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Estudio realizado para Open Society Institute. El contenido del estudio y las
opiniones y recomendaciones expresadas son responsabilidad exclusiva de los
autores y no comprometen a Open Society Institute.
2
Índice
1. Introducción 4
1. Introducción
Una de las mejores armas potenciales del Estado para combatir el narcotráfico es
la extinción del dominio sobre bienes adquiridos ilícitamente. Esta figura legal fue
establecida como principio constitucional en 1936 y 1991, y luego desarrollada
legalmente en 1996 y 2002. En 1996, cuando fue aprobada la ley 333, el
fenómeno más notorio era la masiva inversión de dineros del narcotráfico en la
compra de inmuebles urbanos y rurales, que en dos décadas se había extendido a
409 municipios de los 1.098 en que se divide el país.1 Aunque ha habido un
avance progresivo, el desarrollo de instituciones judiciales y gubernamentales para
hacer efectiva la extinción del dominio y para distribuir los bienes recuperados es
todavía insuficiente para la magnitud de la tarea que está por realizar.
Los destinos finales de la inversión para lavar dineros ilícitos ocasionan distintos
impactos sociales y económicos, y la intervención del Estado con acciones de
extinción también produce resultados diferentes según se oriente a uno u otro
sector de la economía. El dinero producido por actividades ilícitas se convierte en
capital cuando es invertido en sectores productivos, ofrece empleo, aporta nuevos
bienes al mercado y establece tratos con proveedores y consumidores. Al hacerlo,
se confunde con las actividades lícitas y crea relaciones sociales que hacen más
difíciles las intervenciones del Estado para combatir el enriquecimiento ilícito.
1
En 1995 el autor realizó una encuesta a expertos en finca raíz en las capitales de departamentos
de todo el país para determinar los municipios donde había habido compras de fincas rurales por
narcotraficantes. El estudio fue publicado en Francisco Thoumi, Coordinador, Drogas Ilícitas en
Colombia, Bogotá, Ed. Planeta, 1996.
5
2
Atlas de Colombia 2002, Instituto Geográfico Agustín Codazzi, p.161-2.
6
liquidaron con violencia viejos conflictos por tierras con campesinos e indígenas y
en algunas regiones imitaron a las viejas capas propietarias al financiar la política
y controlar la administración local a su favor. La mayoría de los narcotraficantes
que compraron tierras también contribuyeron, como un desarrollo de su poder, a
financiar e impulsar grupos regionales de autodefensas. Esta fue la manera de
reordenar a su favor el entorno social de las regiones donde compraron tierras y
de controlar los riesgos provenientes de las guerrillas y las autoridades del
gobierno.
Este colapso del régimen de propiedad territorial culmina cuando los nuevos
dueños aseguran la representación de sus intereses en el sistema político regional
y extienden sus alianzas con sectores políticos centrales con influencia en el
congreso y la administración central. El conjunto de recursos de defensa de la
propiedad ilícita incluye entonces todo lo que el capital puede comprar, desde
organizaciones armadas hasta políticos y magistrados.
Este estudio busca comprender el alcance que ha tenido la respuesta del Estado
al enriquecimiento ilícito agenciado por el narcotráfico. Esa respuesta tiene varias
dimensiones esenciales: la solución política consagrada en las leyes, la acción
judicial desplagada por la Fiscalía, los jueces, tribunales y cortes, y la gestión
administrativa del gobierno, que incluye la investigación de la policía judicial, el
registro y clarificación de la propiedad territorial, y la administración y distribución
de los bienes incautados y extinguidos. Con estos elementos de juicio, el estudio
concluye enmarcando la política de extinción del dominio de fincas rurales dentro
del conjunto más amplio de la política de tierras del país y de las condiciones
institucionales requeridas para que el Estado pueda señalar un rumbo coherente
al régimen de propiedad de la tierra, que apunte al interés nacional, y pueda, en
ese nuevo marco de acción, dar el mejor uso posible al acerbo de tierras
acumuladas por narcotraficantes y cuyo dominio privado sea extinguido por la
justicia.
7
Este principio constitucional fue finalmente desarrollado por la ley 333 de 1996 y
reformada por la ley 793 de 2002.
El proyecto de ley sobre extinción del dominio fue presentado por el Ministro de
Justicia Carlos Medellín, durante el gobierno de Ernesto Samper Pizano, sumido
en un escándalo interno e internacional por haber recibido una financiación de US
$6 millones para la campaña electoral de los jefes del cartel de Cali, Gilberto y
8
Muchos congresistas que habían recibido recursos del cartel de Cali para sus
campañas políticas tenían un evidente conflicto de intereses al intervenir en el
debate sobre extinción del dominio.4 La Fiscalía General de la Nación formuló
acusaciones formales contra el Presidente Samper y un grupo de políticos
subsidiados por el narcotráfico, en el que se hizo famoso como el proceso 8.000.
Este proceso obligó a los políticos implicados a ocultar cualquier manifestación de
tener compromisos con los narcotraficantes y por tanto los inhibió de participar en
el debate de la ley, mientras sus donantes esperaban que ellos defendieran sus
intereses en el Congreso, pues esa era la lógica de la financiación electoral. El
ambiente parlamentario que rodeó la discusión y aprobación de la ley estuvo
marcado por un elevado ausentismo y grandes dificultades de los ministros de
gobierno, Horacio Serpa, y de justicia, Carlos Medellín, para reunir y mantener el
quórum mínimo para deliberar. 5
3
Un resúmen de las tensiones polìticas del año 1996 se pueden ver en “El año del Juicio”
Panorama. Resúmen 96. El Tiempo. Domingo 29 de diciembre de 1996 páginas 1B, 2B y 3B.
4
La Revista Semana a propósito de los intereses de los Rodríguez Orejuela en la ley de extinción
de dominio señala en su artículo “Aló ¿quién habla? Sorprende el poder de los Rodríguez Orejuela
para presionar por sus intereses desde la cárcel”, lo siguiente “En la celda de John Jairo Ponce,
señalado por las autoridades como uno de los ayudantes de confianza de Miguel Rodríguez
Orejuela, los agentes secretos hallaron un documento que contenía la recopilación de las
discusiones sobre la ley de extinción de dominio y el listado de cómo había votado cada uno de los
congresistas en las diferentes comisiones donde fue debatida esta iniciativa. Revista Semana
Noviembre 26 – diciembre 2 de 1996. Edición 760.
5
Véase “El Gol de Medellín. Cuando todo el mundo asumía que la partida de la ley de extinción de
dominio estaba perdida, cuatro meses de labores del ministro de Justicia, Carlos Medellín, dieron
resultado”. Gente. Revista Semana Noviembre 26 – Diciembre 2 de 1996 Edición 760, página 130.
Véase también “¿Hora de confiscar? La ley de extinción de dominio pasó, pero va a ser más fácil
entenderla que aplicarla”. Ibid., p. 28 y 29.
6
“Aló ¿quién habla?” Revista Semana. Op cit. P. 32
9
El primer tema fue la discusión sobre si la ley se debía tramitar como ordinaria o
como estatutaria, ocupada de derechos fundamentales, que según el artículo 152
de la Constitución debe ser votada por la mayoría absoluta de los miembros de
una y otra cámara. Los argumentos a favor de ley estatutaria se centraron en que
la propiedad era un derecho fundamental y, por lo tanto, una modificación
implicaba una votación calificada. Sin embargo, prevaleció el argumento contrario
en el senado. Como afirmó un senador “No toda ley que trate sobre derecho
fundamentales tiene que ser estatutaria, sino únicamente aquéllas que desarrollen
el concepto general y el alcance de aplicación de un derecho particular. Esta ley
trata un asunto relacionado con un derecho, pero no se trata sobre el derecho en
sí.” “El derecho de propiedad ni siquiera puede ser definido en sí mismo como un
derecho fundamental, sino que aparece como tal cuando está ligado a otro
derecho que sí es absolutamente fundamental”8. Así mismo varias sentencias de
la Corte han versado sobre este tema9 y por lo tanto los senadores ponentes
Germán Vargas Lleras y Claudia Blum, ambos del Senado, consiguieron que se
decidiera dar trámite como ley ordinaria.
Los otros dos temas que generaron desacuerdos durante la aprobación de la ley
fueron el artículo segundo, relativo a las causales para que proceda la extinción de
dominio y el artículo séptimo, que se refiere a la naturaleza de la acción de
extinción. El artículo segundo fue uno de los que cambió en su totalidad, desde la
presentación del texto inicial para primer debate en la comisión de senado y el
texto final aprobado por plenaria de la Cámara de Representantes.
7
“Olor a pólvora. El análisis del mecanismo explosivo del fallido carro-bomba de Cali, demostró
que el microbús no fue dejado allí para asustar sino para estallar”. Revista Semana Noviembre 12
– 19 de 1996. Edición No. 758. Véase también Entrevista a Claudia Blum “El gobierno no está
comprometido con los proyectos. La semana pasada la senadora Claudia Blum, ponente del
proyecto sobre extinción de dominio, debió retirarse temporalmente del Congreso debido a
múltiples amenazas. En esta revista habla de su decisión y de la suerte de los proyectos de ley en
el Congreso”. Revista Semana Noviembre 19 – 26 de 1996. Edición 759.
8
Apartes extractados del Acta de Comisión Conjunta. Acta No. 09 de 1996 Legislatura 1996-1997
– Primer periodo. Gaceta del Congreso. Bogotá Lunes 3 de febrero de 1997.
9
T-506 del 21 de agosto de 1992, c-066 del 24 de febrero de 1993, c-566 del 2 de diciembre de
1993, c-013 del 21 de enero de 1993 y c-37 del 5 de febrero de 1996.
10
“De las causales. Por sentencia judicial se declara la extinción del derecho
de dominio de los bienes adquiridos directa o indirectamente en
actividades relacionadas con:
1°. Enriquecimiento ilícito de servidores públicos, de particulares.
2° Perjuicio del Tesoro Público que provenga de los delitos de peculado,
interés ilícito en la celebración de contratos, de contratos celebrados sin
requisitos legales, emisión ilegal de moneda o de efectos valores
equiparados a moneda; ejercicio ilícito de actividades monopolísticas o de
arbitrio rentístico; hurto sobre efectos y enseres destinados a seguridad y
defensa nacionales; delitos contra el patrimonio que recaigan sobre
bienes del Estado; utilización indebida de información privilegiada;
utilización de asuntos sometidos a secreto o reserva”11.
12
Texto definitivo aprobado por la Cámara de Representantes los días 9, 10 y 11 de diciembre de
1996 al proyecto de ley número 11 3 de 1996 Cámara, 19 de Senado, por la cual se establecen las
normas de extinción de dominio sobre los bienes adquiridos en forma ilícita. Gaceta del Congreso
No. 602 – Lunes 9 de diciembre de 1996. [El subrayado son las causales que le añadió la plenaria
de la Cámara de Representantes al artículo y la cursiva, todos los cambios].
12
La Cámara, por tanto, decidió hacer explícitas las conductas contra las cuales se
encamina la ley de extinción del dominio, incluyendo las que más seriamente
afectan la seguridad nacional como el narcotráfico, el tráfico de armas, el
secuestro y la extorsión.
13
Senadores ponentes, Germán Vargas Lleras y Claudia Blum para primer debate al proyecto de
Ley Numero 19 de 1996-Senado. Gaceta del Congreso 363. Miércoles 4 de septiembre de 1996
13
En ese sentido, se hace explícito que la acción penal que declara la ilicitud del
origen de los bienes sirve de soporte para entablar una acción de tipo real. Esto no
significa, sin embargo, que sin una acción penal previa no se pueda adelantar la
extinción de dominio. Para aclarar este punto es necesario hacer un seguimiento
detallado de la evolución de este artículo.
16
Ponencia para segundo debate del proyecto de ley 19 de 1996- Senado, por el cual se
desarrollan los artículos 34 y 58 de la Constitución Política en materia de extinción del dominio.
Gaceta del Congreso No 547. Viernes 29 de noviembre de 1996. Imprenta Nacional.
17
Ibid p. 5
18
Ponencia para el segundo debate al proyecto de Ley número 19 de 1996 Cámara, por medio del
cual se desarrollan los artículos 34 y 58 de la Constitución Política en materia de extinción del
dominio. Gaceta del Congreso No. 547. Bogotá. Viernes 29 de noviembre de 1996. Imprenta
Nacional de Colombia. El mismo argumento se encuentra en la ponencia para segundo debate al
proyecto de ley 113 de 1996 Cámara. Gaceta 556. Miércoles 4 de septiembre de 1996, y en los
textos definitivos de Senado (Gaceta 574, lunes 9 de diciembre 1996) y Cámara (Gaceta 602,
lunes 16 de diciembre de 1996)
19
Maria Cristina Chirolla Lozada, “La acción de extinción”, La ley de extinción de dominio, Editorial
Carrera 7ma Ltda. 2004. P. 45
15
20
Intervención del Representante Julio E Gallardo Archibold
21
Sobre el tema de la retroactividad véase “Sin retroactividad la extinción no sirve” Entrevista a
Carlos Medellín. Revista Semana. Noviembre 12 – 19 de 1996. Edición No. 758.
22
Representante Alonso Acosta Osio. Cámara de representantes. Sesión plenaria ordinaria del día
lunes 9 de diciembre de 1996. Intervención del Representante. Gaceta del Congreso No. 625
Jueves 26 de diciembre de 1996.
16
Sin duda la naturaleza de la acción de extinción y las causales fueron los artículos
más controversiales. La votación de la ley se dividió en dos bloques, los artículos
que generaban acuerdo y los que no. Dentro del segundo bloque, además de los
artículos que se enunciaron, causó controversia el artículo 15, referente al trámite,
pues hubo proposiciones para ampliar los términos. El emplazamiento tenía un
término de 5 días y pasó a 20 días; el término de presentación del emplazado era
de 2 días y pasó a 5 días, pero se continuó con la designación de un curador ad
litem si el implicado no acudía al proceso. El término para contestar la demanda
era de 5 días y quedó en 10. El término para practicar pruebas que era de 10 días
y aumentó a 20, prorrogables por un término igual por una sola vez. El término
para alegar, que era de 5 días, pasó a ser de 8 días; y se eliminó el inciso
segundo del literal b) relativo a las publicaciones que debía hacer la Dirección
Nacional de Estupefacientes sobre los bienes vinculados a acciones de extinción
de dominio, debido a que por esa vía se podría estigmatizar a las personas.23
Otro de los artículos que causó discusión fue el artículo 25 De la Creación del
Fondo para la Rehabilitación, Inversión Social y la Lucha contra el Crimen
Organizado. La ley faculta que “los bienes y recursos sobre los cuales se declare
extinción de dominio, sin excepción alguna ingresarán al Fondo para la
Rehabilitación, Inversión Social y la Lucha contra el Crimen Organizado y serán
asignados por el Consejo Nacional de Estupefacientes, de conformidad con los
23
Extractado de la ponencia para segundo debate al proyecto de ley 113 de 1996 por medio del
cual se desarrollan los artículos 34 y 58 de Constitución Política en materia de extinción del
domino. Gaceta del Congreso No. 556. Miércoles 4 de diciembre de 1996, p. 21.
18
Sin duda este artículo fue polémico en las discusiones de comisión de Senado y
Cámara. La impresión de la representante Vivianne Morales era que se quería
crear “una entidad monstruo, que no tiene coherencia entre el esquema
administrativo, con más de 12 objetos diferentes, que suplantarían los programas
sociales que tiene el gobierno”.24 Al respecto el Representante Jaime Casabianca
afirma que si se crea una cantidad de funciones, después como va a ser la
asignación de tanta función, sugiere que esto no se convierta en un Conpes25
(Consejo Nacional de Política Económica y Social).
24
Intervención de la Representante Vivianne Morales Acta de Comisión Sesión Conjunta. Gaceta
del Congreso No. 6 Bogotá Lunes 3 de febrero de 1997.Imprenta Nacional.
25
Intervención del Representante Jaime Casablanca. Ibid. P. 34
26
Intervención del Representante José Aristizabal Gómez. Ibid p. 42.
27
Demanda de inconstitucionalidad contra la ley 333 del 19 de diciembre de 1996, “por la cual se
establecen las normas de extinción de dominio sobre los bienes adquiridos en forma ilícita”.
Actores Pedro Pablo Camargo, Edgar Augusto Moreno Blanco y Mauricio Galarza Jaramillo.
Magistrado Ponente Dr. Jose Gregorio Hernández Galindo. Sentencia aprobada en Bogotá en acta
del 29 de agosto de 1997.
28
Demandas de inconstitucionalidad instauradas contra la ley 333 de 1996, “Por la cual se
establecen las normas de extinción de dominio sobre los bienes adquiridos en forma ilícita”.
Actores Luis Antonio Vargas Álvarez, Jorge E. Peñuela García, Ramiro Basili Colmenares Sayazo,
Carlos Enrique Martínez Palacio, José Gustavo Villamizar Santacruz, Marlon Yovanni Colmenares
Velosa, Andrés de Zubiría Samper, Jose Luis Roys Aguilar, Soledad Arias Ramírez, Gustavo
Salazar Pineda, Jose William González Zuluaga, Franky Urrego Ortiz, Pedro Pablo Camargo,
Germán Navarro Palau, Raúl Duarte Fajardo. Magistrado Ponente Dr. José Gregorio Hernández
Galindo. Sentencia aprobada en Bogotá en acta del 3 de agosto de 1997.
