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BREVE INFORME SOBRE EL ORDEN DE LOS ANDISOLES

Lic. Walter Eggo

Descripción general
Del japonés an, oscuro y do, suelo, los Andisoles/Andosoles son suelos jóvenes
provenientes de roca madre volcánica evolucionada a partir de una meteorización
moderada. Sus capas superiores son de color oscuro, con variable contenido de
materia orgánica (alto en general) y una aparente baja densidad. Poseen una gran
capacidad de fijación de fósforo (P), una carga variable de acidez (PH), alta capacidad
de retención de agua y una excelente “trabajabilidad”. Son sensibles a la erosión
hídrica y eólica.

Características del perfil (horizontes, textura, propiedades físicas, etc.)


La característica que distingue a los Andisoles es la presencia de materiales
parentales con propiedades andicas (en función al contenido vítreo), donde
predominan los minerales de bajo grado de ordenamiento (amorfos) o complejos
derivados orgánicos (humus), resultado de la meteorización y transformación de los
vidrios volcánicos y material piroclástico expulsado por una erupción volcánica. Su
origen se debe al rápido enfriamiento de los materiales expulsados, que impide la
cristalización de los minerales con un alto grado de ordenación, resultando así un
material vítreo o vidrio volcánico amorfo. Aunque en general suelen ser suelos con
poco desarrollo, es posible hallar algunos más maduros con materiales muy
meteorizados. La evolución de estos suelos se determina según las características de
los piroclastos (contenido de bases o porcentaje de silicio presente); la precipitación y
la temperatura incidentes; la producción de materia orgánica y el tiempo de evolución.
Como perfil general muestran un horizonte superficial mineral oscuro y profundo (A),
un horizonte sub-superficial cámbico (Bw) poco desarrollado y un material parental (C)
volcánico escasamente alterado.
Representaciones gráficas de los horizontes en Andosiles.
Fuentes: Universidad Politécnica de Valencia – International Plant Nutrition Institute

La clasificación propuesta por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos


expone como principales requerimientos para identificar estos suelos, la presencia
de propiedades ándicas en el 60 % o más del espesor, ya sea:
1. Dentro de los 60 cm de la superficie del suelo mineral o de la parte superior de
una capa orgánica con propiedades ándicas de suelo, cualquiera que sea más
superficial, si no existe un contacto dénsico, lítico o paralítico, duripán u horizonte
petrocálcico dentro de esa profundidad.
2. Entre la superficie del suelo mineral, o de la parte superior de una capa orgánica
con propiedades ándicas de suelo, cualquiera que esté más superficial y un contacto
dénsico, lítico o paralítico, un duripán u horizonte petrocálcico. 1
Los Andisoles se agrupan en los siguientes subórdenes, en función del régimen de
humedad del suelo, la capacidad de retención de agua y el contenido en materia
orgánica que posean:
Aquands: Posee un epipedón hístico (horizonte superficial orgánico) o que tiene
condiciones acúicas manifestadas por características redoximórficas (patrones
variables de color relacionados al agua presente). Suelen aparecer en depresiones
donde la capa freática está en la superficie o próxima a ella.
Gelands: Tienen una temperatura media anual del suelo menor de 0 °C y una
temperatura media del suelo en verano menor de 8 °C (si no existe un horizonte O) o
menor de 5°C (si posee un horizonte orgánico).
Cryands: Localizados a altas latitudes y grandes altitudes caracterizándose por
poseer un régimen de temperatura cryico (muy frío).

Localización geográfica
A nivel global, la distribución de los Andisoles es perfectamente coincidente con las
zonas volcánicas, abarcando una amplia variedad de climas. La gran excepción dentro
de ese orden lo constituyen los Aluandic Andosols, que se desarrollan bajo
meteorización ácida, en otros materiales ricos en silicatos, solamente en climas

1
USDA-NRCS (2014) Claves para la taxonomía de suelos; (12va. Edición), México.
húmedos y perhúmedos. El área total cubierta por estos suelos se estima en poco
más de un millón de km², aproximadamente un 0.8% de la tierra arable del planeta y
menos del 1% por ciento de la superficie global. Más de la mitad de esta área está
situada en los trópicos y están asociados con zonas de alta densidad poblacional.

