o bien llevan tocado semejante a un
negro sobre Anaranjado y las figurillas antropo­ casco; pueden presentar engobe rojo bruñido
morfas moldeadas/modeladas con la cara oval o en la superficie frontal del objeto (Parsons,
alargada, boca entreabierta mostrando los inci­ 1972b: 88). otis charlton (1995: 158) incluye en
sivos y la lengua, ojos bien delineados, con toca­ este tipo un conjunto de piezas sólidas no arti­
dos sencillos, que presentan restos de pintura culadas y señala que, en general, este tipo puede
roja o blanca. cabe hacer notar que Vaillant ser relativamente temprano en la secuencia.
(1978: 161) ilustra figurillas antropomorfas que c) tipo III: sólidas moldeadas, con represen­
se vincularían con este complejo y que muestran taciones de deidades femeninas y masculinas
similitudes con las de tenayuca. (coatlicue/cihuacoatl, chalchiuhtlicue, cen­
En lo referente a las figurillas de los comple­ teocihautl, Xochiquetzal, Xochipilli, Macuilxo­
jos Azteca III temprano y tardío, otis charlton chitl, Ehécatl, tlaloc y Xipe), mujeres, hombres
(1994, 1995), con base en Mary Parsons (1972b), (véase figura 66), pirámides y maquetas (véase
desarrolla una tipología en la que se incluyen: figura 67), o hechas en molde y modeladas que
a) tipo 1: sonajas huecas hechas en molde, representan flores o animales, incluyendo tlacua­
sobre todo de la loza roja bruñida (para las cua­ ches (Guilliem, 1997; otis charlton, 1995: 158);
les la vestimenta fue lograda mediante el uso de se trata de piezas de la loza anaranjada cuyas
moldes), aunque hay piezas de la loza anaranja­ superficies están alisadas, decoradas en negro y
da bruñida (que tienen cuerpo liso y collares azul sobre blanco (Guilliem, 1997: 114). Las fi­
hechos con incisiones); predominan represen­ gurillas femeninas muestran atributos que son
taciones femeninas con cuerpo bajo y regordete comunes a los tipos I y II en los tocados, peinados
(véase figura 66 a), esporádicamente jorobadas e indumentaria; aparecen de pie, sentadas o
(Barlow, 1990: lámina 1; cook de Leonard 1950: hincadas, en ocasiones sostienen infantes o ani­
láminas1­3; Guilliem, 1997: figura 21; otis charl­ males; o bien están con las manos levantadas,
ton, 1995: 158; Vaillant, 1978: 161). Hay ejemplos apoyadas en el vientre, sobre las caderas o los
de este tipo de mujeres sobre todo con peinado de muslos. Las figurillas masculinas aparecen tanto
“dos cuernos” y esporádicamente con trenzado sedentes como de pie o acostadas boca abajo;
al parecer con cintas entre el cabello; aparecen incluyen guerreros, tamborileros y posibles por­