19
El proceso para tramitar la ley 793 de 2002, presentada por el gobierno de Álvaro
Uribe, fue mucho más expedito que el de la ley 333 en 1996, básicamente porque
antes no había referencia a leyes anteriores sobre la materia. Como la intención
del gobierno era corregir las fallas de la ley 333, el debate tuvo como
antecedentes las sentencias de la Corte Constitucional, libros y discusiones
académicas y políticas sobre las deficiencias de la legislación sobre la materia y el
decreto legislativo 1975 de 2002, aprobado bajo el estado de conmoción interior,
que finalmente sirvió de guía para la elaboración de la nueva ley sobre la extinción
de dominio.
29
Demandas de inconstitucionalidad instauradas contra la ley 333 de 1996, “Por la cual se
establecen las normas de extinción de dominio sobre los bienes adquiridos en forma ilícita”.
Actores, Ernesto Amézquita Camacho, Ramiro Colmenares Sayazo, Carlos Martínez Palacio, José
Gustavo Villamizar Santacruz, y Samuel Ramiro Guzmán Castañeda. Magistrado ponente, Dr.
José Gregorio Hernández Galindo. Sentencia aprobada en acta del 23 de octubre de 1997.
30
Demanda de inconstitucionalidad parcial contra los artículos 7°, 8°, 12, 13, 14, 15, 17, 18, 21, 27,
28, 30 y 33, de la ley 333 de 1996 y contra la ley 365 de 1997. Actores Luis Manuel Ramos
Perdomo y Eduardo Camelo Padilla Hernández. Magistrado ponente Dr. Álvaro Tafur Galvis.
Bogotá, 12 de diciembre de 2000.
20
actividad ilícita […] para lo cual se previó acelerar los procesos de extinción del
dominio tendientes a lograr su eficacia”31. Sin embargo, la preocupación del
gobierno era que el decreto sólo podría estar vigente mientras lo estuviera el
estado de conmoción, por esa razón se buscó convertirlo en ley.
En 1999 se hicieron algunos estudios para proponer una ley que agilizara los
procesos de extinción, pero no era el mejor momento político para presentarla.
Con la llegada a la presidencia de Álvaro Uribe, se retomaron los estudios sobre la
conveniencia de una nueva ley de extinción de dominio y en una reunión liderada
por la Dra. Maria Cristina Chirola Lozada, en calidad de directora de la Unidad de
Lavado de Activos y Extinción de Dominio de la Fiscalía, con asistencia del Fiscal,
la Ministra de Defensa, el Ministro de Hacienda, el Ministro y la Vice-ministra de
Interior, el Vicepresidente y el Director Nacional de Estupefacientes, para la
elaboración del proyecto de ley. En esta reunión hubo controversia sobre dos
temas en especial, el primero fue la proposición para que la DNE manejara la
extinción de domino y el proceso se hiciera a través de sentencia administrativa,
como proponía el Ministro del Interior y de Justicia Fernando Londoño Hoyos. El
segundo tema fue el plazo de presentación personal de 3 meses, ante una
autoridad competente, del titular del bien o si no el proceso continuaba para
extinguir el dominio32.
31
Decreto 1975 de 2002, por medio del cual se suspende la Ley 333 de 21996 y se regulan la
acción y el trámite de la extinción de dominio. Ministerio de Justicia y del Derecho. Septiembre 3 de
2002.
32
Apartes de la entrevista con uno de los fiscales de la Unidad de lavado y extinción de dominio de
la Fiscalía General de la Nación. Agosto 30 de 2006.
33
Revisión constitucional del Decreto legislativo 1975 del 3 de septiembre de 2002 “Por medio del
cual se suspende la Ley 333 de 1996 y se regula la acción de extinción del dominio”. Magistrado
ponente Dra. Clara Inés Vargas Hernández. Bogotá 18 de noviembre de 2002. Corte
Constitucional.
21
sentencia favorable que deba ser reconocida como cosa juzgada por
identidad respecto a los sujetos, al objeto y a la causa del proceso;
<Inciso INEXEQUIBLE> Quienes con ocasión de la acción de extinción del
dominio ejerciten sus derechos deberán presentar personalmente el poder
ante la autoridad judicial que esté conociendo de la acción y estar a su
disposición en cualquier momento que se les requiera. La presentación y
disponibilidad personal no podrá ser suplida a través de apoderados
especiales o generales, judiciales o extrajudiciales, sino por circunstancias
que a juicio de la autoridad de conocimiento hagan imposible su
comparecencia.
Los cambios fundamentales del proyecto frente a la 333, son los siguientes.
Sin embargo, el proyecto tuvo importantes cambios en su pasó por las comisiones
primeras35, así:
34
Apartes extractados del primer debate en Cámara del proyecto 86 de 2002, por el que se
modifica la ley 333 de 1996, presentados por el ministro del interior Fernando Londoño Hoyos.
Gaceta del Congreso 402 viernes 27 de septiembre de 2002. Imprenta Nacional.
35
Proyecto de ley No. 86 de 2002 Cámara. Gaceta 402, viernes 27 de septiembre de 2002.
Ponencia para primer debate al proyecto de ley No. 86 de 2002 Cámara, 143 de 2002 Senado.
Gaceta del Congreso 575, lunes 9 de diciembre de 2002. Informe de ponencia al proyecto de ley
86 de 2002 Cámara, 143 de 2002 Senado. Gaceta del Congreso 614, miércoles 18 de diciembre
de 2002.
23
36
Aparte del acápite II. El debate en comisiones primeras. Informe de ponencia al proyecto de ley
86 de 2002 Cámara, 143 de 2002 Senado. Ibid pp. 48 – 56.
37
Apartes de la entrevista con un fiscal de la Unidad de Lavado de activos y extinción de dominio
de la Fiscalía General de la Nación. Agosto 30 de 2006.
38
Op cit., p. 49
24
1. Artículo 2°. “Se elimina del sujeto pasivo de la acción en la medida en que
la naturaleza y la característica de la acción de extinción de dominio, no
permiten su existencia. En efecto, al ser una acción real no puede pensarse
en sujeto pasivo, pues el objeto de la acción son los bienes y no las
personas. Hablar de sujeto pasivo es volver a personalizar la acción de
extinción y confundirla nuevamente con el proceso penal, lo que conllevaría
a tener los mismos problemas de interpretación que se dio a la ley 333 de
1996”.39
En el parágrafo 2 del mismo artículo se propone prescindir de la referencia
exclusiva a delitos, dada su independencia y autonomía con la acción
penal. Y se sugiere enunciar las actividades ilícitas que atenten contra la
salud pública, el orden económico y social, los recursos naturales y el
medio ambiente, seguridad pública, administración pública, el régimen
constitucional y legal, el secuestro, el secuestro extorsivo, extorsión y
proxenetismo.
2. En el artículo 3° se eliminan las medidas cautelares de índole penal, como
lo son incautar y aprehender. Por otra parte, se incluye la posibilidad de
extinguir bienes o valores equivalentes, cuando no sea posible declarar la
extinción de dominio por haberse reconocido derechos de terceros de
buena fe.
3. En los artículos siguientes no se hacen propuestas sustanciales de
modificación, sino simplemente se ajustan los términos dada la
independencia del proceso penal. Así mismo se tienen en cuenta los
reparos que hizo la Corte Constitucional en su revisión de los artículos 9 y
10 del Decreto 1975, sobre el abandono de bienes y la presentación del
titular del bien que se plasmaron en el texto del proyecto, pero que han sido
rectificados por las comisiones en los debates, con el objeto de no
desacatar el pronunciamiento de la Corte Constitucional sobre la materia.
Todos los cambios arriba señalados fueron argumentados por los ponentes del
proyecto. Por el Senado, Rafael Pardo Rueda, Germán Vargas Lleras, Claudia
Blum de Barberi, Rodrigo Rivera Salazar, Hernán Andrade Serrano y Mauricio
39
Ponencia para segundo debate al proyecto de ley No. 86 de 202 Cámara, 143 de Senado.
Gaceta del Congreso No. 620, jueves 19 de diciembre de 2002. Acápite III, las modificaciones
propuestas para el segundo debate.
25
La votación del segundo debate se dividió en los artículos que tenían proposición y
los que no tenían ninguna. Los que tuvieron proposición fueron, 1°, 2°, 3°, 7° y 18.
Los que no tuvieron ninguna proposición fueron 4°, 5°, 6°, 8°, 9°, 10, 11, 12, 13,
14, 15, 16, 17, 19, 20, 21, 22 y 23. Por lo que los segundos se votaron en bloque y
los otros se discutieron y se examinaron las proposiciones40.
Luego de discutir los artículos que causan controversia entre los congresistas se
pasa a la discusión de los artículos nuevos. Los Representantes Teresa Uribe
Bent y Julio Gallardo Archbold piden que se les respeten al departamento
Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, los derechos
adquiridos en el literal q) del artículo 26 de la ley 333/96 que reza así “Los bienes y
rendimientos y los frutos que generen los mismos, localizados en la jurisdicción
departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y cuya
extinción de dominio se haya decretado conforme a la presente ley, deberán
destinarse a la financiación de programas sociales en el Archipiélago. Los
recaudos generados en virtud de la destinación provisional de bienes se
destinarán en igual forma”. Lo anterior fue aprobado y quedó plasmado en el
artículo 23. Bienes y Derechos Ubicados en San Andrés.
Se propone otro artículo nuevo así “Los bienes muebles, inmuebles de que trata el
inciso tercero del artículo 12, podrán ser entregados en administración a las
organizaciones sin ánimo de lucro, constituidas con el fin de coadyuvar en los
procesos de educación, desarrollo comunitario, protección del medio ambiente,
prevención de la drogadicción y rehabilitación de los grupos de población más
vulnerables del país, en cuyo caso, y tratándose de bienes inmuebles, el acto
administrativo que conceda el uso y goce del mismo, como contraprestación por
parte de la organización, solo contemplará que se garantice su mantenimiento y
devolución, cuando ese sea requerido”. Frente a este artículo, el Representante
Roberto Camacho Weverberg pide a la plenaria de la Cámara que se nieguen este
tipo de proposiciones en la medida en que se convierten en “un rosario de
40
Acta de Comisión del Proyecto de Ley 086 de 2002 Cámara, 143 de 2002 Senado. Gaceta del
Congreso 43, miércoles 5 de febrero de 2003. La discusión sobre la modificación e inclusión de
nuevos artículos se encuentra contenida en esta Gaceta.
26
peticiones” de diferentes organismos para que les den a todos un pedazo y por lo
tanto pide que sea negada, petición que es concedida por la plenaria.
El Representante Pedro José Arenas hace otra solicitud para aprobar un artículo
que plantea que del total del dinero del Fondo Frisco, se destine un 40% para
proyectos de inversión social y programas de sustitución en las áreas con
presencia de cultivos de uso ilícito. Proposición que es negada bajo los
argumentos señalados a la proposición anterior.
41
Aprobación plenaria de Senado. Gaceta del Congreso 46, Jueves 6 de febrero de 2003.
42
Acta de conciliación al proyecto de Ley número 143 de 2002 Senado, 086 de Cámara, por la cual
se deroga la Ley 333 de 1996 y se establecen las reglas que gobiernan la extinción de dominio.
Gaceta del Congreso No. 53, viernes 7 de febrero de 2003.
27
Durante este primer período de aplicación de la ley era más fácil iniciar las
investigaciones porque muchos narcotraficantes hicieron ostentación pública de
riqueza y no habían adoptado métodos de ocultamiento de los bienes en cabeza
de testaferros, sino que habían creado sociedades con familiares y socios en las
que aparecían como titulares de la propiedad. Los primeros capos, además,
estaban deslumbrados por la riqueza acumulada y no estaban interesados en
disimularla.
Las entidades del Estado que podían denunciar la ilegitimidad de los bienes eran
la Dirección Nacional de Estupefacientes, la Policía Judicial, la Procuraduría, la
Contraloría y la Fiscalía, de oficio, podía iniciar investigaciones. Para compensar la
inexperiencia inicial de todas las entidades se crearon grupos de analistas del
DAS (Departamento Administrativo de Seguridad), la Fiscalía General de la
Nación y la DNE, destinados a cada uno de los mayores narcotraficantes de
entonces, como Pablo Escobar Gaviria, Gonzalo Rodríguez Gacha, los hermanos
Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, Pacho Herrera Buitrago y José Santacruz
Londoño.
Uno de los procesos de extinción más cuantiosos fue el de Pacho Herrera, que
dejó lecciones sobre las modalidades de inversión de los narcotraficantes. Su
especialidad fue la compra de terrenos urbanos, principalmente en Cali, y la
construcción de conjuntos habitacionales. La Fiscalía encontró evidencias de
falsificación de documentos y corrupción de las oficinas donde se tramitan las
licencias de construcción y legalización de bienes inmuebles. No aparecían las
cédulas catastrales ni los permisos de construcción, pero en la inspección sobre el
terreno se descubrían urbanizaciones completas. Herrera no vendía sino
arrendaba los inmuebles, que aparecían a nombre de testaferros y empleados
suyos. Los trámites de escrituras eran realizados en las Notarías 6 y 29 de Cali y
la Fiscalía estableció que sobornaban a los empleados para hacer aparecer los
bienes a nombre de terceros, entre ellos los abogados de Herrera. Muerto Pacho
Herrera, hubo conflictos entre los testaferros para quedarse con la propiedad de
los bienes y varios de ellos, entre ellos algunos abogados, fueron asesinados por
quienes aspiraban a quedarse con los inmuebles.43
Una modalidad distinta fue empleada por Víctor Patiño Fómeque, pues escogió
sus testaferros entre empresarios que podían demostrar ingresos para justificar
sus incrementos patrimoniales y a quienes resultaba difícil demostrar el nexo entre
los bienes y delitos de narcotráfico. A pesar de muchos esfuerzos, la Fiscalía no
descubrió pruebas de los nexos con Patiño hasta cuando éste confesó en Estados
Unidos para que dejaran de investigar a su familia. Amparado en el programa de
protección de testigos, delató abogados, arquitectos y agrónomos que actuaban
como testaferros de sus bienes. Cuando se inspeccionaban, muchos terrenos ya
estaban abandonados.
43
Aparte de la entrevista con un Fiscal de la Unidad de Extinción de Dominio de la Fiscalía General
de la Nación. Agosto 30 de 2006.
29
Cuando se aprobó la primera ley de extinción del dominio en 1996 surgió para
ellos la necesidad de ocultar la titularidad de sus fortunas para evitar el riesgo de
perderlas. La experiencia que vivieron los narcotraficantes con la destrucción de
los grandes carteles de Medellín, Cali, la Costa Atlántica y el Norte del Valle indujo
el surgimiento de una nueva generación de narcotraficantes que buscan tener un
bajo perfil y viven dentro de la cultura empresarial de estratos altos, donde pasan
desapercibidos. Se han sofisticado también las inversiones y las maneras de
ocultar el rastro del lavado de dinero.44
44
En diciembre de 1996 cuando se le estaba dando trámite a la ley de extinción de dominio en el
Congreso, la Revista Semana en el artículo “¿En hora buena”? anotaba:
“Aunque la ley aprobada contiene las más duras normas que se hayan visto en el país
para perseguir los bienes ilegales no falta quienes desde ya consideran a la nueva ley
más ambiciosa que efectiva. Para ellos una cosa es legislar y otra hacer cumplir la ley. Y
en el caso colombiano la distancia que hay entre una y otra es todavía muy grande.
Quienes así piensan consideran que la ley puede hacerse efectiva fácilmente
sobre algunas de las propiedades de los capos más famosos o de las personas
condenadas, pero difícilmente podrá llegar a tocar sus verdaderas fortunas. Los
narcotraficantes de las grandes ligas han aprendido a utilizar mecanismos de
ocultamiento de bienes tan sofisticados que aun teniendo las herramientas jurídicas para
descubrirlos y expropiarlos es poco probable que las autoridades logren hacerlo.
Por otra parte, en Colombia son muy pocas las condenas por narcotráfico. El
propio Pablo Escobar murió sin que las autoridades le hubieran podido probar la
exportación de un solo gramo de cocaína. Esto quiere decir que la mayoría de los
procesos de extinción de dominio van a tener que partir exclusivamente de la presunción
de que los bienes fueron adquiridos ilícitamente. Si bien esto es posible de acuerdo con
la nueva ley, la experiencia ha demostrado que manejar casos complejos con base
solamente en presunciones es bastante complicado en un país tan santanderista como
Colombia.
En el caso de los narcotraficantes conocidos, y en el de quieres ya se encuentran
tras las rejas, como los Rodríguez Orejuela, si bien va a ser prácticamente imposible
cobijar con la ley todos sus bienes, no va a resultar tan difícil demostrar que los que se
les conocen fueron adquiridos ilícitamente. Sin embargo en el de los narcotraficantes
anónimos colombianos, como son la mayoría, probar que adquirieron sus bienes gracias
al tráfico de drogas y posteriormente confiscárselos no va a ser tarea fácil. Mucho más
cuando en Colombia muchos narcotraficantes tienen negocios legales paralelos que les
permiten disfrazar eficazmente sus actividades ilícitas.”
30
La compra de tierras sigue siendo una de las inversiones preferidas por muchos
narcotraficantes porque les permite refugio en áreas con poca presencia estatal.
