Professional Documents
Culture Documents
(Guía tu mente)
En ocasiones posponemos el afrontamiento de situaciones que resultan
amenazantes por miedo a bloquearnos y/o perder el control de nuestras
acciones.Si ésto te ha ocurrido suele producir una sensación fastidiosa de
frustración una vez que la tarea ha terminado y, deja pocas ganas de volver a
afrontar la situación cuando sea necesario. En estos casos aparecerá un impulso a
huir o postergar, que se verá reforzado por la disminución de la ansiedad que
acompaña a la evitación de los problemas; aunque a medio y largo plazo volverá
dicha ansiedad acompañada de la incertidumbre, así como una disminución de la
autoeficacia y de la autoestima personal.
Existe una técnica que te puede ayudar a afrontar las situaciones problemáticas,
conservar un grado de control adecuado y aumentar la satisfacción personal.
Consiste en mantener un autodiálogo dirigido, antes, durante y después de la
situación amenazante. Si no diriges tu charla interna, es muy probable que este
autodiálogo se produzca de todas formas, pero en términos negativos y poco
eficaces. Lo primero de todo será cambiar la actitud ante el problema e intentar ver
dicha situación como un reto y una oportunidad de aprender, en vez como un peligro
o una amenaza.
Por tanto, el objetivo va a ser: cuando tengamos que afrontar una situación que nos
produzca emociones negativas (nervios, agobios…), utilizaremos las
autoinstrucciones para guiar nuestra conducta, y así, de esa forma, ayudarnos
a afrontar la situación de la mejor manera posible. Se trata de utilizar nuestro
lenguaje interno para ayudarnos (y no para entorpecer la forma de afrontar las
situaciones).
Es importante darnos mensajes positivos durante todo el proceso de afrontamiento
o cuando necesitemos autocontrol emocional, por ejemplo:
Ejemplo de autodiálogo
“Sentirme nervioso es una señal que me avisa que es bueno que empiece a afrontar
la situación”.
“¿Cuál es el objetivo en este momento? Mi objetivo es controlar los nervios para
que éstos no me jueguen una mala pasada”.
Ejemplo de autodiálogo:
- Antes de afrontar la situación
“No hay motivos para preocuparse”. “Puedo relajarme”. “Voy a respirar de forma
abdominal. Esto me ayudará a tranquilizarme”.
“Este problema ya lo resolví con éxito en otra ocasión.” “Los pensamientos
negativos no me van a ayudar en nada”.
Ejemplo de autodiálogo
“Lo logré.”
“La próxima vez no me agobiaré tanto”.
“Me he dado la oportunidad de aprender, aunque no me haya salido tan bien como
esperaba”.
“Por lo menos lo he intentado”.