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Resumen para el Segundo Parcial Arte Moderno

Rococó
Concepto: Viene de "rocaille" que en francés significa piedrecita, pequeña concha, forma
predilecta para decoraciones. Es un elemento asimétrico mitad vegetal, mitad mineral, que
invade la arquitectura a través de la decoración.
La “rocaille” es un producto de taller al margen de la arquitectura: es de estuco y no de
piedra y se utiliza con tal independencia de la estructura arquitectónica como se fuese capaz
de transformarlo todo (es una decoración vistosa)
El Rococó es un estilo casi exclusivamente francés: si es que llega a los países vecinos, es
únicamente como repercusión y en una aplicación distinta.
Se dice que el término “Rococó” fue inventado en torno al año 1797 como una broma
por Pierre-Maurice Quays, supuestamente se trataba de una asociación de las palabras
francesas "rocaille" que designa una ornamentación que imita piedras naturales y ciertas
formas curvadas de conchas y mariscos, y "baroque" que viene del término barroco.
Otras versiones buscan el origen en rocaille, un tipo de ornamentación de los decoradores
de grutas de los jardines barrocos y que se distinguía por su profuso ensortijamiento

3 elementos fundamentales caracterizan este movimiento artístico: Opulencia, Elegancia y


Empleo de colores vivos.
Dentro de sus características generales destacan

 Gusto por los colores luminosos, suaves y claros


 Marca de diferencia entre exteriores e interiores
 El rococó impone la acumulación de elementos decorativos basados en líneas
ondulantes y en la asimetría
 Predominan las formas inspiradas en la naturaleza y la belleza de los cuerpos
desnudos
El estilo rococó nace a principios del siglo XVIII en Francia como una reacción de la
nobleza contra el barroco clásico impuesto por la corte de Luis XIV.
Desde Francia se difundió entre la aristocracia europea. Sus principales manifestaciones
son la decoración, la pintura y el mobiliario.
Su nombre proviene de la combinación de las palabras “rocaille” (piedra) y “coquille”
(concha marina), puesto que sus primeros diseños se inspiraron en las formas de las algas,
las conchas y las rocas marinas.

El Rococó a diferencia del Barroco, se despreocupa por cuestiones católicas. Es un arte


eminentemente aristocrático, un arte para la alta clase media, amante de un estilo
mundano, íntimo y delicado. La sociedad ansía la libertad, el buen gusto y el placer. La
élite artística e intelectual se reunía en salones a cuya cabeza estaban damas tan
destacadas.

Arquitectura
Una de las características del estilo Rococó es la marcada diferencia entre exteriores e
interiores. El interior será un lugar de fantasía y colorido mientras la fachada se
caracterizará por la sencillez y la simplicidad. Se abandonan los órdenes clásicos y las
fachadas de los edificios se distinguirán por ser lisas, teniendo, como mucho,
unas molduras para separar plantas o enmarcar puertas y ventanas. La forma dominante
en las edificaciones rococó era la circular y siempre que era posible, rodeado de un jardín
o un inmerso parque natural.
El aspecto más destacable de los interiores rococós es la distribución interna. Los edificios
tienen estancias especializadas para cada función y una distribución muy cómoda. Las
habitaciones se diseñan como un conjunto que, con una marcada funcionalidad, combinan
la ornamentación, colores y mobiliario.
En arquitectura: se sustituye el ladrillo por la piedra, distribución y decoración de interiores;
inundándolos de luz, color, elegancia y movimientos ondulantes; determinado por la
especificación de los fines y las funciones del edificio.
Los adornos que, representando falsas rocas, adheríanse a la arquitectura de las grutas y
las cascadas, llamados rocallas, fueron el principal elemento nuevo, introducido para
sustituir el rígido sistema de los órdenes clásicos, para evocar en la arquitectura el frescor
y la alegría de lo primitivo y lo campestre. Los palacios son los primeros en adoptar como
elementos básicos caprichosos recuadros, columnas esculpidas, conchas, etc.
La arquitectura también se caracteriza por una decoración abundante a base de líneas
irregulares y onduladas, curvas y contra-curvas y motivos chinescos; destaca la
decoración de interiores.
En Alemania, el Rococó renueva el barroco bajo el impulso de los príncipes, especialmente
en Prusia con Federico II, y alcanza formas exuberantes, tanto en las iglesias de
peregrinación como en los palacios. Por ejemplo, Die Wies (Wies Kirche), una obra de
Zimmermann en Bavaria. Ahí son particularmente notables el uso de las arcadas para
asegurar la transición hacia la bóveda pintada y los efectos de luz.
Arquitectos
Jacques Gabriel es el arquitecto francés que mejor encarna este estilo. En los exteriores
es un arquitecto neoclásico, mientras en los interiores desborda por su gracia y delicadeza
inventiva. Obras suyas son el Petit Trianon deVersalles y el Hotel Biron de Paris.
En 1734 Gabriel sustituyó a su padre, quien a su vez había sustituido a Robert de Cotte,
como arquitecto del Palacio de Versalles. En el año 1735 se convirtió en arquitecto de
primera clase de la Academia Real de Arquitectura. En 1742, tras la muerte de su padre,
fue nombrado Primer Arquitecto de Luis XV, el cual depositó en él toda su confianza.
Creó la decoración versallesca de los años 1730-1760. Esta decoración se caracterizó por
los frisos blancos realizados con oro, dispuestos en cuadros estrechos ocupando toda la
altura del zócalo.

J. Gabriel: Petit Trianon de Versalles

Filippo Juvarra o Juvara: Arquitecto italiano, el más importante del Rococó temprano. Sus
espacios buscaron más la luminosidad y la sofisticación grandilocuentes —inspiradas en la
elegancia clásica— que la exuberancia dramática de sus predecesores romanos del
periodo clásico. Sus obras más importantes se encuentran en Turín, ciudad donde trabajó
durante más de veinte años, coincidiendo con su etapa más productiva. Allí edificó
innumerables iglesias, palacios, casas de campo y pabellones de caza, aparte de trabajar
como diseñador de muebles y otros objetos decorativos. Las dos obras fundamentales de
Juvara son la iglesia-monasterio de Superga (1717-1731), cerca de Turín, y el palacio real
de Stupinigi (1729-1733).

Juvara: Palacio real de Stupinigi

El rococó en España se inicia durante el reinado de Felipe V (1700-1746), favorecido por


el estilo churrigueresco, que había llevado al barroco al recargamiento ornamental. Su
influjo fue limitado, ya que fueron muy pocos los contactos que España mantuvo con el
rococó europeo y especialmente con Francia y Alemania.

Palacio del Marqués de dos Aguas de Hipólito Rovira.


Escultura
Pocas son las esculturas que pueden calificarse de Rococó, ya que son una evolución del
Barroco o una mezcla de Neoclasicismo y Barroco. En el terreno escultórico, el gusto por
los objetos pequeños, refinados, expresan mejor que las obras monumentales el gusto
Rococó, que tiene una gran valoración de las llamadas artes menores (porcelanas, espejos,
vidrio, cerámicas, muebles...).
A lo largo del siglo XVIII perdura un cierto deseo de magnificencia en los monumentos
sepulcrales y en las estatuas conmemorativas, que contrasta con el agudo intimismo del
retrato. Las figuras más significativas son: Bouchardon, Pigalle y Falconet.
Bouchardon (1698-1762): visita Roma y ejecuta copias de esculturas antiguas, de las
cuales aprende los presupuestos fundamentales del Clasicismo.
En 1739, los regidores de Paris le encargan una fuente, la fuente de Grenelles en una
monumental arquitectura, la villa de Paris, vestida a la antigua, donde realiza una
composición piramidal.

• Las esculturas seguían representando temas religiosos y mitológicos, retratos,


etc., como en el barroco, aunque se intentaba dotarlas de gracia y delicadeza.
• En España, destaca Francisco Salzillo. Sus figuras se caracterizan por el
movimiento, el color y el realismo.
Escultores
Pigalle (1714-1785): es un escultor de corte al servicio de madame Pompadour. Su gusto
teatral queda manifestado en el Mausoleo del mariscal D´Harourt. El tema infantil fue
también uno de sus favoritos, además tenía la ventaja de que se adaptaba a la escultura
de salón de pequeño tamaño, muy adecuada a los nuevos espacios. Pigalle pronto se
vinculó a esta moda e hizo numerosas figuras de niños jugando con objetos diversos.
Etienne Maurice Falconet (1716-1791): artista también protegido por madame
Pompadour, Falconet se abrió pronto camino entre los escultores reales. Sus figuras
menudas con mujeres casi niñas y composiciones refinadas y sensuales consiguieron un
enorme éxito. Fue nombrado en 1757 director del taller de escultura de Sévres, realizó
numerosos modelos, lo cual contribuyó a la difusión de su estilo. Fue elegido por Catalina
II de Rusia, gracias a la recomendación de Diderot para alzar la estatua ecuestre de Pedro
el Grande, en San Petesburgo, anticipando ya el gusto neoclásico de la segunda mitad del
siglo.
“El fin más digno de la escultura desde el punto de vista moral es perpetuar el recuerdo de
los hombres ilustres y ofrecer modelos de virtud”. Etienne Maurice Falconet
La Bañista: Etienne Maurice Falconet

La Bañista: La ninfa femenina y grácil de cuerpo alargado. Falconet, realizó en 1757 una
muy refinada composición de la amante del rey Luis XV; una obra llena de sensibilidad y
elegancia. El cuerpo femenino, grácil y alargado, con los hombros caídos y el pecho
menudo, es una constante del arte de Falconet. El original es una estatuilla de mármol
blanco, de 80 cms. de alto

El Caballero de Bronce Étienne Maurice Falconet

El bloque sobre el que se yergue la estatua es conocido como Piedra de Trueno, y se dice
que es la roca más grande que ha movido el hombre. En efecto, la roca no solo es enorme,
sino que fue transportada seis kilómetros hasta la costa del Golfo de Finlandia sólo por la
fuerza del hombre, sin animales ni máquinas.
Se yergue todavía en la orilla del Neva. El efecto causado por la estatua es tan original
como grandioso: la escultura no descansa sobre un pedestal arquitectónico, sino que el
caballo se encabrita sobre la roca granítica; el Zar carece de espada; su figura altiva, que
parece designar con la mano la nueva capital y marcar un camino a su pueblo, no evoca al
guerrero, sino al legislador y al civilizador
Escultura Alemana
En Alemania, como en Europa central, no es fácil separar arquitectura y escultura, incluso
podría afirmarse que el Rococó peculiar que reelabora la tradición italiana y la influencia
francesa, se dan formas graciosas, juegos de luz y estucos que se integran en iglesias y
palacios –escaleras, jardines y parques, figuras alegóricas, etc.
Quizá lo más destacado es la riqueza inventiva, que lleva, especialmente los altares de las
iglesias, a un “nuevo manierismo” de figuras gráciles y elegantes. Los retablos austriacos y
bávaros continúan la escenografía barroca heredada de Bernini, pero su fantasía lumínica
es totalmente nueva.
Es importante mencionar la importancia de la keinplastik (escultura pequeña) en porcelana.
A partir de 1710, la fábrica de Meissen alcanzó gran fama por los objetos que imitaban la
cerámica oriental. Pronto surgieron otras fábricas que crearon su propio estilo variando
motivos, formas y colores.

