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Dice Alejo Carpentier que el surrealismo significó mucho para los escritores
latinoamericanos de esta época porque les mostró texturas y aspectos de la vida
americana que habían sido inadvertidos.
A continuación también se señalan algunos de los temas que abarca el realismo mágico.
El fatalismo y el inmovilismo.
Se desconfía en el concepto del amor y se enfatiza la soledad del individuo
La muerte no tiene tanto valor porque el mundo es aún más difícil e incomprensible.
Se le quita el valor a los tabúes religiosos y sexuales: “…destrozaron los muebles de la
sala, rasgaron con sus locuras la hamaca...” “…se entregaron a la idolatría de sus
cuerpos, al descubrir que los tedios del amor tenían posibilidades inexploradas, mucho
más ricas que las del deseo. Mientras el amasaba los senos eréctiles de Amaranta
Úrsula, o suavizaba con manteca de coco sus muslos elásticos y su vientre arudaznado,
ella jugaba a las muñecas con la portentosa criatura de Aureliano, y le pintaba ojos de
payaso con carmín de labios…” “…Una noche se embadurnaron de pies a cabeza con
melocotones en almíbar, se lamieron como perros y se amaron como locos en el piso del
corredor…” ; y hay mayor importancia a explorar los aspectos secretos y demenciales
de la mente y la conducta.
Los principales autores del género son Miguel Ángel Asturias, Carlos Fuentes, Julio
Cortázar, Mario Vargas Llosa y, sobre todo, Gabriel García Márquez, aunque a
continuación se encuentra una lista con más autores y sus respectivas obras,
pertenecientes, claro está, al realismo magico:
Ernesto Sábato, Uruguayo
El Túnel, 1948; Sobre Héroes y Tumbas, 1961; Abbadom, el Exterminador, 1974
Juan Carlos Onetti
El Astillero, 1961; Juntocadáveres, 1965; Cuando ya no importa, 1993
Augusto Roa Bastos
Yo, el Supremo, 1974; El trueno entre las hojas, 1953; Hijo de hombre, 1959: Vigilia del
Almirante, 1992.
Gabriel Cassacia
Mario Pereda, 1939; La llaga, 1963; El pozo, 1947; cuentos.
Guillermo Cabrera
Tres tristes tigres, 1966
Manuel Puig
Boquitas pintadas, 1969; El Beso de la mujer Araña, 1977; Maldición eterna a quien lea
estas páginas, 1980.
Álvaro Mutis
Amirba y Abdul Boshur Senador de Navíos, 1940; Empresas y Tribulaciones de Magrol
y el Gaviero, 1993.
Augusto Monterroso
Lo demás es Silencio y Los buscadores de oro, 1993, entre otras.
Juan Rulfo
La Muerte de Artemio Cruz, 1962; La Región Más transparente, 1958; Todos los Gatos
son pardos y el tuerto es el rey, 1972; Terra Nostra, 1975; Gringo Viejo, 1985; Cristóbal
Nonato, 1987; Geografía de la novela y el Naranjo, 1993; El Llano en llamas y Pedro
Páramo.
Julio Cortázar
Bestiario, 1951 Final del Jugo, 1956; Las Armas Secretas, 1959; Historia Cronopias y la
fama, 1962; Rayuela, 1963; La vuelta al día en 80 mundos; Último round, 1967; Viaje
alrededor de una mesa, 1970; Poemas y Miopías, 1971.
Mario Vargas Llosa
La Ciudad y los Perros, 1962; Los Jefes, 1958; Los Cachorros, 1967; La Casa Verde,
1966; Conversación en la catedral, 1969; Pantaleón y las visitadoras, 1973; La Tía Julia
y el Escribidor, 1977; La Guerra del Fin del mundo, 1981;
Gabriel García Márquez
Cien Años de soledad, 1967;La Hojarasca, 1955; El Coronel no tiene quien le escriba,
1971; Los Funerales de Mama Grande, 1972; La Mala Hora, 1962; La Increíble y triste
historia de la Cándida Eréndida y la Abuela Desalmada, 1972; El Otoño del patriarca,
1975; El relato de un naufrago, 1970; El Amor en los tiempos del Cólera, 1986; El
General en su Laberinto, 1989; Noticia de un Secuestro, 1996; Doce Cuentos
Peregrinos, 1992; etc.
Miguel Ángel Asutiras
Señor Presidente y Viento Fuerte, 1950; El Papa Verde, 1954; Los ojos de los
enterrados, 1960; Weekend en Guatemala, 1956; Mulata de tal, 1966; Los hombres de
maíz.
Arturo Uslar Pietri
Lanzas Coloradas, 1931; El Camino del Dorado, 1947; Al filo del agua, 1947; Juan
Pérez Jolote, 1932; Barrabás y otros relatos, 1925.
Con esta amplia lista de autores doy por finalizado el terreno del realismo mágico.
El Boom Latinoamericano:
A la sombra del “boom” se crea una nueva promoción de escritores que se incorporan
también a la notoriedad de la literatura hispanoamericana con obras que traspasarán las
fronteras de sus respectivos países y que serían consideradas innovadoras en el arte de
narrar: Severo Sarduy, Fernando del Paso, Manuel Puig, Augusto Monterroso, Alfredo
Bryce Echenique o Reinaldo Arenas.
El boom latinoamericano contribuyó a desarrollar la originalidad y la creatividad de los
escritores, ya que la invariabilidad de las narraciones de esa época, y las rígidas reglas
que estaban establecidas, habían hecho dormir muy profundamente a la imaginación, y
los hacían crear historias huecas y sin sentido. Los precedentes claros serían Jorge Luís
Borges -para muchos el nombre nuclear de la literatura latinoamericana-, Juan Rulfo,
Alejo Carpentier y Miguel Ángel Asturias.
Además, se establece otro momento que nace después del Boom, que ha sido llamado el
Posboom, en el cual resuenan los nombres de Isabel Allende, Tomás Eloy Martínez,
Laura Esquivel, Luís Sepúlveda, Jaime Bayly, entre otros.
Espero toda la anterior información sea suficiente para comprender sobre el amplio
mundo del realismo mágico y el del boom latinoamericano.
CONCLUSIONES
Intentar concluir un tema que consta de un mundo completo, es intentar borrar la magia
de las culturas latinoamericanas, que nos acechan día a día con un arma tan poderosa e
irresistible como lo es la literatura.
Por esa razón esta especie de conclusión está hecha de algunos comentarios y
recomendaciones para el lector, pues concluir un tema como el anterior es casi
interminable.
Por otra parte espero que la anterior monografía nos acerque más hacia textos literarios
que jamás hemos probado, y que incluso los tomemos como nuestros favoritos, después
de haberlos analizado tomando en cuenta sus características formales, ideológicas y
temáticas.
Otra cosa que debemos hacer y no solo con la literatura que nos agrada más, es leer con
gusto y pasión ya que así podemos analizar una obra con otros ojos.
Gracias por atender a mi trabajo y otro agradecimiento por lograr que yo lo realizara, ya
que en el transcurso, aprendí mucho sobre este género que rodea a nuestra cultura, y nos
envuelve en un mundo de sueños, fantasías y realidades.
Gracias.
Sol Behar
991358
- Alejo Carpentier
Al ser América Latina una zona geográfica que en general vivió una historia similar,
con problemas similares y situaciones similares, logró crear un sentido de pertenencia
latinoamericano, que enriquece esta literatura sin olvidar resaltar la importancia de las
diferencias que entre culturas y países siempre habrá. América Latina, como otras zonas
en diferentes partes del mundo, siempre ha sido un especio mítico, donde la realidad
occidental no cabe en su totalidad ya que se queda corta con una realidad mucho más
amplia y diferente que puede ser difícil de entender y de creer en ojos extranjeros.
Como mencionaba también Carpentier, la imposibilidad del gran pintor francés André
Masson de dibujar la isla de Martinica, con toda su complejidad de plantas y frutos, que
lo dejó “poco menos que imponente frente al papel en blanco” ya que “la maravillosa
verdad del asunto devoró al pintor”, es un ejemplo de hasta qué punto lo que es una
realidad constante para unos puede llegar a ser incomprensible para otros (Carpentier,
7).
Las obras El reino de este mundo, de Alejo Carpentier y Cien años de soledad,
de Gabriel García Márquez son grandes ejemplos de lo que fueron y siguen siendo
sociedades latinoamericanas de regiones, tiempos y circunstancias diferentes pero que a
su vez comparten una magia semejante. Mientras la obra de Carpentier se desarrolla en
la evolución de un Haití a través de las rebeliones y los años, la obra de García Márquez
nos cuenta la historia, la genealogía, de la familia Buendía a través de sus años en
Macondo. Ambas historias relatan la vida día a día de sus personajes, sus costumbres,
sus creencias y más que eso: nos reflejan su interior.
