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El líder

Es aquella persona que es capaz de influir en los demás.


Es la referencia dentro de un grupo (ya sea un equipo deportivo, un curso
Universitario, una compañía de teatro, el departamento de una empresa, etc.).
Es la persona que lleva "la voz cantante" dentro del grupo; su opinión es la más
valorada.
El liderazgo no tiene que ver con la posición jerárquica que se ocupa:
Una persona puede ser el jefe de un grupo y no ser su líder y, al contrario, puede ser
el
líder sin ser el jefe.
El jefe decide lo que hay que hacer en virtud de la autoridad que le otorga su posición
Jerárquica.
El líder, sin disponer necesariamente de esta autoridad jerárquica, tiene también
capacidad
de decidir la actuación del grupo en base a la influencia que ejerce, que viene
determinada
por la "autoridad moral" que ejerce sobre el resto del equipo.
Miedo ante los tratamientos Estomatológicos
Autores: MSc. Carlos R. Gallego Rodríguez y MSc. Silvia E. García Méndez *

Resumen

Se realizó un estudio observacional descriptivo transversal a los trabajadores de la


Administración Municipal del Poder Popular del Municipio San José de las Lajas,
Provincia La Habana, con el objetivo de contribuir a un mejor conocimientos de los
factores subyacentes que provocan miedo ante los tratamientos estomatológicos, se
tomó una muestra no probabilística de conveniencia compuesta por 132 sujetos, 72
femeninos y 54 masculinos, entre los 17 y 60 años o más de edad con una media de
40,56 años. A los mismos se les aplicó un cuestionario confeccionado al efecto, donde
se recogieron los datos generales, tiempo transcurrido desde la última visita para
recibir tratamiento y si este se realizó en el Servicio de Urgencias o en la Consulta de
Atención Primaria; a continuación debió responder 5 ítems sobre su reacción ante
diferentes procederes estomatológicos, otorgando un valor al miedo que le provoca
recibir alguno de ellos. Se utilizó el Método de Escalonamiento de Likert para medir la
escala de variables y se emplearon el por ciento, la media, la moda y la desviación
estándar. La población estudiada presentó altos niveles de miedo, siendo los
tratamientos de endodoncia y las extracciones dentales aquellos que mayores niveles
desarrollaron. Aproximadamente la mitad de la misma utilizó los Servicios de
Urgencias como solución a sus problemas buco dentales. Los resultados se
presentaron en distribuciones de frecuencias.
Palabras claves: Miedo dental Ansiedad Dental Salud Bucal

INTRODUCCIÓN

El concepto ancestral del dentista como un personaje atormentador, tiene su origen en


el hecho de que la mayoría de los tratamientos dentales son dolorosos y traumáticos,
por lo que para un gran número de personas, aún en la actualidad, recibir algún tipo de
estos tratamientos es percibido como una experiencia agónica. 1

La Estomatología y los tratamientos que de ella se derivan juegan un rol esencial para
el mantenimiento de la salud, por lo que contar con una dentadura sana y una higiene
bucal adecuada debía ser preocupación esencial de todos los ciudadanos. Sin
embargo no siempre sucede de ese modo; la expectación, inquietud, ansiedad y
miedo que ocasiona, no solo el tratamiento en sí, sino inclusive pensar en ello es
innegable, lo que trae como consecuencia que gran parte de la población no acuda a
este especialista en el momento adecuado ni con la frecuencia requerida.

EL MIEDO

El miedo es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente


desagradable, provocado por la percepción de un peligro, que puede ser real o
supuesto, presente o futuro y que se deriva de la aversión natural al riesgo o la
amenaza.