Ignaz Günther: Tobías y el ángel

Escultura en España
En España persiste la tradición escultórica con su material predilecto: la madera,
específicamente de tipo religioso, donde destaca la imaginería y retablos.
El beso de Judas Francisco Salzillo

Pintura
El Rococó se define por el gusto por los colores luminosos, suaves y claros. Predominan
las formas inspiradas en la naturaleza, en la mitología, en la belleza de los cuerpos
desnudos, en el arte oriental y especialmente en los temas galantes y amorosos. Se
abandonan los grandes temas y los grandes formatos, prefiriéndose lo íntimo y lo pequeño.
Abundan los temas que aluden a la vida cotidiana, a lo placentero y lo galante
(redescubrimiento de la naturaleza, de la vida campestre y amable...).
• Se representan temas agradables (fiestas cortesanas, escenas mitológicas y
amorosas.
• Predominan los colores suaves. Se utiliza la técnica del pastel y la acuarela.
• Entre los pintores, destaca el francés Fragonard

FRANCIA. Un ambiente refinado, galante, picaresco y sensual invade la pintura de


caballete, con una temática basada en la realidad cortesana, interpretando la mitología de
modo sugerente y con una fuerte carga erótica.
Características
• Frivolidad
Como tema predilecto, las fiestas galantes. El desnudo hermoso y el amor liviano.
• Refinamiento
Como técnica favorita, el pastel, suave y aterciopelado y de tonos tenues que se
repiten también en los vestidos.
• Recién se emplea el blanco como color propio (paralelamente a la costumbre del
rococó de empolvarse la cara y la peluca, los caballeros y las damas).
Antoine Watteau es el representante más exquisito, cantor de la vida alegre de la corte
francesa, con escenas de cortejo amoroso y diversiones. Es el creador de las fiestas
galantes, inspirándose en la comedia italiana.
Por otro lado, busca el contacto con la naturaleza (paisajes) y personajes con ricas telas,
donde todo es muy colorista. Su obra más representativa es Embarque para Citerea. Otras
son Gilles, Los placeres del baile.
La obra pictórica de Watteau es una pintura que quiere seducir representando escenas
atrevidas, Watteau inventa un género nuevo en el que la comedia se desarrolla en la
naturaleza y se mezcla con ella, mientras que se borra la distinción entre el espectáculo
teatral y la ceremonia mundana. La invención supera aquí a la imitación; la composición
parece guiada por el sueño o el recuerdo. Cuando sitúa a sus actores y enamorados bajo
los árboles.
Watteau es el primer representante del estilo Rococó y del género galante, que llevó a las
más altas cotas de refinamiento el color (aplicado con pincelada fácil y expresiva) y el dibujo,
actividad en la que dio lo más fascinante de su producción.
François Boucher
(1703-1770) Favorito de Madame Pompadour. Frívolo, superficial con paisajes
escenográficos, desarrolla un arte rico al margen de las exigencias institucionales (la
academia).

El tocado de Venus François Boucher

François Boucher: marca la transición entre los dos máximos representantes del rococó:
Watteou y Fragonard.

F. Boucher, La marquesa de Pompadour,


Jean Honoré Fragonard (1732-1806). Corresponde al último período, pincelada fina y
atrevida. Es un artista versátil, sólidamente preparado y con dotes excepcionales para el
dibujo y el color. El amor a la naturaleza, el paisaje y el intimismo con carácter de juego o
diversión, así como la pincelada rápida y cremosa, es su característica principal.
Sus composiciones, son de gusto teatral, el paisaje y el juego galante, adquieren valores
plásticos de gran categoría.

