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duce _ 20\ 2. UNA TEORIA DEL ARTE desde América Latina Edicion a cargo de José Jiménez Esta obra ha sido publicaia oa una subvencién de ht Direccidn General dol Lilzo, Archos yibiotecas Seen seen |) del Ministerio de Culture, pareau prestano piblice en Bibliotocas Pibiieas, le acuerds con lo revista artclo gz dela Ly we Propiedad Inteloctel > De este edicion: © MELACITucner, 244 De tos textos "Sur autores, ater Reservatorlodos Tes derechos on lengua castelana. No esi permitids ht reprodvcci6n toll ul parcial de ex ubra, nia ‘tstamiento » wansmisign por tingia medio o método sn In autriacion por exrta de la edierlal. ISBN: 978-8 750-995-0 onetarnarlibroscous Lethapt non inDICE, Pensar dade América Latina Las fromteras invisibles: América Latina en el siglo XX1 FORMAS DE PREPERIR LOS GATOS A LAS LIEBRIS “Mario Bellatin (Culturas nativas, culturas universales ARTE INDIGENA: KL, DESAFIO DE LO UNIVERSAL Ticio Escobar a “Traducciones culturales CONTRABANDO Y FIRATERIA EN LA CONSTRUCCION, DE DENTIDAD! Jp dontidad y diferencias las Américus REPRESENTACION ¥ PRACIICA DE LA DIFERENCIA (@LATINOAMERICANA?] Antonio Zaya mie Cerbin Categorias entétions y puntos de enfoque LA CIFRA DE LO ESTETICO: HISTORIA Y CATEGOREAS EN EL ARTE LATINOAMERICANO Pablo Qyarzan il tints LA FIGURA DEL ARTISTA Luis Camnitzer 9 23 o ef a BoLso ¢Para quign estaban destinadas las sillas que traslad6 el Artista Visual? @licieroa el vigje solamente para que un piblico wnénimo piudiera veslas, 0 estab tal vez presente la secrela intencién de que se sentara en elles la mujer que afios stras suftio el robo de sn bolso? Esa mujer, estudiada en si esencia material en viriud del hecho violento que sufiié, obyiamenie ya no #8 una persona sino sus objetos. Una mujer transformada en balso. La ani. ‘ con derecho a sentarse en las sillas expuesias, a mirarse en el pequeo, espejo robado, a dibujar com cl lépiz.inconexo del Artista Vieual, Sélo ella staré obligada ano tocar nunca la madera sino el dleo que representa sits fexturas, El agua no fuird de las llaves de su easa, ni eaeré agua de eu cie- 1 en época de luvias, Su agua sers la gota de resina y do aluminio. Pasea- 14 por un jardin congelado en acuilico. I Artista Visual ls ha condenado. Cuando se deprima babré que contarie Ia historia de aquel Actista Visual que cuando le gustaba un castillo 1o pintaba, Iuego vende el cuadro y se compraba el eastillo. eDénde termina lo cierto y empieza lo falso? éTendra slgan sentido averiguarlo? FOTOGRARA: Milagros de fs Torte ARTISTA VISUAL: Alda Chapaere 3 CULTURAS NATIVAS, CULTURAS UNIVERSALES ARTE INDIGENA: EL DESAFIO DE LO UNIVERSAI. ‘Ticto Esconan nytropubcion, Fate texto pretende considerar las posibilidades de afirmacién y continu fad que tiene el arte popular de origen indigona en la extrana escent glo- Dalizada. Ye se sabe que las culturas nativas asentadas en las diversas regio nes de Américe Latina antes de la Conquista habian desarrollado formas polentes doe arte: ya fuere el de Jas altay culturas precolombinas 6 el de los pueblos selvaticos o Haneros del Cono Sur que, annque no aleanzara Ta instinucionalidad monumental de aquél, conformé complejos sistemas de produccién artitica. Se sabe tambiea que el encuentro intercultural desa rollado @ lo largo de los tiempos coloniales produjo no s6lo eases feroces de extincion y etmocidio, sino fuertes procescs simbélicos.e imaginarios de reajuste y reposicion transculturel. Ahora bien, itendré el arte proveniente de estas culturas capacidad de sobrevivir y crecer en condiciones opuesias «Jas que les dieron origen? La Pregunls cs wiuy complicada porque iavolucra no solp el conesplo general de cultura sino espectficamente el de arte, y lo hace en el conlexto de una tradicion que discute lo artistico de sistemas diferentes al occidental y en tin ‘momenio en que el propio lugar del arte universal aparece bajo sospecha, Gran parte del debate contempordneo acerca de lo cultural supone a recon- sideracion de figuras que, en sus versiones esencialistas, habfan sido dadas de bajo. Enfrentadas ellas a la contingencia y el azar cle mil historias eruza- das, pueden atrojar nuevas pistas sobre problemas que tambign haa burlado el cerco del muevo siglo y regresan empecinadamente con sus mismas pre- S5onlas y sus viejos fantasmas. Por eso, sin pretender responder aquella pre- gunla compleja que, obviamente, no puecle ser zanjada, exte-articulo we acer ca aellay In merodes revisanvlo nociones que pueden llegar a enriquecer au formulacion y buscan vincnlacla con otras cuestiones necesarias, En fimicion, #

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