Sin embargo, las tierras bajo dominio de grupos armados, como guerrillas o
nuevas generaciones de autodefensas, están sometidas a los arreglos de
colaboración en la seguridad local y por tanto la propiedad es función de la fuerza
dominante. Han surgido proyectos agroindustriales de tipo plantación y se observa
también inversión en compra y venta de ganados, que se realizan en dinero
efectivo y por tanto son muy difíciles de descubrir y documentar. Otras inversiones
características de la nueva generación de narcotraficantes son la construcción de
centros comerciales, concesionarios de carros y comercios populares de
mercancías baratas importadas, además de los depósitos en paraísos fiscales y
países vecinos.
45
Es importante notar como hoy en día la fiscalía tipificó los delitos de ocultamiento de bienes y los
denominó “mecanismos de evasión de la acción” que se dividen en: Fiducia mercantil, Simulación,
Cesión de bienes, dación de pago, hipotecas, embargos y remates, testaferros, inscripción de
negocios falsos, compra de bienes en el exterior, compra de cupos numéricos en notarías,
falsificación de títulos de propiedad y documentos de registro, litigios simulados –procesos
laborales, civiles y comerciales-, desenglobe de terrenos, posterior englobe y desmembración.
Entrevista con uno de los fiscales de la Unidad de Extinción de Dominio de la Fiscalía General de
la Nación. Agosto 29 de 2006.
46
Para un ampliación sobre este tema véase Gustavo Duncan “Del campo a la ciudad en
Colombia. La infiltración urbana de los señores de la Guerra”. Publicado por el Centro de Estudios
y Observatorio de Droga y Delito. Facultad de Economía de la Universidad del Rosario. Disponible
en
http://www.urosario.edu.co/FASE1/economia/CEODD/docs/gustavoduncanse_oresdela_guerra.pdf
31
47
La principal falla de la Dijin es que las personas que manejan la extinción han tenido
permanencia pero a la hora de ascender cambian de dependencia y tienen que volver a entrenar
nueva gente sobre la materia. Esto se entiende por la misma naturaleza de ascenso dentro de la
policía, esto especialmente para los oficiales. Los suboficiales tienen mayor permanencia y es
32
gente que sabe. La Djin es una gran herramienta para la Fiscalía. El Das tiene buen equipo de
análisis judicial, es una buena escuela de formación y tienen un buen departamento de inteligencia.
El Das maneja buena información de terrorismo y subversión, la debilidad es que no tienen aviones
mientras la Dijin si. El Ejercito participa por inteligencia, en ataques contra guerrillas o paras se
encuentran portátiles o cuadernos con información de bienes y cédulas catastrales que son vitales
para los fiscales. El EJC trabaja más con el DAS, con la policía no, siempre ha existido rivalidad.
Entrevista Dr. Luis Fernando Castellanos,
Fiscal 17 Unidad de lavado de activos y de extinción del dominio de la Fiscalía General de la
Nación, Septiembre 20 de 2006.
48
En entrevista al Director de la DIJIN hecha por BBC Mundo, el periodista pregunta: ¿Cómo ha
cambiado la lucha contra las drogas y contra estos grupos de narcotraficantes en estos 20 años?
“Para perseguir a Pablo Escobar realmente hubo necesidad de montar el Bloque de Búsqueda
conjunto con militares, porque se trataba de desintegrar una organización con capacidad armada y
terrorista, para desarticular el cartel de Cali el arma fundamental fue la inteligencia, para lograr
identificar los sitios y localizar a estos capos. Y hoy por hoy, la fuerza institucional está
representada en los analistas de inteligencia financiera que están persiguiendo los dineros del
narcotráfico y eso explica porque hoy la prioridad del Estado, y de la Policía en concreto, es aplicar
la extinción de dominio que es el arma fundamental a la que hemos recurrido en estos últimos
meses porque se trata de rescatar para la sociedad colombiana bienes adquiridos ilícitamente.”
Entrevista con el Coronel Oscar Naranjo, Director de la DIJIN, BBC Mundo, 10 mayo 2004
33
La aplicación de la ley de extinción del dominio enfrenta serios problemas con los
terceros de buena fe que han realizado, sin saberlo, transacciones de finca raíz
con empresas del narcotráfico y se hacen sospechosos del delito de testaferrato.
Los fiscales encuentran con frecuencia personas que han adquirido un inmueble
con crédito bancario y son sorprendidos cuando el inmueble es decomisado por la
Fiscalía y pasa a manos de la DNE, a quien debe pagarle un arriendo adicional a
las cuotas de amortización al banco. Los jueces tardan en reconocer las
acreencias de los terceros de buena fe porque siempre es difícil distinguirlos de
los testaferros.
Existen muchos casos en los que se adelanta el proceso de extinción del dominio
y no existen condiciones de seguridad para incautar físicamente los predios y
nombrar los depositarios, porque la zona es teatro de operaciones de guerrillas o
paramilitares o porque los mismos narcotraficantes tienen bandas armadas que
los protegen. En este caso, el costo de desplegar operativos militares dirigidos en
apoyo de la extinción, por fuera de sus necesidades estratégicas, puede ser muy
alto frente a los beneficios esperados de la extinción. En estos casos la extinción
se realiza en el papel, al cancelar el registro de propiedad, pero en la práctica el
dominio territorial sigue en poder de narcotraficantes.
49
“Este testaferrato se evidencia en el estudio que realizó Fiscalía-UIAF-DIJIN-IGAC que analizó
los bienes de los delincuentes mirando los certificados de tradición, distinguiendo los predios por
tipos de cultivos, hectáreas, cuánto se pagó por la adquisición, y el resultado inicial fueron 40.000
bienes solo rurales, de esos quedaron en la primera investigación 160, luego 67 y luego quedaron
25 bienes que por los certificados de tradición y por los antecedentes de las personas que tenían
los títulos se pudieron investigar. El problema principal es que no se legalizan los traspasos de
propietarios y eso es lo que no permite seguirle la pista a los verdaderos culpables. Se firma la
promesa de venta pero la escritura queda a nombre del mismo propietario y no se le puede hacer
seguimiento.” Entrevista Coronel Castro, Unidad de Lavado de Activos DIJIN, Agosto 15 de 2006
35
Entre 1996 y 2002 la justicia dictó 117 sentencias, 43 de extinción del dominio y 73
de comiso definitivo, que afectaron a 1.775 inmuebles rurales con la incautación y
792 con extinción definitiva. Las sentencias son el último paso de los procesos de
extinción del dominio y cada una de ellas puede afectar centenares o miles de
bienes, según sea la fortuna de los investigados. 50 En el periodo presidencial de
Andrés Pastrana Arango (1998 – 2002) no se hicieron cambios sustanciales en la
normatividad sobre extinción de dominio. Sin embargo, en este periodo se creó la
Unidad de Información y Análisis Financiero UIAF, adscrita al Ministerio de
Hacienda y Crédito Público51 que sigue los parámetros de la normatividad
internacional sobre lavado de activos y financiación de terrorismo para detectar
aoperaciones financieras sospechosas de lavado de activos.
La iniciativa del gobierno de Álvaro Uribe de reformar la ley en 2002, que tomó
forma en el decreto 1975 de 2002 y fue plasmada finalmente en la ley 793 de
finales de ese año, dio un nuevo impulso a la aplicación de la acción, porque la
independizó del proceso penal por los delitos causantes del enriquecimiento ilícito
y permitió fundarla en el incremento no justificado del patrimonio, que se puede
presumir en casos de riqueza manifiesta sin orígenes claros y requiere ser
desvirtuado por el implicado. El aumento del número de sentencias de extinción
definitiva es un buen indicador del desempeño de los instrumentos legales
respectivos. Entre 1996 y 2002 hubo sólo 44 sentencias y entre 2003 y 2004 hubo
264, como muestra la tabla incluida en el anexo.
50
Contraloría General de la República, “El manejo de bienes incautados, una estrategia
incompleta”, 2002. Op cit., 2002. P. 21
51
Se crea la UIAF por Ley 526 de 1999. Diario Oficial No. 43.667, 15 agosto de 1999. Véase
también www.uiaf.gov.co
36
La eficiencia para lograr extinciones definitivas ha sido muy poca. “Pese al tiempo
transcurrido desde la expedición de las normas sobre extinción de dominio, los
resultados de la gestión de los responsables son bajos: en relación con el estado
jurídico (histórico rurales), de los 3.376 bienes, el 62% (2.104) de los bienes
rurales carece aún de definición de la situación jurídica, en el 29% (986) de los
casos se ha decretado su devolución y sólo en 0,15% (5) de los casos se ha
producido la extinción del dominio, cuatro de los cuales representan 384 has. El
resto de los casos (9%) se encuentra en proceso de investigación o ya se ha
producido sentencia de primera instancia. De igual manera, el 83% (1.249) de los
bienes que reportó información sobre extensión, registraron estado jurídico “por
establecer” y equivalían a 388.576 has.” 52
Según los datos de la Fiscalía, las incautaciones de predios rurales han abarcado
288 municipios, de los cuales 196 aparecían en la encuesta de 1995 y 92 no
aparecían registrados en la encuesta. Es posible pensar que las compras
realizadas en estos últimos pudieron haber sido posteriores a 1995, pues la
propensión a adquirir tierras no ha dejado de existir. En general, si se observa por
52
Wilson Herrera, Contralor Delegado sector Defensa, Justicia y Seguridad, Tierras Incautadas
para la Reforma Agraria: Restricciones y Posibilidades, Informe Especial, Revista de la Contraloría
General de la República, Bogotá, 2005.
37
regiones, hay una gran coincidencia entre los mapas de compra de tierras y
extinción del dominio. El departamento con mayor cubrimiento de incautaciones de
predios es el Valle del Cauca, seguido por el Eje Cafetero, Caquetá, Córdoba y
Meta, con grandes concentraciones de compras de tierras por narcotraficantes. En
Antioquia las incautaciones no han cubierto sino 35 de los 88 municipios donde
hubo compras de tierras. Otras regiones donde la extinción se encuentra rezagada
son la Costa Atlántica, Casanare, el Magdalena Medio santandereano y el
Vichada.
El mapa siguiente señala los 288 municipios del país donde ha habido incautación
de predios rurales en procesos de extinción del dominio hasta septiembre de
2006. Salvo algunos municipios dispersos, se observa en general la tendencia a
que la extinción se concentre en los grandes conjuntos regionales donde hubo
compras de tierras por narcotraficantes. Esos conjuntos regionales son claramente
observables en el mapa: 1) Valle del Cauca y Eje Cafetero (Quindío, Risaralda y
Caldas); 2) sur del Magdalena Medio (oriente del Tolima, occidente de
Cundinamarca y Boyacá, suroriente de Antioquia, suroccidente de Santander); 3)
Caquetá; 4) Meta, sur del Casanare y norte del Guaviare; 5) Occidente de la
Costa Atlántica (Urabá, Córdoba y sur de Sucre); y 6) nororiente de la Costa
Atlántica (Norte de Bolívar, Atlántico, Magdalena, Cesar y sur de la Guajira).
38
288 Municipios
por el Incora (hoy Incoder), y por tanto no pueden ser objeto de la acción
de extinción de dominio. Así sucede en los departamentos de Guaviare,
Vichada, Amazonas y el bajo Putumayo.
399 Municipios
narcotraficantes hasta 1995. Los 196 municipios en café oscuro son aquellos
donde había tierras de narcotraficantes y hubo extinción del dominio. En los 203
municipios en verde hubo compras pero no extinción y en los 92 que aparecen en
color naranja hubo extinción pero no había registro de compras hasta 1995.
Compras y Extinción(196)
En el mapa se observa que, aunque la extinción esté aún muy lejos de afectar
seriamente el fondo total de tierras acumulado por narcotraficantes, ha comenzado
a operar en casi todas las regiones principales donde hubo inversión en tierras,
hasta abarcar cerca de dos tercios de los municipios donde hubo compras hasta
41
1995. Este resultado confirma la validez de la encuesta realizada ese año para
identificar por primera vez la localización del fenómeno.
53
El Consejo Nacional de Estupefacientes fue creado por el Decreto 1188 de 1974
43
Según funcionarios del INCODER, esta es la principal razón para no recibir bienes
provisionales de la DNE. Cuando el INCODER recibe bienes –sea por compra
directa, por el Fondo Nacional Agrario o por la DNE- tiene que hacer estudios
preliminares para establecer la vocación agrícola del terreno; luego tiene que
organizar a las familias desplazadas que se van a establecer en esos territorios y
54
El presidente Uribe manifestó en un consejo comunitario: “Nosotros con 300 mil hectáreas en
Estupefacientes y sin poderlas entregar a los campesinos. Esto es muy grave. El país venía
mejorando la distribución de la tierra y la tendencia, para mal, fue revertida por el narcotráfico. De
ahí la importancia, la lógica a la Ley de Extinción de Dominio, que el Gobierno con la ayuda del
Congreso la hizo más ágil, pero necesitamos que esas tierras se le puedan entregar al
campesinado”, dijo Uribe Vélez. Luego de escuchar durante el Consejo Temático sobre
Agricultura, la solicitud de varias personas sobre la necesidad de que se entreguen tierras a los
campesinos de escasos recursos para que puedan trabajar, el Jefe de Estado ordenó al ministro de
Agricultura, Andrés Felipe Arias, buscar una solución rápida sobre el tema.
“Ministro, yo veo en eso la gran prioridad de resolver el problema con el Incoder, con las posiciones
que hoy tenemos, de que estamos muertos de miedo, que durante la etapa de intervención
temporal, se entregue a los campesinos, no vamos a avanzar”, dijo el Mandatario. Señaló que de
ser necesario el Gobierno pagaría una póliza de seguro a fin de asegurar los terrenos contra un
fallo que ordene la devolución de las propiedades incautadas, en el caso de perder un proceso de
extinción de dominio. Gastémonos en una póliza de seguro, cualquier cosa, pero si lo pueden
operar otros que tienen recursos de capital por qué no lo puede operar el campesinado”, manifestó.
55
“La falta de una política clara para el manejo, custodia, control y administración de los bienes
incautados, se puede constituir en un riesgo importante para las finanzas del Estado, por cuanto en
el caso de tener que restituirlos, se vería enfrentado a millonarias demandas por indemnizaciones,
lucro cesante, deficiente administración, etc., por parte de los dueños de los bienes, acusados de
narcotráfico y enriquecimiento ilícito, a los que la justicia no les demuestre el origen viciado de las
propiedades”. En nota de pié de página se añade, “ Un ejemplo de ellos es la sentencia T-212 del
22 de febrero de 2001, mediante la cual la Corte Constitucional falló a favor de los hermanos
Gaitán Cendales una acción de tutela por violación al debido proceso, al libre acceso a la
administración de justicia y al principio de cosa juzgada. Con ella se ordenó suspender el proceso
de extinción de dominio sobre los bienes, y su restitución, los cuales después de más de cuatro
años, en caso de haber sufrido deterioro o no haber sido correctamente administrados, podrían dar
lugar a que se instaurara una demanda contra el estado por daños y perjuicios. Contraloría General
de la República 2002. Op cit., p. 16. La sentencia T-212/01 tuvo como actores a: Raúl y Martha
Cecilia Gaitán Cendales y como Magistrado Ponente al Dr. Carlos Gaviria Diaz.
44
Si bien los avances legislativos en el primer periodo de Álvaro Uribe (2002 – 2006)
ayudaron a la mayor celeridad y eficiencia de los procesos de extinción de
dominio, existe un consenso entre los funcionarios públicos sobre las deficiencias
en la administración de bienes y específicamente en las labores realizadas por la
DNE. Durante la vigencia de la Ley 333 de 1996 se decía que la complejidad de la
norma no permitía lograr muchas sentencias definitivas de extinción sobre los
bienes. Sin embargo, tras la entrada en vigencia de la Ley 793/2002 aumentó
sustancialmente la incautación, agravando la ineficiencia de la administración de
los bienes por la DNE.
56
“El INCODER optó por no recibir predios a menos que estén saneados, porque los bienes
provisionales tienen muchos problemas de tipo jurídico… estos predios se están utilizando como
“lugares de paso”, esto ha funcionado pero no ha sido productivo porque no se ha garantizado la
productividad porque eso requiere mucha inversión y si después se tiene que devolver el bien se
pierde esa inversión. Además es muy difícil comprobar los problemas judiciales de los depositarios
provisionales.”. Entrevista Dr. Wilson Herrera, Contralor Delegado para el Sector Defensa, Justicia
y Seguridad, Contraloría General de la República
45
Un ejemplo claro son los cuatro (4) funcionarios de bienes rurales que deben
desplazarse a todo el país para recibir los bienes. Muchas veces el problema es la
física incapacidad de desplazamiento, pero otras veces, como lo afirman fiscales
de la Unidad de Extinción de Dominio de la Fiscalía57, “la DNE no tiene la
capacidad de manejar los procesos de extinción, se materializa la medida pero los
funcionarios no pueden volver por la inseguridad, es decir se extinguen los
dominios pero no hay un control de funcionarios del Estado sobre ese lugar”.
La Contraloría anotaba en el 2002 que “de los catorce funcionarios que estarían
en capacidad de asumir la administración y manejo de los bienes incautados, a
cada uno tendría que asignársele en promedio 2.678 bienes”58 El Contralor
Delegado para el Sector Defensa, Justicia y Seguridad, Dr. Wilson Herrera, afirma
que “las políticas de la DNE siguen siendo las mismas a pesar de haber cambiado
las prioridades. La cantidad de recursos es la misma independientemente de la
cantidad de casos que haya”.59
57
Entrevista a dos fiscales de la Unidad de Extinción de Dominio de la Fiscalía General de Nación.
Junio 13 de 2006.
