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CUESTIONARIO
1. ¿Qué es para ti la filosofía? ¿Otra asignatura? ¿Una ciencia? ¿Un saber? ¿Un modo de
conocimiento? ¿Una experiencia? ¿Un comecocos? ¿Todo esto junto? Razónalo.
2. ¿Para qué sirve la filosofía? ¿Es útil? ¿Es práctica? ¿Es especulativa? ¿Es entretenida?
3. ¿Has tenido alguna experiencia que puedas llamar “filosófica”? ¿Por qué la llamas así?
4. ¿Cuál es el origen de la actitud filosófica? ¿Qué se quiere decir con ello?
5. ¿Qué significa actuar con filosofía?
6. ¿De qué clase es la verdad filosófica?
7. ¿Has leído algún libro “filosófico”? Por otra parte, ¿lees libros? ¿De qué clase? ¿Te
gusta leer (aunque no sean libros)? ¿Relacionas a la filosofía con los libros?
8. ¿Conoces o has oído hablar de algún filósofo o filósofa? ¿Sabes algo de él o de ella?
9. ¿Te has planteado alguna vez algo como problemático? ¿Has explorado alguna vez un
problema filosófico?
10. ¿Sabes lo que es razonar? ¿Y argumentar? ¿Te suena de algo la “razón”? ¿Y la “lógica”?
11. ¿Has visto alguna película que plantee problemas “filosóficos”? ¿Cuál o cuáles? ¿Por qué
la consideras “filosófica?
12. ¿Tienes idea de por qué te hago tantas preguntas? ¿Y los seres humanos por qué –
o para qué- se hacen preguntas? ¿Todas las preguntas son del mismo tipo o hay
preguntas específicamente “filosóficas”?
13. ¿Relacionas a la filosofía con Internet? Por cierto ¿tienes computador con acceso a
Internet?
14. ¿Qué consideras que significa la expresión “tomarse la vida con filosofía”?
LECTURA:
EL HOMBRE
Vamos ahora a meditar sobre el hombre. Hay en este terreno tantos problemas filosóficos, que
no es posible siquiera enumerarlos todos. De ahí que nuestra meditación haya de limitarse
forzosamente sólo a algunos. Con los grandes pensadores del pasado y de nuestro propio
tiempo, vamos sobre todo a hacernos esta pregunta: ¿Qué es el hombre? ¿Qué somos
realmente nosotros mismos?
Lo mejor será que aquí, como siempre, empecemos afirmando las cualidades del hombre que
no ofrecen lugar a duda. Éstas pueden reducirse a dos capítulos: el hombre es un animal,
primeramente; y, en segundo lugar, el hombre es un animal raro, de especie única.
Es pues, ante todo, un animal y presenta todas las características del animal. Es un organismo,
tiene órganos sensibles, crece, se nutre y mueve; posee poderosos instintos: el de conservación
y de lucha, el sexual y otros, exactamente como los demás animales. Si comparamos al hombre
con los otros animales superiores, vemos con toda certeza que forma una especie entre las
otras especies animales. Es verdad que los poetas han exaltado a menudo los sentimientos
humanos con lenguaje maravilloso. Sin embargo, yo conozco algunos perros cuyos
sentimientos me parecen más bellos y más profundos que los de muchos hombres. Acaso no
sea muy agradable, pero hay que confesar que pertenecemos a la misma familia. Los perros y
las vacas son algo así como nuestros hermanos y hermanas menores. Para pensar así, no
tenemos por qué acudir a las sabias teorías sobre la evolución de las especies, según las cuales
el hombre vendría no ciertamente de un mono, como de ordinario se dice, pero sí de un animal.
Es, sin embargo, un animal raro. El hombre tiene muchas cosas que o no las hallamos en
absoluto en los otros animales o sólo quedan en huellas insignificantes. Lo que aquí sorprende
sobre todo es que, desde el punto de vista biológico, el hombre no tendría derecho alguno a
imponerse así a todo el mundo animal, a dominarlo como lo domina y aprovecharse de él como
el más poderoso caprichoso de la naturaleza. El hombre es, en efecto, un animal mal dotado.
Vista débil, apenas olfato, oído inferior: tales son ciertamente sus características. Armas
naturales, por ejemplo, uñas, le faltan casi completamente. Su fuerza es insignificante. No puede
correr velozmente ni nadar. Por añadidura, está desnudo y muere mucho más fácilmente que
la mayoría de los animales de frío, calor y accidentes parejos. Biológicamente, el hombre no
tendría derecho a la existencia. Hace tiempo debiera haberse extinguido, como otras especies
animales mal dotadas.
Ahora bien, ¿cómo es posible esto? Todos conocemos la respuesta: por la razón. El hombre,
con toda su debilidad, posee un arma terrible: la inteligencia. Es incomparablemente más
inteligente que ningún otro animal, aun el más alto de la escala zoológica. Cierto que hallamos
también vislumbres de inteligencia en los monos, gatos y elefantes. Pero son insignificancias al
lado de lo que posee el hombre, aun el más sencillo. Esto explica su triunfo sobre la tierra. Más
esto es una respuesta provisional y superficial. El hombre no sólo parece tener más inteligencia
que los otros animales, sino también otra especie de inteligencia, o como se la quiera llamar.
Así se ve por el hecho de que el hombre, y sólo él, ostenta una serie de cualidades
completamente particulares. Las más notables son las cinco siguientes: la técnica, la tradición,
el progreso, la capacidad de pensar de modo totalmente distinto que los otros animales y,
finamente, la reflexión.
Pero la técnica no es, con mucho, la única rareza del hombre. La técnica misma no hubiera
podido desenvolverse si el hombre no fuera, a la par, un animal social, y social en un sentido
absolutamente especial de la palabra. Conocemos ciertamente otros animales sociales. Las
termitas y las hormigas, por ejemplo, poseen una maravillosa organización social. Pero el
hombre es social de otro modo. Forma, en efecto, la sociedad por la tradición. Ésta no le es
ingénita, ni tiene nada que ver con sus instintos: la aprende. Y el hombre puede aprender la
tradición porque posee, como no posee ningún otro animal, un lenguaje muy complicado. La
tradición sola hubiera bastado para distinguir fuertemente al hombre del resto de los animales.
Parece, sin embargo, que todo esto: la técnica, la tradición, el progreso, dependen de una cuarta
cualidad, a saber, la peculiar capacidad que posee el hombre de pensar de distinta manera que
el resto de los animales. Esta diferencia o particularidad de su pensamiento no es fácil de reducir
a una fórmula breve, pues es muy compleja. Así el hombre es capaz de abstracción. Mientras
los otros animales piensan siempre con miras a lo particular y concreto, el hombre puede pensar
universalmente. A ello debe precisamente las mayores conquistas de su técnica. Basta pensar
en la matemática, principal instrumento de la ciencia. Pero la abstracción no va sólo a lo
universal. Abarca también objetos ideales, como los números y los valores. De aquí depende
ciertamente que el hombre parece poseer una independencia absolutamente única de la ley de
la teleología biológica que domina todo el reino animal. Sólo voy a mentar dos rasgos muy
sorprendentes de esta independencia: la ciencia y la religión. Lo que el animal conoce está
siempre ligado a un fin. Sólo ve o entiende lo que es útil para él o para su especie. Su
pensamiento es del todo práctico. La cosa cambia en el hombre. Éste estudia objetos que no
tienen absolutamente un fin práctico alguno, por el saber puro. El hombre es capaz de la ciencia
objetiva y, efectivamente, la ha construido.
Acaso es todavía más notable su religión. Cuando vemos que en la costa sur del Mediterráneo,
en que se da muy bien el vino, la viña se cultiva muy poco por habitar allí musulmanes, y sí, en
cambio, en condiciones menos favorables junto al Rin y hasta en Noruega, en países cristianos;
si observamos los grandes establecimientos o instalaciones en los desiertos en torno a lugares
de peregrinación budistas o cristianos, hemos de decirnos que esto no tiene sentido económico
ni biológico. Desde el punto de vista puramente animal, ello, realmente, carece de sentido.
Ahora bien, el hombre puede hacer esas cosas porque es, hasta cierto punto, independiente de
las leyes biológicas del mundo animal.
Esta independencia va más lejos aún. Cada uno de nosotros tiene la conciencia inmediata de
ser libre; por lo menos en ciertos momentos, parece como si pudiéramos superar todas las leyes
de la naturaleza.
Con esto va unida otra cosa. El hombre es -acaso sobre todo- capaz de reflexión. El hombre no
mira, como parecen hacerlo todos los animales, exclusivamente el mundo exterior. Puede
pensar en sí mismo, se preocupa de sí mismo, se pregunta por el sentido de su propia vida.
También parece ser el único animal que tiene clara conciencia de que ha de morir.
Si se atienden todas estas particularidades del hombre, no puede sorprendernos que Platón,
fundador de nuestra filosofía occidental, llegara a la conclusión de que el hombre es algo distinto
de toda la naturaleza. Lo que le hace hombre -la psique, el alma, el espíritu- está ciertamente
en el mundo, pero no pertenece al mundo. El hombre descuella por encima de toda la
naturaleza.
Pero las mentadas particularidades del hombre forman sólo uno de sus aspectos. Ya hemos
hecho notar que el hombre es a la vez un verdadero y pleno animal (demasiado animal a veces).
Y, lo que es más importante, lo espiritual del hombre está estrechamente unido con lo
puramente animal, con lo corpóreo. La menor perturbación en el cerebro basta para paralizar el
pensamiento del más grande genio. Medio litro de alcohol es a menudo suficiente para
transformar al más refinado poeta en una fiera salvaje. Ahora bien, el cuerpo, con sus procesos
fisiológicos, y no menos la vida instintiva animal es algo tan distinto del espíritu, que se impone
la pregunta de cómo puede ser en absoluto posible la unión de ambos.
A esta cuestión se le dan distintas respuestas. La más antigua y más sencilla consiste en negar
simplemente que haya en el hombre algo más que cuerpo y movimientos mecánicos de lo
corporal. Es la solución del materialismo riguroso. Hoy se defiende raras veces, entre otras
razones, por el argumento que contra ella opuso el gran filósofo alemán Leibnitz. Éste proponía,
en efecto, imaginar el cerebro tan agrandado, que dentro de él pudiéramos movernos como en
un molino. Entrados en él sólo veríamos movimientos de distintos cuerpos, pero nunca un
pensamiento. Luego el pensamiento y sus parecidos han de ser algo completamente distinto de
los simples movimientos de los cuerpos. Naturalmente, puede contestarse que no hay en
absoluto pensamiento ni conciencia; pero esto es tan patentemente falso, que los filósofos no
suelen tomar del todo en serio tal afirmación.
Aparte este materialismo extremo, hay otro moderado según el cual existe ciertamente la
conciencia, pero ésta es función del cuerpo; una función que sólo por su grado se diferencia de
la de los otros animales. Ésta es teoría que hay que tomar más en serio.
Esa teoría se aproxima bastante a una tercera concepción que debemos a Aristóteles y que hoy
parece recibir una fuerte confirmación de parte de la ciencia. La teoría aristotélica se distingue
en dos puntos de la segunda clase de materialismo. En primer lugar, no tiene sentido
contraponer unilateralmente las funciones espirituales al cuerpo. El hombre, dice Aristóteles, es
un todo, y este todo tiene diversas funciones: puramente físicas, vegetativas, animales y,
finalmente, también espirituales. Son funciones, todas, no del cuerpo, sino del hombre, del todo.
Y la segunda diferencia está en que Aristóteles -lo mismo que Platón- ve en las funciones
espirituales del hombre algo completamente particular que no se da en los otros animales.
Finalmente, platónicos estrictos -que tampoco hoy faltan- sostienen la opinión de que el hombre
es, como lo ha formulado un malicioso adversario, un ángel que vive en una máquina, un puro
espíritu que pone en movimiento un puro mecanismo. Este espíritu, como ya hemos notado, se
concibe como algo completamente distinto del resto del mundo. No sólo el filósofo francés
Descartes, sino también muchos existencialistas actuales defienden con múltiples variantes
esta doctrina. Según ellos, el hombre no es el todo, sino sólo el espíritu o, como se le llama
actualmente a menudo, la existencia.
Si bien se mira, se trata aquí de dos cuestiones: ¿Hay en el hombre algo esencialmente distinto
que en los demás animales? ¿En qué relación está ese algo con los otros elementos de la
naturaleza del hombre?
Todavía hay otra cuestión fundamental en torno al hombre, cuestión a la que ha dado expresión
precisa la filosofía de las últimas décadas, la llamada filosofía existencial y el existencialismo.
Hemos efectivamente considerado distintas particularidades del hombre que le dan cierta
dignidad y por las que descuella por encima de todos los animales. Pero el hombre no es sólo
eso. Es también -y, por cierto, merced a tales cualidades particulares- algo incompleto, inquieto
y, en el fondo, miserable. Un perro, un caballo come, duerme y es feliz (en cuanto le dejamos
nosotros serlo). No necesitan nada más allá de la satisfacción de sus instintos. En el hombre no
es así. El hombre se crea constantemente nuevas necesidades y jamás está satisfecho. Una
invención completamente especial del hombre es el dinero, del que no tiene nunca bastante.
Parece como si, por esencia, estuviera destinado a un progreso infinito y como si sólo lo infinito
pudiera satisfacerle.
Pero a la vez el hombre y, a lo que parece, sólo el hombre tiene conciencia de su finitud y, sobre
todo, de su mortalidad. Estas dos cualidades juntas dan por resultado una tensión por la que el
hombre se nos aparece como un enigma trágico. Parece como destinado a algo que no puede
en absoluto alcanzar. ¿Cuál es, pues, su sentido; cuál es el fin de su vida? Desde Platón, los
mejores de entre nuestros grandes pensadores se han esforzado en hallar la solución a este
enigma. Esencialmente, nos han propuesto tres grandes soluciones.
La primera, muy difundida en el siglo XIX, afirma que la necesidad de infinito se satisface
identificándose el hombre con algo más amplio que él mismo, sobre todo la sociedad o la
humanidad. No tiene importancia alguna, dicen estos filósofos, que yo tenga que sufrir, fracase
y muera. La humanidad, el universo prosigue su curso. Más adelante tendremos que hablar aún
de esta solución. Basta decir aquí que la mayoría de los filósofos actuales la tienen por
insostenible. En lugar de resolver el enigma, esta solución niega el dato, es decir, el hecho de
que el hombre desea para sí el infinito, para sí como hombre particular, como individuo, y no
para una abstracción como la humanidad o el universo. A la luz de la muerte se ve bien lo hueco
y falso de esta teoría.
La segunda solución, muy difundida actualmente entre los existencialistas, afirma radicalmente
que el hombre no tiene sentido alguno. Es un error de la naturaleza, una criatura mal hecha,
una pasión inútil, como ha escrito alguna vez Sartre. El enigma no puede ser resuelto. Nosotros
seremos eternamente una cuestión trágica para nosotros mismos.
Pero hay también filósofos que, siguiendo a Platón, no quieren sacar esa conclusión. No pueden
creer en algo tan sin sentido de la naturaleza. Tiene que haber, según ellos, una solución al
enigma del hombre.
¿En qué puede consistir esa solución? La solución sólo puede estar en que el hombre alcance
de algún modo lo infinito. Ahora bien, en esta vida no lo puede alcanzar. Si hay, pues, una
solución del problema del hombre, éste ha de tener su fin y sentido en el más allá, fuera de la
naturaleza, allende el mundo. ¿Pero cómo? Según muchos filósofos desde Platón, la
inmortalidad del alma es demostrable. Otros, sin creer en una demostración estricta, la admiten.
Pero tampoco la inmortalidad aporta una respuesta a la cuestión. No se ve, en efecto, cómo el
hombre alcanza en la otra vida lo infinito. Platón dijo una vez que la respuesta última a esta
cuestión sólo podía darla un dios. Había que esperar una palabra divina.
Pero esto ya no es filosofía, sino religión. El pensamiento filosófico plantea aquí, como en otros
terrenos, la cuestión. Nos lleva a un límite en que el hombre contempla en silencio la oscuridad
ya no aclarable racionalmente, es decir, filosóficamente.
PARA CONTESTAR.
1. ¿Dónde y cuándo surgió la Filosofía en Occidente?
2. ¿Qué eran las polis?
3. ¿Sabes quiénes fueron Homero y Hesíodo? (Si no lo sabes búscalo en una enciclopedia
o en internet).
4. ¿Qué son las cosmologías? ¿Y las cosmogonías?
5. ¿Qué circunstancias hicieron que surgiera el pensamiento filosófico?
“Habiéndole preguntado León, tirano de los fliasios, quién era, dijo: “Filósofo”. Y
así comparaba la vida humana a un concurso festivo de toda clase de gentes; pues así
como unos vienen a él a luchar, otros a comprar y vender, y otros, que son los mejores,
a ver, también en la vida unos nacen esclavos de la gloria, otros cazadores de haberes
y otros filósofos, amantes de la virtud.” (DIÓGENES LAERCIO, Vidas, opiniones y
sentencias de los filósofos más ilustres. Madrid, Aguilar, p. 404.)
“Todos los hombres y todas las mujeres son filósofos, o, permítasenos decir, si ellos
no son conscientes de tener problemas filosóficos, tienen en cualquier caso prejuicios
filosóficos. La mayor parte de estos prejuicios son teorías que los humanos
inconscientemente dan por sentadas o que han absorbido de su ambiente intelectual o
de la tradición.
Puesto que pocas de estas teorías son conscientemente sostenidas, constituyen
prejuicios en el sentido de que son sostenidas sin examen crítico, incluso a pesar de que
puedan ser de gran importancia para las acciones prácticas de la gente y para su vida
entera.
Una justificación de la existencia de la filosofía profesional reside en el hecho de que
los hombres necesitan que hay quien examine críticamente estas extendidas e
influyentes teorías.
Este es el inseguro punto de partida de toda ciencia y de toda filosofía. Toda filosofía
debe partir de las dudosas y a menudo perniciosas concepciones del sentido común
acrítico. Su objetivo es el sentido común crítico e ilustrado; una concepción más próxima
a la verdad y con una influencia menos perniciosa sobre la vida humana.”
K. R. Popper, Cómo veo la filosofía, pág. 64
TEMA GRADO 10º FILOSOFÍA DE LA EDAD MODERNA
Una antesala de la modernidad es el renacimiento que surgió en Italia en el siglo XIV y se extendió
por toda Europa en los siglos XV y parte del siglo XVI; la Edad Moderna para la filosofía significa,
ante todo, el surgimiento y auge de la razón.
Este periodo que va desde el siglo XVI hasta los comienzos del siglo XIX, mientras que la Edad
Media edificó su mundo cultural sobre una visión religiosa de la realidad, la modernidad supuso una
ruptura radical con esta visión. A raíz del surgimiento de las ciencia experimentales, las teorías de la
moral y del derecho fundamentadas en principios racionales. La Edad Moderna es, ante todo, la
edad de la ilustración, del escepticismo, de un nuevo orden político y religioso y de una nueva ciencia.
Una manera de entender la modernidad consiste en comprender el papel tan importante que
desempeñó el escepticismo, la crisis causada por el escepticismo terminó por propagarse al campo
de las ciencias y a los demás campos del conocimiento humano.
El papel fundamental que desempeño la ciencia dentro de la cultura moderna fue el de crear la
exigencia de pruebas experimentales para toda afirmación que quisiera ser tenida como un
conocimiento válido.
La idea de contrato social fue el instrumento conceptual novedoso que fue utilizado por los
filósofos de la ilustración para explicar la, obligación política desde bases humanas y no desde
asuntos divinos. La tradición medieval sostenía que era necesario obedecer a los reyes porque ellos
eran elegidos por Dios, pero, los filósofos ilustrados, sugirieron que la única razón para obedecer
cualquier tipo de gobierno se debía basar en el simple hecho de que el Estado fuera el representante
de la voluntad de las personas gobernadas y que, como tal, sirviera a sus intereses. Con base en un
contrato que debía ser evaluado regularmente a través del voto popular.
LA POLÍTICA MODERNA
El príncipe, es decir, el gobernante, debe darse cuenta de que los hombres son malos por lo
tanto, la política surge de su maldad y que es necesario ejercer la fuerza sobre ellos. El único fin es
tener el poder y para lograrlo no importa el uso de la violencia y, en general, romper las normas
morales. La política es diferente y contraria a la moral. Ser firme en sus decisiones. Las soluciones
a medias no sirven de nada, pues para vencer a un enemigo hay que ser más fuerte que él y por ello
el uso del derecho es inútil.
Con Maquiavelo nació, entonces, la idea de razón de Estado, lo único que importa y guía al
Estado en sus políticas es el Estado mismo, pues por encima de él no hay nada. Esto influirá
notablemente durante el siglo XX en el manejo de la por parte de las dictaduras.
THOMAS HOBBES: Filósofo inglés (1588-1679) un orden político planteando la idea de contrato
social, explicar la obediencia al Estado sin necesidad de apelar a la autoridad de Dios. El Estado
nace como medio para superar el caos de la naturaleza en el que hay una guerra de todos contra
todos. Cada persona debe ceder a un soberano parte de sus derechos o libertades en pro de la paz
y la preservación de la vida. Esto supone que la autoridad y el poder del Estado son absolutos, la
voluntad del individuo, siempre debe obedecer a los mandatos de su soberano.
TOMÁS MORO: Humanista y político inglés (1478-1535) pensamiento político marcado por la
idea de lo utópico, en su obra La utopía, publicada en 1516, se ocupó de construir la idea de una
república ideal y perfecta.
En la primera parte de esta obra, Moro hace un crudo diagnóstico de la Inglaterra de su época
describe una monarquía más interesada en la guerra y el poder esta injusticia social reside en el
equivocado manejo de las política, caos sociales que favorecen la propiedad privada y la exclusión
de los pobres. Para Moro, los hombres no son malos por naturaleza.
En la segunda parte Moro construye una sociedad ideal en la que reina la justicia social y en donde
todos son felices.
La sociedad soñada por Moro se apoyaba en el cultivo del conocimiento científico y en el ideal de
la tolerancia religiosa en el que cada persona es libre de elegir su credo religioso. Ambos ideales
estarán presentes en el surgimiento y desarrollo de la Ilustración.
HUGO GROCIO (1538-1624): Nacido en los Países Bajos, en su obra Del derecho de la guerra
y de la paz (1625), muestra que la razón es la verdadera naturaleza del hombre. Con base en esta
idea propone que el fundamento racional de las leyes es suficiente para demostrar su validez
universal y su independencia de la autoridad de Dios. Para Grocio, lo mismo que para Hobbes, la
obediencia al poder político se origina en un contrato, pero a diferencia de este último, considera que
es posible deponer al soberano en aquellas circunstancias en la que éste incumpla las condiciones
del contrato o ponga en grave aprieto la supervivencia del pueblo.
LA REVOLUCIÓN RELIGIOSA
Un nuevo orden político originado en parte por las ideas de Hobbes, Moro y Grocio, el siglo XVI
fue testigo del surgimiento de un nuevo orden religioso.
La piedad cristiana, caracterizada por una religiosidad, la importancia de Erasmo se debe también
a su polémica con Lutero acerca del criterio de fe. Lo importante es, decía, practicar una piedad
cristiana simple y básica.
LA REVOLUCION CIENTIFICA
El término “revolución científica” hace alusión al período histórico comprendido entre 1543, fecha
de la publicación de Sobre las revoluciones de los orbes celestes de Copérnico, hasta 1687, año en
el que se publicó Los principios matemáticos de la filosofía natural de Newton.
FRANCIS BACON: Filósofo y político inglés (1561-1626) uno de los primeros promotores de la
aplicación tecnológica del saber científico, pues según sus palabras, “saber es poder”. Compuso una
utopía técnico-científica, llamada La nueva Atlántida, basada en la idea de que la humanidad podía
ser feliz si aprovechaba los avances del conocimiento científico. Dentro del contexto de la
elaboración de un nuevo método para la ciencia, consideraba preciso realizar una crítica de los
prejuicios, o ídolos, con los que el ser humano se enfrenta a la realidad, y que no le permiten generar
un conocimiento genuino.
NICOLÁS COPÉRNICO: Copérnico (1473-1543), un clérigo polaco, propuso, con base en los
errores matemáticos en los que incurría el modelo ptolomeico, modificarlo, remplazando a la Tierra
como centro del universo por el Sol. Afirmaciones fundamentales que constituyeron la revolución
copernicana y son las siguientes:
Retraso su obra sobre las revoluciones de los orbes celestes hasta 1543, año en que murió. Su
obra está dedicada al Papa. No solo la Iglesia católica, sino también Lutero, se opusieron a las
teorías de Copérnico. Éste último escribió: La gente da crédito a un advenedizo de la astronomía
que se empeña en demostrarnos que la Tierra se mueve, y no los cielos o el firmamento, el Sol o la
Luna. Este loco pretende desacreditar toda la ciencia de la astronomía, cuando las Sagradas
Escrituras nos dicen que Josué condenó al Sol a moverse, no a la Tierra. Y hasta fragmentos de la
biblia mal interpretados lo mencionan: “Tú has fijado la tierra de un modo inamovible y firme” (salmo
93). La Biblia dice además, que Dios creó la tierra como el centro del universo.
GALILEO GALILEI: Astrónomo y físico italiano (1564-1642) estuvo sometida a serios conflictos
con la Iglesia, la cual, a través de la Inquisición, lo condenó en forma privada (1616), y luego de
manera pública (1633). Obligado a abjurar de sus teorías científicas basadas en el sistema
copernicano. Para evitar la condena a la hoguera negó sus tesis, dicen que al ser absuelto…
murmuró: y sin embargo se mueve. Los aportes de Galileo a la ciencia incluyen la ley de la caída de
los cuerpos y algunos hallazgos sobre el movimiento parabólico, la ley de inercia, invento el
termómetro y el primer telescopio astronómico. Buscaba excluir toda intervención de la Iglesia en la
actividad científica.
Sólo deben ser admitidas aquellas causas necesarias y suficientes para explicar el comportamiento
de un fenómeno.
2. En un mapa conceptual clasifica los representantes y las tesis de los movimientos políticos,
religiosos y científicos
4. Lee y responde:
32. “Serán eternamente condenados junto a aquellos que las prediquen , todos aquellos que crean
que las cartas de indulgencia les aseguran la salvación”
43. “Todo aquel que dé a los pobres o preste a los necesitados obrara mejor que aquel que compre
las indulgencias”
a. El ser humano, a medio camino entre el bruto y el dios, descubre la libertad para ser, para elegir,
pará transformar e intervenir en la naturaleza así mismo descubre la proporción con la que medir
todas las cosas: el hombre
c. “por lo tanto, antes que los hombres de lo justo y lo injusto puedan tener cabida, tiene que
haber un poder coercitivo que obligue a todos los hombres por igual al cumplimiento de sus
convenios. Un poder coercitivo así no lo hay con anterioridad a la erección del Estado” . Thomas de
Hobbes
d. “El derecho natural es tan inmutable que ni siquiera Dios lo puede cambiar”. Hugo Grocio
e. “Los asuntos humanos son tan oscuros y variados que nada puede conocerse claramente.
Esta fue la sana conclusión de los escépticos académicos que eran los menos ariscos
filósofos” Erasmo de Rotterdam
“Un príncipe y especialmente uno nuevo que quiera mantenerse en su trono, ha de comprender que
no le es posible observar con perfecta integridad lo que hace mirar a los hombres como virtuosos,
puesto que con frecuencia, para mantener el orden en su Estado, se ve forzado a obrar contra su
palabra, contra las virtudes humanitarias o caritativas y hasta contra su religión. Su espíritu ha de
estar dispuesto a tomar el giro que los vientos y las variaciones de la fortuna exigen de él. En las
acciones de todos los hombres, pero particularmente en las de los príncipes se considera
simplemente el fin que llevan.
