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Si Aristóteles levantara
la cabeza
Quince ensayos sobre las ciencias
y las letras
EDICIONES CÁTEDRA
UNIVERSITAT DE VALENCIA
INSTITUTO DE LA MUJER
Feminismos
Consejo asesor:
N.I.P.O.: 207-00-008-5
© María Ángeles Durán
© Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S. A.), 2000
Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madrid
Depósito legal: M. 10.233-2000
I.S.B.N.: 84-376-1800-2
Prínted in Spain
Impreso en Lavel, S. A.
Prólogo
Pr esen t a c ió n
I. O r d e n n a t u r a l y s u b o r d i n a c i ó n e n “L a P o lític a ”
d e A r is tó te le s
II. A r i s t ó t e l e s y e l d e te r m in is m o b io ló g ic o
III. Si A r is tó te le s le v a n ta r a la ca b eza
Pr e s e n t a c ió n
I . L O S A N IM A L E S Y L A V I S IÓ N D E L M U N D O
Hace dos años apenas había leído unas líneas sobre los
osos. Luego, dos comentarios de Aristóteles sobre la excep-
cionalidad de estos animales me han empujado a una inten
sa búsqueda de información sobre ellos. ¿Qué era en reali
dad lo que estaba buscando? La importancia del comentario
de Aristóteles no derivaba, evidentemente, de su contenido
zoológico o físico: de lo que se trataba era de encontrar una
fisura en sus alegatos sobre el determinismo biológico, con
tra su negativa al acceso de las mujeres al gobierno de la
polis y su justificación de la subordinación en todos los
ámbitos de la vida como consecuencia de sus condiciones
morfológicas. En la lucha por un hueco en la polis hay que
intentar también la conquista de todo el entramado de inter
pretaciones que la sustenta, desde la biología hasta los mitos;
y osos y leopardos han parecido una buena excusa para
desenredar este ovillo.
Aunque con este ensayo no haya conseguido trofeos
espectaculares, tampoco he vuelto al punto de partida con
las manos vacías. Ya sabía que la piel del oso es difícil de
lograr y no la vendí antes de cazarla. Lo que ahora veo con
mayor claridad es la resistencia del lenguaje y del pensa
miento inconsciente, sus enredadas raíces. Tan enredadas
y al mismo tiempo tan claras c,omo señala Neuman en The
Great Mother32.
33 Miranda Green, The Gods o f the Celts, New Jersey, Bames and
Noble Books, 1986, especialmente cap. III sobre “Fertility and the
Mother-Goddesses”, págs. 72-102.
esenciales han llegado hoy hasta nosotros, son poco compa
tibles con la estructura social del tercer milenio y con las
aspiraciones sociales y políticas de las mujeres.
Tal vez sea imposible acabar con los mitos viejos, y en
lugar de erosionarlos convenga confundirlos o crear mitos
nuevos. Claro que ni los mitos ni el lenguaje son obra de
una sola persona y un empeño individual de cambio se
estrellaría contra barreras infranqueables: por eso me ale
gra la consciencia de que formo parte de un movimiento
intelectual colectivo, de una aspiración comúnmente senti
da por mujeres y hombres de distintas procedencias y cul
turas.
Yo no andaba buscando información concreta sobre mí,
pero apenas escarbé en los mitos antiguos salió a raudales.
Como nací un 30 de noviembre, me pusieron de segundo
nombre Andrea, por ser San Andrés el santo patrón del día:
así que la fiesta de arktos coincide con la de mi cumpleaños
y ha resultado ser también mi fiesta. En cuanto a los emisa
rios y la condición alada de las diosas antiguas del Medite
rráneo, ¿qué mejor sincretismo que el de mi nombre cristia
no, María de los Ángeles? Los ángeles, como las golondri
nas de los mitos vaqueiros, son los emisarios entre la orilla
del cielo y la de la tierra. Estos emisarios y guardianes gen
tiles han dado pie a algunas de las pinturas más bellas del
mundo, como ésa en que Fra'Angélico plasma la anun
ciación de la buena nueva a la joven Virgen María. En mi
nombre se juntan las huellas de muchos pueblos que desapa
recieron, dejando tras sí los toscos grabados, la arcilla coci
da, el mármol labrado o las maravillosas telas pintadas en
que corporeizaron sus aspiraciones y sus sueños. Sobre los
cuernos de la media luna, con la corona de estrellas y rayos
de luz cercándole el rostro, con la serpiente a los pies y los
ángeles a su alrededor flotando sobre un mar de nubes,
María es un arquetipo universal en el que se funden la histo
ria de todas las mujeres que antes y después de mí han sido
y serán, y que han mirado al cielo para preguntar cuestiones
a las que aquí no encuentran respuesta.
