Cómo tener una sonrisa de Hollywood en 7 días

Cómo tener una sonrisa de Hollywood en 7 días

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Creando sonrisas más felices y brillantes
 Cómo tener una sonrisa de Hollywood en 7 días

Índice

Introducción

El esmalte de tus dientes

La batalla en tu boca - enemigos dentales

Eligiendo el cepillo de dientes correcto

El cepillado paso a paso

Los trucos de oro - Una sonrisa de diamante

¡Alerta peligro!

Protege y ejercita tus dientes

Evita los malos hábitos

El hilo dental un buen aliado

Limpieza y salud en los niños

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Introducción

Lucir una sonrisa provocadora, sensual, feliz y atractiva es hoy más posible que
nunca. En la actualidad ya no es más un secreto el como tener unos dientes
espectaculares, existen algunos procedimientos caseros fáciles y rápidos de
realizar, que nos ayudan a mantener esa sonrisa despampanante que tanto
deseamos.

La sonrisa dice mucho de tu autoestima, una persona con una dentadura más
blanca se siente más confiada de mostrarse y darse a conocer. El tener una
bella sonrisa y unos dientes blancos es una de las preocupaciones estéticas más
demandadas en el mundo de la belleza.

No es para nada bonito andar por hay luciendo una dentadura amarillenta y
manchosa. La higiene bucal es la clave para mantener unos dientes sanos,
fuertes y sobretodo blancos.

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El esmalte de tus dientes

Muchos remedios y productos son efectivos pero a la larga tienden a dañar el

esmalte natural de nuestros dientes. Debes de cepillarte los dientes bien después
de cada comida, ya que las bacterias y otras partículas microscópicas se
acumulan y se aferran a tus dientes causando un color amarillento.

El cepillado diario debe de ser constante, mínimo tres veces al día (En la
mañana esencialmente se debe de cepillar antes y después del desayuno) con
una pasta dental con flúor que nos ayudará a eliminar la placa bacteriana que
se acumula en los dientes y evitará el desgaste del esmalte y su deterioro.

Reduce el consumo de alimentos que contengan almidones y azúcares. Trata

de comer alimentos con más nutrientes y minerales como el queso, vegetales
crudos, yogur o frutas (cítricas preferiblemente) ya que te ayudarán a que los tus
dientes se fortalezcan y puedan resistir las infecciones. Recude un poco el
consumo de patatas, arvejas, el maíz, los bizcochos, los caramelos, las bebidas
gaseosas y todos los dulces en general. Ingiere alimentos altos en fibras, ya que
estos te ayudarán a remover restos de alimentos de gran tamaño en los dientes y
estimulan la producción de saliva lo que impide la formación de caries.

Cuanto mayor es la frecuencia con que ingieres alimentos, más oportunidades

tienen las bacterias y los ácidos de la placa para atacar y desgastar el esmalte
de tus dientes, por ello recuerda cepillarte tras cada comida.

Hay algo que todos sabemos, pero a lo que a veces no prestamos suficiente
atención: las manchas provocadas por las bebidas. Las gaseosas son agresivas
con el esmalte de los dientes.

La batalla en tu boca - enemigos dentales

La caries se inician con una erosión de la capa externa del diente, el esmalte,
producida tras la formación de una placa dentaria que en su inicio puede ser
una acumulación de azúcar u otros hidratos de carbono.

Los azuzares son los principales promotores de la caries, pero realmente no son
los únicos responsables ya que los alimentos con almidón son los que causan el
mayor deterioro, ya que se adhieren a los dientes y los ácidos que forman
permanecen mayor tiempo en contacto con el esmalte en lugar de ser
eliminados por la saliva. El uso excesivo de los zumos ácidos, como el de
naranja, pomelo y otros, también contribuyen al deterioro dental, debido a sus
niveles de acidez y alto contenido en azúcares simples. Sin embargo, no por ello
debemos evitar estos alimentos; lo realmente importante es no tomarlos entre

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horas y no descuidar nuestra higiene bucal. El agua es fundamental para

combatir las bacterias, bebe abundante agua natural sobre todo si estás a dieta
y/o haces mucho ejercicio.

Eligiendo el cepillo de dientes correcto

La sensación de limpieza la da tanto el cepillado como el cepillo, un cepillo

con cerdas duras te da una sensación de limpieza pura, pero tiende a dañar las
encías (si cuando te estas cepillando tus encías sangran es una señal de que te
estas cepillando muy fuerte), en cambio con un cepillo de cerdas suaves por
más que te cepilles sentirás que tu boca esta igual. Por eso se recomienda el uso
de un cepillo de cerdas medianamente rígidas.

Si puedes, usa un cepillo eléctrico: te limpiará mejor, será más suave con tus
encías y hará que uses de manera efectiva el tiempo de cepillado.

Elimina tu cepillo cada 60 días o cuando las cerdas se doblen, ya que un

cepillo con las cerdas dobladas no sirve para nada. El tiempo promedio para
que las cerdas se comiencen a doblar es a los 45 días de uso.