Dedíquese pues, el príncipe a superar siempre las dificultades y a conservar su estado. Si logra
con acierto ese fin se tendrán por honrosos los medios conducentes al mismo”. NICOLAS
MAQUIAVELO
¿Cuál es la finalidad, según Maquiavelo, que debe guiar las acciones de los príncipes?
FILOSOFIA MODERNA
El siglo XVII es conocido como el siglo de la crisis de la conciencia europea. Se produjo a raíz de
la fragmentación del cristianismo como consecuencia de la Reforma; las continuas guerras de los
Estados y por la creciente división social entre nobles y burgueses, señores y campesinos.
En aquel tiempo los grandes científicos llevaron a cabo sus investigaciones por fuera del ámbito
académico de las universidades. Dio origen al nacimiento de comunidades científicas que
permitieron el enriquecimiento mutuo y la comunicación entre diferentes científicos del mundo. Los
teólogos de la Contrarreforma seguían imponiendo un control doctrinal a las nuevas teorías. Allí,
estudiosos como Descartes debían pedir autorización a la Facultad de Teología de dicha universidad
para publicar sus escritos. Los cambios operados en la cultura durante los tres siglos anteriores
habían conducido a una especie de separación entre el mundo y Dios, en un intento por hallar sentido
a la existencia humana a partir de los productos ciertos y seguros de la razón.
VIDA Y OBRA: René Descartes, nació en 1596 en La Haye, Francia. Viajó por varios países de
Europa y tras su regreso a París comenzó a escribir en latín las Reglas para la dirección del espíritu
(1628). Luego se trasladó a Holanda (1629) y comenzó a trabajar en el Discurso del método. En
1637 publicó en francés el Discurso del método como introducción a tres estudios científicos: la
dióptrica, los meteoros y la geometría. En 1641 escribió las Meditaciones metafísicas, considerada
como su obra fundamental. Tres años después publicó los Principios de la filosofía en Utrecht. En
1649 se trasladó a Estocolmo, invitado como profesor de filosofía por la reina Cristina de Suecia. Allí
publicó e l Tratado de las pasiones del alma. Murió en esa ciudad en 1650, cuando contaba con 54
años de edad.
OBRAS PRINCIPALES
EL PROBLEMA DEL MÉTODO: Considera que las ciencias conforman una unidad. La
separación de lo verdadero de lo falso es obra de la razón y, como tal, debe obedecer a unos mismos
principios universales comunes a todos los hombres. La falta de unidad de los conocimientos la falta
de claridad, son signos claros de la falta de un método universal racional.
La intuición: nace de la captación de los conceptos por parte de la inteligencia pura y considera que
los axiomas son verdades autoevidentes que son ciertas de manera intuitiva, es decir, cuya verdad
no requiere demostración.
LA DUDA METÓDICA: Encontrar una certeza primera y absoluta que sea inmune al error y a la
duda. La búsqueda de la certeza implica refutar las opiniones de los escépticos, quienes consideran
que el conocimiento no es posible, pues siempre es probable que seamos engañados y tomemos lo
falso por verdadero. Desarrolló entonces una estrategia que consiste en dudar de todo y en
radicalizar esta duda considerando que todo lo que es dudoso es simplemente falso.
La duda de los sentidos: los sentidos a veces nos engañan, es preciso no fijarse de ellos.
El argumento del sueño: si no podemos demostrar que no estamos soñando, es imposible que
tengamos un conocimiento cierto acerca del mundo externo.
El argumento del genio maligno: descartes imagina, un ser poderoso y maligno que nos engaña
cada vez, en consecuencia, ni las verdades más evidentes de la matemática poseen una certeza
absoluta.
SUPERACION DE LA DUDA
Encontrar un principio que sea inmune a esta duda radical, dicho principio debe ser la verdad
más cierta y más evidente que se pueda hallar, y sobre la cual puede fundamentar el conocimiento.
Pero ¿cuál es ese principio? Pienso, luego existo, era tan firme y segura aceptarla sin escrúpulo
como el primer principio de la filosofía que andaba buscando. El modelo de conocimiento basado en
la idea de representación. Los seres humanos conocemos el mundo a través de representaciones
de los objetos, pero no tenemos un conocimiento directo de los objetos mismos. No podemos estar
seguros de que el mundo es tal como la mente se lo representa. Demostrar cómo a partir de la
certeza del cogito ergo sum, es decir, pienso, luego existo, y del criterio de verdad que obtiene de él,
claridad y distinción, esta demostración se realiza en tres pasos:
1. De la evidencia del cogito a la sustancia pensante. A partir de la evidencia del cogito una
cosa cuyo atributo esencia es el pensamiento. La verdad del cogito le permite a Descartes demostrar
la existencia de inmortalidad del alma, pues el alma existe de manera independiente el cuerpo y no
es corruptible como él.
Ideas adventicias: las que parecen provenir de los objetos externos, pero sin ninguna certeza de
que así sea.
Ideas ficticias: las que produce la mente por sí misma a partir de otras ideas previas.
Ideas innatas: son las que no son producidas por la mente ni provienen del mundo externo.
Primera prueba. Se toma como punto de partida la idea de perfección, no puede provenir de un ser
imperfecto. Por lo tanto, Dios en tanto ser infinito debe ser la causa de dicha idea.
Segunda prueba. Comienza por preguntarse acerca del origen de su existencia y concluye que la
causa de su origen no puede ser él mismo ni sus padres. Debe haber una causa que lo conserva en
su existencia. Complementa estas pruebas diciendo que Dios existe porque es perfecto y existir es
una perfección.
Descartes ha demostrado que el alma existe, sustancia pensante, y que Dios existe, sustancia
infinita, pero no ha demostrado la realidad del mundo externo. En conclusión, el conocimiento del
mundo externo y las verdades matemáticas está asegurado de manera metafísica en la bondad de
Dios.
EL CONOCIMIENTO
Finalmente conocemos que el mundo exterior existe y que hay un conocimiento objetivo de él.
Las propiedades de un objeto pueden variar desde el punto de vista de los sentidos, pero, desde
el punto de vista de la razón, el objeto sigue siendo el mismo.
La distinción entre cualidades primarias y secundarias, distinción clave a la hora de hacer física.
Cualidades primarias. Cualidades de un objeto que pueden conocerse de manera objetiva, pues
no dependen del sujeto.
La ciencia viene a ser “como un árbol cuya raíces son la metafísica, el tronco es la física y las
ramas son la medicina, la mecánica y la moral”.
EL DUALISMO CARTESIANO: Los seres humanos son almas encarnadas en un cuerpo: poseen
un cuerpo, que como tal tiene los atributos propios de las sustancias extensas. Por otra parte poseen
un alma inmaterial, que no posee ninguno de los atributos que definen a las sustancias extensas.
LA MORAL CARTESIANA: Yo juzgo como la más alta y perfecta moral la que presuponiendo un
entero conocimiento de las otras ciencias es el último grado de la sabiduría.
La primera regla. Consiste en obedecer las leyes y costumbres de mi país, conservando la religión
y siguiendo las opiniones más moderadas de los hombres más prudentes.
La segunda regla. “Ser lo más firme y resuelto que pudiese ser en mis acciones”.
LA LIBERTAD CARTESIANA
El error depende de un mal uso de la libertad. Dios crea al hombre libre, pero el mal uso de la
libertad es lo que explica el origen del mal en el mundo.
La libertad se relaciona con el hecho de que el hombre es más libre en tanto dependa cada vez
menos de sus apetitos y deseos, es decir, de que su voluntad esté sometida la razón.
2. Explica el contexto socio cultural en que se desenvolvió René Descartes y da tu punto de vista
3. Lee y elabora mapa conceptual del siguiente párrafo
“Y conviene notar aquí estos dos puntos: no tomar nunca lo falso por verdadero y llegar al
conocimiento de todas las cosas. Porque el que ignoremos algo de todo lo que somos capaces de
saber, sólo sucede, porque caímos en el error contrario. Mas si el método explica rectamente cómo
se debe usar la intuición de la mente para no creer en el conocimiento de todas las cosas, nada más
requiere, a mi parecer, para que sea completo, puesto que no puede obtenerse ciencia alguna, como
ya se dijo, si no es por intuición o deducción. Y no puede extenderse el método hasta enseñar cómo
se deben unificar esas mismas operaciones, porque son las más sencillas y primeras, de suerte que,
si nuestro entendimiento no pudiera usar de ellas ya antes, no podrían comprender ningún precepto,
por fácil que fuese, del método mismo. Y por lo que toca a los operaciones de la mente que la
dialéctica pretende dirigir con la ayuda de estas primeras, son aquí inútiles, o mejor, deben ser
contadas entre los obstáculos, porque nada puede añadirse a pura luz de la razón que en algún
modo no la obscurezca”.
4. Con base en las preguntas, analiza los siguientes párrafos y responde las preguntas
correspondientes, aplicándolas a nuestro contexto:
Párrafo uno:
“He advertido hace algún tiempo que, desde mi más temprana edad, había admitido como
verdaderas muchas opiniones falsas y que lo edificado después sobre cimientos tan poco sólidos
tenía que ser por fuerza muy dudoso e incierto; de suerte que me era preciso emprender seriamente,
una vez en la vida, la tarea de deshacerme de todas las opiniones a las que hasta entonces había
dado crédito y empezar todo de nuevo desde los fundamentos, si quisiera establecer algo firme y
constante en las ciencias…” R. Descartes : Meditaciones Metafísicas
¿Por qué es necesario deshacerse de todas las opiniones anteriores para abordar la tarea del
conocimiento?
Párrafo dos:
“Y aunque tal vez, o mejor dicho, ciertamente, como diré a continuación, tengo un cuerpo al cual
estoy estrechamente unido, aun así, puesto que por una parte, tengo una idea clara y distinta de mi
mismo, en tanto que soy únicamente una cosa que piensa y no extensa, y que por otra, tengo una
idea distinta del cuerpo, en tanto que es únicamente una cosa extensa y que no piensa , es cierto
que yo, es decir mi alma, por la que soy el que soy, es por entero y verdaderamente distinta de mi
cuerpo y que puede ser o existir sin él”. R. Descartes: Meditaciones Metafísicas
Párrafo tres
“Y como la multitud de leyes sirve a menudo de disculpa a los vicios, siendo un estado mucho
mejor regido cuando hay pocas pero muy estrictamente observadas, así también en lugar del gran
numero de preceptos que encierra la lógica, creí que me bastarían los cuatro siguientes(…) El
primero consistía en no admitir jamás como verdadera cosa alguna sin conocer evidencia que lo era;
es decir , evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención y no comprender en mis juicios,
nada más que lo que se presentase a mi espíritu tan clara y distintamente que no tuviese motivo
alguno para ponerlo en duda. El segundo, es dividir cada una de las dificultades que examinase en
tantas partes como fuese posible y en cuantas requiriese su mejor solución. El tercero, en conducir
ordenadamente mis pensamientos, comenzando por los objetos más simples y más fáciles de
conocer, para ir ascendiendo poco a poco, como por grados, hasta el conocimiento de los mas
compuestos; y suponiendo un orden aun entre aquellos que no se preceden naturalmente unos a
otros. Y el ultimo, en hacer en todo enumeraciones tan completas y revisiones tan generales que
estuviera seguro de no omitir nada…” R.Descartes: Discurso del método
Justifica porque la primera regla corresponde a la intuición y los restantes a la deducción Aplica un
ejemplo a los anteriores pasos.
Párrafo cuatro
“Si volvía a examinar la idea que tenia de un Ser perfecto, hallaba que la existencia estaba
comprendida en ella del mismo modo como en la de triangulo se comprende que sus tres ángulos
sean iguales a dos rectos, o ,en la de una esfera, el que todas sus partes sean equidistantes de su
centro y hasta con mas evidencia aun, y que, por consiguiente, es por lo menos tan cierto que Dios,
que es un ser perfecto, es o existe como lo pueda ser cualquier demostración de geometría.” R.
Descartes: Discurso del método
RACIONALISMO POSCARTESIANO
Uno de los problemas que la filosofía cartesiana dejó sin resolver fue el problema de la
comunicación entre las dos sustancias: el alma, la sustancia pensante, con el cuerpo, la sustancia
extensa.
WILHELM LEIBNIZ: Este filósofo y matemático alemán (1646-1716) una síntesis armoniosa
entre la física, la matemática y la metafísica de su época.
La nueva noción de sustancia: la mónada. Los cuerpos, según Leibniz, se definen a partir de la
noción de fuerza o dinamismo puro. Los cuerpos están compuestos por mónadas, es decir, por
puntos-fuerza o átomos de fuerza. Hasta entonces se pensaba que la materia era algo inerte y se
consideraba que el movimiento era el resultado de ejercer algún tipo de fuerza sobre dicha
materia inerte. Para Leibniz el movimiento, y en general cualquier actividad, es algo esencial a la
materia misma.
- son individuales: cada una tiene un papel distinto es decir, una función única que cumplir dentro del
universo.
Se imaginó que las mónadas eran similares a pequeños espíritus, pues la mente
puede contener la representación de todas las cosas y no ser modificada en su esencia por dichas
cosas. Por lo tanto la actividad propia de las mónadas es el apetecer y percibir.
Tipos de mónadas. Existen cuatro tipos de mónadas, las cuales forman entre sí una especie de
jerarquía metafísica.
- Dios. Es la mónada autoconsciente de todas las percepciones; posee todas las perspectivas
posibles de toda la realidad. Lo único que explica la interacción entre las mónadas es la armonía
preestablecida por Dios
Verdades de razón. Son verdades necesarias, es decir, no pueden ser falsas, ejemplo: “Los triángulos
tienen tres lados” o “1+1=2”. Se conocen con independencia de la experiencia, es decir, son
verdades a priori.
Verdades de hecho. Son verdades contingentes, es decir, que es posible que puedan ser falsas.
Ejemplo, el enunciado que afirma que todos los cuervos son negros, sabemos que es verdadero,
pero en un futuro puede resultar falso. Se conocen a partir de la experiencia, es decir, son verdades
a posteriori.
El problema del mal y la teodicea. Si Dios es un ser infinitamente bueno e infinitamente poderosa,
sin embargo, si esto es así, ¿por qué existe el mal? El intento de reconciliar y justificar la existencia
del mal con los atributos de Dios se denomina teodicea. El mal era algo necesario dentro de la
creación del universo. Después de todo, observamos que de algo malo puede surgir algo bueno. En
este sentido el mal es importante porque de él se puede sacar un bien mayor. A esta doctrina se la
conoce como optimismo metafísico. Leibniz distingue tres tipos de males en el universo creado por
Dios:
Lo creado tiene que ser imperfecto y por ser imperfecto está sujeto al mal y al error. El mal no
depende de Dios. Son los seres humanos los responsables de sus actos, sean buenos o malos y
por ello tales actos pueden ser justamente recompensados por Dios o castigados por él.
El optimismo de Leibniz fue criticado por Voltaire, quien lo satirizó creando en su honor al
personaje Pangloss, un metafísico optimista e ingenuo. “De la perfección suprema de Dios se sigue
que al producir el universo eligió el mundo más perfecto entre todos los posibles, en el que existe la
variedad más grande con el máximo orden”. Leibniz.
Por sustancia entiendo aquello que es en sí y se concibe por sí, esto es, aquello cuyo concepto,
para formarse, no precisa del concepto de otra cosa. Por atributo entiendo aquello que el
entendimiento percibe de una sustancia como constitutivo de esencia de la misma. Por modo
entiendo las afecciones de una sustancia, o sea, aquello que es en otra cosa, por medio de la cuales
también concebido. Por Dios entiendo un ser absolutamente infinito, esto es, una sustancia que
consta de infinitos atributos, cada uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita.
Explicación: Digo absolutamente infinito, y no en su género; pues de aquello que es meramente
infinito en su género podemos negar infinitos atributos, mientras que a la esencia de lo que es
absolutamente infinito pertenece todo cuanto expresa su esencia y no implica negación alguna. B.
Spinoza: Ética
1. ¿Cómo quedan definidos en el texto los conceptos de sustancia, atributo, modo y Dios?
En la vida, pues, es útil, ante todo, perfeccionar el entendimiento o razón tanto como podamos, y
en esto sólo consiste la suprema felicidad o beatitud del hombre; pues la beatitud no es otra cosa
sino el contentamiento del alma, que nace del conocimiento intuitivo de Dios. Y perfeccionar el
entendimiento no es otra cosa sino conocer a Dios y los atributos y acciones que se siguen de la
necesidad de su naturaleza. Por tanto, el fin último del hombre que es dirigido por la razón, esto es,
el deseo supremo por el cual se esfuerza en gobernar todos los demás, es aquel que le eleva a
concebirse adecuadamente y a concebir adecuadamente todas las cosas que pueden caer bajo su
inteligencia. B. Spinoza: Ética
También el ebrio cree decir por libre decisión de su alma lo que, ya sobrio, quisiera haber callado,
y asimismo el que delira, la charlatana, el niño y muchos otros creen hablar por libre decisión del
alma, siendo así que no pueden reprimir el impulso que les hace hablar. De modo que la experiencia
misma, no menos claramente que la razón, enseña que los hombres creen se libres solo a causa de
que son conscientes de sus acciones, e ignorantes de las causas que las determinan. B. Spinoza:
Ética
Nuestras discrepancias son sobre temas de alguna importancia. Se trata de saber si el alma en
si Misma está enteramente vacía, como las tablillas en las que todavía no se ha escrito nada (tabula
rasa), tal y como piensan Aristóteles y el autor del Ensayo*, y si todo lo que en ella está trazado
proviene únicamente de los sentidos y de la experiencia, o si, por el contrario, el alma ya contiene
originariamente los principios de varias nociones y doctrinas que los objetos externos únicamente
despiertan en ocasiones como yo sostengo con Platón. G.W.
Leibniz: Nuevos ensayos * Referencia al Ensayo sobre el entendimiento humano de J. LOCKE.
[La armonía preestablecida] sostiene que Dios ha creado el alma desde un principio, de tal
manera que ella ha de actuar y se ha de representar por orden lo que pada en el cuerpo; y de igual
manera, el cuerpo también ha de hacer por sí mismo lo que el alma ordena. De manera que las leyes
que unen los pensamientos del alma en el orden de las causas finales, siguiendo la evolución de las
percepciones, han de producir imágenes que se encuentran y concuerdan con las impresiones de
los cuerpos sobre nuestros órganos,, y que las leyes de los movimientos en el cuerpo (…), se
encuentran también y concuerdan del mismo modo con los pensamientos del alma, y que el cuerpo
es forzado a actuar en el momento que los quiere el alma. G.W.
Leibniz: Ensayos de teodicea
JOHN LOCKE: Filósofo inglés (1632-1704) considerado uno de los fundadores de la filosofía
empírica. Locke aceptaba el dualismo ontológico, aunque reconocía la imposibilidad de justificarlo,
en su obra Ensayo sobre el entendimiento humano, Locke establece el proyecto de construir una
filosofía que trace los límites, la validez y el alcance del conocimiento humano como un remedio
efectivo para superar el escepticismo.
De las ideas que lamente posee proviene de dos fuentes básicas, a saber, la sensación y la
reflexión, pero, en última instancia, de la experiencia, ya sea externa, como en el caso de la
sensación, o ya sea interna, como en el caso de las ideas de reflexión. Locke establece que todo
conocimiento se ocupa únicamente de ideas, dado que el objeto inmediato de la mente no puede ser
otra cosa que ideas.
El conocimiento intuitivo. La percepción que la mente tiene de un modo inmediato del acuerdo o
desacuerdo de dos ideas. La intuición es lo mismo que la certeza, pues no podemos dudar de la
verdad de un conocimiento que no admite vacilaciones. El conocimiento intuitivo es la piedra angular
sobre la cual descansa toda la certeza de nuestro conocimiento, la intuición marca un límite que
cuando se desea traspasar pone al descubierto el deseo de ser escépticos sin conseguir serlo. Lo
anterior parece sugerir que mientras nos movamos en el campo de lo mental o de lo no externo,
nuestras verdades serán incuestionables.
El conocimiento demostrativo. En la percepción mediata que la mente tiene del acuerdo o desacuerdo
de sus ideas. La mente sólo puede establecer la verdad de sus ideas haciendo intervenir otras ideas
para tal fin.
Filósofo irlandés (1685-1753) esfuerzo continuado por eliminar el escepticismo al que conducían
tanto los planteamientos de Descartes como los de Locke. Para Berkeley es claro que Locke y todos
aquellos que sostienen que las ideas son representaciones cosas que están más allá de nuestra
mente y que poseen una existencia independiente de la mente, ponen implícitamente en duda la
realidad del mundo externo.
EL INMATERIALISMO
Berkeley trata de mostrar que o se puede pensarla existencia del mundo externo como una
realidad diferente de la mente. Propone entonces un principio ontológico monista, según el cual “sólo
hay una sustancia espiritual activa”. Lo que llamamos cosas no son sino una serie de cualidades
percibidas por la mente. Todas las ideas son o existen en igual medida en tanto percibidas por una
mente. Y una idea no es copia de nada: sólo las ideas se asemejan las ideas.
Para sustentar sus planteamientos Berkeley sostiene, en primer lugar, que las ideas percibidas
por los sentidos no son ideas dependientes de la voluntad, es decir, no podemos querer no tenerlas
porque ellas se imponen así no lo deseemos. Esto no sucede con las ideas de la imaginación, las
cuales podemos manipular como queramos. Dado que no existen sustanciales materiales, la causa
de tales ideas debe ser un agente externo (Dios). En segundo lugar, las ideas de los sentidos poseen
una mayor vivacidad, son más fuertes y distintas que las demás ideas (memoria e imaginación). En
tercer lugar, las ideas percibidas por los sentidos son más firmes y ordenadas, y tienen mayor
coherencia que las ideas de la imaginación.
DAVID HUME
OBRAS PRINCIPALES
La única realidad que podemos conocer es la realidad sensible. Si llamamos metafísica a la rama
de la filosofía que se encarga de estudiar a Dios y alma por medio de la sola razón, la metafísica no
es una forma válida de conocimiento. El conocimiento se debía poder explicar en términos naturales,
no en términos sobrenaturales.
Creemos que un hecho está conectado con otro porque lo hemos visto varias veces. Si vemos
cómo s lleva a cabo, nuestra mente espera que suceda el otro. Por lo tanto, la conexión entre ambos
hechos es una especie de hábito generado por la costumbre de ver un hecho seguido por el otro.
Por ejemplo, siempre hemos observado que todos los cuerpos caen y por eso creemos que siempre
lo seguirán haciendo. Pero esto no es una verdad absoluta. Pues no podemos saber con certeza lo
que sucederá en el futuro, ya que nadie ha observado todavía esos hechos. Ignoramos cuál es el
fundamento de nuestro conocimiento de las leyes que rigen los fenómenos naturales. Hume
considera que el único remedio en contra de la superstición y el fanatismo religiosos, el mal de la
sociedad de su época, es el cultivo de una sana filosofía que prefiera las explicaciones naturales a
las sobrenaturales.
La moral es, ante todo, un asunto de sentimientos o de emociones. Cada ser humano posee la
capacidad de sentir simpatía por los demás, los seres humanos no necesitan de castigos o de
recompensas en el más allá para buscar el bienestar propio y de los demás. De igual manera, según
Hume, la moral no necesita de la autoridad de Dios para ser cumplida.
ACTIVIDADES POR COMPETENCIA
Texto uno:
Una vez que el entendimiento está provisto de esas ideas simples, tiene la facultad de repetirlas
y ensamblarlas con una variedad casi infinita, de tal forma que puede formar nuevas ideas complejas
a su gusto. Sin embargo, no es factible para el ingenio más elevado o para el más amplio
entendimiento (…) el inventar o idear en la mente una sola idea simple, que no venga por los
conductos antes referidos (…), y me gustaría que alguien intentara imaginarse un sabor que el
paladar nunca probó o formarse una idea de un perfume jamás olido antes; y cuando pueda hacer
esto, podré afirmar igualmente que un ciego tiene ideas de los colores, que un sordo posee nociones
distintas y verdaderas de los sonidos. J. LOCKE: Ensayo sobre el entendimiento humano
1. ¿Podemos llegar a formarnos una idea de algo que no hayamos percibido antes? ¿Por qué?
Texto dos
Hilas – Pero, ¿puedes pensar en serio que la existencia real de las cosas sensibles consista en
ser percibidas actualmente? y si es así, ¿cómo acontece que el género humano distingue ambas
cosas? Pregunta al primer hombre que encuentres y te dirá que ser percibido es una cosa y existir,
otra. Filonús- Me satisface, Hilas, que apeles al sentido común de las gentes para probar la verdad
de mi noción. Pregunta al jardinero por qué cree que acullá en el jardín existen cerezos y te
responderá que porqué los ve y los toca; en una palabra, porque los percibe mediante sus sentidos.
Pregúntale por qué piensa que no hay aquí un naranjo y te responderá que porque no lo percibe.
Llama una cosa real si la percibe por los sentidos y dice que existe o no existe, pero dice también
que lo que no es perceptible no tiene ser. G. BERKELEY: Tres diálogos entre Hilas y Filonús
3. ¿Cómo argumenta BERKELEY en este texto su tesis de que “ser es ser percibido”?
Texto tres
Me permitiré afirmar, como proposición general que no admite excepción, que el conocimiento de
esta relación en ningún caso se alcanza por razonamiento a priori, sino que surge enteramente de
la experiencia, cuando encontramos que objetos particulares cualesquiera están constantemente
unidos entre sí. Preséntese un objeto a un hombre muy bien dotado de razón y luces naturales. Si
este objeto le fuera enteramente nuevo, no sería capaz, ni por el más meticuloso estudio de sus
cualidades sensibles, de descubrir cualquiera de sus causas efectos. Adán, aun en el caso de que
le concediésemos facultades racionales totalmente desarrolladas desde su nacimiento, no habría
podido inferir de la fluidez y transparencia del agua, que lo podría ahogar, o de la luz y del calor del
fuego, que lo podría consumir. Ningún objeto revela por las cualidades que aparecen a los sentidos,
ni las causas que lo produjeron, ni los efectos que surgen de él, ni puede nuestra razón, sin la
asistencia de la experiencia, sacar inferencia alguna de la existencia real y de las cuestiones de
hecho. D. HUME: Investigación sobre el entendimiento humano
4. ¿A qué relación se refiere HUME en este texto?
Texto cuatro
No tenemos idea alguna de sustancia de ningún género, puesto que sólo tenemos ideas de lo
que se deriva de alguna impresión, y no tenemos impresión de sustancia alguna, sea material o
espiritual. No conocemos nada sino cualidades y percepciones particulares. En lo que se refiere a
nuestra idea de cuerpo, un melocotón, por ejemplo, es sólo la idea de un particular sabor, color,
figura, tamaño, etc. D. HUME: Compendio de un tratado de la naturaleza humana
Texto cinco
Pero, aunque la razón plenamente asistida y mejorada sea bastante para instruirnos sobre las
tendencias útiles o perniciosas de las cualidades y acciones, no es, por sí sola, suficiente para
producir ninguna censura o aprobación moral. La utilidad es sólo una tendencia hacia cierto fin; y, si
el fin nos fuera toralmente indiferente, sentiríamos la misma indiferencia por los medios. Hace falta
que se despliegue un sentimiento, para dar preferencia a las tendencias útiles sobre las
perniciosas. D. HUME Investigación sobre los principios de la moral
Texto seis
El hombre, nacido en el seno de una familia, ha de mantener la vida social por necesidad,
inclinación natural y hábito. Esa misma criatura, a medida que progresa, se ve impelida a establecer
la sociedad política, a fin de administrar justicia, sin la cual no puede haber paz, seguridad ni
relaciones mutuas. Debemos, pues, considerar que toda la vasta máquina de nuestro gobierno no
tiene en última instancia otro objeto o propósito que administrar justicia. D. HUME: Ensayos políticos
8. Explica las razones que obligan al hombre a tener vida social.( mínimo tres)
LA ILUSTRACIÓN
La ilustración (siglo XVIII) : La ilustración fue común en Inglaterra, Alemania y Francia, fue en este
último país en donde las ideas ilustradas hicieron florecer de manera especial, no solo la cultura,
sino que también tuvieron gran incidencia en la vida política, como sucedió, por ejemplo, con la
Revolución francesa.
