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la enfermedad coronaria
Correlativamente con las investigaciones sobre los factores de riesgo biomédicos
relacionados con la enfermedad coronaria, también se ha estudiado la posibilidad de que
factores psicológicos y ambientales puedan incidir en los pacientes coronarios.
Como vimos en el artículo anterior (“La enfermedad coronaria como enfermedad del estilo
de vida: Los factores reconocidos por el Interheart”) el Proyecto Interheat reconoce al
estrés, la ansiedad y la depresión como factores de riesgo independientes a tener en
cuenta cuando tratamos con personas cardíacas.
La existencia de una vinculación entre rasgos psicológicos y enfermedades
cardíacas es algo que ha sido reconocido desde muy temprano en la historia de la
medicina
Desde la primera mitad del siglo XX se registró un marcado interés por parte de la
comunidad médica en el estudio de los factores psicológicos en el desarrollo de trastornos
cardíacos. Este interés permanece y se ha multiplicado en el presente.
Desde los primeros años de este siglo se han venido registrando diferentes observaciones
en pacientes cardíacos que vincularon las enfermedades cardiovasculares con ciertos
factores psicológicos. Merecen mencionarse los trabajos de Sir William Osler, Menninger,
Dumbar, Weiss y Arlow, que cierran una etapa investigativa con la finalización de la
Segunda Guerra Mundial.
En la segunda mitad del siglo XX se han llevado a cabo diferentes investigaciones que
desde la formulación de patrones de conducta posiblemente relacionados con las
enfermedades cardiovasculares (como el Patrón de Conducta Tipo A y la personalidad tipo
D) hasta el aislamiento de factores de riesgo (como la hostilidad o el estrés), han intentado
responder al modo en que los factores psicológicos inciden en las enfermedades cardíacas.
Como resultado de estas investigaciuones se han propuesto medidas de prevención tanto
primaria como secundaria que cada vez más fuertemente vincularon la práctica médica con
la psicología.
El siguiente cuadro cronológico explicita aquellas que fueron más importantes y que hoy en
día son centrales en la práctica psicocardiológica:
Se destacan la depresión, la
Estudios sobre la tríada ira y la ansiedad como
Emociones negativas emocional negativa factores de riesgo
(década del 90) significativos en el desarrollo
de enfermedades cardíacas.
Los estresores cotidianos son las pequeñas amenazas rutinarias que exigen poco esfuerzo
para su superación y que sólo constituyen factores de riesgo en virtud de la asociación
entre varios de estos agentes, y su acumulación.
En los últimos tiempos, las catástrofes naturales y artificiales han llevado a considerar muy
detalladamente acontecimientos de especial relevancia y que se perciben como
incontrolables para todos. Por ejemplo, la guerra, las crisis económicas y sociales, y las
devastaciones de los tsunamis, terremotos y huracanes.
El estrés social, el estrés laboral, la interacción con los otros, y, en general, los
cambios sociales, impactan en la salud cardíaca.
Dentro de los factores sociales que los investigadores han considerado de mayor influencia
se destacan los niveles socioeconómicos y la situación laboral.