El reino de este mundo es la historia de Ti Noel, un esclavo negro que pasó su
vida siendo explotado, ya sea primero por los blancos, después por los mismos negros y
por último los mulatos. Una obra que a pesar de no ser historia per se, cuenta la
situación vivida por los esclavos dentro de la época del Haití esclavista. Ti Noel nos
enseña y resalta la imposibilidad del hombre de tener el poder y saber usarlo. Al
principio del texto, cuando los negros eran los sometidos por los blancos, las épocas del
mandinga Mackandal y del jamaiquino Bouckman, los negros se enaltecían al recordar
su esplendor en la lejana África, criticaban la crueldad de los blancos y añoraban su
libertad. Sin embargo, al adquirirla, no la saben utilizar y el mismo rey Henri
Christophe es quien martiriza y esclaviza a los de su misma raza para poder construir
sus caprichos (ej. Sans-Souci). Ti Noel nos remonta a un Haití donde los verdaderos
poderes no son ni el Dios occidental, ni el gobierno, ni mucho menos, sino los mismos
líderes negros al estilo Mackandal, que eran capaces de transformarse en animales. El
mandinga “reinaba ya sobre la isla entera. Ahora, sus poderes eran ilimitados… Un día
daría la señal del gran levantamiento… y la sangre de los blancos correría hasta los
arroyos” (Carpentier, 41).
Dentro del texto mencionado con anterioridad, las grandes y exitosas rebeliones
fueron organizadas por medio de los timbales, de los tambores que se oían de montaña
en montaña y se pasaba la señal de localidad en localidad, los negros sacrificaban
animales para llenarse de su sangre y por lo tanto de su fuerza y así es como lograron
vencer a los blancos, mediante una venganza basada en las creencias en sus Dioses y no
en tácticas profesionales de guerra. El jamaiquino Bouckman es quien “dejó caer la
lluvia sobre los árboles durante algunos segundos” (Carpentier, 60) y hasta Paulina
Bonaparte se mantiene a salvo de la peste mediante los consejos de Solimán su
masajista. En Haití, el poder lo tienen los dioses africanos, como lo llega a aceptar
Monsieur Lenormand de Mezy, cuando se da cuenta de la ceguera de los blancos, al no
poder ver como dentro de sus mismos dominios un poder más fuerte que ellos estaba
empezando a tomar lugar. La realidad maravillosa de esta obra es una realidad donde lo
místico toma fuerza y lo común y corriente pasa a un segundo término, donde en
“prodigiosas batallas los animales habían ayudado a los hombres” (Carpentier, 20), y
donde la naturaleza estaba al servicio del hombre y el hombre al servicio de la
naturaleza en una perfecta armonía.
Macondo es un pueblo con vida propia, a los que sus fundadores se apegan pase lo
que pase y observan con calma y serenidad los cambios que la vida les trae, sin ellos
hacer un esfuerzo por detenerlos o cambiarlos. La familia Buendía es una familia donde
claramente se repiten los patrones, donde la vida es cíclica como lo menciona en
ocasiones la matriarca Úrsula, “Es como si el mundo estuviera dando vueltas”, al darse
cuenta que la historia familiar se repite, es todo un ciclo, como los ciclos de Borges,
donde un final es un principio similar al principio pasado.
Aunado a esto, gran parte de la vida familiar de los Buendía es regida por
premoniciones. Éstas comenzaron cuando Aureliano predijo que la olla caliente se iba
caer y que persiguen a la familia a través de todos sus años. Es común, observar en
familias pueblerinas latinoamericanas y con tradiciones antiguas, la importancia que se
les da a los presagios, o a las famosas supersticiones; donde éstas rigen más que lo que
la razón les dice, y es exactamente espejo de esto, el valor que los Buendía le dan a este
tipo de señales.
El auge de esto, se logra apreciar cuando Amaranta se prepara desde el principio del
día para su muerte, desde hace meses tejiendo su mortaja y donde toda la familia,
exceptuando a los jóvenes Aurelio II, y su hija Meme (ya escépticos a lo místico por su
modernidad) creen que sucederá. Es tan así que cuando la muerte se lleva a Amaranta,
no hay sorpresa de nadie, como tampoco las hubo cuando Rebeca esperaba en la
ventana el fusilamiento de su hermano, para lograr salvarle la vida, a pesar de lo ilógico
que era que lo fusilaran a la vista de todos.
Sin embargo, en ocasiones estos presagios van más allá hasta convertirse o parecer,
según sea la creencia de la persona, en literatura fantástica, como es el caso de cuando
es asesinado José Arcadio, cómo el hilo de sangre recorre desde su hogar, por debajo de
la puerta de la recámara, recorriendo el pueblo hasta llegar y detenerse en la cocina
donde su madre, Úrsula, se encontraba cocinando. (García Máruqez, 157).
Es aquí donde se deja ver una cruda realidad política latinoamericana, en esta frase
previamente mencionada, que a pesar de su corto tamaño, expresa la facilidad de
consciencia que se tiene para hacer fraude, que sobrepasa la importancia de la familia
(que cabe mencionar es sumamente grande en Macondo y América Latina en general),
para poder llevarse a cabo con tranquilidad. Esta obra, refleja también la corrupción que
hace José Arcadio con las tierras, que después son restituidas por un mismo Buendía, y
no se queda atrás con el personaje de Fernanda, criticando la altivez y superficialidad de
la oligarquía y la aristocracia.
Ambas obras reúnen acontecimientos históricos de una época, sin embargo, suman
también a esa historia lo místico y lo maravilloso de su realidad. Es aquí entonces donde
el lector puede ver más allá de lo que es la historia para lograr adentrarse en lo más
profundo del ser de los personajes y comprender su interior.
Dentro de El reino de este mundo y de Cien años de soledad, se puede encontrar una
literatura que le brinda al lector la oportunidad de vivir en mundo donde morir de amor
es posible, donde las mariposas te señalan a tu enamorado, donde los timbales organizan
las rebeliones y donde los humanos se convierten en animales. Estos son también
mundos reales, sin embargo poco valorados que existieron y existen en América Latina.
Es en este momento, cuando por fin se puede entender a Jorge Enrique Adoum
cuando dice que “un tigre paseándose por una casa vacía, en lugar de un gato, sólo es
cuestión de geografía” ya que la literatura latinoamericana refleja y representa las
costumbres, valores y la vida de la sociedad latina, mediante una búsqueda de identidad
común, que es bien lograda en ambos textos aquí presentados.
La literatura hispanoamericana mediante estas dos obras y muchas más, permite ver
la realidad de una nueva manera, una realidad maravillosa vista desde unos ojos más
flexibles y místicos, donde es posible desprenderse de la realidad cotidiana para resaltar
valores ya perdidos u olvidados, donde se convivía en armonía con la naturaleza y
donde el sexto sentido, la intuición, era uno de los más importantes, logrando ampliar
así, los horizontes del lector hacía una realidad maravillosa nueva y desconocida.
Bibliografía
NARRADOR.
Deberá tenerse en cuenta que algunas de las novelas propuestas presentan no un
narrador, sino varios. El caso más singular es Pedro Páramo.
El narrador puede ser uno de los personajes de la novela ( Angela Carballino en San
Manuel Bueno, mártir ).La utilización de la primera persona( verbal, pronominal, o
referida a determinantes y pronombres determinativos ) les delata como personajes a la
vez que narradores. En muchas secuencias de estas novelas, su presencia no se nota:
actúan simplemente como narradores.
Más usual es la presencia de un narrador omnisciente. Generalmente se oculta en la
tercera persona. Un elemento que caracteriza alguna de estas novelas es la aparición del
narrador. Sale a la luz, en primera persona, singular o plural ( se nota menos), para
comentar, criticar, ironizar, etc... sobre sus personajes o las situaciones vividas por estos.
Es muy significativo el uso que hace Cela de este narrador que se implica en lo narrado
en La colmena.
A veces, el narrador oculta un proceso complejo. Aunque este no sea el lugar
adecuado, hay que recordar la "aparente facilidad" con que se presenta el doble proceso
narrativo que hace posible Cien años de soledad.
COORDENADAS ESPACIO-TEMPORALES.
El espacio narrativo es uno de los elementos que configura la novela. Suele tener
mayor importancia su valor significativo que el meramente formal. Este iría asociado a
la descripción. Por ello habrá que prestar atención a esas descipciones cuando
aparezcan; e, incluso, prestar atención al hecho de que no aparezcan. La ausencia
descriptiva, en algunos casos, se manifiesta como una forma de ruptura con la novela
decimonónica. Sí conviene distinguir entre diferentes espacios novelescos, desde los
espacios reales ( Madrid aparece insistentemente: La busca, La colmena ), los ficticios
( Valverde de Lucerna en San Manuel Bueno, mártir ) y los míticos ( Comala en Pedro
Páramo y Macondo en Cien años de Soledad) Ambas obras podrían englobarse en el
"realismo mágico" y en la creación de estos espacios míticos radica buena parte de su
novedad y éxito.
