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Para comenzar, la docente les contará a los niños que a partir de ahora comenzarán a
trabajar para la próxima celebración que nos convoca: el 25 de mayo. Segundo
grado tendrá a su cargo el acto, por lo tanto investigaremos para conocer qué ocurrió en
esa fecha, por qué es tan importante, cómo era la vida cotidiana en esa época, en 1810.
Todo lo aprendido lo comunicaremos en el acto, a través de una representación de esa
época.
Nos preguntamos:
en la época colonial?
(Aquí los niños, seguramente mencionarán las clases sociales y algunas de sus características que ya conocen).
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Se les pedirá a los niños observar y describir esas imágenes.
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Posibles intervenciones que guiarán la observación:
¿Qué espacios aparecen en ellas? ¿Hay edificios o construcciones? ¿Qué función creen
que cumplen?
Si las tuvieran que clasificar, ¿cuáles pondrían juntas y por qué? (Se espera que los niños puedan
aplicar lo que ya conocen sobre los distintos estratos sociales presentes en la sociedad colonial y las clasifiquen
teniendo en cuenta ese criterio, otro criterio podría ser el de actuales y del pasado)
¿En qué se fijaron para sostener que una imagen pertenece a un grupo social o a otro?
Algunas imágenes muestran a grupos de personas reunidas, ¿en qué lugar están?¿Cómo
están vestidas? ¿Por qué creen que se han reunido?, ¿para qué?
¿Cómo se vestían?
A continuación, por grupos, se distribuirán copias de diferentes relatos que describen con
riqueza de detalles la vida cotidiana en la sociedad colonial y que están vinculados con las
imágenes que los chicos observaron. Estos relatos pertenecen a la propuesta Cuadernos
para el aula/Ciencias Sociales.
Se espera que el trabajo con estos textos, adaptados a las posibilidades de comprensión de
los alumnos y articulados en un relato (realizado por el docente), contribuya a que los
chicos examinen y amplíen sus representaciones sobre las formas de vida de cada grupo
social.
Realizarán una primera lectura dentro de cada grupo. Luego, compartirán con el resto la
lectura en voz alta y entre todos tratarán de explicar lo interpretado.
La docente intervendrá para construir el significado de palabras desconocidas (si las
hubiere) de acuerdo al contexto, formulando preguntas que ayuden a los niños a
comprender y comunicar la información.
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En la sociedad colonial existían leyes que marcaban qué estaba permitido
para cada grupo. El grupo considerado inferior lo conformaban los negros.
Eran africanos capturados y traídos a América como esclavos. Quien los
compraba tenía derecho de vida o muerte sobre ellos.
En el campo, los esclavos trabajaban cuidando ganado o cultivos, y en las
ciudades servían en las casas de familia. A veces aprendían un oficio
y trabajaban como artesanos para su amo.
Los hombres, las mujeres y los niños negros no podían vestirse como los
blancos ni educarse o concurrir a los lugares de reunión a los que estos
asistían.
Había barberos, que cortaban el pelo y la barba. Casi siempre eran negros.
También eran negros muchos vendedores ambulantes.
El vendedor de dulces era el más esperado por los niños que lo llamaban
“el tío de los dulces”. Se anunciaba con un silbido.
Los esclavos eran muy buenos artesanos. En el patio trasero de la vivienda
de sus amos realizaban todo tipo de objetos que después salían a vender
por las calles: jabones, escobas, plumeros, canastos. El dinero que ganaban
era para sus amos.
Fuente: adaptado de Wilde, José Antonio, op. cit.
En los tiempos de la colonia no estaba bien visto que las mujeres de la elite
amamantaran a los bebés. Por eso lo hacían las esclavas. Se las llamaba
“amas de leche”. También eran sus niñeras. Se ocupaban de cuidarlos hasta
que cumplían los siete u ocho años.
Fuente: adaptado de Colección Historia Integral Argentina, t. I, Buenos Aires, Centro Editor de
América Latina, 1970
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Las niñas de las familias de la elite de la Buenos Aires virreinal solían pasar
la mayor parte del tiempo en sus grandes casas de la ciudad, entre
costuras, bordados, zurcidos y asistencia a misas. Los fines de semana,
dejaban la casa de la ciudad para ir con sus padres a sus quintas y
estancias. Por lo general, crecían mimadas por la servidumbre de la casa.
Los padres no eran muy cariñosos con sus hijos. Además, estos trataban a
sus padres de “usted”.
Fuente: adaptado de Sáenz Quesada, María, Mariquita Sánchez. Vida política y sentimental,
Buenos Aires, Sudamericana, 1995
En los tiempos coloniales los niños, sobre todo si eran pobres, empezaban
a trabajar desde muy chicos. La infancia duraba muy poco tiempo. A los 8
ó 9 años era común que empezaran a ayudar a sus padres en los trabajos.
Fuente: adaptado de Ullúa, José V., “La vida en la colonia”,
en: La vida cotidiana, Colección Mi país, tu país, CEAL, 1971
EN EL CUADERNO:
Aprendimos que… (Aquí recortarán y pegarán algunas imágenes de estos grupos sociales y
escribirán algunas características.
La narrativa ayuda a los niños pequeños a comprender mejor la realidad pasada y presente, ya que
permite situar a los protagonistas en un tiempo y un espacio determinados, reconocer sus acciones e
intenciones en una secuencia organizada y encontrar un sentido a lo que ocurre, a través de la trama.