Fuente: Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA)-Servicio de Conservaciòn de Recursos Naturales (NRCS)

La máxima concentración de Andisoles se da en el Pacífico, con concentraciones


importantes a todo lo largo del llamado Anillo de Fuego: costa oeste de Sudamérica,
América Central (México), Estados Unidos (las Montañas Rocosas, Alaska), Japón,
Filipinas, Indonesia, Papua Nueva Guinea, y Nueva Zelanda. También son
prominentes en muchas islas en el Pacífico: Fiji, Vanuatu, Nueva Caledonia, Samoa
y Hawaii. En el continente africano las recurrencias se encuentran a lo largo del Gran
Valle del Rift, en Kenia, Ruanda, Etiopía, Madagascar y el archipiélago de Islas
Canarias. En Europa, los Andisoles están presentes en Italia, Francia, Alemania y,
sobre todo, Islandia.

Procesos de formación
El proceso más característico que se produce en los suelos volcánicos es la formación
de alófana (andosolización), compuesto formado bajo condiciones de mediana a alta
acidez en medios saturados o muy húmedos, por la rápida meteorización de vidrios
volcánicos o, menos frecuentemente, a partir de feldespatos. El envejecimiento y la
cristalización de la alófana puede originar otros minerales como la metahaloisita o la
imogolita.
La percolación y adición o enriquecimiento de los elementos minerales meteorizados
en un suelo orientado verticalmente es un proceso primordial para el desarrollo de los
Andisoles; esto producirá translocaciones de eluviación/iluviación entre horizontes, así
como calcificación y descalcificación y silización o desilización. Otro proceso formador
importante es la melanización, ya que los complejos de humus, aluminio y hierro son
poco solubles y se acumulan en la superficie formando un epipedón oscuro (hístico o
melánico).
Por otro lado, se puede dar un proceso de mineralización de la materia orgánica, así
como humificación. En función del lugar en el globo terráqueo donde se desarrollen
los andisoles, podremos encontrar procesos de fersialitización (formación de silicatos
de arcilla) y procesos de óxido-reducción, dependiendo en éstos casos de una
combinación del tiempo y clima.

Composición química mineral


Por su origen endógeno, están compuestos principalmente por óxidos de hierro como
la ferrihidrita, material vítreo y eyecciones volcánicas (ceniza, tufa, piedra pómez, etc.)
u otro material rico en silicato.

Clima propicio para su desarrollo


Dado la nula relación entre la situación geográfica de las áreas volcánicas del planeta
y las condiciones climáticas predominantes en ellas, este orden de suelos se acomoda
casi a cualquier clima, con excepción de zonas de aridez extrema. Estos suelos
también pueden desarrollarse, bajo climas húmedos y per-húmedos, a través del
efecto de la meteorización ácida, a partir de materiales ricos en silicatos.

Topografía asociada.
Presente en ambientes con declive (ondulado o montañoso), húmedos; desde
regiones árticas a tropicales y con un amplio rango de tipos de vegetación circundante.
Importancia ecológica y productiva
Son muy fáciles de cultivar y tienen buenas propiedades de enraizamiento y
almacenamiento de agua, lo cual les confiere una baja capacidad de carga y
adhesividad. Contienen una variedad amplia de cultivos incluyendo caña de azúcar,
plátano, batata (tolerante a bajo nivel de fosfato), té, vegetales, trigo y cultivos
hortícolas. En pendientes pronunciadas, se pueden emplear en cafetales y frutos
diversos, mientras en tierras bajas, con agua freática somera, son aprovechables para
el cultivo de arroz inundado.
El manejo y uso de Andisoles tienen un alto potencial para la producción agrícola, pero
muchos de ellos no explotan su capacidad. Al ser suelos compuestos por ceniza
volcánica intermedia o básica y no estar expuestos al lavado excesivo, la fuerte fijación
de fosfato en ellos (causada por aluminio y hierro libres) constituye una dificultad para
su explotación plena. Para atenuar este efecto se suelen aplicar elementos calcáreos,
sílices, material orgánico, y fertilización fosfatada. A esto se añaden las limitaciones
del uso de maquinaria agrícola en los casos de pendientes pronunciadas.

1.Análisis del artículo periodístico “La degradación del suelo cuesta 40.000
millones de dólares en el mundo”.

a) ¿A qué factores atribuye el artículo los niveles de degradación de los


suelos global que observamos actualmente?

