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Resumen
Las competencias básicas se asoman al currículum como habilidades imprescindibles a dominar por
nuestro alumnado.
Estas habilidades que tendrán que haberse adquirido al finalizar la etapa obligatoria formarán parte de
la educación integral y promoverán un mejor desarrollo en la vida adulta y en el entorno laboral.
Palabras clave
- competencias básicas
- LOE
- adquisición de habilidades
Las competencias básicas se consideran a aquellos aprendizajes que son imprescindibles, por lo que la
LOE las ha incorporado al currículum.
Se plantean desde un enfoque integrador y orientadas a aplicar los saberes adquiridos en el entorno
escolar a la vida cotidiana.
Estas competencias deben de haberse adquirido al finalizar la enseñanza obligatoria, la adquisición de
estas garantiza la realización personal, el ejercer una ciudadanía activa, la incorporación a la vida
adulta de una forma completa y ser capaz de desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de la
vida.
Incluir las competencias básicas dentro del currículum implica:
- Integrar los aprendizajes formales y no formales en las diferentes áreas.
Este trabajo se realizará a través de las diferentes áreas y de los objetivos y contenidos educativos con
los que se pretende alcanzar estas competencias básicas.
Si es cierto, y hay que tenerlo en cuenta, que alcanzar los objetivos y contenidos de cada área no
implica el alcanzar el desarrollo de ciertas competencias.
Todas las áreas contribuyen al desarrollo de las diferentes competencias y todas las competencias se
alcanzarán como consecuencia del trabajo.
Para contribuir de forma efectiva al desarrollo de estas competencias es necesario además de trabajar
las diferentes áreas como ya hemos mencionado, tomar medidas tanto organizativas como
funcionales... De tal forma, como se organice el centro y las aulas, la participación que muestre el
alumnado, el uso de determinadas metodologías y recursos didácticos, o la organización y
funcionamiento de la biblioteca escolar, entre otros aspectos, pueden favorecer o dificultar el desarrollo
de ciertas competencias como son aquellas asociadas a la comunicación, al análisis del entorno físico,
la convivencia, la ciudadanía, o la alfabetización digital (brecha digital).
Así mismo, la orientación y la acción tutorial pueden contribuir de modo determinante a la adquisición
de competencias relacionadas con la regulación de los aprendizajes, el desarrollo emocional o las
habilidades sociales.
En el marco de la propuesta realizada por la Unión Europea, y de acuerdo con las consideraciones que
se acaban de exponer, se han identificado ocho competencias básicas:
Esta competencia hace referencia al uso del lenguaje como instrumento de comunicación oral y escrita,
de representación, interpretación y comprensión de la realidad, de construcción y comunicación del
conocimiento y de organización y la autorregulación del pensamiento.
A través de esta competencia se desarrollan la expresión de pensamientos, pensamientos, emociones,
vivencias y opiniones, así como un elemento esencial dentro del lenguaje, el diálogo
Esta competencia también hace mención a la lengua extranjera, de la que se espera que el alumnado
adquiera los conocimientos suficientes como para poder comunicarse al menos en una y esto conlleva
el poder enriquecer las relaciones sociales.
Esta competencia está relacionada con la habilidad para utilizar y relacionar los números, sus
operaciones básicas, los símbolos y las formas de expresión y razonamiento matemático, tanto para
producir e interpretar distintos tipos de información, y resolver problemas relacionados con la vida
cotidiana y con el mundo laboral.
Implica conocer y manejar los elementos matemáticos básicos (suma, resta, multiplicación,…) en
situaciones reales o simuladas de la vida cotidiana, y la puesta en práctica de procesos de
razonamiento que lleven a la solución de los problemas que se planteen.
La competencia en razonamiento matemática conlleva que el alumnado desarrolle una disposición
favorable las situaciones que se les de en la vida cotidiana que contengan elementos matemáticos
La posibilidad real de utilizar las matemáticas en diferentes contextos hace de esta competencia un
elemento fundamental dentro de la enseñanza, por ello, su desarrollo en la educación obligatoria se
alcanzará en la medida en que los conocimientos matemáticos se apliquen de manera espontánea a
una amplia variedad de situaciones, a ser posible relacionadas con el contexto cercano del alumnado.
Según la LOE, el desarrollo de la competencia en razonamiento matemático, al final de la educación
obligatoria, conlleva saber utilizar espontáneamente -en los ámbitos personal y social- los elementos y
Como se puede intuir, esta competencia hace referencia a la habilidad para interactuar con el mundo
físico, tanto en los aspectos naturales como en aquellos en los que ha intervenido la acción humana.
