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José Luis Gonzalez ‘Atejandro Falcones Claves del construir arquitectonico Tomo |. PRINCIPIOS 690 G643¢ Claves del construir arquitect Gonzalez, José Lu GG ad introduccién general a los dos tomos [Los principios del construir arquitecténico La finalidad bésica de construir edifcios (y sus dimersas posibies agregaciones) co faciltar ‘aquellas actividades humanas que se desarro- {kan mucho mejor en espacios bien organizados yy dotados de un ambiente controlable que en ‘espacios y ambientes naturales. Son activida~ des de todo tipo, de proteccién, como defenderse de intrusos o tempestades, intimas © privadas, como dormir 0 amar, sociales 0 ppablicas, como ensefiar, parlamentar 0 comuni- carse con la divinidad. ‘Que un artefacto contenedor de espacios ambientados, es decir, un edificio,facilite e in- ‘cluso potencie 0! desarrollo de esas activida des permite califcario de util. Logicamente, alcanzar esta utiidad pasa a ser un objetivo inexcusable de quien quiera construir bien. ‘Ahora bien, estos artefactos y sus agrega- ciones, con su presencia ineluctable, llegan a cconfigurar el entorno existencial de las perso- fnas de una manera tan intensa y envolvente ‘que quedan sometidos, ineluciblemente, a las cexigencias estéticas, signifcativas, simbdlicas y comunicativas inherentes a la naturaleza humana, Si el construir satisface las razones de la utlidad practica y a la vez da la respuesta ‘conveniente a estas exigencias que la trascien- ‘den y que pademos considerar como propias {el arte, se convierte en un construir arquitec- ténico, 0, senciiamente, en arquitectura. ‘La arquitectura, especialmente la contem- pordnea, se diferencia del arte puro, sea la pin- tura o la escultura, porque su justificacién resi- de en que el uso’ de sus espacios facilta las actividades humanas. Y se diferencia de la mera construccién en que participa intensa e inevitablemente de las exigencias propias de! arte, Ambas son condiciones necesarias, pero ninguna por si sola suficiente. Un ecificio emo- clonante, pero inutlizable, no es una obra de arquitectura, coma mucho, una escultura visi table, Un edifico totalmente itil pero sin un ‘minimo de poesia tampoco. Pero Ia justifieacién por ol uso no es el Linico hecho diferenciador de la arquitectura, La citada presencia ineluctable de sus obras es un factor clave distintivo del resto de las artes. Ninguna obra de escuttura, pintura, literatura 0 misica nos impone implacablemente su pre- ssencia como lo hacen las obras de arquitectu- ra. Una novela mediocre no obliga a pasar de la ‘segunda pagina, una sinfonia requiere la volun- tad del oyente, o una pintura por grande que sea es un objeto mueble. Una obra de arqui- tectura, enorme e inamovible, jo es con total Independencia de nuestros deseos y capacida- des durante toda su vida, en general, bastante ‘mas larga que la de cualquiera de nosotros. Es lune razon poderosa para poder afirmar que, si bien su utiidad interesa especialmente a sus Usuarios, su conveniencia estética es una exi- gencia de caracter colectivo y publico. Por si fuera poco, los enormes recursos utiizados para la materiaizacién y uso de cual- uiera de sus obras, muchisimo més importan- tes que los necesarios para cualquier otro tipo de obra de arte, cistancian todavia mas si cabe la arquitectura de otras actividades artsticas ya {que imponen un imperativo ético que la obligan ‘moralmente a varias condiciones de tipo eco- némico que afectan a su misma esencia. La primera es que la materalizacién del oditicio ha de ser lo mas eficiente posible, es decir, conseguir el maximo provecho de ios re- 10 cursos utilizados. Desde este punto de vista, el Cconstruir aquitecténico es igual a la mayoria de las actividades productivas humanas: la econo- mia de produccién le es tan consustancial que normalmente queda implicita, hecho que pro- vvoca que muchas veces 2 ignore. ‘Ahora bien, el cardcter limitado de esos recursos, detectado en