Para comprender su esencia, el miedo puede ser visto a través de tres enfoques
fundamentales: 2

Biológico: El miedo es un esquema adaptativo que constituye un mecanismo de


supervivencia surgido para permitir al individuo responder ante situaciones adversas
con rapidez y eficacia; siendo en este sentido, beneficioso para el ser humano.
Neurológico: El miedo es una forma común de organización del cerebro primario de los
seres vivos y el mecanismo que lo desata se encuentra concretamente en el sistema
límbico], que es el encargado de regular las emociones y en general de todas las
funciones de conservación del individuo. Este sistema revisa de manera constante
(incluso durante el sueño) toda la información que se recibe a través de los sentidos y
lo hace mediante la estructura llamada amígdala, que controla las emociones básicas,
como el miedo o el afecto y se encarga de localizar la fuente del peligro. Cuando la
amígdala se activa se desencadena la sensación de miedo o ansiedad y su respuesta
puede ser la huida, la pelea o la rendición.
Psicológico, social y cultural: El miedo puede formar parte del carácter de la persona o
de la organización social en la que ésta se desarrolla o pertenece. Es una
característica inherente a la sociedad humana que está en la base de su sistema
educativo y forma parte de la socialización de los individuos. Se puede temer o no
temer a objetos, animales o contextos, incidiendo en ello mecanismos de aprendizaje
o imitación, por lo que guarda estrecha relación con los distintos elementos de la
cultura
Ante una situación de miedo el organismo responde con cambios fisiológicos
inmediatos que se manifiestan en el metabolismo celular, la presión arterial, la glucosa
en sangre, la actividad cerebral y la coagulación sanguínea; además de
modificaciones faciales como el agrandamiento de los ojos, la dilatación de las pupilas
y arrugas en la frente; resultando significativo que el miedo al daño físico provoca la
misma reacción que el temor a un dolor psíquico. 2

En general los efectos que se producen ante el miedo pudieran permitir considerarlo
como un sentimiento universal e inherente a la sociedad humana, sin olvidar las
particularidades individuales y las influencias del sistema educativo – cultural y el
proceso de socialización.

Diferentes estudios sugieren que las personas ansiosas tienden a sobreestimar la


anticipación al dolor. 3 Por lo tanto, estos individuos, que sobrestiman el dolor,
incrementan el riesgo de finalizar en un círculo vicioso de miedo, ansiedad e
inasistencia a consultas, acudiendo reiteradamente a los Servicios de Urgencia
cuando la situación se torna insoportable o en el peor de los casos, automedicándose
antibióticos con la esperanza de así eliminar la causa de su sufrimiento, el dolor, sin la
presencia de signos y síntomas clínicos que justifiquen este proceder,4,5 junto a
diversos y sobre dosificados Antinflamatorios no Esteroideos (AINEs), ignorando las
posibles y nefastas consecuencias de los mismos. 6,7

El componente cognitivo de la ansiedad y el miedo al dentista es prominente y puede


tener su origen en: 8

Una experiencia previa negativa y dolorosa que ha suscitado una respuesta


condicionada al miedo.
Una sensación de indefensión y de pérdida del control en el escenario del consultorio
dental.
Una sensación de vergüenza por el descuido dental y por el miedo al ridículo.
Anécdotas atemorizantes de experiencias dentales negativas aprendidas vicariamente.
Representaciones negativas de los odontólogos en los medios masivos de
comunicación.
Una sensación de despersonalización en el proceso de atención dental, intensificada
por el empleo generalizado de barreras e indumentarias de protección (mascarillas,
guantes de látex, caretas y otros protectores).
Un miedo general a lo desconocido.
Cuando el individuo quiere disfrutar de una excelente salud bucal y al mismo tiempo el
temor a enfrentarse al dentista hace que evite el tratamiento, se produce un conflicto
de acuerdo al enfoque conductual, pues las tendencias competitivas entre lo que
desea y el comportamiento a seguir para lograrlo genera una contradicción que,
lamentablemente, en numerosas ocasiones se traduce en una deficiente salud bucal.

La prevalencia al miedo y la ansiedad ante los tratamientos dentales varía a partir de


los diferentes contextos en que se ha estudiado.