58
Contraloría General de la República, 2002. Ibid., p.15
59
Basta citar un párrafo del estudio de la Contraloría de 2002 para corroborarlo,
“La DNE es la entidad encargada de administrar los bienes sujetos de medidas cautelares
impuestas en procesos por delitos de narcotráfico y conexos o en procesos de extinción de
dominio, para lo cual está obligada a ejercer su seguimiento, evaluación y control, y a tomar de
manera oportuna las medidas correctivas a que haya lugar para procurar la administración de
bienes. En desarrollo de dicha función, le corresponde ejercer los actos necesarios para la correcta
disposición, mantenimiento y conservación de los bienes, procurando mantener su productividad y
calidad de generadores de empleo; asegurar los bienes administrados; realizar las gestiones
necesarias para el pago de impuestos sobre los bienes objeto de administración; realizar las
inspecciones oculares; actualizar, por lo menos cada tres meses, los inventarios y el avalúo de los
bienes, relacionados por categorías, la situación jurídica y el estado físico de los bienes; efectuar
las provisiones necesarias en una Subcuenta del Fondo para la Rehabilitación, Inversión Social y la
Lucha contra el Crimen Organizado, para el evento en que se ordene la devolución de los bienes; y
ordenar las destrucción de los insumos, sustancias precursoras si implican grave peligro para la
salubridad y la seguridad pública.” Contraloría General de la República. Ibid. P. 12.
60
Contraloría General de la República El manejo de bienes, una estrategia incompleta. Contraloría
Delegada para el Sector Defensa, Justicia y Seguridad. Bogotá, Colombia. Abril de 2002
46
los bienes incautados, a cada uno tendría que asignársele en promedio 2.678, lo
cual resultaría inmanejable.
Sin embargo, uno de los funcionarios que administra bienes rurales frente al
interrogante sobre cuáles considera que son los problemas que existen en el
hecho de que las decisiones tengan que ser tomadas por el Consejo Nacional
Estupefacientes, respondió,
“se demoran un poco, pero eso permite que haya transparencia, pues la
responsabilidad no está solo centrada en una oficina. La DNE tiene problemas de
estructura pero también tiene problemas de organización. Hay bienes devueltos
que no han sido excluidos del sistema y no hay sanciones para los funcionarios
que dejan pasar eso. Acá no hay compromiso interno de los funcionarios con la
institución, básicamente porque cada director llega con nuevas ideas y cambia
todo y las subdirecciones, como son cargos políticos, las personas que llegan no
saben mucho sobre el tema ni sobre lo que se ha venido haciendo”64.
61
Entrevista realizada a un funcionario de la oficina de bienes rurales de la Dirección Nacional de
Estupefacientes. Octubre 25 de 2006.
62
Los datos y apreciaciones de la exposición de motivos estuvieron basados en el estudio del Dr.
Manuel Alberto Restrepo, Las tendencias actuales del derecho administrativo y su aplicación a los
fenómenos complejos del Estado en Colombia hoy. Reflexiones a partir del análisis del régimen
jurídico de los bienes incautados como estudio de caso. Tesis de Maestría en Derecho
Administrativo. Universidad del Rosario. Bogotá, 2000.
63
Entrevista funcionario rurales DNE Op cit. p. 6
64
Ibid
47
Una situación más grave se presenta con los bienes rurales en la medida en que
se ha detectado que después de concluido todo el proceso de extinción de
dominio, los bienes vuelven a quedar en manos de testaferros de las personas a
las que se les extinguió.66 Esta situación pone en entredicho la legitimidad de los
procesos y la transparencia de las acciones no solo de la DNE, como
administradora de los bienes, sino de los jueces como garantes del proceso.67
Algunos funcionarios de la DNE ven los altos cargos como uno de los botines
burocráticos, tal vez el menos deseado, entre todos los cargos públicos del
Estado. De hecho, el cambio constante de las prioridades de la DNE, que depende
de cada nuevo director, deslegitima aún mas su carácter institucional, en vez de
desarrollar una estrategia de acción concertada con metas de eficiencia claras.
A partir del escándalo sobre los nexos entre paramilitares y congresistas a finales
de 2006, la prensa ha vuelto a volcar la atención sobre la política de extinción de
dominio. Particularmente ha cobrado importancia, en los medios, el futuro de los
bienes en manos de la DNE y del INCODER. La revista Semana afirmó que “en 14
años de existencia de la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE), sólo ocho
propiedades se han vendido. El resto se han acumulado ociosas siendo presa fácil
de la desidia y la corrupción”. Respecto al INCODER el titular de la misma revista
afirma: “Tierrero en el INCODER. Existen indicios serios sobre la participación de
políticos en la adjudicación de tierras para aceitar sus maquinarias electorales”.
Frente a esto el INCODER afirma que “Lo que sale en los medios sobre la
70
Luis Bernardo Flórez Enciso, “Extinción de dominio, reforma agraria, democracia y paz. ¿Una vía
para la reforma agraria?” Contraloría General de la República. Bogotá 9 de junio de 2005.
71
Apartes del artículo 4º Destinación provisional, Ley 785 de 2002, por la cual se dictan
disposiciones relacionadas con la administración de bienes incautados en aplicación de las Leyes
30 de 1986 y 333 de 1996.
72
Funcionarios del INCODER afirman que “la DNE permitió contratos con narcotraficantes,
paramilitares, guerrilleros y testaferros. Son tierras de 2.000 y 3.000 Has que pagan
arrendamientos de 2.000.000 de pesos y son las mejores tierras del país. Apartes de la entrevista
con funcionarios del INCODER. Marzo 3 de 2006.
49
“La olla podrida que se está destapando en Sucre -apenas la punta del iceberg del
macabro matrimonio entre paramilitares, políticos y terratenientes en muchas regiones- es
un ejemplo aleccionador de que la justicia tarda, pero llega. Todo lo contrario de lo que
sucede en un área igual de neurálgica, pero en la que la respuesta del Estado, por años,
no se ha puesto a la altura de las circunstancias: nos referimos a los bienes incautados al
narcotráfico y a paramilitares y personajes como esos políticos que se alían con unos y
otros.
Pese a que dentro de dos meses se cumplirán 20 años de la captura de Carlos Lehder,
primer gran capo colombiano extraditado a Estados Unidos y sentenciado allí a cadena
perpetua, todavía se disputa en los juzgados colombianos la propiedad de la Posada
Alemana, obra estrafalaria que aquel construyó en Armenia. Fue incautada hace años,
pero aún no se ha extinguido el dominio sobre ella. Idéntica suerte ha corrido la aplastante
mayoría de los 72.821 bienes que hoy tiene registrados la Dirección Nacional de
Estupefacientes (DNE).
****
Se llegó a pensar que solo con las propiedades rurales se podría hacer una inmensa
reforma agraria. Se creyó que, con los cambios introducidos en la ley de extinción en el
2002, todo iba a mejorar. Y vaya fiasco. Las incautaciones se dispararon a partir de
entonces. Pero los procesos con los hábiles y bien pagados abogados de los afectados se
arrastran por años. Y muchos de los bienes se encuentran ocupados por terceros o en
líos jurídicos.
Las afirmaciones hechas en entrevista con EL TIEMPO hace unas semanas por el jefe de
la DNE, Carlos Albornoz, y trabajos de la Unidad Investigativa de este diario pintan un
cuadro verdaderamente desolador. Albornoz, quien recibió en septiembre esa
paquidérmica oficina, señaló que no hay inventarios precisos, que faltan dinero y
personal, que muchos predios podrían ser recuperados por los delincuentes y que pasar
de la incautación (decomiso físico) a la extinción de dominio (cuando el Estado puede
disponer del bien) toma eternidades.
****
Por ejemplo, hay en la DNE 300 mil hectáreas de tierra incautadas. De ellas, se han
entregado al Incoder unas 60.000, más cerca de 22.000 que ya están extinguidas. Pero
esa dependencia, en realidad, solo puede disponer de unas 7.000. El resto tiene
problemas de linderos, ocupantes, arrendatarios e infinidad de líos jurídicos que impiden
afectarlas.
50
Por 4.000 millones de pesos se contrató a una empresa para hacer un inventario de los
bienes, que debe entregarse en diciembre, pero solo está adelantado en un 15 por ciento.
"No sabemos qué tenemos, cómo lo tenemos, ni en dónde", confiesa Albornoz.
La ley que despoja a los narcotraficantes de sus propiedades es una gran arma contra la
droga. Sin embargo, en la trastienda de la norma reina un completo caos. Por la lentitud
de los procesos, el resultado es ridículo: solo se ha dispuesto de 108 fincas y apenas
fueron adjudicados 2.300 bienes en condición provisional. Además, se han perdido 22.000
reses; no hay certeza del paradero de más de 7.000 vehículos y casi 500 embarcaciones,
y hay 230 aeronaves desvalijadas. Año tras año, la Controlaría encuentra problemas y
anomalías en la DNE. ¿Y qué ha cambiado?
****
Debe, pues, ser tarea de altísima prioridad para el Gobierno hacer una revolución en ese
organismo e introducir en la ley los cambios necesarios para convertir la extinción en un
proceso expedito, que contribuya a la reparación de las víctimas y al retorno de los
desplazados a sus tierras expoliadas.
Es insólito que el Estado esté sentado sobre la mina de oro de miles de bienes incautados
sin hacer nada en serio por aprovecharla.”
Algunas cifras, tomadas del Informe de la DNE de 1999 sobre sus resultados
operacionales, permiten formarse una idea sobre las magnitudes del problema de
administración de los bienes incautados y extinguidos. En aplicación de la ley 30
de 1986, hasta el 30 de noviembre de 1999, la DNE había recibido 17.834 bienes,
de los cuales solo el 54.7% había sido destinado provisionalmente y el 45%
estaba sin destinar, mientras el 0.4% habían sido arrendados. Con la ley 333 de
1996 se aumentó el ritmo de las incautaciones y en los siguientes tres años se
asignó a la DNE otros 6.519 bienes. Sin embargo, la proporción de bienes
destinados provisionalmente cayó abruptamente al 7.3%, mientras aumentó la de
bienes no destinados al 71.4% y al 21.2% la de bienes dados en arriendo.
Este cambio revela las prioridades de destinación: mientras en los primeros años
se incautaron de preferencia los bienes vinculados a delitos de narcotráfico (fincas
con laboratorios o cultivos, insumos, vehículos), y se destinaron a depositarios
provisionales en más de la mitad de los casos, en la segunda etapa, regida por la
ley 333 de 1996, se incautaron bienes adquiridos por enriquecimiento ilícito, se
51
En relación con las alternativas contractuales, hasta 1999, fecha de corte de las
presentes cifras, la DNE no había celebrado ningún contrato de Fiducia, encargo
fiduciario o compraventa, mientras que por concepto de cánones de
arrendamiento, en 1998 percibió $1.693 millones y del 1° de enero al 30 de
noviembre de 1999 había recaudado la suma de $2.426 millones. Los datos
manejados por la DNE sobre dineros, divisas y títulos valores presenta un déficit
entre la incautación y lo consignado básicamente porque figura su incautación sin
que físicamente se hayan entregado a la DNE los soportes tangibles.73
73
Estas cifras se sustentan en la respuesta que tuvo el Representante Navas tuvo a partir del oficio
22961 del 6 de diciembre de 1999 dirigido por el Director de la DNE al Representante de la Cámara
Germán Navas Talero.
74
Ibid p. 8
52
“La DNE no ha sabido administrar los bienes, hay industrias pujantes y se dejan
ir a la bancarrota y por esto hay muchas demandas a la Fiscalía. Una solución
es que cuando se nombren depositarios provisionales, no se cambie la planta
de trabajadores pues es un daño para la economía y para los empleados.”
75
Contraloría General de la República 2002. Op cit., p.15.
76
Ibid., p. 16.
77
Véase la Gráfica 2 del estudio de la Contraloría “Incoherencia de las Cifras”. Ibid. P. 16.
78
El Sistema Faro es un sistema de información que permite el manejo y administración de los
bienes puestos a disposición de la Dirección Nacional de Estupefacientes, después de ser
incautados por la Fiscalía. Este sistema permitirá llevar un control riguroso de los bienes, ya que no
es solo una base de datos de estos bienes, sino que también permite llevar a cabo tareas
administrativas y de control sobre los mismos. Véase informe a Contraloría General de la
República. Disponible en: www.dnecolombia.gov.co/doc/Publicaciones/faro.doc
79
Entrevista a uno de los Fiscales de la Unidad de Extinción y Lavado de activos de la Fiscalía
General de la Nación. Agosto 29 de 2006.
80
Entrevista realizada a dos fiscales de la Unidad de Extinción y Lavado de Activos de la Fiscalía
General de la Nación. Junio 13 de 2006.
53
81
El tiempo Junio 13 de 2006.
82
Informe CNE realizado por DNE 1992 Op cit.
83
“Para el 2004 solo el 19,9% del área rural total del país contaba con información catastral
actualizada, 43,6% la tenía desactualizada y un dramático 36,5% no contaba con información
catastral”. Hallazgos encontrados por el proyecto de Protección de Tierras y Patrimonio de la
Población Desplazada. “La protección de la tierra una prioridad”. Hechos del Callejón PNUD, año 2
Abril de 2006. pp. 16 – 18
84
Según Absalón Machado “el atraso de los catastros rurales y la inadecuación de la información
sobre la estructura de la propiedad rural son dos de los factores que propician y generan
acumulación”. Absalón Machado. La extinción de la propiedad ilícita: Apreciaciones no ortodoxas
sobre reforma agraria. Contraloría General de la República 2005.
54
El país no tiene una política ni una institucionalidad adecuadas para destinar las
tierras extinguidas al narcotráfico y demás formas de enriquecimiento ilícito porque
tampoco tiene una política activa de tierras ni un sistema eficiente de registro,
protección y clarificación de la propiedad rural. Al contrario, el régimen de
propiedad territorial ha tenido cuatro grandes impactos en los últimos cincuenta
años, que colapsaron la capacidad del Estado para garantizar la legitimidad de la
propiedad y desbordaron su débil capacidad de regulación: 1) la violencia entre
1946 y 1958; 2) el movimiento guerrillero; 3) la compra de tierras por
narcotraficantes y 4) el despojo violento por los grupos paramilitares.
La población expulsada del campo buscó refugio en las ciudades y huyó hacia
regiones de colonización impulsados por el gobierno, que expandieron la frontera
agraria con el modelo de un frente de pioneros en continuo avance, que vendía las
mejoras y reproducía el latifundio ganadero a medida que desmontaba los
bosques y sembraba pastos, para internarse más en la frontera. Así se poblaron,
desde los años 1950, grandes regiones como el piedemonte de la cordillera
oriental, el Magdalena Medio, Urabá, los alrededores de la Sierra Nevada de
Santa Marta y el Catatumbo.
El movimiento campesino de comienzos de los años setenta del siglo pasado tuvo
una inusitada presencia en las regiones dominadas por el gran latifundio
ganadero, especialmente en los departamentos de la Costa Atlántica, el
Magdalena Medio, en los Llanos Orientales y en las regiones indígenas del
suroccidente del país, con epicentro en el departamento del Cauca. En la Costa
Atlántica, que representó su mayor fuerza de presión, el fenómeno social que le
dio importancia y presencia de masas a la organización campesina fue que
aglutinó a muchas familias recién expulsadas de las parcelas que habían tenido en
arriendo en las grandes haciendas, a cambio de sembrar pastos luego de los
cultivos de pancoger, porque los dueños preferían perder su mano de obra que
perder la tierra a manos del INCORA para distribuir entre los arrendatarios. En
sentido estricto, el movimiento campesino tuvo un carácter conservador, orientado
a la defensa comunitaria, pues representó la decisión de regresar a la tierra, cuyo
vínculo ancestral, el arriendo por pastos, había sido roto por los grandes
hacendados. Su medio de presión fueron las invasiones organizadas de haciendas
y su posterior negociación de compra por el Incora, para asignar a los parceleros.
85
Contraloría General de la República Modelo, política e institucionalidad agropecuaria y rural.
Bogotá, 2002, citado por Darío Fajardo, “El conflicto armado y el campo”. Martha Cárdenas y
Manuel Rodríguez B. Guerra, sociedad y medio ambiente. Foro Nacional Ambiental. Fundación
58
reunir fincas adyacentes hasta formar globos de gran extensión, donde tenían
mayor seguridad para ocultarse de las autoridades y protegerse de las guerrillas.
La masiva compra de tierras por narcotraficantes fue el tercer gran impacto sobre
el régimen de propiedad de la tierra. En este caso, colapsó la capacidad del
Estado para evitar que accedieran a ella los dueños de los capitales ilícitos de las
drogas, y el campo, por lo tanto, sufrió el impacto de la mayor concentración de la
propiedad, el desplazamiento de elites agrarias, el aumento de la violencia
asociada a la defensa territorial de los narcos y el aumento de ilegitimidad de las
nuevas capas propietarias, poco capacitadas para la gestión de empresas
agropecuarias modernas.
Desde comienzos de los años ochentas hasta 2003 se expandieron los grupos
paramilitares por todos los territorios anteriormente dominados por las guerrillas,
imponiendo un régimen de contribuciones forzosas a los propietarios de tierras y
60
Entre 2002 y 2006 el gobierno negoció un proceso de paz con los grupos
paramilitares, que permitió la desmovilización de más de 30.000 combatientes y su
vinculación a programas de reinserción a la vida social. El congreso aprobó en
2005 la ley de Justicia y Paz, que obliga a los desmovilizados a confesar sus
crímenes, compensar a las víctimas y devolver los bienes usurpados a la fuerza, si
quieren obtener los beneficios legales de una reducción de penas, hasta una
máxima de ocho años de prisión. La Fiscalía General de la Nación inició las
audiencias públicas a los jefes paramilitares desmovilizados y detenidos en la
prisión de máxima seguridad de Itaguí, con presencia de delegaciones de las
víctimas. La Fiscalía dispuso transmitir las sesiones por televisión y radio.