311
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

taestandartes. Las representaciones de pirámides (véase figura 68, Alcina Franch et al., 1992: 79;
son de planta circular o cuadrangular, con varios González rul, 1988: 77; Solís y Morales, 1990:
cuerpos, tienen escalinatas y alfardas con dados, 32). La pasta es similar a la que tiene la loza
templo, cuyo techo llega a contar con almenas y texcoco Bruñida y presenta engobe rojo, aunque
remate a manera de crestería con silueta de pi­ también se identifican ejemplares de color ana­
rámide truncada o cónica; en un grupo particu­ ranjado o cafetoso.
lar de maquetas, la estructura llega a sostener
deidades como Macuilxochitl y Xochipilli (Alci­ maLacates
na Franch et al., 1992: 377­378; González rul, Los malacates han recibido poca atención en la
1988: lámina 50; Guilliem, 1997: figura 30; Mar­ literatura, y rara vez es posible definir su asocia­
quina, 1960: 48­51; Matos, 1989: 48; Parsons, ción con los complejos cerámicos específicos del
1972b: 105­106). Posclásico tardío.
Para el complejo Azteca I hay malacates mol­
PiPas deados cónicos, de silueta compuesta o hemisfé­
Entre las formas especiales del complejo Azteca ricos sea anaranjado monocromo, en ocasiones
III que se identifican cabe mencionar a las pipas. incisos o sellados, además de estar decorados en
Las más comunes son acodadas con cazoleta negro sobre anaranjado con motivos análogos a
cónica alargada, esférica o cilíndrica con abulta­ los de la vajilla de servicio o, incluso, pintados
miento, aunque también se observan pipas rectas con chapopote con decoración de semicírculos
y otras de silueta zoomorfa. En ocasiones tienen (cfr. Acosta ochoa, 2000: 105­114). En tlalpiza­
decoración incisa en el mango o moldeada en la huac se identificaron malacates de la última
cazoleta para lograr representaciones zoomorfas clase citada, asociados con materiales del com­
plejo tollan (Pfannkuch, Garía y tovalín, 1993:
lámina 9); Mary Parsons (1972a: 57) señala que
esta clase de objetos proviene de la Huasteca.
Mary Parsons (1972a) reporta diferentes tipos
y grupos de malacates procedentes del valle de
teotihuacan, que muy probablemente se vinculan
con los complejos Azteca II o III. Las formas
incluyen piezas hemisféricas, cónicotruncadas,
cilíndricas, con silueta compuesta, de barril o
discoidales aplanados delgados; las piezas están
moldeadas y presentan como acabado de la su­
perficie alisado o bruñido, la coloración varía de
anaranjado a café, en tanto que las técnicas de­
corativas predominantes son incisión y sellado,
aunque también hay malacates sin ornamenta­
0 3 cm
ción alguna. En el caso de los objetos incisos, los
motivos más comunes constan de líneas concén­
tricas delineando paneles en los que aparecen
elementos geométricos, bandas entrelazadas,
grecas, algunas de las cuales corresponden a xi­
calcoliuhqui, además de que se observan diseños
fitomorfos. Los malacates moldeados presentan
Figura 66. Figurillas. A) figurilla sonaja de cerámica dos tipos de decoración, la primera con bandas
anaranjada bruñida. concéntricas con diseños geométricos en el in­

312
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

Figura 67. Maquetas.

terior, entre los que destacan grecas, mientras


que el segundo muestra elementos complejos
con representaciones zoomorfas o antropomor­ 0 3 cm
fas de profuso simbolismo. Según esta investiga­
Figura 68. Pipas.
dora, los malacates de menores dimensiones y
peso se empleaban para hilar fibra de algodón,
en tanto que los más voluminosos servían para
trabajar fibra de agave. Los malacates son en sobre una de sus caras, además de que hay evi­
extremo comunes y se han reportado, entre otros dencias de decoración policroma en colores rojo
sitios, para tlatelolco (González rul, 1988: lámi­ y azul sobre una base blanca de cal. cabe señalar
na 15), tenayuca (noguera, 1935: LII), chalco que en dos pinturas del templo Mayor de tenoch­
y tláhuac (Séjourné, 1983: figura 131). titlán que aparecen en las láminas 3 y 14 del
Atlas de durán, se identifican almenas con la
aLmenas silueta de un caracol cortado o bien escalonadas
Existe información limitada de esta clase de (cfr. Barlow, 1989: láminas 9 y 10) que incluso
piezas, asociadas funcionalmente con la arqui­ podrían interpretarse como rayos solares; imá­
tectura para remates de parámetros. La silueta genes semejantes se identifican en el códice
de las almenas es imposible de reconocer a par­ Mendoza (cfr. Paso y troncoso, 1980: foja 61).
tir de las colecciones de los tiestos, aunque en la Además, Gamio (1990: 118) reporta el hallazgo
mayoría de los casos el contorno sugiere que se de almenas en forma de caracol estilizado, en el
trata de objetos geométricos relativamente com­ transcurso de sus excavaciones en la antigua
plejos. ramírez Acevedo (1987: 37, lámina 1­3) calle de Santa teresa, aunque no señala si eran
identifica una sola forma genérica que denomi­ de piedra o de cerámica. El autor supone que
na “trapezoidal triple” y que consiste en tres estos objetos coronaban la parte superior de los
trapecios superpuestos, con el lado más corto dos recintos del templo Mayor.
hacia abajo. Es posible que algunas de las piezas
localizadas en tlatelolco hayan tenido esta silue­ seLLos
ta, aunque algunos tiestos sugieren la existencia Más dramática aún es la situación concerniente
de otras formas genéricas. La decoración de las a los sellos, pues rara vez aparecen en la literatu­
almenas es relativamente simple y por lo general ra salvo casos excepcionales (Alcina Franch et al.,
se identifican aplicaciones cónicas al pastillaje 1992: 50; Enciso, 1971; noguera, 1935: lámina

