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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

CARRERA DE:
Escuela de Derecho (Licenciatura en derecho)
PRESENTADO POR:
Nathaly De León Peralta
MATRÍCULA:
16-0225
ASIGNATURA:
Deontología Jurídica
Facilitador:
Alberto Jiménez Monegro
Santiago de los Caballeros
República Dominicana
14 de diciembre del 2018
Introducción.

El profesional del derecho se debe a sí mismo y a su misión de auxiliar


de la justicia otorgada por la ley, una conducta íntegra, con tal de
favorecer plenamente al cliente que son siempre el motivo de su labor.

Es bien conocido que el abogado dominicano se caracteriza por ser


experto en artimañas dilatorias del proceso y sobre todo en cobrar
sumas a veces inadecuadas con el trabajo ofrecido o realizado.

Este breve reporte puntualiza sobre cómo debe ejercer la abogacía,


todo abogado.
El ejercicio ético del abogado y del poder Judicial en la actualidad
en la República Dominicana; para lo que le sugiero tomar en
cuenta todos los actores que inciden en la judicatura como son;
Jueces, abogados, fiscales y defensores públicos.

La ética del profesional del derecho se rige por el Código de Ética del
Colegio de Abogados de la República Dominicana.

Los deberes esenciales del abogado son: la probidad, independencia,


moderación y la confraternidad. Partimos de que la probidad es la
representación que hace un abogado a nombre de su cliente, la cual
debe ser llevada con un alto nivel de dignidad. La independencia del
abogado es propia del perfil de la carrera porque estamos ante un
profesional liberal, que no se encuentra subordinado a un superior, sino
a lo que sus principios y su preparación académica le pauten. La
moderación implica en no incurrir en abusos, es obedecer ciertos
parámetros éticos y morales que le exige su oficio. La confraternidad
consiste en no incurrir en una competencia desleal respecto de sus
colegas abogados, respetando la labor de los demás como la propia.

Probidad

La probidad, la independencia, la moderación y la confraternidad. (Art.


1 del código de ética profesional). Su conducta jamás debe infringir
las normas del honor y la delicadeza que caracteriza a todo hombre de
bien.
Uno de los deberes primordiales del abogado es ser probo, es decir
actuar con honestidad. Su conducta tiene que ser intachable,
caracterizándose con la veracidad y la buena fe.

Dice un viejo refrán, que si quieres saber si un abogado es probo, dale


un carguito y ponle a administrar recursos.

Veracidad

(Art. 2 del código de ética profesional). EI profesional del derecho


debe ser leal y veraz y debe actuar de buena fe, por tanto, no aconsejará
ningún acto fraudulento ni hará en sus escritos citas contrarias a la
verdad. Para el profesional del derecho estará siempre antes que su
propio interés, la justicia de la tesis que defiende.

El profesional veraz es aquel que actúa y dice la verdad, que es sincero


y claro.

Dignidad

El profesional del derecho debe actuar con irreprochable dignidad, no


sólo en el ejercicio de la profesión, sino en su vida privada. (Art. 1
párrafo 1 del código de ética profesional).

La asociación con terceros no profesionales en derecho con el propósito


ostensible o implícito de aprovechar su influencia para conseguir
asuntos es contraria a la dignidad profesional y en consecuencia pasible
de sanciones disciplinarias. (Art. 12 del código de ética profesional).

El ejercicio de la profesión de abogado es incompatible con el


desempeño de cargos u ocupaciones que impliquen trabas a su
independencia y lesionen su dignidad. (Art. 13 del código de ética
profesional).

La dignidad es una norma que establece un deber del abogado, es decir


una obligación moral. Es una excelencia, realce y decoro en la manera
de actuar y de comportarse, tanto en su vida personal como en el
ejercicio de su profesión.

Responsabilidad

El profesional del derecho debe reconocer su responsabilidad cuando


esta resultare de negligencia, error inexcusable o dolo, obligándose a
indemnizar los daños y perjuicios causados. (Art. 14 del código de
ética profesional).

La responsabilidad en el actuar y el ejercicio del abogado son


indispensable para poder vivir en sociedad. El profesional del derecho
como persona tiene la obligación de responder sus actos ante la
sociedad.

Honor

El Diccionario de la Real Academia, al referirse al honor expresa: “el


honor es la cualidad moral que nos lleva al más severo cumplimiento de
nuestros deberes respecto al prójimo y de nosotros mismos”.

