QUA- 12

núm. 12, enero-abril 2002

DERNS
DEL CAC
www.audiovisualcat.net

Medios de comunicación
e inmigración
 Índice
Quaderns del CAC núm. 12. enero-abril 2002

E-mail: quadernsdelcac@correu.gencat.es
..
Presentación
Tema monográfico:
2

Editor: Medios de comunicación e inmigración

Joan Manuel Tresserras
Los medios de comunicación ante la inmigración. La 3
Consejo editorial: responsabilidad de informar, la responsabilidad de convivir
Vicenç Villatoro
Carles de Alfonso Pinazo, Joan Botella i Corral,
Núria Llorach i Boladeras, Jordi Mercader i Farrés,
Comentarios sobre el Manual de estilo periodístico relativo 13
Félix Riera Jaume Serrats i Ollé a minorías étnicas y nuevas propuestas
Xavier Giró
Director:
Josep Gifreu El tratamiento informativo de la inmigración en Cataluña 27
José A. Sorolla
Jefe de redacción:
Martí Petit La presencia de la inmigración como exclusión social en 43
los programas informativos de las televisiones públicas
Coordinación general: europeas
Teresa Velázquez
Sylvia Montilla
La investigación sobre el tratamiento de la inmigración 57
Redacción: en los medios de comunicación desde la universidad:
Esther Andreu, Soledat Balaguer, Gemma Las propuestas del Migracom
Domènech, Mònica Gasol Nicolás Lorite y Josep Maria Blanco

Depósito legal: B-17.999/98 Recomendaciones del Consejo del Audiovisual de 67

ISBN: 1138-9761 Cataluña sobre el tratamiento informativo de la inmigración

Manual de estilo sobre minorías étnicas del Colegio de 72

Periodistas de Cataluña

Consejo del Audiovisual de Cataluña

Presidente: Francesc Codina i Castillo

.Observatori

Entrevista a Edgar Morin 75

Vicepresidente: Xavier Guitart i Domènech
Enric Saperas
Consejero Secretario: Carles de Alfonso Pinazo
Consejero adjunto a la presidencia para asuntos
Dinero, política, lobbys y grupos audiovisuales en los 81
internacionales: Joan Botella i Corral
Estados Unidos de América
Consejeros: Núria Llorach i Boladeras, Jordi
Martí Petit
Mercader i Farrés, Fèlix Riera, Fernando
Rodríguez Madero, Jaume Serrats i Ollé, Joan
Manuel Tresserras
Secretario General: Jaume Tintoré i Balasch
.Agenda

Crítica de Libros 93
Revista de Revistas 99
Entença 321 101
08029 Barcelona Revista de Libros
Tel. 93 363 25 25 - Fax. 93 363 24 78 Revista de Webs 105
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Índice
 Presentación

El tratamiento informativo que los medios de comunicación dispensan a los hechos y temas
referentes a la inmigración está reclamando a Cataluña, así como a España y Europa, una
atención particular en el debate y la agenda públicos en relación con la problemática de las
nuevas corrientes migratorias. En Cataluña, una comunidad autónoma que recibe uno de los
contingentes más elevados de los inmigrantes que llegan al Estado español, el comportamiento
informativo de los medios en este punto ha merecido la atención de las instituciones políticas y
profesionales más representativas tales como el Parlament de Catalunya y el Col·legi de
Periodistes de Catalunya, respectivamente. En la misma línea de interés, el Consejo del
Audiovisual de Cataluña (CAC) convocó unas jornadas específicas sobre "El Tratamiento
Informativo de la Inmigración", celebradas el 27 y 28 de noviembre de 2001, que dieron lugar
a unas "Recomendaciones" aprobadas posteriormente por el CAC.
El tema monográfico de este número 12 de Quaderns incluye .las tres ponencias presentadas
en estas jornadas, a cargo de Vicenç Villatoro ("Los medios de comunicación ante la
inmigración. La responsabilidad de informar, la responsabilidad de convivir"), de José A. Sorolla
("El tratamiento informativo de la inmigración en Cataluña") y de Xavier Giró ("Comentarios
sobre el Manual de estilo periodístico relativo a minorias étnicas y nuevas propuestas"). Este
bloque se complementa con un avance de los resultados de un proyecto de investigación de la
profesora Teresa Velázquez ("La presencia de la inmigración como exclusión social en los
informativos de las televisiones públicas europeas") y una presentación y evaluación del
Observatorio MIGRACOM a cargo de su director y coordinador, Nicolás Lorite y Josep M.
Blanco. Concluye el monográfico un apartado documental que comprende el documento del
Col·legi de Periodistes de Catalunya y las "Recomendaciones" del CAC.
La sección dedicada al Observatori tiene como invitado singular la figura y la reflexión de
Edgar Morin, uno de los pocos intelectuales europeos contemporáneos que ha dedicado tiempo
e ingenio a repensar los fundamentos de la cultura de masas. El profesor e investigador de
teoría de la comunicación Enric Saperas conduce sabiament la entrevista a fondo con el
profesor francés. También incluimos en la sección un artículo de Martí Petit ("Dinero, política,
lobbys y grupos audiovisuales en los EUA") que presenta un balance de las relaciones entre
lobbismo y grupos audiovisuales en los EUA a raíz de la reciente aprobación de la Bipartisan
Campaign Reform Act, de reforma de la financiación electoral.