realidad hace pocos afios, ademas de obligar a la economia de los, medio energéticos que comporta el uso, intro- duce un novisimo crterio ecolégico en la valo- racién de los procesos de materializacién, que no sélo han de ser eficientes en si mismos, sino ‘compatibles con un desarrollo que no malbara- te el patrimonio medioambiental La tercera condicion economica, a cumpiir a largo plazo, 5 que el edificio ha de sor resis tente al paso del tiempo. No podenos recons- truir cada uno © dos afios nuestros edificios © alguna de sus partes. Los edificios se han de construir y usar (y reparar si es el caso), de ‘manera que permanezcan integros en su totali- {dad un periodo de tiempo dilatado, asegurando ademas la integridad de sus usuarios frente a ‘eventos catastroficos para todos como incen- dios o terremotos. Pero ademés, la integridad a largo plazo Puede ser algo mas que una condicién econd- mica y de seguridad para sus usuarios directos, Aigunos edificios 0 algunas de sus agrega- ‘clones, barrios o ciudades, constituyen parte importante de la memoria de los pueblos y, en ‘consecuencia, signos de su identidad. La per- ppetuacién de un pueblo requiore de la perpe- {uacion de su patrimonio cultural y especial mente el arquitecténico por ese cardcter envo!- vente y piblico. Podemos reordenar todo lo dicho y con- Cluir que la arquitectura séio se justifica si faci lita y potencia el uso y distrute de sus artefac- tos gracias a ‘tla adecuacién de sus espacios, ‘la adecuacién del ambiente de esos ‘espacios, ‘1a conveniencia publica y privada de sus Ccualidades estéticas y comunicativas, * la integridad a largo plazo de si mismos y de sus ocupantes, ‘tla eficiencia directa y medioambiental de ‘sus procesos de materializacién. INTRODUCCION GENERAL A LOS 00S ToMOS Es razonable afirmar que son cinco obje- tivos imprescindibles para quien quiera cons- truir bien, y los fundamentos axiolégicos sobre los que se han de asentar sus crterios de valor. Lo cual permite poder considerarios, en defini- ‘iva, como los cinco principios del construir ar- Quitecténico, tal como se hace en este texto. Las dos fases del construir arquitecténico El proceso global de construir una obra de at- quitectura pasa, necesariamente, por una fase previa en la que alguien, el arquitecto o profe- sional equivalente (individual 0 colectivo), la {debe imaginary plasmar io imaginado en docu- mentos gréticos y escritos (el proyecto) para que después pueda ser materiaizada por un Ccolectivo mucho mas numeroso. Habitualmen- te a esta fase también so le denomina proceso de disefio El éxito final de! edfcio, es decir, el cumpli- miento de los cinco objetivos, requiere que ya fen este nivel imaginario sea potencialmente adecuado, itt, resistente, tc. ya que los pro- ‘casos de produccién posteriores que lo hacen realidad solo materializan Ia idea y si ésta no es correcta su realzacién dificimente la mejora Lo cual no impide que la idea pueda mejorarse durante fa ejecucién de los trabajos. Para materializar defiritivamente la idea es preciso disponer de materiales, herramientas y Una legién de operarios habiles en su manejo y montaje que hagan realidad lo imaginado pre- ‘lament, El éxito final tambien depengera de la adecuacién de los materiales finales y de la ‘exactitud de las formas elaboradas por los ope- rarios. Si los materiales no han alcanzado las ppropiedades requeridas y las formas son dife- rentes a las imaginadas dificimente se cumpli- ran todos los objetivos propuestos. Los diferentes conjuntos de manipulacio- nes, transformaciones, agregaciones, etc. de los ‘materiales que encontramos en la naturaleza, {ue permiten of paso de lo imaginado a lo real, se denominan aqui procesos de produccion y a los procedimientos concretos para levarios a cabo, técnicas de produccion. En resumen, el éxito del construir arquitec- tonico depende de! desarrollo correcto de dos tases, a imaginativa y la productiva, es decir:

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