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Colombia un país desigual

Como lo muestra el Banco Mundial, la desigualdad


reduce la efectividad del crecimiento económico par
Redacción Portafolio
POR:

REDACCIÓN PORTAFOLIO

FEBRERO 23 DE 2011
Colombia, es el tercer país con mayor desigualdad de América
Latina después de Honduras y Guatemala, y aunque no ha
mostrado una tendencia creciente en este indicador durante
los últimos años, sí ha sido persistente este fenómeno. Entre
el 2002 y el 2009, Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia y Perú
tuvieron descensos del Gini que oscilaron entre 5 y 10 puntos
porcentuales. En Colombia el declive fue de sólo un punto.
La desigualdad está asociada con la percepción de qué tan
justa es una sociedad. Si Colombia fuera un país rico, en el
cual las condiciones de vida de la población más pobre fueran
consideradas dignas por toda la sociedad, y además la
movilidad social garantizara igualdad de oportunidades, la
discusión sobre la distribución de la riqueza sería menos
relevante.
Como lo muestra el Banco Mundial, la desigualdad reduce la
efectividad del crecimiento económico para disminuir la
pobreza. Un aumento de un punto porcentual del Gini
requeriría de un crecimiento del producto del doble de esta cifra
para que la pobreza no aumentara. Además, Según el
Latinobarómetro, en América Latina la movilidad es percibida
como muy baja; más del 70 por ciento de los encuestados
opina que las oportunidades para salir de la pobreza no son
iguales para todo el mundo y que el éxito depende de las
conexiones, y la mitad de la población no cree que el esfuerzo
garantice el éxito. Colombia es uno de los países en la región
donde la movilidad social es más baja.
La alta desigualdad y la baja movilidad tienen efectos sobre la
estabilidad del sistema político y atentan en contra de la
búsqueda ulterior de una sociedad que se auto percibe como
justa.
En el país, el gasto público social como porcentaje del PIB es
superior al promedio de la región y ha aumentado en casi ocho
puntos del PIB desde la Constitución de 1991. Según la Cepal,
las transferencias reducen la pobreza en Colombia en casi 20
puntos porcentuales, el país tiene una cobertura casi universal
en salud y en educación primaria, y la tutela permite la
exigencia de los derechos fundamentales de la población.
No obstante, existen problemas estructurales en la economía
colombiana que evitan una mejor distribución de la riqueza.
Entre estos uno de los que más se destaca es la escasez
relativa de trabajo calificado que hace que los profesionales
tengan un ingreso muy superior a las personas con un nivel
básico de educación. Otro, es la baja capacidad redistributiva
del sistema tributario en Colombia. Un tercer elemento que es
necesario considerar son las vastas diferencias regionales.
Para aliviar esta situación, el país debe hacer una significativa
inversión en educación que se concentre en la calidad y la
pertinencia, debe emprender una reforma tributaria que
aumente los impuestos para las personas naturales así como
revisar el gasto público en términos de su focalización, y
aumentar tanto el monto como la eficiencia de la inversión en
las regiones periféricas del país.
Mientras Colombia invierte 645 dólares anuales por estudiante
de primaria y secundaria, Argentina destina 2.348 y Chile
1.890. Lo anterior explica en parte, los pobres resultados del
país en términos de calidad. Debe mejorarse la formación de
los maestros y buscarse que la educación técnica del Sena
responda a las necesidades de la demanda laboral en el país.
Para lograr la universalización de la educación para los
menores de 18 de años se necesita invertir 0,64 por ciento del
PIB adicionales.
Luchar contra la desigualdad es una manera de atacar la
pobreza. Al mismo tiempo, una sociedad desigual con falta de
oportunidades, es percibida como injusta reduciendo la
confianza de las personas en su capacidad de triunfar. El país
está en mora de comprometerse con una sociedad más justa.

MAURICIO LIZCANO.
Senador

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