Josep Gifreu
Director

2
Quaderns del CAC: Número12
 Los medios de comunicación ante la inmigración.
La responsabilidad de informar, la responsabilidad de convivir
Vicenç Villatoro
. Constructores de sentido, los medios
comunicación se erigen en responsables sociales de
la creación de modelos de interpretación de la
realidad. Tomando esta premisa como punto de
partida, el artículo abre un debate sobre el papel de
los media respecto al tratamiento informativo de la
inmigración.
Entre la regulación por ley, i la no regulación sin
límites, el autor defiende la autorregulación de los
medios y la elaboración de los códigos deontológicos
como vías que hacen posible la construcción de
discursos mediáticos que respondan
responsabilidad social de informar y de fundamentar
la convivencia pacífica.
Sin ganas de ser exageradamente trascendente, tengo la
sensación de que hablar del tratamiento de los hechos
inmigratorios en los medios de comunicación es uno de los
debates centrales de nuestro tiempo, porque es –por
decirlo así– un debate al cuadrado. Quiero decir que es una
cuestión en la que participan dos debates que, incluso
observados independientemente, forman parte de la
agenda de nuestras urgencias teóricas y prácticas. Uno, el
debate sobre las formas de gestión de unas oleadas
inmigratorias y de sus efectos sociales y culturales que, por
sus características, es del todo nuevo para nosotros. El
otro, el debate sobre la responsabilidad social, en general,
de los medios de comunicación. O, si se quiere, de como
los medios de comunicación tienen que responder a
responsabilidades sociales diversas y a menudo incluso
Vicenç Villatoro
Escritor y periodista y Miembro de la Comisión de Estudio
sobre la Inmigración del Parlamento de Cataluña
Tema monográfico: Los medios de comunicación ante la inmigración. La responsabilidad de informar, la responsabilidad de convivir
de contradictorias, cuando menos en apariencia. Personal-
mente, yo creo que discutiríamos apasionadamente la ges-
tión del hecho inmigratorio aunque no hubiera inmigración.
Y discutiríamos apasionadamente la responsabilidad social
de los media, aunque no hubiera hecho inmigratorio. Como
será, pues, de caliente y apasionante, el espacio de
intersección de los dos debates. Un espacio que, me
adelanto a decirlo, existe, es central y trascendente.
Contra algunas tradiciones metodológicas, no iniciaré la
exposición analizando el contenido de las palabras del
enunciado. Damos por supuesto –y es mucho suponer–
a su que estamos de acuerdo sobre qué queremos decir cuando
hablamos de inmigración. Suponemos también–y no es
menos arriesgada la suposición– que estamos de acuerdo
sobre qué queremos decir cuando hablamos de medios de
comunicación. Pero si se nos pide participar en este debate
debe ser –es– porque en torno a los dos mundos, y todavía
más en su intersección, hay la vivencia de un problema. No
es que la inmigración sea un problema, en sí misma. No es
que los medios de comunicación sean intrínsecamente
problemáticos. Pero encima de un hecho y del otro se
proyecta una percepción problemática, que deberíamos
describir antes de avanzar. Por decirlo así, intentamos
establecer cuál es el problema de la inmigración y cuál es
el problema de los medios.
Inmigración, acogida, diversidad
Cuando de una manera creciente los ciudadanos
mencionan la inmigración como una de las cuestiones que
más les preocupa, yo creo que a menudo se mezclan tres
ámbitos diversos, aunque relacionados:
a) Los flujos migratorios, propiamente dichos. Es decir, los
desplazamientos de población, las fronteras, las cuotas, las
3
 pateras, los papeles y los no-papeles, la entrada de inmi-
grantes y su regularización legal.
b) La acogida de los recién llegados. Es decir, las condi-
ciones sociales en las que personas venidas de fuera ater-
rizan en nuestra sociedad, las políticas sanitarias, urbanís-
ticas, educativas, que comporta la llegada de un contin-
gente de personas que vienen de fuera.
c) La gestión de la diversidad. La necesidad de encontrar
mecanismos de convivencia entre personas que participan
de tradiciones religiosas, políticas, culturales, diversas y la
forma de conseguir una sociedad donde la diferencia no se
convierta en desigualdad de derechos y deberes ciudada-
nos.
Normalmente, ponemos los tres ámbitos en el paquete
común que va bajo de la etiqueta “inmigración”. Pero de
hecho son ámbitos diferenciados. En un cierto sentido,
nuestros modelos de generalización del bienestar y de
gestión de la diversidad nos los debemos plantear igual
tanto si hay inmigración como si no la hay. En todo caso, el
hecho inmigratorio puede exigirnos un ritmo de reflexión
más acelerado. A través de la inmigración, nuestra
sociedad se mira al espejo. Si estamos de acuerdo en que
inmigrante no se es toda la vida y que todavía menos es
una condición que se hereda –la muy absurda expresión de
inmigrantes de segunda generación–, incluso una sociedad
sin inmigrantes debería plantearse hoy su nueva forma de
gestionar la diversidad interior. Cuando en algunos barrios
de Francia o de la Gran Bretaña hay enfrentamientos de
trasfondo racista o choques entre personas o grupos de
religión o referentes culturales diversos, pero nacidos todos
en el país, no podemos hablar de un problema de
inmigración, sino de un problema de gestión de la
diversidad.
Los tres ámbitos, que ya sé que tienen una cierta relación,
presentan aspectos problemáticos, en un sentido u otro.
Son un problema, obviamente, las políticas de inmigración
y son un problema los muertos que hay en el Estrecho de
Gibraltar o las mafias que trafican con personas. Es un
problema la eficaz acogida social de los nuevos
contingentes de personas venidas de fuera y su integración
en nuestro modelo de estado del bienestar. Hay tensiones
indudables a partir de la presencia en unos territorios que
estaban acostumbrados a otros tipos de diversidades de
personas y grupos con variadas tradiciones culturales,
4
políticas y religiosas. Pero me parece que haríamos bien no
mezclando las tres cuestiones. Y probablemente allá donde
el debate será más vivo y habrá más trabajo a hacer será,
en mi opinión, precisamente en la gestión de la diversidad.
La responsabilidad social de los medios
Al margen incluso de las cuestiones más o menos
relacionadas con la inmigración, en torno a los medios de
comunicación hay un debate permanente que afecta a lo
que podríamos llamar sus responsabilidades sociales. Es
obvio que los medios son hoy los principales constructores
de sentido, quienes abastecen al conjunto de la población
de los modelos de interpretación de la realidad, de los
estereotipos, de los datos que alimentan, configuran,
confirman o desmienten las visiones del mundo. Por lo
tanto, los medios participan decisivamente en la
construcción de los valores sociales, en una relación
dialéctica, de permanente ida y vuelta de la realidad: por un
lado, los medios son un espejo de los valores de una
sociedad y de sus relaciones internas y, por otro, son
fundamentales en la definición de valores y actitudes. No
diría que los medios imponen a la sociedad unos modelos
de interpretación y de sentido, pero amplifican y modelan
estos modelos, de los que son a la vez causa y efecto. Esto
nos lleva a lo que para mí es el centro del debate sobre el
papel de los medios, que podríamos centrar en los
espacios de colisión entre dos formas diversas de
responsabilidad social:
a) En la medida en que los medios participan en la
construcción de valores, estereotipos y actitudes, los
medios de comunicación tienen la responsabilidad social
de procurar que estos valores, estas imágenes y estas
actitudes contribuyan a la convivencia, al respeto mutuo, a
la consolidación de formas democráticas de libertades y
participación.
b) Los medios tienen la responsabilidad social de
responder al derecho de los ciudadanos a obtener la
información que consideren relevante, sin que se les oculte
nada que les importe. La relación entre los medios y los
ciudadanos se fundamenta en un contrato de confianza
según el cual los medios respetan los hechos, ofrecen
opiniones y en ningún caso ocultan –ni con buen fin- ningún
Quaderns del CAC: Número 12
hecho o ninguna información que sus receptores deseen
obtener.
El contrato de confianza fundacional de los medios de
comunicación exige que sus receptores tengan la certeza
–o, por lo menos, que no tengan una certeza contraria– que
no les será ocultado nada que los propios receptores
puedan considerar relevante. El fundamento de esta
responsabilidad social no es tanto el derecho a la libertad
de expresión de los medios como el derecho a la
información de los ciudadanos. Ni los poderes públicos, a
través de ninguna forma de censura, ni los mismos medios,
a través de una ocultación deliberada de hechos relevantes
–otro nombre de la misma censura– pueden coartar este
derecho a la información, ni siquiera en nombre de un bien
superior. Este debate va mucho más allá de la cuestión
concreta de la inmigración. Es un debate que afecta a
muchísimos ámbitos informativos, desde el tratamiento del
terrorismo hasta la relación entre los medios y la vida
privada de las personas. Personalmente, es un debate en
el que no creo que en ningún caso se pueda plantear como
solución cualquier forma de censura: silenciar hechos o
datos deliberadamente, en nombre de una causa noble o
no tan noble. Los límites de la libertad de información –o
del derecho a la información, si cogemos la perspectiva de
todos los ciudadanos– sólo puede tener los límites del
código civil, es decir, la falsedad manifiesta, la calumnia o
la injuria. En todo caso, sí que la legislación puede poner
límites a la opinión en nombre de algunos principios, muy
pocos: evitar la incitación al odio o a la violencia o su
apología. Pero una democracia tiene que ser muy curiosa y
muy prudente al poner esta clase de límites.
En cualquier caso, el problema se presenta cuando los
medios pueden tener dudas entre estas dos responsabili-
dades sociales, que en algunos casos son complemen-
tarias, pero que en otros pueden aparecer como
alternativas: ofrecer determinados hechos o determinados
datos –no hablamos ya de determinadas interpretaciones–
puede ser una manera de cumplir la propia responsabilidad
social de informar y de ofrecer al ciudadano todo aquello
que al mismo ciudadano le parece relevante, pero puede
entrar en colisión con la responsabilidad social de no
alimentar estereotipos, actitudes o percepciones que
dificulten la convivencia y favorezcan el conflicto.
Personalmente, me parece que en todos los casos la mejor
Tema monográfico: Los medios de comunicación ante la inmigración. La responsabilidad de informar, la responsabilidad de convivir
fórmula para resolver esta paradoja es la autorregulación
pública de los medios, a partir de códigos deontológicos
explícitos, en los que se publiciten los límites que cada
medio pone a su libertad de informar y de opinar en nombre
de la defensa de valores que considere superiores. La
autorregulación –después veremos cómo se puede aplicar
al caso que nos ocupa– me parece la única fórmula de
mantener el imprescindible contrato de confianza entre los
ciudadanos y los medios y, al mismo tiempo, atender la
responsabilidad social que pide no alimentar actitudes y
estereotipos que favorezcan el conflicto.
Los requerimientos a los medios
A partir precisamente de su responsabilidad social a través
de la formación de imágenes y estereotipos, que
desembocan en actitudes, los medios de comunicación
reciben una serie de requerimientos explícitos o implícitos
por parte de los sectores más sensibilizados de la
sociedad. Son requerimientos que los hacen, en primer
lugar, los poderes públicos y, en paralelo, las
organizaciones que por su actividad y sensibilidad se
sienten más directamente implicados. En el caso de
Cataluña, estos requerimientos han sido explicitados, de
una manera transparente, en el Acuerdo Parlamentario
sobre Política de Inmigración, redactado por una
comisión mixta de parlamentarios y expertos y aprobado
por unanimidad por nuestro Parlamento el 27 de junio de
2001. Tuve la satisfacción de ser uno de los miembros de
la comisión que redactó el documento, como portavoz en
esta comisión del grupo de Convergència i Unió y, por lo
tanto, no querría ser demasiado enfático en su valoración.
Pero en cualquiera caso tengo la impresión de que, por sus
contenidos, por su aprobación unánime, por el hecho de
ser redactado conjuntamente por parlamentarios y por
personas que representaban puntos de vista muy plurales
y muy competentes en el tratamiento del hecho migratorio,
este documento es particularmente valioso y
probablemente imprescindible para tratar, a partir de ahora,
cualquier aspecto sobre la inmigración a Cataluña.
Naturalmente, también éste que nos ocupa. (1)
Tras hacer varias recomendaciones a los poderes
públicos sobre las políticas a llevar a cabo respecto a la
5
 inmigración en Cataluña, el documento hace una serie de
requerimientos adicionales, dirigidos esencialmente al
mundo de los medios de comunicación, de la universidad y
de los líderes de opinión, a fin de encontrar un discurso
responsable y preciso. El documento considera que la
generación de un discurso adecuado es tan importante
como las mismas políticas para evitar los conflictos
potenciales en torno a la inmigración. En este sentido, el
documento contiene un requerimiento específico a los
medios de comunicación y varios requerimientos más
genéricos, que también les afectan. El requerimiento
específico insta a un tratamiento adecuado del hecho
inmigratorio en los medios de comunicación, de manera
que se eviten las distorsiones y trivializaciones de este
tema y se fomente el conocimiento de las culturas de
procedencia de los principales grupos de inmigración.
Pero hay en el documento otros requerimientos más
genéricos, con respecto al discurso sobre la inmigración,
que afectan a los medios de comunicación, junto a otros
sectores generadores de discurso:
- Evitar magnificar la inmigración, procurar situarla en sus
términos justos y discernirla de otras cuestiones que tienen
entidad propia y diferenciada y que puedan dificultar mucho
la articulación social, bien al margen de la inmigración: las
desigualdades económicas y sociales, el paro, el
urbanismo especulativo, los abusos de poder.
- Revisar el uso del término “mestizaje” (que en sí mismo
parece un término racista), y no confundir los intercambios
y las interrelaciones entre personas y pueblos con una
homogeneización importada y con la dimisión de los
propios referentes de partida. Una pluralidad real se
consigue sólo con años de convivencia constructiva.
El documento alerta también sobre algunos componentes
del discurso que se pueden volver en contra de un proyecto
de futuro deseable.
- Alerta sobre el hecho que una concepción ingenua de
multiculturalidad, presentada como modelo social
deseable, puede sugerir la posibilidad e, incluso, la
conveniencia de renunciar a construir una comunidad
política de ciudadanos fundamentada en unas señales de
identificación compartidas.
- Alerta también respeto a un discurso sobre la inmigración
presentada como una posibilidad para solucionar los
déficits demográficos, déficits del sistema de pensiones y
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vacíos del mercado laboral, todo esto en los países
europeos. Es decir, a menudo la inmigración es presentada
como una necesidad, como un mal menor. Este es un
discurso que, aparte de estar mal fundamentado en un
modelo muy estático, es utilitarista, peligroso –¿qué pasará
si la natalidad aumenta o si remonta el paro?-, que deja de
lado el respeto a las personas y al ejercicio de la libertad
como elemento básico en una sociedad democrática.
Los requerimientos que hace el Parlamento de Cataluña,
en este documento, del cual vuelvo a recomendar la lectura
completa, porque me parece que hay aportaciones de
lenguaje nuevas y puntos de vista originales, no son
rutinarios ni expresión estricta de buenas intenciones
genéricas. Aplicados al trabajo cotidiano de los medios,
estos requerimientos pueden ser aceptados o no, pueden
entrar o no en colisión con las prácticas y con el lenguaje
de los medios, pero tienen traducciones concretas y
específicas. Si se me permite entrar ya en el ámbito de las
interpretaciones, diría que a través de estos requerimientos
se pide a los medios que adopten criterios nuevos con
respecto tanto a la información como a la opinión. Criterios
a veces restrictivos, cosas a evitar, y a veces positivos,
cosas a potenciar.
a) Criterios restrictivos respecto a la información.
- Evitar la magnificación. Presentar el volumen del hecho
migratorio en los puntos justos y no presentarla como un
fenómeno más grande ni más acelerado de lo que es.
Evitar, por lo tanto, la imagen del alud inmigratorio.
- Evitar la distorsión y la dramatización. No presentar
sistemáticamente el hecho inmigratorio asociado a
aspectos conflictivos y amenazadores.
- Evitar la confusión entre la inmigración y otras realidades
sociales. No atribuir, por lo tanto, al hecho inmigratorio un
potencial conflictivo que de hecho debe atribuirse a
problemas de otra naturaleza. No culpabilizar a la
inmigración de problemas que de hecho tienen otro tipo de
causas.
- Evitar la trivialización. En la otra punta de la
magnificación, reconocer al hecho de inmigrar su
intensidad dramática y al inmigrante su dignidad personal.
b) Criterios positivos respecto a la información.
- Potenciar todo aquello que signifique conocimiento de las
Quaderns del CAC: Número 12
tradiciones culturales, religiosas y sociales de procedencia
de los principales colectivos inmigrantes.
- Valorar de forma especial aquella información que
presenta experiencias positivas de convivencia y de
integración.
c) Criterios respecto a la opinión.
- Ser conscientes de que términos como “mestizaje” o
“multiculturalidad” pueden alimentar una imagen de
dimisión obligatoria de los propios referentes de partida y la
renuncia a unas señales de identificación compartidos por
el conjunto social.
- Evitar una presentación estrictamente utilitarista de la
inmigración –aunque esto precisamente ayude
presentarla como positiva–, porque un cambio en la
coyuntura no signifique la aparición de fenómenos de
rechazo. Si la inmigración se presenta como necesaria
para tener mano de obra en un momento de muy poco
paro, ¿qué haremos de los inmigrantes si sube el paro?
- Evitar enfrentarse a la inmigración con el discurso del
miedo, que como dice el mismo documento en su párrafo
final es la madre de todas las violencias, de todas las
xenofobias y de todas las faltas de respeto a las personas.
Desde otras instancias se podrían formular estos
requerimientos con otras palabras o se podría observar su
aplicación a casos concretos, pero en cualquier caso no
son unas peticiones rutinarias ni sencillas de cumplir. La
máxima representación de la sociedad se dirige a los
medios de comunicación y les recuerda su responsabilidad
social como creadores de imágenes, estereotipos, valores
y actitudes. La respuesta de los medios de comunicación
tiene que confrontar esta responsabilidad social con su otra
responsabilidad, que es la de informar, la de servir al
derecho a la información de los ciudadanos.
Las dificultades de la práctica periodística
Si existe un debate sobre el tratamiento de las cuestiones
de inmigración en los medios de comunicación es, en
buena parte, porque los sectores más sensibilizados de
nuestra sociedad reprochan a los medios presentar en la
mayor parte de los casos el hecho inmigratorio, la acogida
Tema monográfico: Los medios de comunicación ante la inmigración. La responsabilidad de informar, la responsabilidad de convivir
de personas procedentes de fuera y la existencia de
diversidad religiosa o cultural asociados a situaciones de
conflicto o de problema. Por decirlo de otra manera, estos
sectores más sensibilizados reprochan a los medios que se
hable de las mezquitas cuando las cierran o cuando hay
protestas vecinales, que cuando un atracador es de
procedencia extracomunitaria se cite expresamente esta
procedencia, que las informaciones sobre pateras
naufragadas alimenten una idea de alud imparable y
trágico de inmigrantes. La conflictivización, la problemati-
zación, no sólo del hecho migratorio en sí mismo, sino de
las situaciones de diversidad religiosa y cultural.
El reproche es pertinente y tiene que hacer pensar a los
a periodistas, pero la respuesta desde la lógica de los medios
de comunicación –es decir, desde la aplicación de la otra
gran responsabilidad social, que es la de servir al derecho
a la información de los ciudadanos– presenta matices que
es necesario también tener presentes. Apuntémoslos,
como matices.
a) La función informativa de los medios no es ofrecer
visiones notariales de la realidad, sino dar noticias. La
suma de todas las noticias no es igual a la suma de todo
aquello que está pasando, sino que es por naturaleza
sesgada: es noticia aquello que es excepcional, nuevo,
sorprendente, interesante, importante. No todo aquello que
pasa. En conjunto, y no refiriéndonos tan sólo a la
inmigración, los medios de comunicación presentan
–precisamente por esta lógica que les es esencial, no
impuesta o maléfica– una visión de la realidad sesgada
hacia el conflicto y el problema. Allí dónde no hay novedad
o excepción no hay noticia, aunque haya acontecimiento.
No se trata de ofrecer listados inacabables de
acontecimientos no excepcionales positivos para
compensar la noticia de un hecho excepcional negativo. La
crítica a la negatividad de los medios de comunicación la
hacen todos los sectores que se ven reflejados en ella sin
excepción. En la medida que aquello que es noticia suele
ser aquello que es excepcional, que sorprende por no
habitual, la negatividad de los medios no deja de ser
paradójicamente una constatación optimista: quiere decir
precisamente que el conflicto, el problema, son
excepcionales. El día que sea necesario destacar como
excepcional aquello que es positivo será, paradójicamente,
un mal día.
7
 b) Aquello que es relevante de una información no lo
decide el medio o el periodista, sino el lector o el receptor
en general. O, dicho de otra manera, aquello que establece
el criterio no es la sensibilidad o la visión del mundo del
medio, sino el interés del receptor. Desde los sectores más
sensibilizados se dice, a veces, que en un problema de
orden público no es relevante la nacionalidad o el origen del
protagonista. Cuando este protagonista pertenece a la
mayoría, nunca se enfatiza su procedencia: nunca hemos
visto, aquí, un titular que diga que un catalán, un español,
un católico, un hombre blanco, ha hecho un atraco. Sí que
hemos visto todos titulares –o textos interiores– donde se
nos informaba de que el atracador era marroquí o gitano o
musulmán o judío. No es necesario presentar la casuística:
todos la conocemos. Dicho así, parece que los medios
cometan una terrible injusticia. Pero aquel que tiene que
decidir si le interesa o no saber este dato no es el periodista
ni los poderes públicos ni los sectores sensibilizados, sino
el receptor de información. Para mantener el contrato de
confianza de los medios con el ciudadano, este ciudadano
no tiene que poder pensar nunca que el medio le oculta
expresamente un dato que a él le interesa saber. Si se
produce esta desconfianza –típica de los medios de
comunicación bajo situaciones dictatoriales–, los medios
pasan a ser leídos entre renglones y no cumplen de hecho
su responsabilidad social central. Por lo tanto, no sería
justo ni obligar a los medios ni pedirles que se obliguen a
no dar sistemáticamente determinados datos que los
receptores pueden considerar relevantes. Lo que se puede
recomendar es una gestión prudente y responsable del
énfasis y de la forma como son ofrecidos estos datos.
c) El paroxismo del lenguaje políticamente correcto acaba
provocando en el receptor desconfianza respeto a los
medios y a menudo la pura imposibilidad de entender las
noticias. A menudo, el lenguaje políticamente correcto –es
decir, el lenguaje a través del cual los medios se preocupan
sólo de su responsabilidad social en la formación de
estereotipos y no de su responsabilidad social de informar
de forma comprensible– desemboca a menudo en la
adopción de fórmulas eufemísticas para hablar de las
cosas o en la ocultación de aspectos imprescindibles para
la comprensión de la noticia. Por ejemplo, informar de
algunos choques de grupos de jóvenes en Barcelona que
se produjeron hace unos meses sin decir que unos eran
8
magrebíes y los otros sudamericanos –como hizo algún
medio obsesionado por la corrección política– convertía la
noticia en literalmente incomprensible y planteaba al
receptor preguntas que no le eran respondidas. Si hay una
pelea entre dos grupos y existe algo que los distingue –que
son de equipos de fútbol diferentes, de ideologías,
religiones u orígenes diferentes– es un dato que no se
puede ocultar.
d) La obsesión por la corrección política y el temor a ser
considerado racista puede llevar a los periodistas a aplicar
actitudes o hechos protagonizados por colectivos de
procedencia foránea, criterios valorativos diferentes a los
que se aplicarían ante los mismos hechos protagonizados
por personas o grupos que no tuvieran esta procedencia.
Actitudes que se considerarían denunciables y publicables
en el común de los casos –por ejemplo, la obstaculización
del trabajo de informar–, provocan una reacción diversa,
por exceso o por defecto, cuando se trata de colectivos
digamos, por simplificar, procedentes de la inmigración.
Precisamente ésta es la actitud más racista: valorar
diferentemente unos mismos hechos, según cuál sea el
origen cultural o religioso de sus protagonistas.
e) La actitud de los medios ante cualquiera tema
potencialmente conflictivo no tiene que ser un despotismo
ilustrado en el que unos profesionales tienen el monopolio
de la libertad de expresión y deciden qué es lo que tiene
que saber y qué es el que no tiene que saber el ciudadano.
Los medios son los intérpretes de las demandas
informativas variables de los ciudadanos, subjetivos en las
valoraciones y las interpretaciones, objetivos en aquello
que los acontecimientos tienen de objetivable y que
distingue la verdad de la falsedad. Una interpretación
puede ser errónea, una noticia puede ser falsa. Los medios
tienen derecho al error, pero no a la falsedad.
Este listado de reflexiones no debe interpretarse como
una defensa cerrada de las prácticas periodísticas tal y
como son, como una reacción corporativa a los
requerimientos de los sectores más sensibilizados de la
sociedad, en nombre, como decía, de la responsabilidad
social de los medios. Es sólo el recordatorio de que se debe
encontrar un espacio de intersección entre estos muy
razonables requerimientos y la lógica propia de los medios,
que es la expresión de su deber informativo. Un espacio de
intersección, un libro de estilo práctico, que muy
Quaderns del CAC: Número 12
probablemente tendrá muy pocas normas básicas de
cumplimiento absoluto y universal y tendrá muchos
compromisos de actitud, de voluntad, de gestión de la
realidad informativa de cada día de forma responsable y
con sentido común.
La vía de la autorregulación
Buena parte de los problemas que plantea el choque de las
dos grandes responsabilidades sociales de los medios –la
de informar y la de fundamentar la convivencia pacífica y
democrática– son aplicables al tratamiento de la
inmigración y de la diversidad como son aplicables a
muchos otros casos. En definitiva, lo que se pone encima
de la mesa es la cuestión de los límites: ¿Tiene que tener
algún límite el trabajo de los medios de comunicación?
¿Existe algún bien superior que pida o obligue a parar su
trabajo a partir de una cierta raya? Ciertamente, las leyes
ordinarias ya dibujan algunos límites: la falsedad, la injuria,
la calumnia... En nombre de otros valores, ¿podemos pedir
a los medios que no apliquen automáticamente su lógica
informativa sino que la maticen?
Personalmente, creo que sí que hay unos límites, pero
creo saber también que son límites subjetivos, que no
todos pondríamos en los mismos sitios. Hay dos opciones
extremas: la regulación por ley, es decir, que sean los
poderes públicos los que establezcan los límites, o la no-
regulación, es decir, la negación de los límites. Entre las
dos, hay la vía de la autorregulación de los medios: son los
mismos medios los que individual o colectivamente
determinan dónde ponen sus propios límites y lo explicitan
ante la sociedad, para mantener con ella su contrato de
confianza.
Tradicionalmente, la vía de la autorregulación ha sido la
opción de los medios de comunicación catalanes ante los
problemas prácticos de fijación de los límites del derecho a
la información, aún cuando probablemente tenemos que
entrar en una nueva fase en su aplicación. Hace tiempo, en
un informe para el Consejo del Audiovisual de Cataluña
sobre el tratamiento informativo del caso Alcàsser y los
problemas que comportaba, propuse apasionadamente
esta forma y hacía servir como argumento un texto
publicado entonces por Jorge M. Reverte en El Periódico,
Tema monográfico: Los medios de comunicación ante la inmigración La responsabilidad de informar, la responsabilidad de convivir
donde decía: El caso Alcàsser ha sido el más escandaloso
de los ejemplos. Los intereses privados se ponen por
encima del principio que ampara la presunción de
inocencia. Hay que optar entonces por la limitación de las
libertades o el autocontrol de los medios. Una sociedad
madura pide lo segundo. Y añadía más adelante: Desde
fuera de Cataluña algunos miramos con envidia la decisión
de los periodistas de Barcelona de elaborar un Código
Deontológico. (2)
De hecho, esta vía de la autorregulación ya se ha hecho
servir en Cataluña en referencia al tratamiento informativo
de la inmigración. En 1995 se firmó por parte de 25 medios
de comunicación catalanes, el Departamento de Bienestar
Social y el Colegio de Periodistas un convenio genérico
sobre la protección de la cultura y de la imagen de la
inmigración en los medios de comunicación social. El
Colegio de Periodistas, la Corporación Catalana de Radio y
Televisión, el Consejo del Audiovisual de Cataluña, la
Federación Catalana de Municipios, la Asociación Catalana
de Municipios y los medios firmantes participan de un
programa dentro del Plan interdepartamental de
Inmigración 2001-2004 (3) que busca la continuidad de
aquellos convenios con tres objetivos específicos:
- Promover la rotura de los estereotipos hacia los
inmigrantes.
- Acercar a las minorías diferenciadas culturalmente los
medios de comunicación.
- Incentivar la divulgación de los aspectos positivos y
favorables de la inmigración.
Renovar los compromisos
La vía, indudablemente, es esta. Los medios de
comunicación, siguiendo esta vía, tienen que hacer
públicos sus códigos deontológicos respecto al tratamiento
de la inmigración y deben asumir públicamente unos
compromisos sobre su línea informativa y su línea editorial
que no contradigan sus diversas responsabilidades
sociales: que fortalezcan la convivencia y el respeto
mutuos sin renunciar a ofrecer a los receptores todos los
aspectos relevantes de la información. A veces, estos
compromisos serán terminológicos: no hacer servir
9
 expresiones despectivas o ambiguas, pero también evitar
expresiones aparentemente neutras que tienen un fuerte
substrato ideológico. Por ejemplo, la expresión inmigrantes
de segunda generación pertenece a esta categoría, en la
medida que supone que la condición de inmigrante no tan
sólo no se pierde nunca, sino que incluso se transmite a los
propios hijos. Otras veces, el compromiso será de actitu-
des: valorar por encima de la estricta dinámica informativa,
la presentación de aspectos positivos y favorables de la
inmigración, restringir al máximo el tratamiento de las infor-
maciones negativas, evitar la sobrevaloración. En estos
casos, será difícil establecer medidas extremadamente
concretas y permanentes.
Un capítulo aparte merecen las líneas editoriales y los
espacios de opinión de los medios de comunicación. Las
opiniones, obviamente, son libres. Sería un error, a mi
modo de ver, que las líneas de opinión de los medios
despreciaran y ocultaran las legítimas inquietudes que una
parte de la población puede tener hacia la inmigración y la
diversidad. El riesgo entonces seria generar un discurso
impecable, políticamente correcto, en el espacio público,
mientras que por debajo se podría consolidar un discurso
xenófobo casi clandestino, sin presencia en los medios,
pero con una inmensa resonancia social. El compromiso de
los medios, con respecto a la opinión, no puede ser el de
ocultar y menospreciar las inquietudes de la población,
pero sí que puede ser el de entrar en un diálogo positivo y
democrático que evite precisamente que estas inquietudes
legítimas degeneren en xenofobia y racismo. En un
proceso de autorregulación, me parecería deseable que los
medios adquirieran un compromiso público de no alimentar
en sus líneas de opinión las actitudes de rechazo a la
inmigración y a la diferencia, sin ocultar los problemas, pero
también sin presentar como solución un cierre que además
de indeseable es imposible. Y un compromiso al mismo
tiempo de no hacer servir este recelo por motivos políticos
o comerciales, como un recurso populista para atraer y
consolidar sectores que pueden tener inquietudes y recelos
respecto a la nueva situación en que nos encontramos.
En cualquier caso, esta línea de la autorregulación
iniciada con los convenios del año 1995 tiene que
profundizarse, cuando menos en tres líneas esenciales:
- Redactar nuevos convenios que concreten más los
compromisos de los medios en el tratamiento de la
10
información, incorporando los requerimientos formulados
por el Parlamento de Cataluña y desembocando en un libro
de estilo más preciso.
- Llegar a un pacto entre los medios sobre los límites de las
líneas editoriales y de opinión en torno a la inmigración y
sobre el tratamiento, junto a los fenómenos generados por
la inmigración, de los fenómenos de rechazo o de recelo
que se puedan producir.
- Establecer un mecanismo público de seguimiento y de
control del cumplimiento de estos compromisos, por parte
de un organismo neutral que haga informes públicos que
todos los medios se comprometen a escuchar y divulgar.
Evidentemente, uno de los problemas de la
autorregulación es su cumplimiento. La regulación hecha
por los poderes públicos a través de la ley tiene
mecanismos para hacerse cumplir. Con respecto a la
autorregulación, el único instrumento imaginable es el de
un consejo independiente –en el marco del Consejo del
Audiovisual de Cataluña o del Colegio de Periodistas– que
enseñe metafóricamente la tarjeta amarilla a quien no
respete los compromisos adquiridos. Teniendo presente
que siempre pueden existir medios que limiten sus
compromisos o que simplemente no los adquieran. Tienen
todo el derecho a hacerlo, pero el público tiene también
todo el derecho a saberlo.
Una coda para apuntar sólo una cuestión nueva, que
todavía no tiene una gran presencia, pero a la que será
necesario atender muy probablemente en el futuro: los
medios de comunicación que tengan como destinatarios a
los propios sectores procedentes de la inmigración o de
grupos culturales diferenciados. Muy a menudo, medios
financiados desde los países de origen y que pueden tener
precisamente por objetivo acorazar a las propias
comunidades para dificultar la integración o la relación
permeable. Será importante que estos medios de
comunicación participen también de los valores de respeto,
convivencia y no-rechazo que pediremos al conjunto de los
medios que operen en nuestro territorio. Por el momento,
es tan sólo una pincelada para estar atentos a un fenómeno
que puede llegar a existir. Más adelante, puede pedir
también una actuación específica.
Todavía una segunda coda: la vía de la autorregulación,
para ser efectiva, pide que se haga en paralelo a lo que
podríamos denominar una pedagogía sobre los medios. En
Quaderns del CAC: Número 12
otras palabras, es necesario enseñar a leer los medios,
para evitar que se proyecten encima de ellos tópicos que a
veces son los mismos medios los primeros en alimentar.
Por ejemplo, es imprescindible que los receptores de los
medios abandonen la idea de acta notarial, de retrato fiel y
pormenorizado de la realidad. Es necesario también que se
combatan los tópicos sobre el carácter objetivo del trabajo
periodístico, como sí aquello que es o deja de ser noticia
fuese una característica del objeto y no una valoración del
sujeto. Si no explicamos bien aquello que son y que pueden
ser e incluso que tienen que ser los medios de
comunicación para hacer bien su trabajo, no nos tiene que
extrañar que se nos pidan cosas que no están a nuestro
alcance o que entran en contradicción con nuestra
responsabilidad central, que es la de informar e interpretar.
Sabemos, en conclusión, que los medios
comunicación son hoy la gran fábrica de estereotipos, de
imágenes, de actitudes y de valores que tiene nuestra
sociedad. Sabemos también que estos valores no se
construyen en el laboratorio de los medios y se inyectan a
la sociedad, sino que se construyen precisamente en unas
relaciones dialécticas y dinámicas. Finalmente, en un
ámbito democrático, sabemos que el capital más preciado
de los medios de comunicación es su credibilidad, es decir,
la confianza de sus receptores. Una confianza que exige
ofrecerles todo dato informativo que el ciudadano pueda
considerar relevante, sin censuras ni autocensuras. La
única forma de relacionar todos estos requerimientos
sociales diversos que, alrededor del hecho inmigratorio
–como otros hechos– se proyectan sobre los medios, es
que estos medios elaboren y publiciten sus compromisos,
sus códigos éticos, y que los cumplan, con la ayuda de
organismos independientes que velen por el cumplimiento.
Unos compromisos éticos que, al margen de legítimas
divergencias políticas, son de hecho compromisos con la
verdad, la libertad y la convivencia. Es decir, con la
dignidad de las personas. De todas las personas.
Tema monográfico: Los medios de comunicación ante la inmigración. La responsabilidad de informar, la responsabilidad de convivir
Notas
1 El Acuerdo sobre la política de inmigración en
Cataluña fue el fruto de los trabajos de una
Comisión de Estudio sobre la Política de
Inmigración en Cataluña formada, excepcional-
mente y por primera vez, en la dinámica parlamen-
taria catalana, por representantes de todos los gru-
pos presentes en la Cámara y por una serie de
expertos designados por el propio Parlamento:
Anna Cabré, Salvador Cardús, Andreu Claret,
Manuel Delgado, Salvador Giner, Joaquim Giol,
Carles Navales, Àngels Pasqual, Jordi Porta, José
Luis Salido, Josep Maria Terricabras y Josep
Ignasi Urenda. El documento redactado por una
ponencia surgida de esta comisión fue aprobado
por la unanimidad del Parlamento de Cataluña el
día 27 de junio de 2001.
2 La celebración de los juicios y su tratamiento por
de
televisión. Dictamen emitido por el Consejo del
Audiovisual de Cataluña. Informe sobre el trata-
miento televisivo del juicio del crimen de Alcàsser.
Barcelona, 6 de octubre de 1997.
3 Plan Interdepartamental de Inmigración. 2001-
2004. Programa núm. 15.9 Departamento de
Bienestar Social. Protección de la cultura y de la
imagen de la inmigración en los medios de comu-
nicación social. Volumen primero. Páginas 293 y
294.
11
 Comentarios sobre el Manual de estilo periodístico
relativo a minorías étnicas y nuevas propuestas
Xavier Giró
. El Manual de estilo elaborado `por el Colegio de
Periodistas de Cataluña en relación a las minorías
étnicas es el objecto de análisis de este artículo. A
través del comentario de cada recomendación, el
artículo proporciona una panorámica sobre cuales
son y cuales tendrían que ser las rutinas de
producción y los criterios utilitzados por los medios
de comunicación a la hora de informar sobre la
inmigración. El autor ilustra y contextualiza sus
comentarios sobr el Manual con ejemplos de casos
reales que han surgido en los medios de
comunicación respecto a la inmigración.
Dejen que recuerde el objetivo de estas jornadas: discutir la
imagen que los medios de comunicación ofrecen de la
inmigración y, a partir de aquí, ser un preámbulo para la
formulación de un conjunto de recomendaciones dirigidas a
la opinión pública y a los profesionales de la información.
Hace ya unos años que el tratamiento de las minorías
étnicas, y en particular de la inmigración, es una
preocupación generalizada, al menos entre un nutrido grupo
de académicos que lo han analizado desde distintos puntos
de vista. Una preocupación no menos generalizada entre
los periodistas. Tanto es así que desde hace tiempo la
Comisión de Periodismo Solidario del Colegio de
Periodistas elaboró un Manual de estilo que, desarrollando
parcialmente el punto 12 del Código del Colegio de
Periodistas de Cataluña —relativo a la discriminación por
Xavier Giró
Professor de Ciències de la Comunicació de la
Universitat Autònoma de Barcelona
Tema monográfico: Comentarios sobre el Manual de estilo periodístico relativo a minorías étnicas y nuevas propuestas
razones de sexo, raza o creencias—, ofrece una serie de
recomendaciones antidiscriminatorias y antirracistas, en
particular.
Creo que para aquel que lo conozca, el Manual de estilo
es y ha sido en los últimos años un instrumento de gran
valor. No sólo por sus recomendaciones, sino también por
el razonamiento que las articula. Se ha difundido tanto como
ha sido posible, pero todavía le queda campo por correr.
Ahora también está en el web, aunque, como es sabido, no
sirve de mucho si los navegantes no se aventuran por esas
aguas.
En su corta vida, ha recibido críticas y elogios y creo que
estas jornadas no son únicamente una excelente
oportunidad para repensar algunos aspectos del Manual,
sino que sería absurdo obviar su existencia y empezar
aparentemente de cero a hablar del tratamiento informativo
de la inmigración.
No les extrañará, por tanto, que aunque parezca que
empiezo la casa por el tejado (es decir, por el objetivo final
de las jornadas), empiece por el citado Manual y, de este
modo, empiece por lo que ya tenemos.
Mi propósito, a continuación, es comentar y discutir
algunas de las recomendaciones de este Manual de estilo.
Hablaré más de unas que de otras y mi intención es dar
todos los ejemplos que pueda. También trataré de
ampliarlas en lo posible, discutir su encaje en el trabajo
cotidiano de los periodistas, prestando especial atención a
los medios audiovisuales, en atención al CAC, la entidad
organizadora; reformularlas si fuera necesario, añadir otras
recomendaciones dirigidas a la opinión pública, a las
empresas periodísticas y, eventualmente, al legislador.
El Manual de estilo consta de seis recomendaciones
básicas:
1 No hay que incluir el grupo étnico, el color de la piel, el
país de origen, la religión o la cultura si no es estrictamente
13
 necesario para la comprensión global de la noticia.
La reflexión es el mejor antídoto para no reproducir estos
esquemas.
2 Es necesario evitar las generalidades, los maniqueísmos
y la simplificación de las informaciones. Los residentes
extranjeros no comunitarios son tan poco homogéneos
como los autóctonos.
La mejor forma de evitar esta situación es consultando a los
interesados para saber cómo desean ser nombrados, como
individuos o como colectivo.
3 No deben potenciarse las informaciones negativas ni las
sensacionalistas. Hay que evitar crear inútilmente conflictos
y dramatizarlos. Hay que potenciar la búsqueda de noticias
positivas.
4 Ecuanimidad en las fuentes de información. Es necesario
contrastar las versiones institucionales. Hay que potenciar
las propias de las minorías étnicas y tener especial cuidado
en las informaciones referidas a los países de origen. La
publicación de las rectificaciones como elementos que
inciden en la calidad del medio informativo.
5 Responsabilidad de los profesionales. La importancia de
la ubicación física de la información. «El efecto dominó».
Utilización del material gráfico.
6 Militancia periodística: hacia una multi-interculturidad
enriquecedora para todos. La potenciación de las
informaciones en positivo.
Empecemos por la primera recomendación
No hay que incluir el grupo étnico, el color de la piel, el país
de origen, la religión o la cultura si no es estrictamente
necesario para la comprensión global de la noticia.
La reflexión es el mejor antídoto para no reproducir estos
esquemas.
Los autores del Manual de estilo ya pusieron de relieve que
en muchas ocasiones estos datos no eran relevantes para
comprender la noticia, pero que se introducían en un afán
de dar todos los elementos disponibles. También señalaron,
entre otras cosas, que su inclusión está relacionada con la
formación de arquetipos positivos y negativos y, por
consiguiente, tiene un efecto sobre la imagen que las
personas que no pertenecen a minorías étnicas se forman
sobre los otros, es decir, sobre los grupos a los que no
14
pertenecen. Implícitamente —supongo que todos somos
conscientes de ello— hacen referencia al racismo y a la
discriminación.
La recomendación de este punto —también la de otros—
en ocasiones ha sido calificada de «políticamente correcta»,
pero secundaria. Pero creo que existen razones para
discrepar de la objeción.
Racismo moderno
Su relevancia todavía se hace más patente si pensamos un
momento qué es el racismo moderno. Coincido con los que
lo definen como un sistema complejo de desigualdad social,
legitimado por un determinado conjunto de creencias. No la
creencia en la superioridad de unas supuestas «razas» —
un concepto acientífico—, sino del nuevo racismo que
podemos entender como una forma de conocimiento
compartido. Podemos decir que el racismo está presente en
alguna forma de conocimiento cuando:
[Construcción]. Se produce la construcción de una raza,
es decir, cuando (a) algunas características corporales se
utilizan como indicador de un grupo humano y se asocian
con formas de comportamiento o —y eso también lleva a la
construcción de una raza— (b) cuando ciertas cualidades
sociales de algunas personas se consideran distintivas de
un grupo humano y les son atribuidas como si fuesen
naturales. Lo que es determinante es la naturalización de
las características o cualidades.
[Valoración]. La raza construida de este modo, en
comparación con la propia, se valora negativamente.
[Reforzamiento]. Las valoraciones efectuadas están de
acuerdo con el discurso dominante, lo refuerzan, lo
solidifican y, eventualmente, le confieren plenos poderes
(Jäger, M. 1999).
La descalificación del término raza entre las personas
cultas puede comportar que se sustituya el término «raza»
por «etnia». En ese caso podríamos hablar de etnicismo,
pero se trata de la misma lógica (Van Dijk 2001).
Discursos entrecruzados
El conjunto de creencias que dan legitimidad al racismo está
presente en el discurso y se transmite a través de él.
Podemos tener varias apreciaciones sobre el grado de
arraigo del racismo como forma de conocimiento en
Quaderns del CAC: Número 12
Cataluña, en los Países Catalanes o en España, e incluso
podemos discrepar sobre si el discurso es racista o no lo es,
pero convendremos que existe una o varias corrientes de
ideología racista que justifican y legitiman prácticas sociales
discriminatorias.
El discurso, entendido como flujo de conocimiento a través
del tiempo (Jäger, S. 1999), está compuesto por varios
niveles (cotidiano, educativo, de los media, académico, etc.)
y de varias corrientes y líneas de desarrollo —que también
podemos llamar discursos—, por ejemplo, el discurso
racista, el discurso sobre la inmigración, el discurso sobre el
mundo laboral, el discurso sobre la delincuencia, etc. Estas
líneas se entrecruzan y a veces se refuerzan. Por ejemplo,
como han demostrado algunas investigaciones,
particularmente en Alemania, cuando el discurso sobre la
inmigración se cruza con el discurso sobre la delincuencia,
es decir, cuando se habla de delitos cometidos por
inmigrantes, se refuerza el discurso racista, porque
construye «la delincuencia de los extranjeros» y sugiere que
los extranjeros tienen más afinidad con la delincuencia.
Justamente, en el caso de los delitos cometidos por
inmigrantes, es especialmente adecuada la recomendación
que nos ocupa y plantea un dilema al periodista: ¿cómo no
contribuir al reforzamiento del discurso racista o, si se
prefiere, de las corrientes racistas del discurso —al decir,
por ejemplo, que un atracador es marroquí— sin faltar a la
verdad o no dar toda la información disponible?
De hecho, el problema es cómo evitar la contribución al
discurso racista, sin abandonar los modelos explicativos de
los hechos, en particular la explicación de la motivación del
delito y de las razones que han llevado a su comisión.
Todos los elementos de la información que se facilita
forman un conjunto que normalmente se complementa o,
mejor dicho, al cual el lector busca una coherencia para
poder formarse una representación mental de los hechos.
De este modo, ya en la descripción del autor se pueden
insinuar o hallar indicios de las razones que le han llevado
a cometer el delito. En tal caso, si en la descripción se
incluyen elementos constructores de «raza» o «etnia» en el
sentido antes aludido, se insinúa que, al menos en parte, se
encuentran en la raíz de la comisión del delito. Digo «en
parte» porque a veces en las informaciones puede haber
explicaciones de las motivaciones del delito. En este caso,
la atribución de responsabilidad al rasgo étnico es
compartida, parcial. Pero, cuando no hay otro, es casi total.
Tema monográfico: Comentarios sobre el Manual de estilo periodístico relativo a minorías étnicas y nuevas propuestas
En concreto porque se cruza con el discurso racista
preexistente.
No pasaría lo mismo si la descripción se atuviera a detalles
no valorados de forma particular, como por ejemplo llevar
una camisa negra o blanca o ser un hombre y llevar el pelo
largo o corto, como fue en su momento, y en parte lo es
todavía bajo nuevos parámetros.
Las investigaciones, por ejemplo, realizadas en Alemania
sobre el tema también muestran que la inclusión de rasgos
étnicos casi nunca ayuda a la comprensión de los hechos,
sino que aun los distorsiona.
Políticamente correcto
Ciertamente, no se debe ser «políticamente correcto»
porque sí, ni seguir estas pautas de forma estricta y ciega.
Pero, sobre todo, no porque no sean útiles, sino porque lo
importante es su lógica y ésta todavía ultrapasa la no-
mención del «grupo étnico, el color de la piel, el país de
origen, la religión o la cultura». De hecho, la adscripción
étnica puede indicarse dando solamente el nombre del
inculpado o inculpada (por ejemplo, «Driss X») o haciendo
alguna referencia a su atuendo, o a si habla bien el catalán
o el castellano etc. El resultado es el mismo.
Se trata de ver también cómo las informaciones sobre
delitos cometidos por inmigrantes pueden reducir o
neutralizar el racismo preexistente. No se trata de ser
políticamente correcto en abstracto, ni de disculpar o
esconder delitos por el mero hecho de que han sido
cometidos por inmigrantes. No se trata de xenofilia, ni de
representar a los inmigrantes como si no tuvieran ningún
defecto. Ni tampoco de silenciar sucesos (entre otras cosas
porque siempre acaban conociéndose e intentar silenciarlos
dejaría el camino libre para los discursos criminalizadores),
sino de desactivar el racismo del discurso sobre la
inmigración.
En lugares con más experiencias en esta materia, y
perdonen que vuelva a Alemania, la impregnación racista
del discurso sobre la inmigración y la delincuencia ha
llegado a tal punto que términos que aparentemente no
indican etnicidad han acabado por adquirirla tantas veces
que han sido explícitamente asociados a una etnia. Por
ejemplo, si alguien habla de ladrones de coches, se asocia
con polacos; de drogendealer, con albaneses. Aunque no
exista un estudio particular en nuestro caso, no sé si sería
15
 muy aventurado decir que cuando alguien oye o lee
«narcotraficante» piensa casi automáticamente en
colombianos.
Reflexión, tiempo y recursos
Volviendo al texto del Manual, los redactores dicen en este
punto que «la reflexión es el mejor antídoto para no
reproducir estos esquemas», en relación con la tendencia a
destacar aspectos étnicos, en el sentido global compartido
por todos los aspectos mencionados, a pesar de que no sea
estrictamente necesario.
Creo que tienen razón. El problema es que los periodistas,
particularmente en radio y televisión, no suelen tener tiempo
para reflexionar; ni tiempo para contrastar, escoger o pulir
las informaciones policiales sobre delincuencia; ni la
formación adecuada, especializada para encontrar y dar,
por ejemplo, alternativas satisfactorias a los porqué
etnicistas de delitos u otros hechos noticiables que a
menudo aparecen vinculados a la religión, costumbres o
hábitos de una etnia cuando sólo son particulares de
algunas personas.
En algunos casos, salvo los citados sobre delincuencia, se
hacen patentes las dificultades para aplicar esta
recomendación. Por ejemplo, (y la formulación que voy a
expresar va cargada o descargada de significados), los
casos de talleres clandestinos de sobreexplotación en torno
a los cuales se ven personas con rasgos asiáticos (más si
cabe habiendo imágenes); o de informaciones sobre
discriminación femenina relacionada a menudo —
acertadamente o no— con diferencias culturales o datos
estadísticos ofrecidos por instituciones de seguridad
ciudadana.
¿Acaso no debemos hablar de ello? ¿Tenemos que
ignorar estas informaciones porque pueden tener efectos
racistas o xenófobos? Creo que no. Pero tanto o más
importante que el no es cómo lo hacemos. Y para eso hace
falta tiempo y preparación.
No es difícil constatar que la falta de tiempo y de
preparación no está impuesta por la rutina productiva, sino
por la falta de recursos. Lo mismo vale para las
posibilidades de especialización. Valga por ahora esta
reflexión, porque prefiero volver sobre ella más adelante,
después de considerar otros puntos del Manual.
16
Veamos la segunda recomendación
Es necesario evitar las generalidades, los maniqueísmos y
la simplificación de las informaciones. Los residentes
extranjeros no comunitarios son tan poco homogéneos
como los autóctonos.
Los manuales de periodismo televisivo norteamericano, de
los que emulamos muchas prácticas, contienen una
máxima: simplify and clarify. Es difícil imaginar cómo se
puede combatir algo que casi es una premisa del trabajo
periodística en televisión —y también en la radio— sin
cuestionar el propio modelo de periodismo que se ejerce.
Muy a menudo se acepta, no sólo implícitamente, que en
estos dos medios no hay tiempo ni para la reflexión ni para
muchos detalles. En una cadena de televisión, se ha
admitido incluso que las informaciones sobre la ablación
emitidas estaban descontextualizadas. En otra, las quejas
por la ausencia de contexto fueron «excusadas» por falta de
tiempo.
Merece la pena observar, antes de proseguir con la crítica,
que la problemática de los informativos diarios es diferente
a la de algunos semanales. Por lo general, los semanales
disponen de más tiempo de preparación y emisión y, a
veces, incluso de más dotación. Aun así, siguen siendo
programas esporádicos sobre inmigración y de menor
impacto social que los informativos diarios.
En los informativos diarios de televisión o radio, la corta
duración de los vídeos (entre 45 y 75 segundos) o los
escasos minutos de las piezas radiofónicas, no hay espacio
para lo que no es simple y claro.
Desánimo, cinismo, conformismo
En cualquier caso, la aceptación, explícita o implícita, de un
periodismo diario mal hecho quizá no sea un acto de
cinismo, pero sí un síntoma de desánimo, cuando no de
conformismo claudicando o de una cierta irresponsabilidad.
Esta postura me recuerda un estudio —no voy a decir de
quién— que leí hace poco sobre la cobertura de los hechos
del 12 de octubre de 1999. El autor decía:
«Respondiendo a la pregunta que se nos planteó
inicialmente de si existían indicios de negligencia por parte
de los periodistas y los diarios y si, en resumidas cuentas,
se habían vulnerado determinados puntos del Código
Quaderns del CAC: Número 12
deontológico, debemos concluir que el tratamiento
concedido por la prensa a los hechos acaecidos en el barrio
de Sants no es precisamente un caso atípico. En efecto, se
podría afirmar que se han vulnerado varios puntos del
Código deontológico, pero esta conclusión por si sola no
tiene consistencia, debe compararse con el tratamiento de
otras noticias parecidas. De este modo nos damos cuenta
que cada día y en cada diario y en noticias diferentes se
pueden observar, en uno u otro lugar, indicios que vulneran
el Código deontológico. En este sentido recuerda las
inspecciones de Hacienda: siempre encuentran algo que se
podría hacer mejor; o los requisitos para abrir un local
comercial: que siempre queda algo por hacer.»
Una conclusión edificante, sin duda.
Buenas intenciones y estereotipos
Por suerte, parece que estamos bastante lejos de
simplificaciones tópicas y negativas como «los moros son
sucios» o «los chinos son mafiosos». Unos estudios
realizados por encargo precisamente del CAC sobre la
imagen de las minorías en la televisión (E3/1999) han
constatado que:
«Existe una preocupación real en todas las cadenas para
eliminar con exquisitez cualquier rastro de lenguaje que
pudiera parecer xenófobo; muchas producciones y muchos
programas expresan esta preocupación y tiene una alta
calidad, algo aún más patente en las producciones propias
de las televisiones analizadas; se ha constatado que se
realiza un esfuerzo serio para presentar una visión positiva
de los valores culturales y humanos de estas minorías.»
Sin embargo, los mismos estudios también constataban
que:
«El discurso televisivo referente a las minorías étnicas
tiende a reproducir un conjunto de estereotipos basados en
el etnocentrismo y en un cierto paternalismo.»
«Las realidades presentadas, en general, hacen referencia
a situaciones dramáticas, pero no explican datos
económicos o culturales si no es para acentuar su
dramatismo o exotismo. Asimismo, las etnias aparecen en
las televisiones como etnias diferenciadas, para hablar de
problemas que se podrían considerar étnicos.»
También es cierto que la presencia de las minorías no se
ha normalizado informativamente y que no se habla de ellas
Tema monográfico: Comentarios sobre el Manual de estilo periodístico relativo a minorías étnicas y nuevas propuestas
cuando se habla de «literatura, urbanismo o medio ambien-
te, a pesar de que, en nuestro país, también hay licenciados
universitarios gitanos [los estudios incluían también el caso
de esta minoría], magrebíes o negroafricanos». Pero, sin
disculpar que no se hable de los casos normalizados, la
situación de las minorías, particularmente de los inmigran-
tes, tampoco está social y políticamente normalizada.
Los estudios encargados por el CAC coinciden con la
estimación de los autores del Manual, en tanto que persiste
una cierta tendencia a etnificar la realidad social. Ahora
bien, eso no refleja solamente un aspecto negativo. Es
cierto que los distintos colectivos de inmigrantes son tan
variados como la sociedad de acogida y, por tanto, algunas
generalizaciones en algunos contextos son simplificadoras
en exceso y, por consiguiente, deforman y desinforman. De
hecho, esta sociedad de acogida ya tiene incorporados
varios sectores de inmigración que de facto la hacen más
diversa.
Pero no por ello tenemos que evitar por sistema las
denominaciones colectivas. ¿Por qué? Pues porque en
según qué contextos, todos los individuos de un grupo
minoritario son susceptibles de sufrir discriminación por el
mero hecho de pertenecer a él. Entonces será pertinente
utilizar el término colectivo. Es el caso de los marroquíes en
Ca n’Anglada o de las comunidades a las que se les pone
impedimentos para construir una mezquita.
Es cierto que, con frecuencia, las informaciones en las que
aparecen inmigrantes son relativas a conflictos. Pero no
podemos ignorar los conflictos. Son los motores del cambio.
Otra cosa es cómo hablemos de ellos, pero de eso ya nos
ocuparemos más adelante. En cuanto a este apartado, lo
importante es identificar con precisión los actores y a veces
uno de los actores es uno de los colectivos tratados.
Es más, a veces es evidente quién es el agresor y quién el
agredido. Si la persona o personas en cuestión han sido
agredidas porque pertenecen a un grupo diferente a la
mayoría, la generalización es pertinente. En estos casos, el
peligro de la generalización sólo existe cuando la agresión
no ha tenido nada que ver con esta razón [lo cual, es cierto,
no siempre es fácil de dilucidar].
Dado que hemos entrado en la identificación de los
actores, aunque aparentemente se aleje del tema hay que
mencionar cómo fue descrita la parte agresora en la
atención prestada por la prensa a los ataques racistas en
17
 Ca n’Anglada (verano de 1999). Algunos diarios,
televisiones y radios identificaron como agresores al «barrio
de Ca n’Anglada» o a «los vecinos de Ca n’Anglada».
En primer lugar, vecinos del barrio lo eran tanto los
agresores como los agredidos. En segundo lugar, no todos
los vecinos (salvo los de origen extranjero) fueron
agresores. La generalización que supone identificar a todo
el barrio o a todos los vecinos de origen no marroquí como
agresores, aparte de ser falsa, no contribuye precisamente
a resolver ni reducir el conflicto. Más adelante retomaremos
este aspecto.
Todavía hay otro aspecto en relación con las generaliza-
ciones que me gustaría mencionar, a pesar de que abre un
escenario propio que sobrepasa esta ponencia. No sólo los
inmigrantes son diversos, sino que dentro un mismo grupo
existe una «pequeña» diferencia que a menudo queda
oculta por el uso del masculino plural como plural genérico.
La problemática social de las mujeres inmigrantes debe ser,
y creo que empieza a serlo, motivo de atención para los
medios de comunicación.
Lo que he dicho hasta ahora en este apartado no
contradice la recomendación del Manual de preguntar a las
personas implicadas cómo desean ser nombradas, tanto
individualmente como colectivamente, pero sí que introduce
un matiz. A saber, de forma particular en los casos de
conflictos, la responsabilidad de describir con precisión los
actores —agresores y agredidos— corresponde al trabajo
periodístico. Los actores, unos y otros, tendrán interés a
describirse a sí mismos de la forma que más los beneficie y
por eso mismo la decisión periodística debe ser
independiente (que no necesariamente imparcial).
Una cuestión crucial, que explica algunos de los síntomas
anteriores de desánimo, aparece cuando el animado repor-
tero pide una semana o quince días, necesarios para elabo-
rar un reportaje minucioso, con el objetivo de huir de la sim-
plicidad y la generalización, y la respuesta es persisten-
temente negativa. De nuevo, la cuestión de los recursos.
Pasemos a la tercera recomendación
No deben potenciarse las informaciones negativas ni las
sensacionalistas. Hay que evitar crear inútilmente conflictos
y dramatizarlos. Hay que potenciar la búsqueda de noticias
positivas.
18
La primera y la tercera frase son suficientemente explícitas:
no deben potenciarse las informaciones negativas ni las
sensacionalistas y sí, en cambio, la búsqueda de noticias
positivas. La cuestión que se plantea es por qué los medios
de comunicación, en general, potencian unas y no otras, y
no sólo en el discurso sobre la inmigración o las minorías en
general, sino con todo tipo de temas.
De hecho, constatar que es habitual corresponde a ese
comentario que sigue a múltiples reproches que reciben los
media en relación con la atención prestada por la prensa a
campos muy diferentes. Quizá sería bueno empezar a
pensar como remodelar, reconducir, o quizá invertir en
algunos campos este tipo de lógica negativista tan
implícitamente aceptada. Pero antes, sigamos con el
comentario de la tercera recomendación.
La respuesta a la pregunta de por qué los medios
potencian a menudo las informaciones negativas y
sensacionalistas y no las positivas no es simple ni única. La
predilección por este tipo de informaciones responde de
forma combinada a varios elementos, que cambian en
función de la temática. Por ejemplo, en el caso de la política
se produce una coincidencia en líneas generales con un
tratamiento negativo, exceptuando la fácil publicación o
emisión de noticias positivas sobre el poder político más
afín a la dirección del medio de comunicación. Algo tan
común, por otro lado, que ya no sorprende a nadie.
La lógica de los costes y los beneficios
Dado que la casuística es amplia y no es momento de
agotarla, me gustaría señalar, a modo de ejemplo, que el
tratamiento informativo de los accidentes de coches es una
muestra de la lógica común que redunda con insistencia en
muchos otros casos. Y que, cuando menos, funciona como
un filtro para decidir de qué temas se informa y de cuales
no. ¿Qué explicación tiene que, continuamente, las
televisiones ofrezcan informaciones sobre accidentes de
carretera? Son extremadamente económicos y reúnen los
elementos considerados esenciales en televisión (tienen
imágenes espectaculares, sorprendentes, con un gran
rendimiento emocional).
Informar sobre un accidente —superficialmente, claro— es
lo más sencillo y barato. No hace falta preparación
específica, a no ser que se trate de una auténtica catástrofe,
porque la superficialidad de lo que sucede llena el espacio
Quaderns del CAC: Número 12
y el tiempo necesarios para hacer un vídeo de un
informativo. ¿Qué ha pasado? El accidente, las imágenes.
¿Quién ha sido? Los muertos. ¿Dónde ha sido? No importa.
¿Cuándo? Si hace poco tiempo, mejor. ¿Cómo se ha
producido? Éste por aquí, el otro por allá. ¿Y el porqué?
Con suerte se puede especular y, si no, quién sabe.
La espectacularidad destaca por si sola y los hechos
negativos también. Además, y aquí vuelve a hacer acto de
presencia la economía, ambas características tienen
asegurados casi siempre índices de audiencia altos y eso
equivale a mayores ingresos.
Paradigma crítico
Desde un punto de vista crítico, los medios de comunicación
de masas se preocupan más por lo que no va bien que por
lo que sí va bien y es de esperar que así sea en relación con
los que ocupan puestos de poder. Responde a una
concepción progresista de los medios de comunicación —
control del poder, de sus promesas, de su eficiencia, del
servicio a los ciudadanos, etc.— que, sin embargo, si no va
más allá, pierde de vista la responsabilidad de los medios
como productores de discurso y, por tanto, co-constructores
de la representación mental de la realidad y, por
consiguiente, a través de esta función, como co-
determinadores de las acciones que la transforman, por
tanto, también en co-transformadores. De hecho, el
discurso es parte e instrumento al mismo tiempo de
transformación de la realidad.
El paradigma crítico ya hace tiempo que se ha ampliado
con esta nueva concepción tanto en el mundo académico
como en numerosos sectores profesionales, pero todavía
no está suficientemente extendido. Por otro lado, la lógica
económica de las empresas privadas o públicas se
contrapone a este paradigma. Seguramente, no tanto por
las ideas expresadas públicamente por sus jefes, y sí en el
momento de pasar a invertir los recursos necesarios para
trabajar con otra lógica.
Peligros de otra lógica
El esfuerzo por encontrar y difundir noticias positivas y no
potenciar las negativas acarrea, a mi modo de ver, como
contrapartida, el peligro de caer en un cierto paternalismo.
Veamos dos ejemplos.
Caso a) Se puede hacer una noticia del hallazgo y el retorno
Tema monográfico: Comentarios sobre el Manual de estilo periodístico relativo a minorías étnicas y nuevas propuestas
al propietario de una cartera con dos millones de pesetas. Y
se puede decir, o no, y en diferentes grados de énfasis, que
quien la encontró y la devolvió era una persona marroquí.
Caso b) Se podía informar, o no, de cómo funcionaban las
colas de regularización. De cómo unas cuantas personas
ocupaban los primeros lugares y los vendían por sumas
considerables de dinero.
En el primer caso, el de los dos millones, convendremos
que si se presenta como noticia —aunque sea con toda la
buena intención del mundo—que «un» marroquí ha
encontrado y ha devuelto la cartera, se puede hacer, en
primer lugar, una lectura paternalista y, en segundo lugar,
una lectura racista: es noticia porque es la excepción.
En el segundo caso, ¿cómo informar de la pequeña mafia
integrada también por inmigrantes que se aprovechan
inmoralmente de los demás montando ese negocio?
Informar de ello puede contribuir a acabar con el abuso y
también puede contribuir a fomentar una imagen negativa
de los que solicitan su regularización.
Creo que pueden darse ambas informaciones, pero si no
se tiene cuidado de cómo se hace, de qué se elige como
elemento noticiable, de qué se pone en primer plano y qué
en segundo, el resultado puede ser desastroso. Para
hacerlo de forma no discriminatoria, no racista, hace falta
preparación y tiempo. Ustedes sabrán decirme si estos dos
bienes son escasos o no lo son en la economía política de
los medios de comunicación.
No todo es un desastre, ni mucho menos. Hay muchísimos
ejemplos de informaciones hechas, para que nos
entendamos, en consonancia con lo que recomienda el
Manual. Por ejemplo, en los reportajes sobre educación e
inmigración. Hay muchos otros, por supuesto. Sin embargo,
quiero detenerme sólo un instante en un tipo diferente y
particular. En aquellas informaciones que explican que
Europa necesita tantos miles de inmigrantes o que las
pensiones o la seguridad social no aguantarán si no se
incorporan «x» miles o millones de inmigrantes a Europa.
Creo que es positivo el esfuerzo subyacente en este tipo
de referencias periodísticas para ofrecer una imagen
positiva de la inmigración. No obstante, hay que velar,
suministrando el contexto adecuado, por que el producto
resultante no comporte una visión utilitarista de la
inmigración: ¡es buena mientras podamos sacarle
provecho!
19
 Conflictos, sí
También guiados por la voluntad de normalización, según
los autores del Manual no hay que crear inútilmente
conflictos y dramatizarlos. Estoy de acuerdo. Ahora bien,
esta recomendación converge —no es que coincida, sino
que converge— con los resultados de varios estudios sobre
el tratamiento de las minorías y también con la queja
expresada muchas veces por representantes de
inmigrantes u organizaciones solidarias, en el sentido que
casi se habla solamente de inmigrantes cuando se trata de
conflictos. Creo que bastantes periodistas también están de
acuerdo.
Convergen, pero son diferentes. Si no las distinguimos
podríamos estar tentados a esconder o minimizar conflictos
existentes. Nadie discute que no es necesario crear
conflictos y dramatizarlos. La otra cuestión, sí.
Existen muchos conflictos. Desde la Ley de Extranjería
hasta los sueldos que cobran los inmigrantes, pasando por
multitud de situaciones de discriminación. Ojalá no hubiera
motivos para el conflicto, pero mientras haya motivos, habrá
conflictos y se manifestarán como tal. Si no es así, peor, un
día explotará la caja de los truenos y nadie sabrá
explicárselo. Es más, si las personas preocupadas por un
periodismo no discriminatorio no se ocupan del tema,
dejaremos el camino libre para que lo hagan otros, con
todos los riesgos que ello conlleva.
Cómo los tratamos
Habiendo aceptado que tenemos que tratar los conflictos y
sus raíces, el problema estriba en cómo debemos tratarlos.
Las cuestiones cruciales son las siguientes:
- ¿Cómo hay que describir a los actores? ¿Qué actores son
los principales y cuáles son los secundarios? ¿Cuáles son
los activos? ¿Cuáles los pasivos?
- ¿Cómo hay que describir el problema? ¿Se ha analizado
correctamente?
- ¿Cómo se describen sus acciones? ¿Se omiten?
- ¿Qué fuentes utilizamos? ¿A quién citamos? ¿Cómo
tenemos que presentas las citas?
Sobre cada uno de estos puntos se podría hilvanar un
nuevo comentario, pero me limitaré a hacer unas
consideraciones generales y, luego, retomando el último
punto —las fuentes— haré una recomendación.
En primer lugar, la consideración general. Cuando los
20
actores de un conflicto hablan del propio conflicto, siguen lo
que Van Dijk llama «cuadrado ideológico», es decir:
- Hacen hincapié en sus propias cualidades positivas, sus
éxitos, sus acciones y las de sus aliados.
- Mitigan —y si pueden silencian— las cualidades positivas
de los contrincantes, de sus acciones y de las de sus
aliados.
- Mitigan —y si pueden silencian— sus propias cualidades
negativas, sus fracasos, sus derrotas, sus acciones
negativas y las de sus aliados.
- Hacen hincapié en las cualidades negativas de los
contrincantes, los fracasos, las derrotas, las acciones
negativas de éstos y las de sus aliados.
En vista de la forma en que la estrategia comunicativa de
los actores impregna su discurso sobre les distintos
aspectos del conflicto, deben dispararse todas las alarmas
periodísticas para evitar que el discurso periodístico, que
necesariamente debe tratar con los actores, se convierta en
un instrumento de reproducción y reforzamiento de la
discriminación y el racismo.
Las alarmas afectan múltiples niveles, por ejemplo, las
selecciones léxicas [es el caso de la conocida
inconveniencia de utilizar el término «ilegal»], la
argumentación, la estilística, etc. Por eso los autores del
Manual cierran la recomendación con las palabras
siguientes:
«Es necesario desterrar términos que nos hemos
acostumbrado a ver en los medios de comunicación.
Relacionar directamente «invasión», «brote», «alud» o
«grandes oleadas», con individuos inmigrantes, perjudica
sensiblemente la imagen social de los residentes
extranjeros no comunitarios.»
Otro ámbito de alarma es el de las fuentes de información.
La cuarta recomendación
Ecuanimidad en las fuentes de información. Es necesario
contrastar las versiones institucionales. Hay que potenciar
las propias de las minorías étnicas y tener especial cuidado
en las informaciones referidas a los países de origen. La
publicación de las rectificaciones como elementos que
inciden en la calidad del medio informativo.
Quaderns del CAC: Número 12
 Por lo que se acaba de argumentar sobre la conducta de
los actores en los conflictos, especialmente si tenemos en
cuenta que algunos disponen de poder y otros no, resulta
inapelable la recomendación de ecuanimidad en las
fuentes.
El Manual afirma, en la argumentación de este punto, que
las fuentes más consultadas cuando se cubre una
información relativa a una minoría étnica o a un colectivo de
inmigrantes son, por este orden: ministerios, expertos en
inmigración, servicios sociales, ONG, fuerzas de seguridad,
ayuntamientos, etc.
Así las cosas, la primera pregunta es ¿las cosas siguen
igual? ¿Han empeorado? ¿Han mejorado? Los testimonios
que he recabado son de dos tipos. Por una parte, en
relación con la cobertura de los desalojos que empezaron
en plaza Catalunya, la jerarquía de fuentes continúa siendo
más o menos igual, con una clara secuencia del orden de
prioridades: primeramente, la Delegación del Gobierno,
después la Generalitat y, en tercer lugar, el Ayuntamiento.
Curiosamente, de las tres instituciones, la más próxima a
los inmigrantes es la tercera, y lo digo, por si hace falta
matizar, tanto en negativo como en positivo.
Por otra parte, las estimaciones sobre las dificultades de
acceso a portavoces, interlocutores o representantes de los
colectivos de inmigrantes oscilan entre los que no perciben
una especial dificultad, en general, pero sobre todo en
programas no diarios, y los que notan precisamente la
dificultad de acceso y de relación cuando se trata sobre todo
de programas diarios.
En principio, los periodistas no se ven especialmente
empujados a obtener fuentes adecuadas si éstas no son
valoradas en las redacciones de televisión. El trabajo
cotidiano empuja a hacer vídeos más que a darles calidad
informativa. Vídeos ágiles, impactantes y cortos.
Razones no unívocas
De todos modos, las explicaciones de estas dificultades
tampoco son unívocas. Van de las prevenciones razonables
de quien está acostumbrado a que sólo le llamen cuando
hay disputas, a las diferentes maneras de entender la
autoorganización y las necesidades particulares de la lógica
operativa de los medios. En parte, los medios han logrado,
con su dinámica, imponer ritmos y formas de ser en la vida
política ordinaria (ruedas de prensa, declaraciones
Tema monográfico: Comentarios sobre el Manual de estilo periodístico relativo a minorías étnicas y nuevas propuestas
pensadas para los cortes de voz de los vídeos,
inauguraciones para conseguir un minuto de propaganda
sin pagar, etc.). No debe extrañar que colectivos
relativamente nuevos en esta sociedad, acaso con
costumbres relacionales diferentes, se resistan a las pautas
habituales.
Debemos encontrar, por tanto, un marco de intercambio
permanente entre los colectivos de inmigrantes y los
periodistas para establecer unas relaciones fluidas a través
del aprendizaje mutuo. La presencia de especialistas en las
redacciones o la especialización de reporteros facilitaría la
relación y la comprensión de los problemas apuntados.
Iniciativas europeas
Ahora bien, las dificultades de destinar especialistas o de
invertir tiempo en mayor formación ha llevado, tanto en el
caso alemán como en las recomendaciones elaboradas por
la Unión Europea de Radiodifusión (Broadcasting), a sugerir
que se incorporen a las redacciones periodistas de las
minorías. No para que se ocupen de ellas en exclusiva, sino
porque, además, como se ha comprobado, su presencia
contribuiría a un trabajo de mayor calidad informativa del
conjunto de la redacción en esta materia.
Las iniciativas han sido variadas y desde hace tiempo. De
hecho, ya desde 1988, el Parlamento Europeo aprobó una
recomendación para que representantes de organizaciones
de inmigrantes y grupos minoritarios fuesen incluidos en los
consejos de administración de los medios de comunicación
públicos. En otro caso, por ejemplo, los participantes en un
simposio organizado por el Consejo de Europa y el
Ministerio de Bienestar holandés en 1988 sugirieron que en
la adjudicación de fondos de los gobiernos a los medios de
comunicación públicos fuese obligatorio subvencionar los
canales que tuvieran una política de contratación, de
formación inicial y continuada para periodistas y progra-
madores de origen inmigrante. La recomendación es vieja,
pero hasta ahora no lo era la urgencia de aplicarla aquí.
Contrastar
Parece increíble que haya que hacer un comentario sobre la
necesidad de contrastar la información, pero todavía
resuena en mi cabeza la voz de un presentador que dio
entrada a un vídeo y dijo: «Las costas andaluces recibieron
ayer el mayor alud jamás registrado de pateras cargadas de
21
 inmigrantes», sin mencionar de dónde venía la información,
quién valoraba los datos ni justificar por qué se utilizaba el
término «alud».
Tanto esta información como aquellas alarmistas que
precedieron a la reforma de la Ley de Extranjería
proliferaron en el conjunto de los medios, salvo alguna
honorable excepción, coladas de la forma más
espectacular. «Oleada», «avalancha», «invasión»,
«desbordamiento de los servicios», fueron términos
repetidos que contribuyeron a formar una imagen
amenazadora de los «otros» en contraposición a unos
amenazados «nosotros».
Sobre la información de los países de origen, sólo
apuntaré la gran ignorancia que todavía tenemos de ellos,
de sus culturas y, por tanto, de sus emigrantes, nuestros
inmigrantes. En particular, los tópicos y las generalizaciones
gratuitas sobre el islam o los países musulmanes son, en
principio, la base para levantar aún más la mirada de
superioridad de Occidente hacia Oriente o el Sur más
próximo. Pero también son el puente para proyectar las
sospechas del llamado «extremismo islámico» sobre miles
de inmigrantes y preparar así el terreno de la xenofobia.
Habría que preguntarnos cuál ha sido y es la tendencia en
los medios de comunicación desde los atentados en Nueva
York y Washington.
Para cerrar este punto sobre rectificaciones en las
cadenas de televisión, el día que se emita alguna será un
hito histórico. Los medios de comunicación son esclavos de
su credibilidad y, por ahora, rectificar, en lugar de
aumentarla, la erosiona, o al menos así se percibe en líneas
generales. Y en parte es cierto. Sólo cuando el coste en
credibilidad por no hacer la rectificación sea mayor que el
coste de haberla hecho cambiará la percepción de los
responsables de los media. Aquí entra el papel de la
sociedad civil, incluido el de las universidades.
La quinta recomendación
Responsabilidad de los profesionales. La importancia de la
ubicación física de la información. El «efecto dominó».
Utilización del material gráfico.
Como dicen los autores del Manual de estilo, el contexto
22
en que se ubican las informaciones determina, en parte, la
carga positiva o negativa que adoptará su lectura. De forma
similar, la posición en la escaleta —la secuenciación de los
vídeos o cintas en un informativo de televisión o radio—
puede influir en la recepción de la noticia. Por ejemplo, si las
noticias sobre inmigración siempre figuran al lado de los
sucesos, atracos y desgracias varias, sufren lo que se cono-
ce como «efecto dominó», al quedar contaminadas por la
carga negativa de su entorno. En el caso de la prensa
escrita se produce un fenómeno paralelo.
Los editores, jefes de área o de sección o de cierre suelen
ser los responsables de la ubicación de las informaciones y,
por tanto, esta recomendación va dirigida sobre todo a estas
personas.
La sección de sociedad
Me parece que las redacciones tienen una desventaja
estructural que se proyecta sobre la inmigración tanto como
sobre otros temas de los habitualmente llamados secciones
de sociedad. No hace mucho, una periodista me dijo que la
información sobre la inmigración compite en el espacio con
la información sobre las clases bajas de la sociedad, y
podríamos añadir que con los demás temas de este cajón
de sastre llamado «Sociedad».
Eso no es todo. A la ausencia de especialistas en
inmigración se añade que, en algunos casos, las personas
asignadas son las encargadas de sucesos, la crónica
judicial o policial o temáticas de este tipo. No es que, como
periodistas, no estén capacitados para esta tarea, sino que
no es una buena base de partida «judicializar» la
información sobre les inmigrantes. Tampoco es muy buena
idea que quien debe trabajar continuamente con fuentes
policiales y, por tanto, debe estar muy atento de que no le
despidan por lo que publica, también deba ocuparse de la
inmigración, que precisamente no tiene muy buenas
relaciones con la policía.
No se trata, claro está, solamente de las redacciones.
Algunos gobiernos prefieren que la cuestión de la inmig-
ración dependa de Interior y no de Bienestar Social o de
algún ministerio similar.
La reforma necesaria de las redacciones para prestar más
atención a los problemas y realidades de nuestra sociedad
también es el marco para reubicar la cobertura de la
inmigración.
Quaderns del CAC: Número 12
El reino de la imagen
Sobre la utilización del material gráfico, sólo quiero hacer
dos comentarios. Uno particular con proyección general y
otro general con proyección particular.
El primero es sobre las imágenes de pateras, guardias
civiles reconduciendo a los que han atrapado y los cuerpos,
tantas veces, de los que han muerto en las playas. Son
imágenes que tienen múltiples lecturas y no es mi intención
deletrearlas. Sólo quiero apuntar que su proliferación
ahonda en la imagen descompensada, dramática, trágica
de la inmigración. No es que no deban darse, sino que la
cantidad de veces que se dan supone un salto cualitativo en
la percepción negativa de la inmigración como problema.
Otra cosa es que son imágenes de coste tan bajo como las
de los accidentes y eso, en parte, explica su proliferación.
Particularmente cuando son de archivo.
El segundo comentario es casi un tópico en la discusión
sobre periodismo y televisión. «Si no hay imágenes, no es
noticia» y al revés, porque, como podemos comprobar casi
a diario, también es cierto que «si hay imágenes, es
noticia». Esto es una barbaridad que no se aplica solamente
a las pateras, sino que rige para cualquier consejo de redac-
ción. Es la teorización del asentamiento en la superficialidad
de los hechos y de las personas. Debemos revisar
rigurosamente los criterios de lo que es noticiable.
Sobre la consecución del material gráfico, me gustaría
hacer otra consideración. En muchas ocasiones, los
periodistas gráficos, tanto fotógrafos como cámaras de
televisión y el reportero que ha estado al lado de éstos, han
podido comprobar que su presencia ha alterado el
comportamiento de las personas presentes.
Éste fue el caso, durante la cobertura de Ca n’Anglada, de
ese chico que decía que saldría esa noche a matar moros,
emitidas tantas veces por TV3 y TVE. O también el del
episodio de los insultos y las bobadas que J. M. dijo a
Hafida, una mujer marroquí que estaba hablando con
periodistas (entre ellos un equipo de televisión). Según la
crónica de uno de los diarios, (El Periódico, 16-7-99)
después de acercarse pasó lo siguiente:
Juan Martínez le dijo a Hafida: «Hijos de puta, aquí
sobráis. Nos robáis el trabajo y no pagáis impuestos, pero
os dan ayudas, casas y colegios. Cuando no haya ningún
español en la cola del paro, entonces os tocará a
vosotros»...
Tema monográfico: Comentarios sobre el Manual de estilo periodístico relativo a minorías étnicas y nuevas propuestas
Y sigue Juan Martínez: «Os habéis equivocado y os iréis a
tomar por el culo, porque no sois más que mierda.»
Hafida contesta: «Mierda lo será usted», y la mujer de
Juan le dice a Hafida: «Antes de hablar lávate, que todos
apestáis». «Señora, que yo me lavo cada día», responde
Hafida.
Dar esta información sin tener en cuenta ni el efecto
«incitador» de las cámaras, ni que el público fácilmente
puede pensar que estos testimonios son representativos de
uno de los grupos en conflicto, no me parece que contribuya
a una descripción precisa de la situación y sí, en cambio, a
una agudización del enfrentamiento.
Pasemos a la sexta recomendación
Militancia periodística: hacia una multi-interculturalidad
enriquecedora para todos. La potenciación de las
informaciones en positivo.
Cuando se observa la realidad y no sólo a través de los
medios de comunicación de masas, aunque también a
través de ellos, y se reflexiona sobre las recomendaciones
que se han expresado hasta ahora, queda una cierta
desazón.
¿Basta con intentar traer más fuentes de los inmigrantes?
¿Basta con promover informaciones positivas y no las
negativas? ¿Basta con desplegar un discurso no
discriminatorio? ¿Basta con intentar que en los conflictos los
actores con poder no impongan su discurso? ¿Basta que
los medios sean mediadores entre la realidad y la sociedad,
que la expliquen? ¿Basta con estas medidas?
La aplicación efectiva del conjunto de recomendaciones
expuesto sería un gran paso adelante, pero creo que no es
suficiente. Por tres razones diferentes:
- No basta con voluntarismo, hacen falta estructuras
internas y externas a los medios.
- La transformación hacia una sociedad multi-intercultural
está, por lo menos, tan repleta de conflictos como la
sociedad precedente. Es más, ésta es la materia prima de
los medios de comunicación y de la transformación. Desde
que los medios empiezan a hablar de ella, ellos mismos se
convierten en actores, porque su discurso afecta el desar-
rollo del conflicto.
23
 - La neutralidad ante la injusticia no existe y, por tanto, es
necesaria una militancia permanentemente despierta y en
evolución.
Vayamos por partes.
a) necesitan estructuras, porque no basta con el
voluntarismo. Como es manifiesto, la escasa disposición a
invertir en más recursos humanos, derivada de la estructura
económica de los medios, es el factor más destacado entre
los vectores que empujan hacia la simplificación, la
trivialización, el sensacionalismo y que tendencialmente
impiden un trabajo periodístico serio, minucioso.
a-1) Es necesaria una instancia interna dentro de los
medios para contrarrestar esta dinámica y velar por la
calidad de la producción periodística. No se trata solamente
de un defensor del lector, que sólo actúa a raíz de las quejas
de los lectores y tiene un ínfimo margen de maniobra. Se
trata de una especie de comisión de control de calidad, de
composición variada (podrían formar parte de ella perio-
distas, sociólogos, psicólogos, antropólogos, etc.), que
puede actuar tanto por las quejas como por iniciativa propia.
Que, por ejemplo, puede discutir la decisión de un jefe de
sección o de un redactor jefe cuando éste quiere enviar al
becario recién llegado a cubrir un tema sobre el que no ha
recibido preparación.
¿Acaso no hay empresas que tienen prohibido comerciali-
zar sus productos si no pasan un control de calidad?
¿Acaso no existe, incluso en la policía, una brigada de
asuntos internos?
Además, si fuese interna sería más fácil de aceptar por
parte de los media, porque podría hacer que las discusiones
no se hicieran públicas, de modo que no erosionasen la
credibilidad del medio. Si fuese operativa, podría disminuir
la crítica pública a la misión de los medios, críticas que
proceden tanto de algunos estudios académicos como de
los propios implicados en los conflictos, para el caso que
nos ocupa, los inmigrantes.
a-2) De hecho, tanto si es operativa como si no, la
universidad debe tomar parte en el proceso de crítica del
trabajo de los medios del modo más constructivo posible. La
constitución de un observatorio de la cobertura de conflictos
en la UAB, ya en marcha, tiene este objetivo principal.
a-3) Pero también la alerta de las organizaciones de
defensa de los inmigrantes deben tener un papel activo en
24
esta crítica. La eventual erosión de la credibilidad de los
medios causada por críticas fundamentadas, y la
consiguiente pérdida de lectores o de audiencia puede
compensar, entre otras cosas, las reticencias a invertir más
recursos para una mejor información.
b) La transformación hacia una sociedad multi-
intercultural está, por lo menos, tan repleta de
conflictos como la sociedad precedente.
Es más, los conflictos son la materia prima de los media y
de la transformación social y desde el momento en que los
medios empiezan a hablar de los conflictos, ellos mismos se
convierten en actores de estos conflictos porque su discurso
afecta su desarrollo.
Los conflictos existen porque hay motivos para que
existan. Permítanme que ponga como ejemplo el conflicto o
los conflictos en torno a la Ley de Extranjería. A continua-
ción voy a exponer algunas de las críticas de SOS Racismo
a la Ley de Extranjería en vigor:
- Recorta drásticamente los derechos de las personas
inmigradas, sobre todo de las irregulares.
- Los extranjeros pagan los mismos impuestos que los
españoles, pero no se benefician de los mismos derechos.
- Si se quedan sin contrato de trabajo, normalmente, las
personas inmigradas pierden el derecho a vivir en nuestro
país.
- Una persona, por el mero hecho de no tener papeles,
puede ser privada de libertad hasta 40 días o ser expulsada,
o ambas cosas, a pesar de que lleve años viviendo en el
país.
- En caso de expulsión, puede prohibirse una nueva entrada
por un período que puede llegar a 10 años.
- Los extranjeros irregulares no tienen derecho de
asociación, reunión, manifestación, sindicación y huelga,
contraviniendo la Constitución Española y la Declaración
Universal de los Derechos Humanos.
- Un extranjero comunitario puede votar en las elecciones
municipales desde el momento en que se inscribe en el
censo, pero un extracomunitario no podrá votar jamás.
- Aunque sea el primero de la clase, un alumno no tendrá
derecho a acceder al bachillerato, ni a la formación
profesional, ni a la universidad, si su padre se encuentra en
situación irregular.
Si aceptamos que todos estos puntos son ciertos, de lo
Quaderns del CAC: Número 12
cual no tengo dudas porque denuncian la discriminación
objectivable que establece la Ley, la situación de los
inmigrantes no es precisamente de lo más satisfactoria.
Además, y en parte como consecuencia de las sucesivas
leyes de extranjería, según datos de la propia organización,
aproximadamente un 40% de los inmigrantes trabaja en
situación de explotación laboral.
De éstos y de los que ahora no menciono, creo que
deberemos hablar largo y tendido.

c) Por una militancia en evolución permanente

En la cobertura de Ca n’Anglada, con más o menos
acierto, la mayoría de los periodistas ejerció una militancia
antirracista frente a las agresiones sufridas por los
marroquíes. Pero aquí no terminan los derechos de los
inmigrantes, ¿no es cierto?
Los puntos destacados en el apartado anterior, ¿son o no
base de conflictos? La neutralidad en estos casos es, en la
práctica, una posición favorable al conformismo, a la
inmovilidad, a favor de quien tiene las de ganar.
La sociedad del futuro es un proyecto abierto a la
aportación de todos para el que nadie tiene recetas
mágicas. Para participar en él, también desde el periodismo,
es necesaria una actitud militante y abierta a su evolución
permanente.
No hay que despreciar las recomendaciones, puesto que
son útiles, pero quizá también sea necesario cambiarlas,
porque lo importante es comprender la lógica de los tiempos
y de las sociedades, para intervenir en ellas y
transformarlas.