El cepillado paso a paso

A la hora de cepillarte debes de tomarte tu tiempo, debes de cepillarte al

menos durante dos minutos. Primero se enjuaga la boca con un buche de agua
normal, esto ayuda a un deslice del cepillo más gentil. A diferencia de otros
procesos de higiene, el cepillado de los dientes puede hacerse tan a menudo
como quieras o necesites, sin causar ninguna agresión a tu sonrisa (el exceso del
cepillado daña las encías).

La parte frontal de los dientes se encuentra comparativamente en mejor

posición que las otras, ya que esta en el exterior está en contacto con los labios y
porque es más accesible al cepillado. Sin embargo, es una de las partes que no
se cepilla como se debería. A la hora de depilarse han de cepillarse todos y
cada uno de los dientes, por su parte externa, desde la encía y con un
movimiento vertical de barrido, tanto para los dientes inferiores como para los
superiores. De arriba hacia abajo.

Tanto los dientes de arriba como los de abajo deben de cepillarse juntos, el
movimiento debe comenzar en el límite de la encía y dirigirse de abajo arriba (la
encía no se cepilla, se pasa el cepillo suavemente pero sin rigidez).

El cepillado de la parte de interior de los dientes debe de realizarse también ya

que es de gran importancia. Nunca debes de olvidar cepillarte por dentro, ya

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que es muy común que se adhieran y acumulen restos de comidas en las

pequeñas superficies y ranuras que hay de diente a diente al igual que entre
encía y diente, pero no hay problema ya que se pueden eliminar con el
cepillado y el hilo dental.

El cepillado de esta parte es la que resulta más complicada, y por eso haré que
la explicación quede lo más clara posible.

La cara interna del diente debe cepillarse desde el límite entre los dientes y la
encía hacia el borde libre, con un movimiento de barrido que se logra mediante
un giro de la muñeca. La acción ha de repetirse varias veces en cada sector,
tanto en los dientes superiores como inferiores. Por otra parte, lo mejor es que
utilicen un cepillo, con un ángulo entre el cabeza y el mango que facilite el
acceso a todos los rincones de la boca.

El cepillado de los premolares y molares es sumamente importante ya que hay

se acumula gran parte de los alimentos la superficie masticatoria de estas piezas
dentales presenta múltiples surcos y pequeños huecos en donde se acumula la
placa dental y es fácil que se inicie una caries. Si bien todos los dientes pueden
ser afectados por ese trastorno, la localización más habitual durante la infancia
corresponde a las piezas premolares ya las muelas. Por ello, es recomendable
aplicar un esmero especial en su limpieza, cepillando las caras interna y externa
y la que entra en contacto con los alimentos en el acto de la masticación, y
dedicando al proceso un espacio de tiempo suficiente para asegurar la
completa eliminación de la placa bacteriana.

Los trucos de oro - Una sonrisa de diamante

No.1 Cepillate una vez por semana con bicarbonato de sodio, coloca un poco
de bicarbonato en un platito y humedece tu cepillo, y luego cepilla tu
dentadura. Esto facilitará la limpieza y la eliminación de bacterias, blanqueando
tus dientes (es recomendable que sea por la mañana en la segunda cepillada).
Máximo tres veces por semana ya que el uso excesivo del bicarbonato puede
debilitar demasiado tu dentadura.

No.2 El limón es un magnifico blanqueador naturales para tus dientes, ya que

hace que el esmalte gane más lustre y también ayuda a tu dentadura y boca a
estar más desinfectada.

Toma una rebanada de limón (1/4 - un buen gajo) de limón y frótalo por tus
dientes por alrededor de un minuto, puedes hacerlo un máximo de tres veces
por semana y solo en los dientes no en la encia ni en la lengua. Para un mayor
efecto puedes cepillarlo un poco para que tome más firmeza.

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No.3 Las hojas de salvia son muy eficaces para blanquear los dientes y
mantenerlos libres de bacterias. Sólo se debe frotar una hoja contra los dientes, y
luego enjuagar, a diario, después de cada cepillada matutina.

No.4 Cepillate con una pasta hecha de ralladura de limón, sal y bicarbonato.
Dos veces por semana.

No.5 Enjuáguese la boca con una solución de agua y bicarbonato de sodio,

un par de semanas, cada 2 ó 3 meses (como el listerine).

EXTRA: La pulpa de aloe vera, bicarbonato y agua oxigenada. En esta ocasión

nos ocurrirá lo mismo con el bicarbonato pero, además, el uso de agua
oxigenada puede conllevar problemas si no los supervisa un profesional.

Con toda precaución, no es conveniente usar estos procedimientos en forma

permanente, ya que son abrasivos para las encías y los propios dientes.

¡Alerta peligro!

