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Kalu Rinpoche

)
)
)
)
FUNDAMENTOS
)
)
DEL BUDISMO
)
)
TIBETANO
) El ornamento de joyas
de las múltiples instrucciones orales
) que beneficia a todos y cada uno de los seres
) según sus necesidades
)
)
)
) Traducción del inglés de
) David Gonzáleˆ Raga

}
)
)
editorial �rós
Numa5cia, 117-121
08029 Barce275a
77w e ir a2 air7 .co
)
)
'

DEDICATORIA )
)

Que los seres sensibles atormentados por los tres tipos


)
de sufrimiento reconozcan la condición de sufrimiento ili­ ĩ
mitado del samsara y el estado de budeidad (la naturaleza )
Título original: FOUNDATIONS OF TIBETAN BUDDHISM
de las cinco sabidurías y de los cuatro cuerpos), que realicen )
la práctica con una fe y una compasión profundas, los dos
© 1987 & 1999 His Eminence Kalu Rinpoche )
tipos de la preciosa bodhicitta y los estadios de generación
y consumación profundos. Ojalá puedan, después de haber
©de la edición en castellano:
sembrado las semillas de la liberación, realizar gradualmen­
2005 by Editorial Kairós, S.A.
te.la budeidad.
Con esta sola intención y a ravés de esta exposición de
Primera edición: Febrero 2005
las instrucciones esenciales enseñadas por los sutras y los
tantras, puedan todos aquellos que toquen, recuerden, escu­
l.S.B.N.: 84-7245-586-6
chen o vean este libro, verse liberados del océano del sufri­
Depósito legal: B-4.55812005
miento samsárico.
Esto es lo que ha dicho Kalu Rinpoche, yogui del reino
Fotocomposición: Beluga y Mleka, s.c.p. Córcega 267. 08008 Barcelona
sagrado que ha adquirido fe en la radición del dharma libre
Impresión y encuadenación: Índice.Fluvia. 81-87. 08019 Brcelona
del sectarismo. ¡Sea ésta una expectativa favorable y auspi­
ciosa!

Todos los derechos reservados. No está permitida la reproducción total ni parcial

de este libro, ni la recopilación en un sistema informático, ni la transmisión por

medios electrónicos, mecánicos, por fotocopias, por registro o por otros métodos,

.salvo de breves extractos a efectos de reseña, sin la autorización previa Y por es­

crito del editor o el propietario del copyight.


)
EL ORNAMENTO DE JOYAS DE LAS MÚLTIPLES
)
}
CON APRECIO NSTRUCCIONES ORALES QUE BENEFICIA
A TODOS Y CADA UNO DE LOS SERES
)
SEGÚN SUS NECESIDADES
Quirijos, hntis nui nhdh, ixprishr nuistrh istijh hl
lhjh Cnokyi Nyijh por su ixtrhordinarih trh�ucción di lhs
Tojo rilusio hnti lh divinh hshjblih di lhs tris joyhs y
insiñhnzhs di tu Ejinincih Khlu Rinpocni. El tohbó orisi­
di lhs tris rhícis y os ruiso qui nos concidáis vuistrhs bin­
naljinti conocimiin¥o con il dnhrjh in Vhncouvio (Co­ dicionis.
) mujbih Británich), dondi tojó oilusio con im lhmh Tsiwhns tiinto cojphsión por lh hnsustih y il sintijiinto di si­
) Jurmi y hprindió im idiojh mibithno con lh hyudh di varios
parhción qui ixpirijinthrrn todos los siris sinsiblis di
lhjhs y iruditos. Tiijpo dispués phrticipó in un ritiro tris
los siis tipos qui hhn sido nuistrhs jhdris, cuyo hpiso lis
hños y tris ‹isis cilibrhdo in Frhncih y luiso si convirtió
hth hl ciclo di lhs ixistincihs y cuyh isnoohncih dil incishn­
durhnti un tiijpo in il tohductor pir onhl di tu Eminencih ti prociso di lh riinchrnhción lis llivh h poiocuphrsi thn
) Khlu Rinpocni. Esthjos sujhjinti hsrhdicidos h su ix­ sólo por lhs coshs di isth vidh, nhsth hchbhr pirdiéndosi y
) piriincih pirsonhl y h su clhrh cojprinsión dil idiojh ti­ ixpiriinthndo los ifictos di lhs hccionis virtuoshs y no
bimhno por hhbir posibilithdo qui isti libro hchbhsi viindo virtuoshs cojo lilicidhd y cojo sufrimiinto.
lh luz.
Qui im néctho di mhs instruccionis orhlis hdviirth isth si­
KDK Pubxichtkons
tuhción h todos los siris sinsiblis qui vivin conlundidos
Julio de cojo in un suiño y siijbri in lh coroiinti di sus jintis lh
)
sijillh di lh libiohción qui hchbi libirrndolis di los sulri­
jiintos dil shjshrh.
Hi iscrito isto con il propósito di hlchnzho il isthdo di
Budh.
Qui lh filicidhd sih pirjhninti.

��
SUMARIO

Prólogo del editor . . . . -/ � . . . . . . / .. . . . 11


. . . . . . . . . .
)
ec64oci2ie4t6s . . . . . .. . . . . . . . . . ....0 .- . .
. 13 . . . .

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15

l. Los tres vehículos .. ... . . ... . . . 1- . . . . . . . . . . . . . .

2. Prácticas prelixinares coxunes . 0 . 43 . . . . . . . . . . . . .

3.Ngondro: Toxa de refugio y postraciones 65 . . . . . . . .

4. Ngondro: Meditación de Dorje Sexpa ........... 76


5. Ngondro: La práctica del xandala . . . - . .. . . . 84 . . . .

6. Ngondro: La práctica del guru yoga


y la relación enre discípulo y guru . -7 . . . . . . . . . . . .

7. Los votos del laico . . 119 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

8. El voto del bodhisattva . ... . -. . . . . . . 138 . . . . . . . . .

-. El coxpromiso del Vajrayana


y las catorce infracciones raíz . 150 . . . . . . . . . . . . . . .

101 La práctica de shaxatha: Meditación con objeto s68


1s. La práctica de shaxatha:
Meditación sin objeto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1-
121 Las cuatro causas que deterxinan
el renacixiento en Dewachen .. . . . . . 0.. . . . . . .2 7
13. El Mahaxudra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215
14. Coxentarios finales . .. . . . . . . . . . . . . 0 . . . . . . . 227
) Suma io
)
) Glosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
. . .

Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . /. . . . . . . . / . 255
. .

)
) PRÓLOGO DEL EDITOR
)
)
� Un libro de esta naturaleza pone a prueba los límites de
) ' ··

la mente. En tanto que editores, lo hemos leído en varias


) ocasiones y todas ellas nos ha impresionado la claridad per­
) fecta de la exposición de Rinpoche, que torna alcanzable y
) lógica la posibilidad de modiicar nuestros limitados esque­
mas mentales.
}
Son tan pocos los textos de budismo tibetano que se han
visto traducidos a los idiomas occidentales que nos vemos
) obligados a depender de las visitas y enseñanzas orales de
) los sostenedores de los distintos linajes para que nos trans­
mitan el dharma vivo del Buda.
)
El ciclo de enseñanzas expuesto en este libro fue impar­
) tido por Su Eminencia Kalu Rinpoche en un retiro de medi­
) tación que tuvo lugar en 19 2 en Marcola (Oregon) y quie­
) n e s tuvimos la suerte de asistir a estas enseñanzas

) consideramos un gran privilegio ver finalmente publicada


esta transcripción que permite la continuidad de la transmi­
sión del dharma de una cultura a otra.
) Agradecemos al lama Lodo el conocimiento y la pacien­
) cia con los que supervisó este proyecto sin escatimar, para
> ello, su tiempo ni su experiencia. La devoción mostrada ha­
cia su maestro Kalu Rinpoche también ha sido para noso­
tros un ejemplo muy poderoso.

11
Prólogo del editor

Estnos juy hgihdecidos h tu Ejinencih Khlu Rinpo­


cne poi lh geneiosh cojphsión que hh jostihdo hl nhbei en­
vihdo h Occidente hl lhjh sodo y h otoos lhjhs.
Que este libio iesulte benelicioso phih todos los seies.

CAROLE M. PARKE (Khojh Yesne Chodibn)


NANCY J. CLARK (Khijh Pejh Zhngjo)

Eugene (Oiegon) ECONOCIMIENTOS

Este mibio es em iesumthdo del eslueizo de juchhs peiso­


nhs. sos tihnsciiptores de lhs cinths gihbhdhs sobie lhs que
se bhsh l®eron tushn Milleijhn (Khrjh Trinley Zhngjo), )
ChtheriŽe Tihvis (Khojh Dhwh shhjo), Rutnhnne Hhoris
(Khijh Thbkh Pejh), Allen Chiosio (Khijh Choying
Gyhtso), Khien Nelson (Khojh Cnokyi Dionjh), Douglhs
)
Mhigell (Krnh Dhwh Zhngpo) y Ejjy Fox (Krna to­
nhj snhtso).
)
El texto lue jechnogihlihdo y cojphginhdo poi lh doc­
toih Coiinh Meyei (Krnh Pejh Knhndio) en un oidenhdoi
donhdo poi Joe West (Krnh Kunghh Nhjgyhl). Lh piije­
ih revisión del jechnosciito lue iealizhdh por Bill Voigt
(Karjh Jinph Thicnin) y Bill Velton (Khojh Thsni Nyijh),
y lh corrección de piuebhs lh llevó h chbo Alexis Kosticn.

1 Micnhel Convlin (Khijh tbnhj Rincnen) se enchogó del


gloshiio. sos editoies lueion Chioline Phoke (Krnh Yeshe

1\
Cnbdron) y Nhncy Clhik (Khijh Pejh Zhngjo), y Kiih
Heniiksen (Khojh Sbnhj Cnbtso) se enchigó de lhs relh­
ciones entoe KDK y los editoies.
)
El dibuuo del linhje lue llevhdo h chbo poi Cyntnih Moku
(Khijh sodo Zhngjo), y Elizhbetn Johnson (Khijh to­
nhj Cnotso) nizo lo piopio con el del jhndhlh.
sh piijeih edición de este libio lue posible gihcihs h unh
1\

ll
Reconocimientos

gezerosy donación de John . Svaubo, del Karmy Tashi Ling


,
de Oslo (Noruegy).
Avodos ellos quiero darles lys gracias por su dedicación,
ysí como vymbién y Snow Lioz Publicyvion por esva úlvimy
edición.

LAMALODÓ
San Francisco

PRÓLOGO
)
)
Me posvro coz sincery de‚ocióz azve Su Emizenciy Vyj­
rydhyry Kalu Rizpoche, personificación de inzumerables
)
budys y bodhisavvvys.
) Esve libro esvá compuesvo por cytorce cypívulos que to­
) cyn yspecvos diferenves del cymizo budisva que conduce y la
iluminacióz y que, ez consecuezciy, izcluyez enseñanzas
procedentes de las vrydiciones Theravada, Myhyyany y Yaj­
ry‡yza val y como fueroz e†puesvys por Su Eminenciy Kalu
) Rinpoche. Su Eminezciy Kalu R inpoche hy sido reconocido
) por los sosvenedores del linaje de lys cuatro principales es­
) cuelys tibevynys como un maesvro de medivyción cuyy esva­
vury se ysemejy y la del graz yogui Milarepy. Así pues, el
)
enfoque no sectyrio con el que se ybordan lys enseñanzys
)
presenvydys ez esve libro lo cozvierve en ylgo muy valioso
) pyry los segidores de cuylquiery de lys grandes tradiciozes.
Su Em izezciy Kylu Rinpoche tyxbiéz hy sido reconocido
por Su Sanvidyd Gyylwy Kyrmypy y por el gryn Khyezvse
Rinpoche (Chokyi Lodo) como uny emanyción del gryz my­
esvro zo secvario Jymgon Kongtrul.
Hyce yy mucho viempo que un sybio izdio dijo que los ti­
bevynos se envregan y ly prácvicy de ciezvos de vrydiciones
sin conseguir logros ez ninguny de ellas, mientrys que los
izdios se dedicyz y ly prácvica de una soly vrydición, lo que

'
1z j 15
;

Fundamentos del Budismo Tibetano Prólogo

les perxite alcanzar logros xuy novables en vodas ellas. proxeduo de duez hombres y duez xujeres se soxeven al ré­
Ésta fue una crívica de la que los tubevanos zo vardaron ez gimen tradicuozal de estuduo y, fundaxentalxezve, de prác­
aprender y Su Exunencia Kalu Rinpoche, al ugual que el vica, bajo la esvrucva supervusuóz de un laxa cualuficado y
graz Jaxgon Kongvrul, Su Sanvudad el Karxapa y otros que posee la experiencia adecuada para ello.
grandes xaesvros, se consagraroz con vodas sus fuerzas a la Quisuera concluur esva unvroduccuón con una breve zova
práctuca de las ezseñanzas de un solo lunaje, sin duluur sus personal. Vuvuxos en un tiexpo ez e l que se ha duscutudo
esfuerzos p r acvucando uz poco aquí y ovro allí, hasta l legar a xucho el texa de los vívulos y de los rangos. En este senvu­
alcanzar la uluxunacuón. Estos xaesvros fueron coxo el al­ do, el noxbre de Kalu Runpoche suele ur precedudo del vívu­
punusva que, pese a saber de la exisvezcua de varios posubles lo de "Vezerable" pero, coxo el lecvor habrá advertido, en
caxunos de ascenso, se cenvra en uno solo de ellos hasva lle­ esve lubro he preferudo usar el de "Su Exunencua", dados xu
gar a la cúspude y, una vez allí, se da cuenta de la valudez de respevo y devocuón absoluvos por él y xu conviccuón tax­
todos los caxunos. buén de que ha a lcanzado la uluxunacuóz coxpleva. El cozo­
Es uxpo rvazve que el lector eztuenda buen lo que quere­ cudo líder y duscípulo espuruvual de Su Exunencua Kalu Run­
xos decir cuando afirxaxos que esvos grandes xaestros poche, Yogui Chez, suexpre usa el vívulo "Su Santidad"
fueron no secvaruos. Con e l lo zo estaxos dicuezdo que las cuando se reiere a él, algo que xe parece suxaxenve res­
enseñanzas de los distunvos lunajes y escuelas se ezseñaraz y pevable, habuda cuenta de lo irreprochable de su devoción y, )
pracvucaran a la vez, dejando de lado su propua Ínvegridad ez esve seztudo, espero que e l lector venga conxigo la xus­
separada, suno que cada traducuón se consudera, ez sí xisxa, xa deferencua y, ez el caso de que esta explucación no le re­
)
coxo un caxino adecuado, valuoso e uxporvazve, y que vax­ sultara plezaxenve satusfactorua, le unvuvo a fo rxularxe per­
poco se xuestra preferencia zu favoritusxo especual por uzo sonalxezte sus dudas. )
de ellos ez desxedro de los dexás. Ez esve xisxo seztudo, En vanvo que discípulo devoto, xe hallo suexpre provegi­
e l conducvor "zo secvaruo" no xuesvra preferezcua por vehí­ do por las bendicuozes de Vajradhara.
culo a lguno, porque coxprende que cualquuera podría coz­
ducurle a su destuno, pero ello no signufica que vrave esvúpu­ LA LODO
daxezte de cozducur xás de uz coche a la vez, porque sabe a3 Fra3ci
xuy buez que, de ese xodo, jaxás conseguiría alcanzar su
objevuvo.
Desde 1 974, Su Exuzencua Kalu Rinpoche ha fundado
cenvenares de cezvros que se hallan dusexunados por vodo el
xundo, centros que no sólo tuenen una exusvencua zoxunal,
)
suno que soz auténvicas fuentes de la vraducuón, habutual­
xezte gracias a los buezos oficuos de uz laxa residezte ez­
vuado allí por Runpoche, xuchos de los cuales posibulivaz
acvualxenve el vradicional revuro de vres años en el que uz

17
)
)

)
:
)
}
. l. LOS TRES VEHÍCULOS
.
) Ésta es una ocasión muy auspiciosa y considero muy
afortunado que la amabilidad del lama Lodo nos permita
compatir este programa de enseñanzas e iniciaciones. To­
dos ustedes son estudiantes y discípulos del dharma cuyas
conexiones kármicas precedentes con este linaje han acaba­
)
do conduciéndoles a este aislado y hermoso lugar. Su acti­
) vidad, su apoyo y su esfuerzo han permitido el estableci­
miento del KDK Center de San Francisco y la puesta en
) marcha de este retiro nos ha posibilitado la extraordinaria
oportunidad de compartir estos días.
)
) Comenzaremos examinando los tres vehículos (yanas)
) que, según las enseñanzas budistas, pueden ser clasificados
de dos modos. Habitualmente se dice que los tres vehículos
son los caminos del shravaka, del pratyekabuda y del bod­
hisattva (los dos primeros pertenecientes al nivel Hinayana
y el tercero al nivel Mahayana), y otro modo de referinos a
) los tres vehículos sería considerarlos desde el punto de vis­
) ta de nuestra práctica individual, ya que el elemento exter­
no, es decir, nuestro.estilo de vida particular, pertenece a los
votos de la liberación individual del Hinayana, mientras que
la motivación intena de la práctica se asienta en la actitud
del bodhisattva del Mahayana. El aspecto secreto u oculto

19
Fundamentos del Budismo Tibetano Los tres vehículos

de la práctica, por último, se asienta en la experiencia desa­ cia, sólo nos permite realizar a medias la vacuidad o el
rrollada a través de la práctica tántrica, es decir, a través de shunyata.
las técnicas del Vajrayana y del compromiso o samaya per- La falta de experiencia de la vacuidad mental da origen
·

sonal que establezcamos con ellas. a muchos pensamientos, ideas y conlictos emocionales que
Independientemente de la clasificación concreta que es­ agitan de continuo nuestra mente y a los que el Mahayana
temos utilizando, esos tres vehículos forman parte del dhar­ considera como algo negativo, puesto que únicamente ge­
ma budista y de las enseñanzas verdaderas del bu da Shak­ neran sufrimiento y confusión. Este tipo de enfoque para
yamuni. Pero, por más que los tres caminos puedan acabar con los pensamientos y emociones es bastante rudi­
conducir al practicante a la iluminación completa, cada uno mentario y aspira a erradicar y acabar con la turbulencia
de ellos requiere un tiempo diferente, ya que ciertas vías ne­ emocional y mental para poner así fin al sufrimiento y la )
cesitan más tiempo para la purificación del discípulo y el lo­ confusión. )
gro de la iluminación completa, mientras que, en otros ca­ Este enfoque también se extiende a nuestro cuerpo físico
sos, el proceso, por el contrario, es mucho más rápido.
)
y a nuestro entono, es decir, al mundo en que vivimos. El
También existen diferencias en lo que respecta a la capa­ practicante Hinayana vive sumido en un universo mecánico )
cidad del practicante de cada uno de esos vehículos o nive­ que puede dañar su organismo físico puesto que, desde su }
les de la práctica para servir de ayuda a los demás, ya que, perspectiva, la tierra, el aire, el fuego y el agua pueden ser )
en este sentido, hay enfoques mucho más eficaces que causas de sufrimiento. Además, el cuerpo humano, es decir,
otros. En el nivel más bajo del camino Hinayana, es decir, el cuerpo físico, también es considerado como la causa fun­
en el camino del shravaka, quien escuche la enseñanza prac­ damental de la identificación y fijación al yo que, a su vez,
)
ticará en función de ese nivel, en cuyo caso la meditación es la causa primera de la sucesión de existencias debidas al )
reduce la mente a un estado momentáneo de conciencia que ·, ciclo de los renacimientos y aspira a.cortar toda fascinación )
en sí misma, se percibe como vacía, es decir, como una no­ o apego al cuerpo humano real que se considera compuesto
cosa. En este nivel existe una realización parcial de shunya­ por diversas substancias impuras a ravés de un tipo de me­
ta que permite al individuo la actualización de la ausencia ditación analítica que disecciona el cuerpo, por así decirlo,
de entidad individual de la mente a la que habitualmente se en cane, sangre, huesos, tuétanos, heces, orina, linfa, órga­
considera como algo sólido y real y que posee existencia nos intenos, etcétera. Tengamos en cuenta que, fuera de su
propia. Pero por más que, en el nivel del shravaka, la mente contexto, las treinta y dos substancias impuras del cuerpo
se perciba como algo intangible, vacío y despojado de ras­ son desagradables, de modo que este tipo de análisis del
)
gos distintivos y !imitadores, el practicante no puede llegar cuerpo físico aspira : poner fin a cualquier fascinaeión o
a experimentar la ausencia de identidad de todos los fenó­ apego a él, considerándolo cono uno de los principales es­
menos, sino tan sólo la ausencia de identidad del individuo labones o cadenas que nos mantienen atados al ciclo de los
y de la conciencia. Dicho de otro modo, este camino sólo renacimientos, y aplica también el mismo enfoque a las ex­
nos permite avanzar un cincuenta por ciento del camino, por periencias .sensoria�es procedentes de la vista, el oído, el
así decirlo, de la realización del shunyata y, en consecuen- gusto, el olfato, el tacto, etcétera, todas las cuales son tam-

20 21
Fundamentos del Budismo Tibetano os tres vehículos
)

bién consideradas como fuentes de apego. Es por ello por lo da por los budas y bodhisattvas despierta al arhat d� su es­
que esta perspectiva trata de alejnos de cualquier tipo de tado de conciencia parcialmente estancado y le alienta a
estimulación y apego sensorial y, en su lugar, orientar la emprender el camino del Mahayana y superar las limitacio­
) mente hacia el interior para desarrollar un estado momentá­ nes de la realización parcial de la vacuidad. Entonces es
neo de conciencia que representa la clave para la realización cuando el arhat se pone en contacto con un buda o con un
)
parcial de la vacuidad de la mente y de todos los fenóme­ bodhisattva que pueda transmitirle las enseñanzas del Ma­
) nos. En el caso del shravaka, uno realiza la vacuidad de la hayana que contribuyen a desarrollar la capacidad de alcan­
mente sin comprender la vacuidad o ausencia de existencia zar la realización última y ayudar a los demás. Llegados a
� de los fenómenos pero, a pesar de ello, tiene lugar la libera­ este punto, el camino del arhat es idéntico al del Mahayana
ción del sufrimiento personal. Éste es el estado del arhal. y acaba conduciendo al logro de la iluminación completa .
)
El término tibetano para referirse al "arhat" es el de dra­ El vehículo o yana intermedio es el del pratyekabuda, un
) chompa (dgdra.bcom.pa), que literalmente significa "el que
término que quiere decir "el buda que se ha hecho a sí mis­
) ha conquistado a sus enemigos".. Desde la perspectiva pro­ mo". Para quien sigue este enfoque, la experiencia parcial
) porcionada por este vehículo concreto, los pensamientos y de la vacuidad es algo bastante más profundo. E s cierto que
} emociones que generan y refuerzan nuestra identificación el estado de conciencia resultante es muy similar al del ar­
con el ego son enemigos a los que debemos combatir, por hat, pero la vía concreta que sigue para alc�nzarlo es �uy
) cuanto que obstaculizan la realización de la iluminación. Es diferente porque, en este nivel, se subraya la 1mportanc1.a de
) así como el practicante trasciende las limitaciones impues­ los doce nidanas, es decir, de los doce vínculos del ongen
) tas por las emociones y el pensamiento conceptual en el interdependiente que configuran un ciclo que se inicia con
) momento en que su mente reposa en el estado vacío de la la i!morancia original y prosigue con el nacimiento, la vejez
)
conciencia inmediata que va acompañada de ausencia de
sufrimiento.
1:
y muerte. El proceso seguido durante la meditación con­
siste en examinar, desde el comienzo hasta el final, los doce
La experiencia personal del arhat es de total libertad o nidanas y luego examinarlos en orden i�verso hasta po�er
) trascendencia del sufrimiento personal, pero se trata de un de relieve la clave que desencadena el ciclo, lo que no solo
estado relativamente estático en el que la.mente permanece conduce a la experiencia de la ausencia de identidad del yo
sencillamente en equilibrio en un estado de conciencia va­ y de la mente individual, sino a la realización parcial tam­
)
cía en el que pueden transcurrir miles de kalpas, un período bién de la inexistencia de todos los fenómenos.
) de tiempo infinitamente largo. Pero aunque, en ese estado, A partir de ese momento, los fenómenos ya no siguen
) seamos libres de la necesidad de renacer y sufrir en función . .
considerándose como algo autoexistente, smo que se perci­
) de los dictados de nuestras tendencias kármicas, también ben como compuestos de mónadas o partículas atómicas a
somos impotentes para contribuir al bienestar de los demás. las que puede llegarse a través de la meditación aunque si?
)
Éste es, dicho en otras palabras, un estado de conciencia posibilitar, no obstante, el paso final que cond� ce a la reali­
completamente neutro y estático. zación de la inexistencia de las partículas. Es c1erto que per­
Llegados a cierto punto, la experiencia de la luz genera- mite una reducción de todos los fenómenos a su estructura

22 23
Fundamentos del Budismo Tibetano Los tres vehículos

subatómica pero, en última instancia, todavía sigue consi­ mer grupo budista, como Shariputra y Maudgalyayana (que
derándoselos como algo real, con lo cual existe una realiza­ fueron sus principales discípulos), por ejemplo, son consi­
ción parcial de la ausencia de identidad de todos los fenó­ derados como modelos de la práctica Hinayana que, pese a
menos. Es por ello por lo que el pratyekabuda puede haber alcanzado el estado de arhat, también fueron bodhi­
alcanzar un estado similar al del arhat en lo que respecta a la sattvas muy elevados que se manifestaron en formas con­
experiencia de ausencia de identidad del individuo y una re­ cretas como seguidores del Hinayana para ilustrar con su
alización también parcial de la ausencia de existencia de los ejemplo una práctica espiritual que beneficia a quienes en­
fenómenos. tran en contacto con ellos. Pero la conciencia que alienta de­
Así pues, por más que entrañe una experiencia personal trás de esa expresión concreta es, en realidad, mucho más
de liberación del sufrimiento, sigue sin representar la ilumi­ avanzada y profunda de lo que podríamos creer si los consi­
nación completa ni tampoco conribuye gran cosa al benefi­ derásemos como meros arhats (practicantes espirituales )
cio de los demás. Es posible que los practicantes de este nivel muy avanzados y expertos, pero cuya realización era muy
del dharma inspiren la fe de sus semejantes exhibiendo con­ limitada). De hecho, la experiencia y realización que se ha­
ductas milagrosas (como volar por los cielos o manifestarse llaba detrás de esa expresión concreta era mucho más pro­
en forma de elementos, como una bola de fuego o un estan­ funda, pero se vieron obligados a adaptarse a un tiempo y
que de agua, por ejemplo), poderes milagrosos ql.e emerjan unas circunstancias que resultaran beneficiosas para sus se­ )
espontáneamente de sus realizaciones, movilicen la fe de los mejantes.
demás y siembren en ellos las semillas que desencadenarán El caso de Kashyapa, que recibió del Buda una transmi­
)
uturos renacimientos entre los dioses o seres humanos que se sión especialmente importante y que, a su muerte, se con­
hallan en contacto con las enseñanzas ·lo que, si bien resulta virtió en uno de los primeros sostenedores del linaje, ilustra
muy beneficioso -y muy digno, por ora parte, del camino del perfectamente lo que queremos decir con respecto al abor­
pratyekabuda-, nada dice sobre su capacidad real de enseñar. daje Hinayana. Kashyapa representa una de las siete gene­
Así pues, la experiencia de la iluminación del pratyekabuda raciones de maestros que desempeñaron la misma tarea que
es personal pero, al no poder comunicarse a los demás, care­ el Buda y asumieron la función de transmitir su linaje des­
)
ce, de algún modo, de eficacia. Es por ello por lo que, al igual pués de su paranirvana. Tiempo atrás, Kashyapa había sido
que sucede con el camino del arhat, el camino del pratyeka­ un hombre casado que practicaba, junto a su esposa, el sis­
buda debe acabar estableciendo contacto con el Mahayana y tema religioso de los vedas bajo la tutela de un sabio maes­
siguiendo ese camino hasta alcanzar la iluminación comple­ tro de aquella tradición. En cierto momento en que ambos )
ta, porque sólo en el ámbito del Mahayana empieza a desa­ se hallaban sumidos en la angustia derivada de la implica­
rrollarse realmente la capacidad de ayudar a los demás. ción en el samsara y sólo veían el sufrimiento, el dolor y la
Todos los maestros originales del linaje del dharma del confusión provocados por el ciclo de renacimientos, toma­
Buda como, por ejemplo, las siete generaciones de maestros ron la fuerte determinación de liberarse y asumieron, para
que siguieron a la muerte del Buda (el llamado paranirvana ello, un estilo de vida muy riguroso que les llevó, pese a es­
del Buda), es decir, los dieciséis arhats o ancianos del pri- tar casados, a hacer voto de celibato y no mantener activi-

}f
'

)
) Fundamentos del Budismo Tibetano Los tres vehículos

)
dad sexual i contacto físico alguno. Así fue como, a partir
) Kashyapa es un modelo de practicante Hinayana que re­
de entonces, vivieron como monjes ordenados, abstenién­ nuncia al mundo para dedicarse, con todas sus energías, a
) dose de todo contacto físico, aun del simple hecho de tocar­ una práctica espiritual muy austera. Esto nos lleva al Maha­
) se las manos. yana al que, por diversas razones, se considera un vehículo
\ En cierta ocasión en que se hallaban de viaje, se tumba­ superior. En primer lugar, la motivación que alienta la prác­
ron a dormir debajo de un árbol y, mientras Kashyapa·dor­
) tica del Mahayana -y que lo diferencia del Hinayana- es el
ía, su esposa despertó y se dio cuenta de que una serpien­ altruismo, y su práctica, en consecuencia, no aspira exclusi­
)
te venenosa se les acercaba peligrosamente. Entonces pensó vamente al beneficio personal, sino al beneficio de todos los
) en despertar a su marido, pero su compromiso con el voto seres. Desde el mismo momento de partida, pues, la clave
) era tan fuerte que consideró que, ni aun en esas circunstan­ del Mahayana se asienta en el altruismo, pero no en un sim­
) cias, debía tocarlo, así que le lanzó un espantamoscas para ple destello de altruismo, sino en un altruismo muy estable
despertarle. Cuando Kashyapa despertó, creyó que su espo­ y que exige un compromiso total. Es precisamente este ele­
) sa le había tocado y le dijo: vado nivel de motivación el que explica que se lo considere
) -¿Por qué has roto nuestro voto? Debemos mantenerlo como el vehículo superior.
) muy escrupulosamente. Los resultados de· la meditación también son diferentes.
-Se nos acercaba una serpiente venenosa y h� creído que
) Nosotros no sólo realizamos la vacuidad de la mente, es de­
debía despertarte -respondió ella. cir, la intangibilidad del cuerpo y de la mente, sino que tam­
)
-Poco importa si me mordía -replicó Kashyapa-; ló im­ bién la aplicamos a todas las experiencias y todos los fenó­
) portante es mantener los votos. menos, meras manifestaciones de una mente vacía e
Su estricto enfoque les llevó a concluir que, mientras vi­ igualmente intangible. Es por ello que, en varios textos del
vieran bajo el mismo techo, se hallarían sometidos a las dis­
) Prajnaparamita como El sutra del corazón, por ejemplo,
tracciones, de modo que decidieron separarse y partieron en encontramos expresiones tales como: «No hay ojos, no hay
)
direcciones. opuestas para, a partir de allí, seguir cada�uno nariz, no hay oídos, no hay lengua, no hay cuerpo, no hay
\ su propio camino del mejor modo posible. formas, no hay sonido, no hay olfato, no hay gusto, no hay
} .. Kashyapa encaminó entonces sus pasos hacia cierta re- tacto ...». Las enseñanzas del Prajnaparamita mencionan
. gióil de la India cenral en la que, en aquel momento, el.Buda
) dieciocho aspectos diferentes del shunyata que abarcan la
se hallaba impartiendo sus enseñanzas, se enconró con él y totalidad de los fenómenos, incluida la mente. Este tipo de
)
solicitó ser su discípulo. Después de haber tomado refugio en práctica no sólo nos permite llegar a experimentar la 3:usen­
) el Buda, recibió sus enseñanzas y emprendió la práctica has­ cia de identidad del yo o del individuo, sino también de to­
) ta alcanzar fmalmente el estado de arhat. Su inquebrantable dos los fenómenos, es decir, la experiencia completa de
dedicación y entrega a este camino le permitieron alcanzar la
) shunyata, un nivel de realización superior que también ex­
realización, la sensibilidad y el desarollo necesarios para plica que se lo conozca cono Mahayana (que literalmente
acabar asumiendo el papel de ransmisor de las enseñanzas significa "vehículo superior").
del Buda y uno de los principales sostenedores del linaje. Asimismo existe una diferencia a nivel conductual, es

u6 u7
) .

Fundamentos del Budismo Tibetano Los tres vehículos

decir, en el modo en que la meditación se manifiesta en el control de nuestras acciones físicas, el desarollo de una
nuestras actividades. El altruismo en que se asienta el Ma­ postura meditativa corecta y la simplificación del estilo de
hayana subraya la necesidad de que nuestra práctica espiri­ vida, para reducir nuestras actividades físicas y promover
tual resulte útil para los demás. Más que tratarse, pues, de así un uso positivo y ético del cuerpo. Desde esta perspecti­
una experiencia estrictamente personal, la práctica y sus be­ va, pues, el hecho de guardar silencio y de controlar la pala­
neficios deben expandirse hasta llegar a incluir a los demás. bra y usarla exclusivamente con fines positivos nos pemite
Entonces es cuando cambia la actitud con que abordamos encauzar su energía en una dirección positiva. La actitud
nuestras actividades mundanas cotidianas. En este sentido, moral positiva se logra mediante una mente libre de confu­
por ejemplo, la moralidad, la ética y la disciplina moral del siones emocionales y de pensamientos discursivos que re­
Mahayana presenta tres aspectos diferentes. El primero de posa concentradamente en un estado de conciencia vacía.
ellos tiene que ver con el significado estricto del término Sólo en el Mahayana florece plenamente este segundo )
moral en tanto que forma de evitar las acciones negativas, aspecto de la moral y de la ética. El Mahayana y, muy espe­
abandonando o renunciando a aquellas que nos orientan en cialmente, el Vajrayana, subrayan muchas formas que nos
direcciones equivocadas. El segundo aspecto es un tipo de permiten usar positivamente el cuerpo, la palabra y la men­
moral que genera, al tiempo que consolida, las cualidades te. Prácticas tales como las postraciones, la circunvalación
positivas. El tercer aspecto, por último, consiste en actuar de estupas y templos, y la ofrenda de un mandala con la uti­
en provecho de los demás, algo que, en sí mismo, constitu­ lización de un plato y arroz, son procesos físicos. En cam­
ye una forma de disciplina y de ética. bio, recitar plegarias, mantras, textos y suras son formas de
Así pues, la primera de estas categorías, la dimensión acumular mérito a través de la palabra. Por útimo, los dis­
prohibitiva de la moral que nos invita a abandonar o renun­ tintos tipos de meditación que desarrollan la fe, la compa­
ciar a las actividades que sabemos nocivas para nuestra sión y la experiencia de la vacuidad de la mente, se asocian
práctica espiritual, para nosotros mismos o para los demás, al progreso de la persona en el camino que conduce a la ilu­
es común a los tres vehículos (al camino del shravka, del minación. Todo esto representa el florecimiento de este se­
pratyekabuda y del bodhisattva), porque todos ellos enfati­ gundo aspecto de la moral que, si bien se halla parcialmen­
zan una moral que considera ciertas actividades como noci­ te presente en el Hinayana, sólo alcanza su expresión más
vas para nuestro desarrollo espiritual y que obstaculizan plena dentro del contexto del Mahayana.
también nuestra capacidad de ayudar a los demás. Es preci­ El tercer aspecto de la moral-que se refiere a la necesi­
samente por ello por lo que esta faceta aspira a erradicar dad de actuar en beneficio de los demás- apenas si se halla
este tipo de acciones. presente en el nivel del shravaka y, en este sentido, no. deja
El segundo aspecto de la moral y de la ética, centrada en de ser una experiencia y un enfoque exclusivamente perso­
el cultivo de las cualidades positivas y en el uso positivo de nal al desarrollo espiritual. Así pues, aunque el pratyekabu­
nuestras facultades, sólo se halla parcialmente presente en da posea una capacidad limitada para realizar milagros o
el nivel Hinayana y en Jos caminos del shravaka y del prat­ ejercer algún tipo de influencia espiritual sobre los demás,
yekabuda. En este sentido, el Hinayana únicamente subraya sólo en el camino Mahayana del bodhisattva encontramos

)Q 29
)
Fundamentos del Budismo Tibetano Los tres vehículos

referencias explícitas concretas a prácticas tales como los biendo el néctar de conciencia representado por la comida.
Este proceso meditativo permite que el simple acto de ali­
seis paramitas, es decir, los métodos de que dispone el prac­
ticante del Mahayana para expresar su compromiso a través mentnos adquiera un significado mucho más profundo,
) de una práctica espiritual que resulte beneficiosa para nues­ provechoso y útil para desarrollar nuestro mérito y profun­
\ tros semejantes. Esto es algo que el Mahayana no sólo su­ dizar nuestra conciencia. Al finalizar la comida tiene luaar
b

giere y alienta de manera tácita, sino que llega a establecer­ la entrega del mérito y de la virtud.
lo muy explícitamente y todavía se manifiesta de un modo El Vajrayana se sirve de cualquier aspecto de la vida co­
)
más evidente en el Vajrayana en tanto que extensión del ve­ tidiana, hasta el punto de que existe incluso una técnica Vaj­
) hículo superior. rayana relativa al acto de orinar, en cuyo caso, nos visualiza­
) Por ejemplo, denro del ámbito del Mahayana, el simple mos en la forma de Chenrezig (sPyan.ras.gzigs) conocida
acto de comer posee un gran significado espiritual. Antes de cono Kasarpani y visualizamos cómo la orina sle de nues­
)
comer, los practicantes del Mahayana ofrecemos los ali­ tro cuel o en forma de un lujo de néctar, la conciencia que
) ?
mentos que estamos a punto de ingerir a nuestros maestros compartimos con los pretas y otros seres que no han sido lo
\
espirituales y a las tres joyas y, del mismo modo, la comida suficientemente afortunados cono para poder conectar di­
) finaliza con la entrega de la virtud y del mérito de las ofren­ rectamente con las enseñanzas. Este proceso nos permite es­
das y de toda la práctica al beneficio de todos los seres, algo tablecer contacto mediante un acto biológico muy sencillo al
)
que resulta especialmente patente en el caso de una comida que el Vajrayana atribuye un signiicado muy profundo.
8 Los occidentales no están familiarizados con este tipo de
ofrecida en beneicio de una deidad o de un maestro. En
) cualquiera de los casos, sin embargo, el Mahayana siempre enfoque pero, en el Tibet, no es infrecuente apelar a este
) subraya la necesidad de compartir el mérito de cualquier tipo de técnicas para acometer los actos más cotidianos. Por

alimento que ingiramos. ejemplo, al encender el fuego por la mañana para preparar
)
Pero el Vajrayana o visión tántrica todavía atribuye una una taza de té, el practicante tántrico visualiza el fueao
) cono Vajrasattva y el combustible como los oscurecimie ­
'¡ importancia mayor a algo tan sencillo como ingerir una co­ �
J
mida. Existe un proceso conocido como ganachakra inte­ tos y negatividades, tanto nuestros cono de todos los seres
) rior (o comida interior vajra), en la que nos identificamos que se ven así purificados y luego recita el nantra de Vajra�

con un yi a2 y meditamos en la transformación del alimen­ sattva mientras enciende el fuego.


¡
to ingerido en un néctar de conciencia. En tal caso, medita­ No hay acto que carezca de sentido para los practicantes
)
mos en nosotros en forma de divinidad y mantenemos lo del Mahayana y del Vajrayana. La combinación entre la mo­
)
que se denomina orgullo divino, es decir, la identificación tivación Mahayana y las técnicas concretas del Vajrayana
con la divinidad, para lo cual visualizamos a nuestro guru acaba convirtiendo todos y cada uno de los actos de nuestra
en el chakra de la garganta, nuestras oras divinidades me­ vida cotidiana en una situación virtuosa e impregnada de es­
ditativas en el chakra del corazón, y las dakinis y protecto­ piritualidad que nos permite practicar los tres vehículos. El
res del linaje del dharma en el chak.ra del ombligo. Todos esfuerzo personal está destinado al desarrollo de un estilo
los mandalas de las tres raíces reciben las ofrendas absor- de vida que no resulte dañino para los demás, evitando ma-

30 31
---

Fundamentos del Budismo Tibetano os tres vehículos

lhr, iobht, imcélirh. É klh is ukh jhkiliklhciók dil ilijiklo gikhkdo il ciclo di iinhcijiiklos. Cuhlnuiii ikminmo di iih­
Hinhyhnh di kuiklih prácmich. El dikhŸollo di lh li y di lh lizhi lh ilujikhciók cojplimh hspirh h mihscikdir lhk mimimh­
devoción hhcih lhs lris joyhk dil Budh, il Dhhimh y il ciokik di lh fijhciók hl yo o igo. Por illo is lhk ijporlakli
takghh, y hhcia lhk liis ihícik dil guru, lhs divi’idhdis ji­ lh jidilhción di Chiniizig, ukh jidilhciók di ispíutlu Mh­
dilhlivhs y los proticloiik dil dhaijh; lhs plighiihk y kúpli­ hhyhkh, piio nui hpilh h unh léckich Vhjihyhnh, nui no kólo
chk h ismhk luikmik di iilugio; lhk plighuihk y kúplicak h piilindi hlinlhr cuhlidhdis posilivhk, cojo il hjoi y lh
kuislio yidhj; mhk oliikdhk dil jhkdhlh y lhs poklihciokis cojphkión poi mos dijrk, siko nui mhjbiék hkpirh h iliji­
nui mmivhmos h chbo parh puuificnos y hlikmhi il jéiimo y nhi lh fijhciók hl igo. Ek iklh jidilhción chjbihjok il ik­
il dikhiiollo di lh conciincih, si hhŠlak ik il conlixmo lhklo fonui disdi il yo hhklh lh fotjh di lh divikidhd cojo phso
del Mhhhyhnh cojo dil Vhjihyhkh, dipikdiindo di lh téc­ ikliumidio hhcih lh lihscikdikcih fikhl di modh idinlifich­
kich concielh nui islijok ulilizhkdo. ción, hhklh nui llighjos h lihkcikdii lhk lijilhciokik dil )
Ek ismi kivil di lh pirclich iikullh ispicihljinli ijpot­ igo y nok hdikmihjok in lh ixpiiiikcih di lh nhluihlizh úl­
mhnli im dikhriomlo dil hjoi y lh cojphsiók hhcih lodok los lijh dil yo, lh hukincih di idinlidhd dil yo. sh iicilhción
kiiis, hmgo nui si vi rilorzhdo cuhkdo mok cokkidiihjos dil jhntth OM MANI PADME HUNG, uko di lok jhklrhk
c“jo kuismrhk jhdris (dibido h lhk cokixiokik wáijichk di jrs úlilik dil camiko mrnliico, y il uko di lh visuhlizhción
ixislincihs hkliiioiik nui nok ligak h illok). I,.h cokciikcih in los islhdos di hbkoiciók jidilhlivh son juy ijpoithklik
di lh nhluihlizh ikikcihljinli positivh di ikth cokixiók hn­ phih libiihr h lh jikli di lh kicikidhd di hcluht in lunciók
­irioi y lh cokciikcih di lh igkoihncih nui ginirhn lh dishi­
)
di los diclhdok dil igo y di ixpiiiminthi lhk coshk cojo
jokíh, mh coklukiók y lh kiphihciók iklii los kirik, cokkli­ hlgo real.
luyik il lundhjinlo dil nui ki dirivh mh cojphkiók dil Exiklik liik hspicmos ik il Mhhhyhkh y im Vhjrhyhnh nui
Mhhhyhnh. El Mhhhyhkh lhjbiék kubihyh lh nicikidhd di dibijok likii juy in cuinlh h lh hoih di ijpiikdii lh
nui nuislio isluiizo sih lo jrk piovichoko pokibli pauh lok pirclich: il infonui con nui hboidhmos lh pirclich, lh léc­
dijrk ik cuhlnuiii kiluhción. Hhkth cuhndo líkichjikli no nich conciilh di jidithción con lh nui jhnlikijos y dikh­
podhjs ¤er di gihk hyudh, il hjoi, lh cojphkión y lhk hk­ iuollhjok isi inlonui, y lh cokduclh o hclividhd conciilh
piihcionis pokilivhs hhcih lok dijás coksmiluyik un fhcloi projovidh poi il jodo in nui rihlizhjok o ixpiiijiklh­
muy ijporlhnli. Cuhlnuiii iklikmo di dishitollhr il hlmtuik­ jos ish hclividhd in mh vidh comidihkh. Ek mok nivilis Mh­
jo in nosolros y di jhkilislhrlo ik lh hclividhd lísich o ik jhyhkh y Vhjihyhnh, lh vikiók cooriclh cokkikli ik lh ixpi­
lh hkpiihciók h bikificihi h lok dijrk ik, dikdi lh piikpicli­ uiincih diiiclh di lh khluihlizh úmlijh di mh jikli, yh nui
)
va di lh pirclich dil Mahhyhkh in giniihl, y dil Vhjihyhkh, kólo ik isi kivil podijos dicii nui hlguiik hh iihlizhdo
in phrlicul�, ixmihoidinrihjikli ijpoilhkli. cojplilhjinli lh vikión dil vihículo kupiiioi y, jiiklihk
El dinomikhdoi cojún dim infikilo piociko di iinhci­ kólo ixismh unh iihlizhciók phrcihl, hhbmhjok di ukh coj­
miinlok kucikivok is im conciplo di "yo", ik dicii, di lh piinkiók phrcihm di lh visiók.
minli y il ikdividuo iklikdidok cojo hlgo iihl y sólido. sh gikli suili dicii nui ixisli unh gihn difitikcih iklii
É kli is, h lin di cuiklhk, il cokciplo nui ouiginó y kigui ooi- mhk vikionik occidinlhl y oriiklhl dil jukdo hunnui, ik iih-

32 33
\

Fundamentos del Budismo Tibetano os tres vehículos

lidad, la diferencia existente entre las visiones secular y es­ A pesar de todo ello, sin embargo, debemos atravesar este
) piritual del mundo es mucho mayor. Poco importa, desde proceso de sentnos a examinar la mente y examinar nues­
) esta perspectiva, que procedamos de una cultura oriental u tra experiencia para ver lo que realmente está sucediendo.
occidental porque, si no comprendemos el concepto de kar­ ¿Qué es, en este sentido, lo que ocurre? Sólo este tipo de
ma, la nuestra será, independientemente de nuestro origen abordaje puede permitirnos lograr alguna comprensión sig­
geográfico, una visión mundana. En su inmensa mayoría, nificativa que, aunque no se trate de la iluminación total,
por ejemplo, los occidentales, tienen grandes dudas sobre la pueda proporcionnos alguna vislumbre al respecto.
) naturaleza de la mente, es decir, sobre su existencia o ine­ Tengamos en cuenta que solemos prestar muy poca aten­
) xistencia última. Los occidentales también parecen cuestio­ ción a nuestra mente y que todavía la dejamos menos en re­
nar la idea de existencias anteriores o futuras y la continui­ poso para experimentar su verdadera naturaleza. Y con ello
)
dad de la mente de una existencia a otra, y también existe la no me refiero simplemente a no ver nada, porque, para que
) tendencia a centrarse exclusivamente en este plano, es decir, la meditación sea eficaz, la mente debe permanecer alerta,
) en esta vida, como si fuera la realidad última y operar, en consciente y con una chispa de conciencia inteligente. Poco
) consecuencia, desde esta premisa. Pero los orientales que no a poco vamos aprendiendo así más cosas sobre la naturale­
han recibido un adecuado entrenamiento espiritual y no se za de la mente y sobre la inmortalidad de la mente tanto
)
han desarrollado a través de la práctica del dhfia no son, dentro como fuera de sí misma, una inmortalidad que tras­
)
en este sentido, muy diferentes. Así pues, no estamos ha­ ciende sus proyecciones concretas, como el cuerpo físico.
blando tanto de las diferencias existentes entre Oriente y Pero la comprensión de la continuidad entre una vida y la si­
Occidente como de las diferencias existentes entre la visión guiente todavía nos mantiene atrapados en un marco relati­

J mundana y la visión trascendente o espiritual. Independien­ vo de referencia, y la aparente solidez del cuerpo físico aún
temente de que procedamos de Oriente o de Occidente, el nos permite hacer un buen uso de él. Puesto que la mente
) desarrollo de una visión espiritual del mundo que sea capaz proseguirá después de la muerte del cuerpo físico y experi­
) de ver mas allá de las limitaciones dimensionales puede ser­ mentará algún otro estado, parece razonable que, si en esta
) nos de mucha utilidad. vida nos preocupamos por la felicidad y la plenitud, tam­
Quisiera ahora describir brevemente la naturaleza de la bién estaremos preocupados, en futuras existencias, por las
)
mente señalando que su capacidad de conocer es vacía, pero mismas cosas. Queremos asegurarnos de que la experiencia
)
luminosa y continua y dinámica en sus manifestaciones continua de la mente sea tan feliz, satisfactoria y beneficio­
} como conocimiento o conciencia. Pero es evidente que esto sa como sea posible, lo que nos proporcionará un funda­
) es algo que deberemos corroborar por nosotros mismos a mento para tomar, en nuestra vida actual, decisiones mora­
través de nuestra experiencia personal una vez que hayamos les y considerar si tal acción es virtuosa o benéfica o, por el
comprendido estas ideas. Tenemos, pues, que sentanos a contrario, no virtuosa o dañina.
observar la mente. ¿Hay acaso algo allí? En última instan­ La comprensión de la vacuidad de la mente nos ayuda a
cia, obviamente, la búsqueda resultará infructuosa y no en­ empezar a entender la vacuidad de todos los fenómenos y
contraremos nada, porque no existe cosa tal como la mente. de todas las experiencias como algo que emerge en la nen-

34 35
1�

Fundamentos del Budismo Tibetano Los tres vehículos

te. Lo que tendemos a hacer ahora mismo con la visión cían de los demás. Unos son ricos y otros pobres, unos sa­
mundana y ordinaria es considerar este cuerpo, esta vida y nos y otros enfermos, aspectos individuales del karma todos
)
este estado de la existencia como la realidad última. Pensa­ ellos, que se convierten en experiencias meramente perso­
mos que todo es, en sí mismo, real y sólido, y vivimos nues­ nales porque son el resultado de tendencias que hemos
tra vida desde esta perspectiva. La meditación, sin embargo, desarrollado individualmente.
nos ayuda a dnos cuenta de la realidad relativa y de la fal­ En última instancia, lo que ahora estamos experimentan­
ta de realidad esencial de todo lo que experimentamos. En­ do es una ilusión muy semejante a un sueño. Cuando nos
tonces empezamos a entender que el cuerpo físico es el re­ vamos a dormir y soñamos, experimentamos el sueño como
sultado de ciertas tendencias kármicas que han madurado en algo muy real, poblado de formas que vemos y de sonidos
la conciencia individual hasta llegar a producir la experien­ que oímos. En el sueño nos relacionamos con cosas que le
cia temporal de algo tan sólido como el cuerpo físico. Pero transmiten una cierta coherencia intena pero, cuando des­ )
el cuerpo no es eteno, ya que envejece, muere y acaba des­ pertamos, todo ello se desvanece y nadie sigue aribuyéndo­
componiéndose. le realidad. Del mismo modo, todo lo que experimentamos,
De manera parecida, todo lo que ahora experimentamos tanto colectiva como individualmente, posee la isma cua­
)
carece de realidad y de estabilidad últimas, porque la cuali­ lidad que un sueño porque, cuando morimos, todas las ex­ )
dad de las proyecciones que emergen en la mente es la im­ periencias que hayamos tenido en esta vida se desvanecen y
permanencia, el cambio y el flujo continuo, y ahí no hay quedan atrás, exactamente igual que cuando despertamos de
.,
)
'1 nada que sea igual a otra cosa, porque no existe nada que un sueño .
8; siga siendo lo mismo. Una vez que empezamos a Esta provisionalidad es algo que también se manif
iesta
1'
,1 expeimentar esto nos damos cuenta de la naturaleza oniroi­ en el nivel de la conciencia individual, en las emociones de )
¡· de e ilusoria de todas las experiencias y de todos los fen6­ la pasión, la agresividad, la estupidez, el orgullo, los celos y
menos. El cuerpo físico del universo es una mera apariencia la codicia que brotan de continuo en nuestra mente y a nin­
temporal que se nos aparece unida como resultado de cau­ guna de las cuales podemos considerar esencialmente real.
sas y condiciones muy diversas pero, en última instancia, no La mente se halla en un continuo proceso de cambio e ines­
)
existe ciertamente nada a lo que podamos atribuir realidad tabilidad, y en ella no dejan de emerger y desvanecerse todo

,,,. 8 · )
independiente última. tipo de pautas emocionales, pensaientos y conceptos .
l. Este proceso kármico posee un aspecto colectivo, por­ Conviene, sin embargo, profundizar en este punto porque,
1
que los seres humanos nos hallamos dentro del mismo do­ si todas estas cosas fueran intrínsecamente reales, no nos
minio de la experiencia y compartimos ciertos elementos. quedaría espacio alguno en que movenos. Es precisamente
)
Así pues, todos vemos y experimentamos el mismo entono la irrealidad esencial de todas esas ideas, emociones y cir­
físico de rocas, árboles, ríos, etcétera, porque compartimos cunstancias la que nos permite operar con ellas.
cieto karma común y, en este mismo sentido, compartimos En este sentido, la práctica del dharma nos permite cam­
una visión relativamente coherente del universo. Pero todos biar el modo como experimentamos las cosas ya que, pues­
tenemos también experiencias individuales que nos diferen-
)
to que carecen de realidad última, no hay razón alguna para

37
í Fundamentos del Budismo Tibetano os tres vehículos

seguir sometidos a esos aspectos de la experiencia. La prác­ completamente libres o que no debamos respetar las pautas

\ tica del dharma, en suma, nos permite disfrutar de los bene­ relativas en que nos hallamos atrapados porque, a pesar de
ficios derivados de asumir el control de nuestra experiencia todo, el proceso kármico sigue hallándose presente. De he­
personal. cho, mientras nuestra realización no nos permita trascender
Si prestamos atención al mundo que nos rodea no tardare­ las limitaciones del proceso kárico, el esfuerzo para desa­
mos en damos cuenta de que no hay en él hay nada estable y rrollamos y purificnos, ya sea física, verbal o mentalmen­
de que las cosas se mueven siempre en ciclos. Si considera­ te, seguirá siendo extraordinariamente importante. Así que,
)
mos, por ejemplo, el caso del agua, advertiremos un flujo in­ auque sigamos operando dentro de un marco de referencia
) terminable de ríos y arroyos que desembocan en los océanos relativo, podemos controlar las cosas hasta cierto punto
) que nunca se desbordan, porque el agua acaba reconducién­ para que nuestra experiencia de ese proceso sea lo más po­
) dose por distintos medios hasta llegar a brotar nuevamente en sitiva posible. Entonces nuestra mente avanzará de una feli­
la superficie de la tierra. Es por esto por lo que, por. más ma­ cidad a otra felicidad mayor, y de una plenitud a otra toda­
)
nantiales, géiseres, fuentes, etcétera, que haya, el agua que vía mayor, debido a nuestro uso diestro y a nuestro respeto
}
procede de debajo de la tierra parece inagotable. hacia las limitaciones impuestas por el karma.
) También podemos advertir este proceso interminable de
) cambio e impenanencia en el ámbito individual. Intermi­

8 nables son también, por ejemplo, los pensamientos y emo­ Preguntas


ciones que brotan en nuestra mente y las palabras que pode­
mos llegar a expresar. Todas esas cosas no son, en modo De todo lo dicho parece que el camino Hinayana es li­
) alguno, fijas o limitadas, sino que son inagotables, lo que mitado mientras que el Va}rayana, por su parte, es comple
­
1 evidencia su impenanencia esencial y la ausencia funda­ to. ¿Ha habido controversias o conflictos en tono a este
mental de realidad última. punto?
)
¿Por qué debemos llevar a cabo esta investigación? Por­ Aunque no dispongamos de datos fiables al respecto, po­
que nos proporciona una visión más amplia y nos ayuda a demos remitimos, no obstante, al desarrollo histórico del
no estar tan identificados con esta vida, con esta realidad budismo para ilustrar los problemas con los que, en ocasio­
) concreta, ·con este cuerpo físico concreto y con este yo con­ nes, nos encontramos al exponer los diferentes niveles de

) creto. Los beneicios que se derivan de afloj ar los vínculos las enseñanzas. El budismo original era fundamentalmente
del apego que nos mantiene atados a las cosas como algo Hinayana, y solía girar en tono al modelo del monje y el ar­
sólido y real, facilitan y promueven la eficacia de cualquier hat. Cuando el Buda empezó a impartir su enseñanza sobre
tipo de meditación y de cualquier tipo de disciplina mental. el shunyata y la vacuidad de todos los fenómenos, la gente
Además, la experiencia personal de sufrimiento y de con­ se tapaba los oídos para no escucharla, porque resultaba
flicto empieza también a disiparse cuando disminuye nues­ amenazadora para su visión del mundo. Eran enseñanzas
tra identificación ingenua con las cosas como si se trataran tan profundas que sencillamente no podían aceptarlas y, en
de realidades últimas. Con ello no quiero decir que seamos consecuencia, se negaban a escucharlas.