25
Tema monográfico: Comentarios sobre el Manual de estilo periodístico relativo a minorías étnicas y nuevas propuestas
 El tratamiento informativo de la inmigración en Cataluña
José A. Sorolla
. La preocupación por el comportamiento de los
medios de comunicación en relación con las minorías
étnicas ha sido objeto de diversas iniciativas
desarrolladas en Cataluña, i que son exminadas al
detalle en este artículo. Académicos, entidades
reguladoras, media i diferentes colectivos sociales
han elaborado recomendaciones, estudios, libros de
estilo y códigos deontológicos sobre el tema. El autor
destaca aquí las principales características y
defiende la autorregulación como una buena fórmula
a la hora de avanzar hacia un correcto tratamiento
informativo de las minorías étnicas. En esta línea,
denuncia el contenido negativo de las informaciones
y la asociación de conflictos, violencia e ilegalidad a
los colectivos inmigrantes.
Muchos medios de comunicación han utilizado hasta hace
poco, y en algunos casos siguen utilizando, el término ilegal
para designar a los inmigrantes que no disponen de
documentación del país donde viven y que se encuentran,
por tanto, en una situación no regularizada. Este uso se
recoge, además, como única sustantivación del adjetivo
ilegal, en el Diccionario del español actual, de Manuel Seco,
Olimpia Andrés y Gabino Ramos, con el significado de
«inmigrante que ha entrado en un país de forma ilegal». Y
eso a pesar de que, como dice el escritor portugués José
Saramago, premio Nobel de Literatura, «ningún ser humano
es humanamente ilegal». (1)
José A. Sorolla
Profesor del Departamento de Periodismo y
Comunicación Audiovisual de la Universitat Pompeu Fabra
Tema monográfico: El tratamiento informativo de la inmigración en Cataluña
Éste es sólo un ejemplo de lo que los estudiosos de la
actitud de los medios de comunicación ante las minorías
étnicas denominan tratamiento negativo de la inmigración,
que muchas veces responde a inercias, rutinas y hábitos de
producción de la información muy interiorizados en la
conciencia social y en la profesión periodística.
Como bien dice Catalina Gayà en su tesina de licenciatura
de Ciencias de la Comunicación al citar lo que Roland
Barthes llama el «efecto de realidad», los discursos de los
medios de comunicación «no son un reflejo exacto de la
realidad, sino que hacen de ella una construcción. Los
medios se convierten en fuentes de imágenes y
definiciones de la realidad y a través de su discurso
representan un mundo al que dan significado. La materia
prima que utilizan los periodistas son los acontecimientos:
lo que pasa en un tiempo y un espacio determinados será
lo que los periodistas convertirán en información. Pero el
acontecimiento no se convierte en hecho noticiable hasta
que la organización informativa lo decide. Las prácticas y
las formas a través de las cuales un acontecimiento se
convierte en información se explican a través de las formas
de trabajar de los periodistas. Entre estas formas de
trabajar situamos las rutinas de producción». (2)
Los principales reproches que se formulan desde el
mundo académico a los medios de comunicación cuando
tratan temas sobre minorías étnicas o inmigración se
pueden resumir de la manera siguiente:
1. La atención que se presta a los grupos étnicos
minoritarios es muy limitada, salvo que estos grupos se
asocien con violencia, ilegalidad, delincuencia o
comportamientos culturales extraños. A menudo los medios
informativos describen las minorías recurriendo a
estereotipos, como «gente problemática» que causa
inestabilidad (disturbios, manifestaciones, protestas) o que
tiene problemas (trabajo, vivienda, idioma o educación), y
27
 raramente analizan las causas o el contexto que rodean
estos problemas.
2. Las minorías apenas se utilizan como fuente informativa
principal, aunque sean protagonistas de la información. Ello
se debe a que no suelen existir miembros de estas minorías
en los aparatos de producción informativa y que los valores
informativos de la mayoría de los periodistas tienden a
excluir los grupos sociales y culturales minoritarios como
fuentes de información fidedigna, entre otras razones
porque los prejuicios étnicos de los informadores les llevan
a pensar que las minorías tienen menos credibilidad.
3. El contenido de las informaciones que afectan a minorías
étnicas es generalmente negativo y sesgado. No se
considera, por ejemplo, que la inmigración sea un
fenómeno normal ni natural ni un derecho, sino que se
presenta como una amenaza permanente, como un
conflicto entre «ellos y nosotros».
4. Las actividades «positivas» protagonizadas por las
minorías étnicas, como sus contribuciones a la economía,
la cultura, las artes o la política, se ignoran o se
infravaloran.
5. Las actuaciones de las instituciones, la Administración o
las autoridades relativas a las minorías se tratan de una
manera paternalista: son personas o entidades que llevan a
cabo una tarea «difícil» para ayudar o atender a los grupos
étnicos minoritarios. Asimismo, los intentos de limitar o
controlar la inmigración se hacen por el «bien» de los que
llegan de fuera.
6. La discriminación o el racismo no se presentan como
inherentes a una sociedad, sino como consecuencia de la
presencia o de las demandas de los propios grupos
minoritarios.
Todos estos reproches, reunidos por el experto holandés
Teun A. Van Dijk, profesor de la Universidad de Amsterdam
y de la Pompeu Fabra, le llevan a afirmar que «existe un
marco ideológico complejo dentro del cual la percepción
entre grupos, los prejuicios, la dominación de los blancos,
las estrategias cognitivas, además de los valores que los
periodistas atribuyen a las noticias, contribuyen en conjunto
a una representación negativa de las minorías étnicas en la
prensa» (3).
¿Pero es en realidad tan negativa la imagen que los
medios de comunicación españoles, y concretamente los
catalanes, dan de las minorías étnicas y de la inmigración?
28
Para tratar de contestar esta pregunta y contrarrestar las
afirmaciones teóricas, aunque sean fruto de numerosos
análisis de la prensa europea elaborados por Van Dijk y
otros expertos, debemos valorar, en primer lugar, la
evolución de la sociedad española —incluida la catalana—
en este aspecto y acercarnos luego al comportamiento
cotidiano de los medios de comunicación catalanes.
En los últimos 20 años, España ha pasado de ser «un país
de emigración» a ser «un país de inmigración», aunque
esta afirmación debe matizarse mucho, ya que la cantidad
de españoles que viven en el extranjero todavía supera
ampliamente la cantidad de extranjeros que vive en nuestro
país. El número de extranjeros que viven en España es de
1.200.000, según los últimos datos facilitados por el
Ministerio del Interior, cifra que equivale a un 3% de la
población total, mientras que en Francia representan el
8,2%, el 10% en Bélgica y el 7,2% en Alemania. La media
de la Unión Europea (UE) sería de más del 6% para un total
de 17 millones de inmigrantes, cifra que representa casi un
25% del total de los desplazados fuera de su país de origen
en todo el mundo. Según datos de Eurostat, en 1994 un
22,6% procedía de países del resto de la UE, un 26% de
África, un 16% de Asia, un 4% de América Latina, un 3% de
Estados Unidos y un 1% de Australia y Oceanía (4).
En cuanto a la evolución del fenómeno en España, en
1955 había 66.000 extranjeros residentes, 230.000 en
1980, 400.000 en 1990 y 600.000 en 1992, de lo que se
deduce que el número total se ha doblado en sólo nueve
años (5). Hasta hace diez años, el saldo migratorio era
negativo, pero a partir de 1991 pasa a ser positivo y desde
entonces no ha dejado de crecer. Desde 1996, los flujos
migratorios han experimentado un fuerte crecimiento y,
aunque la mayoría de extranjeros continúa siendo de
procedencia europea, el aumento más significativo se ha
producido entre los procedentes de África, concretamente
de Marruecos, que en 1999 ocupan ya el primer lugar con
161.870 personas (6). Pero fuera de nuestras fronteras
todavía viven, según las fuentes, entre 1,5 (7) y 2,2 millones
de emigrantes españoles, una cifra muy superior a la de
inmigrantes en España (8).
Cataluña es la comunidad autónoma española que acoge
más extranjeros. Según datos de la Comisaría General de
Extranjería y Documentación (9), a finales de 1998 había
148.803 extranjeros, un 2,4% de la población. El colectivo
Quaderns del CAC: Número 12
procedente del norte de África ya era en 1998 en Cataluña
el más numeroso (50.925 personas), por encima de los
extranjeros comunitarios (37.748 personas).
Esta evolución —crecimiento importante
inmigración— empieza a generar en España un discurso
parecido al de otros países europeos con un porcentaje
muy superior de extranjeros residentes y se empiezan a oír
habituales manifestaciones de racismo y xenofobia. En
íntima relación con estos sentimientos
encontramos la intolerancia que, según Patricia Barbadillo
(10), está estrechamente relacionada a su vez con el
miedo, la ignorancia, la incomprensión y la falta de respeto
por la diversidad. La creencia en la superioridad de unos
grupos, de unas razas o de unas nacionalidades sobre las
demás y los prejuicios que llevan a generalizar supuestos
rasgos negativos de ciertos colectivos sociales están en el
origen de la falta de respeto por la diversidad.
La evolución de España en los últimos 20 años no sólo se
ha producido en las cifras. También ha cambiado la
percepción social de la extranjería y el propio concepto de
extranjero. En los años setenta, el extranjero representaba
«el otro», «el diferente», «el extraño», «ese que reunía una
serie de características distintivas que impedían su
inclusión en el “nosotros”». El extranjero era el «no
español», «aquella persona ajena a lo nuestro, a nuestra
realidad, a nuestras costumbres y hábitos; en resumen,
aquél que vive de otro modo y que no participa del conjunto
de rituales simbólicos que contribuyen a reforzar nuestra
cohesión como colectivo diferente y particular, salvo de la
pasiva condición de espectador» (11). No obstante, a
finales de los años ochenta se empieza a perfilar una nueva
imagen de la extranjería vinculada directamente al
fenómeno de la inmigración que continúa vigente en la
década de los noventa y en la actualidad. «Lo que hoy
inquieta o perturba del extranjero —según Barbadillo— no
es tanto su condición de “no español”, como su posible
condición de inmigrante» (12).
El rechazo al extranjero se convierte así en el rechazo al
inmigrante, y especialmente al inmigrante que más se aleja
del estilo de vida o de la cultura dominantes en la sociedad
española o catalana. Es decir, los ciudadanos extranjeros
comunitarios o latinoamericanos inspiran más simpatía o
confianza que los procedentes de países árabes o del
África negra. En el mismo plano de rechazo se sitúa una
Tema monográfico: El tratamiento informativo de la inmigración en Cataluña
minoría cultural —los gitanos—, que la sociedad española y
catalana percibe con características atribuidas a los
inmigrantes extranjeros, a pesar de que sus miembros son
de la españoles y catalanes. Los gitanos se identifican con «el
otro», «el diferente» que provoca recelo y desconfianza por
causa de una serie de estereotipos negativos sobre esta
etnia generalizados en la sociedad que, en general, les
considera pobres, marginados, delincuentes, embusteros,
también que no se quieren integrar ni trabajar ni ir a la escuela.
Mantiene con ellos, pues, una actitud segregacionista
basada en la diferencia cultural.
A pesar de la creencia generalizada en contra, Barbadillo
demuestra que el rechazo al extranjero no está
determinado por la situación de competencia en el mercado
de trabajo (13). El extranjero no es percibido por la sociedad
española o catalana como aquel que impide acceder a un
lugar de trabajo, aunque muchas veces se diga lo contrario,
sino que el rechazo se origina en el ámbito de los valores y
las creencias. La sociedad española, según Barbadillo, ha
reforzado en los últimos años «la tolerancia con las ideas y
las opiniones de los otros, pero ha restringido la tolerancia
con las personas y sus ambientes». El valor libertad prima
sobre el valor igualdad. Es decir, los españoles aceptan la
libertad de las personas para decidir en qué país desean
vivir y trabajar, pero a continuación apoyan «una serie de
restricciones que, básicamente, expresan la no vinculación
personal con el inmigrante, la falta de compromisos o de
implicación en la manera en que se desarrolla su vida, y la
no asunción de responsabilidades con este “otro”» (14).
El reflejo en los medios de comunicación
Estos valores dominantes en la sociedad española, y en
concreto también en la catalana, se reflejan lógicamente en
la actitud de los medios de comunicación ante las minorías
étnicas, pero también, como recuerda Van Dijk, «la prensa
influye poderosamente en las opiniones que prevalecen
sobre los temas étnicos». Por tanto, «es muy importante
que la información relativa a los asuntos étnicos sea
periodísticamente adecuada, responsa a la multitud de
temas relevantes en una sociedad multicultural y
manifieste, en especial, una actitud de respeto por los
inmigrantes, los refugiados y las minorías en general» (15).
29
 ¿Esto pasa realmente en los medios de comunicación
catalanes? Para averiguarlo, analizaré algunos estudios
existentes sobre la cuestión y transcribiré las opiniones de
sus responsables en estos temas. En primer lugar,
debemos delimitar de qué minorías hablamos y, en
segundo lugar, cuáles son los medios de comunicación
concernidos.
Las minorías étnicas consideradas son las que
previamente se han definido como aquellas que generan
más rechazo o desconfianza en la sociedad, es decir, los
inmigrantes procedentes de países árabes, y más
concretamente del Magreb; los inmigrantes originarios del
África negra y los gitanos.
En cuanto a los medios de comunicación catalanes,
aunque a veces es inevitable en estudios o análisis referirse
al conjunto de España, he tenido especialmente en cuenta
los que son específicos de Cataluña, a saber, aquellos en
que las decisiones editoriales se toman en Barcelona (o
Gerona), con alguna referencia circunstancial a algunos de
Madrid que tienen edición en Cataluña, pero que en estas
cuestiones sostienen la misma línea que sus casas madre.
En concreto, para la televisión, TV3; para la radio,
Catalunya Ràdio y COM Ràdio, y, para la prensa escrita, los
diarios de Barcelona La Vanguardia, El Periódico y Avui, y
El Punt, de Girona. Todos los medios audiovisuales
mencionados son públicos porque los escasísimos que hay
de carácter privado estrictamente catalanes apenas han
iniciado su segunda temporada.
Qué es una minoría
El Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) publicó el
año pasado un estudio titulado La imatge de les minories
ètniques a les televisions de Catalunya que analiza de
forma cuantitativa y cualitativa —con estudios sobre
gitanos, magrebíes y africanos subsaharianos— el trato
dispensado a estos grupos.
El estudio cuantitativo (16) define en primer lugar qué es
una minoría recurriendo al texto aprobado en 1952 por la
Subcomisión para la Prevención y la Protección de las
Minorías de la Organización de las Naciones Unidas, que
considera minorías «... aquellos grupos no dominantes en
una población que tienen, y quieren preservar
30
permanentemente, tradiciones o características étnicas,
religiosas o lingüísticas marcadamente diferentes del resto
de la población». Cita también el Diccionario de Sociología
cuando constata que el término minoría «en Derecho
Internacional se aplica a los grupos instalados en
determinados territorios que se diferencian de los demás
súbditos del Estado por sus características culturales o
étnicas» (17), y el estudio Minories ètniques i premsa
europea d'elit (18). Según este estudio de Miquel Rodrigo
Alsina y Manuel Martínez Nicolás, las características de una
minoría étnica son: 1) El grupo es percibido por la mayoría
de la sociedad como diferente a partir de alguna
combinación de los rasgos siguientes: lengua, raza, religión
y territorio de origen. 2) Las personas de la minoría étnica
están en una situación de poder no equitativa en relación
con los ciudadanos de otros grupos étnicos. 3) Los
miembros de la minoría étnica se perciben a sí mismos
como diferentes. 4) Los componentes de la minoría étnica
participan en actividades compartidas que han sido
construidas en torno a su origen común (real o mítico) y de
su cultura.
Estas razones determinaron la inclusión en el estudio del
CAC de los africanos subsaharianos y de los magrebíes,
además de los gitanos, por los mismo motivos ya
mencionados anteriormente. El estudio incluye la
programación de las siete cadenas generalistas hertzianas
terrestres que se ven en Cataluña (TVE-1, La 2, TV3, Canal
33, Telecinco, Antena 3 y Canal+), entre las ocho de la
mañana y las doce de la noche durante la semana del 19 al
25 de septiembre de 1998, en total 784 horas, de las cuales
se seleccionaron 112 en las que aparecen las minorías
objeto de estudio.
Las conclusiones de este estudio cuantitativo —con las
limitaciones ya conocidas— se pueden resumir de la
siguiente manera: la etnia gitana tiene, por lo general, poca
presencia, pero con una visión positiva; magrebíes y
africanos tienen un tratamiento parecido, citando en todos
los casos el origen étnico y con pocas referencias culturales
o de contexto que ayuden a entender los conflictos que
protagonizan; la visión eurocéntrica está presente sobre
todo en los documentales, mientras que los reportajes
sobre el terreno hacen hincapié en la situación de
subdesarrollo desde parámetros occidentales. La visión
general positiva o neutra significa que las minorías
Quaderns del CAC: Número 12
representadas están formadas por «buenos» y que no hay
«malos», salvo los fundamentalistas islámicos y los
dictadores del África negra. Esta visión, concluye el estudio,
también formaría parte de un nuevo estereotipo.
Otro trabajo sobre el trato de los medios de comunicación
al pueblo gitano, cuyo autor es el presidente de la Unión
Romaní y ex-diputado Juan de Dios Ramírez-Heredia (19),
abona las consideraciones del estudio sobre
televisiones —los gitanos no son fuente informativa, la
realidad gitana se aborda desde un punto de vista social, no
hay especialistas, falta profundización— y añade otras.
Rara es la vez, dice Ramírez-Heredia, que la prensa
española publica en portada informaciones relacionadas
con la comunidad gitana y «cuando lo hace es para
destacar casi siempre asuntos que llaman la atención por
su componente espectacular o morboso, ya sean reyertas,
confiscación de alijos de droga o, muy escasamente, la
muerte de algún gitano famoso». Dado que también hacía
el estudio sobre las televisiones, este análisis de la prensa
destaca que la «utilización del término gitano muchas veces
es perversa». Asegura además que «se da prioridad a los
temas que dan pie al sensacionalismo o al morbo, por su
espectacularidad, más que a los que abordan desde una
óptica positiva la vida de los miembros de la comunidad
gitana». Esta queja está avalada por el dato que el 32% de
las noticias sobre gitanos fueron tratadas negativamente en
el período 1995-96, según el análisis de las informaciones
aparecidas en esos dos años —suelen publicarse entre
3.000 y 3.500 al año— en 124 medios de comunicación
españoles. Ramírez-Heredia considera que este porcentaje
es «preocupante» porque, si bien reconoce que el 68%
restante fueron escritas en un sentido positivo.
Noticias negativas
En el curso «Comunicar la diferencia: cómo tratar en los
medios de comunicación los problemas sociales»,
celebrado en agosto de 1998 en El Escorial, la
investigadora del CIPIE (Centro de Investigaciones,
Promoción y Cooperación Interterritorial), Carmen de
Miguel, cifró en el 24% el porcentaje de sucesos violentos y
noticias negativas del conjunto de noticias aparecidas en la
prensa española sobre inmigración y racismo entre abril y
Tema monográfico: El tratamiento informativo de la inmigración en Cataluña
junio de ese año. La mayoría de este 24% se refería a redes
y mafias, delitos cometidos por inmigrantes, estafas con
documentaciones falsas y violencia con los inmigrantes. Un
28% de las noticias hacían referencia a pateras, polizones,
expulsiones, detenciones y control aduanero; casi un 14% a
la actividad gubernamental en esta materia y un 15% a las
acciones de las organizaciones no gubernamentales
las (ONG).
Otro estudio de la Fundación CIPIE relativo a las noticias
sobre migraciones aparecidas en 10 diarios españoles en
los nueve primeros meses del año 2000 concluye que, de
las 6.817 informaciones publicadas, 4.227 (62%) eran
negativas; 773 (11,33%), positivas, y 1.497, neutras (20).
La Fundación considera negativas aquellas noticias «con
un contexto o escenario socialmente desfavorable» o que
«presenta algún tipo de marginalidad, exclusión o
discriminación». Positivas, en cambio, son las noticias en
que la inmigración se presenta de forma «amable», es
decir, «aquellas informaciones que valoren una aportación
positiva a la sociedad, al mundo laboral o cultural, o bien
que favorezcan conceptos como la pluralidad, la concordia,
la solidaridad o la integración». El estudio considera neutras
las noticias de contenido ambiguo. En cuanto a la temática,
la mayoría son de «pateras y polizones» (841 noticias), Ley
de Extranjería (792), «redes, mafias y estafas a
inmigrantes» (415) y «delitos cometidos por inmigrantes»
(292).
El Tratamiento de los inmigrantes no comunitarios en los
medios de comunicación de Cataluña. 1996, elaborado por
el grupo de investigación Migración y Comunicación del
Departamento de Comunicación Audiovisual de la
Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y dirigido por
Nicolás Lorite llegó a conclusiones parecidas (21). El
estudio analiza, entre el 22 de enero y el 18 de febrero, y
entre el 6 de marzo y el 2 de junio de 1996, seis diarios (El
Periódico de Catalunya, La Vanguardia, El País, Avui, El
Mundo y Abc), los informativos de televisión de lunes a
viernes en sus emisiones de mediodía y noche, y los
informativos radiofónicos de mediodía de lunes a viernes.
La cantidad de noticias sobre estos temas es, según el
trabajo, «prácticamente insignificante». Pero de su análisis
se desprende que las noticias referentes a inmigrantes no
comunitarios están relacionadas con aspectos negativos,
conflictivos o burocráticos; se produce un olvido casi
31
 generalizado de los aspectos positivos; los inmigrantes no
tienen voz como protagonistas, y al elaborar las
informaciones priman las fuentes oficiales. A veces, se
juntan imágenes folclóricas y policiales con informaciones
que hacen referencia a los inmigrantes como sujetos
pasivos y poco cualificados. En otras ocasiones, prosigue el
análisis, se distorsiona la noticia al ubicarla al lado de otra
información negativa o en secciones relacionadas con
catástrofes naturales, crímenes o cualquier otra situación
de índole negativa.
Los medios se defienden
Todas estas críticas responden a una situación real,
aunque no todas ellas aciertan de lleno, ya que muchas
veces pecan de lo mismo que denuncian —la
generalización, en este caso sobre los medios de
comunicación— y no reconocen las dificultades y la
precariedad del trabajo de los medios —rapidez, escasez
de fuentes, etc.— o el esfuerzo de algunos de ellos por
mejorar el tratamiento de estos temas.
Empezando por el medio más influyente en la formación
de la opinión pública, la televisión, cabe señalar que TV3 no
dispone de un libro de estilo que aborde esta temática. El
anterior director de informativos de la cadena, Josep Maria
Torrent, reconocía que la inmigración era «uno de los temas
de los próximos años» y por este concepto entendía la que
procede de fuera de las fronteras españolas, sin que se
pueda utilizar el término para los catalanes procedentes de
otras zonas de España, como pasaba a veces hasta los
años 1993-94. TV3 trata de respetar la diferencia, según
Torrent, y evitar connotaciones peyorativas, «aunque a
veces se cuelan cosas», como el término ilegal, que está
prohibido en los informativos siguiendo la recomendación
del Colegio de Periodistas de Cataluña. De todos modos,
según su parecer, sin papeles —«una terminología
importada de Francia»—, que suele sustituir ilegales, es
una construcción «forzada y extraña». En cualquier caso, el
ex-director de informativos de TV3 prefería ilegales que
indocumentados, un término que también se utiliza (22).
Martí Anglada, jefe de actualidades de la Corporación
Catalana de Radio y Televisión (CCRTV) y responsable
actual de estas cuestiones, se muestra, en general, de
32
acuerdo con las ideas anteriores, aunque aclara que una de
sus funciones consiste precisamente en elaborar unas
normas de estilo —«yo no lo llamaría libro de estilo», dice—
para evitar errores terminológicos o de falta de sensibilidad.
Al primar la actualidad, su primera preocupación ha sido la
terminología relacionada con el mundo islámico y ha fijado
un conjunto de definiciones que están a disposición de
todos los redactores de las emisoras de la CCRTV en el
sistema informático (23). Esta iniciativa tiene por objeto
tanto aclarar conceptos como evitar o reducir las
diferencias. Así, se prefiere Dios a Alá; se precisa que el
integrismo o el fundamentalismo es un fenómeno común al
menos en las tres religiones monoteístas; se rechaza el
término secta para las variantes del islam, por la misma
razón que no se dice «secta presbiteriana» o «secta
baptista», y se prohíbe la palabra moro «por su carga
negativa». Las normas aclaran también la confusión
existente entre los términos árabe —«sólo una realidad
lingüística y cultural, al margen del origen étnico»—,
musulmán —«recoge una realidad religiosa y no lingüística
o étnica»— o islamismo: «conjunto de obligaciones
canónicas y dogmas que constituyen la religión musulmana
o islámica» y también «corriente de pensamiento islámico
que (...) propugna el Estado teocrático».
Esta aportación es especialmente oportuna porque la
actual situación de conflicto internacional ha comportado
muchas veces un uso incorrecto de estos conceptos en los
medios de comunicación o su repetición innecesaria. Cada
día leemos o escuchamos «atentados islámicos»,
«terroristas islámicos» o «Estados islámicos», cuando a
nadie se le ocurriría, por ejemplo, calificar a los miembros
de ETA de «terroristas católicos» o de «atentados
católicos» sus acciones.
En relación con una de las minorías étnicas tratadas
generalmente como tales, los gitanos, Francesc Vallverdú,
asesor lingüístico de la CCRTV, recomienda que «el
término gitano-a debe utilizarse solamente en un contexto
en que el aspecto étnico o cultural sea relevante para la
noticia». También rechaza la expresión «de raza gitana» e
incluso la de «etnia gitana». Asimismo, declara
«absolutamente inadmisible» el uso de paio-a, porque en
catalán significa una cosa diferente y porque «es una
designación caló netamente racista (es cierto, a la
defensiva, pero, al fin y al cabo, racista)» (24).
Quaderns del CAC: Número 12
 Después de la terminología sobre el islam, Martí Anglada
elaborará unas normas de estilo sobre la inmigración y las
minorías, que espera tener a punto al finales de este año
2001, aunque después deberán ser discutidas en las
redacciones de las emisoras de radio y televisión de la
Generalitat para obtener el máximo consenso posible.
En respuesta a los reproches de tratamiento parcial de
que son objeto frecuentemente en los medios de
comunicación, los responsables de este tipo de información
en El Periódico de Catalunya (25) aducen, por ejemplo, que
hasta principios de los años noventa sólo existían las
fuentes policiales, que proporcionaban una información
sesgada y descontextualizada, pero muy difícil de
contrastar con otras fuentes. No había asociaciones de
inmigrantes que funcionaran correctamente, y todavía hoy
las que existen no están muy bien organizadas, a excepción
de SOS Racismo. La embajada o el consulado del país de
origen del inmigrante tampoco suele ser una buena fuente
de información. Durante años, han suplido estas carencias
el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) y su organismo
CITE (Centro de Información de Trabajadores Extranjeros).
La acusación de que la mayoría de las noticias sobre
inmigración son negativas, a pesar de que es parcialmente
cierta, ya se ha convertido en un tópico en sí misma, y debe
ser matizada en el sentido de que prácticamente todas las
noticias, por definición, son negativas. Esta acusación
contra los medios de comunicación no procede solamente
de las asociaciones que tratan con los inmigrantes o los
especialistas en este fenómeno, sino de todos los sectores
de la sociedad. La noticia es la novedad y la sorpresa, y
habitualmente las novedades y las sorpresas tienen un
componente negativo, de conflicto, porque la normalidad,
que significa aburrimiento y que todo va bien, no es noticia.
Además, las llamadas noticias negativas son más
abundantes porque tienen consecuencias nefastas,
antecedentes y causas que merecen una investigación o
ramificaciones judiciales, sanitarias o económicas que
llaman la atención del público. Las buenas noticias, que
también existen, suelen ser, en cambio, más previsibles, y
no tienen antecedentes o consecuencias tan aparatosas
que se alejen de la normalidad, una situación que, como se
sabe, no es noticia.
En cuanto a las críticas sobre la ubicación de las noticias
de minorías o de inmigración al lado de otras de carácter
Tema monográfico: El tratamiento informativo de la inmigración en Cataluña
negativo, cualquier persona que sepa cómo trabajan los
medios de comunicación convendrá que eso se produce
igual, ni más ni menos, que con otros tipos de noticias y, por
descontado, no de forma intencionada.
Todos los responsables de los medios de comunicación
consultados coinciden en señalar la falta de normas
escritas sobre el lenguaje para tratar las minorías. En
efecto, en el libro de estilo de El País (26) sólo se hace una
referencia que puede tener relación con este tema. En el
apartado de Expresiones malsonantes, se afirma: «Nunca
deben utilizarse palabras o frases que resulten ofensivas
para una comunidad. Por ejemplo, le hizo una judiada, le
engañó como a un chino, eso es una gitanería». En el libro
de estilo del diario Abc no hay ninguna referencia a estos
temas, y en el de El Mundo hay algunas en el apartado
Expresiones racistas o de supremacía étnica, social o
religiosa, como la prohibición de utilizar frases despectivas
sobre etnias; la recomendación de evitar expresiones
despectivas sobre nacionalidades, o el consejo de ir con
sumo cuidado con las informaciones que por ellas mismas
no son racistas pero que por su contexto se pueden
interpretar como tal. En concreto se dice que no debe
citarse el origen de los detenidos si no es un dato relevante
(27).
En el libro de estilo de El Periódico de Catalunya se
pueden encontrar tres referencias (28). La primera, en la
entrada gitano, donde se afirma: «Los gitanos no
constituyen una raza, por más que lo diga la Real Academia
Española, sino una etnia. Que un individuo sea gitano no
deberá citarse en una información, salvo que este dato sea
fundamental para su comprensión. Quedan proscritas todas
las expresiones que impliquen una forma de racismo:
gitanería, gitanada, etcétera». La segunda referencia se
encuentra en la entrada negro, donde se puede leer: «No
debe mencionarse que una persona es de raza negra, salvo
que este dato constituya un elemento importante de la
información. Quedan prohibidas todas las expresiones
despectivas que incluyan este término». La tercera
referencia se encuentra en el término racismo: «Queda
prohibida toda expresión que implique un tinte racista, salvo
que corresponda a una cita textual. En los titulares no debe
mencionarse la etnia ni el origen nacional de las personas,
salvo que esta circunstancia sea fundamental en la noticia.
Esta norma debe ser especialmente respetada cuando se
33
 refiera a las informaciones sobre actos delictivos».
Los otros medios de comunicación catalanes objeto de
este trabajo o no tienen libro de estilo o éste no hace
referencias sobre el lenguaje y las minorías. La Vanguardia,
donde el libro de estilo está en proceso de elaboración, se
rige por el sentido común y por la aplicación, con matices,
del lenguaje políticamente correcto que, según su jefe de
edición, Magí Camps, «pretende evitar la identificación
innecesaria de algunos colectivos de otras etnias cuando
este dato no es relevante desde un punto de vista
informativo. Ahora bien —añade Camps—, por la
idiosincrasia de nuestra sociedad, mayoritariamente blanca,
los rasgos étnicos acostumbran a ser pertinentes desde un
punto de vista informativo y, por tanto, no debemos
racanear al lector un aspecto de la información que puede
ser complementario». Camps precisa: «En la búsqueda del
equilibrio entre información y lenguaje políticamente
correcto no debemos caer en eufemismos ridículos. Un
blanco es un blanco, un negro es un negro y todos somos
de color». Asimismo, explica que «el eufemismo etnia
gitana puede ser pertinente en algunos casos, pero no
debemos abusar de él. Los gitanos —sigue— están muy
orgullosos de serlo y, por tanto, la palabra gitano sólo es un
insulto en último término». En cuanto al conflictivo término
ilegal, el diario La Vanguardia se suma a la campaña
lanzada por el Colegio de Periodistas de Cataluña No me
digas ilegal, soy una persona como tú. «Además —
recuerda el jefe de edición—, lingüísticamente es
incorrecto: las personas no pueden ser ilegales, lo son las
conductas o los actos, pero no los individuos. A lo sumo,
pueden hallarse en situación ilegal, sin papeles, sin
documentación, en situación irregular, sin permiso de
residencia, etcétera. Somos conscientes de que la palabra
«ilegal» resulta muy cómoda para el titular, pero merece la
pena hacer un esfuerzo y evitarla como sustantivo o
calificativo de persona» (29).
Para el director del diario Avui, Vicent Sanchís, «el
problema no es tanto el término, sino cómo se utiliza», es
decir, «que nunca debe utilizarse una palabra como
insulto». En este sentido recuerda la evolución
contradictoria del lenguaje políticamente correcto con
algunos ejemplos: «Primero se decía ciego, luego se dijo
invidente y ahora parece que se prefiere de nuevo ciego.
Antes se decía subnormal, luego minusválido, ahora
34
discapacitado, etcétera». En su diario no hay normas
escritas, sino una discusión constante sobre estas
cuestiones, aunque, insiste, «a veces no es problema de
semántica, sino de concepto». El director del Avui sostiene
que el objetivo es «promover la integración y ayudar al débil
o al desvalido», incluyendo a los inmigrantes y las minorías,
que en nuestra sociedad suelen estar en esta situación.
«Cuando se escapan cosas, como palabras mal usadas, se
rectifica o se corrige a posteriori», concluye (30).
Los representantes de la radio destacan igualmente la
ausencia de normas internas en cada medio para abordar
el tratamiento de las minorías. Responsables de
informativos de COM Ràdio recurren también al sentido
común y a los criterios generales emanados del Colegio de
Periodistas para explicar la actitud de su cadena de radio.
A la espera de un libro de estilo que actualmente se está
elaborando, se aprecia en los medios públicos una mayor
preocupación por estas cuestiones que en los privados.
Esta sensibilidad es mayor —estiman— en los informativos
que en los programas de otro tipo. COM Ràdio apunta que
debe primar siempre el valor informativo de un dato sobre la
inclusión en las informaciones de características étnicas
irrelevantes. Pero también se admite la dificultad de
aplicación de este criterio. «En el caso de los incidentes
xenófobos que tuvieron lugar en julio de 1999 en el barrio
de Ca n'Anglada, de Terrassa, ¿cómo se podía huir del
nosotros y ellos? ¿Se tenía que decir catalanes y
magrebíes cuando ellos también son catalanes?» Sin
embargo, el propio responsable de informativos de COM
Ràdio considera que en las redacciones existe mucha
sensibilidad ante estos temas, «a veces incluso excesiva»,
apunta, en referencia a los excesos del lenguaje
políticamente correcto, y se muestra partidario de la
existencia de un código de normas sobre el tratamiento de
las minorías. «Intentamos corregir el lenguaje de agencia
cuando no es adecuado y, sobre todo, el de la policía»,
señala, y añade que, a su modo de ver, en el último año se
ha progresado considerablemente en estos temas (31).
Oriol Camps, jefe de la Unidad de Actuación Lingüística de
Catalunya Ràdio, coincide en la ausencia de normas
escritas, aunque subraya que en la cadena de emisoras no
hay grandes conflictos ni grandes debates sobre estos
temas. La regla general, que goza de un amplio consenso,
consiste en la aplicación del sentido común y en el máximo
Quaderns del CAC: Número 12
respeto de los colectivos minoritarios. «La mención de la
etnia sólo se incluye si tiene interés informativo, y es
preferible la nacionalidad a la etnia. El término ilegal
referido a los inmigrantes no se utiliza; es mejor sin papeles,
aunque complica la expresión». Camps destaca que debe
buscarse la mejor manera de expresar un concepto
«procurando no ser insultante». De todos modos, también
reconoce la excesiva sensibilización que a veces se
produce entre determinados colectivos. «También se dice
“la policía busca a un belga...” y eso no significa que se esté
atacando a los belgas», asegura. La velocidad que rige el
trabajo en la radio es un factor que también influye en la
utilización del lenguaje. En ocasiones, el mal uso de algún
término se debe a la precipitación de las tareas de
corrección. La redacción analiza posteriormente lo que ha
pasado para que el error no se vuelva a repetir (32).
Las recomendaciones
Para mejorar el trato de las minorías debe producirse una
evolución en la sociedad española, en general, y catalana,
en particular, que se traduzca luego como reflejo en los
medios de comunicación, pero también los periodistas y los
responsables de estos medios deberían aplicar —como
hacen muchas veces— una serie de recomendaciones
surgidas de sus propios organismos profesionales y de las
organizaciones que representan a los inmigrantes o
comunidades minoritarias.
La principal en el ámbito de la sociedad es la actuación
sobre el sistema educativo, ya que «podemos establecer
una correlación positiva entre niveles educativos más altos
y tolerancia o comprensión de la diversidad humana,
percibida no como una perturbación o crítica hacia lo
propio, sino como alternativa sugeridora». En las
conclusiones de su investigación sobre extranjería, racismo
y xenofobia en España, Patricia Barbadillo afirma que «al
lado de las medidas que favorecen la inserción del
extranjero, que deberían brindarle la oportunidad de
acceder al conocimiento de nuestra realidad, deben
configurarse medidas de respeto que garanticen la
posibilidad de que el extranjero pueda mantener sus pautas
culturales propias». Para ello, es imprescindible el ejercicio
de la tolerancia, que «constituye un acto intencional, que
Tema monográfico: El tratamiento informativo de la inmigración en Cataluña
pide respeto por lo que no compartimos; que implica, en
consecuencia, la aceptación de hábitos y estilos de vida de
los que no participamos. En cualquier caso —añade
Barbadillo—, la posibilidad de enriquecimiento que ofrece la
diferencia está anclada, precisamente, en la comprensión y
en la tolerancia para asumir formas de vida ajenas,
extrañas para nosotros» (33).
Para los medios de comunicación, los diferentes estudios
consultados ofrecen un conjunto de recomendaciones,
algunas iguales y otras diferentes según la minoría de que
se trate.
El trabajo dirigido por Ramírez-Heredia aconseja, en
primer lugar, que las personas implicadas en la producción
informativa (empresas, profesionales), las organizaciones
gitanas y las instituciones que trabajan a favor de la
promoción social de los gitanos adopten un compromiso
conjunto para mejorar su tratamiento en la prensa. En
segundo lugar, las organizaciones gitanas deberían
convertirse en asesoras autorizadas o interlocutoras válidas
de los medios para los temas relacionados con esta etnia.
Además, el estudio propone promover la formación de los
profesionales de la información en el terreno del racismo, la
xenofobia y las minorías étnicas; evitar las
generalizaciones, no mencionar el origen étnico si no es
estrictamente necesario, tratar «en positivo» las
informaciones, contrastar las informaciones con las
personas directamente implicadas; y promover la
elaboración de estatutos de redacción o códigos
deontológicos dentro de las empresas periodísticas que
reúnan principios de conducta éticos en relación con las
minorías étnicas (34).
El trabajo del CAC sobre el Magreb citado anteriormente
plantea unas interesantes reflexiones sobre el lenguaje
políticamente correcto, que «corre el riesgo —y en
ocasiones cae en él— de convertirse en un lenguaje
artificioso, destinado a ser poco creíble». Tras reconocer el
avance que la corrección política ha significado en el trato
de las minorías, los autores afirman que, como forma de
autocensura, puede llegar a paralizar al periodista. «El
concepto en sí mismo tiene un cierto aire etnocéntrico;
remite a valores, como la tolerancia o la comprensión, de
los cuales somos conscientes que sólo se pueden ejercer
desde una posición de superioridad; el respeto parece, de
este modo, una concesión, destinada, sobre todo, a nuestra
35
 gratificación moral y con un cierto tono paternalista» (35).
Con las aportaciones del estudio cuantitativo, y de los
cualitativos sobre África, el pueblo gitano y el Magreb, el
Pleno del CAC, en su reunión celebrada el 14 de junio de
1999, emitió por unanimidad un dictamen dirigido a las
televisiones de Cataluña, a las que hace las siguientes
recomendaciones que, por extensión, muchas de ellas se
podrían aplicar a todos los medios de comunicación:
1. Programas informativos
– Eliminar cualquier referencia al origen étnico de las
personas siempre que no sea imprescindible para la
comprensión de la noticia, puesto que la condición étnica de
las personas no determina su comportamiento.
– Los redactores de informativos tratarán de explicar las
noticias referentes a las minorías étnicas dotándolas de los
elementos suficientes para facilitar su comprensión al
telespectador en un contexto general, y se evitará la
ilustración de las noticias con imágenes que no se
correspondan con los hechos explicados.
– Favorecer la emisión de noticias de otros ámbitos que no
sean los de la inmigración, delincuencia, los derechos
humanos y las guerras.
– Velar por una correcta utilización de conceptos y evitar el
uso de sinónimos que no lo son.
2. Programas documentales
– Los programas documentales no deben primar en exceso
los reportajes fotográficos.
– Acentuar las opiniones de los interesados por encima de
los comentarios en off o de las opiniones de europeos
supuestamente expertos en la realización de documentales
de producción propia.
– Programar preferentemente aquellas obras que no se
limiten a poner de relieve los rasgos socioeconómicos y
culturales más «diferentes».
3. Programas de debate
– Procurar siempre una presencia activa de representantes
de las etnias analizadas cuando el debate trate sobre
problemáticas que les afectan.
– Incorporar personas competentes de las diferentes
minorías estudiadas en debates que no tengan nada que
ver con los supuestos problemas que les afectan, y
36
promover también la presencia de mujeres de las diferentes
etnias en este tipo de programas.
4. Programas de ficción (teleseries, telefilmes,
películas)
– Alentar a las distintas cadenas a que sigan la línea
observada en la ficción dirigida a los niños: las minorías
analizadas tienen una presencia, aunque minoritaria,
absolutamente normalizada y positiva.
– Propiciar una mayor atención en la selección y la compra
de producciones audiovisuales de producción ajena
dirigidas a todos los públicos para que la presencia de las
minorías étnicas también responda a una visión
normalizada.
– Incorporar a las teleseries y telefilmes de producción
propia representantes de las minorías analizadas
desempeñando funciones normalizadas (36).
Un seminario sobre estos temas, celebrado del 27 al 29 de
septiembre de 1995 en Estrasburgo (Francia) bajo el título
«Derechos culturales, medios de comunicación y minorías»
consideró necesario el mantenimiento y el desarrollo de
medios públicos para compensar el desplazamiento del
derecho a la libertad de expresión hacia el derecho a la
libertad de mercado, y para conservar un estilo de hacer
televisión y radio, dada la progresiva privatización de la
industria mediática en Europa. En este sentido, uno de sus
participantes, Peter Wien, asesor del director de programas
de la cadena franco-alemana ARTE —un ejemplo positivo
en el tratamiento de estos temas—, explicó el caso de
Alemania, donde existen leyes muy precisas sobre el
tratamiento de las minorías y las mayorías en la radio y la
televisión públicas.
Las televisiones públicas, y algunas privadas, asociadas a
la Unión Europea de Radiodifusión (UER), se han
preocupado en los últimos años por el trato a las minorías y
por su representación mediante la adopción de declara-
ciones y códigos de conducta. Una declaración de la UER,
aprobada en octubre de 1994, establece que los asociados
están obligados a «servir a la totalidad de la población de su
país ofreciendo programas destinados a todas las capas de
población, incluidas las minorías». En otro punto, se insta a
no ahorrar esfuerzos «para reflejar fielmente en nuestros
programas y en nuestro personal la diversidad del carácter
cultural, racial y lingüístico de nuestras sociedades» (37).
Quaderns del CAC: Número 12
 Las recomendaciones incluidas en el mencionado
dictamen del CAC siguen la pauta marcada por las
aprobadas en una reunión celebrada en Leganés (Madrid)
el 20 de diciembre de 1997 (Año Europeo contra el Racismo
y la Xenofobia) con la participación de periodistas de
medios escritos y audiovisuales y profesores de universidad
de Barcelona, Bilbao y Madrid, bajo el lema «Por una
formación sin estereotipos racistas». Aun corriendo el
riesgo de repetirme, voy a resumir las recomendaciones
que surgieron de esa reunión en que
representadas media docena de nacionalidades:
1. Todo individuo es un ciudadano, un ser humano que
tiene derecho a ser tratado y nombrado como tal.
2. Mencionar la pertenencia étnica, el país de origen, el
color de la piel, la religión o la cultura sólo si esas
informaciones son pertinentes.
3. Léxico. Se recomienda especial atención y rigor en la
denominación de los individuos y grupos minoritarios, así
como en la adjetivación.
4. Normalizar la convivencia y evitar las dramatizaciones.
Evitar la tendencia a mencionar a los grupos minoritarios
sólo en relación con conflictos, situaciones dramáticas,
sucesos, delincuencia, etcétera.
5. Buscar un discurso informativo equilibrado, ecuánime y
basado en fuentes plurales. Contrastar la información
oficial.
6. Adoptar una actitud beligerante hacia el racismo. Vigilar
especialmente las actitudes y manifestaciones de la
extrema derecha, sin descuidar el racismo difuso en otras
posiciones del espectro político.
7. Extremar la prudencia en la selección y el tratamiento de
las imágenes.
8. En la información deportiva, evitar ofrecer espacio a
expresiones racistas y símbolos de la extrema derecha.
Evitar estereotipos chovinistas y étnicos. (38)
La autorregulación profesional
La autorregulación de la profesión periodística y la adopción
de códigos deontológicos o de conducta es, sin duda, una
de las mejores fórmulas para avanzar en el tratamiento
adecuado de las minorías. La Federación Internacional de
Periodistas ya dispone de un código de conducta. Los
Tema monográfico: El tratamiento informativo de la inmigración en Cataluña
periodistas catalanes, por su parte, aprobaron en octubre
de 1992, a iniciativa de su colegio profesional, el Código
deontológico. El último de sus 12 artículos apela a «actuar
con especial responsabilidad y rigor en el caso de
informaciones u opiniones con contenidos que puedan
suscitar discriminaciones por razones de sexo, raza o
extracción social o cultural».
Al cabo de algo más de dos años, el 15 de febrero de
1995, responsables de 24 medios de comunicación de
estaban Cataluña, el Colegio de Periodistas y la Consejería de
Bienestar Social de la Generalitat suscribieron el convenio
Protección de la cultura y la imagen de las minorías étnicas
en los medios de comunicación social, un texto que sitúa la
tolerancia y el respeto a la dignidad de las personas como
premisa de la información y como referente para la
publicidad. Asimismo, las partes se comprometen a hacer
hincapié en los valores positivos de las diferentes culturas y
a erradicar mensajes que impliquen discriminación o
menosprecio a causa del color, raza, sexo, religión o
ideología. El entonces decano del Colegio de Periodistas,
Josep Pernau, destacó en el acto de la firma que la
autorregulación «vincula» a los periodistas «mucho más
que cualquier ley».
Finalmente, en diciembre de 1996, se constituyó el
Consejo de la Información de Cataluña, un organismo de
arbitraje constituido por 15 personas cuyas funciones son,
entre otras, instar a los medios de comunicación a rectificar
actuaciones profesionales que lesionen los principios
contenidos en el Código deontológico, así como resolver
consultas presentadas tanto por los periodistas como por el
público y elaborar un informe anual sobre sus actuaciones.
Toda persona física o jurídica puede presentar un escrito de
queja «por la lesión causada por un medio de
comunicación». Las resoluciones del Consejo son públicas.
El Consejo nació un mes antes, en noviembre de 1996, en
la jornada de clausura del Tercer Congreso de Periodistas
de Cataluña, que adoptó un conjunto de conclusiones, dos
de ellas referidas a la xenofobia. En la primera se aconseja
a los medios de comunicación la inclusión de periodistas,
presentadores y actores de minorías étnicas en sus
plantillas y programas, y en la segunda se reclama una
formación «multi-intercultural» de los periodistas y que esta
multiculturalidad se incluya en todos los «ámbitos
educativos».
37
 El Congreso también aprobó un Manual de estilo, versión
definitiva de una carta de intenciones sobre el tratamiento
de las minorías étnicas en los medios de comunicación
elaborada por el grupo de trabajo Medios de Comunicación
y Minorías Étnicas del Colegio de Periodistas de Cataluña.
El Manual de estilo consta de seis puntos:
1. No hay que incluir el grupo étnico, el color de la piel,
el país de origen, la religión o la cultura si no es
estrictamente necesario para la comprensión global de
la noticia. El Manual reconoce que existe la tendencia, en
general inconsciente, de destacar estos aspectos,
potenciada además por la presión del tiempo derivada de
las rutinas de producción periodística.
2. Es necesario evitar las generalidades, los
maniqueísmos y la simplificación de las informaciones.
Los residentes extranjeros no comunitarios son tan
poco homogéneos como los autóctonos. El Manual
reconoce en este punto la «buena intención» de los medios.
3. No deben potenciarse las informaciones negativas ni
las sensacionalistas. Hay que evitar crear inútilmente
conflictos y dramatizarlos. Hay que potenciar la
búsqueda de noticias positivas. El Manual precisa que
«relacionar directamente términos como invasión, brote,
alud o grandes oleadas con grupos o individuos inmigrantes
perjudica sensiblemente la imagen social de los residentes
extranjeros no comunitarios».
4. Ecuanimidad en las fuentes de información. Es
necesario contrastar las versiones institucionales. Hay
que potenciar las propias de las minorías étnicas y
tener especial cuidado en las informaciones referidas a
los países de origen. La publicación de las
rectificaciones como elementos que inciden en la
calidad del medio informativo. El Manual aclara: «Las
fuentes de información más consultadas cuando cubrimos
una información que afecta a un colectivo de inmigrantes, o
a un miembro de una minoría étnica, son, por este orden,
ministerios, expertos en inmigración, servicios sociales,
ONG, fuerzas de seguridad, ayuntamientos, etc. Casi nunca
son consultados los propios inmigrantes. Las rutinas de
producción informativa y la falta de informadores estables
tienen una buena parte de la culpa».
5. Responsabilidad de los profesionales. La
importancia de la ubicación física de la información. «El
efecto dominó». Utilización del material gráfico. El
38
Manual insta a contextualizar la información con el resto de
informaciones que compartirán el espacio físico o hertziano.
«Es necesario intentar que el carácter negativo de una
información —muertes, enfermedades, guerras, etc.—
donde aparecen aspectos étnicos, religiosos o culturales,
no influya, por su proximidad en el espacio informativo o por
el momento de su difusión, en otras noticias más próximas
a nosotros que tengan un referente étnico, religioso y
cultural similar. Una noticia negativa afecta —al igual que
una ficha de dominó que cae sobre otra— a otras noticias
que están próximas físicamente y tienen un referente
común». Más adelante, añade: «Las imágenes (fotografías,
vídeos, etc.) son los elementos más susceptibles de ser
manipulados, y su conocida elocuencia hace que sea
necesario extremar la prudencia al seleccionar una imagen
que puede transformar totalmente el sentido de una
información».
6. Militancia periodística: hacia una multi-
interculturidad enriquecedora para todos. La potencia-
ción de las informaciones en positivo. El Manual afirma:
«La voluntad del profesional es de gran importancia para la
búsqueda y elaboración de noticias positivas en un contexto
en el cual las que encontramos son mayoritariamente
negativas. Esto no quiere decir reflejar una realidad light o
esconder informaciones. Como información positiva
podemos considerar tanto la cobertura de una acción
positiva como unas declaraciones, por ejemplo, de un
miembro de un colectivo inmigrante o la presentación
positiva en este sentido de cualquier información». A
continuación añade que « otro nivel de actuación sería la
aparición (...) de periodistas y presentadores de diversas
minorías étnicas; hecho que produce un notable efecto
normalizador» (39).
La mayoría de estas recomendaciones se van
cumpliendo, con matices, como ya se ha visto, en los
medios de comunicación catalanes. En la actualidad, la
mayoría de los periodistas catalanes tiene, de entrada, una
posición favorable hacia las minorías, intentan cuidar el
lenguaje, no limitarse a las fuentes oficiales, sino buscar
otras alternativas, contrastar, verificar y acercarse a las
causas profundas de los sucesos, como en el caso de la
llegada de pateras por el estrecho de Gibraltar, por ejemplo.
Las buenas intenciones iniciales ya se reflejan en textos
suscritos por los medios y en declaraciones solemnes. Pero
Quaderns del CAC: Número 12
todavía queda mucho por hacer. El propio decano del
Colegio de Periodistas, Salvador Alsius, reconocía, en las
jornadas «La producción de noticias sobre inmigración»,
celebradas el pasado mes de octubre en el Centro de
Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), que «Los
estereotipos están presentes en los ámbitos informativos en
la medida que los medios, con tal de conseguir una mejor
entrada en los públicos masivos, utilizan los estereotipos en
lugar de combatirlos» (40). Sin embargo, en estas mismas
jornadas, esta vez la universidad fue un tanto indulgente
con los medios. El catedrático de la UAB, Miquel Rodrigo,
expuso las ideas reunidas en su trabajo Pueden los
periodistas no ser etnocéntricos? para distinguir el trabajo
del periodista del trabajo del sociólogo o el antropólogo. Al
periodista, sujeto a unas limitaciones de tiempo, recursos o
de la ideología de la propia empresa para la que trabaja, no
se le puede exigir la misma minuciosidad ni el mismo
discurso dubitativo que a los académicos, que se dirigen a
una audiencia de especialistas y no a grandes masas, como
el informador. Además, según Rodrigo, «no siempre los
prejuicios o estereotipos que tenemos sobre otros grupos
son negativos». Estos últimos son los que los periodistas
deben combatir para no fomentar actitudes discriminatorias
o de exclusión, de superioridad —cultural, por ejemplo— de
un grupo sobre otro o de una civilización sobre otra. «Esto
supone —asegura Rodrigo— la incapacidad de reconocer
que la diferencia no implica la inferioridad de los grupos
diferenciados. Todo ello puede alimentar actitudes
xenófobas, racistas y etnocéntricas.» (41)
No obstante, entre los interesados en el tema, parece
imponerse la opinión de que los patinazos —lo que en
francés llamaríamos derrapages— en este tipo de
informaciones no se deben tanto a una voluntad racista o
xenófoba de los periodistas, a los, al contrario, se les
reconoce el esfuerzo y su creciente preocupación, sino a
las rutinas y procesos de producción de la información.
Catalina Gayà y Marta Rizo, coordinadoras
Observatorio Migración y Comunicación del Portal de la
Comunicación-InCom (UAB), proponen volver al periodismo
de calle y a una formación universitaria adecuada para
preparar periodistas críticos y reflexivos en su trabajo y
transformar así «la información sobre inmigración en una
información comprensible y que pondrá en duda la validez
de los estereotipos» (42).
Tema monográfico: El tratamiento informativo de la inmigración en Cataluña
Algunas iniciativas solidarias
En este sentido, algunos medios de comunicación
catalanes incluyen en su programación o en sus páginas
iniciativas solidarias que se podrían integrar dentro del
terreno tan reclamado de las noticias positivas sobre la
inmigración o las minorías étnicas. TV3 ha reservado
durante más de tres años a las ONG un espacio en el
Telenotícies Migdia de los sábados. El espacio se creó a
iniciativa de la televisión autonómica, que destinaba para su
elaboración a dos redactores de Sociedad cuya función
consistía en dar a conocer las múltiples ONG que están
implantadas en Cataluña. En la actualidad, desde el pasado
verano, el espacio no es fijo, pero está más vinculado a la
actualidad, con lo que las últimas entregas se han dedicado
a organizaciones relacionadas con el mundo islámico, con
los refugiados, etc.
El Periódico de Catalunya ha publicado durante casi un
año (de noviembre de 2000 a julio de 2001), un reportaje
semanal, bajo el epígrafe Crónicas de la diversidad. En él,
el escritor Joan Miñana enumeraba actividades de las
minorías étnicas presentes en la sociedad catalana, desde
partidos de críquet de pakistaníes en Ciutat Vella hasta la
celebración del año nuevo judío. Además, desde el 10 de
febrero de 1999 publica cada semana —primero los
miércoles y actualmente los jueves— La Agenda de la
Cooperación, una página incluida en la sección El Día al
Día y dedicada a actividades de solidaridad. La agenda
contiene una selección de los actos programados por
distintas asociaciones y ONG catalanas, con direcciones y
teléfonos de contacto. El objetivo es acercar a los lectores
la realidad de los pueblos y las culturas del llamado Tercer
Mundo a través de las iniciativas divulgativas y lúdicas que
promueven las ONG, los ayuntamientos y otras
asociaciones. Los contenidos de la página se elaboran a
partir de la información facilitada por el Fondo Catalán de
del Cooperación, en virtud de un convenio de colaboración
suscrito por el diario y esta entidad. El Fondo Catalán de
Cooperación, un organismo sin ánimo de lucro que agrupa
a 207 socios, el 90% de los cuales son ayuntamientos de
Cataluña, se ocupa de promover entre la opinión pública un
clima favorable a la consecución de un nuevo orden
económico internacional más justo.
El formato de la página se parece a un tablón de anuncios
39
 —con tres o cuatro piezas más destacadas y el resto en
forma de guía—, ya que El Periódico asume el papel de
intermediario entre los lectores y los actos que se
organizan. La intención del diario es que los lectores sepan
qué actividades se llevan a cabo para poder establecer una
relación directa con las entidades que las organizan,
asistiendo a fiestas, conciertos, exposiciones, mesas
redondas, debates, jornadas, etc. En este espacio también
se publican números especiales dedicados a estancias
solidarias veraniegas en campos de trabajo del Tercer
Mundo, establecimientos de comercio justo y otras
iniciativas vinculadas a la cooperación.
Una iniciativa parecida se lleva a cabo en el diario El Punt,
de Gerona. En septiembre de 1994, el diario firmó un
convenio de colaboración con el Secretariado Permanente
de la Coordinadora de ONG de Cooperación y Solidaridad
de las comarcas de Gerona, que agrupa unas 40
organizaciones no gubernamentales de la provincia. La
parte expositiva del convenio estipula que la empresa
editora del diario, «en cumplimiento de sus principios
fundacionales, debe estar atenta a la realidad plural del
ámbito social y territorial donde está inmersa para poder dar
una respuesta más adecuada a las necesidades, las
inquietudes y los valores del conjunto de la sociedad, entre
ellos los que hacen referencia a la cooperación y la
solidaridad». La Coordinadora tiene entre sus objetivos la
denuncia, la sensibilización y el trabajo para conseguir una
sociedad más justa y solidaria.
El Punt se compromete a publicar una página semanal en
el diario y entre una y dos semanales en la revista dominical
Presència sobre temas de cooperación y solidaridad como
contribución a la campaña del 0,7%. El espacio tiene una
parte de redacción, a cargo de una periodista especiali-
zada, y una parte publicitaria, gestionada por las ONG, que,
además, cada semana aportan informaciones y opiniones
para elaborar las páginas. En la parte publicitaria pueden
incluirse, de forma gratuita, anuncios de instituciones,
entidades u ONG que, sin ánimo de lucro, respondan al
contenido del convenio. En opinión del director de El Punt,
Emili Gispert, más importante que el contenido es que se
han dedicado recursos económicos, mediante la
especialización de una redactora, que mantiene una
relación permanente con las ONG —se reúnen al menos
40
una vez por semana en consejo de redacción— y conoce
de este modo los problemas, las inquietudes, las
dificultades y las opiniones de las personas que trabajan en
estas asociaciones, al tiempo que las acerca a los medios y
a su forma de trabajar.
«Es la única forma —estima Gispert— de superar el
estadio del uso del lenguaje políticamente correcto en que
estamos instalados y que nos deja a todos tranquilos y
satisfechos, pero engañados, porque no contribuye a
mejorar el conocimiento de la diversidad social y cultural
eliminando tópicos, prejuicios y visiones que alimentan la
xenofobia». Según el director de El Punt, la relación directa
y el intercambio de experiencias con las ONG ayuda a
resolver «la cuestión de fondo», que es «ser capaces de
impregnar las redacciones de una actitud positiva en el
trabajo diario». «Tanto es así que a menudo comentamos
—asegura— con los responsables de la coordinadora que
lo vamos a celebrar el día que convengamos que ya no son
necesarias páginas especiales ni convenios de este tipo»
(43).
Este momento todavía no ha llegado, pero algunas de las
experiencias protagonizadas por los periodistas catalanes
apuntan que, a pesar de los estereotipos, tópicos, inercias,
ignorancias y dificultades, se está avanzando en el camino
hacia un tratamiento más respetuoso de las minorías
étnicas. Un tratamiento que, a mi modo de ver, debería
tener en cuenta los principios siguientes:
— La inmigración y la diversidad cultural son beneficiosas.
— Los inmigrantes deben disfrutar de todos los derechos y
deberes fundamentales de la sociedad de acogida. Los
inmigrantes deben aceptar el marco democrático y de valo-
res en el que se integran, especialmente el carácter aconfe-
sional del Estado y la igualdad entre hombres y mujeres.
— Integración, en un marco cultural plural y abierto, frente
a exclusión y creación de guetos, tanto culturales como
económicos y sociales. La única preocupación no debe ser
la preservación de la identidad de la sociedad de acogida.
— Evitar la homogeneización, que puede derivar, como
hemos visto, en limpieza étnica.
— Combinar, como defiende Alain Touraine, diversidad e
integración. Es decir, interculturalismo o integración de
culturas, frente al multiculturalismo norteamericano
promovido por la moda de qué es políticamente correcto.
Quaderns del CAC: Número 12
NOTAS
1. José Saramago. Carta abierta a la Solidaridad. Lisboa, 3 de
diciembre de 1998. Citado por el Informe anual de 1999 sobre
el racismo en el Estado español. SOS Racismo. Icaria
Editorial. Barcelona 1999.
2. Catalina Gayà. Una proposta d'anàlisi etnogràfica d'una
Redacció: la recerca de la incidència de les rutines dels
periodistes en la informació sobre immigració. UAB. Bellaterra.
Junio 2000. P. 18.
3. Teun A. Van Dijk. Racismo y análisis crítico de los medios.
Paidós. Barcelona 1997. Pp. 79, 96-97, 129-131 y 243-244.
4. Eurostat 1994. Citado por Gayà. Op. cit. Un panorama de les
migracions. Pp. 11 y 12.
5. Patricia Barbadillo Griñán. Extranjería, racismo y xenofobia en
la España contemporánea. La evolución de los setenta a los
noventa. Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Siglo
XXI de España Editores, SA. Madrid 1997. P. 180.
6. Gayà. Op. cit. Un panorama de les migracions. P. 15.
7. Barbadillo. Op. cit. P. 180.
8. Eliseo Aja. La inmigración extranjera en España. Los retos
educativos. Fundació La Caixa. Barcelona 2000.
9. Gayà. Op. cit. Un panorama de les migracions. P. 26.
10. Barbadillo. Op. cit. Pp. 2-3 y 33-35.
11. Barbadillo. Op. cit. Pp. 158 y 160.
12. Barbadillo. Op. cit. P. 174.
13. Barbadillo. Op. cit. P. 178.
14. Barbadillo. Op. cit. P. 185.
15. Van Dijk. Op. cit. P. 12.
16. La imatge de les minories ètniques a les televisions de
Catalunya. Consell de l'Audiovisual de Catalunya (CAC).
Barcelona. Enero 2000. Carles López y Soledat Balaguer. La
imatge de les minories ètniques a les televisions de Catalunya.
Aproximació quantitativa. Pp. 48 a 53.
17. Salvador Giner, Emilio Lamo de Espinosa y Cristóbal Torres.
Diccionario de Sociología. Alianza Editorial. Madrid 1998.
Citado por Carles López y Soledat Balaguer. Op. cit. P. 48.
18. Miquel Rodrigo Alsina y Manuel Martínez Nicolás. Minories
ètniques i premsa europea d'elit. Revista Anàlisi. Quaderns de
Comunicació i Cultura, del Departamento de Periodismo y de
Ciencias de la Comunicación de la UAB. Barcelona 1997.
Citado por Carles López y Soledat Balaguer. Op. cit. P. 48.
19. Juan de Dios Ramírez-Heredia. La prensa española ante el
pueblo gitano. Citado por el informe anual de SOS Racismo.
Op. cit. Pp. 199 a 201.
20. Gayà. Op. cit. La construcció social de l'immigrant. Pp. 22 y 23.
21. Nicolás Lorite. Tratamiento de los inmigrantes no comunitarios
en los medios de comunicación de Catalunya. 1996.
Tema monográfico: El tratamiento informativo de la inmigración en Cataluña
Departamento de Comunicación Audiovisual de la UAB.
Barcelona 1996.
22. Entrevista con el autor. Mayo 2000.
23. Conversación con el autor. Noviembre 2001.
24. Francesc Vallverdú. El català estàndard i els mitjans
audiovisuals. Televisió de Catalunya. Edicions 62. Barcelona
2000. Pp. 93 y 99.
25. Entrevista con el autor. Mayo 2000.
26. Libro de estilo. El País. 11ª edición. Ediciones El País, SA.
Madrid 1996. P. 29.
27. Libro de estilo. El Mundo. Madrid 1996. P. 111.
28. Libro de estilo. El Periódico de Catalunya. Ediciones Primera
Plana, SA. Barcelona. 1997. Pp. 111, 161 y 195.
29. Entrevista con el autor. Mayo 2000. Conversación con el autor.
Noviembre 2001.
30. Entrevista con el autor. Mayo 2000.
31. Entrevista de Joan Catà, ex-director de Informatius, con el
autor. Mayo 2000. Conversación con el autor. Nov. 2001.
32. Entrevista con el autor. Mayo 2000.
33. Barbadillo. Op. cit. P. 195.
34. Ramírez-Heredia. Op. cit. Pp. 202 y 203.
35. Alfonso Carlos Bolado y otros. Op. cit. P. 31.
36. Dictamen 1/99 del CAC sobre el tractament de les minories
ètniques a la televisió. Op. cit. Pp. 54 a 56.
37. Droits culturels, médias et minorités. Raport du séminaire tenu
à Strasbourg. 27-29 de septiembre de 1995. Per Marion
Vargaftig. Editions du Conseil de l’Europe. Estrasburgo
(Francia).
38. El lenguaje solidario en los medios de comunicación. CCOO.
Federación de Comunicación y Transporte. Citado por el
informe anual de SOS Racismo. Op. cit. Pp. 204 a 206.
39. Manual de estilo sobre el tratamiento de las minorías étnicas
en los medios de comunicación social. Col·legi de Periodistes
de Catalunya. Comissió Periodisme Solidari. Barcelona 1996.
40. Sesiones de debate y conferencias La producció de notícies
sobre immigració. CCCB. Barcelona. Octubre 2001.
http://www.migracom.org/espanol/trobades/cccb23.htm.
41. Miquel Rodrigo. ¿Pueden los periodistas no ser etnocéntricos?
42. Catalina Gayà y Marta Rizo. Jornadas Construir paraules i
imatges sobre la immigració. El paper de periodistes i
fotoperiodistes en la informació sobre immigració. Col·legi de
Periodistes de Catalunya. Barcelona. 20 de junio de 2001.
43. Emili Gispert i Negrell. Ponencia en las Jornadas sobre los
medios de comunicación y las relaciones Norte-Sur.
Barcelona. Abril 1999. Conversación con el autor. Nov. 2001.
41
 La presencia de la inmigración como exclusión social
en los programas informativos de las televisiones
públicas europeas
Teresa Velázquez
. Los movimientos migratorios presentes en la
sociedad europea contemporánea constituyen una
realidad en la que cada vez cobran mayor relevancia
las políticas sociales, económicas, culturales de los
países concernidos por los flujos migratorios del Sur
hacia el Norte. Esta realidad se encuentra presente
en las agendas temáticas de los informativos de la
televisiones públicas. La reflexiones que ofrecemos a
continuación son el resultado del análisis llevado a
cabo sobre diecisiete televisiones públicas europeas
de las cuales, ocho pertenecen a diferentes cadenas
autonómicas españolas. El objeto de la investigación
es la exclusión social y su visualización en la
televisión. Entre los aspectos considerados como
exclusión social se incluye la inmigración. La
interpretación de los resultados obtenidos a partir del
análisis de contenido aplicado a la muestra nos
presenta el valor de jerarquía que los medios
estudiados aplican a dicho tema.
1. Introducción
Las consecuencias de la exclusión social es uno de los
temas de preocupación en las sociedades contemporá-
neas, cuya complejidad se recoge en los informativos de las
televisiones públicas europeas que hemos seleccionado
para nuestra investigación . Por otra parte, y desde nuestro
punto de vista, cada vez en mayor grado, la contribución al
Teresa Velázquez
Profesora del Departamento de Periodismo y Ciencias de
la Comunicación de la Universitat Autónoma de Barcelona
Tema monográfico: La presencia de la inmigración como exclusión social en los programas informativos de las televisiones públicas europeas
debate público de los temas que conciernen a una sociedad
y en el que podemos situar los diferentes estadios de
opinión pública y, en consecuencia, la generación del
proceso de la acción tematizadora, la encontramos desde
luego en la prensa, pero también en los otros medios
tradicionales como son la radio y la televisión, y en los
nuevos medios digitales.
En la relación entre opinión pública y medios de
comunicación consideramos que los estados de opinión,
como primer estadio en este proceso, lo constituye la
información y sus formas de expresión; a su vez, las
corrientes de opinión, enmarcadas en el segundo estadio
de opinión pública, las encontraríamos en géneros tales
como los artículos, los editoriales, los debates, las tiras
humorísticas y, por encima de todo esto, los propios medios
de comunicación; los climas de opinión, tercer estadio de
opinión pública, es el resultado, a lo largo del tiempo, de
ese debate de los temas de interés público, en el que los
medios de comunicación intervienen como una institución
más. En estos tres estadios se genera el proceso cognitivo
de la acción tematizadora, pero quizás sea en este último
donde se fijen los aspectos relacionados con el
almacenamiento en la memoria a largo plazo de los
acontecimientos, su tratamiento, el debate generado y la
ideología sobre los asuntos de interés público. Nos
arriesgamos a decir que aquello que hoy se consideran
prejuicios en otro momento fue opinión pública Esto nos
lleva a reconsiderar el concepto de opinión pública como
tematización de los temas políticos de interés público
tratados a través de la prensa.
Algunos de los temas que hemos tomado en
consideración relacionados con la exclusión social y su
selección, jerarquización y tratamiento en las citadas
televisiones son, por ejemplo, los parados, los “sin techo”,
los discapacitados, los gays y lesbianas, los niños, el
43
 género, la tercera edad, los enfermos y, por supuesto, la
inmigración. El presente artículo responde al análisis de
nueve primeros y segundos canales de la televisión pública
europea y ocho canales autonómicos españoles. El ámbito
seleccionado, tal y como hemos dicho, es el de la
inmigración, la cual es denominada, entre otras referencias,
por el origen o procedencia del inmigrante, por la situación
legal en la que se encuentran, por la cantidad de
inmigrantes que llegan al país receptor y por los medios que
emplean para llegar, por las agresiones de carácter racista
de que son objeto y por la incriminación del inmigrante.
Entendemos que la muestra seleccionada contiene un
rasgo común, el ser televisiones públicas, y un rasgo
distintivo que situamos en la cobertura de dichas
televisiones. Por ello, presentaremos nuestros resultados y
valoraciones siempre diferenciado este doble carácter.
Asimismo, es importante tomar en consideración el resto de
informaciones contenidas en los telediarios y que rodean a
la noticia seleccionada.
Dividimos las categorías del análisis en aquellos aspectos
más estructurales, aunque también valorativos, de
selección y jerarquización y aquellos otros que podríamos
considerar más contextualizadores y que darían respuesta
a la interpretación que el medio ofrece sobre la noticia.
2. Algunas precisiones sobre el concepto de
exclusión social
En este apartado daremos, pues, unos apuntes muy
generales sobre el concepto de exclusión social y
perfilaremos una posible definición desde una perspectiva
de carácter semántico. Hablar de la exclusión social obliga
a situar este concepto en distintas direcciones. Según el
informe realizado por el Instituto Internacional de Estudios
Laborales (IIEL) del 30 de octubre de 1998, titulado
"Exclusión social y estrategias de lucha contra la pobreza"
el término de exclusión social aparece por primera vez en
Francia en 1974 para referirse a varias categorías de
personas con problemas sociales. Con posterioridad, la
Comisión Europea también adopta este término en su
preocupación por los problemas de inmigrantes, de
desempleo a largo plazo y de trabajadores no cualificados.
Actualmente, el Parlamento Europeo y el Consejo de
44
Europa promueven un programa para fomentar la
cooperación entre los estados miembros en su lucha contra
la exclusión social lo que pone de manifiesto la
preocupación que existe en torno a estos temas.
En el campo de las investigaciones de carácter
sociológico, político, económico o laboral existe una gran
tradición en el estudio de la exclusión social. Baste recordar
la obra de Anthony Giddens (1993) o el mismo Manuel
Castells (1997) al igual que las grandes organizaciones
internacionales como son la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), la UNESCO, el Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD), los trabajos del IIEL, o
los diagnósticos que sobre la situación de la exclusión han
realizado los países miembros de la UE referidos a sus
propias realidades. También, y como acabamos de decir,
gracias a la preocupación que sobre este tema ha
demostrado el Parlamento y el Consejo de Europa y su
influencia en los países miembros, se han podido
desarrollar programas que han dado como resultados
proyectos, investigaciones e informes, en los que se pone
de manifiesto cuál es la situación en torno a la exclusión
social, cuáles son las causas que la provocan y cuáles son
las líneas de actuación que se deberían poner en práctica
en las políticas sociales para reducir su presencia en la
sociedad europea contemporánea y caminar hacia la
integración social y reducir la desigualdad social.
La mayoría de estos estudios están centrados en la
pobreza, el desempleo, las desigualdades, la inmigración
como fenómeno o problema social, la mujer, los aspectos
legislativos, los discapacitados, la marginación social, los
derechos de los ciudadanos, la integración social. El
abordar estos aspectos desde la comunicación de masas y
los medios, tanto desde la investigación en los ámbitos
universitarios, como desde la preocupación por parte de los
organismos profesionales, las organizaciones de la
sociedad civil y las instituciones encargadas de la vigilancia
de la difusión de los contenidos, hace que cada vez más
estos temas estén presentes en las diferentes agendas, ya
sean de investigación, ya profesionales. Creemos que en
este sentido los medios de comunicación juegan un papel
determinante, no sólo en los espacio dedicados a la
información, sino también en aquellos que tienen por
finalidad el entretenimiento o la información como
entretenimiento. De esta preocupación son conscientes las
Quaderns del CAC: Número 12
instituciones europeas. Si antes lo fueron con los temas de
racismo y xenofobia, no abandonados aún, ahora la
preocupación está centrada en las situaciones de exclusión
social y las estrategias y políticas para superarla.
Hecho este planteamiento del problema, nos centramos
ahora en presentar una posible definición de “exclusión
social” sin pretender con ello ser concluyentes puesto que
tampoco hemos encontrado ninguna otra que cumpla con
esa condición . Más bien podemos aludir a ella a partir de
aquellos elementos que, como rasgo común, tienen el
componente sémico de exclusión social. Si estuviéramos
hablando del campo semántico "exclusión social" y éste
fuera su archisemema, podríamos considerar sememas los
diferentes grupos de excluidos sociales, que detallaremos
después. Cada uno de ellos presenta rasgos diferenciales y
comparten un rasgo común, aquel que permite que
nosotros lo incluyamos en el conjunto denominado
"exclusión social". Estos rasgos son los que en la semántica
tradicional se denominan semas.
Un estudio acerca de la exclusión social implica detenerse
en los diferentes aspectos que pueden ser definidos como
"problemas" en la sociedad. Los mismos pueden estar
relacionados con las desigualdades sociales, con la
pobreza, con la marginación. Nosotros, en nuestra
investigación, cuando optamos por este concepto, a priori
quisimos fijarnos en aspectos tales como: inmigrantes
(excluidos de la sociedad receptora), los sin-techo
(excluidos espaciales), la tercera edad (excluidos del
sistema productivo), género (excluidos de las jerarquías
dominantes), los parados (excluidos del sistema productivo-
laboral), los enfermos y discapacitados (excluidos de los
cánones tradicionales de una sociedad), homosexuales
(excluidos de otros cánones tradicionales basados en la
moral) Sobre estos grupos de excluidos sociales nos
interesaba comprobar cómo las televisiones se referían a
ellos, a quién se visualizaba, a quién daban voz, qué
temáticas y enfoques eran dominantes; en definitiva, todas
aquellas categorías que nos iban a permitir evidenciar el
tratamiento y la jerarquización que sobre estos temas
hacían las diferentes televisiones públicas europeas.
Creemos necesario realizar esta breve referencia al marco
general del objeto de nuestra investigación para situar,
dentro de este ámbito, la caracterización de la inmigración
en dichas televisiones.
Tema monográfico: La presencia de la inmigración como exclusión social en los programas informativos de las televisiones públicas europeas
3. Aspectos estructurales y de jerarquización de
las piezas informativas: Categorías de análisis
Tal y como hemos referido en la introducción al presente
artículo, al hablar del tratamiento informativo de los temas o
asuntos de la realidad que los medios de comunicación
abordan, nos hemos de referir a unos aspectos que
consideramos destacados del quehacer profesional y que
vinculamos a las rutinas profesionales.
El primero de ellos es la selección de la información, en
otras palabras, qué es lo lleva a los medios de comuni-
cación a priorizar, del amplio escenario de la realidad, unos
acontecimientos sobre otros. En segundo lugar, una vez
hecha la selección, qué es lo que se jerarquiza y el lugar
que ocupa en el espacio del diario o del programa televisivo
o radiofónico. Otros elementos relacionados con la
jerarquización serían, en los informativos televisivos, a
quién le dan voz, quién aparece en pantalla, la duración de
la intervención, quiénes son las fuentes, etc.
Esta selección y jerarquización de temas son el primer
paso del establecimiento de la agenda temática, a partir de
la cual se generará el proceso de tematización, del que ya
hemos hablado y que no constituye los temas abordados y
establecidos en la construcción de la agenda, ésta sí,
temática de los medios de comunicación.
En el caso concreto de nuestra investigación, el
establecimiento de la agenda temática que han realizado
las televisiones públicas en el periodo estudiado lo
constituyen, para el caso de las autonómicas, 964 piezas
informativas y, para el caso de las europeas, 864 noticias.
Sobre los contenidos generales de dicha agenda
hablaremos más adelante. A continuación, y a partir de los
resultados obtenidos en nuestra investigación, pasamos a
exponer cuál es el lugar que ocupa la inmigración incluida
en el ámbito de la exclusión social en la agenda temática de
estas televisiones y el tratamiento que se hace de la misma.
Con relación al estudio de los contenidos, dividimos las
categorías del análisis en dos bloques diferenciados. Uno,
responde aquellos aspectos más estructurales, aunque
también valorativos, y que podrían ser considerados
descriptivos y otro, a aquellas categorías de carácter más
interpretativo y que estarían más cercanas a la
interpretación de la realidad que ofrece el medio sobre el
hecho noticiable.
45
 De todas ellas hemos seleccionado para el presente
artículo, en el caso del primer bloque, las referidas a la
localización en el informativo, el tiempo de duración de la
pieza informativa, su proporción respecto al resto de
noticias. Para el segundo bloque decidimos destacar aquí el
enfoque que se le da a la noticia, si ha sido destacada o no,
en qué tema se la ha incluido, cuál es la clase de actor
institucional que interviene en ella, a quién se muestra en
imagen, a quién dan voz y, por último, una variable referida
a la incriminación o no del inmigrante.
La importancia de esta división a la que nos referimos
radica en dos momentos claves del proceso de producción
del informativo y que lo concretamos en la toma de decisión
que afecta a dicho proceso. En el primero se decide sobre
cuáles serán de los hechos que han ocurrido en la
sociedad, objeto de información y sobre los que hay que
disponer de documentos sonoros e icónicos, sean de
archivo o tomadas para la ocasión, o, simplemente, recurrir
al conductor y al set del programa para, inmediatamente,
decidir sobre cuál será su localización espacio-temporal
dentro del telediario, y en consecuencia, cuál será la
proporción de la pieza informativa respecto al resto de
noticias; en el segundo paso de toma de decisión,
intervienen factores relacionados con otros aspectos del
proceso de producción del que destacamos la edición del
informativo, lugar en el que la televisión contribuye a la
construcción social de la realidad.
4. La inmigración en los informativos televisivos
Tal y como avanzábamos en la introducción del artículo, los
resultados los presentaremos en función del carácter y
ámbito de cobertura de las diferentes cadenas objeto de
estudio.
Ya hemos señalado el lugar que ha ocupado la inmi-
gración en las agendas temáticas de las televisiones públi-
cas, aquí sólo queremos recordar el porcentaje que dicha
atención ha supuesto, un 7’67% en las autonómicas y un
6’86% en las europeas. Este primer dato nos lleva a
concluir que, al menos, en el periodo de tiempo al que cor-
responde la muestra seleccionada ha existido una cierta
concordancia en todos los canales analizados con relación
a la proporción dedicada al ámbito de la exclusión social.
46
Como dato curioso hemos de decir que en la categoría (va-
riable) de los “sin techo” se da una sola información sobre
ellos, por lo que sólo hemos podido contabilizar un caso.
Creemos que es importante explicar la localización
espacio-temporal de los hechos que acontecieron simultá-
neamente a aquellos que constituye nuestra muestra sobre
la exclusión social. La semana del seis al doce de
noviembre del año dos mil fue prolija en acontecimientos de
orden natural. Media Europa, y España en ella, sufrió inun-
daciones, temporales y, en consecuencia, muertes. Colea-
ba el tema de las vacas locas, la noticia internacional
común fue la de las elecciones americanas y los resultados
sobre los que hubo que arbitrar recuentos manuales de vo-
tos, la operación de las niñas siamesas que comportaba un
problema poliédrico de diferentes caras: la legal, la ética, la
de la responsabilidad profesional, el accidente en los Alpes
austriacos, etc. La verdad es que en el establecimiento de
las agendas temáticas de los telediarios, al margen de
algún otro tipo de información, las más coincidentes en
todos ellos se asemejan más a las secciones de sucesos y
catástrofes de cualquier medio de tipo más alarmista que a
lo que correspondería a las televisiones públicas. Evidente-
mente, somos conscientes de que los telediarios tienen un
espacio determinado de tiempo de emisión. Que esos he-
chos sucedieron y deben tener cabida en los informativos.
Dicho esto, creemos que, en el amplio escenario del acon-
tecer, hay infinidad de temas que pueden ser objeto de
noticia y que, simplemente, no se seleccionan. Por ello
hemos dicho en otro lugar de este artículo que la toma de
decisión es fundamental en un medio. Establece el índice
de acontecimientos transformados en noticias que llega a la
audiencia y marca la interpretación que de los hechos
seleccionados realiza el medio. Finalmente, no olvidemos
que la televisión, aún hoy, es el medio de mayor audiencia,
al igual que la radio. En este contexto es en el que hay que
situar nuestra muestra sobre exclusión social en general y
sobre la inmigración en particular.
Ahora pasamos ya a considerar los datos referidos a la
inmigración como hecho noticiable, dentro ya del corpus
estrictamente de la exclusión social.
4.1 La presencia de la inmigración en la agenda
temática de las televisiones públicas
Los gráficos de sectores que presentamos, creemos que
Quaderns del CAC: Número 12
Gráfico 1. Televisiones públicas autonómicas. Inmigración. Cadenas
Gráfico 1.1. Televisiones públicas europeas. Inmigración. Cadenas
facilitan los datos porcentuales que hemos extraído. Así, en
el Gráfico 1, correspondiente a la inmigración como hecho
noticiable de las televisiones autonómicas, observamos que
la Televisión Autonómica de Canarias (28%), seguida de
Canal Sur (20%), Tele Madrid (16%), son las que destacan
por la selección de la inmigración como hecho noticiable. Le
sigue Canal 33 (12%) y, desde nuestro punto de vista,
encontramos un dato curioso entre este canal y TV3 (4%) al
tratarse respectivamente del segundo y del primer canal de
la misma corporación. La presencia del hecho noticiable en
TVG y ETB2 presentan el mismo porcentaje al igual que
Tema monográfico: La presencia de la inmigración como exclusión social en los programas informativos de las televisiones públicas europeas
Canal 9 (4%) y TV3 ya mencionada.
La interpretación que hacemos de estos resultados es que
en el corte temporal de la muestra en las Comunidades
Autónoma de Canarias y Andalucía se está muy sensibili-
zado por la llegada de inmigrantes sin documentación y en
condiciones inhumanas, asimismo por el debate en torno a
la reforma de la Ley de Extranjería. El caso de TeleMadrid
aparece más vinculado al tema de la reforma de la Ley de
Extranjería que se debatía en esos momentos y a muertes
y malos tratos a inmigrantes.
Para las televisiones europeas la inmigración ha sido
47
 seleccionada como resultado del establecimiento de su Veamos qué ocurre con las europeas.
agenda temática en la siguiente proporción:
Creemos que estos datos ilustran en buena medida el Gráfico 2.1. Televisiones públicas europeas.
grado de sensibilidad de las televisiones a la hora de consi- Inmigración. Orden.
derar estos temas. Observamos diferencias entre las distin-
tas cadenas en este aspecto. Así, cuatro de ellas están por
encima de la media (TVE 2, Das Erste, RAI 1 y NOS)

