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de desarrollo
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Decreto Presidencial del 9 de julio de 1942.
LA PLANEACIÓN Y EL DESARROLLO RURAL 19
Este proyecto no tuvo mucha suerte, de modo que no pasó del papel.
Empero, sentó un interesante precedente para la posterior planeación del
desarrollo, sobre todo porque refleja un marcado interés por impulsar el
desenvolvimiento regional a partir de las cuencas hidrológicas.
El control que se pretendió imponer sobre los gastos y programas de
los organismos descentralizados y empresas de participación estatal mediante
la Comisión señalada, originó la oposición de diversas entidades admi-
nistrativas importantes, mismas que en algunos casos solicitaron a la SHCP
aplazara su intervención y, en otros, recurrieron a los procesos legales,
manteniendo una férrea resistencia a su regulación, con lo cual bloquearon
las labores de dicha institución. Como consecuencia, la Comisión desapareció
al derogarse su decreto de creación en diciembre de 1949.7
6
Antología de la Planeación en México 1917-1985, “Inversión Pública y Planeación
regional por cuencas hidrológicas (1947-1958)”, vol. II, SPP-Fondo de Cultura Económica,
México, 1985, p. 1.
7
Raúl Salinas Lozano, “Comisión de Inversiones”, Revista de Administración Pública,
núm. 5, enero-marzo de 1957, México, p. 8.
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8
Rafael Mancera Ortiz, “La administración pública en los planes de desarrollo
económico”, Revista de Administración Pública, núm. 1, enero-marzo, 1956, México, p. 12.
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11
Iniciativa de Ley Federal de Planeación. Exposición de Motivos, Diario Oficial de la
Federación, 29 de octubre de 1963.
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13
Secretaría de la Presidencia, La planeación en México, México, 1968, p. 10.
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Ello no quiere decir, empero, que el asunto hubiese sido echado por la
borda, pues en 1965 fue integrada la Comisión de Administración Pública
(CAP), conformada por un grupo de funcionarios federales de alto nivel
–encabezados por José López Portillo–, con la mira de estudiar el funciona-
miento de las dependencias del Poder Ejecutivo, a fin de adaptar la estructura
institucional a las necesidades del desarrollo nacional y de encontrar un
mecanismo eficaz para la formulación de planes y programas.14
Esta Comisión presentó en 1967 un documento denominado “Informe
sobre la Administración Pública Federal”, que sirvió de base para la
institucionalización de las reformas implementadas a partir de 1971, a través
de diversos instrumentos legales y, dos años después, publicó las “Bases
para el Programa de Reforma Administrativa Federal 1971-1976”,
habiéndose definido un modelo de análisis, complementado el diagnóstico,
formulado un programa global con lineamientos de estrategia para su
implantación e identificado instrumentos legales y orgánicos para la operación
del sistema.15
Por otro lado, la Comisión Intersecretarial creada en marzo de 1962
para la integración de planes de desarrollo, continuó operando durante la
administración del presidente Díaz Ordaz, habiéndose encargado de la
elaboración del “Programa Nacional de Desarrollo Económico y Social
1966-1970” (también conocido como “Plan de Acción del Sector Público”).
Con este documento se pretendió ordenar –en cierta forma– un conjunto
de acciones realizadas por las dependencias de la Administración Pública
Federal, a través de la emisión de diversos lineamientos generales de política,
reiterándose que si bien el Estado mantenía la rectoría del proceso de
desarrollo, las actividades del sector privado sólo podían orientarse de manera
indicativa e informativa.16 La difusión y circulación de este plan fue
sumamente escasa, al grado que sólo se imprimió medio centenar de
ejemplares que se mantuvieron bajo reserva.
14
Javier Moreno Valle, “Apuntes para una historia de la planeación en México”, Revista
de Administración Pública, núm. 39, julio-septiembre de 1979, México, p. 51.
15
Alejandro Carrillo Castro, “Reforma administrativa para el desarrollo económico y
social (1976-1982)”, Revista de Administración Pública, núms. 31 y 32, julio-diciembre, México,
1977, p. 12.