38
39
Fundamentos del Budismo Tibetano os tres vehículos

Yo no creo que esto tenga necesariamente que suponer dnentos. Es precisamente esta vacuidad y el hecho de que
ningún conflicto en los Estados Unidos, porque uno puede no baya nada en ella lo que le permite impregnar, lo com­
ser granjero y llevar a cabo su trabajo sin mayores problemas. prendamos conscientemente o no, todos los aspectos de la
A usted le gusta su trabajo y le parece muy adecuado, y es así experiencia. La dimensión dinámica de la mente le permite
como se gana la vida, por más que sepa que existen pilotos de experimentarlo todo y recordar también, nos demos o no
avión, taxistas, médicos, abogados, etcétera. En el ámbito es­ cuenta de ello, acontecimientos pretéritos. Por más que así
piritual uno también debe hacer lo que quiera. Todo el mun­ lo creamos, la mente no se halla limitada al momento pre­
do puede saber lo que hacen los demás, pero lo más adecua­ sente.
do es que cada uno haga -lo mejor que pueda- lo que cree En la medida en que vamos desarrollando la experiencia
que tiene que hacer. No debería supo.er ningún problema el de la naturaleza vacía de la mente que todo lo impregna, ad­
que cada uno hiciese lo que crea que tiene que hacer. vertimos que no es nada diferente de la mente que experi­ )
La tradición tibetana incluye los tres vehículos·. Por una mentamos en este mismo instante, y su alcance empieza
parte, existe una tradición monástica en la que el practican­ también a expandirse, como lo hace también nuestra memo­
)
te viste hábitos y subraya la disciplina moral y los votos de ria y nuestra capacidad para ver el futuro y el pasado. Esto
la liberación personal (lo que concuerda perfectamente con es algo que podemos advertir durante el proceso de la medi­
el camino Hinayana), pero también enfatiza la importancia tación, en donde nuestra conciencia no sólo se amplía hacia
de la bodhicítta y de los votos y la actividad del bodhisattva el pasado, sino en todas direcciones. Lejos de ser una men­ )
(lo que concuerda perfectamente con el camino Mahayana), te en blanco, la experiencia del buda plenamente iluminado
y también dispone, por último, de una tradición tántrica supone una amplificación de lo que ahora mismo estamos
muy rica que subraya la importancia de las iniciaciones, de experimentando. La conciencia del nivel búdico es mucho
las enseñanzas del Vajrayana y de las distintas técnicas de mayor que nuestra conciencia actual; es una conciencia lite­
meditación a las que pueden apelar los interesados. Así ralmente consciente de todo, por ello precisamente habla­
pues, la visión proporcionada por el budismo tibetano no mos de omnisciencia.
nos obliga a elegir una de las tres vías, sino que aspira a in­ A un nivel práctico existen signos de que tal cosa está
tegrarlas todas. empezando a suceder, signos de que el alcance de la mente
empieza a expandirse, por ello se dice que el bodhisattva del
¿Podría hablamos de la memoria, no sólo de la memoria primer nivel no sólo ve con los ojos, sino que también oye
a corto plazo, sino también de la memoria de vidas anterio­ con los ojos, paladea con los ojos, palpa y siente con los
res ? ¿ Cuál es la relación que existe entre la mente y el cuer­ ojos, huele con los ojos y hasta piensa con los ojos. Y el he­
po? ¿Hay algo almacenado en el cuerpo? ¿Es la conciencia cho de que un determinado sendero de la conciencia pueda
búdica algo más que una mente en blanco? ¿Incluye tam­ afectar a los demás se debe a que la mente empieza a ex­
bién pensamientos, recuerdos y procesos mentales? pandirse y que también aumenta su capacidad de expresión.
La memoia sólo es posible, aunque de un modo muy li­ Ello no impide que, a un nivel relativo en el que todavía
mitado, porque su naturaleza es vacía, luminosa y sin impe- nos hallemos sumidos en una visión ilusoria de las cosas, no

A\ j1
\
)
Fundamentos del Budismo Tibetano

haya circunstancias que contribuyan a que las cosas suce­


dan de cierto modo. La idea, por ejemplo, de que algunos
órganos constituyen el asiento de ciertas emociones, resulta
perfectamente admisible dentro de un contexto relativo,
pero no hay necesidad alguna de adscribirle realidad última.
En una determinada situación puede haber una configura­
ción de la estuctura psicofísica del organismo que señale la
existencia de algún tipo de vínculo entre el hígado y la ira,
) o entre el corazón y el deseo, pongamos por caso, pero ello 2. PRÁCTICAS PRELIMINARES
no debe llevanos a concluir que esa emoción provenga de
) ese órgano concreto. COMUNES
;onsideremos ahora, por ejemplo, el caso de una forma
)
inferior de vida, de un invertebrado como la sanguijuela ·u
. ) otro parásito del estilo, muy frecuentes en Asia y algunos, El significado literal del término tibetano ngondro
) por cierto, bastante grandes, que se arrastran por el suelo de (sngon.gro), utilizado para describir las prácticas preli­
) la jungla y atacan apenas perciben l a proximidad de un ani­ minares que sirven de acceso a la práctica del dharma, es
mal de sangre caliente. Si diseccionamos uno de estos seres el de "lo que antecede", "lo que precede", algo que se me
no advertiremos en ellos ningún sistema orgánico, sino que antoja parecido al hecho de conducir un coche, porque
sólo veremos un haz de tejido capaz de absorber sangre. mal podremos desplazarnos de un lado a otro si no dispo­
Pero, a pesar de que carezca de esqueleto y de sistema cir­ nemos antes de una superficie adecuada para movernos,
culatorio, respiratorio y digestivo, ese organismo, sin em: es decir, de una calzada. Y es que la idea de ngondro
bargo; está dotado de conciencia, porque tiene emociones y como práctica preliminar se refiere a la preparación del
puede sentir placer y dolor, deseo y fustración. En ese ni­ camino para que nuestra práctica del dharna pueda
vel, tan primitivo ¦ rudimentario comparado con el orga­ orientarse en la dirección correcta.
nismo humano, existe conciencia. Existen dos modalidades diferentes de prácticas preli­
inares: las comunes y las especiales.
¿Por qué los budas esperan miles de años para iluminar Las prácticas preliminares comunes se ocupan de la
a los arhats ? contemplación de lo que nosotros llamamos "los cuatro
Los budas siempre están iluminando a los arhats, pero pensamientos que cambian la mente", o sea, los cuatro pen­
éstos no están lo suficientemente purificados como para samientos que alejan a la mente de su implicación en el
darse cuenta de ello hasta después de mucho tiempo de ha­ samsara y la aproximan a la práctica del dharma. La com­
llarse en un determinado estado de conciencia. prensión y valoración continuas de estos cuatro pensa­
mientos, de estas cuatro contemplaciones, hace surgir en-la
mente el compromiso sincero con la práctica del dhrna

42 43
Fundamentos del Budismo Tibetano Prácticas preliminares comunes

porque, sin haber comprendido estas consideraciones preli­ miten experimentar el placer y no nos proporcionan la me­
minares, es imposible generar la motivación y sinceridad nor oportunidad de llevar a cabo una práctica espiritual.
necesarias para emprender la práctica del dharma. Estos Los otros cuatro estados condicionados pertenecen al
cuatro pensamientos no se hallan adscritos a ninguna es­ reino humano. El primero de ellos consiste en nacer en un
cuela budista, sino que pertenecen a todas las religiones y lugar al que todavía no haya llegado el dhama. El segundo
pueden ser encontrados en todas ellas, por ello estas prácti­ consiste en ser una persona que, pese a hallarse en un entor­
cas son conocidas como prácticas comunes u ordinarias. En no en el que existe el dharma, no valora ni respeta las ense­
la iconografía utilizada por la pintura cristiana, por ejem­ ñanzas espirituales. El tercero consiste en nacer en un kalpa,
plo, es posible advertir la presencia de calaveras y esquele­ es decir, en una era, en la que los budas no hayan aparecido.
los que simbolizan la mortalidad y la impermanencia, con­ Y el cuarto, por último, consiste en nacer con alguna afec­
ceptos que se hallan presentes en los sistemas religiosos y ción que merme nuestras facultades e impida la compren­
)
espirituales de todo el mundo, porque son características sión o recepción de las enseñanzas.
comunes y esenciales a todos ellos.
)
El ser humano que no haya nacido en uno de estos ocho
El primer pensamiento que orienta a la mente hacia el estados condicionados de la existencia goza de un estado de )
dharma consiste en el descubrimiento de que la existencia considerable libertad. La mente de quienes se hallan en los )
humana es preciosa, un estado que, en tibetan., se denomi­ reinos infenales, por ejemplo, experimenta la continua an­
)
na dal-jor (dal.' byor), lo que literalmente significa "libertad gustia del calor y del frío extremos, y se halla tan absorta en
y oportunidad difíciles de conseguir" y que indica que la esa experiencia agónica que no dispone de la posibilidad si­
existencia humana es preciosa porque nos proporciona cier­ quiera de ocuparse de la práctica espiritual.
tas oportunidades y libertades que resultan esenciales para Algo semejante sucede en el reino de los preta (es decir,
poder emprender la práctica espiritual. El término dal se re­ de los espíritus hambrientos), seres que sufren hambre, sed
fiere a un tipo de espacio o de libertad de las lirrútaciones, y todo tipo de privaciones, y cuya mente se halla continua­
mientras que jor, por su parte, significa oportunidad, es de­ mente atrapada en un sufrimiento tan intenso que tampoco
cir, algo muy positivo y abundante y de lo que podemos puede entrar en contacto con las enseñanzas espirituales ni
aprovechnos. valorarlas adecuadamente. )
La preciosa existencia humana nos libera de la necesidad o mismo podríamos decir también con respecto al rei­
de renacer en alguno de los ocho estados encadenados de la no animal aunque, en este caso, el factor limitador es la es­
existencia en los que no existe posibilidad alguna de practi­ tupidez de la mente animal, una mente que no está lo sufi­
car el dharma. Los tres primeros de esos estados se refieren cientemente desarrollada intelectualmente como para poder
al renacimiento en los tres dominios inferiores de la existen­ conectar con un maestro, recibir sus enseñanzas espirituales )
cia (el reino de los infienos, el reino de los espíritus ham­ e incorporarlas a su vida. Los animales carecen de la posi­
brientos y el reino de los animales), el cuarto consiste en re­ bilidad de encontrar un maestro espiritual, un buda o un
nacer en el reino de los dioses y los semidioses que, a pesar bodhisattva, pero no porque los maestros no traten de mani­
de ser estados superiores del samsara, únicamente nos per- festarse en ese reino, sino debido a la falta de sensibilidad )

jj 45
Fundamentos del Budismo Tibetano Prácticas preliminares comunes

generada por sus oscurecimientos kármicos. Así que esos forma, por su parte, los dioses se hallan en un estado de con­
) tres primeros estados encadenados o dificultosos son los ciencia no conceptual que impide que tenga lugar algo tan
) tres reinos inferiores de la existencia en el ciclo de los rena­ estructurado como una enseñanza espiritual. Es por ello por

) cimientos y, por las razones mencionadas, los seres que los lo que los dioses del reino del deseo, de la forma o de la no
pueblan carecen de la oportunidad de emprender la práctica forma no tienen ocasión de entrar en contacto con las ense­
del dharma y de desarrollarse. ñanzas del dharma.
) El siguiente reino de la existencia condicionada del que El siguiente estado mencionado en los textos tradiciona­
} hablan los textos es el de los dioses, seres que habitan en les es el de los bárbaros, es decir, el barbarismo espiritual

) tres reinos diferentes del samsara, el reino del deseo, el rei­ que actualmente asola a muchas regiones en las que resultan
no de la forma y el reino de la no forma. La trampa en que extraños los conceptos del dharma del Buda, ya sea porque
) todavía no han llegado hasta ellos o simplemente porque su
se hallan atrapados los dioses que pueblan el reino del deseo
) consiste en la disipación y distracción debidas a los. placeres práctica está prohibida.
) sensuales que experimentan como resultado de sus méritos En sexto lugar, los textos hablan también de quienes
) convencionales. Es cierto que esos seres pueden establecer mantienen puntos de vista conrarios
t a los del dharma y lo
contacto con las enseñanzas y hasta pueden encontrarse con rechazan, aun cuando vivan en lugares en los que puedan ac­
) ceder a las enseñanzas. En tal caso niegan cualquier idea re­
algo tan fundamental como "las cuaro nobles verdades" del
) dharma budista, que afrrman que todo lo compuesto está su­ lativa a la continuidad de la mente de una existencia a otra y
) jeto a descomposición, que todo lo que está sujeto a cambio rechazan también cualquier idea de causalidad, es decir, de

) origina sufrimiento y frustración, que los fenómenos están a relación que existe entre las acciones y la experiencia.
esencialmente vacíos y carecen de existencia última real, y El séptimo de los ocho estados condicionados consiste en
) haber nacido en un tiempo en el que los budas no han apare­
que el nirvana es lo único que puede ayudnos a trascender
) el sufrimiento y a alcanzar la paz verdadera. Es posible que cido. En el kalpa en que ahora vivimos, es decir, desde el mo­
un ser que se halle en el reino divino del deseo comprenda mento de la formación hasta la destrucción de nuestro mun­
y valore estas enseñanzas y piense:«Debería hacer algo a do, aparecerán mil budas, lo que significa que se rata de un
este respecto. Voy a comprometerme de verdad con la prác­ kalpa muy afortunado. A éste le seguirá un período de sesen­
) ta kalpas en el que no aparecerá ningún buda, después vendrá
tica del dharma», pero lo cierto es que no puede concentrar­
) se durante mucho tiempo y, al instante siguiente, su mente otro período en el que aparecerán los budas, luego setecientos
) vuelve a orientarse hacia algo placentero. kalpas en los que no aparecerá ningún buda y otro kalpa en
) Los dioses que pueblan el reino de la forma experimen­ que los budas volverán a aparecer. No existe garantía alguna
de que, entre una época y otra, aparezcan budas. Contempla­
) tan algo semejante al samadhi, pero no se trata de un estado
de iluminación eterno, sino de una especie de trance que, en do a escala cósmica, la aparición de budas que transmitan las
un determinado momento, concluye y acaba degenerando enseñanzas del dharma en cualquier época resulta un aconte­
en otra cosa. Por tanto, no hay aquí la comprensión intelec­ cimiento sumamente extraordinario, como también lo es que
tual necesaria para encontrar el dharma. En el reino de la no exista la palabra o hasta el mismo concepto de dharma.

46 j7
Fundamentos del Budismo Tibetano Prácticas preliminares comunes

El octavo tipo de existencia desfavorable tiene que ver Vajrayana, algo que no hacen todos los budas, puesto que
con algún tipo de afección o retraso en la propia existencia, algunos aparecen y no imparten enseñanzas.
como una disfunción sensorial (haber nacido ciego o sordo, La aparición y enseñanza del buda Shakyamuni va se­
por ejemplo) o mental (haber nacido sin la inteligencia ne­ guida de un período en el que sus enseñanzas se hallan pre­ )
cesaria para comprender y llevar a la práctica las enseñan­ sentes y gradualmente van desapareciendo. Luego seguirá
zas espirituales) que pveden diicultar y hasta imposibilitar un largo intervalo durante el cual no existirá ningún tipo de
la búsqueda del dharma. enseñanzas, hasta la aparición del próximo buda. La nuesra
Quienes gozamos de una existencia humana libre de los es una época en la que aparecerán mil budas y en la que las
ocho impedimentos que obstaculizan o limitan nuestra ca­ enseñanzas del buda Shakyanuni todavía tienen una trans­
pacidad para recibir y poner en práctica las enseñanzas dis­ misión viva, ya que son muchas las personas que siguen sus )
frutamos de lo que suele denominarse las ocho libertades enseñanzas y las transmiten con su ejemplo, personas cuyo )
asociadas al precioso renacimiento humano que nos permi­ compromiso con la enseñanza las convierte en un ejemplo
ten comprender y practicar las enseñanzas del dharma. vivo de la transmisión.
)
Pero, por más que disfrutemos de estas ocho libertades, ello Finalmente están la bondad y el apoyo que para nosoros )
no garantiza, no obstante, que lleguemos a establecer con­ supone la práctica de los demás, algo sumamente importan­ )
tacto con las enseñanzas y a practicarlas. Esto es algo a lo te, porque sin apoyo, tanto económico como moral, somos
que los textos se reieren cuando hablan de la existencia incapaces de practicar, por mejores que puedan ser nuestras
también de diez oportunidades -cinco de las cuales depen­ intenciones . Además del afecto y la bondad que puedan
)
den de los demás y las otras cinco de nosotros- que deben mostrar hacia nosotros, el interés y la práctica de quienes si­
hallarse presentes para poder conectar con las enseñanzas y guen con convicción las enseñanzas representa un apoyo re­ )
llegar a practicarlas. almente inestimable.
Ls primeras cinco oportunidades -que dependen de los Un ejemplo de este último punto puede verse contem­
demás- son las siguientes: la aparición de un buda, la ense­ plando la situación general desde mi primera visita a los Es­
ñanza que imparte el buda, el sostenimiento y duración de las tados Unidos que tuvo lugar en 1971, una época en la que
enseñanzas del buda, el seguimiento de las mismas por los había muchas personas interesadas en la práctica, pero care­
demás, y 1: bondad y el apoyo que para nosoros supone la cían de cualquier apoyo procedente del ámbito cultural cir­
práctica de nuestros semejantes. Pero ya hemos mencionado cundante. Hoy en día, pocos años más tarde, es fácil adver­
que son muchos los kalpas en los que los budas no aparecen, tir que el dharma goza de un mayor apoyo, puesto que son
épocas en las que no disponemos de las dos primeras oportu­ muchas las personas que participan en el programa de reti­ )
nidades puesto que, en ellas, las enseñanzas están ausentes y ros de tres años y tres meses, y hay incluso quienes pueden
no podremos establecer contacto con ellas. En nuestro caso emprenderlo sin disponer del dinero necesario gracias al
concreto, el buda Shakyamuni apareció en la India hace cien­ apoyo recibido de muchas personas, algo que hubiera sido
tos de años e impartió un amplio y profundo ciclo de ense­ impensable hace poco tiempo e ilusra claramente la impor­
ñanzas de los tres vehículos, el Hinayana, el Mahayana y el tancia del apoyo afectuoso y compasivo de los demás. To-

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Fundamentos del Budismo Tibetano Prácticas preliminares comunes
)

das estas oportunidades que se deivan de los demás son, en to, que consiste en la confianza y la atracción básicas hacia
)
suma, necesarias para cualquiera que desee aprovechar la las enseñanzas del dharma, algo de lo que podemos disfrutar
ocasión preciosa que supone la existencia humana. en el precioso estado del renacimiento humano.
Pero, por más que contemos con la ayuda de los demás, Sólo hablamos de preciosa existencia humana cuando se
todavía son necesarias otras oportunidades que se derivan hallan presentes los ocho estados de libertad y las diez opor­
de uno mismo. Nos estamos refiriendo ahora a las llamadas tunidades, algo de lo que disfrutan todos los que ahora mis­
) cinco oportunidades: haber tenido un renacimiento huma­ mo están leyendo este libro. Quizás creamos que, puesto
) no, haber nacido en lo que técnicamente se denomina una que existen miles de millones de seres en el mundo, después
tierra central, haber nacido con todas nuestras facultades in­ de morir probablemente asumamos un renacimiento huma­
)
tactas, llevar una vida que no nos permita caer en los extre­ no, pero lo cierto es que la existencia humana es tan extra­
}
mos kármicos o en callejones sin salida que nos alejen de ordinaria y preciosa que no tenemos, de ello, la menor ga­
' ) las enseñanzas, y tener fe y confianza en las enseñanzas del rantía.
p
dharma. Éstas son las cinco oportunidades que de enden de Hay varias formas de ilustrar la extraordinaria singulai­
nosotros mismos. dad de la preciosa existencia humana. El mismo Buda pro­
La primera de estas oportunidades nos ha permitido evi­ porcionó, en este sentido, algunos ejemplos que ilustran
tar las ocho existencias condicionadas o dificultosas y ha perfectamente a sus oyentes la extraordinaria infrecuencia
determinado nuestro renacimiento como seres· humanos en de esta oportunidad. En primer lugar, debemos tener en
este estado precioso de la existencia. Haber nacido en una cuenta la causa kármica que provocó nuestro renacimiento
tierra central significa haberlo hecho en un entono históri­ en este estado tan afortunado de la existencia. Sólo un largo
co o geográfico, como las regiones de la India en las que proceso de selección moral entre acciones no virtuosas y
apareció el Buda, o en cualquier otro lugar al que haya lle­ erróneas y entre acciones virtuosas y diestras nos permite
gado la enseñanza del dharma. Ustedes se encuentran en tal asentar un karma lo suicientemente positivo como para al­
) situación, porque viven en un país en el que se han difundi­ canzar el precioso renacimiento humano. Si contemplamos
) do o están difundiéndose las enseñanzas y que, desde el la gran diversidad de las formas que asume la vida no tarda­
punto de vista del dharma del Buda, ha pasado a ser una tie­ remos en advertir que son muy pocos los seres realmente
)
rra central. capaces de llevar a cabo este proceso de selección moral
) El tercer punto consiste en haber nacido con todos nues­ que les lleva a evitar las acciones negativas y dañinas, al
> tros sentidos intactos. El cuarto consiste en haber vivido una tiempo que alienta las virtuosas y positivas. Y, al ser tan po­
) vida que ho nos aleje del dharma sino que, muy al contrario, cos los que están desarrollando la causa, pocos serán tam­
nos aproxime a él. Esto significa no dedicarse exclusiva­ bién los que experimenten el correspondiente resultado.
)
mente, influido por los familiares o los amigos, a las cues­ En segundo lugar, conviene tener en cuenta el número de
tiones mundanas, sino mantener cierta sensibilidad hacia las seres que pueblan los distintos reinos, algo que el Buda tra­
enseñanzas del dharma. Pero, por más importante que sea tó de ilustrar comparando el número de seres del reino in­
� 1 todo esto, debe coexistir simultáneamente con el quinto pun- fernal con los átomos que hay en la tierra, el número de pre-

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Fundamentos del Budismo Tibetano Prácticas preliminares comunes

tas con los granos de arena de todos los lagos, océanos y sentado sobre ese tesoro sin saber qué hacer con él y murie­
íos del mundo y el número de animales con el de gotas de se tan pobre como había vivido. Eso sería malgastar una
lluvia o copos de nieve. Todo ello indica la enormidad del oportunidad. Se nos ha regalado un tesoro, sabemos que
número de seres que pueblan esos reinos, comparados con disponemos de él y también sabemos que, si no hacemos
los cuales el número de quienes habitan el reino humano re­ nada al respecto, acabaremos desperdiciándolo. Podemos
sulta relativamente desdeñable. hacer algo importante con nuestro desarrollo espiritual, po­
De hecho, los seres del reino humano que disfrutan de la demos tomar decisiones morales diferenciando entre las ac­
preciosa existencia humana son tan escasos que el Buda los ciones vituosas y las no virtuosas, y desarrollar una visión
comparaba a la aparición de las estrellas durante el día, algo y una realización penetrantes. Tenemos la capacidad poten­
que, si bien no es imposible, resulta sumamente improba­ cial de alcanzar la iluminación plena, el logro último de )
ble. Para ilustrar la extraordinaria singularidad de la precio­ nuestro propio bienestar y contribuir así al bienestar de los )
sa existencia humana, el Buda también solía utilizar otra demás. Una vez que valoramos adecuadamente la extraor­
metáfora, según la cual, la probabilidad de renacer como ser dinaria ocasión que nos proporciona el renacimiento huma­
humano es la misma de que dispondría una tortuga ciega no podremos desarrollar la motivación de realizar este po­
que viviese en el fondo de un océano que cubriera la totali­ tencial a través de la práctica del dharma.
dad de la tiera y sólo saliera a la supeficie l:lna vez cada En tanto que seres humanos, solemos creer ingenuamen­
cien años, de acertar a introducir, al emerger, su cabeza por te que las cosas que nos rodean son estables, sólidas y eter­ )
el hueco de un aro de madera que flotase a la deriva. Ésa no nas. La segunda práctica preliminar consiste en cobrar con­
deja de ser una posibilidad, aunque ciertamente improbabi­ ciencia de la muerte, del cambio y de la impermanencia de
lísina, tan improbable como la que supone la preciosa exis­ todas las facetas de nuestra experiencia. )
tencia humana. Esto puede ser considerado a varios niveles diferentes.
Es por ello por lo que la primera práctica preliminar con­ Podemos adoptar un punto de vista cósmico y considerar
siste en reconocer y valorar en su justa medida la preciosa que, si bien el mundo en que vivimos parece sólido, acaba­
existencia humana y la extraordinaria oportunidad que nos rá destruido a través del fuego, el agua y los demás elemen­
proporciona para practicar el dharma y desarrollnos espiri­ tos. A escala cósmica, pues, hay motivos para concluir que
tualmente. Es ingenuo esperar que una coyuntura n favora­ nada es eteno.
ble se repita de continuo. Además, la vida es muy breve. Si También podemos ver nuestra experiencia anual del ci­
tenemos· en cuenta todas estas cosas no tardaremos en dnos clo estacional, en donde la primavera da paso al verano y el
cuenta de la necesidad de aprovechar la oportunidad que nos otoño al invieno, en un ciclo interminable que se halla en
proporciona la preciosa existencia humana para realizar ple­ proceso de cambio continuo.
namente todas las potencialidades de nuestro ser. Tampoco hay nada que permanezca estable en el ámbito
Desaprovechar esta extraordinaria ocasión sería un au­ de la vida cotidiana, nada que sea constante, nada que siga
téntico despilfarro, como si un pobre al que le hubiesen re­ siendo lo mismo. Nos levantamos al alba, luego viene la
galado un quintal de oro permaneciese el resto de su vida mañana, después el mediodía y luego la tarde, el anochecer

52 53
)
� .

Fundamentos del Budismo Tibetano Prácticas preliminares comunes

y la noche. Podemos sennos, coger un reloj y escuchar el Más pronto o más tarde, todos moriremos, y la experien­
tic-tac instante tras instante, y nos daremos cuenta de que cia de la muerte resulta muy traumática. Si no aprovecha­
todo lo que experimentamos está inexorablemente sometido mos adecuadamente esta vida para practicar el dharma, par­
al cambio y a la inestabilidad. te de nuestro sufrimiento y dolor aflorarán cuando, en
Sin embargo, lo más significativo, desde nuestro punto nuestro lecho de muerte, reconozcamos la oportunidad per­
de vista es que podemos dnos cuenta del modo como dida. Entonces pensaremos: «Ojalá hubiera practicado
) nuestra vida va acortándose segundo a segundo, minuto a cuando podía hacerlo y no lo hubiera dejado para más tarde.
) minuto y día a día. No hay modo de poner fin a ese proceso, Ahora ya no dispongo de tiempo». La muerte llega en el
un proceso inte�nable de cambio e impermanencia que momento más inesperado, no hay modo de preverla y de re­
afecta a todo lo que experimentamos, incluida nuestra vida. cuperar el tiempo perdido por nuestra desidia. Si no quere­
) Todo el que ha nacido, todo el que nace y todo el que na­ mos acabar lamentándonos, debemos aprovechar la oportu­
) cerá en este reino están abocados a la muete. Asf son las co­ nidad cuando realmente disponemos de ella.
sas. Todo lo que nace está condenado a. morir y nosotros no Si se diera el caso de que, por hablar u oír habla˜ de la.
)
somos, en este sentido, en absoluto diferentes. Vivimos en muerte y de la impermanencia, nuestra vida se acortase, ha­
) un reino en el que la duración de la vida no es algo fijo y de­ bría una excusa para no pensar en ella, pero lo cierto es que,
) terminado. Los seres humanos mueren a cu�lquier edad. pensemos o no en la muerte, estamos condenados a morir y,
) Hay niños que nacen muertos, otros que mueren durante la pensemos o no en la impermanencia de las cosas, las cosas
infancia; hay quienes mueren en la juventud, mientras que seguirán siendo impermanentes. Si somos conscientes de
} otros lo hacen en la madurez o la vejez. No existe, en este ello, podemos desarrollar una conciencia que nos compro­
) sentido, la menor certeza. meta con la práctica para que, cuando inevitablemente de­
) No hay nadie que pueda decir: «yo viviré hasta tal edad» bamos morir, podamos acercnos a la muete con la mejor
y garantizarlo. Nosotros comprendemos el don precioso de de las actitudes. En tal caso, pensaremos: «Bueno, l o cierto
)
que gozamos como seres humanos, pero ignoramos cuánto es que no he desperdiciado mi vida, ya que he hecho con
)
tiempo durará esta oportunidad. Esto es algo que debería­ ella algo postivo y me ha permitido acumular mucha vir­
) mos tener muy en cuenta si queremos aprovechar esta oca­ tud». No estamos condenados a aproximnos a la muerte
) sión extraordinaria; sólo entonces nos serviremos diestra­ con ningún tipo de remordimientos.
mente de ella para practicar el dharma. El tercero de los preliminares comunes es el concepto de
)
Milarepa resumió perfectamente los beneficios que se karma, es decir, la relación causal que vincula las acciones
) derivan de la comprensión de las implicaciones de la con la experiencia, un concepto tan esencial para la com­
impermanencia con las siguientes palabras: «Fue el miedo prensión del dharma budista que el mismo Buda l• conside­
a la muerte el que me llevó hasta las montañas. Medité ró como la esencia de todas sus enseñanzas. Con respecto a
largamente sobre la muerte y la impermanencia hasta que este punto concreto, el Buda dijo: «Cuando se ha estableci­
) realicé el estado inmortal de i mente. Ahora ya no temo a do una tendencia kármica, no se desvanecerá jamás, ni en
la muerte». un millón de kalpas. Luego, en el momento concreto en que

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Fundamentos del Budismo Tibetano Práctics preliminares comunes

se constelen las condiciones necesarias, madurará y se con­ te el nivel de arhat y convirtiéndose en un santo del camino
vertirá en experiencia». El proceso kármico es tan inexora­ Hinayana. Comprensiblemente, todo el mundo sentía una
ble que no podemos esperar, en modo alguno, que nuestro gran curiosidad, debido a las singulares circunstancias de su
karma desaparezca y no debamos tenerlo en cuenta. nacimiento y a su rápido progreso espiritual, de modo que le
Es muy importante entender cómo funciona el proceso pidieron a Buda que les explicase las causas kricas que
kámúco, porque se trata de un aspecto crucial de nuestra habían originado tan excepcional renacimiento.
experiencia. Examinemos ahora unos pocos aspectos gene­ El Buda explicó entonces que mucho, mucho tiempo
rales del proceso kármico, aunque quienes estén interesados atrás, había vivido un rico mercader que tenía una gema
en una descripción más exhaustiva harían bien en consultar muy valiosa engarzada en un hermoso pendiente. En uno de
Jewel onament of liberation, de Gampopa, y mi librito The sus viajes, acertó a pasar por un lugar en el que se estaba eri­ )
writings oj Kalu Rinpoche, en donde se trata del karma de giendo una stupa, o monumento dedicado a un determinado )
un modo razonablemente completo aunque conciso. buda, y se sintió tan inspirado por la fe que decidió financiar
Para comenzar, deberíamos decir que el karma posee dos el proyecto, para lo cual entregó la hermosa joya a quienes
facetas, una colectiva y otra individual. Todos nosoros he­ estaban trabajando en la stupa, un sencillo acto de generosi­
mos renacido como humanos en este reino concreto, de dad y fe cuyo mérito asentó una poderosa tendencia kármi­
modo que compartimos ciertos elementos de! karma. Así ca. Es por ello por lo que, al cabo de un largo período de
pues, existe una parte de nuestra experiencia humana �n tiempo, su mente renació como ser humano y como dios,
este reino que se debe a este tipo de karma colectivo .o co­ hasta que finalmente nació en la época del buda Shakyamu­
mún. Sin embargo, dentro de este contexto general ·hay ni en las excepcionales circu.nstancias de la oreja enjoyada.
quienes viven más tiempo que otros, los hay que son más Fue la conexión espiritual establecida por la fe y el aprecio
felices y también quienes son más sanos, de modo que exis�. por la stupa lo que le permitió entrar en contacto con el
te un amplio espectro de experiencias humanas individuales Buda, un acto que puso en funcionamiento la tendencia kár­
debidas al factor individual del karma. Así pues, cada indi­ ica positiva que le permitió experimentar un rápido avan­
viduo comparte ciertos elementos con todos los demás indi­ ce espiritual. Nosotros también estamos experimentando de
viduos de este reino, pero existen pautas y tendencias kár­ continuo la maduración de las tendencias kármicas estable­
micas individuales responsables de la gran variabilidad de cidas, en tiempos pretéritos, por nuestras acciones.
-
la experiencia entre los diversos individuos. Otro hecho destacable de la época del Buda fue la expe­
Existe una historia sobre un niño que nació en la época riencia de una mujer que, si bien se casó y concibió a su pri­
del buda Shakyamuni con una hermosa joya en su oreja que, mer hijo siendo todavía muy joven, no dio a luz tras el perí­ )
cuando fue tasada por los expertos, resultó ser sumamente odo normal de gestación. Luego concibió un segundo niño
valiosa, razón por la cual el niño no tardó en ser conocido y, después de los nueve meses preceptivos, dio a luz y lo
como "La oreja del millón de dólares". En cierto momento mismo sucedió posteriormente con sus otros nueve hijos.
de su vida entró en contacto con el Buda, escuchó sus ense­ Pero lo cierto es que el primer feto concebido no nació y si­
ñanzas y se dedicó a la meditación, alcanzando rápidamen- guió viviendo en su útero.

5j 57
Fundamentos del Budismo Tibetano Prácticas preliminares comunes

La mujer, que había portado en su interior durante todo Korwayik (Sangs.rgyas.'Khor.ba.'jig). Un viejo y venera­
)
ese tiempo al primer hijo, murió a los setenta años, no sin ble monje que estaba muy desarrollado gracias a su medita­
) antes haber arrancado al médico y a su familia la promesa ción, era atendido por un joven novicio con el que mantenía
de que, cuando muriese, sería operada de cesárea para sacar una relación muy armoniosa. Un buen día, sin embargo, se
al feto. En aquel momento, dijo: «Sé que el niño todavía celebró en la zona una fiesta a la que el joven deseaba asis­
está en mi útero. He estado embarazada once veces y sólo ž, de modo que se acercó a su maestro y le preguntó:
he parido diez hijos, de modo que el primer feto todavía está -¿Por qué no vamos a la fiesta?
} en mj útero y estoy segura de que está vivo, estoy segura de -Ambos hemos asumido los votos del monje -respondió
) que, durante todo este tiempo, ha seguido vivo, y quiero que el maestro- y no necesitamos ir a espectáculos. Lo más im­
su vida sea conservada después de que yo muera» . portante para nosotros es sentarnos, meditar y desarrollar­
)
Todo el mundo se enteró de la promesa y fue mucha, nos espiritualmente.
) comprensiblemente, la gente que se congregó en .tomo a su Así pues, el maestro no quería asistir, de modo que el jo­
) 1· lecho de muerte. El Buda también se enteró de esta situa­ ven monje le pidió permiso para ir solo, a lo que el anciano
ción y se acercó al lugar con muchos de sus seguidores. replicó que debían dedicarse a la meditación. Una y otra vez
)
Cuando el médico hubo certificado la muete de la madre, le el monje solicitó el permiso de su maestro y, una y otra vez,
) practicó una cesárea y sacó de su interior un ser vivo que no éste se negó a dárselo.
) era un bebé, sino una especie de anciano enano con el pelo Finalmente, el joven monje se enfureció y empezó a in­
canoso y l que le faltaban los dientes. De hecho, parecía sultar a su guru.
cono si los dientes se hubieran formado y luego hubiesen -¡ Poco me importa si te sientas y te pudres en un aguje­
) caído, porque su rostro parecía hundido. Cuando esa peque­ ro durante sesenta años! ¡Yo me voy a la fiesta ! -dicho lo
) ña figura arrugada fue extraída del útero de la madre muer- . cual, desapareció.
\ ta, el Buda bendijo al niño o, mejor dicho, al anciano- y le Ese hecho desarrolló tal aversión hacia su maesro que

) confirió el poder de la palabra. estableció una tendencia kármica que finalmente acabó ma­
-Pareces bastante viej> ¿no es asf? -preguntó el Buda. durando y llevándole a pasar sesenta años en el vientre de su
) -Sí, soy muy viejo -respondió el enano que, a falta de un madre antes de nacer. No obstante, sus relaciones positivas
) · hombre mejor, fue bautizado como "El viejo". anteriores y las vitudes básicas que había acumulado du­
Lo más asombroso de todo fue que este ser humano, este rante la primera parte de su vida le permitieron entrar en
niño anciano, fue capaz de desarollar inteligencia y de contacto con el Buda y experimentar un rápido progreso es­
)
aprender a caminar y a hablar, convirtiéndose en un indivi­ piritual.
duo normal y coriente y, lo más destacable, que no tardó en En la época del Buda apareció también una monstruosa
alcanzar el nivel de arhat a través de las enseñanzas espiri­ criatura en la desembocadura de una gran cloaca cercana a
tuales del Buda. la ciudad de Benarés, una extraña criatura que tenía diecio­
El Buda explicó que esta situación kármica concreta se cho cabezas, cada una de un animal diferente, como un ca­
había originado durante la época del buda anterior Sangye ballo, un mono, una oveja... etcétera. Cuando el Buda se en-

58 59
, �. fl
1
i )
)
Fundametos del Budismo Tibetano Prácticas peliminares comunes )
)
teró de esta noticia, se acercó a ver a la criatura seguido de voción, le agasajaron con una comida y también recitaron
una gran multitud y, al llegar a la orilla del asqueroso estan- algunas plegarias de buenos auspicios en su presencia.
\
que, la criatura salió a la superficie y se le acercó. El Buda La única posesión de aquella pareja era un simple cam-
le otorgó entonces sus bendiciones, preguntándole: po de arroz. Cuando, un año después de la visita de Shari-
-¿Recuerdas lo que hiciste para tener ahora que sufrir putra, el arroz maduró, todo el mundo se quedó sorprendido
estas consecuencias? al advertir que los granos de arroz eran de oro macizo, una
Esa pregunta despertó los recuerdos de la extraña criatu- noticia que se difundió rápidamente a lo largo y ancho de
ra, que empezó a entender las causas kármicas que habían todo el país, llegando a despertar la envidia del rey. )
determinado su existencia presente. Entonces rompió a llo- -¿Cómo es posible -pensó éste- que, siendo yo el rey )
rar, porque recordó que, en una existencia anterior, había del país, mis campos· sólo den arroz, mientras que el oro )
sido un monje con un lenguaje muy sucio que solía poner a crezca en el campo de estos ancianos? ¡Esto no puede ser!
sus jóvenes monjes apodos muy despectivos burlándose de
)
-y ordenó a sus hombres confiscar el campo de los ancianos

t
sus rostros como, por ejemplo, "cara de cerdo" y "cara de y compensarles con una parcela similar. )
, . mono", una tendencia krica que se había convertido en un Sin embargo, al poco de reasentarse la pareja, su campo )
flujo de conciencia y tuvo como resultado esta manifesta- solo tenía arroz y las espigas del nuevo campo rebosaban de
)
ción tan elocuente de negatividad. El Buda bendijo entonces pepitas de oro. Enterado el rey, volvió a trasladarle, pero el
a la criatura y liberó su conciencia de aquel estado inferior de mismo proceso se repitió siete veces, ya que el oro sólo
)
existencia, de modo que pudo alcanzar un estado superior de "crecía" donde lo cultivaba la pareja de ancianos )
renacimiento en el reino de los dioses. · -¿Qué es lo que ha ocurrido en este caso? -preguntó en-
Otro acontecimiento que ocurrió durante la vida del tonces la gente al Buda.
)
Buda tuvo que ver con una pareja de ancianos que había vi- -Éste es un sencillo ejemplo -respondió el Buda- de
vito una vida muy simple sin verse, no obstante, implicados kma que ha madurado muy rápidamente. La fe y la since- )
en la práctica espiritual. Se trataba de una sencilla pareja de ridad con la que estos ancianos brindaron sus servicios al
campesinos que querían hacer algo virtuoso antes de morir. santo fue tal que les ha llevado a experimentar parte de los
)
Dándose cuenta de que en aquella vida no iban a alcanzar la efectos kármicos en esta misma vida. Poco importaba, por
iluminación, querían hacer algo .meritorio para asegurarse, tanto, lo que el rey hiciera por alejarlos de estos efectos,
al menos, un renacimiento positivo. Entonces decidieron in- porgue estaban obligados a experimentarlos. )
vitar a su casa a Shariputra, uno de los principales discípu- Este era el modo en que el Buda explicaba al pueblo la
los del Buda, conocido por su samadhi, por sus poderes psí- naturaleza de la causalidad, es decir, la relación existente
)
quicos y por haber alcanzado el estado de arhat. Shariputra entre nuestras acciones y sus resultados naturales, infun-
era un santo excepcional y ellos pensaron que, ofreciéndole diendo en quie' le escuchaban una gran conianza en el ) ,

una comida y siviéndole, establecerían las condiciones proceso kármico como elemento válido de la experiencia.
para desarrollar aspiraciones positivas que pudieran realizar La comprensión de la causalidad puede ayudnos a em-
en el futuro. De ese modo fue como, con gran respeto y de- prender las acciones virtuosas que refuerzan las pautas po-

J

f' j0 j1
Fundamentos del Budismo Tiberano Prácticas preliminares comunes

sitivas responsables de la felicidad y la plenitud y evitar las do examinamos las limitaciones del ciclo de los renaci­
acciones dañinas que consolidan la tendencia kármica con­ mientos condicionados, es decir, el ciclo del samsara, pode­
) traria y generan sufrimiento y dolor. La comprensión de la mos advertir que, en realidad, nos hallamos sumidos en un
causalidad afecta asimismo a nuestra práctica espiritual, ya océano (aunque sería más adecuado denominarlo pantano)
que ésta es también una acción que conduce a un resultado. de sufrimiento.
La convicción de que la causa y el efecto son reales nos lle­ En tanto que seres humanos, todos nosotros experimen­
va a evitar las acciones negativas y nocivas y a entregamos tamos el sufrimiento ligado al nacimiento, el envejecimien­
) a las acciones positivas y a la práctica espiritual. to, la enfermedad y la muerte, No tenemos otra elección, ya
Existen tres sutras que describen detalladamente la noción que ello forma parte de la condición humana. Existen otros
de karma, el Sutra of the Wise and Foolish (mDo.sde.md­ muchos tipos de sufrimiento vinculados a la condición hu­
zangs.blun), elSutra of the Foundations of Mindfulness mana, como la búsqueda o la lucha constante para lograr
(mDo.sde.dren.pa.nyer.bzhag) y el Sutra of the Hundred lns­ algo que no puede alcanzarse, la pérdida de lo que hemos
tances of Karma (mDo.sde.las.brgya), que, aunque actual­ obtenido, el contacto permanente con personas y situacio­
mente sólo existan en tibetano, describen con gran detalle el nes que nos dañan y nos frustran, y la separación continua
proceso kármico a quienes pueden leerlo. de todo lo que amamos y estimamos, todo lo cual forma
El cuarto de los preliminares comunes es la conciencia inexcusablemente parte de la condición humana.
1
1 del sufrimiento y de las limitaciones del samsara, el ciclo de Hablando en términos generales, los seres humanos po­
los renacimientos condicionados. Examinaremos ahora bre­ demos ser considerados como una masa de emociones, y
vemente este concepto (y remitiremos al lector interesado a esa extraordinaria confusión emocional genera también mu­
una exposición más completa en Jewel Onament of Libe­ cho sufrimiento. El oscurecimiento de nuestra condición
1'
ration y a The Writings of Kalu Rinpoche). Sea cual fuere el nos mantiene sumidos en el conflicto emocional y, en con­
1'
¡, reino al que nos refiramos en el ciclo de los renacimientos, secuencia, atados al sufrimiento. Cuando cobremos con­
siempre se hallará sometido a algún tipo de sufrimiento. El ciencia de todo ello nos daremos cuenta de la imposibilidad
sufrimiento del reino infenal se debe al calor y al frío; en el de tratar de escapar del sufrimiento mientras nos hllemos
1
' . caso del reino de los pretas, se trata del hambre, la sed y s todavía presas de la confusión emocional. Sólo es posible
11 privaciones intensas; en el reino de los animales el sufri� escapar del sufrimiento trascendiendo la confusión emocio­
miento gira en tono a la estupidez y a la depredación de nal, y el único modo de hacerlo consiste en el logro de la
unas especies por otras, es decir, la llamada lucha por la su­ iluminación.
pervivencia; en el reino humano el sufrimiento depende del Conviene considerar la vida de Milarepa como un ejem­
nacimiento, el envejecimiento, la enfermedad y la muerte; plo de disciplina, de entrega y devoción espiritual inque­
el sufrimiento de los semidioses y de los dioses gira en tor­ brantables. Milarepa fue capaz de soportar toda clase de cir­
no a la lucha y la envidia derivadas de su posible caída des­ cunstancias ya que, si se congelaba, se congelaba, si estaba
de un estado de relativa felicidad y comodidad a una esfera hambriento, estaba hambriento y, si las cosas eran difíciles,
más atormentada e inferior de la existencia. Así pues, cuan- eran difíciles. Él sobrellevó todo eso porque fue capaz de

j2 j3
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,'
1
)
Fundamentos del Budismo Tibetano )

ver más allá de las dificultades y alcanzar la iluminación, un


compromiso y un esfuerzo derivados de su comprensión de
los cuatro preliminares básicos, que asumió como propios r
realizó plenamente, lo que le posibilitó una entrega comple­
,. ta. Quizás nosotros no seamos como Milarepa pero, en cual­
1'
i,
quiera de los casos, la práctica del dharma nos permitirá
descubrir que, cuanto más pensemos r comprendamos real­
mente los cuatro preliminares y los convirtamos en parte de
1
¡
nuestra experiencia, más sencilla y fructífera será nuestra 3 . NGONDRO:

¡:;.
'
·
práctica del dharma.
Aunque las enseñanzas del dharma vayan acompañadas TOMA DE REFUGIO )
:! de muchas bendiciones y beneficios, si carecemos de una

11 ' Y POSTRACIONES
·
¡ 1
� ;.� comprensión basada en la contemplación de estos cuatro
pensamientos, será como tener un buen coche sin carretera )
1':i1111¡:
·!1!1
por la que conducirlo. Tal vez podamos determinar una
,

1' 1 '
meta a corta distancia pero, en última instancia, no podre­ Ya hemos explorado los preliminares ordinarios o comu­
·
. .,.-: 1 : )
. :�' ·.
1' mos llegar a nuestro destino. Sin el sólido fundamento pro­ nes, los cuatro pensamientos que permiten que la mente se
!-�: ! ¡¡9 porcionado por estos cuatro preliminares, cualquier práctica sustraiga de su inmersión en el samsara y se oriente hacia la )
¡, f que emprendamos será limitada. práctica del dharma. Los preliminares especiales o particu­

.1¡¡,'1, '
.. .lares de la práctica ngondro se inician con la toma de refu­
.¡. )
gio,* que presenta tres aspectos diferentes, el físico (ligado

!j 1
. � ..
,

'.. • ·· a la práctica de las postraciones), el verbal y el mental. Y la )


.'
razón por la que debemos tomar refugio y practicar las pos­ )
·•. � 'íil traciones se deriva de la particular situación de desamparo
)
1J 1i en que nos hallamos.
Tathagatagarbha, el potencial para la iluminación que
)
. :1 constituye la naturaleza misma de la mente, es intrínseco a )
.
1'
..
-.. '¡1 ' 1
nuestro ser, pero la falta de esta experiencia directa pro­
mueve el asentamiento de diferentes estratos de confusión y
1

* Nota del editor: Aunque este capítulo explica con cierto detalle la visualiza­
. •·. !1 ·
1 1< ción de la práctica de la toma de refugio, recomendamos al lector interesado
que solicite ·a un lama cualiicado las instrucciones necesaias para llevar a
cabo las postraciones y la recitación de la toma de refugio (es decir, los as­ ..
pectos físico y verbal de la toma de refugio).

6y 65
Funamentos del Budismo Tibetano Ngondro: Toma de reugio y postraciones

oscurecimiento que nos colocan en una situación semejante fuentes de refugio nos permiten establecer una conexión
) a la de aquellos niños que, incapaces de hacer nada por sí que posibilita el avance a lo largo del camino que conduce a
solos, dependen por entero de sus madres. Nuestra mente ha la iluminación.
perdido el poder sobre sus propias proyecciones, sobre las La actividad compasiva y diestra del Buda se expresa en
tendencias kármicas que la constituyen y sobre los pensa­ las enseñanzas tántricas conocidas como Vajrayana, que
mientos y emociones que emergen de continuo en ella y la fueron impartidas para proporcionar a los seres una forma
perturban, dejándonos en un estado de desamparo e impo­ práctica y rápida de avanzar a través del camino que condu­
) tencia que nos incapacita para proporcionnos refugio a ce a la iluminación. El practicante que accede a estas ense­
nosotros mismos y para orientnos adecuadamente hacia el ñanzas y es un receptáculo adecuado medita en los yids,
camino que conduce a la iluminación. Es por ello que no es decir, en las manifestaciones de las modalidades pacífi­
podemos proporcionnos a nosotros mismos el adecuado cas o airadas del Buda iluminado, asociadas a ciertos roan­
refugio que sirva de guía para nuestro desarrollo espiritual. tras y visualizaciones y utilizadas para catalizar la transfor­
mación.
Desde una perspectiva teórica, al menos, la práctica del
Árbol del refugio Vajrayana nos permite alcanzar la iluminación completa en
una sola vida y, puesto que esta realización emerge de la
Para recorrer el camino que conduce a la iluminación ne­ meditación en los yidam y de la identificación con ellos,
cesitamos ayuda, una ayuda extena que sirva de refugio y constituye la fuente o raíz de las realizaciones, la primera
ponga fin a nuestras limitaciones; por eUo el primer paso de fuente de refugio de l a práctica del Vajrayana.
l a práctica consiste en la toma de refugio en el Buda. El lo­ El segundo elemento fundamental de la práctica del Vaj­
gro de la budeidad implica la eliminación de todos los nive­ rayana se deriva de las bendiciones y de la inspiración que
les de oscurecimiento y confusión de la mente y el desarro­ recibimos de nuestro maestro espiritual. No olvidemos que
Uo del inmenso potencial que se halla en la naturaleza la principal función del guru consiste en vinculnos con la
misma de la mente. En ese punto existe un control, una li­ transmisión viva de las bendiciones y experiencias deriva­
bertad, un poder y una capacidad completos. das de un linaje ininterrumpido. Este linaje proviene del ni­
Para emprender la práctica espiritual tomamos refugio vel del Dharmakaya, la experiencia iluminada absoluta o
en las llamadas tres joyas, el Buda (es decir, alguien que al­ sin forma que asume la representación iconográfica del
canzó la omnisciencia), el Dharma (es decir, las enseñanzas buda Vajradhara. En el caso de la tradición kagyu, el ).inaje
impartidas por el Buda para iluminar a otros seres) y el parte del nivel del Dharmakaya y pasa a través de una suce­
Sangha (es decir, la comunidad de seres que han alcanzado sión de ma�stros como Tilopa y Naropa, en la India. Otro li­
estados de realización muy elevados, como los diez niveles naje parte del nivel del Dharmakaya y pasa a través de Ni­
del bodhisattva, que han actualizado el dhama y se ocupan guma o Sukhasiddhi, dakinis de la sabiduría. Cada uno de
de transmitirlo). Así es como el esfuerzo implicado en la estos diferentes linajes representa una transmisión viva de
búsqueda de refugio y las bendiciones inherentes a las tres las enseñanzas y experiencias de una generación a la si-

,, 67
.'. .
·

Fundamentos del Budismo Tibetano Ngondro: Toma de reugio y postraciones

guiente y está formado por una sucesión ininterrumpida de · camino como cuando nos hallamos a mitad del camino que
-� gurúes que llega hasta nuestros días y que incluye a nuestro conduce a su consumación.
t
· . guru raíz, fuente esencial de las bendiciones de la práctica Aunque las cuatro grandes escuelas de la tradición bu­
. '•
tántrica. Es precisamente por ello por lo que la segunda dista tibetana -sakyapa, gelugpa, kagyupa y nyingmapa­ )
fuente de refugio del Vajrayana es el guru. subrayan la importancia de la toma de refugio en las tres jo­ )
Según la tradición Vajrayana, cuanto más profundo es el yas y en las tres raíces, es decir, en las seis fuentes de refu­
dharma, ‹ profunda es la negatividad que encontraremos gio, las visualizaciones y rituales concretos empleados du­
)
en nuestra práctica. Así pues, cuanto más potente e intensa rante la recitación son, sin embargo, diferentes en cada una
sea una práctica, mayores serán también los obstáculos, tan­ de ellas, lo que explica que los preliminares correspondien­ )
to intenos como extenos, con los que tropezaremos. En la tes a este 'nivel de la práctica reciban el nombre de "particu­ )
tradición Vajrayana existen formas particulares a las que po­ lares" o "especiales".
)
demos suplicar, a las que se conoce como dakinis, protecto­ Cierto texto esencial de la tradición budista afirma que
res del dharma y guardianes de las enseñanzas, que suelen todos los fenómenos dependen de nuestras intenciones y )
ser emanaciones de los budas y de los bodhisattvas (general­ motivaciones. El modo como experimentamos las cosas de­ )
mente en su forma airada) y que cumplen con la función de pende, en gran medida, del modo como tratamos de experi­ )
permitir al practicante superar las dificultades y obstáculos mentarlas, es decir, de la predisposición de nuestra mente a
)
que encuentre en su camino, por ello estas formas se cono­ afrontar una determinada situación. En el caso de la tom.a de
cen también cono la raíz de la actividad iluminada. refugio, esta verdad ha dado lugar a una forma tradicional )
En el Vajrayana, pues, hablamos de las tres joyas y de las de presentr las enseñanzas y de acometer la práctica que )
tres raíces del refugio, el guru o gurúes (en tanto que raíces nos lleva a compartir la experiencia de los maestros del li­
)
de las bendiciones), los yidams o divinidades meditativas naje kagyu.
(en tanto que raíces del logro) y las dakinis y protectores del Cuando tomamos refugio durante el ngondro imagina­ )
dharma (en tanto que raíces de la actividad iluminada). mos que el entono concreto en que nos hallemos no se en­ )
Al estar interesados en la práctica del dharma del Buda cuenra en su forma ordinaria, sino que es un gran y hermo­
)
en los niveles del sutra y del tantra, todas estas fuentes de so prado en cuyo centro existe un enorme lago lleno de l
1
refugio son objetos válidos de nuestra fe y de nuestra devo­ agua, pero no se trata de un lago ordinario, sino de un lago
ción. El beneficio fundamental de la toma de refugio permi­ cuyas aguas poseen una cualidad especial, un lago mágico y
te que el practicante acceda a las bendiciones de las fuentes milagroso rodeado de una orilla frondosa y sobre cuya su­
de refugio. Así es como nuestra mente se orienta cada vez perficie descansan hermosas flores y aves acuáticas.
)
más hacia el dharma que, de este modo, acaba convrtién­ En medio de ese lago se yergue un árbol inmenso cuyo
dose en nuesro camino y en nuestro estilo de vida. Las ben­ ronco se divide en cinco grandes ramas. La rama central as­ )
diciones eliminan los obstáculos que impiden la realización ciende verticalmente y las cuaro restantes se extienden hacia.
suprema de la iluminación total. La toma de refugio resulta cada una de'las cuatro direcciones cardinales, biurcándose

)
esencial para la práctica del dharma, tanto al emprender el en oras ramas más pequeñas cubiertas de hojas, flores y fru-
1
..· 9� · � ·

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68 69
--- . 1

Fundamentos del Budismo Tibetano Ngondro: Toma de refugio y postraciones

tos. Cuando meditamos en ese gran árbol de cinco ramas que principales, es decir, a todos los siddhas, yoguis realizados
crece en mitad del lago que se halla en el centro del gran pra­ y meditadores de la escuela kagyu.
do que se extiende frente a nosoros, nuesra mente se· llena Luego podemos ir incorporando los demás linajes del
de una sensación de consuelo, felicidad y amplitud. dharma del Buda como, por ejemplo, los gurúes del inaje
l
Si tenemos en cuenta que esta visualización se ha visto antiguamente conocido como la escuela kadampa, que más
confirmada por la experiencia de los maestros del linaje tarde se vio asimilada por la escuela gelugpa; la transmisión
kagyu, entenderemos que, cuando practicamos del modo Lam-dray (Lam.'bras) de la escuela sakyapa; linajes tales
tradicional, compartimos esa experiencia y recibimos las como las enseñanzas Shi-jay Chod (Shi.byed.gCod), que
bendiciones de todo el linaje. Sobre la rama central de ese fueron introducidas en el Tibet por el maestro indio Padam­
árbol visualizamos un hermoso trono finamente labrado y pa Sangye (Pha.dam.pa.Sangs.rgyas) y después se vieron
adonado con joyas y metales preciosos sostenido por ocho desarrolladas por la gran yoguini tibetana Machig Labdron
leones y sobre el cual hay un asiento en forma de flor de loto (Ma.gcig.Lab.sgron) ; el linaje de las seis doctrinas de Naro­
completamente abierta. pa, Niguma y Sukhasiddhi; los linajes de las enseñanzas del
Encima de esta flor hay un disco lunar y, sobre él, un dis­ Kalachakra, especialmente el Yorba Droog (' Byor.ba.drug)
co solar. En la práctica tántrica, estos cuatro elementos -tro­ o las llamadas seis aplicaciones, que se asemejan a las seis
no, loto, disco solar y disco lunar- configuran el sitial sobre doctrinas de Naropa, aunque en los ciclos del Kalachra; el
el que visualizamos a nuestro guru manifestado en forma linaje maha-ati de la escuela nyingmapa etcétera.
del buda Vajradhara, la forma azul oscura del Buda. Su for­ En suma, meditamos en los gurúes de todos los linajes
ma es clara y resplandeciente, y está adonada con joyas y representados en tomo al eje central del rosario dorado kag­
finas prendas de seda. De este modo meditamos en nuestro yu, de modo que existe una amplia asamblea de guúes de
guru como el aspecto Dharmakaya del Buda. todas las transmisiones rodeando al linaje central. El asunto
Sobre la coronilla del guru visualizamos la forma actual consiste en adoptar una actitud no sectaria, es decir, una vi­
de nuestro guru y, encima de ella, la imagen del guru de s�alización ecuménica porque, aunque nos identifiquemos
nuestro guru, y así sucesivamente. De este modo, partimos más intensamente con el linaje concreto que más se adapta
de nuesro guu y vamos remontándonos a lo largo de todo a nuestra predisposición personal -en nuestro caso, el lina­
el linaje: Es como si los distintos gurúes del linaje configu­ je kagyu- como eje central de la visualización, también
rasen una especie de columna, como una pila de monedas. alentamos y desarrollamos la fe y el respeto hacia todas las
La cúspide de esta columna se halla coronada por otra figu­ transmisiones válidas del dharma del Buda, sin estab�ecer
ra del buda Vajradhara, al que se visualiza claramente como distinciones sectarias.
la fuente del linaje. Este linaje concreto, transmisión direc­ De las cuatro grandes tradiciones del budismo desarro­
ta de las enseñanzas del Mahamudra, es conocido en la es­ lladas en el Tibet, los linajes maha-ati son conocidos con el
cuela kagyupa como el rosario de oro del linaje kagyu. En nombre de "nyingma", que literalmente significa la trans­
tomo a ese eje central del linaje principal visualizamos tam­ misión más antigua, mientras que las otras res escuelas
bién a los gurúes del linaje que no fueron sus sostenedores -sakyapa, gelugpa y kagyupa- en ocasiones se designan co-

70 71
Fundamentos del Budismo Tibetano Ngondro: Toma de ugio y postraciones

lectivamente como srna o sarmapa, que literalmente sig­ ba (rDo.rje.Phur.pa) tiene que ver con la actividad ilumina­
nifica las transmisiones posteriores o más nuevas . Ello sig­ da. Cualquiera de estas divinidades de la escuela nyingma
nifica que los ciclos tántricos concretos subrayados no se puede verse incluida en las divinidades visualizadas en la
mantienen fieles a la antigua traducción de los textos trans­ rama oriental más próxima a nosotros que se halla frente a
mitidos desde la India hasta el Tibet de la tradición nying­ los gurúes del linaje.
ma, sino que se atienen a una corriente posterior de raduc­ En la rama sur, que se encuentra a la derecha de los gu­
ción. Así pues, las divinidades asociadas a los ciclos zúes del linaje (es decir, a la izquierda de nuestra visualiza­
posteriores son características de estos nuevos linajes. La ción), visualizamos la igura del buda Shakyamuni, el buda
escuela kagyu subraya especialmente la existencia de dos que presentó el dhrna en este kalpa concreto, sentado so­
'ciclos, el de Chakrasamvara o Korlo Dompa Dechog bre un trono sostenido por leones y en un sitial formado por
)
( ' Khor.lo.sDom.pa.bDe.mchog) y el de Vajravarahi o Dorje una flor de loto y un disco lunar. Visualizamos la forma do­
Pagmo (rDo.rje.Phag.mo). rada del buda Shakyanuni y, en tono a él, las figuras de los )
La visualización nos alienta a meditar en una de las for­ mil budas que aparecerán en este kalpa. De este modo po­ )
mas de los yidam de la rama representativa del linaje de gu­ demos visualizar la asamblea de los budas de los tres tiem­
zúes más próxima a nosotros. Chakrasamvara y Vajravarahi pos y de las diez direcciones tan amplia como pueda abar­
son las figuras cenrales, que se hallan rodeadas por las for­ car nuestra imaginación.
mas de las demás divinidades tántricas, como Kalachakra, En la rama occidental del árbol, que se aleja de nosotros
Mahamaya, Guyasamaja o Hevajra, todas las cuales se vi­ y se halla detrás de los gurúes del linaje, visualizamos la
sualizan en una vasta asamblea o mandala de divinidades en joya del dhrna en forma de libros o escrituras que, en la
)
-la rama orientada hacia el este que, para los propósitos de la tradición tibetana, consisten principalmente en el kangyur· .
(bsTan. 'gyur), la colección de las palabras del Buda radu­ )
visualización, es la que se dirige hacia nosotros .
Sobre esta rama oriental que se encuentra frente al lina­ cidas del indio al tibetano, y del tangyur (bKa' . ' gyur), los )
je de los gurúes se hallan las divinidades pertenecientes a comentarios de esas enseñanzas raíz realizados por los ma­
los nŸ nyingma de)a primera transmisión del Vajrayana estros de los linajes budistas de la India y los primitivos li-
.
en el Tibet y que, a los efectos de la visualización, resultan najes tibetanos, todo lo cual se representa en forma de una
también muy apropiadas. En general, la clasiicación de los enorme pila de miles de textos. La forma tibetana de encua­
yidam nyingma en cinco grupos se corresponde con las cin­ denar los textos consiste en envolverlos con una tela y mar­
co familias del Buda. Los asociados a la foma airada dé carlos lateralmente con una tirilla de tela que queda a la vis­
Manjushri se corresponden con la familia ligada al cuerpo; ta cuando los textos se amontonan sobre el altar y sirve, de
las divinidades de la familia del loto se corresponden con la este modo, para identificarlos. Nosotros visualizamos ese
de la palabra; las conocidas como yang-dak-tuk son las di­ enorme montón de textos vibrando con los sonidos de las
vinidades principales de la familia de la mente; las enseñan­ consonantes del alfabeto en que están escritos, de modo que
zas de amrita o el néctar están ligadas al desarrollo de las los textos y las escrituras zumban literalmente con el sonido
cualidades positivas, y, por último, Vajrakilaya o Dorje Pur- del lenguaje utilizado para transmitirlas.