4.2 Las categorías descriptivas

Sobre las categorías que responden a los aspectos
descriptivos de la noticia hemos seleccionado el orden de
aparición, la proporción de la misma respecto al resto de
noticias, la duración y si ha sido destacada en el sumario de
apertura, en el de cierre, o en ambos, o si, por el contrario,
no se encuentra en ninguno de estos tres valores. De esta
forma pasaremos a presentar los gráficos que hacen
mención a estas categorías.
Orden
En las autonómicas los datos obtenidos son los siguientes:
Gráfico 2. Televisiones públicas autonómicas.
Inmigración. Orden.
En este caso, las televisiones públicas europeas optan
mayoritariamente por colocar el tema de la inmigración a
partir de la quinta noticia con un muy significativo 71,43%.
Evidentemente, el hecho de que un 28’57% de las noticias
sobre inmigración se encuentre situadas entre las cinco pri-
meras tampoco es un dato que nos parezca despreciable.
Duración
La duración es otro de los aspectos que consideramos
formales, aunque también indican el valor que las
televisiones conceden a las noticias. Creemos que junto a
la anterior categoría conforman la predisposición del medio
en la valoración del tema. Veamos los resultados.
Curiosamente en la categoría de duración vemos que la
mayoría de las noticias superan el minuto, lo que sumado a

Gráfico 3. Televisiones públicas autonómicas.

Inmigración. Duración

Observamos que para las televisiones autonómicas, los

temas que conciernen a la inmigración tienen una cierta
relevancia a la hora de ser jerarquizados en la “escaleta” del
telediario. A pesar de que un significativo 56% ubican el
tema a partir de la quinta noticia, nos parece que el hecho
de sumar un 44% entre la primera noticia y el valor de “entre
las primeras cinco noticias” significa que las televisiones
contribuyen a dar relevancia al tema de la inmigración. Por
otra parte, también damos un valor al hecho de que un 4%
sea la noticia de apertura del telediario.

48
Quaderns del CAC: Número 12
la variable de más de dos minutos hacen un porcentaje del Gráfico 4. Televisiones públicas autonómicas.
52%. En este sentido, creemos que las televisiones al tratar Inmigración. Proporción.
el tema de la inmigración no se limitan a informar sobre el
hecho noticiable sino que contextualizan la noticia.
Comprobaremos esta afirmación en los resultados del
grado de construcción de la unidad de análisis que veremos
más adelante.
Pasemos ahora a ver el resultado de las televisiones
públicas europeas.

Gráfico 3.1. Televisiones públicas europeas.

Inmigración. Duración

Gráfico 4.1. Televisiones públicas europeas.

Inmigración. Proporción.