En su vida profesional como en su vida privada, el abogado, debe


abstenerse de toda conducta impropia, como hombre primero y luego
como profesional.
Respeto a la ley

“Los profesionales del derecho deben respetar y hacer respetar la ley


y las autoridades públicas legalmente constituidas. El abogado como
auxiliar y servidor de la justicia y colaborador en su administración, no
deberá olvidar que la esencia de su deber profesional consiste en
defender los derechos de su cliente con diligencia y estricta sujeción a
las normas jurídicas y a la ley moral.” (Código de ética del profesional
del derecho en su artículo 4to.)

Moderación en los alegatos

Al definir la acepción de alegato, El Diccionario de la Real Academia


define: “alegato. 1. Argumento, discurso, etc., a favor o en contra de
alguien o algo 2. Escrito en el cual expone el abogado las razones que
sirven de fundamento al derecho de su cliente e impugna las del
adversario 3. Disputa, discusión.”

El abogado debe actuar con estilo, con elegancia, estética y con gusto
animado de una decisión recta de conciencia. Es la fórmula de actuar y
de proceder jurídicamente con orden y método.

El profesional del derecho debe cuidar su lenguaje, absteniéndose de


toda expresión agresiva o violenta en el estrado, o en sus escritos. Sus
defensas deben basarse en la verdad y las críticas y defensas a las
actuaciones y fallos de un magistrado deben ser con moderación y
respeto, debe cuidar su estilo.

No publicidad de los asuntos que se le encomienda


“La publicación de avisos en los periódicos para el efecto de dar noticia
de la dirección y el teléfono, es correcta, aunque no es aconsejable
hacerlo en forma llamativa. Debe, en consecuencia, el profesional del
derecho abstenerse de toda publicación excesiva. El Abogado no debe:
utilizar los periódicos para discutir los asuntos que se le encomiendan,
ni dar publicidad de las piezas del expediente en los asuntos no fallados,
aun, a menos que ello sea necesario para la corrección de conceptos
cuando la justicia o la moral lo exijan Una vez concluido el proceso, el
Abogado: podrá publicar los documentos y actuaciones, así como
también sus comentarios sobre los mismos, en forma respetuosa e
imparcial. Lo que antecede no incluye los estudios o comentarios
exclusivamente científicos hechos en publicaciones profesionales, que
deberán regirse por los principios de ética, debiendo omitirse los
nombres propios si la publicación puede perjudicar a una persona en su
honor y buena fama”. (Art. 6 del Código de Ética Profesional)

El Art. 7 del mismo código expresa: “La formación de la clientela debe


fundamentarse: en la capacidad profesional y en la honorabilidad; el
Abogado evitará escrupulosamente la solicitación directa o indirecta de
clientes, o solicitar asuntos por medio de entrevistas no justificadas por
las relaciones personales, menoscaba la tradicional dignidad de la
abogacía y comete una falta contraria a la ética, el Abogado que así lo
hiciere se hace pasible de severas sanciones disciplinarias”.

Art. 8 Código de Ética profesional dispone: “El Abogado no permitirá:


que se hagan recomendaciones públicas de su bufete. Se abstendrá de
tener agentes que le procuren asuntos o clientes”.
Es censurable que el profesional en derecho lleve a la prensa la
discusión de asuntos que se hallan sub-júdice. Ya sea directamente o
de modo indirecto, haciendo firmar los escritos a su cliente, sin
embargo, es correcta la publicación en folleto de sus escritos y de las
sentencias, sin que pueda hacer lo mismo con los escritos de su
contrario, si no está debidamente autorizado por el letrado que lo
patrocina.

Consecuencia del comportamiento no ético

Art. 10.- El Abogado que directa o indirectamente pague o recompense


a las personas que lo hubieren recomendado procede contra la ética
profesional. El profesional que tenga conocimiento del hecho de que un
Abobado acostumbre tal práctica con el propósito de obtener una dienta,
deberá denunciar el caso al colegio a fin de que se le apliquen las
correspondientes medidas disciplinarias.

Art. 36.- El Abogado dará aviso inmediatamente a su cliente sobre


cualesquiera bienes o sumas de dinero que reciba en su representación
y deberá entregarlo íntegramente tan pronto como le sean reclamados.
Es una falta de ética que el Abogado haga uso de fondos pertenecientes
a su clientela sin su consentimiento, además, del delito que dicho acto
genera.

Art. 39.- Una vez aceptado un asunto, el profesional en derecho debe


hacer lo posible por no renunciar, sin justa causa a la continuación del
patrocinio. Si por motivos atendibles decides, no obstante, interrumpir
su actuación, debe cuidarse de que su alejamiento no sea intempestivo.
SANCIONES

A) Amonestaciones.