El tiempo se presenta de una forma más compleja y afecta, a veces, profundamente a
la estructura de la obra. No se trata de ver en qué tiempo se desarrolla la acción de la
obra ( eso afectaría al punto 2 del comentario: su contenido significativo ) ; sino cómo
se desarrolla el tiempo, de forma interna, en la novela: en qué orden temporal el
narrador presenta los hechos. Puede seguir un orden lineal, absolutamente cronológico (
La busca ); puede empezar por los hechos presentes para contarnos luego todo lo que ha
pasado hasta llegar, de nuevo, al presente (San Manuel Bueno, mártir ); puede seguir un
orden aparentemente caótico y confuso ( La colmena ). Sin insistir más, estos elementos
tendrán un fiel reflejo no sólo en la estructura general de la obra, sino muy
frecuentemente en muchos fragmentos de la novela. Podemos encontarnos anticipos o
retrocesos narrativos, adelentantando algunos hechos o matizando otros ya pasados. El
comienzo de Cien años de soledad es magistral en ese sentido.
Por otro lado, el tiempo novelesco ha sufrido muchas alteraciones en el siglo XX. A
veces se produce una concentración temporal: unas horas ( Cinco horas con Mario ),
unos días ( La colmena ); a veces, el tiempo se alarga por períodos muy largos ( Pedro
Páramo ). Pero estos elementos dificilmente podrán apreciarse en el comentario de un
fragmento.
Las formas verbales serán siempre objeto de un detallado análisis, pues todos estos
elementos no tienen mejor forma de expresión que el verbo, el elemento temporal por
excelencia de la lengua.
MODALIDADES NARRATIVAS.
Los tres elementos fundamentales de la novelas son la narración, la descripción y el
diálogo. Puede coincidir, generalmente, con la estructuración interna del texto.
Narración.
Si el análisis del tiempo se ha hecho con detenimiento, poco se podría añadir sobre la
narración. Se ha podido pasar por alto la forma en que estos tres elementos se presentan
en el fragmento. No es frecuente que podamos separar con precisión la narración y la
descripción.
Descripción.
La descripción se asocia al espacio y a los personajes. Otra obviedad: si el análisis del
espacio se ha hecho con anterioridad, ya debería incluir un comentario sobre la
descripción del espacio. Pero se pueden comentar aquí las características formales que
antes se pasaron por alto.
El análisis de la descripción de los personajes servirá para hacer una caracterización
de los mismos. El error más frecuente consiste en hacer la caracterización del personaje
en la novela, sin atender al fragmento que se tiene delante. Se trata de ver cómo lo
presenta el narrador en ese texto concreto. Se debe tener presente que la caracterización
del personaje puede hacerse no sólo con la descripción del mismo, sino con el diálogo,
como se verá luego.
En la descripción el adjetivo será la categoría gramatical clave. Predomina la
descripción impresionista, con pequeñas pinceladas sobre la realidad que se describe, tal
y como aparece en La busca. Pero no está lejos la descripción expresionista, en la que se
presta atención a los aspectos más desagradables de la realidad. Aparece, sobre todo, en
La colmena. La mezcla de lo real y lo maravilloso es la característica principal de las
novelas hispanoamericanas seleccionadas. Por último, señalar que la ausencia de
fragmentos descriptivos también puede ser significativa: Unamuno decía que la
descripción era "paja, paja". Cuando aparece en San Manuel Bueno, mártir llevará
asociados otros valores (simbólicos).
Diálogo.
El diálogo es un instrumento inapreciable para caracterizar a los personajes. Los
personajes se van mostrando según obran, pero sobre todo según hablan, como decía
Unamuno. Puede haber contradicción entre el obrar y el hablar. No sólo aparece esa
contradicción en San Manuel Bueno, mártir; también la podemos encontrar en La
colmena, como manifestación de una sociedad moralmente hipócrita.
El diálogo también pondrá de manifiesto la clase social a la que pertenecen los
personajes. Las diferentes variedades diastráticas (sociales) utlilizadas deben ponerse de
manifiesto. Algunos narradores, además, se dejan contagiar por estos usos: abandonan
repentinamente su registro culto y utilizan un registro semejante a los personajes que
describen. Las obras de Baroja y Cela son buena muestra de ello. Generalmente las
variedades que mejor se reflejan son las de las clases sociales menos pudientes. Se
encontrarán registros coloquiales, familiares, vulgares, etc... hasta llegar a las jergas de
los mundos marginales.
En pocas ocasiones, se encuentran variedades diatópicas ( geográficas); sólo Rulfo, y
en menor medida, García Márquez, introducen algunos amercanismos.
Es posible considerar algunas palabras como variedades diacrónicas ( temporales).
Aunque todas las obras pertenecen al siglo XX, el desconocimiento de algunas palabras
no se debe achacar a pobreza léxica, sino al desuso que se ha producido. Si se tiene en
cuenta que algunas obras fueron escritas a principios de Siglo y que éste toca ya a su fin,
la evolución léxica ha sido evidente. En otros casos, los arcaísmos son claros, más en las
obras dramáticas que en las novelas. Señalar aquí la presencia de arcaísmos en El sueño
de la razón, pues trata de acercarnos a la lengua de principios del XIX.
De igual forma, se podrían ver las variedades diafásicas ( de uso). Los personajes
hablan de manera diferente en función de sus interlocutores. La colmena es el ejemplo
más evidente. Se puede establecer toda una jerarquía social según el lenguaje.
Se debe considerar su extensión. Frente a la abundancia del diálogo en San Manuel
Bueno, mártir (presenta varios niveles de diálogo: diálogo dentro de un diálogo), la
escasez que presenta Cien años de soledad. Tiene ello que ver con la concepción y
significación de la novela de sus autores respectivos.
Especial mención requiere Cinco horas con Mario. Casi toda la novela es un diálogo
ficticio de Carmen frente a su marido Mario, de cuerpo presente, convirtiéndose, pues,
en un monólogo interior. Los recursos que reflejan el registro de Carmen son
verdaderamente una muestra del habla de las mujeres españolas de cierta edad.
En esta obra, podemos darnos cuenta como un hombre, lleno de ambicin, hace todo lo
posible, por tener lo que el se ha propuesto, es as como se puede ver en un pasaje de
esta obra como el decide planear la boda con Dolores Preciado, todo por que tiene una
deuda pendiente con ella, y es as como el se casa, solo para despojarla de sus
pertenencias.
A su vez muestra el otro lado de ese ambicioso y poderoso cacique, el verdadero amor,
si ese que le robo esa mujer llamada Susana San Juan y muestra la forma en que la
muerte sobrepasa cualquier frontera, ya que esto ayudo a reducir la enfermedad y locura
de la vida de la persona mas deseada. Esto es lo que da la historia de ese hombre avaro,
revestido de rencor, autoridad y poder.
Ese hombre tirano deca que la literatura ha buscado para sacar a flote la parte oscura del
alma humana, si todo esto es lo que se ve dentro de la vida de ese gran autentico y
enamoradizo que se volvi loco de ira al perder al amor de su vida.
Esta obra maestra escrita por Juan Rulfo, comienza cuando Juan Preciado le promete a
su madre que se encuentra en su lecho de muerte, ir a Comala, en busca de su padre y a
su vez exigirle lo que es suyo. En realidad, Juan no pensaba cumplir la promesa que
haba hecho a su madre, pero "se llen de sueos", empez a hacer de Pedro Pramo una
ilusin y una esperanza. As decide salir de Sayula, su pueblo, hacia Comala para cumplir
con el juramento mortuorio que hizo a su madre, conocer a ese hombre que lo procreo al
lado de su difunta madre y reclamar lo que le perteneca y a la vez "cobrarle muy caro"
por todos los aos de abandono por los que haban pasado. A lo que Juan Preciado record
esas palabras que le quedaron tatuadas en su mente:
"No vayas a pedirle nada. Exgele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca
me dio? El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cbraselo caro."1
El mismo personaje de Abundio indica donde esta ese lugar muy esperado llamado
Comala y cuales son las dimensiones de "la media luna", que era una de las propiedades
principales de su padre, pero cabe recordar que ante todo le advierte a Preciado que ese
pueblo es un lugar desierto, un pueblo fantasma y sobre todo el darse cuenta que no
tena nada que ver con lo que su madre Dolores Preciado le haba platicado antes de
morir sobre ese lugar, si esa mujer que posea un inocencia personal y riquezas
materiales que le sirvieron a Pedro solamente para volverse un gran terrateniente,
dejando en el olvido a ella y a su propio hijo. En este punto se puede dar una
interpretacin ya que da el significado de diversas maneras, por ejemplo en esta parte de
la historia el mismo Juan Preciado se imagin Comala de una manera muy especial, pero
al llegar a ese gran lugar se dio cuenta de la realidad, se vea triste y no exista nada de lo
que su madre le dijo, era un pueblo desolado y llego a un punto determinado logrando
una intencin. Despus Juan al llegar al lugar se encuentra con esa mujer llamada
Eduviges Dyada, ella fue la mejor amiga de Dorotea y le pregunto sobre ella, a lo que el
le contesto que su madre haba muerto. El joven al llegar a este lugar, en el cual l
comienza a darle vida a la historia, pues tiene que adentrarse a ella y es as como
comienza a conocer a su padre poco a poco.
