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TERAPIA DE PAREJA
2012
Elaboración de Antología para IUCR
Este material ha sido elaborado con propósitos didácticos, sin fines lucrativos.
Bandler, R., Grinder, J. y Satir, V. (1986). Cómo superarse a través dela familia.
México: Diana.
Cómo superarse
a través de la familia
EDITORIAL DIANA
. M EX IC O
la. Edición, Agosto de 1983
3a. Impresión, Junio de 1986
§
*
t
ISBN 9 6 8 -1 3 -1 4 8 3 -2
B ob Spitzer, que
tanto hizo para que
fu era posible la actualización
de nuestra obra
Contenido
PRIMERA PARTE
Introducción ..................................................................... 19
i Patrones de terapia familiar efectiva, nivel i ......... 21
i Patrones de terapia familiar efectiva, nivel i i ......... 57
Resumen ..................................... ..................................... 83
SEGUNDA PARTE
Cordialmente,
R ichard B andler
Jo h n G rinder
Virginia Satir
Prólogo
Este libro trata de la gente que hace daño y de la que
desea ayudar a superar ese agravio.
El m undo está lleno de buenas intenciones asi com o de
la evidencia de que dichas intenciones no siem pre llegan a
realizarse. L os padres desean lo m ejor para sus hijos; los hijos
para sus padres; los terapeutas para sus pacientes, y éstos
para aquéllos. ¿Como es p o sib le, entonces, q u e todas estas
personas tan bien intencionadas tengan tantas relaciones pla
gadas de penas y conflictos, cuando lo qu e pretenden es pre
cisam ente todo lo contrario? Creem os qu e se trata de algo
q u e está fuera del conocim iento y del control de una y otra
de las partes; una pieza fallante. Pensamos que todos p od e
mos agregar, estudiar y utilizar am pliam ente esta pieza* En
este libro exponem os nuestras ideas para hacer eso mismo
con las fam ilias: ayudarlas a encontrar la pieza faltan te.
N o es muy d ifícil con cebir cóm o p u ed e uno considerar
se una persona realm ente responsable si se carece de una
cabal com prensión de la diferencia qu e existe entre lo que
la gente se propone al com unicarse y lo que es en sí la m a
nifestación de esa com unicación. Creem os qu e si a las perso
nas se les proporcionan los m edios necesarios, no sólo q u ie
ren, sino que se resuelven a instruirse y cam biar. Esta es una
ruta norm al de la vida afirm ándose a sí mismo. Creem os
que todo el m undo posee los atributos que le son necesarios;
nuestra labor com o terapeutas fam iliares consiste en hacer
qu e estas cualidades les sean accesibles y provechosas. En
este sentido, ninguna persona es frágil. Es decir, todo lo que
afecte o concierna a un ser hum ano pu ede ser discutido con
él abiertam en te, siem pre que se le presente en la form a ad e
cuada y en el m om ento oportuno. De h ech o , para nosotros
el com portarnos hacia otro sem ejan te com o si no pudiésem os
aceptarlo plen am ente con todos y cada uno de sus aspectos,
equivaldría a una ofensa. Pensamos qu e al preocuparnos
por él constituye el más delicado de los hom enajes. A ve
ces es necesario qu e el terapeuta, cuando está evidente
m ente de acuerdo con las metas de progreso del paciente
con quien está trabajando, colabore con las partes q u e esa
persona desea perfeccion ar, de m anera qu e el m édico se con
vierta en un guia firm e en lo q u e respecta a las facetas obs
tructivas del sujeto. En ocasiones resulta difícil para el tera
peuta estar presente mientras la otra persona está luchando,
no obstante, la lucha constructiva constituye el proceso qu e
nos ayuda a madurar. O pinam os qu e en cu alquier m om ento
determ inado cada cual se desem peña lo m ejor qu e pu ede
con los conocim ientos que posee. Respetam os esta realidad,
asi com o el deseo y la capacidad de cam biar, y deseam os tanto
dirigir com o sostener esta lucha. En este sen tido, p or lo tan
to, no tiene por qué haber fracasos.
Nuestro en foq u e supone que el terapeuta, en persona,
constituye el principal instrum ento para iniciar el cam bio.
Nuestra opinión es que él es quien m odela lo qu e se pro
pon e cam biar. N os referim os específicam ente al proceso y
no al contenido. N uestro propósito es cam biar la m anera de
enfrentarse, la cual es un proceso y, por consiguiente, el em
p leo y enseñanza del proceso por parte del terapeuta cons
tituye una consideración prim aria. H ay qu e subrayar muy
especialm ente la particularidad de los canales sensoriales del
terapeuta: su capacidad de ver, escuchar, sentir, oler y gustar
necesita estar desarrollada, operante y lúcida. En nuestro
m odelo es indispensable qu e el terapeuta descubra los datos
y los patrones de com unicación en lugar de deducirlos. A d e
más, tiene qu e ser capaz de distinguir entre los estímulos
qu e hacen surgir conocim ientos y experiencias pasados para
él m ism o, y aqu ellos qu e proceden enteram ente de la per
sona con quien está trabajando. Esto significa qu e el terapeu
ta es absolutam ente capaz de distinguir entre sí mismo y sus
lim ites y los de las personas qu e lo rodean. Existe una gran
diferen cia en el resultado terapéutico según sea qu e el te
rapeuta h a ble y reaccione a una prolongación de si m ism o,
o qu e lo haga con la persona qu e está sentada fren te a él.
E l m antener claram ente el concepto de lo qu e es usted y lo
qu e soy yo, constituye el impulso de todo esto, y el provocar
un encuentro entre am bos es la m eta.
Consideram os qu e hasta nuestro tiem po, la evolución de
la condición del ser hum ano está apenas en la infancia. Por
consiguiente, a todos nos corresponde convertirnos en explo
radores, no en jueces; nos conceptuam os com o realizadores
de una contribución al m ejoram ien to d el ser hum ano. A
este propósito, esperamos que de cada una de nuestras expe
riencias con los demás, salgamos un p oqu ito cam biados. Si
así no fuese, sentiríam os qu e hem os caído dentro de la cate
goría de los jueces.
El m odelo que aqu í presentam os es un procedim ien to
que paso a paso va colocando las piezas f altantes entre lo que
la gente trata de lograr al com unicarse entre sí y el resul
tado efectivo de dicha com unicación. N uestro sistema consis
te en provocar nuevas experiencias en lugar de trabajar para
elim inar las antiguas. M uchos m odelos terapéuticos del pasa
do parece que fu eron fincados sobre la idea de qu e existe
un ser ideal y que, por consiguiente, habrá que utilizar los
conceptos com o una m anera de alterar la personalidad para
hacerla encajar dentro del m olde “ideal”. Opinamos que no
existe un m od elo universal del ser hu m an o; creem os que
cada persona posee su propio m odelo y su propio ideal. Nos
alegram os de ello, y es esta singularidad la qu e nos hace
esforzarnos en nuestra labor. L o anterior confirm a el hecho
biológico de que cada ser hum ano es realm en te único.
Q uerem os subrayar qu e el m odelo de terapia fam iliar
qu e aq u í presentam os fu e con cebido com o un m edio d e o b
tener experiencias. O pinam os que se desperdician m ucho
tiem po y esfuerzo en la creación de m odelos qu e más adelan
te utiliza la gente para sustituir a la experiencia. A las fam i
lias (o sea las personas que acuden a los terapeutas en busca
de ayuda) se les encasilla entonces dentro de las categorías
contenidas en el m od elo, en lugar de com prenderlas y res
ponderles en form a creativa. O frecem os nuestro m odelo com o
una m anera de ayudarle a participar plen am ente en la em o
cionante experiencia de efectuar cam bios en las fam ilias;
tom ando parte en el proceso de su desarrollo, en su adqu isi
ción de experiencia, en sus alegrías y en sus pesares. Nuestro
m odelo consiste, esen cialm en te, en una form a de apoyar a
los que ayudan a la gente para que se arm onicen al proceso
continuo del crecim iento de las fam ilias con las que están
trabajando; que es una m anera de ver, escuchar, sentir, per
cibir, experim entar y responder clara y creativam ente al pro
ceso de com unicación y cam bio en la terapia fam iliar.
L a conclusión a que nos han llevado nuestra experiencia
y la observación de la gente qu e hem os conocido, es que ésta
ha aprendido cinco “no-libertades” personales, erróneam en
te llamadas civilizadas, que las com prim en y las atan. Damos
una lista de ellas ya corregidas, incluyendo lo que fu e co
rregido:
Resumiendo:
Cuando yo pueda ver y oír lo que existe aquí ahora, sentir,
lo que siento ahora;
decir lo que siento, pienso, y veo ahora;
cuando pueda alcanzar lo que deseo ahora;
y pueda arriesgarm e por mi propia cuenta ahora;
cuando pueda com unicar todo esto congruentemente ahora;
y pueda obtener retroalim entación creativa ahora;
AHORA
Nivel I
A B
el terapeuta le pregunta:
Contesta el teléfon o.