En el caso de las televisiones públicas europeas es aún

mayor el porcentaje de noticias cuya duración está entre
uno y más de dos minutos. Uniendo estas dos variables
obtenemos un porcentaje del 61’91% Si este resultado tiene
que ver con las características de la información previa y
complementaria, la explicación y las reacciones, entonces
podremos afirmar que las televisiones públicas europeas, que hay un 10% más de proporción que en las
desde una perspectiva formal, tratan el tema de la autonómicas.
inmigración con cierto grado de sensibilidad. Al igual que en A partir del siguiente gráfico, presentaremos resultados
las autonómicas, comprobaremos o refutaremos este relacionados con el grado de interpretación que ejerce el
aspecto al presentar los resultados del grado de medio sobre el tratamiento de la pieza informativa. Dichos
construcción de la unidad de análisis. resultados están en relación con aspectos tales como la
valoración y la intencionalidad.
Proporción
La proporción que las televisiones autonómicas conceden a
la inmigración se concretan en el gráfico 4. 4.3 Las categorías interpretativas
Estos resultados confirman que respecto al resto de
temática sobre exclusión social, el porcentaje dedicado a la El primero de ellos está en relación con la importancia que
inmigración es muy bajo. le da el medio a la noticia con relación a la jerarquización
En las televisiones europeas (gráfico 4.1) comprobamos que realiza de la misma. Esta variable la denominamos

49
Tema monográfico: La presencia de la inmigración como exclusión social en los programas informativos de las televisiones públicas europeas
 Gráfico 5. Televisiones públicas autonómicas.
Inmigración. Destacada.
Gráfico 5.1. Televisiones públicas europeas.
Inmigración. Destacada.
“Destacada”, entendiendo por ello si la pieza informativa es
referida en el sumario de apertura, en el de cierre, en
ambos o, por el contrario, no queda consignada en ninguno
de estos valores.
Destacada
Como se puede comprobar en el gráfico 5, y desde nuestro
punto de vista, el hecho que de las noticias de exclusión
social un 28% de las correspondientes a inmigración haya
sido destacado en el sumario de apertura nos parece
relevante y creemos que las televisiones con ello han
querido enfatizar la importancia que tiene para ellas las
informaciones sobre este tema.
Por otra parte, vemos en el gráfico 5.1. que el comporta-
50
Gráfico 6. Televisiones públicas autonómicas
Inmigración. Enfoque.
Gráfico 6.1. Televisiones públicas europeas.
Inmigración. Enfoque.
miento en las europeas es similar. La concordancia en por-
centajes similares entre ambos tipos de canales se repite
por el momento en el orden y un poco menos en la
duración. También nos parece que hay cierta coincidencia
en el porcentaje general sobre la selección del tema de la
inmigración en ambos tipos de televisiones, hay menos de
un 1%.
Enfoque
El enfoque es otro de los elementos que consideramos
relacionado con el tratamiento y la interpretación que el
medio realiza sobre la información. Según sea éste, la
inmigración puede quedar connotada como tema social, de
conflicto, asuntos legales, etc.
Quaderns del CAC: Número 12
 A la vista de este gráfico, el tema de la inmigración está
relacionado fundamentalmente con aspectos sociales,
seguido de un 24% de enfoque político.
En las europeas vemos que también hay una coincidencia
entre los diferentes tipos de cadenas y países. De nuevo,
hay concordancia en los aspectos del tratamiento.
Grado de construcción
El grado de construcción de la unidad de análisis tiene que
ver con el nivel de contextualización de la noticia, si incluye
background, si responde, en definitiva, a la gramática del
periodismo audiovisual en televisión, si los cánones son
respetados. Se han considerado cinco grados. La
gradación ha sido decidida, establecida, a partir de una
escala de valores de 1 a 5, donde uno es muy incorrecta,
cinco es excelente y tres equivale a “correcto” sin pasarse,
y, por tanto, consideramos la construcción con valor neutro.
Veamos cómo ha quedado recogida esta variable en los
resultados que mostramos en el siguiente gráfico.
Gráfico 7. Televisiones públicas autonómicas.
Grado de construcción de la unidad de análisis.
Consideramos que este apartado es muy importante. No
se trata de hablar aquí de la intencionalidad, sino del nivel
de construcción de la información sobre la inmigración que
presentan las televisiones autonómicas. Vemos que en un
elevado 72% la construcción es neutra, es decir, se mueve
entre los parámetros de lo correcto y atendiendo a los
aspectos formales del lenguaje televisivo informativo
En el caso de las europeas el grado de construcción
neutro es superior, también, a los otros dos valores, pero
notamos que, respecto al tema de la inmigración en las
Tema monográfico: La presencia de la inmigración como exclusión social en los programas informativos de las televisiones públicas europeas
Gráfico 7.1. Televisiones públicas europeas.
Grado de construcción de la unidad de análisis.
televisiones europeas, el valor 2 correspondiente a “una
mala construcción” supera en un 21’33% a las
autonómicas. También, el valor 4 al que hemos denomi-
nado “una buena construcción” presenta una diferencia de
un 6’8% menos respecto de las autonómicas.
¿Existe una mayor preocupación por los aspectos de
contextualización de la información en torno a la
inmigración en las televisiones autonómicas?
Temas
Los temas en los que se incluye la inmigración también
refleja el carácter que las televisiones quieren dar a la
misma. Las percepciones, por tanto, también serán
recibidas en función de este aspecto. Creemos que en esta
variable se concentra uno de los aspectos más destacados
con relación a la focalización de la noticia.
Los resultados del gráfico correspondiente a las
televisiones autonómicas nos parecen muy significativos.
La preocupación mayor de las televisiones autonómicas
radica en el 24% de regularización de inmigrantes
indocumentados, al que hay que añadir un 8% del valor
denominado “los proyectos de ley”, aparte del 4% que hace
referencia a la llegada de inmigrantes, en ese sentido,
podemos concluir que esta es la visión que las televisiones
dan a sus audiencias en torno a estos colectivos de
personas: regularización de la situación a través de la
reforma del proyecto de ley a fin de arbitrar medidas sobre
la llegada de inmigrantes. El siguiente 24% a destacar
responde al valor de “agresiones” de que son objeto los
inmigrantes y si a éste le sumamos los 12% referidos a
51
 Gráfico 8. Televisiones públicas autonómicas.
Inmigración Temas.
Gráfico 8.1. Televisiones públicas europeas.
Temas.
“detenciones” y el 12% de “muertes”, realmente podemos
llegar a la conclusión de que, al menos a través de las tele-
visiones autonómicas, las audiencias tendrán un panorama
algo desolador de la inmigración. Es en este sentido que
decimos que el tema asociado a la noticia sobre inmigración
es determinante para establecer el grado de intencionalidad
o, si se prefiere, de interpretación de las televisiones.
Es interesante comprobar que en los resultados obtenidos
sobre los casos de las televisiones europeas en torno a la
relación entre inmigración y los temas con los que se asocia
a la misma, destaca un 33% del valor “Agresiones”,
sensiblemente superior al de las autonómicas. Si a ese
valor añadimos el de “detenciones” (11’11%) y el de
52
“Muerte”, realmente la conclusión a la que se puede llegar
es que los inmigrantes corren peligro en la sociedad
europea. Por el contrario, tenemos un saludable 22% de
“Ayuda institucional, humanitaria y de asistencia” que
sumado al 5’56% correspondiente al valor “derecho de los
inmigrantes”, lo que, a nuestro modo de ver, quiere decir
que existe una preocupación en esas sociedades por dar
respuesta a la situación de la inmigración.
Clase de actor institucional
Otra categoría que consideramos pertinente para la
presente exposición es la de la clase de actor institucional
que interviene en el hecho y que la televisión destaca y
Quaderns del CAC: Número 12
Gráfico 9. Televisiones públicas autonómicas.
Inmigración. Tipo de actor institucional.
vincula a las noticias sobre inmigración.
Los resultados que refleja este gráfico dan también la
medida de la focalización de las informaciones en torno a la
inmigración. Entre los actores institucionales
intervienen en las noticias, un 32% corresponden a las
fuerzas del orden, a las cuales si le sumamos el 28%
correspondiente al valor de los “Gobiernos” a los cuales
obedecen las Fuerzas del orden y lo comparamos con el
valor denominado “Instituciones oficiales”
fundamentalmente referidos a organismos de atención al
inmigrante, de nuevo vemos que el tema de la inmigración
está muy vinculado con las decisiones políticas de orden
público. Asimismo, la escasa participación de los partidos
políticos (8%) nos lleva a concluir que, o bien los partidos
políticos no intervienen suficientemente en los temas
relacionados con la inmigración, o bien las televisiones
destacan un determinado actor institucional sobre otro.
Desde luego, este tipo de consideración que realizamos en
este apartado está relacionado con los temas con los que
las televisiones vinculan la inmigración.
Como podemos comprobar en el gráfico 9.1., las
televisiones europeas mantienen resultados similares a los
obtenidos en las televisiones autonómicas. Los valores de
“Fuerzas del orden” y “Gobierno” suman un 61’90% del total
de la presencia de actores institucionales. La reflexión en
este sentido es coincidente con la que hemos expuesto
para las autonómicas. El valor de “Instituciones oficiales”
(19’05%) ligeramente inferior a las autonómicas; sin
embargo, la presencia de los partidos políticos con un
14’29% es bastante superior a los resultados de este valor
Tema monográfico: La presencia de la inmigración como exclusión social en los programas informativos de las televisiones públicas europeas
Gráfico 9.1. Televisiones públicas europeas.
Inmigración. Tipo de actor institucional.
en las autonómicas. También, en este caso, consideramos
que existe una coherencia entre los temas destacados y los
actores institucionales que aparecen vinculados a las
que noticias sobre inmigración.
La variable anterior nos permite presentar el tipo de
actores que aparecen en imagen y a los que se les concede
voz. En ese sentido establecimos tres categorías
principales: los actores institucionales, aquí consignamos a
(20%) los actores de las instituciones políticas que desempeñan
poder; los actores sociales, que se integran en
agrupaciones o colectivos de cierta envergadura social;
individuos, personas individuales que no se adscriben a
ninguno de las dos categorías anteriores o que al menos en
la noticia no aparecen en calidad de tales. Comenzaremos
por la imagen.
La imagen
Por regla general, en las televisiones, en las noticias de
temas sociales, o como los que tratamos en nuestra
investigación, cuando se trata de la imagen, suelen apa-
recer con más frecuencia los individuos que son objeto de
noticia o que están vinculados al tema del que se habla. En
el caso de las televisiones autonómicas, observamos que
esta características no se cumple. Un 60% de los actores
que aparecen en imagen en las noticias sobre inmigración
responde a la caracterización de institucio-nales, mientras
que los individuos son un 36% y los actores sociales repre-
sentan un 4%. A nuestro modo de ver, estas televisiones
muestran una posición excesivamente oficialista.
Creemos que los resultados de las televisiones europeas
53
 Gráfico 10. Televisiones públicas autonómicas.
Inmigración. A quien muestra la imagen.
Gráfico 10.1. Televisiones públicas europeas.
Inmigración. A quién muestra la imagen.
sobre quién aparece en imagen, responden más a lo
habitual en las rutinas de producción de este tipo de
noticias. Se acerca al individuo del que se habla o que está
relacionado con el tema a la audiencia. Luego, aparece la
imagen de la institución. Por otra parte, observamos que,
tanto en las autonómicas, como en las europeas, la
presencia en imagen de actores sociales en las
informaciones sobre inmigración es más bien escasa.
La voz
Pasemos ahora a considerar a quién se da voz en las
noticias relacionadas con la inmigración. Comenzamos por
las televisiones autonómicas
Los resultados que recoge el gráfico 11 tienen mayor
54
Gráfico 11. Televisiones públicas autonómicas.
Inmigración. A quién dan voz.
Gráfico 11.1. Televisiones públicas europeas.
Inmigración. A quién dan voz.
relación con las prácticas profesionales de la construcción
de la noticia en el telediario y, hasta cierto punto, corrige los
resultados del gráfico 10. Es normal que en un tema como
el que nos ocupa, la voz mayoritaria esté entre los actores
institucionales y los actores sociales y, en menor medida,
en los individuos. También nos parece dentro de los
parámetros de lo habitual que haya un porcentaje sin voz,
coincidente con la narración que sobre la noticia realiza el
conductor del telediario.
En las televisiones europeas existe una mayor coherencia
entre los valores que hemos seleccionado para esta
variable. Lógicamente, en el tema que nos ocupa aparece
muy resaltada la voz institucional. Por otra parte, hay un
equilibrio entre individuos y actores sociales, hecho que no
Quaderns del CAC: Número 12
ocurre en las autonómicas, tal y como hemos visto.
Podemos valorar qué significa que en un tema como el
que nos ocupa, la inmigración, los que tengan voz sean los
actores institucionales. Existe una relación entre la
preocupación que manifiestan los diferentes gobiernos e
instituciones europeas (aquí incluimos también las
autonómicas) en torno a la inmigración. Sea para buscar
soluciones de integración, de ayuda, de regularización de
las situaciones, bien sea para adoptar medidas policiales,
de expulsiones por no tener permiso de residencia y un
largo etcétera. En ese sentido, las televisiones reflejan lo
que acontece en torno a este tema. De todas maneras,
somos de la opinión que tal vez se podían introducir otros
temas relacionados con la inmigración, otro tipo de noticias
que podrían dar lugar al conocimiento de la cultura del otro
y no tanto de los problemas que supone ese otro.
Incriminación
Para terminar con los resultados del análisis cuantitativo y
entrelazando con el punto anterior, vamos a concluir con un
aspecto que quisimos considerar como categoría de
análisis y le adjudicamos una variable. Se trata de la
incriminación del inmigrante.
Observamos que, aunque no es muy significativo, un 16%
de las piezas informativas relacionadas con la inmigración
están referidas a la incriminación del inmigrante. Creemos
que, junto a las reflexiones que acabamos de hacer sobre
la voz, esta variable también está en la línea de los que
hemos afirmado. Sería necesario que los medios de
comunicación, sin dejar de explicar lo que acontece y en
Gráfico 12. Televisiones públicas autonómicas
Inmigración Incriminación.
Tema monográfico: La presencia de la inmigración como exclusión social en los programas informativos de las televisiones públicas europeas
Gráfico 12.1. Televisiones públicas europeas.
Inmigración. Incriminación.
función de lo que consideran más oportuno, tomen en
consideración estas conclusiones a las que nos llevan los
resultados que presentamos. Todo ello, evidentemente, sin
ningún ánimo de pretensión.
Sobre este aspecto, y a la vista de los resultados, las
televisiones públicas europeas son más comedidas a la
hora de dar noticias que incriminen a los inmigrantes.
5. Conclusión
Deseamos concluir este artículo haciendo mención a las
denominaciones que emplean las televisiones para referirse
a los inmigrantes y que hemos transformado en valores en
la categoría de “Denominación”. Pasamos a especificarlas.
“Procedencia”, este valor nos dice de dónde son los
inmigrantes objeto de noticia, ya sea los residentes en el
país receptor, con papeles o sin papeles, o aquellos otros
que llegan por primera vez. La procedencia constituye un
17,7% en las televisiones autonómicas, mientras que en las
europeas supone un 23, 3%.
El siguiente ítem con el que se refieren a la inmigración y
que hemos considerado un valor es la “Situación legal”. En
este caso, el indicador para las televisiones autonómicas
representa el 38,3%, frente a un 21% de las europeas. Hay
que recordar que en esos momentos en España se estaba
debatiendo la reforma de la Ley de Extranjería. Creemos
que esta es una recurrencia que las televisiones utilizan con
el fin de crear el sentido de la importancia de la legalización
de los inmigrantes. E insistir en el tema legislativo.
55
 Otro valor que hemos consignado es el de la “Cantidad”.
Las televisiones se refieren a los inmigrantes por el número
de los que llegan, se emplea también el concepto de “ava-
lancha”; la cantidad censal de una determinada comunidad.
En este sentido, las televisiones europeas dedican un
28,3%, mientras que las autonómicas un 17,5% La cantidad
siempre induce a pensar en la invasión por parte de
aquellos otros que llegan o ya están en el país receptor o de
residencia, pero que, sin embargo, no pertenecen al mismo.
Por último, hay otro valor de denominación “Agresión
racista” de la que las televisiones europeas se hacen eco
en un 16,7%, mientras que en las autonómicas nos
encontramos con un 4,5%.
Los resultados presentados en estas páginas pueden dar
una idea de la importancia que tiene la actividad de informar
y la responsabilidad social que ello comporta. Hemos
optado por valorar y aproximar conclusiones desde el
apartado quinto del presente artículo. Somos conscientes
de que los hechos ocurren y que sobre ellos los medios
determinan su grado de importancia. También, y no
queremos dejar de mencionarlo en este final, cada vez más
los profesionales y las instituciones que los amparan son
conscientes de esa responsabilidad social que tienen, así
como de la manera de tratar los temas.
NOTAS
1. Este artículo responde a resultados sectoriales del proyecto
de investigación del Plan Nacional de I+D, SEC99-0750
titulado Sociedad multicultural: tratamiento de la exclusión
social en los informativos de la televisión europea,
financiado por la CICYT del Ministerio de Ciencia y
Tecnología. Los componentes del equipo de investigación,
de diferentes departamentos de la Universidad Autónoma de
Barcelona son: Allison Beeby, Michael Faber, Natalia
Fernández, María Gutiérrez, Lucía Molina, Marcial Murciano,
Juan José Perona, Pepi Soto, Susana Tovías, Amparo
Tuñón y Teresa Velázquez como investigadora principal.
Asimismo, fueron expuestos en las Jornades sobre
Inmigració i mitjans de comunicació organizadas por el
Consell de l’Audiovisual de Catalunya en diciembre de 2001
2. Las televisiones seleccionadas han sido: Primeros y
segundos canales europeos TVE 1, TVE 2, Das Erste, RAI
1, BBC 1, France 2, RTP, NOS, RTVB (francés); y las
autonómicas TV3, Canal 33 Canal 9 Tele Madrid, Canal Sur,
TVG, TVAC, ETB 2. La muestra seleccionada corresponde a
los telediarios de “Prime Time” de la tarde/noche durante la
semana del 6 al 12 de noviembre de 2000.
3. Anthony Giddenes Sociología. Madrid, Alianza Universidad,
1993
4. Castells M. La era de la Información. (3 Vols.) Madrid,
Alianza Editorial, 1997, 1ª ed. De esta obra consideramos
para esta investigación, sobre todo los volúmenes 2 y el 3.
56
5. Esta propuesta de definir, o de acercarnos, al concepto de
“exclusión social” desde la perspectiva de la semántica
tradicional la hicimos pública por primera vez en las I
Jornades d’Anàlisi Crític del discur, celebradas en la
Universitat Pompeu Fabra y organizadas por la Xarxe
d’Anàlisi del Discurs en noviembre de 2001 con la ponencia
titulada “Análisis de la exclusión social en los telediarios de
las televisiones autonómicas españolas”. La portavoz del
equipo de investigación en aquella ocasión fue Natalia
Fernández. En este sentido, en la divulgación de los
resultados de la investigación que vamos realizando los
componentes del grupo, habrá aspectos teóricos generales
que presentarán coincidencia entre las exposiciones. No así,
con relación a los resultados sectoriales, como es el caso del
presente artículo y que responde a la presentación que de
este tema hicimos, tal y como ya hemos dicho, en las
Jornades sobre Inmigració i mitjans de comunicació
organizadas por el Consell de l’Audiovisual en diciembre de
2001.
6. La parte del trabajo referida al tratamiento de los contenidos
consiste, por un lado, en un análisis cuantitativo de
contenido, sobre las noticias aparecidas en el periodo
seleccionado y referidas a la exclusión social. El
procedimiento seguido ha sido el habitual en la aplicación de
esta técnica. Lo que sí nos parece oportuno hacer constar
está en relación con los ámbitos en los que quedó dividida
la ficha de contenido definitiva y que nos ha servido para la
extracción de datos. Así, encontramos categorías de
carácter descriptivo (duración, orden, tiempo, fecha,
proporción, etc.); otras de carácter semio-narrativo
(actantes, actores); otras de carácter semántico-
interpretativo (denominaciones, jerarquizaciones, etc.) Por
otro lado, el trabajo conlleva un análisis cualitativo, que ha
supuesto el establecimiento de una serie de categorías de
análisis, para las que la aplicación del análisis del discurso
nos ha sido de especial utilidad, sobre todo, el acercamiento
al uso de registros léxicos con función categorizadora que
reproducen una ideología. De todas formas, estas páginas
recogerán el aspecto cuantitativo de la investigación.
7. La investigación, aparte de los análisis de los informativos,
consta de una serie de entrevistas semiestructuradas a los
jefes o responsables de los servicios informativos de las
cadenas objeto de estudio. Esta fase de la investigación aún
no está terminada, pero alguno de los entrevistados, a los
que queremos agradecer desde aquí su colaboración con
nuestra investigación, ante nuestra pregunta sobre la
selección de los temas sobre exclusión social y, en concreto,
la ausencia de los “sin techo” se nos ha dicho que por la
fecha aún las condiciones climáticas no eran tan severas y
por tanto no era tan pertinente informar sobre ello, teniendo
en cuenta, la selección necesaria que hay que realizar en la
construcción de la agenda temática, además, al no haber
sucedido ningún hecho destacable en torno a este tema, en
caso de ser tratado sería objeto de otro tipo de programa
informativo. Nosotros insistimos que los “sin techo” existen al
margen de las condiciones climatológicas y que,
precisamente en esa semana fueron especialmente duras
en media Europa. Finalmente no quisimos insistir.
8. La Televisión Autonómica deCanariasqueenel gráfico apare-
ce como TVC en color violeta, debería de figurar como TVAC
9. Para establecer la proporción en las diferentes televisiones
(autonómicas y europeas) hemos tomado como referencia el
número total de noticias de toda la semana y no de la
muestra sobre exclusión social.
Quaderns del CAC: Número 12
 La investigación sobre el tratamiento de la inmigración
en los medios de comunicación desde la universidad:
propuestas del MIGRACOM
Nicolás Lorite y Josep Maria Blanco
. En este artículo se plantea la necesidad de abordar
el estudio del tratamiento de la inmigración en los
medios de comunicación teniendo en cuetna la
producción, emisión, recepción y dinamización de
contenidos textuales, visuales y sonoros.
El Grupo de Investigación y Observatorio de
Migración y Comunicación (MIGRACOM) de la UAB
apuesta, desde su nacimiento el 1995, por aplicar
una teoría y una metodología a los diferentes
soportes y medios que permitan obtener
posteriormente indicadores cualitativos
cuantitativos multivariables de referencia que ayuden
a conocer si el tratamiento de los colectivos de
inmigrantes y de los temas relacionados con la
inmigración es de calidad. Este diagnóstico permite
ofrecer un conjunto de recomendaciones para que el
tratamiento sea el más adecuado posible, evitando
visiones racistas, parciales o fragmentadas de la
realidad multicultural.
Nicolás Lorite
Director del MIGRACOM y Jefe de la Unidad de
Comunicación Audiovisual de la UAB
Josep Maria Blanco
Coordinador del MIGRACOM
Tema monográfico: La investigación sobre el tratamiento de la inmigración en los medios de comunicación desde la universidad: propuestas del MIGRACOM
1. Una breve aclaración inicial
Para estudiar el tratamiento informativo de la inmigración en
los medios de comunicación y proponer medidas adaptadas
a la realidad de la auténtica diversidad y dinamización
social e intercultural que vivimos actualmente en Cataluña,
hay que combinar la profundización teórica y metodológica
del objeto de estudio con el seguimiento cotidiano de las
actuaciones políticas y comunicativas. No basta con un
dato, univariable y subjetivo, obtenido de la noche a la
y mañana, para justificar la aplicación de nuevas normas. Es
conveniente hacer un seguimiento cualitativo y cuantitativo,
realizado con el tiempo necesario y desde la producción,
emisión, recepción y dinamización de contenidos textuales,
visuales y sonoros, y tener en cuenta la auténtica
dinamización intercultural, si queremos ir más allá del
conocimiento fragmentado y superficial de la realidad y de
la aplicación de propuestas desfasadas.
A continuación, damos a conocer algunas de las tareas
que realizamos desde el MIGRACOM (www.migracom.org),
Observatorio y Grupo de Investigación sobre Migración y
Comunicación de la UAB, desde su nacimiento en 1995,
para combinar investigación con acción y, por tanto, la
universidad y el mundo académico con las realidades
social, política, informativa y comunicativa.
2. ¿Qué ha hecho el MIGRACOM?
El MIGRACOM (Observatorio y Grupo de Investigación
sobre Migración y Comunicación) de la Universidad
Autónoma de Barcelona nace en 1995. Recibe el impulso
inicial de un colectivo de profesores e investigadores del
Departamento de Comunicación Audiovisual y de
57
 Publicidad de la Facultad de Ciencias de la Comunicación
de la Universidad Autónoma de Barcelona de diferentes
disciplinas: prensa, diseño gráfico, radio, televisión y
fotografía. También recibe el asesoramiento de profesores,
investigadores, especialistas y técnicos de otras ramas del
conocimiento (Sociología, Educación, Antropología,
Demografía, etc.) con el criterio principal de analizar la
imagen que proyectan los medios de comunicación de los
inmigrantes.
El grupo de investigación se consolida desde 1996 con el
estudio «Tratamiento de los inmigrantes no comunitarios en
los medios de comunicación en Cataluña». Esta
investigación se realiza, por encargo del Departamento de
Bienestar Social de la Generalitat de Cataluña, dentro del
marco del Año Internacional para la Tolerancia, y como
iniciativa del Convenio sobre la Protección de la Cultura y la
Imagen de las Minorías Étnicas en los Medios de
Comunicación Social, firmado en 1995, por el Colegio de
Periodistas de Cataluña, el Departamento de Bienestar
Social de la Generalitat de Cataluña y los principales
medios de comunicación social catalanes.
Las conclusiones del estudio se utilizan como base para la
redacción del Manual de estilo sobre minorías étnicas del
Colegio de Periodistas de Cataluña y se difunden entre los
medios de comunicación catalanes. Esta iniciativa, una de
las primeras que se ponen en marcha en la Unión Europea
y la primera del Estado español, busca concienciar a los
medios, ya desde 1996, de un modelo adecuado de
tratamiento de colectivos procedentes de distintas culturas
—como los inmigrantes— que no caiga en el racismo, la
segregación y la xenofobia.
En el año 2000 —cuatro años después del primer
estudio— se realiza una segunda investigación sobre el
«Tratamiento de los inmigrantes no comunitarios en los
medios de comunicación en Cataluña», también por
encargo del Departamento de Bienestar Social de la
Generalitat de Cataluña. Este estudio se presenta, entre
otros lugares, en el IV Congreso de Periodistas de
Cataluña, celebrado a fines del año 2000, y nuevamente
sirve para proponer un uso adecuado entre los periodistas
especializados en la cobertura de los temas sobre
inmigración del Manual de estilo y como herramienta de
análisis de la evolución del tratamiento informativo de los
colectivos inmigrantes.
58
Esta opción de investigación para la acción ha llevado al
MIGRACOM a asesorar al Consejo del Departamento de
Bienestar Social de la Generalitat de Cataluña desde 1995
y al Consejo Municipal de Bienestar Social del
Ayuntamiento de Barcelona (subgrupo Medios de
Comunicación y Multi-interculturalidad, del grupo de trabajo
Refugiados y Extranjeros) desde enero de 1996. Desde el
año 2002 participa de un convenio con el CRID (Consorcio
de Recursos y Documentación para la Autonomía Personal)
de la Diputación de Barcelona y colabora con el Instituto
de Migraciones y Servicios Sociales del Ministerio del
Interior.
3. Líneas de investigación
Para estudiar la relación entre migración, información y
comunicación trabajamos, entre otras, las principales líneas
de investigación siguientes:
- Comunicación local y dinamización intercultural
- Internet y dinamización intercultural
- Información televisiva sobre inmigración
- Información radiofónica sobre inmigración
- Información de actualidad en prensa escrita sobre inmi-
gración
- Infografía y diseño gráfico en prensa y televisión y mino-
rías étnicas
- Acceso de las minorías étnicas a los medios de comuni-
cación
- Rutinas de producción de las noticias sobre minorías e
inmigración
- Programación televisiva infantil e interculturalidad
- Televisión y migración infantil
- Multimedia e infancia
- Publicidad e interculturalidad
- Tratamiento de los conflictos étnicos en prensa analógica
y digital
- Diseño de un concepto de información audiovisual de
calidad
- Metodología de análisis de la inmigración en los medios
audiovisuales
- Análisis de la recepción de las informaciones sobre mino-
rías e inmigración
- Dinamización social y cultural de las noticias sobre inmi-
gración
Quaderns del CAC: Número 12
Proceso de investigación para la acción
15/2/1995 Estudio 1996 Manual de esti-
Firma Convenio sobre el trata- lo
sobre Protección miento infor- 1996 del
de las Minorías mativo de la Colegio de
Étnicas inmigración Periodistas de
Cataluña
4 Objetivos para analizar el tratamiento de la
inmigración en Cataluña (1996-2000)
Cuando planteamos la investigación para estudiar el
tratamiento informativo de la inmigración no comunitaria en
los medios de comunicación en Cataluña tenemos en
cuenta los objetivos principales siguientes:
1. Detectar el tratamiento informativo que se da a la
inmigración no comunitaria en los medios de comunicación
(prensa, radio y televisión) en Cataluña.
2. Definir los criterios que se utilizan para valorar
objetivamente este tratamiento en cada medio y de forma
transversal en los tres.
3. Experimentar y precisar una metodología cualitativa y
cuantitativa, capaz de profundizar tanto en lo más
específico como en lo más general, es decir, en las
peculiaridades informativas de cada medio con su lenguaje
y en determinadas constantes narrativas de los tres.
4. Extraer un conjunto de resultados cualitativos y
cuantitativos por cada medio analizado.
5. Proponer una metodología para estudiar este colectivo
social de la forma más objetiva posible.
6. Sugerir, a partir de todo esto, un tratamiento informativo
adecuado.
5. Justificación de la investigación sobre el
tratamiento: investigación para la acción
Este estudio debe entenderse como una herramienta al
servicio de un proceso informativo de normalización. Este
proceso de investigación para la acción se explica en el
esquema siguiente:
Los indicadores obtenidos pretenden ser una herramienta
Tema monográfico: La investigación sobre el tratamiento de la inmigración en los medios de comunicación desde la universidad: propuestas del MIGRACOM
Diferentes Nuevo estudio Nuevas propues-
actuaciones 2000: tas de actuacio-
pedagógicas, Revisión del tra- nes pedagógi-
periodísticas y tamiento cas, periodísti-
políticas cas y políticas
de referencia para periodistas, profesores de periodismo,
políticos y otras personas que participan, directa o
indirectamente, en la toma de decisiones relativas al
tratamiento informativo idóneo de la inmigración en la
actualidad. Así se plantea en las jornadas «La producción
de noticias sobre inmigración», celebradas en octubre de
2001 en el Centro de Cultura Contemporánea de
Barcelona, en las que participaron representantes de estos
tres colectivos (véanse las conclusiones en la página web
http://www.migracom.org).
Desde el estudio de 1996, el MIGRACOM elaboró,
siguiendo estos criterios, el estudio Tratamiento de la
inmigración no comunitaria en los medios de comunicación
(prensa, radio y televisión) en Cataluña, 1996. En ese
momento fue una investigación que supuso la aplicación de
los criterios establecidos en el convenio firmado por el
Colegio de Periodistas de Cataluña, los medios de
comunicación social y el Departamento de Bienestar Social
de la Generalitat de Cataluña el 15 de febrero de 1995. El
Convenio sobre la Protección de la Cultura y la Imagen de
las Minorías Étnicas en los Medios de Comunicación Social
establecía la necesidad «de impulsar estudios generales
sobre la influencia de los medios de comunicación en la
opinión pública, en especial en lo que se refiere a la
concienciación social en relación con las minorías étnicas»,
dentro del marco del Año Internacional para la Tolerancia.
El estudio fue encargado por el Departamento de Bienestar
Social de la Generalitat de Cataluña y sirvió para activar el
Manual de estilo del tratamiento de las minorías étnicas del
Colegio de Periodistas.
Este estudio de 1996 también sirve para impulsar un
trabajo desde el subgrupo de Refugiados y Extranjeros del
Ayuntamiento de Barcelona, que sirvió de referencia para la
aprobación de diferentes actuaciones en sesión plenaria del
59
 Ayuntamiento de Barcelona. Las determinaciones se
presentaron en 1997 al presidente del Parlamento de
Cataluña y a una comisión de parlamentarios de la cámara
catalana.
Es un estudio que también se presenta en 1997 al
Parlamento Europeo en una sesión de acogida de
periodistas e investigadores catalanes especializados en
estas temáticas. Pero ya en 1996 es un estudio de
referencia en Londres dentro de las jornadas «Research
Information Campaign for Media and Journalism Training
Schools. Multicultural Recruitment Journalists Schools and
Media», proyecto iniciado para Migraten & Mediam de
Holanda, en colaboración con la Netherlands Association of
Journalists (NVJ), el Black Members Council of the National
Union of Journalists (NUJ) de Londres y la Federación Inter-
nacional de Periodistas (FIP). Este trabajo fue financiado
por la Comisión Europea y coordinado por Rinke Bok.
Se reunieron algunas observaciones previas a este
estudio sobre el tratamiento de la inmigración no
comunitaria en Cataluña, con investigaciones, seminarios y
debates, y en colaboración con distintas instituciones y
profesionales, en Aproximación al estudio del tratamiento
de la inmigración en los medios: el caso de las III y IV
Fiestas de la Diversidad de SOS Racismo, 1994 y 1995; El
papel de la televisión entre los inmigrantes, estudio de
recepción realizado con un colectivo marroquí de Vallés sin
Fronteras, en colaboración con Vicenç Fisas y Driss Buisef
(Sant Cugat del Vallès, 1995); Tratamiento audiovisual de
las nuevas migraciones, estudio en las cadenas de
televisión: Antena 3 Televisión, Telecinco, Televisión
Española (TVE) y Televisió de Catalunya (TV3), del 16 al 22
de octubre de 1995, presentado en la Conferencia del
Mediterráneo Alternativa (Barcelona, 24 de noviembre de
1995); Programa educativo para periodistas del
Mediterráneo en la producción audiovisual sobre minorías
étnicas, proyecto para la Fundación CIREM (Centro de
Iniciativas e Investigaciones Europeas en el Mediterráneo),
1995; «Televisión e inmigración infantil», trabajo de
investigación del Doctorado de Comunicación Audiovisual
de la UAB realizado con alumnos del Colegio Milà i
Fontanals del Raval, durante los años 1994 y 1995; «La
investigación sobre migración y comunicación en España»,
ponencia presentada en el European Symposium on
Racism, Xenophobia and the Media (Amsterdam, Países
60
Bajos, 1995); «Tools for the Analysis of News Media»,
conferencia en el congreso Alliances and Alignments:
Comunication in the New Europe, Scottish Communication
Association, de la Universidad de Napier, Edimburgo,
Escocia, 1995; Racismo y educación. Los programas de
educación intercultural y coeducación, Instituto de Ciencias
de la Educación, UAB, 1995; Seminario Interdisciplinario de
Investigadores en Migraciones, coordinado por Lluís
Recolons; Migrastudium, con el apoyo de la Fundación
Jaume Bofill (Barcelona, 1995); jornada técnica «La
inmigración y los medios de comunicación», organizada en
Gerona por el Colegio de Periodistas de Cataluña y el
Gobierno Civil de Gerona en el año 1994; y la mesa
redonda «Inmigración y medios de comunicación», con
SOS Racismo de Cataluña (Barcelona, 1994).
6. Importante: la metodología
El análisis del tratamiento de los inmigrantes no
comunitarios se realiza a partir de la selección de medios de
comunicación social de difusión en toda Cataluña y según
los criterios siguientes:
- Selección de programas informativos, radiofónicos y tele-
visivos de máxima audiencia e incidencia en Cataluña, en
cadenas públicas y privadas.
- Informativos televisivos de la noche, de lunes a viernes y
fines de semana en Televisió de Catalunya (TV3), Antena
3, Telecinco y Televisión Española (TVE).
- Informativos radiofónicos de la noche de lunes a viernes
en Catalunya Ràdio y Cadena SER.
- Selección de páginas de información de actualidad en los
diarios de difusión y venta en todo el ámbito catalán: Avui,
La Vanguardia, El Periódico de Catalunya y El País.
- Selección de un período anual de máxima producción de
información de actualidad:
a) Desde el lunes 22 de mayo hasta el domingo 18 de
junio de 2000.
b) Desde el lunes 6 de mayo hasta el domingo 2 de
junio de 1996.
Son períodos anuales considerados de máxima actividad
en todos los medios de comunicación, durante los cuales
trabaja toda la plantilla y sin festivos largos que puedan
interrumpir las rutinas productivas de los periodistas. Son
Quaderns del CAC: Número 12
períodos, además, acompañados de una actividad social y
laboral que se puede definir como normal.
Se excluyen de este análisis otros períodos anuales, de
vacaciones o próximos a las vacaciones —julio, agosto,
septiembre o diciembre, por ejemplo—, por considerarse
irregulares en la producción de información de actualidad,
en los que predominan los llamados «culebrones» de
informativos o noticias con un tratamiento de tiempo y
espacio superior al habitual por su espectacularidad en
momentos flojos de noticias.
No se han seleccionado ni estudiado otras
programaciones informativas y no informativas de los
medios audiovisuales, ni tampoco otros contenidos como
los suplementos semanales de los diarios. La inclusión de
todo este material se ha previsto para futuras fases de esta
investigación, que pretende profundizar en el tratamiento de
la inmigración no comunitaria desde las diferentes
perspectivas de la producción y recepción de los mensajes
informativos.
En el caso de los telenoticias, se ha excluido el horario de
mediodía en el estudio del año 2000. Descubrimos que la
selección de dos informativos de la misma cadena el mismo
día no permite ahondar en el análisis de las informaciones
porque sus contenidos son casi idénticos.
Se realiza un análisis cuantitativo y cualitativo de los
materiales seleccionados, así como uno específico para
medios y lenguajes. El análisis cuantitativo permite obtener
los porcentajes de tiempo total destinado a noticias sobre
inmigración. También permite compararlos con los
obtenidos por otros bloques temáticos. El análisis específico
para medios y lenguajes permite profundizar en
determinados aspectos que se muestran a continuación:
- En análisis textual en prensa: texto
Titulares, antetítulos, subtítulos, carácter del léxico utilizado,
fuentes informativas, secciones donde se publica la
información, carácter temático e intertextualidad.
- En análisis visual en prensa: fotografía
El análisis de la fotografía en la prensa se basa en criterios
cuantitativos (técnicos, fotoperiodísticos y de diseño) y
cualitativos.
- El análisis visual en prensa: diseño gráfico
Macrotipografía de la publicación, macrotipografía de la
página, macrotipografía de la unidad informativa y
microtipografía del texto base.
Tema monográfico: La investigación sobre el tratamiento de la inmigración en los medios de comunicación desde la universidad: propuestas del MIGRACOM
- Televisión informativa: estructura y contenido
Tiempo otorgado a la unidad informativa, el orden que
ocupa en la escaleta del telenoticias, análisis de la
entradilla, de los vídeos informativos y de las informaciones
dadas por un presentador.
- Televisión informativa: análisis de la imagen y de la
secuencia audiovisual
Distancia y proximidad de la cámara y diferenciación del
individuo.
- Televisión informativa: estructura del discurso
Macroestructura temática y macroestructura esquemática.
- Análisis del sonido
Índice de problematización y factor de modelización.
- Análisis de radio informativa
Profundización de la unidad de información, definición de
las fuentes orales, análisis de los enlaces y análisis del
contenido.
7. Más importante aún: el marco conceptual
Uno de los objetivos principales del análisis es precisar
objetivamente la valoración que se otorga al tratamiento
informativo de los inmigrantes.
Ya desde el estudio de 1996 consideramos que un
tratamiento adecuado, idóneo, ético y, por tanto, positivo de
este colectivo, es sinónimo de calidad. Ello no significa que
el mejor tratamiento informativo de los inmigrantes no
comunitarios sea el que utiliza un conjunto de elementos
periodísticos, gramaticales, textuales, visuales y sonoros
con el correspondiente contraste objetivo, metodológico y
teórico que requieren.
El tratamiento es positivo, bueno o idóneo cuando la
noticia se ha contrastado, declina la opinión en todas las
fuentes existentes y se utilizan las narrativas visuales,
sonoras y textuales desde todos los puntos de vista
posibles. Por tanto, tratar bien o adecuadamente el
colectivo inmigrante no significa informar sólo de aquellos
aspectos en que la temática sea considerada generalmente
positiva para todo tipo de sociedad y cultura, como sus
celebraciones festivas, por ejemplo. Habrá que informar de
cualquier acontecimiento relacionado con su realidad
inmediata, incluida la festiva, tratado con los criterios de
calidad informativa, objetivos que nacen de un uso diverso
61
 de fuentes informativas y puntos de vista audiovisuales y
textuales, concebidos en una recepción plural de los
mensajes. Ello no significa que el criterio de calidad
informativa es multivariable y nace de diferentes indica-
dores cuantitativos y de criterios construidos tanto desde la
producción como desde la recepción de los mensajes.
En el caso de la prensa, hablamos de unidades
informativas de calidad cuando se trata de relatos de
hechos informativos referentes a la inmigración no
comunitaria, o relacionados con ella. La base es el equilibrio
del carácter de la tematización y la intertextualidad
(positivo/negativo), la variabilidad de temas abordados a
partir de una diversidad de fuentes y la adopción de una
estructura informativa jerarquizada y un lenguaje no
favorable a la creación de estereotipos y creencias que
tienden a distorsionar la cognición social sobre la identidad
cultural del inmigrante.
La unidad informativa es el eje central del análisis, es la
pieza base de la que extraemos nuestras conclusiones. Es
el criterio principal a considerar en el momento de
seleccionar los criterios óptimos para el análisis del
tratamiento informativo del colectivo inmigrante.
Damos una importancia fundamental a la unidad
informativa porque es la primera en saltar a la escena
mediática y en transmitir a la opinión pública una realidad
concreta. Estas informaciones punteras son seguidas día a
día por una audiencia ávida de nuevos datos sobre el tema.
Los telenoticias continúan consiguiendo índices de
audiencia importantes. El impacto es inmediato, así como
su búsqueda por parte del telespectador. Esta misma
dinámica se produce entre los diarios y sus lectores o la
radio y sus oyentes; buscan las novedades y quieren que se
les ofrezca de la manera más fácil, clara, concreta y directa
posible. Eso significa que estas unidades son, además,
productos que se suministran a tenor de fórmulas de
presentación y redacción muy simples y estrictas,
universales y clásicas, que se han utilizado, casi sin
variaciones, desde el inicio del periodismo, porque
combinan simplicidad con eficacia comunicativa.
Consideramos, por tanto, que la formación de la opinión
pública sobre determinados colectivos como los
inmigrantes no comunitarios parte de la información de
actualidad que ofrecen estas unidades informativas diarias.
Después de estas primeras informaciones emergen otros
62
productos audiovisuales y escritos (reportajes y entrevistas,
tertulias, opiniones e incluso novelas y ficción televisiva y
cinematográfica) que pueden profundizar en los contenidos
iniciales y reorientar o matizar el tratamiento informática,
ético e ideológico dado a la unidad informativa inicial. No
obstante, difícilmente alteran el impacto provocado en los
receptores por estas primeras impresiones concisas e
inmediatas de la realidad como son las unidades
informativas.
Seleccionamos informaciones que hablan sobre inmigra-
ción no comunitaria, dentro del período analizado, indepen-
dientemente de que tengan la categoría de noticias de
actualidad. Estas informaciones las llamamos unidades
informativas.
Seleccionamos una serie de informaciones sobre un
colectivo social determinado durante un período anual
concreto; entre ellas, algunas cumplen todos los criterios
necesarios para ser consideradas noticias de actualidad,
pero otras no. Por tanto, sólo algunas informaciones
pueden ser actuales, instantáneas y noticiables, pero otras
complementan y matizan diferentes datos y cuestiones que
entonces fueron actualidad. Tal es el caso de la Ley de
Extranjería. Durante el período analizado aparecen nuevas
informaciones sobre este tema que son actuales, pero
siguen siendo matices sobre un tema que saltó a la palestra
informativa hace ya unos años.
En el caso de la prensa, consideraremos unidad informati-
va cualquier estructura gramatical con significado que
aporte información inteligible sobre la inmigración no comu-
nitaria actual. Por lo tanto, también incluiremos unidades
reducidas como los titulares cuando estén solos y no
desarrollen la información que presentan, por ejemplo,
cuando anuncian en la portada del diario una noticia que
más tarde se desarrollará en la sección correspondiente.
En el caso de la radio y la televisión, las unidades
informativas son cada una de las piezas en que se divide un
informativo como entidades independientes y desarro-
lladas, una fragmentación que está limitada, por regla
general, por la introducción y la despedida del conductor o
conductora del programa, salvo cuando se trata de un
bloque de noticias encadenadas. Según este criterio, no
hemos considerado unidades informativas los titulares de
portada y la despedida de los informativos. Aún así, hemos
considerado unidades informativas aquellas que desarrolla
Quaderns del CAC: Número 12
el propio conductor o conductora del programa, directa-
mente, al concluir una noticia e introducir la siguiente, sin la
ayuda de imágenes, en el caso de la televisión, ni cortes de
voz, en el caso de la radio.
Las unidades informativas se seleccionan si hacen
referencia al colectivo estudiado (inmigración no comuni-
taria), independientemente de los calificativos usados en los
titulares para identificare y de si se ajustan más o menos a
la actualidad.
8. Una conclusión general y algunas propuestas
Tras analizar el tratamiento informativo de la inmigración no
comunitaria en prensa, radio y televisión, según la
metodología y el marco conceptual delimitado, llegamos a
la conclusión general de que es negativo. Podemos afirmar
que es negativo y que no llega a los mínimos de calidad
informativa porque en todos los medios analizados y sus
respectivos lenguajes textuales y audiovisuales, de acuerdo
con los instrumentos metodológicos y los conceptos
teóricos objetivos aplicados, hemos observado que el
colectivo de inmigrantes no es más que una cifra, que no
habla y que no tiene identidad.
a) Prensa
El principal objetivo de las propuestas generales sobre el
tratamiento informativo de la inmigración no comunitaria en
los diarios de información general debe ser buscar el equili-
brio cuantitativo y cualitativo de los hechos narrados de a-
cuerdo con el siguiente criterio general: valoración y consi-
deración global de los aspectos relacionados con la inmi-
gración, con el fin de aportar datos que contribuyan al cono-
cimiento cultural del inmigrante (una de las bases funda-
mentales para la construcción de la empatía intercultural).
El cumplimiento de este criterio general provoca una
reacción en cadena de los demás aspectos periodísticos
que hay que tener en cuenta:
- Aumentar el número de unidades informativas en que el
sujeto activo y la fuente informativa de los hechos narrados
sea el inmigrante no comunitario.
- Diversidad temática de los hechos relacionados con la
inmigración no comunitaria (flujos migratorios, legislación,
economía, integración, cultura, espectáculos,
Tema monográfico: La investigación sobre el tratamiento de la inmigración en los medios de comunicación desde la universidad: propuestas del MIGRACOM
comunicación, educación...).
- Eludir la nacionalidad y los gentilicios referentes a la
inmigración no comunitaria cuando no formen parte del eje
central de la información (especialmente en unidades
informativas de carácter conflictivo o problemático).
- Utilizar un léxico idóneo y apropiado para cada uno de los
temas y secciones tratados, para no construir campos
semánticos que favorezcan la creación de estereotipos y
falsas creencias sobre la población inmigrante.
b) Fotografía en prensa
- Es importante no presuponer que una persona es
inmigrante por el color de su piel o su forma de vestir. Hay
que confirmar su condición de inmigrante, de lo contrario,
estaríamos alterando y manipulando la realidad.
- Una utilización inadecuada del teleobjetivo ayuda a crear
una sensación de distancia y de lejanía entre el colectivo de
inmigrantes y el receptor/lector de la fotografía.
- Siempre que sea posible, es mejor que los inmigrantes
no aparezcan de espaldas. Si se presentan así, el espec-
tador tiene la sensación que les está mirando con recelo.
- Las actividades, actitudes y expresiones en que
aparecen los inmigrantes son básicas en la percepción que
la sociedad puede tener de este colectivo.
- El pie de foto es un elemento clave para interpretar
correctamente la fotografía. Debe ser informativo,
clarificador y no redundar en los elementos que aparecen
de forma evidente.
- El tratamiento fotográfico positivo lo vincularemos al
concepto de calidad, una calidad que encontraremos
cuando la imagen sea realmente informativa, actual y tenga
en cuenta todas las posibilidades que le ofrece el lenguaje
visual (tipo de objetivo, punto de vista, actitud de las
personas ante la cámara…).
- Del mismo modo, este tratamiento fotográfico de calidad
deberá estar íntimamente relacionado con el pie de foto,
que nos permitirá analizar correctamente la fotografía,
evitando interpretaciones erróneas y, a su vez,
relacionando adecuadamente la fotografía escogida con el
titular y el texto de la unidad informativa
c) Diseño gráfico en prensa
- El tratamiento formal de la información mejora si aparece
arte, en portada.
63
 - Si la información aparece en página, sea portada o no lo
sea, mejorará el tratamiento formal si aparece en la parte
superior.
- Si la información aparece en página, sea portada o no lo
sea, mejorará cuando ocupe más espacio en la página o, en
cualquier caso, cuando sea la información que ocupe más
espacio de la página.
- Si la información aparece en página, sea portada o no lo
sea, mejorará el tratamiento formal cuando la información
incluya otros elementos además del titular y el texto base.
- Si la información aparece en página, sea portada o no lo
sea, mejorará su tratamiento formal cuando el titular tenga
una relación de pulsaciones de 1,5 o 2 alfabetos por línea.
d) Radio informativa
Hay que acercar el oyente a la vida del inmigrante, algo que
se puede conseguir a través de las siguientes vías:
· ncorporación de otros géneros informativos al tratamien-
to de este tema. La noticia, por sus propias características,
da una visión muy puntual del acontecimiento y puede
provocar una visión unilateral del tema. En los últimos
meses, se ha detectado un esfuerzo por parte de los
medios para ofrecer una perspectiva más humana y menos
matemática (cifras) de los aspectos relacionados.
· Elaboración de la información, en este caso de la noticia
(género omnipresente en los radiodiarios), siguiendo las
directrices propias del género que facilitan la contextualiza-
ción y obligan a incorporar datos que matizan la presen-
tación del hecho puntual a partir del sujeto (el QUIÉN) y su
acción (el QUÉ).
· Incorporación del CÓMO, el PORQUÉ y el DÓNDE para
mejorar la narración informativa. Hay que reequilibrar la
presencia de los cinco datos importantes.
· Aumento de las informaciones de tipo social desde una
perspectiva positiva para favorecer un estado de opinión
próximo a la integración social de este colectivo. La
presencia de los protagonistas como fuentes sonoras va en
esta línea. La población debe conocer sus problemas.
e) Televisión informativa
- Como en cualquier información televisiva donde hay
partes en conflicto o enfrentadas, hay que dar voz a los
inmigrantes en las distintas informaciones que les afectan y
a las organizaciones que los agrupan y les representan
64
(ONG, asociaciones de ayuda, etc.).
- Hay que esforzarse para encontrar, elegir y emitir
informaciones sobre la integración de los diferentes
colectivos de inmigrantes, su vida cotidiana y su arraigo en
varias poblaciones. No tan sólo informar de la inmigración
respeto de su entrada masiva, las mafias y otros aspectos
que no hacen más que transmitir una imagen negativa de
los inmigrantes y del flujo migratorio. En este sentido, se
requiere un esfuerzo especial para que las noticias traten
de explicar qué se esconde detrás del hecho de emigrar a
otro país y qué razones asisten a cada caso.
- En lo concerniente al lenguaje, para diferenciar a los
inmigrantes legalizados de los que no lo están, hay que utili-
zar términos más suaves que no den una imagen tan peyo-
rativa, por ejemplo «sin documentos» por «indocumenta-
dos» o «deben regularizar su situación» en lugar de
«ilegales», etc.
- En general, la televisión y también, por tanto, los
telenoticias deben ejercer una cierta pedagogía de la
diversidad y la multiculturalidad, de los valores personales y
sociales de las distintas culturas.
- Las fuentes oficiales transmiten fundamentalmente
noticias de carácter policial y éstas a menudo no se
contrastan lo suficiente, algo que, en la práctica, genera
alarmismo. La situación de los inmigrantes y de la
inmigración debería tratarse con mucho tino y prudencia.
- El tratamiento audiovisual es muy limitado, en el sentido
que la mayoría de imágenes que se emiten sobre la
inmigración son de ciudadanos extranjeros detenidos,
esposados, en furgones policiales, haciendo cola en
organismos oficiales, etc.
- Hay muy pocas noticias de inmigrantes en situaciones
normales de cotidianidad, que sí existen, pero a las que las
televisiones prestan muy poca atención. En muchos casos,
el tratamiento audiovisual es de prensa amarilla y
sensacionalista, recreándose mucho en las imágenes de
cadáveres, primeros planos, etc.
- Es importante no situar las noticias sobre inmigración en
medio de otras noticias sobre violencia, atentados,
desgracias, etc., porque las contaminan de valores
negativos y peyorativos.
- También hay que hacer un esfuerzo para emitir las
noticias con una sola temática, lo que llamamos temática
simple, con el fin de facilitar la descodificación y no trans-
Quaderns del CAC: Número 12
mitir una imagen mucho más compleja de lo que en realidad
es la inmigración. Por tanto, es recomendable fragmentar
en varias noticias las de temática múltiple o, como máximo,
dar noticias con dos temáticas complementarias.
- A pesar de que existe una cierta uniformidad informativa,
sobre todo en el uso de fuentes oficiales (podemos ver re-
petidas veces en las diferentes televisiones el mismo frag-
mento de declaración, por ejemplo, del delegado del Go-
bierno para la inmigración, Enrique Fernández Miranda),
hay casos singulares. El más claro es el del día 22 de mayo
del 2000, cuando las cuatro televisiones estudiadas emitie-
ron una noticia sobre inmigración, cada una de ellas sobre
aspectos diferentes. Es decir, ese día la inmigración fue ca-
paz de generar cuatro noticias diferentes para las tele-
visiones, mientras que muchos días no se produce ninguna.
- Los elementos utilizados para ilustrar la presentación de
las noticias alrededor de los presentadores, como ya se ha
dicho, son muy poco afortunados y se acompañan de frases
de un tono muy alarmista. No hay más que repasar y obser-
var algunas imágenes como ejemplo del alarmismo y el
catastrofismo que rodean muchas de las noticias sobre la
inmigración.
- En las dos emisoras privadas, sobre todo, se abusa de la
ilustración de noticias con las mismas imágenes de archivo
repetidas varias veces, hecho que, sin duda, denota una
cobertura y calidad de la información deficientes. En las
públicas, en cambio, se evidencia un cierto esfuerzo para
cubrir los temas con corresponsales y enviados especiales
y, por tanto, con imágenes de algunos acontecimientos
importantes referidos a la inmigración y a los inmigrantes.
f) Presentación de las informaciones en televisión
- La presentación de unidades informativas sobre inmi-
gración debe ser precisa para no dar una imagen negativa
de las informaciones relacionadas con los inmigrantes.
- Es conveniente no mezclar dos informaciones temáticas
diferentes sobre inmigración en una misma personación.
Cada tema necesita una presentación independiente.
- Es mejor no utilizar imágenes de inmigrantes, de pateras,
etc., como fondo o entorno del presentador destacado en el
lugar de los hechos.
- Si lo que se pretende es llegar a los inmigrantes, el
vestuario de los presentadores debería diferenciarse algo
del que utilizan las fuentes oficiales.
Tema monográfico: La investigación sobre el tratamiento de la inmigración en los medios de comunicación desde la universidad: propuestas del MIGRACOM
- En cuanto a los textos que aparecen en pantalla y que
pueden ilustrar una personación, hay que alejarse del uso
de adjetivos tales como «avalancha» y otros del estilo, y tra-
tar de utilizar un texto referencial sobre el hecho del que se
informa. Hay que evitar palabras genéricas que no informan
de nada en concreto y que sirven para meter en el mismo
saco muchas informaciones que no tienen por qué afectar
de igual forma a todos los miembros del colectivo de
inmigrantes.
- Los textos deberían reflejar sensibilidad para hablar del
problema real de la inmigración, la necesidad de ganar en
calidad de vida, políticos, etc. Siempre se suele dar la visión
del receptor de la inmigración.
- Los presentadores destacados deberían controlar sus
gestos y las focalizaciones acústicas para no dramatizar la
información sobre inmigración y no darle el cariz de
problema negativo para la estabilidad de los indígenas. Lo
mejor, en cualquier caso, es que las personaciones sean
enunciativas y no valorativas.
g) Sonido en televisión
- La utilización periódica, por parte de los periodistas, de la
«unidad de tiempo de presencia», el concepto de «proble-
matización favorable o desfavorable» y el de «índice de pre-
sencia», como instrumentos de observación de los períodos
largos de insistencia informativa sobre los temas de inmi-
gración, puede resultar una forma muy eficaz para valorar y
tomar conciencia del tipo de posicionamiento que se da
globalmente en el tiempo.
- Parece evidente que la presencia de los representantes
oficiales de los inmigrantes debería aumentar y equilibrarse
con la de los representantes autóctonos.
h) Sincronía audiovisual
- Casi todas las noticias contradicen el principio deontoló-
gico de equilibrio de las fuentes. Conceden demasiado
protagonismo audiovisual a las acciones y a las voces de la
policía y parecen justificar únicamente la Ley de Extranjería.
- Un tratamiento más equilibrado de las informaciones
sobre el colectivo estudiado supone el uso de un abanico
más amplio de interlocutores (fuentes) al servicio de una
construcción de la noticia, como los inmigrantes ilegales
detenidos o, cuanto menos, los colectivos organizados de
inmigrantes legales e ilegales.
65
 Recomendaciones del CAC
sobre el tratamiento informativo de la inmigración
La inmigración se ha convertido en los últimos tiempos en
un fenómeno de gran impacto social. Aunque la tradición
permanente de procesos migratorios caracteriza nuestra
trayectoria histórica, el fenómeno aparece ahora revestido
de una complejidad aún mayor, especialmente por la
diversidad y el grado de diferenciación de las tradiciones
culturales que entran en contacto. El debate público
imprescindible que la nueva centralidad de este fenómeno
suscita está muy condicionado, sin duda, por el tratamiento
informativo que recibe de parte de los medios de
comunicación. Y en este tratamiento a menudo aparece la
propensión a una visión tópica, con imágenes de pateras,
víctimas, colas de personas que quieren regularizar su
situación, huelgas de hambre o encierros en las iglesias.
La agenda temática relativa a la inmigración, la reiteración
de algunos argumentos o la utilización de determinadas
imágenes que contienen implícito un discurso
fundamentalmente problematizador del fenómeno
inmigratorio resultan habituales y son difícilmente evitables
en los programas informativos de las radios y televisiones.
Colectivos profesionales, organizaciones solidarias,
instituciones y equipos de investigación con participación de
periodistas y académicos empezaron a plantear, hace
tiempo, la necesidad de tomar conciencia de las
limitaciones de las rutinas informativas aplicadas al
tratamiento de las migraciones, sus protagonistas y sus
impactos sociales y culturales. Se han celebrado
encuentros y debates, se han elaborado estudios, se han
formulado propuestas y se han iniciado experiencias de
autorregulación. Los hemos tomado todos como referencia.
Pero la realidad es aún poco satisfactoria y es necesario
contribuir desde todas las plataformas posibles a mejorar
los instrumentos de trabajo y la calidad de la información
relativa al tema.
Por ello, el Consejo del Audiovisual de Cataluña,
Tema monogràfico: Recomendaciones del CAC sobre el tratamiento informativo de la inmigración
atendiendo a la función de promover la autorregulación
establecida en el artículo 10.i de su Ley de creación, se
propuso reflexionar, con la colaboración de profesionales y
expertos, sobre cuál es ahora y cuál debería ser el
tratamiento informativo que recibe el fenómeno de la
inmigración. Comprender cómo los medios de
comunicación contribuyen a perfilar la imagen, acaso tópica
y simplificada en demasía, de las personas inmigradas en
nuestra sociedad. Cómo se da una determinada visión de
estos colectivos a partir de los hábitos de producción de la
información, de la inmediatez y de la inercia de la agenda.
O cómo, paradójicamente, la adopción mecánica y
sistemática de una actitud apologética o de un supuesto
lenguaje "políticamente correcto" pueden llegar a ser, en
ocasiones, formas de expresión de paternalismo
eurocéntrico.
En esta reflexión, como ya hemos dicho, hemos
contactado con muchas personas, organismos públicos y
colectivos que ya habían trabajado y generado propuestas
alrededor de esta cuestión. En este sentido, han sido
especialmente valiosas las aportaciones del Colegio de
Periodistas de Cataluña, el Consejo de la Información, la
Comisión Parlamentaria sobre Política de Inmigración del
Parlamento de Cataluña, la Secretaría para la Inmigración
de la Generalidad de Cataluña, el Consorcio de Recursos y
Documentación, los distintos grupos de investigación de las
universidades catalanas, algunas ONG y organizaciones de
apoyo, colectivos de personas inmigrantes y sindicatos, los
medios de comunicación con manuales de estilo propios y,
muy específicamente, los ponentes y participantes en las
Jornadas sobre el Tratamiento Informativo de la
Inmigración que el Consejo del Audiovisual de Cataluña
convocó en Barcelona los días 27 y 28 de noviembre de
2001.
Más allá de nuestra aportación al debate social, o de
67
 invitar a la adopción de una actitud crítica y autocrítica Desde el Consejo del Audiovisual de Cataluña, pues,
sobre la elaboración de la información, querríamos poner recogiendo indicaciones y propuestas de personas y
de relieve la gran responsabilidad social que tienen colectivos como los citados anteriormente, relativas al
contraída los medios de comunicación -y muy tratamiento informativo de la inmigración, proponemos a las
especialmente los audiovisuales- ante temas tan complejos autoridades implicadas, a los medios audiovisuales de
como la inmigración. Hasta qué punto es imprescindible comunicación y a los profesionales que ejercen en ella su
que tengan presente su peso e influencia en la tarea que tomen en consideración las siguientes
conformación de la opinión pública relativa a este ámbito. Y recomendaciones.
hasta qué punto es necesario crear los mecanismos para
que los profesionales puedan informar de ello de forma Recomendaciones dirigidas especialmente a las
serena y ponderada, a fin de contribuir a la convivencia autoridades
cívica y al fortalecimiento de la democracia.
Esta responsabilidad social que mencionábamos afecta e 1. Independientemente de la calidad general del
involucra a todos. Pero de manera muy particular tratamiento al que están obligadas en su aproximación al
corresponde a autoridades, empresas y grupos gestores de fenómeno de la inmigración, conviene que las autoridades
los medios de comunicación, y profesionales de la en general, las autoridades con competencias específicas
información. en inmigración y los cuerpos profesionales (seguridad,
prevención, asistencia, servicios, etc.) que están
- Las autoridades, porque a menudo determinan las relacionados con ella, asuman con plena conciencia su
condiciones específicas de trabajo en las que se desarrolla condición también de fuente de información.
la actividad informativa, especialmente en el caso de 2. Esta condición de fuente informativa habitual, en
acontecimientos repentinos; porque a menudo emiten relación con la difusión pública de noticias y mensajes
declaraciones y adoptan posicionamientos públicos; y sobre inmigración y sobre personas inmigradas, requiere la
porque, en cuestiones relativas a la inmigración, asunción de la responsabilidad específica de facilitar la
generalmente actúan como fuente principal, o incluso única, tarea de los medios de comunicación.
de información de algunos medios y periodistas. 3. Estas autoridades y cuerpos profesionales deben
- Las empresas de comunicación y sus medios, porque adoptar como prioritario el objetivo de proporcionar
ellas crean las condiciones permanentes para el desarrollo informaciones precisas, detalladas, probadas y
de la tarea informativa de sus trabajadores y trabajadoras; contextualizadas a los medios de comunicación.
porque está en sus manos fomentar la especialización y 4. Estas informaciones deben evitar, de manera general, la
formación de su personal; porque son responsables de espectacularización o la dramatización innecesaria de las
impulsar la adopción de pautas y filtros que abonen el situaciones; procurando no incitar al receptor del mensaje a
objetivo de la calidad informativa. la simplificación, a la presunción condenatoria o a la
- Y las personas dedicadas profesionalmente a la activación de prejuicios de naturaleza xenófoba o
información porque, al fin y al cabo, son los actores discriminatoria.
directos de la construcción del discurso informativo; son 5. Estas autoridades y cuerpos profesionales de las
quienes viven más intensamente las presiones, las administraciones son la primera pieza de la cadena
carencias y los prejuicios que pueden afectar a la tarea informativa que debe abordar la inmigración
periodística; quienes pueden sufrir, quienes pueden poner fundamentalmente como tema y no, inevitable e
en práctica y quienes pueden dejar en evidencia una imperativamente, como problema, sin rehuir las
elaboración demasiado simple o demasiado tópica de la circunstancias problemáticas o las tensiones y
información sobre inmigración, quizás demasiado marcada contradicciones que pueda suscitar en cada momento. Pero
por rutinas y automatismos acríticos o por nociones de sin perder de vista que se trata de un fenómeno social e
eficiencia estrictamente mercantiles. histórico casi permanente, constante, que es común -en