16
Arbesú Verduzco, op. cit, p. 317.
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17
Confederación Nacional Campesina, La esencia de la nación, Coordinación Nacional
de Estudios Históricos, Políticos y Sociales, PRI, México, 1993, pp. 279-280.
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18
Arbesú, op. cit., p. 53.
19
Mancera Ortiz, op. cit., p. 14.
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Rolando Cordera Campo y Leonardo Lomelí, La política social moderna. Evolución y
perspectivas. Resumen ejecutivo y consideraciones finales, Cuadernos de Desarrollo Humano, núm.
26, Secretaría de Desarrollo Social, México, julio de 2005, p. 12.
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Iniciativa de Ley de Planeación Económica y Social. Exposición de Motivos.
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Esta posición era sostenida por dicho ex mandatario desde 1967, cuando
dirigía los trabajos de la Comisión para la Administración Pública, de suerte
que estaba verdaderamente convencido de que la reestructuración de las
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José López Portillo, “La función de control en la reforma administrativa”, Revista de
Administración Pública, núm. 22, enero-febrero, México, 1971, p. 4.
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John Bayley, “La Secretaría de Programación y Presupuesto”, Revista de Administración
Pública, núm. 44, octubre-noviembre, México, 1980, p. 11.
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Poder Ejecutivo Federal, Secretaría de Programación y Presupuesto, Plan Global de
Desarrollo 1980-1982, México, Editorial de Programación y Presupuesto, 1980, p. 2.
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26
María Elena Azpíroz, El campo en el México moderno, Ediciones Sextante-SARH,
México, 1988, p. 278.
27
Magda Fritscher, “Estado y sector rural en México: 1976-1982”, Cuadernos
Universitarios, núm. 31, UAM-Iztapalapa, México, 1985, p. 72.
28
Roberto Hernández Hernández, “La seguridad alimentaria y su aplicación en países
de la Cuenca del Pacífico”, Espiral. Estudios sobre Estado y Sociedad, vol. I, núm. 2, enero-abril
de 1995, p. 161.
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Ley de Planeación
Artículo 3. Para los efectos de esta Ley se entiende por planeación nacional
de desarrollo la ordenación racional y sistemática de acciones que, en
base al ejercicio de las atribuciones del Ejecutivo Federal en materia de
regulación y promoción de la actividad económica, social, política, cultural,
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30
Rogelio Montemayor Seguy, “El sistema nacional de planeación democrática”, Revista
de Administración Pública, núms. 55-56, julio-diciembre, México, 1983, p. 21.
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Mónica Unda Gutiérrez y Luis Ignacio Román Morales, Del dicho al hecho y un
resultado maltrecho: planes, políticas y resultado de dos décadas de liberación económica, Informe
Final, CASA MÉXICO, México, 1997-2001, p. 11.
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planeación de una de sus partes más relevantes. Conforme con este punto
de vista, las entidades de planeación deben diferenciarse de las primeras
(operativas) para no distraerlas de su responsabilidad directa y, de las
segundas (presupuestarias), para evitar que concentren un poder desmedido
como ocurría antes de 1958, año en que se redujo el poder de la SHCP con
la creación de la Secretaría de la Presidencia.
Si se parte de la premisa de que el sistema de planeación ya había cuajado
y se había consolidado institucionalmente, la desaparición de la SPP del
organigrama de la Administración Pública Federal era no sólo lógica sino
también necesaria, pues ello permitiría integrar bajo un solo mando la
dirección del proceso de planeación-programación-presupuestación, lo que
adicionalmente desde la perspectiva eficientista podría abatir los costos
generados por dicho proceso (mediante la reducción de estructuras y de
personal).
Esta última era una consideración falsa, habida cuenta la debilidad de
las estructuras institucionales, la excesiva concentración de facultades y
recursos por parte de la Federación; la falta de apropiación del proceso por
parte de la población; la carencia de metodologías plurales, incluyentes y
participativas; la incipiencia de las instancias estatales y municipales de
planeación; en fin, una serie de factores cuya situación apuntaba justamente
en sentido contrario.