Ante las constantes deudas que tena Pedro Pramo con la familia de los Preciados, el
decidi contraer matrimonio con Dolores Preciado, pues el siendo un hombre muy
ambicioso no le quedo ms remedio que casarse con ella, para as poder acceder al poder
que tenia esta mujer, y el siendo un hombre muy astuto decidi formar un plan:
"- La pedirs para m. Despus de todo tiene alguna gracia. Le dirs que estoy muy
enamorado de ella. Y que si lo tiene a bien. De pasada, dile al padre rentara que nos
arregle el trato".3
Pero quien fue Dolores Preciado: "Legtima esposa de Pedro Pramo y madre de Juan, su
inocencia personal y su riqueza material sirvieron de escaln para que Pedro Pramo se
convirtiera en un terrateniente."4
Es aqu donde uno se da cuenta de cmo un hombre tan ambicioso, hace hasta lo
imposible por obtener lo que l quiere, pues a base de mentiras, se casa con la pobre de
Dolores Preciado y todo esto lo hace solamente para obtener sus bienes materiales, ya
que lo nico que le interesa a Pedro es tener cada vez mas y mas propiedades hasta llegar
a ser un gran cacique como ya lo he mencionado anteriormente. Es aqu donde podemos
darnos cuenta como el autor de esta gran obra nos dice muchas cosas, ahora si como
dice en el libro de Umberto Eco:
"Debe buscarse en el texto lo que el autor quera decir"5.
Y es aqu donde nos damos cuenta que a lo mejor el autor de Pedro Pramo tal vez quera
decir que l, al casarse con Dolores Preciado era simplemente por pura ambicin ya que el
nunca la amo, pues el solo amaba a una mujer la cual ser descrita mas adelante, pero eso
si, los bienes de Dolores si le interesaron y mucho, pues hasta la boda planeo
rpidamente y con ella se caso, en un dos por tres.
Al paso del tiempo reaparece en la historia una mujer, a la cual Pedro Pramo conoci en
su infancia y se enamoro de ella, pues fue su amor eterno, ella al regresar viene
enloquecida de amor, pues todo esto se da por la muerte de su marido Florentino, al
saber esto el personaje principal de la obra, comienza a buscarla para as poder lograr su
cometido el cual era casarse con ella y volverla su esposa, pero esta vez si iba a hacer
por amor y no por inters o ambicin, esta mujer se llama Susana San Juan.
"- La ltima esposa de Pedro Pramo. Unos dicen que estaba loca. Otros, que no. La
verdad es que ya hablaba sola desde en vida."6
Es as como despus de treinta aos en que Pedro estuvo esperando a esta mujer, para
volverla su esposa; pero no contaba con que haba un obstculo, aunque no le dio mucha
importancia, pues a para el no hay ningn obstculo que lo venza. Y claro que no todo fue
negro en la vida de Pedro.
"Pero en el fondo de su alma hay algo hermoso: el amor por Susana San Juan, aunque lo
lleve Pedro Pramo a conseguirla por cualquier medio".7
Al saber Pedro que Susana regresaba con su pap la fue a buscar, platico con el seor, pero
el no le dio permiso para casarse con ella, ya que el aun segua casado con Dolores, es
as como Pedro decide desaparecer al papa de Susana, pues el seor, no dejo que l
contrajera matrimonio con ella. Cuando don Bartolom muere, quien es el padre de
Susana, Pedro decide hacerse cargo de ella durante toda su vida, aunque el sabia que no
era correspondido, ya que ella aun segua amando a su difunto esposo.
Pero eso no le importo a pedro Pramo pues el se conformaba con estar al lado de la
mujer que siempre haba amado, ese sentimiento era el nico que sala a relucir en el.
Al final de toda la historia de Pedro Pramo podemos darnos cuenta que el al fin y al
cabo si tenia un amor verdadero, pues Susana San Juan le cambio la vida, el se dedico a
cuidarla durante toda su vida, da y noche, le prestaba atencin, y nunca se separo de ella,
ya que el quera demostrarle cuanto la amaba.
Pero he de decir que Susana muri, y ese da en que muri, Pedro al saber la noticia tambin
senta que se mora, pues el sin su amada, senta que ya no vala la pena seguir viviendo;
pues el tenia la sensacin de que algo le faltaba y claro era ella. Entonces al morir ella,
Pedro se convierte en una persona con mucha ira, pues se deshace de todo, el ya no
quiere hacerse cargo de nada, ya no siembra y sus tierras las abandona, ahora si usando
"la Intentio Lectoris"8 puedo decir que lo que yo interpreto ah es que Pedro Pramo,
condeno al pueblo de Comala, pues lo que yo puedo entender es que el maldice a este
pueblo, pues al ir muriendo el, el poblado tambin ira desapareciendo poco a poco, pues
los dos morirn al mismo tiempo.
Por ltimo muere el personaje central de la obra, pues Pedro Pramo es asesinado por uno
de sus muchos hijos ilegtimos, Abundo decide darle fin a la obra, dndole muerte a su
padre. La verdad aun me queda la duda por que Abundio decidi matarlo, lo nico que me
queda claro es que el entro a la habitacin de su padre y fue ah donde decidi matarlo. Lo
nico que si me queda claro es que cuando Pedro Pramo muere, Comala muere con el,
pues se convierte en un pueblo, fri, triste y fantasma, pues creo que ni los muertos que
ah se encuentran pueden descansar en paz, pues siguen rondado en el pueblo de Comala.
3.Conclusin
En la historia de Pedro Pramo se puede ver como el siendo un hombre, que lo nico que
le interesa es poseer tierras y otros bienes; pero poco a poco uno se va dando cuenta de
cmo fue Pedro en realidad, pues como se vio primero, el tuvo muchos hijos, pues se
meta con varias mujeres, y al comienzo de la obra, se puede ver como Abundio se entera
de que Juan Preciado, si ese muchacho al que llevo al pueblo de Comala, es su hermano.
Aqu tambin se pueden apreciar como los personajes de la obra, dan diferentes
interpretaciones, pues cuando Juan Preciado, llega a Comala el le da una interpretacin
diferente a lo que su mam le dice, pues su mam le comenta que este lugar est lleno de
vida, de naturaleza, donde todo florece y crece, pero cuando Juan llega, se da cuenta que
es un lugar triste, un lugar fantasma.
Despus Pedro decide casarse con Dolores, todo por que el tenia una deuda con la familia
de esta y decide contraer matrimonio para no pagarle y aparte quedarse con todos sus
bienes.
Por ultimo el verdadero amor de Pedro Pramo regresa a Comala despus de treinta aos, si
Susana San Juan, quien esta loca por la muerte de su esposo, Pedro decide hacerse cargo
de ella y pasar toda su vida de ella a toda costa, pues hasta mando a matar a su padre
para que no se interpusiera; al final muere Susana y pedro muere tambin, aunque no
solo muere de amor, si no por qu su hijo Abundio lo mato.
Lo que se requiere para realizar una interpretacin dentro del mtodo hermenutico, antes
que nada se deben conocer los dos tipos de modelos: el hermenutico y el modus; el
modelo hermtico es aquel que te va a permitir conocer cosas que pueden ser verdad en
el mismo momento, aunque se contradigan entre si; mientras que el modus te permite
dar una interpretacin lgica a travs del uso de un sentido. Todo esto permitiendo realizar
los tres tipos de intenciones (Intentio Lectoris, Operis y Auctoris), que darn una
interpretacin diferente dentro de las obras con diversos significados.
En este trabajo voy a considerar los mitos en las novelas "Cien anos de soledad" do
Gabriel Garcia Marquez y "Pedro Paramo" de Juan Rulfo.
Al principio de mi trabajo quiero hablar de los mitos- cómo surgieron y para que
fueron escritos.
El mito es una acusica religiosa que expresa las creencias de la sociedad concreta. Tiene
caracter metaforico y simbólico, por eso los mitos incluyen los moldes de la postura de
comportamiento, cuales desde unos siglos se repiten- arquetipo. Los mitos explican todo
lo que en la antiguedad era dificil o imposible para entender - la aparición del mundo,
del hombre, las estaciones del ano etc. Fueron escritos para transmitir de generaciones
en generaciones. Este papel del mito provocó que tienen muy grande importancia en la
creación de las culturas.
En la novela de G.G. Marquez "Cien anos de soledad" el autor entabla (nawiązuje) a los
mitos de la Biblia. Uno de los ejemplos pueden ser Jose Arcadio Buendia y Ursula, que
en la novela aparecen como la pareja primordial que parece a la pareja de la Biblia Adan
y Eva.
Se sabe que la historia de la familia de los Buendia y de todo Macondo se inicia con el
casamiento de Ursula y su primo Jose Arcadio Buendia y con la muerte de Prudencio
Aguilar.
La salida de Jose Arcadio Buendia con su mujer de la tierra natal evoca dos distintos
mitos biblicos: la expulsión del paraiso y el exodo de los judios. En ambos, Dios es la
parte activa que expulsa a Adan y Eva y que salva a los judios En cambio, en "Cien
anos de soledad" el que decide es el hombre. Puesto que Jose Arcadio B. ha cometido
un crimen-mató a Prudencio Aguilar-se puede tomarlo por expulsado de su hogar-del
paraiso. En este caso, Jose A.B. y Ursula, acompanados por parejas jóvenes deciden
fundar un pueblo en el desierto (el lugar de Macondo se inicia en un sueno) . Macondo
no es tierra prometida simplemente porque nadie se la prometió a sus fundadores.