En Cuba, More Chang en el 2005, estimó en su estudio sobre la efectividad


terapéutica de la Medicina Homeopática, que un 10,5% de la población padece de
algún tipo de ansiedad o miedo ante los tratamientos estomatológicos. 9

Para Francis, en Australia 10, la prevalencia estimada de estas emociones entre la


población estuvo entre el 10% y el 15%, similares a las de Harberg y col. 11

Por su parte Tanni, en un grupo de estudiantes jordanos en el 2002, determinó una


prevalencia del miedo o la ansiedad del 13,8%. 12

En investigaciones realizadas en China Taipei, Singapur y Japón los niveles de miedo


ante los tratamientos dentales se elevan al 48% de la población. 13

Entre el 50% y el 80% de la población adulta de los Estados Unidos está presente
algún nivel de ansiedad ante los tratamientos dentales y el 20% de la misma no busca
atención con regularidad. 14

Zepeda Albarran y col. reportaron, que entre el 27,74% y el 31,95% de los sujetos
estudiados por ellos refirieron tener mucho miedo ante un tratamiento dental. 15

En Alemania aproximadamente 5 millones de personas sufren de la llamada "fobia al


tratamiento odontológico" 16 y en un estudio realizado por Either y col., en un grupo de
soldados alemanes, el miedo y la ansiedad se manifestaron en el 13,1% de los
mismos 17; valores similares fueron encontrados por Sahn e Ismail. 18

En diferentes estudios se ha podido constatar una asociación entre el miedo ante los
tratamientos dentales y un patrón de inasistencia a la consulta estomatológica.

En Japón, el 31,5% de los ciudadanos reconoce que, en ocasiones, eligen retrasar las
citas con el dentista debido al miedo que le provoca el tratamiento dental. 19

Shuller y colaboradores 20 exponen que los sujetos con altos niveles de miedo,
asistían menos a consulta y presentaban más dientes cariados y perdidos. Mientras
Thomson y colaboradores percibieron una asociación entre el miedo al dentista y una
disminución de las visitas para la atención bucal, incrementándose las mismas por
situaciones de urgencias. 21

En general la bibliografía consultada reafirma que, en mayor o menor medida, la


consulta estomatológica es sinónimo de peligro para numerosas personas; representa
un dolor físico o psicológico, real o imaginario, que provoca la aparición de estados
emocionales desagradables como el miedo o la ansiedad y que por tanto se trata de
evitar lo mas posible, aún cuando ello atente contra la propia salud.

Las diferencias entre los sexos en cuanto a manifestaciones de miedo y ansiedad


resulta un aspecto interesante que ha sido abordado por diversos investigadores.

Algunos autores, como Van Wijk 22, no reportan diferencias significativas al comparar
el sexo en diferentes estudios, aunque otros consideran que la mujer presenta niveles
más altos de ansiedad y miedo ante estos tratamientos encontrándose en algunas de
estas referencias, una frecuencia dos veces más alta entre mujeres que entre
hombres. 23, 24,25

Otra variable que difiere entre los distintos estudios es la edad. Según Correa, los
niños hasta los 3 ó 4 años experimentan más miedo debido a factores tales como
inmadurez en función del estado de desarrollo cognoscitivo, ansiedad de separación
de la madre y ansiedad delante de extraños, que hacen parte del repertorio de miedos
específicos o peculiares de los primeros años del niño. Klatchoian por su parte, señala
que el miedo odontológico como cualquier otro miedo infantil es probablemente
determinado por factores situacionales inespecíficos que tienden a disminuir con el
aumento de la edad y de la madurez. Así, tanto el grado de madurez del niño como los
trazos básicos de su personalidad y el estado de ansiedad dependiente de esas
características, contribuyen a determinar el tipo de comportamiento (cooperativo o no)
en el consultorio. 26

Para Navarro 27, en niños entre 2 y 4 años en Melena del Sur, los factores que más
influyeron en la aparición del miedo al tratamiento estomatológico están en las malas
condiciones de salud del niño, con experiencias médicas desagradables y la ansiedad
de la madre en el momento de la consulta.

