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ANTíGONA:

EL ACONTECIMIENTO PEDAGÓGICO, EL AMOR Y LA LEY

"Fli ¿mor tr:lnsgrede kr qr.re e] irr-rr¡rhre restringe".


"El pecado t:s cclrlo el ern.:r: io más desetrrlo de 1o sacro".
-{ndrés Graldo

Antígona es, sin duda, la obra más bella escrita por Sófocles. En ella hallarnos elementos
como el conflicto entre la ley natural y la ley convencional, la enseñanza a base de máximas
propia de las tragedias, la historia fascinante de la heroína que se enfrenta a la ley impuesta
por el tirano Creonte y el amor -entre Antígona y Hemón- que lleva a esta tragedia a su
clímax. En este ensayo se propoíre una lectura de Antígona desde estos cuatro elementos
que acabamos de citar y que describen los cuatro mornentos del conjunto de la tragedia. Por
razones metodolégicas dividiremos este trabajo en dos partes, a saber: la primera versa
sobre la enseñanza de las tragedias que se llevaba a cabo a través de sentencias y máximas
y. la segunda, sobre el conflicto que hay entre la ley natural y la ley convencional, y cómo el
amor hace que Antígona se convierta en heroína al transgredir el edicto del tirano Creonte.

LA PEDAGOGíA DE LAS §ENTENCIAS

Aunque no tenernos los elementos para afirmar qL.¡e Séfocles fuera pedagogo en Grecia, sí
podemos afirmar. sin temor a equivocarnos, que sus tragedias tienen mucho de educativas.
Su moralismo' no hace caricatura del entorno en que fueron escritas y puestas en escena las
tragedias; sino que refleja la crítica de un autor que no está de acuerdo con ciertas
circunstancias que suceden a n¡vel político y religioso, o que aunque esté de acuerdo no deja
de sorprenderlo cieftos abusos de autoridad que se cometen.

En esta parte del ensayo veremos cóma se entretejen esas sentencias educativas en esta
obra teatral de Sófocles. En esas máximas está el contenido de una educación. Está la
tradición de un puebio que iba al teatro no solo a disfrutar de un espectáculo, ni solamente a
un ritual religioso, sino que se sentaba en el palco a recibir una enseñanza, ¡.rna norma de
comportamiento. La lucha de los griegos por alejar_al hombre de su hr..¡mana condición, de
esa tendencia a la ceguedad y el Oeii-O.qiOamig!§I los llevó al perfeccionamiento del arte
dramático cCIrno medio pedagógico e hicieron del teatro un acontecimiento educativo.

Las leyes rígidas de la cultura griega ios llevaba a pensar en un comportamiento que
respondiera a la uniformidad, es decir todos debían actuar de manera semejante. Su
mentalidad colectiva hacía que esto se tuviera como precepto ático y moral. De ahí que
lsmene diga a su herrnana Antígona: "esforzarse en no obrar cCImo todos carece de sentido,
totalmente"z. Sinembargo, Antígona tiene intenciones nnás nobles, que doblegarse al querer
de un estrategos que ha asumido el poder de manera tiránica, por eso líneas adelante
contesta a su hermana. "(... ) ninguno [de los males que asegura lsmene le sucederán] puede
ser tan grave como morir de rnodo innobfe"a" La levedad de lsmene comparada con la

' Hablamos aquí de moralisma en el sentido moderno del término; es decir, en el sentido de que describe las costurnbres
de los hombres. Y, además de describirlas, Ias asume eomo objeto de su crítiea y como el estilo de su obra.
2
Sófocles. Tragedias. Antíqona. Madrid: trad. Assela Alamillo, 1986" P, 77.
3
Estratego significa "jefe rnilital', Según se lee en el primer comentario de la página 75. lbíd.
o
tbíd. p. za.
valentía de su hermana están aquí confrontadas; para Antígona es más importante darle
sepultura a su hermano muerto qLJe aceptar la ley caprichosa y en contra de los principios
religiosos que ella ha tenido toda su vida: pues debe cumplir con unos ritos funerarios que
exigen los dioses para con el cuerpo inerte de su hermano y, si esto significa su muerte, no
tiene miedo de correr el riesgo; pues de alguna manera morirse es conseguir la victoria y
ésta siempre trae consigo la alegría "exaltadora de nonrbres, laVictoria (...)nos devuelve la
alegría"5, dice más adelante el corifeo.