Gran confianza en los poderes de la razón, como mecanismo para resolver los problemas del hombre
Relación polémica con el pasado y conciencia del inicio de una nueva época, mediante el poder de la
razón
Enfoque deísta de los problemas religiosos, búsqueda de un núcleo de verdad sobre Dios y
eliminación de la superstición.
Francois Marie Arouet (1684-1778), llamado Voltaire, su importancia como filósofo ilustrado
radica en su aporte como crítico de la religión. Fue un opositor del optimismo metafísico de Leibniz
reflejada en su obra Cándido, publicada inmediatamente después del terremoto de Lisboa de 1755.
En su célebre Diccionario filosófico, Voltaire aborda una serie de tópicos filosóficos con la finalidad
de desmontar las oscuras ideas metafísicas de la tradición platónica y racionalista. Su método
filosófico fue la ironía, pues pensaba que una risa era más valiosa, como refutación, que mil
argumentos.
Jean Jacques Rousseau (1772-1778), “el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”,
pensador Suizo cumplió un papel decisivo en la ilustración francesa. Aunque nació en Ginebra,
desde muy joven escapó a Francia, huyendo de los maltratos de su padre. Durante un período de
seis años, que va de 1758 a 1762, escribió sus obras principales: El contrato social y Emilio o sobre
la educación.
DEL HOMBRE NATURAL AL HOMBRE SOCIAL: Dice que en el estado de naturaleza los seres
humanos llevan una vida feliz y de igualdad, que pronto se rompe con el establecimiento de la
propiedad privada, origen de muchos males, como la guerra y la injusticia. En consecuencia, el
hombre social se considera como una versión perversa del hombre natural.
Immanuel Kant nació el 22 de abril de 1724 en Königsberg, en el seno de una familia modesta,
publicó en 1781 su obra más importante: Crítica de la razón pura. Murió el 12 de febrero de1804.
OBRAS PRINCIPALES
KANT Y LA ILUSTRACIÓN
Es el representante más importante de la ilustración alemana. Los seres humanos deben vivir de
acuerdo con los ideales de la razón, considera que la metafísica de su tiempo elabora supuestos
conocimientos sin ninguna garantía de que sean verdaderos.
TIPOS DE JUICIOS
o Los juicios analíticos, juicios a priori que no ampliaban nuestro conocimiento y hallaban su justificación
a priori en el principio lógico de no contradicción y por eso eran válidos de manera universal y
necesaria.
o Los juicios sintéticos, juicios a posteriori se basaban en la experiencia y por eso sólo eran válidos de
manera contingente.
o Los juicios sintéticos a priori, juicios que nos daban información nueva con independencia. Eran
universales y necesarios basado en fuentes trascendentales del conocimiento, esto es, en
intuiciones puras y conceptos puros.
La solución de Kant al problema de la metafísica se da en tres pasos. Los dos primeros
determinan las condiciones sensibles e intelectuales del conocimiento sintético a priori, mientras que
el tercer paso consiste en aplicar eso resultados a la metafísica tradicional para mostrar que o es
una forma válida de conocimiento. “La razón humana tiene el destino singular en uno de sus campos
de conocimiento, de verse acosada por cuestiones que no puede rechazar, pero a las que tampoco
puede responder”. “Es absolutamente necesario estar convencido de la existencia de Dios, pero en
ningún caso lo es tanto para pretender demostrarla”. Kant
LA ÉTICA KANTIANA: De hecho, la moral como la ciencia son realidades incuestionables; por
eso, de lo que se trata es de indagar cuáles son las normas universales que deben regir el
comportamiento humano. Actos conformes al deber: Es posible que las personas en sus acciones
respeten aparentemente ciertas normas morales, pero no es suficiente con cumplir con una norma
para que nuestra conducta sea buena. Es posible que cumplamos con nuestros deber es
simplemente movidos por un interés egoísta. Por ejemplo, cumplimos con nuestro deber de no robar
a nuestros clientes sólo por el hecho de no perder dinero en nuestros negocios. Actos por deber: es
actuar sin estar movido por intereses o inclinaciones. Cuando se actúa por deber, simplemente se
actúa por respeto a la norma y no por alguna utilidad que podamos obtener de dicha acción. Por
ejemplo, alguien actúa por deber cuando en contra de sus inclinaciones ama a su enemigo.
“No es suficiente con cumplir con una norma para que nuestra conducta sea buena. Pues, es
posible que cumplamos con nuestros deberes simplemente movidos por un interés egoísta”. Kant
Característico de una ley moral es su universalidad, es decir, lo que ordena, permite o prohíbe, lo
ordena como válido para todos los casos particulares. El imperativo categórico se puede plantear de
tres maneras:
o Primera formulación: “Obra sólo según una máxima que puedas querer al mismo tiempo que se tome
como ley universal” una máxima es un principio práctico que vale de manera subjetiva, a diferencia
de una ley, que es válida para todo ser racional.
o Segunda formulación: “Actúa de manera que siempre tomes a la humanidad, tanto en tu persona
como en la de cualquier otro, como fin, nunca como sólo medio”.
o Tercera formulación: “No hacer ninguna acción por otra máxima que esta: que la voluntad por su
máxima, pueda considerarse a sí misma. Al mismo tiempo como universalmente legisladora”. La
voluntad debe ser una voluntad autónoma.
EL DEBER COMO CONSTRICCIÓN: Uno de los aspectos más polémicos de la ética Kantiana
tiene que ver con el hecho de que, en tal ética, es imposible decidir entre normas conflictivas. El
ejemplo clásico es el caso de si estamos o no obligados a mentir para salvar la vida de alguien.
Desde el punto de vista kantiano, siempre estamos obligados a no mentir.
Kant sería entonces un teísta moral puesto que defiende que la existencia de Dios puede
conocerse a partir de la moralidad. Dios es un postulado de la razón práctica. Dicho postulado
permite asegurar que los seres humanos podemos alcanzar el sumo bien, esto es, la
correspondencia, la conexión o la vinculación entre virtud y felicidad. Si los seres humanos hacen lo
que deben hacer, se supone que pueden esperar que Dios favorezca su felicidad debido a que han
llevado una vida virtuosa.
Los principales argumentos de Kant, a propósito de la religión cristiana, son los siguientes:
o Distinción entre el bien y el mal. En los seres humanos hay dos inclinaciones contradictorias:
o La institución de la iglesia. La iglesia como tal puede constituir lo que él llama un estado ético, es
decir, un estado universal regido según leyes morales. En este sentido, Kant logra una interpretación
de la religión que no dé lugar a dogmas ni a fanatismos.
Todos los estados deben contar con una constitución republicana. Esto para permitir que los
ciudadanos puedan votar si ir a la guerra o no. El derecho de gentes organizada en torno a una
constitución internacional. El establecimiento de un derecho político internacional, es decir, de una
ciudadanía mundial que anule el colonialismo.
Kant consideraba que los gobernantes no se cansaban de hacer la guerra y que los filósofos sólo
se dedicaban al dulce sueño de la paz.
o Respeto a la ley por regulación externa. Recurre a la sanción para evitar que los individuos realicen
ciertas acciones.
o Principio de libertad. Garantiza la libertad de todos los miembros de la sociedad, en cuanto son
hombres.
1. Argumenta cada una de las características de la ilustración (iluminismo o siglo de las luces)
Párrafo uno
*Meditando sobre las primeras y más simples operaciones del alma humana, creo percibir en
estos dos principios, uno de los cuales nos interesa vivamente en nuestro bienestar y en la propia
conservación, y el otro nos inspira una repugnancia natural a ver perecer o sufrir a todo ser sensible
y principalmente a nuestros semejantes. Del concurso y combinación que nuestro espíritu es capaz
de hacer de estos dos principios me parece que derivan todas las reglas del derecho natural, sin que
sea necesario hacer entrar ahí el de la sociabilidad.
4. ¿En qué consiste, según ROUSSEAU, el estado natural del ser humano?
Párrafo dos
Encontrar una forma de asociación que defienda y proteja de toda la fuerza común la persona y
los bienes de cada asociado, y en virtud de la cual cada uno, uniéndose a todos, no obedezca empero
más que a sí mismo y quede tan libre como antes. Tal es el problema fundamental a que da solución
el contrato social. (…) Por tanto, si se elimina del pacto social lo que no es esencial, se encontrara
que queda reducido a los siguientes términos: Cada uno de nosotros pone en común su persona
y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general; y nosotros recibimos a cada
miembro como parte indivisible del todo.
La naturaleza dice a todos los hombres: (…) puesto que sois débiles, socorreos mutuamente;
puesto que sois ignorantes, ilustraos y ayudaos mutuamente. Aunque fueseis todos de la misma
opinión, lo que seguramente jamás sucederá, aunque no hubiese más que un solo hombre de distinta
opinión, deberíais perdonarle, porque soy yo la que le hace pensar cómo piensa. Os he dado brazos
para cultivar la tierra y un pequeño resplandor de razón para guiarnos; he puesto en vuestros
corazones un germen de compasión para que os ayudéis los unos a los otros a soportar la vida la
vida. No ahoguéis ese germen, no lo corrompáis, sabed que es divino, y no sustituyáis la voz de la
naturaleza por los miserables furores de escuela.
Párrafo cuatro
La libertad política existe solo cuando no se abusa del poder, pero la experiencia muestra
eternamente que todo hombre que tiene poder tiende a abusar de él; y continuara haciéndolo hasta
que se le pongan límites. ¡Quién lo diría, la virtud misma con necesidad de límites! Para que no sea
posible abusar del poder es preciso que, por la disposición de las cosas, el poder frene al poder.
Párrafo cinco
Si llamamos sensibilidad a la receptividad que nuestro psiquismo posee, siempre que sea
afectado de alguna manera, en orden a recibir representaciones, llamaremos entendimiento a la
capacidad de producirlas por sí mismo, es decir, a la espontaneidad del conocimiento. Nuestra
naturaleza conlleva el que la intuición solo puede ser sensible, es decir, que no contenga sino el
modo según el cual somos afectados por objetos. La capacidad de pensar el objeto de la intuición
es, en cambio, el entendimiento.
Párrafo seis
Entiendo por idea un concepto necesario de razón del que no puede darse en los sentidos un
objeto correspondiente. Los conceptos puros de razón que ahora consideramos son, pues, ideas
trascendentales. Son conceptos de la razón pura, puesto que contemplan todo conocimiento
empírico como determinado por una absoluta totalidad de condiciones. No son invenciones
arbitrarias, sino que vienen planteadas por la naturaleza misma de la razón y, por ello, se refieren
necesariamente a todo uso del entendimiento. Son, por fin, trascendentales y rebasan el límite de
toda experiencia, en cuyo campo no puede hallarse nunca un objeto que sea adecuado a la idea
trascendental.
Párrafo siete
De esta manera conduce la ley moral por el concepto del supremo bien, como objeto y fin de la
razón pura practica, a la religión, esto es, al conocimiento de todos los deberes como mandatos
divinos, no como sanciones, es decir, ordenes arbitrarias y por sí mismas contingentes de una
voluntad extraña, sino como leyes esenciales de toda voluntad libre por sí misma, que, sin embargo,
tienen que ser consideradas como mandatos del ser supremo, porque nosotros no podemos esperar
el supremo bien, que la ley moral nos hace un deber de ponernos como objeto de nuestro esfuerzo,
más que de una voluntad moralmente perfecta(santa y buena), y al mismo tiempo todopoderosa, y
por consiguiente, mediante una concordancia con esa voluntad.
Párrafo ocho
14. ¿Cuál es la causa de la posibilidad de un derecho cosmopolita que conduzca a una paz
estable?
¿Qué es la antropología?
Pero, además de inteligencia, ¿qué tenemos los seres humanos que nos distinga de los
animales? Cuando pensamos en la muerte, necesariamente la asociamos con la idea de cielo
e infierno, y con el hecho de que tenemos un alma. Y nuestra inquietud fundamental es:
¿A dónde vamos después de morir?, ¿al cielo?, ¿al infierno? O ¿a dónde va nuestra alma?
El descubrir un aspecto de la esencia humana, bien sea desde la biología, la sociología, etc.,
conduce al error de creer que tales aspectos son la explicación de la totalidad de lo que somos,
dejándonos con la comprensión de apenas un pequeño fragmento. Pero ¿acaso en algún
momento podremos descubrir algo que pueda distinguir a esa totalidad?
Toda la filosofía es, de algún modo, antropología, pues se ocupa de cómo conoce el hombre,
de qué puede hacer el hombre y por qué debe hacerlo. Sin embargo, se habla de antropología
filosófica cuando se trata explícitamente de las preguntas que cuestionan lo que es propio y
específico del hombre: ¿qué constituye al hombre? ¿Qué persigue? ¿Cuál es su naturaleza?
¿Para qué está en el mundo una especie como la humana?
Sócrates. Con este filósofo se inicia el llamado período antropológico, que es en el que se
empieza a poner al hombre como tema central de la reflexión filosófica. Para Sócrates, el
hombre es un compuesto de cuerpo y alma. El alma es un ser inmaterial que está dentro de
nosotros, que no es perceptible por los sentidos. Esta alma es racional y es sinónimo de
inteligencia. La inteligencia es lo que nos permite decidir nuestra conducta, que, para él, es lo
más importante en el hombre. Nuestras decisiones son el resultado de nuestros conceptos, es
decir, de lo que conozcamos del bien y del mal, de lo justo y lo injusto, y de ellas depende
nuestra felicidad. La felicidad es lo que busca el hombre y la práctica de la virtud es lo que nos
lleva a ella. Su contrario es la ignorancia, que es la enfermedad del alma que conduce a la
desgracia,
Platón. El alma nos permite conocer la esencia de las cosas. La relación con el cuerpo es
violenta y accidentada, ya que el alma ha caído en el cuerpo, que es su limitante. En la medida
en que las dos sustancias, alma y cuerpo, no comparten una naturaleza común, su relación
mutua tiende a ser de conflicto.
ACTIVIDADES:
1. Defina con sus propias palabras qué es y en qué consiste la antropología filosófica.
2. Enumere y explique con sus palabras las características del hombre como ser biológico.
4. Exponga las diferentes opiniones sobre la importancia de la antropología filosófica. Resuma las
conclusiones por escrito.
“El alma, pues, siendo inmortal y habiendo nacido muchas veces, y visto efectivamente todas
las cosas, tanto las de aquí como las del Hades, no hay nada que no haya aprendido; de modo
que no hay de qué asombrarse si es posible que recuerde, no sólo la virtud, sino el resto de las
cosas que, por cierto, antes también conocía. Estando, pues, la naturaleza toda emparentada
consigo misma, y habiendo el alma aprendido todo, nada impide que quien recuerde una sola
cosa ―eso que los hombres llaman aprender―, encuentre él mismo todas las demás, si es
valeroso e infatigable en la búsqueda. Pues, en efecto, el buscar y el aprender no son otra cosa,
en suma, que una reminiscencia”.
Platón, Menón, 81 d.; en Diálogos, tomo II, ed. Gredos, Madrid 1983, p. 302
1. Explica los siguientes términos:
a) “virtud”
b) “reminiscencia”
2. Explica cómo se relaciona la idea del alma inmortal que aparece en el texto con la
antropología platónica.
¿QUÉ ES LA PSICOLOGÍA?
Desde que el ser humano tiene conciencia de sí mismo y de su entorno, ha
tratado de explicar su propia realidad y en especial su comportamiento. Ha sentido
necesidad de explicarse el por qué las personas actúan de determinada forma y no
de otra, y cuáles son las causas o motivos de dichas acciones. De esta necesidad
nació la psicología.
Por ello podemos decir que la psicología es la ciencia que estudia las causas y
consecuencias de la conducta humana, para identificar maneras concretas de
mejorarla. Si pensamos un poco en la forma como se producen nuestras acciones
y comportamientos, podemos llegar a las siguientes conclusiones:
EL DUALISMO DE PLATÓN
Platón afirmó que el ser humano está compuesto de dos realidades: cuerpo y
alma. El cuerpo es la cárcel del alma, las inclinaciones del cuerpo conducen al alma
al error y a la esclavitud de los vicios, y el destino del alma, que son las ideas, no
pude cumplirse, si no se libera del cuerpo. Platón, como los griegos de su época,
entendía que las facultades del alma son el pensamiento y la capacidad de razonar.
EL HILEMORFISMO DE ARISTÓTELES
Posteriormente, Aristóteles, discípulo de Platón, negó rotundamente el dualismo
de su maestro. Para él, el alma no puede vivir separada del cuerpo. Por el contrario,
afirmó que estas dos realidades, el alma y el cuerpo, conforman una sola sustancia.
El cuerpo no puede moverse por sí solo, necesita del alma opsiché para poder
hacerlo. El cuerpo es potencia mientras el alma es acto. Esta unión sustancial
entre cuerpo y alma, propuesto por Aristóteles, es conocida como la
unión hilemórfica del ser humano.
EL INNATISMO DE DESCARTES
En el siglo XVII, Descartes, no estuvo de acuerdo con la unión sustancial de
cuerpo y alma propuesta por Aristóteles. Para él, el alma y el cuerpo son entidades
independientes que están unidas accidentalmente. El cuerpo funciona
mecánicamente mientras la mente tiene la capacidad de comprender y decidir. El
ser humano se halla provisto de ideas recibidas en el momento de nacer, es decir,
ideas innatas, a las cuales el alma accede por intuición.
LA “TABLA RASA” DE LOS EMPIRISTAS
El innatismo racionalista de Descartes fue negado por los filósofos empiristas –
Locke, Berkeley y Hume--, quienes concebían la conciencia como una “tabla rasa”,
carente de cualquier tipo de contenido. En este sentido, al nacer no tenemos idea
de nuestras mentes y, por tanto, nuestra alma debe adquirirlas a través de la
experiencia empírica. Según los empiristas, una vez que hemos adquirido las ideas,
éstas se relacionan bajo tres leyes: semejanza, contigüidad y causa-efecto.
CIENCIA DE LA CONDUCTA
EL ESTRUCTURALISMO
La escuela estructuralista fue fundada por el mismo Wundt en 1879. Para explicar
la conducta humana, esta escuela se dedicó al estudio de los procesos mentales
tales como la sensación, la percepción, la asociación y la atención. Para ello utilizó
como método de estudio la introspección, porque trata de indagar lo que ocurre en
el interior de la persona durante el experimento y las estructuras mentales que
elabora. De ahí que el nombre de la escuela sea estructuralista.
EL FUNCIONALISMO
Es la primera escuela de origen norteamericano. Funcionalismo significa estudio
de las actividades mentales desde el punto de vista de su función. Para estudiar las
funciones mentales, estos investigadores utilizaron otro método diferente al de la
introspección. La observación de la conducta. El método consiste en observar todas
las actividades del individuo, para identificar cómo aprende, cómo se motiva, cómo
resuelve sus problemas y cómo olvida.
EL CONDUCTISMO
En 1913, el estadounidense John B. Watson (1878-1958) propuso que la
psicología debía dedicarse a explicar, predecir, y controlar la conducta humana,
pues es lo único observable. Aspectos tales como las ideas de una persona, sus
verdaderos sentimientos y sus impresiones no se pueden observar.
Debido a que esta escuela se preocupó por la conducta del ser humano recibió
el nombre de conductismo o behaviorismo. En inglés, behavior, significa conducta.
Las conductas complejas no son más que respuestas que el ser humano, da a su
medio ambiente y a las condiciones que éste le impone.
La diferencia entre el ser humano y los animales son solamente de grado. Por eso,
las conclusiones que se saquen de la experimentación con animales se puden
aplicar a la conducta humana.
El conductismo es ampliamente aplicado en la actualidad, principalmente en la
educación y la publicidad.
LA GESTALT
En 1933, los psicólogos alemanes W. Kohler, Werthimer y Koffka desarrollaron
una nueva teoría psicológica sobre el comportamiento humano y la forma como el
ser humano adquiere conocimientos. Estos psicólogos no estaban de acuerdo con
los conductistas, quienes decían que el organismo reacciona a un estímulo único.
Para ellos, el organismo responde a una configuración compleja de estimulaciones.
Estas configuraciones se manifiestan de una forma determinada o gestalt.
EL PSICOANÁLISIS
El médico austriaco vienés Sigmund Freud fundó la escuela del psicoanálisis
ACTIVIDADES
Competencia Interpretativa
Analiza los documentos de Descartes y Freud y resuelve las actividades a
continuación:
Justificación de lo inconsciente
(sigmund Freud, Lo inconsciente)
1.- Identifica las tesis centrales en cada texto en cuanto a cómo se produce la
conducta humana. Señala en cada uno dos argumentos que fundamenten estas
tesis. Incluye también tu opinión personal con respecto a cada tesis. Para realizar
esta actividad puedes completar un cuadro como el siguiente:
Origen de la Argumentos Tu opinión
conducta
humana
Descartes
Freud
Competencia argumentativa
Uno de los aportes más originales e importantes de la Edad Media a la civilización fue la
creación de la universidad, y con ella la profesionalización de la enseñanza.
Constantino, a través del Edicto de Milán, decidió tolerar el cristianismo dentro del Imperio.
Pero no fue sino hasta el año 380 que Teodosio declaró al cristianismo religión oficial del
Imperio. La importancia cultural de cristianismo se evidenció desde la caída del imperio romano
en el siglo V hasta el Renacimiento del siglo XV, preservada, transmitida y modificada por la
Iglesia. El encuentro del mundo cristiano con el mundo grecolatino supuso un choque de dos
civilizaciones con puntos de vista diferentes. Hubo varias reacciones por parte de los defensores
del cristianismo que iban desde un rechazo de la filosofía para la defensa del cristianismo a una
abierta aceptación de la filosofía como defensa del cristianismo, se consideraba que éste era
una nueve forma de filosofía. Era urgente una defensa racional de los dogmas de la fe cristiana,
sobre todo ante acusaciones como las siguientes:
Ateísmo: porque no veneraban los dioses del Imperio, y como el emperador era de origen
divino, esto significaba una especie de rebelión política.
Entre los siglos II y III surgió la patrística, un movimiento dentro del cristianismo, sentando
las bases de la filosofía medieval Y que estuvo a cargo de los denominados padres de la Iglesia.
La patrística tuvo dos líneas de pensamiento.
La patrística griega: teología basada en la idea de logos griego o razón, como la encarnación
y resurrección del logos produjo el acercamiento del hombre a Dios.
La patrística latina: la historia humana es una historia de salvación. Lo seres humanos están
manchados por el pecado y necesitan de la misericordia de Dios para salvarse.
SAN AGUSTÍN: “Quiero conocer a Dios y el alma. ¿Nada más? Nada más”.
VIDA Y OBRA: San Agustín nació en el año 354 en Tagaste, antigua ciudad romana del norte
de África. Su padre, era pagano y Mónica, su madre, era cristiana. Su interés por la filosofía se
despertó, a los 19 años, a raíz de la lectura del Hortensias, obra perdida de Cicerón, en la que
se hacía una exhortación al estudio de la filosofía. Escribió en las Confesiones, obra en la que
relata su vida y que es considerada como la primera autobiografía de la historia.
Algo decepcionado, luego de intentar hallar respuestas en la Biblia, se sintió seducido por el
maniqueísmo, el cual adoptó por varios años. Era una secta filosófica fundada por Manes en el
siglo III, todo lo que existe en el universo se explica a través de dos principios opuestos: el bien,
que es la luz, y el mal, que es la oscuridad. Los seres humanos somos una mezcla de un
elemento malo, que corresponde a la materia, y de un elemento bueno, que corresponde al
espíritu.
El objetivo de la vida humana es liberar al alma o la luz de la prisión del cuerpo material.
Después de unos años, comenzó a centrar su interés en el escepticismo, una de las corrientes
del platonismo, que sostenía la imposibilidad de conocer. Su postura filosófica se reorientó hacia
el neoplatonismo. Bajo la influencia de San Ambrosio se convirtió al cristianismo a la edad de
32 años. Fue bautizado en el año 387. Tras regresar a África, fue ordenado sacerdote en el año
391 para luego convertirse en obispo de Hipona, en el año 395.
Murió en el 430, a los 76 años, San Agustín siempre sintió una profunda admiración por la
filosofía platónica y neoplatónica, pues según él, “el pensamiento de Platón conduce a Cristo”.
Por ello su filosofía es una fusión del platonismo con los dogmas del cristianismo.
LAS RELACIONES ENTRE RAZÓN Y FE: Hay dos vías para conocer la verdad: la autoridad
de la fe revelada y la razón. Hay que comprender para creer y creer para comprender. Sin la
ayuda de Dios no podemos conocer nada, pues la razón por sí sola nos puede conducir al
conocimiento de la verdad. Para San Agustín, el mundo fue creado a partir de la nada, todo lo
que existe cambia y no permanece estable. Esto significa que las cosas están sometidas al
tiempo porque cambian. Por lo tanto, hay que suponer que existe un ser eterno que no cambia
y que es principio de todas las cosas.
DIOS Y EL ORIGEN DEL MAL: Frente al dilema según el cual si Dios es bueno y
todopoderoso, entonces por qué existe el mal, San Agustín dice que el mal no proviene de Dios,
la libertad es capacidad de elegir el bien o el mal y, el segundo, porque el dolor y el sufrimiento
humanos son necesarios para que los seres humanos obtengan la salvación.
EL ISLAM: La palabra árabe “Islam” significa sumisión a la voluntad de Dios y fue el nombre
de una nueve religión monoteísta que nación en Arabia en el siglo VI bajo la influencia del profeta
Mahoma. Musulmanes o mahometanos y creen que hay un solo Dios, Alá, y que Mahoma es
su profeta. El Corán, texto sagrado que es considerado obra de Dios. Los dogmas religiosos
del Corán son adaptaciones de algunos elementos del judaísmo y del cristianismo e incluyen,
la creencia en la resurrección, el juicio final y el cielo y el infierno. Existen cinco reglas obligatoria
o pilares que debe cumplir todo musulmán: la profesión de fe o monoteísmo (no hay más Dios
que Alá y Mahoma es su profeta); la oración, la limosna, el ayuno y la peregrinación a La Meca,
ciudad que es el centro religioso del mundo islámico.
El mundo es eterno. El principio del movimiento también la materia también es eterna. Esto es
incompatible con el dogma de la creación del mundo a partir de la nada que es común a las tres
religiones monoteístas: el Islam, el judaísmo y el cristianismo.
La inmortalidad del alma no es personal. Equivale a sostener, en contra del monoteísmo, que
hay algo en los seres que es inmortal, por ejemplo su sabiduría, pero que nadie es inmortal.
La doctrina de la doble verdad. Hay cosas que son verdaderas según la filosofía, pero falsas
desde el punto de vsta de la fe. Es posible que los paganos tengan razón y la religión esté
equivocada. Esto contradice la autoridad de la fe revelada.
LA FILOSOFIA JUDIA
Surge por hacer compatibles la fe y la razón, las enseñanzas de Aristóteles con la fe judía.