Por si acaso da resultado, en la ventana más soleada de
mi casa he plantado un semillero que sólo yo veo: es el
semillero de mitos. Tal vez para la próxima primavera, entre
la Candelaria y las flores de Mayo, asomen ya sus nuevos
brotes.
C a p ít u l o III
P r e s e n t a c ió n
I. Los O R ÍG E N E S G R IE G O S D E L A E C O N O M ÍA !
D IÁ L O G O E N L A A V E N ID A D E C O L U M N A S
II. M a t r im o n io y g e s t ió n d e l a p r o p ie d a d
III. Los H E R E D E R O S D E L “ O Y K O N O M IK O S ”
V El r e p a r to d e l tr a b a jo n o r em u n e r a d o
Y LA C A R G A G L O B A L D E T R A B A JO
V I. E s t im a c ió n a l t e r n a t iv a d e l P ro d uc to In t e r io r
B ruto
P r e s e n t a c ió n
I. L a ley en d a d el “L ib r o d e l a C ie n c ia ”
d e l o s (a s ) in v e s t ig a d o r e s (a s )
III. Las m u je r e s y l a f o r m a c ió n d e l a c ie n c ia
V R e n o v a c ió n in t e l e c t u a l y r uptur a d e p a r a d ig m a s
VI. C ie n c ia , t e c n o l o g ía y c a m b io s o c ia l
VII. “ E p p u r si m u o v e ”: el R e n a c im ie n t o q u e v iv im o s h o y
P r e s e n t a c ió n
I. La m a te r n id a d c o m o d e s t in o
II . “ L a a b a d e s a p r e ñ a d a ” , e n L o s M il a g r o s
de N u estra S e ñ o r a , d e G o n z a l o d e B e r c e o ,
S IG L O XIII ( F R A G M E N T O S )1
[...]
[...]
511 Vidieron qe non era cosa de encobrir,
si non podrié de todas el diablo reír;
emb'iaron al bispo por su carta de^ir
qe non las visitava e deviélo padir.
[...]
517 Entró al oratorio ella sola, sennera,
non demandó consigo ninguna compañera;
paróse desairada luego de la primera,
mas Dios e su ventura abriéronli carrera.
[...]
522 Sennora benedicta, non te podí servir,
pero améte siempre laudar e bendezir;
Sennora, verdat digo e non cuido mentir,
Querría seer muerta si podiesse morir.
523 Madre del Rey de Gloria, de los gielos Reígna,
mane de la tu gracia alguna medicina;
libra de mal porfazo una muger mezquina
eso si Tú quisieres puede seer aína.
[...]
529 Traspúsose la duenna con la grant cansedat,
Dios lo obrava todo por la su píadat;
apareció'1la Madre del Rey de magestat,
dos ángeles con Ella de muy grand claridat.
[...]
533 Al sabor del solaz de la Virgo preciosa,
non sintiendo la madre de dolor nulla cosa,
nació la creatura, cosiella muy fermosa;
mandóla a dos ángeles prender la Gloriosa.
534 Díssolis a los ángeles: “A bós ambos castigo:
levad esti ninnuelo a fúlán mi amigo;
dezidle q'em lo críe, yo assín gelo digo,
ca bien vos creerá; luego seed conmigo.”
[...]
537 Palpóse con sus manos quando fo recordada,
por vientre, por costados e por cada ijada;
trobó so vientre llacio, la cinta muy delgada,
como muger qe es de tal cosa librada.
538 No lo podié creer por ninguna manera,
cuidava qe fo suenno, non cosa verdadera;
palpóse e catóse la begada tercera,
fizóse de la dubda en cabo bien certera.
539 Quand se sintió delivre la prennada mesquina,
fo el saco vagio de la mala fariña,
empezó con grand gozo cantar “Salve Regina”,
qe es de los cuitados solaz e medicina.