El estudio “Economics of Land Degradation Initiative: A global strategy for


sustainable land management” realizado por la United Nations University
Institute of Water, Environment and Health (UNU-INWEH) en el año 2013, en
colaboración con otras instituciones y al que hace referencia el artículo, tuvo por
objeto elevar la consciencia global acerca del potencial económico del suelo, así
como de los servicios mercantiles y no-mercantiles asociados (extracción de
carbón, valores recreativos, ciclo nutricional del suelo, etc.), concentrándose en
crear herramientas prácticas y metodologías para conocer el valor del suelo e
incentivar el manejo sostenible de sus recursos. (Initiative, 2013)
Más allá de especificidades propias de cada territorio, la perspectiva global
ofrecida por el informe indica una progresiva y extendida degradación de los
suelos cultivables, evidenciada sobre todo en la pérdida de la diversidad
biológica y la productividad del propio suelo, generadas por una multiplicidad de
factores (políticos, comerciales, socioeconómicos) que dan cuentan de cierta
lógica cortoplacista que rige los modelos productivos actuales: maximización de
las ganancias, gestión irresponsable y depredadora del suelo, sumado a
fenómenos naturales (sequías) que ponen en jaque la alimentación básica de la
población y con ello la vida de más de 1200 millones de familias productoras
rurales. Además, el estudio alerta sobre una serie de percepciones erróneas
sedimentadas en el imaginario social que contribuyen al sostenimiento de dicha
lógica productiva, asociadas con ideas acerca de la abundancia de producción y
disponibilidad de alimentos y de recursos energéticos y acuíferos entre otras. En
esa línea, entre los factores identificados como causantes de los actuales niveles
de degradación del suelo, el informe otorga un rol fundamental a la falta de
“traducción” económica de los costos asociados con esa misma degradación.

b) ¿Por qué creen que la degradación de los suelos aún no se encuentra


decisivamente presente en las agendas políticas de los países del mundo?

En sintonía con aquellos factores causantes de la degradación del suelo


enumerados previamente y en un contexto productivo permeado por la noción
de inmediatez, podríamos considerar que las agendas políticas de los países
posicionan su intervención en un plano abstencionista o escasamente activo. Es
posible asociar esta limitada intervención a la altísima complejidad inherente a la
problemática y la multiplicidad de variables conflictivas que demandan acuerdos
políticos complejos y planificación estratégica a largo plazo, con abordajes
paralelos en aspectos productivos, culturales, sociales y sanitarios, y ejecutados
a escalas disímiles (local, regional, global). Si lo dicho aplica en términos
generales, cabe reconocer también la emergencia de distintas iniciativas a lo
largo del mundo, propiciadas por los Estados Nacionales y/o sus diversos
organismos de cooperación, a través de las cuales se busca propiciar el
desarrollo de modelos de gestión productiva sostenible.

c) ¿Qué soluciones plantearían ante esta problemática?

Desde la perspectiva del informe, las soluciones estarían asociadas a una


modificación del patrón productivo dominante en el sector privado y la promoción
de una “mentalidad recicladora”: dado el especial interés en maximizar
ganancias, el sector privado se convierte en el principal de la depauperación de
las superficies cultivables, lo cual redunda, a largo plazo, en una degeneración
progresiva del mismo rendimiento productivo que persigue. Esta solución podría
considerarse óptima en términos del cumplimiento de las obligaciones de los
sectores privados cuyas empresas concentradas producen a escala global y
degradan los ambientes naturales a esa misma escala. Pero esta solución
también podría considerarse peligrosa si no se complementara con acciones
propiciadas por los Estados, tendientes a garantizar la producción sostenible en
términos de derechos de la ciudadanía. Por último, entendemos que la
complejidad de la problemática requiere soluciones vinculadas con acciones de
diversos actores y un gran cambio de paradigma en términos culturales, que
contribuyan a revertir prácticas históricas naturalizadas perjudiciales para el
ambiente y el suelo en particular.

Bibliografía:

 ELD Initiative (2013). Economics of Land Degradation Initiative: A global


strategy for sustainable land management. Bonn.
 IUSS Grupo de Trabajo WRB. (2007). Base Referencial Mundial del
Recurso Suelo. (Primera actualización). Informes sobre Recursos
Mundiales de Suelos No. 103. FAO, Roma.

 USDA-NRCS (2014). Claves para la taxonomía de suelos. (12va.


Edición), México D.F.

 Varios Autores (2014). Atlas de suelos de América Latina y el Caribe,


Comisión Europea - Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, L-
2995 Luxemburgo.

 Varios Autores (2007). El color del Andosol como un indicador de su


calidad física bajo el manejo. Terra Latinoamericana, vol. 25, núm. 1,
enero-marzo, 2007, pp. 1-8 Sociedad Mexicana de la Ciencia del Suelo,
A.C. Chapingo.

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