B) Disciplinarias.

Art. 73,- Los profesionales del derecho serán corregidos:

1) Con amonestación, cuando en términos injuriosos, despectivos o


irrespetuosos se refieran a sus colegas, va sea por
correspondencia privada o en las representaciones verbales o
escritas ante cualquier autoridad del país, yunque no suscriban
las últimas, salvo que el hecho se hubiese cometido enjuicio que
se ventile o se haya ventilado ante los Tribunales, pues en ese
caso éste será llamado a imponer la sanción disciplinaria
conforme lo dispuesto por la ley de Organización Judicial.
2) Con suspensión de uno o dos meses, en el caso de que injurien a
sus colegas por la radio, la prensa u otro medio de publicidad. En
éste y en los casos previstos en el inciso anterior, no se permitirá
al defensor rendir prueba tendente a demostrar la veracidad de lo
que hubiere afirmado y se estime injurioso.
3) Con suspensión o amonestación de uno a dos meses, si
aconsejaren por malicia o ignorancia inexcusable, la iniciación de
un pleito evidentemente temerario que hubiere ocasionado
perjuicio grave al cliente.
4) Con amonestación o suspensión de uno a tres meses, si arreglan
extra judicialmente un negocio, en cualquier sentido, con la parte
contraria a la que patrocinan, sin el consentimiento expreso,
escrito y firmado del profesional que defiende a esa parte.
5) Con amonestación o suspensión de uno a cuatro meses cuando
sin intervención en un negocio, suministren oficiosamente
informes a las partes acerca de la marcha del mismo, o censuren
ante aquéllas la actuación de los colegas.
6) Con amonestación, si recibieren determinada suma por trabajo
prometido y no realizado, en todo o en parte, sin perjuicio de la
devolución que acordare el Tribunal Disciplinario, del total recibido
o de la suma que fije. La falta o devolución se corregirá con
suspensión de seis meses a dos años.
7) Con inhabilitación, si entraren en inteligencia con la parte contraria
a su patrocinado o con terceros, para perjudicar a su cliente, o
causaren ese perjuicio por malicia inspirada por cualquier otra
cosa.
8) Con amonestación, si consintieren, so pretexto de facilitar el pago
al deudor de su cliente, en que se alteren las tañías legales sobre
honorarios.
9) Con amonestación o suspensión de uno a seis meses, si se
negaren a devolver dentro del término fijado al efecto y sin razón
justificada, documentos o expedientes, entregados por las
autoridades judiciales para la práctica de alguna diligencia.
10) En general, con amonestación, cuando en sus relaciones
mutuas, los profesionales en derecho faltaren a la lealtad más
cabal y a la debida consideración en el trato, ya sea éste de
palabra o por escrito, en forma o con ocasión no previstas, en
algunas de las disposiciones del presente código.
11) En general, con amonestación o suspensión de un mes a un
año, si cometieren hechos que comprometan gravemente el
decoro profesional.
Aplicación de las sanciones disciplinarias.

Art. 74.- Las correcciones disciplinarias a que alude este Código se


impondrán sin perjuicio de las responsabilidades penales y civiles en
que haya incurrido el profesional del derecho. En consecuencia, no será
obstáculo para imponerla el hecho de que esté pendiente de tramitación
ante los Tribunales queja, juicio o causa sobre el motivo que sirva de
fundamento a la corrección, ni tampoco el que haya recaído
sobreseimiento o sentencia absolutoria.

Art. 75.- Las correcciones disciplinarias aplicables por los actos y


omisiones en este código son las siguientes:

1) Amonestación, la cual se impondrá siempre en forma


estrictamente confidencial.
2) Inhabilitación temporal del ejercicio de la abogacía de un mes a
cinco años.
3) Inhabilitación perpetua para el ejercicio de la abogacía de modo
absoluto.
Art. 76,- Cuando las sanciones disciplinarias se enuncian en forma
alternativa, queda al prudente arbitrio el Tribunal Disciplinario elegir la
que estime más conveniente.

Art. 77.- Si la sanción de suspensión se indica dentro de límites que


señalen sus extremos mínimos y máximos, el Tribunal Disciplinario
determinará a su albedrío a corrección dentro de los extremos
señalados, tomando en cuenta las circunstancias del caso y los
antecedentes y condiciones personales del profesional acusado.

Entrevista a con un juez, un fiscal, un defensor público, abogado.

Defensor público.

Lic. Enriqueta Cruz.