Esta evolución obliga a plantear las diferencias analíticas entre las dos formas de
apropiación ilícita de la propiedad rural, pues implican problemas y consecuencias
diferentes, y por tanto exigen respuestas estatales apropiadas a la naturaleza de
cada una. La primera forma, la adquisición de la propiedad con dineros de origen
ilícito, está relacionada socialmente con los narcotraficantes, que cambiaron las
formas tradicionales de acumulación de riqueza y concentraron aún más la
61
El tratamiento legal para los bienes adquiridos con recursos de origen ilícito es la
extinción del dominio, en virtud del principio constitucional de amparar sólo la
propiedad privada adquirida con arreglo a la ley y que cumpla sus funciones social
y ecológica. Se entiende, en este caso, que el derecho legítimo de propiedad
nunca existió a favor de quien la adquirió ilícitamente. El tratamiento legal para los
bienes adquiridos por violencia, usurpación o intimidación de los anteriores dueños
no es claro. Es evidente que se trata de un enriquecimiento ilícito, pero el
verdadero titular del derecho de propiedad no es el Estado, como es el caso de los
bienes extinguidos a narcotraficantes, sino las víctimas que fueron desposeídas.
El conflicto directo ocurre entre un grupo humano, los usurpadores, y otro, las
víctimas del despojo, y no entre los usurpadores y el Estado. Al Estado cabe la
responsabilidad de proteger los derechos de las víctimas y velar porque los
usurpadores de tierras las devuelvan a sus poseedores legítimos. Hacerlo, sin
embargo, es un proceso traumático y complejo, porque supone someter a la
justicia no solo a los jefes de organizaciones armadas, que se encuentran
recluidos en su mayoría, sino a numerosos mandos medios y testaferros a quienes
se traspasó o asignó la propiedad, de manera que se perdiera el rastro del
despojo inicial. La apropiación fraudulenta o violenta de la tierra ha sido una de las
causas y a la vez consecuencias de los procesos de violencia del país y la
incapacidad del Estado para intervenir y corregir los efectos adversos para la
población rural ha sido determinante en la reproducción de los mismos procesos
violentos.
Estos cuatro colapsos del régimen de propiedad señalan los campos de acción en
los que debe actuar el Estado para clarificar la legitimidad de los derechos de
propiedad, restituir derechos perdidos a la fuerza y extinguir el dominio logrado por
enriquecimiento ilícito. La búsqueda de estos objetivos depende de la orientación
y resultados de las políticas de seguridad, por una parte, y de la construcción de
instituciones capaces de intervenir en el régimen de propiedad y uso de la tierra,
por otra.
La propiedad ilícita, por su origen en los negocios del crimen organizado, tiende a
ser protegida con estrategias de corrupción y de violencia, y por tanto las políticas
para enfrentarla deben ser diseñadas para superar esas defensas. Las
posibilidades de acción del Estado aumentan cuando los narcotraficantes han sido
detenidos, extraditados o han muerto, porque sus redes de influencia e
intimidación tienen menos poder. Es el caso de los jefes paramilitares detenidos
en la prisión de alta seguridad de Itaguí, cuya conducta para reparar a las víctimas
será calificada por los jueces para conceder o negar los beneficios de la Ley de
Justicia y Paz. La mayoría de ellos, además, ha estado vinculada a los negocios
del narcotráfico y por tanto sus bienes son producto de una combinación de
medios, entre el enriquecimiento ilícito y el despojo de sus víctimas.
La utilización de los bienes no puede seguir teniendo carácter provisional durante varios
años por la lentitud de la justicia. La única solución es lograr mayor eficiencia en todas
las fases del proceso de extinción, empezando por la calidad de la recolección de
pruebas por la policía judicial, el fundamento legal impecable de cada proceso que inicie
la Fiscalía, la destinación de jueces especializados proporcional al número de procesos
y la agilidad en lograr sentencias definitivas.
Además de la acción judicial, tanto la extinción del dominio sobre tierras como la
restitución de las tierras usurpadas exigen una política de tierras que oriente el
ordenamiento social de la propiedad, para reconstruir regiones afectadas por el
narcotráfico y el conflicto armado y preparar al sector productivo agrario para el
64
Una de las facultades legales del Instituto de Reforma Agraria y Desarrollo Rural –
INCODER- es la de clarificar la propiedad en casos dudosos. El gobierno puede
usar este instrumento en todas aquellas regiones donde el conflicto armado ha
alterado radicalmente la tenencia de la tierra por medios violentos o intimidatorios,
como los que causaron desplazamientos de población campesina y huida de
propietarios. También puede usarlo para clarificar el origen de la propiedad en
casos sospechosos de testaferrato de narcotraficantes, paramilitares o
guerrilleros. Para hacerlo, el gobierno debe financiar los costos adicionales en que
incurriría el INCODER para contratar y entrenar personal competente para
65
El país cuenta con otro instrumento geográfico muy valioso, que ha sido poco
usado para la formulación de políticas agrarias, y es un estudio detallado de la
vocación potencial de los suelos y los usos actuales del suelo, que tomó más de
veinte años al equipo dirigido por los científicos Dimas Malagón y Abdón Cortés,
publicado en 2002 por el IGAC. En él se establecen cartográficamente las tres
relaciones posibles entre la vocación potencial y el uso actual: sobre-utilización,
sub-utilización y uso adecuado del suelo. Este mapa puede relacionarse con el
mapa de predios extinguidos para determinar la vocación natural de los predios
que deben ser asignados para programas sociales, con lo cual se tendría una
herramienta útil para planificar su destinación final.
Como criterio general para los programas agrarios, el país debe tender a resolver
los conflictos de sobre-utilización y sub-utilización del suelo, ampliando el área de
la agricultura campesina y empresarial, aumentando el área dedicada a
conservación de coberturas vegetales y disminuyendo la ganadería extensiva.
Estas metas coinciden con el tratamiento que debe dar el Estado a los grupos
sociales del campo: dotar de tierras al campesinado, restituir las de los
desplazados, extinguir las de narcotraficantes y clarificar la tenencia donde ha
habido usurpación violenta.
eficacia del anterior INCORA, que fue fusionado por el gobierno Uribe con otros
institutos agrarios para originar el actual INCODER, que heredó las mismas
características. En esas condiciones, no sorprende que el instituto sea incapaz de
administrar y adjudicar con eficiencia las tierras recibidas de la DNE para los fines
de la reforma agraria.
Una de las condiciones ineludibles para aumentar la capacidad de usar bien las
tierras extinguidas es escalar los recursos financieros y administrativos del
INCODER para que cumpla sus funciones de ser el organismo rector de la política
de tierras del Estado. Debe fortalecer su presencia en las regiones afectadas por
el conflicto armado y debe asegurar la cooperación institucional con la fuerza
pública y la justicia, para que la recuperación del control estatal sobre el territorio
vaya acompañado por la recuperación de la legalidad en el régimen de propiedad.
La DNE, creada en 1989 para coordinar la política de lucha contra las drogas, fue
desbordada por el manejo y administración de miles de bienes extinguidos
principalmente al narcotráfico. Una reforma del organismo debería separar en dos
entidades: una que asuma las funciones de política antidrogas, que seguiría en manos
de la DNE, y una nueva diseñada para la administración de bienes incautados y
extinguidos, Es también indispensable reformar la ley 793 de 2002 sobre manejo y
administración de los predios rurales incautados, que deberían estar destinados a los
objetivos prioritarios de la política de tierras y no, como ocurre actualmente, que pueden
quedar indefinidamente en manos de depositarios provisionales o en arriendo, o ser
destinados a múltiples propósitos sociales.
67
La política de tierras debería ser el marco lógico que oriente a la nueva entidad
administradora de los bienes extinguidos para decidir su destino. En todos los casos en
los cuales los predios rurales puedan ser destinados a los objetivos sociales definidos
por la política de tierras, deberían ser asignados al INCODER para ese propósito. Los
predios que se destinen a fincas de recreo sin potencial productivo deberían venderse a
particulares para alimentar los recursos del Estado.
68
Extensión
extinguida
por
No. De No. De Bienes con Municipio
MUNICIPIO Predios área en HAS Delito
Leticia 6 6 504,2 1
Pto. Nariño 1 1 330 1
Abejorral 1 1 505 1
Andes 1 1 15,8 1
Atlántico 3 3 61 1
Barbosa 1 1 0,5 1
Bello 1 1 1142 2
Caucasia 15 4 1102 1y2
Copacabana 2 1 0,02 3
Crucero 1 0 0 2
Ebejico 1 0 0 2
El Peñol 6 5 10,2 1
El Retiro 3 2 1,2 1
Envigado 8 2 1,3 1
Fredonia 1 0 38 1
Guarne 12 4 11,6 1, 2 y 3
La Ceja 3 1 67 1y2
La Estrella 1 0 0 1
Marinilla 1 0 0,1 4
Medellin 8 3 13,6 1y5
Nariño 1 0 0 3
Nechi 1 1 85 1
Olaya 3 3 694 1
Puerto Berrío 14 12 3201 1y2
69
Puerto Triunfo 9 0 0 1
Rionegro 9 7 68,1 1
Sabaneta 2 0 0 1
San Carlos 1 1 4 1
San Jeronimo 1 1 1 1
San Luis 2 0 0 1
San Pedro 1 1 29 1
Santa fe de Antioquia 1 1 1 1
Sonson 7 7 8 1
Sopetran 3 3 97,8 1
Támesis 2 0 0 2
Turbo 4 0 0 6
Valparaiso 6 0 0 2
Venecia 28 19 29,6 1
Yondó 4 4 266 1
Arauca 3 3 17 6
Tame 2 2 58 6
Barranquilla 270 268 46,5194 1y4
Polonuevo 1 1 75 1
Ponedera 14 5 253,4 1y2
Pto. Colombia 4 2 5,1 1y4
Sabanalarga 2 0 0 1
Soledad 1 1 2 4
Tubara 1 1 5 7
Arjona 3 1 117 1y5
Calamar 2 0 0 1
Cartagena 22 14 68,06 1y5
Córdoba 3 3 153 1
Islas del Rosario 1 3 3 1
Mahates 4 0 0 1
Maria La Baja 3 0 0 1
San Juan de
Nepomuceno 2 0 0 1
Santa Rosa 10 6 0,84 1
70
Turbaco 1 1 0,7 1
Zambrano 8 5 1533 1
Guateque 8 0 0 1
Muzo 2 0 0 1
Otanche 12 12 212,5 1
Pauna 2 2 15,8 1
Pto. Boyacá 29 13 771 1, 2 y 9
San José de Pare 1 0 0 5
San Luis de Gaceno 1 0 0 8
San Miguel de Sema 14 14 315,7 1
San Pablo de Borbur 2 1 1,1 1
Santa María 4 0 0 1
Sotaquira 1 0 0 1
Viracacha 2 0 0 1
Arboleda 1 0 0 3
Chinchiná 4 4 84,8 1y3
La Dorada 35 17 52186,23 1, 2 y 4
La Victoria 3 3 209,3 2
Manizales 18 6 6017 1y2
Palestina 4 1 17,7 1
Pensilvania 16 15 170,9 1
Samaná 12 12 56,8 1
Victoria 2 0 0 2
Viterbo 1 0 0 1
Albania 1 1 9,8 8
Belén de los Andaquíes 2 2 138 10
Cartagena del Chairá 10 9 1204
Doncello 1 0 0 8
Florencia 5 3 1140,02 1
Milan 6 0 0 1
Morelia 3 3 133,4 10
Puerto Rico 1 0 0 1
San Vicente del Caguán 3 2 49,32 1, 3 y 6
Valparaiso 4 2 113,6 1
71
Agua Azul 1 1 60 10
Monterrey 10 1 1125 1
Sabanalarga 1 1 464 1
Yopal 6 6 1642,6 10
Balboa 1 0 0 1
Buenos Aires 1 1 307 1
Cajibio 2 0 0 1
Corinto 1 1 0,01 3
Piendamó 10 10 3,3 1
Popayán 5 0 0 1
Pto. Tejada 1 1 198,4 1
Santander de Quilichao 1 1 4 1
Timbio 1 1 34,6 2
Chimichagua 2 1 67 4
Codazzi 2 2 739,8
Gamarra 1 0 0 2
Pelaya 1 1 5,2 4
Rio de Oro 2 0 0 2
Tamalameque 2 2 63,6 4
Valledupar 1 1 500 1
Acandí 6 6 19,9 1
Bahía Solano 8 8 128,2 11
Ayapel 25 22 2908,7 1 y 2
Ciénaga de Oro 1 1 729 1
La Apartada 23 23 12,5 1
Lorica 29 4 18,2 2
Los Córdobas 2 0 0 1
Momil 4 3 71,1 6
Montelíbano 8 6 95,5 6
Montería 15 12 1976,6 1 y 6
Planeta Rica 23 7 57,6 6
San Antero 9 1 1 1y2
San Carlos 1 1 13,2 6
San Francisco del Rayo 3 0 0 6
72
Tierraalta 5 0 0 1y6
Anapoima 3 0 0 2
Bogotá 60 16 3746,1 1, 2 y 3
Bosa 1 0 0 1
Cajicá 5 2 5,2 1y2
Chaguani 4 0 0 1, 2 y 12
Chía 5 0 0 1y2
Chivor 2 2 49 1
Chocontá 5 3 52,5 1
Cota 10 0 0 1Y2
Facatativa 4 4 373,6 1
Fómeque 2 2 10,9 4
Funza 2 0 0 1
1, 2, 4, 5, 13 y
Fusagasuga 32 20 21,6 14
Girardot 362 354 99,6 4
Granada 1 1 0,5 1
Guaduas 24 15 575,1 1
Guaymaral 1 0 0 1
La Mesa 1 0 0 3
Mámbita 1 1 0,2 1
Medina 3 1 128 1, 2 y 12
Mesa 4 0 0 4
Nilo 1 0 0 1
Pacho 53 0 0 1y6
Paratebueno 2 0 0 2 y 12
Pto Salgar 21 2 217 1
Ricaurte 4 3 0,25 1y2
San Cayetano 5 2 5 1y3
Sasaima 3 2 7,6 1
Sibaté 2 2 34 1
Sopó 6 6 8,9 1
Subachoque 1 0 0 1
Suesca 4 0 0 1
73
Tabio 2 0 0 1y3
Tibacuy 5 0 0 3y5
Tocaima 1 1 0,4 2
Tocancipa 1 0 0 2
Vergara 7 0 0 1
Villeta 1 0 0 1
Yacopi 1 1 84,2 1
Zipaquira 4 0 0 1
Riohacha 1 0 0 1
San José del Guaviare 1 0 0 1
Algeciras 1 0 0 6
Hobo 1 1 35 4
Neiva 1 0 0 1
Palermo 2 0 0 2
Rivera 2 0 0 1
Tello 6 0 0 2
Aracataca 5 5 679,6 1
Cienaga 24 14 2358,2 1, 7 y 12
Fundación 2 0 0 1
Gaira 2 2 1,5 1
Pivijay 3 3 1181 1
Plato 1 0 0 1
Salamina 1 0 0 1
Santa Ana 2 0 0 1
Santa Marta 56 45 1587,4 1, 4, 5 y 8
Sitionuevo 8 3 0,37 1
Acacias 2 2 104 1
Cumaral 1 1 150 1
Granada 1 0 0 1
Guamal 1 0 0 3
Pto. Gaitán 6 4 4403,2 1y3
Pto. Lleras 11 0 0 1
Pto. Lopez 16 2 1700,9 1
Restrepo 2 0 0 1y2
74
Alcalá 10 8 18 1y2
Andalucía 4 0 0 1y2
Ansermanuevo 11 11 789,2 1
Bolivar 13 1 20,2 1
Buenaventura 3 0 0 1y2
Buga 62 44 1227,1 1
Buga La Grande 40 8 1432,2 1y2
Caicedonia 9 0 0 1
Cali 61 28 250,7 1, 2
Calima 4 4 3 1y4
Calima Darien 85 73 1647 1y2
Candelaria 18 10 5542 1y2
Cartago 41 38 1648,6 1y2
Dagua 29 12 389,2 1y2
Darien 2 1 2,9 1
El Aguila 1 1 183,5 1
El Cairo 1 1 51,3 1
El Cerrito 9 0 0 1
El Dovio 3 0 0 1
Florida 2 2 3568,7 2
Ginebra 24 24 330 1
Guacarí 15 0 0 1
Guachinte 1 0 0 1
Jamundí 60 47 901,2 1y2
La Cumbre 3 1 1,9 1y4
La Pradera 1 0 0 1
La Unión 73 72 959,4 1
Obando 8 6 325,4 1y2
Palmira 49 37 11925 1, 2 y 5
Pance 7 3 2,9 1
Pradera 15 6 3164,5 1y2
Restrepo 16 7 59,5 1
Riofrio 2 2 14,6 1
Roldanillo 52 33 2198,2 1y3
77
DELITO Y NÚMERO
Narcotráfico = 1
Enriquecimiento Ilícito de Particulares = 2
Secuestro Extorsivo = 3
Lavado de activos = 4
Peculado = 5
Rebelión = 6
Prevaricato por acción =
7
Tráfico y Procesamiento de Estupefacientes = 8
Hurto de Combustible = 9
Concierto para Delinquir = 10
Omisión del agente retenedor = 11
Hurto Calificado= 12
Extorsión = 13
Violación de derechos de autor = 14
Terorismo = 15
78
Por la cual se dictan disposiciones relacionadas con la administración de los bienes incautados en aplicación de
las Leyes 30 de 1986 y 333 de 1996
(Vigente)
Sistema de Administración de La administración de los bienes a cargo de la Dirección Nacional de Estupefacientes por su afectación
los bienes incautados (Art.1) a un proceso penal por los delitos de narcotráfico y conexos o a una acción de extinción del dominio,
conforme a la ley y en particular a lo previsto por las Leyes 30 de 1986 y 333 de 1996, y el Decreto
Legislativo 1975 de 2002, y con las demás normas que las modifiquen o deroguen, se llevará a cabo
aplicando en forma individual o concurrente los siguientes sistemas: enajenación, contratación,
destinación provisional y depósito provisional.