El columpio Jean Honoré Fragonard

Inglaterra
El recuerdo de Van Dyck, pintor en la corte de Carlos I, no había servido de precedente ni
creado escuela. Tampoco existía una escuela de paisajistas autóctonos. En la segunda
mitad del siglo XVIII, se produce la búsqueda de un arte original a partir del retrato y del
paisaje, este proceso fue apoyado por la sociedad, que sentó las bases de su peculiar
refinamiento y constituirá una de las fuentes de inspiración fundamentales del arte del siglo
XIX.
Willlam Hogarth (1697-1764) Retratos muy humanos. También es grabador, caricaturista,
es el maestro de la sátira social y de la política en contacto directo con la literatura del
momento.
El acercamiento a la vida cotidiana a través de la pintura de género fue el objetivo principal
de la obra de Hogarth, juntamente con sus retratos, ámbito en el cual conseguirá
espléndidas creaciones.
Ningún otro artista ha descrito la vida social y política inglesa del siglo XVIII con la agudeza
de visión, la mordacidad y su espíritu crítico En Hogarth, lo verdadero se expresa en el
inconformismo de su estilo, en una postura poco pretenciosa que relega toda necesidad de
representación tras la reproducción insobornable de lo observado.
Hogarth empleaba la ironía para condenar los vicios aristocráticos y políticos de la época,
las imágenes en un primer momento pintadas y posteriormente difundidas, en forma de
grabado, se suceden como instantes teatralizados: narran el destino de los personajes,
desde los placeres de los inicios hasta la decadencia final. A una serie de pinturas al estilo
de los cómics se les llamaba «costumbres morales modernas».
En 1743 acabó los seis lienzos titulados “Matrimonio a la moda”; en 1745 se publicaron los
grabados basados en dicha serie. La sátira brillante que hace de las bodas por dinero, los
detalles mordaces de la vida de la clase alta y la maestría en la complejidad de las escenas
encuentran su máxima expresión en esta serie, considerada su obra maestra.
Sus cuadros, en efecto, parecen una representación muda en la que todos los personajes
tuvieran señalado su papel, manifestando claramente su sentido por medio de los
ademanes y el empleo adecuado de la escenografía. Hogarth comparó este nuevo tipo de
cuadro con el arte del dramaturgo y del director de escena.
Sir Joshua Reynolds (1723-1791) Famoso como retratista social. Es el prototipo del artista
culto que viaja por Italia y admira el renacimiento y a algunos pintores barrocos. Su técnica
se hace evidente en lienzos de color claro con imprimación blanca o gris.
Tras realizar una serie de dibujos preliminares, centraba la cabeza del personaje con una
mancha de pintura blanca y trazaba los rasgos más acentuados con laca, blanco y negro.
En sucesivas sesiones, disponía los tonos cálidos de carne aplicando colores opacos y
veladuras.
Tras concluir los rostros, un ayudante del taller llevaba a cabo las telas teniendo como
modelo un maniquí; un segundo operario se encargaba del paisaje y el propio Reynolds
daba las luces y el toque final.

J. Reynolds, El niño de Hare

Italia
Aunque en el siglo XVIII pierde su papel protagonista frente a Francia, Italia sigue contando
con figuras de gran peso e importancia.
En Venecia destaca la figura de Tiépolo (1696-1770). Su arte es muy personal, aunque se
inspira en la tradición renacentista y barroca (Veronés) aportando nuevos ángulos ópticos,
en escorzo de planos en declive, nuevamente los personajes se asoman a la tierra en
actitudes teatrales.
El arte de Tiepolo se centró principalmente en la creación de grandes frescos y pinturas al
óleo sobre techos y paredes diseñados en armonía y consonancia con el ornato y
decoración de la arquitectura rococó imperante en aquel momento. En ellos representará
convincentes escenas cotidianas así como visionarios y místicos temas bíblicos y
mitológicos, el resto son inevitables. La composición es dramática, la línea fluida y elegante,
el color luminoso y delicado y el tratamiento de la luz sumamente atmosférico. La
luminosidad y plasticidad de su estilo, junto con el agradable colorido de tonos pastel que
utiliza en sus obras, siguieron siendo populares incluso después de que los arquitectos
comenzaran a levantar edificios en un estilo mucho más austero y severo como fue el
neoclasicismo.

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