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Universidad del Valle sede - Buga

PIEDRA DE PANDURO
CONTENIDO

5
EDITORIAL

11
LEYENDO A ZULETA DESDE LA DISTINCIÓN DE PIEL
Diana Katherine Moreno Gómez, Venus Padales Ibargüen y Valeria
Angulo Caicedo

35
EL ENSAYO ENTRE EL SÍMBOLO Y LA REALIDAD. APUNTES
SOBRE LA CONSOLIDACIÓN DEL ENSAYO COMO GÉNERO
LITERARIO, A PROPÓSITO DE TRES ENSAYOS COLOMBIANOS
Vivian Carolina Rojas Caicedo

51
NOTAS ALREDEDOR DEL CANCIONERO Y LA EDUCACION
SENTIMENTAL DE UN PROVINCIANO
Américo ¿?

87
VALORACIÓN QUE UN GRUPO DE NIÑAS Y ADOLESCENTES
SEMI-INTERNAS REALIZA SOBRE SU ENTORNO INSTITUCIONAL
Y EL EFECTO EN SU CALIDAD DE VIDA. CASO: INSTITUCIÓN LA
SAGRADA FAMILIA, HERMANAS TERCIARIAS CAPUCHINAS
Luisa Fernanda López V., Yerilin Andreya Valencia M., Henry Granada E.

121
DEL AMOR VIRTUAL EN EL MUNDO GLOBAL
Fernando Cruz Kronfly

ISSN 0124 - 728x 2013 - 2014 / N.o 11


137
REVITALIZANDO EL “FORTALECIMIENTO COMUNITARIO”.
DISCUSIONES Y APORTES EN TORNO A UN CONCEPTO
CENTRAL EN LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA
Héctor Fabio Carmona Cobo

153
LA SOCIOLOGÍA COMO OCUPACIÓN PROFESIONAL: ENTRE EL
SER Y EL QUEHACER EN LA DIVERSIDAD
Jhonn Jairo Jaramillo Gómez

173
INVESTIGACIÓN Y TRANSDISCIPLINARIEDAD
William González
EDITORIAL
piedra de panduro N.o 11: 11-33, 2014 - 2015 ISSN 0124-728x

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LEYENDO A ZULETA DESDE LA DISTINCIÓN DE PIEL1

Diana Katherine Moreno Gómez, Venus Padales Ibargüen


y Valeria Angulo Caicedo

“El pluralismo no es una resignada


aceptación del hecho de que los hombres
no pueden marchar al unísono. Por el
contrario, es la afirmación y la promoción de
las diferencias como el único territorio del
pensamiento, mientras que la unanimidad
es muerte”
(Zuleta E., Estado y Sociedad, 2008).

Resumen
Leyendo a Zuleta desde la distinción de piel es un análisis de contenido de cinco casos, Commented [LG1]: ¿
a partir de los planteamientos de Zuleta. Los casos que allí se retoman dejan en Creo que sería convenie
entredicho si realmente el país en el que vivimos en nuestro cotidiano es ese de la conceptual de lo que las
esclavitud de siglos pasados, maquillado bajo una pluralidad tolerante.

La naturaleza de lo que se desarrolla a continuación obedece a varios cuestionamientos


que en su raíz nos llevan a pensar cómo estamos viviendo la diferencia. Estos
cuestionamientos constituyen una muestra de lo que vivimos en nuestro transitar
diario; hacemos parte de un mundo donde es innegable que existen distinciones, las
cuales se evidencian en diversos escenarios del cotidiano. Sería posible pensar que
dichas distinciones responden a unos supuestos culturales que se mantienen o cambian
con el tiempo y se manifiestan con el uso de ciertas etiquetas, pero ¿qué hay detrás de
estas etiquetas? ¿Cambia el sentido o el significado de las mismas a través del tiempo?
¿Son estas etiquetas muestra de la estructura social del país, o simplemente son
muestra del maquillaje detrás del cual se oculta nuestra incapacidad humana de
convivir y respetar al otro? Pues bien, estos interrogantes hacen parte de la reflexión
que moviliza este trabajo.

Palabras Clave: Pluralismo, Respeto, Racismo, Diferencia, Democracia.

1
Este trabajo fue anteriormente presentado en La red UNIPAZ en la mesa Educación, Formación
y Cultura de Paz. Universidad ICESI, Cali, Colombia 2013; y como ponencia especial en la Cátedra
abierta Estanislao Zuleta, Universidad del Valle.

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Abstract
Reading Zuleta from the skin distinction is a content analysis of five cases, from the
approaches of Zuleta, where there are resumed left between said whether or not the
country in which we live our daily life is that of slavery of past centuries, made-up
under a tolerant pluralism.

The nature of what unfolds below reflects several questions in its wake lead us to
think of ourselves how we are living the difference, are an indication of what we
experience in our daily transit; we are part of a world where it is undeniable that there
are distinctions which are evident in many everyday scenarios. It would be conceivable
that such distinctions respond to cultural assumptions about maintaining or changing
over time and demonstrate the use of certain labels, but what is behind these labels?
Does it change the meaning or significance of the same over time? Are these tags shows
the social structure of the country, or simply sign up behind which our human inability
to live hidden and respect each other? Well, these questions are part of the reflection
that mobilizes this work.

Keywords: Pluralism, Respect, Racism, Difference, Democracy.

Angulo Caicedo Valeria, estudiante de noveno semestre de Psicología de la Universidad


del Valle Campus Meléndez, estudiante de cuarto semestre de Teatro para Espacios
Abiertos del Instituto Popular de Cultura.

Moreno Gómez Diana Katherine, normalista superior y estudiante de noveno semestre


de Psicología de la Universidad del Valle Campus Meléndez.

Pandales Ibargüen Venus Patricia, Técnica en Mercado y Finanzas del Politécnico


Empresarial Colombiano, estudiante de noveno semestre de Psicología de la Universidad
del Valle Campus Meléndez.

Recibido: Febrero 15 del 2013


Aprobado: Marzo 22 del 2013
LEYENDO A ZULETA DESDE LA DISTINCIÓN DE PIEL
Diana Katherine Moreno Gómez, Venus Padales Ibargüen
y Valeria Angulo Caicedo

Contextualización

Como mujeres negras, estudiantes, hijas, hermanas, amigas, novias,


que hacemos parte de la sociedad colombiana, de un sector catalogado
como la “capital del Pacifico”, Cali, o mejor aún, como hijas de la
tierra virgen “El Pacífico Colombiano”, claro está una realidad que
acabó hace algunos años. En ese sentido, nos vemos altamente Commented [LG2]: N
movilizadas con las demostraciones constantes en las que las describiendo. Es necesa
distinciones, más allá de ser simples etiquetas, son una muestra real de párrafo para darle más c
rechazo hacia el otro, en términos de subordinación, autoridad y poder.
En ocasiones, a esta problemática se responde de forma superficial,
teniendo en cuenta una sola mirada -la propia- que se convierte en una
réplica de lo que se cuestiona del otro, y a la vez, da cuenta de una
forma de pensarse a sí mismo y a los demás.

Introducción

De acuerdo a lo planteado por Zuleta, la democracia es todo un Commented [LG3]: E


entramado de tejidos que van más allá de la participación en algunos punto que separase con
espacios. Para hablar de democracia hay que desenredar cada una de corregido en la medida
sus partes, si bien aquí no están todas, se encuentran algunos atisbos.
De esta manera, se puede decir que para este autor la democracia
implica un reconocimiento del ser humano en los distintos espacios,
en sus “múltiples realidades” a través de las cuales se reconoce el
saber, la igualdad, la pluralidad, las luchas, e involucra además un
sistema de relaciones donde emergen los conflictos, mismos que
deberían ser abordados desde un escenario de diálogo

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Diana Katherine Moreno Gómez, Venus Padales Ibargüen y Valeria Angulo Caicedo

pautado por el reconocimiento del otro y donde se posibiliten las


construcciones colectivas. No obstante, hay que aclarar que no hace
referencia a que todos piensen igual, sino que por medio del diálogo
existe la posibilidad de que se encuentre viabilidad y que converjan
diferentes pensamientos.
“Aprender pues a estimar y afirmar la
democracia, es aprender a luchar con
entusiasmo y coraje”.
(Zuleta E., la democracia y la paz., 2008)

La anterior afirmación nos indica que para Zuleta la gesta de la


democracia, tal y como la plantea, es un proceso colectivo atravesado
necesariamente por las distintas historias de vida. Es inclusiva,
pensándose en la esfera de lo que implica nuestro vivir; desde el campo
ideológico, cultural, económico, y político, de modo que la democracia
se vea enriquecida con la intervención y la toma de decisiones de
las cuales se participa colectivamente. De esta forma, se observa que
no es una tarea acabada, porque implica estar en constante búsqueda
de los intereses y los mecanismos para poder acceder a esos fines.
“La democracia es la cátedra, in vivo, de la
política para los pueblos porque significa la
necesidad de aprender continuamente a luchar
por sus intereses y a averiguar cuáles son”.
(Zuleta E., la democracia y la paz., 2008)

A partir de la lectura realizada a Zuleta, podemos considerar que


la letra muerta y obsoleta de la “Constitución Política de Colombia”,
no coindice con las realidades de la gente. A este respecto Zuleta
(2008) dice: “La igualdad debe ser una búsqueda tanto económica
como cultural, es una burla para la población decir, que todos los Commented [LG4]: R
ciudadanos son iguales ante la ley, si no lo son ante la vida [...] si no escribió correctamente.
hay igualdad la ley se convierte en burla”. Es posible decir, que el
planteamiento central de la Constitución, la igualdad de todos ante la
ley, es una gran barrera, al tiempo que es una contradicción en los
términos; donde se reconoce la “diversidad”, pero somos iguales ante
la ley, lo cual nos muestra que la idea explícita de ser iguales ante la
ley es más fuerte que el reconocimiento de la “diversidad”.

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Leyendo a Zuleta desde la distinción de piel

Las citas anteriores permiten esbozar que la idea de democracia


planteada por Zuleta es una tarea compleja, en el sentido de que esta no
permanece estática, se mueve y dicha movilidad requiere de un conjunto
de redes que se tejen en la danza de lo vivido, de la realidad, y ello
posibilita que de alguna manera se camine de diferentes formas hacia
la democracia, entendiendo estas formas como las múltiples maneras
de transitar la vida; en la vía de la equivocación, el error, los aciertos,
haciéndose responsable del caminar propio, dándose la oportunidad de
vivir y tomar posición frente a la vida.
Para Zuleta (2008) “El problema de la democracia consiste Commented [LG5]: R
precisamente en construir y asegurar la vigencia de un marco legal
dentro del cual puedan llevarse a cabo las luchas sin que degeneren en
confrontaciones violentas y puedan existir sistemas de presión legales
que no sea la agresión a quienes tienen intereses distintos u opuestos”,
en ese sentido, el poder democrático es legítimo, siempre y cuando
ante una inminente toma de decisiones se proceda al debate, lo que
implica que sea un poder que de paso asumir con conciencia lo que se
ha estipulado u oponerse con razones a partir de la argumentación y el
diálogo; es decir que el poder es legítimo en una democracia siempre
y cuando sea objetable2, discutible, disputable, y sustituible sobre las
personas que lo ejercen.

Categorías de análisis

Consideramos que los tres conceptos que nos permitirán hacer el


análisis de los casos que se presentaran a continuación a través de la
lectura de Zuleta son: el pluralismo, el respeto, y el diálogo, ya que
de acuerdo con los casos escogidos y lo que los mismos representan,
nos permitirán referenciar el tipo de democracia que vivenciamos en
nuestro país contrastándolo con lo que plantea Zuleta.
Es a partir de la lectura que hacemos de Zuleta que podemos
considerar, que el modelo democrático vigente en nuestra sociedad no
permite la construcción colectiva, es decir, favorece la individualidad,
detrás de diversas máscaras donde se ocultan las construcciones
reales referentes al otro, se le tolera y no se generan espacios para la
2
Objetar: según la RAE, es oponer reparo a una opinión o designio, u oponer una razón a lo que
se ha dicho o intentado.

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Diana Katherine Moreno Gómez, Venus Padales Ibargüen y Valeria Angulo Caicedo

intersección de sentires e interés, planteamientos y señalamientos, para


dar vía a nuevos ideales de vida, visiones de mundo, y significaciones
de lo real y cotidiano.
A continuación se presenta cinco casos, así como también los
referentes, noticias o declaraciones que fueron tenidos en cuenta para
el análisis de la expresión y del hecho mismo, a la luz de algunos
planteamientos realizados por Zuleta.
Caso 1:
Insumos para análisis del caso
El Espectador. (2012, 17 de Mayo). Indagan diputado antioqueño por expresiones
desobligantes contra Chocó - Rodrigo Mesa Cadavid aseguró que “la plata que uno le meta
al Chocó es como meterle perfume un bollo”. Recuperado de
http://www.elespectador.com/ noticias/judicial/articulo-346907-indagan-diputado-
antioqueno-expresiones-desobligantes- contra-cho
Noticiero 90 minutos. (2012, 9 de Mayo). Mayo 9 de 2012. Controvertida declaración de
diputado antioqueño sobre Chocó. Recuperado de
http://www.youtube.com/watch?v=ITffZS_ qh7w
Canal Teleantioquia. (2012, 9 de Mayo). Alcaldesa de Chocó repudió declaraciones del
diputado Rodrigo Mesa. Recuperado de http://www.youtube.com/watch?v=RhyJTyGcaf4

¿Referirse al otro como una ‘mierda’ es señal de respeto? Sí es de


este modo, el diputado Mesa lo ha hecho muy bien.
A partir de los enunciados de la prensa y por las declaraciones
públicas del diputado Mesa, en las cuales expresa que las personas no
deberían estar molestas porque siempre se ha sabido que el dinero que
se le invierte al Chocó es dinero perdido, él no acepta que su expresión
cauce molestia en otros, puesto que no considera que incurrió en falta,
–según lo que se puede rastrear– para él lo que pueda considerar la
población a la cual ofendió no tendría mayor sentido ni importancia; ya
que el territorio no es pensado desde la gesta, las prácticas y su sentir
mismo, sino que la discusión se ve reducida en términos de inversión
económica, lo cual evidencia la incapacidad de interesarse por el otro,
por lo que él mismo puede pensar, sentir o crear, invalidándolo porque
no están en sintonía con sus ideas.
La expresión del diputado, evidencia que su forma de concebir la
pluralidad en términos de tolerar al otro, es la que moviliza a nuestro
país, entones, ¿de qué pluralidad hablamos?, sí con expresiones como
estas, solo se pueden sentir ofendidos los habitantes del Chocó que en

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Leyendo a Zuleta desde la distinción de piel

su mayoría son personas negras, si discursos como estos devalúan todo


un territorio, ¿dónde está el respeto que plantea Zuleta, podría estar
el diputado en sintonía con estos planteamientos?, comprendiendo el
respeto como requerimiento básico3 para empezar o transitar por el
reconocimiento del otro, no como mi igual sino como un opuesto, lo
diferente que de alguna manera me construye.
El discurso del Mesa, expresa de manera clara que está hablando
desde un lugar que pretende subordinar, un lugar privilegiado
socialmente, ya que es un diputado, antioqueño y mestizo, suponemos
que de ninguna manera tiene en cuenta como iguales a la población
del Chocó, precisamente por sus características; población negra, con
prácticas, saberes y sentires totalmente opuestos, además solamente
le está dando el carácter de inversión a toda una región, construida y
poblada por unas personas que tienen un legado, cultural, histórico,
ancestral, territorial, económico y político.
Como se mencionaba previamente, lo que plantea el diputado es
muestra clara no solo de irrespeto, sino también de negación de lo que
es el otro y lo que el mismo crea o gesta; usar los términos que usa
para referirse a una pérdida de dinero, no solo son ofensivos, sino que
también muestra el tipo de persona que es, desde donde se posiciona
para hablar y lo que privilegia.
Consideramos que las expresiones del diputado son muestra de
asumir al otro en el plano de la minoría de edad, verlo como si el mismo
fuese incapaz de asumirse en el plano que él considera es el adecuado,
de este modo se hace evidente que para el diputado las personas del
Chocó son vistas como seres desprovisto de sentido, desvalorizados,
que solo pueden ser objeto de migajas, porque no reconoce o no amplia
el espectro para poder ver lo que ha permitido el Chocó a la economía y
progreso de Medellín y el resto del país, reconociendo que en lugar de
ser un territorio de mala inversión ha sido objeto de saqueos.
Al diputado “se le fue la mano”, se le censura por la asociación
metafórica que hace entre echarle perfume a un boyo, el dinero y el
Chocó: Boyo = Chocó, Perfume = Dinero; es incoherente su explicación,
3
“El respeto por lo tanto, no excluye, sino que, por el contrario, implica el debate y la confrontación;
y no como simples ejercicios sino como el elemento que afecta la seriedad de la vida y conduce a
la gravedad de la decisión” (Zuleta E. , Estado y Sociedad, 2008).

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porque aun cuando boyo se escriba con ll no tendría sentido lo dicho,


sería algo como: meterle plata al Chocó es como echarle perfume a
una pelea, además el diputado agrega que la amplitud del castellano
permitía que este fuese entendido de cualquier modo, por lo tanto la
posibilidad de entender de múltiples formas una frase o palabra es
motivo suficiente para ofender al otro, sin que pueda refutar, molestarse
o pedir que se le explique la razón de lo expresado.
Por otra parte, de acuerdo con lo que señala la alcaldesa del Quibdó –
Chocó Zulia Mena en esas expresiones se materializa la discriminación
y el racismo soterrado que existe en el país, es evidente que al bollo
al que se refería no era una pelea, el boyo es la expresión para seguir
maltratando discursivamente a quienes hacemos parte de dicho
territorio, es una máscara evidente, detrás de la cual se pretende ocultar
el verdadero sentido que se le otorga a lo que es diferente.
Podemos considerar que el diputado Mesa, falló rotundamente en
uno de los elementos fundamentales para la supervivencia humana,
el diálogo racional4, que como lo plantea Zuleta debe prestarse a la
argumentación. Tenemos que estar dispuestos a sustentar por medio de
argumentos las propias posiciones y estar dispuestos a oír argumentos
del otro.
Caso 2:
Insumos para el análisis del caso
Periódico El País.com. (2012, 2 de Agosto). Se reabre polémica por declaraciones racistas
del concejal Durán. El concejal Jorge Durán Silva usó expresiones raciales durante una sesión
del Concejo de Bogotá para pedir que se despejara la sala y no ingresaran personas que no
fueran asesores o funcionarios. Recuperado de
http://www.elpais.com.co/elpais/colombia/noticias/ concejo-nos-esta-volviendo-merienda-
negros-concejal-duran
En sus declaraciones el concejal Durán intenta ser consciente de
que pueden existir otras miradas o posiciones frente a lo expresado,
el discurso evidencia que su posición no está sustentada en el respeto
por la diferencia, concepto clave en la pluralidad, cuando el concejal
dice: yo tengo muchos amigos negros, remite a pensar que si se tiene
4
“Cuando esta inevitable combinación de interdependencia y oposición desemboca en la guerra y
la violencia, se ha producido el trágico fracaso de las más altas posibilidades humanas: el diálogo
inteligente, si se trata de intereses; la transacción, si se trata de intereses; y, en último caso, el
reconocimiento de que el otro, por opuesta que sea su visión del mundo y del futuro a la nuestra,
sigue siendo un hombre como nosotros”. (Zuleta E. , Estado y Sociedad, 2008)

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Leyendo a Zuleta desde la distinción de piel

muchos amigos negros, independiente del tipo o forma en la que


establezca una relación de amistad no podría ser racista y que por ello
estaría reconociendo lo que el otro es, así como también, respetando su
diferencia. Es imperativo señalar que no, no es suficiente hacer mención
a la tenencia de amigos negros para que se le considere respetuoso por
la diferencia, de hecho, es posible pensar que este tipo de expresiones
son usadas para ocultar la falta de respeto que se tiene frente a lo que
es el otro.