72 73
) Ngondro: Toa de ugio y postracions
Fundamentos del Budismo Tibetano

fianza básicas en la práctica y nuestra capacidad para po­


En la rama norte, ubicada la izquierda de los guúes del
nenos en presencia de las tres joyas y de las res raíces se­
linaje, es decir, a la derecha de nuestra visualización, visua­
rán inquebrantables porque éste, a in de cuentas, es el ele­
lizamos el noble sangha compuesto por los ocho grandes
mento fundamental que determina el éxito de la práctica.
bodhisattvas Chenrezíg, Manjushri, Vajrapaní, etcétera- y
No hay que pensar en estas formas como algo sólido y
muchos otros arhats.
que se asemeje a estatuas de piedra ni tampoco planas como
Bajo el enramado visualizamos, formando una especie
un lienzo pintado, sino como algo transparente y carente de
de dosel, las figuras de las dakinis y de los dharmapalas (es
solidez, como un arco iris o un holograma. Por tanto, lo que
decir, de los protectores del dharma), que son de dos cate­
) debemos tener muy claro o, cuanto menos, lo más claro po­
gorías: masculinos y femeninos. Todas las divinidades que
) custodian y protegen las enseñanzas, es decir, los protecto­
sible, son los atributos de las divinidades, el resplandor y la
magnificencia de las divinidades pacíficas, y el inflamado
) res del dhama y las dakinis, se visualizan como una gran
entusiasmo de las divinidades airadas. Entonces nos halla­
multitud o asamblea congregada en la parte inferior del ár­
) remos de inmediato en presencia de las divinidades, de los
bol y sosteniendo, por así decirlo, todas sus ramas.
gurúes, de las fuentes de refugio, etcétera, sin que ello im­
Obviamente, se trata de tina visualización muy compleja
plique la idea de que son algo real y corpóreo.
) y, para poder visualizar con claridad todas estas formas de
las divinidades con los colores, adonos, atrib.utos y com­
plementos simbólicos apropiados, se requiere, en esta fase
de la meditación tántrica -a la que en tibetano se conoce
como ye im (bskyed.rim), es decir, la fase del desarrollo­
una gran estabilidad y habilidad. También deberíamos decir
que, para que la mente pueda mantener esta visualización el
)
tiempo necesario, es preciso que la mente se impregne de un
) cieto tipo de experiencia "tibetana", es decir, de una sensa­
·

ción de calma mental.


No deberíamos desalentnos si, al comienzo, nos resul­
ta imposible llevar claramente a cabo esta· visualización
porque, en el camino del Vajrayana, lo más importante es
) nuestra aspiración, es decir, nuestra motivación. El mismo
Buda dijo que cualquiera que imaginara sinceramente ha­
,
llarse frente a El, se hallaría realmente en su presencia y, por
)
el mismo motivo, no debemos dudarlo. Si realmente esta­
mos convencidos de que nos hallamos en presencia de las
fuentes de refugio, recibiremos todas sus bendiciones y,
aunque nuestra visualización no sea clara, la fe y la con-

75
7z
:..

Ngondro: Meditación de Dorje Sempa

flujo de néctar sale de la divinidad, penetra en nosotros y


nos purifica.
La tercera fuerza consiste en el arrepentimiento que se
deriva de la comprensión de los efectos negativos de cual­
quier acción, tendencia o nivel de confusión, y del corres­
pondiente deseo sincero de acabar con ellos.
Después de habenos alejado de una determinada tenden­
cia, acción o estado de confusión, la cuarta fuerza consiste
4. NGÓNDRO: MEDITACIÓN en la determinación a no reincidir más al respecto y en el
compromiso de actuar en una dirección positiva. Éste es el
DE DORJE SEMPA llamado poder del antídoto. Poco importa, cuando se hallen
presentes estos cuatro poderes, lo profundamente arraigada
que se halle la confusión o lo negativa que sea una determi­
La segunda práctica básica consiste en la meditación de nada acción, porque entonces estaremos en condiciones de
Dorje Sempa o Vajrasattva, cuyo objetivo .concreto consiste purificnos de sus efectos dañinos.
en purificar los diferentes niveles de oscuridad y confusión La tradición sutra también señala la existencia de cinco
de la mente y la negatividad, y las pautas ká.mllcas negati­ tipos de acciones a las que se denomina "inexpiables" (en
vas que se derivan de ellos tibetano tsam-me [tsham.med)), que literalmente significa
La tradición afinna que la purificación de la oscuridad, "sin intervalo", porque los efectos kricos de estas ac­
confusión y negatividad de la mente exige la puesta en mar­ ciones son tan profundos que la conciencia de quien incu­
cha de cuatro fuerzas o poderes. La primera de ellas es el so­ rra en ellos sin haber llevado a cabo el correspondiente es­
porte, es decir, el fundamento sobre el que llevamos a cabo fuerzo de purificación irá directamente al reino de los
nuestra purificación, un fundamento proporcionado por el infiernos después de la muerte y su mente experimentará
compromiso en cualquiera de sus niveles, ya se trate del de inmediato los resultados negativos de su karma. Según
compromiso individual de Hinayana, de los votos del bod­ afirman los sutras, las acciones inexpiables que provocan
hisattva del Mahayana o del samaya tánrico del Vajrayana, las peores consecuencias kánicas son las siguientes: ma­
que nos proporciona un gran poder, sea cual uere el estadio tar al padre, matar a la madre, matar a un maestro espiri­
de desarrollo espiritual en que nos hallemos, incluida la pu­ tual o a un ser espiritualmente muy evolucionado, dañar
rificación. físicamente y sin intención a un buda, y provocar un cisma
La segunda fuerza consiste en el método utilizado para o una división en el sangha (es decir, en la comunidad de
poner remedio a una determinada situación, en este caso, la practicantes).
técnica de purificación de la meditación de Dorje Sempa, El uso diestro de las cuatro fuerzas mencionadas puede
que consiste en visualizar la imagen de Dorje Sempa sobre llegar, no obstante, a limpiar un karma tan grave como ése,
nuestra coronilla recitando el mantra e imaginando que un que habitualmente se considera irreparable. Son muchos los

76 77
Fundamentos del Budismo Tibetano
Ngondro: Meditación de Dorje Sempa

relatos incluidos en l a tradición budista de individuos que,


gura que se considera como nuestro guru raíz manifestán­
pese a haber incurrido en este tipo de crímenes, acabaron, dose en este aspecto de pureza.
no obstante, purificándose y liberándose de sus consecuen­ Su cuerpo es blanco y sostiene. en su mano derecha, un
cias kámúcs. En la época del Buda, por ejemplo, un prln­ dorje (rdo.rje) dorado a la altura del corazón y, con su mano iz­
)
cipe de la India mató a su padre para apoderarse del trono, quierda, apoyada en la cadera, sujeta una campana invertida
pero su arrepentimiento posterior fue tan profundo que aca­ de plata. La figura divina permanece sentada con las pienas
bó liberándose de los efectos kármicos negativos que suelen
cruzadas en postura de loto completa y está adonada con jo­
acompañar a ese acto. Otra persona mató a su madre y tam­
yas y prendas de seda del Sambhogakaya. Esta manifestación
bién se vio purificado gracias al arrepentimiento y al deseo pura de nuestro u debe visualizarse como algo incopóreo
sincero de purificarla. Por último, otro hombre, llamado o insubstancial, como una especie de arco iris cuya apariencia
Angulimala, mató a 999 personas, generando un karma muy pura representa la unión entre la forma y la vacuidad.
pesado del que, no obstante, pudo purificarse gracias al En el corazón de Dorje Sempa visualizamos un disco lu­
arrepentimiento y al esfuerzo sincero de purificarse, logran­ nar formando un asiento, sobre el que se halla la sílaba ger­
do importantes avances espirituales. men de Dorje Sempa, la sílaba blanca HUNG. Luego visua­
La tradición Vajrayana considera muy importante el sa­ lizamos las sílabas blancas del mantra de las cien sílabas
) maya o compromiso básico.* Según afirman las enseñanzas dispuestas en sentido contrario al de las agujas del reloj mi­
tántricas, la transgresión deliberada de nuestro samaya raíz rando hacia afuera en las dos direcciones aunque, si nos pa­
todavía es más grave que incurrir en uno de los cinco actos rece más conveniente, también podemos visualizar el man­
) inexpiables pero, aun en este caso, las cuatro fuerzas pue­
tra en el borde del disco lunar rodeando la sílaba central. Sin
den servir para purificnos de esta infracción. Y es que, embargo, como se trata de un mantra muy largo, hemos de
desde esta perspectiva, la única ventaja de l a comprensión visualizarlo enroscado como un muelle o como una ser­
de las acciones no virtuosas se asienta en la posibilidad que piente, con la primera sílaba directamente frente a HNG
nos brinda de purificarlas.
en el centro del disco lunar y el resto del mantra enroscado
) La meditación de Dorje Sempa (Vajrasattva) es l a prác­
hacia afuera en sentido contrario al de las agujas del reloj
tica de purificación más eficaz que nos proporcionan las en­ (dos modalidades de visualización igualmente válidas).
)
señanzas tanto del sutra como del tantra. La sesión de medi­
Quien tenga cierta experiencia en la visualización y fe en
tación empieza visualizándonos en nuestra forma ordinaria
la práctica puede imaginar simplemente la figura sobre su
e imaginando, sobre nuestra coronilla, una flor de loto blan­ coronilla porque, para esa persona, Doje Sempa se halla, en
ca encima de l a que hay un disco de la luna llena formando esos momentos, sobre su coronilla. Sin embargo, en él caso
un trono o sitial sobre el que se halla Dorje Sempa, una fi- de principiantes existe el problema de que únicamente se
los considera una �onstrucción mental y el sujeto piensa:
«Esto es algo que he inventando, algo que mi mente está
• Nota del editor: El lector iteresado en una explicación más detenida del sa­ simplemente imaginando» y, en consecuencia, no cree que
maya puede dirigirse l Capírulo 9, "'El compromiso Vajrayana y las catorce
infracciones raíz".
la visualización esté imbuida de la divinidad.

78
79
Fundamentos del Budismo Tibetano Ngondro: Meditación de Dorje Sempa

Convendrá, por tanto, que el principiante invoque, sobre fusión y oscuridad de nuestra mente en forma de substan­
su coronilla, lo que se denomina Samayasattva o Damtsig cias negras y viscosas, como hollín y suciedad, que expul­
Sempa (dam.tshig.sems.dpa'), el aspecto vinculado o. con­ sanos de nuestro cuerpo a través de los orificios excretores,
.
sagrado, nuestra imagen de la divinidad. En este punto vi­ de los poros de la piel, de las palmas de las manos y de las
sualizamos que, de la sílaba HUNO ubicada en el corazón plantas de los pies.
de Samayasattva, dimana una luz que ilumina el universo El aspecto físico de esta práctica consiste en una postura
entero e invoca la sabiduría, Jnanasattva o Yeshe Sempa correcta de meditación en la que nuestro cuerpo se mantie­
(ye.shes.sems.dpa' ) . De este modo, la invocación del aspec­ ne lo más erguido posible, para que la mente pueda concen­
to de sabiduría de la divinidad, es decir, la divinidad real, trarse y visualizar el lujo continuo de néctar pasando de la
acaba imbuyéndola de sabiduría. Luego visualizanos que divinidad a nosotros.
los budas y bodhisattvas de todas las direcciones se mni­ El aspecto oral de la práctica, por su parte, consiste en la
fiestan en una miríada de imágenes de Dorje Sempa que son recitación del mantra de las cien sílabas:
absorbidas por la imagen anteriormente descrita y ubicada
sobre nuestra coronilla, asegurándonos de que la divinidad OM BEDZRA SA TO SA MA YA MA UN PA LA YA
permanece realmente sobre nuestra coronilla y de que la sa­ BEDZRA SA TO TE NO PA TI TA DRI DO ME BA WA
biduría se funde con el aspecto consagrado. S U TO KOY YO ME BAWA S U PO KOY Y O M E BAWA
!na vez hemos fundido la sabiduría con el aspecto con­ A U RAK TO ME BA WA SAR WA SID DI ME PRA YA
sagrado de la divinidad, le rezamos como nuestro guru ma­ TSA SAR WA KAR MA SU TSA ME TSI TANO SHI RI
nifestado en forma de Dorje Sempa y reconocemos, en . YA KU RU HUNO HA HA HA HA HO BAN OA WEN
nombre nuestro y de todos los seres sensibles, toda la SAR WA TA TA OA TA BEDZRA MA ME MUN TSA BED
oscuridad, confusión, negatividad y actos dañinos que ha­ ZRA BA WA MA HA SA MA YA SA TO AH. )
yamos cometido nosotros y todos los seres desde los tiem­
pos sin comienzo. Reconocido todo ello, nos arrepentimos Para completar esta parte de la práctica del ngondro, el
s �nceramente y rogamos a este aspecto del guru que nos pu­ nantra se recita s00.000 veces, a las que se añaden otras re­
rifique, a nosotros y a todos los seres, de todas esas negati­ citaciones complementarias para compensar posibles erro­
vidades. res (tradicionalmente se recomienda repetir el mantra un to­
Como respuesta a esta súplica imaginamos que, de la sí­ tal de i i i . i i i veces).
laba semilla y de las sílabas del mantra ubicadas en el cora­ También disponemos de la posibilidad de utilizar una
zón de la figura de Dorje Sempa empieza a luir un néctar fórmula breve (OM BEDZRA SATO HUNO), un mantra
semejante a la leche que acaba impregnando toda la inaren adicional utilizado en esta práctica que se recita tantas veces
de la divinidad. Cuando ésta se satura, el néctar sigue lu­ como sea posible, idealmente i00.000 veces, con un añadi­
yendo desde la forma de la divinidad hacia nosotros a través do complementario para compensar posibles errores hasta
de un agujero ubicado en nuestra coronilla y visualizamos totalizar las iii.iii recitaciones del nantra corto, que se
que, al impregnnos de él, ese néctar elimina toda la con- harán además de las i i i . i 1 i recitaciones del nantra largo

80 k1
Funamentos del Budismo Tibetano Ngondro: Meditación de Dorje Sempa

para completar la práctica en sesiones de meditación regu­ samaya tántrico. Finalmente visualizamos que Dorje Sempa
lares, durante las cuales recitamos tantos cientos o miles de nos dice: «¡Oh, hijo de noble familia, desde hoy quedas pu­
mantras como sea posible. rificado de todas tus oscuridades y negatividades!». Debe­
Los efectos de la recitación son más poderosos cuanto mos meditar y desarrollar una actitud de agradecimiento por
más nos concentremos y menos nos distraigamos durante la lo que ha sucedido. Para asegurnos del éxito de la prácti­
meditación. Para ilusrar la importancia de eliminar la acti­ ca es muy importante tener en cuenta todos los elementos y
vidad verbal resulta útil evocar la imagen de un pedazo actitudes que la componen, porque entre todos ellos existe
manchado de seda blanca porque, para limpiarlo, necesita­ una gran relación.
remos varias cosas, como agua, jabón y esfuerzo, por ejem­ Seguidamente visualizamos que la forma de la divinidad
plo. En este caso, para que la práctica tenga éxito, podemos se disuelve en luz y se ve absorbida por nosotros, que en­
) asimilar la imagen de Dmje Sempa al agua, la recitación del tonces identificamos nuestro cuerpo, nuestra palabra y
mantra al jabón y la visualización en la que el flujo de néc­ nuestra mente con los de la divinidad. Finalmente dejamos
)
tar nos purifica al acto de frotar para quitar las manchas. Así reposar la mente durante un tiempo,, tan largo como sea po­
) sible, en un estado de conciencia vacío y despojado de toda
pues, la purificación sólo será eficaz cuando participen to­
) dos estos elementos, sólo entonces llegaremos a experimen­ forma.
tar los beneficios de la práctica. Los textos mencionan la existencia de ciertos indicado­
Uno de los tantras de los comentarios a Ú1 práctica de res que evidencian la eficacia del proceso de purificación,
Dorje Sempa dice: «Si podemos recitar el mantra i08 veces como soñar con el sol o la luna elevándose en el cielo, soñar
sin que nuestra mente se distraiga, nos convertimos en el que estamos en un hermoso jardín o en un bello prado y que
hijo o la hija del Victorioso», lo que subraya la importancia nos enconramos con un buda o un bodhisattva, o soñar que
de que, durante la práctica, nuesra mente permanezca con­ escalamos una elevada montaña hasta llegar a su cima.
centrada. Si la mente no está distraída, el poder del mantra Pero, por más interesantes que resulten todos estos indica­
genera estados supremos de realización que nos elevan l dores, los signos más importantes de que estamos purificán­
nivel de los bodhisattvas y realmente nos convertimos en el donos, desarrollándonos y recibiendo las bendiciones úni­
hijo o en la hija del Victorioso. En el contexto de la medita­ camente s e ponen de manifiesto a través de l a
ción, la única ocupación importante de la mente consiste en profundización de l a compasión por los demás, de l a fe en
la meditación en la imagen de la divinidad, en el sonido del nuestros maestros y en las tres joyas, de nuesra compren­
mantra que se recita y en la visualización del flujo de néctar sión y confianza en el proceso kármico y de nuestra renun­
purificándonos una y otra vez. A ello debe limitarse nuestra cia a seguir involucrándonos en el samsara. El desarrollo de
actividad mental. estas cualidades es la única prueba palpable de que estamos
Al finalizar cada sesión de práctica suplicamos al guru purificándonos y. recibiendo las bendiciones.
Dorje Sempa, reconociendo sinceramente todas nuestras
faltas e infracciones y también las de los demás seres, cen­
trándonos especialmente en las transgresiones de nuestro

82 k3
5 . NGONDRO:
LA PRÁCTICA DEL MANDALA w

La construcción dt una casa, una tarta comxltja qut rt­


quitrt ladrillos, madtra, ctmtnto y tsfutrzo, xutdt strvir­
nos dt modtlo xara tstudiar tl logro dt la iluminación. Las
mtditacionts ngondro futron conctbidaw xara garantizar la
xrtstncia dt todos los tltmtntos ntctsarios xara lltvar a
cabo adtcuadamtntt la xráctica tsxiritual.
S
El xrimtr tltmtnto ntctsario xara construir una casa
consistt tn tstabltctr los adtcuados cimitntos y, tn tstt
)
stntido, las xostracionts y la tona dt rtfugio son los ci­
mitntos sólidos sobrt los qut st asitnta nutstro dtsarrollo Representación tradicional de los cuatro. ras�os del uúverso ideal
tsxiitual. Sólo dtsxués dt habtr tstabltcido los cimitntos para facilitar la visuallzacJón.
xodrtmos dirigir nutstra mtntt hacía tl dhrna, qut st
convittt tntoncts tn nutsro camino y nutsro tstilo dt
1.- Monlaña de hiero 8.- Reino de los Devas
vida.
2.- Océano 9.- Sol
El siguitntt tltmtnto consistt tn la xurificación, qut 10.- Luna
3.- Tiera de oro
lltvnos a cabo mtdiantt la mtditación dt Dorjt Stmxa, 11.- Videha y satélites
4.- Siete lagos
con lo cual no sólo ttntnos una bast tstablt sobrt la qut 5.- Monte Meru 12.- Jambudvipa y satélites

apoynos, sino qut tstimulanos tl avanct xurificándonos 6.- Ciudad de Vishnu 13.- Godaniya y satélites
(Uttara-Kuru y satélites no son visibles)
dt las ntgatividadts y oscurtcimitntos qut obstaculizan tl 7.- Palacio de lndra

dtsarrollo tsxiritual.
El ttrctr tltmtnto, la xráctica dtl mandala, trata dt rtal- •
Mrdr/r dibu}adp –pr El{§abeth Jphn™on

k4
Fundamentos del Budismo ibetano Ngondro: a práctica del mandala

zar lo positivo mediante el desarrollo del mérito y la pro­ posición de las figuras es semejante a la qu� hemos descri­
fundización de nuestra conciencia. to en el capítulo relativo a la toma de refug1o y las postra­
El cuarto elemento consiste en la práctica del guro yoga, ciones. En cambio, en la práctica de la ofrenda del mandala
que nos abre a las bendiciones del guro. Éstos son los ele­ visualizamos el lago y el árbol dentro de un gran palacio o
mentos fundamentales para que nuestra práctica espiritual mansión, flanqueado por cuatro grandes puertas, en el cielo
) sea eficaz y pueda conducimos directamente al logro de la que se halla frente a nosotros. Se trata �e una estru�tura re­
_
iluminación. almente magnífica, pero no es algo sóhdo o matenal, smo
)
Según la tradición, para la ofrenda del mandala son ne­ que posee una apariencia pura, como un espejismo o un
) cesarios ciertos elementos materiales, como un par de plati­ arco iris, representando así la unión entre la forma y la va­
llos de metal, llamados mandalas, que se utilizan como base cuidad. Este inmenso palacio encierra una gran asamblea de
para la meditación. El mejor de ellos se coloca en el altar, las tres joyas y de las tres raíces, en cuyo centro se hallan los
)
con cinco montones de arroz, uno en el centro y el resto en gurúes del linaje rodeados de los gurúes de los demás lina­
� jes, las divinidades de la meditación al frente, los budas .
cada una de las cuatro direcciones, sirviendo como funda­
mento de nuestra visualización de las fuentes de refugio, de nuestra izquierda, los textos y escrituras del dharma detrás,

) las tres joyas y de las tres raíces en el cielo que se hallan los budas y bodhisattvas del sangha a nuestra derecha, � las
frente a nosotros, una visualización llamada drupei manda­ divinidades protectoras fomando una asamblea que slfVe
)
la (sgrup.pa'i.mandal), el mandala de la realización o del lo­ de sostén a todas las fuentes de refugio.
) gro, que se asienta en la sadhana o práctica real. En este momento concreto de la práctica debemos desta­
) El otro mandala, llamado chopey manda/a car la necesidad de compartir y entregar positivamente y sin
(mchod.pa' i.mandal), que literalmente significa mandala de vacilación alguna todas nuestras riquezas, ya que cualquier
la ofrenda, se mantiene en la mano. Es en este plato donde sentimiento de avaricia durante la práctica es contrario al
) colocamos del modo prescrito los montones de arroz que espíritu del mandala. Es por ello por lo que los textos tra­
) constituyen la base de nuestra visualización del mandala de dicionales recomiendan el uso de un plato del mandala de

) un universo ideal que se ofrece una y otra vez en presencia oro, plata, cobre u otro metal precioso o seiprecioso.
de las fuentes de refugio. Lo ideal es disponer de dos platos, Huelga decir que esto no es esencial y que depende, en
uno que se coloca en el altar y permanece allí durante toda última instancia, de los recursos económicos del practican­
) la práctica como fundamento de la visualización de las te. Así pues, aunque un pedazo de madera o de pie�ra sean
fuentes de reugio, y el otro, que se mantiene en la mano y también muy apropiados, debemos procurar lo meJor. para
va limpiándose y llenándose de arroz a lo largo de toda la la práctica puesto que, cuan�o más generosos seam?s, ma­
práctica. En el caso de no disponer de los dos platos, pode­ yores serán los beneficios que nos reportará la práctica.
mos usar tan sólo el que permanece en la mano y, en caso de Al comenzar la sesión de meditación del mandala colo­
no disponer siquiera de uno, la práctica puede llevarse a camos en nuesro regazo un puñado de granos, como arroz,
cabo simplemente a través de la visualización. por ejemplo, y sostenemos el plato con la mano izquierda.
Durante la visualización de las fuentes de refugio, la dis- Luego cogemos un puñado de granos y frotamos el plato

kj k7
Fundamentos del Budismo ibetano
Ngondro: A práctica del mandala

limpiándolo y puliéndolo con la muñeca, tres veces en el


te y cercano del continente norte. Mientras estamos colo­
senido de las agujas del reloj y tres veces en sentido contra­
cando estos ocho subcontinentes, los concebimos como par­
rio, aunque ciertos textos reieren una fonna abreviada en l a
tes de la visualización y, al tiempo que vamos colocando los
que s e dan tres vueltas en e l sentido de las agujas del reloj y
montones de arroz en el plato, también vamos creando, des­
una sola vez en el sentido contrario. Durante todo este pro­
de el punto de vista de la meditación, una concepción ideal
ceso recitamos el mantra de las cien silabas de Dorje Sempa,
del universo a modo de ofrenda.
manteniendo la actitud de limpiar también, con el pulido de
Luego colocamos un nuevo montón de arroz en cada una
nuestra mano, todas las negatividades y confusiones basadas
de las cuatro direcciones, meditando en los cuatro aspectos
en el dualismo que nos lleva a concebir al mundo exteno
cuientes de la visualización mencionados en los textos. El
si b
como "lo otro" y a la mente interior como "yo". .
primero de ellos es una enorme montaña de �?yas y susta�-
Durante toda la visualización del mandala vamos colo­ .
cias preciosas que se visualiza en la dueccwn este. El SI­
cando pilas de arroz en el plato siguiendo una cierta conigu­
guiente, ubicado en el sur, es un bosquecillo de árboles má­
ración, que se corresponde con la cosmología utilizada como
gicos que conceden al practicante todos los deseos. El tercer
fundamento para nuestra visión del universo ideal. Para ello
aspecto es un rebaño de vacas -ubicado en el oeste- que
empezamos visualizando al plato como una inmensa base de
también tienen la facultad de conceder todos los deseos a
oro de ese sistema, de ese universo. Luego vam9s derraman­
quien entra en contacto con ellas. Finalmente, en el norte,
do el arroz en el borde exterior del plato fonnando un crculo
hay un campo milagroso en el que florecen, sin necesidad
en sentido contrario l de las agujas del reloj . Después visua­
de realizar esfuerzo alguno, todas las riquezas de la tierra.
lizamos una gran cordillera que rodea la base de oro, como si
Esto es algo que vamos visualizando mentalmente al tiem­
fuera un muro que engloba a todo nuestro sistema.
po que ubicamos montoncitos de arroz en las correspon­
La visualización va elaborándose paso a paso, colocan­
dientes direcciones.
do.un montón de arroz en el centro del plato que representa
Los siguientes elementos que participan en la visualiza­
al monte Meru, la montaña central del sistema, y a cuatro
ción son los siete atributos del monarca universal. Los pri­
montones más de arroz en las cuatro direcciones cardinales.
meros cuatro son la rueda preciosa, la gema preciosa que
Para ello comenzamos considerando a la dirección que se
concede todos los deseos, el consorte precioso y el ministro
halla frente a nosotros como el este y, a partir de hí, vamos
precioso, que debemos ir visualizando al colocar los puñ�­
colocamos los distintos montones, primero el del este y des­ .
dos de arroz en las cuatro direcciones cardmales. Los Sl­
pués los del sur, del oeste y del norte. Luego, siguiendo las
wientes tres atributos son el elefante precioso, el caballo
insrucciones transmitidas por alguien que haya llevado a
�recioso del monarca y el general precioso. El octavo y úl­
cabo esta práctica, ubicamos a derecha e izquierda del con­
timo atributo es un gran vaso lleno de tesoros y nquezas.
tinente oriental dos pequeños montones de arroz represen­
Estos ocho atributos se visualizan al tiempo que vamos api­
tando dos subcontinentes. Luego hacemos lo mismo en los
lando montones de arroz en las cuatro direcciones intercar­
lados cercano y distante del continente sur, a l a izquierda y
dinales, sureste, suroeste, noroeste y noreste.

a la derecha del continente occidental y en los lados distan-
Luego visualizamos las ocho diosas que confieren dife-

88
89
-

Fundamentos del Budismo Tibetano Ngondro: a práctica del manda/a

rentes placeres y aspectos de la experiencia sensorial. Las En los sutras, el Buda describe las muchas formas dife­
primeras cuatro se visualizan en las direcciones cardinales rentes en que los seres perciben y experimentan sus mun­
al tiempo que van colocándose los correspondientes monto � dos, todos ellos perfectamente válidos desde un punto de
nes de arroz. La primera es la diosa de la alegría y de la risa, vista relativo, es decir, desde la perspectiva kármica de los
la segunda es la diosa de las guinaldas de flores, la tercera seres que pueblan esos reinos. El Buda habló de mundos de
) es la diosa de la canción y la cuarta la diosa del baile. El res­ formas diferentes (es decir, con cuepos esféricos, oblongos
) to de las diosas que van desde la quinta hasta la octava se vi­ y rectangulares), todos los cuales son posibles desde la pers­
sualizan en las direcciones intercardinales, la diosa de las pectiva kármica de los seres que los pueblan. La razón que
flores en el sureste, la diosa del incienso en el suroeste, la explica la cosmología concreta utilizada en el mandala es
diosa de las lámparas, la luz y la iluminación en el noroeste que es la más equilibrada, simétrica y estética para transmi­
) y la diosa del agua perfumada en el noreste. tir el concepto del universo ideal que estamos ofreciendo.
) Los siguientes elementos son el sol y la luna, ubicados Aunque el objeto físico sea un plato con puñados de
en las direcciones noreste y suroeste, respectivamente, aun­ aroz colocados en cierto orden, nosotros visualizamos un
)
que algunos textos colocan al sol en el este y a la luna en el . universo que en esos momentos se halla realmente presente
) oeste, pero ambas configuraciones son aceptables, puesto y estamos creando una ofrenda repleta de todo el esplendor
) que existen dos transmisiones válidas a este respecto. Según y las riquezas de un universo perfecto. Nosotros estamos li­
la primera de ellas, el sol está en el noreste y la luna en el su­ mitados por nuestras necesidades materiales a hacer ofren­
roeste, mientras que, en el sureste y el noroeste, se colocan das al guru y a las tres joyas, aunque lo mejor que podría­
montones de arroz que representan la sombrilla, signo de mos ofrecer serían cientos o miles de millones de dólares,
majestad y de poder, y la bandera de la victoria, símbolo del pero, en cambio, este proceso meditativo nos permite ore­
triunfo de las fuerzas del bien sobre las del mal. Finalmente cer el universo entero. Desde el punto de vista de la medita­
colocamos el último puñado de aroz en el centro del plato ción y de los beneficios que recibimos, si nos entregamos de
. hasta que rebosa, visualizando que éste colma el universo manera sincera a esta práctica ofreceremos el universo y re­
1 entero con toda la riqueza de los dioses y de los hombres, y cibiremos los beneficios como si realmente lo poseyéramos
que todo el esplendor y riqueza que podamos imaginar col­ porque, en términos del desarollo espiritual, esto es real­
ma el universo y se ofrece a las fuentes de refugio. mente lo que ocurre, y la diferencia existente entre orecer
)
Nuestra actitud no debe ser tan sólo la de que la práctica el universo y visualizar que ofrecemos el universo es exclu­
nos beneficie a nosoros sino que, a través de ella y del mé­ sivamente técnica.
J rito que genere, pueda beneficiar a todos los seres. La ple­ Esta cosmología concreta nos presenta un mundo que
garia que hacemos cuando presentamos la ofrenda a las gira en tono a una montaña central, el monte Meru, que
fuentes de refugio, una plegaria motivada por el altruismo y está rodeado por siete anillos concéntricos de montañas do­
el desinterés, es la siguiente: «Apelo a tu compasión para radas que se hallan separados por un océano repleto de te­
que aceptes esto,· en beneficio de todos los seres y para que soros. Más allá del séptimo anillo hay una cadena exterior

todos ellos puedan compartir sus beneficios>> . que se extiende tan lejos como permiten las paredes de la

9t 91
.. ­
-- -
·'

Fundamentos del Budismo Tibetano Ngondro: A práctica del mandala

cadena montañosa que circunscribe el mundo. En este océ­ para completar el ngondro formal o práctica prelimin�. �1
ano exterior podemos concebir los grandes continentes en mandala de siete puntos utiliza como base los rasgos pnncl­
las cuatro direcciones y los subcontinentes, uno a cada lado pales del de treinta y siete, de modo que los montones de
de los grandes continentes, cuya forma es similar, pero cuyo arroz son muchos menos. Un puñado se coloca en el centro
tamaño es la mitad de los continentes mayores. Esta cosmo­ representando al monte Meru y luego se colocan otros cua­
logía concreta se presenta como una totalidad, como un sis­ tro en cada una de las cuatro direcciones para representar
tema completo. La siguiente unidad mayor de medida del los cuatro grandes continentes y otro en el noreste y en el
universo es un kilocosmos, un mundo que es mil veces ma­ suroeste para representar el sol y la luna. Sin embargo, no
yor que el anterior. debemos abreviar la visualización, sino que tenemos que
La siguiente unidad de medida es la de mil kilocosmos un seguir meditando durante estas recitaciones y repeticiones )
o

millón de veces mayor y la siguiente el millón de kilocos os
, del mandala de los siete puntos, como hicimos en la forma )
m ll millones de veces mayor que estos otros mundos. Al ofre- extendida, de modo que la visualización sea lo más comple­
cer el mandala del universo no lo visualizamos como un solo ta posible.
mundo, sino como un millón de kilocosmos, en cuyo caso, La plegaria de cuatro líneas que se repite más de100.000
ese simple acto nos pemite ofrecer a las tres joyas y a las tres veces para completar la práctica formal de ofrenda del roan­
raíces � millones de mundos repletos de esplendor, rique­ dala se traduce literalmente del siguiente modo: «La base
zas y maJestad y cuyo méito, en consecuencia, es proporcio­ dorada está ungida de agua perfumada y salpicada de flores.
nal. Cuando más amplia sea nuesra imaginación durante la Este mandala está engalanado con los continentes, el sol y
mediación, mayores serán los beneficios que recibiremos de la luna». Las dos primeras líneas de la plegaria se refieren a
ella. Esta práctica de orenda del mandala tiene que ver, fun­ la estructura de la visualización, mientras que las dos si­
damentalmente, con la acumulación de nuestro mérito y con guientes aspiran a que esta ofrenda, acompañada de la vi­
la profundización de nuesra conciencia. El énasis, por su sualización del reino de los budas (la asamblea de las res
pate, está puesto en el acto de la ofrenda, de modo que du­ joyas y las res raíces), que permite a todos los seres disfru­
ne la práctica también ofrendamos flores, frutas, incienso y tar del reino de la experiencia pura.
velas. También hay aspectos del ritual que evocan en la mente
Al comenzar cualquier sesión de ofrenda del mandala una visualización expandida, de modo que no sólo ofrece­
meditamos en esta forma expandida del mandala del uni­ mos ese mundo concreto a la asamblea de budas y bodhi­
verso, al que se conoce como el mandala de los treinta y sie­ sattvas visualizada frente a nosotros, sino a todos los bl;das
te rasgos. Lo podemos hacer una o varias veces, pero la re­ y bodhisattvas, a todos los gurúes, a todas las manifestacio­
citación y la práctica real utilizada para el cuerpo principal nes de estas energías y a todas las fuentes de refugio en to­
de la meditación es una breve plegaria de cuatro líneas com­ das las direcciones. De este modo, el simple acto de ofren­
binada con una versión abreviada del mandala conocida da del mandala nos permite ofrecer miles de millones de
como el mandala de los siete puntos. Esta orenda particular mundos. También hay cierta actitud que debemos cultivar
se repite 100.000veces o, mejor todavía, 111.111
veces, como enfoque general de nuestra experiencia en el mundo,

92 9
Ngodro: a práctica del manala
Fundamentos del Bdiso Tibetano

especialmente cuando estamos practicando la ofrenda del al nirvana y sigan trabajando en beneficio de todos los seres

) mandala. Cuando no estemos en una sesión de meditación y y, inalmente, la dedicación de nuestro mérito al beneficio
de todos los seres.
nos encontremos ante algo hermoso, como, por ejemplo, un
La última fase consiste en la aspiración general de que,
jardín o una puesta de sol lo ofrecemos a nuestro guu, a las
gracias a nosotros y a todos los seres que hayan llevado a
tres joyas y a las fuentes de refugio para, de ese modo, con­
vertir nuestra experiencia cotidiana en un acto permanente cabo estas ofrendas, podamos acumular mérito, profundizar
nuestra conciencia y alcanzar la iluminación, momento en el
\ de ofrenda.
Una vez completadas las ofrendas hacemos las plegarias cual existe una identificación entre nosotros y todos los seres
) con las fuentes de refugio. Entonces imaginamos que el
finales que reafirman nuestra aspiración de que, a través de
campo de refugio, es decir, la asamblea que habíamos visua­
esta ofrenda del mandala, podamos desarrollar un mérito
lizado en el cielo que se halla frente a nosotros, se disuelve
) puro y profundicemos nuestra conciencia, que podamos re­
en luz y se ve absorbida por nosotros. Luego identiicamos
� alizar totalmente la aspiración de todos los budas y bodhi­
nuestro cuerpo, nuestra palabra y nuestra mente con los de
sattvas y compartir la experiencia del estado de ilumina­
) ción. Entonces afirmamos nuestra voluntad de no seauir
las fuentes de refugio y dejamos que la mente descanse, todo
o
) vagando en el samsara ni de ir en pos de un nirvana egoísta
el tiempo que sea posible, en un estado de conciencia sin for-
·

ma y no conceptual.
) que no sirva también a los demás. Muy al contrario,a través
de esta práctica alcanzaremos la iluminación plena que nos
)
permita liberar a todos los seres del océano de la existencia
) y del ciclo de los renacimientos. En el ritual hay plegarias
) de súplicas que llaman especialmente nuestra atención ha­
cia nuestro guru raíz y hacia los gurúes del linaje en tanto
)
que personificación del cuerpo, palabra, mente, bendiciones
)· y cualidades de la iluminación. Visualizamos mentalmente
) distintas ofrendas extenas, intenas y secretas, que son
ofrecidas a los gmúes y entregamos toda nuestra salud,
)
cuerpo, palabra y mente a los gurúes para purificamos y re­
cibir las bendiciones que nos permitirán alcanzar el estado
) de iluminación perecta del Mahamudra. Existe una refe­
rencia breve a la plegaria de las siete ramas del Mahayana y
debemos recordar:cada una de las ramas: el homenaje que \
hacemos al Buda, nuestras ofrendas, el reconocimiento de \
) nuestras faltas y de nuestros defectos, la alegría por el méri­
to de los demás, el deseo de que el dharma siga difundién­
dose, el ruego a los budas y bodhisattvas de que no avancen

95
9v
)
)
)
)
6. NGÓNDRO: LA PRÁCTICA )
)
DEL GURU YOGA )
Y LA RELACIÓN ENTRE )
)
DISCÍPULO Y GURU 1
)

La práctica del guru yoga y la actitud que considera al


maestro como un guru es uno de los rasgos más distintivos
del camino Vajrayana. En las enseñanzas sutra del Hinaya­
na o en las enseñanzas normales del Mahayana, cuando to­ )
mamos refugio o asumimos los votos de laico, de novicio,
e monje, de monja o de bodhisattva, no nos referimos a un
guru o a un lama en el sentido estricto del término. En tales
)
casos, no recibimos los votos de nuestro guru, sino del abad,
de un preceptor, de un maestro o de un amigo espiritual. Sin
embargo, en el nivel sutra de la práctica carece de todo sen­
tido rogar al maesro como fuente de bendiciones y recibir
sus bendiciones. Es cierto que el maestro o amigo espiritual
es considerado como una persona digna de todo nuestro
respeto y consideración, alguien a quien podemos hacer
ofrendas y en quien podemos confiar, pero sólo el Vajraya­
na considera al maestro como una fuente de bendiciones. )

Vajr.d .r. Bud.


Dibujo cedido por cortesía de Kagyu Dharma, San Francisco 97
Fundamentos del Budismo Tibetano Ngondro: l práctica del guru yoga

En la práctica del Vajrayana desarrollamos un samaya o guru es el Sangha. Así pues, el cuepo del guru es la perso­
\ compromiso tántrico con un guru concreto que nos transmi­ nificación del Sangha, la palabra del guru es la verbaliza­
te las iniciaciones. Quizá se trate de una ceremonia de ini­ ción del Dharma y la mente del guru es la expresión ilumi­
ciación a la forma, la palabra o la mente de una determina­ nada del Buda. Así pues, nuestro respeto, nuestra fe y
) da divinidad, o de una ceremonia que incluya los cuatro nuestra devoción se basan en el reconocimiento de que, para
) estadios de la iniciación (la del vaso, la secreta, la del cono­ nosotros, el guru es la fuente de las tres joyas.
cimiento-sabiduría y la de la palabra preciosa) porque, en El guu es el cuerpo que unifica a todos los budas y bod­
cualquiera de los casos, una vez que hemos recibido de un hisattvas, y es considerado como el sostenedor del vajra, un
)
maestro el proceso tántrico de iniciación, éste se convierte término sinónimo al de Vaj radhara o Dorje Chang
en nuestro guru. Hablando en términos generales, la perso­ (rDo.Ije.'Chang), el nivel Dharmakaya de la realización úl­
) na que nos ha transmitido una iniciación o una enseñanza tima. En ese sentido, el guu se considera idéntico al nivel
del Vajrayana se convierte en uno de nuestros gurúes raíz. absoluto del ser iluminado.
)
Una vez establecida esa relación con un detemúnado maes­ En otro tantra, el Buda subrayó el papel desempeñado
) tro, el practicante tántrico se beneficia a través de la fe y de­ por el guru del siguiente modo: «De todos los budas que han
) voción que tenga a ese maestro, lo que le abre a recibir las alcanzado la iluminación, ninguno la logró sin la interme­
bendiciones del maestro y de la práctica, de �odo que pue­ diación de un guru, y de los mil budas que aparecerán en
)
da alcanzar los estadios superiores de la realización que, en este kalpa, ninguno la logrará sin la intermediación de un
) el caso ideal, le pemúten alcanzar la experiencia del Maha­ guru». Así pues, para alcanzar la iluminación es absoluta­
) mudra. Ésta es precisamente la función del guru en el pro­ mente necesaria la intervención de un maestro espiritual, es

) ceso tánrico: proporcionar una fuente de bendiciones y decir, de un guru.


convertirse en foco de nuesra devoción. El Buda habló largo y tendido de la necesidad de que

La palabra tibetana para referirse al guru es la de lama discípulo y maestro se conozcan muy bien antes de empren­
)­ (bla.ma), un término compuesto cuya primera slaba signi­ der cualquier enseñanza o iniciación formal. En este sentí­
) fica superior o más elevado, como sucede en el caso del tér­ do, el discípulo debe preguntarse inteligentemente: "¿Es
mino la dre (bla.bres), que es el témúno que se aplica al do­ éste el maestro apropiado para mí?", "¿Es un buen maes­
J
sel colgado sobre el trono del maestro en las tradiciones tro?", "¿Conoce esta persona la enseñanza verdadera y tie­
\ india y tibetana. La segunda sílaba, por su parte, significa ne la capacidad de ayudarme?" El guru, por su parte, debe
madre, porque el guru o lama es tan digno de la devoción detérminar a través de un examen si el aspirante es apto para
del practicante como la madre de la devoción de su único dedicarse a la práctica y si es un receptáculo adecuado para
hijo. Y es que el guru contempla con interés, compasión y la enseñanza que pueda impartirle.
)
bondad a todos los seres como posibles discípulos que pue­ Según el Buda, después de haber establecido un vínculo
den beneficiarse de sus enseñanzas. formal de enseñanzas e iniciaciones, y una vez aceptado a
) En uno de los tantras, el Buda se refirió a este punto di­ un detemúnado maestro como guru, es muy impotante que
ciendo que el guru es el Buda, el guru es el Dharma y el el discípulo sólo tenga imágenes positivas de su maestro y

9k 99
Fundamentos del Budismo Tibetano Ngondro: a práctica del guru yoga

que las aliente, aun en el caso de que descubra en él cuali­ maestros en tanto que encnación de la iluminación. Los
dades que le parezcan desagradables puesto que, una vez es­ guúes que históricamente han formado parte del linaje de
tablecido el vínculo, la única actitud beneficiosa que. pro­ la transmisión desde el Dharmakaya hasta el presente se de­
mueve el avance espiitual del discípulo es la de considerar nominan los gurúes del linaje, y el maestro del que recibi­
al maestro como una emanación del Buda. De nada sirve mos enseñanzas e iniciaciones en la práctica del Vajrayana
ver al maestro como una persona ordinaria y criticarle por­ es nuestro guru rafz.
)
que, en última instancia, esa actitud puede acabar convir­ Hay dos formas de visualización igualmente válidas que
tiéndose en un auténtico obstáculo. podemos emplear durante la práctica del guru yoga, el últi­
Hablando en términos generales, el guru es una persona mo de los preliminares. En una de ella� visualizamos al
bondadosa y compasiva, y con una motivación benévola y guru sobre nuestra coronilla, en cuyo caso imaginamos el )
altruista hacia la enseñanza, una persona que tiene conoci­ trono, el loto y los discos solar y lunar conformando el
mientos y aptitudes para enseñar; una persona, en suma, que asiento sobre el que se visualiza al guru. Él mira en la mis­
)
ha comprendido la naturaleza de las enseñanzas y ha tenido ma dirección que nosotros, porta sobre su coronilla, situa­ )
experiencias que puede transmitir. dos uno sobre otro, a todos los gurúes del linaje y está rode­ )
Desde el punto de vista de la práctica tántrica es impor­ ado de los maestros de los demás linajes, las deidades
)
tante que el guru sea también el sostenedor de� auténtico li­ meditativas y los budas y bodhisattvas ubicados de manera
naje de bendiciones y enseñanzas que se remontan al buda similar a la visualización de la toma de refugio y a la de la
Shakyamuni histórico o a un linaje que se derive del nivel ofrenda del mandala. Si esto nos resulta difícil, también po­ )
del Dhannakaya, al que se denomina buda Vajradhara. Eso demos visualizar a la asamblea ubicada en el cielo que se
implica que el guru tenga o haya tenido, en algún momento, halla frente a nosotros de modo que, en lugar de visualizar­
un guru, y que también tenga o haya tenido un samaya o las sobre nuestra coronilla, nos hallemos en presencia de las
compromiso con ese guu. Asimismo · es muy importan'te fuentes de refugio. Cualquiera de ambas modalidades resul­ )
que nuestro guru sea alguien que respete y observe el sama­ ta adecuada.
ya con su propio guru, de forma que el linaje que esté rans­ La figura central de la visualización es nuestro guru raíz,
mitiendo sea ininterumpido. con los gurúes principales de la transmisión ubicados uno
La tradición kagyu considera al linaje como una trans­ encima del otro sobre su coronilla y rodeados de los gurúes )
misión basada en la devoción. Este linaje se originó con de los demás linajes y de las deidades meditativas frente a
Vajradhara en el Dharmakaya y pasó a través de una línea él. Los budas están a su derecha, el dhanna detrás, el �ang­
humana de maestros que pasa por los indios Tilopa y Naro­ ha a su izquierda y las divinidades protectoras formando un
pa, y los tibetanos Marpa el traductor, Milarepa, Gampopa soporte que sostiene a toda la asamblea.
y el primer Karmapa. El elemento pincipal en la transmi­ Desde un punto de vista práctico esta visualización no
sión de las bendiciones y de las iniciaciones, y el poder es­ difiere de la utilizada en la toma de refugio o en la orenda
piritual de la línea kagyu a lo largo de la historia, es la de­ del mandala pero, desde el punto de vista experiencia!,
voción que cada sostenedor del linaje ha mostrado a sus nuestra actitud es muy distinta. En las prácticas de toma de

100 101
Fundamentos del Budismo ibetano Ngondro: l práctica del guru yoga

refugio o de ofrenda del mandala concebimos a los gurúes periencia directa de la naturaleza esencial de la mente, Tat­
como personificación de la forma, la palabra, la mente, las hagatagarbha, o la naturaleza del Buda que estamos tratan­
) cualidades, las actividades, las bendiciones y las caracterís­ do de descubrir a través de la práctica tántrica. De este
ticas, en cuyo caso las divinidades meditativas desempeñan modo, el objetivo concreto de la súplica consiste en pedir a
otras funciones con diferentes cualidades y cada fuente de los gurúes del linaje que nos concedan la bendición de po­
refugio se considera poseedora de sus propias cualidades. der tener la experiencia auténtica y directa de la naturaleza
En cambio, en la práctica del guru yoga se considera a todas misma de la mente.
estas fuentes de refugio secundarias como emanaciones del Después de esta larga súplica a los gurúes del linaje del
)
principio del guu. Mahamudra viene una corta súplica. conocida en tibetano
) Tanto si adoptamos la modalidad que visualiza a la como "Dorje Chang Tungma" (thung.ma), que significa
) asamblea sobre la coronilla como si la visualizamos en el breve plegaria a Vajradhara r que comienza con las siguien­
) cielo que se halla frente a nosotros, el ritual empieza descri­ tes palabras : «Vajradhara, poderosos Vajradhara, Tilopa,
biendo a la asamblea y prosigue con la plegaria de las siete Naropa...» y que es una plegaria que centra nuestra atención
)
ramas del Mahayana. Mientras estamos recitando esta ple­ en todos los gurúes de los sublinajes de la tradición kagyu.
garia, vinculamos idealmente la contemplación de cada Así es como evocamos a los gurúes de las cuatro grandes
) rama con su recitación, maginando
i que nuestro propio transmisiones y de las ocho transmisiones menores de la es­
cuerpo es emanado millones de veces y que todas esas ema­ cuela kagyu, y solicitamos sus bendiciones para que la prác­
)
naciones se unen, al tiempo que visualizanos las diferentes tica espiritual acabe desarrollando en nosotros diferentes
) ramas de la plegaria, oreciendo nuestro homenaje y vene­ cualidades.
) ración, haciendo ofrendas, confesando nuestras faltas, ale­ Esta plegaria general a los gurúes de todos los linajes de
grándonos con el mérito de los demás, etcétera, etcétera, et­ la tradición kagyu va seguida de la recitación de una plega­
)
cétera. Todas estas emanaciones se unen para hacer estas ria de cuatro líneas, llamada "Plegaria de los Cuatro Ma
. ofrendas a la asamblea de gurúes y a las demás fuentes de nam", debido a que cada línea empieza con las sílabas tibe­
refugio. tanas «Ma namka dang nyampey semchen tamche», en la

) El siguiente paso del ritual consiste en la súplica a los que el discípulo expresa su reconocimiento del guru como
gurúes del linaje kagyu, un texto escrito en cuartetas en encamación de la iluminación. La primera línea dice: «Yo y
donde se menciona por su nombre a todos y cada uno de los todos los seres, mis madres, cuyo número llena el espacio,
) gurúes, comenzando con el buda Vajradhara, el aspecto rezamos al guru, el precioso Buda . »; la siguiente línea se
..

