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Por ejemplo: “¿Cómo se originó el universo?”. Según el Big Bang, este se originó por una gran
expansión. En cambio, la pregunta “¿Por qué se originó el universo?” corresponde a otros
ámbitos más filosóficos y metafísicos, que no son la preocupación central de la ciencia, pues
los pensamientos y razonamientos son invisibles, mientras que la ciencia se remite a lo
observable.
Resulta que allá por 1912, el astrónomo norteamericano Vesto Slipher, se dio cuenta que las
galaxias parecían estar alejándose todas de la Tierra. En 1927, George Lemaître plantea
que se debe a la expansión del universo. Y luego, en 1931, plantea la idea central del Big
Bang: que si retrocedemos en el tiempo, las galaxias y todo el universo, estarán más y más
juntos, hasta quedar concentrados en un solo punto, desde el cual surgió todo.
Durante esa época, la teoría predominante era la del estado estacionario: planteaba que el
Universo siempre había sido como lo vemos ahora, y que la expansión del mismo se explicaba
porque siempre se estaba creando más materia. Además, la teoría del Big Bang tenía el
problema de que sonaba sospechosamente religiosa, más aún considerando que George
Lemaïtre, además de físico, era sacerdote.
Tras la segunda guerra mundial, las teorías cosmológicas más fuertes eran justamente esas:
la del estado estacionario y la del Big Bang. El Big Bang predecía que, para cumplir con el
principio cosmológico -el cual dice que mirado desde cualquier parte, el universo parece estar
distribuido en forma pareja, o sea, es homogéneo mirado “desde lejos” (siempre me ha
parecido curioso ese concepto)-, y como todo había comenzado por una gran expansión
energética, debía existir un “eco” distribuido de manera pareja por todo el universo. O
sea, los ecos de la gran explosión, en forma de una radiación de fondoprácticamente
homogénea.
En 1964, Arno Penzias y Robert Wilson, trabajaban instalando una antena ultrasensible en los
laboratorios Bell, cuando se encontraron con un persistente ruido en su antena, en el área
de las microondas, específicamente en los 7.5 cm. Revisaron la antena, vieron si es que algún
pájaro había anidado en ella, la limpiaron… pero no. El ruido seguía, no importa dónde
apuntaran. Lo único que les quedó, fue asumir que era una radiación que venía de más allá de
nuestra galaxia. Paralelamente, los astrofísicos Dickes, Peebles y Wilkinson trabajaban en la
Universidad de Princeton, a 60 km. de distancia, en una investigación que predecía la
existencia de una radiación de fondo, con exactamente las mismas características que
la descubierta casualmente por Penzias y Wilson. Un amigo de Penzias le contó que había
visto un preprint del artículo (o sea, una versión en borrador que los investigadores difunden
de manera limitada, para obtener opiniones y feedback), y los puso en contacto con Dickes y
su equipo. Decidieron publicar sus resultados en conjunto, con lo que la teoría del Big
Banglogró un apoyo experimental que no poseía la teoría del estado estacionario,
volviéndose el Big Bang la teoría predominante hasta nuestros días.
Poco después, en 1968 y 1970, Stephen Hawking, George F.R. Ellis y Roger
Penrose publicaron investigaciones donde planteaban que al comienzo del
universo, necesariamente debía haber ocurrido una singularidad del tiempo y del
espacio. Esto es, un punto en el cual las leyes físicas desaparecen tal como las conocemos.
En 1981, Alan Guth resuelve varios problemas matemáticos y conceptuales que planteaba el
modelo, al señalar que hubo un “período inflacionario” donde el universo se expandió
1026 veces, fenómeno que duró un lapso cortísimo (para nuestra experiencia diaria): duró
desde los 10-36 hasta los 10-32 segundos después del Big Bang (¡eso es un uno, precedido de
36 y de 32 ceros, respectivamente!). Es en ese preciso punto de expansión, cuando se
distribuyen las cuatro fuerzas físicas que conocemos (gravedad, electromagnetismo, nuclear
débil y nuclear fuerte), se define la estructura del universo, y además explica por qué la
estructura del universo es plana, cosa que fue confirmada en 1992 por la misión COBE de
la Nasa, que verificó la existencia de pequeñas anomalías en la radiación de fondo (del orden
de la cienmilésima de la intensidad media detectada), que fueron predichas en 1970.
Por sus investigaciones, tanto Guth como la misión COBE recibieron el Nobel de Física, en
2002 y 2006, respectivamente.
Actualmente, se trabaja por descubrir qué rol cumplen la materia y la energía oscura en
este modelo (para lo cual sería excelente que en primer lugar, se descubriera qué son
realmente), y por qué la expansión del universo parece estar acelerándose.
1. Universo Cíclico:
Plantea que el universo pasa por ciclos de expansión (Big Bang) y luego de compresión
máxima (Big Crunch), en forma oscilatoria.
Implica, además que no existen sólo las 3 dimensiones físicas que conocemos, sino que
al menos 8 más, para que el modelo sea matemáticamente viable. Ello implicaría una riqueza
extraordinaria en el universo que conocemos, y que escapa a nuestros toscos sentidos.
2. Universo Holográfico:
Juan Maldacena propuso en 1997, que el universo podría ser semejante a un holograma 3D
proyectado sobre una esfera. En otras palabras, el universo sería bidimensional (plano),
pero para nosotros aparentaría ser tridimensional, el mismo modo que el holograma de
una tarjeta bancaria parece tener 3 dimensiones. Según investigadores de la Universidad
Tecnológica de Viena, se trata de un modelo viable de nuestra realidad.
Atractiva teoría de Nicolas Poplawski, quien plantea que el universo se comportaría como
un objeto en el borde de un agujero negro, lo que nos hace pensar tanto en si es posible
que ocurra lo mismo al interior de los agujeros negros, como que eso implica que
posiblemente haya infinidad de otros universos.
Según Roger Penrose, es posible que la singularidad al comienzo del universo, haya sido
aparente, dando espacio a la existencia de un universo previo al nuestro.
Esta idea también es planteada, desde otro ángulo, por Ahmed Farag Ali y Saurya Das,
quienes indican que además, no hay tampoco una singularidad donde el universo se
comprima tras millones de años, sino que siempre se mantendría más o menos parecido, sin
un final aparente.
(Gracias Ashniet Caskortish por la información sobre Poplawsky y Ali & Das!)
5. Inflación Eterna:
Planteada por Andrei Linde sobre ideas de Alan Guth, indica que en el período de “inflación”
de nuestro universo, muy muy cerca del comienzo, se dieron las condiciones para que
aparecieran muchos más universos a partir del nuestro, a partir de “bolsillos” que sufrieron su
propio proceso de expansión… lo que da como resultado un universo fractal, que se repite
eternamente, y donde cada universo podría tener sus propias leyes físicas, distintas
todas entre sí.
Preguntas pendientes
Existen muchísimas preguntas sin responder:
- ¿Por qué las leyes y constantes fundamentales del universo, parecen estar ajustadas para la
existencia de vida?
- ¿Por qué la orientación a gran escala del universo, en objetos a 13 mil millones de años luz,
parece estar alineada con la orientación de nuestro sistema solar? ¿Es un error en las
mediciones que aún no se ha detectado? ¿O existe alguna otra razón?