Se pretende que el alumnado sea capaz de comprender porque ocurren determinados sucesos, las
consecuencias que esto implica, y que desarrolle una actitud enfocada a la mejora y la conservación de
las condiciones de vida de las demás personas y del resto de los seres vivos.
Incorpora habilidades para desenvolverse adecuadamente, con autonomía e iniciativa personal en
ámbitos de la vida como son la salud, los procesos tecnológicos, etc.
Esta competencia lleva implícito el saber interactuar con el espacio físico de una forma responsable,
conociendo la influencia que tiene la presencia del ser humano en el medio, su actividad, las
modificaciones que introducen y los paisajes resultantes de estas modificaciones, así como la
importancia de hacer un uso responsable de los recursos y concienciar sobre la importancia de la
diversidad natural.
Esta competencia supone el desarrollo y aplicación del pensamiento científico-técnico para interpretar la
información que se recibe y para predecir y tomar decisiones con iniciativa y autonomía personal en un
mundo en el que los avances que se van produciendo en los ámbitos científico y tecnológico tienen una
influencia decisiva en la vida personal, la sociedad y el mundo natural.
Asimismo, según la LOE, implica la diferenciación y valoración del conocimiento científico al lado de
otras formas de conocimiento, y la utilización de valores y criterios éticos asociados a la ciencia y al
desarrollo tecnológico.
Son parte de esta competencia el uso responsable de los recursos naturales, el cuidado del medio
ambiente, el consumo racional y responsable, y la salud.
Es obvio que encontrándonos en la llamada era digital esta competencia sea imprescindible dentro de
las competencias básicas a adquirir por nuestro alumnado, pero ¿En que consiste esta competencia?
No consiste en otra cosa más que en disponer de habilidades que permitan buscar, obtener, procesar y
comunicar información, y transformarla en conocimiento.
Habilidades que van desde el acceso a la información y su tratamiento hasta su transmisión en distintos
soportes.
Esta competencia incluye la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación como
elementos esenciales para informarse, aprender y comunicarse en estos momentos.
Esta competencia hace posible que e alumnado sea capaz de comprender la realidad social en que se
vive, cooperar, convivir y ejercer la ciudadanía democrática, así como comprometerse a contribuir a su
mejora.
Esta habilidad recoge el aprender a participar, a tomar decisiones, a comportarse según el contexto y a
ser responsable de las decisiones tomadas.
Esta competencia favorece la comprensión de la realidad histórica y social del mundo, su evolución, sus
logros y sus problemas.
Conlleva también entender las características de las sociedades actuales y su diversidad,
comprendiendo siempre las aportaciones que hacen las diferentes culturas han hecho al progreso de la
humanidad, y disponer de un sentimiento común de pertenencia a la sociedad en que se vive.
También forman parte de esta competencia aquellas habilidades sociales que permiten saber que los
conflictos forman parte de la convivencia, y que hay que resolverlos a partir de actitud constructiva y del
diálogo.
A través de esta competencia se persigue que el alumnado sea consciente de los valores que les rodea
y a partir de ellos que sean capaces de crear un sistema de valores propio.
Ello supone entender que no toda posición personal es ética si no está basada en el respeto a
principios o valores universales como los que encierra la Declaración de los Derechos Humanos.
En síntesis, ejercer la ciudadanía implica disponer de habilidades para participar activa y plenamente en
la vida cívica, construir, aceptar y practicar normas de convivencia acordes con los valores
democráticos, ejercitar los derechos, libertades, responsabilidades y deberes cívicos, y defender los
derechos de los demás.
Como bien podemos intuir, esta competencia hace referencia a conocer, comprender, apreciar y valorar
críticamente diferentes manifestaciones culturales y artísticas, utilizarlas como fuente de
enriquecimiento y disfrute y considerarlas como parte del patrimonio de los pueblos.
Se trata de aprender a apreciar la cultura y el arte.
Se trabaja a partir de la iniciativa personal, la imaginación y la creatividad para expresarse mediante
códigos artísticos y, en la medida en que este tipo de actividades suponen en muchas ocasiones un
trabajo colectivo, es preciso disponer de habilidades de cooperación para contribuir a la consecución de
un resultado final, y tener conciencia de la importancia de apoyar y apreciar las iniciativas y
contribuciones ajenas, así como para ser capaces de valorar las producciones propias y ajenas.
La competencia artística recoge el conocimiento básico de las principales técnicas y recursos artísticos,
así como de las obras y manifestaciones más destacadas del patrimonio cultural.