Sobre la aplicación de estos sistemas de administración, el Consejo Nacional de Estupefacientes no
podrá ejercer funciones distintas de las previstas por el artículo 76 de la Ley 489 de 1998 para los
consejos directivos de los establecimientos públicos, de acuerdo con la remisión efectuada por el artículo
82 de la misma en cuanto hace al régimen jurídico de las unidades administrativas especiales.
La decisión de incautación del bien tendrá aplicación inmediata y la tenencia del mismo pasará a la Dirección Nacional de
Estupefacientes para su administración en los términos de esta ley. La manifestación contenida en el acta de incautación o
decomiso de la calidad de tenedor del bien a cualquier título, será decidida por el juez en la sentencia que ponga fin al proceso.
Enajenación. (Art. 2) Desde el momento en que los bienes a que se refiere el artículo anterior sean puestos a disposición
de la Dirección Nacional de Estupefacientes y una vez incorporados al inventario a que se refiere el
Decreto 306 de 1998, podrán ser enajenados los bienes fungibles o consumibles o en general muebles
que amenacen deterioro y los demás que en adición a los anteriores determine el Consejo Nacional de
Estupefacientes, siempre y cuando y de manera motivada se establezca que estos amenazan perder
severamente su valor comercial con arreglo a los procedimientos establecidos en el Decreto 1461 de
2000.
Los dineros producto de las enajenaciones ingresarán a una subcuenta especial del Fondo para la
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Rehabilitación, Inversión Social y la Lucha contra el Crimen Organizado y serán administrados por el
Director Nacional de Estupefacientes e invertidos de manera preferente en el mercado primario en títulos
de deuda pública, antes de optar por su inversión en el mercado secundario, de acuerdo con las
necesidades de liquidez de dicho Fondo.
Las transacciones de este orden deben ser realizadas con entidades calificadas mínimo como AA+ para mediano y largo
plazo y DP1 para corto plazo, por las agencias calificadoras de riesgo, o a través de fiducia, en entidades fiduciarias de
naturaleza pública. Cuando se produzca la decisión judicial definitiva, según el caso, se reconocerá al propietario el precio de
venta del bien con actualización de su valor o se destinarán los dineros por parte del Consejo Nacional de Estupefacientes a
los programas legalmente previstos como beneficiarios de los mismos, según corresponda.
Parágrafo. Tratándose de sustancias controladas, si no fuere posible su enajenación o su exportación
por la Dirección Nacional de Estupefacientes, las autoridades judiciales, de policía judicial,
administrativas, ambientales y sanitarias coordinarán de forma eficaz e inmediata con la Dirección
Nacional de Estupefacientes lo relativo a su disposición o destrucción. Las autoridades ambientales
serán las responsables de la destrucción de dichas sustancias co n el fin de procurar el menor impacto
ambiental.
Contratación. (Art. 3) Con el fin de garantizar que los bienes incautados sean o continúen, siendo productivos y
generadores de empleo y evitar que su conservación y custodia genere erogaciones para el presupuesto
público, la Dirección Nacional de Estupefacientes podrá celebrar sobre cualquiera de ellos contratos de
arrendamiento, administración o fiducia. Los procedimientos para la selección de los contratistas y para
la celebración de los contratos, se regirán por las normas previstas en el Código Civil y en el Código de
Comercio.
Sin embargo, en todo caso, para la selección del contratista la Dirección Nacional de Estupefacientes
deberá publicar como mínimo un aviso de invitación a cotizar, en un diario de amplia circulación nacional
o en la página electrónica de la entidad, para la presentación de propuestas y decidir sobre su
adjudicación en audiencia pública, sobre tres (3) propuestas por lo menos. En el evento de no
presentarse más que un solo oferente y su propuesta resultare elegible, el contrato podrá ser adjudicado,
dejando constancia de este hecho en el acta respectiva.
Parágrafo 1°. Tanto en el proceso de selección del contratista como en el de la celebración de los
contratos se deberán exigir las garantías a que haya lugar de acuerdo con la naturaleza propia de cada
uno de ellos.
Parágrafo 2°. Reglas especiales aplicables al contrato de arrendamiento. En el evento en que por
sentencia judicial definitiva se declare la extinción de dominio o la devolución sobre un bien arrendado
por la Dirección Nacional de Estupefacientes, el contrato continuará hasta el vencimiento del plazo
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pactado, sin perjuicio de las previsiones sobre terminación anticipada contempladas en el Código Civil y
en el Código de Comercio. En caso de proceder la devolución física del bien se efectuará la cesión del
contrato de arrendamiento al titular del derecho respectivo. Sin embargo, el Consejo Nacional de
Estupefacientes podrá autorizar la renovación o prórroga del contrato de arrendamiento mientras se
efectúa la adjudicación del bien con arreglo a lo previsto en el artículo 26 de la Ley 333 de 1996 o en las
normas que la modifiquen o se dispone y verifica su enajenación.
Parágrafo 3°. Reglas especiales aplicables al contrato de administración. La Dirección Nacional de
Estupefacientes podrá celebrar contratos de mandato o de encargo fiduciario de administración sobre los
bienes inmuebles o muebles incautados con entidades públicas o privadas sometidas a inspección de la
Superintendencia de Sociedades, cuando la administración y custodia de los mismos le resulte onerosa.
Tratándose de bienes inmuebles, la misma entidad podrá celebrar contratos de consignación para su
administración, con entidades de carácter público o privado cuyo objeto social sea el desarrollo de la
actividad inmobiliaria y que, a criterio de la Dirección Nacional de Estupefacientes, cuenten con
reconocida probidad. Las sociedades con las que se podrá contratar serán exclusivamente de personas
y no de capital.
Si en ejecución de los contratos previstos en el presente parágrafo se decreta en forma definitiva la
extinción del dominio sobre los bienes incautados, se procederá en la misma forma prevista en el
parágrafo 2°.
Parágrafo 4°. Reglas especiales aplicables al contrato de fiducia.
La Dirección Nacional de Estupefacientes podrá celebrar contratos de Encargo Fiduciario, con entidades Fiduciarias de
naturaleza pública o privada.
En el evento en que se ordene la devolución del bien mediante sentencia judicial debidamente
ejecutoriada, se procederá respecto de su propietario conforme a lo previsto en los incisos segundo y
tercero del artículo segundo de la presente ley y la Fiducia continuará hasta que opere la forma de
terminación pactada.
Si se declara judicialmente en forma definitiva la extinción del dominio de los bienes objeto de la
Fiducia, la ejecución del contrato continuará hasta que opere la forma de terminación convenida y en ese
momento el Consejo Nacional de Estupefacientes procederá con arreglo a lo dispuesto en el Artículo 26
de la Ley 333 de 1996 o en las normas que la modifiquen
Destinación provisional (Art. Desde el momento en que los bienes incautados sean puestos a disposición de la Dirección Nacional
4)
de Estupefacientes y una vez incorporados al inventario, los mismos podrán ser destinados
provisionalmente de manera preferente a la s entidades oficiales o en su defecto a personas jurídicas de
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derecho privado sin ánimo de lucro, con arreglo a los requisitos y procedimientos establecidos en los
Decretos 306 de 1998 y 1461 de 2000. En los casos en que no fuere posible la destinación en los
anteriores términos, el Consejo Nacional de Estupefacientes podrá excepcionalmente autorizar
previamente a la Dirección Nacional de Estupefacientes la destinación de un bien a una persona jurídica
de derecho privado con ánimo de lucro. En estos dos últimos eventos, los particulares deberán
garantizar a la Dirección Nacional de Estupefacientes un rendimiento comercial en la explotación de los
bienes destinados.
Para la destinación de vehículos se tendrá en cuenta de manera preferente a las entidades
territoriales.
Para que sea procedente la destinación provisional a las personas jurídicas de derecho privado, será
necesaria la comprobación de la ausencia de antecedentes judiciales y de policía de los miembros de los
órganos de dirección y de los fundadores o socios de tales entidades, tratándose de sociedades distintas
de las anónimas abiertas, y en ningún caso procederá cuando alguno de los fundadores, socios,
miembro de los órganos de dirección y administración, revisor fiscal o empleado de la entidad solicitante,
o directamente esta última, sea o haya sido arrendatario o depositario del bien que es objeto de la
destinación provisional.
El bien dado en destinación provisional deberá estar amparado con la constitución previa a su entrega
de garantía real, bancaria o póliza contra todo riesgo expedida por una compañía de seguros legalmente
establecida en Colombia.
Parágrafo. Los bienes rurales con caracterizada vocación agropecuaria o pesquera serán destinados
a los fines establecidos en la Ley 160 de 1994, para lo cual, de conformidad con lo previsto en el Decreto
182 de 1998, el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria dispondrá de un término de tres meses
contado a partir del suministro de la información correspondiente por parte de la Dirección Nacional de
Estupefacientes para emitir su concepto sobre la caracterizada vocación rural para la producción
agropecuaria o pesquera de los bienes rurales.
Si transcurrido el término señalado en el inciso anterior, el Incora no hubiere emitido el concepto
sobre la caracterizada vocación agropecuaria o pesquera de los bienes rurales, la Dirección Nacional de
Estupefacientes podrá destinarlos provisionalmente de acuerdo con las reglas generales establecidas en
los Decretos 306 de 1998 y 1461 de 2000 o aplicar sobre ellos cualquier otro sistema de administración
provisional, para lo cual podrá acudir a las empresas asociativas de campesinos, a las empresas
asociativas de desplazados a través de la Red de Solidaridad, los fondos ganaderos u otros entes
gubernamentales o privados que tengan como objeto el desarrollo de actividades agropecuarias o
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pecuarias.
Sociedades y unidades de La Dirección Nacional de Estupefacientes ejercerá los derechos sociales que correspondan a las
explotación económica (Art. acciones, cuotas o partes de interés social que hayan sido objeto de medida cautelar en los procesos a
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que se refieren las Leyes 30 de 1986 y 333 de 1996 hasta que se produzca la decisión judicial definitiva
y mientras tanto quienes aparezcan inscritos como socios, miembros de los órganos sociales y demás
órganos de administración, representante legal o revisor fiscal, no podrán ejercer ningún acto de
disposición, administración o gestión en relación con aquellas, a menos que sean autorizados
expresamente y por escrito por la Dirección Nacional de Estupefacientes.
A partir de la medida cautelar, las facultades de los órganos de administración y dirección de la
sociedad o de las unidades de explotación económica, incluyendo la disposición definitiva de las mismas
en la forma y términos establecidos en el Código de Comercio y demás normas concordantes, serán
ejercidas por la Dirección Nacional de Estupefacientes.
Las medidas cautelares decretadas sobre las acciones, cuotas o partes de interés social se extienden
a los dividendos, utilidades, intereses y demás beneficios que al derecho embargado correspondan. Así
mismo, se extienden a los ingresos y utilidades operacionales de la sociedad. De esta manera la
Dirección Nacional de Estupefacientes administrará tales bienes y recursos de conformidad con la
presente ley y en procura de mantener productivas las sociedades incautadas.
Parágrafo. Tratándose de sociedades que al momento de la medida cautelar se encuentren en
liquidación, el proceso liquidatorio continuará bajo la orientación y vigilancia de la Superintendencia de
Sociedades, de conformidad con las normas que regulan la materia. En estos eventos, la Dirección
Nacional de Estupefacientes tendrá la calidad de parte dentro del proceso de liquidación. La
Superintendencia de Sociedades designará el liquidador de acuerdo con el reglamento establecido para
tal fin.
Readjudicaciones pendientes Los bienes destinados provisionalmente con anterioridad a la publicación del Decreto 306 de 1998, sobre
(Art. 6) los cuales los destinatarios provisionales no hayan presentado a la fecha de entrada en vigencia de la
presente ley propuesta de utilización, sustentación de la generación de ahorro a su presupuesto o
propuesta de explotación económica, según el caso, y que por tanto no han sido readjudicados, podrán
ser ofrecidos por la Dirección Nacional de Estupefacientes, conforme a las reglas generales para su
destinación provisional, o ser objeto de cualquier otro de los sistemas de administración previstos en el
artículo1°.
Cumplimiento de las Para el cumplimiento de las funciones relativas a la administración de los bienes incautados,
funciones de administración especialmente aquellas a que se refieren los Decretos 306 de 1998 y 1461 de 2000, la Dirección
de los bienes incautados
Nacional de Estupefacientes podrá acudir a la delegación en favor de las entidades territoriales, de
(Art. 7)
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acuerdo con lo establecido en la Ley 489 de 1998 sobre delegación entre entidades públicas, o celebrar
con ellas contratos de desempeño o constituir asociaciones entre entidades públicas o asociaciones o
convenios de asociación con particulares en los términos señalados en la misma ley.
El Consejo Nacional de Estupefacientes podrá autorizar a la Dirección Nacional de Estupefacientes
para delegar algunas de sus funciones de administración según lo dispuesto en el inciso anterior, cuando
el número de bienes incautados en una región o entidad territorial determinada, así lo amerite.
Para prevenir la pérdida o deterioro de bienes perecederos o de consumo, diferentes de las
sustancias controladas, la autoridad judicial de conocimiento los entregará en depósito en forma
inmediata a quien alegue tener un derecho lícito sobre los mismos, previa constitución de una caución
por el monto equivalente al valor comercial del bien, a favor de la Dirección Nacional de Estupefacientes.
Lo establecido en el presente inciso se entiende sin perjuicio de la aplicación de los sistemas de
administración consagrados en la presente ley.
Destinación de rendimientos Los rendimientos y los frutos que generen los bienes y recursos localizados en la jurisdicción del
y frutos de bienes ubicados departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y cuya extinción de dominio se
en el departamento de San haya decretado conforme a la Ley 333 de 1996 o las normas que lo modifiquen, deberán destinarse, de
Andrés (Art. 8) manera preferencial, a la financiación de programas sociales en el Archipiélago.
Régimen Tributario Los impuestos sobre los bienes que se encuentran bajo administración de la Dirección Nacional de
(Art. 9) Estupefacientes no causan intereses remuneratorios ni moratorios durante el proceso de extinción de
dominio, y en ese lapso se suspenderá el término para iniciar o proseguir los procesos de jurisdicción
coactiva. Declarada la extinción de dominio, y una vez enajenados los bienes, se cancelará el valor
tributario pendiente por pagar con cargo al producto de la venta. En ningún caso el Estado asumirá el
pago de obligaciones tributarias causadas con anterioridad a la incautación del bien.
Aseguramiento de bienes Si no fuere posible obtener el aseguramiento de los bienes objeto de administración por la Dirección
incautados Nacional de Estupefacientes por parte de otras compañías de seguros, La Previsora Compañía de
(Art. 10) Seguros o cualquiera otra compañía de seguros de naturaleza pública expedirá las pólizas necesarias
para amparar los bienes objeto de procesos de extinción de dominio o decomiso, contra cualquier riesgo
que solicite la Dirección Nacional de Estupefacientes. El costo de la póliza será cubierto por el
beneficiario, destinatario o tenedor del bien a cualquier título.
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Destinación definitiva de Cuando pasados tres (3) meses desde la decisión judicial que hace procedente la destinación definitiva
bienes (Art. 11) del bien el Consejo Nacional de Estupefacientes no haya tomado la decisión respectiva, se faculta a la
Dirección Nacional de Estupefacientes para que con la autorización del Ministro de Justicia y del
Derecho, y de acuerdo con las políticas que determine ese mismo Consejo, destine en forma definitiva
los bienes sobre los cuales se declare mediante Sentencia el decomiso o la extinción de dominio a favor
del Estado.
Plan de manejo ambiental En todos los casos en que se requiera un plan de manejo ambiental para efectos de la erradicación
(Art. 12) forzosa de cultivos ilícitos o manipulación de sustancias controladas, la elaboración, ejecución y control
de dichos planes será responsabilidad de la autoridad ambiental competente.
(Art. 13) Corresponde a la Dirección Nacional de Estupefacientes asesorar y apoyar al Consejo Nacional de
Estupefacientes y al Gobierno Nacional, en la formulación de las políticas y programas en materia de
lucha contra la producción, tráfico y uso de drogas que producen dependencia, y la administración de
bienes objeto de extinción de dominio.
(Art. 14) Suprímase el silencio administrativo positivo consagrado en el numeral 2 del literal f) del artículo 93 de la
Ley 30 de 1986.