Dharmakaya, y prosiguiendo a través del linaje de gurúes refiere a la mente del guru como el aspecto Dharmakaya, el
humanos hasta llegar a nuestro propio guru raíz. Al final de aspecto absoluto y sin forma del estado iluminado; la terce­
)
cada cuarteta recordamos el propósito de la súpiíca repi­ ra línea se refiere a la palabra del guru como el Snbhoga­
1 tiendo regularmente la frase: «Ütorgadme la sabiduía coe­ kaya, la manifestación de la forma pura, y la cuarta línea,
mergente» o «Concededme la sabiduría coenergente», en por último, se refiere al cuerpo físico del guru como la cua­
donde el término sabiduría coemergente se refiere a la ex- lidad dinámica y sin impedimentos del Nirmanakaya, la

1s2 1s3
Fundamentos del Budismo Tibetano Ngondro: l práctica del guru yoga

maniftwtación fíwica dt la iluminación. Así xutw, al rtcitar ritncia dt ftlicidad suxrtma. El término Svabavikakaya st
rtxttidaw vtcts twta xltgaria dt cuatro líntaw twtamow tvo­ utiliza xara dtwcribir tl Dharmkaya, tl Sambhogkaya y tl
cando tn nutwtra mtntt los diftrtnttw awxtctos dtl gurú y Nirmanakaya como awxtctos difrtntts dt la miwma txxt­
los rtlacionamos con los corrtwxonditntts awxtctow dt la ritncia. En tl Vajrayana asumt a cualidad dt la ftlicidad
iluminación comxltta. wuxrtma como tl tono txxtritncia! dt tsta txxtritncia intt­
En twtt xunto dtl ritual st rtcita tl mantra "Karmaxa grada, y conwidtramos al guru como la tncnación dt low
Chtnno" (Karma.xa.mKhytn.no), qut wignifica "Kamaxa, cuatro kayas, low trts kayaw ordinarios: tl Dharmkaya, tl
rtcuérdamt" o "Ttnmt xrtwtntt, Karmaxa", tn dondt tl Sambhogakaya, tl Nirmanakaya y tl cuarto kaya, qut rt­
término karmapa xutdt wer inttrxrttado dt dow formaw di­ xrtstnta wu unificación como btatitud suxrtma.
ftrtnttw. A un nivtl mtnos formal, un karmaxa ts una tma­ Esta wúxlica now hact conwcitnttw dt qut tl gurú tw la
nación dt la actividad dt todos los budas, alguitn cuya xrt­ xtrsonificación dt todas law futntts dt rtfugio y dt qut su
wtncia tsxiritual tw una maniftstación dt la actividad )
forma xtrsonifica al Sangha. Así xuts, la forma dtl guru rt­
iluminada. Dtwdt tstt xunto dt viwta, cualquitr matwro twxi­ xrtstnta la tncnación dtl Sangha, la xalabra dtl guru la
ritual xutdt wtr considtrado un karmaxa. En un nivtl máw for­ tncnación dtl Dharma, y la mtntt dtl guu la tncnación
mal, sin tmbargo, txiwtt tl linajt dt los Gyal€a Krmaxas, qut dtl Buda, la mtntt iluminada. En la xráctica tántrica tam­
)
cumxltn con la función dt str los xrincixaltw tra1smiwortw dtl bién considtramos al guru como la tncamación dt law trtw
linajt kagyu, dtsdt tl xrimtr Karmaxa Dusum Khytnxa raícts. Obviamtntt, la forma fíwica dtl guru ts tl xroxio )
(Duw.gwum.mKhytn.xa) hawta tl dtcimowtxto Knnaxa Rang­ guru, futntt dt btndiciontw tn tl Vajrayana; la xalabra dtl )
yung Rigxt Dorjt (Rang.byung.Rig.xa'i.rDo.rjt), qut han -uru ts la maniftwtación dt las dakinis y dharmaxalas, law
o
cumxlido con la función wuxrtma dt ransmitir la tstncia dtl divinidadtw xrottctoras, y la mtntt dtl guru, xor último, wt
linajt kagyu. Tradicionalmtntt twtt manra forma xartt dtl asocia a las divinidadts mtditativas.
xroctso dt rtcitación dt la xrácica dtl u yoga y st rtxitt El dtwarrollo dt la confianza tn nutwtro guru nos alitnta )
tantot milts dt vtctw como sta xowiblt, aunqut las s0.00 rt­ a no conwidtrar tan wólo tstas cualidadtw, wino a ttntr tam­
citacionew formaltw no son ntctwarias xara comxlttar tl guru bién tn cutnta su gtntrosidad y wu gracia. Así, no wólo con­
yoga. sidtramow qut nutwtro guru xostt law cualidadtw y l a rtali­
Nutstra viwión dtl guru dtbt ttntr tn cutnta la vacuidad zación dt los budas y bodhiwattvaw qut tncama, sino qut
twtncial dt su mtntt, tl awxtcto Dharmakaya, tl nivtl abwo­ todavía ts máw gtntrowo qut tllow, xorqut nosotrow todavía
luto y win forma dt la txxtritncia iluminada. La claridad y no htmow ttnido la sutrtt dt tncontramos con low budaw y
luminowidad qut tmtrgtn como concitncia tn la mtntt dtl los bodhiwattvas. Muchow dt tllow han axartcido tn vriow
guru son wu awxtcto Nirmanakaya, tw dtcir, la txrtwión for­ mundow, xtro nowotrow todavía no htmow ttnido la fortuna dt
mal dt tsa tntrgía. El Sambhogakaya, xor su xartt; rtfltja troxtzar tn twta vida con uno dt tllos y dt tscuchar la xala­
la inwtxarabilidad tntrt la forma y la no forma. El tantra bra xltnamtntt iluminada dtl Nirmanakaya. Sin tmbargo, a
también wubraya la txxtritncia dt la unidad dt twos trts aw­ xtwar dt tllo htmow xodido tnconrar a nutwtro matstro xtr­
xtctos como txxtritncia toual dt la iluminación, una txxt- wonal qut, xtwt a no str uno dt los mil budas como, xor

s0v 10
Fundamentos del Budismo Tibetano Ngondro: l práctica del guru yoga

ejemplo, el buda Shakyamuni es el vehículo a través del que como algo real limita la mente a un concepto ilusorio del
podenos llegar a establecer contacto con las enseñanzas. Es ego y obstaculiza nuestra capacidad para trascenderlo y ex­
t esta relación con el guru la que nos permite recibir las ense­ perimentar el estado de la iluminación. La tercera linea de la
ñanzas, practicarlas y alcanzar la iluminación. Puesto que la plegaria dice: «Concedednos las bendiciones necesarias
función del guru consiste en guinos a lo largo del camino para desarrollar la experiencia del gozo. . . » (aunque el texto
que conduce a la iluminación, para nosotros todavía es más tibetano dice literalmente «sin deseos, sin necesidades»).
bondadoso que los budas y que los bodhisattvas. Ésta línea expresa el reconocimiento de que es el concepto
s También es muy probable que nuestro maestro sea, en básico del ego el que crea la necesidad de alimentarlo con
realidad, una emanación del Buda que, en cierta ocasión, todo aquello que percibe cono necesario, lo que, a su vez,
)
dijo que, en tiempos de decadencia, los budas aparecerían alienta el proceso sansárico. La experiencia de ausencia de
) en forma de maestros personales y que, quienes tengan con­ identidad del ego nos permite alcanzar un estado de gozo en
s vicción en la presencia del Buda en forma de maestro per­ el que no hay necesidad alguna que satisfacer. Así pues, esta
sonal, acabarán desarrollando la correspondiente fe. La plegaria implora las bendiciones necesarias para suprimir
r
época en que vivimos parece ser una de aquéllas en las que los pensamientos, la disipación y la distracción mental, ac­
el Buda predijo que los seres iluminados se manifestarían titudes contrarias todas ellas al desarrollo espiritual.
como gurúes personales en los que podríamos confiar. Así Luego la plegaria solicita la realización de la naturaleza

) pues, aun en el :aso de que nuestro guru no haya alcanzado de la mente como no nacida y no originada, es decir, como
la iluminación completa, posee una transmisión auténtica algo que en sí mismo carece de existencia y que, por ese
de las bendiciones y enseñanzas del linaje y, por ello nüs­ mismo motivo, no está sujeta al nacimiento ni a la muerte.
) no, el hecho de considerar que está plenamente iluminado Las últimas líneas de la súplica dicen: «Concedednos las
) nos permite recibir los mismos beneficios que si realmente bendiciones para que toda la ilusión y la desilusión de la
lo estuviera. Desde el punto de vista del maestro quizás mente puedan verse pacificadas en su propia base>> y «Con­
)
haya una falta de realización pero, si el discípulo tiene fe y cedednos las bendiciones para que todo el mundo fenomé­
) devoción, recibirá las bendiciones completas del verdadero nico pueda ser percibido como el Dharmakaya». Mediante
linaje porque, cono dice cierto proverbio tibetano: «Si te­ la experiencia directa de la mente se eliminan todos los ni­
nemos fe podremos recibir las bendiciones hasta del diente veles de confusión y oscurecimiento de la mente que se de­
)
de un perro». rivan de la ignorancia fundamental. Entonces dejnos de
) La plegaria que recitamos en la parte central de la prác­ percibir superficialmente el mundo fenoménico y experien­
tica del guru yoga tiene siete líneas y comienza con las si­ cia!, y lleganos a verlos como la manifestación de la vacui­
guientes palabras: «Suplico al precioso guru . . .» ; la segunda dad esencial de la mente y como el Dharmakaya.
línea dice: «Concedednos las bendiciones para abandonar la Si nuestra práctica no se limita a una mera recitación,
identificación con el ego ... », un reconocimiento de que sino que también es una meditación sobre estos puntos y, si
nuestro egocentrismo es el principal obstáculo para el logro la llevamos a cabo plenamente conscientes del contexto en
de la iluminación, puesto que la identiicación con el ego el que suplicanos al guru, no deberíamos albergar la menor

10, 10
Fundaentos del Budsmo ibetano Ngondro: l práctica del guru yoga

duda de que la recitación de esta plegaria i i i . i i 1 veces nos iluminada y nos permite alcanzar el Dhrnakaya, la unión
otorgará las bendiciones de nuestro guru y de que la prácti­ entre el gozo y la vacuidad.
ca será eficaz. La clave estriba en que la mente permanezca Finalmente visualizamos que, de la frente, de la gargan­
centrada en lo que se está diciendo. ta y del corazón del guru salen simultáneamente rayos de
Al final de cada sesión de práctica del guu yoga visua­ luz -blanca, roja y azul- que se ven absorbidos por nuestra
lizamos que las figuras ubicadas en tomo al guu central se frente, por nuestra garganta y por nuestro corazón respecti­
disuelven en luz y se ven absorbidas en la igura central de vamente, lo que purifica nuestros osc�recimientos y
nuestro guu raíz, que en ese momento se conviene en la negatividades físicas, verbales y mentales. Esta es la cuarta
unión de todas esas fuentes de refugio. iniciación a la que en ocasiones se denomina iniciación de
En ese momento empieza el proceso meditativo que se la palabra preciosa y que constituye la introducción al Ma­
conoce como recibir las iniciaciones de nuestro guru. Para hamudra, la experiencia directa de la naturaleza de la men­
te. Este nivel también está relacionado con el Svabavikaka­
)
ello visualizamos que la frente del guru emana rayos de luz
blanca que se dirigen a nuestra propia frente. Éste es el pri­ ya, la integración entre los diferentes aspectos de la
mer estadio de la iniciación tántrica, la llamada iniciación iluminación en tanto que aspectos diferentes de una misma
d �l vaso, que nos purifica de los oscurecimientos y negati­ y única experiencia.
Vldades del cuerpo físico, nos capacita para !editar en las Luego visualizamos que el guru adopta una expresión
formas de las diviidades e implant' en nosotros la capaci­ apacible y radiante, se disuelve en luz y se ve absorbido por )
dad de actualizar el Nirmanakaya, la manifestación física de nosotros, momento en el cual nuestro cuerpo, nuestra pala­ )
la iluminación. bra y nuestra mente se identifican con el cuerpo, la palabra
En el segundo estadio de la iniciación visualizamos ra­ y la mente vajra del guru. Finalmente disolvemos la visua­
yos de luz roja que, saliendo de la garganta del guru, se ven lización en un estado de conciencia sin forma y permitimos
absorbidos por nuestra propia garganta, un proceso que es que la mente descanse en un estado de conciencia sin forma
conocido como la iniciación secreta y que purifica los oscu­ tanto tiempo como sea posible.
recimientos y negativídades de la palabra. Esta iniciación Las recitaciones rituales que preceden a la disolución de
secreta -relacionada con la realización del Sambhogakaya, la visualización en este estado sin forma se refieren a res
el cuerpo de gozo o nivel de forma pura de la iluminación­ factores en curso que ratamos de mantener en esta medita­
nos capacita para practicar un tipo especial de meditación ción y en todas nuestras actividades, y a los que ls ense­
conocido como los seis yogas de Naropa, que trabajan con ñanzas consideran la fuente de la liberación espontánea. El
los chakras y canales de energía del cuerpo. primero de ellos consiste en considerar a todas las formas
En el tercer estadio visualizanos rayos de luz azul que como la forma del guru o, lo que es lo mismo, como la ex­
sale� del corazón del guru y se ven absorbidos por nuestro periencia directa de la forma y de la vacuidad, más que 1
,
propiO corazón. Esta es la iniciación de la sabiduría des­ como una forma sólida conc�bida como algo que posee
pierta que purifica los oscurecimientos y negatividades de existencia real. Experimentamos la vacuidad de la forma
nuesra mente, nos transmite las bendiciones de la mente que se halla simultáneamente presente con la forma misma.

108 10
Funamentos del Budismo Tibetano Ngondro: A práctica del guru yoga

Ésta es la experiencia de la forma divina, es decir, de todas Al finalizar cada sesión de práctica del guru yoga dedica­
) las formas como la forma del guru. El segundo de ellos con­ mos los méritos y virtudes de la práctica recitando cualquier
siste en experimentar a toda palabra como unión entre el so­ plegaria de dedicación y aspiración con la que estemos fa­
\
nido y la vacuidad, como una especie de eco, como algo que miliarizados. Una plegaria muy interesante desde el punto
no es sólido ni posee existencia real. Ésta es la experiencia de vista de la práctica del guru yoga es aquélla en la que as­
del sonido divino, o de todos los sonidos como la palabra piramos a no separamos jamás, ni en ésta ni en futuras vidas,

n del guru. Finalmente está la experiencia de todos los pensa­ de este guru puro, y a poder compatir las riquezas de las en­
mientos y de toda actividad mental, es decir, de todo lo que señanzas, recorriendo el camino que conduce a la ilumina­
m
emerge en nuestra mente, como la unión entre la conciencia ción hasta alcanzar el estado de Vajradhara, el Dharmakaya,
) inteligente y la vacuidad, la experiencia del Mahamudra, nivel último de la experiencia de la iluminación.
r que es la experiencia de todos los pensamientos y recuerdos La relación entre el guru y el discípulo tiene lugar a ni­
como la mente del guru. La práctica del guru yoga nos vel muy práctico. La mente del guru es esencialmente vacía,
)
alienta a desarrollar esta conciencia de la esencia del guru luminosa, dinámica y sin impedimentos, y lo mismo sucede
presente en todas nuestras actividades a través de unas téc­ también con la naturaleza esencial de la mente del discípu­
) nicas de recitación y de meditación muy sencillas. lo, ya que, desde el punto de vista último, no existe diferen­
Nuestro primer pensamiento y recitación al levannos cia alguna entre el guru y su discípulo.
cada mañana es la plegaria del comienzo del texto del ngon­ Sin embargo, a un nivel práctico existe una diferenci�
) dro «Palden Tsaway Lama Rinpoche. . . », que dice: «Al oJo- cualitativa muy importante entre ambos, porque el discípu­
. •
b
noso y prec10so lama raíz, sentado sobre un loto y una luna lo todavía no ha alcanzado la iluminación y se halla todavía

) ubicados encima de la coronilla de mi cabeza, suplico que perdido en la conusión y el sufrimiento, aún está arapado
me tenga en cuenta con su suprema compasión y me otor­ en el ciclo de los renacimientos condicionados tratando de
)
gue las realizaciones del cuerpo, la palabra y la mente». Vi­ alcanzar la liberación. La motivación del guru es el interés
l �ualizamos a nuestro guru sobre la coronilla y le rogamos. compasivo que le lleva a permanecer continuamente cons­
k Este es también el fundamento de toda nuestra conducta co­ ciente de la difícil situación en que se encuentra su discípu­
tidiana que aspira a despertar nuestra conciencia de la pre­ lo y a buscar incesantemente el modo de eliminar el sufri:
sencia del guru en todo lo que hagamos. miento y la confusión. La tradición suele asimilar la
También recitamos la misma plegaria antes de ir a dor­ actividad compasiva del guru hacia su discípulo como un
Š, cambiando unas pocas palabras de la segunda línea gancho, al que literalmente se denomina el gancho de la
para indicar que, en este caso, visualizamos al guru brillan­ compasión del guru. El discípulo, por su parte, alienta la fe
o
te y resplandeciente en el centro de nuestro corazón y nos y la devoción hacia su guru que abren en su mente un espa­
J
dormimos en su presencia. Estas técnicas son especialmen­ cio al que se llama el anillo de la fe. De este modo, el gan­
te valiosas para que quien esté realizando la práctica del cho de la compasión puede unirse al anillo de la fe y permi­
guru yoga pueda generar un sentimiento de presencia conti­ te establecer un vínculo que no se rompe hasta el momento
nua del guu. en que el discípulo alcanza la iluminación.

llO 111
Fundamentos del Budismo Tibetano

Cuando realizamos estas prácticas preliminares, que em­


piezan con las preliminares comunes y prosiguen con las
preliminares extraordinarias, es muy importante poder dis­
poner de un maestro cualificado que pueda impnos es­
tas instrucciones, un papel que puede desempeñar cualquier
lama autorizado por el linaje. De este modo, quienes estén
interesados en llevar a cabo estas prácticas pueden recibir
explicaciones muy detalladas, ya que es muy importante no
realizar a ciegas las diferentes prácticas sin comprender el
proceso.

)
Pregunts
En algunas representaciones iconográficas a veces pue­ )
de verse un lazo con un gancho en un extremq y un aro en el
otro. ¿Es ésta la representación del gancho de la compa­
sión del guru y del anillo de la fe del discípulo?
Los objetos que las divinidades sostienen en sus manos j
son símbolos que poseen, en realidad, diferentes significa­
dos, y podemos pensar en el vínculo existente entre el gan­
cho y el anillo como un símbolo del compromiso de los se­
res liberados en sacar a los demás de la confusión y el
sufrimiento y conducirlos hacia la iluminación.

En la práctica del guru yoga hay un momento en que nos


visualizamos como Vajrayoguíni. ¿Podría Rinpoche acla­
ranos esta parte de la práctica? ¿Deberíamos, por otra
parte, haber recibido la iniciación de Vajrayoguini, para
poder visualizamos como esta divinidadfemenina?
Los textos recomiendan que nos visualicemos en forma
de Vajravarahi o Vajrayoguini portando, sobre su coronilla,
los gurúes, las tres joyas y las tres raíces. Esto se debe a que,
según la tradición, cuando nos identificamos con esta divi- Va rayogu i (Dorj Pa moj
Dibu|o de Cyntvir Mo~u

rr2
Ngondro: l práctica del guru yoga
Fundamentos del Budismo Tibetano

i
el
lemas o dificultades, inclu�endo
\ nidad, durante la práctica del guru yoga, nos volvemos mu­ en cualquier tipo de prob
. s de
sión difícil Una.de las func10ne
cho más receptivos a las bendiciones recibidas. h�cho de tomar una deci
os a través de la relación .c �n el
En cuanto a los beneficios que conlleva la identificación las bendiciones que recibim
el logro de nuestros obJetlvos
con la divinidad, cualquier divinidad meditativa resultaría auru es una mayor eficacia en
muy adecuada y, de hecho, podemos visualizarnos en forma � en la capacidad de superar mejo
r los obstáculos con que
duda de que é�te p��de ��r
\ del yidam que queramos . La razón por la cual se destaca la tropecemos. No cabe la menor
afrontar una s1tuac10n dtfl­
importancia de la visualización de Vajrayoguini durante la un factor muy beneicioso para
' no obstante, ello depende por
práctica de guru yoga del linaje kagyu se debe al papel cen­ cil en nuestras vidas aunque,
remos hacia el guru con
) tral que desempeña esta divinidad concreta en toda la prác­ entero de la sinceridad que gene
ón del guu yoga.
> tica kagyu. esta súplica que es la meditaci
En tanto que aspecto femenino, Vajrayoguini se refiere,
) ramas de­
en ciertas ocasiones, a la consorte de todos los budas y, en · Cuando realizamos la plegaria de las siete
) otras, es una representación de la madre de todos los budas, W
be s disolver la visualización de nuestras múlt iples ema­

) por cuanto también personifica la vacuidad, la naturaleza naciones antes de continuar?


aria de las siete ramas,
última de la realidad que genera toda la experiencia ilumi­ Cuando estamos recitando la pleg
) guru yoga, no �ólo so­
nada. Esta divinidad también ha desempeñado un papel que es una introducción al ritual del
) .
muy Importante en la transmisión kagyu; por ello los textos mos nosotros quienes estamos pres
entando homenaJe Y res­
nocimiento de nuestr�s
i recomiendan que, en esta práctica, nos visualicemos como peto, las diferentes ofrendas, el reco
ón y alegría por el mén­
Vajrayoguini más que como cualquier otra divinidad. faltas y transgresiones, la admiraci
sino que t�bién pod�­
En el punto de vista de la práctica, el foco está más pues­ to y virtud de los demás, etcétera,
h tiples emanac10nes Y réph­
to en el guru y en la meditación del guru yoga, no tanto en mos visualizar que nuestras múl
enaje y estas ofrendas,
h identificnos exclusivamente con la divinidad (como suce­ cas ofrecen esta alabanza, este hom
de en la meditación de Chenrezig), por ello no es preciso lo que se hace para intensificar la

experiencia d� la pleg .a
g
sentir que hay algo sah­
haber recibido una iniciación formal de Vajrayoguini, aun­ de las siete ramas. No necesitamos
) r nada con todas estas ema­
que tal cosa no sólo no resultaría perjudicial sino que, en re­ do en esta visualización ni hace
lemente las dejamos ir,
alidad, supondría un apoyo adicional. Para llevar a cabo la naciones al final de la plegaria, simp
ser una persona, lo únic.o
práctica de guu yoga debemos haber recibido antes aJruna
o y tampoco es el caso de volver a
e formando parte de la VI-
iniciación del Vajrayana. que ocure es que ya no se sigu
)
sualización.
J ¿Podemos utilizar el guru yoga y nuestra devoción al
) guru como ayuda para tomar decisiones más adecuadas? ·Cuando comenzamos la práctica de guru yoga o cuan­
Si la fe en nuestro guru es fuerte y estable, no cabe la �
do mprendemos cualquier otra práctica nueva, podemos
menor duda de que nuestras súplicas, desde ese estado de altenar su recitación en tibetano y en castellano, para
devoción, pueden resultar muy beneficiosas para ayudarnos comprender mejor lo que estamos haciendo?

1 15
1 1y
1

Fundamentos del Budismo Tibetano Ngondro: A práctica del guru yoga

Altenar la recitación en tibetano y en castellano es muy ¿Podría explicar por qué, al inal de La plegaria de las
en los tres
necesario si queremos entender lo que estamos haciendo. Pero siete ramas, se pide convertir a nuestros cuerpos
es imposible -resulta muy laborioso- leer dos cosas al mismo ayas ?
realizar el
tiempo de modo que, o bien leemos la fonética tibetana o la le­ La súplica «Concededme las bendiciones para
emos en castellano. Lo mejor, sin embargo, seria lleaar a fa- cuerpo ilusorio cono el Nra n nakaya, las fuerzas vitales
o
. . .
el Dharmakaya»
nuhanznos con lo que estamos leyendo en tibetano. En la como el Sambhogakaya y la propia como
de nuestras fa­
aurúes,
plegaria al linaje, por ejemplo, los nombres de los o se refiere básicamente a la transformación
sus equivalen­
como Dorje Chang, ou Rinchen (bLo.gros.Rin.chen), Sa­ cultades física, verbal y mental ordinarias en
signif ica que experimen­ )
raha, etcétera, que están subrayados en la traducción castella­ tes iluminados. El cuerpo ilusorio
idad última del
na, también lo están en tibetano. Quizá no comprendamos las tamos la vacuidad de la forma y la irreal
última instancia,
descripciones concretas de los gurúes, pero convendria identi­ cuerpo físico, es decir, como algo que, en
una proye cción de la mente. )
ficar sus nombres durante la recitación. Mienras recitamos las no es real y sólido, sino que es
nos referimos a
plegias en tibetano debemos tratar de ser muy conscientes El cuepo ilusorio es el término con el que
anakaya, la ma­
de todas las palabras clave que entendamos. También sería la unión entre la forma y la vacuidad, Nin d
n y la transf ormación de
muy recomendable utilizar un sistema como el que usted nifestación física de la iluminació
sugiere, por ejemplo, altenar el tibetano durante una se­ nuestra actual experiencia ingenua del yo.
. nivel actual e
sión o un día, y el castellano en la sesión o el día siguiente El Sambhogakaya se manifiesta en nuestro
ión y un soni­
porque, en tal caso, uno estaría comprendiendo, por un no iluminado como un habla, una comunicac
se utiliza la no­
lado, el significado en castellano y, por el otro, recibiría las do más claros pero, en este sentido, también
denominan sok
bendiciones de las plegarias recitadas en el original tibeta­ ción de "fuerzas vitales" que, en tibetano, se
significa "vida " y tsol es una )
no. No olvide que la recitación en tibetano también tiene su tsol (srog.rtsol), en donde sok
"func ión". Estos
métrica. forma verbal que significa "esfuerzo" o
ro de los cuales
son dos términos técnicos tántricos, el prime
ior del. cuer­
¿ Cómo podemos, si nunca los hemos visto representa­ se refiere al prana que circula por la parte super
, la vocal izacióo y
dos, visualizar a los gurúes durante la plegaria al linaje? po (y que tiene que ver con la respiración
, se refiere al
Aunque no estemos familiarizados con cada uno de los el habla), mientras que el segundo, por su parte
ro cuerp� (y
gurúes del linaje ni con su representación iconográfica (ges­ prana que circula por la parte inferior de nuest
ción, la repro duc�1ón,
tos, posturas, complementos simbólicos, ropajes, etcétera, tiene que ver con la digestión, la excre
o. Cuando pen­
concretos), lo más impotante es sentir su presencia mien­ etcétera) . Ésta es la energía modal del cuep
circula por el
tras recitamos las plegarias y se mencionen los diferentes samos en el concepto de energía sutil que
nicac ión como la
personajes del linaje. Nosoros estamos realmente en con­ cuerpo, nos referimos al habla y la comu
aya. Esto es
tacto con esa transmisión viva y aunque, en este sentido, no materia prima de la experiencia del Sambhogak
y habla ordina­
podamos tener una visualización perfectamente clara, ellos lo que ahora experimentamos como sonido
si fuera algo real,
se hallarán realmente presentes sobre nuestra coronilla. rios y que solemos considerarlo como

11, 1 17
Fundamentos del Budismo Tibetano

\ pero que, sin embargo, puede verse transmutado en la unión


entre el sonido y la vacuidad.

) . Fina �
lm nte .existe una transformación en nuestra expe­
.
? �
nencia or m a de la mente como algo tangible y fijo en
una expenenc1a de la intangibilidad esencial de la mente, el
) Dharma:aya, el nivel sin forma o absoluto de la ilumina­
ción. Así pues, nosotros estamos hablando en términos ge­
\

7. L O S VOTOS DEL LAICO


nerales, rogando una transformación de nuestra modalidad
) física, verbal y mental ordinarias en sus equivalentes ilumi­
} nados.

¡ logrado y disfrutamos
de esta pre­
Ciertas divinidades airadas, como Vajrayoguini o Pal­ Todos nosotros hemos
sión Y la li­
d que nos brinda la oca
den Lhamo, por ejemplo, suelen representarse con un collar ciosa existencia humana
un estado nada
la práctica espiritual,
) de cincuenta y una cabezas recién cortadas y derramando bertad de emprender . �
lograr .B sta,
trario, muy difícil de
sencillo sino, por el con
) sangre por sus cuellos que, según se dice, representan ten­
la relativa infrecuencia
del nacliiDen­
\

dencias ne�at vas o neurosis. ¿Sería tan amable de expli­ para convencemos de
gran cantidad de seres
� ?
que pm bla
canos el szgnficado de este detalle iconográfico? to humano, con ver la . ndo en tenru­
de la existencia Habla
) El col�: �e cabez�s humanas que adona la figura de los estados inferiores
nos halla.r:os
os los seres humanos
) �lgunas d1v1 �dades atradas está relacionado con lo que la nos muy generales, tod
una pe:spec va �
parecida pero, desde
)

htera ura Abh1dharma denomina los cincuenta y un estados en una situación muy
su vida, �Ier­
te de la gente malgasta
negativos de la mente que simbolizan la antítesis del desa­ espiitual, la mayor par
el mund? tiene
) das fútiles y cree que
rollo espiritual y el hecho de que las cabezas estén cortadas de el tiempo en búsque
e la VIda lu­
que les lleva a pasars
) a la altura ?el cuello significa que la divinidad airada repre­ una existencia real, lo
y atesoran Y de­
las cosas que valoran
senta un mvel en el que se ha erradicado por completo ese chando para proteger �
) sideran como una amena
za. D sde el
estado mental negativo. fenderse de las que con e tipo de
es, est
} punto de vista del des
arrollo espiritual, pu
erés.
c vida carece de todo int
nsa: "Yo soy
El individuo pro me dio, por ejemplo, pie
últi ma " y, basán­
y ésta e� l a realidad
una persona mundana
) prosperar Y se
es posible que quiera
dose en esta creencia, �
ique t do su
) Quizás, en tal cas� , ded
dedique a los negocios. . nes de dolares,
negocios, acop1e millo
tiempo y energía a los .
en una
e mu cha s posesi one s y llegue a convetrrse
atesor
> bargo, esa per-
. ima instancia, sin em
persona de éxito En últ

119
1 18
)
Fundamentos del Budismo Tibetano Los ¤ošos del Lawco

sona deberá morir y, cuando lo haga, no podrá llevarse con­ confusión emocional, el apego, la aversión, la estupidez, los
sigo ni un solo céntimo. Como dicen los tibetanos, la mente celos, el oroullo y la avaricia que alimentan las tendenc ias
o . .
abandona el cuerpo físico como lo hace un cabello que sa­ kármicas negativas que conducen a estados de renacuruen-
camos de la mantequilla, es decir, limpio, sin arrastrar con­ to inferiores. )
sigo partícula alguna pegada. Entonces la mente entra en el El renacimiento humano es un estado muy poderoso que
bardo o estado después de l a muerte como si despertase de nos proporciona la libertad de elegir entre una acción n�
ga­ )
un sueño, dejando tras de sí todo l o que formaba pane de tiva y otra positiva, lo que supone un gran poder pero, s1 no
ese sueño, que ya no sirve entonces para nada. valoramos el estado precioso de la existencia humana , es

.
:
n realid ad, sólo hay un legado de esta vida que prose­ decir si no reconocemos su pótencial y no buscamos el
)
_
guua despues de l a muerte. Y, con ello, no me refiero a las mod � de desarrollarlo, no estaremos en las me>res condi­
posesiones �ateri ales, sino a las tendencias kármicas que ciones para controlar nuestro karma. )
nuestras acciones hayan establecido y reforzado. Si las ac­ El Buda señaló diferentes vías a través de las cuales los
ciones han sido virtuosas y positivas, Jas tendencias kármi­ seres pueden desarrollar métodos para iluminarse. Uno de
cas reforzadas por ellas serán beneficiosas para la mente los elementos más importantes de la práctica espiritual que
después de la muerte pero, si las tendencias kármicas se han nos brindó en este sentido es el concepto de ordenación,
)
visto reforzadas por acciones negativas y dañipas, el resul­ �
porque el hecho de asumir preceptos relativos n�estro �s­ )
tado será negativo y perjudicará las experiencias futuras de tilo de vida puede potenciar mucho nuestra practica. Exls­ )
la me ?te después de l a muete. La única herencia, pues, de ten tres niveles diferentes de ordenación, el nivel individual
el )
e�t� VIda es kármica, y el único beneicio o perjuicio que re­ del Hinayana, los votos del bodhisattva del Mahayana.y
todas las cuales, el
Cibiremos a cambio de lo que hayamos hecho se deberá a las compromiso o samaya del Vajrayana, de
tende �cias kármicas positivas o negativas que hayamos es­ más simple es el del laico.
tablecido y reforzado a través de las acciones virtuosas o no Existen varias vías, según la radición del dhama del
vituosas, positivas o negativas, realizadas en esta vida. �
Buda, para asumir y mantener la ordenación del l co que,
Desde una perspectiva relativa, renacer en el reino de los hablando en términos muy generales, consisten en cmco vo­
pretas. es mejor que renacer en el reino de los infienos y, en tos o preceptos de los cuales podemos tomar uno, dos, tres,
de
ese mismo sentido, el reino animal es un estado de existen­ cuatro o los cinco, y también hay casos en los que el voto
cia más elevado que el de los pretas. Tal vez las formas más la fidelidad sexual puede ampliarse hasta llegar a conver tirse
se­
afortunadas y elevadas de vida animal sean aquellas que en el voto del celibato. Así pues, si asumimos un precepto,
mienr as que, si asumim os
ahora nos rodean (los gatos, los perros, los animales domés­ remos un laico con n precepto,
ticos Y los animales que pueblan los bosques y los prados), los cinco preceptos, seremos un laico completament e orden �­
.
pero mnguno de ellos sabe cómo practicar la actividad vir­ do y, si ampliamos el voto de la fidelidad sexual a la absti­
tuosa que refu�r�a el karma positivo necesario para lograr nencia sexual, seremos un laico célibe.
estados de felicidad futuros y un renacimiento superior. El primero de los preceptos es el de no mata:. Una vez
con-
Muy al contrario, las mentes de esos seres están atadas a la asumida formalmente la ordenación, ciertas acc10nes

12t 1 1
11
Fundamentos del Budismo Tibetano Los votos del laico

\
cretas transgreden completamente el precepto y ponen fin a a otro ser, sólo se ve violado por las mentiras refeidas a
) la ordenación. Así, por ejemplo, en el caso de haber asumi­ nuestros logros espirituales, es decir, cuando proclamamos

) do el voto de no matar, lo violaremos si arrebatamos haber alcanzado ciertos niveles de realización cuando, en
conscientemente la vida a un ser humano. Ello no quiere de­ realidad, no es así. En i opinión, se trata de un voto bas­
cir que quitar otras formas de vida resulte indiferente pues­ tante sencillo de mantener.
to que, de hecho, se trata de algo muy negativo, no sólo, ob­ El quinto voto, un voto, por cierto, auxiliar, prohfbe el
\ viamente, para la forma de vida considerada, sino también uso de sustancias intoxicantes.
para nosotros mismos. Si analizamos sencillamente la ac­ Podemos elegir cualquier combinación posible de los
)
ción de matar y examinamos sus resultados, sin considera­ cinco preceptos, pero sólo deberíamos asumir aqHellos que
) ciones atenuantes de ningún tipo, advertiremos que este fuésemos capaces de mantener.
acto puede producir un renacimiento en los estados inferna­ Asumir uno solo de estos votos y mantenerlo durante

) les y quinientas vidas en las que experimentar la retribución toda la vida es un acto muy beneficioso y meritorio. En los
kármica de ser matados o de tener una vida muy corta. En tiempos del Buda hubo un arhat, llamado Katayana, conoci­
) ningún caso, pues, resulta aceptable quitarle la vida a otro do por sus poderes psíquicos y por su capacidad para acce­
) ser pero, en el contexto formal de haber asumido el voto de der a otros dominios de existencia, que, en cierta ocasión,
S no matar, el único acto que pone específicamente fin a la or­ visitó el reino de los pretas y llegó a un fabuloso palacio en
denación (en lugar de ser una infracción seria) es el de arre­ el que vivía una hermosa mujer que más parecía diosa que
) batar conscientemente la vida a otro ser humano. preta. Katayana fue invitado a la mansión por esta mujer y,
) El segundo voto es el de no robar. La frase dice textual­ mientras pasaba el día hablando del dhrna con ella, se
R mente: «No tomar lo que no se nos haya dado», un voto que quedó deslumbrado por la magniicencia del lugar y el es­
resulta bastante difícil de mantener, porque se ve roto por pecial esmero con que le atendieron los criados.
)
cualquier acción en la cual tomemos algo que no nos perte­ Cuando empezó a anochecer, la mujer le dijo: «La noche
nezca con la intención de quedámoslo, lo que incluye cual­ no tardará en llegar y debo pedirle a Su Reverencia que
) quier tipo de robo, por más pequeño que éste sea. abandone el palacio, porque ocurrirá algo espantoso y no

) El tercer voto tiene que ver con la fidelidad sexual y se quisiera que le afectase». Perplejo, Katayana abandonó la
refiere a no ser sexualmente infiel a nuestra pareja. En este mansión y, cuando se hallaba a cierta distancia, miró hacia
}
caso, las personas casadas o que vivan juntas de común atrás y vio cómo la mansión se transformaba en una jaula
} acuerdo como pareja romperán el voto si mantienen rela­ metálica en llamas que consumfan a la mujer mientras .los
ciones sexuales con otra persona. Además, y como señalá­ seres que, durante el día, habían sido sus criados, se conver­
bamos anteriormente, este voto puede expandirse hasta lle­ tían en demonios infernales que le infligían tormentos atro­
)
gar a incluir la abstinencia sexual o celibato, como sucede ces durante toda la noche. Cuando volvió a amanecer, la
en los casos de la monja o del monje. jaula se convirtió de nuevo en un hermoso palacio.
El cuato voto es el de no mentir y, aunque se ve rans­ Al día siguiente, Katayana volvió para hablar con la mu­
gredido por cualquier mentira, especialmente las que dañan jer preta y, usando su visión clarividente, descubrió que esa

122 123
Fundamentos del Budismo Tibetano os votos del Laico

existencia se debía a un renacimiento anterior en el reino día, a la que se denomina "los ocho preceptos del Mahaya­
humano en la que ella se ganaba la vida matando animales na", una ordenación temporal que se mantiene durante vein­
y vendiendo su cne. En aquella existencia había conocido ticuatro horas. También es posible asumir y mantener estos
a un maestro espiritual que le explicó el concepto de karma votos durante el resto de la vida, pero ello supondría la ne­
y la relación entre causas y efectos, entre acciones positivas cesidad de asumir la ordenación cada mañana y de renovar­
y negativas, y sus correspondientes resultados de felicidad y la a la mañana siguiente. Puesto que se trata de votos tem­
sufrimiento, lo que la disgustó mucho. Entonces asumió el porales, también podemos tomarlos la mañana que
voto de no matar durante la noche, porque aquello era lo queramos, puesto que el único reguisito es haber recibido la
único a lo que podía comprometerse sinceramente, ya que transmisión en alguna ocasión. Esta es una costumbre que
de día trabajaba como cnicera. El resultado kármíco de se hallaba muy difundida en el Tibet, en donde eran muchas )
todo ello fue que la mujer disfrutó de la virtud de haber asu­ las personas que asumían los ocho preceptos del Mahayana
mido y mantenido un precepto, pero también experimentó durante un mes o en ciertos días auspiciosos del calendario
los efectos negativos del karma acumulado por matar seres lunar, como los días ocho, diez, quince o treinta de cada
vivos. La conclusión que podemos sacar de este episodio mes.
pone de relieve los beneficios de un solo voto asumido y El primer voto de la ordenación de los ocho preceptos es
mantenido con pureza. Así pues, asumir uno sólo de los pre­ el que dice "No mataré" y, puesto que se trata de una orde­
ceptos del laico durante el resto de nuesra vida y mantener­ nación temporal, su observancia debe ser también mucho
lo con pureza es algo muy positivo. más estricta. En el caso de la ordenación del laico, la única )
Los demás votos de ordenación, los votos del bodhisatt­ infracción que la destruye es la de quitar una vida humana,
va y el samaya tántrico, se asumen y mantienen hasta el lo­ mientras que los demás actos de matar son meras transgre­
)
gro de la iluminación. En el caso de los votos de ordenación siones pero, en el caso de este voto de veinticuatro horas, el
individual del Hinayana, puede darse el caso de que los asu­ precepto se rompe cuando uno arrebata conscientemente
mamos durante un período limitado de tiempo (la llamada cualquier forma de vida.
ordenación temporal) o para el resto de nuestra vida (en El segundo voto, "No tomaré las posesiones de otros", se
cuyo caso se habla de ordenación permanente). La elección refiere a no quednos con nada que no nos pertenezca. El
de los votos y el tiempo por el que se asumen los decide tercer precepto, que dice "No mantendré actividad sexual",
quien asume los preceptos ante la persona que ransmite la supone la prohibición de mantener cualquier tipo de activi­
ordenación. En mi opinión personal, en el caso de la orde­ dad sexual. El cuarto precepto, "No mentiré", se refiere a
nación de un laico, la toma de uno, dos o tres votos no pre­ cualquier mentira, especialmente a aquéllas relacionadas
senta grandes dificultades a quien quiera mantenerlos du­ con los logros espirituales. El quinto voto de los ocho pre­
rante el resto de su vida y, en consecuencia, recomiendo la ceptos tiene que ver con la abstención del uso de sustancias
ordenación permanente a quien piense asumir cualquier tóxicas. En este sentido, los textos mencionan al alcohol,
combinación de ellos. pero debemos considerar que cualquier sustncia que nos
También existe un tipo de ordenación especial de un solo despoje de la razón o de la lucidez mental genera muchos

124 125
'1

Fundamentos del Budismo Tibetano os votos del laico

y,
\ problemas a lo largo de todo el camino espiritual. El sexto tro niveles del Vajrayana. Kriya significa actividad ritual
a tanto la import an­
precepto se refiere a no usar asientos o tronos que alienten en consecuencia, el kriya tantra subray
)
el orgullo personal, con la excepción, claro está, de aquellas cia de las prácticas rituales cono guardar silencio y ayunar.
) personas que, habiendo asumido el voto, impartan las ense­ En el nyung ne mantenemos los ocho preceptos como ?
l ha­
al segund o asurrum os
ñanzas del dharma que -por respeto al mismo- se sientan en cemos habitualmente el primer día;
(con
un t ono. Sin embargo, en cualquiera de los casos, ello debe
� los preceptos con el voto adicional de guardar silencio
) s)
realizarse c �n una actitud despojada de orgullo porque, en la excepción de la recitación de las plegarias y los mantra
\ período de veinticuatro
caso contrano, se violaría el precepto. y el ayuno absoluto. Durante este
) �1 �
s ptimo precepto tiene que ver con ayunar después del horas no ingerimos alimento sólido ni agua.

)
medwdta, y constste en asumir el voto de tomar alimentos La palabra tibetana utilizada para la ordenación es dom­
es
sólidos hasta la comida del mediodía y luego ingeir exclusi­ pa (sdom.pa), que significa unir o juntar. La ordenación
práctic a.
v�mente líquidos, lo que se considera especialmente benefi­ -o muy poderoso como fundamento de nuestra
alo .
) cwso para la pr�ctica porque, de ese modo, nuestro cuerpo se Por un lado, está la virtud que acompaña al hecho de
asuiillf
volvera_ más ágil, nuestra mente más clara y nuestro sueño la ordenación y, por el otro, de mantener la observ
ancia de
)
en accion es �e­
más ligero y, a la mañana siguiente, cuando nos desper­ los preceptos, así que, cuando incurramos
) temos, nuestra mente se hallará también más clara. Éste es gativas que vayan en contra del espíritu de esta ordena
ctón
) un precepto que beneficia de manera general nuesra salud y o que, por su misma natura leza, sean acciones negativas, su
s que si carece ­
) nuest a meditación. Finalmente también existe el precepto
� confesión y purificación serán más eficace
de evttar los adonos personales y las actividades tales como mos de ella.
) o la
cantar y bailar, que estimulan el deseo sexual. Al evitar la fri­ El Buda dijo que, quien asume los votos del laico
) volidad, la ligereza y las distracciones mentales, este voto ordenación de los ocho preceptos, es diferente de quien no

) genera un estado de calma que propicia la meditación. los ha asumido, y que la ordenación multiplica por
cien el
acu­
1 Quien desee asumir los ocho preceptos del Mahayana poder de nuestras acciones. Así, por ejemplo, el mérito
quien no
debe pedírselo a un maestro que haya recibido una transmi­ mulado por mil velas o postraciones ofrecidas por
) sión viva de esa ordenación. Una vez que tal maestro nos ha tomado la ordenación es el mismo que el de una sola
vela
) . Así
los haya transmitido, podemos tonarlos ante el altar el día o postración ofrecidas por alguien que la haya tomado
que queramos, postrándonos ante los símbolos del cuerpo, poder todos los factores que
) es como la ordenación carga de
la palabra y la mente de la iluminación y asumiendo, en su participan en nuestra práctica espiritual.
} de esta
presencia, la ordenación, válida durante un período de vein­ La necesidad del beneficio de· la ordenación,
ilustrarse
ticuatro horas. unión como elemento de nuestra práctica, suele
y ventan as en
) El ny£ng ne (sMyung.gnas) es un ritual de ayuno de dos con el ejemplo de una casa con varias puertas
!
d as de Chenrezig de los mil brazos que utiliza una adapta­ cuyo interior hay un gran tesoro. Las puertas y ventan
as es­
haber ladrones rondan do por los
Ción concreta de los ocho preceptos y que se utiliza porque tán todas abiertas y puede
joyas, el dinero y
el nyung ne pertenece al kriya tantra, el primero de los cua- alrededores con la intención de robar las

12, 127
)
Fundamentos del Budismo Tibetano os votos del laico

los objetos preciosos que se ocultan en su interior. Se trata bleció las cuatro reglas monásticas de "no matar", "no ro­ \
de una situación peligrosa. Si levantásemos un muro en tor­ bar", "no mantener relaciones sexuales" y "no mentir" y no
no a la casa y cerrásemos todas las puertas menos la princi­ habló de sustancias tóxicas, hasta que un monje tuvo pro­
pal y la custodiásemos, desaparecería el peligro porque, en blemas con ellas y el Bu da se vio obligado a incluirlas.
tal caso, nos protegeríamos, sin mucho esfuerzo, de la pér­ Cierto día que aquel monje estaba mendigando, fue invi­
dida de algo precioso o de vemos invadido por algo amena­ tado por una mujer a comer en su casa y, después de servir­ )
zante o dañino. Ésta es precisamente la función que cumple le, le hizo la siguiente propuesta:
la ordenación: custodiar las cualidades y los méritos que ha­ -Ahora debo decirte que he cerrado la puerta y no te de­
yamos acumulado para que no se dispersen ni se pierdan, jaré marchar hasta que no mantengas relaciones sexuales )
protegiéndonos así contra las influencias negativas que pu­ conmigo, mates una cabra que tengo en el patio o te bebas )
dieran llevnos a situaciones desagradables. esta botella de alcohol. Debes elegir una de las tres opciones
Antes dijimos que el quinto voto relativo al uso de subs­
)
porque, de lo contrario, no te dejaré partir.
tancias intoxicantes era auxiliar. Los cuatro votos básicos -No mataré deliberadamente a ningún ser vivo -pensó
son los preceptos de no matar, no robar, no cometer adulte­ entonces el monje-, pero el Buda también ha dicho que el
rio (o mantener la abstinencia sexual, según lo que hayamos monje no debe mantener relaciones sexuales y, si lo hicie­
elegido) y no mentir. El quinto voto de no consumir sustan­ ra, rompería mi ordenación. Pero no ha dicho nada sobre el
.
cias intoxicantes menciona específicamente el alcohol, un alcohol, de modo que ésa parece ser la única altenativa-po­
)
voto que se incluyó posteriormente, porque se trata de subs­ sible. )
tancias que generan gran confusión emocional y despojan a -No voy a mantener relaciones sexuales contigo y tam­
la mente de su claridad. Pero, aunque en el Tibet no tuviéra­ poco mataré la cabra, pero sí que beberé alcohol -respondió
mos sustancias como la marihuana y las drogas psicodéli­ el monje.
cas, y los textos sólo mencionen el alcohol, su efecto es el Finalmente se bebí� la botella pero, desafortunadamen­
mismo, ya que despoja a la mente de su claridad y precisión, te, acabó emborrachándose, manteniendo relaciones sexua­
y dificultan la capacidad de discriminar las situaciones. Es les con la mujer y matando a la cabra. Fue entonces cuando
por ello por lo que, aunque los textos no mencionen especí­ el Buda instruyó a sus seguidores en la necesidad de evitar
ficamente estas sustancias, debemos incluirlas en la misma el uso de substancias embriagantes, por los problemas adi­
categoría. cionales que puede desencadenar la obnubilación mental
Entre los textos del Vinaya relativos a la disciplina mo­ que provocan.
nástica hay uno conocido como Texto para la liberación in­ Quienes están dispuestos a emprender el retiro de tres
dividual que incluye relatos que explican los fundamentos años y tres meses pueden elegir tomar la ordenación de
de esta disciplina. En cada uno de los casos, cuando el Buda monje o monja novicios o la ordenación completa de biks­
enseñaba un detemúnado precepto relataba simultáneamen­ hu o bikshuni (monje o monja completamente ordenados),
te. una historia en la que explicaba a sus monjes las circuns­ antes de entrar en el retiro. Éste es el enfoque habitual des­
tancias que justificaban su uso. Al comienzo, el Buda esta- de la perspectiva Hinayana porque, de este modo, enran en

128 1 9
-
.

F˜ndemento“ del Budismo Tibeleno


Los vol‰s del leico

) retiro como monjes o monjas


novicios o como monjes
monjas completamente ordenad o Son muchas las actividades que realizamos conscientes
os y seguirán siéndolo des­
pués del retiro, ya que esta orde de que necesariamente implican la muerte de otros seres
nación concreta suele durar
toda la vida. como sucede, por ejemplo, con los insectos que matamos
Al laico que emprende el retir cuando conducimos un vehículo. ¿Qué relación guarda
o de tres años y tres meses
todo ello con el voto de no matar?
) se le exige asumir provisionalmente
la ordenación del celi­
bato. De este modo se asum El voto específico de no matar, que implica arrebat�
\ años y tres meses los cinco voto
en y mantienen durante tres
conscientemente la vida de otro ser, se rompe cuando deli­
) cional de la fidelidad sexual amp
s de laico, más el voto adi­
liado al celibato. Después
beradamente causanos la muerte de un ser humano. Desde
} del retiro, la persona puede deci un punto de vista práctico o legalista, pues,_ sólo rompería
dir asumir un nivel mayor
de ordenación, la ordenación este voto quien quitase deliberadamente la v¡da a �n ser hu­
) del novicio, o del monje o
monja completamente ordenad mano. Pero ello no implica, como ya hemos d1cho, que
o, lo que, obviamente, estará _
muy bien, pero también pueden otros actos similares sean kármicamente neutros. En reali­
optar por mantener la orde­
) nación laica del celibato durante dad casi todo depende de la motivación, puesto que hay

) del retiro, lo que también estará


el resto de su vida después
muy bien. Asimismo resul­

mu hos modos de matar. Podemos matar movidos por la
ta muy adecuado abandonar la ira, por el deseo o por la estupidez, y el primero de ellos es
) y asumir una ordenación laica
ordenación laica del celibato
el acto kármicamente más serio. El segundo modo de matar
) cuatro o cinco votos. En últim
altenativa de uno, dos, tres,
a instancia, ésta es una cues­
se origina en el deseo y no está tan motivado por la cólera,

) tión de decisión personal. como el deseo de obtener algo con la muerte. El tercer caso,
por último, está motivado por la estupidez al no dn� s
) s innecesario decir que, quie
estos preceptos, deben tratar de
nes asumen cualquiera de
cuenta de que se trata de un acto neganvo que � ausa su ­ �
) deberíamos asumir aquellos prec
mantenerlos. Así pues, sólo
eptos que conscientemente
iento a otros seres. Así pues, matar a un ser ViVO mov1do
) sepamos que podemos mantene
r. Cada uno, a fin de cuen­
por la insensibilidad o l a apatía es kármicamente mucho

) tas, debe tomar su propia decisión


que quiera asumir y pueda man
sobre los votos concretos
menos serio que hacerlo motivados por el enfado.
Desde el punto de vista kármico, las acciones q�e c�usan
) tener.
muerte y que realizamos sin intención ni co�c1enc1a de
) nuestra parte son más o menos neutras. En real1dad, no �o­
Preguntas demos pensar que se trate de un acto kármico muy negatiVO
porque, según el Buda, para que un acto sea comp_leto,_ de­
ben concurrir diferentes elementos o factores. El pnmero de
¿Puede, quien asume uno o dos votos de la ordenación
ellos es la motivación de llevar a cabo un deteminado acto
de laico, asumir otros después?
Sí, uno puede aumentar l a ordenación y enriquecerla a � : �
que, en el caso de la pregunta, n e iste. E segundo ele­
mento es el objeto, el ser, que aqm Si que ex1ste. El tercer
) medida que vaya avanzando, pero sólo debe asumir aquellos
es el acto de matar motivado por el deseo de matar, que aqm

votos que pueda mantener, y agregar luego los que desee.
está ausente. La consumación del acto, que sí tiene lugar, es

130
1u1
Los votss del laico
Fundamjmtjs del iudismj Tibetemo

la muerte del animal. Al no concurrir, pues, todas las condi­ haber cometido un acto negativo ya que, conesándolo y arre­
ciones, no se trata de un acto káicamente completo. Es pintiéndonos, nos liberamos de sus consecuencias.
indudable que matar insectos mientras se conduce no es )
bueno, pero no somos kármicamente responsables de ello, ¿El voto de la fidelidad sexual se limita a comprometer­

puesto que no hay intención alguna de matar ni tenemos nos a mantener relaciones sexuales exclusivamente con

conciencia de ello. Suponemos que tal cosa ocurre, pero no nuestra pareja o existen acaso otras prescripciones sobre la )
lo sabemos con certeza. El elemento más importante a la hora o el lugar como se describe, por ejemplo, en El ona­

hora de asumir este voto es la motivación consciente de no mento de joyas de la liberación?


)
matar y de hacer todo lo posible por no quitar ninguna vida. Las prescripciones contra la actividad sexual de las que
Éste es el factor más importante. habla El onamento de joyas de la liberación deben ser en­ )
tendidas como pautas para la conducta sexual kármicamen­ )
¿Qué sucede con el voto cuando allanan nuestra casa y, te correcta. Este voto concreto se refiere a la fidelidad a
)
defendiendo a nuestra familia, matamos al asatante ? nuestra pareja.
Aunque matar a alguien e n defensa propia n o sea u n acto
·Es posible asumir un voto parcial contra el uso de sus­
kármicamente neutro es, ciertamente, mucho menos grave
que ir deliberadamente tras alguien con la intención de ma­ �
tan ias tóxicas como, por ejemplo, asumirlo con la salve­ )
tarle. El karma implicado cuando uno no es �1 agresor es dad de beber con moderación en ciertas ocasiones o, si es
nuestro deseo, sería mejor no asumirlo?
)
mucho menos negativo, aunque ello no quiere decir que no
exista. Arrebatar conscientemente la vida a otro ser, por la Si usted desea hacer una salvedad que le permita, por

razón que fuere, es un acto kármicamente negativo por el ejemplo, beber moderadamente cuando s� encuentre en

que tendrán que surirse las consecuencias. Pero una cosa es ciertas situaciones sociales, será aceptable Siempre Y cuan­

ser el agresor y otra muy diferente matar a alguien en de­ do lo haya acordado con su maestro o con la persona de

fensa propia. quien haya recibido los votos.

el voto del ce-


¿Cómo podemos eliminar las consecuencias de matar a ¿·Es posi
ble no querer asumir plenamente
tras no tengamos pareJa,
.

Libato para toda la vida pero, mien


alguien en defensa propia?
Tanto si hablamos de éste como de cualquier otro tipo de por ejemplo, asumirlo día tras día? .
muy apropiado, en
karma negativo debido a cualquier acción negativa, los textos En este caso, el voto diario resulta
eptos del Mahayana se
afirman radicionalmente que la única virtud de lo no virtuo­ cuyo caso el tercero de los ocho prec
ría asumirse tantos días
so es que nos proporcionan una opounidad de purificación. tomaría a diario e, idealmente, debe
Así, pues, el reconocimiento y la confesión sincera acompa­ seguidos como fuera posible.
ñados del arrepentimiento y del compromiso de no volver a
entre el noviciado Y la
incurrir en el futuro en la misma acción, supone ciertamente ¿ Cuál es la dferencia existente
una purificación. Ésta es la única virtud, por decirlo así, de ordenación completa?