1. Explica el contexto en que se desarrollo la filosofía medieval y las acusaciones que tuvo
que explicar los dogmas cristianos.
6. Lee y analiza el siguiente fragmento de: “El hombre interior y el hombre exterior”,
pasaje tomado del libro Santísima Trinidad de San Agustín.
“Cuanto de común tenemos en el alma con los animales, se dice, y con razón, que pertenece
al hombre exterior. No es solamente el cuerpo lo que constituye el hombre exterior; el alma,
principio vital, infunde vigor a su organismo corpóreo y a todos sus sentidos, de lo que está
admirablemente dotado para poder percibir las cosas externas. Al hombre exterior pertenecen
también las imágenes, producto de nuestras sensaciones, esculpidas en la memoria y
contempladas en el recuerdo. En todo esto no nos diferenciamos del animal sino en que nuestro
cuerpo es recto y no curvado hacia la tierra. Sabia advertencia de nuestro supremo Hacedor.
Así como nuestro cuerpo está naturalmente erguido, mirando lo que hay más encumbrado en
el mundo, los astros, así también nuestra mente, sustancia espiritual, dominio del hombre
interior, ha de flechar su mirada a lo más excelso que existe en el orden espiritual, no con altiva
soberbia, sino con amor de justicia”.
- Elabora tu propia teoría sobre la constitución del ser humano, teniendo en cuenta los
siguientes parámetros:
LA ESCOLASTICA
El término escolástica procede del vocablo latino scholasticus, cuya traducción literal al
castellano es “el que enseña en la escuela”. La revolución cultural que promovió Carlomagno
durante el siglo IX, conocida como el renacimiento carolingio, sentó las bases de la Escolástica.
EL ESPLENDOR DE LA ESCOLÁSTICA
y por la razón, por el contrario, el mundo es eterno. Se le llamó averroísmo latino, siendo
Siger de Brabante (1235-1284) su principal exponente.
VIDA Y OBRA
Santo Tomás de Aquino nació en 1225 en el castillo de Rocaseca, muy cerca de Aquino,
Italia. A los 19 años ingresó a la Universidad de Nápoles. En 1243, Tomás pidió ingresar a la
orden de los dominicos. Por iniciativa de su madre, sus hermanos lo secuestraron y lo llevaron
al castillo de Rocaseca, permaneció encerrado durante un año. Logró fugarse de su prisión
familiar y regresó a Nápoles para realizar el noviciado. Enviado a París, en donde estudió con
San Alberto Magno. Prosiguió sus estudios en la ciudad de Colonia y fue ordenado sacerdote
en 1251. Comenzó su labor docente en Colonia y luego enseñó en la Universidad de París. En
1259 regresó a Italia como profesor de la corte pontificia y como teólogo consultor del Papa.
Entre los años 1259 y 1268 comenzó a redactar sus dos obras principales: la Suma contra
gentiles y la Suma teológica. En 1269 volvió a enseñar en París y en 1272 regresó
definitivamente a Italia. “Tomás murió el 7 de marzo de 1274. En 1323 fue declarado santo por
el Papa Juan XXII. Fue apodado por sus compañeros El buey mudo de Sicilia, debido a su gran
estatura, a su silencio y a su capacidad de concentración. San Alberto Magno dijo de él: “Llamáis
a éste el buey mudo. Pero yo os aseguro que este buey dará tales mugidos con su doctrina que
resonarán en el mundo entero”.
OBRAS PRINCIPALES
Suma teológica
Sobre el mal
Comentarios a Aristóteles
RAZÓN Y FE: Santo Tomás fue un opositor del averroísmo y, consideraba que la fe y la
razón no se aponían. Ambas eran opciones válidas en la búsqueda de la verdad.
1. La primera vía. La cosmológica, parte del principio de que todo lo que se mueve es movido por
otro. Establecer una cadena infinita de causas del movimiento. Se hace preciso admitir la
necesidad de la existencia de un primer motor, este primer motor es Dios.
2. La segunda vía. Llamada prueba causal, establece que la serie de causas eficientes no puede
remontarse hasta el infinito y es preciso admitir la necesidad de una causa primera que en este
caso es Dios.
3. La vía de la relación entre posible y necesario establece que las cosas posibles sólo existen
por obra de las necesarias. Este ser, que es necesario por sí mismo y que es causa de la
necesidad de todo otro ser, es Dios.
4. En la cuarta vía. La de los grados, se admite que en las cosas hay más o menos grados de
perfección, verdad, bien…, La causa última de tales grados de perfección será, por
consiguiente, Dios.
5. Por último, la quinta vía es la del gobierno de las cosas. Se admite que las cosas naturales aun
sin tener inteligencia están dirigidas a un fin. Tal cosa no sería posible si no hubiera un ser
inteligente que así lo hubiera dispuesto. Este ser es Dios.
Ética: la ética es básicamente teológica, es una ética que depende de la autoridad de Dios. Es
por eso que la noción de ley eterna es tan importante.
Moralidad: los seres humanos son seres creados con razón y voluntad, capaces de tomar
decisiones libres y proponerse fines diversos, es decir, son seres morales.
Ley moral: siguiendo a Aristóteles, Santo Tomás afirma que las normas morales, que deben
regir el comportamiento del hombre, tienen que ser explicadas a partir de la racionalidad,
aquello que define a los seres humanos.
Virtudes: hace falta tener hábitos buenos o virtuosos. En este sentido plantea virtudes de dos
tipos.
o La virtud intelectual. La más importante es la prudencia, los seres humanos pueden aplicar
normas universales a casos particulares y decidir, en cada caso, si la acción es buena o mala.
o La virtud moral. Definir cuál es su finalidad. La voluntad humana es un apetito racional que quiere
el bien absoluto o la felicidad. La felicidad es la contemplación de Dios.
LA DECADENCIA DE LA ESCOLÁSTICA
Estuvo determinada por dos corrientes de pensamiento: la mística, que no admitía una
defensa racional de la fe, y el nominalismo, que consideraba que el conocimiento debía tener
una base experimental.
El maestro Eckhart y la mística: Fue un movimiento alemán que floreció durante los siglos
XIII y XIV. Su principal exponente fue el dominico alemán Johann Eckhart (1260-1327), debe
haber una especie de conocimiento de tipo místico que le permita al hombre tener un
conocimiento experiencial de Dios.
Crítica a las nociones de causa y sustancia. La palabra “ser” sólo puede significar aquella
realidad que conocemos a través de los sentidos. La noción empirista de causa implica que no
podemos conocer con certeza cuál es la causa o efecto de un hecho. Depende de la experiencia
y no de la razón.
Crítica a la idea de inmortalidad. Nuestra experiencia interna no nos revela la existencia del
alma. La creencia en la inmortalidad es un asunto de fe.
Pensamiento político. Ockham fue un gran enemigo del poder absoluto del Papa. Se debía
devolver a la Iglesia su sentido de libre comunidad de fieles creyentes.
1. En una red conceptual explica las causas que ayudaron al esplendor escolástico
El ser es Dios: Pasaje tomado del libro la suma teológica de Tomas de Aquino
“Encontramos en las cosas algunas que pueden ser y no ser, puesto que comienzan y
acaban, y, por consiguiente, que pueden existir y no existir. Ahora bien, es imposible que todas
las cosas que son así existan siempre, porque lo que es posible que no exista, alguna vez no
existe. Si, pues, todas las cosas han podido no existir, hubo un tiempo que nada existió. Pero si
esto fuera verdad, tampoco ahora nada existiría; porque lo que no existe no puede comenzar a
existir sino gracias a algo que ya existe. Por consiguiente, si no existió ningún ser, fue imposible
que algo comenzase a existir y, por tanto, nada existiría ahora, lo cual es abiertamente falso.
Luego, no todos los seres pueden ser y no ser, sino que es necesario que haya un ser necesario
en la realidad. Ese ser necesario es necesario por sí mismo y no por causa externa a él, es más
bien causa de la necesidad de las otras cosas. A ese ser necesario todos lo llamamos Dios”
c) ¿Qué quiere decir el principio de naturaleza es el Ser, que es uno, inmóvil, imperecedero
y perfecto?
ONTOLOGÍA: DIOS
1. LA NATURALEZA DE DIOS
Los mortales se imaginan que los dioses han nacido y que tienen vestidos, voz y figura
humanos como ellos. Los etíopes dicen que sus dioses son chatos y negros que tiene ojos
azules y el pelo rubio. Si los bueyes, los caballos o los leones tuvieran manos y fueran capaces
de pintar con ellas y de hacer figuras como los hombres, los caballos dibujarían las imágenes
de los dioses semejantes a las de los caballos y semejantes a las de los bueyes y harían sus
cuerpos como cada uno tiene el suyo (Jenófanes de Colofón, fragmentos 14-16, siglo IV a.C.)
• Es absolutamente libre.
• Es infinito y eterno.
En el cristianismo se piensa que sólo existe un Dios. Esta creencia es compartida por otras
religiones emparentadas con el cristianismo: el judaismo y el islam, religiones que por eso se
llaman monoteísta, expresión compuesta de raíces griegas que significa creer en un único Dios.
Sin embargo, es obvio que esta no es la única manera posible de pensar en Dios. También es
posible pensar que existen varios dioses, como ha ocurrido en muchas tradiciones alrededor
del mundo, llamadas por ello politeístas.
Los que piensan que un dios es un ser, sin importar en cuántos dioses crean, reciben el
nombre de teístas[1]. Pero existe un concepto más amplio: el concepto de lo divino. Ser teísta
no es la única mañera posible de entender lo divino. La palabra divino es un adjetivo, y aunque
cotidianamente se la aplica a personas o cosas hermosas, su significado religioso y filosófico
es distinto. Lo divino, por ejemplo, es lo sagrado, o lo que no es humano y supera en dignidad
a cualquier realidad existente o posible.
Algunos creen que con la palabra "Dios" los seres humanos resumimos en un solo concepto
todos nuestros más altos valores e ideales morales. Según ellos, Dios no es una realidad que
existe independientemente del ser humano. El lenguaje religioso es, por tanto, la proyección de
nuestras aspiraciones espirituales. Esta postura se conoce como no-realismo.
Antes de preguntarnos si Dios existe, debemos preguntarnos qué es. Para ello es útil estudiar
algunos conceptos posibles de lo divino.
Dios es trascendente
La mayoría de los filósofos teístas han concebido a Dios como un ser distinto del universo.
Casi todos coinciden en que ese ser no puede ser pensado con las mismas propiedades con
las que pensamos los seres que hacen parte del universo. Por lo tanto, cuando se dice que Dios
existe, no se está diciendo que existe en el mismo sentido en que existe una cuchara. Dios es
un ser trascendente. Esto significa que está, en términos estrictos, más allá de la existencia y
no existencia.
El filósofo medieval Santo Tomás de Aquino, pensaba que cuando uno dice, por ejemplo,
que Dios es "bueno", "poderoso" o "sabio", no debe entender esos términos en el mismo sentido
con el que se los aplica a un ser humano.
Por razones similares, algunos filósofos han llegado a pensar que no tiene sentido decir que
Dios es un ser, abandonando el teísmo. Nuestro concepto de ser es limitado, aplicable a seres
finitos. Dios es incomparable y quizás sobre él o ello sólo se pueda decir lo que no es.
Dios es inmanente
Otros filósofos teístas han identificado a Dios con el universo mismo. Para estos filósofos,
todo lo que existe es divino. Esta postura se denomina panteísmo.
El problema del panteísmo como tal, es que puede hacernos pensar que una cuchara es
Dios. Dios se identificaría con una multiplicidad de cosas finitas e imperfectas. Lo que no encaja
muy bien con el concepto básico de lo divino: aquello que supera cualquier realidad concreta.
Una versión más elaborada es el panenteísmo: todo existe en Dios. El universo, como
entidad ^ total, se identifica con Dios. Pero una cuchara, aun-| que haga parte del universo, no
es Dios. Dios existe, para el panenteísmo, sólo que no se distingue del universo como totalidad.
Un defensor de esta tesis es el filósofo moderno Baruch Spinoza.
2. LA EXISTENCIA DE DIOS
Argumento panteísta
Supongamos que tienes un concepto panteísta de Dios. En ese caso parece fácil probar su
existencia:
— El universo es Dios.
— El universo existe.
La crítica de este argumento es que no se ha probado nada nuevo. Todo lo que se afirma en
la conclusión es que el universo existe y eso ya lo sabíamos. Lo que el panteísta tiene que
probar es que todo lo que hay en el universo se identifica con Dios y eso no es fácil. A menos
que diga que "Dios" es otra palabra para hablar de todo lo que hay en el universo, con lo que
simplemente está proponiendo una forma de hablar, pero no un concepto nuevo de universo. Y
en ese caso no se ha probado que Dios, tal y como se lo entiende habitualmente, existe.
La solución panteísta es más convincente el pensamiento que dice que todo en el universo
tiene la misma sustancia. La sustancia del universo tiene propiedades divinas: es única, infinita
y es causa de sí misma. Por lo tanto, se justifica decir que la sustancia del universo es Dios.
Argumento del arquitecto
Si partimos de un concepto teísta que no identifique a Dios con el universo, se pueden
proponer varios argumentos para probar su existencia. Veamos uno:
— El universo se parece a una casa en que es ordenado y en que todo lo que contiene
parece estar orientado hacia un fin.
— Por lo tanto, el universo necesita de un gran arquitecto para existir. Ese arquitecto es
Dios, el Creador.
Este es un argumento por analogía, es decir, establece una conclusión a partir de una
comparación. La crítica de este argumento, planteada por el filósofo moderno David Hume,
ataca la comparación. Las casas hacen parte del universo y es lógico suponer que necesitan
creadores. Pero el universo es un todo que no tiene por qué tener las mismas propiedades o
características de sus partes. Si tu nariz es grande, de ello no puedes concluir que tú eres
grande.
Además, así el argumento del arquitecto sea aceptado, no permite probar que hay un único
Dios. Podrían ser varios los arquitectos. El filósofo monoteísta debe añadir un argumento más
para probar que el creador del universo es uno solo.
— Por lo tanto, hay una causa primera de todo lo existente. Esa causa es Dios.
Este argumento supone que una cosa no puede ser causada por otra y ésta por otra, y ésta,
a su vez, por otra y así indefinidamente, pues entonces nunca se habría iniciado la cadena de
causa y efectos. Sin embargo, el argumento contiene una contradicción: si es verdad la primera
premisa, no puede haber un ser sin causa, pero la única posibilidad de que Dios sea la primera
causa absoluta de todo es que él no tenga causa.
Los defensores del argumento dicen que Dios es causa de sí mismo. Pero eso significa
aceptar que sí puede haber un ser que puede existir sin el concurso de otro: ¿Por qué no pensar,
entonces, que ese ser autocausado es el universo mismo?
Además, si el argumento sirve, tiene un alcance limitado. Puede que se pruebe que hay una
única causa primera y que esta es Dios, con lo que se probaría además que Dios es uno solo,
pero con ello no se han probado las otras características tradicionalmente atribuidas a la
divinidad: la omnipotencia, la omnisciencia y la bondad. Los monoteístas tradicionales tienen
que hacer más argumentos.
Argumento a priori
Dios es el ser cuya esencia consiste en existir. Por lo tanto, es evidente que Dios existe y no
es necesario demostrarlo.
Según este argumento, debemos aceptar por definición que Dios existe. Negar su existencia
sería como negar que un triángulo tenga tres lados. El que niega la existencia de Dios,
simplemente no comprende su concepto.
La crítica de este argumento, planteada por Santo Tomás de Aquino, es que no sabemos lo
que es Dios. Mientras estemos en esta vida, nadie puede vanagloriarse de conocer su esencia.
Nuestro conocimiento de Dios es imperfecto. Por lo tanto, la existencia de Dios no es evidente
para nosotros. Necesitamos demostrarla mediante argumentos.
Argumento ontológico
¡Oh Señor!, tú que das la inteligencia de la fe, concédeme, en cuanto este conocimiento me
puede ser útil, el comprender que tú existes, como lo creemos, y que eres lo que creemos.
Creemos que encima de ti no se puede concebir nada por el pensamiento. Se trata, por
consiguiente, de saber si tal ser existe, porque el insensato ha dicho en su corazón:no hay Dios.
Pero cuando me oye decir que hay un ser por encima del cual no se puede imaginar nada
mayor, este mismo insensato comprende lo que digo; el pensamiento está en su inteligencia,
aunque no crea que existe el objeto de ese pensamiento. Porque una cosa es tener la idea de
un objeto cualquiera y otra creer en su existencia...
El insensato tiene que convenir en que tiene en el espíritu la idea de un ser por encima del
cual no se puede imaginar ninguna otra cosa mayor, porque cuando oye enunciar este
pensamiento, lo comprende y todo lo que se comprende está en la inteligencia: y sin duda
ninguna este objeto por encima del cual no se puede concebir nada mayor, no existe en la
inteligencia solamente, porque, si así fuera, se podría suponer, por lo menos, que existe también
en la realidad, nueva condición que haría a un ser mayor que aquel que no tiene existencia más
que en el puro y simple pensamiento. Por consiguiente, si este objeto por encima del cual no
hay nada mayor estuviese solamente en la inteligencia, sería, sin embargo, tal que habría algo
por encima de él, conclusión que no sería legítima. Existe, por consiguiente, de un modo cierto,
un ser por encima del cual no se puede imaginar nada, ni en el pensamiento ni en la realidad
(San Anselmo, Proslogio, capítulo II). Santillana 1 pág.115-133.
Aunque es un argumento para probar que Dios no existe, lo que en realidad prueba este
argumento es:
El libre albedrío
Una solución más inteligente, aunque no inmune a las objeciones, es pensar que buena parte
del sufrimiento humano no es intencional. Muchos de los eventos que llamamos "males" son
simplemente fenómenos naturales. Los llamamos "males" porque nos hacen sufrir, pero no son
el producto de acciones deliberadas.
Los terremotos no son castigo de algún dios, porque un castigo implica la intención de
castigar. Simplemente ocurren porque tienen que ocurrir.
Los demás males sí pueden ser pensados como intencionales: el mal que una persona le
hace a otra de manera voluntaria. O el mal que se hace uno a sí mismo voluntariamente. Dios
permitiría que ese tipo de males ocurran porque nos ha hecho libres y respeta nuestra libertad.
Dios no querría manejarnos como marionetas, sino hacer posible que seamos responsables de
nuestros propios actos. En tal caso, aún cabe la posibilidad de que Dios exista, así existan
"males" en el mundo. La solución es cambiar nuestro concepto de Dios.
3. LA FE EN LA FILOSOFÍA
Se piensa que la filosofía, por ser una actividad de carácter racional, no puede sino oponerse
al irracionalismo propio de la fe religiosa. Sin embargo, durante muchos siglos la filosofía y la
religión han recorrido caminos similares. ¿Cómo es eso posible? ¿Cómo se relacionan la razón
y la fe?
La noción de creencia
Cuando hablamos de creencias entendemos el término en dos sentidos: algo que no nos
ofrece total confianza y aquellas convicciones personales, que si bien puede ser de carácter
netamente subjetivo, se asientan firmemente en la mente. También, bajo otra óptica, cuando la
gente piensa en las creencias, en unas circunstancias las considera de manera despectiva,
como si fueran indignas de ser valoradas y en otras son objeto de respeto y reverencia profunda.
Ahora la cuestión que nos atañe es esta: ¿cuál es el sentido de creencia que hay que aplicar
cuando hablamos de tener creencias religiosas? Es corriente que cuando una persona quiere
poner en aprietos a un filósofo le pregunte a quemarropa "¿Crees en Dios?". Sin duda, la
respuesta que dé será comprometedora. Pues si dice sí, el filósofo ya no lo parecerá tanto
porque tendrá que aceptar como propias un conjunto de creencias que quizás vayan en
contravía de su espíritu racional.
Pero si dice no, se esperará de él una serie de argumentos de carácter escéptico que den
cuenta de su posición "naturalmente racional y crítica", que después de todo puede ofrecer
contradicciones o dificultades teóricas y prácticas.
Discutir sobre este tipo de cosas es pues difícil, en razón de la complejidad de la noción de
creencia y en razón de la complejidad de la noción misma de "Dios". Poca gente del común se
da cuenta de que una creencia religiosa no necesariamente implica la creencia en un dios
personal, y son menos los que logran distinguir una creencia religiosa de una actitud religiosa,
de un pensamiento religioso y de una vida religiosa, etc. Un individuo puede ser alguna de esas
cosas sin tener las otras, y hasta un filósofo puede tenerlas todas y no tener que creer en un
dios de ningún tipo. Si todo esto ocurre con la simple noción de creencia es fácil imaginarse lo
que sucedería con todas las demás cosas relativas a los asuntos religiosos y filosóficos.
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
Orientar de esta forma nuestra vida hacia el más allá es, no cabe duda, tomar la posición
contraria a la adoptada por la casi unanimidad de los filósofos contemporáneos (...).
Sin embargo, podemos preguntarnos si la negación sistemática del más allá no origina, la
base de las convulsiones que, en nuestra época, han alcanzado su paroxismo; quizá sólo puede
instaurarse un orden terrestre estable si el hombre conserva una conciencia aguda de lo que
podríamos llamar su condición itinerante, es decir, si se recuerda constantemente que trata de
abrirse un camino precario, a través de los bloques erráticos desde un universo hundido y que
parece escaparse a sí mismo por todas partes, hacia un mundo de constitución ética más fuerte,
y de la cual aquí abajo sólo puede percibir unos cambios y unos reflejos inciertos (Gabriel
Marcel, Homo Viator).
Dios y la religión
Los mortales se imaginan que los dioses han nacido y que tienen vestidos, voz, y figura,
humanas como ellos. Los etíopes dicen que sus dioses son chatos y negros y los tracios que
tiene ojos azules y el pelo rubio. Si los bueyes, los caballos o los leones tuvieran manos y fueran
capaces de pintar con ellas y de hacer figuras como los hombres, los caballos dibujarían las
imágenes de los dioses semejantes a las de los caballos y los bueyes semejantes a las de los
bueyes y harían sus cuerpos tal como cada uno tiene el suyo. Jenófanes de Colofón, fragmentos
14-16, siglo VIa.C. cfr. Santillana 1 pág. 126
"Dios ha muerto"
"Uno de los argumentos fundamentales de Nietzsche era que los valores tradicionales
(representados en esencia por el cristianismo) habían perdido su poder en las vidas de las
personas, lo que llamaba nihilismo pasivo. Lo expresó en su tajante proclamación "Dios ha
muerto". Estaba convencido que los valores tradicionales representaban una "moralidad
esclava", una moralidad creada por personas débiles y resentidas que fomentaban
comportamientos como la sumisión y el conformismo porque los valores implícitos en tales
conductas servían a sus intereses. Nietzsche afirmó el imperativo ético de crear valores nuevos
que debían remplazar los tradicionales, y su discusión sobre esta posibilidad evolucionó hasta
configurar su retrato del hombre porvenir, el “superhombre”.
El superhombre siente con intensidad, pero sus pasiones están frenadas por la razón.
(Comentario a dos textos de Nietzsche de Javier borrego)
La moral cristiana
Aquello que es el hombre y lo que debe de hacer se manifiesta en el momento en el cual
Dios se revela a sí mismo. Deuteronomio 6, 4-7.
Dios se hace conocer y reconocer como aquel que solo es bueno. Mateo 19, 17.
Dios se presenta como aquel que a pesar del pecado del hombre, continúa siendo modelo
del obrar moral. Levítico 19, 2.
Dios se presenta como aquel que fiel a su amor por el hombre y le da su ley. Éxodo 19, 9-
24.
Para obtener la respuesta sobre lo que es bueno o malo debe el hombre dirigirse nuevamente
hoy a Cristo.
Es Él quien devela a los fieles el libro de las Escrituras, y revelando plenamente la voluntad
del Padre, enseña la Verdad sobre el obrar moral. Por esto, el hombre que quiere comprenderse
hasta el fondo a sí mismo -y no solo según pautas y medidas de su propio ser, que son
inmediatas, parciales, a veces superficiales e incluso aparentes- debe, con su inquietud,
incertidumbre e incluso con su debilidad y pecaminosidad, con su vida y con su muerte,
acercarse a Cristo.
Para caminar por el sendero de la ética cristiana es menester entrar en Cristo con todo
nuestro ser, para apropiarnos y asimilar toda la realidad de la Encamación y de la Redención
para encontrarnos a nosotros mismos en Cristo.
Sólo Dios puede responder a las preguntas sobre el bien, porque Él es el Bien Supremo.
La verdad atrae y vincula al hombre con su principio y su fin último ¡Dios! La meta de la ética
cristiana es la felicidad y ella es poseer a Dios. (Fragmentos de textos bíblicos y citas de la
opción del cristiano de urbano Sánchez García).
EVALUACIÓN
2. ¿Consideran ustedes que el texto de Platón tiene argumentos sólidos para demostrar la
existencia de Dios? ¿Por qué?
3. Si ustedes pudieran ser quienes den orden al universo y sus leyes, decidiendo cómo componer
sus partes, y qué seres del cielo y la tierra lo habitarán, y si además, pudieran inventar o elegir
un tipo de hombre "ideal", ¿cómo lo harían, cómo crearían el universo y en qué orden, cómo
sería para ustedes un ser humano ideal?
7. ¿Les parece que el olvido de lo trascendente es la causa de la crisis actual en el mundo? ¿Por
qué?
9. ¿Cuál de las dos posiciones FRENTE A LA EXISTENCIA DE DlOS les parece más interesante?
¿Por qué?
10. Que piensan de la afirmación que hace Jenófanes de Colofón. Elaboren una crítica de al menos
ocho renglones.
11. De los seis argumentos sobre la existencia de Dios ¿Cuáles les llamaron la atención y por qué?.
Escríbanlo en diez renglones.
12. De las apreciaciones que el texto nos da ¿Dios es inmanente o trascendente y por qué?.
13. Busquen una imagen, una foto, un dibujo o una pintura que tenga para ustedes una
representación de lo divino. Luego, señalen los elementos que caracterizan lo divino y explica
por qué.
14. ¿Cuál es el papel de Dios en las decisiones del hombre? Y, ¿cuál es la finalidad del hombre?
15. Escriba un consejo práctico de cómo un joven de hoy puede hacer realidad sus opciones
religiosas éticas y morales.
Tomado de: SERRANO, Federico – Otros. "Filosofía I". Bogotá: Ed. Santillana. 2006.
La filosofía primera
La filosofía se ha propuesto desde siempre ofrecer las explicaciones últimas de todo cuanto
es. Esto la condujo a indagar los principios que constituían la esencia misma de la realidad. En
un comienzo, los filósofos griegos se plantearon este tipo de cuestiones en relación con el
mundo sensible, estableciendo explicaciones físicas de los fenómenos en los cuales fueron los
elementos naturales —agua, aire, fuego, éter— los que se convirtieron en fundamento y
principio de todas las cosas. Éste fue el caso de la filosofía presocrática. Pero bien pronto este
orden de explicaciones, formuladas a la luz de la naturaleza, fue abandonado en favor del
establecimiento de principios que rebasaban el dominio sensible, principios conceptuales que
procedieran y tuvieran validez en el dominio de la pura teoría.
De acuerdo con esta transformación, la filosofía dejó de ser una cierta "física" tal y como
sucedió en el caso de los pensadores iniciales, para convertirse en un saber acerca de lo
suprasensible, es decir, de los objetos del pensamiento situados más allá de lo físico: la filosofía
se convirtió en metafísica.