El empleo de la fórmula si o no a una pregunta, en casos
similares, es la manera cortés de hacer una petición directa.
Una vez más, el terapeuta, al utilizar hábilmente este patrón,
deja a las personas de la familia el máximo de libertad para
responder.
Volvamos ahora a la transcripción.
PERDER CONTACTO
persona/cosa persona/cosa
que toca tocada
Dave terapeuta
veo gatos
veo frustración
veo frustración.
Dave Terapeuta
terapeuta Dave
terapeuta Dave
____________________ Marcie
creo ver claramente tratando de hacer ojos darse idea
Dave
sentir jalando seguro captar palpar
Esta sesión siguió y siguió hasta que el terapeuta salió y dijo a los
autores:
Nivel II
el comunicador, el Y o ;
la persona a la que se dirige la comunicación, el Otro; y
el Contexto.
Y = el Y o
O — el Otro
G — el Contexto
estoy asustado
conciliadora servicio
recriminatoria autoridad
superrazonable intelecto
impertinente espontaneidad
I) Conciliador
Palabras — asentimiento — ( “Lo que usted quiera está bie.i.
Estoy aquí para com placerlo.” )
C uerpo — concilla — { “Soy incapaz'7. )
Fuero interno — ( “No soy nada; sin él estoy p e rd id o . No valgo
nada” . )
2) Recriminador
palabras — disienten — ( “Jam ás haces nada bien. ¿Qué es lo
que te pasa?” )
C uerpo — acusa — ( “Yo soy el que manda aquí” ).
Fuero interno — ( “Me siento solo y fracasado” ).
i) im^ertmente
1 ~ voz estridente
2 - dedo que apunta
3 — cabeza que se sacude
Marcie
4 — palabras — adelante, <
di lo que gustes
Resumen
En la Primera Parte, hemos tratado de iniciar el desarro
llo de un modelo de los sistemas dentro de los cuales hemos
encontrar útil metodizar nuestra experiencia dentro de la te-
rapia familiar. Hemos conseguido esto, primero, tratando de
encentrar un punto de experiencia común sobre el cual edifi
car nuestro modelo. Este punto de experiencia común aparece
aquí expresado en palabras que cada uno de ustedes puede re-
lacionar con las ricas y complejas experiencias verdaderas que
hayan tenido en su trabajo como terapeutas familiares. Como
lo manifestamos anteriormente, los modelos de experiencia,
nuestro modelo de terapia familiar, deben de ser juzgados
como útiles o inútiles, y no como verdaderos o falsos, correc
tos o incorrectos. Para que un modelo sea útil el primer
requisito consiste en que el lector sea capaz de relacionarlo
con su propia experiencia; de ahí la necesidad de un punto
de referencia común. Hemos seleccionado los patrones de
lenguaje como el punto de referencia común; éstos constitu
yen los Patrones de Terapia Familiar, Nivel I.
El segundo nivel de los patrones que hemos examinado
implica tanto los patrones verbales como los no verbales. No
hemos tratado de ser exhaustivos, conocemos muchos modelos
más que hemos encontrado sumamente útiles dentro de nues
tra práctica de la terapia familiar. Antes bien, hemos tratado
de identificar el m ínim o de patrones que consideramos ne
cesario para una terapia familiar creativa, dinámica y eficaz.
En la parte que sigue, la Segunda, agruparemos estos patrones
dentro de clases naturales, especificando algunas de las for
mas en las cuales los adaptamos a una planeación efectiva
de más amplio nivel. En esta próxima parte, enfocaremos tam
bién las opciones que tiene el terapeuta para ayudar a los
miembros de una familia a cambiar los patrones de su sis
tema, y hacer así posible el proceso de cambio y crecimiento,
tanto para cada uno de ellos como individuos, como para la
familia como un todo.
SEGUNDA PARTE
Introducción
En esta parte del libro presentaremos el modelo total de
la terapia familiar. Los modelos de conducta compleja son
modos de coordinar explícitamente la propia experiencia
a fin de actuar eficazmente en esta área. No cabe duda cue la
terapia familiar es uno de los campos más complejos de la con
ducta humana. Para que nuestro método sea útil a cada uno
de los terapeutas familiares, tiene que reducir la complejidad
a un nivel, que nosotros, como humanos, podamos manejar.
En el modelo que aquí presentamos, hemos tenido en mente,
con toda claridad, este requisito; hemos identificado lo que
consideramos ser el mínimo de diferencias, las cuales permi
tirán al terapeuta metodizar su experiencia en la terapia fa
miliar, a fin de que pueda actuar en forma eficaz y creativa
a la vez. Esto significa, según nuestra experiencia, que cuando
tenemos cuidado de hacer las distinciones que presentamos
en nuestro modelo, así como cuando coordinamos nuestra
experiencia dentro de la categoría especificada en el modelo
de la secuencia establecida, obtenemos resultados efectivos y
dinámicos en nuestra tarea con las familias.
En la Parte I de esta obra, hemos examinado y propor
cionado ejemplos de algunos de los patrones que consideramos
necesarios para realizar una terapia familiar positiva. En esta
parte del libro, agrupamos estos patrones dentro de clases
naturales. Estas clases especifican una secuencia por medio
de la cual el terapeuta puede emplear provechosamente los
patrones del primer nivel; le revelan un sistema que le per
mite aplicar eficazmente los patrones identificados en la
Parte I El resultado de esta división constituye una estra
tegia e x p l í c i t a y formal para la terapia familiar. Explícita
en° c u a n to a que especifica tanto las partes del proceso de la
terapia familiar (los patrones de la Parte I), como la secuen
cia dentro de la cual pueden aplicarse. Puesto que la estra-
tegia es explícita, también es asimilable. Formal, en cuanto
a que es independiente del contexto; se adapta igualmente a
c u a l q u i e r sesión de terapia familiar, sin importar los “pro
blemas” particulares que la familia aporte a la sesión. Una
vez más, enfatizamos que existe un proceso independiente
del c o n t e x t o . Nuestra atención está concentrada básicamen-
te en el t to ^ 1 ** T< ^ ? m‘,] * m?erer nuevas
aplicaciones etc ? * t <* : . t atpenut únicamente
de las forman *• uen 1 padrones que se presenten
en Id m .rr - ern, * . m »¿ira \ ios miembros de la
familia. Po q !IV e Pro( eso e¿- ^aependieme de la dura
ción de la sesión terapéutica. Otra manera de explicar lo
que intentamos decir * mndw señalamos que la estrategia
propoiri^nari;: 1 ' yií es íonnaí e, expresar
que és:t s * «a> *~:r • **'• t . s ,( k c l i, en los
patronea de '¿níreiuamiento co a ti sistema familiar, sin im
portar ios problemas específicos que se descubran dentro de
esa familia.
Para nosotros es de gran im portancia insistir en la d ife
rencia que existe en tre el contexto y el proceso. N uestro m o
delo de terapia familiar está diseñado para ayudar a la
fam ilia a enfrentarse efectivam ente en el nivel de procesos.
Es decir, independientem ente de que los m iem bros de la
fam ilia piensen que su ‘‘problem a'* se en cu entre dentro del
ám bito del sexo, del dinero, de los m étodos empleados para
la educación de los hijos, de los parientes políticos., de la dis
ciplina, o de lo que sea, la terapia familiar eficaz am pliará
sus alternativas para expresar una comunicación congruente,
así com o para enfrentarse en todas las áreas de su experiencia
com o fam ilia. Al practicar nuestra profesión, hemos com
probado que, ayudando a ios m iem bros de una fam ilia a
conseguir nuevas alternativas en el nivel de proceso en cual-
qn ier área del contexto, estas alternativas se extienden hacia
otras regiones de su experiencia.1
Además, nuestro modelo está diseñado para proporcio
nar al terapeuta una manera de coordinar sus conocimientos
a fin de tener una dirección, una manera de saber lo que viene
a continuación, no porque decida de antemano lo que sucede
rá, sino examinando los patrones que ofrece la familia. Tal vez
lo más importante para el continuo crecimiento de un tera
peuta familiar eficaz consista en que esto le proporciona una
manera de obtener retroalimentación, una forma de encon
trar lo que realmente funcione. Esperamos que usted acepte
este modelo y lo encuetnre provechoso en su ardua pero
satisfactoria labor como auxiliar de la gente.
Es útil, estimado lector, que al utilizar los patrones del
modelo de terapia familiar que hemos creado, tenga usted
una concepción clara y definida del proceso que llamamos
comunicación. Quisiéramos recordar al lector que lo que
presentamos como nuestra imagen de la palabra com unica
ción, no abarca completamente nuestro conocimiento ni nues
tra experiencia. Por el contrario, lo ofrecemos como una
guía que ayude a encontrar el sentido de nuestro modelo
de terapia familiar. Visualmente, podemos representar el
proceso de la comunicación en los siguientes pasos:
L Recopilación de datos
1L Transformación del sistema
IIL Consolidación de los cambios.