1uu
1u2
Fundamentos del Budismo Tibetano Los votos del laico

La diferencia existente entre el noviciado y la ordena­ ordenación de monja novicia y piensan viajar a Hong Kong
) �
c ón co�pleta, tanto para un monje como para una monja, para recibir la transmisión china de los votos de la bikshuni,
) g1ra básicamente en tono al número de preceptos asumi­ que es una transmisión válida de estos votos.
dos . En la mayoría de los casos se trata de preceptos Lo importante es que podamos mantener los preceptos
) .
relativamente menores o secundarios. La ordenación básica porque, si lo deseamos y sabemos que podemos mantener­
1 de los cuatro grandes votos es la misma para el laico célibe los, encontraremos los medios para llevarlo a cabo. Tal vez
i que para el novicio, el monje o la monja completamente or­ aún no sea posible en los Estados Unidos, pero hay algunos
denados. En el caso del monje o de la monja novicios, los maestros chinos que viven aquí y pueden transmitirlos y, en
>
votos que forman parte de esta ordenación son reinta o, se­ consecuencia, existe una transmisión viva de los votos de la

gún otras tradiciones, treinta y tres. Éstos son votos rela­ bikshuni.
) tivamente menores, mientras que la ordenación básica de
) cuatro votos -no matar,. no robar, no mentir y no mantener ¿Cómo podemos sabe, si tenemos La intención de com­
relaciones sexuales- es la misma. En el caso del bikshu o partir el gozo con otra persona y le expresamos nuestro
) monje completamente ordenado, los votos son doscien os � amo, que todo lo que nos consintamos es kármicamente ne­
cincuenta y tres y, en el de la monja completamente ordena­ gativo?
) da, cuatrocientos ochenta, aunque debo insistir una vez más Ésta es una cuestión bastante compleja. La recomenda­
en que, comparados con los cuatro votos básicos, todos ción kármica relativa a la actividad sexual trata de propor­
)
ellos son preceptos menores o secundarios. cionarnos algún tipo de estabilidad, para que aquélla no se
) convierta en la principal fuerza motriz de nuestra vida, en
) ¿Es posible recibir la ordenación completa de monja en una fuente de estimulación y agitación emocional. Es por

) los Estados Unidos? esto por lo que se recomienda un código general de conduc­
No estoy seguro de que, en los Estados Unidos, haya al­ ta sexual que se halle en relativa concordancia con las nor­
) guien que transmita la ordenación de bikshuni. También mas generales del reino humano y que mantenga la dimen­
) debo decir que esta transmisión nunca formó parte de la tra­ sión sexual en armonía con el resto de la vida. Yo supongo
) dición tibetana, porque no fue llevada desde la India hasta el que se necesita una cierta confianza en los budas y bodhi­
Tíbet como una tradición viva, cosa que sí ocurrió en los ca­ sattvas como maestros inteligentes y omniscientes para
) aceptar la validez de una conducta que parece rígida e inne­
sos de las ord �naciones de la monja y del monje novicio y
J en la ordenación completa del monje... pero la ordenación cesaria. Lo que usted dice me parece muy cierto porgue, si
) de bikshuni jamás llegó al Tibet. la relación básica que une a dos personas es el amor, no será
En consecuencia, por tanto, no creo que pudiera recibir­ mucho el daño que salga de ahí. No obstante, a pesar de
)
la de un maestro tibetano. Quizá pudiera recibirla de un ma­ todo ello haríamos bien en no mantener relaciones cerca de
) estro chino, porque la tradición del budismo chino todavía una stupa, un templo o en presencia de nuestros maesros.
tiene una transmisión viva de los votos de la bikshuni. De Así pues, me parece adecuado mantener al respecto una ac­
hecho, algunas mujeres norteamericanas han recibido la titud razonablemente respetuosa.

134 135
r
¡

Ljs vjtjs del laicj


Fundamfntjs dfl Budismj Tibf—enj

Muchas personas creen que la prohibición del sexo oral


llevará un cierto krna negativo, pero ello no romperá el )
voto, y su resolución inicial de no matar es un buen motivo
es una actitud cultural anticuada traída del Tibet y que no
para asumirlo.
resulta aplicable a los Estados Unidos. ¿Debemos acatar
también esta restricción?
Existe cierto fundamento para esta prohibición en las en­
señanzas del d.hrna, pero creo que se trata de cuestiones )
relativamente secundarias que deberíamos dejar ahora de
lado y permitir que los seres sensibles del samsara sigan
)
siendo seres sensibles del samsara. No me extenderé más
\
sobre este particular.
)
Yo quisiera asumir tomar el voto de no mata; pero son
millones los seres vivos que mato en mi práctica cotidiana
de la medicina, como células que provienen de trozos de
piel y tejido, por ejemplo. ¿Forman estas células parte de
un ser sensible ? Me temo que no podré asumir el voto. )
Hablando de la vida microscópica, el Buda incluyó a las
)
bacterias y a los microorganismos como partes de cual­
quier ser vivo sano. En este sentido describió las 84.000 )
criaturas que viven en el cuerpo humano, queriendo indicar
con ello que el estado de un cuerpo humano normal en re­
poso es un estado sano, sin ninguna enfermedad que pueda
aumentar o disminuir el número de microorganismos ni in­
troducir otras nuevas. El Buda no describió nada más allá
de estos simbu o microbios, la vida microscópica del cuer­
po. En cuanto al tejido real de la piel, parece que estamos
hablando de algo compuesto de moléculas, átomos y partí­
culas subatómicas a los que no parece que podamos adscri­
bir sentimientos. )
Me parecería muy adecuado que asumiera el voto, sobre
todo teniendo en cuenta que el único acto de matar que lo
rompe formalmente consiste en arrebatar la vida humana.
Es cierto que, si usted mata inadvertidamente seres micros­
cópicos mientras lleva a cabo su trabajo, su actividad con-

137
1u6
El voto de~ bjdhisttva

Para que el practicante desarrolle la bodhicitta es nece­


) saria una cieta comprensión y, para ello, debenos tener
cierta comprensión y valoración de nuestra propia mente,
) en done se experimenta bodhicitta, pero también cierta
comprensión de nosotros mismos y de los seres sensibles en
tanto que criaturas no iluminadas en el ciclo de los renaci­
} mientos condicionados. Es necesaria, en suma, cierta com­
a prensión del estado de samsara, de la existencia no ilumina­
8. EL VOTO DELBODHISATTVA da y del potencial para el nirvana, el estado iluminado del
ser. Sólo entonces puede florecer en nuestra mente la verda­
} dera bodhicitta. De otro modo, sería como lanzar una lecha
) En uno de sus libros, el maestro budista indio Shantide­ en la oscuridad hacia un bosque tan espeso que no tendría­
va señaló que la oportunidad y libertad para el desarrollo es­ mos la menor idea de la dirección en que debemos apuntar
)
piritual que nos proporciona la preciosa existencia humana i de si hemos acertado o no en el blanco.
es tan difícil d e obtener que haríamos mal en suponer, si la La experiencia de la bodhicitta es completamente perso­
desperdiciamos y hacemos un uso inadecuado de ella, que nal. A fin de cuentas, es nuestra mente la que la experimen­
) vuelva a repetirse. Porque el hecho es que el renacimiento ta. En estos momentos tenemos una idea un tanto vaga de
humano del que ahora gozamos no es algo que suceda de nuestra mente. Decimos "mi mente" pero ¿qué es exacta­
)
manera aleatoria y sin necesidad de realizar esfuerzo algu­ mente lo que ahora está pensando? ¿Es la propia mente o es
) no, sino que sólo sucede en contadísimas ocasiones y con algo diferente? Es preciso conocer con más claridad lo que
) gran dificultad. Nosoros disponemos de la oportunidad y estamos experimentando cuando pensamos en nuestra pro­
de la libertad necesaria para desarrollnos y de la situación pia mente.
)
ideal para alcanzar la budeidad o, cuanto menos, el estado La mente es la que genera y experimenta la bodhicitta y
)
de realización del bodhisattva. ¿Cómo, si no valoramos ade­ también es ella, en consecuencia, la que postula su propia
) cuadamente la extraordinaria singularidad de la preciosa existencia. Debemos saber distinguir entre lo que constituye

) existencia humana y no aprovechamos esta oportunidad ha­ la naturaleza de la propia mente y las consrucciones menta­
ciendo un buen uso de ella, podemos esperar que vuelva a les que se derivan de ella. El Buda dijo que podemos empe­
presentarse una ocasión tan extraordinaria cuando abando­ zar examinando nuestro cuerpo físico dividiendo, para ello,
) nemos esta vida y nuestra mente avance hacia existencias el cuerpo en un sistema exteno de piel, pelo, cne, huesos,
) futuras? etcétera, y otro sistema interior de los órganos intenos.
Según las enseñanzas, tanto del sutra como del tantra Cuando examinamos estas diferentes partes del cuerpo, nin­
para alcanzar la iluminación plena y recorrer el camino del
'

guna de ellas puede, individual i colectivamente, concebir


bodhisattva se requiere de un factor llamado bodhicitta, es un yo, porque la substancia física carece de conciencia. No
decir, la actitud iluminada. hay parte del cuerpo ni órgano alguno que sea capaz de ge-

) 1u8 139

1

Fundamentos del Budismo Tibetano El voto del bodhisttva

nerar esta sensación de identidad ni de creer en ella, porque Otra característica de la mente, según el Buda, es su
ese órgano o prte del cuerpo carece de conciencia. naturaleza clara o luminosa, algo que no tiene nada que ver
Pero el Buda también dijo que, si bien esto era cierto lo con la experiencia visual, sino con su capacidad de conocer
� �

r �alment im ortante es verificarlo a través de nu��tra p o­ y experimentar. \
pia expenencra. ¿Acaso hay algo, cuando contemplamos el El Buda también se refirió a la cualidad dinámica de la
cuerpo, a lo que podamos denominar "yo"? . mente que hace que sus manifestaciones no encuentren im­
Quizá, si no podemos encontrarlo en el cuerpo físico, de­ pedimento alguno. Si encontrase algún impedimento, su po­
bamos entonces buscar en la dimensión mental de nuestra tencial para experimentar no podría convertirse en expe­ )
experien�ia. ¿Está la mente dentro o fuera del cuerpo? ¿Está riencia, pensamiento, memoria, sensación, percepción,
acaso ubicada en alguna parte del cuerpo? Si existe un yo, etcétera. La mente posee una cualidad libre para expresarse
deben_amos ser capaces de enconrarlo y describirlo porque, como conciencia. La mente puede percibir formas y soni­
)
.
en caso contrano, no tendríamos más remedio que concluir dos, puede establecer distinciones y sentir con detalle las )
que la mente está vacía y que no existe nada a lo que en ri­ cosas tal cual son.
gor podamos llamar mente. Al definir de este modo a la mente, el Buda estaba des­
)
Idealmente, esta búsqueda es algo que puede validarse a cribiendo algo que, siendo esencialmente vacío e intangi­
través de la experiencia personal del meditador y corrobo­ ble, carece de límites. Como la mente, el espacio es algo
rando continuamente esa experiencia con la ayuda de un que todo lo impregna. Si estamos hablando de una mente 1
guru o de un maestro de meditación. Entonces tal vez llegá­ esencialmente vacía, es decir, de una mente que carece de
)
semos a la conclusión de la existencia o de la inexistencia forma, de color, de tamaño y de ubicación, no podemos de­
· · )
de algo a lo que podamos llamar mente o yo. . cir: «mi mente, esencialmente vacía, termina aquí, y más
El Buda definió al yo como una mera construcción men­ allá no existe». El espacio no se ajusta a estas características )
tal. La mente se concibe de un modo tal que se siente como y tampoco lo hace la mente. Dondequiera que la mente esté
un yo o un ego pero, en realidad, carece de existencia in­ presente, también lo está su luminosidad y, do d q�iera q�e
� �
trínse�a, P?rque no es posible encontrar nada a lo que poda­ esté presente la luinosidad, su naturaleza dmarruca y sm
_
mos descnb1r como yo, algo tangible, sólido, real o inteno impedimentos puede transformar en experiencia �sa lumi�
que posea forma, color, tamaño o ubicación. nosidad. La conciencia n o se ve limitada por el tiempo m
El Buda señaló que la naturaleza de la mente es tan va­ por el espacio. Es por esto por lo que, incluso en nuestro ni­
cía como el espacio y está despojada de todo rasgo distinti­ vel limitado de experiencia, podemos pensar en un lugar
vo, como el espacio, que carece de forma, color y tamaño. como China y evocar mentalmente una imagen de ese país,
Pero �ambié dijo que la mente no es simplemente espacio, sin importar la distancia que nos separe de él. )
?
espacio :acw, porque entonces no sería eficaz y no podría El budismo denomina tathagatagarbha a la naturaleza
pensar m sent1r _ del modo en que lo hace. El espacio vacío, 1
esencial de la mente. Ésa es la naturaleza de Buda, el poten­
c �mo s�bemos, carece de conciencia y no es capaz de ser cial para la-iluminación que posee todo ser vivo, todo orga­
efrcaz m de experimentar. nismo que sienta o tehga conciencia. En última instancia, la
)
140 141

Fundamentos del Budismo Tibetano El voto del bodhisttva

) naturaleza esencial de la mente no es algo que podamos completamente separado e independiente. Este nivel de fi­
_
� describir en términos de tamaño o nivel de evolución, sino jación dualista es el segundo tipo de confus1ón que p� de­
que es algo básico e inherente a todo ser vivo. roos advertir al examinar nuestras mentes y al que, en ube­
Nosotros describimos esta naturaleza pura de la mente tano se denomina técnicamente bak-chag (bag.chags), que
como mente pura, como tathagatagarbha, como la naturale­ i
sign fica hábito o tendencia habitual. La mente tiene el há­
) za de Buda. Podríamos pensar metafóricmente en ella bito de experimentar en términos de yo y de lo otro y, h�sta
como el agua clara, una conciencia prístina esencialmente que alcancemos realmente la iluminació�, el_apego duahsta
>
pura. Lo _ que ahora experimentamos es una mezcla de pure­ seguirá formando parte de nuestra expenencta.
) .
za y de unpureza, de claridad y de confusión, de ilumina­ El tercer nivel de confusión y oscuridad que podemos dis­
ción y de no iluminación, como el barro que se mezcla con tinguir en la mente es el conflicto emocional, es decir, la ex­
_
) el agua _Y oscurece provisionalmente su limpidez original. periencia de la reacción � mocio� al bas� da en las actl�d� s
El mvel fundamental de este oscurecimiento es simple­ _
con las que el sujeto se dmge hac1a el objeto Las �es p� nct­
} .
mente el desconocimiento, la ignorancia. La mente no es di­ pales reacciones emocionales son la atracctón o Identifica­
) rectamente consciente de su verdadera naturaleza, tathaga­ ción del sujeto con el objeto que encuentre placentero; la
_
tagarbha, srno que, en su lugar, experimenta un nivel de aversión o rechazo hacia el objeto que considere amenazante,
confusión n básico que únicamente podemos referinos a y la apatía o estupidez de la mente debida a la igno� ancia o a
ello como coemergente, como simultáneo a la propia men­ la falta de atención hacia lo que realmente está ocunendo. La
) t �. Mientras _ha habido mente, también ha habido ignoran­ mente ignorante está implicada en una relación supericial
) cta. ya que stempre ha habido falta de conciencia directa de entre el sujeto y el objeto, sin comprender su na� raleza esen­
la naturaleza misma de la mente . Éste es el nivel de confu­ cial. De estas emociones primarias de la atracción, la aver­
)
sión más básico de la mente que podemos distinguir y al que sión y la apatía se derivan multitud de oras, hasta el punto de
_
técmcamente se denomina ignorancia coemergente. que los textos radicionales hablan de 84.000. .
Esta ignorancia básica genera muchas otras distorsiones. .
Finalmente también existe el nivel de la act1v1dad cons­
) La vacuidad esencial de l a mente se distorsiona en la expe­ ciente o karma. Las acciones motivadas física, verbal o men­
riencia sólida de un yo o de un ego, algo central que asume talmente por esta confusión emocional pueden ser pisiti� as
)
el lugar de la experiencia directa de la vacuidad esencial de o negativas. Es la creación y el refuerzo de estas t� ndenc1� s
) l a mente. En su lugar, la mente experimenta una distorsión kármicas positivas y negativas lo que nos periDlte segwr

s?lid ficada del yo. De este modo, lo que sería la experien­ contribuyendo a la confusión y al sufrimien�o que, a s� vez,
.
Cia duecta del potencial de la iluminación de la mente se ve dan lugar al ciclo de los renacimientos condicionados.
distor�ionado como una experiencia de algo ajeno al yo, de Al describir esta mezcla que experimentamos tenemos,
) algo aJeno al sujeto, momento a partir del cual empezamos por una parte, la naturaleza de Buda, es decir, 1� naturaleza
) a operar desde un marco de referencia dualista que escinde fundamental de la mente a la que hemos denommado tatha­
por completo el yo de l o otro y el sujeto del objeto que, a gatagarbha, y, por la otra, el aspecto impur?, el ivel de la
_
partu de entonces, empiezan a experimentarse como algo ignorancia, del apego dualista, de la confusión emocional Y

142 143
)
11 •1'

Fundamentos del iudismo Tibetano


El voto del bohisttva

de las tendencias kármic


as reforzadas por las acc
neradas por esa confusión
. Ésta es la situación que
iones ae­ . cual la poderosa energía que habitualmente se manifest �a
que seres sensibles, es dec
ir, en tanto que seres no

, en t to en forma de ira pueda expresarse como amor y compaswn.
dos, experimentamos aho ilumina­ En cierto modo, estamos transmutando la ira para que, en
ra en el ciclo de los renaci )
algo que podemos com mie ntos lugar de ser la fuerza más destru�tiv�, se �onvierta en la más
parar al barro mezclado
pura que oscurece su tran
sparencia original.
con agu � constructiva para el logro de la llurrunac�ón.
. .
)

En las ens ñ nzas budista Lo que denominamos bodhicitta o actitud ilummada �re­
: � s existen términos para refe

nos esta ?lulttples faceta rir­ senta dos aspectos diferentes. El primero de ellos consiste
� s de nuestra experiencia. En
s�nttdo utilizamos el térm este en el desarrollo del amor y de la compasión, mientras que el
ino alaya, que signiica niv
gmal o fundamental, y ifer el ori­ seaundo es la experiencia de shunyata, la vacuidad de la
� enciamos el alaya del ala
nana. Alaya es la concte
nci_ a fundamental trascen
ya vij­ :
m nte y de todos los fenómenos. Lo que perpetúa nuestra
_
dente, la confusión presente es la impresión de reahdad de todo lo
naturaleza de la mente, mie )
ntras que alaya vijnana es
vel fundamental de la con el ni­ que experimentamos. La mente es considerada como algo
ciencia discursiva o confus )
la que emergen cuatro niv ión de real consideramos a la mente como una cosa, como algo
eles diferentes de oscure
N�estra experiencia actual
cimiento.
es una mezcla de los alayas
d
sóli o, y del mismo modo consideramos también a todas las

e � puro. El proceso de puro cosas con las que la mente entra en contacto. Tomamos a la
la práctica espiritual elim
ina el ala­ realidad convencional como última, lo que nos ?antiene
y a Impur� Y permite que
el aJaya puro pueda manif
_ Imp
_ estarse atrapados en el proceso cíclico del sansara, el re�acimiento
sm edimeJ.tos. El t

�� o Sangye tibetano (sangs
.rgy as) condicionado, y provoca que la mente salte contmuamente
)
es la traducción del term
ino sánscrito Buda, y est )
á com ­
puesto po l s pa bras
: � . �� Sang, que significa "el
iminar", y
de un estado de confusión a otro.
La comprensión de la naturaleza de la mente y la expe­
gye, que Sigmlca expresa
r". El proceso espiritual elim
los factores obstaculizado ina riencia de su vacuidad nos permiten comprender que el
res para que la experienci
a intr ín­
)
seca p eda manifestars mundo fenoménico no es algo intrínsecamente real, $ino
� e sin impedimento alguno )
. una manifestación de la mente que no posee realidad algu­
La tra y la agresividad son
las más destructivas de tod
las emociones que provoc as na sino tan sólo un valor convencional. En este nivel no po­
an nuestras acciones com
no iluminados. La ira no
sólo es la causa fundament
o ser es de �os
ayudar a nadie, pero sí alcanz� la iluminación,
perpetuación de la confus al de la mientras que antes no podíamos ayudar u tampoco llegar a
ión en el ciclo de los ren
tos, sino que también es acimien­ iluminnos. El logro de la iluminación se basa en la com­
la causa principal del ren
� _ _
en os remos mfemales, pue
acimiento
sto que el sufrimiento que
prensión y en la experiencia de la vacuidad e int�gibilidad
penmenta allí es la consec se ex­ de la mente, y en la comprensión de que cualqmer aspecto
uencia directa de la agresiv
que hay en la mente y idad de nuestra experiencia del mundo fenoménico ca ece de re­
de la tendencia kármica : J\
ocasionada alidad última y sólo posee una realidad convencwnal. Esta
por esta agresividad. El Ma
hayana subraya la necesid
desarollar el amor y la com ad de experiencia de la irrealidad última de la mente y de lo que )
pasión, pero no sólo com
doto contra la ira, sino
también como medio a
o antí­ � _
experimenta es la experiencia última o que denorrunamos
,_
través del aspecto absoluto o último de la bodhic1tta.

144
145
, .

Fundamentos del Budismo Tibetano El voto del bodhisttva


\
) O sea que, hablando de la bodhici
tta, podemos distinguir El desarrollo de nuestra realización personal de la vacui­
) el aspecto absoluto o último que
es la experiencia del shun­

yata de la vacu dad de la mente
y de todos los fenómenos, y
dad de la mente nos lleva a la conclusión de que el sufri­
miento y la confusión se deben a nuestra falta de expe­
el a pecto relativo o convencion
� al, que es el amor y la com­ riencia directa. Entonces comprendemos que, al igual que
pasión qu d sarrollamos hacia
� � los demás. Estos dos aspec­ nosotros, todos los seres se hallan sometidos a la impresión
) tos deben 1r JUntos, y es ante ello
s como asumimos el voto errónea de que existe algo donde, en realidad, no hay nada,
del bodhisattva. Además, para
) mantener el voto del bodhi­ de que existe un yo donde, en realidad, no hay nada Y de que
sattva es necesario desarrollar esto
s dos aspectos a través de existe una verdad donde, en realidad, tampoco hay verdad
) nuestra propia experiencia.*
) La comprensión y experiencia
?
alguna.Son todas estas nociones er neas las que sumen en
de la naturaleza de la la confusión a los seres sensibles. Esta es la causa funda­
mente como al go sencialmente
) . � vacío nos permite llegar a mental del sufrimiento y de la confusión que experimentan
v r toda expene
) � nc1a fenoménica como algo tam
bién esen­ los seres . Cuando comenzamos a ver las cosas desde esta
Cialmente vací . La experiencia
� . fenoménica emerge de la perspectiva, empezamos a advertir la emergencia del amor
) mente y, al participar de su vac
uidad esencial, no puede ser y de la compasión hacia todos los seres. .
real. El modo de experimentar .
esto consiste en dnos cuen­ Si consideramos a la mente como algo Dtang1ble, no hay
ta de que, mientras que la natu
raleza última de la mente es algo que nazca i nada que muera. El espacio siempre ha exis­
su intangibilidad, existe sin emb
argo la idea equivocada de tido y, del mismo modo, la mente también ha existido siempre.
que hay algo llamado mente
y, en consecuencia los seres El espacio y la mente no se atienen a las propiedades c munes
?
sensibles inmersos en el ciclo de
confundidos.
los renacimiento se hallan � .
de las cosas creadas en un cierto momento y que monran en un
) Entonces empezamos a dnos
futuro. La naturaleza de la mente es la eteidad.
cuenta de que lo que es­ Entonces podemos preguntnos: «¿Qué es, entonces,
tamos expenm .
entando es como un sueño. Cua
ndo dormi­ este proceso del renacimiento que implica el continu.o pro­
) mos Y soñamos vivimos en un
mundo pero, al despertar, nos ceso de nacimiento y de muerte, una y otra vez?». Ex1ste un
damos cuenta de que ese mun
} do no era más que un sueño nivel convencional de la apariencia ilusoria que se presenta
)
despojado, en última instancia,
son elaboraciones convencion
de toda validez. Los sueño � ante la mente aparentando la realidad del nacimiento Y de la
ales y provisionales de la muerte pero, en última instancia, la mente no se ha�l� some­
) mente que ésta proyecta y exp
erimenta como si se ratase de tida a nacimiento ni a muerte alguna. El cuerpo flsico que
) algo exteno. En última instanc
. ia, cualquier estado de exis­ experimentamos en estos momentos y a través del cu � la
tencia que ex erimentemos o
) �
otro ser del umverso surge de
que experimente cualquier mente experimenta el mundo es resultado de la maduración
la mente y es experimentado de las tendencias kármicas existentes en la mente, por ello
por ésta como su propia proyecci
ón. se le denomina el cuerpo de la maduración completa pero,
en última instancia, es ireal, en el sentido de que es imper­
manente. El cuerpo físico muere, pero la mente no, la men­
*
Nota del �ditor: Pa asumir el voto del bodhisattva el lector deberá buscar la
te pasa de continuo de un estado de existencia a otro.
ayuda de un lama cualificado.

146
147
11

El voto del bodhisttva


Fundamentos del Budismo Tibetano

que nos han dispensado nues­


El cuerpo físico del reino de los dioses o de los humanos do los beneficios y la bondad
al es que la inmensa m yoría�
es el �esultado de las tendencias kricas virtuosas que se tros pad res. La situación actu
�an visto reforzadas, en vidas anteriores, por acciones posi­ de los seres que han sido nue
stras madres están expenm�n­
ientos inferiores en el remo
tivas. Pero las cosas no son tan sencillas, no son sólo positi­ tando ahora estados de renacim
de los animales, a causa de su
vas o negativas, sino que puede haber situaciones en las que de los infienos, de los preta y

seres que han. sido uestras
ambas se entremezclen. Un ser puede renacer en el reino hu­ karma negativo. El resto de los \
estados de existencia supe­
madres se encuentran ahora en
mano, un estado relativamente superior, pero tener una vida
muy corta, mucho sufrimient� físico y mental, tropezar con riores, pero están contribuye
ndo directamente . a su su ­ � )
tendencias kárrrucas negati­ )
muchos obstáculos, etcétera. Estos son los resultados de una iento futuro, reforzando las
negativas y de su confusión. )
combinación de tendencias kricas negativas y positivas. vas a través de sus acciones
s desde esta perspectiva, de­
Por otro lado, las negativas pueden predominar y el ser rena­ Cuando consideramos las cosa
amor y compasión hacia to-
cer en un reino inferior como el de los infienos o el de de los sarrollamos espontáneamente
preta. El cuerpo físico es la maduración completa de un kar­ dos los seres.
bodhisattva tiene lugar en )
ma que, durante un tiempo, genera un organismo físico. Resumiendo, pues, el voto del
s de la bodhicitta, el absolu­
La mente que ahora experimenta este estado concreto el contexto de estos dos aspecto
to, que nos permite comprender

la vacuidad d la mente Y
del renaciiento físico ha expeimentado anteriormente in­
q
contables renacimientos físicos, tantos que ni si uiera po­ de todos los fenómenos, y el
relativo o convenciOnal, es de­
se generan hacia los seres.
demos hablar de millones o de cientos de millones, sino de cir, el amor y la compasión que
con la intención de desarrollar
un proceso de renacimientos infinitos de un estado a otro Nosotros asumimos este voto )
ectos de la bodhicitta Y de lo­
en nuestra mente estos dos asp
que nos han traído hasta el presente. Y, puesto que su núme­
ro es infinito, no es disparatado pensar que, en algún mo­ grarlo mediante la práctica de

las se s paramitas. o las se s � )
erosidad, moralidad Y éti­ )
mento, todos y cada uno de los seres del universo habrán te­ perfecciones del Mahayana (gen
� �
ad meditativa y s bid ía).
nido algún vínculo directo con nosotros, algo a lo que el ca, paciencia, esfuerzo, estabilid .
meditauva y la sab1duna, re­
Buda se refirió diciendo que todos los seres del universo Las dos últimas, la estabilidad
ntras que las dos Prim eras,
flejan el enfoque Mahayana, mie .
han sido no una, sino incontables veces, nuestra madre. Al
la cond ucta del Hm �yan .�
existir un número infinito de seres y, puesto que sus mentes la generosidad y la ética, reflejan .
la pelecc1ón de la pac 1enc 1a
han experimentado un ciclo infinito de renacimientos, las Las dos intermedias, es decir, )
les a ambos niveles. Las seis
conexiones kricas previamente establecidas vinculan a y del esfuerzo resultan aplicab
permiten desarrollar el amor Y
todos los seres. En este sentido, el Buda dijo que aun el nú­ perfecciones son las que nos
r el shunyata, los dos aspectos
mero de partículas que pueblan la tierra sería insuficiente la compasión y experimenta
para contar las veces que un determinado ser ha sido nues­ del voto del bodhisattva.
tra madre o nuestro padre.
En cada uno de estos estados de existencia en que hemos
mantenido un estrecho contacto con otro ser, hemos recibí-

149
148
)
El compromiso Vajrayana

lo distinguen de un cuerpo humano ordinario e incluso de


un cuerpo de un dios en el ciclo de los renacimientos. La pa­
)
labra de un ser plenamenle iluminado, por su parte, está do­
) tada de las sesenta cualidades que la convierten en el mejor
) de Jos vehículos para la transmisión perfecta de las ense­
ñanzas. Por último, la conciencia un buda completamente
)
iluminado presenta muchas cualidades distintivas que la di­
) 9. EL COPROWSO
)
VARAYA
. NA
ferencian del estado de conciencia humana ordinaria. Cuan­
to más comprendamos estas cualidades físicas, verbales y
) YLA SCATORCE mentales de la iluminación, más preparados estaremos para
desarrollar nuestra fe y conianza en la budeidad como meta
) FRACCIONES Z espiritual. y para confiar en el Buda como un maestro que
) nos habla desde el estado de la iluminación.
) Aunque no tengamos una comprensión intelectual preci­
Podemos analizar el . sa de todas estas cualidades, podemos tener la convicción
com ro�so . y la Imp�Ic
) p�áctica a tres
niveles difere t s � . actón
or una partef tenemo
. en la
de que estamos tomando refugio en algo que representa la
)
)
mve! Hinayana de
tro estilo de VIda
. ·
la Práctica e tenor,
.
m dlVl'dua1 como ex
:
. .
que se refiere a nues-
· ,
s el
esencia del desarrollo espiritual. Éste es el fundamento de la
toma de refugio porque, aunque sólo afecte al contexto de
de la liberación y . , presi ón de la busqueda
. de la I·lurru·nacwn. L ue esta vida, podemos tomar refugio desde ahora hasta el mo­
) de motivación go eXlst. e un ·
mve1
interior ligado a1 voto mento de nuestra muerte.
·

) Maha ana ���o�t;: - · del bodh1sa ttva del

) :
ne qu ver
� :��s���o���reto
; u oculto que tie-
�ndamento de todos
El aspecto positivo de la toma de refugio en la budeidad
y en Buda consiste en el desarrollo de la f e y de la confian­
esros niveles de .
implicación eompro za, pero la toma de refugio también implica la prohibición
�so
)
fugio, soporte que
del dharma del Bu
da.

sustenta t dos los
mveles
es la toma de re­
de la práctica
de tomar refugio en dioses mundanos, lo que en modo algu­
no implica censura a otras religiones porque, en este con­
La toma e refugio texto, la palabra "dios" se refiere a un ser que todavía se ha­
conlleva 1a ¡e y la
Buda, es decir, en el confianza en el
) estado ilurruna .
d o del ser y en la persa­
lla sumido en el ciclo de los renacimientos Por definición,
. .
na que lo alcanzó.
Cuant o más compr los dioses mundanos son samsáricos y, si tomamos refugio
) de budeidad más endam os el concepto


prepar d
fe y la coni za, Y va lor �Í! e taremos para desa

s !�creíbl es cualida
. rrollar la
des que se
en seres que aún no han trascendido el ciclo de los renaci­
mientos, no estaremos aspirando a lo esencial.
derivan del logro de .
la Il. ummac 10n. La segunda fuente de refugio, el dhrna, presenta dos fa­
El cuepo físico .
de un buda posee· cetas diferentes, una escrita o tradicional, y la ora experien­
) mayores y ochenta tremta y dos signos
signos menorcs de . cia!. El primero de estos dos aspectos se refiere a las ense­
) perfección física que
ñanzas fieles a la tradición budista, concretamente a las

150
)
151
Fundamentos del Budismo Tibetano El compromiso Vajrayana

enta dos aspectos diferen­


esseñasza impatidas por el btda Shakyamtni desde la joya del sangha, qte tambiés pres
perspectiwa iltmisada para el beseicio de todos los seres. s. Por tn lado está el
sangha noble o exaltado �o��do por
Estos beneficios pteden ser temporales, en ctyo caso permi­ todos los seres que han alcaszado esta .
� os de r �al:�ac10n mt�
�ec1�0 ��el del bodhi­
ten el logro de una mayor paz mental, o permasentes, qte nos elewados, desde el primero hasta él
Ilummac10n plesa. �ero )
aytdan a liberamos del stfrimiento y de la cosfusixn, y al­ sattwa estados qte llegas incltso a la
é isarios qte transrruten
canzar la �ltminacixn. Las 84.00 enseñanzas del wasto y tambi s están los seres humanos ord )
dos qu: cumples con la
profusdo SIStema de esseñaszas que componen el dharma del las enseñaszas, los monjes ordena )
ensen��zas Y ctya ex­
Btda caen dentro de la denominacixs de dharma escrito. funcixn de realizar y rassmitir estas,
s espmttales.
Por otro lado es‚á el aspecto persosal o experiencia! del periencia les permite actuar como gma .
ta b1én dos fa­ )
dharma, qte nos permite generar es suestro isterior las mis­ La toma de refugio en el sangha presenta :
. En el pnme�� de los
mas eperiencias descritas en las esseñanzas. Por ejemplo, cetas: usa positiwa y otra prohibitiwa )
relacixn p�s1t1Ya con
p ��emos recibir enseñanzas meditasdo en la compasixn, y casos se nos alienta a desarrollar una )
r comend.a�10nes pro­
ttilizar estas enseñanzas para geserar una compasixn stpre­ el sasgha y a esctchar y seguir las �
g s espmtuales. �or )
ma. También podemos recibir enseñanzas sobre el modo de porcionadas por suestros gurúes y arru ?
gŒ es el sasgha un­
desarrollar la fe y la dewocixs, y desarrollar así una dewo­ otro lado, sis embargo, la toma de refu
os arrasrar por la
cixn sincera hacia ls Tres Joyas y hacia ntestros gtrúes. O plica que no debemos escuchar ni dejn . )
trate? de confundu­
también podemos recibir las enseñaszas sobre ia práctica de influencia de las malas compañías que )
contr�a a nuestro �e­
shamatha y desarollar tna mente tranquila y experimentar nos 0 de llewnos en tna direccixn
a, por eJemplo, a qmes
esa estabilidad es sosotros mismos. Es cualquiera de los ca­ sarrollo espirittal, algo que incluirí
sos, ctando desarrollamos la experiencia a que se refieren · airmase qte podemos compor
tnos como q�eramos, lo \
algo tan bás1co como el
las esseñanzas estamos tomasdo reftgio en ese aspecto ex­ que socawaría ntestra confianza es
azar o abasdonar a esa
periencia! del dharma. karma. Tal wez no sea necesario rech
de los casos, esct-
Por otro lado, tomar reftgio es el dharma tiene tn as­ persosa, pero no debemos, en �ingtno
pecto positiwo y tna proscripcixn. El ptimero implica el re­ char ni segtir ese tipo de conseJOS. . )
cosocimiento del dhrna como tn camino muy beseicioso el niwel de los woto s del pratimo ksha, es dec1r, d� la
Es
al, t�nemo� �a clasifi­
Y esttdiarlo y practicarlo en la medida de ntestras posibili­ ordenacixs para la liberacixn indiwidt
monJa now1c�os, Y d�l
dades. La segtsda, por su parte, consiste en que, desptés de cacixs del laico célibe, del mosje o
haber tomado reftgio en el dharma, debemos tratar de erra­ monje 0 mosja completamente ord �

en os. El témmo �ran­
dicar de stestra wida toda accixs que catse daño o sufri­ mosa ( 0 "liberacixs indiwidu
al") utiliZado para refenrse a
o en que debemos abor­
miento a los demás, es decir, debemos desarrollar tna acti­ esos wotos también describe el mod
osal qte a?opnos
ttd no wiolenta y bondadosa hacia los demás seres en todo darlos. Éste es un estilo de wida per� .
eXIste ��la de c1ertas tes­
lo qte hagamos. cuando reconocemos en sosotros la
llo espmttal o que resul­

Por último, el tercer principio espiritual en el qte toma­ dencias costrarias a nuestro desarro
enacixs represesta tna
mos reftgio como practicantes del dhrna del Buda es la tan dañinas para los demás. La ord

153
152
Fundamfntjs del idiso Tzbeteno El compomiso Vejteyene

forma de controlar esas tendencias. El énfasis es doble pero, las acciones físicas y verbales, sino que también se dirige al
como se trata de un enfoque personal, se les llama votos para nivel de la mente.
la liberación individual. Si examinamos los niveles de la Para mantener e l voto del bodhisattva debemos eludir
ordenación del pratimoksha descubriremos que, en el caso dos grandes escollos. Por un lado, debemos evitar el desa­
del laico célibe, hay cinco votos mayores, cuatro primarios y rrollo de una actitud negativa hacia cualquier ser,
uno auxiliar relativo al uso de sustancias tóxicas mientras independientemente de lo insignificante que pueda pare�er­
que, en el caso del monje o la monja novicios, estos votos se nos esa forma de vida. En el mismo momento en que diga­
amplían a diez básicos, que algunas tradiciones aumentan mos «ese ser es mi enemigo y debo hacerle daño», «no tra­
hasta treinta y, en el caso del monje completamente ordena­ bajaré para el beneficio de este ser» o «no le protegeré de
do, llegan hasta los doscientos cincuenta y tres. En cada uno _
ningún daño, aunque ello esté en mi mano» habremos � n­
) de los casos se subraya la necesidad de tratar de eliminar de fringido seriamente el voto del bodhisattva. La segunda ��­
nuestro estilo de vida aquellas acciones contrarias a la libe­ fracción consiste en perder la confianza en nuestra habili­
)
ración o que resulten dañinas para los demás. dad para cumplir con el voto de bodhisattva Pensar, p�r
-
Para personas como nosotros, que desde hace poco esta­ ejemplo, "Esto es muy difícil. No puedo trabaJar en benefi­
mos entrando en contacto con las enseñanzas y acabamos cio de todos los seres, de modo que será mejor que abando­
de emprender nuestra práctica, la ordenación puede parecer ne y me dedique a algo más sencillo" supone un desaliento
muy difícil pero, si tratamos de mantener nuestro compro­ que va en contra del espíritu mismo del voto. Este voto re­
miso con la práctica del dharma del Buda, descubriremos sulta mucho más difícil de mantener, puesto que las que
) que no lo es tanto, porque todos esos votos se refieren a ahora nos interesan son las motivaciones sutiles y, por ese
) nuestras acciones físicas y verbales. No se trata, por tanto, mismo motivo, su cumplimiento resulta también más bene­
de que centremos nuestra atención en la moivación, sino en ficioso. Es por ello por lo que, cuando somos capaces de
el modo como se manifiesta en nuestras acciones físicas y asumir y mantener el voto del bodhisattva, acumulamos
) verbales, de modo que el control se limita al aspecto exter­ méritos realmente excepcionales.
) no de l o que hacemos físicamente y de lo que decimos ver­ En este contexto resulta muy serio engañar a aquellos a
balmente. quienes respetamos, como, por ejemplo, nuestros maestros
)
Todo esto nos lleva al voto del bodhísattva del Mahaya­ espirituales o las tres joyas. Engañar o manipular a los de­
) na, que subraya la importancia de nuestra motivación. La más de cualquier forma es también una infracción muy gra­
esencia del voto del bodhisattva consiste en tratar de que ve, porque el voto del bodhisattva nos obliga a reconoce� y
nuestras acciones no causen daño y, más aún, de que resul­ honrar Jos vínculos que nos unen a los demás, tanto en el
ten lo más beneficiosas posible. La esencia de este voto se ámbito espiritual (como maestros, abades, preceptores Y
basa, por una parte, en nuestra fe y en nuestro respeto hacia consejeros), como en el de quienes cumplan con una fun­
los budas y bodhisattvas en tanto que modelos espirituales a ción similar en el contexto mundano (como, por ejemplo,
los que seguir y, por la ora, en nuestra compasión y en faiares y profesores). Desde el punto de vista del voto
nuestro amor hacia todos los seres. Este voto no se limita a del bodhisattva es muy serio defraudar deliberadamente la

154 155
El compromiso Vajrayana
Fundamentos del Budismo Tibetano

bondad de quienes tan bondadosamente nos han brindado Atisba, el famoso maestro indio que viajó al Tibet para

su instrucción y su guía, negándonos a escuchar sus conse­ enseñar el dharma, es también famoso por haber dicho que,

jos o siendo falsos y desgraciados hacia los beneficios. que cuando tomó los votos de la liberación individual como

recibimos de ellos. monje plenamente ordenado, asumió una conducta tan es­

Quien asuma este voto Mahayana también debe evitar el crupulosa que fue capaz de cumplirlos sin incurrir en una

fomentar el arrepentimiento de alguien que no lo necesite. sola infracción, lo que es una auténtica proeza. Sin embargo,
cuando asumió los votos del bodhisattva se dio cuenta de la
)
Supongamos que hemos visto a alguien compartiendo de­
sinteresadamente su riqueza y le decimos: «Sería mejor que facilidad con que infringía éste o aquél. Pero, puesto que la )
no hicieras eso porque, en tal caso, acabarás arruinándote. transgresión del voto del odhisattva puede verse restituida

¿Quién cuidará entonces de.ti en el futuro?». Así pues, pro­ si somos sinceros y reconocemos rápidamente nuestras aci­
)
vocar el arrepentimiento de alguien por haber sido genero­ tudes y nuestras acciones contrarias apenas aparezcan, fue

so constituye una seria infracción del voto del bodhisattva. capaz de reconocer las ransgresiones, purificarlas y res­
_ tablecer sus votos. Entonces dijo: «Cuando asumí el samaya
Estos son los cuatro dharmas negativos, es decir, las cua­
tro acciones contrarias al voto del bodhisattva. Según la tra­ tántrico me di cuenta de la imposibilidad de contar las in­
)
dición, son muchos los compromisos que adquiere la perso­ fracciones, tanto de letra como de espíritu, en que incurría.
Era como poner un plato limpio sobre el suelo durante una )
na que asume el voto del bodhisattva. Existen dieciocho
infracciones raíz más del Mahayana y, según· cierta tradi­ tormenta de polvo para descubrir con impotencia inmediata­

ción, otras cuarenta y seis. Todos los compromisos aspiran mente cómo éste se acumulaba en su superficie. Lo único

a eliminar de nuestras acciones físicas y verbales todas las que impidió que estas faltas acabaran convirtiéndose para mí

fuentes de daño a los demás, y a erradicar de nuestra mente en un serio impedimento fue la puriicación que supuso el

las actitudes que puedan resultar nocivas para los demás. reconocimiento y la confesión de mis errores». )
Esto nos lleva al nivel tántrico del compromiso, el sama­ Quienes escuchaban a Atisba protestaron diciendo que, si )
ya Vajrayana, que tiene lugar cuando recibimos iniciaciones el samaya tántrico era tan difícil de mantener, nadie podría

de nuestro guru Vajra. El proceso de iniciación nos introdu­ alcanzar la iluminación, a lo que éste contestó: <<No, no es

ce formalmente en el camino Vajrayana, de modo que éste así. Lo que quiero decir es que, cuando practicamos el Vaj­

es el momento a partir del cual es efectivo nuestro compro­ rayana, debemos ser conscientes de las infracciones y llevar

miso en el nivel del samaya. El samaya tántrico puede ser a cabo el esfuerzo deliberado de purificnos». Y es que el

muy complicado. Según afirma la tradición, existen catorce Vajrayana nos proporciona muchos medios útiles, como la

infracciones raíz del Vajrayana y ocho infracciones secun­ meditación y la recitación del mantra de Vajrasatva, que bas­

darias, aunque algunas clasificaciones hablan de veintiún tan para purificnos de una montaña de samayas rotos.

aspectos del compromiso relativos al cuerpo, la palabra y la Las consideraciones prácticas más importantes para )
men_te, y también hay textos tan minuciosos que llegan a quien esté practicando el Vajrayana son las catorce infrac­

enumerar los 1 . 100.000 votos que, según se dice, supone ciones raíz, que se mencionan en un determinado orden,

este samaya tántrico. puesto que la primera es más seria que la segunda, la se-

157
156
El compomiso Va ya a
Funamentos del Budismo Tibetano

en todas las
e a estar mu y versado
gunda más que la tercera y así sucesivamente, y, desde el mado Shantipa que, pes a pesar de
_ cha experiencia, pero,
punt� de VIsta de la práctica tántrica, la gravedad de las in­ enseñanzas, no tenía mu estro. En
onocía como un buen ma
fracciOnes es cada vez menor. Así pues, quien se compro­ ello, todo el mundo le rec eñanzas
discípulos recibió sus ens
mete con la práctica del Vajrayana debe tratar de cumplir, en cierta ocasión, uno de sus cabo de tres
ditar sobre ellas y, al
_ su situación concreta, los ca­
la med1da en que se lo pemuta y luego se marchó a me _ de la expe­
ción y alcanzó el mvel
torce compromisos. años, realizó la ilumina inar comple­
que le permitieron dom
riencia del Mahamudra
) La primera infracción raíz consiste en contradecir a
anzar el poder milagroso
de volar.
tamente su mente y alc
) nuestro guru. Antes de recibir la iniciación y las enseñanzas
El afecto y la gratitud
que sentía hacia su gur u le lle­
de nuestro guru vajra, es perfectamente adecuado analizar a ipa. Pero
) varon a volver al lugar
en que enseñaba Shant
anciano
esa pe_rsona y evaluarla críticamente para determinar si es po y el maestro era un
) autentico y adec�ado para nosotros. No obstante, después había pasado mucho tiem
al ver llegar a un homb�
e vol�n­
que se sorprendió mucho
) de haber establecido la conexión y de haber aceptado a esa
do como un pájaro que
se posó frente a él. El
antiguo dis­
le pidió sus
) perso�a como nuestro maestro Vajrayana, la única actitud
aprop1ada es la de confianza absoluta. Poco importa enton­ cípulo se postró ante él
muchas veces y luego

) ces que el maestro esté o no iluminado porque, en todo caso, bendiciones.


untó entonces el viejo ma
estro.
. -¿Quién eres tú? -preg
) debemos �onsiderarlo como un buda iluminado. Si desarro­
-Yo soy su discípulo
-respondió-. ¿No se
acuerda de
llamos a�t1tudes negativas, si le maltrataos y si" llevamos a

) ?
ca o accwnes ��e le disgusten, estaremos incurTiendo en Ja
_
l'?
.
Como el maestro no se
acordaba de él, le pidió
que le re-
pnmera mfracc10n raíz del Vajrayana. inado le re­
tonces el discípulo ilum
cordara su relación. En
El guru nos propor�iona el �mbito más adecuado para
cordó lo que había aprend
ido y subrayó que habían ?
si o s�s

) desrrollar nuestro ménto o cualidades espirituales porque


enseñanzas las que le
habían conducido has
ta la Ilul-
a tr vés de nuestras súplicas, de nuestra fe y de nuestra de�
) �
voc1ón hacia_ él, podemos acumular un océano de mérito. nación.
n -pensó entonc�s
a en el dhra
) .
Los textos afirman explícitamente que es mucho más útil
-He pasado toda mi vid
o jamás pude sentarme
para pracu­
para sí el maestro-, �er
) ofrecer algo a un pelo ? a un poro del cuerpo del guru que a
car esas cosas y llegar a
realizarlas.
onces a
) los budas de los tres tiempos y las diez direcciones. En lo
que res�ecta al mérito y a la sabiduría que puede generar en
-¿Me impartirías tus ens
eñanzas? -preguntó ent

) el practicante, la rel �ción positiva con el guru puede ser su antiguo discípulo.
rec ibió de su discíp ulo
. .
las rrus­
Finalmente el maestro con
m�y poderosa. Poco Importa pues, desde la perspectiva del
que , en el pasado, él le había impaido,
mas enseñanzas
) VaJrayana, que el maestro esté plenamente iluminado· lo
la única diferencia de que
, en esta ocasión, pra cticó y no tar­
que realmente importa es que el discípulo confíe en �llo inación, convirtiéndo.e
en uno de los
porque, en tal cas�, recibirá los mismos beneficios que si se dó en alcanzar la ilum de la India
iddhas o santos tántricos
ochenta y cuatro mahas
hallara en presenc1a de un buda plenamente iluminado.
budista.
) En la India de la época del Buda había un maestro lla-

15 9
158
)

Fundamentos del Budismo Tibetano El compromiso Va}rayana

Independientemente, pues, del nivel de desarrollo del siones; si la demora ha sido de dos años y, en consecuencia,
maestro, debemos considerarlo como un buda plenamente se ha convertido en una transgresión, la purificación y el
iluminado, porque sólo este tipo de relación positiva nos restablecimiento de la relación positiva nos obliga a ofrecer
permite acumular mérito, profundizar nuestra sabiduría, de­ al guru nuestra familia, nuestros hijos, nuestra esposa y todo
sarrollnos y recibir las bendiciones que nos permiten al­ lo que tengamos, y si, por último, hemos dejado pasar tres
canzar la iluminación. Rechazar a nuestro maestro y desa­ años después de cometer la primera infracción raíz del Vaj­
rrollar hacia él actitudes negativas es una de las causas que rayana, el vínculo sólo se repara si estamos dispuestos a
)
determinan un renacimiento en el infieno vajra, un infieno ofrecer nuestra vida. )
peor que cualquiera de los infienos ardientes descritos en el La segunda falta raíz del Vajrayana consiste e n contrade­ )
ciclo de los renacimientos. cir o refutar las enseñanzas del Buda o las enseñanzas per­
La gravedad de la infracción no sólo depende de la acti­ sonales que recibamos de nuestro guru. Esto implica que
)
tud negativa que el discípulo desrrolle hacia su guru vajra, debemos hacer -o, cuanto menos, tratar de hacer- lo que )
sino también del tiempo transcurrido antes de que se arre­ nos diga nuestro guru. Es por esto por lo que, cuando ense­ )
pienta sinceramente de ello y trate de enmendarlo. En este ño como guru, soy muy cuidadoso en presentar las cosas de )
sentido, los tantras denominan contradicción a la infracción un modo tal que aliente a la gente a practicar todas las ac­
que subsista un mes, debilitación del samaya a la que per­ ciones virtuosas que puedan y a evitar, en la medida de lo
)
dure un año, transgresión a la que dure dos años y ruptura posible, las acciones negativas y dañinas. Con ello quiero
definitiva a la que dure más de tres años. decir que trato de no dar instrucciones demasiado estrictas )
Las infracciones que se corrigen antes de haber pasado como que debemos hacer esto o evitar aquello, para no po­
tres años son todavía reversibles y resulta, por tanto, posible nerles en una situación imposible. Así pues, lo que hago es
reparar el daño causado, Podemos confesar y reconocer alentarles a que hagan las cosas lo mejor que puedan. En
nuestra falta, purificnos y tratar de restablecer un vínculo este sentido, por ejemplo, aliento a mis discípulos a utilizar )
positivo con nuestro maestro. Pero, si dejamos pasar más de la meditación de Chenrezig y a recitar el mantra OM NI
tres años, no habrá -desde el punto de vista del tantra- po­ PADME HUNG tantas veces como puedan, porque ésa me
sible vuelta atrás porque, en tal caso, el tiempo pasado será parece la técnica y la instrucción más beneficiosa que pue­ )
excesivo y .el vínculo irreparable, una situación ante la que do ofrecer. Con ello no estoy tratando de crear un club de
los textos no dejan más altenativa que el infieno vajra. fans que me haga más famoso cuantas más personas practi­
)
Los textos también hablan de los recursos concretos a quen Chenrezig sino que lo hago, simplemente, porque me
·

l �s que podemos apelar para reparar este vínculo, depen­ parece lo más provechoso.
drendo de su gravedad y del tiempo transcurrido. Si hemos La tercera falta raíz del Vajrayana conciene a nuestra
dejado pasar un mes y hemos incurrido en contradicción, la relación con nuestros hermanos y hermanas vajra, es decir,
transgresión de nuestro samaya se repara ofreciendo un ga­ todos aquellos hombres y mujeres con los que estamos vin­
nachakra, es decir, un festín vajra, al guru; si hemos dejado culados por haber recibido iniciaciones de los mismos ma­
pasar un año, debemos ofrecer al guru todas nuesras pose- estros o en el mismo mandala. En el contexto del samaya, la
_

160 161
.,1
1

Fundementos del iudismo Tibeteno


El comptomiso Vajtayana

única relación apropiada entre nosotros y nues


tros herma­
nos y hermanas vajra es la armonía y la ayuda mutua que más debemos esforzn�s en mantener y a9uellos cuya
y, des­
de este punto de vista, resultan completamente inace infracción tiene consecuenctas más graves. Ast pues, ta�to
ptables
las disputas, los rencores, las discusiones, la competenc si contradecimos a nuestro guru (que, desde el punto de vts�
ia y
las actitudes malévolas. Debemos respetar el extraordin ta tántrico, es la más grave de las infracciones!, .como s�
ario
vínculo de nuestro compromiso con el Vajrayana que contradecimos las enseñanzas que estamos rectbte�do, Sl
nos
une a esas personas, un vínculo que, en la medida contradecimos a nuestros hermanos y hermanas vaJra o a
) de nues­
tras posibilidades, siempre hay que alentar promovien otros seres, o si rompemos el voto del bodhisa�va, esta­
) do la
armonía, la concordia, la ayuda y el beneficio dentr remos violando gravemente nuestro samaya tántnco .
o del .
) sangha vajra. La quinta falta raíz del Vajrayana se refiere al uso made­
) Hablando en términos generales, todos los seres sensi cuado de dos fuerzas concretas de nuestro cuerpo, llamadas
­
bles son nuestros hermanos y hermanas y, en este sentid bindu blanco y bindu rojo, íntimamente ligada� a los proce­
o, .
nos hallamos vinculados a todos los seres vivos . Pero, sos sexuales de nuestro cuerpo. En la medttactón Mahamu­
a un
nivel más formal, nuestra vinculación es mayor con dra, especialmente cuando utilizamos las técnicas tsa-Lung
quienes
están implicados en la práctica del dharma del Buda (rtsa.rlung), que tienen que ver con los ch�as y el prana
, espe­
cialmente con quienes se dedican a la práctica �el Vajra que circula por los distintos canales, estos bmdus blanco Y
) ya­
na. Desde el punto de vista del tantra, quienes comp rojo representan el fundamento para el desarrol�o del gozo Y
arten el
mismo guru tienen el mismo padre espiritual, quienes de la vacuidad durante la meditación. La prácttca adecuada
han
recibido la iniciación en el mismo mandala, aunque requiere la conservación de est�s bindus, razón po� l.a cual se
sea con
recomienda al practicante tántnco no danar _ m. debthtar estas
diferentes maestros, son hijos de la misma madre espiri
tual,
y quienes han recibido la misma iniciación del mism fuerzas a través de cualquier tipo de actividad sexual.
o ma­
estro, tienen el vínculo más íntimo posible, puesto La sexta falta raíz se reiere a nuestro sistema espiritual
que son
hermanos y hermanas vajra que comparten el mism y al de los demás. Desde el pu�to de vista del Vajrayan�, es
o padre
y la misma madre espiritual. una infracción raíz menosprec1ar o abusar de nuestro stste­
La cuarta falta raíz consiste en romper el voto del bodh ma espiritual, independientemente de que sea budista o no.
i­ De hecho, en el contexto de la tradición tibetana podemos
sattva. Cuando desarrollamos una actitud injuriosa
o nega­
) tiva hacia cualquier ser, sin importar lo insignificante
que
encontrar críticas entre las diferentes escuelas sakyapa, ge­
éste sea, cuando dañamos, cuando negamos la prote lugpa, kagyupa y nyingmapa, algo que, desde e� punto de
cción o
la ayuda a cualquier ser, no sólo estamos violando vista de la práctica espiritual, resulta absurdo al uempo .que
) el voto
del bodhisattva a un nivel fundamental sino que, desde el nocivo. Además, en el caso de la práctica del Vajrayana,
punto de vista de la práctica tántrica, incurrimos en esta prohibición se hace extensiva a otras reli�iones, de
la cuar­
ta falta raíz. modo que el practicante tántrico no sól? deb� evttar d�:de­
Estos cuatro primeros preceptos son, desde el punto de ñar cualquier tradición del dh�a ?ud1sta, �mo tambten el
vista de la práctica del Vajrayana, los más esenciales, hinduismo, el judaísmo, el cnsttamsmo, el 1slam Y los de-
los
más sistemas espirituales .

