JUNTA DE HERMANOS DE SANGRE

UN ENSAYO DE ANALISIS DEL NGUILLATUN

A TRAVES DE TIEMPO Y ESPACIO DESDE UNA VISION HUINCA

Isabel Pereda - Elena Perrotta

 J UNTA DE HERMANOS DE SANGRE

UN ENSAYO DE ANALISIS DEL NGUILLATUN A TRAVES DE TIEMPO Y ESPACIO

DESDE UNA VISION HUINCA

Isabel Pereda - Elena Perrotta

.REALIZADO POR
PAPERS
Dirección:
MONICA AGUERRONDO
Diseñó para Papers:
MARIANA SADAKI Y KARINA
Impreso .en Chile por:
Morgan Internacional

© Pereda y Perrotta

Julio de 1994

Buenos Aires - Argentina

ISBN
1
sabel Pereda y Elena Perrotta, con su amplia
trayectoria en la arqueología argentina, pre-
sentan en esta obra el resultado de casi
veinte años de investigación en el noroeste
patagónico sobre el Nguillatun. Consustanciadas
con el paisaje largamente recorrido, conocedoras
de la historia pasada y reciente, entregan aquí
esta obra: Junta de Hermanos de Sangre.
Las autoras han participado en repetidas oportu-
nidades en esta ceremonia, habitualmente vedada
a los extraños y ligada a los aspectos más caros a
la identidad araucana. En el transcurso de esos
años relevaron nueve camarucos ciñéndose a una
estricta metodología antropológica logrando
rescatar un valioso material gráfico y sonoro. Esta
es la base sobre la que se proyecta este libro y
que las autoras analizan minuciosamente hasta
lograr una acabada imagen del nguillatun o
camaruco.
La S.A.A. se complace en participar de esta edi-
ción poniendo al alcance de los especialistas y de
los interesados el resultado de una investigación
científica que actualiza el conocimiento de esta
ceremonia fundamental para el pueblo araucano.

SOCIEDAD
ARGENTINA DE
ANTROPOLOGIA
1 NDICE

0 INTRODUCCION
Origen y objetivos del trabajo

IJ PRIMERA PARTE
La fiesta de la rogativa mapuche en Chile
Antecedentes
Síntesis de la ceremonia
Cosmovisión del mundo mapuche
Documentación bibliográfica obtenida para veintiún ceremonias
Cuadros y gráficos
Comentarios

0 SEGUNDA PARTE
La fiesta de la rogativa mapuche en la República Argentina
Antecedentes
Análisis de la ceremonia
Características que adquiere la cosmovisión mapuche al insertarse al
Este de la Cordillera de los Andes
El baile dellonkomeo
EI coro dé mujeres: taiel y kempéñ
Documentación bibliográfica obtenidapara.treinta y dos ceremonias
Cuadros y Gráficos
Comentarios
11 TERCERA PARTE
Relato detallado de nueve ceremonias
Introducción. Relato
Cuadro 111: Resumen
Simílitudes y diferencias
Cuadros y Griificos D
Cuadro IV
Comparación de las ceremonias de Argentina y Chile
Conclusiones. Mapas 27

El CUARTA PARTE
Aproximación al canto ritual mapuche (María Mendizabal)
Marco etnomusicológico
Canto ritual mapuche

11 QUINTA PARTE
Agradecimientos
Lista de informantes
Glosario
Bibliografía
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A PROXIMACION AL CANTO RITUAL MAPUCHE