Generalmente los jóvenes presentan niveles más altos de ansiedad y ésta va

disminuyendo con el paso de los años, aunque por ejemplo, Tami 28 en una población
adulta de Arabia Saudita reportó niveles más altos en adultos (19,7%) que en los
jóvenes (15,1%)., al igual que Armfield en Australia , ya que a medida que aumenta la
edad, los pacientes se vuelven más temerosos por el mayor número de vivencias
traumáticas en la consulta. 29 En otras investigaciones no se ha reportado una
diferencia notable al comparar varios grupos de edades., 30

Para Kamin Vara 14 instrumentos como la aguja y el AIROTOR (sobre todo el sonido
que produce) son productores de miedo y ansiedad. Niños y adultos expresan que es
aterrador ver aproximarse al dentista portando alguno de ellos.

Recibir una inyección de anestesia, realizarse un tratamiento endodótico, el uso del


AIROTOR en la preparación de cavidades o solo el contacto de los instrumentos
requeridos para el diagnóstico (espejo y explorador) son los procederes traumáticos
que más miedo y ansiedad producen, de acuerdo a los resultados obtenidos por Van
Wijk en su estudio realizado en una población adulta en Suecia. 31

Either y col 32 encontraron en su estudio, que los niveles más altos de miedo se
perciben al recibir una inyección de anestesia, seguido por el sonido y la vibración de
la fresa en el momento de la apertura de las cavidades.

También el olor de algunos productos estomatológicos, las características de las


consultas; con varios sillones y los salones de espera; donde se realizan comentarios
sobre experiencias desagradables anteriores, propias o cercanas, puede incidir en el
temor o la ansiedad que se produce ante la mención de este especialista.

Todo lo expuesto motivó al autor a realizar este trabajo con el propósito de mejorar el
conocimiento de los factores subyacentes que provocan miedo ante determinados
procederes estomatológicos en un grupo de trabajadores de empresas de
subordinación local de la Administración Municipal del Poder Popular en el Municipio
de San José de las Lajas, provincia La Habana. Cuba.
DISEÑO METODOLÓGICO

Se realizó un estudio observacional transversal descriptivo a los trabajadores de la


Administración Municipal del Poder Popular de San José de las Lajas, Provincia La
Habana en el período comprendido entre el año 2006 al 2007.

El universo objeto de estudio estuvo compuesto por 1326 trabajadores de ambos


sexos de las Direcciones Municipales de Subordinación Local. Se realizó un muestro
no probabilístico de conveniencia obteniéndose una muestra de 132 trabajadores, 72
femeninos y 54 masculinos, entre los 17 y 60 años y más de edad; con una media de
40,56 años.

A la muestra se le aplicó el cuestionario. (Anexo 1) con cinco ítems, presentados en


forma de afirmaciones, que valoran el miedo ante una variedad de tratamientos
estomatológicos (con cinco categorías), en orden desfavorables o negativo, desde
ningún miedo hasta miedo extremo y se le pidió que reflejara su reacción ante cada
uno de ellos, eligiendo uno de los cinco posibles. A cada afirmación se le asignó un
valor numérico, así cada participante obtiene una puntuación sumando los valores
otorgados a cada afirmación y al final se obtuvo una puntuación total que oscila entre 5
y 25.

Para medir por escala las variables que representan el miedo, provocado por los
tratamientos estomatológicos, se utilizó el Método de Escalonamiento de Likert.

Para responder a los objetivos de esta investigación se recurrió a la descripción de los


datos a partir de la construcción de distribuciones de frecuencia, a las que se les
realizó el cálculo de medidas de tendencia central (media y moda) y de dispersión
(desviación estándar) usando el paquete estadístico SPSS versión 9.0.

Todo el estudio se desarrolló en concordancia con los principios éticos expresados en


la Declaración de Helsinki. 33

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Cuadro No. 1 Distribución de la Población Estudio

Edad

Sexo

17 - 34

35 – 59

60 y +

Total

Masculino
16
33

58

43,93

Femenino

21

51

74

56,06

Total

37

84

11

132

100

La muestra objeto de estudio estuvo compuesta por 132 sujetos, de ellos 58 del sexo
masculino y 74 del sexo femenino, en una razón de 1,27 féminas por cada hombre.

Los sujetos muestrales quedaron divididos en tres grupos de edades: 17 a 34, 35 a 59


y 60 y más años; siendo el grupo de 35 a 59 el más numeroso, lo cual se corresponde
con la etapa de la vida donde la actividad laboral tiene mayor incidencia

Cuadro No. 2. Distribución de la variable miedo ante los diferentes procederes


estomatológicos.

Procederes

DE

M*

TPR
3,55

1,36

Airotor

3,45

1,22

Extracción

3,33

1,10

Inyección

2,98

1,15

"Limpieza"

1,79

0,95

Dentro de los diferentes procederes que con más frecuencia se realizan en una
consulta estomatológica, se aprecia que los Tratamientos endodónticos (TPR) son los
más temidos por la población estudiada, seguido bien de cerca por la utilización del
AIROTOR para la preparación de cavidades y la extracción dentaria.

Las medias se encuentran dentro del rango de 3 – 4 con una moda de 4 para los
tratamientos endodónticos y la utilización del AIROTOR y una moda de 3 para las
extracciones.

Otro de los procederes que se presentó con una media de cerca de 3 e igual número
para la moda fue el recibir una inyección en la boca.

Al analizar la desviación estándar se constata que las mismas se encuentran entre le


rango de 1,10 a 1,36, demostrando que las respuestas difieren ligeramente de la
media. Estas respuestas se encuentran dentro de las categorías regular y mucho
miedo ante estos procederes.

Para Kamin Vara 14 hay dos instrumentos que son los que producen más temor; las
agujas y el AIROTOR, sobre todo, el sonido que este produce, al igual que para
Navarro y Ramírez. 34

Resalta en este cuadro que la realización de la "limpieza" presenta niveles muy bajos
con relación al resto de los procederes, solo una media del 1,79 y una moda de 1,
correspondiendo a la categoría de ningún miedo.

Aunque no se encontró ninguna referencia bibliográfica relacionada a este proceder,


se puede considerar que el uso del "ultrasonido" y el dejar para el periodontólogo la
eliminación del sarro infragingival, hace de ella un tratamiento, que si bien no es
agradable, resulta hasta el momento el menos temido por la población estudiada.

Cuadro 3. Distribución entre tipo de asistencia recibida y tiempo transcurrido de la


misma

Tiempo

Tipo de

Consulta

6 meses

6 meses a 1 año

Más de 1 año

Total

Atención Primaria de Salud

23
58,97

18

52,94

29

49,15

70

53,03

Servicios de Urgencias

16

41,02

16

47,05

30

50,84

62

46,96

Total

39

29,54

34

22,75

59

44,69

132

100

En este cuadro se puede observar que casi la mitad del grupo estudiado ha buscado
atención estomatológica en los servicios de Urgencias, (46,96%) incurriendo en el
círculo vicioso de no asistencia por miedo al tratamiento y solicitando este tipo de
servicio cuando es insoportable la situación que le aqueja.

Esta situación se presenta de igual forma en los tres períodos en que el participante
recibió algún tipo de servicio, es decir en los tres momentos de referencia la asistencia
a los servicios de Urgencia, es frecuente.

Estos resultados concuerdan con los referidos por Armfiel en Australia 35, Eli en
Inglaterra 36 y John en Alemania 37, resultando un deterioro paulatino de la Salud
Bucal y un empobrecimiento de la calidad de vida en estos sujetos. 20

CONCLUSIONES

Los tratamientos endodónticos y la extracción dentaria son, es este orden, los


procederes estomatológicos que provocan mayores niveles de miedo en el grupo
estudiado.
La "limpieza" es el proceder al que menos miedo se le tiene.
Casi la mitad de los sujetos estudiados eligen el Servicio de Urgencias como solución
a sus afecciones bucales y en su gran mayoría desde hace 6 meses o más no
concurren a recibir tratamiento estomatológico.
En general, la población objeto de estudio, presenta altos niveles de miedo ante los
tratamientos estomatológicos.

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