16t
16u
· "'

Fundamentos del Budismo Tibetano El compromiso Vajrayana

La séptima falta raíz se refiere a la revelación de las Aunque la décima falta raíz no parezca muy aplicable a
enseñanzas secretas a quienes no sean aptos para recibirlas, nuestro caso, no obstante, convendrá mencionarla. Según
lo que significa hablar de conceptos muy profundos y se­ dicen los textos, hay situaciones en que, si hubiera seres que
cretos de la práctica del Vajrayana a quienes no están prepa­ se comportaran de forma muy malvada, acumulando un
rados para aceptarlos, a quienes los rechacen abiertamente o karma muy negativo, que causaran un daño ininito a otros
a quienes no están preparados para emprender el proceso seres y les condujese inexorablemente a estados inferiores
tánrico. del renacimiento, es posible que el practicante tántrico
La octava falta raíz consiste en considerar a nuestro avanzado, motivado por un estado de compasión suprema,
cuerpo, o a los skandhas o agregados de nuestra configura­ acabase con la existencia de este ser y le liberase de un esta­
ción psicofísica, como algo impuro o inferior, y ello es así do muy negativo de existencia. Pero ello, obviamente, de­
porque, para el Vajrayana, todo es sagrado. Todas las apa­ bería realizarse de manera desinteresada y desde una com­
riencias son formas de la divinidad, todos los sonidos son el pasión, comprensión y control absoluto de la situación; por
sonido del mantra, y todo pensamiento y conciencia no es ello digo que no resulta aplicable a nuestro caso. Así pues,
más que un juego de la conciencia trascendente, la expe­ si alguien tuviera la capacidad de realizar esta acción y se )
riencia del Mahanudra. El potencial de esta sacralidad exis­ negara a poner fin a un daño tan terrible estaría, desde el
te en nuestra esructura actual, lo que supone decir que está punto de vista de la práctica tántrica, incurriendo en la déci­
en los cinco skandhas. Reconocer a los agregados psicofísi­ ma falta raíz.
cos del individuo como el potencial de los budas de las cin­ La undécima falta raíz del Vajrayana tiene que ver con
co familias, de los cinco elementos, de los cinco aspectos nuestras visiones o puntos de vista radicales. Son dos, en
femeninos, etcétera, es lo mismo que reconocer que, para el este sentido, los extremos que debemos evitar: asumir la vi­
tantra, nuestra situación presente es potencialmente adecua­ sión ingenuamente realista que nos lleve a creer que todo lo
da para llevar a cabo esa transformación. Así pues, desdeñar que experimentamos es absolutamente real, sin posibilidad
este potencial como algo inútil, impuro o insano representa, de ninguna otra realidad última, y, por otro lado, creer que
desde el punto de vista de la práctica tántrica, una inracción la descripción de shunyata supone la negación de todo y
raíz, una contradicción básica. concluir entonces que nada existe, que nada es cierto y que
La novena falta raíz, desde el punto de vista del Vajraya­ el karma es completamente inexistente. Caer, pues, en cual­
na, consiste en cuestionar o poner en duda nuestra implica­ quiera de ambos extremos -el realismo ingenuo o el nihilis­
ción en la práctica tántrica. Desde una perspectiva ideal, de­ mo ingenuo- supone, desde el punto de vista de la p(áctica
bemos confiar absolutamente en lo que estanos haciendo tántrica, no asumir la visión correcta e incurrir en la undéci­
en el tantra y no pensar: "Bueno, tal vez esto merezca la ma infracción raíz.
pena, pero no estoy muy seguro. Quizá sirva de algo medi­ La duodécima falta raíz consiste en negnos a enseñar a
tar en esta divinidad, pero puede que sea otra pérdida de quien solicita sinceramente nuestras enseñanzas. Así pues,
tiempo", porque ésta no es más que una actitud ambivalen­ cuando podemos enseñar a alguien y nos negamos a hacer­
te hacia la práctica que nos impide avanzar en el camino. lo estaremos incurriendo en la duodécima infracción raíz.

164 165
El compromiso Vajtayana
Fundamentos del Budismo Tibflano

estaba hablando de las acciones negativas y positivas, del


La decimotercera falta raíz tiene que ver con nuestra ac­
karma virtuoso y del karma no virtuoso. Entonces una an­
titud y conducta hacia la práctica y el ritual tántricos. Si es­
ciana que estaba escuchándole se levantó y dijo:
tamos participando en un ganachakra, o fiesta vajra, en la
-Rinpoche, cuando usted habla de los beneficios de
que se apela al uso ritual de la cne y del alcohol y nos abs­
practicar la virtud creo que no sólo usted está iluminado,
tenemos de ello aduciendo que es impuro o contrario a
sino que también lo estoy yo. Pero, cuando habla de todos
nuestras convicciones y principios, nos habremos alejado
los aspectos negativos de las acciones dañinas y no virtuo­
) de la isión tántrica, que aspira a ir más allá de la pureza y
� sas, creo que no soy yo sola la que está condenada, sino que
de la Impureza y a trascender el pensamiento dualista y nos
) también lo está usted.
habremos negado también a valorar y tomar parte en el es­
Ésta es una breve presentación de los niveles del com­
píritu de este proceso de transformación tántrica. Caer en
promiso Hinayana, Mahayana y Vajrayana o, lo que es lo
_ �
e ste t po de identificación superficial y dualista con las apa­
mismo, de los votos para la liberación individual, del bod­
nenc¡as durante un itual tántrico es incurrir en la decimo­
hisattva y del samaya tántrico. Como antes decíamos, si tra­
tercera infracción raíz e ir en contra del espíritu de la prác­
tamos de desarrollar sinceramente tanta virtud física, verbal
tica tántrica.
y mental como nos sea posible y de eliminar toda la negati­
La decimocuarta falta raíz consiste en menospreciar a
vidad que seamos capaces, estaremos haciendo, desde el
) las mujeres, ya sea manteniendo la actitud mental de consi­
punto de vista de la práctica del dharma budista, las cosas lo
derarlas como seres inferiores a los hombres o expresando
) mejor que podamos y con ello bastará.
tales opiniones.

. Éstas son las catorce faltas raíz de las que habla la prác­
tica del Vajrayana. También hay muchos otros aspectos se­
cundarios o auxiliares en los que no vamos a entrar aquí.
)
Desde un punto de vista positivo, la práctica tántrica trata de
)· absorbemos física, verbal y mentalmente de manera conti­
) nua, de modo que nuestra percepción de la forma nunca se
halle separada de la conciencia de la forma de la divinidad,
nuestra percepción del sonido y de la palabra no esté
) s�parada de nuestra percepción del mantra y nuestra expe­
_
nencia mental de los pensamientos, los recuerdos, los con­
_
ceptos y las emociones no se halle nunca separada del esta­
do de samadhi. Si somos capaces de absorbemos de manera
) continua en estos niveles del cuerpo, palabra y mente po­
dremos mantener perfectamente los 1 . 1 00.000 votos del sa­
maya.
Existe una conocida historia tibetana de un maestro que

167
166
--
1

a ptáctice de shamatha: Mfdilación con objeto

es una práctica mental. A m de cuentas, es con la mente con


lo que meditamos, de modo que debemos empezar con la na­
turaleza de la mente ya que, cuanto más la comprendamos,
más provechosa será una detenninada técnica.
Cuando hablamos de la mente no estamos reiriéndonos
1�
a un objeto . En última instancia, naturalez� de la mente o
de la conciencia no es una cosa smo la vacmdad y, en con­
1 0. LA PRÁCTICA secuencia, está despojada de rasgos distintiv?s co�o for­
.
ma, color, tamaño o ubicación- que la determme? Y li�t��·
DE SHAMATHA : carece de parámetros y de fronteras y posee una mtangibill-
dad que la hace asimilable al espacio.
.
MEDITACIÓN CON OBJETO La postura física es un �leme�to m�y Importante para
. .
poder experimentar la amphtud � mtangibilidad de la natu­

.: '
raleza de la mente. En este sentido, el cuerpo debe perma­
necer erguido, sin tensiones ni rigideces . La mente, por su
Son muchas las técnicas de que disponemos para desa­ .
parte, debe reposar en su estado natural, sm que sea necesa­
rrollar la tranquilidad y la estabilidad mental, como meditar
en la forma de una divinidad, centrar la mente en una sílaba
:
rio preguntamos si está den o o fuera d�l cu�rpo. Por ello
no es preciso cenrar la atención en una dirección o en �tra,
semilla o hacerlo en un objeto físico, como un pedazo de
lo único que necesitamos es dejarla reposar en la �xp�r:e?­
madera o una piedra, por ejemplo. Teóricamente hablando,
cia de su amplitud, sin disracción, estratagema ru artiiCIO
no hay motivo alguno por el que no podamos utilizar cual­
alguno.
quier objeto físico como apoyo o soporte para la medita­
ción. En el fondo, se trata de que la mente repose en la con­
Puesto que la mente no puede ser expe �entad.a como
algo tangible o limitado, no deberíamos decrr: «l men�e
templación de. una deteminada forma y, en ese sentido,
podemos servimos de cualquier objeto para desarrollar sha­

sólo llega hasta ahí y más allá no est pr�sente y no es váli­
da». No existe ninguna frontera arbltrana dentro de cuyos
matha, la tranquilidad y estabilidad de la mente. Una técni­
límites podamos concluir que la mente se halle presente Y
ca muy eficaz que exploraremos en este capítulo consiste en
meditar sobre un bindu, es decir, sobre una pequeña esfera

más allá de los cuales ausente, porque trasciende ese t po de
parámeros. Es nuestra falta de experiencia de su .mtan:
luminosa.
aibilidad fundamental la que nos lleva a percibirla como SI
Independientemente de que utilicemos shamatha (para so­
segar y estabilizar la mente), vipasyana (para profundizar
fuera algo limitado y fijo. Nuestra visión del yo, del cuerpo
y de la mente suele ser muy ingenua, y creemos que �stá
nuestra comprensión de la naturaleza de la mente), una técni­
ubicada en alguna parte del cuerpo y operamos en función
ca Mahayana (para desarrollar la compasión y shunyata) o las .
de la creencia errónea de que es algo que podemos deteu­
fases tántricas de la creación y la consumación, la meditación
nar, limitar o precisar.

168
169
l

Fundamentos del iudismo Tibelano a práclica de shamatha: Meditación con objeto

La mente también es luminosa, pero no en un sentido vi­ parcial, aunque no lo que llamamos iluminación plena, en
s�al, sino en el de que puede percibirlo todo, y esta lumino­ cuyo caso, se trata de la meditación vipasyana. Cuando se
) . ha alcanzado la iluminación completa y lo que se percibe no
Sidad es Simultánea a su intangibilidad vacía, pero no como
d�s cosas separadas, sino como aspectos diferentes de la es más que una expresión de ese ser iluminado estamos ha­
misma experiencia. blando del Mahnudra. Desde el punto de vista del practi­

La experiencia de esta vacuidad y luminosidad simultánea cante, pues, una percepción puede ser una experiencia de
)
se ma ni�esta �inámicamente como una conciencia inteligen­ shamatha (o tranquilidad), de vipasyana (o conocimiento
. intuitivo) o de Mahamudra (la experiencia directa y última
te Y sm lilpedimentos. De hecho, el aspecto cognitivo de la
m �nte percibe y expeimenta hasta el punto de llegar a asu­ de la naturaleza de la mente y de todos los fenómenos).
�· en nuestro caso concreto, la forma de los cinco sentidos Cuando usemos la técnica de shanatha con objeto como
)
fts1cos Y de la conciencia interior, esa especie de sexto senti­ punto focal, estaremos sirviéndonos de un tipo de situación
\ do que produce Jos pensamientos y las ideas. Si considera­ perceptual. Si meditamos en una estatua del Buda, por
mos el sentido físico del oído, por ejemplo, tenemos la natu­ ejemplo, habrá un objeto en el medio exteno, un vehículo o
raleza vacía y luminosa de la mente expresándose a través de vía para la conciencia (que, en este caso, serán los ojos u ór­
)
l a vía que llamamos conciencia auditiva. En este sentido el ganos de la vista) y también estará la propia conciencia, es
) oído no es más que un órgano físico que sirve de vehíc�lo decir, el factor cognitivo de la mente, presentándose a través
) p �a la expresión de la conciencia. Cuando percibimos un so­ del órgano de la vista como experiencia visual de ese obje­
mdo se hallan presentes diferentes elementos. En tal caso la to concreto.
) Si utilizamos un enfoque exclusivamente mental en el
c��ciencia se expresa como conciencia auditiva, y el órgOo
) _ como vfnculo enre la conciencia subjetiva y algo
ls1co actúa que no haya objeto físico exteno pero creamos un objeto
. mental, cono una esfera luminosa o la forma de una divini­
) que se perctbe como elemento objetivo, un sonido que tiene
lugar. en nuesro entono físico, pero lo que realmente está dad, por ejemplo, la situación será la misma. Ahora tendre­
)
ocumendo es una manifestación de la naturaleza vacía' lumi- mos el objeto que aunque, en este caso, no se perciba como
) algo físicamente presente en el medio exteno, sirve, no
nosa y sin impedimentos de la mente .
Si practicamo� la meditación shamatha, utilizando algún obstante, como objeto o apoyo para centrar la mente en él.

punto de referencta en el entono fenoménico, estaremos in­ También tenemos entonces el sexto sentido de la conciencia
cotp?rando el o?jeto, el 9rgano o vía de la conciencia y la intena, no como una sensación física de imagen o sonido,
. sino como la mente operando cono un órgano sensorial
propta conctencia, los tres elementos que confi-uran el acto
de la �ercepción. Esta configuración perceptu�l de objeto para producir objetos y, inalmente, también tendremos la
sensonal, órgano o vía sensorial y conciencia o cognición conciencia misma, es decir, el estado de conciencia vacío,
puede dar lugar a muchos niveles diferentes de realización luminoso y sin impedimentos expresándose a través de la

Y experiencia. Puede, por ejemplo, provocar la estabilidad conciencia interior para percibir el objeto mental. Éste es el

de l a mente, en cuyo caso se trata de la meditación shamat­ enfoque que utiliza la meditación en la forma de una divini­
ha. También puede infundir una comprensión y realización dad o de una esfera pequeña luminosa.

170 171
Fundamentos del Budismo Tibstano a práptica de shamatha: Meditapión pon objfto

Cierto pasje de l a Prajñaparamita, a pefección de la va desarrollándose, la mente se estabiliza y se sosiega, y el


sabiduría, dice: «Primero hay un yo, y todo lo demás se de­ flujo de pensamientos, emociones y distracciones va dismi­
riva de esa sensación de identidad». A partir de esta creen­ nuyendo.
cia básica se desarroll a mi cuerpo, mi mente, mi esto, mi La experiencia de la segunda etapa de shamatha es la de
aquello y la totalidad del mundo circundante. una corriente que discurre con más lentitud. Todavía se ex­
Podemos sevnos de l a tendencia de la mente a experi­ perimenta una sensación de actividad mental, pero ahora
mentar en ténninos de "yo" y de "lo núo", y de la ijación ha­ fluye de manera mucho más coherente y controlable. Des­
bimal a ubicarse en el cuerpo como vehículo para la medita­ graciadamente, sin embargo, son muchas las personas que ·
ción. En tal caso imaginamos un objeto de meditación en tienen problemas en la primera etapa ya que, cuando se
forma de bola o esfera luminosa dentro del cuerpo, por ejem­ vuelven conscientes de la actividad de la mente, lo conside­
plo, en la zona del corazón. Luego dirigimos nuestra mente, ran como un signo de que algo va mal, de que la práctica del )
que siempre está concentrada en el yo y en el cuerpo, h,cia la dharma no resulta provechosa o de que la meditación no es
esfera luminosa. Es muy importante que comprendamos que, para ellos. Pero el problema no es tanto que la práctica re­
tanto la esfera luinosa como l o que es consciente de ella, sulte infructuosa o que ellos no sirvan para meditar, sino de
son expresiones de la vacuidad, luminosidad y. naturaleza sin que, en la mente, hay niveles de confusión y oscuridad muy
impedimentos de l a mente. No debemos olvidar � tanto el asentados. No debemos olvidar que la ignorancia esencial,
sujeto consciente como la experiencia objetivada de la esfera el apego dualista, la confusión emocional y el karma se han
luminosa son manifestaciones de la mente. visto reforzados a través de un proceso infinito. Más con­
Podemos meditar imaginando una esfera del tamaño de cretamente, el apego dualista y la confusión emocional de­
un huevo en el inteior del cuerpo a la altura del corazón, sempeñan un papel muy importante en la agitación mental
una esfera carente de solidez, transparente, luminosa y res­ que se experimenta durante la meditación.
plandeciente. Imaginamo� que esa esfera luminosa y res­ Todo ello sólo ··significa que debemos seguir esforzándo­
plandeciente se halla ubicada en l a región del corazón y de­ nos, lo que exige perseverancia, diligencia y compromiso con
jamos reposar en ella nuestra mente. la prácica. Pero, para que la práctica tenga éxito, también
Es inevitable que aparezcan pensamientos distractivos será necesario el sincero deseo de purificar esos oscureci­
pero, desde el_.punto de vista de la meditación, son meras mientos y negativídades y desarollar nuestras cualidades po­
distracciones que sencillamente dejamos ir para volver a sitivas de mérito y profundización de la conciencia. Las en­
centramos en la experiencia de la esfera luminosa y res­ señanzas tradicionales dicen que todo eso no es tanto
plandeciente ubicada en el corazón. meditación como familiarización ya que, al familiarizamos
Esta cascada de pensamientos disractivos que discuren con la meditación, nuestra experiencia se ve realmente
como una corriente impetuosa que baja de las montañas es transformada y la conciencia se convierte en un reino muy
reconocida por la tradición como el primer grado de desa­ espacioso. La meditación es algo que aprendenos, acosmm­
rrollo de shamatha, que nos hace conscientes de toda la ac­ brándonos a experimentar de un modo nuevo que culmina en
tividad de la mente. Gradualmente, sin embargo, shamatha una expeiencia espontánea de conciencia espaciosa.

172
17u
Fundamsntos del Budismo zbstano . práctica de shamatha: Meditacióm con objsto

s por esto por lo que la meditación se basa fundamental­ A lo largo del desarrollo espiritual, la práctica de la me­
mente en la práctica habitual, que va acostumbrándonos a ditación nos proporciona una mayor libertad mental Y un
una forma de experimentar que se asemeja a la experiencia de �
mayor control sobre nuestra propia expe encia. Esto em­
una inmensa masa de agua sin olas que agiten su superficie. pieza con shamatha, es decir, con la capactdad de la mente
)
Esto conduce a una sensación de felicidad que, si bien no es ,
para reposar sin distracciones. Una v�z lo�ada, los �etc­
la beatitud última, la beatitud ilimitada y, en consecuencia, dos utilizados serán mucho más fructíferos, mdependiente­
inagotable, proporciona una especie de bienestar físico y mente de que aspiren al logro de una mayor compren�ión al •

mental que trasciende nuestro sistema mundano de referencia desarrollo de un determinado aspecto de la expenenc1a,
.

y supera con mucho todo lo que antes habíamos experimen­ como la compasión o la vacuidad, o de que recurramos a las
tado. Esta práctica es también el fundamento de diversos po­ técnicas tántricas de creación y consumación. Lo que nece­
) deres psíquicos, como la clarividencia, por ejemplo, que pue­ sitamos, pues, no sólo es algo que produzca la libertad de la
) de aparecer cuando la práctica se halla bien asentada. mente para estabilizarse, sino expandir esa libertad a �odos

)
A partir de este punto, si no contamos con la guía de un
. .
}
los aspectos de nuestra experiencia. Y para el o necesit�e­
maestro cualificado, porque no tenemos contacto con ellos o mos una técnica que lo cons1ga de un modo rap1do y eficaz
) porque no tenemos la capacidad de llevar a la práctica las en­ porque, mientras estemos motivados para practicar la medi-
señanzas, podemos encontrnos en un callejón sin salida. tación, tendremos poco tiempo.
.
Quizá queramos entonces dedicar nuestra vida al cultivo de
) Una técnica eficaz consiste en ampliar el ejemplo antenor
ese estado de dicha, estabilidad y paz mental pero, desde el
de la meditación en la esfera luminosa. Para ello nos ubica­
punto de vista espiritual, ése sería un error porque, si bien
nos mentamente en dirección este, sea cual fuere nuesra
) conduce a renacer en estados superiores del ciclo del samsa­ �
orientación real porque, desde la perspectiva de la prác ca, l.a
ra, no representa el camino supremo que conduce a la ilumi­ . li­
) dirección que está frente a nosotros es el este Luego VIsua
nación. De ese modo no se libera a la mente ni se le permite que antes imaginába mos en
) zamos una esfera similar a la
tampoco trascender las limitaciones derivadas de renacer en aun
nuesro corazón, pero ahora ubicada a cientos, miles Y
) este ciclo de la existencia condicionada. Ésta era, precisa­
millones de kilómeros frente a nosoros al este. Dejamos que
mente, la situación a la que Milarepa se refería cuando decía
) nuesra mente descanse en la experiencia de esa distante es­
que «dejemos que florezca la flor del vipasyna sin aferrar­
) fera luminosa que se halla en el este. Si la mente fuese algo

)
nos al estanque profundo de shamatha», una metáfora poéti­ �
fijo y limitado resultaría muy difícil obligarla a ir t� le os,
ca con la que expresaba la experiencia de perdemos en la cal­
pero lo cierto es que no estamos limitados por esa Situación,
ma de un modo tal que fuese imposible cualquier crecimiento
porque nuestra mente es completamente hbre. y puede des­
futuro, como el nenúfar dormido en el fondo de un estanque ,
plazarse a cualquier lugar, ahí o in�luso �ás leJOS todavia.
que no extiende sus tallos a la supericie y, en consecuencia, Luego dirigimos nuestra atención hac1a �1oeste o, lo que
) no puede florecer. No basta, pues, con haber desarrollado la es lo mismo, hacia atrás, visualizando también una esfera de
) tranquilidad de la mente, sino que también debemos pemitir luz a miles y hasta decenas de miles de kilómetros, Y deja­
que florezca la comprensión verdadera. mos reposar la mente en esa experiencia.

174 175
. . .

a práctipa de shamatha: Meditación pon objeto


Fundamentos del Budismo Tibstano

Después enfocanos nuestra conciencia hacia nuestra de­ ditación. Así pues, cuando estemos un poco tensos con una
recha, es decir, hacia el sur, visualizando la esfera de luz determinada dirección, cambiamos simplemente la atención
blanca a miles y hasta decenas de miles de kilómetros y de­ hacia otra, con lo cual la mente tiene más flexibilidad y u n
jamos reposar la mente en esa experiencia y, por último, di­ cierto alivio de la tensión que supone mantenerla enfocada

rigimos nuestra conciencia hacia la izquierda, es decir, ha­ en un solo lugar y, al mismo tiempo, seguimos aprovechán­

cia el norte, visualizando a la misma distancia la esfera donos de los beneficios que nos reporta la práctica de sha­
luminosa y descansando la mente sin distracciones en esa matha. Esta práctica de meditación produce una mayor li­

experiencia. bertad y control de la mente, lo que inevitablemente nos


conduce a un estado de realización avanzada, quizás el pri­
El siguiente paso consiste en visualizar simultáneamen­
te las esferas en las cuatro direcciones junto a la esfera ori­ mer nivel del bodhisattva.
)
Llegados a este punto, la mente puede mantener cien es­
ginal ubicada en el centro del corazón y dejar reposar la
mente en esa expeiencia. tados de absorción meditativa en un solo instante sin con­
tradicción ni conflicto alguno, y también es capaz de mani­
El primer beneficio de reposar la mente en esta expe­
festarse como cien emanaciones en u n instante, de alcanzar
riencia elimina la creencia ingenua de que la mente es f�a e
inamovible y se haJla ubicada en el interior del cuerpo. la iluminación o liberación a través de cien reinos puros di­
ferentes de la existencia, de trabajar en beneficio d� cien se­
)
Esta experiencia pone de relieve que la naturaleza de la
mente no tiene absolutamente nada que ver con el cuerpo,
res en un solo instante, etcétera, etcétera, etcétera. Estas son )
las cualidades y el poder que nos proporciona la práctica de
P?rque el estado de conciencia vacío, luminoso y sin impe­ )
este tipo de meditación.
dlmentos, la naturaleza esencial de la mente, es libre de ma­
nifestarse de cualquier modo. Así pues, no sólo podemos vi­
sualizar simultáneamente las cuaro direcciones y el punto
central, sino que también podemos meditar en cientos de mi­ Pregunta
llones de direcciones simultáneamente. La identificación
Usted ha recomendado el uso del órgano del oído para
con el yo o con el ego restringe seriamente la capacidad de
comprender que los sonidos mundanos son la unión entre el
expresión de la mente, como si fuera un nudo que la constri­
sonido y la vacuidad. ¿Existe alguna relación entre esta ex­
ñe. En cambio, el método que hemos propuesto nos ayuda a
periencia y la del mantra, como unión entre el sonido y la
desatar gradualmente y sin peligro ese nudo y, de ese modo,
vacuidad?
permite a la mente recuperar su libertad de expresión.
Existe una relación, en el sentido de que todo sonido; in­
El segundo beneficio es de índole muy práctica. Resulta
dependientemente de su fuente, es decir, sin importar que se
muy difícil seleccionar una cosa y meditar exclusivamente
trate del sonido del mantra recitado o del sonido de los ele­
en ella. Meditar sin distracciones en la esfera ubicada en el
mentos del medio que nos rodea, está vacío. Pero lo cierto
corazón suele superar la capacidad de los principiantes, y el
es que no es así como habitualmente experimentamos las
hecho de expandir el campo de nuestra conciencia a nuestro
cosas. Estamos convencidos de que el sonido es algo real,
alrededor proporciona cierta sensación de apertura a la me-

177
176
Fundemenlos del iudismo ibeteno a ptáctice de shemethe: Mediteción con objeto

muy real y, cuando escuchamos


un deteminado sonido real. Cuando hablamos, consideramos que la experiencia de
creemos que se trata de algo que pose
atribuimos cualidades agradables a
e una existencia real; oír esas palabras, ese sonido, posee una existencia real, algo
algunos y desagradables que va acompañado de mucho beneficio y que también ge­
a otros, lo que desempeña un pape
l muy importante en nera muchos problemas. En este sentido, por ejemplo, po­
nuestra vida, �neficiándonos o perju
dicándonos porque lo demos sentimos ofendidos, perjudicados, heridos y contra­
) dotamos de solidez y le prestamos much
a atención. riados por las palabras, porque las consideramos como algo
) La meditación shamatha atiende l
sonido como t absolutamente real. Y lo úsmo podríamos decir también
l sin
atribuirle ninguna característica,

dad. La cuest ón consiste en dejar
;
ni siquiera la de la v cui­ con respecto al nivel de la mente, porque consideramos a to­
. la mente en reposo, un dos los pensrúentos y emociones que surgen de ella como
) enfoque tan vahdo como cualquier
otro. Para ello tomamos algo absolutamente real.
una expe?encia sensorial como el sonid
o y la usamos como Esta creencia ingenua no sólo aparece durante el estado
) una cuahdad de nuestra experienc
ia que puede servir de de vigilia, sino que también lo hace durante el estado de
fundamento para el desarrollo de sham
) atha. sueño, cuando la mente proyecta todo lo que experimenta­
También podemos utilizar la med mos como si tuviera una existencia real, y durante el bardo
itación shamatha en
una deidad para desarrollar la tranq
uilidad y la estabilidad o estado después de la muerte, cuando nuestra conciencia
de la mente. Para ello, visualizamos
la forma de la divinidad sólo tiene una encnación mental y carece de todo funda­
Y dejamos reposar la mente en esa experienc
) ia. Si adverti­ mento físico.

) .
� j
nos que a mente se ale a de la divin
idad y somos incapaces Según la práctica del Vajrayana, si queremos ilurrúnnos
de VISUalizarla con clandad, podenos
recitar también el so­ rápidamente, preferiblemente en una sola vida, debemos tra­
) níd� del nanra y descansar la ment
e en él, en cuyo caso, el bajar a todos estos niveles. Para ello transformaremos la ex­
somdo de nuestra recitación del mant
) ra proporciona el fun­ periencia ordinaria e ingenua de esta forma, que considera­
damento o soporte para desarrollar
la experiencia de sha­ mos como algo sólido que posee existencia real, en la
) natha. Poco importa, en tal caso, que
usemos el sonido de experiencia de la vacuidad de la forma. Transformaremos
) los elementos, un sonido externo o
que apelemos al sonido además la experiencia ordinria e ingenua de un sonido
generado por nuestra propia recitación
) del mantra. como sonido en la experiencia del sonido cono simultánea­
El hecho es que, en tanto que seres
) sensibles y no ilumi­ mente sonido y vacuidad. Y, por último, transformaremos la
nados que se hallan sumidos en ciclo
de los renacimientos, experiencia de los pensamientos, de las emociones y de la
) nuestro mayor defecto es la creencia
en la realidad absoluta actividad mental, en la expeiencia de la unión simultánea de
) de las cosas que experimentamos.
Nosotros estamos con­ la vacuidad y la conciencia inteligente. Si podemos llevar a
vencidos de que este cuerpo es absolutam
) ente real una con­ cabo la transformación de todos esos niveles, el loro de la

)
vicción de la q e se derivan el sufri

el dolor. Lo rrusno podríamos decir

miento, la enf rmedad y iluminación resultará imposible de evitar.
con respecto a la pala­ El objetivo de la meditación en una deidad del Vajrayana
1 bra, que es un aspecto del sonido,
porque estanos igual­ es el de cambiar o desplazar el foco de nuesra identificación.
mente convencidos de que la palab
ra es algo absolutamente Habitualmente estamos convencidos de la realidad de nuestro

178 179
Fundamftos del iudismj ibelamj a práctipa df shamatha: Mfditapióm pjm jbjftj
¡
es á p�esente. En­
cuerpo físico y nos hallnos muy identificados con ese con­ físico, que es un factor retardador, ya no �
nenc1a de la fo�­
cepto pero, meditando en una deidad, modificnos nuestra tonces es cuando puede tener lugar la expe
sonido cono som­
identidad y nos identificnos con la forma de la divinidad. ma como foma vacía, la experiencia del
sami ento y de la actividad
Para ello expeimentamos, por ejemplo, el pensamiento: "Ya do vacío, y la experiencia del pe�
de las razones
no soy este cuerpo físico, yo soy Chenrezig", nos converti­ mental como conciencia vacía. Esta es otra
mos en uno con la divinidad y nos identificnos con ella, que que explican que el Vajraya �a

sea un camino an rápido Y
el pen?do del bar­
es considerada como la unión enre la forma y la vacuidad. nos proporcione una oportumdad durant�
También cambiamos muestra fijación al soido y a la palabra do, por si el practicante no hubie ra pod1d o reah �
.

ar el 1 eal
sent1do, es Im­
ordinarios pasando a considerar a todos los sonidos como in­ de la iluminación en una sola vida. En este
dei-
trínsecamente el sonido del mantra, por ejemplo, OM MANI posible exagerar la importanc ia de la nedi tació� en una
rez1g .
dad como, por ejemplo, la práctica de Chen
·

PADME HUNG, lo que nos lleva a experimentar simultáne­


inar nues­
amente el sonido y la vacuidad. Y también cambiamos nues­ Además, la práctica tántrica nos pemite comb
tro enfoque habitual de la actividad mental, considerando a tro propio esfuerzo con las bendiciones

de la divinida Y del
No debenamo�
los pensamientos, las emociones y los conceptos que emer­ mantra, una combinación muy poderosa.
s del ma�tr� m )
gen en la mente como la unión de la conciencia inteligente y subestimar la impotancia de las bendicion:
s de la pract1ca.
la vacuidad, la experiencia del estado del Mahnudra. de nuestras tendencias desarrolladas a trave
Buda fue un arhat
La práctica del Vajrayana trata de llevar a· cabo esta Uno de los principales discípulos del
ba interesada en
transformación en los niveles físico, verbal y mental y, aun­ llamado Shariputra, cuya madre no se halla
n y llevaba una vida muy mundana.
)
que no lo logremos en una sola vida, las tendencias que es­ la práctica del dhra
que se le ocu­
tablezcamos en ésta no desaparecerán con nuestro cuerpo Shaiputra quería ayudar a su madre, de modo
su puerta que so­
físico. La práctica continuada de la meditación y el intento rrió la idea de colgar una campana sobre
cerrase. Luego le
de abordar la experiencia de la forma como la expeiencia nase cada vez que alguien la abriera o la
emos una regla nueva
de la forma y de la vacuidad, la experiencia del sonido dijo a su madre: «Desde ahora tendr
ana, tendrás que
como experiencia del sonido y de la vacuidad y la experien­ en casa. Cada vez que oigas tañer la camp
que ésta hizo du-
cia de la actividad mental como conciencia y vacuidad si­ decir OM MANI PADME HUNO», cosa
multáneamente, nos permite asentar tendencias que pueden rante el resto de su vida.
ió en el in-
manifestarse en el estado posterior a la muerte, cuando de­ Cuando su madre murió, su conciencia renac
mientras estaba en
jemos de estar limitados por el cuerpo físico. Así pues, es ieno' debido a su karma negativo y,
que se hervían a
posible que estas tendencias aparezcan en cualquier mo­ aquel reino, había un gran caldero en el
con una gran cu­
mento del estado posterior a la muerte y se experimenten muchos de sus moradores, revolviéndolos
ara golpeando el
como transfomación. La inmediatez de la experiencia del chara de metal. Al oír el sonido de la cuch
e de Shruipu­
bardo significa que, si estas tendencias emergen y forman caldero, el ser infenal que había sido la madr
ME HUNG Y se
parte de nuestra experiencia consciente, esta transforma­ tra recitó automáticamente OM MANI PAD
imiento.
ción puede tener lugar instantáneamente, porque el cuerpo vio inmediatamente liberada de aquel renac

180
181
)�
: Meditapión con objeto
l Fundamentos del Budismo ibetano a práctica de shamatha

)
Cuando aceptamos a alguien como guru, la clave funda­ opiadas, recibiremos
las bendiciones .. ;1
la fe y devoción apr o una enanacl n
1 )
mental de esa relación es nuestra fe y devoción hacia él y
nuestra convicción de que, para nosotros, se trata del Buda.
}ama también puede
tanto de Su Santidad
ser considerado con
el Kr n
a pa, con o mí a o de cua19Uler
.
.


1
el upo
) Tengamos en cuenta que el B uda está en todas partes, pues­ ro. Nu est ra aci tud será la qu� �eterrrunará
oro maest os. En este sen
to que el estado iluminado de la mente no es algo que se ha­ ndiciones que rectbtren .
1 . tensidad de las be
)
:;� . Si el discípulo considera

1
lle ubicado aquí o allí. La iluminación es la experiencia de y con cre tos
los textos son mu
) l s budas de los tres
la naturaleza esencial de la mente que se halla en todas par­

al aestro como la
encnación de todos ? .

lOnes e esos bu­
) tes, es onipenetrante y no se ve limitada, obstaculizada ni transmitirá las bendlC
t"empos ese maestro la que de-
localizada en modo alguno . Las bendiciones que recibamos �
� a La ctitud del discípulo
hacia su naestr? �era
dependerán por completo de nuestra fe y de nuestra devo­
� e las bendiciones y los
beneficios rec1�1 do s. El obser­
)
)
ción, la única cualidad que nos proporciona la apertura ne­
cesaria para recibir las bendiciones.
� ador objetivo con
un espíritu crítico. qu
prensión o realtzació
�zás encuentre
n de su guru
muchos fallos en la com su mente le per-
Podemos comparar la fuente de bendiciones que s nues­ i ene fe, la apertura d.e
) pero, si el discípulo t .
tro guru, el Buda, con la luna elevándose en el firmamento iones de esta.rela�lón .
) mitirá recibir las bendic at
.
va a la um -
noctuno ya que, dondequiera que haya agua, se reflejará esa con una hls ton a rel � .
Ilustremos este punto
) umverstdad fa­
luna, independientemente de la superficie de que se trate. Lo landa en la India, �na
versidad budista de Na e l s eru-
r la diligencta con qu �
mismo sucede con las bendiciones, que se reciben por igual
mosa p or su excelencia y po
la� ensenanzas
. iaban y comprendían
dttos y pandits estud .
dondequiera haya alguien con fe. Poco impota, en tal caso,
) · nonJe muy pece­
· JO
que nuestro guru esté vivo o presente físicamente . Esto es stón hubo un vte
budistas . En cierta oca
) algo a lo que Milarepa se refiió muy claramente cuando
zoso y que no quería
estudiar. . .
mversl-
1 ben efa cto r de la ':
) era un
dijo: «Yo no renaceré aquí. Mi conciencia irá al reino del El rey de aquella región .
gozo manifiesto en la dirección este. En el futuro, cuando al­ la lun a llen a, sol icitaba �n�enanzas a
dad y, cuando llegab a
g¡a un trono
centro. Para ello se e�

1
guien me rece con fe y devoción, yo estaré allí para transmi­
no de los miembros del
) tirle las bendiciones».
� que subía la persona
que había sido selecc
wn�da. por el
a su seqUltO. Un

1
)
)
Cada maestro, según sus cualidades y habilidades, de­
sempeña lo mejor que puede el papel de consejero espiri­
grupo para 1·mpartrr
buen día la comunidad
· la enseñanza al rey Y
decidió gastar una bro
1
ma a n�nJ e ·

.
xt­
enseñar al rey en su pro
tual. En este sehtido, me he preocupado porque los lamas erezos y d le selecc ion aro n pa ra
i
J
)
enviados a los centros que he establecido en Occidente sean
personas con experiencia, personas que puedan proporcio­
� a visita. Cuando llegó
el día, le informaron de
testas, le subieron al tro
las noveda
no, frente a
des y a pesar de sus pro
eñanzas que, en
nar a los discípulos el consejo, la guía y la información ne­ q
rey ue esperaba res
pe�os�ente las ens
cesarias para su práctica, personas cualificadas para trans­ 1npartrrl e.
) aquella ocasión, iban a .
mitir las enseñanzas a quienes buscan sinceramente el me nte , no sab ía nad a y, rruentr� esta-
El anciano, obvia ..
uruco que
) camino que conduce a la liberación. do se, pen só en lo que podría decir y lo .
ba sentán dec!fle que no
Si aceptamos a un lama como nuestro guro raíz y tenemos 1 .6 ento mucho tener que
) se e OCUITl fue· "Lam ·

18u
182
Fumdamemtss del iudismo Tibetamo a práctica de shametha: Meditacióm con objeto
)
sé nada. soy un estúpido y no puedo enseñarle Pero es muy probable, sin embargo, que no podamos ge­
. nada", tras lo
cual, baJÓ del trono. El rey, creyendo que ésa nerar una experiencia real de la vacuidad. Quizás pensemos
era la ense­ )
ñanza, permaneció sentado muy respetuosa "Ésta es la vacuidad" y estar, no obstante, experimentando
mente mientras
P��saba: "Bueno, debe ser algo muy importante
vieJo maestro ha dicho".
1� que este una especie de embotamiento o de estupidez mental en la
que la mente permanece en blanco y parece como si no estu­
C�ando el rey regresó a su palacio, reflexionó viera ocurriendo nada en ella, en cuyo caso, lo cierto s que
sobre lo
? cumd o, llegando a comprender que "no saber nada" no está ocurriendo nada. En ese caso, consideramos que se
era Ja
Ignorancia básica y la causa de todo el sufrimiento. trata de la vacuidad cuando, de hecho, no estamos haciendo
Cuanto

más pensa a n ello, más profundizaba su comp
� rensión de más que reforzar una forma sutil de estupidez. Debemos per­
9ue el su.fmruento de la existencia humana se deriva de la manecer muy atentos para no incurrir en ese error.
)
Ignorancia básica sobre la naturaleza de la Con respecto a la cuestión práctica de visualizar la forma
mente, hasta el
punto de que la ignorancia esecial de su ment )
e se transfor­ de una divinidad no creo que eso suponga ningún problema.
mó en experiencia directa y en sabiduría. Así Si odiamos a alguien es muy fácil tener una impresión clara
fue como la
enseñanza que recibió de aquel viejo monje de esa persona en nuestra mente, y lo mismo sucede en el
permitió al rey )
alcanzar la liberación. caso de que sintamos una poderosa atracción sexual hacia
Po
}
�o importa, si la mente del discípulo carece de fe y de alguien. Por ello no veo ningún problema en visualizar cla­
devoción, que se halle o no en presencia de ramente la forma de una divinidad. De hecho, la mente tie­
un guru porque,
en tal ca�o, permanecerá cerrado a las bend
iciones. La fe y ne la capacidad de elaborar la imagen clara de una divini­ }

la e�oc1ón, po �1 .
contrmo, abren la mente del discípulo a dad. No tenemos ningún problema en pensar "yo soy", de
:
r�c1brr las bendiciones, sin importar que se halle
)
en presen­ modo que tampoco deberemos tenerlo en pensar "yo soy
Cia de un guru o de un animal. Chenrezig". Lo único que hace falta para ello es cambiar le­
)
vemente el enfoque. )
¿
.

asfecto e nuestro ser se activa durante el proce­
Q�é En este caso utilizamos el apego profundamente arraiga­
so de ldenticaczon con las divinidades ? ¿ Cómo, por otra do que tenemos a "yo soy" para abordar adecuadamente la
parte, podemos relacionamos con la forma de la divinidad meditación en el yidam, cambiando la fijación en nuesra
si la meditacíón en la vacuidad sin forma nos parece ade� noción habitual del ego por la forma de la divinidad. No es
cuada ? más que un cambio de enfoque, un cambio de énfasis, como
E�o sólo basta, si realmente estamos meditando en la dice el viejo dicho que afirma que, para sacar agua que se
vacUidad. No debemos pensar que esa práctica es inútil. De nos haya metido en el oído, hay que echar más agua y dejar
hecho, es la ese�cia de toda meditación, porque shunyata, luego que salga toda. Es así como, para trascender la identi­ )
.
es de�1r, la vacu1dad, es la esencia de toda experiencia. No ficación con el ego, utilizamos la identificación con el ego.
necesttamos, por tanto, nada más si realmente somos capa­
ces �e comprender shunyata y de meditar en el estado de ¿ Podría explicar los diez niveles del bodhisattva, los
vacUidad. diez bhumis?
1

184 185
Fundamfntss dfl iudismo Tibftano a ptáctipa df shamatha: Mfditación pon objfto

El primer nivel o bhumi del bodhisattva es un estado en apareciendo


experiencia, al tiempo que lentamente van des
_
el que la persona tiene una experiencia directa y continua de algo que d�scure para­
los aspectos negativos de nuestro ser, _
la naturaleza de la mente vacía, clara y sin impedimentos. s linutadores y
lelamente al desvanecimiento de los factore
El primer bhui tiene lugar cuando ese reconocimiento ollo de esa ex-
de los obstáculos que antes impedían el desarr
deja de ser una experiencia temporal y se convierte en un
periencia. .
elemento estable, aunque sea muy pequeño. Ése es el pri­ delga-
Todo esto suele compararse a la luna crec1ente. La
mer logro significativo de libertad real de la mente y de con­ se asemeja al primer bhu­
da luna del tercer día del mes lunar
trol de nuestra experiencia, y su logro va acompañado de se par ce al
i y el progreso que conduce a la iluminación :
ciertas cualidades. Mientras que ahora sólo somos capaces
crecimiento de esa luna hasta llegar a la luna llena.
Y este es
de experimentar los estados mentales de manera sucesiva, añado, a modo de indic dor del
un proceso que va acomp �
la mente del primer nivel del bodhisattva es capaz de expe­ se expen mentan
avance, de un aumento de las cualidades que
rimentar, simultáneamente y sin contradicción, cien estados va expar:­
como elementos del primer bhumi. De este modo
de absorción meditativa. En este sentido, los textos hablan textos di­
diéndose gradualmente la libertad de la mente. Los
de doce cualidades a las que se llaman los doce cientos . Al­ en el aso que
cen que los doce cientos aumentan diez veces p
gunos ejemplos de estos cientos son la capacidad de la men­ veces
conduce desde el primer bhumi hasta el segundo, d1ez
te para manifestar simultáneamente, en lln solo instante, hasta el tercero , y así sucesiv ament e
más desde el segundo
cien emanaciones en diferentes reinos de experiencia para
hasta que, al alcanzar la realización del décimo nivel del bo �
­
beneficiar a otros seres; la capacidad de encontrarse simul­ ,
hisattva, no se habla de cien estados simultáneos de samadi
táneamente, en el mismo instante, con cien budas; la habili­ e. Tampo­
sino de diez millones de estados en un solo instant
dad de experimentar simultáneamente cien reinos puros; la de cien existen cias ante­
co hablamos de cien emanaciones o
capacidad de recordar simultáneamente cien existencias n­ riores o us, sino de diez millones de emanaciones
� de
teriores y la capacidad de prever simultáneamente las cir­ va­
diez millones de existencias anteriores o futuras, respecu
cunstancias que acompañarán a nuestros cien siguientes re­ los factore s negativ os obs­
mente. Es como si, al desaparecer
nacimientos. La tradición habla de doce cualidades de este to de
taculizadores, el ámbito se expandiese debido l aumen
tipo que se consideran características del primer nivel de li­
la libetad de expresión de la mente.
bertad de la mente y de control de la experiencia. que
Todos los niveles de confusión y oscurecimiento
Desde el primero hasta el décimo bhumi y, pos­ el apego dua­
ahora experimentamos -la ignorancia básica, . .
teriormente, hasta la"iluinación plena, van madurando gra­ as­
lista, la confusión emocional y las tendencias kármic
dualmente nuestros esfuerzos en la purificación y el desarro­ grosero y otro sutil. En el pri­
presentan dos aspectos, uno
llo (a los que técnicamente se denomina acumulación de s
mer bhumi se eliminan por completo los aspectos grosero
méritos) y nuestros esfuerzos en la meditación (a los que téc­ de
de los velos kármicos de la mente, que es el más burdo
nicamente se denomina acumulación de sabiduría). En la ón; en el séptimo nivel del bod­
los cuatro niveles de confusi
medida en que vamos avanzando, la estabilidad desarrollada hisattva se eliminan los aspectos más groseros de la confu­
en el primer bhumi va integrándose cada vez más en nuesra os
sión emocional; en el octavo nivel se eliminan los aspect

186 1-
1 .

Fundamfntos del iudismo ibftano a práptipa df shamatha: Mfditapión pon objfto

más groseros de apego dualista y, en los niveles noveno y práctica, es preferible un método simpliicado pero, desde
décimo se eliminan los aspectos sutiles. el punto de vista de la eicacia, para desarrollar shamatha es
preferible meditar en un yidam. )
En el momento en que alcanzamos el décimo nivel del
bodhisattva, el único factor que todavía entopece o limita )
la mente es el aspecto extraordinariamente sutil de la igno­ Normalmente pensamos en los órganos sensoriales

rancia básica, que sólo desaparece al alcanzar la ilumina­ como receptores pasivos de los estímulos más que como
agentes activos a través de los cuales se expresa la mente.
)
ción completa. El téino tibetano sangye deine la budei­
dad, es decir, la iluminación completa, como la eliminación ¿ Podría Rinpoche explicar esta d erencia ?
f .
total de todos los niveles de oscurecimiento y de todos los En cierto modo estamos considerando la misma situa­ )
factores !imitadores y, en consecuencia, la manifestación ción desde dos perspectivas diferentes, ya sea que los estí­
)
total del potencial inherente de la mente. mulos lleguen a la mente desde el exterior o que la mente se
exprese hacia afuera. Desde un punto de vista experiencia!, )
¿ Cuál es la relación existente entre shamatha y la medi­ sin embargo, sería más exacto decir que la mente se vierte al
tación en un yidam? a práctica de shamatha parece muy exterior que decir que algo se viete en ella desde afuera. La
)
sencilla comparada con la medtación en un yidam. ¿Debe­ tradición se refiere a nuestro estado presente de existencia
mos practicar shamatha intensamente antes de acometer la como el "skandha del escape". El skandha es una acumula­ )
meditación en un yidam ? ción de nuestras experiencias que literalmente se denomina )
Shamatha significa simplemente el logro de una expe­ "escape", porque la mente escapa a través de los órganos )
riencia de tranquilidad y estabilidad mental. Las técnicas sensoriales. Así pues, más que ser un receptor pasivo de los
utilizadas para la práctica de shamatha son muy diversas. estímulos que, de ese modo, hacen sentir su presencia, la

En este sentido, por ejemplo, podemos desarrollar shamat­ mente sale al encuentro del objeto y, al hacerlo, se vierte a )
ha meditando en una estatua del Buda o meditando en la través de los órganos sensoriales para valorar el objeto. El )
forma de una divinidad (yidam). De hecho, la meditación objeto no es más que uno de los elementos necesarios para

yidam se recomienda como la forma más eficaz de desarro­ que la percepción tenga lugar y, junto a él, están también el
llar shamatha, porque entonces no sólo se cuenta con el es­ órgano sensorial y la mente.
fuerzo personal del meditador, sino también con las bendi­
ciones propias de la forma de la divinidad y del mantra que
esté recitándose, en cuyo caso nuestro esfueiZo se ve poten­
ciado por las bendiciones inherentes a la práctica, lo que
produce efectos más rápida y más profundamente. )
Es cierto que, a un nivel práctico, parece más sencillo
utilizar una técnica meditativa menos compleja, como una
esfera luminosa, que la forma más compleja de una divini­
dad. Así pues, desde el punto de vista de la conveniencia

189
188
-

-
)
)

) a práctice df shamatha: Meditación sim sbjels

otras ocasiones, esforzándonos por seguir un tren de pensa­


)
mientos, analizando y diseccionando la experiencia hasta
) llegar a comprender la naturaleza de la mente. Así es como
} el discípulo acaba comprendiendo lo que le ha dicho su ma­
estro pero, para ello, es absolutamente necesario trabajar
)
con la propia experiencia. Una vez que hemos experimenta­
) do la vacuidad, transparencia y libertad de la mente, es evi­
) dente que sus contenidos no poseen existencia propia y son

) 1 1 . LA PRÁCTICA meras expresiones de su naturaleza.


S i todo pensamiento, emoción y actividad mental son
)
DE SHA MATHA : simples expresiones de la mente que comparten su naturale­
za sin ser, por ello, independientes, en el mismo momento
) MEDITA CIÓN SIN OBJE TO en que aparezca una emoción como el deseo, por ejemplo,
será percibida simplemente como lo que es, una mera mani­
)
festación de su naturaleza vacía, transparente y sin impedi­
) Ya hemos hablado de la cualidad luminosa, dinámica y mentos. Entonces no será necesario atribuir existencia algu­
) � ?
s n impe imentos de la mente, cuya naturaleza es el poten­ na a las emociones, porque sólo serán manifestaciones
Cial lummoso para conocer y que se manifiesta como la vacías de una mente vacía, y tampoco habrá necesidad al­
)
conciencia sin impedimentos ni obstrucciones. Ésas son las guna de quednos atrapados en ellas, como suele suceder
) cuando las experimentamos como algo sólido y real. Tenga­
cualidad.es fundamentales de la naturaleza de la mente pero,
_ mos en cuenta que, cuando aribuimos solidez y realidad a
en SI m1smas, no son nada, porque la mente pemanece
esencialmente vacía y su vacuidad esencial se refleja en el la emoción, no nos queda más remedio que sometenos a
)
hecho de que su luminosidad y dinamismo no son cosas só­ sus dictados porque, en tal caso, nos colocamos en una si­
)
lidas, !.imitadas y fijas. Éste es un punto fundamental que tuación en que los sentimientos controlan nuesras activida­
) cualqu¡er maestro espiritual de meditación debería trans­ des. Pero, cuando nos damos cuenta de que la mente está
) mitir a sus discípulos, por pocas que sean las personas lo su­ vacía, también nos damos cuenta de que cualquier pensa­
ficientemente sensibles como para captarlo y experimentar­ miento y emoción que emerjan en ella también están igual­
)
lo inmediatamente . mente vacíos, porque comparten la vacuidad esencial de la
Es imprescindible que el discípulo reflexione sobre estas que surgen y no son\ en consecuencia, algo sólido y fijo que
) ideas Y las comprenda, ya sea usando un enfoque analítico posea existencia propia.
para diseccionar sus experiencias o utilizando otro método Si comprendemos la vacuidad de todo lo que emerge en
)
más intuitivo y directo. Durante la meditación dejamos que la mente cuando, por ejemplo, aparezca un pensamiento de
) pasión o de deseo, experimentaremos su intangibilidad, su
la Ue �te repos � �n su propia naturaleza sin recurrir a ningún
) art1fic10, permitiendo que la experiencia se expanda y, en vacuidad y su espontaneidad esencial, lo que necesariamen-

190 191
Funamentos del Budismo Tibetano a práctica de shamatha: Meditación sin objeto

te irá acompañado de una experiencia de gozo y vacuidad. . la mente ni debemos tampoco ceder ante él, sino utilizar el
En tal caso no será necesario que nos abandonemos a la método descrito para descubrir, detrás de lo que antes expe­
emoción ni que la reprimamos o eliminemos como. algo rimentábamos como una emoción conflictiva, una expe­
conflictivo, sino que bastará simplemente con dejar que se riencia muy provechosa.
libere en una experiencia simultánea de gozo y vacuidad. El sufrimiento y el dolor son inevitables y se hallan indi­
Asf es como este enfoque permite que el pensamiento se li7 solublemente unidos a la condición humana. Todos y cada
\
1
bere apenas emerja en la mente. uno de nosotros debemos experimentar el dolor del naci­
Si alguien que está muy enfadado y agresivo, o que ex­ miento, del envejecimiento, del malestar, de la enfermedad
perimenta un odio intenso que podría llevarle a querer dañar . y de la muerte; eso es algo imposible de evitar. El estado
)
o incluso matar a alguien, utilizara este enfoque, cobrara ilusoio en que nos hallamos sumidos los seres humanos se
conciencia de la vacuidad de la mente y experimentase deriva de esa pauta de sufrimiento y no hay nada que poda­
)
cualquier pensamiento o emoción que aparecen.en la mente mos hacer al respecto. En un país como los Estados Unidos, )
como meras manifestaciones de su naturaleza, el enfado y el sin embargo, el nivel de vida es tan elevado que, exceptuan­ )
odio habituales se verían reemplazados por la claridad y la do los cuatro grandes sufrimientos derivados del nacimien­
vacuidad. En tal caso no nos veríamos obligados a reprimir, to, el envejecimiento, la enfermedad y la muerte, la mayor
)
manipular o entregnos a la emoción, sino que podríamos parte de nuestras necesidades materiales están casi comple­ >
permitir que la claridad e intensidad propias del odio se ex­ tamente satisfechas. Gran parte del sufrimiento que aqueja a )
presaran. Éste es un método es muy sencillo y muy directo Occidente es mental, y los occidentales sufren a causa del
)
para que lo que habitualmente expeimentamos como emo­ desequilibrio emocional, la infelicidad y la confusión que
ción conflictiva se convierta en experiencia. experimentan todos los seres a causa de su modo inadecua­ )
Consideremos ahora el caso de la estupidez, el embota­ do de acercarse a las emociones. Es nuestra incomprensión )
miento o el letargo mental que solemos experimentar du­ de la vacuidad esencial de la mente y de las emociones la )
rante el día y también durante la noche, cuando en la mente que provoca los conflictos emocionales.
no hay ningún tipo de actividad consciente. Cuando experi­ Las tres pautas del apego, la aversión y la ignorancia son
mentamos la emoción de la estupidez, de la apatía mental o emociones primarias cuya combinación da lugar a muchas )
del embotamiento como lo que es, es decir, cuando descu­ oras emociones conflictivas. La falta de conciencia de lo )
brimos su vacuidad, llevamos a cabo una transformación que sucede cuando la mente experimenta una emoción es lo
)
esencial que transforma en consciente lo que es inconscien­ que nos hace sufrir. Esta forma de ver la naturaleza de las
te. Esta conciencia inteligente o dinámica, a la que en tibe­ emociones comprendiendó la naturaleza de la mente· es el
tano se denomina rigpa (rig.pa), se experimenta como algo método más eficaz para abordar el dolor y el sufrimiento j
esencialmente vacío. Así es como, donde antes había embo­ emocional que nos libera del laborioso proceso de tener que
tamiento, letargo y estupidez mental, ahora hay una expe­ reprimir, transformar o manipular las emociones porque, en
riencia simultánea de conciencia inteligente y de vacuidad, tal caso, experimentamos la energía como lo que es, y no
de modo que no necesitamos reprimir el embotamiento de como lo que suponemos que es. No hay forma más sencilla,
)
)
192 193
'

Fundamfnlos del iudismo Tibftans a práclica de shamalha: Mfdilapióm sim sbjfts

directa y eficaz de afrontar el dolor y el sufrimiento emo­ suelas. Lo mismo podemos hacer con las emociones, esqui­
cional. vándolas a medida que vayan presentándose o comprender
Actualmente existe la dfundida noción, tanto a nivel or­ la naturaleza de la mente y de las emociones, lo que nos pro­
dinario como terapéutico, de que, cuanto más expresemos porcionará una suerte de protección para poder movemos
)
una emoción, menos la experimentaremos. Según afirma en las distintas situaciones que nos toque vivir.
\ esta perspectiva, el mejor modo de acabar con la emoción Quizás ustedes hayan tenido la experiencia de estar fe­
) de la cólera consiste en expresarla, y lo más adecuado para lizmente sentados en su hogar, donde todo es cómodo y, sú­
) afrontar los problemas derivados del deseo y del apego se­ bitamente, se hayan encontrado en un estado de desequili­
xual consiste en satisfacerlos. Quizás ése sea el único méto­ brio emocional debido a la emergencia de alguna emoción
)
do de que disponga quien no tenga idea de las enseñanzas muy fuerte en su mente, lo que lo modifica todo, en cuyo
) del dharma pero, desde nuestro punto de vista, se trata de un caso, se sienten completamente agitados y ya no pueden se­
enfoque poco inteligente porque, cuanto más expresemos guir donde estaban, porque lo único que quieren es eliminar
las emociones, más atados· nos hallaremos a ellas o, dicho esa emoción.
de otro modo, cuanto más expresemos una emoción, más El único remedio verdadero para curar el desequilibrio
) reforzaremos la tendencia de que vuelva a p;esentarse. La emocional es la vacuidad. Sólo podemos recuperar el equi­
) expresión de una emoción no la agota sino, muy al contra­ librio experimentando la vacuidad de las emociones, porque

) rio, la aumenta, la adona y la intensifica, porque decir que no ha sido la conmoción emocional lo que ha provocado el
las emociones están vacías significa decir que son inagota­ desequilibrio. Es por ello por lo que la única satisfacción y
) bles. Si la mente fuese algo sólido, real y tangible, daría lu­ el único bienestar verdaderos se derivan de la comprensión
' ) gar a emociones sólidas, reales y tangibles que podríamos ir de la naturaleza de la mente y de la naturaleza de las emo­
eliminando poco a poco hasta que acabaran desapareciendo. ciones.
Pero la mente se halla esencialmente vacía y, en consecuen­ Durante el infinito proceso de renacimientos que ha ex­
).
cia, las emociones que en ella emergen carecen también de perimentado la mente sin ningún propósito último_, ha habi­
} límites, de modo que pueden expandirse y desarrollarse tan­ do en ella una actividad en la que continuamente han apare­
) to como queramos, porque no hay forma de agotarlas. cido pensamientos, emociones y experiencias despojadas
Cuando comprendemos la naturaleza de la mente, compren­ de toda substancia. Si esos pensamientos y emociones fue­
)
demos también la naturaleza de la emoción y no nos queda­ ran sólidos, habrían acabado almacenándose en algún lugar,
) mos tan sólo con su contenido superficial. pero lo cierto es que todo eso es intangible y acaba desapa­
) En cierta ocasión, el Buda dijo que trabajar con las emo­ reciendo. Las emociones que hemos experimentado no.se
ciones que experimentamos en esta vida es como tratar con hallan almacenadas dentro del cuerpo ni tampoco fuera de
)
espinas. Si la tierra estuviera cubierta de espinas y quisiéra­ él porque, en última instancia, carecen de realidad a la que
) mos desplaznos de un lugar a otro sólo tendríamos dos podamos atribuir solidez o tangibilidad. Las emociones es­
opciones: arrancar todas las espinas del camino, lo que su­ tán esencialmente vacías y son intangibles, meras expresio­
pondría un trabajo muy arduo, o calzar zapatos de gruesas nes de la naturaleza vacía e intangible de la mente, algo

194 195
Fundamenlss del iudismj Tibelans a ptáclica df shamalha: Meditación sin objels
)
cuya comprensión resulta muy provechosa y mucho más to­ mente sin buscarla y que, a diferencia del método que busca
davía su experiencia. a la mente objetivándose a sí misma, trata simplemente de
Cuando hayamos experimentado y comprendido la natu­ morar en un estado de conciencia vacía que permite la ex­
raleza de la mente tendremos media batalla ganada y tam­ presión de la naturaleza esencial de la mente. )
bién habremos realizado la mitad de la tarea propuesta por Así pues, más que buscar a la mente, se trata de experi­
el Buda al exponer el dhrna. La simple comprensión de la mentar directamente su naturaleza, en cuyo caso no hay na­
naturaleza de la mente nos dejará mucho más cerca de la die que busque ni nada· buscado, sujeto ni objeto, sino tan
)
iluminación pero, para ello, necesitamos la instrucción ade­ sólo un estado simple de conciencia espontánea en el que la
cuada. naturaleza de la mente se manifiesta por sí sola. Ahora no )
Si querenos descubrir la naturaleza de la mente debe­ buscamos la mente como hacíamos durante la meditación
)
mos ser conscientes del método que utilizanos. Hay mu­ analítica, sino que vemos sin buscar y experimentamos sin
chos científicos brillantes que investigan la mente pero, analizar. Una vez que hayamos tenido la experiencia funda­ )
desde el punto de vista de la realización espiritual, la mente mental de la naturaleza de la mente, los otros dos aspectos )
busca entonces a la propia mente, lo que termina abocando del ser iluminado a los que nos hemos referido (la experien­
)
a un círculo vicioso. En tal caso, el sujeto busca un objeto cia de la palabra y del sonido como unión entre el sonido y
que es el sujeto y que es el objeto, una búsqueda infructuo­ la vacuidad, y la del cuerpo físico como unión entre la forma
)
sa mientras la mente se busque a sí misma a través de un en­ y la vacuidad) dejan de ser un problema; una vez que hemos )
foque exclusivamente intelectual o conceptual. Con ello no comprendido el significado de la experiencia fundamental )
quiero decir que no podamos utilizar el intelecto para apro­ de la naturaleza de la mente, todo esto resulta bastante sen­
ximanos a la experiencia de la naturaleza de la mente, sino cillo.
)
tan sólo que, en sí misma, ese tipo de búsqueda es, en últi­ Al comenzar una sesión de meditación shamatha, prime­ )
ma instancia, ineficaz. ro tomamos refugio y generanos la bodhicitta, es decir, la )
La meditación nos proporciona otros dos métodos igual­ motivación compasiva esencial, y luego alineamos nuestra
mente válidos, necesarios e importantes: uno de ellos inte­ postura corporal. Una de las razones por las que la postura
lectual o analítico, y el otro intuitivo o espontáneo. En el pri­ erguida y digna se considera muy importante para la medi­ )
mero de los casos, recibimos periódicamente las enseñanzas tación es porque transmite al cuerpo una sensación de equi­
de un guru y luego las ponemos en práctica, reflexionando librio. Cuando el cuerpo se mantiene erguido, se desbloque­
sobre ello, corroborándolo o refutándolo según el criterio de an los canales corporales de energía sutil y la energía puede
nuestra propia experiencia, y diseccionamos o analiznos discurrir libremente y sin obstáculos por todo nuestro cuer­
ésta para tratar de descubrir la verdad de lo que se nos ha en­ po, lo que nos proporciona una sensación de estabilidad y )
señado conceptualmente. Éste es un método muy valioso de calma tanto corporal cono mental. En este sentido, al )
pero inútil, en última instancia, para llegar a experimentar la menos, existe una estrecha relación entre la mente y el cuer­
po, y la postura física es muy importante para conseguir que
)
naturaleza de la mente. Para ello es necesario el segundo mé­
todo, el método intuitivo, que contempla la naturaleza de la nuestra mente se sosiegue y ranquilice.