POR MARIA MENDIZABAL

Marco etnomusicológico

e anta ritual mapuche

 Marco etnomusico/ógico
l propósito de este trabajo es esbozar una cla-
E sificación y una caracterización del canto ri-
tual mapuche y, a su vez, mostrar que el canto
sagrado del taiel conforma, tanto por su simbolis-
mo como por su praxis, un verdadero factor de
identidad cultural en la etnía mapuche.
• Marco etnomusicológico del trabajo
La tarea de investigación ha sido desarrollada con
la Agrupación Millaqueo asentada en Los Alaza-
nes, Ojo de Agua y Chacay, lugares sitos aproxi-
madamente a km. al N.O. de Zapala, sobre la
ruta nacional Nº y que corresponden al Dpto.
Picunches, Pcia. del Neuquén. El trabajo versa so-
bre lo estudiado con el grupo referencia y su
aplicación es relativa a otras Agrupaciones mapu-
che pues hay generalmente mayores o menores
diferencias.
La metodología utilizada es la propia del trabajo
etnomusicológico y se ha estructurado una rela-
UN ENSAYO DE ANALISIS DEL NGUILLATUN A TRAVES DE TIEMPO Y ESPACIO DESDE UNA VISION HUINCA
del trabajo Canto ritual MAPUCHE
ción investigador-nativo en la cual el primero es
el discípulo y el segundo su maestro 1• He tratado
de establecer así, las pautas que los nativos tie-
nen respecto de su propia concepción del mundo
musical y lo que intento aquí es una transcripción
transcultural del mismo.
143
• Canto ritual mapuche
La principal actividad económica del grupo Milla-
queo es la cría de hacienda ovina, caprina y equi-
na y, en menor grado, vacuna. Para ello los
crianceros acceden a tierras fiscales por conve-
nio con la Dirección de Tierras de la Peía. del
Neuquén. La finalidad de la cría es el consumo
familiar y sólo la lana es comercializada.
En el mes de noviembre comienzan los arreos de
las tropas hacia los campos de la cordillera. Algu-
nas de las familias de la Agrupación Millaqueo
hacen veranada en la Pampa de Lonco Luan,
Dpto. Aluminé. En ese lugar convergen unos
 APROXIMACION AL CANTO RITUAL MAPUCHE

veinte crianceros procedentes de diferentes pun- ferentes especies de expresiones vocales propias
tos de la provincia del Neuquén, a veces muy dis- de las distintas instancias de las ceremonias.
tantes. El retorno a los campos de invernada se El género vocal de carácter sagrado (taiet) inclu-
produce en abril. ye tres especies de manifestaciones. La primera
Este tipo de explotación ganadera -común en la de ellas se denomina kempéñ y es la que las
zona y no privativa de los indígenas- hace que la cantoras entonan al bailar los purrufe el lonko-
vida se desarrolle en dos medios ambientales di- meo durante el Nguillatun o Nguellipun, en
ferentes, uno cordillerano (S.O. bosque de pe- tanto el kultrunero desarrolla los cinco ritmos
huén abierto, asociado a vegetación arbustiva y correspondientes a cada uno de los cinco tiem-
pastizal) y otro precordillerano (Centro, estepa pos de la danza en forma sucesiva. En la literatu-
arbustiva herbácea degradada). En algunos casos ra etnomusicológica se asocia generalmente esta
cuando llega el momento del traslado a la cordi- . expresión vocal con el sistema patrilineaP, donde
llera, las familias se mudan completas y, en cada linaje se vincula con cierto elemento natural
otros, sólo lo hacen algunos miembros del grupo (animal, vegetal, mineral o fenómeno atmosféri-
familiar. co) del que toma su nombre y con el cual man-
Las distintas instancias del trabajo ganadero en tiene una relación mística. Además los miembros
144 sendos ámbitos implican la realización de rituales de un mismo linaje poseen un alma compartida
comunitarios o familiares vinculados con la pro- no sólo con los vivos sino también con los ante-
piciación de algunos de los pasos del ciclo pro- pasados de su línea de descendencia4 La relación
ductivo anual2. Y, precisamente, la ejecución ri- del kempéñ con el sistema de linajes, se explica
tual asociada a la ganadería, es la que da contex- en que precisamente a través del canto se hace
to a la interpretación del canto sagrado o taiel patente la vinculación del individuo cuyo kem-
El repertorio voca'l mapuche comprende dos péñ está siendo entonado -durante el baile de
grupos de manifestaciones claramente delimita- lonkomeo- con los miembros de su linaje. El li-
das por los nativos: el taiel, que constituye el naje, a su vez, se identifica con el kempéñ, es
nero sagrado y el ül-kantun, el género profano. decir que con el término kempéñ, se designa
Al ül-kantun no me referiré en este escrito. tanto a la expresión cantada como al linaje pro-
La acción de cantar taiel es la que está implícita piamente dicho. Conceptualmente, el fenómeno
en el neologismo "taielquear" utilizado con mu- del kempéñ es de difícil aprehensión por parte
chísima frecuencia. Las mujeres, las únicas canto- del blanco, pues es de naturaleza politética. El
ras rituales, taietquean, es decir que entonan di- kempéñ, como identificación de un linaje, suena,