En este sentido es posible hablar de un falso reconocimiento,


o lo que denominamos pluralidad tolerante, donde la misma
es utilizada para pasar desapercibido en un modelo social que
“condena” o “censura” este tipo de prácticas, es la mejor arma
para hacerle daño al otro o para usarle, haciéndole creer que se le
incluye y se le respeta por lo que es.
Lo dicho por el concejal remite a pensar que en nuestro país
reconocer al otro significa o es igual a decir; los negros existen, ‘de
hecho yo tengo amigos negros’, y de esta manera se inviste lo que hay
detrás de ello, y se le continúa devaluando.
Las expresiones usadas por el concejal son muestra clara de que para
él la merienda de negros o reunión de negros es un espacio desprovisto
de conocimiento, de validez, de contenido que pueda contribuir a lo que
se estaba gestando en ese espacio, el Concejo Municipal de Bogotá , de
este modo la expresión usada por Durán es entendida en tono despectivo
frente a los encuentros, o reuniones de la población negra, dejando a un
lado la significación que la práctica y su gesta pueda tener para quienes
han formado el espacio que el concejal usa en términos peyorativos.
La posición del concejal es un tanto autoritaria, donde tal y como
lo plantea Zuleta en su texto El respeto en la Comunicación, es una
característica del “discurso paranoico”, donde él sujeto habla desde la
evidencia: lo que él dice es cierto, y todo lo que pueda ocurrir sólo
demuestra su verdad.
Lo anterior presenta de forma clara como reconocer a otro y
tratarlo como un igual va más allá de enunciarlo en nuestras prácticas
discursivas, es una construcción que atraviesa lo que somos, en

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expresiones como estas (en tono despectivo) se devela concepciones


racistas, la merienda de negros como él lo señala, no es digna para un
espacio como el concejo. De este modo estaría ridiculizando ciertas
prácticas, está eliminado de su discurso el respeto y a su vez está
eliminado – en tanto seres válidos– a esos otros –los negros– que según
él, son parte de sus amistades cotidianas y les trata “muy bien”. Ahora
bien cabe señalar y hacer énfasis: la merienda es un espacio en el que
los “negros” compartimos para construir lazos, que van más allá de una
recocha.
De acuerdo con lo mencionado previamente, se puede rastrear
algunas características del discurso “paranoico”, donde se ve en otro la
culpabilidad, o lo malo de todo lo que sucede, existe una incapacidad de
reconocer los faltantes, fallas o errores que se pueden haber cometido
desde uno, sino que se excusa en otro, en este caso los enemigos, que
son lo que estarían haciendo una campaña de desprestigio para con él,
usando las declaraciones.
“[…] Se trata de todas maneras del
desconocimientos del destinatario, al cual, en
última instancia se le convierte en un enemigo
cuando no aprueba el discurso”
(Zuleta, E. (2008). El respeto en la
comunicación. p.52).

Al hacer mención de lo ocurrido y situarlo como una campaña de


desprestigio en su contra el concejal confirma que no le da importancia
a lo dicho, más bien desvía la mirada hacia un otro invisible, el cual
pone en el plano de enemigo y quien posiblemente seria el causante de
los escándalos; para evadir la responsabilidad es el otro el que no está
de acuerdo con lo que digo el cual me quiere hacer daño; lo cual resulta
un tanto curioso porque con el enemigo en nuestro país no se dialoga, al
enemigo se le elimina o se le convierte.
El concejal, según lo expuesto en su discurso, no está actuando, ni
pensando por sí mismo, nos encontramos, ante un caso de minoría de
edad, ya que el escandalo según él, no es por su expresión, sino que es
causado por sus “enemigos”, dejando de lado la responsabilidad propia
del hecho, lo cual creemos no se puede considerar como un argumento,

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Leyendo a Zuleta desde la distinción de piel

ni siquiera está reflexionando y replanteando su posición ante los negros


y lo expresado de ellos.
Caso 3:

Insumos para el análisis del Caso

El Espectador. (2011, 5 de Diciembre). Polémica por fotografía del “Beverly Hills


caleño”. Muchas reacciones generó la imagen que la versión latina de la revista Hola
publicó sobre una familia de empresarios del Valle. Recuperado de
http://www.elespectador.com/noticias/ actualidad/articulo-315073-polemica-fotografia-del-
beverly-hills-caleno
Periódico El Tiempo. (2011, 6 de Diciembre). Habla autor de fotos de revista Hola que
causaron polémica en el país. Recuperado de
http://www.eltiempo.com/gente/ARTICULO- WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-
Una de las implicadas en la fotografía denota que para ella
10893284.html es
imposible pensar que otras personas puedan comprender, concebir
o simplemente interpretar un hecho de forma distinta a la que ella, o
ellas, lo hicieron; consideran pues que la fotografía esta desprovista
de significado, y que no es indicativo de los prejuicios o los modelos
sociales en los que vivimos, es visto como algo del cotidiano. Como
bien lo dice Zuleta a los individuos no se les puede juzgar por lo que
dicen de sí mismos sino por lo que hacen5, en este sentido la fotografía
habla de los modelos y concepciones que tiene los participantes y
gestores de la misma, y más allá de lo que pretendan ocultar con el
discurso, la excusa no puede ser ni la ingenuidad, el desconocimiento o
la normalidad de un hecho como este, puesto que la acción misma hablo
y dio cuenta de las etiquetas en función de la distinción de clase y raza.
Las personas que se prestaron para llevar a cabo esta idea
posiblemente no imaginaron que dicha “naturalidad”, el hecho de
tener a las empleadas del servicio doméstico detrás de las “poderosas e
influyentes” les fuera a salir un poco escandaloso; ya que la fotografía
es una muestra clasista y racista, en tanto ponen a las damas de honor
en una posición de autoridad ante sus empleadas que por cierto eran
negras, ‘y como es bien visto que se le de trabajo a la gente de color’,
por qué indignarse; es indignante que tengamos que evidenciar el
irrespeto hacia la labor ardua de mujeres como esas negras hermosas
que pusieron en la parte de atrás de la fotografía.
5
“A los individuos no se les puede juzgar por lo que dicen de sí mismos sino por lo que hacen. A los
pueblos no se les puede juzgar por lo que declaran en la carta constitucional sino por las relaciones
sociales, por la manera como vive la gente” (Zuleta E. , Democracia y participación, 2008).

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Diana Katherine Moreno Gómez, Venus Padales Ibargüen y Valeria Angulo Caicedo

Sí de reconocer se trata debieron reconocer que estas mujeres no son


parte de una decoración, o ¿será qué los negros somos la decoración
que hay que mostrar para hablar de inclusión?
Es inevitable al leer, tanto en la foto como en las palabras de una de sus
protagonistas, que no hay relaciones de enriquecimiento y aprendizaje
con el otro, fuera de lo que ellas puedan ser y aparentar. Las empleadas
domésticas, están en un espacio determinado de la fotografía, su posición
corporal nos indica que están para determinadas tareas “el servir”.
Las declaraciones públicas que ofrece una de las participantes
de la fotografía, aparentemente están basadas en la ingenuidad,
desconocimiento, o peor aún en la normalidad de un escenario como
en el que se recreó la fotografía de la revista Hola, además de que las
protagonistas de la misma consideren que no tiene nada de malo, al
momento de explicar sobre el escenario y la polémica que se creó,
consideran que las personas están siendo exageradas, que ellas tienen
muchos empleados que llevan trabajando 20 o más años y que además
servir un tinto o trabajar no tienen nada de indigno y no entiende
porque la fotografía causó tanto revuelo.
Lo que se puede analizar a partir de los planteamientos de alguna o
de todas las fotografiadas es que el escenario de la foto no se sale del
cotidiano, y que por lo tanto es la muestra de lo que ellas a diario viven
y quizás también de lo que ellas concibe respecto a una población, a
la que se le asigna una etiqueta o rol social, para muchos es el único o
uno de los pocos espacios en los que es posible encontrar a un “negro”
siendo útil.
Respecto a la pluralidad, al existir una imposibilidad e incapacidad
para comprender que existen otros que piensan y sienten distinto, se
invalida cualquier tipo de opinión, contraposición y demás, se pretende
que los demás asuman las situaciones de la misma forma en la que yo
lo asumo, no se trata solo de que el otro entienda mi posición, sino que
además la asuma y la defienda como suya.
En las declaraciones realizadas por la señora Zaffur (una de la cuatro
protagonistas de la foto), su discurso no está basado en la argumentación6
6
“Pero el debate, a su turno, para que sea real y fecundo, tiene como prerrequisito el reconocimiento
del otro, diferente o adversario, como destinatario válido de una argumentación. Si se comienza

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Leyendo a Zuleta desde la distinción de piel

se queda en el plano dogmático, la fotografía para ella es algo normal,


cotidiano, y no tiene por qué ser visto de otra forma, si se ve de otra
forma está mal, se está saliendo del contexto, además si algo sale mal
o se malinterpretan las cosas no fue culpa suya, quizás otro fue el de la
idea, despojándose de cualquier responsabilidad frente a la misma.
Finalmente consideramos que el diálogo es una posibilidad que
tenemos para comprender, intersectarnos y reflexionar sobre lo que dice
y es el otro, según lo referencia Zuleta; ahora bien, de parte de la señora
Zaffur, ¿hay un interés por generar estos espacios? Evidentemente no,
está ensimismada en su posición, en la vergüenza social: está siendo
etiquetada como racista, y es que en Colombia pocas personas o casi
nadie asumirá con sensatez y de forma abierta que es RACISTA, se
ocultan tras el velo de la compasión y la buena caridad, ya que esto no
les implica reconocer al otro como igual, sin interesarse por reflexionar
sobre su acción y su discurso, ya con estas características queda
bloqueada toda opción de diálogo.
Caso 4:
Insumos para el análisis del Caso
Gómez, E., Uribe, H., Ayala, G., Hurtado, G. & Holguín, C. (2012, 14 de Marzo).”La
respuesta desatinada de SoHo a Hola”. Revista Semana. com.Recuperado de
http://www. semana.com/nacion/articulo/la-respuesta-desatinada-soho-hola/254875-3
Samper, D (2012, 22 de Marzo).”La acertada respuesta de SoHo a la Revista ¡Hola!”.
Revista Semana.com. Recuperado de http://www.semana.com/opinion/articulo/la-acertada-
respuesta- soho-revista-hola/255265-3
Jaramillo, J (2012, 16 de Marzo). Elogio de la mujer negra. Revista Soho.com. Recuperado de
http://www.soho.com.co/mujeres/articulo/elogio-mujer-negra/26096

Lo primero que se tendrá que decir frente a esta caso Elogio a la


mujer negra de Soho, lo que se pretendía y lo que se logró con la misma,
es que en ocasiones en el afán de dar repuesta a situaciones o acciones
que causan ofensas, se responde del mismo modo ofensivo.
Esta reacción es una acción que quizás estaba en el plano de mantener
vigentes modelos que dejan ver a la mujer negra como la que esta atrás,
al servicio de otros, pero más que esto como un ser incapaz de conquistar
otros espacios, que sin desmeritar el trabajo doméstico, pueden llegar
por descalificar de antemano toda objeción posible a nuestras tesis como simple producto de la
mala fe, de la incomprensión, o como expresión de intereses inconfesables, se puede, sin duda,
hacer una diatriba, despreciar o insultar, pero ya no se puede debatir”. (Zuleta E. , Estado y
Sociedad, 2008).

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Diana Katherine Moreno Gómez, Venus Padales Ibargüen y Valeria Angulo Caicedo

a ser espacios más gratificantes y que pondrían en manifestó otro tipo


de capacidades y/o habilidades por parte de las mujeres de esta etnia.
Al presentar una contraofensiva en la cual se ataca con los cuerpos
desnudos, no solo se evidencia que quien la realiza desconoce las otras
miradas y/o posiciones de otras mujeres negras que quizás también se
sintieron ofendidas por la misma razón, sino que se ataca una posición
reivindicando otro pensamiento igual de ofensivo e irrespetuoso, como
lo es el hecho de concebir a la mujer negra como objeto sexual, mujer
que siempre está disponible para complacer a otro sexualmente. De
este modo la contraofensiva que presenta Soho pone de manifiesto que
independiente de las motivaciones que se tuvieran para realizarlas, no
tuvieron en cuenta la situación de forma amplia, de tal forma que la
respuesta replicara el modelo ofensivo y presente una imagen de mujer
negra alusiva a un objeto sexual, que combate la falta de educación y
poder económico con cuerpos esculturales y pieles bellas que seducen
e invitan al sexo.
En ambas publicaciones no hay intenciones de abrir espacios de
reflexión, cada una se refugia en su lugar y contexto para señalar que
lo que dice la otra publicación esta errado, o no tiene nada que ver
con el tema, cada una habla desde su estatus, ideales y fines, que está
interesado en cultivar y fortalecer. Esta vez la mujer negra no porta
un uniforme del servicio doméstico, sino que esta desnuda, en poses
sensuales, dejando ver a la mujer negra de una forma más ofensiva, de
la que lo mostrado en la fotografía anterior – Revista Hola–.
Es loable, el análisis realizado por los profesores de la Autónoma,
ya que ofrecen una perspectiva amplía, aunque totalmente académica
y atacante, por decir de alguna manera más consiente de la situación,
pero dan sus respuestas en tono demasiado sarcástico; como señalando:
esos otros cómo lo van a entender si no son académicos. En cuanto a él
editor de Soho, termina refugiando y consolidando su respuesta, en el
hecho de que no es un académico; frente a ello nos preguntamos ¿El no
ser académico le quita la vivencia social del estereotipo de la mujer
negra en el país?, consideramos que ello no puede ser una excusa.
Si se considera que en la fotografía de la Revista Hola se ofende a
las mujeres negras por presentarlas posando detrás de las ‘mujeres más

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Leyendo a Zuleta desde la distinción de piel

poderosas e influyentes del Valle’ portando el uniforma de empleada


doméstica, esta vez la ofensa solo cambia de sujeto, se muestra a mujeres
mestizas portando el mismo uniforme y al servicio de mujeres negras,
evidentemente se repite la imagen. De este modo no se intenta mostrar
una situación distinta sino que se replica el modelo, al tiempo que se
muestra la incapacidad de argumentar de otras formas los pensamientos,
lo que suscita o genera una acción, la descalificación no se hace esperar,
así como también se pone en manifiesto que para las cuatro modelos su
expresión de rechazo es la forma desde la cual ellas pueden hacer sentir
su molestia, lo cual también da cuenta de sus construcciones y de las
formas en las que ellas consideran es posible responder a la foto previa,
la desnudes.
Las dos publicaciones, aparentemente desean hacer un llamado de
respeto ante la publicación de las “Damas más poderosas del Valle del
Cauca”, con un mensaje explícitamente racista, pero tampoco dan cuenta
de que el diálogo no se hace presente, puesto que la argumentación, y el
respeto no hicieron parte de este proceso, no se da lugar al respeto por
el otro, por lo que es, por lo que aporta, o podría aportar si se le dejara
de ver como un incapaz.
Caso 5:
Insumos para el análisis del Caso
Revista Semana.com. (2013, 5 de Mayo). La Corte pone fin al racismo en las universidades.
La Corte Constitucional pone freno a las expresiones discriminatorias en los centros de
educación superior. Recuperado de http://www.semana.com/nacion/articulo/la-corte-pone-
fin- racismo-universidades/342366-3

Expresiones de este tipo permiten pensar que la época de la


esclavización aún está vigente, ya que pensamientos en los cuales se ve
a los negros como inferiores, incapaces y hasta animales imperan en la
actualidad; aún en “espacios educativos” como la universidad, donde se
supone que las personas tienen una concepción distinta de la diferencia
y de lo que implica, suele suceder que estos espacios también están
permeados y replican este tipo de situaciones, donde una persona es
objeto de burla e irrespeto, por su color de piel, por la forma en la que
habla, o las construcciones que lo sustentan.
El docente evidencia que en espacios como la universidad subsisten
posturas que reafirman que la desvalorización del otro en ese caso

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Diana Katherine Moreno Gómez, Venus Padales Ibargüen y Valeria Angulo Caicedo

estudiante y negro, es objeto de irrespeto por alguien que está en un


nivel de superioridad, ¿qué hay de extraño en eso? Sí es lo que hacen
desde que estamos en jardín, enseñarnos que el otro lo invalido cuando
yo soy superior a él.
“Trato negrero y latigazos pa que funcione”, en esta expresión el
Docente ¿Qué lugar que le está dando a la pluralidad, a la diferencia?
¿Cómo objeto de burla, con desprecio?, será válido mofarse de toda la
travesía de los ancestros Afrodescendientes en tiempos de la conquista
y colonia en América, expresiones así son las que estancan el avance
hacia un genuino reconocimiento del otro y la vivencia de la pluralidad
en el respeto, la comprensión, y la reflexión, no en la tolerancia.
El profesor no muestra respeto por el estudiante, al tiempo que el
joven que es ofendido no muestra respeto por sí mismo, por su diferencia,
por lo que es, puesto que al hacer la denuncia frente a las palabras y/o
expresiones del profesor, hace énfasis en que es buen estudiante, como
diciendo: si soy irrespetado por ser negro debo disipar esta situación con
un buen desempeño en términos académicos, que logre demostrar que
soy capaz, igual que cualquier otro hombre, “a pesar” de que soy negro.
De este modo, el estudiante quizá de forma implícita está replicando
el pensamiento de algunas personas, que si se es inteligente, capaz,
educado, atractivo ante los ojos de los demás, no se parece o no se es
del todo negro, es una muestra de la intención de querer ocultar unas
características presentes en él, cabe preguntarnos si el estudiante, ¿exige
respeto por ser persona, por ser negro, o por ser buen estudiante? Entre
los criterios académicos del estudiante bueno y el estudiante malo, ¿si
el estudiante “malo” hubiera recibido el mismo chiste sería aceptado?
El negro buen estudiante, es solo una forma de seducción, para que
digan: ¡es que no parece negro, es buen estudiante!
¿Entonces el estudiante se está posicionando como persona
merecedora de respeto, o como persona merecedora de respeto por unas
cualidades específicas?, este hecho permite ver y evidenciar lo duro y
arduo que se convierte el ser estudiante y negro, ya que por una parte
se tiene que esforzar el doble si quiere ganar “respeto” por unos otros y
vivir una posible aceptación, porque de lo contrario es sujeto de irrespeto,
pero su esfuerzo se vio tambaleando cuando el profesor se le burla, ya

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Leyendo a Zuleta desde la distinción de piel

que allí le indico que él no lo respetaba. Esto es una muestra vigente de lo


que implica estar dentro del mundo académico, pero lo más preocupante
es que este tipo de lógicas logra disipar el deseo de aprender por gusto
o por angustias, más bien evocan un acercamiento al saber desde la
competencia, tienes que ser mejor que otros te reconozcan al menos.
Por otra parte llama la atención que la Corte Constitucional considere
intolerante el hecho, no se puede aguantar que se le hagan referencias
racistas a estudiantes negros, se tolera, y el tolerar en claves de Zuleta
no permite que se pueda respetar, ya que el respeto no excluye, es
cuestión de debate y confrontación, discutir sin indiferencia, intentar al
menos transitar por lo que el otro es, por su historia de vida; en cuanto
a lo que atañe a la posición del profesor universitario, en la burla puede
reconocerse que no existe apertura al diálogo, ¿acaso hay expresión de
respeto en la burla, y más si se burla de las desgracias –el trato negrero–?
El llamado de la corte es una restricción, que en este caso; si se pasa
por alto hay implicaciones legales, ahora bien, ¿se gesta algún espacio
de construcción, acaso se tiene en cuenta las implicaciones de lo que
se esconde tras lo negro? Consideramos que esta decisión, poco logra
construir o fomentar el respeto ante los demás, es una invitación más
a una pluralidad tolerante, en ausencia del debate y la confrontación.