68
Quaderns del CAC: Número 12
una u otra dirección- en la mayoría de sociedades
contemporáneas; que no constituye en sí misma una
amenaza, y que puede ser abordado desde muchas
perspectivas en un sentido también positivo, de aportación
y de enriquecimiento social.
6. Estas autoridades y cuerpos profesionales deben ser
particularmente vigilantes y escrupulosos en la utilización
de un lenguaje que destierre el tópico discriminador e
instaure formas expresivas respetuosas con la dignidad de
las personas y los colectivos en situación de inmigración, y
con sus circunstancias sociales y culturales.
7. Es conveniente asegurar la coordinación y cooperación
entre los servicios de información y comunicación de las
diversas administraciones.
Recomendaciones dirigidas especialmente a las
empresas audiovisuales
1. Las empresas públicas y privadas que elaboren
información audiovisual, atendiendo a la responsabilidad
social que tienen contraída, deben colaborar en las políticas
públicas de incorporación de la población inmigrada. Deben
asumir un papel activo en la difusión de información y
conocimiento sobre las migraciones y sus contextos, que
constituyen elementos estratégicos fundamentales para
una gestión avanzada y eficaz de la diversidad, y deben
contribuir al establecimiento de un clima de diálogo social.
2. Conviene que las empresas audiovisuales utilicen su
capacidad de difusión para facilitar información básica
relativa a la inmigración para la población autóctona y, muy
especialmente, para la población alógena, que se
encuentra a menudo en situación precaria para acceder a
los conocimientos instrumentales más elementales.
3. Es necesario que se establezcan criterios profesionales
y procedimientos internos de garantías que eviten el
recurso a fuentes parciales o poco contrastadas. Los
medios deben fomentar la autorregulación y la creación de
instancias o mecanismos que velen por la calidad del
tratamiento informativo de los temas relacionados con la
inmigración.
4. Conviene estimular la adopción de códigos
profesionales específicos sobre el tratamiento de las
migraciones y/o la elaboración de criterios de estilo propios
del medio o del grupo, que minimicen el efecto de la deriva
Tema monogràfico: Recomendaciones del CAC sobre el tratamiento informativo de la inmigración
tópica, la fórmula rutinaria y el lenguaje discriminatorio.
5. Las empresas de información audiovisual, en función de
su dimensión y posibilidades, deben favorecer la
especialización, formación y actualización permanente de
conocimientos de profesionales involucrados en el
tratamiento informativo de la inmigración.
6. Estas empresas también deberían invertir recursos en la
diversificación de las fuentes y deberían proporcionar a las
personas que informan sobre inmigración el tiempo y las
condiciones de trabajo que permitan la elaboración de
mensajes más complejos, más contextualizados y de mayor
capacidad explicativa.
7. Es necesario evitar los despliegues desproporcionados
de medios y las estrategias de sobreatención que sólo
persiguen agrandar la dimensión de determinados
acontecimientos o conflictos, directa o indirectamente
relacionados con personas inmigradas. Es necesario tener
presente que la espectacularización artificial de
acontecimientos suele fomentar las visiones tópicas y
simplificadoras.
8. De manera parecida y complementaria, conviene a
menudo prescindir de elementos meramente anecdóticos,
rutinarios o superfluos de los relatos de actualidad que no
incorporen información significativa y, en cambio, reforzar la
reflexión experta que facilite la comprensión de las razones
profundas de lo que acontece.
9. La composición de las plantillas, sin conculcar
procedimientos de selección por mérito, idoneidad y
oportunidad, debería tener en cuenta la diversidad y la
pluralidad socialmente existentes.
Recomendaciones dirigidas especialmente a los
profesionales de la información audiovisual
1. Resulta imprescindible, en el tratamiento informativo de
la inmigración, contar con las personas inmigradas como
fuente informativa, a fin de completar el recurso a otras
fuentes habituales ligadas generalmente al ámbito policial o
judicial. El principio de la contrastación, la relativización y la
diversificación de las fuentes incluye también las fuentes
oficiales.
2. En un sentido parecido al del pluralismo de las fuentes,
en el decurso de la elaboración de la información sobre
inmigración, es preciso garantizar especialmente también a
69
 las personas y colectivos inmigrantes su derecho a la
libertad de expresión.
3. La intimidad y la privacidad son derechos universales
que deben aplicarse con independencia del país de origen
o la condición de las personas que se ven involucradas. No
deberían emitirse planos cortos de personas heridas o
muertas, aunque se trate de acontecimientos alejados del
ámbito de referencia de los medios. La atribución de
carácter exótico o ajeno a personas o hechos, para justificar
una relajación de las pautas de autocontrol o información detallada, precisa y completa.
autorregulación en el tratamiento de las informaciones, no
es aceptable en ninguna circunstancia y aún menos en una
sociedad marcada por una creciente interculturalidad.
4. La aplicación de los derechos y de los principios
relacionados con el respeto a la intimidad de las personas
debe ser escrupulosa en relación con la información sobre
inmigración. No deberían obtenerse imágenes invasivas, o
planos cortos, sin contar con la autorización expresa de los
protagonistas. Las hipotéticas dificultades añadidas de
comprensión que puedan producirse entre los medios y
personas de reciente inmigración requieren extremar el
cuidado en el momento de garantizar que la libre voluntad
de aquellas no sea desatendida. Esta recomendación y la
anterior deben ser especialmente observadas cuando hay
menores involucrados.
5. Es necesario evitar el uso de un lenguaje discriminador
o que incorpore prejuicios genéricos en el tratamiento
informativo de la inmigración. No puede incorporarse como
rutina el uso de términos o expresiones como ilegal,
indocumentado o sin papeles para definir o calificar a
personas en una situación administrativa no regularizada.
6. En un orden similar, no es aceptable la adopción
automática de atribuciones tópicas que comportan
valoraciones discriminadoras. Es preciso evitar, por
ejemplo, la identificación sistemática de una determinada
opción religiosa con actitudes fundamentalistas.
7. Conviene cuidar, de forma muy especial, la terminología
empleada en los titulares y en los fragmentos de reclamo de
las noticias, ya que a menudo la brevedad puede implicar
falta de precisión o el fomento de estereotipos.
8. Resulta recomendable, en el tratamiento informativo de
la inmigración, evitar los efectos y recursos técnicos y
periodísticos que persigan una función preferentemente
espectacularizadora.
70
9. La enfatización de las referencias a cuestiones como el
origen o el color de la piel de los protagonistas de algunas
noticias a menudo no añade información relevante al relato,
no es estrictamente necesaria para la comprensión del
hecho y, en cambio, actúa como refuerzo de prejuicios y
como clave implícita de interpretación de intención negativa
o condenatoria. Conviene administrar con criterio
responsable, ponderado y crítico este tipo de referencias a
fin de servir estrictamente a las exigencias de una
10. De manera parecida, y sin tener que renunciar
sistemáticamente a las denominaciones colectivas, no es
admisible la identificación de una minoría étnica o de un
colectivo concreto de personas inmigradas con una
determinada actividad ilegal, que puede acabar siendo
considerada por la audiencia casi como un atributo o una
característica del grupo en cuestión.
11. Contextualizar las noticias relacionadas con la
inmigración y aportar documentación sobre la situación de
los países de origen de las personas inmigradas mejora la
calidad de la información, facilita la reflexión de la audiencia
y contribuye a deshacer los estereotipos.
12. Estos estereotipos se han establecido después de la
abusiva y sistemática reducción de las referencias a países,
regiones o continentes en informaciones marcadas por la
guerra o la miseria, ilustrándolas con imágenes que
prescinden de cualquier alusión a aspectos de la vida
cotidiana no determinados por la fatalidad, el conflicto, el
hambre, la pobreza extrema o la catástrofe. Por esta vía se
ha propagado un único modelo de vida y de progreso de
carácter eurocéntrico. Este tipo de reducciones deben ser
desterradas y combatidas, proporcionando una visión más
completa, compleja, abierta y plural de las sociedades no
occidentales.
13. Es preciso evitar la emisión reiterada de imágenes de
archivo para
ilustrar noticias que no se corresponden con estas
imágenes. En cualquier caso, las imágenes de archivo que
se emitan deberían ir siempre debidamente referenciadas y
deben ajustarse a criterios de pertinencia.
14. También tendrían que ir siempre debida y
convencionalmente referenciadas, con su nombre y -si
procede- identificación profesional, cívica o de cualquier
tipo, las personas inmigradas que participan en las
Quaderns del CAC: Número 12
informaciones de cualquier medio de difusión. El medio 2. Es preciso evitar la asociación automática, explícita o
nunca puede adjudicar condición anónima a sus implícita, entre los flujos migratorios y la violencia, la
testimonios, si no es que ellos lo solicitan explícitamente. marginalidad, el desorden o la delincuencia, sin
15. La utilización de citas textuales u otras expresiones o contextualizarlos o sin analizar las causas profundas de
materiales de carácter racista o discriminador, aunque sean éstos.
de carácter histórico o erudito, deben estar debidamente 3. Conviene potenciar las informaciones positivas que
marcadas y atribuidas, proporcionando hasta donde sea involucren a la población inmigrada sin menoscabo de la
posible referencias sobre la autoría y sobre el contexto de verdad o que pueda sugerir la construcción de una realidad
formulación. enmascarada. Las autoridades, los medios de
16. Teniendo en cuenta el esfuerzo que se ha producido por comunicación y los profesionales tienen el deber de no
parte de muchos grupos cívico-sociales, colectivos ocultar la verdad y de servir al derecho a la información,
profesionales y en muchas redacciones, para extremar el pero también comparten la responsabilidad social de
esmero en el lenguaje empleado y para eliminar los hábitos promover la convivencia, en un contexto de libertad,
discriminatorios o las formas que contienen rastros de una pluralidad y civismo.
concepción xenófoba, es necesario evitar también incurrir 4. Es preciso eludir aquellas visiones nucleares,
en actitudes paternalistas que acaben distorsionando la pretendidamente pragmáticas y meramente utilitaristas de
realidad y encubriendo, paradójicamente, posiciones la inmigración, que renuncien a apelar a los valores y que la
etnocéntricas. presenten como una necesidad social transitoria frente a
circunstancias como la baja natalidad de la población
Recomendaciones finales dirigidas a la autóctona o las necesidades del mercado laboral.
consideración general 5. Conviene recordar que las garantías a las que remite la
libertad de expresión incluyen también, íntegramente y sin
1. En la elaboración y difusión de información sobre la excepciones de ningún tipo, a las personas inmigradas, y
inmigración y sobre las personas inmigradas es ello en su doble condición, como sujetos y como objetos de
indispensable introducir consideraciones previas, de orden la información.
general, que son muy habitualmente ignoradas. Es 6. Finalmente, el Consejo del Audiovisual de Cataluña
necesario introducir en los discursos informativos considera que resultaría de utilidad la celebración periódica
elementos de reflexión que permitan contemplar la de sesiones de trabajo entre las organizaciones
inmigración como un fenómeno común de desplazamiento representativas de las personas en situación de
de población, y no como una amenaza. O bien que permitan inmigración, las autoridades implicadas, los colectivos y las
ejercicios tan elementales como el de plantear que la asociaciones de profesionales de la información, los medios
condición de persona inmigrada es, por definición, de comunicación y los centros universitarios de formación
transitoria y que si generalmente se prolonga es por la de comunicadores, para evaluar los discursos informativos
precariedad de los mecanismos políticos, sociales y predominantes sobre inmigración y elaborar propuestas de
culturales de incorporación. mejora de los procedimientos.

71
Tema monogràfico: Recomendaciones del CAC sobre el tratamiento informativo de la inmigración
 Manual de estilo sobre minorías étnicas
del Colegio de Periodistas de Cataluña
Introducción
Este Manual de estilo tiene como fin contribuir a una
sociedad más abierta y solidaria. Es una herramienta de
trabajo abierta a nuevas aportaciones y su éxito depende
de la actitud decidida de los profesionales de la
comunicación contra las actitudes racistas y xenófobas.
Manual de estilo
No hay que incluir el grupo étnico, el color de la piel, el
país de origen, la religión o la cultura si no es estrictamente
necesario para la comprensión global de la noticia.
Una persona se adecua a los arquetipos surgidos del
consenso social a través de imágenes favorables que se
deben conservar y potenciar, e imágenes desfavorables
contra las cuales es necesario luchar. Los medios de
comunicación trabajan sobre este compendio de imágenes
y arquetipos, comunes para la mayoría de la población,
buscando facilitar la comprensión del mensaje informativo.
Parece necesario pues que todos, emisores y receptores,
tengamos una visión suficientemente ajustada de la
realidad que nos envuelve y que la definamos del mismo
modo.
En la práctica cotidiana y por el afán de querer tener
siempre presentes los elementos básicos de la información
periodística —¿qué?, ¿quién?, ¿dónde?, ¿cuándo? y ¿por
qué?— introducimos añadidos que parecen complementar
la noticia, si bien el resultado final condiciona la lectura que
los receptores hacen de la realidad a través de los medios.
La realidad periodística nos demuestra que el grupo
étnico, el color de la piel, el país de origen, la religión o la
cultura, no son datos susceptibles de ser noticia cuando se
refieren al arquetipo dominante. Por otro lado, existe la
72
tendencia —en general inconsciente— de destacar estos
aspectos cuando la noticia trata, directa o indirectamente,
de miembros de minorías étnicas, a pesar de que para la
comprensión global de la noticia no sean estrictamente
necesarios.
Además, esta tendencia aumenta por la presión del
horario; es decir, por las rutinas de producción periodística
a que se ven sometidos los medios de comunicación.
Frente a esto, la reflexión es el mejor antídoto para no
reproducir estos esquemas.
Es necesario evitar las generalidades, los maniqueísmos
y la simplificación de las informaciones. Los residentes
extranjeros no comunitarios son tan poco homogéneos
como los autóctonos.
Los medios parecen buscar una imagen concreta, un
hecho real, para confirmar el estereotipo. La generalización
sistemática en los términos, en la forma y en el fondo,
favorece la comprensión de la información pero al mismo
tiempo la deforma y simplifica gravemente. La realidad
informativa de los residentes extranjeros no comunitarios es
mucho mayor de lo que informan los medios de
comunicación.
Los tópicos negativos tienden a reforzar la exclusión del
grupo o de los individuos a quienes se hace referencia. Es
necesario evitar, pues, la aplicación de tópicos del tipo «los
moros son sucios», «los chinos son mafiosos», etc., que
sólo inciden en aspectos negativos y que quedan
registrados en el substrato cultural. Asimismo, las
generalizaciones tienden, sin fundamento, a reforzar la
asociación entre minoría étnica y problema social.
El abuso en la generalización de los términos, con la
«buena intención» de facilitar la comprensión de la noticia,
lleva al receptor a una concepción maniquea de la realidad.
Quaderns del CAC: Número 12
Hay una cierta tendencia periodística hacia la etnificación
de la realidad social. Los residentes extranjeros no
comunitarios son tan poco homogéneos entre ellos mismos
como lo son los diferentes colectivos presentes en nuestra
sociedad.
Las frases hechas, los tópicos, etc., conforman toda una
lista de prejuicios que sustituyen al gentilicio correcto para
cada colectivo. La mejor forma de evitar esta situación es
consultando a los interesados para saber cómo desean ser
nombrados, como individuos o como colectivo.
No deben potenciarse las informaciones negativas ni las
sensacionalistas. Hay que evitar crear inútilmente conflictos
y dramatizarlos. Hay que potenciar la búsqueda de noticias
positivas.
En muchos casos, la búsqueda de información es la
búsqueda de objetos e imágenes que refuercen nuestra
forma de ver la vida y entender la realidad. Así, en un
contexto mayoritariamente negativo, la opinión de los
receptores se acaba convirtiendo también en negativa. Las
noticias de residentes extranjeros no comunitarios parecen
atraer por su sensacionalismo y no por su contenido
noticioso. Si los periodistas sólo nos interesamos por las
informaciones cuando son negativas, la percepción de la
calle, de la sociedad, nunca podrá ser positiva. Esto no
significa que las informaciones negativas no deban
difundirse, sino que es adecuado también dar su
contrapunto.
Si echamos un vistazo a los medios de comunicación
podremos observar que las minorías étnicas como grupo, o
sus miembros como individuos, aparecen casi siempre
como delincuentes o personas objeto de todas las
desgracias. En cualquier caso, su figura queda denigrada.
El tratamiento informativo de las personas inmigrantes y
residentes extranjeras no comunitarias debería ser reflejo
de la máxima normalidad.
Tampoco debiera olvidarse la importancia de los términos
utilizados. Al respecto, es necesario desterrar términos que
nos hemos acostumbrado a ver en los medios de
comunicación. Relacionar directamente «invasión»,
«brote», «alud» o «grandes oleadas», con individuos
inmigrantes, perjudica sensiblemente la imagen social de
los residentes extranjeros no comunitarios.
Tema monogràfico: Manual de estilo sobre minorías étnicas del Colegio de Periodistas de Cataluña
Ecuanimidad en las fuentes de información. Es necesario
contrastar las versiones institucionales. Hay que potenciar
las propias de las minorías étnicas y tener especial cuidado
en las informaciones referidas a los países de origen. La
publicación de las rectificaciones como elementos que
inciden en la calidad del medio informativo.
Los medios de comunicación, seguramente como reflejo
de la sociedad a que pertenecen, institucionalizan unas
fuentes de información en perjuicio de otras. La fiabilidad
periodística apunta siempre hacia la misma dirección, la de
la institución.
Las fuentes de información más consultadas cuando
cubrimos una información que afecta a un colectivo de
inmigrantes, o a un miembro de una minoría étnica, son, por
este orden, ministerios, expertos en inmigración, servicios
sociales, ONG, fuerzas de seguridad, ayuntamientos, etc.
Casi nunca son consultados los propios inmigrantes. Las
rutinas de producción informativa y la falta de informadores
estables tienen una buena parte de la culpa.
Es necesario romper con la inercia de dirigirse
sistemáticamente a las fuentes institucionales. Existen otros
emisores de la información, y allí donde no los hay debe
potenciarse su creación. Por parte de los colectivos de
residentes extranjeros no comunitarios sería útil que
tuvieran su propia agenda de periodistas sensibilizados a
quienes recurrir cuando se produce una noticia. Por parte
de los periodistas sería conveniente que dispusieran de una
agenda de posibles informadores, expertos y especialistas,
surgidos del colectivo de residentes extranjeros no
comunitarios, que pudieran profundizar en estas cuestiones
o dar otro punto de vista no oficial que rompiera el
estereotipo.
Las rectificaciones a las informaciones que hagan
referencia directa o indirecta a los residentes extranjeros no
comunitarios deberían aceptarse como una práctica
habitual y beneficiosa para el medio. La rectificación debe
ser espontánea y próxima en el tiempo. Es necesario ir
hacia una cultura de la rectificación.
Responsabilidad de los profesionales. La importancia de
la ubicación física de la información. «El efecto dominó».
Utilización del material gráfico.
73
 Es muy importante el espacio físico que dedicamos a las
informaciones que hacen referencia, directa o
indirectamente, a los residentes extranjeros no
comunitarios. No tanto desde un punto de vista cuantitativo,
sino desde un punto de vista cualitativo. Hemos de
contextualizar nuestra información con el resto de
informaciones que compartirán espacio físico o hertziano.
Es necesario intentar que el carácter negativo de una
información —muertes, enfermedades, guerras...— donde
aparecen aspectos étnicos, religiosos o culturales, no
influya, por su proximidad en el espacio informativo o por el
momento de su difusión, en otras noticias más próximas a
nosotros que tengan un referente étnico, religioso y cultural
similar. Una noticia negativa afecta —al igual que una ficha
de dominó que cae una sobre otra— a otras noticias que
están próximas físicamente y poseen un referente común.
Los editores, jefes de sección, de área o cierre de los
diferentes medios, son responsables naturales de la
ubicación de cada una de las informaciones. Por ello son
los más capacitados para tener una visión global del
contenido informativo del medio.
Las imágenes (fotografías, vídeo, etc.) son los elementos
más susceptibles de ser manipulados, y su conocida
elocuencia hace que sea necesario extremar la prudencia a
la hora de seleccionar una imagen que puede transformar
74
totalmente el sentido de una información.
Militancia periodística: hacia una multi-interculturidad
enriquecedora para todos. La potenciación de las
informaciones en positivo.
La influencia de los medios de comunicación en la visión
que la sociedad tiene de la realidad, obliga al profesional de
la información a un compromiso más firme en la tarea de
reflejar el sentido positivo de la multi-interculturalidad.
La voluntad del profesional es de gran importancia para la
búsqueda y elaboración de noticias positivas en un contexto
en el cual las que encontramos son mayoritariamente
negativas. Esto no quiere decir reflejar una realidad light o
esconder informaciones. Como información positiva
podemos considerar tanto la cobertura de una acción
positiva como unas declaraciones, por ejemplo, de un
miembro de un colectivo inmigrante o la presentación
positiva en este sentido de cualquier información.
Otro nivel de actuación sería la aparición, en informativos
de televisión, radio y en los diarios, revistas y en cualquier
producto informativo, de periodistas y presentadores de
diversas minorías étnicas; hecho que produce un notable
efecto normalizador.
Quaderns del CAC: Número 12
 Entrevista a Edgar Morin

Enric Saperas

Edgar Morin es uno de los pensadores franceses más importantes de su generación. Nacido el 9 de julio de 1921 en París,
su formación humanista (estudió historia, sociología, filosofía, geografía y derecho en la Universidad de la Sorbona) le ha
permitido reflexionar sobre todos los ámbitos sociales hasta crear uno de los compendios intelectuales europeos de mayor
entidad. Es autor de textos sociológicos de gran influencia intelectual como El espíritu del tiempo (1962), de ensayos sobre
los problemas de la civilización de nuestra época como Para salir del siglo XX (1981), Pensar Europa (1987), Tierra patria
(1993), Una política de civilización (1997), ha reflexionado sobre la complejidad y el pensamiento complejo en La
complejidad humana (1994) y en el conjunto de obras elaboradas entre 1977 y 1991 con la denominación de El Método
como nueva forma de pensar y conocer. En los últimos años ha publicado textos de gran impacto sobre la comprensión del
mundo actual como Los siete saberes necesarios para la educación del futuro (2000) o Tierra patria (2002).
Como estudioso de la comunicación y la cultura de masas fue codirector del Centro de Estudios Transdisciplinarios
(sociología-antropología-semiología) de l’École des Hautes Études en Sciences Sociales (1973-1989), que consolidó la
investigación comunicativa en Francia. Destacan obras como El cine o el hombre imaginario (1956), Les Stars (1957), El
espíritu del tiempo (1962) y El espíritu del tiempo II. La necrosis (1976), y fue director de las revistas Arguments y Com-
munications. Actualmente es director emérito de investigación en el CNRS (Centro Nacional para la Investigación Científica)
y presidente de la Agencia Cultural Europea de la UNESCO. La entrevista se realizó en Barcelona el 1 de marzo de 2002.

Enric Saperas es profesor de teoría de la comunicación en el Departamento de Periodismo y de Comunicación Audiovisual

de la Universidad Pompeu Fabra. Como investigador en comunicación ha participado en los últimos años en actividades de
investigación sobre televisión y representación de las identidades, agenda temática y comunicación política. Entre sus obras
destacan Los efectos cognitivos de la comunicación de masas (1987) y Manual básico de teoría de la comunicación (1999).
En el marco de las actividades de investigación del CAC ha participado en la investigación La imagen de Cataluña en las
televisiones españolas de ámbito estatal (1999).

Enric Saperas (E.S.). Ud. ha definido nuestra sociedad
como una sociedad de transición entre un mundo que no
acaba de morir (la modernidad) y otro que no acaba de na-
cer. A menudo, para describir esta sociedad en transforma-
ción utilizamos conceptos como «sociedad de la informa-
ción» o «del conocimiento». ¿Le parecen convincentes este
tipo de expresiones?
Edgar Morin (E.M.). Me parecen expresiones poco
adecuadas. En realidad tendríamos que decir «sociedad de
las informaciones» o «sociedad de los conocimientos»,
siempre en plural. Vivimos en una sociedad que es la suma
de muchas fuentes de información. No es cierto que
estemos en una sociedad del conocimiento, sino en una
sociedad de varios conocimientos. Además, son expre-
siones poco adecuadas porque se plantea un antagonismo
manifiesto entre información y conocimiento. El poeta Yates
se preguntaba cuál es el conocimiento que perdemos en la
información y cuál es la información que perdemos en el
conocimiento. La información pura no nos sirve para nada,
es como una lluvia que vemos caer cada noche por la
televisión, la información sólo tiene sentido cuando está
integrada en su contexto y nos aporta explicaciones a
través del filtro o de una estructura de elementos históricos,
sociológicos y culturales. La información por sí misma no
nos aporta casi nada. A este gran volumen de información
le añadimos, en nuestra sociedad, un gran volumen de
conocimientos especializados, segmentados y separados
entre sí. Esta carencia de organización común es uno de los