JUNTA DE HERMANOS DE SANGRE

 Canto
se canta y de esta manera, éste se actualiza, se
hace patente5.
Vemos así cómo las expresiones cantadas deno-
minadas kempéñ no pueden entenderse desde la
simple perspectiva de constituir un repertorio
musical, sino que la comprensión global sólo se
logra a través de una lógica mapuche de alto
contenido simbólico.
Evidencias de la vigencia del sistema de linajes de
herencia paterna fueron detectadas por Caro] Ro-
bertson-De Carbo 0976 y 1979) en la Agrupación
Ancatruz de Zaina Yegua, Neuquén6. Por el con-
trario, en la Agupación Millaqueo no he recogido
datos que verifiquen el actual funcionamiento del
patrilinaje. Los varones son los únicos poseedores
de kempéñ (en Ancatruz lo tienen también todas
las mujeres) con la excepción de las dos niñas
que se constituyen como llancán en el Nguilla-
tun. Ellos no heredan naturalmente al nacer el
kempéñ de su padre -salvo excepciones-, no
obstante lo cual, cada bailarín de lonkomeo de-
be tener un kempéñ para que las mujeres le
taielqueen durante su danza en el Nguillatun.
Los cinco integrantes de las cuadrillas de lonko-
meo, generalmente pertenecen a la misma familia
lo que, en algunos casos, implica que posean el
mismo kempéñ (como ocurre en ocasión de te-
ner vigencia el sistema patrilineal). Pero en otros,
aún siendo parientes entre sí, el kempéñ difiere
de uno a otro bailarín. Generalmente desde niños
comienzan a bailar lonkomeo y la primera vez
UN ENSAYO DE ANALISIS DEL NGUILLATUN A TRAVES DE TIEMPO Y ESPACIO DESDE UNA VISION HUINCA
ritual MAPUCHE
que participan del baile, la "dueña" de la cuadri-
lla correspondiente debe asignarles su kempéñ,
el cual conservarán para toda la vida.
Ahora bien, veamos de qué manera las entu-
taielfe o "veteranas" (las mujeres reconocidas so-
cialmente como conocedoras y avezadas en el
canto del taiel), producen los kempéñ, es decir
los plasman en una expresión cantada. En la ac-
tualidad todos los mapuche poseen nombre y
apellido a la manera occidental, pero antigua-
mente los linajes se identificaban con el cheguei
(7) que hoy perdura en algunos apellidos: Na-
muncurá, Calfuqueo, Painenao, Millaqueo, Mari-
pil, etc. A partir de ciertos términos constitutivos
de esos cheguei, se establecía el nombre de los
kempéñ correspondientes: para Namuncurá, ku-
rá taiel; para Calfuqueo, callfü huenu taiel; pa- 145
ra Painenao, painé huenu taiel. (Nótese aquí
que el término "taiel" está incorporado al nom-
bre de cada kempéñ, lo que da cuenta de que
este último se concibe como especie del género
vocal denominado taiel. Como ya dije, el kem-
péñ siempre suena. Los textos propios ele cada
kempéñ se conformaban de estilizaciones -efec-
tuadas verbalmente- o apócopes de los términos
aludidos. A propósito de este tema cito a Lucía
Golluscio (1984:107):
"el largo proceso de transniísión oral [estos
kempéñ son cantos muy antiguos transmíti-
dos de generación en generación] puede haber
provocado un desgaste en las palabras que
 APROXIMACION Al CANTO RITUAL MAPUCHE
han quedado muchas veces apocopadas o re-
ducidas a sonidos sin significado".
Destaco también que en sus nombres, estos kem-
péñ hacen referencia a un elemento natural, tal
como mencioné que ocurre con el sistema de li-
najes. (Kurá: piedra; callfü huenu: cielo azul;
painé huenu: cielo tornasolado).
En mi trabajo con veteranas de la Agrupación Mi-
llaqueo, detecté que a falta de transmisión patrili-
neal para el kempéñ y a falta de cheguei, las
mujeres recurren al nombre o al apellido del mu-
chacho al cual deben asignarle un kempéñ. A
igual que ocurría en el caso anterior con el che-
guei, aplican al nombre o al apellido en cuestión
mecanismos de apócope o de estilización -estos
últimos mediante verdaderos juegos derivaciona-
146 les- hasta que concluyen en un determinado
kempéñ, pero que ya no tiene nada que ver con