540 Plorava de los ojos de muy grand alegría,
dicié laudes preciosas a la Virgo María,
non se temié del bispo nin de su cofradría,
ca terminada era de la fuert malatía.
[...]
547 Como en el porfazo non se temié caer,
fo luego a los piedes del obispo seer;
quíso l besar las manos, ca lo devié fazer,
mas él non gelas quiso a ella ofrecer.
[...]
555 Envío de sos clérigos en qui él más fiava
qe provassen la cosa de quál guisa estava;
tolliéronli la saya maguer qe li pesava,
fallánrola tan secca qe tabla semejava.
[...]
[...]
[...]
[...]
578 Issió mucho bon omme, en todo mesurado,
parecié bien qe fuera de bon amo criado;
era el pueblo todo d’elli mucho pagado,
quando murió el bispo, diéronli el bispado.
[...]
C O N L O S D IC C IO N A R IO S )
[...]
[...]
563 Vio la abadesa a las dueñas mal juzgadas
Y que iban a expulsarlas del convento.
Se llevó al obispo aparte, a quince pasos
“Señor”, dijo, “las dueñas no tienen mucha culpa”.
[...]
576 Cuando llegó el momento, siete años después
Envió a dos de sus clérigos más apreciados
Para que trajeran al niño desde el monte a lo poblado.
Y así lo hicieron ellos como bien mandados.
[...]
578 Fue un hombre muy bueno, muy comedido
Parecía que hubiese sido educado por buen amo
Todo el pueblo le quería mucho
Cuando el obispo murió le dieron el obispado.
[...]
581 Cuando llegó el momento en que tenía que morir
No le dejó su señora sufrir largamente
Le hizo subir a la Gloria a un lugar seguro
En el que ni ladrón ni cobrador de impuestos podrán
[nunca entrar.
IV. E l j u i c i o a la ab ad esa
V La m a te r n id a d c o m o o p c ió n .
O r a c ió n d e l a s m u j e r e s d e l s ig l o XXI
P r e s e n t a c ió n
I. L a p r o d u c c ió n d e id e a s
II. E l pa pel d e l a m u je r e n l a e st r u c t u r a
D E M O G R Á F IC A E N E L “ S lG L O D E O ro ”
IV L a im a g e n d e l a m u je r e n l o s t r a t a d o s
Y S E R M O N A R IO S
V El p r o g r a m a e d u c a t iv o d e J u a n L u is V iv e s
21 Vid. Carlos G. Noreña, Juan Luis Vives, Madrid, Ed. Paulinas, 1978.
divinas, así como la naturaleza misma, mandan que la mujer
debe estar sometida al marido y obedecerle”22.
Como el único papel atribuido a la mujer era el de las ta
reas domésticas (“nadie buscará en ella cualidades de elo
cuencia o inteligencia, ni conocimientos de ningún tipo”), de
su educación debían excluirse el conocimiento detallado de
la naturaleza, la filosofía, la gramática, la dialéctica, la his
toria, la ciencia política, las matemáticas, la poesía, la músi
ca, el dibujo, la danza y la literatura caballeresca o erótica, e
incluso la teología. Su educación debía basarse en el conoci
miento de la Biblia y los poetas cristianos, y por suponer que
las mujeres eran más vulnerables que los hombres, tanto físi
ca como moralmente, su educación debía ser muy estricta y
estrechamente vigilada. El silencio había de ser un instru
mento fundamental en el aprendizaje y la práctica de esta
educación. La familia, para Vives, se funda en el mutuo
complemento de los esposos que, como ya señalábamos, no
es principalmente afectivo y sexual, sino económico y repro
ductivo, pues, “el hombre busca la compañía de una esposa
en orden a tener descendencia y conservar lo adquirido, pues
este sexo, miedoso como es, también es por naturaleza cui
dadoso y tenaz”23.
En cuanto al trabajo doméstico, Vives dispone que se
base en las enseñanzas de Aristóteles, siendo ocupación
obligada de todas las mujeres, “incluidas las reinas”, la coci
na, la calceta y la administración de cuidados médicos.
P r esen t a c ió n
Q U E SE E N T IE N D A N 1
1 Para este ensayo se han utilizado las versiones siguientes: Fray Luis
de León, Cantar de los Cantares, de Salomón, edición de José Manuel
Blecua, Madrid, Gredos, 1994. Luis de León, “Cantar de los Cantares ”.