Conclusiones

Asumir el respeto, el dialogo y la pluralidad como forma de


relacionarse con el otro, es una tarea compleja, del mismo modo que
lo fue abordar este espacio y este trabajo, que necesariamente atraviesa
nuestras vidas, lo que somos, la forma en la que transitamos por el
mundo, por este modelo social que intenta apabullarnos por contar con
algunas características que son consideradas “malditas”: ser mujer,
negra y quizás pobre.
Se ponen en juego los temores, las angustias, los dolores y las tristezas
que causa el hacerse consciente de la sociedad en la que vivimos. Tres
mujeres estudiantes, intentando ser lo más subjetivas posibles, en términos
de ver los procesos o acciones como formas que afectan necesariamente
nuestras vidas, aunque en ocasiones pretendamos concebir estos procesos
como fenómenos aislados que no tienen que ver nosotras, en el transitar

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Diana Katherine Moreno Gómez, Venus Padales Ibargüen y Valeria Angulo Caicedo

una se da cuenta que el modelo social que nos legitima o nos deslegitima
por lo que somos se hace presente en lo que somos, en como actuamos y
en la forma como establecemos vínculos con otros.
Acontinuación se presenta los esbozos de lo que cada una ha podido ir
construyendo en este proceso, más que conclusiones son las reflexiones
que devienen de la posibilidad de poder construir conjuntamente, es
plasmar el hecho de poder converger con otro sin por ello perder la voz.
En este punto se hace necesario esbozar qué mirada se puede tener
después de vivir este proceso reflexivo, que denominamos Leyendo
a Zuleta desde la distinción de piel, consideramos que cada uno de
los casos que presentamos en este trabajo son muestra clara de lo que
denominamos Pluralidad tolerante, de una total falta de respeto por la
diferencia, por el otro, así como también se hace evidente cómo los
procesos sociales en los cuales estamos inmersos pautan la estructura y
los modelos sociales, al ser de algún modo producto de esos procesos
que se construyen entre todos, de las formas en que creamos esos tejidos;
tales procesos se arraigan de tal forma en nosotros, que aun cuando en
muchas ocasiones los mismos nos dañan, nos aíslan y nos presentan
como todo lo malo que sucede en dicho contexto, son adoptados y
replicados por nosotros, quizás esto suceda de forma inconsciente,
o simplemente preferimos amañarnos a lo existente como forma de
encajar y disminuir el aislamiento y la exclusión por parte del sistema o
de algunos miembros de la sociedad.
Se hace notorio que en el contexto social actual es más fácil y menos
censurado el uso de un racismo soterrado, donde como lo mencionamos
al inicio de este escrito se hace uso de una pluralidad tolerante, sé que
eres diferente, pero no te respeto, sino que tolero tu diferencia y el
hecho mismo de que compartamos un espacio.
Es posible decir que nuestra sociedad se sustenta y se vive tras las
máscaras o el maquillaje que esconden lo que realmente se es, lo que
realmente se piensa, evidenciando de alguna forma la manera en la que
se pretende asumir la diversidad, siendo más fácil intentar convertir
a los demás, o presentarles ese otra forma como el ideal perfecto,
o simplemente propender por la exterminación de esos otros que
constituyen lo malo, lo feo y el problema por el que todo anda mal.

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Leyendo a Zuleta desde la distinción de piel

Por otro lado consideramos que este también es el momento para


hablar del modelo democrático que plantea Zuleta, un modelo que
genera diferentes opiniones, para nosotras aunque es un modelo
completo y complejo, no dejamos de considerarlo una utopía, al
menos en la estructura social que tenemos hoy; puesto que una de la
tareas que más le cuesta al ser humano es considerar, tal siquiera, que
no siempre tiene la razón, que hay unos otros que distan de nuestros
pensamientos y que no por ello están errados, y que todos sin importar
la apariencia, el color, las condiciones económicas, títulos o habilidades
somos merecemos respeto en tanto seres, o es que acaso para ser un ser
merecedor de respeto es necesario contar con características biológicas,
sociales y económicas específicas, o será acaso que el hecho de ser
negra o afro-descendiente no nos convierten sujetos, seres humanos
merecedores de respeto, sino que por el contrario nuestras características
en cuanto a color de piel, el lugar del que provenimos y nuestra historia
nos convierte en objetos de irrespeto, objetos de burla, sexual o demás.
Un Abrazo afectuoso - Diana Katherine Moreno G.

La revisión de estos casos indican el discurso de que quienes fueron


seleccionados, al tiempo que muestra las formas de concebir y significar
a un otro, que tiene unas formas y maneras de vivirse que parten de un
punto distinto, al planteado por ellos, el cual necesitan para reivindicar
su existencia, su “superioridad”, o ese otro nivel que le otorga una
posición; es a ese punto distinto al cual se hace necesario tolerar, es
evidente que en estos discursos se muestra que en diferentes escenarios
siempre se está tratando al otro como algo que no existe, y si existe solo
es para reivindicar que quien habla tiene la razón.
Estos casos son digna representación de lo que es la pluralidad
tolerante, puesto si algo resulta tolerante, en términos de lo que plantea
Zuleta respecto a la pluralidad, no podría hablarse de pluralismo, porque
el mismo implica el reconocimiento y respeto por el otro; de este modo
categóricamente decimos que no existe pluralidad en estos discursos,
ya que hay un desconocimiento total del otro –los “negros”– como
sujetos sentí-pensantes y de acciones colectivas, desde sus diferentes
escenarios.

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Diana Katherine Moreno Gómez, Venus Padales Ibargüen y Valeria Angulo Caicedo

De acuerdo a lo anterior se puede decir que al negro no se respeta


sino que se le tolera y es ahí cuando plantemos que el negro no necesita
que lo toleren el negro necesita que se le respete en los términos que
planta Zuleta, que se le reconozca en sus diferencias, que se le permite
transitar en sus construcciones, y que se le considere como sujeto
de construcción al cual se le puede debatir, y ello posiblemente nos
convocaría a transitar en las vías hacia una construcción de un sueño
llamado “Democracia”; para llegar a ello es necesario que dichas
etiquetas en las cuales se ha escondido por siglos el irrespeto hacia
los otros, en este caso reafirmando que al negro se le cosifica, se le
reduce bajo la concepción de que todos somos iguales, y peor aún bajo
la irrespetable y mal concebida forma de pluralidad. Es necesario que se
someta a debate dichas posturas donde sea el pueblo sea quien legitime
sus propias lógicas para funcionar en las angustiosas aguas del respeto
por la diferencia.
Respecto a la respuesta que dio la modelo y compañera Belky donde
expresa que “el alma no tiene color”. La respuesta de la modelo nos
sirve para poner en evidencia que muchas de las personas que dicen
llevar procesos de la población implicada –afros o negros– también
tienen un gran problema en la forma como se plantean la diferencia
y como se viven con el otro, puesto que si bien se reconocen dentro
de unas lógicas, pretenden que las suyas sean las imperantes y a ello
no es a lo que le apostamos, le apostamos a que el alma si tenga color,
porque ello nos permitiría que nos reconociéramos como diferentes
dentro de la sociedad en la que vivimos, y esta diferencia sería el punto
de partida para que podamos concebirnos y concebir al otro como parte
de nuestras construcciones.
El llamado es también para quienes nos reconocemos como
diferentes para que tengamos en cuenta que nuestras posiciones frente a
unos otros implican que le respetemos, aun cuando este plantee lógicas
racistas, con las cuales no estamos de acuerdo.
Sobre el respeto, la pluralidad y el dialogo, podríamos decir que
ninguno de los discursos que están en los fragmentos seleccionados,
muestran atisbos de estos. Más bien son la confirmación de aquello
que no permite que nuestra red de relaciones tenga significación que
nos permitan pensarnos relaciones más horizontales con el resto del

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Leyendo a Zuleta desde la distinción de piel

mundo, por el contrario son la reafirmando de la idea de aceptación y


tolerancia. Ello no permite que la diferencia transite y mucho menos se
permite debatir, someter sus ideas a revisión de unos otros, porque es
angustiante saber que lo que cada uno piensa tal vez no sea, o no valla,
en la vía de lo mejor, y ¿A quién le gusta que le digan que no tiene razón
en sus planteamientos?
Es hora y tiempo de reconocer que vivimos con máscaras, que nos
han permitido construir un tipo de relación donde no se reconocen las
diferencias ¡que complicado y angustioso es!, y es por ello que nos
escondemos detrás de un mundo donde la razón imperante es la propia.
Las máscaras son ese espacio en el cual nos ocultamos para no acceder
a otras realidades excepto a la planteada por mí. Desde donde decido
tomar una posición para referirme a unos otros, para convivir, ello no es
malo; puesto que así hemos sobrevivido. Sin embargo, analizando estas
expresiones y viendo el tejido social en el que nos encontramos, se hace
urgente que hagamos una revisión no solo a las formas en las que nos
vimos unos a otros, sino que también analicemos la relación que ello
podría tener con sociedad de la que hacemos parte.
Estos discursos debelan que la democracia en la que estamos hoy
día, se gesta desde el irrespeto, desde la sanción y eliminación, desde
el discurso autoritario como bien lo decía Zuleta, donde la posición que
toman los implicados es de superioridad y quienes no estén de acuerdo
con ellos tienen dos posibilidades, convertirse o ser eliminados, en esta
medida al negro se le está eliminando desde lo que él es, hace y dice, y
dicha eliminación se hace desde diferentes espacios, llama altamente la
atención que aquellos espacios que han sido significados por su nivel
“académico” sean los que evidencian y donde se rastrea la tolerancia al
otro; el senado, la universidad, revistas, etc. Son espacios en los cuales
se supone deberían plantearse una relación y lógicas de respeto, pero
descubrimos que no, que más bien son los que construyen personas que
irrespetan a otro con un título en la mano y es allí donde nos preguntamos
¿Será que la universidad o cualquier espacio académico es democrático?
Y si no lo es, por qué no se dice nada de ello. El respeto no pasa por los
espacios académicos, como se suele pensar, si bien es importante, no es
necesario para construir unas relaciones basadas en la diferencia.
Bellos vientos - Venus Pandales Ibargüen.

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Diana Katherine Moreno Gómez, Venus Padales Ibargüen y Valeria Angulo Caicedo

En mi piel se vive, se siente y se cuenta, toda una historia de otros que


pisaron la tierra antes de mí y de los que vendrán, y no es solo cuestión
de color, es lo que representa este color, se trata de lo que somos, esta
marca en nuestra carne nos envuelve, nos hace y la hacemos a la vez.
Vivir en la diferencia, reto grande y exigente, es cuestión de respeto,
es una apuesta a la esperanza7 de que todo puede ser mejor, que las
circunstancias de vida pueden cambiar, y no por ascenso de estatus
social o capital económico, es por que como lo destaca Zuleta nos
vivimos colectivamente, creamos cultura8.
¿Las prácticas racistas tendrán que ver algo con el llamado a la
democracia? Pues en el transcurso de este trabajo, definitivamente
podemos concluir que sí, cuando las distinciones en este caso por
el color de la piel, se convierten en significados, de subordinación,
descalificación y desprecio, no se puede emprender la una lucha
colectiva por una vida digna y se da paso a la injusticia9, y cuando
hay injusticia es imposible que la sociedad pueda hablarse en claves de
equidad, diálogo, unos tendrán mucho y otros muy poco.
Por lo tanto una comunidad que se viva en la diferencia, se respeta,
si se respeta, debate, y si se debate es posible que cada vez más se
acerque a una verdadera cultura política10 en la que la pluralidad tenga
cabida, y el respeto medie las relaciones.
Sonrisas. Valeria Angulo Caicedo.

7
“Respeto por el otro, por su vida, por una vida con dignidad y con esperanza, que significa en
nuestro caso prioridad absoluta a la reintegración y recuperación de todos aquellos que nuestra
forma de desarrollo económico ha dejado, como se dice, al margen de la realización de sus
posibilidades humanas” (Zuleta, Estado y Sociedad, 2008).
8
“Es necesario que el pueblo se organice en comunidades de vecinos de barrios, de campesinos,
en comunidades de cualquier tipo, porque mientras este disperso; no solamente porque hay mucha
miseria –eso también es muy grave– sino porque no tiene cultura y creatividad propias” (Zuleta,
Estado y Sociedad, 2008).
9
Injusticia “Como se suele confundir la defensa de la democracia con la defensa de las sociedades
injustas que se proclaman democráticas es necesario, primero que todo, salir de esa confusión que
hace muy difícil la defensa de la democracia” (Zuleta, Estado y Sociedad, 2008).
10
“Es el debate, la necesidad de rectificar las opciones que se demostraron erradas, de retirar
el apoyo a los dirigente que no cumplieron sus promesas, de modificar las ideas que una vez
ensayadas no condujeron a los resultados que de ellas se esperaban; es todo ello, en fin, lo que
forma la cultura política” (Zuleta, Democracia y participación, 2008).

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Leyendo a Zuleta desde la distinción de piel

Bibliografía

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(Ed.), Colombia: Violencia, Democracia y Derechos Humanos (Quinta ed.,
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Zuleta, E. (2008). El respeto en la comunicación. En E. Zuleta, & G. F. Isaza
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Zuleta, E. (2008). Estado y Sociedad. En E. Zuleta, & G. F. Izasa (Ed.),
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Zuleta, E. (2008). La democracia y la paz. En E. Zuleta, & G. F. Isaza (Ed.),
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& Isaza (Ed.), Colombia: Violencia, Democracia y Derechos Humanos
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Medellín, Colombia: Hombres Nuevos Editores.

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EL ENSAYO ENTRE EL SÍMBOLO Y LA REALIDAD. APUNTES SOBRE LA CONSOLIDA-
CIÓN DEL ENSAYO COMO GÉNERO LITERARIO, A PROPÓSITO DE TRES ENSAYOS
COLOMBIANOS

Vivian Carolina Rojas Caicedo

Resumen
Este artículo presenta primeramente unas indagaciones teóricas sobre la aparición del
ensayo como género literario en Latinoamérica. Partiendo de los estudios de Gómez
Martínez (1992), Liliana Weimberg (2001) y Hernando Urriago (2003) se proponen
avances interpretativos para la definición de unos rasgos característicos del ensayo
latinoamericano que surge vinculado estrechamente con la realidad de sus situaciones
históricas. De allí se partirá a la interpretación de tres ensayos colombianos: Nuestra
América es un Ensayo de Germán Arciniegas, La Revolución Invisible de Jorge Gaitán
Durán y Literatura y Sociedad de Hernando Téllez que ilustran la consolidación del
género dentro de las problemáticas del marco situacional, axiológico y político de
nuestra historicidad.

Palabras Clave: Crítica y ensayo en Colombia, ensayo latinoamericano, teoría del


ensayo

Abstract

This paper first presents a theoretical inquiry into the appearance of the essay as a
literary genre in Latin America. Based on studies Gomez Martinez (1992), Liliana
Weinberg (2001) and Hernando Urriago (2003) interpretive progress to define some
characteristics of emerging Latin American essay closely linked to the reality of their
historical situations are proposed. From there it will leave the interpretation of three
Colombian trials: “Our America is a essay” by Germán Arciniegas, “The Invisible
Revolution” by Jorge Gaitan Duran and “Literature and Society” by Hernando Téllez
illustrating the consolidation of gender into the problems of situational, axiological and
political framework development of our historicity.

Keywords: Review and essay in Colombia, Latin American essay, theory essay

piedra de panduro N.o 11: 35-49, 2014 - 2015 ISSN 0124-728x

35
Vivian Carolina Rojas Caicedo. Licenciada en Español y literatura,
Universidad del Quindío. Estudios de Maestría en literatura Colombiana
y Latinoamericana, Universidad del Valle. Es profesora Universidad del Valle
sede Buga en el programa académico de Literatura

Recibido: Febrero 15 del 2013


Aprobado: Marzo 22 del 2013
EL ENSAYO ENTRE EL SÍMBOLO Y LA REALIDAD.
APUNTES SOBRE LA CONSOLIDACIÓN DEL ENSAYO
COMO GÉNERO LITERARIO, A PROPÓSITO DE TRES
ENSAYOS COLOMBIANOS
Vivian Carolina Rojas Caicedo

Introducción

A veces imagino dar cuerpo a un asunto baladí e insignificante,


buscando en qué apoyarlo y consolidarlo; otras mis reflexiones pasan
a un asunto noble y discutido en el que nada nuevo puede hallarse,
puesto que el camino está tan trillado que no hay más recurso que
seguir la pista que otros recorrieron. En los primeros el juicio se
encuentra como a sus anchas, escoge el camino que mejor se le antoja,
y entre mil senderos decide que éste o aquél son los más convenientes.
[…] De cien miembros y rostros que tiene cada cosa, escojo uno, ya
para acariciarlo, ya para desflorarlo y a veces para penetrar hasta
el hueso. Reflexiono sobre todas las cosas no con amplitud sino con
la profundidad de que soy capaz, y las más de las veces me gusta
examinarlas por su aspecto más inusitado […]. Varío cuando me place
y me entrego a la duda y a la incertidumbre, y a mi manera habitual
que es la ignorancia. Miguel de Montaigne citado por Gómez Martínez
(Gómez, 1992: 18)

Miguel de Montaigne se conoce como el creador del género


ensayístico según la tradición de la crítica literaria en occidente. Fue
Montaigne el primero en usar el término “Ensayo” con la plenitud de
la conciencia del arte que proponía, en sus Essais aparecidos en 1580.
Las palabras de Montaigne han transitado en el pensamiento literario
por más de cuatro siglos y aunque al respecto de este complejo género
literario nutrido por la razón de la ciencia y la sensibilidad estética
que le otorga el arte, muchos pensadores han teorizado y elaborado

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Vivian Carolina Rojas Caicedo

sus definiciones; son estas primeras palabras de Montaigne al darle


nacimiento al género las que nos convocan y nos abren el camino para
acariciar, desflorar y penetrar en esta materia.
De los más de cien miembros y rostros a los que se enfrenta quien
quiere examinar el Ensayo, me propongo discurrir sobre las relaciones
que existen entre el género ensayístico (con sus particularidades
estilísticas y formales) y las preocupaciones sociales y políticas
enmarcadas en sociedades cambiantes y problemáticas que parecen
darle vida y acompañar temáticamente al Ensayo. Desde sus inicios en
el Renacimiento europeo la aparición del Ensayo afirma el nacimiento
del espíritu crítico y la preocupación por la intelectualidad y las
dinámicas de la sociedad, tal como lo indica Claudio Maíz “En la idea
del yo renacentista está semantizada la confianza y seguridad que el
individuo ha elaborado sobre sus facultades racionales, capaces de
dar inteligibilidad al mundo circundante mediante la razón”. (Maiz,
2003:97)
Este renacimiento intelectual que viene acompañado con la
aparición del género, también caracteriza su formación y consolidación
en Latinoamérica y Colombia, sociedades problemáticas desde sus
inicios, articuladas con hibridaciones y pluralidades étnicas y culturales
que acuden a este género literario para desarrollar su pensamiento.
Para este tratamiento plantearemos algunos apuntes teóricos
preliminares sobre la formación del género ensayístico en Latinoamérica
a partir de las lecturas de Gómez Martínez (1992), Liliana Weimberg
(2001), y Hernando Urriago (2003), se incluyen además avances
interpretativos propios en la perfilación de algunos factores del ensayo
latinoamericano producto de reflexión y diálogo a partir del seminario
de Crítica y Ensayo en Colombia y Latinoamérica orientado por el
profesor Urriago de la Universidad del Valle. Lo anterior nos dará luz
para la interpretación de tres ensayos que ilustran esta relación que
pretendemos analizar entre el Ensayo como género de consolidación
en las sociedades críticas, particularmente en Colombia. Estos son,
Nuestra América es un Ensayo de Germán Arciniegas, La Revolución
Invisible de Jorge Gaitán Durán y Literatura y Sociedad de Hernando
Téllez

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El ensayo entre el símbolo y la realidad. Apuntes sobre la consolidación del ensayo como género literario, a ...