Vigencia y derogatoria. (Art. La presente ley rige a partir de su promulgación, modifica en lo pertinente el artículo 47 de la Ley 30 de
15) 1986 y los parágrafos 1° y 2° del artículo 25 de la Ley 333 de 1996 y deroga todas las disposiciones que
le sean contrarias.
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Concepto (Art. 1) La extinción de dominio es la pérdida de este derecho a favor del Estado, sin contraprestación ni compensación de
naturaleza alguna para su titular. Esta acción es autónoma en los términos de la presente ley.
Causales (Art. 2) 1. Incremento patrimonial injustificado
2. Bien o bienes que provengan de una actividad ilícita
3. Los bienes que hayan sido utilizados como medio o instrumento para comisión de actividades ilícitas.
4. Los bienes o recursos que provengan de la enajenación o permuta de otros que tengan su origen en actividades
ilícitas o sean producto, efecto o instrumento u objeto de delito.
5. Bienes o recursos afectados de que se trate hubieren sido afectados dentro de un proceso penal y que el origen de
tales bienes, su utilización o destinación ilícita no hayan sido objeto de investigación o habiéndolo sido, no se
hubiese tomado sobre ellos una decisión definitiva por cualquier causa.
6. Los derechos de que se trate recaigan sobre bienes de procedencia ilícita, pero que hayan sido utilizados o
destinados a ocultar o mezclar bienes de ilícita procedencia.
7. Cuando en cualquier circunstancia no se justifique el origen del bien perseguido en el proceso.
Parágrafo 1º El afectado deberá probar a través de los medio idóneos, los fundamentos de su oposición.
Parágrafo 2º Las actividades ilícitas a las que se refiere el presenta artículo son:
1. El delito de enriquecimiento ilícito
2. Las conductas cometidas en perjuicio del tesoro público, delitos contra el patrimonio, utilización indebida de
información privilegiada, utilización de asuntos sometidos a reserva.
Las que impliquen grave deterioro a la moral social (=que atenten contra la moral social, salud pública, orden
económico, recursos naturales, medio ambiente, seguridad pública, administración pública, el régimen constitucional y
legal, el secuestro, secuestro extorsivo, extorsión y proxenetismo.
Bienes (Art. 3) Todos los que sean susceptibles de valoración económica, muebles o inmuebles, tangibles o intangibles o aquellos sobre
los cuales pueda recaer derecho de propiedad. Igualmente se entenderá por tales todos los frutos y rendimientos de los
mismos.
Cuando no se le pueda hacer extinción a estos se tomarán otros del mismo titular con igual valor. Esto no se interpreta en
perjuicio de los derechos de terceros de buena fé exentos de culpa.
De la Naturaleza Es de naturaleza jurisdiccional, de carácter real y de contenido patrimonial y sólo procederá sobre cualquier derecho real,
de la Acción. (Art. principal o accesorio, independientemente de quien los tenga en su poder, o los haya adquirido y sobre los bienes
4) comprometidos. Esta acción es distinta e independiente de cualquier otra de naturaleza penal que se haya iniciado
simultáneamente, o de la que se haya desprendido, o en la que tuviera origen, sin perjuicio de los terceros de buena fe
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exentos de culpa.
Procederá la extinción respecto de los bienes objeto de sucesión por causa de muerte, cuando dichos bines correspondan
a cualquiera de los eventos previstos en el artículo 2º.
De la Iniciación de Deberá ser iniciada de oficio por la Fiscalía, cuando concurra alguna de las causales previstas en el art. 2º.
la Acción. (Art. 5) La Procuraduría, la Contraloría, la Fuerza Pública, la DNE, cualquier institución pública o cualquier persona natural o
jurídica, deberán informar a la Fiscalía sobre la existencia de bienes que puedan ser objeto de la acción de extinción.
También los organismo internacionales habilitados para el efecto por un tratado podrán dar noticia de ello.
Parágrafo. La DNE podrá intervenir como parte dentro del proceso de extinción que de oficio inicie la Fiscalía, cuando le
asista un interés jurídico para actuar. Estará facultada para presentar y solicitar la práctica de pruebas dirigidas a demostrar
la procedencia ilícita de los bienes, solicitar medidas cautelares sobre los mismos, impugnar la resolución de improcedencia
de la acción, y la providencia que no reconozca el abandono de los bienes a favor del Estado, cuando se cumplan los
requisitos del art. 10.
Retribución (Art. 6) El particular que denuncie de manera eficaz recibirá una retribución del 5% del producto que el Estado obtenga por la
liquidación de dichos bienes o por el valor comercial.
Normas Aplicables La acción de extinción se sujetará exclusivamente a las disposiciones de la presente ley y, solo para llenar sus vacíos, se
(Art. 7) aplicarán las reglas del Código de Procedimiento Penal o del Código de Procedimiento Civil, en su orden. En ningún caso
podrá alegarse prejudicialidad para impedir que se profiera sentencia, ni exigirse la acumulación de procesos. Una vez que
el expediente entre a despacho para fallo, tendrá prelación sobre los demás procesos que en el mismo se adelanten, salvo
sobre aquellos en los que fuere preciso resolver la situación jurídica de un detenido.
Del Debido En el ejercicio y trámite de la acción de extinción se garantizará el debido proceso permitiendo al afectado presentar
Proceso (Art. 8) pruebas e intervenir en su práctica, oponerse a las pretensiones que se estén haciendo valer en contra de los bienes, y
ejercer el derecho de contradicción que la Constitución Política consagra.
De la Protección Se protegerán los derechos de los afectados y en particular:
de los derechos 1. Probar el origen legítimo de su patrimonio, y de bienes cuya titularidad se discute.
(Art. 9) 2. Probar que los bienes de que se trata no se encuentren en las causales que sustentan la acción de extinción.
3. Probar que, respecto de su patrimonio de los bienes que específicamente constituyen el objeto de la acción, se ha
producido una sentencia favorable que deba ser reconocida como cosa juzgada dentro de un proceso de extinción,
por identidad respecto a los sujetos, al objeto y a la causa del proceso.
De la Si los afectados con ocasión de la acción de extinción de dominio no comparecieren por sí o por interpuesta persona, la
comparecencia al autoridad competente ordenará su emplazamiento, en los términos del artículo 13 de la presente ley.
proceso (art. 10) Vencido el término de emplazamiento se designará curador ad litem, siempre que no se hubiere logrado la comparecencia
del titular del bien objeto de extinción con quien se adelantarán los trámites inherentes al debido proceso de extinción, se
emplazará a los terceros indeterminados, a quienes se designará curador ad litem en los términos de esta ley.
De la Conocerá de la acción el Fiscal directamente o a través de los fiscales delegados ante los jueces competentes para dictar la
Competencia (Art. sentencia de extinción de dominio. De acuerdo con sus atribuciones constitucionales y legales, el Fiscal podrá conformar
11) unidades especiales de extinción de dominio.
Corresponde a los jueces penales del circuito especializados, del lugar en donde se encuentre ubicados los bienes, proferir
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la sentencia que declare la extinción de domino. Si se hubieren encontrado bienes en distintos distritos judiciales, será
competente el juez, determinado por reparto, de aquel distrito que cuente con el mayor numero de jueces penales del
circuito especializados. La aparición de bienes en otros lugares, posterior a la resolución de inicio de la investigación, no
alterará la competencia.
Fase Inicial (art. El fiscal competente para conocer la acción iniciará la investigación de oficio o por información suministrada (art. 5) con el
12) fin de identificar los bienes sobre los que se podría iniciar la acción de acuerdo con las causales del art. 2.
En el desarrollo de esta fase, el fiscal podrá decretar medidas cautelares, o solicitar al juez competente, la adopción de las
mismas, según corresponda, que comprenderán la suspensión del poder dispositivo, el embargo y el secuestro de los
bienes, de dinero en depósito en el sistema financiero, de títulos valores, y de los rendimientos anteriores, lo mismo que la
orden de no pagarlos cuando fuere imposible su aprehensión física. En todo caso la DNE será el secuestre o depositario de
los bienes embargados o intervenidos.
Los bienes sobre los que se adopten medidas cautelares quedarán de inmediato a disposición de la Dirección Nacional de
Estupefacientes, a través del Fondo para la Rehabilitación, Inversión Social y Lucha contra el Crimen organizado, el cual
procederá preferentemente a constituir fideicomisos de administración, en cualquiera de las entidades fiduciarias vigiladas
por la Superintendencia Bancaria; o, en su defecto, a arrendar o celebrar otros contratos que mantengan la productividad y
valor de los bienes, o aseguren su uso a favor del Estado. Mientras los recursos monetarios o títulos financieros que valores
se encuentren sujetos a medidas cautelares, las instituciones financieras que reciban la respectiva orden abrirán una
cuenta especial, que genere rendimientos a tasa comercial, cuya cuantía formará parte de sus depósitos. Los rendimientos
obtenidos pasarán al Estado en el caso de que se declare extinguido el dominio sobre tales recursos, o se entregarán a su
dueño, en el evento contrario.
Los bienes fungibles, de género, y/o muebles que amenacen deterioro, y los demás que en adición a los anteriores
determine el Consejo Nacional de Estupefacientes, podrán ser enajenados al mejor postor, o en condiciones de mercado,
cuando fuere el caso, entidad que podrá administrar el producto líquido, de acuerdo con las normas vigentes. De igual
forma, los bienes inmuebles se administrarán de conformidad con las normas vigentes. Los rendimientos obtenidos pasarán
al Estado, en el caso de que se declare extinguido el dominio sobre tales recursos, o se entregarán a su dueño, en el
evento contrario.
En todos los casos, la fiduciaria se pagara, con cargo a los bienes administrados o a sus productos, el valor de sus
honorarios y de los costos de administración en que incurra. Cualquier faltante que se presentare para cubrirlos, será
exigible con la misma preferencia con la que se tratan los gastos de administración en un concurso de acreedores, sobre el
valor de los bienes, una vez que se liquiden o se subasten. Esta fiducia no estará sujeta en su constitución o desarrollo a
las reglas de la contratación administrativa, sino a la ley comercial o financiera ordinaria.
PARÁGRAFO. El Fondo para la Rehabilitación, Inversión Social y Lucha contra el Crimen Organizado es una cuenta
especial sin personería jurídica administrada por la Dirección Nacional de Estupefacientes, de acuerdo con las políticas
trazadas por el Consejo Nacional de Estupefacientes.
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Los bienes y recursos objeto de extinción de dominio ingresarán al Fondo para la Rehabilitación, Inversión, Social y lucha
contra el Crimen Organizado y serán asignados por el Consejo Nacional de Estupefacientes, para fines de inversión social,
seguridad y lucha contra la delincuencia organizada.
Del procedimiento La acción de extinción de dominio se cumplirá de conformidad con las siguientes reglas:
(Art.13) 1. El fiscal que inicie el trámite, dictará resolución de sustanciación en la que propondrá los hechos en que se funda la
identificación de los bienes que se persiguen y las pruebas directas o indiciarias conducentes. Si aun no se ha
hecho en la fase inicial, el fiscal decretará las medidas cautelares, o podrá solicitar al juez competente, la adopción
de las mismas, según corresponda, las cuales se ordenarán y ejecutarán antes de notificada la resolución de inicio
a los afectados, de conformidad con lo dispuesto en el artículo anterior.
2. La resolución de inicio se comunicará al agente del Ministerio Público y se notificará, dentro de los cinco (5) días
siguientes, a las personas afectadas cuya dirección se conozca. Si la notificación personal no pudiere hacerse en la
primera ocasión que se intenta, se dejará en la dirección de la persona por notificar noticia suficiente de la acción
que se ha iniciado y del derecho que le asiste a presentarse al proceso.
3. Cinco (5) días después de libradas las comunicaciones pertinentes, se dispondrá el emplazamiento de quienes
figuren como titulares de derechos reales principales o accesorios según el certificado de registro correspondiente,
y de las demás personas que se sientan con interés legítimo en el proceso, para que comparezcan a hacer valer
sus derechos.
4. El emplazamiento se surtirá por edicto, que permanecerá fijado en la Secretaría por el término de cinco (5) días y
se publicará por una vez, dentro de dicho término, en un periódico de amplia circulación nacional y en una
radiodifusora con cobertura en la localidad donde se encuentren los bienes. Si el emplazado o los emplazados no
se presentaren dentro de los tres (3) días siguientes al vencimiento del término de fijación del edicto, el proceso
continuará con la intervención del curador ad litem, quien velará por el cumplimiento de las reglas del debido
proceso a favor del afectado, y empezará a contar el término de que trata el artículo 10 de la presente ley.
5. Dentro de los cinco (5) días siguientes al término de su comparecencia, los intervinientes podrán solicitar las
pruebas que estimen conducentes y eficaces para fundar su oposición, y para explicar el origen de los bienes a
partir de actividades lícitas demostrables.
6. Transcurrido el término anterior, se decretarán, las pruebas solicitadas que se consideren conducentes y las que
oficiosamente considere oportunas el investigador, las que se practicarán en un término de treinta (30) días, que no
será prorrogable.
El fiscal del conocimiento podrá decretar pruebas de oficio, decisión que no será susceptible de recurso alguno.
7. Concluido el término probatorio, se surtirá traslado por Secretaría por el término común de cinco (5) días, durante
los cuales los intervinientes alegarán de conclusión.
8. Transcurrido el término anterior, durante los quince (15) días siguientes el fiscal dictará una resolución en la cual
decidirá respecto de la procedencia o improcedencia de la extinción de dominio.
9. El fiscal remitirá al día siguiente de la expedición de la resolución de que trata el numeral anterior, el expediente
completo al juez competente, quien dará traslado de la resolución a los intervinientes por el término de cinco (5)
días, para que puedan controvertirla. Vencido el término anterior, dictará la respectiva sentencia que declarará la
extinción de dominio, o se abstendrá de hacerlo, de acuerdo con lo alegado y probado, dentro de los quince (15)
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De las En el proceso de extinción de dominio no habrá lugar a la presentación y al trámite de excepciones previas ni de incidentes
excepciones e salvo el de objeción al peritazgo por error grave. Todos serán decididos en la resolución de procedencia o en la sentencia
incidentes (art. 17) definitiva.
Las partes deberán proponer la objeción al dictamen pericial, sólo por error grave y dentro de los tres (3) días siguientes al
traslado del mismo, presentando las pruebas en que se funda. El Fiscal, si considera improcedente la objeción, decidirá de
plano; en caso contrario, dispondrá un término de cinco (5) días para practicar pruebas y decidir
De la sentencia La sentencia declarará la extinción de todos los derechos reales, principales o accesorios, desmembraciones, gravámenes
(art. 18) o cualquiera otra limitación a la disponibilidad o el uso del bien y ordenará su tradición a favor de la Nación a través del
Fondo para la Rehabilitación, Inversión Social y Lucha contra el Crimen Organizado.
Si los bienes fueren muebles o moneda, y aún no estuvieren secuestrados a disposición del Fondo, en la sentencia se
ordenará que se le haga entrega inmediata de los mismos o que se consignen a su disposición los valores dichos. Si se
tratare de bienes incorporados a un título, se ordenará la anulación del mismo y la expedición de uno nuevo a nombre del
citado Fondo.
Si en la sentencia se reconocieren los derechos de un acreedor prendario o hipotecario de buena fe exenta de culpa, la
Dirección Nacional de Estupefacientes, directamente o por conducto de la Fiduciaria, procederá a su venta o subasta, y
pagará el crédito en los términos que en la sentencia se indique.
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De los gastos Los gastos que se generen con ocasión del trámite de la acción de extinción del dominio, así como los que se presenten
procesales y de por la administración de los bienes en el Fondo para la Rehabilitación, Inversión Social y Lucha contra el Crimen
administración Organizado, se pagarán con cargo a los rendimientos financieros de los bienes que han ingresado a dicho fondo, salvo que
(art.19) la sentencia declare la improcedencia de los bienes.
Los recaudos generados en virtud de la destinación provisional de bienes se destinarán en igual forma.
Vigencia (art. 24) Esta ley rige a partir de la fecha de su promulgación. No obstante la extinción del dominio se declarará, cualquiera sea la
época de la adquisición o destinación ilícita de los bienes. En todo caso se entenderá que la adquisición il´{icita de los
bienes no constituye título, causa un grave deterioro a la moral social y es conducta con efectos permanentes.
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Por la cual se establecen las normas de extinción de dominio sobre los bienes adquiridos en forma ilícita
(No está vigente, derogada por la Ley 793 de 2002)
CAPÍTULO I. DEL CONCEPTO (Art. Para los efectos de esta Ley, se entiende por extinción del dominio la pérdida de
DE LA EXTINCIÓN 1) este derecho en favor del Estado, sin contraprestación ni compensación de
DEL DOMINIO. naturaleza alguna para su titular.
DE LAS CAUSALES Por sentencia judicial se declarará la extinción del derecho de dominio de los
(Art. 2) bienes provenientes directa o indirectamente del ejercicio de las actividades que
más adelante se establezcan o que hayan sido utilizados como medios o
instrumentos necesarios para la realización de los mismos. Dichas actividades
son:
1. Enriquecimiento ilícito de servidores públicos, de particulares.
2. Perjuicio del Tesoro Público que provenga de los delitos de peculado, interés
ilícito en la celebración de contratos, de contratos celebrados sin requisitos
legales, emisión ilegal de moneda o de efectos o valores equiparados a moneda;
ejercicio ilícito de actividades monopolísticas o de arbitrio rentístico; hurto sobre
efectos y enseres destinados a seguridad y defensa nacionales; delitos contra el
patrimonio que recaigan sobre bienes del Estado; utilización indebida de
información privilegiada; utilización de asuntos sometidos a secreto o reserva.