I. Recopilación de datos
Familia Familia
Ciclos de comunicación Ciclos de comunicación
calibrada retroalimentada
Incongruencia j. —
► j Congruencia
¡
Interpretación de parte deh A preciación de todo el
mensaje como si fuera I mensaje (conflictivo o n o );
la totalidad | retroalimentación
(Equivalencia Com pleja) ,
Í
/ Generalización flexible,
I actualizada, comprobación a
j través de la experiencia
l sensorial
Consecuencias j- -► j Consecuencias
h) descubran los procesos que les perm itirán com prender sufi
cientem ente la situación actual del sistema fam iliar, para
que puedan realizar eficazmente, ju nto con la fam ilia, la
experiencia de la Fase I I .
Comunicación Calibrada
Resumen
Terapeuta: Fred, ahora comprendo que usted se sienta algo así como
desvalido, cuando trata de com unicar su deseo de ponerse en
contacto con M ary, y me gustaría mucho poder ayudarlo. Cuan
do pide mayor relación con M ary, y desea que ella sea más
cariñosa, dice usted que tal parece como si ella se retrajese
más. ¿Es cierto eso?
Fred: Así es.
Terapeuta: Bueno Fred, vamos a hacer de cuenta que yo soy usted
y que usted es M ary. En dos ocasiones voy a pedirle un contacto
cariñoso. U na vez, como lo vi a usted hacerlo, y otra vez en
form a diferente. ¿ Sería tan am able de sentarse, observar, escu
char, y ver si puede com prender el rechazo de M ary?
F red: Por supuesto.
T erapeuta: Bílí, antes dijo usted que le gustaría tener algo de paz
y silencio, y que le agradaría que Amy dejara de fastidiarlo.
¿Cierto?
Bill: Eso fue lo que dije.
T era p eu ta : Creo que puedo ayudarlo si es que quiere ensayar con
migo un pequeño experimento. ¿Está usted dispuesto?
Bill: Listo.
T erapeuta: M e gustaría que pusiera sus manos sobre la cabeza,
cubriendo las orejas y apretando. Si Amy comienza a gritar o
a regañar, apriete más sus manos para no oírla. Y , mientras lo
hace, podría utilizar sus manos para mantener quieta la cabeza,
porque he notado que, en cuanto Amy comienza a hablar, usted
balancea la cabeza de un lado a otro y ambos se marean y em
piezan a disparatar. ¿Com pr de lo que le digo?
Bill: (riendo entre dientes, igual que A m y) Está bien, está bien.
T erapeuta: Ahora, Amy, esta es su gran oportunidad de manifes
tarle a Bill lo que desea, pero recuerde que si grita o sermonea,
él apretará sus manos, así que, no se aturda. ¿De acuerdo?
A m y: (riendo) Qué lindo se ve así.
T erapeuta: Pienso que acaso no le parece a usted que él se vea
lindo siempre.
A m y : Sí, creo que sí, pero cuando veo esto, de esta manera, en
lugar de enojarme siento ganas de reír.
T erapeuta: Muy bien, tal vez ahora logremos establecer algunos
canales para que ustedes puedan realm ente escucharse mutua
mente, pero tendrán que hacerlo despacio y no aturdirse por el
cambio. ¿Ambos están dispuestos?
T erapeuta: Ahora, Bill, mientras mantiene las manos sobre las ore
jas a fin de protegerse en caso de que Amy grite, quiero que
repita una y otra vez. y en voz alta, “no digas nada malo ni estre
pitoso, soy sumamente frágil” . Y usted, Amy, cuando él haga
eso, quiero que grite tan fuerte como sea necesario para que
Bill la escuche decir: “no estoy gritando; escúchame, no estoy
gritando”. Muy bien, ahora ambos háganlo al mismo tiem po.
Resumen
I. Recopilación de datos
II. Transformación del sistema
III. Consolidación de los cambios
Ofreecmos un patrón adicional de transformación (represen
tado gráficamente en las páginas 153 y 154) que resulta muy
efectivo, según nos consta. Este patrón de transformación
está enteramente de acuerdo con el patrón de transforma
ción presentado anteriormente. Consta de los siguientes pasos:
a) Nombres propios:
( George Sm ith salió temprano de la fiesta)
---------- > (existe alguien llamado George Smith)
donde---------- >significa que se presupone.
b) Pronombres personales:
él, ella, la, le, etc.
(le vi salir)---------- > (existe algún varón,
es decir, le, él)
c) Descripciones definidas:
(M e gustó la m ujer de los aretes de plata.)
---------- ^(existe una mujer con aretes de plata.)
e) Algunos cuantitativos:
todo, cada uno, todos, algunos, m uchos, pocos, ninguno.
(si alguna de las harpías se presenta, yo me
m arch o) ---------- > ( hay harpías.)
2. Presuposiciones complejas
a) Cláusulas relativas.
Se trata de argumentos de sustantivos complejos, con una
frase seguida por un adjetivo o pronombre relativos; quién3
cuál, o que ( algunas de las mujeres que te han hablado, salie
ron de la tienda.)
-- ------- > (algunas mujeres te han hablado.)
b) Clausulas subordinadas de tiempo.
Son las clases que se identifican por las palabras antes, después,
durante, desde, anterior, cuando, mientras (si la juez estaba
en casa cuando yo pasé, ella no abrió la puerta.)
---------- »(p asé por la casa de la juez.)
c) Frase de llave:
Son frases de llave las que comienzan con el argumento fue,
es, era, etc. (fue la presión extra la que estrelló la ventana.)
■—------ > ( algo estrelló la ventana.)
f) Adjetivos complejos:
nuevo, viejo, anterior, presente, previo.
(si Fredo lleva su anillo nuevo, yo seré eliminado.)
---------- » (Fredo tenía/tiene un anillo viejo.)
g) Números ordinales:
prim ero, segundo, tercero, cuarto, otros más.
(si puedes hallar un tercer indicio en esta carta, te haré una
em panada.)---------- > (ya se han encontrado dos indicios.)
h) Comparativos:
más que, menos que> m ejor, peor, etcétera.
(si conoces mejores jinetes de los que conoce Sue, dime quié
nes son .)---------- » (Sue conoce, por lo menos, a un jinete) (si
conoces mejores jinetes que Sue, dime quiénes son.)
----- — >(Sue es una jinete.)
i) Comparativo:
tan x como . . .
(si la hija es tan chistosa como su marido, nos divertiremos.)
------- — > (el marido es chistoso.)
j) Palabras repetitivas:
además, también, tampoco, de nuevo, otra vez.
(si ella me lo dice otra vez, la besaré.)
---------- »(e lla me lo dijo antes.)
1) Calificativos:
solamente, aún, excepto (sólo Amy vio a los ladrones del ban
co. ) — ----- > ( Amy vio a los ladrones del banco.)
s) Contrario a lo esperado:
si es que por casualidad, etcétera.
(si es que resuelves que deseas hablarme, te espero en el
basurero de la ciudad)---------- » (n o espero que tú quieras ha
blar conm igo.)
i) Restricciones selectivas:
(si mi abogado se embaraza, me sentiré defraudado)
..--------- * ( m i abogado es una m ujer.)
u) Preguntas:
(¿quién se comió los bocadillos?)--------- > (alguien se comió los
bocadillos) (quiero saber quién se comió los bocadillos)
— — (alguien se comió los bocadillos.)
v) Preguntas negativas:
(¿no deseabas hablar con m igo?)------- —>pensé que deseabas ha
blar conmigo.)
w) Preguntas retóricas:
(¿ a quién le importa que vengas o dejes de venir?)
------ — > (a nadie le interesa que vengas o no vengas.)
x) Falsas:
no.
(m e pregunto si no estás siendo un poquito injusto)
---------- > { creo que estás siendo injusto.)
Notas
Primera parte
. . . esta página . . .
. . . el lector . . .
. . . Virginia Satir . . .
. . . el número de esta página . ..
Segunda pane
a) Conciencia;
b) contacto superficial, y
c) mutualidad.
Etapa Procesos
Conciencia Al nivel de conciencia, una persona observa a otra, e incluye procesos que guían
la atracción como: rasgos superficiales, atracción física, competencia, calidez e
interés en actividades similares.
Contacto superficial Aquí, las personas están en interacción y viven los efectos de su interacción por
lo que los tipos, frecuencia e intensidad de las recompensas y los costos recibi
dos del otro, determina la atracción; de igual forma, las actitudes similares y las
conductas dadas por los papeles sexuales determinan en forma importante a la
atracción.
Mutualidad Hay mucha autodivulgación concerniente a los sentimientos personales, se expre
sa y comparte información sobre el bienestar de ambos miembros y se crean nor
mas para la pareja,- se asumen responsabilidades para proteger y mejorar la rela
ción y se eleva el compromiso emocional. Éste es el nivel de la relación en el cual
el contrato de la mutualidad es entendido y es el más importante en determinar
las conductas de la pareja, en este nivel una relación ha alcanzado cualidades inter
personales únicas.