Creonte también argumenta s¡..¡s convicciones a base de principios y sentencias, que parecen
responder a la lógica dei argot popular, pues para jusiificar sus actos y mostrarse como un
hombre que ama la justicia dice: "nunca tendrán los crinninales el honor que corresponde a
los ciudadanos"o, Sin duda no tuvo en cuenta que se trataba de alguien que ya no era
ciudadano de Grecia; sino que pertenecía ya, Ce hecho, al mundo de los muertos, a la ciudad
de Hades y Perséfone, y en aquel sitio existen sus propias leyes sobre las cuales no está
más que el Crónida Argifonte. Es evidente que a este mal cornportamiento es que responde
el coro de los ancianos: "éste es tu gusto. y sí, puedes hacer uso de la ley eomo quieras,
sobre los muertos y sobre los que vivimos todavía"' y añade más adelante la siguiente
sentencia que sella el destino ineludible del Tirano: "nadie hay tan loco que desee la
muerte"8. Digo que responde al desenlace dei Tiranc Creonte por ei final misrno de la
tragedia. En esta misma linea de ideas podemos citar la sentencia que pone SÓfocles en
boca del Mensajero,talvez con intención de mostrar que todos. menos el Tirano, entendían
el errc¡^ que se estaba cometiendoe'he venido asido a una esperanza, que no puede
pasarrne nada que no sea mr destino (drce el Guardián Mensajero), el desiino de Polinices
ya se había curnpiido tc'ialmente y no efa necesario sumai- más sufrimiento a aquella familia
de nilos de Eolpo

También vemcs que e h 1c de Creonte. el príncipe Hemón, descubre el error que está
cometiendo su paore y tratancio de persuadirlo dice la srguiente sentencia: "no te habitúes a
pensar^de una manera única, absoluta, que lo que tú dices -mas no otra cosa- esto es lo
cieño " oiciéndole con esto que no es bueno ser tan tirano y que hay que escuchar a quien
io aconse)a paa bien, pues "bueno es tomar conseio de los que bien lo dan"1r, además lo
invita a actuar con prudencia: '*un honnbre, al menos, si es prudente, no es nada
vergonzoso"l2. Finalmente llega, un hombre que logra persuadir, auRque tarde, a Creonte, el
ciego Tiresias interpela al rey con estas palabras: "cosa cornún es equivocarse entre los
hombres"l3; pero para quien se equivoca siempre hay una oportunidad de levantarse
empero el rey no escuchó a su hijo, ni a ios que intentaron con\rencerlo, por eso ie dice el
adivino "cosa dulce es aprender de quien bien te aconseja en tu provecho", y al notar que ocr
orgullo está sembrado profundamente en el aima del Tirano dice: "ei orguilo u¡ :as: g3
comporta. la necedad".

t rbíd. p. go.
t Ibid. P. 92.
7
Loc. Cit.
'rbíd. p. s:.
s
i-oc. Cit,
'o ibíd. P. r-oo.
11
Loc. eit.
tt rbíd.
tt Esta y las dos citas siguientes, de Tiresias, en este párrafo tomadas de lbrd P L-i
Cuando por fin Creonte ha entendido el profundo error que estaba cometiendo, de inmediato
como "no hay forma de luchar contra lo que es for¿oso"14, renuncia a su edicto y cambia de
decisión frente a la joven Antígona. Movido por la seniencra del Corifeo "a los que perseveran
en errados pensamientos les cortan el camino los daños que, veloces, mandan los dioses'15
y de cierlo que la gesta que había emprendido el Tirano no era contra Polinices (ya muerto)
ni contra Antigona (que le realiza los ritos funerarios en contra dei edicto); sino, sin que él
mismo se diera cuenta, contra los mismos cjioses. Y los dioses como veremos en el siguiente
punto de este ensayo ya habían enviado un castigo tremendo contra el rey. Cuando el rey
cayó sobr-e la cuenta ya era tarde, puesto que. "no hay hombre que pueda eludir lo que el
destrno e ha fijado"16.