Como ya hemos mencionado, esta competencia persigue que el alumnado sea capaz de apreciar la
creatividad que se encuentra en la expresión de las ideas, de las experiencias o de los sentimientos a
través de diferentes medios artísticos, como la música, la literatura, las artes visuales, etc.
Al igual que la competencia social y ciudadana, esta competencia está ligada a valores como los de la
libertad de expresión, el derecho a la diversidad cultural, y la importancia del diálogo.
La educación tiene un papel fundamental para la difusión del patrimonio dentro de nuestras escuelas.
La UNESCO ha sido en buena medida la promotora de la difusión de estas premisas y sus políticas
culturales de educación y cultura han estado, y lo están en la actualidad, inspiradas en ellas.
En la educación, el patrimonio adquiere un papel de mediador cultural, tanto nacional como
internacional, y un papel de interpretador, en referencia a los diferentes países y regiones, territorios y
ciudades.
Aprender a aprender supone disponer de habilidades para iniciarse en el aprendizaje y ser capaz de
continuar aprendiendo de manera cada vez más eficaz y autónoma de acuerdo a los propios objetivos y
necesidades.
Esta competencia tiene dos dimensiones fundamentales. Por un lado, la adquisición de la conciencia de
las propias capacidades (intelectuales, emocionales, físicas), del proceso y las estrategias necesarias
para desarrollarlas, así como de lo que se puede hacer por uno mismo y de lo que se puede hacer con
ayuda de otras personas o recursos. Por otro lado, disponer de un sentimiento de competencia
personal, que redunda en la motivación, la confianza en uno mismo y el gusto por aprender.
Significa ser consciente de lo que se sabe y de lo que es necesario aprender, de cómo se aprende, y de
cómo se gestionan y controlan de forma eficaz los procesos de aprendizaje, optimizándolos y
orientándolos a satisfacer objetivos personales.
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ISSN 1988-6047 DEP. LEGAL: GR 2922/2007 Nº 15 – FEBRERO DE 2009
Requiere conocer las propias potencialidades y carencias, sacando provecho de las primeras y
teniendo motivación y voluntad para superar las segundas desde una expectativa de éxito, aumentando
progresivamente la seguridad para afrontar nuevos retos de aprendizaje.
Por ello, comporta tener conciencia de aquellas capacidades que entran en juego en el aprendizaje,
como la atención, la concentración, la memoria, la comprensión y la expresión lingüística o la
motivación de logro, entre otras, y obtener un rendimiento máximo y personalizado de las mismas con
la ayuda de distintas estrategias y técnicas: de estudio, de observación y registro sistemático de hechos
y relaciones, de trabajo cooperativo y por proyectos, de resolución de problemas, de planificación y
organización de actividades y tiempos de forma efectiva, o del conocimiento sobre los diferentes
recursos y fuentes para la recogida, selección y tratamiento de la información, incluidos los recursos
tecnológicos.
Implica asimismo la curiosidad de plantearse preguntas, identificar y manejar la diversidad de
respuestas posibles ante una misma situación o problema utilizando diversas estrategias y
metodologías que permitan afrontar la toma de decisiones, racional y críticamente, con la información
disponible.
Incluye, además, habilidades para obtener información -ya sea individualmente o en colaboración- y,
muy especialmente, para transformarla en conocimiento propio, relacionando e integrando la nueva
información con los conocimientos previos y con la propia experiencia personal y sabiendo aplicar los
nuevos conocimientos y capacidades en situaciones parecidas y contextos diversos.
Por otra parte, esta competencia requiere plantearse metas alcanzables a corto, medio y largo plazo y
cumplirlas, elevando los objetivos de aprendizaje de forma progresiva y realista.
Hace necesaria también la perseverancia en el aprendizaje, desde su valoración como un elemento que
enriquece la vida personal y social y que es, por tanto, merecedor del esfuerzo que requiere. Conlleva
ser capaz de autoevaluarse y autorregularse, responsabilidad y compromiso personal, saber administrar
el esfuerzo, aceptar los errores y aprender de y con los demás.
En síntesis, aprender a aprender implica la conciencia, gestión y control de las propias capacidades y
conocimientos desde un sentimiento de competencia o eficacia personal, e incluye tanto el pensamiento
estratégico, como la capacidad de cooperar, de autoevaluarse, y el manejo eficiente de un conjunto de
recursos y técnicas de trabajo intelectual, todo lo cual se desarrolla a través de experiencias de
aprendizaje conscientes y gratificantes, tanto individuales como colectivas.
9. NORMATIVA Y BIBLIOGRAFÍA
Autoría
Nombre y Apellidos: Olga María Moreno Fernández
Centro, localidad, provincia: Sevilla
E-mail: olgamariamoreno@gmail.com