-Solomon (1973), dividió al ciclo de la pareja en cinco etapas:
Etapa Tareas
Etapa Tareas
Parejas recién casadas y sin hijos -Establecimiento de una vida mutuamente satisfactoria.
-Ajuste a la posibilidad de ser padres y ante el embarazo.
-Adaptación a la nueva red de parientes políticos.
Parejas en periodo de crianza -Tener hijos y estimular su desarrollo.
-Establecimiento de un hogar satisfactorio.
Familias con hijos en edad preescolar -Adaptación a las necesidades e intereses de los niños para
estimular y favorecer su desarrollo.
-Manejar en forma enérgica y eficiente la disminución y eventual
falta de intimidad entre la pareja.
Familias con hijos en edad escolar -Ajuste a la comunidad de familias con hijos escolares.
-Estimular logros escolares de los hijos.
Familias con hijos en adolescencia -Lograr un balance entre la libertad y la responsabilidad.
-Establecimiento por parte de la pareja de interés y cui
dados postparentales.
Familias en periodo de -Liberar a los jóvenes adultos de la dependencia paren-
"plataforma de despegue" tai con medios adecuados.
-Mantenimiento del hogar como una base de soporte.
Familias con padres de edad mediana -Reafirmación de la relación de pareja.
(síndrome del nido vacío, retiro o jubilación) -Mantenimiento de las ligas familiares antiguas y recientes
y los hijos.
Familia en la vejez -Afrontamiento de las pérdidas y del hecho de vivir
(hasta la muerte de ambos) solos.
-Cierre del hogar familiar o adaptación a la vejez.
-Adaptación al retiro.
Etapa Proceso
Noviazgo Hay diferentes dimensiones que conforman al amor en esta etapa: deseabilidad, amor, com
promiso y permanencia, y sexualidad. La cantidad de tiempo que emplea la gente en esta
etapa es variable y a veces no sólo se realiza con una persona sino también con otras. Algunas
de las actividades que realizan las parejas en esta etapa son: expresión verbal de afecto, auto-
divulgación: revelar aspectos íntimos, evidencia no material de amor; dar apoyo emocional y
moral, mostrar interés, sentimientos no expresados verbalmente: sentirse más feliz, más
seguro, más relajados cuando el otro está cerca, evidencia material de amor: dar regalos,
realizar actividades físicas, expresión física de amor: abrazar y besar, deseo de tolerar aspec
tos menos placenteros del otro como tolerar demandas con el fin de mantener la relación.
Además, hay intimidad corporal y conocimiento que son simultáneos. Las parejas también se
involucran en aquellas actividades que pueden llevarlos a estar juntos; con el tiempo las citas
casuales se vuelven serias y en ellas se tiende a tener una relación monógama y
cierto nivel de compromiso mutuo. Braiker y Kelley (1979) han comentado que
esta progresión de cortejo casual a formal y matrimonio posee cuatro dimen
siones principales:
-Amor: referencias de cariño, necesidad, apego e interdependencia.
-Conflicto-Negatividad: problemas y argumentos.
-Ambivalencia: confusión en sentimientos acerca de la otra parte, ansiedad
acerca del compromiso o pérdida de independencia.
-Mantenimiento -discusiones de la relación, divulgación, intentos de cambiar la
conducta del otro.
Es común que las parejas pasen a través de tres etapas: excitación inicial,
desilusión y alineación, y al compromiso final pero con un punto de vista más
real del otro.
Selección de la Pareja El principal producto final de tener citas con posibles parejas amorosas es la
elección de una pareja más o menos permanente. El proceso puede ser descri
to en términos de una serie de filtros. El primer filtro de una pareja potencial es
el más fácilmente visible -una apariencia aceptable y atractiva-. Si la pareja se
empieza a conocer mejor, entonces encontrarán si son suficientemente simila
res en antecedentes, intereses y valores. Finalmente, tiene que encontrar si son
compatibles en términos de ideas acerca de sus roles sexuales y otros aspectos
de interacción social. No todas las parejas van a través de esta secuencia. La
gente puede enamorarse a pesar de haber fracasado en el paso por estos filtros.
Algunas de las reglas durante esta fase son: llamar a la persona por su nombre de
pila, respetar su privacidad, mostrar confianza mutua, ser puntual, mirar a la per
sona a los ojos durante la conversación, no criticar al otro en público, defender
al otro en su ausencia, guardar secretos, mostrar interés en las actividades diarias
del otro, ser leal al otro, comparar éxitos, dar regalos o tarjetas de cumpleaños, no
criticarlo públicamente, ser tolerante a los amigos del otro, devolver favores,
deudas y halagos, tocar a la persona intencionalmente y sorprenderse con rega
los. Conforme la pareja se mueve de citas casuales a serias y posteriormente al
compromiso, hay un incremento en el nivel de amor. También hay un incremento
en el conflicto y negatividad, en donde se observa un incremento progresi
vo,- esto se ve acompañado con diferentes reglas que emergen para ayudar a
regular estas áreas de conflicto potencial. Sin embargo, las habilidades del corte
jo no están completamente cubiertas por las reglas. Para atraer a los miembros
del sexo opuesto, se pueden usar varias estrategias, por ejemplo-, sugerir que uno
piensa mucho en ellas, hacer cosas por ellas, estar de acuerdo y adscribir carac
terísticas atractivas a uno mismo, directa o indirectamente -lo cual puede ser
llamado congraciamiento con el otro.
Periodo de la luna de miel Durante este periodo hay reajustes en cuanto a la compañía de amigos. Al
al nacimiento del primer hijo inicio hay una alta tasa de actividad sexual, cuatro a cinco veces a la sema
na. El periodo de luna de miel es un punto alto de satisfacción marital, sin
embargo, hay ciertos problemas durante este periodo. En particular, las
parejas tienen que acomodarse mutuamente para trabajar en un patrón de
vida conjunto y satisfactorio. Los problemas más difíciles tienden a ser
sobre el dinero y el sexo y también puede haber problemas sobre la dis
tribución del trabajo doméstico y la toma de decisiones. Cada miembro
de la relación tiene que romper en cierta forma con sus familias para vol
verse más independiente de ellos. Esto es generalmente más duro para las
mujeres y más si la pareja está viviendo en la misma casa de sus padres.
Nacimiento del primer hijo Durante esta etapa se presta atención principalmente a los hijos, su naci
a ia adolescencia miento, enfermedades, educación, etcétera. El marido está preocupado
por su carrera. La pareja tiene menos tiempo junta y el nivel de satisfac
ción cae. La esposa utiliza más tiempo con sus hijos que con su marido y
estas relaciones se vuelven de lo más importante para ella. En los matri
monios insatisfechos, los niños son la principal fuente de satisfacción.
Hijos adolescentes Éste es el punto más bajo de satisfacción marital, principalmente porque
las dificultades que se presenta tiene que ver con los adolescentes. La
esposa es más libre de preocupaciones sobre el adolescente, es proba
ble que labore en cuando menos un trabajo de medio tiempo y puede
encontrar una nueva independencia, desarrollar nuevas habilidades, inte
reses y apegos sociales.
Después de que los hijos se El periodo del “nido vacío" se vuelve muy reconfortante para la mayoría
han ido de las parejas. Los matrimonios débiles pueden encontrar un sentido en
este periodo, la pareja pasa más tiempo junta y puede encontrar que for
man una entidad aparte. Todavía tienen un interés común en sus hijos y
usuaímente disfrutan a los nietos.
Matrimonios sin hijos Nota: El nivel de felicidad marital en los matrimonios sin hijos es ligera
mente más alto que en aquellos que tienen hijos. Esto es particularmente
cierto para las parejas quienes no tuvieron hijos en forma voluntaria, pero
también para aquellos que no lo han decidido. En estos matrimonios la
esposa usualmente tiene un trabajo o carrera y puede ahorrar más que su
marido, hace más en la casa y tiene menos que decir en las decisiones,-
pero las parejas con hijos se satisfacen teniendo hijos y por alguna razón
viviendo más. Aunque los niños parecen reducir la satisfacción marital,
diversos estudios muestran que a pesar del sentido de la paternidad, la
mayoría de la gente dice que esto es una experiencia recompensante y
creen que mantiene a la pareja unida.
El carácter del vínculo marital cambia después de los 25 o 30 años de
matrimonio. Las parejas hacen más cosas juntas, hay más interacciones posi-
tivas y menos negativas. Hay menos sexo pero más seguridad. Hay más
familiaridad, pero menos excitación. El matrimonio, como sus miembros
en sí mismos se han vuelto más tranquilos y lentos, pero también conforta
bles y relajados.
Etapas Definición
Extraños Dos individuos son neutrales uno al otro, no son conscientes de las características del otro, no
hay estimulación o reacción psicológica, emocional o fisiológica en la presencia del otro.
Desconocimiento entre las personas.