75
Observatori: Entrevista a Edgar Morin
 problemas más característicos de nuestra civilización, que
es la ultraespecialización y la segmentación de conoci-
mientos, un fenómeno característico del sistema educativo.
E.S. Hablemos de la televisión. ¿Qué piensa de este medio
de comunicación como fuente de conocimiento de la
realidad? El ciudadano conoce el mundo a través de la
televisión y toma conciencia de él con sus imágenes.
Compartimos experiencias colectivas y un imaginario
común que va mucho más allá de nuestra experiencia
directa de las cosas. ¿Es posible una experiencia libre y
diversa de la realidad a través del discurso televisivo?
E.M. A mi modo de ver, lo que es importante es la
existencia de una diversidad de los medios de comuni-
cación y de las informaciones que se dan, así como de los
demás contenidos en el entretenimiento y en las ficciones.
Lo que hay que evitar son las consecuencias de una
excesiva concentración y la inevitable reducción de la
diversidad. Esto es lo que hay que vigilar en la televisión,
pero también en la prensa y en las agencias de información;
éstas últimas son muy importantes.
La televisión tiene un papel clave en la cultura, si por
cultura adoptamos su definición antropológica; es decir,
todo lo que nosotros estamos obligados a aprender y
compartimos socialmente. La televisión, y el audiovisual en
general, es muy importante en la cultura moderna como
fomento de conocimientos, valores, creación de identidades
individuales y colectivas. Esta cultura se suma a la alta
cultura y a las culturas nacionales. La televisión crea una
cultura que hace que la familia o la escuela pasen a tener
un papel menos importante. Y ésta es una realidad que
debemos tener presente. La televisión ha conseguido
diversificar su oferta a través de todo tipo de canales
especializados y lo ha hecho de una forma parecida a la
radio, otro medio audiovisual de gran importancia. Esta
diversificación de la oferta no ha hecho más que
incrementar su impacto sobre los ciudadanos y convertirse
en un elemento cultural cada vez más relevante.
E.S. Pero ¿no se tiende a confundir la capacidad de
seleccionar con la diversidad de los contenidos?
E.M. Es evidente que nos enfrentamos a un problema
fundamental de civilización. En primer lugar, por la evolu-
ción del trabajo y la organización del tiempo. Cuando
76
volvemos a casa al salir de trabajar queremos una televi-
sión de entretenimiento y no una televisión educativa o cul-
turalmente exigente. También, y en el caso de los jóvenes,
se insiste mucho en centrar la demanda en el entre-
tenimiento y en el uso de la televisión como un instrumento
cultural más próximo al juego que al consumo cultural en un
sentido clásico. Pero creo que la función actual de la
televisión, guardando las distancias, es la que tuvo el cine
en nuestra época: despertar la curiosidad, conocer a los
otros a través de todo tipo de historias y narraciones.
E.S. Me gustaría insistir algo más en este aspecto. En sus
obras de los años cincuenta, Ud. se refería al cine como el
creador más importante del imaginario colectivo de esos
años y como una especie de ágora donde los espectadores
tomaban conciencia de sí mismos. Por eso vinculaba las
salas de cine con el barrio, la vida cotidiana y la toma de
conciencia social e histórica. En los años sesenta, la
televisión adoptó este papel de creador del imaginario
colectivo. ¿Cree que podemos comparar el papel del cine
de entonces con el de la televisión de nuestros días?
E.M. Las dos experiencias no son del todo comparables.
Para mi generación, la experiencia del cine era consecuen-
cia de un contexto geográfico, de vida en el barrio y de la
propia recepción en una sala oscura que nos producía una
experiencia de fascinación. El cine producía, y sigue
produciendo, una emoción especial en tanto que vivencia,
del mismo modo que lo hace la experiencia individual en un
concierto en directo. La televisión implica otra forma de
experiencia que siempre ha estado rodeada de polémica.
Para algunos, la televisión implica una degradación cultural;
para otros implica un proceso de democratización de la
cultura. Me parece equivocado elegir una u otra opción de
forma radical y deberíamos hacer un esfuerzo para
combinarlas porque puede evolucionar en ambos sentidos.
Tenemos que estar atentos porque la televisión no es un
fenómeno cultural cerrado. Lo peor de la televisión es la
obsesión por la máxima audiencia y el «todo vale», al precio
que sea, por conseguirla. Si los responsables de la
programación toman esta opción se da la primera condición
para hacer una televisión superficial y degradar la produc-
ción cultural. Un síntoma de esta degradación es la banali-
zación o la reducción de la presencia en pantalla de un tipo
de oferta televisiva que me parece que tiene una gran
Quaderns del CAC: Número 12
importancia: los debates televisados. Los debates son muy
importantes para la democracia y para reforzar el valor
cultural y ciudadano de la televisión. El debate es una oferta
fundamental no sólo para la democracia, sino para poner al
alcance de todo el mundo las aportaciones de la ciencia, de
los nuevos conocimientos y discutir los temas que más
preocupan a los ciudadanos. Pero en los canales de televi-
sión cada vez se dan menos las condiciones para el debate.
La lucha de los presentadores contra la palabra me parece
improcedente y su consecuencia es la búsqueda del show
y el espectáculo, o de la simple confrontación espectacular.
La violencia contra la palabra impide dar mensajes de
interés a la audiencia que también quiere oír argumentos
interesantes. Creo la cadena franco-alemana ARTE es un
buen ejemplo. En esta cadena, cuando te invitan a un de-
bate te dan el tiempo suficiente para poder hablar y matizar
los argumentos. Creo que en la televisión actual ha calado
la ansiedad por hacer un discurso muy acelerado y entre-
cortado, supuestamente para no aburrir al telespectador. Es
un error. Creo que la televisión es un medio óptimo para
desarrollar todo tipo de argumentos y dar tiempo a la au-
diencia para que haga suyos los mensajes. Los respon-
sables de la televisión deben ampliar el tiempo destinado a
cada programación y no caer en el error de combatirlo.
Pero también hemos asistido, en los últimos años, a un
incremento de la oferta de programas televisivos y de la
capacidad del telespectador para seleccionar lo que es de
su interés. En los últimos años, la oferta televisiva se ha
incrementado tanto que todavía podemos encontrar en ella
todo tipo de ofertas: hay que dar al telespectador la
posibilidad de elegir. La libertad del telespectador actual es
la libertad del satélite.
E.S. En sus últimas obras, ha hablado de una identité
terraine. ¿Cree que el audiovisual puede impulsar esta
identidad planetaria?
E.M. Parto de una consideración que desarrollé en El
espíritu del tiempo alrededor del cine. Más concretamente,
del cine de Hollywood. ¿Por qué esa industria, que pensaba
su producción en función del beneficio económico, hizo
obras de gran calidad y de consumo mundial? Simplemente
porque una película no se fabrica como se fabrica un coche.
Siempre es necesario un factor de individualidad y de
creatividad que hallamos, en primer lugar, en los grandes
Observatori: Entrevista a Edgar Morin
directores. Y también es la razón por la que grandes
escritores de la época, como Faulkner o Scott Fitzgerald,
participaron en el cine. Pues bien, la búsqueda del beneficio
económico no impide la originalidad y la calidad. Hoy en día
existe una realidad transcultural en el planeta que se inició
en esos años y que se encuentra en fase de consolidación.
Esta realidad transnacional permite a todos los países
hacer una forma propia de expresión cultural, pero con
patrones internacionales. Por ejemplo, la música rock, que
es una producción típica norteamericana, se expresa
también a través del rock ruso, francés, italiano, español,
etc. Igualmente pasa con el jazz y tantas otras expresiones.
Es la técnica lo que hace del cine y de los medios
audiovisuales una forma de cultura internacional, una
cultura compartida y de carácter transnacional. De hecho,
podemos decir que en el siglo XX se ha creado una especie
de folclorismo internacional, que tiene su origen en el cine y
que nos hace compartir historias y mitos a través de
Cleopatra, Maurice, Robin Hood y muchos otros personajes
e historias. También hay una cultura adolescente muy
compartida internacionalmente que creo que es muy
interesante, puesto que permite muchas formas de
comunicación y de relaciones entre adolescentes de todo el
mundo. Todos estos fenómenos transculturales planetarios
son muy importantes para establecer formas de
comprensión mutua. No obstante, el problema básico se
presenta cuando una industria que ejerce un gran dominio
sobre el mercado internacional impone sus propios
productos y vende sus productos por debajo del coste para
ocupar mercados, hasta el punto de ahogar la producción
de una oferta propia y en el marco de los mercados
nacionales. Por ejemplo, este hecho se produce en el mer-
cado televisivo a través de la implantación de las telenove-
las norteamericanas en muchos mercados de países po-
bres, pero con estas políticas de precios también podemos
encontrarnos con graves problemas en países como Fran-
cia. En definitiva, una cultura nacional como la francesa
también puede expresar formas transnacionales, siempre
que no se desarrollen políticas de mercado engañosas.
Los franceses han exagerado al hablar de una «excepción
cultural francesa» y reclamar sistemas de protección para
su cultura. Cada nación es una excepción cultural. Creo que
cualquier cultura es una excepción. Todas las formas de
cultura, incluidas las transnacionales, son básicas para
77
 todos nosotros porque implican el desarrollo de un sistema
particular de educación. Una de las cosas más maravillosas
de mi generación fue aprender a través de aquel cine que
los intelectuales menospreciaban por considerarlo una
forma basta de cultura. Pero aquella cultura cinematográ-
fica fue básica para nuestra formación y todavía está muy
viva en las salas especializadas y en homenajes y ciclos
retrospectivos en los festivales de cine. Hay que tener en
cuenta que mi generación pudo ver en las salas de cine de
nuestros barrios las películas de Fritz Lang o de W. Wyler,
o la llegada a Europa de los grandes maestros del cine
japonés, y de tantos otros. Aprendimos a tener una determi-
nada visión del mundo. Y, actualmente, los cinéfilos conti-
nuamos teniendo la oportunidad de este aprendizaje, sobre
todo en las grandes ciudades que disponen de todo tipo de
salas especializadas y en las cuales podemos ver cine de
todos los países del planeta. Eso es fundamental para de-
sarrollar una cultura cinematográfica. Huelga decir que, de
joven, yo practicaba la «cinefagia» con una hambre voraz
de imágenes cinematográficas, y eso me dio la oportunidad
de conseguir una auténtica formación cultural como resulta-
do de mi propia selección y de la lectura de algunos críticos.
Siempre ha habido optimistas y pesimistas, pero la vida no
es ni optimista ni pesimista. Hay que ser conscientes de que
existen factores de degradación del gusto que están muy
presentes, pero no sólo en el cine o la televisión, también
en la música o la gastronomía, y estos factores siempre
conviven con la voluntad de una resurrección del buen
gusto. Ambos procesos están presentes siempre en el
mundo de la creación y del imaginario, pero no son exclusi-
vos de una forma cultura, conviven siempre y en todas las
culturas. Mirar hacia atrás y creer que las formas de la alta
cultura eran compartidas por todos es un grave error por-
que, socialmente, una parte importante de la gente estaba
excluida. En cambio, la cultura popular moderna ha evitado
la exclusión, por ejemplo, en el cine, en la televisión o en la
música rock y pop.
E.S. Actualmente, uno de los grandes debates cultura gira
en torno a los conceptos de multiculturalidad y mestizaje.
¿Cómo valora este debate y sobre qué realidad de cambio
cultural se desarrolla el debate?
E.M. Tenemos que ser conscientes de que actualmente
estamos en un momento de gran complejidad cultural.
78
¿Qué significa esta complejidad? Estamos en un momento
de presencia dominante de una cultura mundializada que
tiene su origen en Estados Unidos, pero también existen las
culturas nacionales propias de cada estado y también
vemos como en el interior de los estados se están
recuperando formas culturales de carácter regional y,
finalmente, estamos produciendo un proceso de mestizaje
con las culturas que provienen de los países de origen de la
inmigración. La multiculturalidad es un hecho evidente del
que todos hemos de ser conscientes.
Hablemos del caso de Francia. Francia es el resultado
histórico de un fuerte proceso de unificación a través de la
idea de Nación como una idea unificadora y común. Una de
las consecuencias de este proceso en el pasado reciente
fue la propia multiculturalidad francesa y la prohibición de
hablar lenguas como el bretón, el provenzal y otras lenguas.
Sin embargo, en el momento actual asistimos a la voluntad
de redescubrir esta multiculturalidad a través de
movimientos culturales procedentes de varias provincias
francesas. Asistimos a la recuperación de fenómenos cultu-
rales y de identidad particular que habían sido olvidados o
escondidos, empezando por las lenguas propias, pero
también las tradiciones locales o las cocinas regionales, las
diferentes maneras de vivir, etc. Creo que a partir de ahora
hay que saber combinar ciertos factores de unificación con
ciertos fenómenos de multiculturalidad. Y este proceso es
tanto más complejo por el efecto de la inmigración.
Ahora, en Francia, hay muchos jóvenes nacidos en su
territorio, pero de origen magrebí. Se llaman a sí mismos
«beaud», es decir, no son magrebíes, pero tampoco total-
mente franceses y eso nos plantea un nuevo reto. Este he-
cho se reproduce en la población de origen vietnamita o
africano. Tienen todo el derecho a conservar sus tradicio-
nes y costumbres, pero con la condición de obedecer
algunas leyes fundamentales de la República. En el marco
de una multiculturalidad, existe la posibilidad de integrarse
en una cultura más amplia: la cultura francesa. Esta cultura
también puede servir como elemento unificador, pero al
mismo tiempo como elemento de reacción a una cultura
todavía más general, pero en este caso de origen nortea-
mericano. Pongamos por caso la gastronomía. Los italianos
se han inventado un slow food como reacción al fast food y
nosotros, los franceses, también estamos redescubriendo y
revalorizando las formas de la cocina tradicional y local.
Quaderns del CAC: Número 12
 En suma, mi idea es que la multiculturalidad también se
puede enmarcar en una cultura más general. Y esta idea
creo que se puede aplicar a España, que se define por ser
multicultural, con la realidad de sus autonomías que tienen
una expresión cultural propia como Cataluña o Andalucía,
por ejemplo. La diferencia entre Francia y España estriba
en el hecho que, en el caso francés, y como consecuencia
de una caída de la natalidad a finales del siglo XIX, se
fomentó la llegada de población externa procedente de
Italia, España o de las comunidades judías del norte de
Europa y, legislativamente, se facilitó su nacionalización. Al
derecho a mantener las culturas de origen se añadió la
aceptación de una cultura general y común como la
francesa a modo de cultura general y común.
Hay que entender que mestizaje no equivale a homoge-
neización; antes al contrario, significa la creación de una
realidad cultural nueva y dinámica. No tenemos que pensar
en el mestizaje de forma pasiva ni tampoco de forma
represiva. Tenemos que pensar en el mestizaje de manera
activa, pero siempre baja unas normas de convivencia
mínimas. Creo que la norma básica a seguir es la de la
laicidad y el respeto a los derechos humanos que implica.
La laicidad es un elemento decisivo: permite que en el
ámbito privado todo el mundo pueda llevar a cabo el
ejercicio de cualquier creencia religiosa, pero impide que en
la vida pública cualquier religión imponga sus reglas y sus
imperativos sobre el conjunto de la sociedad. A mi modo de
ver, un ejemplo de mestizaje ha sido Brasil, que, con el
añadido y la mezcla de tres orígenes culturales (el
portugués, el africano y la población autóctona), ha dado
lugar a una cultura nueva y activa que define ese país.
Estos retos son los que se plantean actualmente en Fran-
cia con la llegada de la inmigración magrebí y africana. La
laicidad es una norma básica de convivencia y que puede
generar un mestizaje activo. Pero siempre debe aplicarse el
sentido común; por ejemplo, en el caso del chador de las
niñas musulmanas en las escuelas públicas. Siempre será
mejor que las niñas vayan a la escuela en un ambiente
plenamente laico, que dejarlas encerradas en casa.
E.S. Hemos hablado de la cultura, la televisión y el
audiovisual. Por último, dígame qué opina de Internet como
nuevo medio de comunicación. Si los media convencionales
crearon una tercera cultura, como afirmó en El espíritu del
Observatori: Entrevista a Edgar Morin
tiempo, ¿Internet puede crear una cuarta cultura?
E.M. De hecho, estamos ante una policultura. Internet
permite revalorar el papel del individuo en el proceso cultu-
ral. Le permite buscar todo tipo de informaciones, de comu-
nicaciones y de integrar esta tecnología de comunicaciones
en su vida y establecer una nueva forma de relacionarse y
de discutir o debatir cualquier cuestión. Éste me parece un
elemento muy importante y positivo. Internet también se ha
convertido en un elemento económico de primer orden a
través del cual el individuo puede buscar y comprar todo
tipo de cosas y, naturalmente, todo tipo de producción
cultural. En este sentido, es del todo polivalente. Pero el
factor esencial es la capacidad de establecer relación con
cualquier persona de cualquier país con mucha inmediatez.
Y todo ello casi sin ninguna posibilidad que se establezcan
restricciones hasta imponer, a diferencia de otras formas de
comunicación, una libertad extraordinaria.
E.S. A menudo ha escrito sobre la importancia del teléfono
en las formas de relación social. ¿Qué piensa del correo
electrónico, que se ha convertido en uno de los usos de ma-
yor aceptación de los servicios comunicativos de Internet?
E.M. Siempre podemos caer en intoxicaciones de todo tipo.
Podemos caer en la adicción al alcohol, al cannabis o al
amor, pero hay de saber valorar las ventajas y los
inconvenientes. Para mí, las ventajas que implica el correo
electrónico son muy superiores a los inconvenientes. Me
permite comunicarme con las personas queridas estén
dónde estén, y nos permite ir más allá de las relaciones
locales con todo tipo de personas que están a tu alcance a
través de un acceso fácil. También es cierto que esta
facilidad de comunicación nos obliga, cada mañana,
cuando abrimos el ordenador, a establecer criterios para no
intoxicarnos. El problema es la capacidad de seleccionar,
de una manera parecida al correo común, que está lleno de
cosas inútiles que hay que descartar, pero éste es un
problema de civilización que va más allá de Internet y que
está provocado por el hecho de que generamos
demasiadas cosas con poco sentido, inútiles y superfluas
que nos distraen de las pocas cosas importantes y
relevantes que merecen nuestra atención y nuestro
esfuerzo. Este problema de civilización se manifiesta por la
saturación. Tenemos que saber elegir, y la posibilidad y la
capacidad de saber nos lleva a la libertad.
79
 Dinero, política, lobbys y grupos audiovisuales en Los
Estados Unidos de América (1)
Martí Petit
. Gracias a la influencia sobre la clase política, el
sector audiovisual de EEUU ha conseguido ir
desregulando el sector, logrando unas cuotas muy
elevadas de concentración industrial en un número
reducido de grupos. Este proceso ha sido posible
porque la industria y la clase dirigente han mantenido
una relación soterrada basada en el lobbismo y el
soft money. Pero después de la reforma legal de la
financiación de campañas electorales, aprobada el
pasado mes de marzo, se ha llegado a un acuerdo
casi unánime de que las contribuciones no reguladas
de particulares, empresas y sindicatos a las
candidaturas políticas no se vuelvan a repetir. En
este artículo se analiza la situación actual de lobbys
y soft money de la industria audiovisual
norteamericana y cómo se pueden ver afectados por
la nueva legislación.
El caso Enron, que acarreó la suspensión de pagos de la
gigantesca compañía eléctrica con sede central en Houston
(Texas), puso al descubierto irregularidades generalizadas
en la financiación de las campañas electorales de EEUU.
La democracia norteamericana estaba financiada por
contribuciones no reguladas de particulares, empresas y
sindicatos que restaban opacas, el llamado soft money o
dinero blando, maleable.
La clase política reaccionó ante este escándalo legislando
esta laguna: el mes de marzo pasado, el presidente Bush
firmó una ley aprobada pocas semanas antes por el
Martí Petit
Jefe de redacción de Quaderns del CAC y miembro del
Área de Investigación, Estudios y Publicaciones del CAC
Observatori: Dinero, política, lobbys y grupos audiovisuales en Los Estados Unidos de América
Congreso que regulaba la financiación de las campañas, la
Bipartisan Campaign Reform Act (BCRA), también
conocida como Proyecto de ley Shays-Meehan/HR 2356 . A
pesar de que algunos senadores republicanos votaron a
favor de esta ley, entre ellos el republicano John McCain,
oponente de Bush en las primarias, la ley fue capitalizada
por los demócratas. De hecho, el propio presidente Bush
mostró su oposición durante el trámite parlamentario,
aunque al final no tuvo más opción que firmar la ley. No
obstante, la BCRA no entrará en vigor hasta el 6 de
noviembre de 2002, el día después de las elecciones al
Congreso de EEUU. El día siguiente a la firma, el
presidente Bush respondió a las preguntas de los
periodistas sobre este aplazamiento con las palabras
siguientes: «Las elecciones al Senado son muy importantes
para mí. Quiero que los republicanos controlen el Senado y
quiero que Denny Hastert sea el presidente de la Cámara
de Representantes.»
Conviene analizar detenidamente esta ley, entender las
circunstancias que la rodean, ver hasta qué extremo
cambian las relaciones entre políticos y empresas, con el fin
de extraer los cambios que se derivan de ella. Si,
efectivamente, esta ley decreta la desaparición del soft
money que las grandes empresas dan a los políticos
durante sus campañas electorales, servirá para profundizar
la democracia en EEUU. Si, al contrario, como más
adelante plantea este artículo, la nueva ley permite que la
circulación de donaciones simplemente se redireccione y
encuentre nuevos caminos, pero no afecte a las prácticas
lobbistas, habrá que explicarlo abiertamente.
Esta situación se pervierte más aún cuando los donantes
son los grandes grupos de comunicación, los fabricantes de
opinión pública y de imaginario colectivo, que, gracias a su
soft money, ejercen una fuerte influencia sobre legisladores
y gobernantes. Más aún, establecen la agenda reguladora
81
 Cuadro 1. Contribuciones a las campañas presidenciales del sector TV/Cine/Música (en dólares)

Fecha elect.. Posición(*) Total Contrib. Soft Money Contribuciones Contribuciones % Dem % Rep
a Demócratas a Republicanos
2000 8 37.821.732 18.941.456 24.281.200 13.377.467 64% 35%
1996 9 18.975.984 8.592.995 11.699.234 7.189.081 62% 38%

Fuente: Center for Responsive Politics (4)

(*) Esta columna indica la posición que ocupa la industria audiovisual dentro del global de las donaciones por industrias. Esta
clasificación, de un total de 80 entradas, está agrupada por industrias (como la del automóvil), y no por sectores (como el del
Transporte) ni tampoco por categorías (como el de Concesionarios de coches).

del sector. De este modo, si se determina el alcance de la Cuadro 2 Total recaudado por los candidatos
reforma propiciada por el caso Enron, quedará evaluado Bush y Gore en la campaña presidencial de 2000
correctamente el impacto de esta nueva ley en el pluralismo (en dólares)
informativo de la sociedad norteamericana.
Candidato Dinero Fondos Dinero
Situación de partida: la Federal Election recaudado federales gastado
Campaign Act (FECA) George W. Bush 193.088.650 67.560.000 185.921.855
Al Gore 132.804.039 83.016.084 120.031.205
En 1971, el Congreso aprobó la FECA, que establecía un
control más estricto sobre los candidatos a cargos Fuente: Center for Responsive Politics (6)
federales, los partidos políticos y los political action
committees (PAC, comités independientes de campaña en
favor de los candidatos). A partir de las revelaciones sobre administrativos, etc. De este modo, se abría la puerta al soft
los abusos en la financiación de la campaña presidencial de money como fórmula de financiación de una parte muy
1972, cometidos por el Partido Republicano, el llamado importante de las campañas electorales. Según el
caso Watergate, el Congreso enmendó la FECA en 1974. Campaign Finance Institute de la Universidad George
De este modo, la nueva ley establecía límites en las Washington, las recaudaciones de los comités nacionales
contribuciones de particulares, partidos políticos y PAC, y de los partidos han aumentado vertiginosamente: durante la
creaba la Federal Election Commission (FEC). Esta agencia campaña electoral de 1992, los partidos recaudaron 86
reguladora independiente se encarga de hacer cumplir la millones de dólares en soft money; en 1996, 262 millones,
ley electora y repartir los fondos públicos para hacer y 495 millones en 2000. En 1992, el soft money
campañas entre los candidatos a la Cámara de representaba un 15% del presupuesto total de la campaña,
Representantes, al Senado, a la Presidencia y a la mientras que en las elecciones del año 2000, este
Vicepresidencia. La FEC, por tanto, pide cuentas del hard porcentaje aumentó hasta el 40%.Cuando la ley entre en
money, el dinero regulado de la campaña. vigor, a partir de las elecciones legislativas del próximo 5 de
A partir de aquí, los tribunales y las interpretaciones de la noviembre, estas contribuciones no reguladas quedan
propia FEC fueron conformando una jurisprudencia en que prohibidas a escala federal, de modo que los partidos
los partidos, los candidatos y los PAC no tenían que nacionales y los comités del Congreso, que trabajan para
justificar los gastos en una serie de actividades electorales, los candidatos a la Presidencia y al Congreso,
entre ellas los anuncios que no piden explícitamente el voto respectivamente, sólo podrán utilizar hard money. Mientras
(issue ads), el registro en el censo electoral, gastos esté vigente la antigua ley, los políticos tendrán las manos

82
Quaderns del CAC: Número 12
libres para continuar recaudando soft money. Éste es un
aviso lanzado por el Center for Responsive Politics, una
entidad sin ánimo de lucro que investiga la financiación de
las campañas electorales. Así, mientras las próximas
elecciones presidenciales no serán hasta noviembre de
2004, las contribuciones en soft money ya han empezado.
Según datos del Center for Responsive Politics, George W.
Bush llevaba recaudados 2.789.375 dólares a 31 de
diciembre de 2001 .
En definitiva, el soft money ha escapado al control de la
legislación de financiación electoral y, por tanto, se
desconoce hasta qué punto ha influido en las decisiones
políticas de EEUU. En palabras de Larry Noble, director
ejecutivo y consejero general del Center for Responsive
Politics, «los grandes contribuyentes [de soft money] tienen
razones muy concretas para donar este dinero: las
contribuciones a la campaña son una inversión para una
buena relación [con el candidato], una herramienta para
lograr objetivos muy determinados». Cuando el candidato
salga elegido y tome posesión del cargo, la relación entre la
corporación donante y el político será más fluida. Ese es el
momento de ejercer la actividad de lobby en Washington,
sede del Senado, de la Cámara de Representantes y de la
Casa Blanca.
Los lobbys, la segunda inversión de la industria
en la política
La Primera Enmienda a la Constitución norteamericana
consagra el derecho de «petición al gobierno de reparar
todo agravio». Sobre este derecho, la democracia de
EEUU contempla los lobbys como el instrumento de la
sociedad civil para hacerse oír ante los políticos. De este
modo, la American League of Lobbyists declara, en su
Código Ético, que «la práctica del lobby es una parte
fundamental del proceso democrático de nuestra nación y
es un derecho garantizado por la Constitución. Los
dirigentes gubernamentales toman constantemente
decisiones políticas que afectan intereses vitales de
individuos, empresas, sindicatos, grupos religiosos,
instituciones benéficas y otras entidades. Los responsables
públicos necesitan recibir información detallada de los
intereses afectados y conocer la opinión de las partes con
Observatori: Dinero, política, lobbys y grupos audiovisuales en Los Estados Unidos de América
Cuadro 3. Gastos de los principales sectores
lobbistas en 1999 (en dólares)
Sector 1999
Finanzas, seguros 214.000.000
Salud 197.000.000
Comunicación y electrónica 193.000.000
Energía y recursos naturales 158.000.000
Transporte 117.000.000
Fuente: Center for Responsive Politics (11)
el fin de tomar decisiones políticas fundamentadas. En el
ejercicio de su derecho a intentar influir en la política, los
intereses acostumbran a contratar representantes oficiales
que sigan la evolución de los acontecimientos y defiendan
sus posiciones, o bien utilizar lobbistas a través de su
participación de asociaciones gremiales. Decenas de miles
de hombres y mujeres son lobbistas y representan sin
excepción todo tipo de intereses».
Según los datos del Center for Responsive Politics, el
dinero total invertido en lobbismo en Washington alcanzó
los 1.450 millones de dólares en 1999, el último año del que
se disponen datos. El sector de las comunicaciones y la
electrónica invirtió 193 millones de dólares en esta actividad
de presión sobre gobernantes y legisladores durante ese
año. Por otro lado, el número de lobbistas relacionados con
este sector pasó de 234 en 1996 a 284 en 1999.
Según la revista económica Fortune, una de las 10
principales firmas en lobbismo es la empresa Podesta and
Mattoon. La mayoría de lobbistas de Podesta and Mattoon
han trabajado en el Congreso en ambos partidos. De este
modo, en la web corporativa, podemos leer el currículum de
una lobbista de la compañía, Kimberley Fritts: «[K. F.] fue
directora de política del Sur en el Republican National
Comittee y directora de campaña del gobernador de
Florida, Jeb Bush. Sus estrechos lazos con los líderes
republicanos (incluido el líder parlamentario Trent Lott)
aseguran que las preocupaciones de los clientes de
Podesta and Matton serán escuchadas». Kimberley Fritts
es, además, la hija del presidente de la National
Association of Broadcasters (NAB), Edward O. Fritts.
Precisamente, la organización audiovisual que destina más
recursos en actividades de lobby es la NAB. Entre 1996 y
83
 Cuadro 4Grupos audiovisuales que más han 2000, la National Association of Broadcasters gastó 19,4
gastado en lobbys, 1996-2000 (en dólares) millones de dólares en lobbismo. Según cuenta el periodista
Arthur E. Rose, el presidente de la NAB, Edward Fritts, fue
compañero de escuela del líder republicano Trent Lott, y
Organización Cantidad esta amistad ha sido especialmente beneficiosa para las
National Association of Broadcasters 19.420.000 empresas audiovisuales . En el año 2000, la NAB tenía 20
Time Warner (abans fusió amb AOL) 15.770.000 lobbistas registrados en Washington para defender sus
National Cable Television Association 13.680.000 intereses, siete de los cuales habían ocupado previamente
Walt Disney 11.000.000 cargos en el Congreso, en la Federal Communications
Viacom 9.290.000 Commission (FCC, el organismo regulador del sector
News Corporation 7.480.000 audiovisual de EEUU) y en la Federal Trade Commission.
Cox Enterprises 4.610.000 Hasta hace poco, además, una de estas lobbistas era
Comcast Corp. 4.120.000 Kimberley Tauzin, hija del presidente del subcomité de
telecomunicaciones del Congreso, Billy Tauzin.
Fuente: Center for Public Integrity (15) Es interesante recordar los medios que controlan los grupos

Cuadro 5 Principales medios de los grandes grupos audiovisuales en EEUU 2002 (*)

Grupo TV en abierto TV por cable Prod./distrib. Edit./public.

AOL Time Warner WB, TBS, TNT . HBO, CNN, Court TV, WB, Hanna Barbera Time, Money,
Cartoon Network Comedy Central Fortune, Life, People
Walt Disney ABC Disney Chan., ESPN**, A&E** , Walt Disney Pictures, Discover
Eurosport**, E!**, Lifetime** Touchtone, Buena Vista
History Channel.*
Viacom CBS, MTV, Paramount Gr. Paramount Pictures Simon & Schuster
Nickelodeon, Comedy EyeMark
Central**, UPN
News Corp. (***) Fox TV 20th. Century Fox New York Post
Harper Collins,
Morrow/Avon
General Electric (****) NBC, Paxson CNBC**, A&E**, MSNBC**,
History Channel.**
National Geographic.**
TV Azteca**

Fuente: Columbia Journal Review (16)

(*) ) No incluye las televisiones y radios locales y estatales.

(**) Participación accionarial superior al 25%.
(***) No incluye las filiales ni participaciones de medios audiovisuales o escritos del Reino Unido, Alemania, Australia, Asia, Canadá,
India, Italia, Indonesia, Japón y América Latina.
(****) No incluye las filiales del sector financiero, industrial, eléctrico y de telecomunicaciones. Asimismo, tampoco incluye sus joint
ventures interactivas como WebTV for Windows, o TiVo.

84
Quaderns del CAC: Número 12
audiovisuales citados en el último cuadro. Time Warner, la
corporación que destinó más recursos a la práctica del
lobbismo durante el año 2000, tenía, antes de su absorción
por America On Line, las cadenas de televisión en abierto
Turner Broadcasting System (TBS), Turner Network
Television (TNT), Warner Bros (WB), Cartoon Network y las
cadenas de cable CNN, HBO, Comedy Central (con el 50%
de Viacom) y Court TV, entre otras. Asimismo, era
propietaria de las productoras y distribuidoras Warner Bros
y Hanna Barbera, y de publicaciones como Time, Fortune,
Life y otras 35 revistas. En estos medios, cabe añadir,
después de la fusión, el universo de AOL que, con sus 30
millones de abonados a sus servicios de Internet, posee
Compuserve, Netscape, Amazon, y participaciones en
grandes empresas como General Motors o Hewlett-
Packard.
Si hacemos un repaso de los lobbistas más destacados que
ejercen en Washington comprobaremos
corporaciones tienen grandes figuras políticas en sus
nóminas:
- Haley Barbour, ex-presidente del Partido Republicano
(CBS)
- Ken Duberstein, ex-jefe del staff técnico de la
Administración Reagan (Comcast, National Cable TV
Association, Time Warner)
- Tom Korologos, ex-técnico de designación libre (aide) de
la Administración Nixon (Cox Communications Corp.)
- Anne Wexler, ex-aide de la Administracióm Carter
(Comcast, Univision, Communications Inc.)
- Richard Wiley, ex-presidente del FCC (CBS)
- Catherine Reid, ex-consejera jefe en temas de
telecomunicaciones del Comité de Comercio de la Cámara
de Representantes (Time Warner)
- Daniel Meyer, jefe del staff de Newt Gingrich, portavoz de
la Cámara de Representantes hasta 1997. A las órdenes
del lobby Duberstein Group (véase la segunda entrada de
esta lista), Meyer ha intentado influir favorablemente para la
Time Warner en temas legales referentes a los derechos de
imagen, conexión a satélite y, sobre todo, para evitar que el
FCC tenga competencias en temas sobre regulación de
proveedores de Internet.
Evolución del audiovisual hacia la concentración
Observatori: Dinero, política, lobbys y grupos audiovisuales en Los Estados Unidos de América
Cuadro 6. Principales temas de lobby del sector
audiovisual (1996-2000)
Tema Número de registros
Propiedad intelectual y copyright 556
Regulación contenidos violentos 469
Regulación satélite 287
Fiscalidad 272
Telecomunicaciones 272
Reforma financiación campaña 220
Regulación TV cable 192
Restricciones publicidad tabaco y alcohol 178
Regulación propiedad y concentración 170
Ancho de banda y de espectro 105
Fuente: Center for Public Integrity (17)
que las
Durante los últimos años se ha producido un crecimiento
espectacular en el sector audiovisual, acompañado de una
desregulación que ha ido venciendo resistencias legales y
políticas. En la década de los noventa se produjeron unos
dividendos inéditos y una concentración de medios sin
precedentes. En 1992, y por primera vez en 22 años, el
FCC permitió participaciones accionariales cruzadas entre
los networks hertzianos y las cadenas de televisión por
cable. Desde entonces, tanto el FCC, como el
Departamento de Justicia, como el Congreso han permitido
casi invariablemente la proliferación de estas fusiones y
acuerdos. Entre otros ejemplos, citaremos la adquisición de
Turner Broadcasting (CNN) por parte de Time Warner, la
compra de ABC por Disney; AT&T se fusionó con TCI,
mientras que Viacom compró la CBS. En la más importante
de todas las operaciones, America On Line anunció la
adquisición de Time Warner, la madre de todas las
adquisiciones, valorada en 350.000 millones de dólares.
De acuerdo con el estudio del Virtual Institute of
Information, de la Universidad de Columbia, Media
concentration in the US: Industry trends and regulatory
responses, «el 98% de los norteamericanos viven hoy
comunicados con un único diario local». Eli M. Noam,
autora del informe, advierte de las consecuencias negativas
de no poder elegir la fuente de información. El mismo
porcentaje de ciudadanos tiene acceso a un único
85
 proveedor de cable. Tras la aparente diversidad de la oferta
(más de 40 millones de hogares reciben una cincuentena
de canales de televisión por cable), se esconde una
poderosa concentración: Disney, Time Warner y Viacom
son propietarios o accionistas de referencia de más de la
mitad de la oferta. Otro caso visible de grupo
comunicacional que se ha volcado en el cable es General
Electric, propietaria del network NBC y del canal por cable
CNBC (canal temático de información financiera), y
accionista de referencia de MSNBC (junto con Microsoft),
A&E, History Channel y PAX-TV.
Pero este proceso de concentración de medios se está
gestando desde hace años y responde a una estrategia
programada. El National Journal, la prestigiosa revista que
cubre la actualidad política de Washington, informaba de
ello en un artículo de Michael Wines: «Se producirán
sinergias de los actuales medios de comunicación, como la
telefonía, la televisión y el sector de las nuevas tecnologías.
El catalizador de este cambio es el ordenador, que permite
la convergencia de estos canales de transmisión en un
único sistema integrador». El artículo describía las nuevas
tendencias en marcha, como la competencia entre satélites,
compañías telefónicas y operadoras de cable, así como la
aparición de televisores con acceso a todo tipo de
información vía telefónica. Este artículo se publicó el 24 de
octubre de 1981 (sic).
En el artículo de Wines, sólo había una nota discordante.
Andrew Jay Schwartzman, director ejecutivo de Media
Acces Project, una entidad defensora del servicio público,
reconocía abiertamente el enorme potencial que
presentaba la nueva situación. No obstante, constataba en
el National Journal que «las decisiones que se están
tomando en estos momentos tendrán un impacto
inimaginable sobre la generación siguiente. La tecnología
ha llegado a un nivel con suficiente masa crítica. Y si no
sabemos reaccionar a tiempo, no tendremos ninguna
diversidad en el futuro».
Televisión por cable: un ejemplo paradigmático
Un ejemplo de cómo un sector ha ido consiguiendo
mayores cuotas de desregulación es el de la televisión por
cable. El Center for Public Integrity, en el ya citado informe
86
Off the record, analiza su evolución. La primera ley
reguladora del sector audiovisual de EEUU fue la
Communications Act de 1934, que estuvo vigente sin
modificación hasta 1996. Esta ley consolidó un sistema de
competencia restringida entre pocos grupos televisivos
(entre ellos la NBC o la CBS) y una situación bastante
parecida en el sector radiofónico.
En 1948 nació una nueva forma de transmisión de la
señal: el cable. Para servir imágenes en zonas de orografía
irregular, hasta las que las emisiones hertzianas llegaban
con dificultad, empresas locales conectaron el último
repetidor con los hogares más alejados mediante un
sistema de cableado. Nacía la televisión por cable. En
1950, el servicio tenía 14.000 abonados, un número que
doce años más tardo aumentó hasta 850.000.
Los networks exigieron al FCC que regulase este nuevo
servicio y en 1962 el organismo estableció restricciones
severas en las operadoras de cable, para evitar una
competencia desleal con las cadenas hertzianas. En
concreto, el FCC prohibía la entrada de la televisión por
cable a los grandes mercados urbanos, dejando la industria
del cable en una subsidiariedad rural o montañosa.
En 1972, el FCC cambió de política. La agencia derogó las
restricciones vigentes hasta el momento, pero, a cambio,
dispuso la obligación de obtener una licencia de la
autoridad local para poder operar. A principios de los
ochenta, con la llegada de Ronald Reagan y del nuevo
presidente del FCC, Mark Fowler, las compañías de cable
empezaron a hacer lobby, con el fin de eliminar las
restricciones impuestas por el FCC y las autoridades
locales. La culminación de su esfuerzo fue la Cable
Communications Policy Act de 1984, que desreguló el
sector. El 97% de las operadoras de cable quedaba libre de
compromisos y, de este modo, las suscripciones al servicio
de cable empezaron a aumentar, como constata el
periodista David W. Arnesen. Sin embargo, esta
desregulación, que debía abaratar los precios, fue en vano.
En 1989, cinco años después de la aprobación de la ley, el
senador demócrata por Ohio, Howard Metzenbaum, lo hizo
constar en una comparecencia: «Según datos del propio
gobierno, el precio de consumo de los servicios de cable ha
aumentado en términos proporcionales más que cualquier
otro bien o servicio en EEUU.»
La ley también provocó una guerra de licencias,
Quaderns del CAC: Número 12
justamente porque eliminaba cualquier restricción en el
precio de los servicios que ofrecía. De este modo, una
licencia de televisión por cable se convertía en una licencia
para ganar dinero. Además, el FCC alentaba las fusiones.
«Debemos conseguir una concentración en el sector del
cable, porque han de ser capaces de competir con AT&T
dentro de dos décadas», insistía el entonces presidente del
FCC, Mark Fowler. Al final del segundo mandato de Bill
Clinton, las cinco principales operadoras de cable (Time
Warner Cable, AT&T Broadband & Internet Services,
Charter Comm., Cox Enterprises y Comcast Corp.) ocupan
dentro del sector una cuota de mercado del 61%.
Las televisiones convencionales también entraron en el
sector del cable gracias a la actitud de laissez faire del FCC.
El año 1985 fue especialmente denso en fusiones y
adquisiciones: la ABC y Capital Cities Communications se
fusionaron y Rupert Murdoch, propietario de News Corp.,
compró Metromedia (justo dos meses después de obtener
la nacionalidad norteamericana).
Las fusiones y adquisiciones fueron aumentando de ritmo
y volumen, tanto entre operadoras de cable, como entre las
televisiones. En 1987, Tele-Communications adquirió el
25% del accionariado de Turner Broadcasting Systems,
empresa matriz de la CNN. En 1989, Time Inc. y Warner
Communications Inc. se fusionaron para crear la que
entonces era la mayor empresa de medios del mundo. Pero
el hito fue superado por Walt Disney Company Inc., cuando
en 1995 compró la cadena Capital Cities/ABC. De todos
modos, Time Warner recuperó el primer lugar del podio
cuando compró la Turner Broadcasting System.
La Telecommunications Act de 1996, que derogaba
completamente la Communications Act de 1934, seguía
consolidando esta línea liberalizadora. Desde entonces, el
Congreso ha ido restringiendo más y más las competencias
del FCC en su tarea de regulación de fusiones y
adquisiciones de empresas. Este fenómeno
concentración de medios ha reducido el número de
corporaciones que controlan el mercado. De este modo, de
la cincuentena de canales de televisión en abierto y por
cable que ve un familia tipo norteamericana, 38 son
propiedad de Time Warner, Disney y Viacom.
Esta ley de 1996 también derogó una precedente de 1992,
reguladora de las tarifas del cable, razón por la cual los
precios de los servicios de este sector se dispararon. El
Observatori: Dinero, política, lobbys y grupos audiovisuales en Los Estados Unidos de América
libro Off the record calcula que los consumidores vieron
aumentar sus facturas en un total de 3.000 millones de
dólares. Con la nueva ley de 1996, se desregularon
aspectos centrales de radiodifusión y de los networks, de
compañías telefónicas y operadoras de cable. También se
aumentó el número de cadenas de televisión que podía
tener una corporación, imponiendo, como única restricción,
no superar el 35% de la audiencia del país. Esta medida
intentaba evitar posiciones de dominio del mercado
televisivo.
Pero esta restricción se suavizó a raíz de la compra de la
cadena hertziana CBS por parte de Viacom. Viacom debía
desinvertir antes de mayo de 2001 en algunas cadenas muy
rentables para no superar el techo del 35% de audiencia.
Pero al cabo de una semana del anuncio de adquisición, el
presidente del Comité de Comercio del Senado, el ya citado
John McCain (véase el cuadro 7), aprobó una ley que
aumentaba el máximo de audiencia acumulada hasta el
50%. Como expone el libro editado por el Centre for Public
Integrity, The Buying of the President 2000, Viacom es el
cuarto contribuyente en la carrera política del político
republicano.
El mencionado estudio de Eli M. Noam, Media
Concentration in the United States: Industry Trends and
Regulatory Responses, llega a la conclusión que «en la
industria del cable, la propiedad de la infraestructura se
concentra en las mismas manos que tienen intereses
substanciosos en la distribución de contenidos por cable.
Así, con la libre competencia distorsionada por la
concentración, pocas veces tiene sentido económico una
extensa integración vertical. [...] Mientras se argumenta que
las fusiones verticales producen sinergias, sin libre
competencia en alguno de los peldaños de la escala
productiva, estas sinergias tienden a ser ilusiones. En
consecuencia, la libre competencia en todos los segmentos
de de la industria de las comunicaciones reduce la lógica
económica de la integración vertical y el proceso de
concentración de empresas».
Incertidumbres de la nueva ley de financiación
electoral
Hasta ahora hemos visto la evolución del sector audiovisual
87
 Cuadro 7. Soft money recaudado por los principales senadores citados en este artículo.
1 de enero de 1997 – 31 de diciembre de 2001 (en dólares)
Nombre y representación Recaudado
John McCain (Republicà - Arizona) (*) 4.781.619
Mitch McConnell (Republicà - Kentucky) 3.918.213
Carl Levin (Demòcrata- Michigan) 2.910.397
Fuente: Center for Responsive Politics (26)
(*) Incluye solamente las contribuciones para las campañas al Senado y no las destinadas a las elecciones a la Presidencia 2000.
de EEUU que, gracias a su influencia sobre los políticos, ha
logrado una desregulación creciente que le ha permitido
unas cuotas muy elevadas de concentración industrial en
un número reducido de grupos. Este proceso ha sido
posible porque la industria y la clase dirigente han tenido
una relación peligrosa basada en el lobbisme y el soft
money. Gracias a las contribuciones a las campañas
electorales, retomando el hilo inicial, los políticos gozan de
liquidez para sacar adelante sus candidaturas, bien en el
largo proceso de las primarias bien en la propia campaña
electoral. El soft money es el responsable de una trama de
intereses muy difícil de romper.
En este sentido, se han producido reacciones contrarias a
la aprobación de la Bipartisan Campaign Reform Act, la
nueva ley que regula el soft money. Es el caso del senador
republicano por Kentucky, Mitch McConnell (véase el
cuadro 7), en coordinación con la Asociación Nacional del
Rifle (el principal grupo lobbista del último año, según la
revista Fortune). Asimismo, los grandes sindicatos AFL-
CIO, que siempre han dado su apoyo al Partido Demócrata,
también argumentan que la regulación sobre los issue ads
(anuncios electorales que no piden explícitamente el voto)
viola la libertad de expresión consagrada por la Primera
Enmienda. De este modo, el Tribunal Supremo de EEUU
deberá dictar la constitucionalidad de la ley y de sus partes.
Recordemos que su jurisprudencia ha establecido que las
leyes electorales son constitucionales si «se aplican
estrictamente para fomentar un interés público
fundamental».
La cuestión es determinar hasta qué punto la Bipartisan
Campaign Reform Act impone un sistema transparente para
la financiación de las campañas. La respuesta que han
88
Gastos declarados Remanente
4.891.961 4.421
606.129 3.501.406
836.863 2.179.414
dado los medios de comunicación ha sido unánimemente
positiva. Se ha puesto fin a la corrupción, afirman. Pero es
necesario analizar la aplicabilidad de esta ley y los
resquicios legales por los que se podría colar el soft money.
En julio de 2001, tres instituciones preocupadas por la
transparencia en la financiación de los partidos iniciaron
una colaboración permanente para detectar la circulación
de soft money no controlado ni cuantificado hasta el
momento. Los ya citados Center for Public Integrity y
Center for Responsive Politics, junto con el National
Institute on Money in State Politics, alertaron sobre la
opacidad de las cuentas de los partidos en los estados
miembros de la Unión. «Los temas de especial interés
evaden fácilmente el control federal mediante la desviación
de ingentes cantidades de soft money hacia los cofres de
los partidos en cada estado», declaraba el comunicado
conjunto. «El soft money está bien documentado en las
elecciones a escala nacional, pero nadie ha podido calcular
la gran cantidad de dinero que entra y sale de los comités
locales y estatales de los partidos. Los comités federales de
los partidos no tienen límites ni prohibiciones en cuanto a la
cantidad y la naturaleza de la recaudación del soft money,
pero deben dar las cifras a la Federal Election Commission.
En cambio, los comités estatales de partido no están
sujetos a esta ley y se regulan por normas que cambian
mucho de un estado a otro.»
Veintiocho estados no establecen límites a las
aportaciones individuales a los comités estatales de partido,
mientras que otros 30 no regulan las aportaciones a los
PAC. En cuanto a las contribuciones de empresas, vemos
que en 14 estados no hay limitaciones de ningún tipo,
mientras que para los sindicatos el número asciende a 19
Quaderns del CAC: Número 12
Cuadro 8. Ingresos por publicidad electoral en traduce en unos ingresos muy altos de las cadenas locales.
televisión en EEUU en las últimas campañas Estas emisoras, que muchas veces son socios o incluso
presidenciales (en dólares) filiales de las grandes televisiones nacionales como la ABC,
la CBS o la NBC, llegan a ingresar en conjunto hasta 10
Año Networks Cadenas locales Total veces más que los networks nacionales.Veamos qué
elecciones nacionales establece la reciente Bipartisan Campaign Reform Act
1992 73.816.000 225.807.400 299.623.400 sobre la financiación de la campaña en el ámbito estatal. En
1996 33.824.000 366.661.900 400.485.900 un principio, la propuesta era que los comités locales, de
2000 (*) 50.000 550.000.000 600.000.000 distrito o del estado, financiaran sus «actividades
electorales federales» exclusivamente con hard money. De
Fuente: Competitive Media Reporting and Televisions todos modos, el senador demócrata por Michigan Carl
Advertising Bureau Levin (véase el cuadro 7) presentó e hizo aprobar
enmiendas a la ley durante el trámite parlamentario, que
(*) Estimación reintroducen el soft money en el juego electoral. El ya citado
Campaign Finance Institute (CFI), de la Universidad George
Washington, explica que el registro electoral y las GOTV
Activities (actividades de concienciación electoral,
estados. Este laberinto reglamentario complica la destinadas a aumentar la participación en las elecciones)
investigación de las donaciones no limitadas ni reguladas a se pueden financiar con soft money, Levin Amendment
escala estatal, pero las primeras indagaciones de este money, en palabras del propio CFI.
grupo sitúan el soft money recaudado durante las Esta enmienda establece que las donaciones a comités
elecciones de 2000 en los estados en más de 600 millones locales o estatales no se podrán utilizar en más ámbitos
de dólares. En cambio, George W. Bush recaudó 193 territoriales que los de origen y deberán utilizarse para
millones de soft money «federal» y Al Gore, 132 (véase el estos dos únicos fines cívicos. Esta enmienda responde al
cuadro 2). carácter federal de EEUU y a su arraigada
De hecho, el resultado de una electoral se decide en los descentralización del aparato de Estado, así como a la
estados. En las elecciones a la Presidencia, por ejemplo, fuerte tradición de mecenazgo norteamericana, ante la débil
encontramos los colegios electorales, un sistema de conciencia fiscal. Además, el senador Levin ha sido un
elección mayoritario (y no proporcional) que podríamos notable defensor de la ley desde sus inicios. No obstante,
asimilar al sistema británico. Cada estado tiene asignado un la enmienda Levin dispone que la ley deberá adecuarse en
número de electores que serán los que elijan al presidente, este apartado a lo legislado por cada estado, y aquí es
y que irán a parar íntegramente a la formación ganadora en donde la interpretación de la ley y el arbitraje en el conflicto
aquel estado (recordemos los 25 electores del estado de de competencias estatales-federales serán una cuestión
Florida, que correspondieron al Partido Republicano clave. En este sentido no queda clara la capacidad de
después de un accidentado recuento de votos, hecho que control del soft money a escala estatal.
le valió la definitiva victoria al actual presidente Bush). Por Sobre esta cuestión, los primeros pasos que se han dado
tanto, es en el ámbito estatal donde los partidos despliegan tienen una especial importancia. Firmada la BCRA, el
todos sus esfuerzos, con el fin de obtener la victoria que les presidente Bush propuso a Michael Toner para comisario
proporcione todos los electores de ese estado. Ello se de la Federal Election Comission (FEC), el organismo
traduce inmediatamente en gastos de publicidad en las encargado de velar por el cumplimiento de la nueva ley. De
cadenas locales de aquellos estados cuyo resultado es confirmarse su nombramiento, Toner dejaría su cargo de
incierto (swinging states). En estos estados, donde unos consejero jefe del Comité Nacional Republicano, desde
pocos votos pueden inclinar la balanza, los partidos donde dirigió el comité de campaña de George Bush a las
despliegan una gran actividad propagandística, que se elecciones presidenciales de 2000. A los dos días de la

89
Observatori: Dinero, política, lobbys y grupos audiovisuales en Los Estados Unidos de América
 firma de la ley, el citado Lawrence Noble, director ejecutivo
del Center for Responsive Politics y ex-consejero de la
FEC, junto con Paul Sanford, director de la FEC Watch
Project y ex-técnico de la FEC, expresaron sus dudas sobre
este nombramiento. En un artículo publicado en el New
York Times el pasado 29 de marzo, Noble y Sanford
planteaban el conflicto de intereses y la incompatibilidad del
perfil político de Toner para asumir el cargo. «Los actuales
empleados de Toner serían los sujetos de control de la FEC
en los procedimientos abiertos de las últimas elecciones y
las de 2002. En ese caso, no tendríamos más opción que
recusarle», advierten. No obstante, los autores de este
crítico artículo se lamentan que los sucesivos comisarios de
la FEC siempre hayan sido hostiles a la aplicación de las
leyes de financiación electoral, circunstancia que ha
deslegitimado a la FEC como organismo independiente y
eficaz. «No podemos permitirnos el lujo de aceptar a otro
comisario que no aplique rigurosamente la legalidad (...)
Por otro lado, la nueva ley de financiación electoral
terminará como la ley derogada: una simple cortina para un
sistema político que el pueblo americano percibe a menudo
como corrupto.»
Conclusión: ¿una ley lampedusiana?
La Bipartisan Campaign Reform Act nace, pues, con dudas
razonables acerca de su eficacia, aplicación y extensión.
Además, despierta una actitud de reserva, si no rechazo, al
presidente Bush, que siempre se ha opuesto a ella. Por otro
lado, no entrará en vigor hasta la próxima legislatura, que
se iniciará a finales de 2002, cuando la inquietud social
sobre la financiación electoral ya habrá disminuido y
«pasado de moda».
En cuanto al sector audiovisual, nos encontramos en un
compás de espera económico en el que los beneficios
inéditos de la última década han dado paso a resultados
mucho más ajustados. La crisis de las punto com ha
90
afectado y afecta a las grandes corporaciones, que habían
apostado muy fuerte en este sector, y en estos momentos
el mercado está redimensionando los proyectos. Las
empresas audiovisuales también están redimensionando
sus plantillas desde hace muchos meses. Por otro lado, y
debido a la incertidumbre económica, el mercado
publicitario se ha contraído, circunstancia acentuada por el
ataque terrorista del 11 de septiembre.
Por otro lado, cabe recordar que la televisión es un gran
motor de la industria de Hollywood, que es la segunda
actividad exportadora de EEUU. La importancia estratégica
de este sector empieza a verse mínimamente amenazada
por la importación de formatos europeos de éxito (Survivor,
Big Brother, The Weakest Link, etc.). Esta conjunción de
hechos podría dar pie a una nueva estrategia lobbista de
desregulación, ahora en el ámbito internacional. No
olvidemos que la Organización Mundial del Comercio inició
en Qatar, en noviembre de 2001, las discusiones previas de
una nueva ronda de negociaciones. Esta nueva ronda, que
se prevé que culmine a finales de 2004 o a inicios de 2005,
debatirá una ampliación de la liberalización del comercio
internacional, e incluye en su agenda la derogación de la
llamada «excepción cultural». Esta medida, liderada por
Francia y la Comisión Europea durante la Ronda de
Uruguay en 1994, ha permitido durante 10 años la
aplicación de políticas de protección del audiovisual local,
tanto en Europa como en países en vías de desarrollo. Pero
si la nueva ronda de negociaciones de la OMC iniciada en
Qatar acuerda una liberalización de la cultura y el
audiovisual, la producción local puede verse ahogada por la
potente industria norteamericana. Ésta es una perspectiva
que los políticos europeos no deben olvidar. Y, volviendo a
la política interior norteamericana, ya hemos visto que la
BCRA presenta resquicios en la financiación no regulada de
las campañas electorales de EEUU y de su control federal.
La propia ley no excluye una posible redirección del soft
money, las contribuciones de las empresas hacia los
candidatos políticos, para continuar propiciando una política
audiovisual favorable a sus intereses.
Quaderns del CAC: Número 12
Notes

1 Este trabajo parte del informe inédito del disuelto 6 www.cjr.org/owners

Departamento de Estudios y Relaciones
Internacionales de la Corporación Catalana de
Radio y Televisión, elaborado en el año 2000 por
Anna Batlle y Martí Petit, titulado Pluralisme infor-
matiu, política i mitjans de comunicació als Estats
Units. La campanya presidencial 2000.
2 Los ponentes de la BCRA han sido los represen-
tantes Cristopher Shays (R – Conn.) y Martin
Meehan (D – Mass.). La ley se empezó a debatir el
28 de junio de 2001 y fue aprobada por 240 votos
a favor y 189 en contra. El 27 de marzo de 2002,
justo después de su aprobación, fue firmada por el
presidente Bush.
17 Center for Public Integrity. Op. Cit., Ed. Cit., p. 11.
18 Ibidem
19 Eli M. Noam, Media concentration in the US:
Industry trends and regulatory responses, Virtual
Institute of Information, Columbia University.
www.vii.org/papers/medconc.htm
20 Wines, Michel. «The cable revolution –Tough
choices for the industry and the Government», a:
The National Journal, vol. 13, núm. 43, 24
d’octubre de 1981, p. 1888.