313
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

LI; Séjourné, 1983: figura 132; Solís y Morales, con boquilla, comúnmente con cuatro orificios,
1990: 30­31), por lo que no puede determinarse una sola cámara y, al parecer, es frecuente que
su adscripción cronológica. Los pocos reportados la parte distal tenga silueta cónica y forma de flor
se caracterizan por ser de silueta rectangular o moldeada, el acabado es alisado y en ocasiones
cuadrangular, aplanados con mango trasero; los estaban decoradas al fesco en rojo, blanco y azul,
elementos decorativos son geométricos, fitomor­ o solamente en azul. todo parece indicar que
fos o zoomorfos de índole simbólica, incluyen los tambores son escasos, tratándose de jarrones
xicalcoliuhqui; además, hemos observado piezas por los cuales se emitía el sonido a través de un
de silueta circular. orificio lateral.

instrumentos musicaLes vasiJas eFigie y escuLtura en cerámica


En diversas publicaciones se reportan distintas En este rubro se incluyen presentaciones de
clases de instrumentos musicales, como sonajas, cráneos alisados, mascarillas antropomorfas
silbatos, flautas y tambores, principalmente (véase figura 69), piezas zoomorfas bruñidas y
(González rul, 1988: 7, 81; Guilliem, 1997: figura policromadas, o con silueta de olla con deidades
3.1 y 1999: láminas 2 y 3 y dibujo 1; Matos, 1989: como chalchiuhtlicue y Xochipilli, monocromas
144 y 164; Alcina Franch et al., 1992: 274 y 276). o en ocasiones con decoración policroma. Las
Existen sonajas antropomorfas ya descritas en la más comunes son las ollas tláloc, con acabado
sección en que se tratan las figurillas, además de de la superficie alisado y pintadas poscocción
sonajas esféricas alisadas o con pigmento rojo, a con predominio de azul (cfr. Bonifaz, 1981: fi­
veces sin mano o con mango cónico sólido o de gura 77; Matos, 1989: 142­143, 197, 1992: 339­
estribo, decoradas sólo con calado, en ocasiones 340, 348). Además, hay piezas que aparecen en
complementado con elementos incisos de líneas contextos especiales de ofrenda o que estaban
entrecruzadas; se observan representaciones más asociadas con arquitectura ceremonial, como
complejas en sonajas cónicas con forma de ma­ portaestandartes o representaciones de Mictlan­
zorca. repecto de las flautas, éstas son tubulares tecuhtli (López Luján y Mercado, 1996; Matos,
1989: 74­75), de tamaño natural o incluso mayor.
Suelen ser objetos alisados y posteriormente
decorados al fresco, con pasta semejante a la que
presenta la loza azteca anaranjada.

ornamentos
otras piezas de las que poco se conoce y que se
asocian con el adorno personal son cuentas,
orejeras y bezotes que, al parecer, suelen ser de
la pasta correspondiente a la loza anaranjada
monocroma en la mayoría de los casos.