Interpretaciones: literal, espiritual, profética, edición bilingüe y traduc
ción de José María Becerra Hidalgo, Salamanca, Ediciones Escurialen-
ses, 1992. Salomón, El Cantar de los Cantares, versión del Rvdo. Ci
priano Montserrat, Barcelona, Aymá, 1943.
nismo y en España se optó por una prohibición general de
todas las traducciones vulgares.
El propio Fray Luis de León relata en el prólogo de su
traducción del Cantar de los Cantares, dirigiéndose a los
lectores, que un fraile de su convento tomó el libro traduci
do, lo copió y otros lo divulgaron: como estaba “santamente
prohibido por los jueces de las cosas de la fe, que nadie leye
ra el libro de la Sagrada Escritura escrito en lengua vulgar”
la consecuencia fue que “algunos no muy amadores míos
pensaron que se les ofrecía en él un motivo para incomodar
me y lo tomaron presto y ávidamente. Pero discernidas ya
aquellas controversias, haciendo Dios de árbitro por mí, y
habiendo sido restituido al final, por beneficio del mismo
Dios, tras muchos y grandes trabajos, a mi prístina dignidad
y a la íntegra opinión” (pág. 12). Posteriormente, sus amigos
y superiores le animaron a verter el libro al latín. La “con
troversia” es una suavísima manera de mencionar los cinco
años de cárcel que hubo de sufrir hasta que le fue restituida
su “prístina dignidad”.
Fray Luis recoge las tres posiciones más extendidas res
pecto al libro de Salomón (op. cit., pág. 68):
II. Los A M O R E S T R A N S F IG U R A D O S D E L R E Y S A L O M Ó N
3 Fray Luis de León conocía bien a los clásicos griegos y, por tanto,
no le resultaría difícil distinguir entre eros y filias, dos formas distintas
de amor que F. Rodríguez Adrados ha analizado con gran profundidad
léxica y literaria en lo que llama “la sociedad antierótica griega”. (Vid.
Sociedad, amor y poesía en la Grecia antigua, Madrid, Alianza Univer
sidad, 1995, págs. 19-68.)
intelectual que resolviera el problema planteado por los
pasajes más camales del Cantar. Al clima general de sen
sualidad del Cantar se añade otro problema, que es la con
ducta improcedente de la Amada. Según la moral imperante
en el siglo X V I , como dice Fray Luis en el cap. I (op. cit.,
pág. 73): “Está lejos de la costumbre del sentido común, que
las mujeres inciten a los hombres a amar. Pero en este cantar
en su comienzo aparece la esposa pidiendo besos del espo
so.” Como corresponde a una voz dominante masculina, en
el Cantar son más frecuentes las expresiones de amor hacia
la Amada; pero también hay numerosas expresiones referen
tes al Amado, o en las que el titular de la acción amorosa
emplea el género femenino. Tan difícil era de aceptar por
Fray Luis la conducta de la pastora amante (su búsqueda
enfebrecida del Amado por la ciudad, el goce de los senti
dos, la relativa libertad, riesgo e igualdad en el amor) que no
le queda otro remedio que descorporeizarla y convertirla en
una entidad espiritual, en una alegoría religiosa que sirva
para poner “palabras de amor casi corporal, para que el áni
ma despertada por su cuerpo con palabras de cosas corrien
tes se recaliente y se excite al amor que está arriba por las
palabras del amor inferior” (op. cit., pág. 72).
III. U n a L E C T U R A D E L “ C A N T A R ” P A R A E L S IG L O XXI
P r e s e n t a c ió n
I. ¿ P o r q u é l o s l l a m a m o s h u m a n is t a s ?
III. La tr a n s ic ió n e n tr e e l “C a n ta r d e lo s C a n ta r e s ”
y “L a perfecta c a sa d a ”
e c o n ó m ic o /m o ral
a) Económico.