En la novela hay dos grandes azotes: la peste del insomnio y la lluvia de casi cinco anos
de duración, es un diluvio de donde se han salvado todos, pero sin merecerlo. Otro mito
que parece a el mito de la Biblia es la ascensión de la Bella Remedios al cielo.
El el otro libro "Pedro Paramo" tenemos alusiones a la mitología griega. Juan llega a
buscar a su padre a Cómala y es guiado por Abundio. Ambos cruzan un río, después
Abundio abandona a Juan en la entrada de Cómala, el pueblo que está sobre las brasas
de la tierra. .Esta descripción no dista mucho de ser una analogía al infierno de Dante,
además para llegar a Cómala también hay que bajar. Juan Preciado puede ser comparado
con Telémaco, quien también va en busca de su padre Ulises, guido por Atenea. En este
pasaje podríamos entender a Abundio como una especie de Carente, barquero de los
infiernos, quien pasaba en su barca, por la laguna Estigia, las almas de los muertos.
Para continuar con las analogías a la mitología griega, podemos interpretar a Juan como
un Orfeo – que viaja a los infiernos a buscar a su mujer Eurídice – guiado por la voz de
su madre. Esta voz se vuelve cada vez más tenue y desconoce esta vez a Eurídice,
encontrando una sucesión de mujeres que suplantan a su madre y que ‘más bien parecen
Virgilios con faldas: Eduviges, Damiana, Dorotea.
El fondo mítico de la novela también sugiere la nostalgia de un Paraíso: Cómala
destruido y abandonado es el resultado de un mundo que existió anteriormente. Es una
suerte de castigo porwue Pedro Paramo se enfado con los habitantes.
Concluyendo podemos decir que ambos libros presentados antes incluyen los mitos
diferentes (de la Biblia o de la mitologia griega), los autores hacen referencia a los mitos
para proyectar la ambigüedad de sus personajes y así incorporarlos a un contexto
universal.
*** Ahora voy a presentar los mitos que aparecen en el libro de Juan Rulfo "Pedro
Paramo". Al principio Juan Preciado se puso en camino para buscar a la Tierra
Prometida (la que Dolores evocaba a su hijo) quiere enontrar a su padre, tambien quiere
conocer de donde proviene y saber su identidad.. Ese fragmento parece a la busqueda
del padre de Telemach en "Odisea". .Durante su viaje, Juan encuentra a Abundio quien
es una suerte de Haro, que lo guia al infierno. Este mismo motivo aparece en "La divina
comedia" donde el poeta esta guiado por Virgilio al infierno. Cuando Juan Preciado
llega a Comala encuentra un pueblo lleno de fantasmas, situado en una region arida sin
la vida humana, animal o vegetal. Aqui se entera que todo el pueblo se destruyo, es una
suerte de castigo- Pedro Paramo se enfadó con los habitantes.
RANCHERAS
Sus orígenes datan del siglo XI AC., pero fue desarrollado en el teatro nacionalista del
período post-revolucionario de 1740 y se convirtió en el ícono de la expresión popular
de México, un símbolo del país, que fue difundo con gran éxito por varios países
latinoamericanos especialmente gracias al cine mexicano de las décadas de 1940, 1950
y 1960, causando profundo arraigo entre los sectores populares y medios.
Los cantantes profesionales de este género desarrollaron un estilo extremadamente
emocional, una de cuyas características consiste en sostener largamente una nota al final
de una estrofa o línea, culminando en una "terminación fundida".
El Mexicano se ha caracterizado por ser un incansable apasionado por expresar por medio de
la música sus más profundos sentimientos de amor, tristeza, odio, alegría, la estructuración
armónica y melódica de sus compociones, muestran al escuchante las notas más brillantes, más
vivas y coloridas, dejando un entusiasmo musical hasta el punto de extraer lágrimas, risas y
admiración de el que llega a escuchar la música mexicana.
La música mexicana nace con nuestros ancestros indigenas, interpretando con instrumentos
de la época, los rituales y ceremonias a las dioses o en los consejos de guerra, siempre utilizando
la música para las diferentes características de la vida, la sociedad indígena que desarrolló en
niveles más altos la música fueron los “Mayas” que habitaron el sur-éste de México, donde el
tiempo no ha podido borrar las huellas musicales auténticos siendo interpretadas hasta nuestros
días.
A través de los anos la música mexicana, ha pasado por etapas evidentemente importante, con la
llegada de los Espanoles en la época de la conquista, nos heredaron una serie de influencias
musicales con ello nos han dejado diferentes tipos de instrumentos musicales tales como:
guitarra, violín, y la lengua espanola, a lo largo de los anos otros instrumentos europeos han
llegado a nuestra nación como la trompeta, y sin descartar la genialidad y creatividad de
lauderos mexicanos dan origen a instrumentos tipicos mexicanos, abriendo así una inovación
auténtica e importante en el desarrollo de estillos musicales por toda la nación mexicana.
Es por eso que la cultura y tradiciones mexicanas trasciende y manifiesto con orgullo su música
y canciones en otras naciones del mundo, logrando nacional con otros países a través de la
música.
Mariachi - presentación
Mariachi – proviene del vocablo Nahuatl (dialecto indígeno originario del centro de la
República Mexicana) y que significa “Día de Fiesta”.
El Mariachi, como su nombre original “Día de Fiesta” dice, arriga la identidad máxima del
México en el sentido de costumbres y tradiciones populares, es un ensamble de instrumentos de
cuerdas e instrumentos de alientos ejecutados entre sí, con una estructuración armónica
secuencial, alto sentido de interpretación, dejando un profundo sentimiento en la intención de
cada nota ejecutada por el músico del Mariachi.
Para interpretar la música de Mariachi tiene que haber un enlace sentimental entre el músico y
el instrumento, el instrumento proporciona todas las cualidades y propiedades musicales con los
que lo caracteriza:
Trompeta – instrumento de aliento, potente en su voz para alegrar fiestas o ceremonias pero a
la vez suave y dulce en su tesitura para satisfacer las exigencias del amor o tristeza.
Violín – instrumento de cuerda de frote, posee la voz más fina y delicada, acompanante
incansable que adorna la voz principal y que da un toque mágico al estillo típico del Mariachi.
Víhuela – instrumento típico mexicano de cinco cuerdas (similar a la guitarra, tiene sólo cuatro
trastes dividídos entre sí) en el cual armoniza y acompana las diferentes manifestaciones
sentimentales, audaz y brillante en su sónido que enriquece y abarca las necesidades del
Mariachi en rítmos.
El músico proporciona la otra parte fundamental. El “Sentimiento” es lo que le dará vida a las
cualidades de los instrumentos. Tendrá que tener una identificación íntima con su instrumento
para lograr extraer los sonidos más hermosos y sublimes en cada canción y en cada pieza
musical.
El Mariachi interpreta una amplia gama de rítmos, entre las interpretaciones mexicanas están:
La Ranchera que tiene un tiempo de 3 similar al vals y en la letra de las canciones. Interpreta
los hechos de una comunidad rural de México.
Canción Ranchera de Amor – describe las cualidades y detalles corporales y sentimentales
más hermosas y cautivadoras de la mujer, imprimiendolo musicalmente en forma de poema, los
detalles más mínimos de la mujer que embellecen la vida de un hombre enamorado.
Bolero Romántico – expresa los sentimientos correspondidos de un amor. Admira los
detalles que hacen sentir feliz a la persona con un rítmo se 2/4 tiempo.
Dentro de sus interpretaciones tenemos: La Serenata – es interpretado durante la noche en la
ventana de la mujer de quién se quiere conquistar su amor, donde el Mariachi interpreta de
cinco a seis melodías románticas.
Los trajes típicos del Mariachi es el “Charro Mexicano” originario de Jalisco, estado de
Guadalajara donde lleva vestiduras de plata en los extremos del pantalón, chaquetín y sombrero
de la ancha con adornos y vestiduras de colores siendo el color negro de traje de charro de gala.
El origen de las rancheras mejicanas data del siglo XIX, pero empezó a desarrollarse en
plenitud ya iniciado el siglo XX, convirtiéndose en un icono de la cultura popular
mexicana, un verdadero símbolo que trascendió las fronteras y llegó a muchas partes del
mundo; de hecho, en todo Latinoamérica la serenata con mariachi es muy común y la
ranchera el rey se canta a todo pulmón en todas las fiestas populares.
En la década de los 40 a los 60 gracias al auge del cine mexicano ésta música se
solidificó en la conciencia colectiva; personajes como Pedro Infante, María Félix,
Dolores del Río y Libertad La Marque pronto se convirtieron en ídolos del pueblo,
adorados como estrellas y con ellos su música, tanto que no se habla de cine mexicano
de la época sino de peliculas rancheras.
Los cantantes desarrollaron un modo particular de interpretación, muy sentimental, con
mucha fuerza y con características propias como mantener la última sílaba de cada frase
dándole una terminación en fundido.
Las letras de canciones de rancheras han evolucionado debido a la inclusión en el
mercado fonográfico. Inicialmente hablaban de la vida en el campo, los caballos, y las
historias de la revolución, pero estas temáticas populares fueron dando paso a temas
más comerciales como el desamor, que tienen una aceptación mayor en el público; este
fenómeno ha ayudado a que se hable de un subgénero conocido como rancheras
romanticas.
Los cantantes más representativos de este género, los que siempre se mantendrán en la
memoria del público son Jorge Negrete, Miguel Aceves Mejía, Pedro Infante, José
Alfredo Jiménez, Javier Solís, Antonio Aguilar y más recientemente Juan Gabriel y
Vicente Fernández que venden millones de copias de sus discos. Las cantantes más
famosas han sido Lola Beltrán, Amalia Mendoza, Flor Silvestre, Paquita la del Barrio y
Lucha Reyes, aunque extranjeras como Rocío Dúrcal que interpretaba canciones de
Juan Gabriel han ayudado a consolidar mucho más el género internacionalmente.
La música ranchera está firmemente ligada a la imagen de despecho, de dolor y también
a la cultura del “macho mexicano��?. Gracias a la incursión de nuevos artistas que
interpretan esta música, que la valoran dentro de su sentido cultural y social
permanecerá en el tiempo y en la memoria de todos los que la escuchan, cantan y
disfrutan.
l Día de Muertos es una celebración muy mexicana, resultado de la fusión del
catolicismo con la religión de los pueblos mesoamericanos. Es un día de fiesta, en las
que se visitan los cementerios, se limpian y se adornan las tumbas y en los hogares se
coloca un altar ofrenda a los difuntos de la familia, con comida típica mexicana, fruta de
temporada, bebida, flores (principalmente cempasúchil), velas e incienso. El pan de
muerto es una golosina muy consumida en los días previos, lo mismo que las calaveras
de azúcar o de chocolate y el dulce de calabaza.
Los antiguos mexicas tenían la creencia que en estos días de fiestas los espíritus de sus
antepasados dejaban el mundo obscuro de mictlan, para poder estar espiritualmente con
ellos, así mismo los antiguos habitantes de michoacan (los perempuchas), creían que las
miles de mariposas que llegaban a su santuario en esas fechas, eran en si los espíritus de
sus antepasados, las flores de cempasuchitl era de gran importancia en los altares, ya
que estas indicaban el camino para guiar a los espíritus y que estos encontraran el
camino al que había sido su hogar. Esta fiesta fue considerada como pagana por los
primeros frailes evangelizadores venidos de la Nueva España, muchos años más tarde
esta festividad fue absorbida por la iglesia católica.
Sin un sistema rígido de creencias y casi siempre en sincretismo con los rituales
católicos perviven elementos de tipo mágico y animista derivados del chamanismo
indígena.
A excepción del día nacional, la mayor parte de las celebraciones que se llevan a cabo
en México tienen o tuvieron motivos religiosos. Las celebraciones civiles tienen
generalmente únicamente un carácter oficial y en ocasiones son días exentos de trabajo
y actividades escolares. En las ciudades y en los pueblos, la celebración principal es el
día del santo patrono de la localidad. Estas celebraciones se llevan al extremo en
algunos lugares, donde se celebra también el día del santo de cada barrio. En las
celebraciones hay ferias que incluyen comida, bebidas alcohólicas, música, baile,
comercio y en ocasiones circo, peleas de gallos y corridas de toros. Durante los festejos
de carnaval es representativa la participación de diferentes grupos de danza llamados
"camadas", provenientes de distintas regiones y que concursan entre ellos a través de
bailes y su vestuario. recorren los distintos municipios para el agrado de la población.
Día de Muertos
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"La Catrina"
Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada
de los españoles. Hay registro de celebraciones en las etnias mexica, maya, purépecha,
nahua y totonaca. Los rituales que celebran la vida de los ancestros se realizan en estas
civilizaciones por lo menos desde hace tres mil años. En la era prehispánica era común
la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que
simbolizaban la muerte y el renacimiento.
El festival que se convirtió en el Día de Muertos era conmemorado el noveno mes del
calendario solar mexica, cerca del inicio de agosto, y era celebrado durante un mes
completo. Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida como
la "Dama de la Muerte" (actualmente relacionada con "la Catrina", personaje de José
Guadalupe Posada) y esposa de Mictlantecuhtli, Señor de la tierra de los muertos. Las
festividades eran dedicadas a la celebración de los niños y las vidas de parientes
fallecidos.
Contenido
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1 La celebración en el mundo prehispánico
2 Transformación del ritual
3 Patrimonio de la Humanidad
4 Calaveritas
5 Simbolismo
o 5.1 Ofrenda de Muertos
5.1.1 Las visitas de las Almas
6 Día de Muertos en la ficción
7 Véase también
8 Referencias
9 Enlaces externos
Para los antiguos mexicanos, la Muerte no tenía las connotaciones morales de la religión
católica, en la que las ideas de infierno y paraíso sirven para castigar o premiar. Por el
contrario, ellos creían que los rumbos destinados a las almas de los muertos estaban
determinados por el tipo de muerte que habían tenido, y no por su comportamiento en la
vida.
De esta forma, las direcciones que podrían tomar los muertos son:
El Tlalocan o paraíso de Tláloc, dios de la lluvia. A este sitio se dirigían aquellos que
morían en circunstancias relacionadas con el agua: los ahogados, los que morían por
efecto de un rayo, los que morían por enfermedades como la gota o la hidropesía, la
sarna o las bubas, así como también los niños sacrificados al dios. El Tlalocan era un
lugar de reposo y de abundancia. Aunque los muertos eran generalmente incinerados,
los predestinados a Tláloc eran enterrados, como las semillas, para germinar.
El Omeyocan, paraíso del sol, presidido por Huitzilopochtli, el dios de la guerra. A este
lugar llegaban sólo los muertos en combate, los cautivos que eran sacrificados y las
mujeres que morían en el parto. Estas mujeres eran comparadas a los guerreros, ya que
habían librado una gran batalla, la de parir, y se les enterraba en el patio del palacio,
para que acompañaran al sol desde el cenit hasta su ocultamiento por el poniente. Su
muerte provocaba tristeza y también alegría, ya que, gracias a su valentía, el sol las
llevaba como compañeras. Dentro de la escala de valores mesoamericana, el hecho de
habitar el omeyocan era un privilegio.
Morir en la guerra era considerada como la mejor de las muertes por los aztecas. Por
incomprensible que parezca, dentro de la muerte había un sentimiento de esperanza,
pues ella ofrecía la posibilidad de acompañar al sol en su diario nacimiento y trascender
convertido en pájaro.
El Mictlán, destinado a quienes morían de muerte natural. Este lugar era habitado por
Mictlantecuhtli y Mictacacíhuatl, señor y señora de la muerte. Era un sitio muy oscuro,
sin ventanas, del que ya no era posible salir.
El camino para llegar al Mictlán era muy tortuoso y difícil, pues para llegar a él, las
almas debían transitar por distintos lugares durante cuatro años. Luego de este tiempo,
las almas llegaban al Chignahuamictlán, lugar donde descansaban o desaparecían las
almas de los muertos. Para recorrer este camino, el difunto era enterrado con un perro,
el cual le ayudaría a cruzar un río y llegar ante Mictlantecuhtli, a quien debía entregar,
como ofrenda, atados de teas y cañas de perfume, algodón (ixcátl), hilos colorados y
mantas. Quienes iban al Mictlán recibían, como ofrenda, cuatro flechas y cuatro teas
atadas con hilo de algodón.
Por su parte, los niños muertos tenían un lugar especial, llamado Chichihuacuauhco,
donde se encontraba un árbol de cuyas ramas goteaba leche, para que se alimentaran.
Los niños que llegaban aquí volverían a la tierra cuando se destruyese la raza que la
habitaba. De esta forma, de la muerte renacería la vida.
Los entierros prehispánicos eran acompañados de ofrendas que contenían dos tipos de
objetos: los que, en vida, habían sido utilizados por el muerto, y los que podría necesitar
en su tránsito al inframundo. De esta forma, era muy variada la elaboración de objetos
funerarios: instrumentos musicales de barro, como ocarinas, flautas, timbales y sonajas
en forma de calaveras; esculturas que representaban a los dioses mortuorios, cráneos de
diversos materiales (piedra, jade, cristal), braseros, incensarios y urnas.
Las fechas en honor de los muertos son y eran muy importantes, tanto, que les
dedicaban dos meses. Durante el mes llamado Tlaxochimaco, se llevaba a cabo la
celebración denominada Miccailhuitntli o fiesta de los muertitos, alrededor del 16 de
julio. Esta fiesta iniciaba cuando se cortaba en el bosque el árbol llamado xócotl, al cual
le quitaban la corteza y le ponían flores para adornarlo. En la celebración participaban
todos, y se hacían ofrendas al árbol durante veinte días.