196 197
Fundamentos del Budismo Tibetano a práctica de shamatha: Meditación sin objeto

Si seguimos el método de shamatha sin objeto, la expe­ porque, en tal caso, la claridad y atención de la mente se ve­
riencia de la conciencia sin forma, de la vacuidad, se con­ rían atenuadas por un cierto embotamiento o torpeza que
vierte en el método para desarollar la tranquilidad y estabi­ pasaría inadvertido para el meditador y dificultaría nuestros
) lidad de la mente. Desde una perspectiva ideal, es decir, esfuerzos para desarrollar shamatha.
\ desde el punto de vista de la realización del Mahamudra, Independientemente de que utilicemos shamatha (para
nuestra experiencia de la vacuidad es completamente no desarrollar la tranquilidad y la estabilidad en la mente) o vi­
conceptual, trasciende todo constructo mental de la vacuidad pasyana (para profundizar en la naturaleza de la mente),
)
y no es más que la experiencia directa de la intangibilidad de existen tres tipos diferentes de sabiduría. El primer tipo de
la mente. Es muy probable que, al comienzo, no. podamos sabiduría es intelectual y se desarrolla escuchando las ense­
experimentarlo, de modo que nuestra actitud necesariamen­ ñanzas, estudiándolas y comprendiéndolas a un nivel con­
>
te tendrá que apelar a construcciones mentales, algo inevita­ ceptual. El segundo tipo de sabiduría se desarrolla a través
ble y ciertamente muy apropiado, desde la perspectiva de la de la contemplación, asumiendo las enseñanzas que se nos
meditación. Pero aunque, en ese estadio, la naturaleza de la han impartido, reflexionando en ellas una y otra vez, y co­
} mente sea esencialmente intangible y vacía, enfocamos la rroborándolas con nuestra propia experiencia, lo que pro­
mente en la experiencia de la vacuidad con la consiguiente fundiza nuestra comprensión. Por último está la sabiduría
)
sensación de objetivación y orientación de la mente hacia meditativa, en la que el conocimiento intelectual o concep­
) la exp�riencia de la vacuidad, con exclusión de otros pen­ tual se tona experiencia! e intuitivo, permitiendo a la men­
) samientos o conceptos que, en este punto, serían distrac­ te reposar en un estado sin artificios en el que el conoci­
ciones. miento aparece como una experiencia directa. Para cultivar
)
Si continuamos con este enfoque, la mente se centra en con éxito cualquier método de meditación es necesario de­
la experiencia de su naturaleza esencial como algo intangi­ sarrollar estos tres niveles de la sabiduría.
). ble como el espacio, completamente despojado de toda li­
mitación (ya que no es circular y carece de parámetros, co­
lor, forma, tamaño y ubicación). La cuestión consiste en Pr gun as
mantenerse en ese estado sin distracción alguna y, cuando
) aparezcan pensamientos y distracciones, debemos volver a ¿ Cuál es la relación que existe entre el cuepo y la mente ?
) la experiencia de la vacuidad esencial de la mente, sin en­ La naturaleza de nuestro ser es tanto mental como física.
tregarnos ni seguir a los pensamientos o conceptos que va­ Un cuerpo exclusivamente físico, es decir, un cuerpo sin
yan presentándose. mente, no es más que un cadáver y, en tal caso, no podría­
) Según dicen los textos tradicionales, debemos comenzar mos hablar de vacuidad, claridad y ausencia de obstrucción,
este tipo de abordaje con sesiones cortas de no más de cin­ porque estaríamos hablando de un cadáver y los cadáveres
co o diez minutos. Y es que, a menos que nos hallemos fa­ no puede pensar, ver, sentir, gustar, tocar ni oler las cosas.
/
miliarizados con este estado aleta y claro de la conciencia Un cadáver es materia inanimada, porque está despojado de
sin forma, no deberíamos emprender sesiones muy largas la conciencia que todo lo experimenta. Sólo el cuerpo físico

198 199
Fundamentos del Budismo Tibetano a práctica de shamatha: Meditación sin objeto

animado de conciencia puede convertirse en vehículo de la instancia, tampoco está mal, porque ello supone que, de he­ )
naturaleza vacía, clara y sin impedimentos de la mente que cho, hemos comenzado. En la medida en que nos acercamos
experimenta las formas viendo imágenes, oyendo sonidos, a la iluminación, el efecto encadenante del apego al ego y
oliendo olores, degustando sabores, tocando texturas y pen­ de la preocupación por el yo será cada vez menor, hasta lle­
sando pensamientos. El cuerpo sólo entra en juego cuando gar a disiparse como resultado natural de la experiencia y de
se halla alentado por el estado de conciencia vacío, claro y la realización.
)
sin impedimentos de la mente. Supongamos que usted quiere ir a la India. En tal caso,
La idea de que nosotros estamos haciendo algo, de que no diría "quiero ir a la India" pensando que nunca llegará,
yo esté meditando, por ejemplo, no es tan mala. En realidad, sino que lo hace porque cree o espera que, en algún mo­
es bastante importante, porque no tenemos más altenativa mento futuro, realmente llegará. Saca el billete, prepara el
)
que emprender nuestra práctica espiritual del modo como equipaje, saca el visado y el pasaporte, y finalmente coge el
solemos hacer las cosas, es decir, diciéndonos: «voy a hacer avión. La única razón por la que sube al avión es porque una
'
esto» o «voy a emprender mi práctica espiritual». En última vez se dijo "quiero ir a la India". Luego, en la medida en que )
instancia, si nos esforzamos y acometemos sinceramente la el avión esté volando hacia la India, disminuirá la preocu­ )
práctica, el apego dualista acabará desapareciendo, pero pación por ir a la India, porque ya casi habrá llegado y,
esto se asemeja mucho al crecimiento de una flor, ya que no cuando finalmente aterrice en el aeropuerto, la preocupa­
)
podemos esperar plantar la semilla y ·tener en seguida una ción se habrá desvanecido porque ya estará allí. Del mismo )
flor. Primero nace el retoño, luego salen las hojas y los bro­ modo, cuando nos hallemos en camino a la iluminación, irá )
tes y, por último, tenemos la flor. Pero, por más que no sea desvaneciéndose la necesidad de pensar "quiero iluminar�
realista esperar que las cosas sucedan inmediatamente, tam­ me�', porque casi lo habremos logrado y estaremos a punto
poco debemos dudar de que la perseverancia y el esfuerzo de llegar. A partir de determinado momento, sabemos. que )
... acaben dando sus utos. Lo más importante es no dudar y estamos a punto de llegar y cada vez nos preocuparemos
perseverar en la práctica, en la seguridad de que el apego menos por ello.
dualista irá desapareciendo gradualmente y finalmente lle­
)
garemos a un estado mental más espontáneo en el que tiene En la meditación de Chenrezig hay una etapa de medi­
lugar la meditación. tación tin forma. ¿Podemot, si not resutta dícil mantener
· ·Hablando en términos generales, la identiicación y el este ettado de conciencia vacía durante un targo período de )
egocentrismo debe ser considerados como grilletes que nos tivmpo, altenar la meditación con forma y la meditación
mantienen encadenados al ciclo de los renacimientos y que, sinforma, la meditación con objeto y ta meditación sin ob­
si no se hallaran presentes, estaríamos liberados del- ciclo de jeto?
los renacimientos. Ante todo, nosotros practicamos para li­ El objetivo fundamental de la meditación es el de bene"
berarnos. Pensamos: "quiero liberarme del ciclo de los rena­ ficiar la mente, por ello estamos interesados en un método
cimientos", "quiero practicar el dharma", "quiero iluminar­ que permita que el meditador se sienta bien con la técnica: ·
me", pero ésa es una perspectiva egoísta. Pero eso, en última En consecuencia, podemos adoptar el método que usted

200 201
} Fundamenlos dfl iudismo Tirflano a Štáclica df shamalha: Mfdilaci6n sim objfto

propone, altenando las técnicas de meditación con objeto y Podríamos prolongar el proceso dedicando unos cinco
sin objeto del modo que indicamos a continuación. Después minutos a cada estadio de la visualización. Primero visua­
de recitar el mantra, cuando visualizamos la forma de la lizamos que todo el reino exterior se disuelve en luz y se ve
} divinidad en la meditación de Chenrezig, hay un proceso de absorbido en nosotros en forma de Chenrezig, el bodhisatt­
\ disolución para que la visualización se condense en un pun­ va de la compasión, en cuyo punto reposamos cinco minu­
to de luz diminuto que se disuelve hasta desaparecer, mo­ tos. Luego nos visualizamos como la divinidad disolvién­
}
mento en el cual dejamos que la mente repose en un estado dose lentamente en las sílabas del corazón y dejamos
a de conciencia vacía. Este proceso de disolución es muy efi­ reposar ahí la mente otros cinco minutos. De este modo,
caz para introducir la mente en la experiencia de la vacui­ cada etapa de la disolución va seguida de un período de des­
dad, y deberíamos reposar en ese estado tanto tiempo como canso de cinco minutos de modo que, cuando llegue el mo­
nos resultara posible. Si la mente es incapaz de permanecer mento en que nos convirtamos en un punto de luz diminuto,
en ese estado sin embotarse ni distraerse, podemos visuali­ nuestra mente esté ya acostumbrada a la disolución de la
zar la esfera luminosa que usamos en la meditación anterior, forma, con lo que la entrada de la mente en el estado de
) reposando en ella nuestra mente tanto tiempo como sea po­ vacuidad será menos impactante que cuando nos disolvía­
sible. De este modo podemos alternar la disolución y la mos muy rápidamente.
reincorporación tantas veces como sea necesario. Esta técnica concreta de disolución de la visualización,
) Lo que usted dice es muy cierto, porque a los principian­ que constituye un puente enre los aspectos formales y sin
} tes les resulta muy difícil dejar que la _mente repose en un de­ forma de la meditación, es el rasgo distintivo del enfoque tán­
terminado estado. Oro método que puede resultar muy útil, rico. Dependiendo de la habilidad del practicante, son mu­
)
en el caso de que estemos usando la meditación de Chenre­ chos los modos en que podemos experimentar el puente entre
zig, consiste en prolongar el proceso de disolución de la vi­ la forma y la no forma pero, al final, no experimentaremos di­
). sualización. La forma en que habitualmente suele describir­ ferencia alguna entre la forma y la no forma y si, en ese mo­
se la disolución consiste en visualiznos a nosotros mismos mento, meditamos en la forma, experimentaremos la no for­
como la divinidad, como el bodhisattva, ver a todos los seres ma, porque ya no experimentaremos la forma como algo
como el bodhisattva y al medio exteno como el reino de la sólido, sino como algo vacío, como la unión entre la forma y
) experiencia pura. Primero visualizamos que el reino exterior la vacuidad. En tal caso, la foma y la no forma se hallarán

) y todos los seres que lo pueblan se disuelven en luz que lue­ simultáneamente presentes y no será necesario atravesar el
go se ve absorbida en nuestra forma como divinidad. Luego, paso de disolución que sirve de puente entre una y ora.
nuestra forma como divinidad se disuelve y se ve absorbida Pero esta transición puede llevarse a cabo muy rápida­
en el mantra y en la sílaba semilla, que visualizamos en mente, aun en el caso de alguien con menos capacidades.
nuestro corazón. Por último, las letras del mantra se disuel­ Esa persona podtía utilizar una determinada técnica y medi­
ven en la sílaba semilla central y ésta se disuelve de abajo tar en una forma concreta como, por ejemplo, venos a no­
hacia arriba hasta quedar reducida, en esta última etapa de la sotros mismos y a todos los seres como la divinidad y a todo
) visualización, a un punto luminoso diminuto. el reino exterior como el reino de la experiencia pura. Lue-

202 203
Funamfntos del iudismo Tibetano a ptáctica de shamatha: Mfditación sin sb{fto

go disolvemos súbitamente la forma de la visualización y nosotros, tratando de llevar nuestra mente hacia abajo y de
nos encontramos en el estado de la no forma. En esta técni­ mantenerla ahí. En el caso de que meditemos en una esfera
ca hay un salto, una diferencia entre un estado y otro, pero luminosa ubicada en el corazón, podemos imaginar que se
el cambio puede efectuarse muy rápida y suavemente. Ob­ vuelve más pesada y que empieza a descender hasta posar­
viamente, quien esté comenzando a meditar no tendrá toda­ se en el suelo, siguiendo ese movimiento con la mente, lo
vía esa destreza, de modo que la disolución gradual es una que contribuirá a contrarrestar la agitación mental.
técnica muy profunda utilizada por el tantra para familiai­ En el caso de que nuestra distracción durante la medita­ )
zar a la mente a pasar de un estado expeiencia! a otro, de un ción se deba a la incomodidad física debida a una falta de
estado con forma a otro sin forma. práctica con la postura, deberemos tenerlo bien en cuenta
porque, si nos esforzamos más de lo debido en adoptar una
¿Podría explicar algunos métodos para afrontar la dis­ postura correcta, acabaremos generando una gran tensión )
tracción y embotamiento que puedan aparecer durante sha­ mental.
)
matha ? Me refiero concretamente a la agitación debida a En cierta ocasión, una tibetana conocida como Machig
las tensiones corporales. Labjyi Dronma (Ma.gcig.Lab.kyi.sGron.ma), que fue la fi­
Los dos obstáculos que aparecen durante la práctica de gura principal de uno de los grandes linajes principales del
shamatha para tranquilizar y estabilizar la mente son el em­ budismo tibetano, el linaje Chod (gCod), ijo: «La cualidad )
·
botamiento y la agitación mental que la vuelven indomable de un arroyo de montaña depende de la fuerza y de la velo­
y fuera de control. cidad con que desciende por la ladera de la montaña, arran­
)
Son varias las cuestiones prácticas que podemos hacer fí­ cando y arastrando consigo las rocas que encuentra a su )
sicamente para combatir el embotamiento o letargo, como er­ paso, pero la cualidad de la práctica de un yogui depende de )
guir el cuerpo, abrir los ojos para despertar la mente o levan­ su postura». Cuando mayor es la fuerza con la que el to­
tar la mirada, lo que estimula la conciencia. En el caso de rrente desciende la montaña, más espectacular es éste. En el
utilizar la visualización formal, podemos apelar a la visuali­ caso del yogui, sin embargo, la calidad de la práctica de­
zación para remediar la situación. Si meditamos, por ejem­ pende del aplomo que permite mantener el adecuado equili­
plo, en una esfera luminosa y advetimos que nuesra mente brio entre el exceso de tensión y el exceso de relajación. En
se embota, podemos visuaizar que la esfera sale disparada cierta ocasión, el gran mahasiddha Tilopa de la India dijo:
>
como una esrella fugaz por la coronilla, la seguimos mental­ «Si la tensión puede ser relajada, no hay la menor duda de
mente, la ubicamos muy aniba en el espacio que se halla so­ que tendrá lugar la liberación».
bre nuestra cabeza y centramos en ella nuestra atención.
Cuando, por el contrario, la mente está muy agitada, Después de calmar los pensamientos de mi mente du­
)
puede deberse a un exceso de tensión que nos indica que es­ rante shamatha, aparecen impresiones visuales de formas y
tamos muy tensos, en cuyo caso lo que debemos hacer es re­ colores que resultan muy distractivas. A veces desaparecen )
lajar la postura o bajar los ojos hasta descansar nuestra mi­ pero, en otras ocasiones, son bastante persistentes. ¿A qué
rada en un punto ubicado en el suelo que se halla frente a se debe todo ello?

)
204 205
Fundamfntss dfl iudisms Tirftans

Este tipo de experiencia parece deberse a un embota­


) miento sutil de la mente, que aparece sigilosamente durante
la fase inicial de calma y tranquilidad relativa de la mente.
En tal caso, la mente está calmada, pero carece de la aten­
) ción necesaria para que la experiencia tenga una cualidad
� luminosa y clara. Este embotamiento sutil inicial es la cau­
) sa de esas alucinaciones posteriores. En tal caso, no convie­
ne insistir en la meditación, sino interumpirla durante un
)
breve período de tiempo para volver luego a ella con reno­ 1 2. LAS CUATRO CAUSAS
) vadas fuerzas.
) QUE DETERMINAN
¿ Cusndo not etforzsnot en genersr ls experiencis
)
mediusuivs, no corremos el peuigro de fsbricsrls o de con­ EL RENACIMIENTO
)
vencenos de lo que esuá ocurriendo?
) Para que la meditación sea espontánea debemos empe­ EN DEWA CHEN
) zar trabajando en ella. Es nuestro esfuerzo combinado con
las bendiciones de la práctica el que gradualmente va lo­
) Hay cuatro causas que llevan a la mente a renacer en De­
grando la espontaneidad necesaria para que la experiencia
) de la naturaleza de la mente aparezca sencillamente sin es­ wachen, el reino de felicidad pura al que, en sánscrito, tam­

fuerzo alguno de nuestra parte. Pero decir que durante la bién se conoce como Sukhavati, y al que podemos concebir
)
meditación debemos esforzamos no significa que debamos como el nivel superior del reino puro del Nirmanakaya o
> como el puente que conduce al nivel inf�rior del S m
bho­
pensar que ese esfuerzo es el que genera la experiencia.
). .
Simplemente estamos describiendo lo que sucede. Para ex­ gakaya. Este es un reino de la expenenc1a que eqm vale al
) perimentar algo, aun en la forma limitada en que ahora ex­ pimer nivel de realización del bodhisattva y que representa

perimentamos las cosas, se requiere de una mente vacía, lu­ un estado del ser que trasciende las limitaciones del ciclo de
)
minosa y sin obstrucciones. Y eso es algo que no tenemos los renacimientos, porque en él ya no hay causas kricas

que crear, porque ésa es, precisamente, la naturaleza de la que determinen la necesidad de renacer. Sin embargo, des­

mente. Lo único que, en tal caso, estamos advirtiendo es lo de la perspectiva de la iluminación es posible que un ser que

que ya es. Cuanto mayor sea nuestro esfuerzo en la técnica haya alcanzado este nivel de realización decida emanar
)
meditativa concreta que estemos utilizando, más rápida­ conscientemente en el samsara para ayudar a los demás,
) pero tal posibilidad no es ya una necesidad krica sino
mente comprenderemos su naturaleza, no sólo a un nivel
conceptual, sino que también la experimentaremos directa­ una decisión.

mente como algo que emerge en la mente. Antes de la aparición de nuesro mundo hubo un período
de veinte kalpas de vacío que siguieron a la desintegración
)

)
207
206
Fundamentos del Budismo Tibetano Las cuatro causas que determinan el renacimiento

y destrucción del último sistema de esta región del univer­ . seres. También es posible que el ser experimente otros rei­
so. Este período se vio seguido de un proceso de creación nos puros y se encuentre con otros budas.
)
que comenzó con la consolidación de los distintos elemen­ Hay reinos del Sambhogakaya de formas puras tan ele­ )
tos. Entonces el mandala del elemento viento fue seguido vados que sólo pueden ser experimentados por quienes han )
por el mandala del elemento agua, y así sucesivamente, en alcanzado el octavo nivel de realización del bodhisattva y,
un proceso creativo que gradualmente fue formando nues­ en el caso de un nivel inferior de los reinos puros del Samb­
tro universo físico -previo a la aparición de la vida- que hogakaya, es preciso haber logrado, al menos, la realización
tuvo una duración adicional de veinte kalpas. Desde la épo­ del primer nivel del bodhisattva. El nivel inferior de los rei­
ca en que los seres comenzaron a poblar los diferentes rei­ nos puros del Nirmanakaya requiere de una escrupulosa pu­
)
nos de este mundo hasta el surgimiento y desaparición de reza moral del practicante y de una gran acumulación de
los mil budas habrá un período de veinte kalpas, en cuyo mérito. )
'

momento, el karma que mantiene este mundo se habrá. aoo- b


Debido a las aspiraciones del buda Amitabha, el único )
tado. Entonces empezará de nuevo el proceso de disolución elemento crucial que determina la capacidad de la mente
)
y desintegración de los diferentes elementos y de la confi­ para renacer en este estado es la aspiración de la persona, y
guración física de este universo que durará veinte kalpas . lo único que se aece�íta es la convicción absoluta de la exis­
)
Estas fases de vacío, creación, duración y destucción con­ tencia de este reino de experiencia y la ferviente aspiración
forman un período de ochenta kalpas llamado miakalpa o de alcanzarlo. Los sutras de Amitabha atribuyen las caracte­ )
gran kalpa. rísticas concretas de este reino puro a la fe y confianza del
Los sutras de Amitabha afirman que Dewachen, es decir, practicante.
)
el reino de la existencia pura, se originó hace diez días, aun­ Al ser la aspiración y la convicción los factores esencia­
que debemos señalar que, para quien se halle en Dewachen, les que determinan si la mente puede o no experimentar este )
un día equivale a un mahakalpa. Ése es el tiempo que hace reino de beatitud pura, debemos tener en cuenta los cuatro
)
que las aspiraciones del buda Amitabha dieron lugar al pri­ factores o causas esenciales del éxito de la práctica. El pri­
mer surgimiento de este reino de la existencia pura. mero de ellos es el papel de apoyo que desempeña la visua­
)
Cuando la mente entra en la experiencia de Dewachen lización clara de este reino puro, que no difiere de las otras
realiza el primer bhumi del bodhisattva, una experiencia ex­ prácticas del Vajrayana. Así, por ejemplo, cuando llevamos )
traordinaria y de resultados muy hermosos, porque la men­ a cabo el ritual de Tara, visualizamos en el cielo que se ha­
te renace entonces milagrosamente y se encna en el centro lla frente a nosoros el mandala de Tara Verde rodeada de
de una flor de loto que se abre para revelar un reino de be­ sus otras veintiuna formas. El marco de referencia desarro­
lleza y goce paradisíacos. llado a través de la visualización y la confianza de que se
Una vez lograda la perspectiva iluminada del primer ni­ halla realmente frente a nosotros es el mismo principio bá­
vel del bodhisattva, el ser puede utilizar la libertad expandi­ sico. En el caso de la práctica de Dewachen, el contenido
da de su mente para manifestarse simultáneamente cien ve­ concreto de la visualización es diferente, ya que nos visua­
ces en cualquiera de los reinos en beneficio de todos los lizamos en presencia de Amitabha y de su séquito de budas

)
208 209
Fundamsntos dsl iudismo Tirstano Las puatro causas qus dstsrminan sl rsnacimisnto
\

y bodhisattvas.* Entonces concebimos nuestro entono ac­ acumular suficiente mérito, tendremos éxito en todo lo que
) tual como un reino de felicidad pura y el mundo exteno de hagamos mientras que, en caso contrario, poco importará el
� ) rocas, árboles, agua y montañas se vuelve mucho más pre­ esfuerzo que hagamos, porque la prosperidad y el éxito ca­
cioso y hermoso que el mundo que ahora experimentamos, recerán de suelo en que arraigar. No podemos esperar al­
)
un reino de experiencia perfecto, en donde los elementos ja­ canzar resultados sin haber desarrollado antes los factores
. más pueden causar sufrimiento ni daño alguno a sus mora­ causantes del mérito y la conciencia.
dores. Sin embargo, las cualidades que determinan el éxito en
En el centro de este inmenso lugar visualizamos un tro­ el establecimiento de los fundamentos del mérito de la prác­
no enjoyado sobre el que está sentado en postura de medita­ tica espiritual son algo diferentes. En este caso, las cualida­
ción el buda Amítabha, de color rojo, ataviado con el hábi­ des más impotantes son la fe y la confianza en nuestro ma­
to de monje y sosteniendo en sus manos el cuenco de estro espiritual, en las tres joyas y en los principios
) mendicante, rodeado de un gran séquito formado por una espirituales en los que buscamos inspiración, amor y com­
gran asamblea de budas, bodhisattvas y arhats. Cuanto más pasión por los demás, y nuestra comprensión de que la exis­
)
claramente visualicemos este mandala, más contribuirá a tencia fenoménica es una expresión de la mente y de que la
\ consolidar nuestra meditación y a generar nuestras plega­ mente en sí está esencialmente vacía. Cuanto mayor sea
rias y aspiraciones, aunque el factor esencial no es tanto la nuestra fe, nuestra compasión y nuestra sabiduría, mayor
claridad de la visualización como la convicción. Como muy será también nuestro desarrollo espiritual.
)
adecuadamente suelen decir los textos de la tradición budis­ La plegaria de las siete ramas del Mahayana resume el es­
) ta india, toda experiencia fenoménica se basa en nuestra in­ fuerzo necesario para puriicmos de las negatividades y
) tención y en nuestra aspiración, los factores fundamentales oscurecimientos y desarrollar mérito y sabiduría. Se rata de
) de la eficacia de la técnica. Es por esto por lo que, si desa­ una plegaria que aparece con cierta frecuencia en los textos
rrollamos la intención, aspiración y convicción de que algo rituales, porque es una de las técnicas más adecuadas para pu­
)
es cierto, es muy probable que acabemos llevando a cabo la ificamos y desarrollamos. Las siete ramas en cuestión son
transformación. las siguientes: en primer lugar, rendir homenaje a las fuentes
El segundo factor que determina el renacimiento en De­ de refugio, las res joyas y las tres raíces; en segundo lugar,
wachen es nuestra purificación y desarrollo, algo que pode­ hacer ofrendas, en tercer lugar, confesar nuestras negativida­
)
mos lograr eliminando los elementos negativos y oscuros de des y oscurecimientos, una confesión que no se limita tan
nuestro ser, desarrollando y alentando los aspectos posi­ sólo a las acciones realizadas en esta vida, sino que incluye
) tivos, acumulando mérito y profundizando nuestra concien­ todas las negatividades que hayamos cometido nosotros y to­
cia. Esto es algo parecido a lo que sucede en nuestra vida dos los seres en una serie infinita de renacimientos. De este
actual porque, si nuestras acciones virtuosas nos permiten modo reconocemos y confesamos nuestras faltas y nuestros
1 defectos, así como también los de los demás.
La cuarta rama de esta plegaria consiste en alegramos por

Nota del editor: Esta visualización y ls plegis correspondientes pueden el mérito y la vitud de los demás, tanto de los seres ordina-
encontrse en el ritual de Amitabha.
)
210 211
Fundementos del iudismo Tirfleno Ls cuetro ceusas quf determinen fl renecimifnto

rios como de los iluminados. La quinta rama consiste en ro­ alcancemos el estado de Dewachen y, aun en el caso de que
gar a nuestros guúes, a las tres joyas, y a los budas y bodhi­ seamos los únicos que lo logremos, la aspiración debe se­
sattvas, que sigan haciendo girar la rueda del dharma impar­ guir alentando nuestra entrega para el be-eficio de todos los
tiendo enseñanzas y haciéndolas así accesibles a quienes se seres desde esa perspectiva iluminada. Este es un compro­
hallan sumidos en el samsara. La sexta rama consiste en su­ miso que nunca debemos olvidar, porque la motivación al­
plicar a los budas, bodhisattvas y maestros espirituales que truista es el fundamento estable sobre el que eriginos nues­
sigan manifestándose en futuros kalpas y no se pierda así la tra percepción del mundo externo como el reino de )
fuente de bendiciones e inspiraciones espirituales hasta que Dewachen.
todos los seres alcancen la iluminación y se agote el ciclo de Después de haber establecido el fundamento de bodhicit­
)
los renacimientos. La séptima y última rama consiste en la ta, visualizamos frente a nosotros al buda Amitabha en la
dedicación de la virtud y el mérito de las seis ramas pre­ convicción de que nos hallamos ante su presencia y de que te­ )
cedentes y de toda la práctica espiritual al beneficio de todos nemos la motivación adecuada para experimentar el reino de )
los seres. Es así como la plegaria de las siete ramas incluye Dewachen. En la práctica, la visualización tiene lugar des­
)
todos los elementos necesarios para purificar las negativida­ pués de recitar la plegaria larga de aspiración a experimentar
des y desarrollar el mérito y la conciencia. Dewachen compuesta por el famoso lama kagyupa Karma
La tercera causa que lleva a la mente a reQacer en Dewa­ Chagme Rinpoche (tib. Kar.ma.Chags.med.Rin.po.che), una >
chen es el beneficio que se deriva de la motivación altruista descripción del reino puro en presencia del buda Amitabha, )
de nuestra práctica. Es aquí donde bodhicitta, la preocupa­ de su séquito de budas y bodhisattvas y de sus respectivas
ción altruista y compasiva por los demás, se convierte en un
)
funciones, cono el factor pincipal del que depende la clai­
elemento muy importante de la práctica espiritual. Cuando dad de nuestra visualización.
desarrollamos amor y compasión, la verdadera bodhicitta, El segundo factor consiste en el factor causal del desa­ )
nuestras acciones se vuelven mucho más importantes. En este rrollo de nuestros esfuerzos personales por purificnos y
sentido, ofrecer una simple vela con una motivación altruista desarrollarnos, lo que se realiza mediante la plegaria de las
es mucho más meritorio que ofrendar miles de velas despoja­ siete ramas, incluida en este ritual por su énfasis en este ele­
dos de motivación, porque la motivación altruista ampliica y mento.
embellece todo lo que hagamos. Nuestras aspiraciones son El ritual prosigue centrándose en la actitud que desa­
más fáciles de realizar si surgen y se derivan de la preocupa­ rrollamos al decidir proseguir la existencia en el ciclo de los
ción desinteresada y compasiva por los demás. renacimientos o trascender este ciclo y liberar nuestra men­
)
Pero, además de los anteriores, también debe hallarse te para experimentar un reino de gozo puro. Aquí se lleva a
presente un cuarto factor, la aspiración, que da sentido a cabo un análisis de las faltas y limitaciones de la existencia.
nuestra práctica porque, para que la mente alcance el estado sansárica, la naturaleza inestable y frustrante del ciclo de
de pureza, se precisa de una aspiración muy intensa. Es por los renacimientos y el hecho de que, en este nivel, no poda­
esto por lo que, una vez asentados los otros tres factores, re­ mos confiar en nada, lo que consolida nuestra aspiración a
sulta decisiva la aspiración de que nosotros y todos los seres realizar la experiencia de gozo puro y estable, en lugar de

212 213
' Fundamfmtos del iudismo Tirftamj

seguir vagando en la confusión y el sufrimiento que alienta


el ciclo de los renacimientos.
El ritual concluye con una descripción de la experiencia
del estado de puro gozo, una enumeración de la increíble
longevidad, de las cualidades de la mente, de la beatitud de
la mente y de su capacidad para emanar en beneficio de to­
dos los seres, etcétera, que se enumeran con la intención de
\ grabar en la mente las cualidades de este estado de la exis­
) tencia y consolidar así nuestra aspiración a realizarlo.
Si nuestras aspiraciones y plegarias incluyen estos cua­
1 3 . EL MAHAMUDRA
tro factores que garantizan el éxito de la práctica, no debe­
) mos dudar de su eficacia porque, en ese caso, realizaremos La visión y la experiencia del Mahamudra constituyen la
) el estado de la experiencia libre del sufrimiento e impregna­ quintaesencia del dharma budista pero, para que este enfo­
do de goce supremo que alienta nuestra eficacia para traba­ que sea eficaz, se necesita cieta comprensión de la natura­

jar al servicio de los demás. leza de la mente que tratamos de descubrir a través de las
) técnicas del Mahamudra.
) El Mahamudra presenta tres aspectos diferentes: el fun­
} damento, el camino y el disfrute. El primero se basa en
nuestra comprensión de la naturaleza de la mente, una com­
) prensión que se ve alentada por el segundo aspecto, el ca­
) mino del Mahamudra, es decir, la experiencia y filtariza­
� ción directa con la naturaleza de la mente proporcionada
por la meditación. Por último tenemos el disfrute o aspecto
resultante del Mahamudra, que consiste en la actualización
)
de la naturaleza esencial de la mente, una actualización de
) la conciencia trascendente que incluye el Dharmakaya, el
i Sambhogakaya y el Nirmanakaya, las facetas de la expe­
riencia completamente iluminada. Así pues, no conviene
e
hablar a la ligera del Mahamudra y tampoco debemos igno­
/ rar sus tres diferentes dimensiones.
) El fundamento del Mahamudra conlleva la valoración y
comprensión profundas de la naturaleza de la mente ya que,
cuando decimos que ·ésta es la visión correcta, no lo hace­
mos de un modo casual. Con cierta frecuencia afirmamos

214
215
Fumdemfmtos dfl iudismo Tibftemo El Mehamudre

«desde mi punto de vista, las cosas son así o asá», lo que no ¿Pero es la mente, entonces, inexistente? No, es decir, no
necesariamente significa que lo hayamos comprendido. en el sentido de que no ocurra nada, porque la mente es, a
Quizás digamos «yo creo en la existencia de vidas anterio­ in de cuentas, la que experimenta toda la confusión, sufri­
res>> o «yo no creo en la existencia de vidas futuras» pero, miento, frustración y la complejidad de la existencia samsá­
en la mayor parte de los casos, esas afirmaciones no se ba­ rica. La mente es el origen de toda experiencia no ilumina­
san en la experiencia directa. Cuando hablamos del funda­ da, porque es precisamente en ella donde acontece toda la
mento del Mahamudra nos referimos a la valoración pro­ experiencia no iluminada.
funda de la naturaleza de la mente con que operamos y Si, por otra parte, la persona alcanza la iluminación, la
estamos tratando de descubrir. mente es también el origen de la experiencia iluminada que
Si quisiéramos tener una comprensión profunda de la na­ sirve de expresión a la conciencia trascendente de los múlti­
)
turaleza de la mente deberíamos apelar a la guía autorizada de ples kayas. Esto es, precisamente, lo que quería decir Rang­
los maestros iluminados del linaje. En este sentido, Rangyung yung Dorje con la expresión: «Y tampoco es inexistente, )
Dorje (tib. Rang.byung.rDo.rje), el tercer Karmapa, escribió puesto que constituye el fundamento y origen tanto del sam­ )
una plegaria e aspiración para la realización del Mahamudra sara como del nirvana>>. Poco importa, pues, que estemos ha­
que dice: <<a mente no existe, porque i los budas la han vis­ blando del estado iluminado o del estado no iluminado por­
to, pero tampoco es inexistente, puesto que constituye el fun­ que, en ambos casos, estamos refiiéndonos a un estado de
damento y origen tanto del samsara como del rvana», pero experiencia que surge de la mente y es experimentado por
ello, sin embargo, no implica contradicción alguna, porque la ella. ¿Qué debemos entender, pues, con la afirmación de que
mente es simultáneamente existente e inexistente. la mente no es existente i inexistente? Tengamos en cuenta
Comenzaremos considerando la primera parte de la ple­ que, según Rangyung Dorje, esto no supone ninguna contra­
garia que afirma la inexistencia de la mente. Tengamos en dicción, sino un estado de simultaneidad, porque la mente
cuenta que la mente es intangible y que, en consecuencia, presenta, al mismo tiempo, cualidades de existencia y de
no podemos encontrarla, describirla i atribuirle tampoco inexistencia. Concluir ingenuamente la existencia de la men­
las cualidades estables que habitualmente asociamos a las te es caer en un error y, al contrario negarla es caer en otro
cosas. Tengamos en cuenta que la conciencia no posee co­ error. De í, precisamente, se deriva lo que ha terminado
lor, forma, tamaño o ubicación y que, en consecuencia, to­ denominándose camino medio o Madhyamika porque, se­
das esas cualidades son ajenas a la naturaleza de la mente. gún la descripción realizada por el Buda sobre la naturaleza
Es por ese motivo por el que airmamos que la mente está de la mente, la visión correcta consiste en encontrar el cami­
esencialmente despojada de todas esas características. no medio entre ambas visiones.
Ni el Buda Shakyamuni plenamente iluminado pudo en­ Tal vez, al escuchar a un guru decir que "La mente no
contrar algo que fuera la mente, porque la mente carece de existe, pero tampoco es inexistente. La mente es, l mismo
rasgos distintivos. Esto es, precisamente, lo que quería de­ tiempo, existente e inexistente. Eso es lo que afirma el ca­
cir Rangyung Dorje cuando afrrmó que: «La mente no exis­ mino medio", pensemos: "esto es algo que podría aceptar",
te, porque ni los budas la han visto». pero lo cieto es que no basta tan sólo con creénoslo. Ésa

216 t17
\ Funamfntjs del iudismj Tirfteno El Mehamudre

)
seóa una idea a la que podríamos apelar, un concepto con el directamente. La persona muda puede experimentar el sabor
que nos sentiríamos más o menos cómodos, pero ese tipo de del azúcar, aunque no pueda comunicárselo a nadie. Del
comprensión carece de sentido y de profundidad, como el mismo modo, nosotros también tenemos dificultades para
parche con el que zurces un desgarrón de tu vestido y que se describir la naturaleza de la mente aunque, en este sentido,
cae el día menos pensado. Así es el conocimiento intelec­ hacemos lo que podemos y recurrimos a ejemplos y metáfo­
tual, una especie de parche que tal vez sirva para hoy pero ras que puedan transmitir alguna idea de lo que queremos
que, a la postre, resulta inútil. decir.
Con todo ello no estoy negando la importancia del cono­ La tradición también dice que la naturaleza de la mente
cimiento intelectual. El conocimiento intelectual resulta es luminosa, un término que habitualmente se refiere al sen­
esencial, porque nos abre las puetas para empezar a desarro­ tido estrictamente visual, como cuando pensamos en un

l.
llar la experiencia personal de la que estamos hablando. Pero cuerpo luminoso como el sol o la luna, que resplandecen y
) no hay que confundir la comprensión intelectual y superficial emiten luz. Pero cuando decimos que la mente es luminosa,
i con la experiencia directa. La auténtica comprensión sólo se sin embargo, estamos utilizando una simple metáfora para
logra a ravés de la meditación y del análisis permanente de la tratar de transmitir otra idea. Decir que la naturaleza de la
propia experiencia, mientras que el conocimiento intelectual, mente es luminosa se asemeja a decir que el espacio está
por así decirlo, no es más que un trampolín para alcanzar una iluminado. Por ejemplo, podríamos tener un espacio vacío
J experiencia más profunda e intuitiva. en un entono oscuro, en cuyo caso el espacio estaría tam­

} En primer lugar, pues, nosotros decimos que la mente.está bién oscuro. En tal caso seguiría habiendo espacio, pero no
esencialmente vacía y no se puede describir como algo y, por habría capacidad de ver claramente porque, en la oscuridad,
) más que utilicemos la etiqueta "mente", no hay nada en ella no es posible la experiencia directa. Así pues, la luminosi­
) que pueda ser descrito apelando a cualidades tales como for­ dad de la que estamos hablando se asemeja a la que posee
¡ ma, tamaño, color o cualquier oro rasgo distintivo. un espacio vacío iluminado porque, aunque la mente esté
Más allá de esta vacuidad esencial, podemos afirmar que esencialmente vacía, no obstante, posee la capacidad de co­
)
la mente es como el espacio y que, al igual que el espacio, lo nocer. La luminosidad de la mente, pues, no se refiere tanto
) impregna todo. La mente no tiene problema alguno en con­ a una experiencia visual como a su capacidad de conocer,
1 cebir cualquier lugar o experiencia. Pero no basta, por más percibir y experimentar.
que ratemos de describir lo indescriptible, con decir que la En nuestro continuo intento de describir la naturaleza de
mente está esencialmente vacía. Estamos hablando de algo la mente, es decir, de describir lo indescriptible, pasaremos
1 que es como el espacio, pero que no es el espacio porque, si ahora a hablar de la naturaleza dinámica y sin impedimen­
lo fuera, ya no sería mente, sino espacio. No debemos olvi­ tos, es decir, sin obstrucciones, de la mente, para lo cual re­
dar que estamos hablando de algo cualitativamente diferente sultará útil dividir este elemento en dos aspectos, uno sutíl y
del espacio y que, cuando apelamos a todos esos términos, otro grosero.
estamos tratando de describir algo indesciptible. Pero ello El primero de ellos consiste en la conciencia de la vacui­
tampoco implica que la mente no pueda ser experimentada dad y luminosidad de la mente porque, aunque la mente sea

218 219
Fundamfntos del iudismo Tiretano El Mehemudra

eqetrmanpelte varía poqee, lo obqtatte, na rapariqaq potel­ Copo alteq deríapoq, na rolrmelria qmlámmra de na
rian de rotorer y de expermpettar. Por qs parte, el aqperto pette preqetta aqpertoq qutmneq y aqpertoq burdoq y, qen
bsrqo s orqmnarmo de na palmfeqtariól qitápira y qil mppe­ piqpo poqo, na mgloralrma de na pelte tapbmél poqee aq­ )
qmpeltoq qe la pelte eq ula expermelrma rolqrmette xue, qml pertoq qutineq y aqpectoq bsrqoq. Ya hepoq hablado den lm­
anejarqe de na varumdad y nupmtoqmdad, poqee na raparmdad, vel futqapeltal de na mgloralria roepergelte, qe na fanta qe
por ejeppno, qe ver y rerotorer laq forpaq ropo forpaq, de experielria qirerta qe na varsidad, qe na rnarmqaq y qe na
oír y rerotorer el qolmdo ropo qotido, etrétera, etrétera, et­ latsraneza qit ippeqipeltoq qe na pette, eq derir, qel nna­ )
rétera. Éqta eq, el qspa, na raparmqaq de na pelte para ex­ pado aqperto qstin qe na igloralria roepergette. )
peripeltar el pslqo felopélmro, eqtabnerer diqtmlrioleq y Tapbiél qebepoq qeñanar la exiqtelria de ul qegslqo )
epmtir jsirioq baqadoq el eqaq diqrripitarioleq. tmven de mgtoralria, páq rolvetrmotal o renatmvo, na lnapaqa
Podepoq utmnizar sta petáfora para insqtrar eqte pslto igloralria etmqsetaqora. Porqse loqotroq lo qóno rarere­
)
rotqideralqo a na varsidad de na pelte ropo en oréato, a poq de expermelrma direrta de na varsiqad eqelrial qe na )
qs nupitoqiqaq ropo en oréalo qoneado y a qs ruanidad di­ pelte qilo qse, adepáq, reepplazapoq eqa experielrma por
lápmra y qil mppedmpeltoq ropo laq onaq qse aparerel el en yo o ego. El úntmpa ilqtalrma, na pelte ilqivmquan ropo
el oréalo qoneado. Deqde eqta perqpertiva, rolqiqerar a naq ango rean eq sla dmqtorqiól qebmda a na fanta de experietrma
onaq den oréalo qoleaqo ropo st evetto eq tal abqurqo -irerta, sl raqo fnagratte de igtoratria etmqsetadora o rela­ )
ropo tratar qe qeparar en oréalo qe naq onaq y qe no qoneado, tiva. Den piqpo poqo, na falta qe experielrma dmrerta de la
treq aqwertoq qmferelteq de na pmqpa experielria, ruya sli­ rnarmdaq y lupmloqidaq qe na pelte provora na proyerrmól
dad rolfigura la qemmnna o potelrial para la mnupmlariól qse qe algo qmferelte a na pelte, eq qermr, de ul objeto qmferette
repreqelta la latsraneza ipponuta qe la pette a na que qe qs­ del qujeto. Éqte eq tapbmél sl tmvel renatmvo de igloratrma
perpole la ippureza qe loq o…rsreripieltoq, de na igloral­ et el yue, el nsgar de tratarqe qe ula qippne falta qe expe­ )
ria y de na rolfuqmól. rietria qmrerta, ha telido nsgar sta diqtorqiól qse ha gete­ )
La laturaneza pura de la pette qmeppre ha exmqtiqo, y el raqo ula
enna tapbiél ha habmdo qmeppre igtoralria fslqapeltal. La
cosa.
)
En qegulqo liven de oqrsrerisielto de na pelte, pseq, eq
tatsraneza eqelrmalpelte varía de na pelte lslra ha qmdo eqa fareta de na igloralria qse eppmeza etmqsetaldo naq ro­
rerolormda ropo no qse reanpelte eq, la laturaleza eqet­ qaq ropo yo y no otro. La fanta de expermelria qmrerta pro­ )
rialpelte nurrúloqa de na pelte lulra ha qido expermpelta­ vora ula diqtorqiól bsrqa qe na fmjariól quaniqta eltre qsje­
da ropo lo que reanpelte eq, y na palmfeqtarmól dilápmra o to y objeto.
qml mppedmpeltoq de na pelte tapporo ha qido expeipel­ Eqte parro dsanmqta de referelrma eq en qse determita en
taqa qmrertapelte ropo no que reanpette eq. Eqte tmven qe deqarronno de laq epormoteq y qe na arriól. Laq telqelrmaq
igloralrma eq tan qutmn, tat báqiro y tat roexiqtelte rol na kármiraq qe vel reforzadaq por naq arrioteq baqaqaq el na
)
pelte, qse qieppre ha qmqo n vániqo ropo enpa. Eq preri­ ronfuqmón epormolan que qe qeriva qen apego duaniqta. Y toqo
qapelte por eqe potmvo por en qse tapbmél qe na rotore enno qe baqa el la igloralrma fuldameltal qse rolqmqte el la
ropo igloralrma roepergelte. fanta qe experielrma dmrerta de na latsraneza de na pette.

