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Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito

Fundamentos de la Comunicación 2
21 de marzo de 2019
Daniela López Aguilera

El relativismo moral

Definimos la ética como el conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran el


comportamiento humano en una comunidad[1], es aquí donde nos preguntamos quién tiene la
autoridad moral y ética para decidir que está bien o que está mal; nos enseñaron que nacemos
iguales, pero que con los años vamos forjando nuestro carácter, para ser auténticos, exponiendo
que existe la revolución del pensamiento y muchos otros factores que implican la libertad del ser;
entonces ¿Por qué debemos regirnos bajo normas implantadas por una única persona o un grupo
de estas. No se supone que yo soy único? Es aquí donde muchas personas recurren al relativismo
moral, el cual afirma que no hay valores morales objetivos que nos ayuden a determinar lo que
está bien o mal, esto lo reitera al afirmar que “todo es relativo” [2]. Si bien para muchos esta
posición es inválida, puesto que deja a nuestro criterio la aceptación, de lo hasta ahora entendido
como justo para defender esta visión el relativista propone dos argumentos: primero, puesto que
las personas y las culturas no tienen una única doctrina acerca de la ética, no podríamos hablar de
unos únicos y determinados valores morales objetivos; segundo, el relativismo moral conduce a
la tolerancia, diversificación y aceptación de prácticas que socialmente no son aceptadas o bien
vistas. Siendo así surge el interrogante ¿Se decide ser relativista moral o el ser relativista está
implícito en nuestra existencia?

Para definir esto, es necesario identificar y mencionar algunos argumentos a favor que se
han planteado acerca de la aplicación del relativismo moral. En primera instancia, este toma en
cuenta la temporalidad de los principios establecidos en un tiempo específico, por ejemplo, una
clara afirmación aplicada alrededor del mundo es no afectar la integridad física de las personas
que nos rodean, esto, en el siglo XXI, demuestra una alta coherencia y afinidad con los derechos
humanos. Sin embargo, si regresamos en el tiempo y señalamos la implementación de la
esclavitud como una práctica común se evidencia cómo no dañar al prójimo, un principio
proclamado como universal por muchas personas, se ve directamente transgredido sin
remordimiento alguno, en cambio, esta práctica se veía incluso como una manera de obtener
dinero[3]; llevándonos a pensar acerca de cómo un juicio moral bastante lógico puede ser
incorrecto en un tiempo exacto. Otro punto a favor acerca de la aplicación del relativismo
relacionado con el punto anterior es la dependencia al lugar en el que se está, específicamente a
la cultura establecida en dicho lugar, las personas no deberían ser juzgadas o tachadas de
inmorales sin tener en cuenta la cultura en donde se aplican los hechos, esto nos lleva
directamente a una palabra clave, “depende”, ya que los juicios y afirmaciones morales que
damos siempre son dependientes de las circunstancias y el entorno, normalmente no se ve de la
misma forma un asesinato a una persona inocente a un asesinato hecho por una víctima de un
agresor en pro de defensa propia, el juicio dado a una acción, su definición de buena o mala,
honorable o deplorable, se ve directamente afectado por la posición en la que la persona se
encontraba al momento de realizarla.

Por otro lado, el relativismo moral puede hacer a la sociedad un poco inestable, puesto
que los conceptos del bien y del mal se convierten en una cuestión de cambiar la opinión moral.
Por lo tanto, se puede llegar hasta un extremo en el que las personas tergiversan completamente
los conceptos del bien y el mal, y modifican como desean los límites que encierran lo bueno y lo
malo. El relativismo también puede llevar a un debilitamiento de la verdad, debido a que se
adopta una actitud crítica y negativa hacia todo, negando rotundamente la existencia de verdades
absolutas y se tiene una tendencia a rechazar cualquier afirmación definitiva y a rebelarse contra
lo establecido. Por último, cabe señalar que en casos extremos puede llevar al etnocentrismo y a
la xenofobia entre diferentes sociedades debido al choque cultural que se produce y que muchos
detractores del relativismo afirman que es posible hallar una contradicción en el concepto de
relativismo que postula que todo es relativo, por lo que este postulado también sería relativo,
invalidándose a sí mismo.[4]
Así pues, es importante señalar que a raíz de la antropología, la correlación relativismo
moral - humanidad es muy alta, frecuente e implicante en las diferentes sociedades y culturas por
las que nos regimos. Muy seguramente la mayor parte de la población no decide si ser o no ser
un relativista moral. Sin embargo, para quienes deciden no serlo, al tomar la decisión hace uso
del relativismo moral en algún punto. Por ejemplo, la decisión está basada en un argumento
personal o impersonal que según su criterio es el correcto. Es decir es el que está bien y por ende
termina rechazando el relativismo moral. Al decidir que está bien rechazar el relativismo moral,
se está haciendo uso del mismo. Por otro lado, haciendo referencia a la cotidianidad todos, al
juzgar, dar opiniones, y crear escenarios y circunstancias donde se determine si es bueno o malo
dicho actuar, estamos implicando el relativismo moral, por consiguiente se puede concluir que el
relativismo moral está innato en nosotros como seres humano, pues tenemos la capacidad de
opinar, pensar y actuar a partir de unos principios y valores éticos que van totalmente ligados a la
formación, la cual generalmente está basada en tradiciones familiares, culturales y esquemas
sociales de una región en particular lo que nos sugiere que dependiendo de dichos factores el
bien y el mal según las sociedades y culturas tienen una brecha impidiéndoles ser totalmente
objetivos.

Referencias

- [1] Conceptodefinicion. Definicion de etica. Revista virtual. seccion de educacion-definista.


(2015). Tomado el 23 de mayo de 2018. Para más información:
http://conceptodefinicion.de/etica/

- [2] Einstein, Albert. 1879 - 1955. Nada es absoluto, todo es relativo. USA. (1905).

- [3] Universidad de Buenos Aires (2003) Una defensa de la dimensión temporal del relativismo
ético [En línea]. Análisis filosófico. Vol 23. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Recuperado el
23 de mayo de 2018. Disponible en la URL
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-96362003000200002
- [4] García Norro, Juan José, Relativismo moral, en Fernández Labastida, Francisco – Mercado,
Juan Andrés (editores), Philosophica:Enciclopedia filosófica online, URL:
http://www.philosophica.info/archivo/2013/voces/relativismo_moral/Relativismo_moral.html

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