Este tipo de análisis se ocupa del modo en que des
cribe Fray Luis de León la economía doméstica, esto
es, los posibles modos de producción u obtención de
riquezas, de los que selecciona el único que le parece
adecuado (el agrícola-casero). Describe cómo funcio
na, mediante el estrangulamiento del consumo y la
aplicación continuada a la producción, y señala las
contradicciones latentes entre el hombre y la mujer y
entre la mujer-empresaria y el resto de los trabajado
res en la empresa-casa. En este artículo nos ocupare
mos principalmente de este tipo de análisis.
b) Ideológico.
En el segundo nivel de análisis, o análisis ideológico,
del que nos ocupamos con más detalle en “Ideología
y pedagogía en el Siglo de Oro ” (vid. cap. VI), se tra
ta de la justificación ofrecida por Fray Luis de este
modo de producción a través de todas las instancias
legitimadoras posibles. En primer lugar, la voluntad
divina, interpretada en la versión humanista erasmia-
na, a través de las Sagradas Escrituras. En segundo
lugar, la justificación por medio del argumento de
autoridad, concedido, como corresponde a su condi
ción de hombre culto del Renacimiento, a los clásicos
c) Psicosociológico.
De este tipo de análisis, sólo presentamos aquí un es
bozo. No puede construirse un modo específico de
división de trabajo y creación y apropiación de rique
zas sin que entrañe un correlato axiológico, una atri
bución de capacidades y valores a cada uno de los
sujetos de la relación social prescrita, y sin que se dis
pongan las bases para el mantenimiento de esta mis
ma relación. La fragmentación, la dispersión, el auto-
desprecio, la prohibición de cualquier actividad po
tencialmente concienciadora (la comunicación, el
estudio, la creatividad artística, la toma de contacto
con otros sujetos en la misma posición) son, junto con
la creación de un mundo de premios y castigos de
orden sobrenatural, psicológico y material, las vías
que Fray Luis de León, interpretando y justificando
su época, propone para mantener la adscripción de las
mujeres a la posición que ocupan en el proceso pro
ductivo. Y, lo más importante, al hacerlo cree actuar
“a favor de las mujeres”, como si su obra fuese una
defensa u homenaje.
V La c o n d e n a m o r a l d e la s fo r m a s a lte r n a tiv a s
D E D IV IS IÓ N D E L T R A B A J O
VI. L a s b a s e s a f e c t iv a s y e c o n ó m ic a s
D E L A S U B O R D IN A C I Ó N
¿Por qué les dio a las mujeres las fuerzas flacas y los
miembros muelles, sino porque las crió no para ser por
tas, sino para estar en su rincón asentadas? (pág. 129).
Y pues no las dotó Dios ni del ingenio que piden los
negocios mayores, ni de fuerzas las que son menester
para la guerra y el campo, cuídanse con lo que son y
conténtese con lo que es de su parte, y entiendan en su
casa y anden en ellas, pues las hizo Dios para ella sola.
Los chinos, en naciendo, les tuercen a las niñas los pies,
porque cuando sean mujeres no los tengan para salir fue
ra, y porque, para andar en su casa, aquéllos torcidos les
bastan. Como son los hombres para lo público, así las
mujeres para el encerramiento, y como es de los hom
bres el hablar y el salir a la luz, así dellas el encerrarse y
encubrirse (pág. 130).
VII. “ P o s t s c r i p t u m ”
P r e s e n t a c ió n
I. E l “ h o m o s a p ie n s ” d e L in n e o
II. R e a c c io n e s a n t e e l “S is t e m a n a t u r a l ” de L in n e o :
B u ffo n , K a n t y B en th a m
III. La e s e n c ia d e l o m a s c u l in o y lo f e m e n in o
IV. E l q u e g o l p e a p r im e r o , g o l p e a d o s v e c e s
Pr e s e n t a c ió n
I. La r e l a c i ó n d e h o m b r e s y m u je r e s
CON l a lite r a tu r a
1.1.Los autores
II. P o d e r y r ie s g o d e l a c o n s c ie n c ia
III. Lo G E N E R A L Y L O C O L E C T IV O
IV G r a f f i t i , n o v e l o n e s y l it e r a t u r a c u l t a
P r e s e n t a c ió n
II. O r t e g a y l a s m u je r e s
II.3.2. Mimesis
II.3.3. Antagonismo
IV C o n s t r u c c ió n y d e c o n s t r u c c ió n d el s is t e m a
d e id e a s
Tanto las ideas como las creencias son, para Ortega, pro
ductos del pensamiento. Pero las ideas se “tienen” o se “ocu
rren”, en tanto que en las creencias se vive, se está. No se
formulan las creencias, sino que sólo se alude a ellas, como
parte de la realidad “Las teorías, en cambio, aun las más
verídicas, sólo existen mientras son pensadas: de aquí que
necesiten ser formuladas” (op. cit., pág. 385). “Todo aquello
en que nos ponemos a pensar ocupa en nuestra vida un lugar
secundario si se le compara con nuestras creencias auténti
cas. En éstas no pensamos ahora o luego: nuestra relación
con ellas consiste en algo mucho más eficiente: consiste en
V E l lu g a r d e la duda
P r e s e n t a c ió n
I. E l in c o n fo r m is m o e n g e o g r a f í a
II. Los N O M B R E S D E L A C IU D A D
111. G u ía s y a c o n s e j a d o s (m etá fo ra de la d is p u t a
E N T R E P O S IT IV IS T A S Y R A D I C A L E S )
IV L u g a r e s m ayores y m en o r es .