un elemento natural.
Veamos. Doña Amalia Puel de Millaqueo, ante
una consulta efectuada por mí en el campo, deri-
vó del nombre ]osé, el kempéñ ekeikemá taiel;
del apellido Zuñiga, ellello callfü taiel; del nom-
bre Manuel, maikullé taiel. Como se verá en es-
tos casos, ekeikemá, ellello y maikullé, no
constituyen denominaciones que aludan a ele-
mentos naturales sino que son series de sonidos
sin significado. Amalia estilizó verbalmente y en
voz alta los nombres o apellidos propuestos por
mí, hasta que concluyó en estos kempéñ.
Doña Hortensia Felipín de Romero a partir del
JUNTA DE HERMANOS DE SANGRE
nombre Marcelo, concluyó en maikullé taiel; del
nombre Carlos, derivó ka pillé willé yakaiá
taiel; del apellido Acuña, akú taiel. Ella recurrió
al apócope para arribar a los kempéñ: de Marce-
lo, ma; de Carlos, ka; de Acuña, akú.
Desde el punto de vista textual, estos kempéñ
(como primera especie de taiel) poseen la si-
guiente estructura: una primera parte llamada
propiamente kempéñ y una segunda calificada
como "puro taiel nomás". La primera se confor-
ma con una serie de sonidos sin significado o
bien con apócopes del nombre del kempéñ (que
resulta ininteligible hasta para los propios mapu-
che), en tanto que la segunda puede incluir ex-
presiones acabadas, mención de deidades y pue-
de tropar el kempéñ pertinente.
En lo melódico y rítmico el kempéñ se caracteri-
za por la absoluta libertad en cuanto a las varia-
ciones de los esquemas presentados en el trans-
curso de su ejecución. A tal punto que no existe,
desde una perspectiva ética (ver Pike, 1968), un
kempéñ igual a otro, aún cuando se denomine
de la misma manera y aunque sea cantado por la
misma intérprete. Aclaro que el taiel en general,
puede ser entonado por una sola mujer o por va-
rias simultáneamente. En este último caso, cada
una superpone a la otra su propia versión del
taiel en cuestión.
Como cada cuadrilla de lonkomeo tiene una
"dueña", o sea, una veterana conocedora de los
kempéñ de quienes la integran, ella es la encar-
 Canto
gada de liderar vocalmente al coro durante la
danza. Por lo general la "dueña" canta en registro
verdaderamente grave de contralto y con matiz
más fuerte que el resto de las cantoras. Las otras
superponen, como ya dije, su propia versión sin
establecer relación armónica o imitativa alguna
con la primera. La tendencia melódica es descen-
dente sobre tres, cuatro o cinco sonidos y el coro
de taiel realiza una heterofonía 8 a la que se suma
la percusión del kultrun que es simultánea al
canto.
Para resumir, esta primera especie de taiCI es el
kempéñ de personas que se canta durante el
lonkomeo en el Nguillatun. Hay en ella una
distinción entre aquellos kempéñ que provienen
a la manera antigua (y tradicional) del cheguei y
los que proceden del nombre o apellido la
persona. En los primeros, el kempéñ deriva en
una denominación que lo asocia a un elemento
natural (painé huenu taiel, callfü huenu taiCI),
en tanto que en los segundos, se plasma en una
serie de sonidos sin significado (maillello taiel,
maikullé taiel).
El kempéñ para personas es un fenómeno que
parece permitir a la etnía mapuche actualizar su
sentimiento de identidad. Si bien la tradición pa-
trilineal en cuanto a los linajes no tiene vigencia
en la Agrupación Míllaqueo, hemos visto más
arriba que el kempéñ sigue siendo necesario.
Los bailarines de lonkomeo destacan la impor-
tancia que para ellos posee el hecho de que las
UN ENSAYO DE ANALISIS DEL NGUILLATUN A TRAVES DE TIEMPO Y ESPACIO DESDE UNA VISIOM HUINCA
ritual MAPUCHE
mujeres taielqueen su kempéñ durante el baile.
No resulta algo decorativo, sino, por el contrario,
realmente fundamental para ellos. Y es común
también presenciar de qué manera los ancianos
se emocionan al oír su propio kempéñ entonado
por el coro femenino. Lo que a su vez es impor-