3. Grave deterioro de la moral social. Para los fines de esta norma, se entiende
que son hechos que deterioran la moral social, los delitos contemplados en el
Estatuto Nacional de Estupefacientes y las normas que lo modifiquen o adicionen,
testaferrato, el lavado de activos, los delitos contra el orden económico social,
delitos contra los recursos naturales; fabricación y tráfico de armas y municiones
de uso privativo de las fuerzas militares, concusión, cohecho, tráfico de influencias,
rebelión, sedición, asonada o provenientes del secuestro, secuestro extorsivo o
extorsión.
4. Los eventos en que se utilicen bienes como medio o instrumentos de
actuaciones delictivas o se destinen a éstas, salvo que sean objeto de decomiso o
incautación ordenada dentro del proceso penal mediante providencia en firme.
5. También procederá la extinción del dominio cuando judicialmente se haya
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declarado la ilicitud del origen de los bienes en los eventos consagrados en los
incisos 2o. y 3o. del artículo 7o., de esta Ley, y en el Código de Procedimiento
Penal.
DE LOS BIENES Para los efectos de esta Ley se entenderá por bienes susceptibles de extinción del
(Art. 3) dominio todo derecho o bien mueble o inmueble.
La extinción del dominio también se declarará sobre el producto de los bienes
adquiridos en las circunstancias de que trata esta Ley, los derivados de éstos, sus
frutos, sus rendimientos, y sobre los recursos provenientes de la enajenación o
permuta de bienes adquiridos ilícitamente o destinados a actividades delictivas o
considerados como producto, efecto, instrumento u objeto del ilícito. Cuando se
mezclen bienes de ilícita procedencia con bienes adquiridos lícitamente, la
extinción del dominio procederá sólo hasta el monto del provecho ilícito.
DE LOS BIENES Tratándose de bienes transferidos por acto entre vivos, procederá la extinción del
ADQUIRIDOS POR dominio cuando un tradente los haya adquirido en los casos contemplados en el
ACTO ENTRE VIVOS artículo 2o y los adquirentes hubieren actuado con dolo o culpa grave respecto del
(Art. 4) conocimiento de las causales allí contempladas.
En los casos en que se hubiere constituido fiducia o encargo fiduciario sobre los
bienes respecto de los cuales se pretenda la extinción del dominio, bastará para su
procedencia que alguna de las causales señaladas en el artículo 2o. sea
predicable del encargante o constituyente, sin perjuicio de los derechos de la
fiduciaria a su remuneración y de los derechos de beneficiarios y terceros que no
hubieren actuado con dolo o culpa grave.
Las disposiciones de esta Ley no afectarán los derechos que con arreglo a las
leyes civiles se deriven de los negocios jurídicos válidamente celebrados ni los de
su invalidez, nulidad, resolución, rescisión e ineficacia para las partes y terceros, ni
los inherentes al pago de lo no debido ni al ejercicio de las profesiones liberales.
DE LOS BIENES Procederá la extinción del derecho de dominio respecto de los bienes objeto de
ADQUIRIDOS POR sucesión por causa de muerte, cuando dichos bienes hayan sido adquiridos por el
CAUSA DE MUERTE causante en cualquiera de las circunstancias previstas en el artículo 2o de la
(Art. 5) presente Ley.
En el evento de haberse efectuado la partición y realizado el pago del impuesto
por el adjudicatario, así como la ganancia ocasional, si la hubiere, el Estado
deberá devolverlos para que sea procedente la ejecución de la sentencia.
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DE LOS BIENES Cuando no resultare posible ubicar, incautar o aprehender otros bienes
EQUIVALENTES determinados sobre los cuales verse la extinción del dominio, al momento de la
(Art. 6) sentencia podrá el Juez declarar extinguido el dominio sobre un valor equivalente.
Lo dispuesto en el presente artículo no podría interpretarse en perjuicio de los
derechos de terceros de buena fe.
PARÁGRAFO. Antes de la sentencia de primera instancia, no podrá el Juez que
esté conociendo de la acción de extinción de dominio aprehender, ocupar u
ordenar la práctica de medidas cautelares sobre bienes equivalentes.
CAPÍTULO II. DE LA NATURALEZA La acción de extinción del dominio de que trata esta Ley es de naturaleza
DE LA ACCIÓN DE DE LA ACCIÓN jurisdiccional y de carácter real, y procederá contra el titular real o presunto o los
EXTINCIÓN DEL (Art. 7) beneficiarios reales de los bienes, independientemente de quien lo tenga en su
DOMINIO. poder o lo haya adquirido, {y sin perjuicio de los derechos de los terceros de buena
fe. En ningún caso se podrá intentar la acción de extinción del dominio en forma
independiente, si hay actuaciones penales en curso}.
Si la acción penal se extingue o termina sin que se haya proferido decisión sobre
los bienes, continuará el trámite ante el mismo funcionario que conoció del proceso
penal y procederá la declaración de extinción del dominio de aquellos bienes
adquiridos en cualquiera de las circunstancias de que trata esta Ley.
Si terminado el proceso penal aparecieren nuevos bienes, en cualquier caso
procederá la acción de extinción del dominio ante el mismo funcionario que
conoció de la acción penal correspondiente.
DE LA PRESCRIPCIÓN La acción de extinción del dominio prescribirá en el término de veinte (20) años
(Art. 9) contados desde la última adquisición o destinación ilícita de los bienes,
cualesquiera sea.
DE LA AUTONOMÍA La acción de extinción del dominio es distinta e independiente de la
(Art. 10) responsabilidad penal y complementaria de las actuaciones penales. La
declaración de extinción del dominio corresponderá a los jueces competentes para
conocer de las actuaciones penales. En consecuencia, las entidades estatales
legitimadas, en los casos en que los bienes tengan su origen en una actividad
delictiva, promoverán la acción consagrada en esta Ley cuando la actuación penal
termine por cualquier causa y no se haya declarado en ésta la extinción del
dominio sobre los bienes considerados como producto, efecto, instrumento u
objeto del delito o se hubiere declarado sólo sobre una parte. Por las demás
causales, dichas entidades estatales deberán instaurar la acción con absoluta
independencia de la actuación penal.
La providencia que declare la ilicitud de la adquisición del dominio de los bienes en
un proceso penal y la sentencia condenatoria que así lo establezca constituye
prueba de la ilícita procedencia de los bienes.
CAPÍTULO III. DEL DEBIDO En el ejercicio y trámite de la acción de extinción del dominio se garantizarán el
DEL DEBIDO PROCESO (Art. 11) debido proceso, el derecho de defensa y la plenitud de las formas propias del
PROCESO Y DE mismo.
LOS DERECHOS DE LA PROTECCIÓN Durante el procedimiento se garantizarán y protegerán los derechos de las
DE TERCEROS DE DERECHOS personas y de los terceros, para cuyo efecto no podrá declararse la extinción del
(Art. 12) dominio:
1. En detrimento de los derechos de los titulares legítimos y terceros de buena fe.
2. Si no estuvieren probadas las circunstancias contempladas en la ley.
3. Si no se hubiere garantizado el debido proceso y el derecho de defensa.
4. En todos los casos se respetarán el principio de la Cosa Juzgada.
PARÁGRAFO. <Apartes tachados INEXEQUIBLES> Los titulares de derechos o
los poseedores de los bienes objeto de la acción de extinción del dominio, así
como los terceros, podrán comparecer al proceso dentro de las oportunidades
procesales previstas en esta Ley para el ejercicio de su derecho de defensa. En
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todo caso, los que no comparezcan están representados por un curador ad litem,
sin perjuicio de que, en el evento de no comparecer durante el trámite por razones
no atribuibles a su culpa o dolo, puedan en cualquier tiempo antes del fallo
interponer las acciones y recursos legales que consideren pertinentes para la
defensa de sus derechos.
DE LAS VÍCTIMAS (Art. Toda persona y sus causahabientes forzosos a quienes se les hubiere causado un
13) daño por el titular de los bienes cuyo dominio haya sido extinguido conforme a esta
Ley, tendrá derecho preferencial a la reparación integral siempre que el mismo
haya sido reconocido por sentencia judicial ejecutoriada.
Si los bienes hubieren ingresado al patrimonio del Estado, éste reembolsará a las
víctimas el monto de la indemnización hasta concurrencia del valor de aquéllos,
para lo cual formularán solicitud en tal sentido acompañada de copia autenticada
de la sentencia ejecutoriada en la que le reconoce el derecho y tasa el daño y de
la sentencia que declaró la extinción del dominio, siendo aplicable en este evento
lo dispuesto por el artículo 177 del Código Contencioso Administrativo.
En todo caso, el Estado se subrogará en los derechos que reconozca la sentencia
judicial a quien reciba un pago, según lo provisto en el inciso anterior, por la
cuantía de lo pagado, y perseguirá el patrimonio de la persona obligada a resarcir
el daño a que se refiera la correspondiente sentencia judicial, con los mismos
derechos reconocidos al beneficiario en dicha providencia.
CAPÍTULO IV. DE LA COMPETENCIA Corresponderá a los funcionarios competentes para conocer de las actuaciones
DEL (Art. 14) penales la declaración de extinción del dominio cuando la adquisición de los
PROCEDIMIENTO bienes se origine en cualquiera de las circunstancias de que trata esta Ley, o
Y DE LA cuando se trate de bienes vinculados a actividades delictivas o destinados a las
COMPETENCIA mismas, sin perjuicio de que la acción de extinción del dominio sea iniciada por las
entidades estatales legitimadas con posterioridad a la terminación de la actuación
penal, cuando ésta termine por cualquier causa y no se declare la extinción del
dominio o se declare sólo sobre una parte de éstos.
<Inciso modificado por el artículo 34 de la Ley 504 de 1999. El nuevo texto es el
siguiente:> Concederán de la extinción del dominio los Fiscales Delegados ante
96
CAPÍTULO V. DEL PROCEDIMIENTO El procedimiento de la acción de extinción del dominio, se sujetará a las
DEL (Art. 17) disposiciones especiales contenidas en la presente Ley.
PROCEDIMIENTO DE LA DEMANDA (Art. La demanda contendrá los siguientes requisitos:
18) a) Nombres y apellidos, identificación y domicilio del titular presunto, del real y de
los terceros con interés en la causa, según el caso;
b) La identificación del bien o bienes, estimación de su valor o de los bienes o
valores equivalentes,
c) La petición de pruebas, acompañando las que tenga en su poder, y
d) La dirección del lugar para recibir notificaciones.
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DE LA ENTREGA Si la sentencia declara la extinción del dominio de los bienes y éstos no estuvieren
(Art. 22) en poder del Estado, ordenará su entrega definitiva a quien corresponda y,
ejecutoriada, comisionará para la diligencia que se practicará de preferencia por el
comisionado dentro de los diez (10) días siguientes a la providencia respectiva.
DE LA PERSECUCIÓN El Estado podrá perseguir bienes de los que sea titular o beneficiario real la
DE BIENES (Art. 23) persona contra quien se dictó sentencia de extinción del dominio o sus
causahabientes que no sean de buena fe y hasta concurrencia del valor por el cual
se decretó la extinción.
CAPÍTULO VI. DE LA SUSPENSIÓN Desde la providencia que ordena el trámite de extinción, no podrá adquirirse ni
DE LA DEL PODER transferirse el dominio de los bienes provenientes de actividades ilícitas, ni
SUSPENSIÓN DEL DISPOSITIVO (Art. 24) constituirse derecho alguno, ni celebrarse acto, contrato o negocio jurídico alguno
PODER respecto de éstos, sin perjuicio de los derechos de terceros de buena fe.
DISPOSITIVO
CAPÍTULO VII. DE LA CREACIÓN DEL Créase el Fondo para la Rehabilitación, Inversión Social y la Lucha contra el
DEL FONDO PARA FONDO PARA LA Crimen Organizado, que funcionará como una cuenta especial sin personería
LA REHABILITACION, jurídica administrada por la Dirección Nacional de Estupefacientes, de acuerdo con
REHABILITACION, INVERSIÓN SOCIAL Y las políticas trazadas por el Consejo Nacional de Estupefacientes.
INVERSIÓN LA LUCHA CONTRA EL Los bienes objeto de extinción del dominio, sin excepciones de naturaleza alguna
SOCIAL CRIMEN hechas las deducciones a que se refiere el artículo 21 de la presente Ley, según el
Y LA LUCHA ORGANIZADO caso, formarán parte de los recursos de este Fondo.
CONTRA EL (Art. 25) PARÁGRAFO 1o. <Ver Nota de Vigencia> Durante el desarrollo del proceso, la
CRIMEN Dirección Nacional de Estupefacientes podrá destinar en forma provisional los
ORGANIZADO. bienes sobre los cuales esté vigente una medida cautelar, a las entidades oficiales
o instituciones de beneficio común legalmente reconocidas. Los gastos de
conservación estarán a cargo de la entidad destinataria. La Dirección Nacional de
Estupefacientes tomará las medidas necesarias para garantizar que, los bienes
objeto de destinación provisional continúen siendo productivos y generadores de
empleo, para lo cual podrá recurrir al arrendamiento o fiducia de los bienes en
caso de que la operación genere utilidades. Estos recursos deberán destinarse a
la financiación de los programas sociales de que trata esta Ley con preferencia en
la circunscripción territorial en que se encuentran localizados.
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Así mismo los programas que prevengan el consumo de la droga, como los que
tiendan a la rehabilitación y la promoción de la cultura de la legalidad;
b) Financiar programas de desarrollo alternativo para la erradicación de cultivos
ilícitos;
c) Financiar programas para prevenir, combatir y erradicar la corrupción
administrativa en cualquiera de sus manifestaciones;
d) Financiar programas de reforma agraria y de vivienda de interés social para los
desplazados por la violencia y los involucrados en los programas de erradicación
de cultivos ilícitos;
e) Reembolsar en la hipótesis de que trata esta Ley, los daños causados a los
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DE LA INTEGRACIÓN En los aspectos no contemplados en esta Ley se aplicarán las disposiciones de los
(Art. 30) Códigos de Procedimiento Penal, de Procedimiento Civil y Contencioso
Administrativo, en los que sean compatibles con la naturaleza del proceso y las
actuaciones que se realicen en el mismo.
AUTORIZACIÓN Autorízase al Gobierno para abrir créditos adicionales, y hacer las adiciones y
(Art. 31) traslados presupuestales que sean necesarios para el cumplimiento de esta Ley.
PROTECCIÓN A LA Sin perjuicio de disposición legal en contrario, la acción de extinción de dominio no
VIVIENDA FAMILIAR procederá respecto del bien inmueble amparado por el régimen de patrimonio de
(Art. 32) familia inembargable, o sobre bien afectado a vivienda familiar, siempre y cuando
dicho bien sea el único inmueble en cabeza de su titular y su valor no exceda de
quinientos salarios mínimos legales mensuales al momento de la declaración de
extinción.
DE LA VIGENCIA (Art. Esta Ley rige a partir de la fecha de su promulgación.
33) No obstante, la extinción del dominio se declarará, cualquiera sea la época de la
adquisición o destinación ilícita de los bienes o derechos, aun tratándose de
situaciones jurídicas existentes con anterioridad a la vigencia de esta Ley, siempre
que dicha adquisición o destinación ilícita de los bienes o derechos haya sido
realizada con posterioridad a la existencia de los delitos que dan lugar a esta
medida de extinción, así la legislación haya modificado o modifique la
denominación jurídica, sin perjuicio del término de prescripción de que trata el
artículo 9o. de esta Ley.
En todo caso, se entenderá que la adquisición ilícita de los bienes no constituye
justo título, causa un grave deterioro de la moral social y es conducta con efectos
permanentes.
105
Bibliografía.
Artículos de Revista
“Aló ¿quién habla? Sorprende el poder de los Rodríguez Orejuela para presionar
por sus intereses desde la cárcel”, Revista Semana Noviembre 26 – diciembre 2
de 1996. Edición 760.
“El año del Juicio” Panorama. Resúmen 96. El Tiempo. Domingo 29 de diciembre
de 1996 páginas 1B, 2B y 3B.
“El Gol de Medellín. Cuando todo el mundo asumía que la partida de la ley de
extinción de dominio estaba perdida, cuatro meses de labores del ministro de
Justicia, Carlos Medellín, dieron resultado”. Gente. Revista Semana Noviembre 26
– Diciembre 2 de 1996 Edición 760,
“¿Hora de confiscar? La ley de extinción de dominio pasó, pero va a ser más fácil
entenderla que aplicarla”. Ibid., p. 28 y 29.
“La protección de la tierra una prioridad”. Hechos del Callejón PNUD, año 2 Abril
de 2006
Gacetas No.
284 / 96
363 / 96
537 / 96
547 / 96
556 / 96
106
574 / 96
602 / 96
596 / 96
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6 / 97
Gacetas No.
277/2002
226/2002
57/2002
386/2002
141/02
562/02
198/02
32/02
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562/02
Gacetas No.
402/02
575/02
614/02
620/02
18/03
43/03
46/03
53/03
161/03
27/03
Decretos
Entrevistas
Leyes
Ley 30 de 1986
Sentencias
C- 374 / 97
C- 409 / 97
C-539 / 97
C-1708 / 00
T- 212/ 01
C- 1007/ 02
C- 740/ 03
C- 1065/ 03
C-724 / 04
C-887 /2004
109
C-1025 / 2005
Libros