Un cepillado ineficaz y perjudicial como es el que se realiza al mover

enérgicamente el cepillo en sentido horizontal hacia uno y otro lado, puede
dañar y debilitar tus dientes, haciendo el proceso de blanqueamiento más difícil.
Evita cepillarte como loco de lado a lado ya que resulta inútil porque no sólo no
permite arrancar la placa bacteriana de toda la superficie dental como hace el
cepillado vertical sino que la arrastra sobre tus dientes. Tradicionalmente es la
forma más fácil y cómoda de cepillarse los dientes pero no sirve para nada
bueno. También un cepillado feroz horizontal es muy peligroso porque puede
dañar la superficie de los dientes e irritar las encías.

Protege y ejercita tus dientes

Cepille diariamente sus dientes con pasta dentífrica, ya que su uso va

blanqueando gradualmente los dientes.

Al elegir las pastas o cremas dentales, los hilos encerados y el enjuague bucal,
procura escoger aquellos diseñados para el blanqueo de dientes. Estos tienen
compuestos activos que higienizan la dentadura, limpiándola profundamente y
hacen lucir unos dientes más blancos y sanos.

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Evita los malos hábitos

Son muchos los hábitos que provocan la tinción de los dientes a lo largo de
nuestra vida, dándoles ese aspecto amarillento o manchoso que tanto se
detesta. Para tener un antídoto hay que saber cual es la enfermedad, así que
para tener siempre una sonrisa despampanante recuerda esto muy claramente:

1. La mala higiene dental es la causa de todas las enfermedades bucales.

Evita rotundamente el consumo del café y el tabaco. La cafeína del café causa
manchas en los dientes al igual que la nicotina y alquitrán del cigarrillo.

2. El consumo elevado del alcohol, te destruye los dientes!

3. La ingesta frecuente de vino, debido a las partículas que se acumulan en el

barril que luego pasan a la botella, pueden dañar tus dientes.

4. La ingestión de medicamentos como la tetraciclina (antibiótico), sustancia

que provoca la desvitalización del diente, su necrosis y su consiguiente
oscurecimiento.

5. Una endodoncia daña la dentina del diente, provocando su oscurecimiento

posterior.

El hilo dental un buen aliado

A la hora de tener una dentadura sana, el hilo dental es un complemento

necesario para obtener una buena limpieza dental.
Cuando nos cepillamos los dientes de forma adecuada y con regularidad
ayudamos a eliminar la mayor parte de la placa dental, sin embargo, el
cepillado sólo no puede eliminar la placa localizada en lugares que el cepillo no
puede alcanzar tales como en los espacios entre los dientes.

El hilo dental tiene varios beneficios ya que nos ayuda a eliminar los restos de
alimentos que se adhieren a los dientes, encías y entre los dientes. Nos ayuda a
cuidar la superficie del diente, y por supuesto nos ayuda a mantener un aliento
sano y fresco.

Se debe realizar la limpieza con hilo dental tras cada comida durante dos o tres
minutos para que sea más efectiva, sin ejercer presión sobre la encía.

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El uso constante del hilo dental es el arma individual más importante contra la
placa, es tan importante como el cepillo de dientes. Existen varios tipos de hilo
dental: Encerados y no encerados, Con sabor y sin sabor, Anchos y comunes.

Pasos para usar adecuadamente el hilo dental:

- Corte aproximadamente 40cm de hilo dental y enrolle la mayor parte en el

dedo del medio.

- Ahora enrolla el otro extremo del hilo en el mismo dedo de la otra mano.
Procura que ese dedo vaya recogiendo el hilo dental a medida que lo vayas
usando.

- Tensar un trozo de unos 2 a 3 cm de hilo dental utilizando los dedos pulgares y

los índices.

- Introducir el hilo entre los dientes con un suave movimiento de lado a lado, sin
lastimar la encía.

- Cuando el hilo dental llegue al borde de las encías, cúrvalo formando una C
contra uno de los dientes y después desplázalo suavemente en el espacio entre
la encía y el diente hasta que se note resistencia.

- Frota el hilo dental contra el diente para eliminar los restos de alimentos y de
placa.

- Luego repita estas operaciones con el resto de los dientes, utilizando un trozo
limpio de hilo dental para cada uno.

Limpieza y salud en los niños

Procura limpiar los dientes de tus hijos por lo menos una vez al día. Lo mejor es
limpiar los dientes justo antes de ponerlo a dormir. La edad más adecuada en la
que los niños se puede comenzar a cepillar es a los dos años (con la supervisión
de los padres) ya que a esa edad la mayoría de los dientes del niño ya le abran
salido, debe de cepillarse con una pequeña cantidad de pasta dental, y con un
pañito envuelto en un dedo se limpia suave y gentilmente las encías.

El niño puede cepillar los dientes por la mañana el solo, pero los padres deben
cepillar los dientes por la noche. Al principio, muchos niños se quejan y se resisten
a limpiarse los dientes por eso necesitan que los padres restrinjan sus
movimientos en forma gentil pero firme. Para distraer al niño puedes decirle
cosas cómo “tus dientitos son hermosos y tenemos que limpiarlos para eliminar

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las "cositas malas" (las bacterias)”. Si el niño siente que la higiene dental no es
una forma de castigo, sino una expresión de amor el ritual nocturno se acepta
más fácilmente con el tiempo.

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