Cuando llegaron a América los españoles en el siglo XVI trajeron sus propias
celebraciones del Día de Muertos cristianas y europeas, donde se recordaba a los
muertos en el Día de Todos los Santos. Al convertir a los nativos del nuevo mundo se
dio lugar a un sincretismo que mezcló las tradiciones europeas y prehispánicas,
haciendo coincidir las festividades católicas del Día de todos los Santos y Todas las
Almas con el festival similar mesoamericano, creando el actual Día de Muertos. Uno
de los estados más representativos de este suceso es Michoacán.
"...una de las representaciones más relevantes del patrimonio vivo de México y del
mundo, y como una de las expresiones culturales más antiguas y de mayor fuerza entre
los grupos indígenas del pais."
"Ese encuentro anual entre las personas que la celebran y sus antepasados, desempeña
una función social que recuerda el lugar del individuo en el seno del grupo y contribuye
a la afirmación de la identidad..."
además de:
"...aunque la tradición no está formalmente amenazada, su dimensión estética y
cultural debe preservarse del creciente número de expresiones no indígenas y de
carácter comercial que tienden afectar su contenido inmaterial."
[editar] Calaveritas
Se les llama así tanto a las rimas, versos satíricos como a los grabados que ilustran
calaveras disfrazadas o bien de dulce descritas a continuación:
[editar] Simbolismo
Pan de muerto. Platillo especial del Día de Muertos. Es un panecillo dulce que
se hornea en diferentes figuras, desde simples formas redondas hasta cráneos,
adornado con figuras del mismo pan en forma de hueso y se espolvorea con
azúcar.
La Ofrenda y las visitas. Se cree que las almas de los niños regresan de visita el
día primero de noviembre, y las almas de los adultos regresan el día 2. En el
caso de que no se pueda visitar la tumba, ya sea por que ya no existe la tumba
del difunto, o porque la familia está muy lejos para ir a visitarla, también se
elaboran detalladas Ofrendas en las casas, donde se ponen las ofrendas, que
pueden ser platillos de comida, el pan de muerto, vasos de agua, mezcal, tequila,
pulque o atole, cigarros e incluso juguetes para las almas de los niños. Todo esto
se coloca junto a retratos de los difuntos rodeados de veladoras.
Los materiales comúnmente utilizados para hacer una Ofrenda de muertos para el Día
de Muertos tiene un significado, y son los siguientes:
Se tiene la creencia de que el día 28 de octubre llegan las almas de las personas que
murieron trágicamente o de "desgracia", el día 29 de octubre no viene nadie y el día 30
de octubre llegan las almas del limbo (estas son las almas de los niños o personas que
murieron sin recibir el sacramento del bautismo)el día 31 de octubre llegan las almas de
los niños y se van el día 1 de noviembre durante la noche los niños salen a pedir "la
calaverita" que consiste en pedir de casa en casa limosna para comparar ceras y
encenderlas en el templo para las animas o almas olvidadas o que quizá no se sabe que
han muerto, y al encender la luz ellas tendran luz.El día 1 de noviembre llegan las almas
de los adultos, y se van el día 2; éste día a partir de las 4 de la tarde se lleva a cabo la
tradicional "levantada de la ofrenda" y se come y comparten las viandas que se pusieron
en la ofrenda.
Pan de muerto
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Variedades [editar]
Otros panes toman la misma forma que el descrito antes, aunque las recetas pueden
variar. En Tlaxcala, por ejemplo, el pan de muertos se prepara con la misma masa que el
llamado pan de Tlaxcala (con alto contenido de huevo y aromatizado con hierbas
frescas). En Puebla, el pan de muerto no lleva ningún aromatizante, y va espolvoreado
con ajonjolí, y en algunos lugares se le pone esencia de Azahar.
Todos tienen unos cuatro o seis huesos, con o sin representación del cráneo:
Azucarado (el más común y comercial en el centro del país, pan sencillo
espolvoreado de azúcar)
Tradicional (pan sencillo)
Con ajonjolí de Puebla (pan sencillo con semillas de ajonjolí)
Azucarado de la Mixteca (azúcar roja para las ofrendas)
Pan de yema de Oaxaca
De vainilla o naranja
Con pan de chocolate (cubierto de azucar)
Con cubierta de chocolate (pan de chocolate y cubierta de chocolate)
Relleno con figuras (pan azucarado relleno con calaveras, similar a la Rosca de
Reyes)
Figuras de muertos con adornos de colores.
Para los mexicanos el Día de Muertos o Día de los Fieles Difuntos representa algo más que la veneración
de sus muertos, podría decirse que para los mexicanos a diferencia de otros países, lo reflejan
burlándose, jugando y conviviendo con la muerte. Esta convivencia ha dado lugar a diferentes
manifestaciones de su arte popular, a través de expresiones muy originales como lo son; las calaveras de
dulce, el pan de muerto, dibujos que se burlan de la muerte, versos en los que se ridiculiza a cualquier
personaje vivo, de las artes, ciencia y en especial los de la política y las tradicionales ofrendas, las cuales
se preparan con respeto por los familiares para recordar a los que se han ido, alimentos, flores y objetos
personales del difunto son parte esencial del altar y según la creencia, los seres queridos regresan este
día para gozar lo que en vida más disfrutaban.
Haciendo un repaso de la historia, en las culturas mesoamericanas los nativos consideraban a la muerte
como el paso a seguir hacia una nueva vida y fue hasta la llegada de los españoles que trajeron consigo
las nuevas creencias con respecto a la vida y la muerte. La muerte producía terror, pues en el juicio final
los justos recibirían su recompensa y los pecadores su castigo... Y lo difícil era no contarse dentro de los
pecadores.
En la cotidianeidad del mexicano la muerte aparece salpicada de picardía, y en este día en particular,
todos los cementerios del país se llenan de gente que esta ansiosa de compartir esta sagrada fecha con
sus difuntos. Familiares y amigos llegan a la tumba de su ser querido, con flores y escoba en mano, ya
que ha pasado mucho tiempo desde la última visita, algunos llevan comida para disfrutar en compañía de
sus difuntos, otros hasta músicos llevan para alegrar el momento que pasan en el cementerio con sus
seres queridos y muchas veces los familiares y amigos deciden continuar la fiesta en la casa de algunos
de ellos, quizás pensando en el ya célebre dicho popular: "El muerto al cajón y el vivo al fiestón".
Sus tradiciones culturales se han seguido conservando gracias a la religiosidad y fervor de su gente, las
cuales se han transmitido de generación en generación a pesar de que estas tradiciones están en peligro
de desvirtuarse debido a la influencia y mezcla con otras costumbres extranjeras.
Es por eso que en el extranjero es aún más importante que se conserven estas tradiciones, ya que
mantienen el espíritu de unidad y nacionalismo entre las personas de un mismo país y de aquellos que sin
importar el lugar de donde provienen se sienten identificados con esta bella expresión cultural.
Éste es un festivita antiguo que se ha transformado mucho con los años, pero que fue pensado en México
prehispánica celebrar niños y los muertos. Por lo tanto, la mejor manera de describir este día de fiesta
mejicano es decir que es una época cuando las familias mejicanas recuerdan a sus muertos, y la
continuidad de la vida.
La celebración original se puede remontar a los festividades sostenidos durante el mes de el dios Azteca
de Miccailhuitontli , presididos ritualmente por la diosa Mictecacihuatl (" señora de los muertos "), y
dedicados los niños y los muertos. Los rituales durante este mes también ofrecieron un festín dedicado al
deidad principal de la guerra de Azteca, Huitzilopochtli . En el calendario de Azteca, este ritual bajó áspero
en el final del mes gregoriano julio y el principio de agosto, pero antes de la conquista fue movido por los
sacerdotes españoles del de modo que coincidiera con el día de fiesta cristiano de todo santifique víspera
(en español: " Día de Todos Santos, ") en un esfuerzo inútil de transformar esto " de un profane " a una
celebración cristiana. El resultado es que el mejicano ahora celebra el día de los muertos durante los
primeros dos días de noviembre, más bien que al principio del verano, pero recuerda a muertos que
todavía lo hacen, y el festival moderno es caracterizado por la mezcla mejicana tradicional de
características cristianas aborígenes e introducidas antiguas.
Generalizando ampliamente, las actividades del día consisten en visitas de las familias a los sepulcros de
sus parentescos cercanos. En los miembros de la familia enganche a ataviar encima , a adornarlo con las
flores, a precisar y a gozar de una comida campestre, y a obrar recíprocamente social con otros familia y
los miembros de la Comunidad que recolectan en el cemeterio. Las familias recuerdan salido contando
historias sobre ellas. Las comidas preparadas para estas comidas campestres son suntuosas,
generalmente ofreciendo platos de la carne en salsas picantes, un especial huevo-estropean el pan, las
galletas, el chocolate, y los dulces azucarados en una variedad de formas del animal o del cráneo. Los
altares de la familia se adorna profusamente con las flores de las flores , y se adorna con amuletos
religiosos y (en aldeas más pequeñas) con ofrendas del alimento, de los cigarrillos y de las bebidas
alcohólicas. Debido a este ambiente social caliente, el ajuste colorido, y la abundancia del alimento, de
bebida y de la buena compañía este conmemoraciones de los muertos tiene insinuaciones agradables
para la mayoría de los observadores, a pesar del fatalismo abierto exhibido por todos los participantes,
que interacción festiva con vivir y absolutamente en un ritual social importante está una manera de
reconocer el ciclo la vida y la muerte que es existencia humano.