1. Apuntes Teóricos sobre el ensayo como género literario

Desde su dimensión histórica el ensayo es un género literario de la


modernidad. Aristóteles, Platón y Horacio plantaron las bases de los
géneros literarios de la antigüedad con base a una tripartición: Lírica,
Épica y Dramática. Las tres campean en el reino de la mímesis, son
intentos metafóricos de representar el mundo, Aristóteles plantea en
la Poética que “el arte es representación”. Pero en el Renacimiento
con el florecimiento de la razón y los cambios críticos de la sociedad
europea, después de un largo Medioevo castrante en el desarrollo de
las ciencias y las artes, surge un cuarto género literario: el Ensayo, que
parece ser un texto que “ensaya” transitar en el texto argumentativo, en
cuanto a la búsqueda del conocimiento y la vinculación con la realidad
inmediata, en palabras de Urriago “El género argumentativo presenta
una construcción referencial de base semántica que, a diferencia de
otros géneros o clases de textos, no es una elaboración imaginaria de
estados, procesos o acciones sino que incorpora elementos procedentes
de la realidad efectiva, dada su dependencia del mundo verdadero”
(Urriago, 2003: 7)
Sin embargo, no es sólo esta argumentación la que persigue el
ensayo, son los senderos del texto literario y la voluntad del estilo del
autor los que hacen transitar el texto por la interpretación metafórica
y subjetiva que propone del mundo. El manejo artístico del lenguaje
genera imágenes y sentimientos contribuyendo a perfilar el pensamiento
en todos sus matices, Arenas Cruz advierte: “en un ensayo literario no se
puede traducir simplemente el proceso intelectual a lenguaje objetivo,
pues pierde su originalidad y eficacia; éste reside precisamente en el
empleo de un lenguaje connotativo, afectivo, que evoca por sí mismo
información de otra índole, además de la conceptual” (Arenas Cruz,
1997:119) Hablamos entonces de unas informaciones connonativas
que pueden ser evocadas desde el ensayo y que permiten perfilar el
pensamiento en todos sus matices, no solo desde los argumentos de
la lógica racional, sino desde esa persuasión del sujeto sólo posible
mediante el símbolo.
Ahora para alumbrar las características del ensayo como género
literario miremos algunos aspectos resumidos e interpretados de Teoría
de Ensayo de José Luis Gómez Martínez (1992):

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Vivian Carolina Rojas Caicedo

El ensayo no pretende ser exhaustivo. El Ensayo no busca una


verdad profunda y acabada, sino que merodea por varios objetos y los
examina, siguiendo el curso del pensamiento, de ahí que Montaigne
mismo en su definición del ensayo diga: “Reflexiono sobre todas las
cosas no con amplitud sino con la profundidad de que soy capaz”.
Lo subjetivo en el ensayo: el ensayo como confesión. Como hemos
dicho en este cuarto género se permite la subjetivación de la verdad, su
búsqueda a la vez de intelectual, es metafórica e imaginativa. Gómez
Martínez apunta que el Ensayo en la prosa corresponde a la lírica en
la poesía, y precisamente porque el Ensayo no acude sólo a la razón
y a la ordenación lógica de las ideas, sino también a las esferas de lo
simbólico y lo sensible, se da cuenta desde la subjetividad, como una
confesión del pensamiento.
El carácter dialogal del Ensayo. El propósito del ensayo es incitar
al lector en la meditación. El texto habla al lector, no como una persona
determinada sino como a miembro de una generalidad interesada en el
tema, a la que se busca persuadir acerca del modo de ver algún aspecto.
El ensayista es un improvisador, un conversador que abre un dialogo
para exponer sus pensamientos.
La Voluntad de Estilo. Existe un artificio literario en el Ensayo.
El ensayista requiere inventiva pero su Ensayo no es pura invención,
Gómez Martínez se indaga sobre la imaginación poética del ensayista,
se pregunta ¿Son las ideas el principal motor de los ensayos? De un
lado el escritor de ensayos es un pensador pero su estilo personal y su
forma de llevar a cabo el desarrollo de las ideas convierten al ensayo
en una obra de arte, pues se reemplaza la ordenación científica por la
estética.
A estos aspectos adherimos otros elementos importantes concluidos
del texto El Ensayo, entre el paraíso y el infierno de Liliana Weimberg
(2001):
La Inteligibilidad. El ensayo se despliega en el campo de la
interpretación, es la interpretación de las interpretaciones y transcurre
entre el paraíso del sentido total y el infierno de la incomprensión, en
el medio se encuentran las condiciones de inteligibilidad que son dadas
por los símbolos comunes entre el ensayista, su sociedad y el lector. Se

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El ensayo entre el símbolo y la realidad. Apuntes sobre la consolidación del ensayo como género literario, a ...

transita desde el Yo, enmarcado en la conciencia individual del autor


hasta el Nosotros que nace en la continuidad histórica trazada por un
espacio imaginario de la lengua y sus símbolos.
Deícticos y Dialéctica. Los deícticos en el ensayo implican la
conciencia del Yo íntimo que vuelve sobre sí mismo y se entrega a la
meditación del mundo dando rienda al fluir de sus pensamientos sobre
algún tema. Sin embargo, esa conciencia sólo puede manifestarse en la
dialéctica del yo íntimo y las circunstancias históricas de su época, que
lo ubican en un lugar y un tiempo que le permiten las condiciones del
diálogo.
Si pensamos entonces el ensayo en nuestro lugar y tiempo, cuáles
serían las condiciones de esa dialéctica en el contexto latinoamericano.
Cómo se ha consolidado el género en nuestros países. Pero antes ¿es
preciso hablar de lo nuestro al referirnos a esa inmensa diversidad que
somos? y aclaro que precisamente ese “nuestro” ha sido un presupuesto
de consolidación del ensayo en nuestro continente, desde Nuestra
América de Martí (1891) y se retomará más adelante al analizar el ensayo
de Arciniegas. En cuanto a los interrogantes sobre la consolidación del
género en nuestros países, parece ser que desde sus inicios además de
ser portador de un saber simbólico ha estado estrechamente relacionado
con la historia intelectual y política de nuestras sociedades. Partiendo
de allí planteo los siguientes avances interpretativos en la perfilación
de algunos factores del ensayo latinoamericano que han sido producto
de reflexión y diálogo a partir del seminario de Crítica y Ensayo en
Colombia y Latinoamérica orientado por el profesor Urriago de la
Universidad del Valle (2011):
Carácter situacional del Ensayo. El Ensayo pone en contexto una
realidad efectiva o inmediata y nace de la experiencia y del vínculo
estrecho con el momento histórico que enfrenta. Los ensayos que
analizaremos evidencian esa conexión profunda con la realidad
inmediata de nuestro continente y nuestro país, desarrollan un
pensamiento directamente vinculado a su situación histórica.
Dimensión axiológica del Ensayo. No se trata en nuestros ensayos de
perseguir ideas abstractas –por lo menos en su fase de consolidación–
como si lo hicieron Montaigne y Bacon en el nacimiento del ensayo

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Vivian Carolina Rojas Caicedo

europeo, sino que propone una reflexión de la realidad y del espacio


público compartido, comprometiéndose con juicios valorativos con
respecto a su sociedad. Cierra la brecha entre el intelectual que habita
en el concepto y la metáfora y el que adquiere un compromiso decidido
con sus ideas políticas.
Ensayo como representación artística y representación política.
En los textos que veremos se evidenciará que el ensayista ofrece
soluciones intelectuales y simbólicas a las problemáticas de su sociedad.
Desarrolla ideas desde el estudio y el análisis de la experiencia social
con una fuerte implicación política valiéndose del lenguaje literario,
condensando e intensificando esas situaciones al presentarlas desde una
ordenación estética.
Ensayo como modo interpretativo de lo social. El Ensayo surge
de la mano con el desarrollo de las nacientes ciencias sociales, funda
el pensamiento de lo Otro desde Latinoamérica. Hace posible un
paradigma epistemológico que contemple nuestra subjetividad y nuestra
hibridación, apartándose de la producción lógica y sistematizada del
conocimiento impuesto por la lógica de la modernidad occidental y
abriendo camino a la construcción de nuestro pensamiento desde Otras
–o mejor decir: nuestras– posibilidades de ser en sociedad.
Mediación simbólica entre en ensayo y el conocimiento. En cada
época se ha presentado el dilema de la utilidad del arte en la realidad
que llamamos efectiva. La mediación que logra el ensayo entre el
conocimiento y la metáfora, es la que expande las fronteras del género al
permitirse la expresión desplegada en el símbolo. Desde la Antropología
Filosófica de Cassirer (1951) conocemos que el hombre es un animal
simbólico, su espíritu se encuentra envasado en el símbolo, en tanto
se desarrolla principalmente en cuatro grandes formas simbólicas: El
lenguaje, la religión, el mito y el arte. Nos parece que el ensayo como
género literario parte de la base del lenguaje, se confabula con el arte
y merodea constantemente entre el mito y la religión (además de la
dimensión política que le es inherente). Desde la concepción del símbolo
para Pierce el ensayo habitaría en el campo del referente (terceridad) en
tanto es una interpretación guiada por el espacio social, esta mediación
se da entre una primera cosa (significado) y otra cosa (significante).

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El ensayo entre el símbolo y la realidad. Apuntes sobre la consolidación del ensayo como género literario, a ...

2. Tres Ensayos Colombianos comprometidos con el pensamiento


social desde Latinoamérica evidencian la mediación entre la re-
flexión política y el símbolo

El ensayo encontrará para cultivarse el Re-nacimiento del nuevo


mundo: América. En este prototipo de sociedad híbrida, problemática
y cambiante el ensayo es adoptado y cultivado como una forma de
manifestar las inquietudes frente a la construcción de la identidad
intelectual y social, de allí su carácter argumentativo, a la vez de su
preocupación estética que propicia una ordenación literaria y subjetiva.
El género surge con la conciencia singular del nuevo continente, que en
su impulso emancipatorio en lo político, económico y cultural, comenzó
a usarlo para sentir y pensar “Nuestra América”. La proliferación del
ensayo en América Hispánica ayudó a configurar un pensamiento
hispanoamericano que tenía que expresarse bajo la modelación
discursiva literaria, pues al ser el ensayo una expresión de un punto de
vista del ensayista en relación con su sociedad y su naturaleza, tiene
como función un impacto en el mundo; impacto que consiste en sugerir,
meditar y estimular determinado sobre la realidad (Gómez Martínez,
1992:26)
No olvidemos además que en forma epistolar, un género con aires
de familia del Ensayo, Simón Bolívar en la Carta de Jamaica (1815)
hace un emotivo análisis crítico de la circunstancia americana, así como
de su peculiaridad social e incluso antropológica y dice: “Nosotros
somos un pequeño género humano; poseemos un mundo aparte; [...] no
somos indios ni europeos, sino una especie media entre los legítimos
propietarios del país y los usurpadores españoles”. Es presentando
así este nuevo pequeño género humano como el portador genético de
la hibridación, concepto que será fundamental en la concepción del
desarrollo del pensamiento latinoamericano contemporáneo.

Nuestra América es un Ensayo (1983)


Germán Arciniegas (Bogotá, 1900-1999) en su texto Nuestra
América es un Ensayo plantea que:
“El ensayo se ha escrito entre nosotros desde los primeros encuentros
del blanco con el indio, en pleno siglo XVI, unos cuantos años antes
de que naciera Montaigne (…) La razón de esta singularidad es obvia.

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Vivian Carolina Rojas Caicedo

América surge en el mundo, con su geografía y sus hombres, como


un problema. Es una novedad insospechada que rompe con las ideas
tradicionales. América es ya, en sí, un problema, un ensayo de nuevo
mundo, algo que tienta, provoca, desafía a la inteligencia” (Arciniegas,
1983: 96).

Este argumento se encuentra en todo el pensamiento desarrollado por


Arciniegas y estaba conforme con el espíritu de la época, era coherente
con el proyecto de “raza cósmica” del mexicano José Vasconcelos.
Desde el principio, Arciniegas denuncia que nuestra América es ladina y
no latina. La independencia de España que le proporciona la conciencia
de encarnar la aurora de la Humanidad futura la empuja a entregarse al
Caudillismo y a utopías caducas heredadas de Europa y de la América
anglosajona. Arciniegas presenta al inca Garcilaso como el prototipo
del hombre ensayo, un mestizo ilustrado convertido en un adelantado
de las letras. (1983: 97) y después de declarar que es necesario ofrecer
nuevas alternativas para los conflictos americanos, concluye su ensayo
peguntándose ¿Cómo frente a circunstancias semejantes, quedarse
haciendo versos, vivir en fantasía?
Esta pregunta nos conduce directamente a lo planteado frente a la
formación del ensayo en Latinoamérica como representación artística y
política y como modo interpretativo de lo social. El texto de Arciniegas
transita entre la metáfora desde su título, presentando desde sus inicios
una voluntad de estilo que tras las imágenes literarias denuncia y propone
sus planteamientos sobre la conciencia de una raza latinoamericana y
sus problemáticas sociales.

La Revolución Invisible (1959)


Jorge Gaitán Durán (Santander 1925 -1962) a mediados de siglo
XX en la Colombia posterior al Bogotazo, condenada a la burocracia
del frente nacional pero revitalizada intelectualmente por la revolución
cultural y el auge del Ensayo promovido por la revista Mito, escribe un
texto que marcará un hito importante en el compromiso del intelectual
colombiano con la política y la transformación social. En este texto
titulado La Revolución Invisible, Gaitán Durán denuncia las guerras
de los partidos y de nombres burocráticos de la edad media ladina,
heredada de nuestros colonizadores, que no representan los intereses
reales del pueblo colombiano, además apunta desde el inicio, que los

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El ensayo entre el símbolo y la realidad. Apuntes sobre la consolidación del ensayo como género literario, a ...

intelectuales se han excluido de la política y que deben ser estos los que
se perfilen como la clase pensadora dominante que lleve las riendas del
país.
El autor al inicio del discurso plantea su intención formal:
“Ciertamente estos apuntes sobre la crisis y el desarrollo en Colombia
no son ensayo sociológico, ni económico, sino apenas una tentativa
de estudio político” (Gaitán, 1959: 317) y deja ver su método
epistemológico al declarar que “No trabajé desde la cima de los años,
frente a un vasto panorama histórico, sino en el momento mismo en que
los hechos se producían o se transformaban rudamente, o se disolvían
en una perspectiva melancólica; dejaba la investigación y el esfuerzo a
que mi alejamiento de estas materias me obligaba para participar en la
acción confusa un poco absurda del día a día.” (Ibid. 317).
Gaitán Durán al igual que Arciniegas pretende reconquistar el renio
de la ética y la estética e invita a los escritores jóvenes a ser ensayistas
y pensadores de lo concreto, dejando de lado el humanismo que se
queda sólo en la reflexión intelectual e impulsándolo a la creencia de
que es posible la transformación de la realidad “Nuestro humanismo es
una paradoja: sentimos en carne viva la fascinación del pensamiento
y el arte de este tiempo que gritan con desesperanza la indigencia del
hombre frente a un historia implacable y a la vez creemos firmemente
que podemos reformar el mundo, Si estos apuntes contribuyen a que
unos escritores jóvenes partan desde lo concreto, sea en el plano de su
existencia, sea en el plano de su nación, para reconquistar el reino de la
ética y la estética, harto habrán servido” (Ibid. 318)
Gaitán Durán pone juego la dimensión axiológica al plantear
juicios valorativos contundentes sobre espacio público compartido y la
sociedad de la que hace parte, comprometiéndose en la puesta en valor
del tema al denunciar claramente los fracasos que enfrenta la nación:
“Las causas sociológicas y psicológicas indican el increíble fracaso
de los métodos culturales e ideológicos que tradicionalmente han
inspirado y encuadrado la conducta de los colombianos, indican que
nuestros métodos educativos tanto religiosos como laicos , no han
podido crear verdaderos comportamientos humanos, indican que la
solución para la barbarie no es poner una escuela en uno en cada
uno de nuestros ochocientos municipios , sino una transformación

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Vivian Carolina Rojas Caicedo

radical de nuestra mentalidad y de las concepciones que han regido su


desenvolvimiento, indican que el hombre colombiano está reprimido,
insatisfecho, angustiado, que no tiene posibilidades normales de amor,
cultura, prosperidad y poder, y en consecuencia no consigue impedir
que en el se desarrollen imperialmente, al menor estímulo exterior,
las tendencias destructoras (...) Más que en otra patria cualquiera en
nuestro país el hombre ha sido una pasión inútil (1959: 339)”.

Frente a esta Pasión inútil Jorge Gaitán Durán ensaya una respuesta de
dos caras. La primera obedece a la mediación simbólica y está sugerida
desde el título de La revolución Invisible, ésta es una revolución de
las ideas impulsada por el intelectual burgués que cumple un `papel
indispensable en la sociedad, pues es a él al que le corresponde entender
y descifrar el desencadenamiento de la historia. El intelectual no es un
cretino que habla diariamente de todo sin saber de nada, sino que se
ejercita en la búsqueda de lo universal concreto, generando soluciones
e ideas pertinentes para su sociedad.
La segunda respuesta siendo coherente con esta tesis, está dada en el
plano de lo concreto y consiste en la articulación de un proyecto nacional
de desarrollo liderado por el capitalismo liberalista colombiano a través
de dos llaves principales: la industrialización y la reforma agraria, sobre
las cuales Gaitán Durán hace un estudio juicioso basado en estadísticas
y términos propios de la economía y la política.
El alcance principal de este ensayo de Gaitán Durán, es el
compromiso social y político que logra un intelectual y poeta sensible y
conocedor de su realidad que se atreve a transformar desde lo simbólico,
recuérdese la revolución intelectual y artística que promueve en Mito y
desde la producción de conocimiento concreto en el contexto crítico de
nuestro país, al realizar planteamientos claros y juiciosos acerca de las
dinámicas propias de una sociedad problemática como la colombiana.

Literatura y Sociedad (1956)


Literatura y sociedad es el nombre de la colección de nueve Ensayos
cortos (Glosas precedidas de notas sobre la conciencia burguesa)
del ensayista Hernando Téllez (Colombia, 1908-1966) publicado
por ediciones Mito en 1956 y es incubado en el mismo contexto de
La Revolución Invisible. No abordaremos todo el libro sino el sexto

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El ensayo entre el símbolo y la realidad. Apuntes sobre la consolidación del ensayo como género literario, a ...

ensayo, un texto corto que porta el nombre del libro y que es conciso al
plantear su tesis, que es de cierta manera una antítesis de lo que hemos
venido rastreando sobre los vínculos estrechos entre el símbolo literario
y la realidad social.
Ala pregunta planteada por Arciniegas ¿Cómo frente a circunstancias
semejantes, quedarse haciendo versos, vivir en fantasía? Este ensayo
de Téllez responde directamente: “La sociedad, el Estado, los partidos,
las ideologías políticas, no deberían demandar al arte absolutamente
nada. Y, primero que todo, no deberían demandarle que se pusiera a
su servicio, ni que los corroborara o satisficiera” (Téllez, 1956: 73) El
autor en este texto contundente denuncia la arbitrariedad de confundir
la eficacia social de una obra con su valor estético, no admite que el
contexto social y político empiece a direccionar el sentido simbólico
de la literatura, considera que toda verdadera obra literaria, toda
verdadera obra de arte, no puede estar al servicio de ninguna ideología,
religión o forma de Estado sino que debe nacer en un “acto de libertad
espiritual gracias al cual ha sido posible henchir el lenguaje de ciertas
significaciones y hacer gravitar sobre un esquema verbal un universo de
belleza, anula la servidumbre del artista ante los poderes que lo cercan”
(ibid. 74). Desde esta postura de Téllez, si se ha planteado el ensayo
como un género literario, cómo podrían Martí, Arciniegas, Octavio Paz,
entre otros, ser ensayistas si cargan a cuestas de su dimensión estética,
su dimensión política y social.

Conclusiones

Montaigne ya nos dijo que examináramos las cosas por su aspecto


más inusitado y nos permitiéramos entregarnos a la duda. Por ello he
puesto en diálogo el ensayo de Téllez que parece plantear una objeción
al defender la obra literaria de la panfletización, que no la concibe como
un fin en sí mismo de naturaleza simbólica y estética sino como un
“medio para”. Sin embargo, no puede parecer un poco este pensamiento
escapado del siglo XIX, hijo del famoso prefacio de Dorian Gray de
Wilde cuando inolvidablemente antes de establecer que todo arte es
completamente inútil, afirma: “Ningún artista desea probar nada. El
artista no tiene preferencias morales. Una preferencia moral en un artista
es un imperdonable amaneramiento de estilo” (Wilde, 1890). Podríamos

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Vivian Carolina Rojas Caicedo

decir entonces apegados a esta idea que nuestros ensayistas ¿están


llenos de preferencias morales y políticas, que nuestros ensayos son
imperdonables amaneramientos de estilo y que no puede considerarse
realmente al ensayo así planteado como un género literario, es decir un
género artístico?
A esto contestaré que el ensayo tal como lo hemos planteado
es un híbrido, que se anida perfectamente en la naturaleza de
nuestras sociedades y logra desplazarse del ideal puramente estético
desplegándose del símbolo a la realidad del sujeto que en la realización
de la obra no pretende desvincularse de su situación y su historia,
sino que precisamente son ellas las que alientan el desarrollo de su
pensamiento. Así, la consolidación del ensayo en nuestros países
tal como evidenciamos, apareció estrechamente ligada a aspectos
situacionales, axiológicos y políticos característicos de las sociedades
híbridas y problemáticas que le han dado vida y lo han trazado
temáticamente.
De los cien rostros posibles de este tema me quedan casi todos por
indagar, pero hasta aquí he ensayado el pensar la formación del ensayo
como género literario a partir de algunas interpretaciones teóricas de
autores latinoamericanos y de las obras de tres ensayistas colombianos
indispensables en la formación del género en Colombia. Concluyo estos
apuntes con el deseo de perseguir en otro momento alguno de los otros
noventa y nueve miembros movibles que este tema de ensayo enfrenta.