LozAS IMPortAdAS

una clase de cerámica que es común, aunque


aparece en baja frecuencia tanto en los rellenos
arquitectónicos del templo Mayor como de
tlatelolco asociada con el complejo Azteca III
Figura 69. Máscara policroma. tardío, es la procedente de Meztitlán, que a

314
La cerámica deL PoscLásico en La cuenca de méxico

también para El Volador, Solís y Morales


(1991: 296­300) definen la presencia de materia­
les procedentes de la Mixteca, que incluyen ollas
café monocromo bruñido o policromas trípodes
con soportes cónicos o cilíndricos redondeados;
ollas globulares trípodes, con soportes esféricos
huecos calados, con diseño de cruz; copas negras
bruñidas con silueta compuesta y soporte de
pedestal, ocasionalmente calado, con diseños
geométricos; así como vasijas bayo bruñido con
0 3 cm decoración esgrafiada, consistente en elementos
geométricos, de silueta compuesta y soportes
Figura 70. Lozas de importación. Meztitlan zoomorfos moldeados. Además, para tlatelolco
Policromo. olla. se reportan piezas procedentes de contextos
de ofrenda, estilísticamente afines a materiales de
la Huasteca (véase figura 71).
cabe hacer notar que hay tipos policromos
que se han registrado en diversos contextos de
la ciudad de México y que comúnmente se ad­
judican a cholula, pero que por sus atributos de
0 3 cm
la pasta y el engobe rojo, así como en algunos
casos de la clase y subclase formal que presentan,
muy probablemente corresponden a la loza
texcoco Bruñida, como algunas piezas de la
Figura 71. Lozas de importación. Vasijas Huaxtecas. ofrenda de El Volador (Solís y Morales, 1991:
294­295). de cualquier manera, es muy factible
que la cerámica cholulteca se redistribuyera a la
menudo se confunde con materiales de la Huax­ cuenca de México, aunque se requieren análisis
teca. La loza Metztitlán Alisada se caracteriza por más detallados para lograr diferenciar de mane­
su pasta caolinítica de color blancuzco o anaran­ ra adecuada entre las piezas importadas y las que
jado pálido, a veces con núcleo de reducción, sin siguen patrones estilísticos poblanos.
desgrasante, de gran dureza, fractura concoidal
y sonido metálico. La decoración predominante
consta de diseños geométricos en negro sobre BIBLIoGrAFíA
blanco y, en ocasiones, también con anaranjado
(véase figura 70); las formas más representadas acosta, jorge, “Exploraciones en tula, Hugo,
son ollas de silueta oval y base cóncava (cfr. Váz­ 1940”, Revista Mexicana de Estudios Antropoló­
quez, 2001). gicos, 3, sma, México, 1940, pp. 172­194.
Por otra parte, en la ofrenda de El Volador, acosta ochoa, Guillermo, “Entre el lago y los
en sitios del centro Histórico de la ciudad de volcanes. La cultura arqueológica asociada a
México, así como en culhuacan, Michel Smith la cerámica azteca”, tesis de licenciatura en
(en este volumen) identifica cerámica tlahuica, arqueología, enah, México, 2000.
cuyas asociaciones contextuales precisas se des­ aLcina Franch, josé, Miguel León Portilla y
conocen, aun cuando en el caso de El Volador Eduardo Matos Moctezuma, Azteca Mexica,
se trata se materiales vinculados con el complejo España, Sociedad Estatal Quinto centenario,
Azteca III tardío. Lunwerg Editores, 1992.

315
J. cervantes rosado, P. Fournier y m. carbaLLaL

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dirección de Salvamento Arqueológico, inah, lógico, inah, México, en preparación (a).
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