Aunque el término metafísica no proviene del mundo griego, siendo posterior su origen y
utilización, son muchos los problemas metafísicos que podemos rastrear en los filósofos de la
antigüedad. Cuestiones como la inmortalidad del alma, la naturaleza divina, si hay o no un
primer principio del mundo, si hay un destino que gobierna las cosas humanas, por mencionar
sólo algunas, hacen parte del amplio horizonte de problemas que los más antiguos filósofos se
formularon al margen de la simple vida natural, y que la tradición ha mantenido y recuperado
como cuestiones propias del preguntar metafísico.
Pero fue Aristóteles quien vino a definir con más exactitud la finalidad propia de la metafísica,
de una parte, al establecer un único objeto sobre el cual trataría este saber y, de otra parte, al
someter los problemas filosóficos a una cierta jerarquización y sistematización. Al decir de
Aristóteles, la metafísica representa la filosofía propiamente dicha, o, bien, la filosofía primera.
Esto significa que, a diferencia de las otras ramas y disciplinas filosóficas que se encargan de
un objeto en particular, por ejemplo, la ética, que trata del bien; la lógica, que trata de las formas
del juicio; la estética, que trata de lo bello, etc., la metafísica se ocupa del objeto más general y
primero, a saber, el ser, o también, "los primeros principios y las primeras causas". A partir de
entonces la metafísica o, más exactamente, la ontología, se plantea el problema fundamental
de la filosofía: la pregunta por el ser.
La diferencia ontológica
Ya Aristóteles había establecido que la filosofía es una ciencia teórica. La palabra griega
teoría significa "contemplación", es decir, un cierto modo de ver que va más allá de nuestra
mirada sensible, que no se dirige a las cosas; es un ver producido por la acción de nuestro
pensamiento. En este sentido debemos entender el asunto del que se ocupa la ontología. En
cuanto tal, el ser escapa a su determinación empírica y sólo se lo puede comprender de manera
especulativa o conceptual. Un paso invaluable en esta dirección consiste en captar la diferencia
que, en el lenguaje de la ontología, se establece entre las nociones de ser y ente. Cuando
decimos ente expresamos todo aquello que es.
Pongamos, por ejemplo, los objetos sensibles o lo que solemos llamar cosas. Pero también
son entes los objetos matemáticos o los objetos de la geometría, y también los entes de la
fantasía, las imágenes del sueño, entre otros. Todo esto, a su modo, es, o tiene su modo peculiar
de ser. Sin embargo, aunque le decimos ente a todo aquello que es, el ser no es ningún ente
en particular. La montaña es, la piedra es, el hombre es, pero el ser no se agota en ninguno de
los entes; es algo más que los entes. Es aquello en lo cual queda reunido y contenido todo
cuanto es.
El ser es algo general, es decir, algo que sobrepasa al ser singular de los entes y que es más
bien su género supremo. Los gramáticos denominan género al término supremo en el que otros
quedan contenidos. Así, por ejemplo, en el género "animal" están contenidas todas las especies
animales, como mamíferos, herbívoros, etc., y en éstas, a su vez, todas las subespecies de
animales, hasta llegar a cada raza. Por ejemplo, los perros; y entre éstas, a cada animal en
particular: este o aquel perro determinado. Igual ocurre con el ser que es sumamente general
respecto de los entes. A esta diferencia entre ser y ente propia de la ontología, se le denomina
diferencia ontológica.
La ontología pregunta por el ser en cuanto ser, o también por el ente en cuanto ente; es
decir, que en cuanto pregunta por el ser en ella está contenida la pregunta por todos los entes.
Pero la ontología no considera los entes según su determinación particular o su entidad — no
los considera en cuanto "montaña", "piedra", "perro", etc.—, sino en cuanto entes, es decir, en
vistas al ser y a la relación que sostienen con el ser en general. Captar intelectivamente, esto
es, estar ya en posesión de la pregunta propia de la ontología.
¿Qué es el ser?
Como lo indica el filósofo alemán Martin Heidegger, el ser es, en algún sentido, el más
universal pero también el más vacío de todos los conceptos. En cuanto tal, parece escapar a
todo intento de definición, pues el pensamiento no llega a decir propiamente lo que el ser es.
Por otra parte, a pesar de que, según dijimos, el ente es o de que el ser es el principio a partir
del cual todas las cosas adquieren su entidad, el ser se sustrae a su manifestación sensible o
empírica. Y, sin embargo, pese a esta universalidad, todos nos mantenemos ya en una cierta
comprensión del ser. Nosotros mismos estamos, por así decirlo, contenidos en él. De modo que,
aunque parezca paradójico, con el ser ocurre un poco lo que San Agustín indicaba en relación
con el tiempo: "Mientras no me lo pregunten sé lo que es, pero tan pronto me preguntan ya no
lo sé".
En la vida cotidiana siempre comprendemos el ser a través de los entes que nos rodean y
con los que nos relacionamos. Nosotros mismos nos ponemos en una relación, esta vez
inmediata con el ser, por cuanto, como dijimos, estamos ya contenidos en él. Tan es así que si
no tuviéramos esta especie de comprensión previa no sabríamos cómo conducirnos en el
mundo. Pero esta comprensión es un supuesto, algo meramente sobrentendido que no
engendra ningún saber acerca del ser, que no implica necesariamente ninguna conciencia ni
ninguna pregunta en torno a él.
En la vida cotidiana, el ser humano permanece sordo a la pregunta por el ser. Marcha por el
mundo indiferente al ser de las cosas, impasible ante los entes que nos convocan a esta
pregunta y sin corresponder a su llamado. La filosofía, por el contrario, exige el abandono de
esta indiferencia y de la comprensión sobrentendida para corresponder al clamor del ser de
manera explícita.
En torno al problema del ser son muchas las cuestiones filosóficas que se han suscitado
desde la antigüedad, todas ellas bajo el presupuesto de la diferencia ontológica o de la distinción
del ser y ente que hemos señalado antes. A continuación estudiaremos las más importantes de
estas cuestiones, a partir de las cuales es posible captar, con mayor exactitud, el orden de
problemas propios de la ontología.
Lo uno y lo múltiple
En cuanto género supremo de los entes, el problema del ser conduce a considerar si éste es
uno o si es múltiple. En el primer caso, como aquello de lo cual los entes toman su entidad y
que, separado de ellos, subsiste por si mismo como algo general; en este caso al ser parece
pertenecerle el atributo de la unidad. Pero como al mismo tiempo el ser contiene dentro de si lo
diverso, vale decir, los entes particulares, parece también propia de su naturaleza la
multiplicidad.
Esta cuestión fue formulada sobre todo por Platón en varios de sus diálogos, y principalmente
en el dialogo titulado Parménides. Este problema emparentado con la siguiente consideración
de metafísica: para decidir si el ser es uno o múltiple, hay que examinar si es un todo acabado
en si mismo e indivisible, o si, por el contrario, es divisible y compuesto en partes.
A simple vista podemos captar la dificultad de estas cuestiones. De otro lado, cabe pensar
que el ser no es uno ni múltiple, sino al mismo tiempo uno y múltiple, caso en el cual el ser se
define a partir de la unión de los contrarios. Pero ¿cómo puede el ser albergar la contradicción?
El mencionado texto de Platón examina varias alternativas del problema en un intenso ejercicio
intelectual que expresa una impresionante muestra de la virtud especulativa de los filósofos de
la antigüedad.
Ser y esencia
Dada la relación de ser y ente, algunos filósofos, entre ellos Aristóteles y también Hegel, han
identificado las nociones de ser y esencia. “La verdad del ser es la esencia”, dice Hegel en su
obra titulada Ciencia de la lógica. De ahí que, a la inversa, el problema del ser surja cada vez
que se intenta conocer la esencia de las cosas.
Por esencia se entiende aquello que hace que una cosa sea lo que es y no otra cosa, o lo
que hace que ella sea tal cual es y no de otra manera. En ese sentido, el ser es la suprema
esencia, pues todos los entes están contenidos en el ser y de él les viene su identidad: el hecho
de ser algo y no más bien nada. En la misma medida se ha identificado el ser con el concepto
metafísico de sustancia.
Para Aristóteles, por ejemplo, el ser es la sustancia primera, o, lo que es lo mismo, la primera
de todas las esencias. En cuanto sustancia, es lo que subyace al conjunto de los entes o a todo
lo que tiene ser.
ACTIVIDADES
Propone
1. Parménides sostiene que todo lo que es es y no puede ser de otra manera, es decir, que
no cambia, a lo que se le puede objetar que esto es imposible, pues nosotros mismos
experimentamos el movimiento y, por lo tanto, el cambio; al punto que podríamos decir con
Heráclito que nadie se baña dos veces en el mismo río. Sin embargo, Parménides defiende su
posición al mostrar que:
C. el ser es inmóvil porque si se moviera debería hacerlo sobre algo, lo que es imposible
porque sólo hay un ser.
2. El problema de la ontología clásica, el del ser en cuanto ser, es superado por una ontología
del ser en tanto que siendo, es decir, existiendo. De esta forma, es posible decir que el acceso
al ser sólo se logra a partir de la reflexión sobre el hombre, quien es el único ser que tiene
conciencia de su ser, en la medida que:
A. es imposible dar una explicación de la sensación con independencia del mundo inteligible.
B. el mundo inteligible está estructurado a partir de la estructura ideal de los objetos del
mundo sensible.
C. los objetos en el mundo sensible son reflejos inteligibles de la percepción y los sentidos.
COSMOLOGÍA: LA NATURALEZA
Cuando contemplamos la naturaleza descubrimos con facilidad que todas las cosas están
sujetas a transformaciones y cambios. Los gusanos de seda se transforman en mariposas; los
arboles crecen; las crías del caballo nacen del vientre de la yegua; los camaleones cambian de
color; los volcanes hacen erupción, y el clima puede ser seco y caluroso, o lluvioso y húmedo.
En general, todo lo que comienza se termina en algún momento y ya sea que hablemos de un
ser vivo o de una roca, todo tiene un nacimiento y una muerte o destrucción.
Los antiguos filósofos griegos, cuando contemplaban la naturaleza, decían que las cosas se
generan y se corrompen, y a todo el conjunto de transformaciones y cambios que ocurren en la
naturaleza lo llamaban metabolé, palabra que se traduce como cambio; aunque es evidente que
hoy en día la mayoría usa esa palabra en un sentido mucho más restringido.
Explicar el orden de la naturaleza era explicar la lógica que subyace a todas las
transformaciones. Pero los filósofos antiguos se enfrentaron a otro problema que también
nosotros debemos enfrentar hoy: ¿si el movimiento es continuo, entonces nada permanece? Si
nada permanece eso puede significar que todas las cosas comienzan a ser a partir de la nada
y que cuando se destruyen dejan de ser absolutamente. Pero, si todo surge de la nada y a ella
vuelve, podemos sospechar que en última instancia la nada es real.
EL DEVENIR
Una posibilidad a la hora de comprender continuos cambios naturales es pensar que éstos
son eternos, sin principio ni fin, Al ser eterno, el cambio mismo no tendría origen ni muerte, ni
generación ni corrupción, por lo que el cambio seria aquello que no cambia, siendo lo único
permanente. Si entendemos lo real como lo permanente, lo único propiamente real es la
naturaleza seria sencillamente su orden o su lógica, esto es, su cambio eterno. Las cosas que
cada día creemos reales, siempre están cambiando, generándose o destruyéndose, pasando
del ser al no ser y del no ser al ser, sin ser nunca en sentido pleno. Cuando se pensó que lo real
está constantemente llegando a ser sin ser plenamente, decimos que la realidad es devenir. El
primer filósofo que desarrolló esta idea fue el griego Heráclito de Efeso.
EL SER
¿Qué pasa entonces con el movimiento? Según lo dicho, parece que el cambio en la
naturaleza es irreal. Esta fue la tesis defendida por los filósofos griegos Parménides y Zenón de
Elea. Aunque va contra nuestra experiencia cotidiana, se apoya en un razonamiento lógico. Por
eso Parménides y muchos otros han pensado que para poder hablar de lo real debemos usar
la lógica, es decir, el pensamiento, y no los sentidos.
EL CONCEPTO DE SUSTANCIA
Parece lógico que si algo es, no puede dejar de ser absolutamente. Por lo mismo algo que
es no puede generarse de la nada. Sin embargo, lo que nos enseña la experienciaes
incuestionable: en la naturaleza hay cambio. ¿Cómo explicarlo? ¿A fin de cuentas hay algo
real?
El cambio siempre es relativo con respecto a algo- si el color del pelo de Fulana cambia, es
porque cambia con respecto a algo que no cambia: Fulana. En este caso Fulana es sustancial,
mientras que el color del pelo de Fulana es accidental. Pero el color mismo, digamos el blanco,
no cambia; es sustancial, por ejemplo, con respecto al lugar en el que aplicamos el color.
Es lo más real.
EL CAMBIO SUSTANCIAL
Pero, ¿acaso las cosas no cambian? Fulana misma puede cambiar radicalmente. Puede
llegar a ser aquel ser vivo que llamamos Fulana.
Sin embargo, al convertirse en cadáver hay algo que no cambia: la materia, que en este
caso es sustancial con respecto a la forma como estaba organizada antes. Antes Fulana tenía
la forma de un ser vivo y era Fulana, ahora su materia ha perdido su forma y adquirido otra, la
de un cuerpo muerto que poco a poco se descompone.
No obstante, cabe formular algunas dudas ¿Por qué la sustancia de color blanco no cambia
nunca, mientras que la Fulana sí?
La dificultad se resuelve si pensamos que la diferencia entre los dos casos es una ilución: el
color blanco de alguna cosa también puede destruirse como Fulana.
Lo que no se destruye es la esencia del blanco, de la misma forma que la esencia de Fulana,
esto es, el ser humano, lo que hay de humano en él, tampoco se destruye. La muerte de un
individuo no implica la muerte de la humanidad.
Preguntarse por las razones porque las cosas se generan y se corrompen nos conduce a
preguntarnos por aquello que permanece constante a pesar de los cambios, por el constituyente
sustancial de todas las cosas naturales. En buena medida el orden de la naturaleza, la lógica
de su movimiento continuo, se explica en virtud de la existencia de una sustancia originaria o
básica de la que todo se origina y a la que todo vuelve. ¿Hay alguna sustancia básica o última
del universo?
Encontrar esa sustancia no es fácil. Algunos han afirmado que no existe, que es solo un
concepto teórico útil, pero nada nos indica que es real. Otros piensan que es la materia.
Pero con ello no resuelven el problema; pues cuando se les pregunta qué es la materia,
responden circularmente diciendo: “la sustancia del universo”. En todo caso, los primeros
intentos valiosos por pensar la sustancia última del universo fueron hechos por los
filósofos presocráticos.
Sin importar que los cambios naturales sean superficiales o profundos, reales o aparentes,
lo cierto es que afirmar que hay una sustancia que no cambia no es suficiente para explicar el
cambio mismo. ¿Qué causa las transformaciones? ¿Hay algún agente de los cambios, una
entidad que los provoque? ¿Tienen algún propósito o finalidad? ¿Ocurren siempre con y por
necesidad?
HERÁCLITO:
“La guerra es el padre y el rey de todas las cosas; a unos les muestra como dioses y a otros
como hombres, a unos los hace esclavos y a otros libres.”
PARMÉNIDES:
“Este mundo (que es el mismo para todos) no lo hizo ningún dios ni ningún hombre, sino que
siempre fue, es y será fuego eterno, que se enciende según medida y se extingue según
medida”
Heráclito, fragmento 30, en Kirk, G.S. y Raven, G. S., Los filósofos presocráticos, Ed.
Gredos, Madrid 1981, p. 281
1. Explica a qué se refiere Heráclito con “se enciende según medida y se extingue según
medida”.
2. Compara la solución que presenta Heráclito al problema del arkhé con la de los filósofos de
la escuela de Mileto.
Competencia argumentativa
3. Luego de conocer las tres definiciones de sustancia, escribe con tus palabras una
definición que las reúna y que contenga tu apreciación de este concepto
Competencia argumentativa
Ahora escribe la esencia, los accidentes y el sustrato de las siguientes palabras: perro, roca,
árbol, Sócrates
¿Cómo podríamos definir el universo? La primera definición que podemos aventurar sería:
“El universo es todo lo que existe”. Ahora, ese conjunto universal está compuesto por cosas y
seres diversos, entrelazados en el espacio y en el tiempo. Y así como la curiosidad nos lleva a
preguntarnos cuál es nuestro origen y cuál el origen de los diferentes seres que pueblan el
mundo, esa misma curiosidad ha llevado a muchos a preguntarse: ¿De dónde viene el universo?
Pues, si todo tiene un origen individual, entonces el conjunto tiene también un origen. En este
aparte nos ocuparemos en algunas ideas que los filósofos y los científicos han tenido acerca
del origen del universo.
EL DEMIURGO
Demiurgo es una palabra de origen griego que significa dios creador. Para Platón que se
encargó de presentar esta idea, existió desde siempre un demiurgo que, haciendo uso de la
materia informe y eterna, creó el universo. En este caso, el demiurgo no creó la materia de la
nada, solo tomó la materia en desorden, y con ella creó todo lo que vemos y sentimos. Del
mismo modo que un pastelero para hacer un pastel toma la harina, las frutas y el azúcar, que
están dispersas en su cocina, y las junta en proporciones definidas para crear el pastel que
desea.
El origen del universo sería entonces el resultado de la mezcla de materia que una mente
creadora ha imaginado. Nosotros, y todo cuanto existe, en este sentido, seríamos producto de
la actividad de un dios.
EL MOTOR INMÓVIL
Otra idea acerca del origen del universo habla de la existencia de un “motor inmóvil”. Un
motor es aquello que mueve otras cosas; de modo que lo que dio origen al universo es una cosa
que produce el movimiento, pero que no se mueve a sí misma ¿Cómo puede ser esto?
Fue Aristóteles quien sostuvo este pensamiento, diciendo que el universo es eterno y que
existe una fuerza ordenadora. Para entender esta idea de fuerza ordenadora o motor inmóvil,
imaginemos un imán. El imán está quieto, pero su energía magnética provoca el movimiento y
la unión de las partículas metálicas que se encuentran a su alrededor, dispersas y en desorden.
De modo parecido, dice Aristóteles, hay un motor que desencadenó el movimiento, la unión
o la separación de toda materia, siempre existente, hasta producir lo que somos.
El motor inmóvil es una causa final y una causa final consiste en la tendencia que posee todo
ser por llegar hasta su estado final de madurez, a su forma definitiva, del mismo modo que un
huevo de mariposa recorre un arduo camino de transformaciones hasta convertirse en una
mariposa adulta. La teoría del motor inmóvil fue considerada por la mayor parte de los
pensadores de la Edad Media como la más válida para explicar el origen del universo.
LA EMANACIÓN
Sin embargo, para otro grupo de pensadores de la Edad Media, el origen del universo era
otro: aunque creyentes cristianos, sostenían que Dios es la fuente de la que emana el universo,
del mismo modo que el agua brota de una fuente natural. Según ellos, el universo está formado
de sustancia divina, que surge de Dios, luego el universo mismo no es sino una de las formas
en que Dios se manifiesta. Esta idea fue considerada como una herejía por las autoridades
católicas de la época, ya que concebía la materia como una sustancia divina, haciendo al
universo consustancial con Dios, es decir, con la misma sustancia de Dios.
CREACIÓN EX NIHILO
Para el catolicismo oficial, la corriente de pensamiento que ha dominado la filosofía durante
más de dos mil años en occidente, así como para otras religiones monoteístas, el origen del
universo es producto de la creación de Dios. En este caso, Dios no solo le dio forma a lo que
existe, sino que creó la materia misma de la nada, ex nihilo.
De acuerdo con esta idea, Dios no solo creó todo lo que existe, sino también la forma en que
se combina y se transforma, y el modo en el cual se desintegra.
A pesar de ello, el universo no está hecho de sustancia divina, sino de una sustancia diferente
de la sustancia de Dios.
EL BIG BANG
Las ciencias han propuesto otra teoría en relación con el origen del universo, conocida como
la “gran explosión”, el big bang. Los científicos plantean que, en el origen, el universo consistía
apenas en una partícula infinitamente pesada a una temperatura tan alta que explotó por su
propia energía interna.
Supongamos que tenemos mil toneladas de algodón y que la sometemos a una presión
inmensa hasta conseguir que el algodón alcance un volumen de un centímetro cúbico. En el
proceso de comprensión, todas las formas que haya podido tener el algodón desaparecerán. Y
aquel centímetro cúbico tendrá el mismo peso, es decir, mil toneladas. En algún momento
nuestro centímetro cúbico de algodón explotará y las mil toneladas comenzarán a dispersarse
en todas direcciones desde el centro de la explosión, dando origen a una figura similar a un
globo que se expandirá hasta cuando se acabe la energía que dio origen a la explosión, y en
ese transcurso darán origen a formas menores dentro de aquel globo gigante.
¿Cómo llegaron los científicos a esta idea? A partir de las teorías del físico Albert Einstein,
quien afirmó que el tiempo y el espacio son dimensiones curvas. Años más tarde se comprobó
que sus teorías eran ciertas, y sus seguidores han llegado hasta esta teoría acerca del origen
del universo.
ACTIVIDADES
Lee y completa los espacios en blanco con las palabras del recuadro según consideres
conveniente para construir un texto coherente:
Orden – inmóviles- causa- sustancias- primera
“Está claro, por consiguiente, que tiene que haber otras tantas ________________ eternas
por naturaleza e ___________________ en sí,, y sin magnitud, por la ____________________
anteriormente dicha. Así, pues, está claro que son sustancias, y que cada una de ellas es
___________________ y otra segunda según el mismo ___________________ de las
traslaciones de los astros”
a) El primero de los entes produce el movimiento, puesto que él mismo se está moviendo (___)
porque:______________________________________________________
b) El movimiento eterno debe ser movido por alfo eterno (____) porque_____________
c) El motor es eterno, inmóvil y anterior a lo movido, como la naturaleza de los astros (___)
porque________________________________________________________
http://www.mmur.net/religiones/cuadrel.htm
6. Los sofistas
7. La filosofía clásica griega
8. El Pensamiento Filosófico Cristiano
9. La filosofía Medieval: La Escolástica
10. Filosofía Moderna
11. Racionalismo y Empirismo
12. Conclusión
13. Bibliografía
INTRODUCCIÓN
La historia de la filosofía tiene sus comienzos hace dos mil quinientos años, pero antes
de ella existía una forma de pensar pre-filosófica: el pensamiento mítico, es decir las
primeras explicaciones que el hombre dio de la realidad fueron de tipo religioso. Ante
fenómenos como el rayo, el movimiento de los astros, la vida de los animales y las
plantas o la muerte de los miembros de la propia tribu, el hombre primitivo carecía de
explicaciones racionales. Y al no disponer de respuestas naturales para sus
interrogantes, se refugio en respuestas que aludían a fuerzas o seres sobrenaturales:
un Dios airado lanzaba sus rayos contra quienes le habían ofendido; el Sol, la Luna y
otros astros eran los dioses que movían el firmamento. A raíz de estas primitivas
respuestas religiosas fueron apareciendo otras, mas refinadas y complejas, que han
llegado a nuestros días como doctrinas mas o menos fundamentadas en la filosofía
griega. También en el II milenio antes de nuestra era, los hebreos crearon una religión
que por primera vez en la historia incluía la idea de un Dios único, un Dios que se les
había revelado a ellos como pueblo.
La fase del pensamiento científico constituye, sin duda, la etapa mas positiva de la
historia de pensamiento. El científico es menos ambicioso que el filosofo: al científico
no le preocupan los grandes problemas especulativos de los filósofos; solo se ocupan
de los hechos de la experiencia. Pero el científico es mucho mas riguroso: explica esos
hechos elaborando leyes científicas, es decir, leyes generales que determinan las
relaciones existentes entre los hechos observados. Además, relacionando varias leyes
entre si, pueden llegar a elaborar teorías científicas, mediante las cuales da
explicaciones mas amplias y acertadas de la realidad.
Para poder dar inicio a la historia de la filosofía tuvieron que haber personas con
grandes incógnitas y que su sentido de curiosidad lo hayan hecho explorar, estudiar e
investigar respecto a eventos curiosos que han hecho que se plantearse interrogantes,
es por ello que dentro de todas las fases que ha vivido la filosofía se han destacado
personajes que de alguna manera plantearon sus hipótesis formulando su propia
teoría y que a través del tiempo han permanecido en la historia, algunas vigentes en la
actualidad, otras han servido de fundamento para inspirar a otros y seguir en la
búsqueda de la verdad o de alguna explicación lógica que logre complacer a la religión
y a la ciencia. Cabe destacar que cada uno de estos personajes a los que se les hacen
referencia en este trabajo han marcado de una manera muy peculiar la mayoría de las
ciencias (física, química, matemática, trigonometría, geometría, biología, psicología,
entre otras) contribuyendo así al progreso de la filosofía.
Los avances científicos de todos los géneros son numerosos, radicales, decisivos y
apabullantes que nos vemos obligados a recordar la frase de Russell "Con respecto a lo
desconocido, pueden adoptarse dos actitudes. Una consiente en aceptar la afirmación
de gentes que dicen que saben, sobre la base de libros, misterios u otras fuentes de
inspiración. La otra consiente en examinar las cosas por si mismo, y este es elcamino de
la ciencia y la filosofía" y a pensar que el hombre, enfrentando a la realidad, seguirá
siempre planteándose nuevas preguntas, que respuestas nuevas abrirán nuevas
interrogantes, que las nuevas respuestas no impulsaran al pensador genuino a adoptar
una actitud dogmática sino, antes bien, una postura critica, libre y cada vez mas
racional ante la realidad.
Antes del s. VII a.C. nos encontramos el mito como forma de pensamiento en la antigua
Grecia.
El mito puede ser definido como un conjunto de leyendas imaginativas y fantásticas que narran el
origen del universo, la situación del hombre y el final de los tiempos en los que volverá a existir la
felicidad perdida al comienzo de éstos; pero del mismo modo, el mito es una actitud intelectual en la
que se produce una personificación de las fuerzas de la naturaleza, es decir, se dota de voluntad y
personalidad a los elementos naturales. Así por ejemplo, en la mitología griega hay un Dios del mar,
otro del Viento, ... Estos dioses actúan según su voluntad y capricho.
A finales del s. VI a.C. se produce el nacimiento del pensamiento racional. Hay quién lo atribuye a la
genialidad griega. Sin embargo, tuvieron lugar una serie de cambios sociales, económicos e
ideológicos que motivaron este nacimiento.
Tanto la idea de destino como la idea de necesidad lógica constituyen la fuerza mayor de la naturaleza,
ya que no pueden ser cambiadas por nada. Sin embargo, mientras que la idea de destino es algo
incognoscible, la idea de ley natural es cognoscible. El pensamiento mítico está basado en lo aparente,
cambiante y múltiple, mientras que el pensamiento racional está basado en lo que realmente son las
cosas, la permanencia y la unidad.
Los presocráticos
Antes de la aparición de los presocráticos existió en Grecia una forma de pensamiento orgánico: la
mitología. Los filósofos presocráticos desarrollaron un vocabulario más original, y a medida que
fueron forjando nuevos conceptos para referirse a la totalidad del mundo (Physis u Naturaleza),
inventaron una nueva racionalidad que les fue diferenciando de los mitólogos.
El fenómeno cultural de la filosofía presocrática nació en tos límites fronterizos del área helénica, en
las zonas de su colonización bélica o comercial, precisamente allí donde los griegos están
en contacto con el mundo oriental. Este contacto les permitió conocer los desarrollos del
conocimiento egipcio y babilónico en el campo de la astronomía, geometría y la aritmética.
Los presocráticos adoptaron sus métodos, pero los despojaron de su finalidad práctica. Les
interesaban los secretos de los astros, de las figuras y de los números por su belleza y por la excitación
y satisfacción intelectual que provoca su comprensión.