Bibliografía

Arciniegas, Germán (1983). “Nuestra América es un ensayo”. Larroyo,


Francisco y otros. Filosofía de la historia latinoamericana, Bogotá, Editorial
El Búho.
Arenas Cruz, María E. (1997) Hacia una teoría general del Ensayo. Cuenca:
Universidad de Castilla
Gaitán Durán, Jorge. (1959). La revolución Invisible Bogotá: Tierra Firme
Gómez Martínez, Jose L. (1992) Teoría del Ensayo. México: UNAM
Maiz, Claudio (2003) Problemas genológicos del discurso ensayístico: origen
y configuración de un género. Edición digital

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El ensayo entre el símbolo y la realidad. Apuntes sobre la consolidación del ensayo como género literario, a ...

Montaigne, Michael. (1994) Ensayos 3. Bercelona: Altaya


Téllez, Hernando. (1956) Literatura y Sociedad. Bogotá: Ediciones Mito
Urriago, Hernando. (2006) Caligrafías del Asombro. Cali: Universidad del
Valle
Urriago, Hernando. (2003) La teoría del ensayo en el marco de la teoría de
géneros literarios y de la teoría literaria. Edición oficio leída en clase.
Wilde, Oscar (1891). El Retrato de Dorian Gray. Edición digital
Weinberg, Liliana (2001). El ensayo, entre el paraíso y el infierno. México,
UNAM-Fondo de Cultura Económica

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NOTAS ALREDEDOR DEL CANCIONERO Y LA EDUCACION SENTIMENTAL DE UN
PROVINCIANO.1

Américo

Estoy empeñado desde hace un mes en una


novela de costumbres… quiero hacer la
historia moral o más exactamente sentimental
de los hombres de mi generación.
Es una novela de amor, de pasión como puede
haber ahora…Gustave Flaubert. Carta a Mlle.
Leroyer de Chantepie, 6 de octubre de 1864.

Resumen
Palabras Clave:

Abstract
Keywords:

Américo

Recibido: Febrero 15 del 2013


Aprobado: Marzo 22 del 2013

1
Este texto es un primer borrador de la reflexión que adelanto actualmente sobre mi primera
educación sentimental y que, espero, contribuya, así sea muy parcialmente, a bosquejar la de
una generación de vallecaucanos nacidos alrededor de los años 50s del siglo pasado. Se inscribe,
también, en el marco más amplio de una empresa auto-biográfica que adelanto con otros miembros
de mi parentela, cuyos primeros frutos se recogieron en el libro Álbum familiar: memorias vueltas
a contar. Anzuelo Ético Ediciones. Cali, Diciembre de 2014.

piedra de panduro N.o 11: 51-85, 2014 - 2015 ISSN 0124-728x

51
NOTAS ALREDEDOR DEL CANCIONERO Y LA
EDUCACION SENTIMENTAL DE UN PROVINCIANO
Américo

Introducción

Los sentimientos y su educación son asuntos muy complejos, cuyo


estudio y presentación rebasan con creces los límites de este ensayo.
Por eso, en lo fundamental, solo me propongo tratar de contribuir, de
manera embrionaria todavía, al planteamiento de la posible influencia
del cancionero criollo en la educación sentimental de mi generación
y de las más próximas, en una coyuntura, a comienzos de los 50s,
en que la música clásica europea y la vernácula habían perdido su
predominio en la escucha de los bugueños, debido, entre otras cosas, a
la popularización paulatina de la radio y la expansión de la industria del
disco y el cine, que se consolida a partir de los años 30.
No se me escapa que, en materia de cancionero es bastante difícil
agregar algo que no haya sido dicho ya; por lo tanto, solo quiero tratar
de recordar y, hasta donde puede ser posible, tornar consciente lo que
está tan arraigado que, con el correr de los años, se ha tornado invisible.
Tampoco es mi propósito hablar del origen ni de la historia de las
canciones que nos arrullaron siendo niños en un villorrio del centro
del Valle del Cauca y cuya difusión tuvo como epicentros a metrópolis
tan distantes geográficamente como México, Buenos Aires, La Habana
y Nueva York, y que contribuyeron a conformar el gusto musical
popular en una simbiosis singular que incorporó el tango, la milonga,
la ranchera, el huapango, el bolero antillano y mexicano, y los ritmos
afro-caribeños, principalmente, como el son, la guaracha, el porro, la

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cumbia y otros aires de nuestras costas atlántica y pacífica. De esta


hibridación también hace parte lo que podríamos llamar la música
folclórica latinoamericana: los bambucos y pasillos colombianos, las
zambas argentinas, los valses peruanos, los pasillos ecuatorianos, los
galerones, joropos y pasajes venezolanos, para solo mencionar los
géneros más presentes.

1. Cancionero popular y primera educacion sentimental

Desconozco quien usó primero la expresión educación sentimental.


En mi caso, la conocí en la lectura del libro de Gustave Flaubert, así
llamado y, luego, en el análisis que de esta obra hace Pierre Bourdieu.
No obstante, el uso que voy a hacer de esta noción tiene una cobertura
mucho más acotada que las planteadas por el escritor y el sociólogo
puesto que la circunscribo a la parte de nuestra formación relacionada
con las disposiciones y propensiones afectivas. Aún más, me ocupo de
lo afectivo en un sentido muy restringido: lo aportado, o reforzado, por
el cancionero popular.
Entonces, por ahora, solo me referiré de manera incidental a otras
influencias, tanto o más importantes, creo, en la configuración del deseo,
como dichos y refranes –o “sabiduría popular”– al cine, la literatura y la
poesía, a la escuela, la iglesia, el grupo de pares, etc. Tampoco aludiré
a ese acervo misterioso aportado por la herencia genética cuyo peso
desconocemos, aunque hoy sepamos, gracias a la ciencia que, entre
otras cosas, en buena medida nuestra carga libidinal sea heredada de
nuestros padres. A propósito, nunca sabremos qué tan libidinosos eran
ellos y que tanto liberaron, reprimieron y sublimaron. Su vida íntima es
una caja negra que ya no podremos descifrar.
Entre tanto, debo decir que con el paso de los años he revaluado
mi posición respecto del peso específico, en la configuración de
nuestra personalidad, de cada uno de sus dos pilares fundacionales:
naturaleza y cultura. Creo que por la influencia del marxismo y del
sesgo estructuralista de mi formación sociológica, durante buena
parte de mi periplo vital tendí a exagerar el papel de esta última, lo
cual era coherente con la idea de que nada era inamovible, no solo el
tipo de sociedad sino también las inclinaciones más arraigadas de las

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personas. Además, resulta difícil para un maestro ir a contrapelo de la


utopía primigenia del oficio que cree que la educación todo lo puede.
Pues bien, para no citar más que un ejemplo ligado a este ejercicio de
recuperar las canciones y otras influencias de la infancia, he recordado
una escena varias veces repetida.
Mis padres tenían una pareja de amigos con los que compartían el
limitado ocio pueblerino, consistente en turnarse visitas para conversar,
jugar parqués, ir al cine o, esporádicamente, a fiestas. Los hijos, más o
menos de la misma edad, aprovechábamos los encuentros, o sus salidas,
para jugar.
Sin embargo, R, mi coetáneo, no participaba de los juegos de
los varones sino que siempre se agrupaba con las chicas. Aún más,
aprovechaba las ausencias de la madre para ponerse sus zapatos de
tacones y otras prendas. Hoy puedo afirmar con plena certeza que él
nació homosexual y no que se hizo homosexual.
Destaco esto porque sobre algunas inclinaciones y, especialmente,
la homosexualidad, existe todavía un prejuicio muy arraigado de índole
culturalista que consiste en creer que el homosexual no nace sino que
se hace, lo cual constituye una fuente de sufrimiento y discriminación
muy grandes, pues “la culpa” sería de él, o ella, o de sus padres.
No obstante todo lo acotado o restrictivo de nuestro empeño, todavía
resulta demasiado complejo como para hacernos ilusiones respecto de
que logremos establecer que tanto de nuestra educación sentimental es
atribuible al cancionero. Por lo tanto, todo lo que afirmemos al respecto
no serán más que presunciones o hipótesis muy poco sustentadas.
Lo que sí es seguro es que la canción jugó un papel , aunque, por
supuesto, variable, en la formación y expresión afectiva de los setentones,
sesentones y hasta cincuentones de hoy que crecimos juntos en el barrio
o que, con el tiempo, nos encontramos como estudiantes y colegas en
la universidad o en otros ámbitos afines. Aún más, fundamentalmente
el bolero, al lado de otros géneros populares, como tangos, rancheras,
valses y la música vernácula, fungió como cancionero de cuna, a falta
de una tradición más rica en esta materia.

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Luego vinieron otras experiencias sociales y culturales y la afiliación


masiva a géneros como la música antillana, la balada, el rock-pop, la
denominada canción protesta, la salsa, entre otros, que desplazaron
los aires primigenios del lugar principal en la cotidianidad musical de
muchos de nosotros; pero que, en cierta medida, ampliaron el primer
cancionero, tornándolo más universal y un tanto menos sensiblero.
Sin embargo, la canción subyacía, latente, en nuestro imaginario y,
en la medida en que nos hicimos mayores, retornó paulatinamente con
sus ensoñaciones y nostalgias, retomando su lugar privilegiado.

2. Las primeras letras

2.1. Canciones de cuna


Debo admitir que no he realizado pesquisa alguna alrededor de este
asunto; pero, me atrevo a afirmar que, a diferencia de otras, en nuestra
tradición de crianza –la de Buga, por supuesto– no hubo un repertorio
rico en canciones de cuna. Por ahora, no recuerdo nada más allá del
“arrurú mi niño, arrurú mi sol” y del “Señora Santana porque llora el
niño; por una manzana que se le perdió…” y del “sana que sana culito
de rana…”, para curar heridas y golpes. Los primeros versos de Los
maderos de San Juan, con su juguetona musicalidad, que contrastan de
manera dramática con el triste contenido del poema en general, fungía
más como un ejercicio escolar que como canción de cuna.
Arrurrú
Arrurrú mi niño, arrurrú mi sol/arrurrú pedazo de mi corazón.
Este niño lindo se quiere dormir/y el pícaro sueño no quiere venir.
Este niño lindo se quiere dormir/cierra los ojitos y los vuelve a abrir.
Señora Santana
¿Señora Santana por qué llora el niño? /Por una manzana que se
le ha perdido.
Yo te daré una, yo te daré dos, /una para el niño y otra para vos.
Yo no quiero una, yo no quiero dos, / yo quiero la mía, la que se me
perdió.

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Sana que sana


Sana que sana/culito de rana.
Si no sana hoy, /sanará mañana
Los maderos de San Juan
¡Aserrín!/ ¡Aserrán!
Los maderos de San Juan, /piden queso, piden pan;
los de Roque/alfandoque;
los de Rique,/alfeñique;
¡Los de triqui /triqui, tran!
Ante esta limitación cultural, el cancionero general suplía la carencia
y mi madre que a los 20 años ya tenía 4 hijos, cantaba, cantaba y cantaba.

2.2. El cancionero popular


En primer lugar, creo conveniente partir de dos preguntas que, por
tan obvias, casi nunca se nos ocurren.
1. ¿Por qué me gustan las tonadas del cancionero criollo?
2. ¿Cuáles son las temáticas o motivos que percibo en él?
A continuación voy a tratar de responderlas, así sea de manera muy
parcial.
2.2.1. ¿Por qué me gustan las tonadas del cancionero criollo?
Una respuesta escueta sería: porque estaban ahí cuando nací y
porque lo siguieron estando.
A comienzos de los años cincuenta el cancionero latinoamericano
estaba en pleno apogeo gracias al creciente desarrollo del cine, la radio
y de la industria fonográfica y era una presencia muy fuerte en la vida
cotidiana de nuestras famMis padres se habían casado muy jóvenes.
Mi padre de diecinueve años y mi madre de catorce y medio, tras un
noviazgo muy breve; iniciado a partir de la dedicatoria de El día que me
quieras, el clásico de Gardel, que él le hizo en un festival en el parque
de Santa Bárbara. Parece que lo primero que se le ocurrió decir a mi
madre, que era una muchacha alta y blanca, cuando se enteró de que

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quien se lo dedicaba era ese muchacho delgado y trigueño que no le


perdía el rastro, fue: “A ese negrito le doy vuelta seca”. Pues, le debió
dar muchas vueltas, no todas secas, porque somos 8 hermanos.
No se precisa ser un sicoanalista para establecer que si un niño es
amamantado por –como diría el gran Miguel Hernández– “una mujer
que se deshace hilo a hilo sobre la cuna…mientras el vuela sobre la
doble luna del pecho”, al tiempo que ella canta una canción, es casi
seguro que va a configurarse una estrecha conexión entre el canto y
ese placer supremo de la lactancia. Tampoco se necesita ser Freud
para inferir que esto tiene que ver con que, ya más crecidos, nos sigan
gustando las canciones y el tetamen.
Hace 11 años mi madre se fue a Buga a visitar una hermana suya que
estaba enferma. A la mañana siguiente, cantando un bolero, mientras se
bañaba, sufrió un infarto y murió. Mi tía todavía está viva.
No me deja de resultar extraño que Pénjamo, una ranchera de
Rubén Méndez, interpretada por Pedro Infante, sea la primera canción
que recuerdo; pero, es casi seguro que lo sea porque está asociada
inextricablemente con el evento más emocionante de la vida pueblerina
de la época: los paseos en carro.
Un par de veces al año, abuelos, padres, tíos, otros parientes mayores
y amigos cercanos, organizaban salidas en buses, chivas o, en el peor de
los casos, camiones, a ríos o balnearios cercanos y, a veces, tan lejanos
como los termales de Santa Rosa de Cabal, en las que, las más de las
veces, no podía faltar el tradicional sancocho de gallina en leña o, en su
defecto, tamales vallunos o un chivo asado.
La excitación duraba muchos días puesto que, con una semana
de anticipación, empezaban los preparativos para tan excitante
acontecimiento y, después de esto, se revivían, una y otra vez, los
pormenores de la aventura.
Pues bien, los conocedores de la ruta se ponían de acuerdo para,
invariablemente, empezar a cantar Pénjamo cuando faltaban unos 15
minutos de camino, siendo seguidos por todos los viajeros en medio de
un coro tan desafinado como feliz. A decir verdad, éramos tan niños que

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de la letra solo entendíamos el “ya vamos llegando a Pénjamo” con que


inicia la canción; pero, de tanto oírla, la repetíamos como loros.
Aquí está la letra, tan lejana y a la vez tan cercana, inspirada en un
pueblo que no es más que “un cagadero”, de acuerdo con la versión
de algunos amigos que, habiéndose dejado tentar por la nostalgia y la
curiosidad, han “decedido” pasar por Pénjamo, o como anotaba otro
bugueño, “pasar por pendejos”, en algún viaje a México.
Pénjamo
Ya vamos llegando a Pénjamo/ ya brillan allá sus cúpulas/
de Corralejo /parece un espejo/mi lindo Pénjamo/
Sus torres cuatas/son dos alcayatas/prendidas al sol.
Su gran variedad de pájaros/que silban de puro júbilo/
y este paseo de Churipitzeo/que tiene Pénjamo/
es un suspiro/que allá en Guanguitiro/se vuelve canción.
Que yo parecía de Pénjamo/me dijo una de Cuerámaro/
que soy de Pénjamo/lo habrá notado/
por lo atravesado/que somos allá, pues.
Al cabo, por todo México/hay muchos que son de Pénjamo/
Si una muchacha/te mira y se agacha/es que es de Pénjamo/
o si te mira/y a luego suspira/ también es de allá.
Si un hombre por una pérfida/se mata con otro prójimo/
si es decedido, y muy atrevido/pos es que es de Pénjamo.
Si a quemarropa/te invita la copa/pos ya ni que hablar.
Si quieres vivir en Pénjamo/mi tierra feliz y cálida/
deme un besito/que sienta bonito/y aquí está Pénjamo/
con sus rincones/ y bellas canciones/que le hablan de amor.
En la ruta, tampoco podían faltar Allá en el rancho grande, La
calandria y Chavela, entre otras. En el regreso, el repertorio era más
nostálgico; en correspondencia con el inminente fin del jolgorio y el
retorno a la rutina aldeana. Recuerdo, entre otros temas, a Volver, La
cama de piedra, Pueblito viejo, Las acacias y Señora María Rosa.

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De la misma manera, era parte del ritual que, al comienzo del periplo,
un guasón preguntara a los apretujados viajeros: “¿Pa’ donde van?” y
todos contestábamos a grito herido: “! Pa ’paseo ¡”; y, al final, próximos
a aterrizar, cambiaba la pregunta: “? De donde vienen ¿” y, en broma
los mayores y en serio los pequeños, respondíamos, en un coro triste y
destemplado: “de paseo”.
Amorcito corazón, que inaugura el bolero ranchero, grabada en
1949 también por Pedro Infante, un poco antes de que yo naciera, es la
segunda canción que recuerdo; ya no se sí entonada por mi madre, cuyo
gusto por los cantantes y compositores mejicanos y argentinos está
en mis primeras memorias, especialmente José Alfredo Jiménez, uno
de los más grandes poetas populares del continente, autor de clásicos
como Cuando sale la luna, El jinete, El rey, Ella ( la versión de Pedro
Vargas era su favorita), La enorme distancia, Las ciudades, Los dos
perdimos, Si nos dejan, Sonaron cuatro balazos, Tu y las nubes, Un
mundo raro, Vámonos; Jorge Negrete, con Allá en el Rancho Grande,
La Adelita, Ay Jalisco, no te rajes; Miguel Aceves Mejía ( “a veces me
fía” o “a veces gemía”, por aquello del falsete), con Malagueña, El
jinete; Agustín Lara, con Arráncame la vida ( versión de Toña la Negra)
María Bonita ( dedicado a María Félix, “la Doña”, máxima diva de la
época dorada del cine mejicano), Mujer, Noche de ronda, Palabras de
mujer, Palmeras, Piensa en mí, Rival, Siempre te vas, Solamente una
vez, Veracruz.
Sin embargo, aunque no era compositor, Pedro Vargas era el cantante
mejicano favorito de mis padres: A quien, Azul, Corazón, corazón,
Ella, Volver. Aunque en menor medida, también estaban presentes
algunas voces femeninas como Toña la Negra, la mejor intérprete de
Lara: Cenizas, Como Golondrinas, Mentira Salomé, Vereda Tropical,
Arráncame la vida; María Luisa Landín, Amar y vivir, Amor perdido,
Somos diferentes; Virginia López, Por equivocación, Cariñito
azucarado.
Entre los boleristas argentinos, Hugo Romaní, Amorosamente, Vieja
Luna, Sin ti; Leo Marini, Llanto de luna, Deuda, En la palma de la mano,
Caribe soy, Señora bonita. La primera “grosería” o “corrompiciña”,
como se le llamaba a la picaresca ligada a la sexualidad y a las “malas

