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a) La Fecundación:
Es el paso más importante para poder llevar a cabo este tipo de
propagación, ocurre de la siguiente forma: desde el grano de polen se
forma un tubo, llamado polínico, el cual llega hasta el ovario. Por este
tubo descienden dos células, o gametos masculinos, uno de ellos
fecunda y se une a la oosfera (gameto femenino) y el otro fecunda al
núcleo secundario, formándose el endospermo que corresponde a una
sustancia nutritiva.
b) Formación de la semilla:
La semilla es el ovulo fecundado y maduro. En ella se reconocen tres
partes: un embrión, un tejido de almacenamiento o endospermo, y una
cubierta de la semilla. No todas las semillas tienen la misma
estructura.
1. Germinación:
Una vez que tenemos formada la semilla, debemos colocar ésta en un
medio adecuado para que pueda germinar. En el proceso de
germinación se pueden distinguir tres fases importantes: la fase de
hidratación, la fase de germinación propiamente dicha y la fase de
crecimiento.
Fase de hidratación:
Es el primer paso de la germinación, la absorción de agua. Durante
esta fase se produce una intensa absorción de agua por parte de los
distintos tejidos que forman la semilla. Dicho incremento va
acompañado de un aumento proporcional en la actividad respiratoria.
Fase germinación:
Representa el verdadero proceso de la germinación. En ella se
producen las transformaciones metabólicas, necesarias para el
correcto desarrollo de la plántula. En esta fase la absorción de agua
se reduce considerablemente, llegando incluso a detenerse.
Fase de crecimiento:
Es la última fase de la germinación y se asocia con la emergencia de
la radícula. Esta fase se caracteriza porque la absorción de agua
vuelve a aumentar, así como la actividad respiratoria.
Prueba de Germinación
Examine sus semillas antes de la temporada de siembra para asegurarse
de que conservan su viabilidad y vigor. Para un sencillo examen casero de
viabilidad, coloque dos capas de papel absorbente en un plato, ponga agua
y elimine el exceso, coloque un número conocido de semillas (25 es una
buena cantidad) sobre el papel. Tape las semillas con otra toalla de papel
húmeda y cubra todo con otro plato invertido o con papel de aluminio,
colóquelo en un lugar cálido, tibio. Verifique la germinación diariamente
y agregue agua para conservar la humedad si es necesario, pues las
semillas no deben secarse.