Amistad Dos individuos se empiezan a conocer y forman una impresión mutua generalmente positiva,
cada uno tiene disposición positiva para involucrarse en una comunicación más profunda. La
mejor descripción de esta etapa es "amistosa, placentera o disfrutable". El mayor nivel de
involucramiento emocional es la manifestación positiva hacia la persona blanco, sin embargo,
a veces ni la persona puede reconocer niveles adicionales de intimidad. Posibilidad de
intimidad.
Atracción Cuando un individuo es excitado fisiológicamente por la presencia de la persona blanco, él o
ella pueden volverse conscientes de la atracción. Esto puede ser atribuido a factores como:
apariencia física, personalidad o intereses comunes. En esta etapa, la relación es frecuente
mente parcial. La persona blanco puede percibir el estado emocional del otro y puede ser
que haya poca o nula reciprocidad. La principal característica de este estado emocional es
la proyección idealista del amor, más frecuentemente descrita como "enamoramiento".
Romance Esta etapa incluye involucramiento emocional recíproco y espontáneo de cada individuo.
El individuo se identifica con el otro e interactúa extensivamente a través de varios medios
de comunicación. Las manifestaciones conductuales de esta etapa incluyen besos románti
cos, conducta sexual, autodivulgación, intimidad, exclusión de otros y absorción. El ro-
manee usualmente representa el pico del involucramiento en términos de comu
nicación física y emocional.
Es la continuación de la etapa romántica y tiene que ver con la conformación de
un vínculo a largo plazo (como e! matrimonio o la cohabitación). El estableci
miento del compromiso incluye un intercambio de derechos y responsabilidades
que pueden o no estar formalizados en términos de funciones sociales. La socie
dad define y describe los papeles de sus miembros, incluyendo sus obligaciones
específicas y funciones generadas por el proceso del compromiso. La pareja
en este momento, desarrolla comunalidades en el mantenimiento físico y psico
lógico de la vida diaria (respecto a los hijos, bienes, familia política, amigos,
etcétera). La característica más distintiva de esta etapa es la implicación de la
longevidad, en contraste con la naturaleza temporal de la etapa de romance. En
esta etapa'el énfasis es puesto en el aspecto positivo de la relación. Las pare
jas esperan que el amor entre los dos, llene la idealización mutua como una unión
funcional. Frecuentemente, las parejas pueden fluctuar en sus niveles de compro
miso por varias razones (circunstanciales e individuales). Parece razonable que
algo de conflicto matice la relación, especialmente si el conflicto tiene que ver con
el nivel de tolerancia entre los individuos. En la sociedad contemporánea, la gente
cambia sus compromisos frecuentemente modificando la relativa permanencia en
esta etapa. La longevidad del compromiso varía mucho puesto que se basa en las
normas sociales prevalentes, historia familiar y expectativas de la pareja y otros
significativos.
Conflicto Decline del amor. En el proceso de evolución de una relación a través de las eta
pas del amor (atracción, romance y compromiso), el énfasis es puesto en las simili
tudes en personalidad, intereses, valores y metas. Sin embargo, una vez que se lle
ga al compromiso, varias circunstancias en las interacciones diarias pueden guiar o
cambiar el énfasis de las similitudes en las diferencias. Este cambio puede no ser
aparente y puede no reflejar diferencias genuinas, el crecimiento de pequeñas di
ferencias pueden determinar problemas de ajuste. El conflicto se da cuando un
miembro de la pareja o ambos comienzan a enfocarse en muchas diferencias
pequeñas, que provocan hostilidad y forman barreras para continuar la relación
amorosa.
Disolución del amor Esta etapa representa el decaimiento del vínculo de amor establecido en el com
promiso. Muchas causas determinan el abandono del amor, incluyendo aventuras
extramaritales, conflictos constantes y nuevas orientaciones de vida, etcétera. Es
tos conflictos debilitan la función e intensidad de varios componentes del amor,
tales como compromiso e intimidad. En esta etapa, el amor ya no existe, aunque la
pareja pueda estar físicamente junta, la pareja "duerme junta pero no comparte los
mismos sueños". Emociones positivas como orgullo, curiosidad, deseo y afecto no
predominan en estas relaciones, pueden estar mezcladas con emociones de frus
tración (enojo, desdén y odio) y/o con emociones de inhibición (miedo, vergüen
za, indiferencia y pena), hay distancia y un sentimiento de vacío.
Separación/divorcio La disolución de la relación representa el umbral de la energía compartida y las
metas que habían contribuido a la formación y mantenimiento del amor. La diso
lución es frecuentemente iniciada por factores estresantes, una relación nueva o
una relación que ya existía. Hay emociones negativas (enojo, desdén y odio)
combinadas con estrés, lo cual se vuelve un anestésico muy poderoso para sentir
las emociones positivas del amor que antes sí percibían. La disolución de la
relación a través de la separación física o divorcio, representa la nulificación de com
promiso previo, aunque la decisión de entrar a la relación en las etapas de
atracción y romance hubiera sido sincera y válida. En esta etapa existen varios nive
les de compromiso al respecto de los niños, las familias, etcétera. Desde el punto
de vista legal y físico, la separación y divorcio terminan oficialmente la relación
entre dos individuos. La disolución del amor y el divorcio pueden o no ocurrir
simultáneamente.
Etapa Proceso
Etapa ¿q u é suced e?
Noviazgo de 0 a 6 meses Esta etapa inicia con la atracción y el conocimiento mutuo de la pareja, el
descubrimiento de personalidad, gustos, intereses y hábitos que permiten o
no la apertura de cada uno de los miembros de ésta hacia el otro.
Noviazgo de ó meses Aquí, la pareja se va estabilizando ya que sus miembros poseen un mayor
hasta el matrimonio conocimiento del otro en términos de diferencias y semejanzas, se da un
enfrentamiento de situaciones sociales nuevas y convencionales. Esta etapa
da la pauta para la posible formalización de la relación a partir de la nego
ciación de diferencias y la aceptación de similitudes.
Matrimonio sin hijos con Este periodo se caracteriza por la vida conjunta de la pareja, se considera que
0 a 3 años de relación los primeros años de la vida en común representa el momento más difícil
debido a que es un tiempo de ajuste y conocimiento más profundo de la
pareja. En este momento de adaptación, se da un enfrentamiento y cumpli
miento de responsabilidades y reglas acordadas sobre su dinámica de in-
relaciones que genera una mejoría de la comunicación entre los integrantes de
la pareja en torno a objetivos comunes. Sólo gracias a la crisis se crearán
nuevas atracciones, nuevas colusiones, después de la extensión de los deseos
mutuos iniciales y es por su intermedio que se instaurará una nueva ideali
zación del compañero en una forma semejante a la creación del vínculo
amoroso.
Luna de mié! y simbiosis Lo más destacable de esta fase es la anulación, la exclusión para cada una
de las partes de todo elemento agresivo con respecto al otro. Los enamorados
no se critican nada, y no solamente se perdonan todo, sino que ignoran el de
fecto o la debilidad del elegido; no se es capaz de soportar la menor visión
desfavorable y hasta se rechazan las percepciones propias cuando no están
conformes en la visión idealizada que se tiene del otro. Esta idealización de
la que ya se habló, alcanza en esta fase sus aspectos más ostensibles y llega
hasta negar la realidad; hay una verdadera transfiguración del elegido. Esta
exclusión de todo factor agresivo se traduce también en la de la vida amoro
sa misma que se considera que desde ese momento aportará toda clase de sa
tisfacciones y sobre todo, sólo satisfacciones. Cada uno espera mucho del
otro y cada vez más. Cada uno se siente como fundido con el otro, como for
mando parte de él -fusión que representa algo más que la posesión, una espe
cie de grado más avanzado en la desaparición de los límites del Yo, y en todo
caso de los límites entre uno y otro. Si bien la agresividad queda anulada en
las relaciones interpersonales de los dos miembros de la pareja, ella resulta
desplazada y desde entonces pasa a reforzar la separación entre cada sujeto
y todos los otros, salvo el elegido los enamorados solos en el mundo. Así, los
límites que separan a los sujetos se atenúan, si es que no se borran, mientras que
tienden a erigirse progresivamente las fronteras que separan al grupo amo
roso del resto del mundo. Una de las funciones decisivas del trabajo psíqui
co de esta fase es constituir así las bases de la futura coalición conyugal.
En una pareja armoniosa la relación debe verse como privilegiada y distin
guirse netamente de toda otra relación que cada uno pueda tener hacia fuera
de la pareja, mientras que en el interior de la misma sus miembros deben lle
gar también a diferenciarse netamente uno del otro.
La fase de luna de miel introduce una toma de conciencia del proceso de
grupo, una especie de sentimiento de pertenecer al grupo que surge, con
mayor o menor importancia según las parejas, según las condiciones socio-
culturales, y por supuesto según las particularidades individuales de cada
sujeto. Así se confirma la función estructuradora y constitutiva de esta fase de
luna de miel en la organización diádica.