Los modelos de pensamiento desarrollados por los presocráticos fueron imaginativos y fantasiosos:
no se circunscribían estrechamente dentro de los límites de la lógica y el sentido común, sino que
evidenciaban independencia de criterio, así como una gran capacidad creativa.
El pensamiento presocrático representó el primer esfuerzo fructífero del hombre frente al problema
del conocimiento del mundo. En aquel momento histórico todavía no se había delimitado el campo
de la filosofía respecto del de la ciencia, y ambas constituían una misma cosa. El problema
fundamental era un problema físico, naturalista; ¿Está el mundo hecho de una sustancia fundamental
única? ¿Cuál es esa sustancia o material? Los primeros filósofos no eran antropólogos (del griego
anthropos, hombre), pues su preocupación no era humanista. Aristóteles les llamó oi fisiologoi (los
físicos). La mayoría de las obras de los presocráticos presentan el mismo título: Peri fiseos (Acerca de
la naturaleza). Así el problema fundamental de estos primeros filósofos fue averiguar cuál era la
sustancia primera (argé) de la que están hechas todas las cosas de la naturaleza (physis). La historia
del pensamiento presocrático fue la sucesión de respuestas distintas a este mismo problema.
Laescuela Jonio-Milesia
La historia considera a Tales como uno de los siete sabios clásicos de Grecia. Se ganó la vida como
comerciante, vendiendo aceitunas. Una anécdota de su vida nos narra que cuando iba por la calle
mirando los astros se cayó en un pozo, lo que provocó las burlas de sus conciudadanos.
El primer filósofo de la historia fue. pues, ya ridiculizado por sus preocupaciones filosóficas, alejadas
del sentido común de la vida cotidiana. Sin embargo, Tales no careció de sentido práctico: dirigió en
Mileto una escuela de náutica, construyó un canal y tuvo veleidades políticas, entre las que se cuenta
la elaboración de una constitución para la ciudad de Teos. Predijo un eclipse de sol que le dio fama de
semidiós en un momento en que la ciencia estaba en embrión, y que permite saber exactamente que
el filósofo vivía el día 28 de mayo del año 585 a. de C.. fecha en que se produjo el eclipse, según los
astrónomos.
Los griegos distinguían dos tipos distintos de realidades: una natural, que se desarrollaba por sí
misma (la physis o naturaleza) y otra artificial, producto de
la actividad humana y que no tenia en sí misma poder de auto desarrollarse (la techné o técnica).
Se ha dicho ya que el problema presocrático fue averiguar cuál era el principio material último de la
physis. Este principio material o argé sería la esencia misma de las cosas, aquello de que están hechas
todas las cosas del mundo, su sustancia material (en griego, su ousia).
Tales creyó que el primer principio era el agua, y quizá llegó a esta conclusión al observar que todos
los seres vivos precisan del elemento húmedo para seguir viviendo: las semillas precisan ser regadas
para generar las plantas; los animales y el hombre precisan el agua para vivir o mueren de sed. Esta
idea de Tales no era absolutamente original: los poetas Hornero y Hesíodo habían afirmado que el
dios Océano (que puede interpretarse como e! elemento húmedo) era el padre de todas las cosas;
también en la mitología oriental se habla a menudo de un caos acuoso como fundamento del que todo
surge. Por otra parte, la importancia concedida al agua pudiera ser un reflejo inconsciente de la
importancia sociológica del mar como elemento esencial de la vida de Mileto, ciudad que basaba su
subsistencia material en la pesca y en el comercio marítimo.
El principal mérito filosófico de Tales fue el de acuñar el concepto de «principio originario del que
proviene todo ser», aunque la palabra urge que expresa exactamente este concepto sea de época
posterior.
Tales tenía una visión antropomórfica del mundo. Utilizó su conocimiento del hombre como punto
de referencia para su conocimiento de lo real (proyección antropomórfica). Así, creyó que todo lo que
se mueve tiene un alma, lo que le indujo a creer que el hierro tenía alma, puesto que era atraído por
el imán. Esta doctrina se conoce con el nombre de hilozoísmo (de hyie, materia y zoé, vida); es decir,
es aquella concepción que cree que toda la materia natural es, en cierto sentido, materia viva. También
se la puede denominar animismo.
También era habitante de Mileto. Suyo es e! Primer escrito filosófico de Occidente, ya que de Tales
no se conserva nada escrito: ferifiseos o Sobre la Naturaleza. Lo mismo que Tales, no fue sólo un
teórico especulativo, sino que demostró un cierto saber práctico: construyó un mapa de las tierras
conocidas en su época, un globo celeste y un reloj solar.
Anaximandro creía que la respuesta de Tales al problema del argé. o sustancia primera de la que
provienen todas las cosas, era ilógica: es absurdo suponer que las cosas de naturaleza seca (el fuego,
por ejemplo) provienen del elemento húmedo, que es su contrario. Así, pues, para solucionar este
problema imaginó que todas las cosas provenían de una sustancia eterna, completamente
indeterminada, es decir, que no tenía ninguna cualidad definida, y que, por tal razón, podría llegar a
adquirir cualquier determinación, podría convertirse en cualquiera de las cosas de este mundo. A esta
sustancia indeterminada le llamó apeirón. Los primeros intérpretes concibieron el apeirón como el
fondo infinito e inagotable del que todo se nutre.
La concepción de Anaximandro se conoce en filosofía con el nombre de monismo (de monos, uno)
porque imagina que todas las cosas de este mundo provienen de una única realidad de fondo: el
apeirón.
Para Anaximandro, las cosas del mundo se engendran a partir del apeirón y, cuando mueren, vuelven
al apeirón. Ahora bien, este continuo engendrarse y
perecer hace que algunas cosas dominen sobre otras, lo que, para Anaximandro, es una injusticia
cósmica (una adikía). Además de esto, creyó que, como compensación, existe una justicia cósmica
(una dike) que restablecerá tarde o temprano el equilibrio, con lo que desaparecerá la injusticia. Esta
noción de la justicia cósmica prefigura la idea de que la naturaleza está dominada por leyes, idea que
tendrá fructíferas consecuencias para el pensamiento científico.
Intuyó también, adelantándose a su época, una de las ideas básicas de la filosofía del siglo XIX: la de
que la especie humana procede por evolución de otras especies inferiores. En efecto, Anaximandro
considero que los antepasados de los hombres fueron peces y, en consecuencia, poco a poco, éstos se
acostumbraron a vivir en tierra.
La escuela de Éfeso
Nació en Éfeso (Jonia). Se saben muy pocas cosas de su vida. Parece ser que era de familia acomodada,
incluso aristocrática. De carácter retraído, se retiró a vivir solo a las montañas, donde se dedicó a la
meditación, alimentándose de hierbas.
Se le atribuye un libro, que lleva el mismo título que los de la mayoría de presocráticos (Sobre la
naturaleza), escrito en un estilo premeditadamente enrevesado, de oráculo o adivino, hecho en forma
de aforismos o refranes breves. La dificultad de la comprensión de esta obra le valió el sobrenombre
de «el oscuro».
Expresó esta idea metafóricamente: «No podemos bañarnos dos veces en el mismo río porque sus
aguas fluyen constantemente y el río deja de ser el mismo que era antes». Todo pasa constantemente
de un estado a su contrario, de la vida a la muerte, de lo seco a lo húmedo, etcétera. Todo cambia,
pero no de forma anárquica, sino siguiendo un orden que impone la Ley (Logos). Para Heráclito, el
origen de esta realidad en flujo continuo es el fuego. («Este cosmos no fue hecho por dioses o por
hombres, sino que siempre fue, es y será, al modo de un fuego eternamente viviente, que se enciende
y se apaga con medida».) De este fuego surgen los cuatro elementos básicos (aire, agua, fuego y tierra)
que combinados constituyen todas las cosas del cosmos. La combinación de los cuatro elementos se
produce mediante un enfrentamiento, una lucha. Así, para Heráclito, la lucha era una idea necesaria
para la creación de la realidad. Esto le indujo a alabar el concepto de la guerra, y no sólo en un plano
filosófico, sino también en un plano sociológico: en la sociedad, la guerra es buena porque decide qué
hombres son los hombres superiores y qué hombres deben ser tratados como esclavos.
La escuela de Elea
Nació en Colofón (Jonia) y llevó una vida errante, de rapsoda y poeta, hasta establecerse en Elea,
donde fundó una escuela filosófica. Era un hombre de mentalidad independiente; sus viajes le
enseñaron a pensar por cuenta propia, con un sentido crítico y antidogmático.
Jenófanes fue el primer teólogo de la historia de la cultura, el primero que trató el problema de Dios.
Criticó a los dioses de la mitología griega porque estaban cortados en patrón humano, pareciéndose
demasiado a los hombres. Y, si bien no llegó a una concepción monoteísta (creencia en la existencia
de un solo Dios), sí creyó en una especie de politeísmo jerarquizado (hay varios dioses, pero uno de
ellos es superior a todos los demás).
Jenófanes se rebeló contra la concepción de la cultura como un don de la divinidad y dijo: «Los
hombres lo han conseguido todo mediante sus esfuerzos inquisidores». También se enfrentó con la
escala de valores tradicionales que daban lugar preeminente a la fuerza; afirmó que la sabiduría es
superior a la fuerza, la belleza y la destreza.
La preocupación de Parménides no fue tan naturalista o física como la de sus predecesores. Con él,
nace una nueva disciplina filosófica: la Metafísica, o ciencia que estudia el ser. El ser es la única
cualidad que tienen en común todos los objetos del mundo; unos son blancos, otros negros; unos
suaves, otros rugosos; unos circulares, otros rectos, pero todos los objetos son, todos poseen la
cualidad de ser.
Las características especiales que según Parménides tiene e! ser (el ser es único, inmóvil, eterno,
continuo etcétera) hacen que el concepto de ser se aproxime al concepto de Dios.
También era de Elea. Parece ser que fue el Discípulo predilecto de Parménides. Gracias a el, la escuela
eleática recibió aquella forma típica que se ha conocido con el nombre de erística o dialéctica. La
erística (de éris, lucha) es el arte del diálogo, de la disputa filosófica, de la argumentación.
En la escuela eleática se dio más importancia a los resultados de la argumentación abstracta que a tos
testimonios de los sentidos (racionalismo epistemológico). Así, por ejemplo, Zenón negó la existencia
del movimiento porque conceptualmente, mentalmente, es imposible imaginárselo, dado que el
espacio es divisible en un número infinito de puntos, y para moverse de un punto a otro habría que
atravesar infinitos puntos, lo cual es imposible.
La escuela Pitagórica
Parece ser que Pitágoras no escribió nada, pero supo reunir a un grupo de hombres
sabios, con los que realizó investigaciones filosóficas, a la vez que fundó una especie de
comunidad con una estructura religioso-científica, fuertemente impregnada de
ascetismo y misticismo. El estudio de la matemática fue considerado como un medio
de perfeccionamiento espiritual.
astronomía.
Para los pitagóricos, los números eran la esencia misma de realidades tan heterogéneas como el cielo,
el matrimonio y la justicia.
Anteriormente, los griegos habían representado los números con letras del alfabeto. Los pitagóricos
los representaron con puntos, estableciendo una estrecha relación entre matemáticas y geometría. El
1 era el punto, el 2 la línea, el 3 el plano o el triángulo y el 4 el cuadro o el sólido.
La teoría pitagórica del número implicó que se considerase que la naturaleza es un todo bien
organizado y estructurado, que existía una legalidad cósmica subyacente a los fenómenos naturales.
Dos ideas que, a partir de esta teoría, adquirieron plena importancia, son las ideas de armonía y
proporción, que influyeron en múltiples aspectos de la vida griega: la poesía, la retórica, la
arquitectura, la religión, la ética, etcétera.
La influencia del pitagorismo ha sido inmensa. En Platón, San Agustín, Santo Tomás de Aquino,
Descartes, Spinoza, Leibniz, Hegel, etc., aparece esa mezcla de religión y razonamiento, de misticismo
y lógica. Esta mezcla dio origen a la teología intelectualizada de Occidente, distanciándole del
profundo misticismo contemplativo, metafísico e introspectivo de las civilizaciones orientales.
Los pluralistas
A esta escuela se la denominó así para distinguirla de las anteriores, que eran monistas
(del griego monos, uno). Los pluralistas creían a diferencia de los monistas, que la
realidad se origina a partir de la conjunción de varios principios y no a partir de un solo
principio o argé. Los principales pensadores pluralistas fueron: Empédocles,
Anaxágoras, Leucipo y Demócrito.
Fue un personaje muy extraño, mezcla de poeta, adivino y filósofo. Ejerció entre sus contemporáneos
una fascinación enigmática. Creyéndose inmortal, se arrojó al cráter del volcán Etna, muriendo
abrasado. Sus dos obras conocidas son Las Purificaciones y Perifiseos, escritas en verso y de las que
sólo se conservan algunos fragmentos.
Para Empédocles, todo lo que existe se ha formado por combinación y mezcla, en determinadas
proporciones. de las cuatro sustancias fundamentales: agua, aire, tierra y fuego, que son los cuatro
elementos de que se compone toda realidad y que a su vez están compuestos de partículas inmutables.
El mérito de Empédocles radicó en anticipar la idea científica de «elemento químico» (o
«constituyente último cualitativo de la realidad»). Así, un objeto concreto del mundo empieza a ser
(unión de partículas) o deja de ser (disgregación), pero las partículas básicas ni empiezan a ser ni
dejan de ser; son eternas e indestructibles. De esta forma prefiguró otra idea científica que más tarde
se tradujo como Ley de conservación de la materia (la materia no se crea ni se destruye; sólo se
transforma), elaborada por Lavoisier.
Junto a estos cuatro elementos, y para explicar el origen del movimiento que los pone en contacto y
Justifica su combinación, Empédocles introdujo la idea de «fuerza», pero con una envoltura religiosa.
Hay dos tipos de fuerzas divinas: una agregadora o Filia (el amor) y otra disgregadora o Neikos (el
odio). Estas dos fuerzas dominan alternativamente, sucediéndose una a otra en un proceso cíclico, y
así el mundo se va formando (dominio del amor) y destruyendo (dominio del odio) en un movimiento
eternamente repetido. La evolución del cosmos sería un eterno retorno.
Para Empédocles, en el origen de los tiempos, en el albor de la formación del mundo, el predominio
del amor hizo que las cosas se unieran indiscriminadamente unas con otras y así se formaron multitud
de seres monstruosos y deformes, de los que sólo sobrevivieron los más aptos, que son las especies
existentes en la actualidad. Los seres humanos eran ambiguos, hermafroditas y estériles; en ellos
cohabitaban dos principios: uno masculino y otro femenino; el odio separó estos dos principios y el
amor humano emprendió una búsqueda desesperada de la otra mitad de uno mismo para retornar a
la unidad primigenia, en la que hombre y mujer eran una y la misma cosa.
Expuso sus doctrinas en la Atenas de Pericles, de donde tuvo que huir a la muerte de éste, acusado
por el vulgo de ateísmo y de falta de respeto a la religión tradicional.
Para Anaxágoras, la realidad no se compone tan sólo de cuatro elementos, sino de infinitos elementos
cualitativamente distintos, de las partes pequeñísimas de que están hechas todas las cosas a las que
llamó homeomerías o spérmata (gérmenes). En cada cosa material hay infinitas spérmata, pero la
cosa toma aspecto exterior de la spérmata más abundante en ella. La formación de las diversas cosas
las explicó por la unión de las homeomerías y el cambio de una cosa en otra por una reestructuración
de las homeomerías que la componen.
Las cosas, pues, aunque estén formadas por los mismos constituyentes últimos, eran para Anaxágoras
diferentes entre sí, porque estos constituyentes se agrupan en distintas formas, según la posición que
ocupan.
Y así, la diferencia entre toda? las cosas no es una diferencia material cualitativa, sino una diferencia
formal cuantitativa. Las cosas son distintas porque es distinta su disposición o estructura interna.
Anaxágoras introdujo la idea del Nous o Mente Universal, que es una especie de sustancia espiritual,
un principio divino que combina las infinitas homeomerías causando la multiforme variedad de lo
existente.
El fundador de la escuela atomista fue Leucipo (460-370 a. de C.), pero su obra está mezclada con la
de su discípulo y continuador Demócrito (460-370 a. de C.) hasta un punto en que es difícil deducir
cuál es la aportación personal de cada uno. Normalmente, se estudian sus ideas como si fueran
expresión de un solo pensador.
Los aspectos cualitativos de las otras realidades no atómicas, tales como el sabor, el color, el calor,
etc., constituyen algo que, según los atomistas, pertenece no tanto al objeto físico cuanto al sujeto que
los percibe. Esta opinión de que la apariencia de las cosas se ve afectada por la subjetividad humana
se conoce en filosofía con el nombre de subjetivismo.
Los sofistas
Los orígenes del movimiento sofístico están estrechamente relacionados con el vasto
cambio político y social que, después de vencer a los persas, implantó en Grecia
regímenes democráticos (salvo Esparta). La democracia ateniense era una democracia
directa, no representativa (como las actuales); es decir, todos los ciudadanos tenían la
posibilidad de participar directamente en las decisiones públicas, a través de las
frecuentes asambleas populares y tribunales públicos convocados. En estas
intervenciones públicas, la posibilidad de hacer prevalecer las propias tesis dependía
única y exclusivamente de la capacidad expresiva, retórica. Y aquí intervinieron los
sofistas: su principal función (función que realizaban en forma de profesores
ambulantes y cobrando un sueldo) consistía en enseñar un nuevo arte: la erística (de
eris, lucha), concebida como el arte de persuadir y argumentar en
Aunque los sofistas explicaban sus técnicas y procedimientos a todo aquel que tuviera
dinero para pagarlo, su objetivo pedagógico primario no era tanto
formar a! pueblo como educar a los que debían ser caudillos de ese pueblo.
Para conseguir sus objetivos, los sofistas se dedicaron a estudiar profundamente toda
una serie de cuestiones gramaticales y lingüísticas.
fueron los fundadores del escepticismo (doctrina que niega la posibilidad del
conocimiento).
Con los sofistas, el hombre y las cosas humanas pasaron al primer plano de la
problemática filosófica. Eran humanistas; creían que el único saber que merece
realmente tal nombre es el saber práctico, útil para el hombre. Desde esta perspectiva,
rechazaban la filosofía de la naturaleza de los primeros presocráticos.
A partir de sus críticas, los sofistas fundaron el subjetivismo o relativismo («la verdad
de la cosa conocida es relativa al sujeto que la conoce»). Este relativismo subjetivista lo
expresó perfectamente Protegerás (480- 410 a. de C.): «El hombre es la medida de
todas las cosas».
Nacido de padre escultor y madre comadrona, fue un buen ciudadano de su patria natal, Atenas, a la
que sirvió como soldado en varias batallas de la guerra del Peloponeso. Sin embargo, jamás quiso
participar en actividades políticas, por impedírselo sus convicciones filosóficas. Al final de su vida se
presentó contra él la acusación de no creer en los dioses de la ciudad y corromper a la Juventud; fue
considerado culpable y se le condenó a suicidarse bebiendo cicuta. Su discípulo Platón haría más
tarde, la apología del sereno comportamiento de Sócrates frente a la muerte.
Los restos conservados de las obras que nos hablan de Sócrates (los diálogos de Platón, Antístenes y
Esquines) difieren en muchos aspectos concretos, pero todos ellos están orientados a ensalzar la
personalidad del maestro.
Sócrates conoció muy a fondo las obras de los antiguos filósofos de la naturaleza, pero trasladó su
interés del universo al ser humano.
El conocimiento, auténtico para Sócrates, no era el saber por el saber, el saber teórico, sino la techne
o saber práctico, que tiene una utilidad para el hombre; y enceste sentido la medicina era el saber por
excelencia.
Sócrates pretendió fundamentar un conocimiento riguroso, hacer de la filosofía una ciencia. Para ello
defendió el método inductivo y condenó el método deductivo de los presocráticos: no hay que partir
de afirmaciones sobre la totalidad del mundo, como hacen los primeros filósofos, sino observar
empíricamente, experimentalmente, la realidad concreta y. en todo caso, inducir de aquí leyes o
principios generales.
Nació en Atenas. Su verdadero nombre era Aristocles; el de Platón, con que ha pasado a la posteridad,
era un mote que significaba «ancho de espaldas».
Perteneció a una clase social acomodada, lo que le permitió recibir una educación esmerada en
diversas materias: literatura, gimnasia, música- pintura, poesía, etc. Inició sus estudios filosóficos con
Cratilo, discípulo de Heráclito y los perfeccionó, a partir de los 20 años. con Sócrates- Fue discípulo
de éste y recibió su influencia hasta un punto tal que ha sido difícil decidir cuáles de sus aportaciones
filosóficas son originales y cuáles son obra de su maestro.
Tras la muerte de Sócrates. Platón se dedicó a viajar por el mundo conocido: en Egipto y Cirené entró
en contacto con el saber matemático y astronómico de su tiempo: en la Magna Grecia pasó algún
tiempo con una secta de pitagóricos, y en sus tres viajes a Sicilia trató de crear un régimen político en
el que experimentar sus teorías sobre el Estado, expuestas en su obra La República, pero sin conseguir
resultados positivos.
A los 40 años de edad fundó la Academia, primera escuela filosófica organizada en plan pedagógico.
Enseñó en ella durante veinte años los más diversos temas: filosofía, matemática, astronomía,
zoología, etcétera.
Los años de la Academia fueron los de su madurez creadora y durante ellos escribió sus obras más
importantes: una Apología de Sócrates, 34 diálogos y 13 cartas (quizás apócrifas). La obra platónica
es una de las primeras obras verdaderamente filosóficas por lo que tiene de saber totalizador y
universal, ya que trata de los más diversos aspectos de la cultura: político, ético, físico, astronómico,
teológico, etcétera.
Platón sufrió la influencia de cuatro grandes filósofos: de Pitágoras adoptó elementos del orfismo: la
tendencia religiosa, la creencia en la inmortalidad del alma humana, el tono sacerdotal: de
Parménides aprendió que la auténtica realidad es eterna, inmutable e intemporal, y que el cambio
que parecen captar nuestros sentidos corporales no es mas que eso: apariencia, ilusión; de Heráclito
extrajo la visión crítica del inmovilismo parmenídeo: el dinamismo heraclíteo afirma que nada es
permanente («todo fluye») en el mundo sensible; de Sócrates, la preocupación por problemas éticos
y sus ideas políticas aristocráticas y antidemócratas.
Platón expuso su doctrina en forma de diálogos, tal vez porque en su época era preponderante la
forma de comunicación oral y porque el diálogo es la forma de escribir que más se asemeja a la de
hablar.
Para Platón, el mundo inteligible es el único mundo que se merece verdaderamente el nombre de
realidad. pues él es quien proporciona las formas, tas ideas, los modelos, de los cuales el mundo
natural no es más que mera copia, reflejos, imitación. Por otra parte, la distinción platónica entre un
mundo sensible y un mundo inteligible lleva aparejada la distinción entre conocimiento empírico
(sensitivo) y conocimiento intelectivo.
Platón fue el autor de la primera utopía política de la historia de la cultura. Una utopía es
la descripción de una imaginaria sociedad perfecta, con un carácter programático (es decir, con la
intención de que la sociedad existente se rija, en un plazo mayor o menor de tiempo, por los principios
políticos enunciados en la utopía).
La utopía de Platón se encuentra en su obra más conocida: La República. Su planteamiento político
es muy original. Se basa en su propia teoría de que la sociedad no será perfecta hasta que los filósofos
se hagan reyes o los reyes se conviertan en filósofos. En términos actuales, diríamos que lo que nos
propone Platón es una especie de régimen de dictadura de los intelectuales (Política).
Nació en Estagira (región de Tracia). Fue hijo del médico de cabecera del rey Amintas de Macedonia.
A los 18 anos entró en la Academia platónica, y en ella permaneció durante dos décadas, hasta la
muerte de Platón, por quien siempre sintió una gran admiración. En el año 342 a. de C. fue llamado
por el rey Filipo de Macedonia para que se encargara de la educación de su hijo Alejandro Magno. En
el año 335 a. de C. regresó a Atenas y fundó su propia escuela: el Liceo(así llamado por estar en la
plaza de Apolo Licio), que al principio tuvo características similares a las de la Academia, pero que
con los años se convirtió en un círculo de investigación científica y cultural. Los peripatéticos (que así
fueron llamados los componentes de la escuela aristotélica) realizaron estudios de diversas materias
y acumularon sus conocimientos enciclopédicos en una especie de archivos.
Esotéricos o acromáticos: usados como apuntes de clases en el Liceo, fueron publicados casi todos
tres siglos después de su muerte.
Escritos lógicos: Categorías. Predicamentos, Analíticos, Tópicos, agrupados más tarde bajo el nombre
de Organon (o Instrumento).
Escritos metafísicas: ocho libros de la filosofía natural y catorce libros de la filosofía primera o
metafísica.
Escritos físicos: Sobre el cielo. Generación y corrupción, Meteorología, Historia de los animales, del
alma, De la sensibilidad. De la memoria, del sueño y la vigilia, De la respiración, etcétera.
Escritos ético-políticos: Etica a Nicómaco. Política, Ética a Eudemo, Gran ética, Constitución de
Atenas.
La lógica, como ciencia formal del saber, nació con Aristóteles. Y con él quedó perfectamente
constituida en su forma clásica.
Las ideas lógicas más relevantes de Aristóteles se encuentran en su obra Analíticos. En ella concibe a
la lógica como un análisis, y en este sentido la compara con la anatomía.
La lógica
Mientras la ciencia anatómica sería un análisis de los cuerpos, la ciencia lógica sería un análisis del
pensamiento o del medio con el que se expresa este pensamiento: el lenguaje. Aristóteles descubrió
que el espíritu (el pensamiento, el lenguaje) posee una estructura interna similar a la de la materia.
Así, desmenuzó el espíritu humano y extrajo tres elementos fundamentales: el concepto, el juicio, y
el raciocinio.
El concepto es la representación intelectual abstracta de un objeto. El hombre conoce las cosas que le
rodean de una manera sensible (este monte, esta silla, este hombre), pero tiene una facultad
(abstracción) que le permite prescindir de las características concretas y accidentales de los objetos y
referirse a sus aspectos esenciales, es decir, le permite saber qué es el monte, la silla, el hombre,
etcétera, Estos aspectos esenciales constituyen la idea, el concepto o, en términos aristotélicos, el
universal.
Aristóteles clasificó los conceptos en 10 grupos distintos: una sustancia y nueve accidentales
(cualidad, cantidad, relación, tiempo, lugar, acción, pasión, estado, posición).
Cuando se unen dos o más conceptos para obtener un enunciado acerca de la realidad, se forma un
juicio. Un juicio es verdadero cuando se adecua con la realidad, es decir, cuando los dos conceptos
que se unen en el juicio se refieren a dos objetos efectivamente relacionados en la realidad.
El raciocinio es aquella forma lógica que consiste en inferir un juicio desconocido a partir de otros
conocidos. Hay dos clases de raciocinios: los deductivos (que a partir de una afirmación universal
deducen una afirmación particular).
Y los inductivos (que siguen el camino inverso: van de la recolección de datos particulares a la
afirmación de una verdad universal). Para Aristóteles, la forma perfecta de raciocinio es el deductivo,
al que llamó silogismo. La teoría de los silogismos (descripción de su forma, de su empleo, de sus
leyes, etcétera) constituye el núcleo de la lógica aristotélica.