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palabras” tiene que ver con dos celebridades del cine y la canción, tan
ligados en aquella época:
María Félix, Jorge Negrete,
ella se acuesta y él se la mete
Parece que uno de los requisitos de esta picaresca obscena era
la rima, porque otras “vulgaridades” muy populares en mis años de
escuela primaria eran:
Crecen los años, merma la vida.
Crecen las cejas, merma la vista.
Crecen los huevos, merma la picha.
Pero, cuando merma la picha,
crece la lengua y sigue la dicha.
También hacía parte de esta erótica reprimida, aunque festiva, ,
un estribillo, un tanto menos rupestre, probablemente originado en la
existencia de una buena cantidad de mujeres atractivas que, bien por
mojigatas, o por ser las hermanas mayores que debían cuidar de los
menores, o a sus padres, o por haber dejado pasar alguna oportunidad las
“cogían” los 25 años, o aún menos, sin haberse casado y se quedaban de
“tías”, “las dejaba el tren” y por lo tanto tenían que dedicarse a “vestir
santos”; aunque las más espabiladas decían, para justificar su soltería,
que “es preferible vestir santos que desvestir borrachos”. Una de estas
solteronas debió inspirar a un pichón de poeta estos versos:
La mujer que es bella y tierna,
y que tiene buena pierna,
y que a ninguno se lo da;
se ha de volver vieja,
se le pela la molleja,
y se le arruga el animal
Es obvio que el sentido pleno de tanta filosofía solo se me reveló
años más tarde.
Este otro verso era aún más tempranero y ramplón:

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El indio mató a la india


con el palo e la garrocha,
porque la encontró jalándose
los pelos de la panocha.
Es posible que, para los niños y jóvenes de hoy, la pelambre en axilas
y, sobre todo en el pubis, sea más bien una maldición evolutiva que
una fuente de deseo, hasta el punto que casi ninguna chica se abstiene
de depilarse, a pesar de lo dolorosa que pueda resultar esa operación.
Aclaro, de paso, que, como decía la viejita bugueña, cada que contaba
un chisme: “echo dichen, a mí no me consta”.
Debo confesar que me cuesta trabajo resistir la tentación etnocentrista
de juzgar esa práctica, pero baste con decir que, para mi generación y
las más próximas, antes y después, el vello púbico era una fuente de
fascinación tremenda. En el caso de los pelos propios, era la señal de
que se empezaba a ser hombre o mujer, hasta el punto que, de chicos,
no sólo se retaba a otros a medirse el “chimbo” , “chorizo” o “verga”
–nunca pene– para ver quien lo tenía más grande, sino al que tuviera el
pelamen más frondoso. Las únicas que se afeitaban el “bizcocho”, “pan”
“panocha”, o “arepa”, denominación que, creo, fue introducida por los
paisas –todavía no se hablaba de la “cuca” que mantiene la misma línea
de productos de panadería– eran algunas mujeres de la “vida alegre”,
aconsejadas por quienes expedían el carnet de sanidad que se exigía
para ejercer el oficio, por razones de higiene, especialmente para evitar
infestarse de “ñatos”(piojos), el peor enemigo del sexo comprado, al
lado de la sífilis y la gonorrea. Aún las piernipeludas eran muy deseadas
y el piropo más atrevido con el que se las premiaba al verlas pasar
era: “¿si así es la carrilera, como será la estación?”. Buñuel lo definió
después, de manera menos prosaica, al denominar al “moñito” como
“ese obscuro objeto del deseo”.
Hasta una canción, La piernipeluda, nos sirve para ilustrar lo
“sexapilosa” que podía parecer a muchos una mujer velluda. Este término
que usaban mis padres para referirse a una mujer atractiva, más preciso
y preferible al “está buenísima” de ahora, aunque, coincidencialmente,
parece ligar sexo con pelos, en realidad era una derivación criolla de la
voz inglesa sex appeal.

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Aquí va parte de la letra, tal como la recuerda mi hermana Lida,


haciendo gala de su prodigiosa memoria musical:
Por una piernipeluda muchos hombres se enloquecen,
unos se meten al monte y en él se desaparecen.
Yo anduve siguiendo un día a una piernipeluda
y de tanto caminar, me agarró una calentura…
Pero, mejor cambiemos de tema para no correr el riesgo de perdernos
en el monte de la piernipeluda. Si bien los boleros predominaban en el
gusto materno, los tangos y las milongas no faltaban en su repertorio,
sobre todo los clásicos como Uno, su favorito, Cuartito azul, Percal,
Volvamos a empezar. También recuerdo haberla oído canturrear Negra
María, una milonga –candombe, compuesta por Homero Manzi, el
mismo de Malena, cuya tristeza profunda me impresionaba, aunque no
entendía sino de manera somera el sentido de su letra.
Negra María
Bruna, bruna/nació María/y está en la cuna/Nació de día/tendrá
fortuna.
Bordará la madre/su vestido largo. Y entrará a la fiesta/con un traje
blanco/
y será la reina/cuando María/cumpla quince años.
Te llamaremos, Negra María.../Negra María, que abriste los ojos
en Carnaval.
Ojos grandes tendrá María/dientes de nácar/color moreno.
¡Ay qué rojos serán tus labios/ay qué cadencia tendrá tu cuerpo!
Vamos al baile, vamos María/ Negra la madre, negra la niña.
¡Negra!...Cantarán para vos/las guitarras y los violines/
y los rezongos del bandoneón.
Te llamaremos, Negra María.../Negra María, /que abriste los ojos
en Carnaval.
Bruna, bruna/murió María/y está en la cuna/Se fue de día/sin ver
la luna.
Cubrirán tu sueño/con un paño blanco/Y te irás del mundo/con un
traje largo/

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y jamás ya nunca/Negra María, tendrás quince años.


Te lloraremos, Negra María.../Negra María, cerraste los ojos en
Carnaval.
¡Ay qué triste fue tu destino/ángel de mota/clavel moreno!
¡Ay qué oscuro será tu lecho!/! Ay qué silencio tendrá tu sueño¡
Vas para el cielo, Negra María.../Llora la madre, duerme la niña.
Negra... Sangrarán para vos/las guitarras y los violines/
y las angustias del bandoneón.
Te lloraremos, Negra María.../Negra María, cerraste los ojos en
Carnaval.
A mi padre también le gustaban los tangos clásicos. Especialmente,
lo recuerdo con El Choclo, su favorito, Cambalache y Bettinotti, una
milonga; tal vez mi preferida, al lado de Milonga del 900 y Milonga
para una niña, de Alfredo Zitarrosa, que conocí mucho más tarde. Sin
embargo, a él lo asocio más con el gusto por los clásicos populares,
piezas de la denominada música culta que, de tanto reproducirse,
lograron penetrar el gusto masivo, como Carmen de Bizet, Bolero de
Ravel, Tocata y fuga de Bach, la Quinta sinfonía de Beethoven; los
clásicos españoles, El Amor brujo y su parte más conocida, Danza ritual
del fuego, de Manuel de Falla, el Concierto de Aranjuez de Joaquín
Rodrigo, entre otros. También le fascinaban las zarzuelas, gusto que, a
su vez, había heredado de sus padres, a quienes acompañaba a Cali cada
vez que una compañía española se presentaba. Se las sabía de memoria.
Sobre todo recuerdo haberle oído cantar la Ronda de los enamorados
de La del Soto del Parral:
Ronda de los enamorados (fragmento)
¿Dónde estarán nuestros mozos/que a la cita no quieren venir/
cuando nunca a este sitio faltaron/y se desvelaron por estar aquí?
Si es que me engaña el ingrato/y celosa me quiere poner/
no me llevo por él un mal rato/ ni le lloro, ni le imploro/
ni me importa perder su querer.
Mozos: Ya estoy aquí, no te amohínes, mujer/que has de tener fe
ciega en mí/
Te quiero, mi moza garrida/segoviana de mi vida; sin ti no sé vivir.

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Mozas: No he de dudar cuando te cases, mi amor/me ha de curar la


bendición.
¡Ay, mozo!/soltera no hay reposo/el día que nos casemos/se acaba
mi desazón.
Mozos: Tiempo nos queda, zagala/de poder en la boda pensar/
disfrutemos la vida de mozos/que para amarrarnos/siempre habrá
lugar…
Hasta ahora hemos hablado del cancionero latinoamericano, aunque,
en sentido estricto, deberíamos haberlo hecho del cancionero hispano-
latinoamericano pues la sola expresión “madre patria”, que tanto
escuché de niño, ilustra el peso de la herencia de la tradición española
en todos los ámbitos de nuestra expresión cultural; y no solo en materia
musical. En algunas familias con mayores pretensiones en materia de
gusto, y en las aficionadas a las corridas de toros, como era el caso
de la nuestra, el pasodoble podía tener tanta o mayor presencia en el
cancionero que otros géneros. Mi abuelo que, además de agricultor
era un pequeño ganadero y propietario de carnicerías, recorría el país
para presenciar las corridas, que eran la atracción principal de las ferias
locales. Recuerdo haberle oído decir que prefería la de Manizales
porque era donde más conocían de la fiesta brava.
Entonces, en casa escuchábamos con frecuencia pasodobles
instrumentales ligados a la lidia de toros, como el Gato Montés, España
Cañí y otros con letra como Silverio, dedicado por Agustín Lara a un
torero mediocre, al que le dice:
Monarca del trincherazo /torero, torerazo/azteca y español.
Silverio, cuando toreas/no cambio por un trono/mi barrera de sol.
Lara, el mismo azteca, de figura, y español de talante, es el autor del
majestuoso Granada que no habría podido ser más castizo si compuesto
por un íbero, ni podía faltar en un ágape local, como tampoco Doce
cascabeles, Mi jaca, La zarzamora, El sombrero, El relicario, La
Virgen de la Macarena, La bien pagá, La falsa moneda, Ojos verdes,
entre muchos.
El flamenco, popular en mi familia, no lo era tanto en otras del
vecindario. Juan Legido y Lola Flórez estaban siempre presentes. Ay

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pena, penita pena, cantado por La Faraona era uno de los favoritos de
mi madre y yo no puedo dejar de asociarla con esa canción.
A propósito del culto a la madre, Cariño verdad, un viejo clásico
del repertorio sentimental, condensa toda la bipolaridad de la canción,
expresión evidente de la cultura patriarcal y de la contradictoria
constitución de la mujer en ella.
Cariño verdad
En una casita chiquita y muy blanca, /camino del puerto de Santa
María,
/habita una vieja muy buena y muy santa, /muy buena y muy santa
que es la madre mía.
Y maldigo hasta la hora /en que yo la abandoné /
a pesar de sus consejos /no me quise convencer.
Ella me lleva en el alma /y tú en la imaginación/
tú me miras con los ojos/ ella con el corazón.
Lo tuyo es capricho /pura vanidad/
lo de ella es cariño, /cariño y verdad.
De quien fue la culpa /no quiero saberlo/
no sé si fue tuya /o fue de la suerte/
o fue culpa mía /por no comprenderlo/
y en vez de olvidarte /penaba por verte.
Anda y vete de mi vera /si te quieres comparar/
con aquella vieja santa /que está ciega de llorar.
Ella me lleva en el alma /y tú en la imaginación/
tú me miras con los ojos/ ella con el corazón.
Lo tuyo es capricho /pura vanidad/
lo de ella es cariño /cariño y verdad.
Esta canción ilustra de manera contundente el eterno impasse entre
la nuera y la suegra, fuente de conflictos familiares y de todo tipo de
chistes y dichos de siempre:

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“Dichoso Adán que no tuvo suegra”; “¡Que viva mi suegra!;


pero que viva bien lejos”. O, como decía Eduardo Luna, en Tardes
vallecaucanas, tal vez el programa más escuchado de la década del 50
y que, creo, influyó más en el gusto musical de varias generaciones,
combinando la mejor música popular con publicidad cargada de un
morbo muy particular, pues era un maestro del doble sentido: “Si su
suegra es una joya, le tenemos el estuche en la funeraria Santa Cruz”.
En Buga, era frecuente, hasta comienzos de los sesenta, que los
grandes eventos del ceremonial familiar fueran amenizados por grupos
en vivo. Tener una radiola o picot era un lujo, no solo por el costo
del aparato sino también de los discos, al igual que una nevera y un
televisor. Hasta un radio de onda larga, Telefunken o Punto Azul, era
un privilegio. Pero, el que no tenía un radio sencillo era considerado
“pobre de solemnidad”.
En la vieja casa que, en principio, compartíamos con los abuelos y
que luego se fue subdividiendo y ampliando, hasta copar toda la cuadra
de la carrera 8a y doblar por la calle 15 y la calle 16 –equivalente a
casi media manzana– también se oía música colombiana, especialmente
pasillos y bambucos; aunque creo que eran más del gusto del abuelo
Salvador. De esta, mi primer recuerdo es La gata golosa, pasillo
instrumental, la preferida del patriarca.
El doctor Ortiz Tirado era un icono para el abuelo y su prole.
Recuerdo a Pasó el tornado, Hacia el calvario, Hablemos de los
dos, Hilos de plata. José Mojica también hacia parte del santoral del
cancionero. Escuché de niño su extraña historia –ya no recuerdo de
quien– que reaparece en mis primeros recuerdos por las alusiones
frecuentes a su retiro a la vida franciscana, que siempre me intrigó y que
fascinaba a los mayores. De él creo haber oído Granada, La paloma,
María Elena, Júrame.
Todavía hoy me generan curiosidad las motivaciones que llevan a
retirarse a la vida monacal a un ser tan mundano, capaz de componer y
cantar una canción que dice:
Y mis brazos se tienden hambrientos en busca de ti
....y mis labios esperan sedientos un beso de ti.

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Américo

(Nocturnal, una de mis canciones favoritas, aunque en la versión de


Alfredo Sadel).
Dado que fui un niño precoz y díscolo, mis amigos eran mayores
que yo y gustaban de una música más afín al billar y la cantina que a
la sala familiar. Por eso también me gustaba el tango más arrabalero,
como Muñeca brava, La Calle del Pecado, Malevaje, No me pregunten
porqué, que también aluden al amor, pero con el sesgo de la “mala
vida”: putas, licor, traiciones y entreveros; en fin, los bajos “bajos
instintos” que gobiernan el “bajo mundo”.
Más en el café, mezcla de billar y cantina, que en el ámbito familiar,
se colaban entre rancheras, tangos y boleros, algunos valses como Bajo
un cielo de estrellas, versión de Alberto Podestá, Como se adora el
sol, Donde andará, interpretada por Los Cuyos, Con locura, por Raúl
Shaw Moreno, Frivolidad, de Pepe Aguirre, junto con joyas del folclor
latinoamericano como El aguacate, Lamparilla, Tu duda y la mía,
Romance de mi destino, Dolencias, El Gavilán, Fina Estampa, La flor
de la Canela, Los ejes de mi carreta, entre muchos.
El placer que producía la camaradería, el juego y la presencia de esas
mujeres de escotes pronunciados y faldas reducidas se incrementaba si
sonaba de fondo algún bolero, mucho mejor si era de Daniel Santos,
“el jefe”.
A propósito, la presencia del “jefe” era tan fuerte que uno de los
primeros chistes que recuerdo y que data de esa época, tiene que ver con
“el inquieto anacobero”.
Llega un “marihuanero” a un café y le dice a la copera:
Servime un Tintán2 con dos cubanos.
Traeme 18 indígenas con 60 antorchas.
Cambiame esta sábana por chilindrines,
pa’ echarle al monstruo y oír al “jefe”.
Lo que traducido al lenguaje formal sería:

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Un célebre cómico del cine mejicano, tanto o más popular que Cantinflas en la Buga de
los años cincuentas.

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Sírvame un tinto con dos cubos de azúcar.


Tráigame una cajetilla de cigarrillos Pielroja y una cajita de
fósforos.
Cámbieme este billete por monedas
Para introducirlas en la rocola y oír a Daniel Santos.
La música caribeña, representada por Cuba, Puerto Rico, La
Dominicana y Venezuela estaba presente en el barrio desde el comienzo,
aunque más destinada al baile episódico que a la escucha diaria,
como si era el caso de boleros y tangos. La Sonora Matancera, el Trio
Matamoros, los Guaracheros de Oriente, El Trio la Rosa, el Cuarteto
Flórez, el Grupo Victoria, lo mismo que la Billo´s Caracas Boys, Los
Melódicos, Chucho Sanoja. Burundanga, de Celia Cruz inspiró los
apodos cariñosos de mis hermanas Ada y Elizabeth, Moninaisongo y
Borondongo.
Creo que entre los primeros temas que oí de nuestra costa caribe
estuvieron los merengues El aguacero y Los camarones, de Julio
Torres, simples pero pegajosos.
El aguacero que me está cayendo,
negrita linda ya me tiene loco,
con este frio que me está matando
y del aguardiente queda ya muy poco
….
Camarón de mi vida,
los chirriquiticos, los zambullidores,
que andan por debajo del agua,
por debajo del agua clara…
De Rafael Escalona siempre estuvieron presentes El testamento y La
casa en el aire. De Alejo Durán, su extraña y alegremente triste, Alicia
adorada. Pero, sin lugar a dudas, los ritmos caribeños predominantes
en el cancionero y las fiestas locales eran el porro, la cumbia y el fugaz
merecumbé y; con ellos, los inigualables Lucho Bermúdez y Pacho

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Américo

Galán, además de Edmundo Arias, ese prodigio tulueño, autor de El


mecánico, el más pícaro y cadencioso de los porros.
Ponle el tornillo a la máquina.
Úntale grasa y caliéntalo,
sácalo, límpialo y mételo….
Concomitante con esta brevísima letra circulaba en la aldea uno
de los tantos “no confunda” que también debieron contribuir a forjar
nuestra educación sentimental:
No confunda, Emeterio, Macario y Secundino,
con metelo, sacalo y sacudilo.
A escasos 100 metros de nosotros vivían los hermanos Bustamante,
ancianos dedicados a la fundición y forja de hierro. Uno de ellos se
llamaba Secundino y era el líder de la familia; siendo el único cuyo
nombre de veras conocía; de tal manera que a los otros siempre les
atribuí los otros dos apelativos. Con el tiempo empecé a creer que
se llamaban así y que el versito aquel les estaba dedicado, dada su
condición de “mecánicos”.
De Lucho siempre me gustaron sus porros instrumentales, sobre
todo Fiesta de negritos, Tolú, Roberto Méndez, dedicado a un amigo;
la versión de En la palma de la mano, en la voz de Matilde Díaz, que
nada tiene que envidiar a la de Leo Marini con la Sonora Matancera. La
más grande de todas las cantantes criollas no era costeña, pues nació en
San Bernardo, Cundinamarca, aunque ella siempre se dijo de Icononzo,
Tolima, en donde transcurrió su infancia.
Sonia, mi madre, decía que una de sus canciones favoritas era Gloria
María, que Lucho le compuso a su hija y que Matilde cantó con ese
tono incomparablemente dulce. Para mi madre se trataba de una muy
bella expresión de amor maternal.
Pedacito de mi ser /esta cumbia es para ti
mi vida, ven, mi cielo/cariño, ven, te quiero.
Son tus ojos mi vivir /y tu risa una canción…

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Eres todo mi existir/angelito juguetón/


mi vida, ven, mi cielo /cariño, ven, te quiero.
Creo haberle oído decir a Sonia que el bolero colombiano que más
le gustaba era Te busco, con letra del poeta barranquillero Armando
Cañavera, del cual solo he escuchado la versión original de Lucho
y Matilde, tal vez porque resultaría muy difícil hacer otra que se le
compare:
Te busco
Te busco por la distancia/con una angustia de llanto/
amor de mi adolescencia/virgencita de mi encanto.
Y solo encuentro el recuerdo/que me dice entristecido/
que no volverán los besos/que volaron al olvido.
Tus besos, tus manos blancas/la dulzura de tus ojos/
ya no alegraran mi senda/multiplicada de abrojos.
Virgencita de mis sueños/la distancia te ocultó/
Pero vivo aquel recuerdo/del amor que se esfumó…
El vallenato clásico también estaba presente, sobre todo en las
festividades decembrinas, en los que tampoco podía faltar el inigualable
Guillermo Buitrago con su Víspera de año nuevo, que parece da cuenta
de la voladita de un parrandero con “la moza”, otra de las instituciones
más arraigadas en nuestra cultura patriarcal. Mientras que ahora a los
amantes se les dice “tinieblos” por el carácter clandestino que tienen,
en el terruño era bastante corriente que un hombre tuviera esposa y
“mocita”, de manera abierta. Aún más, un hombre podía tener tantos
“fogones” como se lo permitiera el bolsillo.
La víspera de año nuevo/estando la noche serena/
la familia ha quedado con duelo/y yo gozando a mi morena
Del cienaguero Buitrago, quien fue el primer interprete vallenato
con éxito comercial, también sonaron siempre Un grito vagabundo, El
ron de vinola, Las mujeres a mí no me quieren y Compae Heliodoro.
Otro que no fue tan popular pero que siempre me gustó a pesar de su

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elementalidad, y tal vez por eso, es El maromero que, de paso, ilustra


nuestro machismo “sinvergüenza”, ¿o será, sin vergüenza?
Un grito vagabundo
Cómo me compongo yo en el día de hoy/cómo me compongo yo en
el de mañana/
como me compongo yo si vivo triste/cómo me compongo yo, me
duele el alma.
Yo quiero pegar un grito y no me dejan/yo quiero pegar un grito
vagabundo/
yo quiero decirte adiós mi vida/yo quiero decirte adiós desde este
mundo.
Las mujeres a mí no me quieren
Las mujeres a mí no me quieren/porque es que yo no tengo plata/
las mujeres se van con los ricos/siempre les resulta lata.
El maromero
Sí viniera un maromero /sí un maromero viniera/
sí viniera un maromero/haciéndome morisquetas/
yo le daba un trago e ron/ahora que estamo en la fiesta.
Sí viniera un maromero/y que me dejara su perrito/
yo le daba un trago e ron/ahora que estamos solitos.
Sí la mujer se vendiera/ay negrita de mi vida/
sí la mujer se vendiera/yo vendería la mía/
con la plata que me dieran /otra mejor compraría
Compae Heliodoro
Este es un bonito cantar/un bonito cantar,
que dedicó a un amigo/porque lo quiero entusiasmar
lo quiero entusiasmar/pa’ que beba conmigo.
Esta letra no puede ser más explícita pues es sabido que Buitrago
murió de cirrosis a los 29 años, en Abril de 1949. Un matiz interesante
en la música caribeña es la presencia que tiene la amistad no sólo como
fuente de inspiración sino como destinataria de la misma. En cambio,

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en el bolero y el tango, muchas veces el amigo es un traidor, como en


Amigo de qué.