tante tener en cuenta, es que aún para los pro-
pios mapuche los textos del taiCI resultan ininte-
ligibles, lo cual no impide que pueda llegar a to-
car en ellos verdaderos sentimientos de pertenen-
cia, es decir de identidad personal y étnica.
Por otra parte, el hecho de que las mujeres espe-
cialistas en taiCI hayan transformado un antiguo
procedimiento de plasmación del kempéñ (como
linaje) en una expresión cantada, adaptándolo a
la actual realidad de ausencia de cheguei y de
sistema patrilineal, es otro de los recursos que 147
con habilidad el pueblo mapuche ha logrado im-
plementar para mantenerse con identidad a través
del tiempo. Más allá de las transformaciones que
ha vivido, debido al choque con la sociedad occi-
dental -que resulta militar y políticamente vence-
dora-, el pueblo mapuche consiguió elaborar sus
estrategias sociales de supervivencia. Entre ellas
está, precisamente, la praxis del kempéñ, que
puede conservarse vigorosamente gracias a la ex-
cl usiva transmisión femenina y a su naturaleza
simbólica y sagrada vedada al blanco (Foto Nº
14).
La segunda especie de taiel también se denomina
kempéñ, pero se trata de expresiones cantadas a
 APROXIMACJON AL CANTO RITUAL MAPUCHE
animales en lugar de a personas. Los animales a
los que se dirije son los que son objeto de cría y
consumo por parte de los mapuche precordillera-
nos: vacunos, caprinos, yeguarizos, ovinos y aves
de corral. A ellos corresponden los siguientes
kempéñ: waká taiel, kaprá taiel, kawell taiel,
ufisha taiel y pió taiel, denominados en forma
genérica como kulliñ taiel (taiel de animales).9
Anteriormente me referí a que la actividad econó-
mica preponderante del grupo es la ganadería con
sentido de autoconsumo. Mencioné también que
las diferentes instancias del año ganadero son mo-
tivo para el ritual y que, en ocasión de señalar la
hacienda antes de partir hacia la veranada, se rea-
liza uno de tipo colectivo; otro, de tipo familiar, se
ejecuta al arribar a la cordillera con la tropa. Estos
148 dos rituales tienen prácticamente las mismas ca-
racterísticas pero la diferencia radica en que en la
señalada -a igual que en el Nguillatun se persi-
gue un objetivo social además del religioso.
En oportunidad de señalar, la familia cuya hacien-
da va a ser marcada convoca a parientes y ami-
gos que colaborarán en el trabajo y que son con-
vidados con un asado. La dueña de casa es espe-
cialmente cuidadosa en que cada uno de los invi-
tados se sienta bien atendido. La jornada de la se-
ñalada comienza con una rogativa efectuada a la
mañana temprano con la salida del sol. Allí, hom-
bres y mujeres se disponen en hilera mirando ha-
cia el Este y delante de· ellos se colocan objetos
rituales: una olla con mudai (bebida a base de
JUNTA DE HERMANOS DE SANGRE
maíz y piñones machacados mezclados con
agua), pasto tierno (kallui cachu), yerba y pie-
dras bezoares (kurá kulliñ). Se comienza con la
realización de dos Nguellípun (ruegos) con asper-
siones de yerba. Los hombres y las mujeres que
participan del ruego tienen sus "dueños" que a<:-
túan como líderes vocales y rituales. Dos niñas se
desempeñan como asistentes de los participantes
entregando a cada uno pasto y un recipiente con
mudai para asperjar y, luego yerba con igual
propósito.
Una vez finalizado el Nguellipun, los anímales a
señalar son arreados por delante de los partici-
pantes del ritual, donde son detenidos. Entonces,
en rigurosa hilera encabezada por las mujeres, la
gente da una vuelta alrededor de ellos, en senti-
do opuesto a las agujas del reloj y echan yerba
sobre sus lomos. Luego regresan a su sitio origi-
nal para dar otra vuelta alrededor de los elemen-
tos rituales.
Durante la señalada, se canta el waká taiel
(kempéñ de la vaca) en el momento de carnear
al vacuno que se ofrecerá asado a la concurren-