La p e r s p e c tiv a d e l o b s e r v a d o r
V Pa r a u na h e r m e n é u t ic a c a l l e j e r a .
M e m o r ia s y s ig n if ic a d o s d e M a d r id
P r e s e n t a c ió n
I. E l e s p a c i o s i n l í m i t e s : m e d i r , p r e d e c i r , e n t e n d e r
III. V ia j e a la s fu e n t e s . Im á g en es y m etá fo r a s
DE L A ESC A L E R A
LA RECOLETA
Convencidos de caducidad
por tantas nobles certidumbres del polvo,
nos demoramos y bajamos la voz
entre las lentas filas de panteones,
cuya retórica de sombra y de mármol
promete o prefigura la deseable
dignidad de haber muerto.
Bellos son los sepulcros,
el desnudo latín y las trabadas fechas fatales,
la conjunción del mármol y de la flor
y las plazuelas con frescura de patio
y los muchos ayeres de la historia
hoy detenida y única.
Equivocamos esa paz con la muerte
y creemos anhelar nuestro fin
y anhelamos el sueño y la indiferencia.
Vibrante en las espadas y en la pasión
y dormida en la hiedra,
sólo la vida existe.
El espacio y el tiempo son formas suyas,
son instrumentos mágicos del alma,
y cuando ésta se apague,
se apagarán con ella el espacio, el tiempo y la muerte,
como al cesar la luz
caduca el simulacro de los espejos
que ya la tarde fue apagando.
Sombra benigna de los árboles,
viento con pájaros que sobre las ramas ondea,
alma que se dispersa en otras almas,
fuera un milagro que alguna vez dejaran de ser,
milagro incomprensible,
aunque su imaginaria repetición
infame con horror nuestros días.
Estas cosas pensé en la Recoleta,
en el lugar de mi ceniza.
IV L a s fuen tes de la p e r c e p c ió n :
L A S M E D IA C IO N E S A F E C T IV A S
V R eto rno y v ia j e in t e r io r :
EL C O N O C IM IE N T O IN T R O S P E C T IV O
P r e s e n t a c ió n
I. L a s e s t a d ís t ic a s s o n co m o la luz
II. Lo Q U E N O S E IL U M IN A Q U E D A E N S O M B R A
III. Los E S P E JO S D E L A R E A L ID A D
IV A c u e r d o s y c o n v e n c io n e s s o b r e e l m o d o
D E M E D IR L A R E A L ID A D S O C IA L Y E C O N Ó M IC A
V Los q ue q u ed a n fuera
VI. Ec o n o m ía a l t e r n a t iv a : lo s r ec u r so s n o
M O N E T A R IO S E N L A E S T IM A C IÓ N D E L P R O D U C T O
In t e r io r B ruto
P r e s e n t a c ió n
I. A p r o x im a c io n e s
10 de mayo
15 de mayo
22 de mayo
23 de mayo
2 de junio
21 de junio
8 de julio
12 de julio
17 de julio
26 de julio
1 de agosto
2 de agosto
5 de agosto
II. E n bu sc a de A l e j a n d r ía
1 de septiembre
7 de septiembre, domingo
III. E n c u e n t r o co n l o s l ib r o s
* * *
Núm. 36.624:
Núm. 36.656: