You are on page 1of 9

“Año de la promoción de la industria responsable y del

compromiso climatico”

CURSO:

FORMACION CIUDADANA Y CIVICA

DOCENTE:

DANIEL ORTIZ

TEMA :

BATALLA DE AYACUCHO Y JUNIN

Grado y sección:

5 “c”

2014
Batalla de Ayacucho

La Batalla de Ayacucho fue el último gran enfrentamiento dentro de las campañas


terrestres de las guerras de independencia hispanoamericanas (1809-1826) y significó el
final definitivo del dominio colonial español en América del sur. La batalla se desarrolló en
la Pampa de Quinua o Ayacucho,26 Perú, el 9 de diciembre de1824.
La victoria de los independentistas supuso la desaparición del contingente
militar realista más importante que seguía en pie, sellando la independencia del Perú con
una capitulación militar que puso fin al Virreinato del Perú. No obstante, España no
renunció formalmente a la soberanía de sus posesiones continentales americanas
hasta 1836. El tratado de paz, amistad y reconocimiento con el Perú fue firmado el 14 de
agosto de1879 en París.

Antecedentes:

Las luchas en la interna en España entre los abolutistas y liberales, había


impedido formar un bloque de refuerzo a las colonias ante el deseo de
independencia por parte de los americanos. El 06 de agosto de 1824, la Batalla
de Junín había sido un detonante en las diferencias entre peruanos y
españoles y el triunfo, le permitió a los comandados por Simón Bolívar obtener
mucha más confianza en su pelea por alcanzar la plena independencia.

Tras la victoria en Junín, Bolívar y sus hombres se dirigieron a Lima en busca


de apoyo financiero para continuar con la pelea independentista. Fue así que
las tropas del Libertador, se vieron reforzadas con hombres procedentes de
Colombia.

Pero, en realidad, las intenciones de Bolívar en el Perú eran autoritarias y en


caso, se encargue de gobernar el Perú, lo haría sin ningún tipo de obstáculos,
Por eso, de cara a la lucha armada en Ayacucho, envió a Antonio José de
Sucre a la cabeza de las tropas peruanas en Ayacucho.

Campaña de Ayacucho:

Simón Bolívar llegó con sus tropas desde Huancayo hasta Huamanga, donde
decidió regresar a Lima y dejar al mando del batallón a Sucre.
Tras la derrota española en Junín, los realistas se retiraron hacia el Cusco,
donde se reorganizaron bajo el mando del virrey La Serna. Ya con la armada
lista, se movilizaron de regreso hacia Huamanga. Fue el momento en que se
dio el encuentro entre patriotas y realistas en la Pampa de Ayacucho, al pie del
cerro Condorcunca.

EL ejército de Sucre contaba con 5600 hombres, una cifra muy inferior a los
realistas, que llegaron a los 9500 soldados comandados por el virrey La Serna.
Al amanecer del 09 de diciembre de 1924, ambos ejércitos ultimaron detalles
para la batalla, donde Sucre lanzó la siguiente arenga: “De los esfuerzos de
hoy depende la suerte de América del Sur. Otro día de gloria va a coronar
vuestra admirable constancia”.

A las 10 de la mañana, el ejército de La Serna rompió fuegos al mismo tiempo


que Sucre y sus soldados entraron en acción. Cuando la situación parecía
favorecer a los hispanos, el grito del general José María Córdova: “¡División!
¡Adelante! ¡Armas a discreción! ¡Paso de vencedores!”, hizo que los patriotas
se lancen con todo para vencer al enemigo, que empezó a desorganizarse y a
sufrir más de un revés en el campo de batalla.

A la una de la tarde, la victoria era peruana. Los realistas sufrieron la pérdida


de 1400 hombres y 700 heridos, mientras que el ejército independiente tuvo
370 muertos y 609 heridos.

Capitulación de Ayacucho:

Es un documento firmado por Antonio José de Sucre en representación del


ejército libertadores, y José Canterac, a nombre de los realistas.

En dicha firma, se establecieron los siguientes acuerdos:

• El territorio bajo control español fue entregado al ejército único libertador.

• Los militares españoles pudieron regresar con gastos pagados por el Estado
Peruano.

• Los españoles que permanecieron en el Perú fueron considerados peruanos,


y los militares conservaron sus grados en el ejército libertador.

• Se conservaron los derechos y privilegios de las personas que estuvieron al


servicio del régimen colonial.

• Se reconoció una deuda con España.

Con la firma de este documento, se dio fin al dominio español en el Perú, lo


que significó la culminación de más de 3 siglos de dominación de la corona en
nuestro territorio.
Batalla de Junín
La Batalla de Junín fue uno de los últimos enfrentamientos que sostuvieron
los ejércitos realistas e independentistas en el proceso de la independencia del Perú el 6
de agosto de 1824. Su resultado fue la victoria de los independentistas.
Simón Bolívar, Libertador y Presidente de la Gran Colombia continuó la guerra de
emancipación del Perú. En el año 1824 los realistas se sostenían aún en la sierra central y
el Alto Perú. Bolívar tenía en su ejército más de 8.000 hombres, equivalente en número al
realista, pero las fuerzas realistas estaban dispersas entre el valle del Mantaro y Alto Perú.
Esto fue debido a la sublevación en el Alto Perú del general realista Olañeta que fracturó la
defensa del virreinato, y obligó al virrey a mandar sobre el Alto Perú parte importante de
sus ejércitos al mando de Jerónimo Valdés, unos 5.000 regulares que tenían su base
en Puno.
Bolívar, conocedor de esta ventaja aprovechó la oportunidad, y en junio de 1824 enfiló su
ejército hacia la sierra central del Perú para aislar a las solitarias fuerzas realistas del
general José de Canterac, situadas en el norte.

Escenario
La batalla se desarrolló en la pampa de Junín o Meseta de Bombón, situada en el centro
del Perú en el actualdepartamento de Junín a orillas del lago llamado Junín o
Chinchaycocha que está situado a 4000 msnm. La planicie está ubicada en la región
natural de la puna o altoandina, entre los distritos de Junín, Ondores y Carhuamayo de la
región Junín y el distrito de Ninacaca de la región Pasco.

La batalla
El 2 de agosto Simón Bolívar pasó revista a su ejército, compuesto por 7.900 soldados de
infantería, 1.000 de caballería y 6 piezas de artillería, en el llano de Rancas dirigiéndole
estas elocuentes palabras:
¡Soldados! Vais a completar la obra más grande que el cielo ha encomendado a los hombres:
la de salvar un mundo entero de la esclavitud.
¡Soldados! Los enemigos que vais a destruir se jactan de catorce años de triunfos. Ellos, pues
serán dignos de medir sus armas con las vuestras que han brillado en mil combates.
¡Soldados! El Perú y la América toda aguardan de vosotros la paz, hija de la victoria, y aún la
Europa liberal os contempla con encanto porque la libertad del Nuevo Mundo es la esperanza
del Universo. ¿La burlaréis? No. No. Vosotros sois invencibles.

Simón Bolívar

El 6 de agosto el ejército de Canterac, formado por 1.300 jinetes, 7.000 infantes y 9 piezas
de artillería,5marchaba apresuradamente alrededor del lago Junín tratando de evitar el
combate con Bolívar. Esa tarde el Ejército Unido había cruzado el río Grande a la altura de
Rumichaca, al llegar a una elevación pudieron observar al ejército realista en retirada
acercándose a la llanura de Junín.
Sin perder tiempo, Bolívar ordenó a 900 jinetes de su caballería intentar detener a los
realistas mientras la infantería, que aún se encontraba a 5 kilómetros de distancia los
alcanzaba. Viendo esto, Canterac ordenó a su infantería continuar la retirada y poniéndose
el mismo a la cabeza de sus hombres, desplegó su caballería en batalla ordenando que
los "Húsares de Fernando VII" y los "Dragones del Perú" formaran una sola línea teniendo
a los "Dragones de la Unión" en columna a los dos flancos para favorecer el envolvimiento
de la caballería patriota.
El terreno era difícil, la caballería destacada por Bolívar marchaba en columnas por un
espacio angosto entre un cerro y un pantano. El mando general de toda ella lo ejercía el
general Mariano Necochea, el de la caballería colombiana el coronel Lucas Carvajal y el
de la peruana el general Guillermo Miller.6 Encabezando la formación iba el regimiento de
Granaderos de Colombia comandado por Felipe Braun, seguido por el escuadrón de
Granaderos de los Andes al mando de Alejo Bruix, el regimiento de Húsares del Perú del
coronel Antonio Placencia, y el regimiento de Húsares de Colombia del coronel Laurencio
Silva. La caballería independentista salió del trecho por el que venía y comenzó a
desplegarse en la pampa, pero cuando únicamente los "Granaderos de Colombia" habían
formado en batalla y el tercer escuadrón de "Húsares del Perú" aguardaba en la quebrada
de Chacamarca su turno para entrar en la línea, fue cargada por la caballería realista.
Los "Granaderos de Colombia" recibieron a pie firme el choque de la caballería española
enrristrando sus largas lanzas a modo de picas, desconcertando a sus contrarios con esta
estrategia y deteniendo durante un instante el ataque realista. El general Miller que
conducía a 250 "Húsares del Perú" con la misión de desbordar la derecha de Canterac no
pudo ejecutar esta maniobra por lo precipitado del ataque realista y hubo de cargar de
frente siendo envuelto junto a los "Granaderos de los Andes" y los "Húsares de Colombia"
que mandaba el general Necochea quien herido y desmontado fue hecho prisionero,
únicamente una parte de los "Granaderos de Colombia" al mando del mayor Braun
lograron abrirse paso entre las filas contrarias quedando en posición ventajosa mientras
que el resto de la caballería patriota se replegaba perseguida por la realista. Al presenciar
crítico momento, el general Bolívar, que junto a su estado mayor había estado
presenciando el combate sobre una loma a orilla del lago con grave peligro para su
persona, se retiró a retaguardia preocupándose en reunir los dispersos de su caballería y
acelerar la marcha de la infantería siendo alcanzado en dicho lugar por el general Lara que
conducía la primera de la divisiones patriotas ocurriendo el siguiente diálogo entre ambos
según refiere el coronel Manuel Antonio López, en ese entonces ayudante del estado
mayor, en sus recuerdos sobre la campaña:
"(...)Cuando el general reunía nuestros maltrechos jinetes, llegó el general Lara i le pregunto:
-¿Que hai, general?
-Que ha de haber, respondio el Libertador, que nos han derrotado nuestra caballería.
-¿I tan buena así es la del enemigo?
-Demasiado buena, cuando ha derrotado la nuestra, replico Bolívar.
-¿Quiere usted que yo vaya a dar una carga con esta caballería? (propuso Lara señalando a
los arrollados)
-No, (concluyo el Libertador) porque eso sería quedarnos sin caballería para concluir la
campaña.(...)"
La Batalla de Junín, Recuerdos Históricos del coronel Manuel Antonio López7

Empeñados todos los escuadrones realistas en la persecución de un enemigo al que


creían derrotado perdieron su cohesión inicial sin percatarse que aún quedaba sin entrar
en batalla el primer escuadrón de "Húsares del Perú" al mando del comandante Isidoro
Suarez, quien advirtió el flanco expuesto que los realistas presentaban a su izquierda, en
ese preciso momento el mayor José Andrés Rázuri comunicó a su superior una falsa orden
de Bolívar de cargar a la caballería realista que galopaba en persecución de los
patriotas.8 Ordenada y dirigida la carga por Suarez los realistas fueron tomados
completamente desprevenidos, momento en el cual el grueso de la caballería patriota al
mando de Miller quien había tomado el mando general por la captura de Necochea volvió
grupas para regresar al ataque, distinguiéndose en esta parte de la batalla el coronel Silva
quien rápidamente reorganizó a los "Húsares de Colombia" impidiendo que los realistas
lograran envolverlo.
Ya los independientes habían sido arrollados; a pesar de su arrojo y decisión no habían podido
resistir al terrible impulso de la caballería de los realistas; ya estos empezaban a entonar el
himno de la victoria cuando dos escuadrones enemigos que estaban a retaguardia al mando
del teniente coronel Suarez, se lanzaron sobre los vencedores que se hallaban asimismo en el
mayor desorden y confusión mezclados con los vencidos. Reunidos estos con aquella masa de
bronce que se hallaba en perfecta formación, cayeron de nuevo sobre los diseminados
realistas, los acuchillaron horrorosamente, los obligaron a ponerse en pronta retirada, y les
arrebataron el campo de batalla.
Historiador español Mariano Torrente9

Atacados de flanco y por retaguardia los realistas se desmoralizaron y volvieron grupas,


sin que el general Canterac que en ese momento se encontraba al frente de sus jinetes
pudiera advertir el motivo de este contraste que se realizaba "inesperadamente, sin que
pudiera imaginar cual fue la razón" según informó después al virrey. Arrojados a la llanura
y dispersos en grupos aislados los realistas fueron derrotados tras un encarnizado
combate librado solamente con armas blancas (sables y lanzas), sin que se registrase
durante la acción disparo alguno. Las compañías de infantería que Bolívar había mandado
llamar arribaron al campo cuando la lucha había concluido.
Los jinetes de Canterac fueron perseguidos hasta las filas mismas de su infantería, donde
desoyendo las opiniones de algunos de sus oficiales como la del coronelDionisio Marcilla,
quien había comandado la derecha y padecido menos, que sugerían reagruparse y volver
al ataque el general Canterac ordenó continuar la retirada con tal celeridad que en los
veteranos e intactos batallones españoles se introdujo el más sensible desaliento. El
entonces brigadier Andrés García Cambadiría años más tarde que en Junín la brillante y
engreída caballería del ejército real perdió todo el favorable prestigio y la ventajosa
reputación que había sabido adquirirse en las gloriosas campañas anteriores.10
El Ejército Unido obtuvo una importante victoria. El resultado de esta batalla fue de 254
muertos y heridos y 80 prisioneros11 para el bando realista y de 148 soldados muertos y
heridos (145 según el parte oficial) para el bando independentista12 y que según parte del
general Andrés de Santa Cruz, Jefe del Estado Mayor del Ejército Unido, se encontraban
divididos de la siguiente manera:13

 Granaderos de Colombia: 13 muertos y 26 heridos.


 Idem de los Andes: 8 muertos y 17 heridos.
 Húsares de Colombia: 2 muertos y 9 heridos.
 Primer Regimiento del Perú: 21 muertos y 46 heridos.
 Muerto un oficial edecán del general Miller.
 Total 45 muertos y 99 heridos.
En reconocimiento a la brillante acción de la caballería peruana, que tuvo el 46.5% de
las bajas totales, el general Bolívar le cambió el nombre de Húsares del Perúpor el
de Húsares de Junín.
Todo el enfrentamiento duró aproximadamente cuarenta y cinco minutos a una altura
de 4.100 metros sobre el nivel del mar. El triunfo en la Pampa de Junín haría renacer
la moral entre el Ejército Unido.
Historia del departamento de Junín

El 20 de noviembre de 1820 se juró la independencia de Huancayo, ese mismo día en las


cercanías de Jauja se desarrolló la batalla entre las fuerzas patrióticas y los realistas.

Ese mismo año Tarma fue escenario de un exitoso combate contra los realistas quienes
perdieron caballos y equipos.

Entre los años de 1820 y 1822 los pueblos de Junín realizaron un sacrificio esforzándose por
expulsar al ejército realista de la región.

Entre 1822 y 1824 muchos pobladores sufrieron requisas y penalidades por parte del ejército
realista, que de esta forma castigaban a los grupos del ejército libertador que se
encontraban en el valle del Mantaro.

En marzo de 1824 el general realista estuvo encargado de perseguir al líder Ninavilca por los
caminos de Jauja, imponiendo a esta ciudad numerosos cupos de guerras.

En el pueblo de Junín en 1834 se llevó a cabo una acción de armas, entre las fuerzas
armadas bajo el mando del general Miller, quien se había posesionado del cementerio y de la
plaza de armas del pueblo.

El 6 de agosto de 1824 a 5 km. del lago Chinchaycocha (lago Junín), se desarrolló una de las
más importantes batallas de la gesta patriótica. El triunfo de Junín y la derrota de los
españoles fueron el resultado del arrojo y oportuna intervención de la caballería peruana.
Después de la batalla de Junín el libertador Bolívar estableció en Huancayo su cuartel
general.

Desde Huancayo días después, las tropas revolucionarias del coronel José Rufino partieron a
dar batalla a las fuerzas orbegosistas en el campo de Maquinhuayo, allí un recordado abrazo
puso término a la guerra civil.

Durante la confederación Perú-Boliviana el departamento de Junín formó parte del Estado


Norperuano.

Al quedar resuelta la confederación tras la derrota de Yungay del 20 de enero en 1839,


Agustín Gamarra convocó a un Congreso Constituyente en Huancayo en la capilla de la
Merced que se desarrolló entre el 15 de agosto y 29 de noviembre de 1839.

A partir de 1847 con la fundación del fuerte de San Ramón, se dió mucho impulso al trazado
de las trochas en la zona de la selva y la habilitación de áreas para colonización.

En las décadas de 1850 y 1860 se intentó delimitar áreas reservadas a emigrantes europeos.
La colonización de la selva privó de sus mejores tierras a las etnias amazónicas nativas.

En Huancayo el 3 de diciembre de 1854 Ramón Castilla suscribió el decreto de justicia que


puso término a la esclavitud que principalmente afectaba a los negros.

You might also like