La metafísica
El objeto fundamental de estudio metafísico es el ser de las cosas. Las distintas ciencias particulares
estudian los objetos de este mundo ateniéndose a características específicas de ellos; así, la física
estudia
los objetos en cuanto móviles, la química, en cuanto mutables y reorganizables, la biología, en cuanto
vivos, etcétera. La metafísica estudiará a los objetos en cuanto existentes y la definió así: «Es la ciencia
del ser en cuanto ser». Ahora bien, Aristóteles no dedicó su atención a todos los seres, sino a aquel
ser modélico, arquetípico que es Dios, el más perfecto de todos los seres. Así, la Metafísica se convirtió
en una especie de teología. Las concepciones éticas de Aristóteles no son muy originales, limitándose
a ser la formulación en términos filosóficos de las ideas dominantes sobre el ethos (comportamiento,
conducta) en la sociedad de su tiempo.
La política
La obra política de Aristóteles es una de las primeras grandes sistematizaciones de la política de los
pueblos. En ella partió de un enorme cúmulo de material empírico (el estudio de las constituciones
políticas de la mayoría de las ciudades conocidas de su época). Para él, el Estado es la forma superior
de las comunidades humanas. La primera institución natural es la familia (basada en dos tipos de
relaciones: marido-mujer, amo-esclavo). La unión de varias familias constituye una aldea y la unión
de varias aldeas autónomas y autosuficientes constituye un Estado, una polis. Según Aristóteles el
hombre sólo puede realizarse plenamente en el interior de una comunidad política. Lo definió como
zoon politíkón, o sea, «animal político».
Todos estos sistemas deben buscar el bien y la felicidad de todos. Cuando esto no ocurre aparecen
perversiones o degeneraciones:
Aristóteles insinúa que el gobierno ideal puede ser el de una clase intermedia. De cualquier forma,
afirma que cualquier forma de gobierno es buena si respeta la felicidad, el bien y utilidad de todos.
El cristianismo no es una filosofía propiamente dicha, sino una religión que, tal como
queda expresado en los dogmas de la Iglesia católica, «fue fundada por Jesucristo, hijo
de Dios, enviado por Dios Padre como Mesías, para salvar a los hombres según habían
anunciado los profetas hebreos».
La designación de cristianos se dio por primera vez a los habitantes de Antioquía que
profesaban la fe predicada por San Pablo.
Los pensadores que aportaron los elementos decisivos para permitir que el
cristianismo se configurara como religión oficial del Estado fueron los apologetas, así
llamados porque en sus escritos se dedicaron a hacer la apología del cristianismo.
En la historia sagrada del pueblo judío se encuentra el núcleo básico de la gestación del
cristianismo.
Los filósofos cristianos adoptaron muchas ideas del pensamiento griego pagano. De los
escépticos epicúreos adoptaron argumentos contra el politeísmo. Aristóteles les prestó
una serie de conceptos filosóficos (como los de sustancia, causa, materia) que eran
imprescindibles para tratar los delicados y sutiles temas de la teología cristiana (la
creación del mundo a partir de la nada. la Santísima Trinidad, etc.). La moral estoica
aportó algunos elementos a la ética cristiana. El platonismo, con su desprecio del
mundo sensible, su creencia en la inmortalidad del alma humana y la afirmación de la
existencia de un mundo celestial fue una prefiguración del cristianismo, refiriéndose a
Platón dijo San Agustín: «Nadie se ha acercado tanto a nosotros».
LA PATRÍSTICA: Es el conjunto de dogmas elaborados por los Padres de la Iglesia y los concilios.
San Justino fue el primero que trató de conciliar la fe reveladora y el conocimiento filosófico racional.
Para él, la filosofía era el don más precioso que Dios había hecho a los hombres, por lo tanto no podía
haber contradicción entre filosofía y religión.
Tertuliano (siglos II y III) dio una respuesta menos sensata, más fideista y religiosa, al anunciar Credo
quia absurdum («Solo creo lo que es absurdo, lo que repugna a la razón»).
Lactancio fue un ecléctico: consideraba que tomando las verdades parciales que se contenían en las
especulaciones de los filósofos griegos se obtendría un corpus doctrinal filosófico racional equiparable
con la verdad teológica revelada.
Orígenes (184-253) abogó por la utilización de pruebas filosóficas en la especulación teológica; como
Parménides. creía que la esférica era la forma perfecta y en un texto, afirma que los bienaventurados
entrarán en el cielo rodando porque habrán resucitado en la más perfecta de las formas, la esférica.
El Concilio de Nicea, celebrado el año 325, estableció las verdades de la religión cristiana en forma
dogmática e indiscutible. A partir de este momento,
la especulación de los Padres de la Iglesia fue limitada, no pudiendo enfrentarse a ninguno de los
dogmas y verdades oficialmente decretadas, salvo riesgo de excomunión. Esta intangibilidad del
dogma impuso la definición de la filosofía como ancilla theologiae, es decir, como esclava de la
filosofía de Dios, como sierva de la teología.
San Agustín nació en Tagaste, una ciudad del norte de África, de padre pagano y madre cristiana
(Santa Ménica). Durante su juventud llevó una vida turbulenta, entregado a diversiones y placeres de
carácter pagano.
El problema filosófico que impulsó a San Agustín hacia el cristianismo es un problema que ha movido
a grandes sabios de todas las épocas: la búsqueda de la felicidad. El opinó que la verdadera felicidad
consiste en la sabiduría, por lo que toda su vida consistió en una larga investigación de la verdad.
Fue un escritor sorprendentemente prolífico: parece ser que escribió casi 500 obras, de las que las
más importantes entre las conservadas son: Las confesiones, La verdadera religión, La ciudad de Dios,
La inmortalidad del alma y La ciencia cristiana.
En la filosofía agustiniana, el punto de partida de toda reflexión filosófica es la existencia indudable
de un Yo filosofante. No se puede ser un escéptico consecuente, no se puede dudar de todo, pues para
dudar siempre hay que presuponer que existe un sujeto que duda. En la duda y el error encuentra San
Agustín la seguridad de la propia existencia- La siguiente frase expresa estas ideas: si enim fallor, sum
(si yerro, existo).
La filosofía agustiniana no es más que la formulación cristiana del pensamiento platónico. Para Platón
existían dos clases de realidades: la sensible y la ideal, y las cosas naturales participaban de la realidad
superior de las Ideas; para San Agustín, las verdades particulares que adquiere el hombre mediante
la ciencia participan de las verdades absolutas divinas.
San Agustín fue uno de los fundadores de la disciplina filosófica llamada filosofía de la historia,
germen de lo que en la actualidad es la sociología.
Cuando Roma fue saqueada por los bárbaros de Alarico, los paganos atribuyeron el desastre al
abandono de los antiguos dioses y dieron la culpa al cristianismo; decían los paganos que mientras
Júpiter fue venerado, Roma fue poderosa, pero que al ser abandonado por los emperadores cristianos,
Júpiter dejó de protegerla. San Agustín intentó responder a este ataque escribiendo su más
monumental obra: La ciudad de Dios, que poco a poco fue superando el proyecto original hasta
convertirse en una completa concepción cristiana de la historia.
La idea fundamental de La ciudad de Dioses que la historia tiene un sentido, se dirige hacia una meta,
señalada por la providencia divina. Los pueblos pueden rebelarse contra este destino que les impone
la providencia divina y formar una «ciudad terrena», pero pueden también acatar esta ley histórica
que les señala Dios y constituir así la «ciudad divina».
Estos dos esquemas intuitivos (la ciudad terrena y la ciudad divina) le sirvieron a San Agustín para
señalar la oposición política entre el Estado y la Iglesia. Durante toda la Edad Media, gracias a la
influencia de la Iglesia y a la debilidad de los monarcas y emperadores. los sistemas políticos
dominantes fueron teocracias (gobiernos de inspiración divina), pero con la llegada de la reforma
protestante pasó a primer plano la doctrina contraria: el erastianismo, que predicaba el dominio y la
superioridad temporal del Estado sobre la Iglesia.
Por escolástica se entiende aquella parte de la filosofía de la Edad Media europea que
abarca desde la época del Imperio de Carlomagno (siglo VIII) hasta el Renacimiento
(siglo XV). El nombre de escolástica proviene del hecho de que esta filosofía se elaboró
en las instituciones eclesiásticas, especialmente las escuelas conventuales,
catedralicias o palatinas, de las que surgieron las primeras universidades. En aquellas
escuelas se enseñaron las siete artes medievales: el trivium (las llamadas materias
literarias: dialéctica, gramática y retórica) y el quadrivium (las llamadas materias
científicas: aritmética, astronomía, geometría y música).
Revelación y Razón
Antes de la aparición de las primeras universidades las escuelas medievales estaban divididas en dos
secciones: la schola externa (que se ocupaba de las ciencias «humanas» y estaba especializada en la
formación cultural de los seglares) y la schola interna (que se ocupaba de la teología y se especializaba
en la educación de los clérigos). Tanto en una como en otra, las enseñanzas se impartían en dos
formas: la lectio (la lección), consistente ei una clase magistral, y la disputado (la polémica), que era
una controversia entre el maestro y los discípulos acerca de un tema filosófico.
Las dos bases fundamentales del conocimiento escolástico eran la autoridad o revelación y la razón.
La revelación se fundaba en las Sagradas Escrituras, en las conclusiones de los concilios, en el
pensamiento de los Padres de la Iglesia y, en definitiva, en la tradición. La razón operaba en
discusiones que no pusieran en cuestión la premisa de la omnipotencia y omnipresencia divinas, así
como la elaboración de conceptos filosóficos, buscando la conciliación entre las tesis opuestas que a
veces se hallaban en el campo de la revelación. Esta era considerada jerárquicamente superior a la
razón.
Hasta San Agustín la filosofía cristiana estaba influida por el pensamiento de Platón. Después se inició
una etapa en la que la influencia de Aristóteles fue Fundamental
También llamado Doctor Angélico, nació en el castillo de Rocasecca, en Lombardía, cursó sus
primeros estudios en la abadía de Montecassino, ampliándolos en la universidad de Napóles, en
donde conoció a San Alberto Magno, quedando profundamente impresionado por el pensamiento de
éste. Ingresó en la orden dominica y enseñó teología en París, y posteriormente, en numerosas
ciudades italianas (Agnani, Orbicto, Roma). Falleció cuando se dirigía al concilio de Lyon, al que había
sido invitado por el Papa Gregorio X.
A pesar de que el tomismo es presentado general mente como una vía filosófica absolutamente
distinta del pensamiento de San Agustín, ello no es correcto, pues ambos parten del mismo
fundamento común, es decir, las bases del cristianismo. Lo que sí cabe señalar es que mientras San
Agustín considera como predominante el «orden del corazón». Santo Tomás coloca
Por otra parte, en Santo Tomás hay un gran esfuerzo por asimilar las ideas de Aristóteles, presente en
toda su obra, aunque mezcladas con las aportaciones filosóficas de los antiguos Padres de la Iglesia y
recogiendo incluso alguna influencia de los filósofos árabes. Puede añadirse que la obra tomista no
fue excesivamente original, pero sí un gran esfuerzo de sistematización del saber que hasta entonces
permanecía disperso.
FILOSOFÍA MODERNA
Libertad de razonar
La filosofía moderna intentó forjar una nueva concepción del mundo y de la sociedad y, aunque
inicialmente no prescindió absolutamente de la influencia religiosa, postuló la resolución de los
problemas mediante la libertad de razonamiento. Abandonó así progresivamente las verdades
absolutas o reveladas, intentando sustituir lo sobrenatural por lo natural, lo divino por lo humano, lo
celeste por lo terrenal, resolviendo zanjar definitivamente la polémica entre la fe y la razón en favor
de esta última.
Liberación individual
La formulación científica
Otro rasgo del pensamiento moderno fue la intención de aproximar la filosofía y la ciencia. Fue en
esta época de la historia cuando comenzaron a estructurarse las ciencias naturales, entendidas como
un sistema de conocimientos rigurosamente clasificado y verificado. El pensamiento moderno acabó
convirtiendo a la filosofía en colaboradora de la ciencia. A partir de esta época fue frecuente que una
misma persona reuniera la doble condición de científico y filósofo. Galileo y Newton son grandes
ejemplos de este cambio. que alcanzó hasta la época contemporánea, como lo demuestra Bertrand
Russell. En esta perspectiva, los dos factores más importantes de la ciencia moderna (utilización
concreta de la experiencia del investigador y mentalidad matemática) fueron también dos de los
temas filosóficos más apasionadamente discutidos, hasta tal punto que dio lugar a dos de las más
destacadas escuelas filosóficas de la Edad Moderna: el racionalismo, que se fundó en tos aspectos
lógico-racionales del conocimiento, y el empirismo, que afirmó la validez absoluta de la experiencia
en el ámbito del conocimiento científico-filosófico.
Laicización
La nueva filosofía planteó tres condiciones importantes que a largo plazo resultaron decisivas: la
laicización (liberalización de tas costumbres respecto a la influencia religiosa), la extra oficialidad
(liberación e independencia de los comportamientos respecto de la tutela imperial) y la sustitución
del latín por los idiomas de las distintas nacionalidades.
Los filósofos importantes dejaron de ser clérigos y sus enseñanzas dejaron de estar respaldadas por
las instituciones políticas y por la Iglesia, penetrando hacia el pueblo a través del idioma nacional.
Las disciplinas filosóficas que gozaron de mayor importancia en la Edad Media eran la teología y la
metafísica. La Edad Moderna no prescindió totalmente de ellas e incluso se llegaron a proponer
nuevas elaboraciones metafísicas como el panteísmo de Spinoza, pero su campo de interés primordial
lo constituyó la problemática en torno a la teoría del conocimiento.
RACIONALISMO Y EMPIRISMO
El Renacimiento hemos de entenderlo como consecuencia de la crisis del siglo XIV que significa el fin
del feudalismo y el comienzo del mundo burgués. Le Golfafirma que esta crisis se debe al límite de la
tecnología medieval (artesanía) para responder a las nuevas necesidades que se le plantean.
Hacia 1300 o 1350 surge una crisis social por las epidemias de peste: las gentes se refugian en los
burgos produciéndose una concentración de la población. Se estanca y paraliza la agricultura debido
a esta reducción de la mano de obra por las epidemias y las migraciones.
Ante esta situación, el régimen feudal (basado en el pacto entre el señor y el vasallo por el cuál éste le
trabaja la tierra y el señor le defiende) cae y el señor feudal se ve obligado a comprar la mano de obra.
Surge entonces la burguesía, concepto que en un principio se refiere a los habitantes de los burgos -
ciudades- venidos del campo, que pasó a designar una nueva clase social que, frente a la aristocracia,
busca la fuente de riqueza en el trabajo, bajo la afirmación de que el hombre vale lo que produce.
Con los finales de la crisis, la población demuestra una actitud de búsqueda y desarrollo de los deseos
de vivir. En este clima surgen una serie de fenómenos:
Las naciones modernas surgen con la burguesía y son un fenómeno burgués. El poder de los reyes va
creciendo en las ciudades, estando las monarquías amparadas por el capital burgués. La
transformación del poder y el régimen feudal monárquico trae como consecuencia la unificación de
las leyes, que hasta entonces eran múltiples.
El invento de la brújula, que supone una nueva posibilidad de arriesgarse más allá del espacio
conocido, abriéndose las posibilidades de los descubrimientos y de las colonizaciones.
El telescopio , invención de Galileo, contribuye de una forma decisiva el cambio de la concepción
del mundo. El hombre se da cuenta de la infinitud del mundo y cambia su visión geocentrista por la
heliocentrista.
La pólvora, que supone la revolución militar y la muerte de las costumbres caballerescas. Los nuevos
ejércitos, basados en el poder de la artillería y tácticas de guerra y no en el potencial de caballería, son
mucho más costosos y sólo los reyes pueden mantener ejércitos poderosos, siendo éste un factor más
que explica la perdida de poder de los señores feudales.
La imprenta, de Gütemberg, permite el comienzo de la cultura escrita, que hasta ahora había estado
restringida a los monasterios. Se desarrollan las Universidades, que pronto adquieren una especial
importancia para la secularización de la cultura.
El elemento que más vigorizó a la economía fue el descubrimiento de nuevos mercados y la creación
de nuevas industrias, posibilitado en parte por la caída de los turcos. Se crean ligas comerciales en los
Países Bajos y las primeras colonias. Se crea el mercado de África y concluye el descubrimiento de
América, entrando nuevos productos y metales preciosos. Se comienza a implantar la industria
metalúrgica, relojera y cristalería, que desbancan el predominio textil.
Todos estos cambios tecnológicos poseen una serie de consecuencias económicas, políticas e
ideológicas; pero, especialmente, un cambio profundo de la actitud del hombre frente al mundo.
Con el Renacimiento aparece el naturalismo, que valora la naturaleza y la vida sensible; esto hace
que se dinamice el trabajo para poder gozar posteriormente de la naturaleza. Esta actitud naturalista
aumenta la curiosidad intelectual, la valoración del lujo, los viajes, las exploraciones y todo lo que
represente contacto con lo natural. Se comienza a valorar el paisaje y a humanizar el arte. La cultura
se va haciendo progresivamente laica e independiente de la autoridad eclesiástica y de los dogmas
religiosos.
El núcleo ideológico del Renacimiento es el Humanismo, que podemos definir como la nueva cultura
que surge a partir del s XV que se centra en el hombre (antropocéntrico) y que tiene como finalidad
al hombre (antropotélico). Los temas más importantes que desarrolla el humanismo son: El tema del
sujeto y de su libertad, la relación del sujeto con Dios, y la relación del sujeto con el mundo y la
naturaleza. El Renacimiento se va a destacar por la vuelta a los ideales grecolatinos y por la
interpretación libre de la Biblia.
Como grandes humanistas podemos destacar: Leonardo da Vinci, Tomas Moro y Pico della
Mirandola.
A ellos, sobre todo Pico, se debe la ruptura con la filosofía medieval. Así destacamos los
planteamientos:
El hombre es capaz de hacer el bien por sí mismo, frente a la naturaleza humana corrompida
de la filosofía medieval, que afirmaba que el hombre tiene tendencia al mal.
El hombre se considera un ser autónomo, que elige libremente su destino y acepta las
consecuencias de sus actos, frente a la filosofía medieval que afirma que el hombre sólo puede salvarse
por la gracia y fe divinas.
Los problemas mecánicos planteados por la nueva astronomía no podían ser resueltos por la
mecánica de Aristóteles. Los aristotélicos vieron en este hecho una argumentación contra la nueva
astronomía, pero Galileo y Newton demolieron sus objeciones con una mecánica científica moderna
y ordenada.
Se ha producido ya una cierta ruptura con la filosofía medieval, pero no se había planteado aún
una nueva forma de entender la verdad. Esta filosofía se va a basar en la confianza en la razón y la
consideración de esta como algo interno del individuo.
Se encuentra con el pensamiento religioso medieval, aunque ya sumido en una gran crisis. Para
Descartes la seguridad no proviene en principio de la seguridad que nos da el pensamiento divino, ni
es algo externo como el pensamiento griego, sino que deriva de la certeza de la mente humana.
Circunstancias de carácter social-político. En esta época aparecen nuevas clases sociales y se
produce cambios muy profundos en la sociedad. Se tiene que crear pues una forma de conocimiento
acorde a los nuevos tiempos y las necesidades de las nuevas clases sociales.
Para Aristóteles había diversidad de ciencias, y cada una de ellas se diferenciaba de las demás por un
objeto formal propio y un método específico; esto originaba distintos géneros del saber que, según
Aristóteles eran incomunicables. Por ejemplo: la aritmética y la geometría; la primera tiene por objeto
formal propio lo discontinuo; y la segunda, lo continuo; ambas eran incomunicables.
Sin embargo, Descartes rechaza tal principio de incomunicabilidad de los géneros, por considerar que
el saber humano no se diversifica por la distinción de objetos formales, pues siendo la razón una, el
saber del hombre es uno sin admitir límites interiores. En el caso de la aritmética y la geometría, la
comunicación que genialmente estableció Descartes, por medio de la geometría analítica, hizo posible
la liberación de la matemática del sometimiento a los sentidos motivado por los planteamientos
intuicioncitas de Aristóteles.
La comunicación de todos los conocimientos, fundamentados todos en los mismos principios, supuso
el surgir de toda una forma nueva de hacer ciencia, la ciencia moderna, y de un método único.
Además, la comunicación de los conocimientos permitió que algunos ámbitos del saber estancados
por su sometimiento al método de observación sensorial (como la física), fuesen fecundados por
procedimientos más exactos y rigurosos. Así, la geometría analítica sustituye una concepción
empírica del espacio, por una concepción algebraica, es decir, meramente intelectual, que propicia la
liberación del pensamiento de su vinculación con lo concreto y particular. Esta es la esencia del
racionalismo cartesiano, el pensamiento separado e independiente de lo corpóreo. Para Aristóteles
hubiera sido absurdo hablar de un espacio real no observable por los sentidos, o, al menos, no
imaginable.
1. El método como camino de búsqueda de la verdad: la duda metódica. En primer lugar hemos de
decir que Descartes no es un escéptico, no considera la duda como un estado definitivo sino como una
situación transitoria para alcanzar la verdad: es una duda metódica y constructiva, es decir, como
instrumento para superar la duda misma. Naturalmente no se propone dudar de cada una de las
ideas, algo imposible, sino que cuestiona cada uno de los fundamentos de estas ideas.
Para Descartes solamente podremos llegar a la verdad cuando se llegue a una realidad de la que no
podamos dudar, algo de lo que tengamos absoluta certeza.
Descartes comienza dudando de los sentidos, por un hecho patente: éstos me engañan alguna vez,
luego he de pensar que pueden engañarme siempre.
Cuando sueño siento la existencia de las cosas igual que en la vigilia y, sin embargo, no existen. La
dificultad para distinguir el sueño de la vigilia presta la posibilidad de dudar también de la existencia
de las cosas. Sin embargo es cierto que, aún fuera del estado de vigilia, hay verdades que prevalecen,
las matemáticas: "Pues, duerma yo o esté despierto, dos más tres serán siempre cinco, y el cuadrado
no tendrá más que cuatro lados".
Descartes introduce un nuevo motivo de duda: la hipótesis de que puede que Dios haya puesto en mi
mente estas ideas con la intención de engañarme. Pero existiría una posible objeción a esta hipótesis:
podría repugnar a la voluntad divina el querer engañarme. Para evitar equívocos con la fe, Descartes
sustituye la denominación de Dios engañador por Genio maligno, un ser todopoderoso que tiene la
voluntad de engañarme en todo lo que pienso. Con esta hipótesis ahora parece que no puedo tener
nada por cierto sin correr el riesgo de ser engañado; incluso con las verdades matemáticas puede
ocurrir que "haya querido que me engañe cuantas veces sumo dos más tres, o cuando enumero los
lados de un cuadrado".
Con todo este proceso de duda , desarrollado en la 1ª Meditación Metafísica, Descartes persigue, como
hemos dicho, llegar a una verdad absoluta, eliminando los prejuicios (algo parecido a la ironía
socrática).
Llegado a este punto, en la 2ª Meditación Metafísica, Descartes aplica la duda a la propia duda. Y es
entonces cuando encuentra un elemento que prevalece a la duda. Si dudo que dudo es indudable que
sigo dudando. El hecho de dudar, aunque me esté engañando, siempre puedo tener la certeza de que
estoy dudando. Y dudar o engañarse implica necesariamente que estoy pensando; y si estoy pensando
es indudable que estoy existiendo. Por tanto estamos ante la primera verdad indubitable, la de mi
propia existencia como verdad pensante, a partir de la cual va a construir todo el conocimiento:
Ya en su tiempo Descartes recibió la objeción de que el cogito era la conclusión de un silogismo -a los
que precisamente Descartes quiere evitar en su intento de ruptura con la filosofía medieval- cuya
premisa mayor (sobreentendida) sería "todo lo que piensa existe", la premisa menor "yo pienso", y la
conclusión "yo existo". Pero Descartes no aceptó este planteamiento, ya que, según él, "cuando
alguien dice pienso, luego existo, no infiere su existencia del pensamiento como si fuese la conclusión
de un silogismo, sino como algo notorio por sí mismo, contemplado por simple inspección de espíritu.
Ello es evidente, pues, si la dedujese mediante un silogismo, tendría que haber establecido antes esta
premisa mayor: todo lo que piensa es o existe. Y, muy al contrario, a esto último llega por sentir él
mismo en su interior que es imposible que piense si no existe ." Conviene resaltar como aquí
Descartes señala que la idea de existencia es verdadera porque se le manifiesta al espíritu "como algo
notorio por sí mismo". Este va a ser, como veremos en el siguiente apartado, el criterio de verdad
defendido por Descartes.
Una vez establecida una verdad indubitable, a partir de la cual va a construir todo el conocimiento,
Descartes realiza una profunda meditación analítica del cógito: por él la duda desemboca en la
evidencia de la realidad del pensamiento. El contenido inmediato del cógito es la realidad existencial
del sujeto pensante: la duda puede afectar a todos los contenidos del pensamiento, pero no puede
afectar al yo donde estos contenidos están. Intuimos la existencia de un yo cuya esencia es ser
pensamiento. En esto precisamente consiste intuir, en percibir conexiones necesarias, evidentes. Para
poder intuir conexiones necesarias entre ideas, es preciso que éstas sean simples, pues sólo la relación
entre ideas simples puede ser también simple. Y sólo de lo simple hay verdadera intuición. El resto
del conocimiento es deducción. Por tanto, se tiene certeza de toda verdad que se obtenga por medio
de una intuición clara y, además, distinta. Precisemos las nociones de claro y distinto para Descartes:
- Una idea clara es aquella que se presenta de forma manifiesta a un espíritu atento.
- Una idea distinta es aquella tan precisa y diferente a todas la demás que sólo comprende lo que
manifiestamente aparece al que la considera como es debido.
Para Descartes las ideas constituyen los elementos básicos del conocimiento: no conocemos sino
ideas. Y al considerarlas como dotadas de realidad, puede plantearse la cuestión de la causa de tal
realidad, planteamiento que permitirá, como veremos resolver la cuestión de la existencia de Dios.
John Locke
(1630-1704)
cursó estudios de teología, química y medicina en Oxford. Allí entró en contacto con la doctrina
escolástica y la teoría de Descartes. Es la formulación clásica del empirismo inglés. Parte del principio
de que todo conocimiento, incluso el abstracto es adquirido, y se basa en la experiencia, rechazando
las ideas innatas. El objeto de conocimiento son las ideas, definidas como contenido del
entendimiento y sin ningún carácter ontológico, ya que son el resultado directo de la sensación o la
reflexión (ideas simples), o el resultado de la actividad asociativa de la inteligencia humana (ideas
compuestas). No representa un empirismo radical y acepta el conocimiento por demostración, no
fundamentado en la experiencia, (como la demostración de la existencia de Dios por el argumento
cosmológico o teleológico), y la validez de conceptos originados por el sujeto (como los matemáticos
o geométricos).
CONCLUSION
Se dice que antes del siglo VI a.C. las leyendas imaginadas por los pobladores de la
antigua Grecia explicaban todos los fenómenos naturales, es decir utilizaban la
personificación de dichos fenómenos, pero a partir del siglo VII a.C. el hombre empieza
a utilizar la racionalidad, esto se lo atribuyen a los cambios socioeconómicos e
ideológicos que ocurrieron para el momento. Para esta etapa en la historia de la
filosofía a los pensadores se le denominaron como Pre-Socráticos y todos ellos
coincidían en distinguir en la naturaleza un "kosmo" (orden en oposición al caos), que
es dinámica y que presenta leyes propias. De estas ideas, se crea la primera escuela
filosófica que es la de los milesios en el siglo VII a.C. y es donde se destacan:
Anaxímenes (su arjé el aire) y Anaximandro (su arjé el Apeiron), siguiendo la historia
en el siglo VI a. de C. se presenta la escuela de Pitágoras, que se dedica a explicar todo
a través de las matemáticas y números, según los pitagóricos los números aparecen en
pareja, por lo que afirma que la naturaleza es algo dualista (día-noche, hembra-macho)
todo se organiza por parejas de la que destacan par e impar; entre los siglos VI y V a.C.
aparece Heráclito de Efeso quien parte del dinamismo y movimiento del universo, pero
también aparece Parmenides quien sostiene una teoría contraria a la de Heráclito.