Crisis de la pareja, decepción, Un proceso de crisis es un proceso dinámico, necesario, fundamental y
falla y relación de objeto no obligatoriamente el punto de partida de un desentendimiento o de
una ruptura. Muy a menudo es el instrumento mismo mediante el cual la
pareja va a reestructurar su funcionamiento propio. El proceso de crisis
se introduce a través de la decepción experimentada por el sujeto
frente a una falla atribuida al objeto, entonces, la decepción aparece
cuando el objeto no responde ya a todos los deseos del sujeto. El obje
to falla cuando menos en un aspecto: defraudó la expectativa. Aun
cuando el integrante de la pareja no haya cambiado objetivamente de
actitud, objetalmente su imagen interiorizada parece fallar y es sentida
de modo insatisfactorio con respecto a la expectativa del sujeto que de
seaba. Hay que mencionar la frecuencia con que esta falla del objeto se
atribuye a una modificación de su valor social. La evolución del objeto
interno puede ser paralela a la del objeto externo. Entre los dos se sitúa
siempre la dimensión sociocultural, que delimita la atribución de un
determinado valor al compañero. A menudo es la comparación con un ter
cero la que motiva la percepción de esta presunta falla.
Un proceso de crisis es un proceso dinámico, necesario, fundamental y
no obligatoriamente el punto de partida de un desentendimiento o de
una ruptura. Muy a menudo es el instrumento mismo mediante el cual la
pareja va a reestructurar su funcionamiento propio.
Etapa ¿q ué suced e?
Noviazgo de 0 a 6 meses Esta etapa inicia con la atracción y el conocimiento mutuo de la pareja, el
descubrimiento de personalidad, gustos, intereses y hábitos que permiten o
no la apertura de cada uno de los miembros de ésta hacia el otro.
Noviazgo de ó meses Aquí, la pareja se va estabilizando ya que sus miembros poseen un mayor
hasta el matrimonio conocimiento del otro en términos de diferencias y semejanzas, se da un
enfrentamiento de situaciones sociales nuevas y convencionales. Esta etapa
da la pauta para la posible formalización de la relación a partir de la nego
ciación de diferencias y la aceptación de similitudes.
Matrimonio sin hijos con Este periodo se caracteriza por la vida conjunta de la pareja, se considera que
0 a 3 años de relación los primeros años de la vida en común representa el momento más difícil
debido a que es un tiempo de ajuste y conocimiento más profundo de ¡a
pareja. En este momento de adaptación, se da un enfrentamiento y cumpli
miento de responsabilidades y reglas acordadas sobre su dinámica de in-
teracción, la familia extendida, los amigos, etcétera, mismos que permiten
a la pareja un nivel de organización óptimo.
Matrimonio con hijos Aquí, se empiezan a afirmar los roles de padre y madre en la pareja; los
con 3 a 7 años de relación cuales están determinados por sus respectivos antecedentes familiares;
por esto, la pareja se enfrenta a un nuevo ajuste y negociación de respon
sabilidades y obligaciones en torno a su paternidad. Asimismo se empieza
a limitar la posibilidad de interacción entre la pareja.
Matrimonio con hijos En este periodo se consolida la pareja, buscando un equilibrio entre aspi
con 7 a 14 años de relación raciones y logros individuales y en consecuencia de la pareja. La relación con
los hijos ya ha sido establecida y negociada por la pareja.
Matrimonio con hijos con En esta etapa se da una confrontación entre la pareja y los hijos adoles
14 o más años en la relación centes, lo cual provoca un ajuste en la pareja, ya que los hijos piden indepen
dencia y a la vez exigen más de la estructura familiar. Así, la pareja va poco
a poco enfrentando los cambios que surgen ante la posible separación o
salida de los hijos del hogar. Además, se vuelve a dar un ajuste intrapareja,
ya que es en este momento cuando poseen más tiempo para ellos mismos,
lo cual los lleva a redefinir su relación y así reencontrarse.
C o m p a r a c ió n y e v a lu a c ió n d e lo s c ic lo s
d e v id a d e la p a r e ja
Para Levinger et al. (1972), las fases de las relaciones se enfocan en dimen
siones características. Es decir, la primera etapa de conciencia alude princi
palmente a elementos cognoscitivos, la de contacto superficial se centra en
conductas y algunas cogniciones y finalmente la mutualidad abordada lo
emocional que caracteriza indiscutiblemente a las relaciones amorosas o de
pareja.
Solomon (1973) plantea cinco etapas en el ciclo de la pareja cuyas tareas
se ven limitadas conductualmente durante el matrimonio y el nacimiento, ya
que a partir de la individuación, los hijos y su proceso de socialización son
el foco de la relación.
Murstein (1976) se concentra en explicar las facetas de la selección de pa
reja, en donde se inicia con una evaluación cognoscitiva, después conduc-
tual y posteriormente cognoscitivo-conductual. Es evidente que se olvida
del aspecto afectivo y que limita la vida de la pareja hacia etapas subse
cuentes.
Barragán (1976) considera que son seis las etapas que vive la pareja, en
este caso, esta unidad específica sí vive un proceso, que aunque afectado por el
cambio de estatus (selección-adaptación-paternidad), es una mezcla entre la
dinámica misma de la relación y eventos sociales. La descripción de este autor
se basa en tres líneas cognoscitivas que guían la interacción conductual; no
obstante, olvida profundizar en el aspecto afectivo básico en este tipo de re
laciones.
Duvall (1977) por su parte amplió el trabajo previo en cuanto al número
de etapas, pero es notable que el ciclo se fundamenta en el desarrollo de vida
(biológico y de socialización) de los hijos y las responsabilidades que impli
can (aspectos cognoscitivos y conductuales).
Estrada (1982) y Haley (1986) integran un ciclo en seis etapas pero no
describen los procesos que siguen, además al igual que Duvall (1977) predo
mina el énfasis en la vida familiar de la pareja.
Argyle et al. (1985), se enfocan en la descripción de las etapas durante
el matrimonio, iniciando con luna de miel y terminando con el despegue de
los hijos; sin embargo, hacen referencia a dos etapas que otros autores re
toman como el noviazgo y la selección de la pareja. Las dos primeras etapas
son descritas en forma amplia, considerando afectos, cogniciones y con
ductas, así como reglas en la interacción. Las fases del matrimonio inician
con aspectos cognoscitivos y conductuales propios de la pareja (vida sexual,
toma de decisiones) y siguen por el énfasis en los hijos y mantenimiento de
la familia (trabajo y dinero).
Tzeng (1992) en su planteamiento, considera que cada etapa de su octá
gono es más o menos cognoscitiva, afectiva o conductual y sólo en algunas
(romance, compromiso, disolución del amor y la separación) se describe en
forma integral cada una de las dimensiones (cognoscitiva, afectiva y con
ductual).
Lamaire (1995) dada su perspectiva clínica, sintetiza al ciclo de vida de la
pareja en términos de procesos cognoscitivos inconscientes y conscientes
que guían sus reacciones ante la pareja y al mismo vínculo.
Sánchez Aragón (1995) postula un ciclo que retoma simultáneamente
variables centrales en el estudio de la satisfacción marital (número y edad
de los hijos y tiempo en la relación) que no habían sido abordadas por otros
autores. Esta autora define en general aspectos cognoscitivos y conductuales,
segmentando la vida de pareja -tam bién- en relación con los hijos.
El C iclo de A c e rc a m ie n to -A le jam ie n to
de D ía z -L o v in g (1 9 9 6 )
Díaz-Loving (1996), contextualiza el establecimiento, desarrollo, manteni
miento y disolución de una relación interpersonal en términos de un Ciclo
-basado en el tiempo- de Acercamiento-Alejamiento que es llamado así, dada
la percepción personal del nivel de cercanía o lejanía de la pareja.
La propuesta teórica de un ciclo de Acercamiento-Alejamiento de la pa
reja, permite establecer y categorizar el tipo de relación e información que
los miembros de una pareja están procesando, desde la percepción hasta la
interpretación del otro como un estímulo. Dependiendo del grado de Acer
camiento-Alejamiento en que se encuentra la relación, cada miembro va a
evaluar cognoscitiva y afectivamente tanto a la persona estímulo como al
contexto en el que se presenta ésta.
Para este autor (Díaz-Loving, 1996), una relación involucra una serie de
interacciones (reales o imaginadas) a través del tiempo, de manera que cada
episodio es afectado por eventos anteriores, en conjunto con las expectativas
del futuro. Desde la perspectiva de la dicotomía participante, la relación im
plica sentimientos, emociones, atribuciones, deseos, esperanzas, desilusiones,
etcétera; durante y entre interacciones, los participantes reflejan lo que les
ha acontecido y lo comparan con lo que les gustaría que sucediera, o imagi
nan lo que podría suceder. De cualquiera de las dos perspectivas, cada re
lación existe a través del tiempo y es vista desde el Ciclo de Acercamien
to-Alejamiento como un constante flujo dinámico. Las etapas que describe
este ciclo son las siguientes:
Hombres 15 15 15 15
Mujeres 15 15 15 15
R esultados
Los datos fueron procesados por medio de la técnica de Análisis de Conte
nido para lo cual fue necesario:
1. Desarrollar 13 listados generales por cada etapa del Ciclo de Acerca
miento-Alejamiento de las características dadas por hombres y mujeres
de ocho grupos de diferentes edades con sus frecuencias.