cia, y en los corrales, ya comenzada la tarea de
señalar, se canta ufisha taiel, kaprá taiel, ka-
well taiel y waká taiel (kempéñ de la oveja, ca-
bra, caballo y vaca, respectivamente). Con esto
termina la actividad ritual de la jornada.
El ritual que se efectúa en la cordillera al arribar a
la veranada, es de carácter familiar y no se con-
voca a vecinos ni parientes. Simplemente la fami-
 Canto
lía dueña de la hacienda lo lleva a cabo en su co-
rral. Su esquema es similar al de la señalada: al
amanecer se realizan dos rogativas con aspersio-
nes de mudai y otras dos con yerba. Luego, en
medio de Jos animales encerrados en el corral, se
"nguellipuquea" ruega) mirando hacia el Es-
te y se asperja sobre el lomo de los anímales. Al
finalizar las aspersiones se suma el gesto: levan-
tan los brazos y, por cuatro veces, Jos contraen y
Jos extienden nuevamente, mientras continúan
rogando. De esta manera termina el ritual y los
anímales son dejados en libertad. Aquí no se can-
ta el kempéñ de animales.
Otra ocasión para el kempéñ de animales es el
Nguillatun, del que no hablaré aquí pues Isabel
Pereda y Elena Perrotta ya Jo hacen largamente.
En el trabajo de las autoras mencionadas vemos
que en este ritual encontramos la interpretación
los kulliñ taiel en diferentes momentos de la
ceremonia (ver Cuadro B y Gráficos Bl, B2P y
B3P) y es notable la frecuentísima ejecución del
kawell taiel: al ensillar y desensillar los caballos,
al pintarlos con colores sagrados y al cortarles las
orejas 1º. Agrego aquí que los caballos de los pi-
wichén presiden simbólicamente la ceremonia,
pues son ubicados delante del espacio ritual mi-
rando hacia el Este durante los tres días por los
que aquella se prolonga.
No es casual a mi juicio que el caballo sea toma-
do como símbolo de poder en el grado que pare-
ce serlo. Pensemos que históricamente los mapu-
UN ENSAYO DE ANALISIS DEL NGUILLATUN A TRAVES DE TIEMPO Y ESPACIO DESDE UNA VISION HUINCA
ritual MAPUCHE.
che han encontrado en el yeguarizo un medio de
movilidad importantísimo y que les ha facilitado
enormemente su desenvolvimiento confiriéndoles
un verdadero poderío guerrero y ganadero.
En la Agrupación Millaqueo, Doña Hortensia Feli-
pín de Romero, veterana muy prestigiosa por su
conocimiento ritual y de la religión de los anti-
guos, incluyó al luán taiel y al choique taiel
(guanaco y avestruz respectivamente) dentro de
esta misma categoría de kempéñ de animales. El
luán y el choique eran las especies autóctonas
que, antes de la incorporación de las europeas,
constituían el príncipal alimento de los mapuche.
Lo interesante al respecto es que, por más que en
la actualidad no haya ocasión para el canto del
kempéñ del luán ni del choique, la tradición ma-
puche es consciente de su antecedente. 149
Hemos señalado en párrafos anteriores de qué
manera el hombre mapuche vive el hecho de
que las veteranas canten su kempéñ y cómo
ese canto se constituye en un elemento trascen-
dente por diversos motivos. En el caso de los ku-
lliñ taiel, creo que no es casual que se conciban
como kempéñ, más allá de que no remitan a
cuestiones de linaje o familiares. El simbolismo
que el mapuche confiere a los animales de cría -
sobre todo al caballo- y el canto del taiel, que
constituye un medio para hacer patente el poder
mágico (que se busca obstinadamente para con-
trarrestar el mal) y un fenómeno propiciador de
la buena crianza y producción de tropas de ani-
 APROXIMACION AL CANTO RITUAL MAPUCHE
males, son por demás significativos. Posiblemente
en esta segunda especie de taiel haya una aso-
ciación con lo trascendente ligada a la significa-
ción que los animales de cría actual y sus antece-
dentes en el luán y el choique, tienen para un
pueblo que practica una ganadería de autoconsu-
mo y de la que depende su subsistencia. Nueva-
mente estoy en condiciones de apuntar que el