Por tanto, la incorporación de relatos para presentar los temas de Ciencias Sociales resulta un
camino metodológico invalorable, que facilita la comprensión de aquello que queremos enseñar.
(Cuadernos para el aula Ciencias Sociales 2, pág.20)
En este sentido, se presentarán los siguientes relatos que permitirán un primer acercamiento
en la búsqueda de respuestas a las preguntas formuladas.
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Relato 1:
Un paseo preocupante
Un paseo, ¡Qué lindo un paseo por la ciudad!- pensó Josefina, cuando su amita le
anunció que debía ir a repartir las tarjetas de invitación para la tertulia de mañana,
pero la alegría se fue poco a poco convirtiendo en preocupación y mucha pero mucha
angustia.
Los invitados eran unos cuantos, eso significaba que estaría caminando de aquí para
allá muchas horas, y seguro, seguro, que terminaría cansada. Además debería tener
cuidado de no perderse.
Las tarjetas más sencillas de repartir eran en las únicas casas que tenían azotea,
como la de Constanzo y del Pino, el resto eran de un solo piso, bajas y macizas, de
paredes anchas de ladrillo, asentado en barro y al fondo las magníficas huertas de
treinta o cuarenta varas.
El problema de Josefina surgiría si no terminaba de repartir las invitaciones
temprano, antes que oscureciera, porque otro de los grandes peligros eran las
rejas, eran el peligro de la noche, muchas de ellas se extendían hasta el cordón de la
vereda alumbradas por una mísera luz y más de uno desatento se había roto la nariz
o un brazo.
Pero Josefina no debía pensar en eso, tenía que apurar el reparto de tarjetas.
Miró el montón que le quedaba y empezó a dolerle la cabeza, de sólo mirar se sintió
cansada, aún tenía que ir a lo de Tomasa de la Quintana de Escalada, María Eugenia
Escalada de De María, Casilda Igarzabal de Rodríguez Peña, Juana Pueyrredón de
Sáenz Valiente, María Mercedes Coronel de Paso. Iba de casa en casa y el montón no
bajaba.
Aparte de cansada, Josefina estaba embarrada de los pies a la cabeza ¡Sí como
escuchaste! ¡De los pies a la cabeza! Un gran temporal había dejado las calles
hechas un desastre, el agua corría en forma de arroyo con saltos y cascadas, los
pantanos parecían lagunas y los charcos no se terminaban de secar, por esto nada ni
nadie se salvaba de un baño de barro líquido, cuando digo ni nada ni nadie, esto es
verdad, los frentes de las casas recién blanqueados, los lecheros, panaderos,
paseantes, el señor, la señora que caminaban rumbo a la iglesias, nada ni nadie.
¡Por fin terminó! Y se dispuso regresar a la casa –no se sabe si más cansada que
embarrada o más embarrada que cansada-. Pero a pesar de todo no había sido tan
feo el paseo, en medio del chapuzón marrón… lo había visto a él y de esto estaba
segura: le había encantado.
Prof. de la Iglesias Griselda Mariel. Profesora en Historia UNLP. Miembro del equipo de
especialistas de la Dirección de Educación Primaria.
Selección de textos para trabajar en el marco del Bicentenario.
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¿Qué creen ustedes, qué es una tertulia? ¿Quiénes eran los invitados?
Para ampliar las ideas que, a partir del relato, los niños han podido construir se les
propondrá leer un breve texto disponible en el portal educ.ar
“La gente de la elite acostumbraba realizar reuniones en sus casas casi todos los
días. Se les llamaba tertulias. Comenzaban al anochecer y duraban hasta tarde. Se
hacían en la sala de la casa y allí las personas cantaban y bailaban danzas de la época
como el minué, jugaban a las cartas y por supuesto, conversaban. También se contaban los
últimos chismes, hablaban de política y se ponían al día con las noticias de lo que ocurría en
Europa.
Y además, las tertulias eran una excelente oportunidad para que las familias
arreglaran noviazgos entre sus hijos.
En tiempos de la Revolución de Mayo, una de esas reuniones fue famosa y quedó
reflejada en este cuadro. El pintor retrató el momento en que se cantó por primera
vez la canción patriótica, que después sería el Himno Nacional, en la casa de
Mariquita Sánchez.”6
6 http://coleccion.educ.ar/coleccion/CD18/contenidos/actividades/amor.html
Les propondremos leer en los libros de la biblioteca, revistas para conocer de qué modo y
en qué lugares se reunían los esclavos para divertirse.
EN EL CUADERNO:
Las familias ricas organizaban tertulias… (y explicarán qué es, dónde se organizaban, en
qué consistían).
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Los esclavos se divertían ….
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4Prof. de la Iglesias Griselda Mariel. Profesora en Historia UNLP. Miembro del equipo de
especialistas de la Dirección de Educación Primaria.
Selección de textos para trabajar en el marco del Bicentenario.
¿Quién es Lucía? ¿A qué grupo social pertenece? ¿Cómo viste? ¿Qué diferencias
encuentran con la ropa actual?
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CLASE Nº4: * FECHA: ……………………..
Continuamos investigando para responder otra de las preguntas que nos hiciéramos al
comienzo.
Primera Junta
EVALUACIÓN:
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