2. Definir cada característica en términos de tres categorías: cognosciti
va, afectiva y conductual.
3. Crear 13 definiciones generales que incluyen las categorías antes men
cionadas.
E xtraños
Es una etapa donde no existe relación(3)* pues hay desconocimiento de la
persona(18), se es objetivo(5) y se evalúa a partir del físico(3), lo que despier-
* Los números entre paréntesis se refieren a la frecuencia con la cual fueron nombradas las palabras
o frases.
ta en ocasiones atracción(20), curiosidad(25) e interés(14). En el aspecto
afectivo, no hay emociones ni sentimientos positivos(28), predomina la
desconfianza(37), pena o timidez(13), temor(12), incomodidad(lO) e inse
guridad^) aunque a veces se siente agrado o simpatía(7).
Ante la presencia de un extraño se responde con indiferencia(34), precau
ción o cautela(34), hay un acercamiento paulatino(21) en donde se establece
una plática trivial(27) siendo amable(25) pero serio(15); para así intentar
conocer y establecer una relación(ló). Aunque en esta fase no hay interac
ción profunda(8) se da un juego de aceptación-rechazo(4) que va del coque
teo^) a las conductas pasivas(5).
C onocidos
En esta etapa se incrementa el interés en la persona(lO), hay necesidad de
conocerla(12) para sí buscar posibles afinidades(13), no se perciben defec
tos^) y se pretende establecer una buena relación(2) esperando que pros
pere en amistad(28).
Aquí se sienten algunas emociones(14) como confianza limitada(42),
agrado o simpatía(35), tranquilidad(9), alegría(8), seguridad(5) y atracción(3);
aunque puede haber incomodidad(4) y nerviosismo(3).
Conductualmente se tiene interacción limitada(ó) aunque se busca acer
cam iento^), se responde con conductas más abiertas(8), como comunicar-
se(38) sinceramente(3), ser amable(38), respetuoso(12) y puede haber contac
to físico suave(2). Cuando la persona no es agradable se es indiferente(2).
A m ista d
La amistad es lo mejor que tiene el ser humano y es necesario cultivar(12),
es el inicio de algo más firme(6) que se caracteriza por el deseo de conocer
más a fondo a la persona y a su vida(18), por la solidaridad(15), la lealtad(4),
la incondicionalidad(4), la reciprocidad(3) la aceptación de la perso-
na(4) y la empatía(3). Asimismo se reconoce por la búsqueda de afini
dades^), compatibilidades(3) y la complicidad entre sus miembros(3).
En esta etapa surgen emociones y sentimientos al ver a la persona(18)
que van desde el cariño(68), confianza(51), agrado/simpatía(23) y felici
d a d ^ ); hasta seguridad(ll), tranquilidad(5) y amor(5).
Dentro de las conductas propias de esta etapa, se busca mayor acerca
m iento^), pláticas con mayor intimidad(34), se es sincero(ló), abierto(3) y
respetuoso(ló); se comparte(28), hay apoyo mutuo(29), cuidado por el otro(2)
y comprensión(9). Hay contacto físico(8) y se conduce en forma amable(5) y
honesta(3).
A tracción
La atracción es la primera etapa del amor(2) durante la cual hay interés en la
persona(26), pues ésta gusta física(23) e intelectualmente(ó). Se fijan los
sentidos en alguien(15) en quien se desea adentrar(ló), se piensa continua
mente en ella y/o en la relación(7) y se busca coincidir o ser afín con la per-
sona(13). Se le idealiza(ó) y admira(2), pero siempre teniendo un fondo
sexual(5).
En esta fase despiertan emociones intensas(22), como el agrado al estar
con la persona(41), necesidad de acercarse físicamente a ella(29), nerviosis
mo^ 5), pena(10), locura pasional(7) y placer(4); todas estas emociones se
transmiten con la frase “sentir mariposas en el estómago” ante la presencia
de la persona estímulo(21). Además surgen algunos sentimientos más pro
fundos^) como cariño o afecto(6), alegría(12) y cercanía emocional(ó); no
obstante puede haber cierto miedo al rechazo(2).
Durante la interacción, se hace todo por llamar la atención de la per
sonará), se usa la coquetería(19) y la seducción(9) como recursos para ello
hay comunicación más profunda(14), se es respetuoso(2), atento y cordial(3),
se comparten actividades(3) y se cuida a la persona(2).
P asión
La pasión es una etapa plena(3), vital(3) y de enamoramiento(2), que incluye
romance(39). Es caracterizada por su irracionalidad(25), siendo lo más im
portante el otro(17), pues ocupa todos los pensamientos(7). Hay un gusto
desmedido(4) que se ve plasmado en el interés por el bienestar de la per-
sona(3), se le idealiza(3) y se buscan afinidades(2).
Esta etapa del ciclo, es sinónimo de un desbordamiento de emociones(56)
basado fundamentalmente en el deseo sexual intenso por la pareja(51), ne
cesidad de estar cerca del otro constantemente(26), amor(24), alegría(15),
“mariposas en el estómago”( ll) , ímpetu(17), desesperación(5), placer(5),
goce(3), cariño(4), confíanza(4) y seguridad(4).
La entrega sin medida o sexo(50) es la principal conducta de la pasión,
matizada por erotismo y sensualidad(9), acompañada de constante cercanía
física(ló), en la que se procuran apapachos, besos y caricias(7); por esto se
considera que hay que tener precaución(3). Asimismo, la cercanía favorece
la comunicación entre la pareja sobre necesidades y expectativas(ó).
R om a n ce
En el romance, la pareja está profundamente enamorada(8), por lo que se
considera que este momento es el ideal vivido(29), una única e indescrip-
tible(3) mezcla de irracionalidad(24), solidez/compromiso(15) y amistad(ó),
que hace que se vea todo color de rosa(6). En esta etapa hay deseo(12), inte-
rés(3) y el otro llena constantemente el pensamiento(3) lo que hace creer
que se vive para él/ella(4). Se cree que el romance incluye estabilidad(7),
entendimiento/comprensión(10), compatibilidad(4), conocimiento(4) y fi
delidad^) pero que es de corta duración(7).
El amor(46) es el núcleo del romance y se ve complementado por emo
cio n es^ ), como el agrado de convivir todo el tiempo con la persona(35) lo
que provoca felicidad(29), atracción(lO), sensibilidad(2), y “mariposas en el
estómago”(2) por un lado; y cariño(15), ternura(ló), confianza(ló) y tran
quilidad^) lo que crea seguridad(3) en la relación, por el otro.
Dado el contacto físico íntimo(19) se van creando momentos agrada
bles^), en los que hay comunicación profanda(ló) y sincera(4). Se com
p a r te ^ ) la sexualidad(12) y sus expresiones físicas como besos, abrazos y
caricias(13). Los detalles(20) y el juego(8), son elementos centrales en esta
etapa, pues se busca complacer(12) a la pareja. Se es respetuoso(4) y se apoya
continuamente(2).
C om prom iso
El compromiso es la decisión de formar una relación sólida. La convicción de
que la pareja es la persona con la que se quiere vivir(59) pues es una etapa
en la que se toman las cosas con más formalidad(17) guiando a futuro(8), el
deseo de formar una familia(12). Esta parte fundamental de la existencia
humana(3), depende de una decisión voluntaria(14) y del peso que la socie
dad le confiere(8). De entre sus características, se encuentra la unión de la
pareja(12), la fidelidad(14), la constancia(8) y el entendimiento(3) por un
lado; y el tratar de no quedar mal(35), la responsabilidad u obligación adqui
r id a ^ ) y la limitación de la libertad(14) por el otro.
En términos de emociones y sentimientos, esta etapa es definida posi
tivamente como una “promesa” de amor eterno(21), confianza(ll), seguri
dad^), alegría(lO), cariño(6) y agrado(3). Y negativamente como ansiedad
o nerviosismo(7) y sacrifició(2).
Durante la fase de compromiso, se comparte todo(17), se procura al
otro(17), se comunica(5) sinceramente(2), lo cual sirve para crear acuerdos
entre la pareja(12); todo se da en un ambiente de respeto(9) y ternura(2).
M a n ten im ien to
El mantenimiento es sinónimo de compromiso o estabilidad(36), representa
una lucha conjunta contra obstáculos(12) y se considera importante, pues
permite seguir creciendo como pareja(15) y formar una familia(2). Aquí,
hay interés por la pareja(lO), aceptación(3), fidelidad(5), pérdida de la ima
gen idealizada(2) y amistad(2) en donde se deben prever conflictos(2), pues
de otra manera se puede “estar” sólo por estar en la relación(3).
Las emociones y sentimientos experimentados durante esta etapa son
principalmente el amor(16), la confianza(14), la comprensión(ll), felicidad(5),
y seguridad(3); no obstante hay quienes consideran que las alegrías y los
sufrimientos durante el mantenimiento son cíclicos(4), por lo que también se
siente aburrimiento(8).