kempéñ para animales de cría no puede inter-
pretarse como música únicamente. Sus sentidos
son de mucho mayor alcance en la concepción
mapuche.
Desde el punto de vista textual y musical, el
kempéñ de animales de cría no presenta diferen-
cias con el de personas. Lo que sí aclaro es que
los kulliñ taieI nunca son tomados corno kem-
150 péñ de persona o familia; constituyen claramente
una etnocategoría separada.
La tercera especie de taiel no se relaciona con el
kempéñ y es la que está asociada al rito en el
Nguillatun.
Las características musicales son similares a las es-
pecies anteriores, pero su texto posee una estruc-
tura libre. Los taiel asociados al rito constituyen
oraciones de texto variable. Siempre entonados
por el coro femeníno, se cantan al amanecer
(puel taiel) y durante las diferentes rogativas que
se suceden durante el Nguillatun. El sentido del
taiel es el ruego a la divinidad para lograr bonan-
za en general, buena salud y buen año ganadero.
A esta especie corresponde el ngtrem taiel (taiel
JUNTA DE HERMANOS DE SANGRE
de llamada) que se canta para invocar a las divi-
nidades durante la rogativa que las mujeres reali-
zan arrodilladas y a su vez para convocar a los
bailarines de lonkomeo para que se acerquen al
rehue para danzar. La yerba también es motivo
de taiel; con ella se asperja en las rogativas y se
matea. Pero el huenu taiel (huenu: cielo) es el
de más frecuente entonación durante el Nguilla-
tun y su texto constituye una invocación a las te-
ofanías del cielo.
Durante la danza mixta del amunpurrun tam-
bién se canta taiel A continuación ofrezco una
traducción sumaria del texto de un taiel cantado
por Hortensia Felipín de Romero correspondiente
al momento de la danza de referencia en el últi-
mo día del Nguillatun, 11 y que ilustra con clari-
dad el estilo de la especie12 :
"Hoy ya terminó la rogativa
terminó rodeados de familia y de hijos.
Elmapú ñuké, Elmapú chao nos está mi-
rando.
Que tire a otro lado si viene alguna ruina,
que tenga firme el cerro,
que tenga firme la tierra,
cualquier cosa mala que venga, que la haga a
un lado,
que saque a un lado la enfermedad.
Que no hay que estar solo,
que se junten, reunidos por Chao.
Estén todos juntos en un llano,
toda la gente está mirando.
 Canto
Elmapú ñuké, Elmapú chao,
Ñawín kusé,Ñawínfchá,
Ñawín iché zomó, Ñawín weché wentrú.
Que pase bien el año,
que pase bien la luna,
que haya agua. "
Este taiel de rito, constituye un repertorio vocal
de carácter verdaderamente poderoso. Es el me-
dio sagrado por excelencia para rogar a la divini-
dad creadora a la que hay que invocar y tranquili-
zar permanentemente para que se contrarresten
las continuas amenazas de la vida. El taiel tiene
atributos transformadores de la realidad y social-
mente es reconocida su efectividad. De allí que
conserve su vigor y que las veteranas sean perso-
najes tan prestigiosos dentro del grupo social.
El repe1torio vocal el taiel en sus tres es-
pecies, ha sido erigido por el pueblo mapuche
como un reservorio de identidad étnica. Todos los
asuntos mencionados a lo largo de este trabajo -el
kempéñ de personas como constituyente de
identidad personal y grupal, los kulliñ taiel como
imprescindibles para la economía junto con la
práctica ritual y la cría ganadera, y, por último, el
taiel del rito como medio efectivo de trascender el
mundo terrestre- dan cuenta de una vigorosa con-
ciencia étnica por parte de los mapuche y de una
refinada y rica trama de sentidos propios, más allá
del choque con la cultura del blanco.
Para terminar quiero destacar el compromiso
afectivo y psíquico que implica a las veteranas
UN ENSAYO DE ANALISIS DEL NGUILLATUN A TRAVES DE TIEMPO Y ESPACIO DESDE UNA VISION HUINCA
ritual MAPUCHE
cantartaiel y cito para ello a Rosa Maripíl, entu-
taii!lfe de Chacay, refiriéndose al tema:
"Es difícil. No ... usted se cree que uno porque
es paisana le queda todo eso agrabadito, eso
no más ... nooo! Po eso muchas veces estamos ...
usted sabe que queda la cabeza, la memoria,
usted sabe que parece que queda en borra-
cho ... no sé cómo queda ... queda por lo menos
una semana ... por ahí según cómo ande uno,
si anda un poquito jodida, pior. Parece que to-
do ese ruido queda, queda medio despiritua-
do, así, así queda uno.
No es cosa buena, no esfácíl. No ... si son cosas
que ... son cosas que se mortifica la persona. Si
es una cosa que se mortifica. Lo que sufre .. .!
Hay que tener ánimo y coraje para sacar
ki!mpéñ, para hacer el ngtrem taiel / ../Sí, 151
porque es mucho. Hay que ver mucho lo que
hay que hacer. Hay mucho trabajo, mucho
trabajo. Usted sabe cómo se cansa uno. Sabe
que se cansa el corazón, se seca la boca. Cla-
ro, hay que tener pulmones. Y así es. Claro, el
que no sabe le parece que no cuesta nada,
no?". (Foto NQ 10).
l. Los primeros contactos se establecieron duran-
te trabajos de campo efectuados en 1986 en oca-
sión de ser becaría del CONICET y continuaron
en 1987, 1988 y 1989 cuando desarrollaba un tra-
bajo gracias a un subsidio privado.
2. En campos de invernada tienen lugar el aparea-
 APROXIMACION AL CANTO RITUAL MAPUCHE
miento (abril), la parición (septiembre) y la se-
ñalada y el inicio del arreo hacia la cordillera (no-
viembre-diciembre). En campos de veranada, arri-
bo a la cordillera y esquila de ovinos (noviembre-
enero) y regreso de las tropas hacia la precordi-
llera (abril).
Un ritual de tipo comunitario se realiza en oca-
sión de señalar los animales antes de partir hacia
la cordillera entre noviembre y diciembre y otro
de carácter familiar, al arribar a la cordillera. Sus
características son expuestas más adelante.
3. Robertson de Carba, 1976 y 1979; Casamique-
la, 1964.
4. A diferencia con la cultura mapuche chilena -
en la que el culto a los antepasados es importan-
te- en el sistema de creencias religiosas de los
152 paisanos de Argentina, ésta es prácticamente la
única referencia a los ancestros que se advierte.
5. Cito aquí a Lucía Golluscio refiriéndose a la
noción de kempéñ ligada a la de linaje y a la de
familia: "... Es un concepto clave que todavía pre-
senta muchos puntos oscuros .• !' (1984:114}
6. En un trabajo anterior (Mendizábal, 1985) ex-
puse algunas diferencias con lo presentado por
Robertson respecto del funcionamiento de ·los li-
najes en la Agrupación Ancatruz, derivadas de mi
propia experiencia con el grupo de referencia.
7. El término cheguei es utilizado con frecuencia
por las mujeres mapuche de la Agrupación Milla-
queo al referirse a las prácticas antiguas. Sin em-
bargo, en conversaciones con colegas, personal-
JUNTA DE HERMANOS DE SANGRE
mente nunca he podido confrontar estos datos,
ya que ninguno de ellos ha obtenido referencia al
término.
8. Por heterofonía Willi Apel 0972) entiende:
"... un tipo de polifonía improvisada, fundamental-
mente, el uso simultáneo de versiones leve o ela-
boradamente modificadas de la misma melodía,
por dos (o más) ejecutantes".
9. Con el término kullin también se designa al
dinero.
10. En la casi totalidad de los Nguillatun docu-
mentados por Pereda y Perrotta, el kawell taiel
se interpreta a capella. La única excepción la con-
forma la rogativa de Cañicul (ver ceremonia Nº
41) en la que se canta simultáneamente con kul-
trun, trutruka, pifilka y cascabeles.
11. Pereda y Perrotta no tienen registrado el can-
to del taiel durante el amunpurrun. Sin embargo,
la entu-taielfe Hortensia F. de Romero cantó pa-
ra mí este taiel que corresponde al momento de
la danza aludida.
12. La traducción fue realizada para mí por la ·
propia intérprete.
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UN ENSAYO DE ANALISIS DEL NGUILLATUN A TRAVES DE TIEMPO Y ESPACIO DESDE UNA VISION HUINCA