3 Se puede leer la transcripción de la conversación 21 D. Arensen, "Cable TV: will federal regulation
mantenida entre el presidente Bush y un grupo de protect the public interest?", a: American Business
periodistas justo después de la firma en: Law Journal, Mayo de 1995.
http://www.whitehouse.gov/news/reali-
ses/2002/03/20020327-3.html. 22 Ibidem

4 www.opensecrets.org/industries/indus.asp?Ind=B02 23 Se puede acceder a un resumen de la

Telecommunications Act de 1996 en la página web
5 www.cfinst.org/eguide/softmoney.html de la Federal Communicacions Commission:
http://www.fcc.gov/telecom.html
6 www.opensecrets.org/2000elect/index/AllCands.htm
24 «Broadcast Ownership Reform Act of 1999», 13 de
7 www.opensecrets.org/politicians/summary.asp?CID= septiembre de 1999.
N00008072&CYCLE=2002 http://www.fcc.gov/Bureaus/Mass_Media/
News_Releases/2000/nrmm0024.html
8 www.followthemoney.org/database/Statement_
Noble.htm 25 Charles Lewis i Center for Public Integrity. The
Buying of the president 2000. New York, Avon
9 www.rcfp.org/handbook/viewpage.cgi Books, 2000, p. 300. ISBN: 0-380-79-519-1.

10 www.alldc.org/ethicscode.htm 26 www.opensecrets.org/politicians/summary.asp

11 www.opensecrets.org/lobbyists/index.asp 27 www.cfinst.org/eguide/legal.html

12 www.fortune.com/indexw.jhtml?channel=/editorial/ 28 www.followthemoney.org/database/
lobby_list_page.html StateSecretsRelease.htm

13 Biografía de Kimberly Fritts disponible en: 29 Ibidem.

http://www.podestamattoon.com
30 www.cfinst.org/eguide/softmoney.html
14 Arthur E. Rowse, «A lobby the media won't touch».
En: The Washington Monthly, mayo de 1998, p. 9. 31 La web personal del senador Levin es muy
explícita: http://levin.senate.gov/issues/cfr.htm
15 Center for Public Integrity. Off the record. What
media corporations don't tell you about their
legislative agendas. CPI: Washington, 2000, p. 63. Nota final: todas las páginas web citadas fueron
ISBN: 1-882583-13-2. consultadas los días 13, 14, 20 y 21 de abril de 2002.

91
Observatori: Dinero, política, lobbys y grupos audiovisuales en Los Estados Unidos de América
 Crítica de libros
Historia de la radio en Cataluña en el siglo XX: de la
radio de galena a la radio digital
FRANQUET, R. Barcelona: Generalitat de Cataluña -
DGRTV, 2001
Por Gemma Larrègola, profesora titular de Comunicación
Audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona
La historia de la radio en Cataluña en el siglo XX
constituye una parcela de la historia colectiva catalana
repleta de luchas, personalidades y anhelos humanos, que
Rosa Franquet detecta y reconoce en una investigación
sistematizada y minuciosa de los acontecimientos
radiofónicos, pero también políticos, sociales y culturales de
este siglo que hace muy poco hemos dejado atrás, pero que
no podemos olvidar para visualizar correctamente cómo es
la radio de hoy.
La creación y el desarrollo de la radio en Cataluña, en cien
años complicados social y políticamente, salpicados de las
políticas más oscuras, ha sido un reto claro de dinamización
comunicativa que se ha superado con éxito. Este recorrido
histórico se ha sabido acompañar de la habilidad
comunicativa que caracteriza la historia de este medio en
nuestro país y le imprime peculiaridades inexportables.
A través del relato cronológico y la interpretación de los
hechos, la autora pone de relieve desde la huella de la
modernidad dejada por la radio en el conjunto de la
sociedad catalana hasta el papel de este medio como
herramienta introductoria del catalán en los medios de
comunicación, hechos que no han supuesto solamente la
recuperación y la reanudación de la cultura propia de un
país, sino que también le han proporcionado líneas
específicas de evolución.
Rosa Franquet relata los hechos agrupándolos en tres
grandes etapas: inicio y consolidación de la radiodifusión, la
radiodifusión en la etapa franquista y el papel de la radio en
Agenda: Crítica de libros
la democracia. Franquet aproxima los hechos al lector,
describiéndolos, contextualizándolos y dejando que los
referentes y los testimonios le hagan sentir una historia
viva, cercana y muy rica.
Empieza por los primeros momentos de sensibilización
hacia el medio, en 1923, cuando en Montjuïc se pudo oír un
concierto a quilómetros de distancia. Añade otras
sensibilidades indispensables, como la comercial, decisiva
para el surgimiento de la radio. Con el análisis de las
primeras medidas legislativas (1907) dibuja unos inicios
delicados, basados en el régimen de monopolio estatal, que
ponen de manifiesto la importancia del sector radiofónico.
Con los detalles de la fundación y el talante de las
emisoras históricas (Ràdio Barcelona, Ràdio Associació...)
traza los primeros pasos del sector. Todavía son los
primeros años, la radiodifusión tiene toda una serie de
limitaciones de concepción, de tipo técnico y de aparatos;
pero, en paralelo, se desvelan las primeras operaciones de
concentración y centralización de la radiodifusión española.
Las configuraciones empresariales en torno al sector
radiofónico son clave básica de lectura de su evolución.
En 1930, nace el primer diario hablado. Al poco tiempo,
por los micrófonos de Ràdio Barcelona se puede oír la
proclamación de la República catalana, que «inaugura una
nueva etapa de radiodifusión en nuestro país, presidida por
la utilización del medio como instrumento político, y es
precisamente durante los años treinta cuando la radio se
consolida como medio informativo de masas» (op. cit. p.
52).
El relato abarca la creación de emisoras catalanas de
pequeña potencia, los radioclubs y el despertar de
inquietudes radiofónicas que se hacen patentes en Ràdio
Terrassa, Ràdio Sabadell, Ràdio Manresa, Ràdio Reus,
Ràdio Vilanova, y Ràdio Badalona, pasando por Ràdio
Associació de Catalunya. Porque la radio, como deja
93
 traslucir el texto, nunca ha sido una experiencia únicamente
de la capital del país. Barcelona fue la precursora, pero el
ejemplo se extendió como una mancha de aceite por todo
el Principado y, también en etapas posteriores, provocaría
el nacimiento de emisoras de radio en núcleos medios y
pequeños de toda Cataluña.
«La radio en tiempo de guerra» es la parte de la historia y
del libro que se inicia con la alocución a los españoles por
el general Franco en Tenerife, poco antes de que la radio
prestara los últimos servicios a la República y diese paso a
una nueva etapa y a la segunda parte del libro: la
radiodifusión en la etapa franquista.
Los vencedores de la Guerra Civil disponen de una red de
emisoras capaz de difundir todos los actos sociales y
políticos del nuevo poder. La radio se reorganiza, las radios
privadas sufren la «depuración» franquista y los criterios
políticos priman por encima de los económicos.
La radio se ha configurado ya como el principal medio de
entretenimiento: el radioteatro y los concursos marcan la
época. Los avances tecnológicos configuran nuevos
modelos radiofónicos. Llega la época del transistor y de la
FM, que comporta nuevos modelos de consumo mediático.
La entrada de la calidad sonora y técnica a partir de la FM
permite organizar proyectos de comunicación de pequeño
alcance territorial sin necesidad de hacer las grandes
inversiones que requiere la OM. Gracias a estas facilidades,
se crearon las «radios libres» y, más tarde, las emisoras
municipales que, en palabras de Josep M. Martí en el
prólogo del libro, «constituyen, sin duda, el fenómeno de
comunicación local más relevante que ha tenido lugar en
Cataluña en los últimos 50 años».
Música y jóvenes son el nuevo tándem perseguido. La
televisión es el nuevo competidor y el coche, el nuevo
espacio para escuchar la radio. La información de
proximidad es el eje a explotar para captar audiencias. El
catalán en las retransmisiones de los partidos de fútbol
también marca un antes y un después en relación con la
política lingüística de las emisiones.
Con el nacimiento de la Corporación Catalana de Radio y
Televisión, la recuperación del autogobierno y el inicio de la
normalización lingüística, entramos en la última parte del
94
texto: el papel de la radio en la democracia.
Han desaparecido las protestas del Movimiento para dar
paso a una nueva concepción del éter. Las frecuencias y las
potencias de las OM se adaptan a la normativa
internacional. La Constitución y las enmiendas en el marco
legislativo favorecen la consolidación definitiva de la FM.
«La euforia que vive al radio durante la transición suple los
múltiples déficit que se producen por la falta de experiencia
en el terreno informativo» (op. cit. p. 242). Un terreno en el
que las emisoras deben empezar a prepararse para la
concurrencia, no sólo entre ellas, sino también con la
televisión. Pero, por ahora, la información televisiva todavía
es muy rígida y la radio gana en credibilidad.
Rosa Franquet reúne, en esta parte del libro,
declaraciones de sensaciones y experiencias con
testimonios de radiofonistas que dan vitalidad al texto y
transmiten la esencia del período. El número de radioyentes
sube como la espuma, algo vital para lograr el crecimiento
publicitario que sostiene a las emisoras, porque «hacerse
un hueco en este nuevo sistema comunicativo no es nada
fácil» (op. cit. p. 245).
Menos aún cuando la radio ha entrado en un período que
podríamos llamar de potencial estabilidad, donde cada cual
parece haber encontrado su rol, desde las autonómicas a
las locales y, cuando menos, luchan por mantenerlo. La
radio ha emprendido el nuevo camino hacia la digitalización
de la mano de las nuevas tecnologías de la comunicación y
en convergencia con ellas; las nuevas arquitecturas
empresariales y los grandes grupos de comunicación,
marcan la tónica empresarial.
En conclusión de Rosa Franquet, «en los 75 años largos
de historia de la radio catalana, el medio se ha adaptado a
los diferentes períodos históricos y ha desarrollado en cada
coyuntura un rol dominante (...) La versatilidad del medio
radiofónico se ha demostrado en todas estas etapas y
transformaciones y el patrimonio acumulado durante
muchos años es el que le permitirá hacer frente con éxito a
los retos del siglo XXI» (op. cit. p. 318-319).
Para hacerles frente, la propia radio deberá revisar a
menudo cuál ha sido su historia para darle la capitalidad
que la obra de Rosa Franquet nos muestra que tiene.
Quaderns del CAC: Número 12
La Galàxia Internet. Reflexions sobre Internet, empresa
i societat.
CASTELLS, M. Traducció al català de Ferran Alaminos.
Barcelona: La Rosa dels Vents, 2002.
ISBN 84-01-38606-3
por Mònica Terribas, Vicedegana de los estudios de Periodismo
(UPF) Profesora del Departamento de Periodismo y de
Comunicación Audiovisual (UPF)
Reflexiones y descripciones del futuro comunicativo
«La cultura de Internet es una cultura construida sobre la
creencia tecnocrática en el progreso humano a través de la
tecnología, practicada por comunidades de hackers que
prosperan en un entorno de creatividad tecnológica libre y
abierto, asentada en redes virtuales dedicadas a reinventar
la sociedad y materializada por emprendedores capitalistas
en el quehacer de la nueva economía.» (p. 73)
Este párrafo, que concluye el segundo capítulo del libro La
Galaxia Internet, de Manuel Castells, contiene la síntesis
del espíritu ideológico que impregna el libro y que continúa
su trilogía, nueva dimensión en la aproximación académica
a la transformación tecnológica de esta sociedad que ya
vive en red. La Galaxia Internet no ofrece sorpresas, sino un
alto nivel de análisis y de reflexión que sintetiza en
trescientas páginas la génesis, el sentido, el desarrollo y las
consecuencias de una nueva cultura que ocupa todos
nuestros ámbitos de relación personal, profesional y de
crecimiento socioeconómico, y que transforman
radicalmente nuestro presente y, sobre todo, nuestro futuro
comunicativo.
Tenemos en nuestras manos un manual, ejemplo de
hipervínculo de conocimiento de todo lo que supone
Internet en nuestro mundo. No podemos escapar a La
Galaxia Internet porque no constituye únicamente una
cultura propia de aquellos que creen en el progreso humano
a través de la tecnología, sino porque aquellos hackers son
los que nos han conducido a posibilitar el mundo económico
y de progreso social que hoy tenemos y que es inevitable.
Castells analiza, lejos de los tópicos críticos sobre el mundo
de Internet, el carácter poliédrico de este entorno creativo
que ha suscitado el surgimiento, en todos los rincones del
planeta, de bits de nuevas formas y métodos de acceso al
conocimiento tanto en situaciones de bonanza económica
como en situaciones de precariedad, basados en un solo
Agenda: Crítica de libros
principio, el de la libertad creativa y abierta. El autor ha
esperado a tener almacenada una enorme cantidad de
información y de experiencia de gestión en red para
construir la reflexión que aporta este libro, un manual crítico
sobre una materia que había generado mucha literatura
precipitada e incompleta.
Su aportación más decisiva, en este trabajo, no proviene
del carácter historicista de algunos episodios del libro, que,
por otro lado, contienen una información de interés objetivo
para los estudiosos de los procesos industriales y de las
políticas de investigación y comunicación, sino de su
capacidad de identificar en la cultura hacker los rasgos de
una revolución del comportamiento humano que transforma
nuestra sociedad y de la cual todavía no podemos ser del
todo conscientes. Este es el valor de La Galaxia Internet.
Uno de los valores del libro es el tiempo de espera que
Castells ha dedicado a observar el funcionamiento de esta
chispa creadora y que ha hecho que hasta ahora no
considerase que había llegado el momento de
sistematizarla para aportar el conocimiento necesario que
debe permitir al cerebro domesticar estos inputs.
Sin embargo, en el párrafo que hemos seleccionado para
vehicular la crítica, Castells habla de la necesidad de
reinventar la sociedad a partir de esta cultura que ha atraído
a los capitalistas hacia la nueva economía. La reinvención
de la sociedad basada en una nueva manera de proceder,
de construir, de producir, que no parte de los intereses
propios de la cultura hacker, sino de los intereses del
mundo capitalista para sacar el máximo provecho de la
tecnología que estos inventan y permiten.
La crítica de la crítica contenida en el capítulo 4 significa
la destrucción de los tópicos sobre el entorno de Internet
como medio de comunicación perverso, falso, engañoso,
arriesgado. El análisis va más allá de la superficie que nos
conduce a ver en la red los peligros del aislamiento social y
la descontextualización del conocimiento. En este punto,
Castells dedica una interesante revisión crítica a los
estudios hechos sobre el entorno cultural y de uso del
medio.
De hecho, Castells nos convence, de una forma
sistemática y precisa, de algo que nos temíamos: que ya no
tiene sentido hablar de hábitats cuando la comunicación
Internet ha modificado los conceptos de espacio y de
tiempo, pero, sobre todo, los conceptos de identidad, de
95
 verdad, de realidad. Estos son los cambios esenciales que
le han llevado a traducir en estas páginas los detalles de
una nueva sociedad que, según sus palabras, vive en red
realidades cambiantes y transformaciones del concepto del
ser humano como gestor de su propia vida y de su propia
productividad. La cuestión de fondo es si el pulso que
mantienen los sistemas de comunicación tradicionales y la
sociedad que ya vive en red dará lugar a una hibridación
con los riesgos más positivos y potencialmente más
productivos (¿desaparición de instituciones, libertad del
ciudadano, una anarquía ordenada y productiva?) o con su
dimensión más negativa, es decir, el incremento de los
desequilibrios sociales, económicos y culturales.
La Galaxia Internet merece la atención imprescindible de
cualquier ciudadano que quiera saber cómo es ya nuestro
mundo y cómo van a alterarse las relaciones humanas
cuando Internet sea una herramienta usada por todo el
mundo —finalmente, ¿la revolución en el
internacional?—, pero, por encima de todo, esta obra de
Castells ofrece una nueva dimensión de análisis de entorno
a todos los profesionales que hacen de la comunicación el
eje de su actividad.
La campanya més disputada. Mitjans, partits i ciu-
tadans a les eleccions catalanes del 1999
GIFREU, J; PALLARÉS, F. (Ed.). Pòrtic Mèdia. Núm.13.
Enciclopèdia Catalana. 319 pàgines.
per Marta Martín, periodista.
La campanya més disputada. Mitjans, partits i ciutadans a
les eleccions catalanes del 1999 es un estudio realizado
con una metodología de trabajo rigurosa que se sirve de la
estadística para extrapolar y comparar resultados y extraer
conclusiones ajustadas, a partir de una cuidadosa tarea de
investigación y de análisis de todos los actores implicados
en los procesos electorales. En este caso concreto, el
universo analizado es la campaña de las elecciones
autonómicas de 1999, la dinámica entre fuerzas políticas y
medios de comunicación y su incidencia en la opinión
pública. El libro propone un análisis transversal y
multidireccional de todos los ejes de esta campaña
electoral. Un proceso en el que deben definirse los
principales interlocutores políticos y mediáticos, además de
analizarse los contenidos de los mensajes y estrategias
96
electorales (de la persuasión a la elección final), poniendo
el acento en la interactuación política y mediática y su
repercusión social, entendida como un diálogo
bidireccional.
Este volumen sirve a sus editores para dar continuidad al
análisis y el estudio de la campaña electoral de las
elecciones autonómicas de 1995, a pesar de que en esta
edición han incorporado a la exploración otras variables, a
las cuales se han agregado nuevos elementos
comparativos.
Investigaciones como las que nos presenta este libro son
cruciales en un país en el que los estudios cuantitativos de
campo que relacionen el doble diálogo de poder entre
política y medios de comunicación y, por extensión, la
construcción de marcos de referencia compartidos e
interdisciplinarios entre materias académicas como las
ciencias políticas y las ciencias de la comunicación, no son
orden muy habituales, a diferencia de la gran tradición y prestigio
que tienen en los países anglosajones. Hay que insistir en
el conocimiento de los mecanismos de participación social
y política de una sociedad, puesto que son un espejo que
refleja, a menudo, las relaciones y el diálogo entre la
ciudadanía y su sistema político.
Como dijo McLuhan, el medio es el mensaje y el medio
mediador por excelencia entre la política y la ciudadanía en
los períodos electorales es la televisión. También es cierto
que los demás medios de comunicación influyen en la
decisión de voto o, lo que es lo mismo, los medios de
comunicación también son interlocutores activos en el
proceso electoral, al igual que los electores.
El libro se divide en seis capítulos y un séptimo de
conclusiones finales. A través de esta estructuración, los
autores van desgranando los múltiples aspectos inherentes
a los procesos electorales, en general, y al autonómico de
1999, en particular. De este modo, como si se tratara del
hilo de Ariadna, se van tejiendo a partir de un capítulo de
contextualización política del escenario de la campaña, con
especial incidencia en la forma en que cada partido
presentó su convocatoria electoral y la estrategia seguida.
A continuación, los autores repasan la agenda política de
los medios a través de la información política en radio,
prensa y televisión. En este punto analizan la presencia
mediática de los líderes políticos, del tratamiento de su
discurso político y de las relaciones de peso entre
Quaderns del CAC: Número 12
formación política y lideraje de candidato. En el tercer
capítulo se analizan, a través de la metodología de la
representación basada en la interactuación de los mundos
posibles, los procesos de propagando política en la prensa
y la televisión. Este capítulo es muy importante desde el
punto de vista de la descripción de los objetivos del emisor
(partido político) y las estrategias para persuadir al receptor
(electorado). Un diálogo a partir del cual la política,
encarnada en el discurso de cada partido, y la opinión
pública se retroalimentan. Por eso el siguiente paso que
dan los autores es estudiar la valoración simbólica que la
ciudadanía hacía de los dos líderes principales, Jordi Pujol
(líder con un proyecto avalado por la acción de gobierno) y
Pasqual Maragall (líder del cambio), cuatro días antes de
las elecciones, a partir del estudio de las estructuras
narrativas y de la imagen proyectada por los agentes
mediáticos. El siguiente paso se detiene en el análisis del
tratamiento que los medios de comunicación hicieron de la
campaña electoral, a partir del estudio de los géneros
periodísticos. Los tres temas principales de la campaña
fueron, según los autores, la política lingüística, las
relaciones entre Cataluña y España y el paro.
A continuación, los autores se centran en el estudio de la
percepción de la campaña por parte de los electores y de su
influencia para incidir en el signo y la tendencia de su voto,
a través de la extrapolación de datos de la encuesta
postelectoral realizada por el CIS.
Entre las conclusiones extraídas por los autores de este
libro destacan las siguientes:
- La campaña de las elecciones autonómicas se
caracterizó por un marcado bipartidismo de CiU y PSC-
CpC, liderado por Jordi Pujol y Pasqual Maragall, dos
líderes que nunca habían perdido unas elecciones. El 17-O
se caracterizó por un planteamiento inicial en que la
mayoría absoluta quedaba descartada, una situación que
no se daba desde las primeras elecciones de 1980. De este
modo, de buenas a primeras, sondeos y encuestas
intentaban acercarse a la proporción entre votos y escaños
de estos dos partidos. Las demás fuerzas políticas (PP,
ERC e IC-V) centraron su discurso en la crítica de esta
polarización, un mensaje que, especialmente, aprovechó
Esquerra Republicana, sin olvidar que cada formación
política llegaba a la campaña con muchos cambios
internos. Tanto PP como ERC presentaban nuevos
Agenda: Crítica de libros
candidatos, Alberto Fernández Díaz y Josep Lluís Carod-
Rovira, respectivamente, e IC-V, liderada por Rafael Ribó,
había sufrido una escisión interna que dio lugar a la
formación EUiA. Además, en la circunscripción de
Barcelona, IC-V se presentó en coalición con la plataforma
PSC-CpC.
- Los autores constatan que los partidos modificaron su
discurso a medida que las encuestas preelectorales
perfilaban unos resultados muy próximos al empate técnico
entre CiU y PSC-CpC. En este escenario de incógnita de
resultados es donde las fuerzas políticas adaptaron sus
mensajes a las previsiones, mientras el debate público se
centraba en el posible abandono de Jordi Pujol de la política
y los futuros pactos postelectorales, en que ERC sacó
partido para redefinir su espacio como tercera fuerza
política.
- La incertidumbre de los resultados hizo que los medios de
comunicación aumentaran la atención prestada a la
campaña. Como dato significativo, el estudio constata que
las televisiones públicas doblaron su cobertura en
comparación con las elecciones de 1995 y la prensa, en
algunas ocasiones, la triplicó. A pesar de esta
incertidumbre, la participación no llegó al 60% y la
abstención fue del 40%, porcentajes inferiores a los
registrados en 1995.
- Los autores hacen un estudio cuantitativo de la presencia
mediática de los líderes, en que de nuevo la bipolarización
es la característica más relevante. Según los resultados, la
presencia mediática de Jordi Pujol en la televisión fue
superior a la de Pasqual Maragall y fue destacable el papel
reequilibrador de los medios de comunicación públicos
respecto de los privados, en lo que se refiere a la presencia
mediática de las demás candidaturas.
- La prensa fue el medio de comunicación en que el
bipartidismo estuvo más acentuado, pero los autores, a
través de un análisis de los géneros periodísticos, deducen
que en las elecciones del 17-O la opinión o el
posicionamiento de los diarios no pasó por la publicación de
editoriales, sino que se estructuró a través de otros géneros
periodísticos como la selección de cronistas y el tratamiento
de las crónicas de campaña. Se produjo, por tanto, una
tendencia a editorializar la información. Los autores son
claros: «la prensa catalana —afirman—, al menos en la
precampaña y en la campaña de 1999, es partidista». Un
97
 partidismo que no sólo se estructura alrededor de las dos
opciones mayoritarias (El Periódico y Avui) o favorable a
una (La Vanguardia, en el caso de CiU, y Punt Diari, en el
caso de ERC), sino que los diarios también reflejan dos
ejes: el que sitúa Cataluña como marco principal de su
campaña (Avui y Punt Diari) y el que contextualiza la
campaña en el marco estatal (El Periódico y La
Vanguardia).
- Los autores se preguntan, en última instancia, si las
campañas electorales sirven para definir el voto de los
electores. La conclusión es clara: la campaña electoral sirve
para reforzar posiciones o arañar votos de última hora a los
abstencionistas o indecisos porque, según la encuesta
postelectoral del CIS, sólo el 14% de los electores decidió
su voto durante la campaña, mientras que el resto ya lo
tenían decidido antes (el 54%, más de la mitad de la masa
electoral, contestó que la campaña electoral no les había
servido de nada).
- También se analiza el voto dual inherente a todas las
elecciones autonómicas y la importancia en este punto de
la campaña electoral, y la constatación que el voto o el
electorado nunca es homogéneo, ya que a menudo cambia
el sentido de su voto en función de si se trata de elecciones
autonómicas o estatales.
La campanya més disputada. Mitjans, partits i ciutadans a
les eleccions catalanes del 1999 es un modelo de
metodología de análisis que se convierte en una
herramienta de trabajo útil y entendedora, más allá de los
círculos académicos, políticos y mediáticos, por su enfoque
versátil y poliédrico, que debería servir de pauta para
fomentar la no siempre estudiada interactuación entre los
sistemas políticos y las diferentes correlaciones de fuerzas
y actores de la sociedad civil.

98
Quaderns del CAC: Número 12

Communication Theory
[Los Angeles: University of Southern
California], volumen 12 (Febrero 2002),
nº 1, 112 páginas
ISSN: 1050-3293
Esta revista de la International
Communication Association nos ofrece
en este número, entre otros, un exten-
so estudio bajo el título: "Interaction
Appearance Theory: Changing
Perceptions of Physical Attractivness
Through Social Interaction", en el que
se plantea si la interacción social con
una pareja romántica puede cambiar
su percepción sobre nuestro atractivo
físico. A partir de aquí realiza un estu-
dio empírico que parece demostrar
que, efectivamente, existe esta interac-
ción.
La revista habla también, entre otros
temas, sobre la elaboración de una
teoría respecto a la comunicación fami-
liar, en la que se desarrolla un modelo
general del rol de esquemas relaciona-
les en la comunicación interpersonal.
Agenda: Revista de Revistas
Revista de Revistas
Comunicar
Revista científica iberoamericana de
comunicación y educación. [Andalucía]
(Marzo 2002), , nº 18, 238 páginas
ISSN: 1134-3478
Esta entrega de la revista andaluza
titula su tema monográfico: "Descubrir
los medios. Panorama actual de la
investigación en comunicación". Se tra-
ta de la unión de diferentes aproxima-
ciones a la investigación en comunica-
ción desde la diversidad cultural. Una
primera aproximación conduce a refle-
xiones sobre la metodología en las
investigaciones actuales sobre la apro-
piación y el uso cotidiano de las tecno-
logías de la información y la comunica-
ción, y expone la necesidad de unificar
perspectivas teóricas, hipótesis y
herramientas metodológicas para des-
cubrir la construcción subjetiva del sig-
nificado que se confiere a las tecnolo-
gías.
La revista también incluye un trabajo
sobre la influencia de la violencia de
las imágenes de los medios, y llega a
la conclusión de que la sociedad es la
responsable de educar receptores críti-
cos y activos.
Dossiers de l'Audiovisuel
[París: Institut National de l'Audiovisuel
(INA)] (Marzo-abril 2002), nº 102,
92 páginas
ISSN: 0767-4775
Dedica un número monográfico al
tema: "Télévision, politique et élec-
tions". En su primer apartado se anali-
zan, entre otros, las nuevas tendencias
de la comunicación política en Francia
y sus rituales, y hace una aproximación
a la televisión en los tiempos de
Berlusconi. Bajo el título "La couvertu-
re des campagnes électorales" el dos-
sier incluye informaciones y artículos
sobre la ética periodística y cobertura
de las elecciones, los sondeos, y un
análisis comparativo con las televisio-
nes americanas en la campaña del año
2000.
Una tercera parte de esta entrega de la
revista habla de los diferentes formatos
televisivos dentro la información políti-
ca: los debates y su dramaturgia, los
políticos en los programas de entrete-
nimiento, la sátira y los rituales de las
noches electorales. Finalmente, se
analiza el impacto político y electoral
de los mensajes televisivos.
99
 Journal of Communication
[Austin: International Communication
Association], vol. 52 (Marzo 2002),
nº 1 , 242 páginas
ISSN: 0021-9916
Esta nueva entrega de la revista se
dedica de manera casi monográfica a
la violencia en la televisión. Los artícu-
los forman parte de una gran investiga-
ción hecha con el apoyo de la National
Cable Television Association y han
participado profesores de varias uni-
versidades norteamericanas. Estos
artículos se titulan: "Violence in childre-
n's television programming: assessing
the risks"; "Engaging in violence on
american television: a comparison of
child, teen and adult perpetrators";
"Violence in music videos: examining
the prevalence and context of physical
agresiones"; "Prime-time television:
assessing violence during the most
popular viewing hours"; y "Deciphering
the V-chip: an examination of the tele-
vision industry's program rating judg-
ments".
100
Periodística
[Barcelona: Sociedad Catalana de
Comunicación (filial del Instituto de
Estudios Catalanes) y Estudios de
Periodismo y Departamento de Period-
ismo y Comunicación Audiovisual de la
Universitat Pompeu Fabra], (2001),
nº 10, 124 páginas
ISSN: 1130-183-X
Esta entrega de la revista presenta, en
su primera parte, varios artículos,
como por ejemplo: "Per una teoria del
periodisme a Internet"; "Processos díc-
tics i anafòrics: temporalitat, modalitat i
ideologia"; "La representació de la
identitat espanyola als noticiaris televi-
sius"; "Televisió i participació pública:
la perversió del potencial civil del mit-
jà".
La segunda parte de la revista se titula
"Memorial: el periodisme d'Ernest
Lluch", donde escriben un grupo de
profesionales que lo conocieron: Josep
M. Huertas Claveria, Joan Tapia,
Josep Cuní, Josep Maria Casasús y
Enric Argullol.
Zer
[Bilbao: Facultad de Ciencias Sociales
y de la Comunicación],
(Noviembre 2001), nº 11, 385 páginas
ISSN: 1137-1102
La revista vasca propone una serie de
temas diversos, entre los que desta-
can: "¿Estamos todos? La otra cara de
Internet y la mundialización a través de
África y sus periódicos electrónicos.";
"La mediación comunicativa; el progra-
ma Gran Hermano"; "La imagen de los
partidos políticos en El Informal, CQC,
y Las noticias del Guiñol en las elec-
ciones legislativas de 2000";
"Autorregulación, mediación y consulta
previa, la nueva frontera de la ética
publicitaria"; "La difusión de la prensa
diaria los Países Catalanes entre 1976-
1996"; y "El espectador adolescente.
Una aproximación a cómo contribuye
la televisión a la construcción del yo".
Quaderns del CAC: Número 12

CHERRY, B; WILDMAN, S; H IV,
ALLEN S. (eds)
Making universal service policy: enhan-
cing the process through multidiscipli-
nary evaluation.
London [etc.]: Lawrence Erlbaum, 1999
Los editores consideran que la política
de servicio público es un proceso que
inevitablemente tiene que cambiar con
el tiempo, dependiendo de las necesi-
dades de la presión social, las opcio-
nes tecnológicas y el inevitable com-
promiso político. El servicio público ha
sido, y será, una interacción entre pre-
siones sociales, políticas, tecnológicas
y económicas. Los autores lo explican
comentando la ley americana de
Telecomunicaciones (1996) y las deci-
siones de la política del FCC. decisions
de la política del FCC
Agenda: Revista de Libros
Revista de Libros
CHILLÓN, J.M; ESCOBAR, G.
La Comisión del Mercado de las
Telecomunicaciones
Madrid: Dykinson; Universidad Rey
Juan Carlos, 2001
El libro comienza haciendo un análisis
sobre los organismos reguladores en
telecomunicaciones, y del Estado
como regulador en la administración de
las telecomunicaciones, señalando
que el estatuto del ente tiene que res-
ponder a los planteamientos de una
acción eficaz, para pasar a analizar las
características esenciales de la función
de regulación. Tras estudiar los orga-
nismos reguladores de las telecomuni-
caciones en el panorama internacional,
dedicando capítulos a Estados Unidos,
Reino Unido, Francia, Alemania y el
América Latina, la segunda parte del
libro se extiende sobre la estructura y
competencias de la Comisión del
Mercado de las Telecomunicaciones
española, las obligaciones de servicio
público del sector y la necesidad de la
CMT, como parte en la resolución de
los conflictos y como ente asesor, para
finalizar examinando las peculiares
relaciones entre la CMT y el Gobierno,
como quiera que la Comisión es una
administración independiente. inde-
pendent.
CODINA, M. (ed.)
De la ética desprotegida: ensayos
sobre deontología de la comunicación
Pamplona: Eunsa, 2001
El libro recoge una serie de artículos
en los que se analiza la conciencia cre-
ciente sobre el papel de los medios de
comunicación en la vida social, política,
económica y cultural, y el debate sub-
siguiente sobre los aspectos éticos de
las profesiones de la comunicación. El
libro no pretende dar una respuesta
definitiva a los retos éticos con que se
encuentran los que trabajan en los
ámbitos de la información, el tiempo
libre, la publicidad o la ficción, pero tra-
ta de introducir al lector en la trama de
problemas del hecho comunicacional,
proponiendo algunos parámetros para
la reflexión.
101
 DOMÈNECH, E; ALMIRON, N.
Negocis 3.0: mites i realitats d'Internet i
la nova economia
(Vergara Business)
Barcelona [etc.]: Javier Vergara, 2001
Durante la primavera del año 2000 se
derrumbó el Nasdaq, el mercado de los
valores tecnológicos de alto riesgo.
Entre 1997 y 1999, el sector de las
comunicaciones entró en una espiral
vertiginosa de aceleración, nervios y
precipitación. El medio se convirtió en
fin, y lo que sólo era una herramienta,
Internet, llegó a constituir para muchos
todo su valor añadido. Con el crac se
pasó de la euforia al desprecio de todo
lo que era puntocom. Este libro preten-
de desmitificar el sector a partir de rea-
lidades y certezas que nunca debieron
ser despreciadas, para que los
emprendedores y empresarios presen-
tes y futuros se desmarquen de los vie-
jos mitos ante la nueva era digital.
102
LIVINGSTONE, S; BOVILL, M (eds.).
Children and their changing media
environment; a European comparative
study
London [etc.] Lawrenc Erlbaum, 2001
Televisión, vídeo, ordenador, juegos e
Internet: la pantalla doméstica de la
televisión se han transformado en un
lugar cultural multimedia. La investiga-
ción empírica es capital para entender
el balance entre las oportunidades y
los peligros que esta transformación
comporta. Los autores del libro han
hecho una investigación en 12 países
europeos, entre ellos España, para
presentar hallazgos significativos
sobre lo que los nuevos media y las
tecnologías de la información repre-
sentan para los menores. Once mil
niños han participado en este estudio
sobre el acceso, el tiempo destinado,
los usos y los significados de estos
nuevos y viejos medios. El resultado es
un detallado y fascinante estado de la
situación y de cómo las tecnologías se
están convirtiendo rápidamente en una
parte central de la vida cotidiana de los
más jóvenes.
PAQUIN, S.
La revanche des petites: le Québec, el
Écosse te la Catalogne face à la mon-
dialisation
Montreal: vlb éditeur, 2001
La mundialización, segun dice este
libro, reduce las ventajas de la integra-
ción en un Estado-nación, y al mismo
tiempo hace desaparecer varios obstá-
culos para la obtención de la indepen-
dencia. En este contexto, las naciones
pequeñas disponen de un repertorio
más grande de acciones para afirmar
su identidad y asegurar su reproduc-
ción. La cuestión nacional no es el
resultado de la aparición de una nueva
forma de tribalismo étnico y antidemo-
crático, sino el resultado de la expan-
sión de una nueva manera del nacio-
nalismo, librecambista y pluralista al
mismo tiempo. alhora.
Quaderns del CAC: Número 12
REESE, S.D; GANDY, O.H; GRANT,
A.E.
Framing public life: perspectives on
media and our understanding of the
social world.
London [etc.] Lawrence Erlbaum, 2001
El libro muestra como los textos y
aquellos que los hacen dan forma o
"encuadran" nuestros mundos sociales
y, de este modo, afectan a nuestra vida
pública. Abarca perspectivas cuantitati-
vas y cualitativas; visuales y verbales;
psicológicas y sociológicas, para ayu-
dar a desarrollar un conocimiento plu-
ral del poder mediático, especialmente
en el ámbito de las noticias y los
aspectos públicos. Comprometido con
la búsqueda y la teoría del "framing", el
libro se dirige a los estudiosos de la
comunicación y a todos los que desean
comprender algo mejor el rol de los
medios en el pensamiento público y el
comportamiento político.
Agenda: Revista de Libros
TOLSON, A (ed.)
Television talk shows: discourse, per-
formance, spectacle
London [etc.] Lawrence Erlbaum, 2001
Los "talk show" se han convertido en
una realidad presente en todas las
televisiones europeas y americanas.
Ya sean conversaciones o entrevistas
a celebridades, todas las variantes tie-
nen elementos en común: todos ellos
tienen grupos de invitados y todos tie-
nen participación de la audiencia. La
audiencia no sólo es visible, sino que
tiene la oportunidad de intervenir. El
libro realiza un estudio empírico de
todos los formatos que aparecen en los
shows televisivos ingleses y america-
nos.
103
 Revista de Webs
Webs sobre televisión digital terrestre (TDT)
Le site de la télévision numérique terrestre
http://www.tvnt.net
Página web francesa dedicada a la televisión digital terrest-
re, gestionada por AGL Informatique. Se estructura en los
apartados siguientes: presentación de la TDT y de la tecno-
logía DVB-T, los agentes implicados en el desarrollo de la
TDT (industria, editores de contenidos y de servicios…), el
calendario, las zonas de difusión, enlaces con otras páginas
de interés, documentos de referencia, entrevistas, etc.
Puede suscribirse gratuitamente al boletín de información,
que recibirá cada vez que se actualice la página.
Televisión digital interactiva en España: Tvdi.net
http://www.tvdi.net
Tvdi.net es un portal independiente y gratuito, especializado
en el desarrollo de la televisión digital en España. Entre las
secciones de este portal destacan las noticias que se
publican en diarios y otras páginas web, el boletín de
información, de suscripción gratuita, una sección elaborada
por CARAT sobre la clasificación de los canales temáticos
y, por último, una sección específica sobre la TDT basada
en cinco apartados (¿Qué es la TDT?, el Plan Técnico
Nacional, cronología, TDT en España, y TDT en Europa).
Digital Broadcasting Group
http://www.dvb.org/latest.html
Página del grupo DVB (Digital Video Broadcasting Project).
El DVB es un consorcio que reúne a los diferentes
interlocutores europeos de la televisión digital (industria de
equipos de recepción, prestadores de servicios portadores
de señales de televisión —operadores de red—, empresas
de software, operadores de televisión, productores de
contenidos, etc.) con el objetivo de desarrollar normas
técnicas tanto para la difusión como para los sistemas de
recepción de la televisión digital.
Agenda: Revista de Webs
Digital Terrestrial Action Group
http://www.digitag.org
Página del DigiTAG (Digital Terrestrial Action Group). El
DigiTAG reúne a los principales interlocutores de la TDT
(operadores de red y de contenidos, fabricantes de equipos
de consumo, etc.) con el objetivo de promover la
introducción de la TDT en Europa. Está integrado por cerca
de 70 miembros de 20 países, entre ellos, en lo que
concierne a España, la FORTA, RTVE, Retevisión,
Sogecable y Televés. Ofrece la posibilidad de suscribirse a
un boletín de noticias sobre las novedades en relación con
la TDT en Europa.
Televisió Digital als Estats Units
http://www.fcc.gov/dtv/
Página de la Federal Communications Commission (FCC)
sobre el desarrollo de la televisión digital en Estados
Unidos.
Otras páginas web a tener en cuenta
http://www.aniel.es
Página de la Asociación Nacional de Industrias Electrónicas
y de Telecomunicaciones (ANIEL), concretamente en
relación con el Grupo sobre la televisión digital.
http://www.bbc.co.uk/digital
Página sobre televisión digital de la BBC.
http://www.dtg.org.uk
Página del Digital Television Group (Reino Unido).
105
ÍNDICE 12
..
Presentación
Tema monográfico: Medios de comunicación e inmigración
2

Los medios de comunicación ante la inmigración. 3

La responsabilidad de informar, la responsabilidad de convivir
Vicenç Villatoro

Comentarios sobre el Manual de estilo periodístico relativo a minorías etnicas y nuevas propuestas 13
Xavier Giró

El tratamiento informativo de la inmigración en Cataluña 27

José A. Sorolla

La presencia de la inmigración como exclusión social en los informativos de las televisiones 43

públicas europeas
Teresa Velázquez

La investigación sobre el tratamiento informativo de la inmigración en los medios de comunicación: 57

propuestas del MIGRACOM
Nicolás Lorite y Josep Maria Blanco

Recomendaciones del CAC sobre el tratamiento informativo de la inmigración 67

Manual de estilo sobre minorías etnicas del Col·legi de Periodistes de Catalunya 72

.Observatori

Entrevista a Edgar Morin 75

Enric Saperas

Dinero, política, lobbys y grupos audiovisuales en los Estados Unidos de America 81

Martí Petit

.Agenda

Crítica de Libros 93
Revista de Revistas 99
Revista de Libros 101
Revista de Webs 105

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