Durante la fluidez de la interacción(2), el no descuidar a la pareja alimen
tándola con atenciones(57), es central en el mantenimiento de la relación
de pareja pues son también demostraciones de cariño(8). Otras conductas
importantes durante la convivencia “rutinaria”, son el cumplimiento de res
ponsabilidades^) y la comunicación(20) sincera(4); asimismo el apoyo cons
tante mutuo(12), el respeto(lO), compartir experiencias(7), paciencia(3),
cuidado(2) y tolerancia(5).
C on flicto
El conflicto es cuando los miembros de la pareja no pueden llegar a un
acuerdo o tienen dificultad para conciliar sus intereses personales(56) o
existe una falta de entendimiento entre éstos(15). Dada esta problemática(12)
no se desea estar con la persona(20), no hay interés en ella(2), se trata de
vencer al otro(3) y lastim arlo(ll). Se considera que el conflicto es inevita
ble^), que se requiere de entereza para enfrentarlo(9) y que puede provocar
ruptura(5) o bien, ayudar a madurar a la pareja(6). De entre las posibles cau
sas del conflicto, se encuentra la infidelidad(4), el incumplimiento de res
ponsabilidades^) y el egoísmo(3). Pese a este matiz negativo, hay deseo de
resolver el conflicto(30) dadas sus implicaciones en la relación.
Durante el conflicto, surgen una serie de emociones y sentimientos ne
gativos asociados al debilitamiento del amor(3) y su efecto en el individuo en
sí mismo y en la interacción. En el primer caso se observan: la angustia(13),
el dolor(6), la tristeza(l 1), la frustración(4), la preocupación(3), la culpa(3)
y el arrepentimiento(2). En el segundo: el enojo(25), el desagrado(18), la
desconfianza(ó), la desesperación(5), el rencor(4), el odio(2) y el temor(2).
Entre las conductas propias de esta etapa, se pueden observar comuni
cación inadecuada(15) lo que lleva a grandes discusiones a veces innece
sarias^), agresividad(l 1) y pleitos/peleas(l 1).
A leja m ien to
El alejamiento es el distanciamiento físico y emocional(óO) causado por di
ferencias entre la pareja(19), por infidelidad(5), falta de pasión(5) o de com
prensión^), que provoca una pérdida de interés(17), de compromiso(2) y
un no deseo de compartir(9). Se considera que esta etapa guía al olvido(6)
y representa la solución ante el daño mutuo(3) por medio de la reflexión
sobre la relación(13).
Al sentir que la relación ya dejó de funcionar(12), la persona siente prin
cipalmente tristeza y depresión(33) estas emociones surgen del desamor entre
la pareja(18) y aunque el matiz es negativo, el miedo a terminar la relación(7)
crea extrañamiento y búsqueda de acercarse de nuevo a la pareja(17). Por
una parte, se siente desagrado hacia la persona(ll), desconfianza(5), resen
timiento/rencor^) y enojo(9); y por otra, desesperación(4), dolor/sufrimien
to(13), frustración(2), inseguridad(2) y sentimiento de soledad(4). Posterior
a la presencia de estos sentimientos y emociones, la persona se siente tran
quila^).
Conductualmente, durante el alejamiento hay indiferencia hacia la per-
sona(14), falta de comunicación(13), evasión a todo lo que represente a la
pareja(7) y lágrimas(3).
D esam or
El desamor es falta de amor(40), de interés(40) y de ilusiones(17) en la pare
ja, en donde no se quiere estar con la pareja(15) pues ya se perdió la atrac
ción física(5). Otras razones del desamor son los conflictos emocionales(2)
que crean la idea de un fracaso(2), de una “negación a la vida”(2) o “lo peor que
puede pasar”(2). Esto repercute en la autoestima de la persona(4), no hay
aceptación del otro(3), crea una necesidad de afectarle(2), enfría la rela-
ción(3) y se olvidan los detalles(4); esto, hace que se piense en alternativas
que satisfagan necesidades(5).
El desamor, cuando no se encuentra lo que se busca(4), provoca una serie
amplia de sentimientos y emociones negativas. La tristeza y depresión son
el núcleo del desamor(35), seguidas por el sentimiento de soledad(8), el
dolor(9), incomprensión(5), desesperanza^), ansiedad(39, inseguridad(2),
extrañamiento(2), se siente falta de correspondencia(3) y con ello arrepen
timiento^); también se experimenta enojo(14), rencor(7), odio(5) y des
confianza^).
El alejamiento(23) y la indiferencia(14) son las principales manifesta
ciones conductuales del desamor, seguido por faltas de respeto(2), de co
municación^) y de lágrimas(2).
S eparación
La fase de separación es el alejamiento emocional y físico(41) de la pareja o
bien, el fracaso/final de la relación(30). Durante este lapso se presenta con
fusión entre pensamiento y sentimientos(9), se piensa en uno mismo más
que en los dos(4), no hay interés(2) y se establecen límites(2) para evitar
más dolor(13), lo cual hace pensar al individuo en que la separación es una
decisión sana y necesaria(15). Algunas de las razones para esta decisión son
los conflictos(3) producto de incompatibilidades^) o infidelidad(2). Este
proceso uinevitable”(3) afecta directamente la autoestima(3). La separación
es la instancia en la que se busca un arreglo equitativo y razonable(15) para
olvidar(ó), iniciar una nueva vida(4) y para establecer otra relación(4).
La tristeza y la depresión son el corazón de la separación de la pareja, o
bien el desamor(14) evidenciado, seguidas del dolor(15), la soledad(13) pro
vocada por el extrañamiento de la persona(7), angustia(4), resentimiento(5),
frustración(2) y desesperación(2); y por otro lado no se está a gusto con la
persona(9), se experimenta enojo(lO), desconfianza(3), desprecio(2) e insegu
rid a d ^ ) con la pareja, aunque posteriormente pueda sentirse cierto alivio(5).
A nivel conductual, esta etapa se caracteriza por la indiferencia(S), la
pérdida de comunicación(9), la agresión(4) y las faltas de respeto(2).
O lvido
Aunque se considera que esta etapa es cuando se intenta arrancar los re
cuerdos que quedan de la pareja(18), logrando la aceptación de que esa
relación es parte del pasado(14), se cree que jamás se olvida totalmente(21).
En esta “muerte total de la pareja”( l l) no hay interés en la pareja(13), hay
desilusión(ó) y en ocasiones se añora a la persona(8); esto favorece que
se desee conocer a otras personas(l 1), reiniciar la vida(8) y recordar lo po
sitivo de la relación(18).
Las emociones y sentimiento en esta etapa se dirigen a dos vertientes.
Por un lado, hay ausencia de emociones y sentimientos(18) y por otro, hay
desamor(ll), tristeza y depresión(7), dolor(5), rencor(3), desesperación(2)
y en general un sentimiento intenso de separación(4). Finalmente la tranqui
lidad es sentida como parte terminal a este proceso(14).
Conductualmente hay indiferencia(23) y esto crea falta de interacción(17).
D iscu sió n
Con base en la información revisada y los datos obtenidos en el presente
estudio, se hace necesario en este punto examinar:
Extraños / / ✓
Conocidos / / ✓
Amistad ✓ / ✓
Atracción ✓ ✓ /
Pasión ✓ ✓ /
Romance ✓ / /
Compromiso ✓ / /
Mantenimiento ✓ / ✓
Conflicto ✓ ✓ /
Alejamiento ✓ ✓ /
Desamor ✓ ✓ /
Separación ✓ ✓ /
Olvido ✓ ✓ /
Cabe mencionar que, aunque en general este autor sí retoma las dimen
siones cognoscitiva, afectiva y conductual en las descripciones, el aspecto
conductual se ve limitado en más de la mitad de las etapas, mientras que el
afectivo no es muy profundizado y el cognoscitivo es el que muestra mayor
fortaleza. Esta postura coincide con la forma en la cual los psicólogos sociales
han guiado y/o formulado sus propuestas teóricas en general, pues al igual
que Walster y Walster (1978), Heider (1958), Murnstein (1970), Byrne y
Clore (1970). Dhir y Markman (1984) y Williams y Barnes (1988); Díaz
Loving (1996) se inclina hacia la evaluación cognoscitiva de un estímulo.
Asimismo, dentro de las teorías que consideran los tres elementos, lo afecti
vo y más lo conductual es poco explícito (por ejemplo Aron, Aron y Smollan,
1992; Hatfield, 1988; Sternberg, 1986).
Finalmente, se considera que si bien el Ciclo de Acercamiento-Alejamien
to muestra disparidad en ciertos aspectos con los datos obtenidos, éstos tienen
la determinación de enriquecer y profundizar en la definición de las etapas
del ciclo citado, pues representa la aproximación más completa al estudio de
la pareja dada la importancia que da a los determinantes psicológicos indi
viduales inmiscuidos en procesos de índole bio-socio-cultural en relación con
un estímulo en particular.
B ib lio g rafía
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