2.2.2. Esta noche me emborracho


En casi todos los géneros musicales presentes en nuestra educación
sentimental, tanto para escuchar como para bailar, el licor juega un
papel protagónico. No me atrevo a sostener que esto suceda en todas,
ni siquiera en la mayoría de las culturas, pero es claro que en la nuestra
pareciera que “el trago” es necesario para liberar los sentimientos de
las ataduras de la represión y permitirles su expresión desinhibida, para
bien y, muchas veces, para mal, como lo expresa el sabroso porro de
Lucho Bermúdez:
Borrachera
Borrachera, borrachera, borrachera/eres la causa de mi pelea/
borrachera, borrachera, borrachera/borrachera, tu eres muy fea.
Mi negrita chiquitica, queridita/si supiera las que pasamos/
la sonrisa de tu boca pintadita/ni mi vida me hubieras dado.
Tú me quieres, yo te quiero, nos amamos/entre los dos no ha pasado
nada/
borrachera, perniciosa, desastrosa, /borrachera, siempre malvada.
Borrachera, borrachera, borrachera/eres la causa de mi pelea/
borrachera, borrachera, borrachera/borrachera, tu eres muy fea.
Entre las innumerables incorporaciones del licor como eje de las
canciones que nos arrullaron de niños y jóvenes están: Señora María
Rosa, Esta noche me emborracho, La copa rota. Entonces, esta ligazón
entre música y licor era de doble vía no solo porque había todo un
repertorio dedicado a la bebida sino también porque buena parte de
la música sonaba en espacios donde se “bebía”, tanto en las fiestas
familiares como en otros ámbitos más mundanos. En fin, creo que
la polivalencia tanto de la canción como del licor, que se usan tanto
porque se está solo o acompañado, alegre, nostálgico o definitivamente
triste, refuerza su imbricación. Siempre hay un pretexto para la canción
o para el trago. ¡Que sea un motivo¡
Las tonadas populares estaban en todas partes, sobre todo gracias
a la radio y a las victrolas de bares y cantinas, tan próximas a las
casas y las familias. Aunque había una “zona de tolerancia”, con sus

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“establecimientos” dedicados a la prostitución, toda la ciudad estaba


llena “negocios” donde sonaba la música sin restricción de horario y
volumen.
Aunque mucho menos numerosos también había bailaderos como
el Kiosco y Cenadero Rosita, situado a 6 cuadras de nuestra casa,
también en la carrera 8ª, a donde me encantaba que me enviarán por una
comida o una cena para oír la música y ver bailar a las desparpajadas
parejas, provenientes, en buena medida, de los barrios Santa Bárbara
y El Molino. Entre “los marihuaneros” y “las zorras” que constituían
parte de la clientela, la Sonora Matancera campeaba; Celia era la reina
y Daniel era “el jefe”. Allí vi por primera vez los pasos estrafalarios que
no se estilaban en un “baile decente”: “la caída de la hoja”, “la caída del
muerto”, “la ruleta, “el paso del garabato”, “la brillada de la chapa”, “el
paso de la lechuza”: “¿le chuza mija, le chuza?”
Al abuelo Salvador le gustaba bailotear, pero no recuerdo a la
abuela Edelmira bailando con él, que lo hacía con Melba, su hija, y
con las amigas de esta, especialmente Nelly Jiménez, una flaca fea
pero graciosa. En cuanto a mis padres, mientras que el fuerte de Sonia
era cantar, a Crisanto le gustaba danzar; y lo hacía muy bien, sobre
todo boleros y danzones. Era elegante. (A propósito, “elegante” es
un adjetivo que perduró, aunque ahora se lo use de otra manera, más
polisémica).
No sobra recordar que en los bailes que presenciábamos de niños,
y en los que participamos en nuestra adolescencia y juventud, el
bolero era la única oportunidad para acercar los cuerpos y para que los
más desinhibidos practicaran eso que se conocía como “amacizada”
o “rastrillada”, expresiones en vía de desaparición y que encarnaban
la manifestación atrevida y más o menos consentida de un erotismo
pudoroso todavía, bastante distante del “perreo” de ahora. En un baile
sonaban por lo menos 5 boleros. La hora del “amacice” era tardía,
cuando el licor había producido su efecto y las autocensuras se habían
relajado. En ocasiones, los dueños de casa más celestinos o los danzantes
más atrevidos apagaban la luz de la sala para ocultar y, así, facilitar, la
rastrillada y uno que otro beso mordelón.

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La muy lenta renovación del repertorio posibilitaba la memorización


de las canciones, pues se requerían muchos años para la entronización
de nuevas tonadas. Hoy, la fugacidad de los hits, propiciada por el
bombardeo de nuevos temas, hace que no se aprendan las canciones, o
que se olviden pronto, para dar cabida en la memoria a los más recientes.
¿Quién recuerda las letras de Shakira, con excepción de Hay amores,
el que más le llega a los mayores, porque suena como bolero? En qué
fiesta suena el sabroso Mambo number five de Lou Bega, cuando hace
10 años era sofocantemente repetido.

3. Los motivos del cancionero (Con énfasis en el Bolero)

En un ameno conversatorio sobre el bolero, sostenido entre Joaquín


Sabina y Joan Manuel Serrat y conducido por Roberto Pombo, editor
general de El Tiempo, con el que se abrió uno de los Hay Festival en
Cartagena, Serrat sostuvo que el bolero es una forma de entender la vida
y la relación amorosa: “ El bolero es hoy el descendiente del melodrama
del siglo XIX y forma parte de la educación de varias generaciones”.
Destacó el énfasis desproporcionado que la cuestión del amor tiene en
este género en detrimento de otros. “Habla de amores eternos, pero no
se refiere al que viste de civil, al que paga el colegio de los niños”.
Tanto uno como otro reconocieron que el bolero está muy presente
en sus obras: Sabina dice que cree que el 80% de las canciones de
Joan Manuel Serrat son boleros. Aprovechó la ocasión para bromear
a costillas de su amigo entrañable, diciendo que los catalanes, como
Serrat, han inventado muchas cosas, entre ellas el amor “para no tener
que pagar por follar”.
El amor es, pues, el objeto privilegiado del bolero. En él se
expresan los rasgos de una erótica hispanoamericana que cambian muy
lentamente y que se mantienen en el tiempo y en el espacio, pues están
inscritos en los cuerpos como sexualidad, en buena medida sublimada;
y, por otro lado, ciertos rasgos más ligados a los ámbitos locales, más
propios de nuestra cultura particular, que ya no están y que hacían parte
de un romanticismo que hoy resulta ridículo o, por lo menos, extraño a
las nuevas generaciones que no necesitan de tanto rodeo para expresar
y consumar el deseo.

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A pesar de que se trata de un género eminentemente romántico su


temática es muy variada, casi universal, pues, aún dentro del asunto
amoroso, hay uno o más boleros para cada situación imaginable: para los
amores correspondidos o no correspondidos, consumados, consumidos,
contrariados, truncados, legitimados, prohibidos, comprendidos,
incomprendidos, esperanzados, desesperanzados, con futuro, sin este;
apacibles, tormentosos, castos, lujuriosos, bonitos, feos. Agotaríamos
toda la reserva de los adjetivos para clasificar el bolero amoroso y
sus variantes. El amor como el bolero que lo idealiza son en extremo
elusivos, inefables, brumosos; en fin, misteriosos, y en ello radica
mucho del encanto de uno y otro.
Si el motivo central es el amor, el referente principal es la mujer,
idealizada; pero, de todas maneras objeto, aunque truncado, porque de
ella solo aparecen el pelo, las mejillas, los labios, los dientes; rara vez
los senos; a veces la cintura, aunque ofrecida como talle. Muchas veces
las manos pero nunca las piernas, aunque si el caminar. Una excepción
es Mujer divina porque “que piernas tiene mi mulata…” En raras
ocasiones las ojeras, pero nunca las orejas: …azul, como una ojera de
mujer/como un listón azul, de atardecer...
La mujer puede ser buena o mala, santa o pérfida, virgen o puta,
pero casi siempre bella. Sin embargo, de manera excepcional, también
se le canta a la mujer fea, de manera seria o burlesca. En contravía de
la corriente principal se destacan algunas joyas como Esta noche me
emborracho en donde a una que 10 años atrás era tan bella y casquivana
que lo llevó a la perdición, ahora la ve como un “cascajo”; y, el
atolondrado varón, entre triste y rencoroso, percibe en ese destartale la
fiera venganza del tiempo.
Esta noche me emborracho
Sola, fané, descangayada/la vi esta madrugada/salir de un cabaret/
flaca, dos cuartas de cogote/y una percha en el escote/bajo la nuez/
chueca, vestida de pebeta/teñida y coqueteando/su desnudez.../
Parecía un gallo desplumao/mostrando al compadrear/el cuero
picoteao.../
Yo que sé cuándo no aguanto más/al verla, así, rajé/pa’ no llorar./…
¡Y pensar que hace diez años/fue mi locura!

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¡Que llegué hasta la traición/por su hermosura!..


¡Mire, si no es pa’ suicidarse/que por ese cachivache/sea lo que
soy!...
Este encuentro me ha hecho tanto mal/ que si lo pienso más/termino
envenenao.
Esta noche me emborracho bien/me mamo ¡bien mamao! /pa’ no
pensar.
La versión burlona de otro esperpento, aunque más afortunada, está
muy bien representado en Se dice de mí, originalmente una milonga
de Ivo Pellay, prensada en 1943, con música de Francisco Canaro y
cantada por Carlos Roldán ya que, en principio, el personaje era un
hombre. Sin embargo, dado que “el hombre es como el oso; entre más
feo más hermoso”, el tema parecía ir mejor con la estereotipia que le
demandaba belleza solo a las mujeres, de tal manera que se popularizó
en la versión femenina de Tita Merello, en el film Mercado del Abasto,
de 1955. Medio siglo después es relanzada en nuestro medio por ser el
tema de Betty la fea, la muy exitosa serie de televisión.
…Los hombres de mí /critican la voz, /el modo de andar, /la pinta,
la tos.
Critican si ya la línea perdí, /se fijan si voy, /si vengo, o si fui/…
Podrán decir, podrán hablar /y murmurar y rebuznar /
mas la fealdad que dios me dio/ mucha mujer me la envidió.
Y no dirán que me engrupí /porque modesta siempre fui... / ¡Yo soy
así!…
Justo es reconocer que no abundan las canciones que reivindiquen
a las feas; sin embargo, bastaba la entronización de unas pocas para
garantizar un lugar en el imaginario colectivo que, seguramente, a partir
de algunos casos afortunados, había acuñado la fórmula tantas veces
escuchada a lo largo de mi periplo vital: “la suerte de la fea, la bonita
la desea”.
Ahora bien, a propósito de este asunto, el recuerdo más nítido que
tengo, es el fox Mujeres feas, entonado por Armando Moreno, con el
acompañamiento de la Orquesta de Enrique Rodríguez, pues siempre

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estuvo presente en nuestra casa por ser uno de los favoritos del abuelo
Salvador.
Mujeres feas
Hay mujeres regulares, /y hay mujeres desgraciadas, /hay mujeres
con mal genio, /y las hay con mucha guasa, /hay mujeres como
globos, /hay mujeres como flautas, /hay mujeres chiquititas, /y las
hay como jirafas. /Pero fea, fea, fea, /pero fea y con ganas, /no
hay ninguna mujer fea /por mi madre de mi alma. /Si alguno me
contradice /y a apostarle me permito, /tráigame una mujer fea, /que
por muy fea que sea /yo le veré algo bonito. /
Hay mujeres con narices /pa ponerse siete gafas, /y las hay con un
pellizco /por narices en la cara, /hay mujeres con la boca /que es
un buzón para las cartas, /y las hay con un morrito /lo mismito que
las gatas. /Pero fea, fea, fea, /pero fea y con ganas, /no hay ninguna
mujer fea /por mi madre de mi alma…
Y hay mujeres patitiesas, /y hay mujeres patilargas, /hay mujeres
paticortas, /y hay mujeres patizambas, /hay pelonas y orejudas, /
bizcas, tuertas y jorobadas, /hay mujeres con bigote, /y las hay con
toa la barba….
Si alguno me contradice /y a apostarle me permito, /tráigame una
mujer fea /
que por muy fea que sea /yo le veré algo bonito.
No deja de resultar curiosa la luenga enumeración de defectos que
pueden tener las mujeres, pero no aclara lo que puede ser ese algo bonito
que tienen todas. En el temprano despertar de una sexualidad curiosa,
como todas, siempre pensé que ese algo bonito debía estar oculto entre
los muslos, aunque, en ese entonces, no me parecía que pudiera ser tan
bonito, sino más bien inquietantemente misterioso.
Pero, también, hay canciones dedicadas al terruño y sus paisajes, a
las flores, al mar, al cielo, al sol, a la luna, a las estrellas, a los diversos
estados de ánimo, a la injusticia social etc. etc. Dada su estrecha
relación con los sentimientos y estados de ánimo, todos los colores están
presentes en el cancionero; casi siempre en su connotación tradicional:
el negro para la desgracia, la tristeza, la viudez y su ritual que obliga a la
clausura del deseo y el abandono del mundo; pero, además para pintar

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la maldad y la traición. El gris también para la tristeza, el aburrimiento,


la nostalgia; el verde para la esperanza, la juventud, la frescura, el
mar; el azul también para el mar, el cielo; que a veces cambia a tisú;
el blanco para la pureza, la inocencia, la paz. Aunque, en ocasiones, se
subvierten las convenciones y, entonces, se le canta a la amada: Mi vida
la embellece una esperanza azul/ mi vida tiene un cielo, que le diste tú
(María Helena, también conocida como Tuyo es mi corazón).
La noche con sus misterios, sus penumbras, sus sombras, sus lunas,
es la celestina de los amantes, sobre todo de los furtivos, y remedio para
la timidez; es el escenario para entrar en el lecho, nunca en “la cama”;
pero también es la cómplice de la traición, el contexto del desvelo de
amor. El día es el despertar, la claridad de las cosas y de las almas.
La canción también es hiperbólica: la eternidad es la medida de
muchos de los amores o, por lo menos, “toda una vida”; las ausencias
pueden durar hasta un siglo; las cosas para contar pueden ser cien mil,
aunque, en es posible que todo se reduzca a tres palabras.
El gusto por el bolero está presente en todas las clases sociales,
aunque pareciera que el apego a autores, canciones, subgéneros, varía
de una clase a otra. No es gratuito que algunos tilden de “arrabaleras”
a las canciones más afines al gusto de los “zarrapastrosos” como diría
un “bugueño chiviado”, que nunca perdió el acento tolimense, o a la
“zurrapa” como peyorativamente se designaba a la plebe en mi familia.
SAsí, Convergencia, un bolero que gusta mucho a los intelectuales
y menos a gentes provenientes de los sectores populares y que se llama.
Las dos versiones más conocidas son la de Miguelito Cuní, acompañado
por el conjunto de Félix Chapotín, ese gran trompeta y director cubano;
la otra es la de Pete “el Conde” Rodríguez con Johnny Pacheco.
…Piedra rodando sobre sí misma/
alma doliente, vagando a solas/
de playas, olas; así soy yo.
La línea recta que convergió/
porque la tuya, al final siguió…

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Los motivos del cancionero son pues tan amplios como los del amor;
como los de la poesía. Varios de ellos nos dicen que “no hay tierra tan
hermosa como la mía” y que el edén no queda en Mesopotamia sino
en el Caribe, en el Pacífico o en los Andes. Pienso en boleros como
Preciosa, dedicado a Borinquen, en Quisqueya que era el nombre Taíno
de la Dominicana. ¿Cuantos boleristas nos han dicho que su país, su
pueblito, sus mujeres, etc. son los más lindos?
Pero, estas exageraciones no son privativas de la canción. Otros
promulgan que Buenaventura es “un bello puerto de mar”, que Carmen
de Bolívar, un peladero ardiente, es “tierra de placeres, de luz y alegría”,
y que “…Siloé, y sus callecitas, que bonito se divisan”. Entonces, esta
estetización de lo ordinario, y hasta de lo feo, es característica de todos
los géneros musicales en todos los rincones.
Uno de los encantos de la música, y de las artes en general, es que
a través de ellas conocemos otros mundos, otras ciudades, sin haber
estado realmente allí.
A Nueva York la conocimos previamente por el cine, especialmente
por las películas de Woody Allen que se recrea en Manhattan y Brooklyn,
tanto como con el Jazz, y por esa canción tan bella que es New York,
New York, en las versiones de Frank Sinatra y Liza Minelli. A Buenos
Aires la conocí a partir del futbol, del tango, y de un libro magistral
escrito por Juan José Sebrelli, titulado Buenos aires, vida cotidiana y
alienación.
Pero se trata de idealizaciones que si bien hacen parte de la realidad
y ayudan a crearla no son muchas veces “reales”. Recurro de manera
breve a una anécdota personal para ilustrar esta afirmación.
Uno de mis boleros preferidos, Niebla del Riachuelo, tiene muchos
intérpretes, pero mi versión favorita es la de Andy Montañez a dúo con
Ismael Miranda. Pues bien, este tema es originalmente un clásico del
tango y entre muchas versiones la que más me cautiva es la de Roberto
Goyeneche; en mi opinión, el más grande después o junto a Gardel.
Aunque Niebla del Riachuelo alude a un cementerio de barcos:
“turbio fondeadero donde van a recalar/ barcos que en el muelle para
siempre han de quedar...”, lo hace de manera sublimada; por eso la letra

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NOTAS ALREDEDOR DEL CANCIONERO Y LA EDUCACION SENTIMENTAL DE UN PROVINCIANO

y la melodía, a pesar de tristes, son plácidas y bellas. De tal manera


que una de las primeras cosas que hice cuando llegué a Buenos Aires
fue ir a conocer el Riachuelo y al llegar me llevé una gran decepción,
afortunadamente la única, en esa ciudad maravillosa. Lo que golpeó
de manera abrupta mi visión romántica de esa canción es que el
Riachuelo es realmente una cloaca nauseabunda, poblada de buques
más destartalados que la armada americana después del bombardeo
japonés a Pearl Harbor. No obstante, la canción sigue encantándome,
pues no siempre la decepción se traduce en desamor.
Los nombres de los boleros son de una variedad más grande que
los motivos; unos tan diáfanos y prolijos como La Gloria eres tú; o,
como uno de mis favoritos, Mi diosa idolatrada que, en otras palabras,
significa lo mismo. ¿Qué títulos más explícitos que ¿De qué manera
te olvido?, De quien estás enamorada?, No me vayas a engañar, Amor
que malo eres. Otros son de una parquedad enigmática: Allí, Así, Ahora,
Eso, o, Total. Otros, aunque también constan de una sola palabra son
menos herméticos y hasta evidentes: Tu, Amorosamente, Cenizas,
Desesperadamente, Dilema, Envidia, Falsaria, Frenesí, Perdón,
Perfidia, Usted.
Antonio Caballero en un artículo en el que por enésima vez responde
a los críticos de las corridas de toros de las que es muy aficionado, lo
que, de hecho, no es consistente con su crítica mordaz de todos los
atavismos que nos aquejan, dice al final: “los toros no necesitan quien
los defienda; ellos se defienden solos”. Las canciones, como los toros
de Caballero, tan arraigados en el entramado de nuestra cultura, para
bien y para mal, se defienden solas.