Vemos cómo el pueblo griego era educado a través de Ias máximas que se iban recitando
muy apropiadamente en el transcurso de las obras teatrales Con el trempo el teatro se fue
convirt¡endo en un acontecimiento pedagógico. En esta obra de Sófocles. y seguramente en
todas sus obras, es fácil encontrar ese elemento educativo de la tragedia. Lo más relevante
que puede aprender el espectador es que no debe ser como Creonte y debe ser más
prudente. dado que "la prudencia es la base de la felicidad"l' y lo más profundo que debería
deducir de esta obra majestuosa es que primero está la ley natural y en segundo lugar la ley
convencional, corno veremos.

MORIR AL LADO DE MI AMOR

Situar a la mujer en Grecia es hablar de fantasrnas, de cosas inexistentes, sin importancia,


de objetos con ningún valor, sombras. Qué más podía ser la mujer en una sociedad
mare.:a ,sta y machrsia ccmo la Grecia contemporánea a Sófocles. Sinembargo, he ahí el
carácter subversrvo y moralista del autor de Antígona: subversivo porque estamos hablando
de un hombre que critica directamente la sumisión de la mujer, cosa que es un asunto de
estaco de acepiación popular. tan popular que hasta las rnujeres lo aceptan como tal; y
rnorat sta por lo que virnos líneas atrás, porque describe las costumbres de los hombres.
Costun'rbres que en muchos casos se ven contradichas por los actos heroicos de personas
que se salen del común, personas cuyas convicciones superan las de la mayoría mediocre y

Es'lcs dos tipos de personas están bien representados en lsmene y Antígona. La primera
Íesponoe a la multitud sumisa que considera que esa sumisión es insuperable y, la segunda
es e prctotipo de aquellas personas a las que más les teme el Tirano Creonte, porque como
- - ,c sur rr rua¡,.,aces de mantener su cuello al yugo, como es justo, porque no soportan las
:'13'es ' Son esas personas que sueñan con la libertad por encima de todo. Qi:e no se
^^^:^- = -u
^^tar sometidas v oue. antes bien. iuchan oor conseourr lo oue ouieren en lo
E>
.,¿ a'??' :.-e a.ran lsmene corno se lee declde que nay que aceptar los hechos que
s:-ls ::s -- e-es n€paces de luchar contra los hombres y oue iienen el code. os que
-=' - -='= i -a. ':-a ---=ae-- aS " -- --.'- ==a '.-. l---= :a: :: =::-:-2' = =='='= =a
I Loc. Cit.
"22 rbíd. P. z&
Loc. cit.
" rbíd.
'u cfr. rbíd.
"25cfr. rbíd. P. 84.
Loe Cit.
" rbíd. P.9o.
atraerme el castigo de los dioses por temor a lo que pudiera pensar alguien"28. En este punto
se desarrolla indudablemente todo el conflicto entre la ley natural y la iey convencional, y la
heroína no tiene miedo de contradecir la oe los hombres con tal de honrar a los dioses. Sabe
Antígona que el pueblo piensa como ella. solo que el pueblo no tiene las misma valerrtía2s
para enfrentarse a! tirano y callan entonces esto lo sabe también Hemón3o; y iuego con una
estocada final que deja sin piso a Creonte dice 'Hades requiere leyes igualitarias"3l, de¡ando
por sentado que ei problema está en que el Tirano quiere ponerse por encima del dios del
inframundo, del dios de los muerios.