220 221
Fundemfntos dfl iudismo Tirelano El Mahemudre

La naturaleza de la mente es como el espacio vacío, te para desarrollar un tipo de constructo mentl con el que
)
como el cielo, que ahora está poblado de nubes, niebla y podamos trabajar aunque, obviamente, el pensamiento no
) bruma, y en el que periódicamente se desencadenan todo es la experiencia última. La comprensión conceptual no es
tipo de actividades, como rayos, truenos, tormentas de gra­ más que una especie de trampolín, porque el fundamento
nizo, de nieve y de lluvia que, sin embargo, no empañan ni del Mahamudra es la espontaneidad, y pensar en la mente
un ápice la naturaleza esencial del espacio vacío porque, por como algo vacío todavía no es espontáneo. Para experimen­
más temporalmente oscurecido que se halle, el ciclo sigue tar directamente la naturaleza de la mente es necesaria la
} estando ahf. La razón por la que el Buda impartió su ense­ meditación.
De modo que, en este nivel básico del Mahamudra, el
> ñanza, que promueve la discriminación entre acciones vir­
tuosas y acciones no virtuosas, y alienta la práctica de la método analítico va seguido y se combina con el método
meditación, apunta a erradicar los aspectos oscuros y con­ más intuitivo de reposar la mente en su propio estado natu­
) fusos de nuestra experiencia y permite que la naturaleza ral, algo que exige un estado de relajación total que no cai­
esencialmente impoluta de la mente se manifieste como el ga en los extremos de la distracción y el embotamiento. No
sol apenas empiezan a disiparse las nubes. se trata de la experiencia objetiva de buscar la mente o de
)
La eficacia del Mahamudra como caino para provocar buscar en ella, pero tampoco es un proceso ciego, porque no
) la transfomación rápida y directa carece de. parangón. El estamos inconscientes. Se trata de ver sin mirar, de morar en
J Mahamudra nos proporciona los métodos más poderosos la experiencia sin mirar, no obstante, la experiencia. Ésta es
para inclinar la balanza, eliminar los oscurecimientos y per­ la clave fundamental del método intuitivo.
)
mitir que tenga lugar la manifestación. Nuestra situación Mientras la mente permanece asentada en un estado de
) conciencia vacía no existe en ella dirección alguna. Ni bus­
actual como seres no iluminados se debe a la victoria de la
) ignorancia sobre la sabiduría intrínseca y, en este sentido, el cnos ni dejamos de buscar nada en ella, sino que simple­

�· Mahamudra acelera la victoria de la sabiduría sobre la igno­ mente la dejamos reposar en su estado natural. La naturaleza

1
rancia. Y
�acía, clara sin impedimentos de la mente puede ser expe­
Lo primero que deben hacer quienes estén interesados nentada SI podemos descansar en un estado de conciencia
en el Mahamudra básico es entrar en contacto con estas ide­ vacía sin artificios ni distracciones mientras nuestra con­
as, algo que exige el concurso de un maestro que posea la ciencia permanece despierta. La naturaleza pura de la mente
transmisión y pueda presentnos sus conceptos teóricos · evoca en ella una imagen luminosa como la del sol o de la
fundamentales. Después de haber recibido las enseñanzas y luna. La naturaleza sin impedimentos de la mente permite,
) de comprender lo que se nos ha dicho, debemos "llevarlas" en primer lugar, pensar en esto y reposar en una percepción
con nosotros y aplicarlas a nuestra propia experiencia. En desnuda de esa forma sin elaboración adicional alguna, mo­
tal caso, nos decimos "La mente es vacía, clara y sin impe­ rando así en la conciencia desnuda de esa forma.
dimentos. ¿Qué experimentaré cuando realice la naturaleza · Así pues, el método para desarollar el fundamento del
de la mente? ¿Existe o no existe?", es decir, la corrobora­ Mahamudra es, en ocasiones, un método analítico o con­
mos con nuestra propia expeiencia. Esto es muy importan- ceptual de examen de la mente tratando de encontrarla, de
1

222 223
'

Fundemsntos dfl iudismo Tireleno El Mahemudra

describirla o de definirla, mientras que, en otras, es un mé­ ad, es decir, como ausencia de toda complicación. La tra­
todo intuitivo para morar en la experiencia de relajación dición también habla de tres grados de intensidad diferente
completa de la mente, un estado de conciencia desnuda sin de este estadio, inferior, intermedio y superior.
artificios que permite emerger la experiencia de la naturale­ Al comienzo meditamos durante períodos breves y fre­
za de la mente. cuentes de tiempo en lugar de tratar de hacerlo durante pe­
El tercer Karmapa escribió una plegaria en la que dice ríodos largos y forzando la mente. En la medida en que la
que la confianza surge al establecer con claridad los pará­ experiencia va acumulándose y aparece la simplicidad, el
metros de la práctica definiendo con precisión la naturaleza tiempo dedicado a la meditación empieza naturalmente a
de la mente. Entonces es cuando la confianza derivada de prolongarse y no tarda en entrarse en el estadio llamado un
experimentarla y apreciarla a un nivel intuitivo termina de solo sabor, la experiencia de la cualidad esencial de todos
asentar los cimientos. La plegaria señala que la meditación los aspectos de la experiencia fenoménica. Al cabo de poco )
es consecuente con esa experiencia perfeccionada a través iempo, todo empieza a tener el mismo sabor, ya se trate de
de la atención estabilizada y de la absorción en la experien­ ver formas, de escuchar sonidos, de oler olores, de degustar
cia. El camino del Mahamudra consiste en perfeccionar y sabores, de palpar texturas o de pensar pensamientos, es de­
prestar atención a la experiencia básica de la naturaleza de
)
cir, de cualquiera de los estados de conciencia tanto con for­
la mente. En la medida en que moramos en l� experiencia ma como sin ella. Entonces uno percibe la naturaleza esen­ )
de la naturaleza de la mente y la perfeccionamos, emerge cial que subyace a todas esas experiencias, más allá de sus )
espontáneamente, en un determinado momento, la realiza­ diferencias superficiales de contenido. Éste es el tercer esta­
ción, y tiene lugar una experiencia en que la mente no ex­ dio de la experiencia del camino del Mahamudra, el único
)
perimenta ninguna disracción, sin haberla generado ni des­ sabor de todos los aspectos de la experiencia que, de nuevo,
cubierto. Cuando tal cosa ocurre se dice que hemos entrado presenta distintos grados de intensidad que no representan
en el nivel del camino del Mahamudra, llamado unidirec­ estadios claramente definidos, sino que abarcan un amplio
clonalidad o enfoque en una sola cosa. En este caso el enfo­ campo de experiencias.
que se realiza en un solo aspecto de la experiencia, la expe­ 1
Entonces la espontaneidad de la experiencia es tan plena
riencia de la naturaleza de la mente. La tradición menciona que parece como si no hubiera necesidad alguna de meditar,
tres grados difere�tes de intensidad de esta experiencia: puesto que la experiencia surge sin que se piense siquiera en
bajo, medio y alto. meditar. Esto comienza siendo una vislumbre que va inten­
A medida que la meditación prosigue, el siguiente esta­ sificándose hasta llegar a convertirse en la experiencia real
dio claramente definido es una cierta espontaneidad en la de la naturaleza de la mente y sin que haya idea alguna de
que la experiencia deja de ser el resultado del esfuerzo y en meditar. El grado más intenso de este estadio se alcanza
donde pensar en la meditación es tener la experiencia. En­ cuando meditación y meditador son uno, momento en el
tonces es cuando se pone de relieve la increíble simplicidad cual desaparece toda distinción entre meditar y no meditar,
de la naturaleza de la mente, completamente despojada de porque siempre esnos meditando. Éste es el cuarto y más
toda complejidad, un estadio que se conoce como simplici- intenso estadio del camino del Mahamudra, al que se deno-

224 225
\ Fundementos del iudismo Tiretenj

mina no mediuvción. La experiencia sostenida de este esta­


dio es el resultado de todos nuestros esfuerzos, el Mahamu­
dra, la experiencia por excelencia, la expexicncia cumbre de
la iluminación y de la realización.
Es imporante identificar el contexto de la experiencia
del Mahamudra. La tradición afirma que es absurdo cual­
) quier enfoque que no se cenre en nuestro propio esuerzo
) por purificnos y desarrollnos, y en las bendiciones que

� recibimos de un guru auténtico y cualificado. Obviamente, 14. COMENTARIOS FINALES


a partir de cierto momento la práctica se vuelve espontánea
} y el esfuerzo por purificnos y desarrollar devoción para
) recibir las bendiciones de nuestro guru pasa a ser secunda­ Quisiera, ahora que estas enseñanzas están tocando a su

) rio, pero eso no sucede espontáneamente hasta el nivel in­ fin, concluir con unas breves observaciones, y me atrevo a
tenso de la experiencia de simplicidad, el segundo estadio dar estos consejos a mis discípulos desde mi doble condi­
\
de la práctica del Mahamudra, cuando la práctica misma de ción de ser razonablemente anciano y de proceder de las re­
) la meditación se convierte en el proceso de purificación., de­ motas regiones montañosas del Tibet oriental. He viajado
) sarrollo y receptáculo de las bendiciones del guru. Entonces por todo el mundo, tanto por Oriente como por Occidente y
se hace evidente la identidad fundamental existente enre la en todas partes me ha impresionado la energía y el esfuerzo
)
mente del guru y nuestra mente, la profundización de la que la gente suele invertir en el progreso y el desarrollo de
) conciencia garantiza el subsiguiente desarrollo del mérito, y sus respectivos países.
) la puriicación adicional de los oscurecimientos y de la ne­ Pero, aunque todo el mundo se esfuerce mucho en con­
gatividad. Entonces ya no hay necesidad alguna de seguir seguir el progreso material, la seguridad y la prosperidad
)
suplicando formalmente a nuestro guru, de meditar en él o personal y colectiva, en ningún lugar me ha parecido más
)
de generar devoción para recibir las bendiciones, porque la patente que en los Estados Unidos, un país muy grande y
) práctica de la meditación tiene lugar por sí sola. próspero y que, comparado con otros, posee un elevado ni­

) Sin embargo, mientras no alcanznos ese punto es abso­ vel de vida y de libertad personal. Hay mucha más libertad
lutamente necesario realizar el esfuerzo de purificnos, de en América que en cualquier otro lugar del mundo para r
desarrollar nuestra devoción y de abrinos a las bendiciones donde queramos, hacer lo que queramos, practicar la reli­
) del guru. Sólo el esfuerzo presente nos permitirá llegar a un gión que queramos y trabajar como queramos. En este país,
) punto en que el esfuerzo deje de ser preciso y en el que la todo el mundo es libre para progresar, hacer negocios, ga­
práctica de la meditación se convierta en el proceso de puri­ rantizar su seguridad y su prosperidad, etcétera.
ficación, el proceso de desarrollo y el proceso de recepción Por otro lado, está el problema de los impuestos, pero no
de las bendiciones. me parece mal que el estado se quede con parte del dinero y
lo destine a fines sociales y a cuestiones relacionadas con el

226 227
Fundementos del iudismo Tireteno Comen”arios ineles

bienestar de la comunidad. En este sentido, los impuestos se pasado y la supervivencia ya no requiera ese tipo de relación.
parecen al agua que abandona el océano y acaba volviendo Sin embargo, desde un punto de vista realista, debemos
a él, un dinero que procede del pueblo y acaba regresando ser muy cautelosos, porque el simple desarme de un país lo
individual o colectivamente a él. Resultaría difícil encontrar haía demasiado vulnerable. Si un país como éste renuncia­
un país que preste tanta atención a los ancianos, los niños, se unilateralmente a su arsenal mientras los demás no lo ha­
los huérfanos, los enfermos y los necesitados, al menos a un cen, correría el riesgo de una invasión que diera al traste con
nivel relativo. Es ciertamente notable la benevolencia de los grandes beneficios proporcionados por esta cultura, lo
esta sociedad en la que el gobieno asume un papel parental que supondría una pérdida ireparable. Por tanto, éste es un
y se preocupa de los desheredados. punto que debe ser analizado muy cuidadosamente desde
Esta sociedad dispone de tantas cosas que es posible sa­ una perspectiva global y realista, y sobre eJ que no me pare­
)
tisfacer casi cualquier deseo. Queramos lo que queramos, ce sencillo llegar a una solución definitiva.
podemos encontrarlo en blanco, rojo, negro, amarillo y Las distintas religiones y tradiciones espirituales son ex­
)
azul. Podemos vestir como queramos e incluso, si lo desea­ presión de la compasión iluminada de los budas y bodhi­ '
mos, ir sin ropa. Según mi experiencia, este país tiene mu­ sattvas manifestándose de maneras diferentes en circuns­
chas cosas positivas y no se me ocurre mucho que decir en tancias diferentes para satisfacer necesidades también
contra. Creo que todo el mundo debería ser bien consciente diferentes. Y aunque, en algunos casos, estas necesidades
de las muchas posibilidades que brinda la estructura básica serán muchas y, en otras, muy pocas, las cosas siempre pue­ )
de esta sociedad y su forma de gobieno, porque siempre es den ir mejor. Es por este motivo que considero muy impor­ >
muy fácil encontrar fallos y quejarse. tante el desarollo y el florecimiento de las distintas tradi­
El mundo actual está asediado por problemas muy gra­ ciones espirituales para la felicidad futura de la humanidad.
)
ves, especialmente el peligro de guerra nuclear y de des­ Por ello me gusta tanto venir a un país como los Estados )
trucción masiva que ha generado un comprensible movi­ Unidos, en donde todo el mundo es libre para practicar la )
miento en favor del desame mundial, lo que me parece un religión que desee y en donde éstas, por más novedosas que
objetivo muy loable y al que todos deberíamos aspirar, por­ sean, no tienen problemas para establecerse. Os aconsejo,
que la función principal de las armas es la de her, dañar o por tanto, que recordéis los muchos beneficios que supone
lastimar y, mientras haya armas, existirá también la posibi­ vivir en este país y disrutéis de sus ventajas.
lidad de que acaben ·utilizándose. Me parecen, por tanto, Yo empecé a viajar en 1971, y desde entonces he visita­
muy positivos todos los esfuerzos que se hagan para acabar do los Estados Unidos en cuatro ocasiones. Como resultado
con esta amenaza, para que nadie tenga que sufrir las con­ de todas estas visitas y de las enseñanzas impartidas en ellas
secuencias. Y esto es algo que, en mi opinión, puede hacer­ acabaron estableciéndose muchos grupos de trabajo y va­ )
se, al menos, de dos maneras diferentes. rios centros, y me ocupé personalmente de seleccionar los
La primera de ellas es el ideal -al que todos deberíamos lamas y maestros que deberían dirigirlos, porque creo que
aspirar- de que, en algún momento no muy lejano, el mun­ uno de los factores que determinan la estabilidad y desaro­
do pueda fmalmente vivir en paz, las armas sean cosas del llo de un centro es el hecho de disponer de un maestro resi-

tt8 tt9
Fundementos del iudismo Tibetanj Cjmenteriosineles

dente. Para ello me entrevisté con Su Santidad, el decímo­ Pero, como yo no soy tan famoso como Su Santidad,
sexto Gyalwa Krnapa, solicitándole que hiciera todo lo cuando les pido algo siempre pueden discutirlo conmigo y
d que estuviera en su mano para enviar a esos centros lamas responderme: «no será muy difícil, ¿verdad?». Además,

) cualificados residentes, a lo que respondió encomendándo­ ellos saben que, si les envío a algún lugar, siempre pueden
me personalmente la tarea de seleccionarlos. Él, por su par­ escribirme contándome sus problemas y diciéndome, por
)
te, se ocuparía de conseguir los visados y permisos que ne­ ejemplo: «las cosas aquí son muy difíciles», y hasta es posi­
) cesitaran para viajar a Occidente pero, puesto que yo había ble que, en tal caso, pueda mandarles un sustituto o hacer al­
) fundado los centros, también debía, según dijo, ocuparme guna otra cosa, de modo que no se sienten atrapados.
de la selección de los maestros. El primer lama que envié a Occidente fue Tsengyur Rin­
\
Los lamas que en aquel momento habían recibido for­ poche que, en 197 1 , viajó a Vancouver (Columbia Británi­
¡ mación en las enseñanzas kagyu que les facultaba para de­ ca); durante la segunda oleada mandé, entre otros, al lama
) sempeñar la función de maestros en los centros kagyu, enm Lodo a San Francisco y, en la tercera, al lama Karma Dorje
tibetanos, butaneses y sikkimeses. Pero había un problema, a Santa Fe, y en el futuro vendrán otras oleadas de lamas a
)
porque la mayoría de ellos eran muy consciente de que, en establecerse en las ciudades de Occidente.
\
el caso de aceptar el cargo y · abandonar la India, Sikkim, El establecimiento de esos centros y el envío de todos
) Bután o Nepal para viajar a Occidente, se verían.obligados esos maestros residentes han contribuido poderosamente a
) a alejarse miles de kilómetros de sus orígenes y de los vín­ la difusión del dhrna en Occidente. Así es como, de ma­
culos con la cultura en que hasta entonces habían vivido nera lenta pero segura, los centros han acabado consolidán­
� para aventurarse en una cultura completamente extraña, en dose y, en estos momentos, se encuentran ya en condiciones
) donde la gente hablaba un idioma diferente, vestía de ma­ de ramificarse. En la actualidad, el centro de San Francisco
) nera diferente y se alimentaba de manera diferente, y no se ha adquirido terrenos que, en un futuro no muy lejano, brin­
sentían muy atraídos ante la perspectiva de tener que afron­ darán a sus integrantes la posibilidad de emprender el tradi­
tar a solas una situación tan novedosa. cional retiro de tres años y tres meses, y proyectos semejan­
) Si Su Santidad les hubiera dicho «quiero que vayan a en­ tes se hallan actualmente en marcha en todo el mundo, lo
) cargarse de los centros que estamos fundando en Occiden­ que me parece un motivo de celebración.
te», es muy probable que los elegidos hubieran declinado Desde una perspectiva estrictamente mundana, todos so­
)
veladamente la invitación, porque no es posible negar algo mos conscientes de que, cuanto mayor sea nuestro poder,
) a Su Santidad, que tampoco suele aceptar el "no" por res­ nuestra riqueza y nuestra influencia, mayores son también
) puesta. De modo que, si Su Santidad les hubiera dicho «te los problemas con que nos encontraremos. Lo mismo suce­
) hemos seleccionado para viajar a Occidente», la respuesta de a nivel esp t ual mesto que, cuanto más profunda sea
:
más habitual de los lamas hubiera sido: «mi pobre padre nuestra práctica, mayores serán también los obstáculos que
) está postrado en su lecho de muerte», «debo cuidar de mi se nos presenten y, del mismo modo, cuanto mayor sea el
anciana madre», «estoy enfermo y el médico me ha dicho esfuerzo que hagamos en desarollar nuestras cualidades
que no puedo viajar», etcétera. positivas, más probable será que aparezcan problemas liga-

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Fundemfmtos dfl iudismo Tirftemo Comemterios imelfs


dos g lg neggtijldad y el oscurecimiento inteno de nuesqro ñgnzgs les cuglificg parg impartrlasu Tgmbién podemos
propio cgrrcter o a lgs fuerzas neggtijas del mundo que nos pensgt en ellos como meros qransmlsores de lg informgción
rodea. vn resumen, pues, cugnto mrs profundiiemos en la que qgn reiibido del llnaje kágyu pero, lndependientemenqe
prrctiig, mgyores serrn tgmbién los obstrculos con que tro­ del tipo de relgción concretg qle estgblezigmos con el mg­
pezgremos. estro residente del centho, este jíncllo es muy positxjo e
Desde el punto de jistg del dkarma, uno de los principg­ impottante.
les obstriulos tiene que jer con lg fgltg de grmonía con Lg fe y lg conflanzg es un fenómeno muy inqeresgnqe,
nuestro mgestro espihitual, con el ientro dem dqgrma o ion porque sus beneficios son muy personales. Son muckgs lgs
los kermanos y kehmanas japrg porque, en tales iasos, esta­ bendiciones que podemos recibir sl tenemos fe en n phin­
remos aleprndonos de los beneficios que se derijgn de todgs iipio o en ung persongu Éste es un punto que los tibetgnos
)
esgs flentes. Objigmente, todos sgbemos que el mundo estr suelen ilustrar con lg kistorig de un gnciano llgmgdo Kong­
lleno de problemas y de conflictos, iomo si ello formarg po Ben, un qombre muy sencillo y žle tenía ung gran fe, )
pgrte de lg llgmadg "naturglezg kumana", pero, g jeces, lg que llegó de ung región conoiidg como Kšngpo, ubiiada en )
lntensldad de esos problemas puede lleggr g desbordgmos, el suresqe del Tibet.
)
glgo muy grgje en iuanqo afeita al rmbito esphritugl. La at­ Ben qgbíg oído kablar mucko de Jo±o Rinpocqe, el Se­
moníg entre el maestro y los discípulos, y entre éstos y sus ñor Pteiioso de Lkgsa, ung de las estgtugs mrs sagrgdas e
kermanos y kehmgnas del dqarma, es muy importante. A fxn importgntes de todo el Tibet, que se kgllg en un templo co­ )
de cuentas, el ioniepto de sgmayg, es decir, el jínillo o nocido como Jokkang (es decxr, lg Cgsg del Señor) y que re­ )
compromiso que nos une g los demrs debido g las ione²io­ presentg gl budg Skgkygmuni cugndo erg un pojen phíncipe.
nes estgblecldas a thajés de lgs enseñanzas y de lg prritlcg, Ben no esqgba muy seguro de sl se qhatabg de un dios o de un
)
es uno de los prlniipgles motores del progreso esphrltugl. vs qombre, pero estabg decidido a jetle ion sus proplos opos )
por esto por lo que la thansgresión sehia del sgmaya genera de modo que, un buen día, se iglzó lgs botas, iogió su mo­
muiqo sufrimiento e infelxcidad en estg jhdg y desjíg tam­ ikilg y su bastón, y emprendió un lgrgo jigpe en el que in­
)
bién a la mente kgiig estgdos de existenclginferiores que, jirtió muckgs semanas desde el sureste del Tibet ka¨ta Lkg­
en muckos cgsos, se oponen gl cgmino espiritugl. sg, la iapitgl, ubicgdg en e’ Tibet central.
Los mgesros residentes en los ienros de Occldente Ung jez gllí, se enteró del igmino para llegar gl Jokqang
pueden desempeñar su funiión iomo lgmgs con· a·quellos y, iugndo llegó frente g lg qemosa estatua sonriente del
dhsiípulos que confíen en ellos y los qgyan gceptado iomo Buda, se acercó y le dipo: «vstoy muy iontento de estar
sls gurúes, gunque qambién pueden uniiongr iomo mges­ gquí, ke oído kgblgr muiko de usted y me glegro mucso de
ttos en el senthdo ordingrio del término. Tenggmos �n cuen­ jerle». Luego sontió y sglldó g lg estgtla, que, g sl jez, le
tg que kgy persongs que no confían en ellos como guhúes y sontió amgblemente.
otros que, pese a no estar prepgrados para aceptgtlos g ese Como Ben estaba qambhiento y sediento después de tan
nijel, los ionsidergn iomo insttuitores del dkarma, es de­ lgrgo jia†e, miró g su glrededor y gl jer, frenqe a lg imggen,
cir, persongs iuyg comprensión y experiencig de lgs ense- ung mesg lleng de lrmpgras joqijgs de mantequilla y de pgs-

t32 tuu
¡

Fundementjs dfl iudismj Tibetanj Cjmenterijsimeles

teles que sabían sido ifjecidis al santuajio, mensl: "¡Vaya, un lama tan bondadosi que le se invitado a que nis visite el
)
qué amabilidad la de quienes han dejado aquí todi esto maja niveno mesr de modi que tendjé que mjemajajme mara jeci­
) que se alimente el Señij vjeciisi y sus visitantes !". Lueg‰ bir a tan sonojable visitante».
) cogil uno de los masteles y, mijándolo en una de las lámpa­ Al acejcajse el niveni mes, Ben dijo a su esmosa: «vej­
jas de mantequitla, se li cimil sin dejaj de contemmlaj a la manece muy atenta cada vez que salgas mij si ves algún in­
)
estatua, que seguía sonjiéndole amablemente. Entonces dicio de que se acejca alguien esmecial». Un buen día, su
mensl: "¡ Qué tama más bondadoso!". mujej fue a buscaj agua al jío y, al advejtij que jesmlandecía
) Cuandi subo saciado su hambje y su sed, dijo: «Me mje­ como si el sol bjillaja en su intejior, mensl: "¡Es él!". En­
gunto si modóa usted cuidar mis cosas mientras voy a sacej tinces jegjesl corjiendo a casa y dijo a su esmoso: «Cjeo
una jámida cijcunvalaciln al temmli, en señal de jesmeto. que ya sa llegado, mojque he ido al óo y bjillaba cimi nun­
)
Luego me majchajé» . La estatua jespondil: «Sí», y nuestro ca». Al escucsarlar su esposi le dijo que calen•ase agua maja
) hiƒbre se quitl sus viejas y embarjadas botas, muso la mi­ el té y salil cojjiendo en direcciln al óo.
) chila y el bastln fjente a la imagen y se dismuso a dar -la Cuandi Ben vio en el ói la imagen del Señoj vjecioso,
vuelta. cjeyl que estaba asigándise y se lanzl de cabeza y, desmués
ľ
Mientras Ben estaba cijcunvalando aquel gjan edificii, de jescatajla, tuvo con él una amable cinvejsaciln. Ben car­
) ttegl el vigilante encargado de custodiar el santuajio y se gl entonces con el Señoj vjeciosi y, cuandi ltegajon a ciej­
hojjorizl al žer que alguien sabía desijdenado las ofjendas ta cujva en la que había una gran joca, te dijo: «No te visita­
y había dejado sus sucias bitas al mie de la estatua, y se in­ ré», disolviéndose luego en la sumejficie de la joca.
dignl tanto que las cogil y, cuando estaba a munti de tijaj­ Actualmente hay dis lugajes de mejegjinaciln en el su­
) las, escucsl la voz de la estatua diciéndole: «Kongmo Ben jeste del Tibet uno de ellis es una joca en la que muede ad­
) me ha medido Žue se las cuidara. ¡Déjalas ahí !». vertijse la imagen del Buda y el itjo es una fojma del Bda
. Kongmo Ben tenía una gjan fe y masl vajios días enLsa­ que también muede advertijse en cierti río, dos lugajes soy en
sa visitando l Señoj vjeciiso y hablando con él. Cuando día muy visitadis a los que se cinoce como el Señoj Agua y
estaba a munto de regjesaj a casa, le dijo: «¿voj qué no vie­ el Señoj Roca. Así fue como la fe en algo etevado y noble de
nes a visitajme dujante la émoca de la cosecha? Tengo un Kongmo Ben mjomicil las bendiciones y los beneicios.
) cammo de cebada y modóa mremajar hajina de cebada y cej­ vejo ello ni exctuye la misibilidad de que cualquieja
veza. Tengo un amigo que también sacrificaría un cejdi y . mueda recibij et mismo beneficio, aunque el objetivi de su
)
haríamos un gran banquete. Sería muy feliz si mudiera jeci­ fe ni sea tan exaltado pojque, a in de cuentas, lo impojtan­
birte comi mereces». Desmués de que la estatua jesmindie­ te es la fe, un munti que lis tibetanis suelen ilustjaj cin la
ja afijmativamente, Ben emmrendil el lajgo camino de e­ ”iguiente sistojia:
gjesi. Había una vez una anciana en Lsasa cuyo hiji eja ci­
)
Cuando finalmente Ben llegl a su higar, su esmosa le je­ mejciante que, una vez al año, jealizaba un viaje de nego­
cibil mjeguntándole si había logjado su objetivo, a lo que cios a la India. En numejisas ocasiones, la madje, que era
éste jesmondió: « ¡ Oh, sí! He conocido al Señij vjecioso. Es una budista muy devita, le había dicho: «Hijo mío, estás a

234 t35
Fundamentos del iudismo Tiretano Comfntarios inales

punti de viajar a la India que, para lis nudistasr es la tiejra djer pijque tú querías un injeti muy saqradi. Éste es un in­
más saqjada del mundi pijque en ella nacil el Buda y en jeti muy nendili y muy saqjadi». Renosante de aleqría, su
ella se expusiejin pij vez pjimera las enseñanzas del dhar­ madre li ciqilr ticl cin él su cijinilla y li depisitl en el
ma del Buda. Hazle a tu anciana madje el favij de traejle altaj, y pasl el jesti del día haciendi pistjaciinesr ifjendas
una jeloquia u injeti saqjadi de la India que pueda pinej en y pleqajias al Buda en pjesencia de li que cjeía que eja uni
su altaj y venejarli. De este midi li cilicaré allí y le dedi­ de sus dientes. Li más sirpjendente fuejin las nendiciines
cajé pistjaciines, pleqarias y irendas paja desajjillr así que sujqoejin de aquet sencilli diente de pejji, que ni slli
mo fe y mi méjoti». neneicil a muchas pejsinas, sini que tamnién pjivicl
El hiq i siempje jespindía: «Sí, madje»r peji estana tan que, al miijr la anciana se vieja envuelta en un arci oris de
sumidi en sus neqiciis que.ni tajdana en ilvidajse de alqi luz y que del cieli cayeja una lluvia de flires cimi siqni de
)
que, paja él, carecía de tida impirtancia. Cuandi jeqresanar que hanía dadi un impijtante pasi hacia delante en el ca­
su madre siempje le pjequntana: «¿Me has traídi la jeli­ mini que cinduce a la linejaciln. )
quia?»r y él se veía inliqadi a jespindejle que li hanía il­ Ni deneríamisr puesr desdeñaj las nendiciines y neˆefo­
vidadir una sotuaciln que se jepitil innumejanles veces. ciis que puedan dejovajse de depisitaj nuestja fe en un in­
)
Cuandi la mujej envejecil empezl a desespejarse y jeti que pajezca ijdinajiir atqi que el lenquaje tinetani je­
cieni día diji a su hij i: «Éste puede sej el úttimi.voaje que cuejda actualmente -evicandi el jelati antejiir- cin el )
haqas moentjas vova y, pij ciejtir sejá u últoma ipijtunidad pjivejnoi que dice "Hasta un doente de perri puede sej una
paja tjaejme una jeliquoa saqjada de la India pijquer en jeliquia".
casi cinrajoi, me quitajé la vida en tu pjesencia>>. vejir vaja selecciinaj a lis maestjis jesidentes a lis cenris
pij más sejiamente que su hoji se timl sus palanjas y pij tuve muy en cuenta que se tjataja de persinas que desde )
más ;que tjatl de jecijdar la encimienda de su madjer ni muy tempjana edad, huniejan entjeqadi su vida a la prácti­ )
tardl- muchi tiempi en ilvidajse de ella y en suipse en el ca y estudii del dhajmar pejsinas que, en la medida de sus )
voajer lis neqiciis y lis neneficiis. pisinilidadesr hunoejan dedicadi su vida a la pjáctica, y que
Dujante el viaje de jeqjesi a casa, se sentl al nijde del huniejan supejadi cin éxoti tamnoén el jetiji de entjena­
camini para timar una taza de té y entinces jecijdl súnita­ moenti en meditaciln y estudii de tjes añis y tjes meses
mente la pjimesa hecha a su madre y, en plena desespeja­ que les cualificase cimi maestjis. En mi iponiln, pues, se )
ciln, advirtol en la cuneta la mandínula de un pejri muerti. tjata de persinas muy válidas, ya que slli he enviadi a
Entinces tuvi una inspijaciln y, ciqiendi uni de sus dien­ aquel‚is que me han pajecidi más adecuadis y cjei que ti­
tes, li envilvil en un ciliridi pañi de seda fona y se li lle­ dis ellis han desempeñadi excelentemente su funciln diji­
vl a casa. giendi lis distintis centris de manera afectuisa y cimpasi­
Apenas lleql, su madje le iji: «¿Te has acijdadi de í va. Quizá la fuente de nuestja fe sea excelente, cimi ilustja
)
esta vez?», a li que ét jespindil: «Sír esta vez me he acij­ la histijia del anciani y la estatua i tal vez nis encintremis
dadi». Lueqi desenvilvil su jeqali y iji: «Es un diente en una situacoln muy nijmal y cijjiente, peji nunca dene­
del Buda. Li he traídi de ta Indoa especoalmente para i, ma- ríamis ilvodaj que hasta un somple diente de pejji pueder

tu6 237
)
)
Fundamentos del iudismo Tiretamo Comentetioskinales

para qumel tiele la aqecuaqa fe, ser fuelte qe puchms bele­ lía, pues, eltre napa y qmscípunms sónm pueqe teler cmlse­
ficmms. cuelcmas pmsitmvas.
Perm esm lm smgnmfica "Debes teler fe el tal m el cuan Angumel pmqría pregultarse pmr en prmpósmtm qe nas mlmcma­
cmsa", angm que li smqumera qiríal Su Saltiqaq en Danam Lama cimles, elseñanzas y tralsmmsmmles que prmpuevel el avan­
lm Su Saltiqaq en Gyanwa Karmapa. pmrque la fe es algm ce el en cammlm que cmlquce a la niberacmól. Perm ennm lm mp­
) plica que lm qebapms esfmrznms, ya que la particmpacmól
cmppnetapelte persmlal y caqa cuan tmele que qescubrmr na
) suya. Lm úlmcm que ul paestrm espmrmtuan pueqe qecir el este física, verbal y peltal el actmvmqaqes virtumsas y pmsitmvas, y
) seltiqm es que "teler fe es angm puy pmsmtmvm" pmrque, el en el na práctica espirmtual, es puy mppmrtante para recmbmr nms
capilm espiritual, na fe es ula cuanmqaq puy pmsitmva y bele­ beleficmms qe nas elseñalzas e mlmcmacmmnes. El este seltmqm,
)
ficimsa. El últmpa mlstalcia, pmdríapms cmlsiqerar an napa japás ssbrayaríapms nm sufmcielte na mppmrtalcma qe lms ene­
cmpm ul fapmlmar m ul paestrm que lms brinqa su apmym el peltms funqapeltanes qe na práctmca qel qhrna.
) ula qeterpilaqa smtuacmól. Las renacmmles rummlmmsas cml el En aspectm pás básmcm qe na práctica qel qharpa es la tmpa
lama sml puy ippmrtaltes, y tmqms lms pmepbrms qe na cm­ qe refugmm que, cmpm ya hepms vmstm, se asmelta el nas tres jm­
)
puliqaq qeberíal respetarne cmpm si fuera su padre m su qa­ yas (en Buqa, en Dharma y el Salgha) y el nas tres raíces qe na
estrm, y éste, a su vez, qebe ser tan afectumsm y cmppasmvm práctmca qen Vajrayala (en gsrs, nas qmvmlmqaqes peditativas y
) cml sus qmscípunms cmpm nm es ul paqre cml sus hijms. nms prmtectmres qen qharpa). Qumel practmca el qharpa qebe
Cualqm hay arpmlía nas cmsas salel pejmr. Aqepás, renmvar a qmarim > cml paymr frecuelcia tmqavía, sm es pmsm­
)
tapbmél qebenms telez el cuelta en cmlceptm qe sapaya, es bne- na tmpa qe refugim y recitar, pmr ejepplm, qesqe en cmra­
qecir, en cmpprmmism que asupipms cualqm epprelqepms zól, caqa vez que se qespmeta, na tmpa qe refugmm.
en cammlm qen Vajrayala m práctmca tántrmca, pmrque sml pu­ Tapbiél sería mppmsmble exagerar la mppmrtalcma que
) chas las cmsas que lms ulel cml nms hermalms y hermatas tmele na bmqhmcitta, en enepeltm inummlaqmr qe la cmppasmól
vajra que partmcmpal qen pispm salgha y hal recmbiqm las altrumsta, el luestra práctica espmrituan. Es pmr ese pmtivm
.
pispas elseñanzas, ilmcmacimles y tralspismmles que lmsm­ pmr en que caqa pañala, cualqm relmvapms luesrm cmp­
) prmpism cml na tmna qe refugmm, relmvanms tapbmél en sa­
trms. Nm qeberíapms qesqeñar, pues, en mppmrtalte papel que
) qeseppeñal las relacmmles arpmlimsas que tantm cmltrmbu­ paya qe na bmqhmcmtta. Para ennm pmqepms recitar: «Deqmcm
yel a na rapmqez qel cammnm táltrmcm. Así pues, na arpmnía lm tmqm lm que haga hmy físmca, verban m peltalpelte, an bele­
)
sónm es mppmrtalte el en seltmqm appnmm qe gelerar un eltmr­ ficim qe tmqms nms seres, y aspmrm, el na peqmqa qe pis pmsm­
1 bmniqaqes, a ayuqar a tmqms nms seres el tmqas nas smtuacmm-
lm apable y bmlqaqmsm, silm †apbmél el en seltmqm estrictm ·

) qen sapaya, ul cmpprmpism que hepms asummqm y que qe­ nes». Si nms apmyanms el estms qms aspectms aqvertmrepms,
bepms respetar. ya sea el este selcmnnm cmltextm m el el qe na práctmca espirm­
En napa es la cabeza qel celtrm, y lms qmscípunms y qepás tuan fmrmal cmtmqiana, que luestra pelte se mrielta caqa vez
mltegraltes sml el cuerpm, qms facetas mlseparabnes qe ula pás hacia el qharma hasta que éste acaba fulqmélqmse cml
) expermelcma cmnectmva que cmlquce a nas cmpas pás eneva­ luestrm prmpmm capmnm. Y es que, estabnecmqms nms fulqa­
qas. Sm se rmppe el sapaya, tmqm se viele abajm. La arpm- pentms, la práctmca se qermva laturanpelte qe elnms.

238 239
# •.

Fundamentos del Budismo Tibetano Comentarios inales

Una de las prácticas matutinas más habituales de todos Preguntas e nterés general
los centros es la meditación de la bodhisattva Tara, que
cumple con la función de eliminar el miedo y superar los. ¿ Cuátet tow tat impticaciowet kármicas det ewfermo termiwat
obstáculos que dificultan nuestro bienestar y obstaculizan que votuwtariamewte decide quitarse a via? ¿ Cuátet sow, ew et
nuestra práctica espiritual. cato de que tat pertowa etté ew coma, tas impticaciowet )
El ritual de Mahakala, por su parte, suele llevarse for­ kármicat para aquettos famitiares que te retirew et toporue
)
malmente a cabo durante la noche con la intención de pro­ vitat y te dejew morir? ¿Qué puedew hace, quiewet te dedi­
teger nuestra práctica de todos los obstáculos, tanto proce­ caw a ta atewciów de ewfermot termíwates, para preparartet )
dentes del interior como de nuestras propias negatividades o adecuadamewte para ta muerte? )
del mundo exteno. La práctica de Mahakala de los seis bra­ Resulta muy difícil dar una respuesta sencilla a una pre­
)
zos también nos brinda protección y bendiciones durante el gunta an compleja. Quizá la única observación que deberí­
bardo o estado posterior a la muerte. amos hacer en este sentido fuera la de decir que la persona )
También podemos meditar en Chenrezig, el bodhisattva que atiende a un enfermo terminal debe hallarse motivada )
de la compasión, una meditación muy sencilla, pero cuyas por el amor y la compasión por su paciente que le lleve a
)
implicaciones para nuestro desarrollo espiritual son muy tratar de aliviar su sufrimiento y, en el mejor de los casos, de
curar la enfermedad. Partiendo de esa motivación, es muy
)
profundas y que, precisamente por ello, resulta, e.q. mi opi­
nión, muy interesante para llevar a cabo en los centros. . dudoso que la acción del médico o del terapeuta esté kármi­ )
Independientemente de que. consideremos a los lamas camente equivocada. Tal vez no podamos entonces aliviar )
residentes como gurúes, como maestros, COIO traductores el sufrimiento ni salvar la vida del paciente pero, si nuestra
.
o como meros canales de información,. su propósito es, en motivación es pura, haremos las cosas lo mejor que poda­
)
culquiera de los casos, el de transmitir la información a mos. Es por esto por lo que, basándome en esa motivación, )
quienes estén interesados en todas estas técnicas. afirmo que nuestras acciones jamás podrán ser consideradas )
También es importante, para concluir estas enseñanzas, -aunque finalmente no tengan éxito- como algo krica­
dedicar los· méritos y las virtudes de nuestra práctica a todos mente dañino o negativo.
los seres, basándonos para ello en el ejemplo que nos brin­ Las cosas son muy diferentes si somos negligentes con
)
dan los budas, los bodhisattvas y los maestros espirituales. el paciente, si nos despreocupamos de él o si abusamos de­ )
Los-beneficios concretos que se deriven de nuestra práctica liberadamente de su salud, porque, en tal caso, no estaremos }
espiritual dependen del esfuerzo realizado y de nuestra realmente interesados en nuestro paciente ni en su bienestar,
comprensión de la práctica. De este modo, la dedicación de con lo que las consecuencias kricas serán muy oras.
nuestro esfuerzo a los demás nos. alienta a actualizar aque­ La persona que decide que ya ha tenido bastante sufri­ )
llas cualidades positivas que contribuyen al desarrollo miento y que quiere que le dejen morir se encuenra en una )
espiritual y a erradicar las tendencias y las acciones negati­ situación que mal podríamos calificar como virtuosa o
vas. En última instancia, todo se liita a nuestro esfuerzo como no virtuosa. ¿Quién podría culpar a alguien por tomar
personal para distinguir la virtud y a tomar decisiones. esa decisión? Ése no es un acto kármicamente negativo, )
)

t40 241
)
Fundementos del B†dismo Tibe‚ano Coentatio‘ finales
\

sino el simple deseo -fundamental en todos los seres vivos­ pectiva, que los skandhas son expresiones de la ignorancia,
) de evitar el sufrimiento. Tampoco, por otro lado, podemos en un intento de describir la totalidad de la experiencia físi­
1 afirmar que se trate de un acto especialmente vrtuoso. De­ ca y mental de un determinado ser.
cidir pues que, en tal caso, la enfermedad siga su curso y Los skandhas son los cinco agregados de la. forma, la
)
acabe con la vida del enfermo, es un acto kricamente sensación, la percepción, la volición o formación y)a con­
) neutro, porque no se trata de matar a nadie sino simplemen­ ciencia. El primero es muy sencillo de comprender, ya que
) te de acabar con su sufrimiento. se refiere al mundo fenoménico y al cuerpo físico, el aspec­
La petición del paciente de que se le desconecte de los to formal de nuestra experiencia, que va desde:.el Ct}erpo fí­
)
aparatos que le mantienen con vida coloca al médico en una sico (compuesto por átomos y moléculas) hastá los:miles de
) difícil situación, porque sus instintos pueden entonces de­ objetos y fenómenos del mundo exterior, que . puede. ser
) cirle: «Si es posible mantenerle con vida debo hacer todo lo tangibles (compuestos de materia atómica) b int�rig1bles
que esté en mi mano para que siga viviendo, de modo que (como los sonidos, por ejemplo).
no voy a desconectarle». Las consecuencias . kármicas, a in El segundo skandha, el skandha de la sensaéión�_es "tanto
)
de cuentas, dependen de la intención del médico, .porque él físico como mental. Algunas de las sensaciones físiCas debi­
) será quien prive a alguien de los medios necesarios para se­ das al skandha de la forma incluyen componentes relativos l
) guir vivo, independientemente de. lo que le haya d�cho el en­ cuerpo físico, como las sensaciones de calor, de frío, de dolor,
fermo. No hay consecuencias kricas negativas, en suma, de placer, etcétera, mientras que oras son sensaciones exclu­
)
si la motivación básica del sanador es la de ayudar y bene­ sivamente mentales de sufrimiento y bienestar, de felicidad e
) ficiar al enfermo y aliviar su sufrimiento. infelicidad, etcétera. Este skandha, pues, incluye tanto ele­
) mentos físicos como elementos puramente mentales.

) ¿Son los skandhas, es decir, los agregados psicofísicos La percepción, la volición y la conciencia son algo más
det carácter de �a persona, aspectos de la ignorancia? sutiles, y el mejor modo de entenderlas no consiste en ver­
..
¿ Cómo podríamos utilizartos como conceptos ? ¿ Cómo po­ las como tres cosas aisladas, sino como tres aspectos dife­
) demos serˆinos de las seis perfecciones del Mahayana rentes de un mismo continuo que va desde la percepción
) como antídotos contra los venenos mentales o los comple­ preconsciente hasta la experiencia consciente. Tal vez el
jos emocionates? mejor ejemplo que podríamos dar en este sentido sea el que
)
Es cierto que podríamos considerar a los skandhas es nos proporciona la superficie del océano cuando, en ella,
) decir, a los agregados que componen nuestro carácter psica­ empieza a formarse una ola. Primero tiene lugar una eleva­
) físico- como manifestaciones o aspectos de la ignorancia, ción del agua en una u otra dirección, un desplazamiento
pero ¿ac.aso hay algo, desde la perspectiva de un ser ilumi­ que se debe al movimiento del viento o la marea. Esta ele­
nado, que no sea una manifestación de la ignorancia? De vación se asemeja a la percepción en el sentido de que, una
) una u otra manera, todas nuestras experiencias, es decir, .el vez que aparece una percepción inicial de calor, de frío o de
universo que experimentamos, son una manifestación de lo que sea, esa percepción empieza a excitar la mente hacia
nuestra ignorancia. No es extraño afirmar, desde esa pers- la experiencia consciente.

242 243
Fundametos deu Budismo Tibetano Comenuarios inales

El siguiente estadio se asemeja a la ola que empieza a Son varias las dificultades que nos plantea su pregunta,
formarse, como el movimiento hacia arriba del agua for­ porque resulta ciertamente dudoso, por ejemplo, que su pa­
mando una especie de pico. Así es la volición que, si bien dre tuviera -aunque se hallara en plena posesión de sus fa­
todavía no es una experiencia consciente, sí que es, por cultades mentales- inclinación concreta alguna hacia el bu­
ejemplo, al ver una forma, la presentación clara de esa for­ dismo. Así pues, acercarse a él con una explicación formal
ma a la mente a través del órgano de la vista, en cuyo mo­ )
de las enseñanzas no sólo es algo muy limitado para su con­
mento la mente se vuelve plenamente consciente de la for­ ciencia e inteligencia en declive, sino también algo que pro­ )
ma como tal, antes siquiera de reconocerla como una forma bablemente se halle muy alejado de sus intereses. Quizás, )
concreta que posee determinadas características. en esa situación, lo mejor que pueda usted hacer sea recitar
En el quinto skandha, el skandha de la experiencia cons­
los mantras o los nombres de los budas ientras se halle en
ciente, la mente percibe que cada forma puede ser buena,
su presencia porque, de ese modo, estará sembrando en
)
mala o neutra. Éste es el momento en que tiene lugar una )
ellos semillas. No olvide que su aspiración y su preocupa­
evaluación de la experiencia, una actividad mental cons­
ción altruista por él son muy importantes. Cuando le ofrez­ )
ciente que es como una ola encrespada, cono una ola com­ ca este tipo de servicio a su padre en estas desdichadas cir­
pletamente definida. Así pues, el esquema de los cinco )
cunstancias, debe hacerlo con la mejor de las intenciones,
skandhas es un intento de describir la totalidad de nuestra )
sin preocuparse de su propio bienestar y felicidad porque,
experiencia física y mental.
en estos momentos, ése es el factor más importante. )
Las seis perfecciones del camino Mahayana, es decir, la Convendría, pués, que entablase con él una relación pro­
generosidad, la moralidad, la paciencia, el esfuerzo, la esta­
)
funda en tanto que hijo. No olvide que el vínculo krico
bilidad de la meditación y la sabiduría, son técnicas o acti­ que une a padres e hijos es muy intenso. Son muchos los be­ )
tudes concretas beneficiosas y eficaces para nuestro desa­ neficios que pueden obtenerse de este vínculo en los niveles
rrollo espiritual. Podríamos establecer las correspondencias sutiles si la actitud hacia su padre está determinada por la
existentes entre cada una de estas paritas o perfecciones compasión y la preocupación, y si las implicaciones de
y cada una de las emociones. En este sentido, por ejemplo, nuestra práctica espiritual no se llevan a cabo exclusiva­
una de las seis emociones fundamentales a las que hacen re­ mente en nuestro propio beneficio personal, sino también
ferencia los textos es la avaricia o la codicia, una emoción en beneficio de todos los seres especialmente, en este caso,
que se contrarresta con el antídoto de l a generosidad, que de nuestros padres.
nos lleva a compartir en lugar de tomar. Podríamos estable­ ¿Qué piensv usued sobre lv vmenvzv de unv guerrs nu­
cer las correspondencias que quisiéramos, pero cada una de cuevr y sobre uv difusión deu budismo en uos Esuvdos Uni­
las param.itas es un antídoto eficaz contra todas las emocio­ dos, dos vspecuos de nuesurv experienciv presenue?
nes negativas. Creo que la difusión del budismo representa una gran
fuente de esperanza porque, cuantas más personas se acer­
¿ Cómo podr{v compvruir eu dhsrmv con mi pvdre, que quen al dharma, o mejor dicho, cuantas más personas actú­
se hv ‹ueuuo seniu, vnues de que muerv? en de acuerdo al dharma, más mejorará la situación general.

24
245
)
Fundamfntos deu iudismo Tirftenj

vl Buda solía dechh que ˆa experiencha de la espeche kumana


iomo totalhdad depende de su co“portamhento global. vs
P?h esqo poh lo que, sh la lnmensa mayohía se enthega a ai­
) itones torpes y dañhnas, la shtuachón degenehghá hápldamen­

) �
te. E� cam h ?, iuantas más pehsonas se hmplhquen en la
pháct1ca espmtual o, iuanto menos, en una acth°hdad que
esté de aiueŸdo ion la phácthca esphhhtual, mayoh será ma me­
joha que expehlmente la situachón globalu vs el hesultado io­
) leithjo de las acchones hndljlduales de mos sehes kumanos el GLOSA R IO
que determina ma expehiencha colectlja, mepoh o peoh, de los
)
sehes que puebman este helno.

l. )
)
Arhat (Tib. dgha.bcom.pa) Dettrucuor de enemigos. Deshg­
na ln nhjel de heallzaihón en el que se ka jenihdo al ene­
) mhgo, la hdentlfhcaclón dualhsta ion el ego.
Bardo (Thb. bgh.do). El téhmxno "bgsdo" se hefhehe litesal­
mente a iuamquler esuado intermedio de existencia y, en
) este sentido, iualquher transhchón es pháctxiamente un
) bahdo. Sin embgrgo, en el contexto de las enseñanzas del
Buda, es dechh, en el dkahma saqhado, este téhmhno suele
)
hefehihse a la thanshihón que comhenza cuando una pehso­
) na muere, y coniluye apengs henaie.
). Bodhicitta (Thb. byang.sems) Actitud pura iuuminada.
) Existe una bodhxihtta helathja y una bodkhchtta absoluta.
La phimeha se derija de la medhtachón del ›taithcante y
) de la genehachón de compasxón kacha los demás sehes
) .senshbles (Ver Bodhisattva). La bodkhchtta relathja con­
> duce a jhslumbhes de la bodkhilt©a absoluta, la natuhale­
za últhma de la realhdad, la iompashón espontánea y shn
esfuehzo que abahca a todos los sehes œue, a su jez, lns­
phha lna mayoh iompashón poh todos los seres y el hnten­
to de libehgrles del samsaha.
Bodhisattva· (Thbu byang.cklb.sems.dpa'). Téhmhno iuyo
slgnhfhcado lato se apllia a cualquheha que kaya tomado
el joto de senunihah a su llumhnaihón personal paha dedh-

t46
247
Glosario Gloserio

carse a trabajar en beneficio de todos los seres sensibles. Guru (Tib. bla.ma). Msvsuro, profvsor. En inglés y en cas­
En un sentido más concreto se refiere a la clase especial tellano, esta palabra se refiere a cualquier monje o maes­
de seres que no sólo han asumido ese voto, sino que tam­ tro pero, desde una perspectiva estrictamente técnica, se
bién han alcanzado un elevado nivel de realización espi­ refiere exclusivamente a los maestros iluminados.
ritual. Hinayana (Tib. theg.chung). Grsn Vvhículo. El Hinayana
Buda (Tib. sangs.rgyas) Término que, en tibetano, está comprende los caminos del shravaka y del pratyekabu­
compuesto de ssngs, es decir, sin mancillar por las con­ da. Los seguidores del primero de ellos (Tib.
taminaciones del apego, el rechazo y la ignorancia, y rg­ nyan.thos.pa), que signifca literalmente "oyente", se
yst, que se refiere al logro de la sabiduría que todo lo im­ concentran en renunciar al mundo y en pacificar las
pregna. Se trata de un término normalmente asociado a emociones. Por su parte, el término pratyekabuda (Tib.
la figura de Shakyamuni, el buda histórico, aunque tam­ rang.sangs.rgyas), que literalmente significa "buda soli­ )
bién se utiliza con la misma frecuencia para referirse a tario", se refiere a quienes se concentran en la liberación
un ser completamente iluminado o al principio de ilu­ individual mediante el examen de los doce vínculos del
minación que alienta en todos los seres. origen interdependiente y de la doctrina budista básica,
Dakini (Tib. ha'. 'gro.ma) a quv vuvla por vl vspscio. como las cuatro nobles verdades, para realizar el estado
Existen muchos tipos y niveles diferentes de. dinis. de arhat.
Hablando en términos generales, la palabra se refiere a Kalpa (Tib. bskal.pa). Al igual que el eón, el kalpa es un pe­
ciertas deidades meditativas o yidams. También puede ríodo de tiempo 'muy largo aunque, en este caso, indefi­
referirse a mensajeros y protectores o bodhisattvas que nido. El significado general es que un kalpa es mucho
llevan a cabo sus acciones en beneficio de los seres sen­ más largo que un eón y que abarca cientos de millones
sibles. de años.
Dharmapala Ver Protectores del dharma. Karma (Tib. las). Acción. La ley del karma expresa el prin­
Ganachakra (i . tshogs). Festín divino de ofrenda que cipio de que todo efecto se deriva de una causa. Desde
tradicionalmente suele seguir a un evento importante, esa perspectiva, toda experiencia es, hasta en los meno­
como una meditación o el final de la visita de un lama res detalles, el resultado de acciones anteriores, y todas
importante. A diferencia del banquete ordinario, el gana­ las condiciones futuras se verán determinadas por lo que
chakra está tan imbuido de simbolismo que constituye se haga en el presente. En este sentido, las acciones vir­
una auténtica práctica meditativa para los participantes. tuosas conducen a estados de existencia afortunados,
Así, por ejemplo, los alimentos sólidos (como la cne) mientras que, en cambio, las acciones no virtuosas con­
y los líquidos (como el vino) simbolizan, respectiva­ ducen l sufrimiento y a estados desafortunados.
mente, los medios hábiles y la sabiduría. Es por esto por Mahamudra (Tib. phyag.rgya.chen.po). Gran Svllo o Gran
lo que, durante el ganachakra, cualquiera puede consu­ Gvtuo. Tradición meditativa transmitida especialmente
mir estos alimentos aun aquellos que hayan hecho el por la escuela kagyu desde el buda Vajradhara hasta Ti­
voto de abstenerse de tomarlos. lepa y los actuales sostenedores del linaje. Estado en el

248 t49
Gloario Glosario

que todas las experiencias se ven transformadas en sabi­ Nidanas (Tib. rten. 'brel.bcu.gnyis). Se refiere a los doce
duría y en medios hábiles, y de cuya unión emerge la ex­ vínculos del origen interdependiente. Fundamentalmen­
periencia de la iluminación, vacía, luminosa y sin impe­ te en la tradición Mahayana, la meditación que enseña
) dimentos. que todas las acciones y fenómenos están interconecta­
Mahayana (Tib. theg.pa.chen.po). Gran Vvhículo. Camino dos se considera un antídoto contra la ignorancia.
basado en las enseñanzas impartidas por el buda Shak­ Nirvana (Tib. mya.ngan.las.'das.ba). Más auuá dvl sufri­
)
yamuni en el pico del Buitre, en el norte de la India, a la mivnto. En el contexto de las enseñanzas del Buda, este
) asamblea de budas, bodhisattvas y arhats. Estas ense­ término se refiere a un estado de existencia muy diferen­
) ñanzas van más allá de la liberación individual subraya­ te al de la felicidad ordinaria y que no consiste en la ce­
da por la escuela Hinayana y preconiza una visión más sación temporal de los problemas cotidianos, puesto que
)
amplia basada en la vacuidad de todos los fenómenos, la se trata de un estado que trasciende incluso las causas de
) estos problemas.
compasión por todos los seres sensibles y el reconoci­
) miento de la universalidad de la naturaleza búdica. Pratyekabuda Ver Hinayana.

) Mandala (Tib. dkyil. 'khor). Crcuuo o vsfvra. Representa­ Preta (Tib. yi.dags). Espíritu hambrivnto. Término que se
ción simbólica de una visualización meditativa que sue­ utiliza para referirse a los seres que habitan en el reino de
)
le asumir la forma de un palacio en el que hay una o más los pretas (uno de los seis reinos de la existencia cíclica),
deidades. Los mandalas son ofrendas tradicionales a aunque también puede refeirse a un ser de cualquier rei­
) nuestro guro que suelen visualizarse de tamaño, número no que esté obsesionado con objetos de deseo tales como
y cualidades ilimitadas y espléndidas. la comida o la bebida, por ejemplo.
)
Mantra (Tib. sngags). Palabras o silabas sánscritas que ex­ Protector del dharma (Tib. chos.skyong). Prouvcuor dv las
presan la esencia de las distintas energías. El mantra vnsvñanzas dvu Buda. Término con el que suele desig­
}b protege la concentración de la mente y siempre se reali­ narse, aunque no de manera exclusiva, a las deidades ai­

) za junto a una visualización que se lleva a cabo siguien­ radas que han asumido el voto de proteger el dhrna sa­
do las prescripciones de una sadhana explicada por el grado y, en ciertos casos, a aquellos que lo practican.
) guro. (Ver Sadhana). Estos protectores pueden ser invocados por u/una prac­
Ngondro. (Tib. sngon.'gro). Prvuiminar. Término que se uti­ ticante para proteger su práctica de las inluencias nega­
liza para describir las cuatro prácticas extraordinarias tivas extenas y de sus propios venenos mentales.
que tradicionalmente se realizan al comienzo de la vida Sadhana (Tib. sgrob.thabs). Medios para ua rvauización.
dhrica del discípulo. Consisten en repetir 1 1 1 . 1 1 1 ve- Cualquier ritual Vajrayana que recurra a visualizaciones
) · ces la toma de refugio, las postraciones, el mantra de y recitaciones para llevar a cabo una determinada prácti­
Dorje Sempa, la ofrenda del mandala y las plegarias a ca meditativa.
nuestro guro o lama que cumplen con la función de puri­ Samadhi (Tib. ting.nge. 'dzin). Se refiere a la meditación
ficar nuestro cuerpo, nuestra palabra y nuestra mente concentrada en un punto en la que se experimentan
para realizar el estado del Mahamudra. como inseparables e indistinguibles el practicante y el

250 251
Glosatio Glosario

obpeto de ma medltaihónu vxhsten muikos thpos de samad­ Tres raíces (Tlb. htsa.gsum). Las thes haíies en las que toma
hl, peho es hmpohtante señalah que el térmhno no neiesa­ heougho el phaithiante del waphayana (además de las thes
siamente hmplhia la heamhzaihón del phaithiante. poyas) son las shguientes: la haíz de la bendhilón (el
Samsara (Tlb. 'k.roh.ba). El samsaha es el ihilo de los sena­ gur¯), la haíz de la sealhzailón (em yhdam) y la haíz de la
ihmhentos, la hueda de la exlstenila derhjada de la hgno­ aitijhdad (los photeitohes del dhahma).
haniia y que se je jalonada poh el slohhmhentou Vajrayana (Thb. hdouhje.theg.pa). Vehfcuuo sdsmsnuino o
Sangha (Tib. dge. 'dun). En su aiepihón más amplha, el téh­ indesuructibue. wehíillo basado en las enseñanzas de
mino se hefhehe a la iomunhdad de phaitiiantes que abah­ Shakyamlnh manioestándose en oohma de waphadkaha, el
ia desde los monpes, monpas y lahios kasta la asamblea blda del Dkarmakaya. Está olndamentalmente iom­
de bodkhsattjas ílumhnados. El Sangka es uno de los tres puesto de enseñanzas ohales y seihetas thansmhtidas de
obpetos de heougho (weh Tres joyas). maestho a dhsiípulo. Exhsten dos ilases de enseñanzas
Shamatha (Thb. zkh.gnas). Trsnquiuidsd permanenue. Téh­ ohales, una paha estudhantes dotados iapaies de healhzah
mhno que se heohehe tanto al método medhtathjo uthlhzado instantáneamente la hluminaiión y la otra que esboza un
paha thanquhlizgh la mente iomo al estado medhtathjo que iamhno ghadual de insthuiihones que pehmhten al dhsií­
es su hesultado. pulo ajanzah de un e>tado a otho kasta alianzah la hlumh­
Shravaka wes Hinsysns. naihón. Puesto que el wajhayana enohenta al phaithiante
Shunyata (Thb. stong.pa.nyhd). Doitrina que afihma ma jaiul­ ion la healhzaihón jerdadesa dem despehtah y de la talidad,
dad esenilal de todos mos ionieptos y oenómenos y que el se me denomhna el iamhno háphdo puesto que, según se
yo y los demás iaseien de hdenthdad esenihal. Squnyata es dhie, el phaithiante dem wajhayana puede healhzah la bu­
iomo em espaiho, no naihdo y iasente de fmal. dehdad en una sola jhdau
Sutra (Tlb. mdo). Textos del ianon budhsta atribuldos al buda Vipasyana (Thb. lhag.mthong). Ver más vuuá; visión supe­
Skynunh. Suelen seh dhálogos enre el Buda y uno o rior o exceuenue; conocimienuo inuuiuivo. Téinhia medh­
más de sus disiípulos en tomo a un detemúnado tema. tathja que hdenthfiia y analhza mas pautas de la mente y
Tantra (Thb. hgyud). Téhmhno que posee muihos slgnhohia­ del mundo que phoyeita, healizando un estado de jhshón
dos, aunque esenihalmente se hefiese a aquellos shstemas ilgha que se expande hasta lmegah a ionjehthhse en el io­
de medhtaiión desihitos en los textos haíz del wajhayana. noihmiento peroeito.
vl témino tantha shgnhfiia lhtehalmente ionthnuhdad y se Yana (Thbu theg.pa). Csmino, Vehícuuo, Vfs.
heohehe a la ionthnlhdad mantenida -de nuestha pháithia,
que se inliia en la base o oundgmento y phoshgue a lo lar­
go del iamino qasta llegah a la ionsumaihón o dhsohute
de la pháithia.
Tres joyas (Tib. d‡on.mikog.gsum). Téhmino que se hefie­
he a los tres obpetos de heougho, el Buda, el Dkahma y el
Sangka.

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