La observancia tradicional llama para un banquete durante las horas tempranas de la mañana de
noviembre las 2das, el día del apropiado muerto, aunque las familias mejicanas urbanas modernas
observan generalmente el día de los muertos con solamente una cena especial de la familia que ofrece "
el pan de los muertos " (pan de muerto). Es buena suerte ser el quién muerde en el esqueleto plástico del
juguete ocultado por el panadero en cada pan redondeado. Los amigos y los miembros de la familia dan a
uno otros regalos que consisten en los esqueletos del azúcar u otros artículos con un adorno de la
muerte, y el regalo es más estimado si el cráneo o el esqueleto se realza con su propio nombre.
Dos cosas importantes a saber sobre el día mejicano de los muertos son:
Es un día de fiesta con una historia compleja, y por lo tanto su observancia varía absolutamente un
pedacito por la región y por el grado de urbanización.
Es una no ocasión mórbida, sino algo un rato festivo.
El día de los muertos puede extenderse de un acontecimiento cultural muy importante, con las
responsabilidades sociales y económicas definidas de los participantes (que exhiben el comportamiento
social que iguala que los antropólogos sociales llamarían banquetear en la isla de Janitzio en el estado de
Michoacan ), a una observancia religiosa que ofrece la adoración real de los muertos (por si los
sacerdotes católicos de ella o no, , Cuilapan, Oaxaca), simplemente a un día de fiesta únicamente
mejicano caracterizado los alimentos especiales y los dulces (el caso en todas las ciudades grandes.) Vea
el mapa de México (busque Michoacan y Oaxaca en la porción al sudoeste del país).
En general, cuanto más urbano el ajuste dentro de México la importancia cuanto menos religiosa y
cultural es conservado por los turistas, mientras que el más rural e indio el lugar mayor es la importación
religiosa y económica del día de fiesta. Debido a esto, esta observancia es generalmente de mayor
importancia social en México meridional que en la parte norteña del país, que es caracterizado por más
influencia cultural india diluída.
La muerte es el destino inexorable de toda vida humana y es natural que nos asuste y angustie su
realidad, sobre todo cuando vemos de cerca el peligro de morir o cuando afecta a nuestros seres
queridos.
Este resumen dedicado a la celebración del Día de Muertos tiene el propósito de acercar a niños y
adultos con la idea de la muerte, para que la vayan aceptando como parte inevitable de la vida
humana, conocer cómo algunas culturas antiguas también hacían ritos sobre la muerte; y fortalecer
el carácter desde el punto de vista religioso.
Además, espero pueda ayudar a entender mejor la sensibilidad mexicana, nuestra manera tan
particular entender y dar sentido a la celebración del Día de Muertos.
Más que el hecho de morir, importa más lo que sigue al morir. Ese otro mundo sobre el que
hacemos representaciones, costumbres y tradiciones que se convierten en culturas, todas de igual
importancia, pues ante el camino desconocido que la muerte nos señala, sólo es posible imaginarla
con símbolos.
LA CELEBRACION EN LA ACTUALIDAD
Esta celebración conserva mucha de la influencia prehispánica del culto a los muertos, las
encontramos en Tláhuac, Xochimilco y Mixquic, lugares cercanos a la ciudad de México. En el
estado de Michoacán las ceremonias más importantes son las de los indios purépechas del famoso
lago de Pátzcuaro, especialmente en la isla de Janitzio. Igualmente importantes son las ceremonias
que se hacen en poblados del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca y en Cuetzalán, Puebla.
Sobre sus altares encienden velas de cera, queman incienso en bracerillos de barro cocido, colocan
imágenes cristianas: un crucifijo y la virgen de Guadalupe. Ponen retratos de sus seres fallecidos.
En platos de barro cocido se colocan los alimentos, estos son productos que generalmente ahí se
consumen, platillos propios de la región. Bebidas embriagantes o vasos con agua, jugos de frutas,
panes de muerto, adornados con azúcar roja que simula la sangre. Galletas, frutas de horno y
dulces hechos con calabaza.
La creencia de la muerte es el fin inevitable de un proceso natural. Lo vemos todos los días, las
flores nacen y después mueren. Los animales nacen y después mueren. Nosotros nacemos,
crecemos, nos reproducimos en nuestros hijos, después nos hacemos viejos y morimos. A menudo
en un accidente perdemos a nuestros seres queridos, un amigo, un hijo o un hermano.
Es un hecho que la muerte existe, pero nadie piensa en su propia muerte. En las culturas
contemporáneas la "muerte" es una palabra que no se pronuncia. Los mexicanos tampoco
pensamos en nuestra propia muerte, pero no le tenemos miedo porque la fe religiosa nos da la
fuerza para reconocerla y porque quizas también somos un poco indiferentes a la vida, supongo que
así es como nos justificamos.
El desprecio, el miedo y el dolor que sentimos hacia la muerte se unen al culto que le profesamos.
Es decir, que la muerte puede ser una venganza a la vida, porque nos libera de aquellas
vanidades con las que vivimos y nos convierte, al final, a todos por igual en lo que somos, un
montón de huesos.
La fiesta de muertos está vinculada con el calendario agrícola prehispánico, porque es la única
fiesta que se celebraba cuando iniciaba la recolección o cosecha. Es decir, es el primer gran
banquete después de la temporada de escasez de los meses anteriores y que se compartía hasta
con los muertos.
En la cultura Náhuatl se consideraba que el destino del hombre era perecer.
Este concepto se detecta en los escritos que sobre esa época se tienen. Por ejemplo, existe un
poema del rey y poeta Netzahualcóyotl (1391-1472): Somos mortales / todos habremos de
irnos, / todos habremos de morir en la tierra... / Como una pintura, / todos iremos borrando. /
Como una flor, / nos iremos secando / aquí sobre la tierra... / Meditadlo, señores águilas y
tigres, / aunque fuerais de jade, / aunque fuerais de oro, / también allá iréis / al lugar de los
descansos. / Tendremos que despertar, / nadie habrá de quedar.
Este sentimiento de la representación del destino se debe entender en el sentido de que el pueblo
azteca se concebían como soldados del Sol, cuyos ritos contribuían a fortalecer al Sol-Tonatiuh en
su combate divino contra las estrellas, símbolos del mal y de la noche o de la oscuridad. Los
aztecas ofrecían sacrificios a sus dioses y, en justa retribución, éstos derramaban sobre la
humanidad la luz o el día y la lluvia para hacer crecer la vida.
El culto a la muerte es uno de los elementos básicos de la religión de los antiguos mexicanos.
Creían que la muerte y la vida constituyen una unidad. Para los pueblos prehispánicos la muerte
no es el fin de la existencia, es un camino de transición hacia algo mejor.
Esto salta a la vista en los símbolos que encontramos en su arquitectura, escultura y cerámicas,
así como en los cantos poéticos donde se evidencia el dolor y la angustia que provoca el paso a la
muerte, al Mictlán, lugar de los muertos o descarnados que esperan como destino más benigno los
paraísos del Tlalocan.
Los sacrificios humanos se consideran como el tributo que los pueblos vencedores pagaban a sus
dioses, y ellos a su vez alimentaban la vida del universo y a su sociedad.
Por otro lado, cuando alguien moría, organizaban fiestas para ayudar al espíritu en su camino.
Como en la antigua cultura egipcia, los antiguos mexicanos enterraban a sus muertos envueltos
en un "petate", les ponían comida para cuando sintieran hambre, ya que su viaje por el
Chignahuapan (del náhuatl: nueva apan, en el río; o "sobre los nueve ríos"), parecido al
purgatorio, era muy difícil de transitar porque encontrarían lugares fríos y calurosos.
La celebración en la actualidad
Esta celebración conserva mucha de la influencia prehispánica del culto a los muertos, las
encontramos en Tláhuac, Xochimilco y Mixquic, lugares cercanos a la ciudad de México. En el
estado de Michoacán las ceremonias más importantes son las de los indios purépechas del famoso
lago de Pátzcuaro, especialmente en la isla de Janitzio. Igualmente importantes son las
ceremonias que se hacen en poblados del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca y en Cuetzalán, Puebla.
Sobre sus altares encienden velas de cera, queman incienso en bracerillos de barro cocido,
colocan imágenes cristianas: un crucifijo y la virgen de Guadalupe. Ponen retratos de sus seres
fallecidos. En platos de barro cocido se colocan los alimentos, estos son productos que
generalmente ahí se consumen, platillos propios de la región. Bebidas embriagantes o vasos con
agua, jugos de frutas, panes de muerto, adornados con azúcar roja que simula la sangre. Galletas,
frutas de horno y dulces hechos con calabaza.