Parmenides tuvo dos discípulos Zenón de Elea y Milesso de Samos quienes demostraron
racionalmente la imposibilidad del movimiento ya que dijeron "de la unidad no puede surgir el
pluralismo, porque supondría el paso del ser al no ser" es entonces cuando los filósofos admiten un
pluralidad de realidades que existen desde siempre y que por lo tanto son eternas; ya en el siglo V
a.C. Anaxágoras parte de la teoría de Zenón y Milesso y concluyó que: "todo esta en todo y participa
de todo". En el mismo siglo tiene lugar Demócrito de Abdera.
A mediados del siglo V a. de C. en Grecia sobre todo en Atenas se empieza a producir la llamada
Ilustración Griega, dentro de estas circunstancias nos encontramos a los Sofistasquienes partían del
escepticismo (la verdad absoluta no existe) y que a través de la palabra no se puede llegar a la verdad.
Para el mismo momento los razonamientos de Gorgias engloban los llamados sofismas
(razonamientos que parten de una idea y de su contrario, por lo que forzosamente han de ser
verdaderos). Todos estos planteamientos son los que se encuentra Sócrates, quien desarrolló la
Mayéutica y abordó problemas sociales y humanísticos, lamentablemente este personaje no dejó
ningún escrito pero lo que se sabe de el es gracias a uno de sus discípulos Platón quien crea su escuela
en Atenas y quien tomó como su arjé el alma, Platón afirma que el hombre posee tres almas que son
las que dominan al cuerpo (el alma racional –razón-, alma irascible –fortaleza-, y el alma
concupiscible –apetito-): de este mismo fundamento parte Aristóteles (discípulo de Platón) solo
que este evalúa mas la parte gubernamental y el comportamiento del hombre ante el poder llevando
paralelamente sus estudios físicos, lógicos y matemáticos.
Aproximadamente en el año 1.300 ó 1.350 surge una crisis social, que lleva nuevamente a otro cambio
ideológico causado por el descubrimiento de nuevos mercados y la creación de nuevas industrias, ya
que surge el capitalismo, pero también en ese momento hay un gran avance tecnológico puesto que
se crea: la brújula, el telescopio, la pólvora y la imprenta.
Ya en la filosofía moderna se encuentra René Descartes quien intenta superar los prejuicios
medievales (la autoridad de Aristóteles y la unión fe-razón) e hizo avances matemáticos, pero también
tenemos en el siglo XVII y XVIII a John Locke yDavid Hume quienes tratan la filosofía con mas
racionalidad.
Como se observó anteriormente, la filosofía juega un papel muy importante dentro de nuestras vidas,
ya que la tecnología, los avances médicos-científicos, y la psicología que hoy en día manejamos, se lo
debemos a las personas que hace siglos se dedicaron a buscar un por qué, a plantear hipótesis y con
el tiempo las mas acertadas se convertirían en teorías.
Un lenguaje formal, en tanto que lenguaje artificial, está formado por los siguientes elementos
básicos:
• Unas reglas de combinación de dichos signos, es decir una gramática que especifique cómo
combinar unos signos primitivos con otros para tener expresiones bien formadas.
(1) Unos signos para representar las proposiciones simples o atómicas: se trata de las letras
proposicionales, que por convención suelen designarse con las letras minúsculas p, q, r, etc.
(2) Unos signos para formar proposiciones complejas o moleculares conectándolas entre sí:
se trata de las conectivas (también llamados conectores, o juntores). En la siguiente tabla
presentamos el nombre, el signo y la equivalencia con el lenguaje natural de las cinco
conectivas que utilizaremos:
(3) Unos signos auxiliares, que son los paréntesis, que pueden ayudar a delimitar dónde
comienza una parte de la fórmula y dónde acaba para empezar la siguiente. Su equivalencia
en el lenguaje natural serían los signos de puntuación en la lengua escrita.
EL NACIMIENTO DE LA FILOSOFÍA
La palabra filosofía comenzó a ser utilizada de manera regular en un sentido parecido al
actual alrededor del siglo V a.C, en la ciudad griega de Atenas. El primero que propuso en un
texto una definición precisa de la filosofía, como actividad distinta de las demás, fue el ateniense
Platón, quien atribuyó esa definición a su maestro Sócrates. Por tanto, es a partir de Sócrates,
Platón y Aristóteles que los griegos empezaron a hablar con propiedad de filósofos, de escuelas
de filosofía y de textos filosóficos.
Sin embargo, se acepta que la actividad filosófica comenzó hacia el siglo VIII a.C., así no tuviese
aún ese nombre. Por esta razón, muchos pensadores griegos que vivieron antes de Sócrates,
o que fueron sus contemporáneos, los llamaron presocráticos, también reciben el nombre de
“filósofos”.
La religión griega
• La tradición olímpica: fue la más ampliamente aceptada. Se trataba de una religión politeísta
de dioses de forma humana, que tenían poderes especiales y se distinguían de los hombres por
ser inmortales. Textos representativos de esta tradición son los poemas épicos de carácter
narrativo, la Ilíada y la Odisea, originados en una larga tradición oral y más tarde puestos por
escrito por Homero.
En los relatos épicos el protagonismo cae en la figura del héroe: seres humanos o semidioses,
virtuosos por naturaleza, abocados a cumplir con su destino. El epos, o poesía épica, constituyó
durante mucho tiempo la “enciclopedia” cultural de los griegos.
Otros textos representativos de la tradición olímpica son los escritos del poeta Hesíodo. En ellos
encontramos un intento por explicar el origen de los dioses, de la sociedad y del orden del
universo, mediante mitos en los que la búsqueda de la verdad y el deseo de encontrar las causas
de todo lo existente ya está presente.
• La tradición órfica: se llama así en remembranza a unos himnos atribuidos al poeta legendario
Orfeo. En ellos se advierte sobre el origen convulso del hombre, en parte divino e incorruptible
y en parte natural, corruptible y negativo. El orfismo creía en la reencarnación como el proceso
mediante el cual el hombre podía paulatinamente liberarse de su cuerpo, en el que estaba
encarcelado.
En el culto a Dionisio, que practicaban los órficos, se originó la tragedia griega, en parte
representación teatral y en prte rito religioso. El héroe de las tragedias debe decidir entre aceptar
su destino o violentarlo, pero cuando lo violenta transgrede el orden divino del mundo, debiendo
morir para poder expiar su culpa. Tanto los himnos órficos como en las tragedias escritas
posteriormente encontramos ideas profundas sobre la condición humana y sobre la moral.
La lengua
Aunque entre los siglos XIII y IX a.C., los griegos desarrollaron una cultura oral, al haber
abandonado por razones desconocidas un sistema de escritura muy antiguo, uno de sus logros
más significativos fue el diseño de una escritura fonética a partir de la escritura silábica que
heredaron de los fenicios. La escritura fonética los enseñó a abstraer. Pero también la escritura
misma de su lengua lo permitió: en ella se pueden afirmar con facilidad conceptos abstractos.
La organización política
Al vivir en ciudades independientes llamadas polis, de donde proviene la palabra “política”, los
griegos pudieron explorar y experimentar diversos modos de organización de la sociedad.
Fueron creadores de la democracia, un sistema de gobierno basado en criterios abstractos y
racionales, que obligaba a los ciudadanos a argumentar para obtener poder. Sin la libertad de
pensamiento y sin los debates con argumentos que se llevaban a cabo en la plaza pública o
ágora, para tomar decisiones importantes sobre el gobierno de la ciudad, difícilmente se podría
explicar el origen de una actividad filosófica tan variada.
La palabra "religión" viene del término latino religio. Pero aún no hay acuerdo sobre el
significado de este vocablo. Algunas definiciones son las siguientes:
Para Cicerón, la palabra deriva del verbo griego relegere, porque la persona religiosa relee las
narraciones sobre los dioses para orientar su vida.
Lactancio, escritor cristiano del siglo III, hace derivar la palabra del verbo religare, porque la
religión es el conjunto de vínculos que nos religan o unen a Dios.
Para san Agustín, obispo africano del siglo V, religión tiene que ver con reeligere, porque
después del pecado volvemos a elegir a Dios, fuente de nuestra felicidad.
Santo Tomás de Aquino (siglo XIII) encuentra que todas estas definiciones tienen que ver con
la relación. La religión es una relación de Dios con el ser humano.
ACTIVIDAD:
Responde las siguientes custiones de acuerdo a lo visto en clase:
1. ¿Podemos decir que los mandamientos son tabú? ¿Por qué?
2. Para tí, ¿Qué es la religión?
LÓGICA Y ARGUMENTACIÓN
Por ejemplo, si yo creo que todos los perros son mamíferos y que todos los mamíferos son
seres racionales, entonces tendría sentido para mí suponer que todos los perros son seres
racionales. En este caso, incluso quien (acertadamente) discrepara con mi comprensión de las
clasificaciones biológicas podría apreciar la forma consistente y razonable en que he utilizado
mis creencias erróneas como base sobre la que establecer nuevas creencias. Por otra parte, si
llego a la conclusión de que Alonso Quijano es español porque creo que Alonso Quijano es un
personaje de José Zorrilla, y que algunos españoles son personajes de José Zorrilla, entonces
incluso alguien que esté de acuerdo con mi conclusión me reporchará (de nuevo
acertadamente) no haber dado buenas razones para apoyarla.
En conclusión, podemos estar de acuerdo con el camino que sigue un razonamiento aunque
discrepemos de sus puntos de partida y de llegada. Es decir, es posible distinguir los
razonamientos válidos de los invalidos independientemente de que estemos o no de acuerdo
con el contenido que expresen dichos razonamientos. Dicho de forma muy simple, la lógica es
la disciplina que estudia esta distinción determinando las condiciones bajo las cuales la verdad
de ciertas creencias conduce con certeza a la verdad de alguna otra creencia. La lógica estudia,
pues, los principios de los razonamientos correctos.
Hay que apresurarse a señalar que la lógica no garantiza que siempre lleguemos a
conclusiones verdaderas, ya que algunas veces las creencias de las que partimos son erróneas
(como suponer que todos los mamíferos son seres racionales, en el ejemplo anterior). Lo que
sí garantiza la lógica es que siguiendo los principios de los razonamientos correctos, no surjan
otros errores aparte de los derivados de la posible falsedad de los conocimientos que sustancian
nuestros razonamientos.
• La frase "1=1" es un enunciado, puesto que puede ser verdadero o falso. Como resulta que
es un enunciado verdadero, su valor de verdad es V.
• "Lloverá mañana" es una proposición. Para conocer su valor de verdad habrá que esperar
hasta mañana.
• El siguiente enunciado podría salir de la boca de un enfermo mental: "Si soy Napoleón,
entonces no soy Napoleón". Este enunciado, como veremos más adelante, equivale al
enunciado "No soy Napoleón". Como el hablante no es Napoleón, es un enunciado verdadero.
• "Haz los ejercicios de lógica" no es un enunciado, puesto que no se le puede asignar ningún
valor de verdad (Está en modo imperativo, es una orden, y no una frase declarativa)
El acto mental que tiene como resultado una proposición o enunciado se denomina juicio
(sustantivo, del verbo enjuiciar). La expresión verbal de un juicio es un enunciado. Los seres
humanos realizamos un juicio cada vez que pensamos que algo es alguna otra cosa (a lo que
llamamos afirmación), y también cuando pensamos que algo no es otra cosa (a lo que llamamos
negación). En consonancia con lo que decíamos al principio, enjuiciar consiste en afirmar o
negar.
Los enunciados son diferentes de las oraciones que los contienen. Así, "Fulanito ama a
Menganita" expresa exactamente la misma proposición que "Menganita es amada por Fulanito".
En los enunciados lo esencial es el significado de la frase enunciativa.
De manera análoga, la proposición "Hoy llueve aquí" se puede utilizar para transmitir
diferentes proposiciones, dependiendo del lugar y del momento en que se encuentre la persona
que profiera dicho enunciado ("El 15 de agosto de 2003 llueve en León", "El 17 de febrero de
2011 llueve en Madrid", etc.). En este caso, el momento y el lugar hacen cambiar el significado
del enunciado, de manera que su valor de verdad depende de estas circunstancias.
Pero, cada proposición es o bien verdadera o bien falsa. En algunas ocasiones, por supuesto,
no conocemos cuál de estos valores de verdad (verdadero o falso) es el que tiene una
determinada proposición, (por ej. "Hay vida inteligente fuera del planeta Tierra") pero podemos
estar seguros de que tiene o uno u otro.
Contesta a las siguientes preguntas teniendo presente lo que acabamos de comentar sobre
lo que es y no es un enunciado o proposición.
1. El sol no es un astro
No es una proposición
No es una proposición
3. 2+2=4
No es una proposición
ACTIVIDAD
Contesta a las siguientes preguntas teniendo presente si cumplen los requisitos para ser una
proposición. En caso afirmativo, especifica si es una proposición verdadera o falsa.
No es una proposición
No es una proposición
No es una proposición
No es una proposición
5. En un lugar de la mancha
No es una proposición
No es una proposición
La importancia de los enunciados o proposiciones radica en que son las unidades que utiliza
la lógica para formar argumentos. Continuemos la siguiente sección viendo de qué elementos
se compone un argumento y el papel que tiene en dicho contexto el concepto de inferencia.
Argumentos e inferencia
Un argumento es un conjunto de dos o más proposiciones relacionadas unas con las otras
de tal manera que las proposiciones llamadas 'premisas' se supone que dan soporte a la
proposición denominada 'conclusión'.
Los argumentos
Veamos con un ejemplo de argumento que aparece de una u otra manera en todos los libros
de introducción a la lógica:
En este ejemplo las dos primeras proposiciones funcionan como premisas, mientras que la
proposición tercera es la conclusión.
Fíjate que las palabras "premisa" y "conclusión" se definen aquí sólo por medio de la relación
que hay entre ellas dentro de un argumento concreto. Una misma proposición puede aparecer
como conclusión de un argumento en una parte de razonamiento, pero también como una de
las premisas en otra parte posterior del mismo razonamiento. En nuestro ejemplo, nada impide
que nuestra conclusión "Sócrates es mortal" puede utilizarse como premisa para otro
argumento.
La inferencia
Hay un cierto número de expresiones verbales del lenguaje cotidiano que marcan o indican
si una determinada proposición funciona como premisa o como conclusión (por ejemplo, la
expresión "por lo tanto" se suele ir seguida de la conclusión). Sin embargo, el uso de estos
marcadores lingüísticos no es estrictamente necesario, ya que el contexto puede aclarar la
dirección del movimiento desde las premisas hasta la conclusión. Lo que distingue a un
argumento de una mera colección de proposiciones es la inferencia que se supone que las une.
Veamos esta idea con un par de ejemplos. Si yo profiero "Daniela es cirujana y el sol brilla,
aunque la catedral de León es gótica" lo único que tengo es un conjunto de proposiciones que
no tienen ninguna relación entre ellas en el sentido de que la verdad o falsedad de cada una de
ella no tiene que ver con la verdad o falsedad de las demás. Sin embargo, si yo digo: "Daniela
es cirujana, por lo que Daniela ha estudiado Medicina, ya que todos los cirujanos han estudiado
Medicina", estoy empleando un argumento perfectamente válido en el que la verdad de la
conclusión "Daniela ha estudiado Medicina" se deriva inferencialmente de las premisas "Daniela
es cirujana" y "Todos los cirujanos han estudiado Medicina".
Identificación de argumentos
Para decidir si estamos ante un argumento o no, simplemente apelaremos al sentido común
y a un sencillo análisis del texto sobre el que hayamos de decidir, centrándonos en los siguientes
aspectos:
2. El texto ¿ofrece razones que apoyen la conclusión?, es decir, ¿hay premisas? Si es así
¿cuáles son?
3. El texto ¿presume que hay una relación inferencial entre premisas y conclusiones?
La aplicación de la pena de muerte conduce a que los estados se coloquen a la misma altura
moral que los criminales
La gente que mira la televisón horas y horas carece de sentido crítico. El efecto alientante
de la televisión perjudica a la sociedad al olvidar la gente los problemas verdaderamente
importantes. Las revistas del corazón son una lacra para la sociedad.
Informes Son simples enumeraciones de hechos, del tipo que aparecen en las noticias de
los periódicos. No hay intención de probar nada, simplemente, se proporciona información sobre
los hechos. Ejemplo de informe
La tasa de crecimiento vegetativo de España es una de las más bajas del mundo, según el
Instituto Mundial sobre la Población. Se prevé que en los próximos diez años la tendencia
cambie.
Disponemos de buenos libros de lógica para divertirnos, como los de Raymond Smullyan,
los de Lewis Carroll, los de Martin Gardner
Explicaciones Consiste en una aclaración de por qué algo es el caso. Una explicación a
veces es difícil de distinguir de un argumento porque también involucra razones (similares a las
premisas). Pero, a diferencia de los argumentos, donde la conclusión es "nueva" información,
en una explicación el enunciado que es explicado (el explanandum, la parte que parece la
conclusión) es normalmente un hecho comúnmente aceptado. El explanans (los enunciados
que sirven para aclarar, que pueden ser similares a las premisas) es la nueva información de
una explicación, mientras que las premisas son los hechos aceptados en los argumentos.
La plata, el mercurio y todos los demás metales, excepto el zinc y el acero, son insolubles
en una solución de ácido sulfúrico, porque tienen insuficiente afinidad con el oxígeno como para
obtenerlo de su combinación con el ácido sulfuroso.
ANSELMO DE CANTERBURY
ANSELMO DE CANTERBURY (1033 - 1109)
Nació en Aosta, pero trabajó en la región del Borgoña y Francia. Fue obispo de Canterbury
y escribió sobre la sabiduría y la existencia de Dios en sus dos obras principales: Menologium
y Proslogium.
Su método escolástico se basó en el lema: «Creo para entender», pues afirmaba que el
investigador debe partir de la fe firme en Dios para llegar a dilucidar la comprensión de aquello
que cree. Si los resultados de la investigación son verdaderos entonces hay acuerdo con la
revelación, pero si los resultados son falsos no se podría entonces creer en lo comprendido.
• Dios es lo más grande que cabe pensarse, no hay nada mayor que Dios que pueda
pensarse.
• Sólo Dios es el más grande sólo si existe en el pensamiento y en la realidad, pues él barca
todo.
ACTIVIDAD
c. Según tu manera de pensar y de ser cuál de las dos frases anteriores se adapta más a ti?
LA ESCOLÁSTICA
LA FILOSOFÍA DE LA ESCOLÁSTICA
El término “Escolástico” se aplicó al maestro que enseñaba las siete artes liberales en las
escuelas catedralicias, fundadas por Carlomagno (poesía, retórica, derecho, filosofía, política,
matemáticas y teología). Luego se extendió el concepto para denominar a los maestros de
teología y posteriormente para designar a todo el que se ocupaba de ciencia.
CARACTERÍSTICAS DE LA ESCOLÁSTICA
Buscar la unidad de la ciencia y la Fe: Tanto Judíos como árabes y cristianos discutían sobre
la existencia de Dios desde el punto de vista de la Fe. Pero los grandes filosóficos que eran
teólogos a la vez comenzaron a componer tratados sobre la demostración de la existencia de
Dios desde la razón.
El segundo paso consistía en abrir una serie de discusiones científicas sobre los problemas
del texto.
Fue condenada por el papa Honorio III debido a que sus tesis para demostrar las pruebas
de la existencia de Dios partían de la Fe y terminaban dando razón a la razón, es decir demostró
que la Fe si se podía demostrar desde la razón. Por eso afirmaba que ciencia y Fe son lo mismo,
por tanto la Biblia hay que leerla interpretando los símbolos y no simplemente al pie de la letra.
• Una primera naturaleza no creada, pero creadora que es Dios. Dios es la causa primera de
todas las cosas.
• Una segunda naturaleza creada y creadora, que es el LOGOS (la palabra hecho carne).
En este LOGOS tiene Dios conciencia de sí mismo. Con respecto a Dios el logos es creado
por Dios, pero con respecto al mundo el logos es creador, pues por él fueron creadas todas las
cosas.
• Una cuarta naturaleza no creada ni creadora que es el retorno del espíritu a Dios para luego
resucitar
ACTIVIDAD
a. ¿Qué es la escolástica?
d. Escribe los pasos metodológicos que un docente de filosofía debería tener en cuenta para
enseñar filosofía.
NEOPLATONISMO
EL NEOPLATONISMO
Es un movimiento filosófico que tratará de unir la religión con la filosofía, pues el sistema
filosófico de los griegos se había venido extinguiendo.
Su fundación comienza con un gran filósofo judío llamado Filón de Alejandría que vivió 30
años antes de Cristo. Conoció muy bien las doctrinas de Platón, Aristóteles y la Stoa al igual
que la Fe de los creyentes, aspectos estos que lo hacen conjugar la filosofía con la religión.
Filón dice que la escritura Bíblica puede interpretarse de dos maneras dependiendo del grado
de cultura del lector. Por ejemplo, si el lector es inculto puede contentarse con comprenderla
Biblia en sentido literal, es decir tal como está escrita sin necesidad de interpretaciones, si el
lector es culto debe saber que tras las palabras se esconde un sentido más profundo del
significado de lo que se desea transmitir. Este método fue aceptado por los cristianos, pero no
por los judíos quienes afirmaban que podría ponerse en peligro la Fe en Moisés y los primeros
padres del pueblo de Israel.
El Neoplatonismo predica que la finalidad del hombre está en lograr la libertad del alma
espiritual. El alma debe ser liberada de todo sensualismo para levantarse limpiamente hacia
Dios. Además el hombre se hace hijo de dios para obedecerle y hacer sólo y exclusivamente la
voluntad de Dios. Inclusive, el hombre no puede alcanzar su propio destino por sus propias
tuerzas, sino que necesita de la gracia de Dios.
Fue un personaje místico, con un gran sentido humanitario frente a las necesidades de los
huérfanos, era consejero de los senadores y conocedor de Platón. Escribió una obra llamada
Porfirio donde anota sus apuntes filosóficos y religiosos tratando de responder a la preguntas
de dónde se originan las cosas. Allí escribe que la multiplicidad se funda necesariamente en la
unidad; debe haber algo primero de donde todo toma su punto de partida. Este principio primero
es Dios, quien debe llamarse el UNO, pues el es antes de toda multiplicidad. Del uno emana el
espíritu al que puede llamársele segundo Dios o Hijo y de allí se da el paso a toda la creación,
hacia la multiplicidad; del espíritu emanan la multiplicidad de las ideas que conforman el mundo.
La segunda pregunta consiste en averiguar cual es la finalidad del hombre y en sus escritos
descubre que si el mundo y el hombre habían salido de Dios, el objetivo del hombreo su finalidad
consistía en volver hacia Dios mismo a través del bien. El bien son las actitudes que hace el
hombre para acercarse a Dios, y el mal es la carencia o ausencia del bien en el comportamiento
humano.
ACTIVIDAD
hombre no puede alcanzar su propio destino sino cuenta con la gracia de Dios)> Estas o no
de acuerdo? ¿Por qué?
e. ¿Qué entiendes cuando afirma Plotino que la multiplicidad se funda necesariamente en la
unidad.
ESCEPTICISMO
EL ESCEPTICISMO
Es una escuela filosófica que exige a las personas mantenerse indiferente respecto de todas
las opiniones que resultan del conocimiento sin adherirse a ninguna.
Pirrón de Élide que nace en el año 360 y muere en el 270 antes de Cristo es quien funda
este movimiento, enfatizando sobre las opiniones y los análisis filosóficos de la época, afirmando
que lo que se dice de las cosas no es nada más cierto que lo contrario, pues hay enseñanzas
que se nos presentan como ciertas pero luego han resultado falsas; es por ello que debemos
ser escépticos.
Por que todas las personas percibimos la realidad con nuestros sentidos de manera diferente
Porque el estado de ánimo hace que percibamos la realidad de manera diferente Porque no
todos nos encontramos a la misma distancia de los objetos cuando los analizamos
Porque los objetos se nos presentan terminados o mezclados y no cabe conocerlos puros
Porque siempre hay diferencia de opiniones sobre las mismas cosas Porque hay mucha
arbitrariedad en temas que creemos conocer pero no lo demostramos
ACTIVIDAD
b. Qué significa la expresión: «lo que se dice de las cosas no es nada más cierto que lo
contrario»
ESTOICISMO
EL ESTOICISMO
Este nombre proviene de la palabra Griega STOA que puede traducirse como PORTICO,
debido a que el filósofo Zenón de Citio (350—264) fundó una escuela de filosofía llamándola la
stoa. Los estoicos predicaban algo muy parecido al epicureismo y era que: «Debe vivirse según
la naturaleza», pero si el ser humano es racional debe «vivir racionalmente».
• Vivir en una constante apatía, es decir carecer de pasiones, pues las pasiones extravían y
distraen la razón, se requiere que extirpemos las pasiones.
• Vivir consciente del deber, es decir realizar lo que te corresponde porque sencillamente en
un deber hacerlo.
ACTIVIDAD
a. ¿Qué es el estoicismo?
EPICUREÍSMO
1. EL EPICUREISMO
Epicuro es un filósofo de ciudadanía ateniense que nace en el año 341 y muere en el año
271 antes de Cristo. Su regla de vida era basada en la siguiente frase: No reasustes por nada.
Para los Epicúreos la felicidad consiste en vivir en la imperturbabilidad del alma, alejado de
la civilización y llevando una vida material cómoda y alegre. Termina diciendo que para ser feliz
tenemos que llevan una vida libre de cuidados, es decir no podemos someternos a tener cuidado
donde vayamos o con lo que hagamos porque eso nos esclaviza y nos entristece.
Epicuro observa que la finalidad y el sentido de la vida es el placer, es decir para llevar una
vida feliz se requiere vivirla placenteramente; la vida hay que vivirla muy natural de la manera
como la viven los animales y las plantas; sin preocupaciones y sin responsabilidades. Ahí radica
la vida feliz y placentera.
Otro elemento del cual nos habla Epicuro en sus escritos es que para ser feliz tenemos que
aumentar el dolor corporal y espiritual. El dolor corporal y espiritual. El dolor debe ser eliminado
de nuestra vida si queremos ser felices.
Sin embargo, el verdadero filósofo es aquel que domina el «arte de medir», es aquel que
sabe sopesar placer y dolor; es aquel que posee la virtud de la prudencia que es la raíz de todas
las virtudes; es aquel que posee fortaleza para soportar los dolores; es aquel que posee la
templanza para evitar los excesos en el placer como en el dolor; es aquel que sabe vivir sin
fama pero feliz.
ACTIVIDAD
a. Escribe una posible respuesta a la misma pregunta que se hicieron los hombres de la
antigüedad: ¿Cómo podría ser yo feliz en un mundo tan incierto?
b. ¿Qué es la felicidad para Epicuro?
c. ¿Cómo defines tú la felicidad?
d. Averigua en qué consiste la virtud de la prudencia y escribe un ejemplo de una vez que la
practicaste.
e. Averigua en qué consiste la virtud de la templanza y escribe un ejemplo de una vez que la
hayas ejercido
ESTRUCTURA Y SUPERESTRUCTURA