¿Qué lleva a Antígona a actuar de esa manera? Primero la ley natural, la ley escrita en el
corazón de la humanidad, la iey divina y, segundo el profundo arnor que mueve su corazón.
Ella misma afirrna "no nací para cornpan' el cdro. sino el amof'32. Realmente es el amor el
que produce héroes y heroínas. ¡s h,a¡" r¡3tor más fuerte que este para motivar en el corazón
del hombre la sed de justicta liDeñao g-a dad y, orden, porque el oprimido implora libertad
pero el libre canta amor Antígona es s'e porque ama. Y su novio, su prometido Hemón,
también es libre, también canta er.i

El hijo de Creonte despues ce : s:-:' :o^ S- padre se aleja adonde se encuentra su


enamorada y se escaDul e e¡r'E 3s j-?'ies ca.a permanecer a su lado, cuando su padre
intenta rehacer Ce ver:ac á .uSi r á ,z z ¿:"Ce se encuentra encerrada Antígona para
liberarla pero se enc-entra o.- *.a q'.r3r3 r3 ircc€Sáda se ha colgado y que su hijo, ante
sus ojos se quita a'i ¿e E- ,.a res:r c::^ 3-e poaemos llamar cinematográfica cjeseribe
Sófocles la muede oe esl3s e.ar;'accs a ícnco de la caverna. la vimos a elia colgada
por el cuello (di.1c e' "ne^sa,ero alccaca ccr e a:o necho de su frno velo y a el caido a su
vera abrazán1ola ?c' a 3'i-i? crando .a perd ca ce s- ¡o',,la ya muelta el clmen de su
padre y su amor o€SQ'á3rooo'j -ego aÁaoe e, -€^Sá;€'C ,-e,e s- ra 3cntra s, r s¡c e
desgraciado; (
) se incilna sobre la espada y hasta ia mitad la clava en sus ccstillas, aun en
susiabales, sin fueza ya en su brazo, se abraza a la muchacha"Y. Luego se narra cdmc
también la esposa de Creonte se suicicJa en sus aposentos.

La irreflexión del Tirano que no supo doblegarse ante su hijo que tenía la razón al persuadiric
de no matar a Antígona, pues ella hacía lo correcto, llevó a este final tan cruento. Tarde
descubrio su error, tarcje quiso enmendario. Su hijo, Hemón por fin pudo juntarse con sL
amada, pudo morir al lado de su arnor, pudo celebrar sus bodas en el mundo de Pluton y
Perséfone" Aquí el conflicto entre la ley natural y la ley impuesta por el Tirano terminó sellado
por el amor, ei arnor que hizo de la protagonista una heroína, Antígona, "cuando estés
muerta ha de oírse un gran rumor: que tú, viva y despuás, una vez muerta, tuviste tu sitro
entre los héroes próximos a los dioses"3s- En esta obra Sófocles coloca la ley natural por
encima de ia convencional, cuando Creonte se arrepiente con estas palabras. "me temc que

o Estas dos citas de ¡bíd. P. 9L


o De e*o da fe el m cuando die:'superondo o todos en volor, te ocermste hasto tosr el sitful elmdo & Irtr., h
tbíd. P.1(E.
h *lÍmtes palabras del prímipe: 'qte lo ciudad x bmenta Wr lo suerte de atufirut
'o Se hace referencia aquí a
fituere de mala muerte, anrob ttft hnde de 16 nx$aq pr útzs que lru anmplklo biur gloriw{- lbíd. P. !D
*'rbíd. P. 93.
t'rbíd. P. 94.
"3a lbíd. P. 11s.
Loc. cit.
" rb¡d. tos.
- -3 -' ^^- qe2
-""
nasartoda
H' la vida en la observancia de las leyes instituidas
s pues entendió
:-: :, Sicrr lnas le¡res que han existido desde siempre y que están grabadas en ei fondo de
-: - p E) ^^ lo profundo de sus corazones: las leyes del amor, las que nunca pasan y
gll
I

-i :*cre son vigentes. Con todo esto vemos que amar es combatir y, para quien combate en
3 a'rcT rnorir es vencer; pero no morlr de cualquier manera, sino morir al lado del amor o
:a'a sef literales: morir abrazado al amor.

Pablo Andrés Villegas Giraldo


Ensayo sobre Antígona de Sófocles
Antígona: el acontecimiento pedagógico, el amor y la ley
Seminario Electivo de Tragedia Griega
Presentado a;
Carlos Eduardo Pélaez

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tl/.14
u/bu
I ñ

o rb¡d. P. 114.

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