Professional Documents
Culture Documents
Hacia principios del siglo XX, el 84% del territorio mundial era controlado por potencias
europeas. Sin embargo, luego de la Segunda Guerra Mundial, su situación económica no les
permitía ocuparse de sus imperios, y la imagen de su poderío militar había sido gravemente
debilitada. Por estas razones, tomaron fuerza los reclamos de movimientos independentistas
en África, Asia y Oceanía, que hasta entonces habían sido duramente reprimidos, desde sus
comienzos a finales de la Primera Guerra Mundial. En algunos casos, hubo una negociación
directa con las metrópolis, mientras que en otros se iniciaron conflictos bélicos o
levantamientos con apoyo civil.
En los casos en que la independencia fue concedida diplomáticamente (Estados Unidos con
Filipinas y la Unión Soviética con sus respectivas colonias), ésta respondía a intereses ocultos
de influencia ideológica (ambos bandos buscaban la expansión de su modelo económico).
La Organización de las Naciones Unidas, creada en el año 1945 con el supuesto propósito de
ser un espacio de debate para que los países resolvieran sus diferencias sin llegar a un conflicto
bélico, fue el ámbito ideal para que se defienda el derecho de las naciones a la
autodeterminación.
Identidades locales
Si bien todos los movimientos independentistas reclamaban autodeterminación,
independencia política y soberanía económicas, hubo marcadas diferencias en su organización
y las respuestas que obtuvieron.
Algunos movimientos tenían ideología comunista, y buscaban formar alianzas para frentes
nacionales, obteniendo el apoyo de la población y la Unión Soviética o China. Además, querían
integrarse al bloque comunista. Otros grupos eran nacionalistas, tenían intención de unir a los
grupos sociales y crear un Estado democrático capitalista, para establecer lazos con Estados
Unidos. Una tercera corriente, que tomó lugar mayormente en países musulmanes de Medio
Oriente, basó su nacionalismo en su identidad religiosa, convirtiendo a líderes religiosos en
figuras políticas. Por último, hubo procesos llevados a cabo por una élite sociopolítica (caso
representativo de la África negra) donde la creación de un régimen a cargo de dichos sectores
llevó a una mayor inestabilidad social.
Como Francia había sido invadida y humillada por Alemania durante la Segunda Guerra
Mundial, la necesidad de reafirmar su poder llevó a una fuerte represión de los movimientos
independentistas en sus colonias, por lo que el proceso fue significantemente más violento
que el británico (que además contaba con experiencia previa debido a las flexibles políticas
implementadas en Irak y Egipto): estos últimos crearon en 1931 el Commonwealth, una
asociación que les permitía mantener lazos con ex colonias de habla inglesa. Sin embargo, la
retirada de los ingleses causó problemas fronterizos entre las naciones recién fundadas, por
ejemplo, el caso de Israel en Medio Oriente, algunos de los cuales desembocaron en conflictos
armados.
La descolonización en áfrica
El apartheid sudafricano
El régimen segregacionista fue apoyado por los estados unidos, ya que Sudáfrica se había
convertido en un aliado importante en el continente para evitar el avance del comunismo en
países como Angola.
En 1952, el demógrafo Alfred Sauvvy llamó “tercer mundo” al conjunto de países de Asia,
áfrica y américa latina que buscaban romper con su dependencia, tanto respecto de los países
capitalistas desarrollados como de los comunistas. En el marco de la guerra fría, el tercer
mundo buscó posicionarse como una alternativa neutral frente al conflicto entre las dos
superpotencias.