Todo profesional del Derecho es visto en la sociedad como un ente de


respeto y como tal debe de comportarse, debido a la magnitud de
respeto que percibe por vía de la sociedad las sanciones que establece
el Código de Ética del Profesional del Derecho son:

1.Amonestación privada.

2.Amonestación pública y/o multa

3.Suspensión del ejercicio de la profesión de un año a cinco años;

4. Inhabilitación perpetua, dependiendo de la gravedad de la falta


cometida.

Juez

Eddy Hernández:

Las acciones disciplinarias son las sanciones que nos son colocadas
cuando violentamos la ley. Por ende, estas conllevan a sanciones como
suspensiones, también amonestaciones, ser rechazados por los
colegas, por los clientes, y a veces estas sanciones hacen que los
demás pierdan el respeto hacia nosotros como profesionales.

Nosotros como profesionales del derecho debemos de tener mucho


cuidado con lo que hacemos en nuestro ejercicio, porque indirectamente
podemos estar incurriendo en faltas y esas faltas se convierten en
sanciones que nos perjudican gravemente, al punto de hasta perder el
exequátur, que sin el no podemos ejercer esta prestigiosa carrera.

Cuando un abogado actúa con artimañas, engaña a sus clientes, a sus


colegas, falsifica y miente, incurre en violación a las normas, a usted
mismo como abogado. Esas sanciones pueden ser quitarle el
exequátur, sacarlo del colegio de abogados y sanción moral por parte
de los demás colegas.

Fiscal

Lic. Wady Maximino Cueva.

En la sociedad que vivimos toda persona que cursa estudios en


cualquier casa de estudios llámese universidad, instituto, etc., debe de
inspirar respeto hacia los demás y ese respeto y admiración se adquiere
bajo una normativa de comportamiento intachable, a los abogados
como es mi caso y es el gremio al que pertenece nos rige un Colegio de
Abogados y en conjunto con el Código de Ética del Profesional del
Derecho que mediante este se castigan las infracciones cometidas por
cualquier miembro de nuestro gremio.

Dichas sanciones pueden ser las siguientes que son las más comunes
y las que se adhieren al tipo de infracción cometida:

• Suspensión del ejercicio profesional por un determinando tiempo o


definitivo.

• Cancelación del execuátur que es el permiso que nos otorga poder


ejercer en este país.
• Entre otras acciones que someten a la disciplina.

Abogado

Lic. Santiago Zuriel.

El abogado es un profesional liberal l debidamente acreditado por el


Estado para ejercer la abogacía, conocedor de las ciencias jurídicas y
del derecho, cuya función principal es ser auxiliar y colaborador de la
justicia, y defensor de los intereses, libertades y derechos
fundamentales de los clientes, como tal es su rol en la sociedad así
también es su comportamiento dentro de ella y en el ejercicio de tal
carrera, nosotros mismo somos quienes formamos un status de respeto
y que debemos de conllevar día a día por los valores en los que como
ser humanos fuimos formado para esto tiene control el Colegio de
Abogados de la Republica Dominicana que regula y sanciona olas
acciones de nosotros los miembros abogados, suspensión del ejercicio
y cancelación del permiso del ejercicio son las sanciones más comunes
aunque también depende del tipo de infracción cometida por el
profesional.
Conclusión.

Después de analizar los fundamentos teóricos y de conceptualizar la ética del


abogado, se he llegado conclusiones de que el abogado es un profesional liberal
debidamente acreditado por el Estado para ejercer la abogacía, conocedor de las
ciencias jurídicas y del derecho, cuya función principal es ser auxiliar y colaborador
de la justicia, y defensor de los intereses, libertades y derechos fundamentales de
los clientes.
El abogado es un profesional con conocimientos de disciplinas y ciencias jurídicas,
egresado de una universidad nacional o extranjera, con título de licenciado o doctor
en derecho, aprobado por un exequátur del Poder Ejecutivo, juramentado por la
Suprema Corte de Justicia y matriculado en el Colegio de Abogados de la República
Dominicana para ejercer la abogacía.
Los abogados prestan servicios de asistencia, asesoría, consultoría, consejería,
defensoría, y representación de los intereses y derechos de los clientes. La
abogacía es un oficio muy antiguo que surgió para enfrentar las injusticias sociales
y para el reconocimiento de los derechos de las personas frente a los gobernantes.
La abogacía se aplica para la defensa de los bienes, honor, libertad, derechos y
vida, de los clientes del abogado. El abogado es el profesional llamado a contribuir
con el equilibrio social.

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