4. Para cerrar… provisionalmente

Escribo estas notas en Abril de 2015, habiendo cumplido ya 65


años y, a pesar de todas las reservas que pudiera esgrimir en contra de
algunos componentes centrales de mi educación sentimental, –por su
racismo, patriarcalismo, machismo y su correspondiente misoginia, que
se traslaparon con un romanticismo sensiblero, en esa mezcla extraña y
contradictoria que constituye nuestra cultura– debo constatar que, por
su persistencia en mi memoria, cada vez más frágil, debieron influir
tenazmente en la configuración de mi personalidad afectiva.

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Américo

No es casual, ni gratuito que, a una edad en la que la nostalgia gana


cada vez más presencia en la vida del “adulto mayor”, eufemismo usado
para designar a quien es o se está volviendo viejo, sea la música de la
infancia, adolescencia y primera juventud, la que ocupe el lugar central
en las reuniones familiares y de amigos y que varios de los contertulios
puedan cantar o, simplemente recordar todas, o casi todas, las letras de
tonadas añejas, algunas de las cuales sólo han sido vueltas a escuchar
hasta 50 años después, en las audiciones que promuevo de cuando en
vez.
Pareciera necesario esperar a que el polvo se asiente para apreciar
aquello que se torna más visible en nuestros recuerdos, espontáneos o
no, y para atrevernos a plantear hipótesis sobre las marcas indelebles,
improntas fósiles, de nuestra formación sentimental. Entonces, si
cotidianamente escuchamos o tarareamos viejos boleros, tangos, valses,
etc.; utilizamos refranes y dichos eternos, recordamos un verso de Silva
o Barba Jacob, visualizamos escenas de filmes clásicos, recreamos
en nuestras papilas el sabor de una sopa de tortillas, o un “apanado”
de cerdo, es porque estas, y otras cosas de siempre, contribuyeron de
manera decisiva a la conformación de nuestras disposiciones. Al mismo
tiempo hablan de y por nosotros.
Aunque, a diferencia de otras personas, no asocio una canción,
poema, refrán, particular con un evento o relación importante en mi
vida, no puedo ocultar el peso que como conglomerado creo ejercen
todavía sobre mí subjetividad, asaltándome a bocajarro a cada rato, en
mis pensamientos, conversaciones, o en las búsquedas conscientes para
alimentar el ocio y alegrarme, casi siempre alegrando a otros.
Otra cosa es si, además de constatar, nos dedicamos a juzgar los
contenidos y efectos de nuestra formación y como nos afectó a nosotros
mismos y a los que se cruzaron en nuestras sendas. Es muy probable
que terminemos más preocupados y arrepentidos que nostálgicos. Sin
embargo, prefiero dejarles a otros esa tarea, si es que la consideran
necesaria.
Quiero cerrar este punto con una anécdota que ilustra la fuerza de la
persuasión difusa en la formación de nuestras apetencias y propensiones.
Pero, primero, un breve rodeo.

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NOTAS ALREDEDOR DEL CANCIONERO Y LA EDUCACION SENTIMENTAL DE UN PROVINCIANO

Muchos hablan de la vallecaucanidad como esa impronta que nos


diferencia de otros colombianos. Yo no creo que exista, a no ser que se
refiera a la cultura dominante de la burguesía cañera, heredera de la vieja
aristocracia terrateniente que, al decir de Oscar collazos, es “mucha
azúcar y poco ingenio”. Pero, este no es el espacio para desarrollar esa
discusión; por eso vuelvo a mi asunto.
Por razones de mi trabajo en la Universidad del Valle me pasé 4
años recorriendo el Departamento, visitando sus 9 sedes regionales,
interactuando con gentes de toda condición, y lo que encontré fue
la diversidad más grande y la ausencia de un eje identitario. Entre
Buenaventura y Caicedonia no hay casi nada en común. Buenaventura
tiene que ver más con Quibdó y Caicedonia más con Armenia. Aún
más, tampoco creo que exista la caleñidad; aunque el Grupo Niche nos
diga que “todo es cuestión de Pandebono”.
Hace 7 años me encontraba dentro de un avión, rumbo a Bogotá,
cuando, previo al despegue, una señora joven, que viajaba con dos
niños pequeños, abrió una bolsa y, como si se tratara de una lámpara
mágica, brotó de ella un irresistible olor a chontaduro, concentrado
dentro de la cámara hermética del fuselaje, y que me acompañó durante
todo el vuelo. No sé cómo pude resistir la tentación de pedirle que me
regalara siquiera un pedacito del que me pareció el más fragante de
todos los chontaduros. Mientras que ella y el niño mayor comían de
la bolsa, el menor se tomaba un tetero. Cuando aterrizamos yo tenía la
boca convertida en una piscina.
Después de eso empecé a creer que, si se tratara de establecer un
examen para determinar la “vallecaucanidad” de alguien, lo mejor sería
aplicarle la prueba del chontaduro. Aún más, no bastaría que alguien
pasara la del pandebono y, luego, la del champús para graduarse de
caleño, bugueño o de jamundeño –valga la extensión– porque, para mí,
la prueba reina es la del chontaduro. Es muy difícil que alguien que no
haya estado desde niño familiarizado con la complejidad de este olor
penetrante, compuesto de aromas selváticas y marinas, ese sabor fuerte
y aceitoso y esa textura seca y terrosa –tan exóticos para las narices y
papilas de los otros, como naturales para quienes crecimos aquí– pueda
disfrutarlo como lo hacemos nosotros.

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Américo

Además, la experiencia del que lo prueba por primera vez puede


ser muy traumática como la de Vincenzo, mi cuñado italiano, casado
con Adriana, mi hermana menor. Había oído hablar tantas bellezas de
este afrodisiaco que una de las primeras cosas que hizo cuando llegó
a Cali fue ir a la Galería Alameda a comer chontaduros, con tan mala
fortuna que al primer mordisco se partió un diente porque nadie le había
advertido acerca del corozo.
Volviendo a los niños del avión, es posible que nunca gusten de los
boleros, pero, estoy seguro que llegaran a viejos comiendo chontaduros.
Es que en materia de gustos, de disposición estética, “todo es cuestión
de chontaduro”.
Aprovecho la ocasión para señalar que la cultura gastronómica en
la que me crie era bastante precaria, a juzgar –a posteriori; valga la
aclaración– por la parca variedad de los ingredientes y lo rutinario de
su uso. Tan frecuente era el uso del arroz, la carne, las papas y los
maduros (plátanos) que se conoció como “a.c.p.m”. No obstante, lo
que más extraño de esas viandas son las sopas de la abuela Edelmira,
especialmente la de tortillas y la de moneditas de plátano, los apanados
de cerdo de mi padre, las sopas de cuscús y los arroces atollados de mi
madre.
Esta particular educación del paladar ha sido tan persuasiva que hasta
hace pocos años no me parecía que una comida fuera completa si no
tenía carne y arroz. En mi Buga nativa, las verduras eran consideradas
secundarias y prescindibles. Las frutas no hacían parte de la comida
propiamente dicha y tenían un valor más bien recreativo; no eran
componentes sustantivos del menú y su consumo estaba estrechamente
ligado al tiempo de cosecha.
En conclusión –y aunque desilusione a algunos–, contra lo que se
tiende a creer, el gusto por la canción no es innato sino adquirido, como
muchas de nuestros afectos y vocaciones. Nos gustan porque siempre
han estado en el ambiente, como el aire, porque estaban asociadas a los
placeres de la vida; porque han ejercido sobre nosotros esa persuasión
difusa de la cultura que se impone más profundamente entre más
redundante y cotidiana, sin querer queriendo, como dice el Chavo, ese
gran filósofo, cuando hace algo que no puede evitar porque no tiene el

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NOTAS ALREDEDOR DEL CANCIONERO Y LA EDUCACION SENTIMENTAL DE UN PROVINCIANO

control sobre ello, como darle un sopapo al Señor Barriga cada que este
va a cobrar la renta. El inconsciente es el olvido de la historia que, no
por olvidada y, sobre todo, por eso, deja de actuar sobre nosotros. El
cancionero hace parte de esa historia olvidada que hoy intento recordar.

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VALORACIÓN QUE UN GRUPO DE NIÑAS Y ADOLESCENTES SEMI-INTERNAS
REALIZA SOBRE SU ENTORNO INSTITUCIONAL Y EL EFECTO EN SU CALIDAD
DE VIDA. CASO: INSTITUCIÓN LA SAGRADA FAMILIA, HERMANAS TERCIARIAS
CAPUCHINAS

Luisa Fernanda López V., Yerilin Andreya Valencia M., Henry Granada E.

RESUMEN
La presente investigación se fundamenta en los principios de la psicología social-
ambiental, la cual concibe a la persona como un ser contextualizado que interactúa,
significa y valora su entorno tanto físico como social, influyendo en el desarrollo de
actitudes, conocimientos y calidad de vida de las personas.Así pues, focalizando el interés
en la temática mencionada, se elige una institución con principios religiosos, que tiene
el fin de brindar apoyo a la formación de niñas y adolescentes, denominadas internas y
semi- internas. De esta población, se trabajó con una muestra por oportunidad de niñas
y adolescentes semi- internas entre los 6 y 17 años de edad. La metodología utilizada
es de carácter cualitativo fenomenológico en el que se utilizaron diversas técnicas de
recolección de información entre ellas: cartografía social, entrevista, encuesta, talleres y
observación. La unidad de registro fue el grupo de niñas y adolescentes y como técnica
de análisis, se utilizó el análisis narrativo. En los resultados hallados se encontró que los
aspectos del ambiente que las niñas y adolescentes consideran influyentes en su calidad
de vida, son, en primer lugar, los aspectos sociales, sobresaliendo la convivencia con
sus compañeras; y, en segundo lugar, los aspectos físicos en los cuales se resalta la
preferencia por ciertos lugares, tales como: la cancha, la iglesia, el patio de la virgen, el
patio de juegos, entre otros. Dichos entornos son valorados favorablemente y generan
un efecto positivo en la calidad de vida grupal e individual. Finalmente, construyen
el concepto de calidad de vida como aquellos aspectos de superación, excelencia,
tranquilidad, comunicación, bienestar familiar e individual.

Palabras clave: Valoración, Calidad de Vida, Entornos físico y social, Calidad


ambiental, Institución.

ABSTRACT
This research is based on the principles of social-environmental psychology,
in which the person is conceived as a contextualized be interacting, meaning and
values both physical, social environment, influencing the development of attitudes,
knowledge and quality of life of people. Thus, focusing the interest in how they

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influence an institution with religious principles, which is intended to provide support
for training girls is chosen and teenagers, called internal and internal semi. Of this
population, we worked with a sample by chance and internal semi adolescent girls
between 6 and 17 years old, The methodology carried out was characterized by
qualitative phenomenological method in which various data collection techniques
including social mapping were used, interviews, surveys, workshops and observation.
Unit group of adolescents was the unit of register and as analysis technique, narrative
analysis. Results showed as relevant that social aspects as living with their partners;
and physical aspects in which the preference for certain places highlighted according
to their experiences in them, such as the court, the church, the courtyard of the virgin,
the playground, among others. Such environments are favorably rated by girls and
adolescents in the institution and generate a positive effect on the quality of these
group and individual life. Finally, build the concept of quality of life as those aspects
of improvement, excellence, peace, communication, family and individual well-being.

Keywords: Assessment, Quality of life, physical and social environments, environmental


quality, Institution.

López V. Luisa Fernanda nanda_92_@hotmail.com

Valencia M. Yerilin Andreya yeriangelita15@hotmail.com

Granada E, Henry granadahe@gmail.com

Recibido: Febrero 15 del 2013


Aprobado: Marzo 22 del 2013
VALORACIÓN QUE UN GRUPO DE NIÑAS Y
ADOLESCENTES SEMI-INTERNAS REALIZA SOBRE
SU ENTORNO INSTITUCIONAL Y EL EFECTO EN SU
CALIDAD DE VIDA. CASO: INSTITUCIÓN LA
SAGRADA FAMILIA, HERMANAS TERCIARIAS
CAPUCHINAS
Luisa Fernanda López V., Yerilin Andreya Valencia M.,
Henry Granada E.

Introducción

Un desarrollo armonioso en las edades tempranas de la vida, se


podría decir que es uno de los objetivos más importantes que propone la
Constitución Política de Colombia de 1991. Cuando se habla de cuidado,
protección y educación de los menores de edad, se hallan diversas, y cada
vez más elaboradas modificaciones que arrojan como resultado nuevas
reformas donde las políticas públicas favorecen con más fervor los
derechos de los niños, niñas y adolescentes en Colombia. De igual forma,
se encuentra en las leyes, normas que cobijan y legitiman la protección,
el buen trato, la socialización, entre otros derechos de los niños/as y
adolescentes, además de obligar también a los miembros de la sociedad,
principalmente a los padres, madres, familiares y/o adultos más cercanos
a velar por la seguridad de éstos y a brindarles un lugar digno donde se les
ofrezcan los cuidados necesarios para su sano crecimiento y desarrollo.
Asimismo, se normaliza la participación de los niños, niñas y adolescentes
como agentes activos de su desarrollo, creando espacios con condiciones
óptimas para la sana convivencia donde sean estos los que propicien
cambios o transformaciones en pro de su bienestar como personas.

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Así pues, debido a las condiciones de abandono, desprotección


y violencia intrafamiliar que viven muchos de los menores de edad en
Colombia, como lo confirma el Ministerio de Educación (2011) que desde
el año 2008, 3.280 niños, niñas y adolescentes han ingresado al Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para el restablecimiento de sus
derechos. En total, alrededor de 44.290 niños, niñas y adolescentes están
bajo protección del ICBF. Drogas, embarazos no planeados, pobreza, lleva
a muchos niños y niñas a ser dejados a su suerte en calles o en lugares
que no son su hogar o a ser expuestos de la violencia y abuso sexual. Para
contrarrestar el abandono y desprotección, se fundan instituciones tanto
privadas como públicas; en muchos casos, fundadas por congregaciones
de Hermanas pertenecientes a la religión católica o por el Estado –el
ICBF– con el objetivo común de brindarles protección a los niños, niñas y
adolescentes. Por otro lado, se tiene en cuenta que las niñas y adolescentes
no solo son encontrados y llevados a centros de protección, sino que estas
llegan por la voluntad de sus padres de familia o acudientes –en su gran
mayoría–. En el cual se observa un factor de reconocimiento por parte
del adulto y prevención de los factores de riesgo en la vida del niño, niña
o adolescente.
Así pues, en la presente investigación se tuvo en cuenta la visión de las
niñas y adolescentes de la institución como agentes activas en su proceso
de desarrollo, como aquellas que tienen la capacidad de decidir y valorar
aquellas condiciones, factores y relaciones que les benefician o no su
calidad de vida en la institución en la cual conviven.
Por otro lado, esta investigación se justifica desde el ámbito jurídico,
en la medida en que captura la atención de quienes estén interesados en
promover ambientes sanos como un derecho de toda persona1, en donde
se le brinde un trato especial y se le ofrezca una atención inmediata a los
niños (as) y jóvenes, como medidas de protección en situaciones donde
coexisten la violencia doméstica y el maltrato de menores de edad. Es allí
donde toma importancia el conocimiento de las labores sociales, educativas
y de orientación que las líderes de esta institución realizan.
De acuerdo con lo anterior, surge una necesidad de realizar estudios
en los que se ubique el interés por la calidad de vida significada en
entornos donde los niños, niñas y adolescentes se encuentran privados
1
Art .79 Constitución Política Colombiana, (1991).

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Valoración que un grupo de niñas y adolescentes semi -internas realiza sobre su entorno institucional y el efecto en su ...

parcialmente de las interacciones y relaciones familiares, ya que en


la institución de La Sagrada Familia, las niñas y adolescentes pasan
la mayor parte de su tiempo. No obstante, dicha institución propicia
actividades y relaciones diferentes a las que se dan en el núcleo familiar
constituido por madre, padre y/o hermanos. Por último, sta comunidad
está integrada por aquellas niñas y adolescentes que son internas sin la
posibilidad de una permanencia en sus hogares, dado que se encuentran
privadas de él siendo su único hogar esta institución; y las semi-internas,
quienes cuentan con la posibilidad de interactuar tanto en el entorno
familiar como en el institucional.

1. Marco contextual

1.1 Localización y posición geográfica:


El Municipio de Tuluá según Palau, R, Sánchez M, Vargas, E Trepo,
J. (2010), se encuentra ubicado en el suroeste colombiano, en el centro
del departamento del Valle del Cauca entre las cordillera Central y el
Rio Cauca; la cabecera municipal está a 960 metros msnm, en la zona
plana y 4.400 metros de altitud en los páramos de Barragán y Santa
Lucia. En materia de recurso hídrico el municipio cuenta con el río
Tuluá que pasa por su casco urbano y los ríos Bugalagrande y Morales
como estructura central.
La extensión territorial del Municipio de Tuluá tiene una extensión
total de 910.55 kilómetros cuadrados (Km-2) de los cuales el 899.44
km2 corresponde al sector Rural y 11,11km2 al sector urbano. El sector
urbano se encuentra dividido en 132 barrios organizados en nueve
comunas y el sector rural en 25 corregimientos con 146 veredas. Por
otra parte, como lo expresa la Secretaría de Gobierno, Tuluá cuenta
con una población aproximada de 201.688 habitantes censando 95.937
hombres y 103.307 mujeres de todas las edades siendo la tasa de
crecimiento de la población en el municipio del 1.11%.

1.2. Institución La Sagrada Familia, Hermana Terciarias Capuchi-


nas.
Ahora bien, la institución La Sagrada Familia se encuentra ubicada
en la zona Urbana del municipio, específicamente en el barrio Victoria,

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sector perteneciente a los estratos 3 y 4. Cabe mencionar que en éste


municipio sólo cuenta con una sede de esta institución y existen otras
dos en Cali. El lugar donde se ubica es central, dado que se encuentra
cerca a colegios, clínicas, almacenes, iglesias, parques y entre otros.
Dentro de la misma institución se encuentran unas canchas sintéticas
que forman parte de ésta y que son alquiladas con fines de financiación
y una capilla.
La misión de la institución de la sagrada familia consiste en ofrecer
un servicio de apoyo a la formación de niñas y adolescentes entre los
7 y 17 años de edad que están en situación de riesgo frente al entorno
familiar o social, para promover el respeto de sus derechos y asimilación
de los deberes hacia una sana integración de la persona en su dignidad
humana y como ser social. Tienen como referente el evangelio y la
pedagogía Amigoniana con su método preventivo-persuasivo que
estimula la formación de valores.

Figura 1. Mapa del departamento del Valle de Cauca con referencia a Colombia
y del Municipio con referencia al departamento del Valle del Cauca2.

2. Aspectos teóricos

En el presente apartado se presentan los conceptos claves y teóricos


con los que se trabajaron en éste proyecto con el fin de abordar el tema
2
Fuentes:http://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/w3-propertyvalue-32481.html y http://www.
valledelcauca.gov.co/publicaciones.php?id=30.

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Valoración que un grupo de niñas y adolescentes semi -internas realiza sobre su entorno institucional y el efecto en su ...

de investigación. Abordando en primer lugar, la definición del término


institución, dado que así es como se hace llamar la organización; en
segundo lugar, se caracteriza el significado de niñez y adolescencia; en
tercer lugar, se tratan los aspectos generales del ambiente, en el que se
incluyen la conceptualización del entorno, del cual se desprenden las
definiciones acerca del espacio personal, la privacía y la territorialidad,
de igual modo se encontrará la definición de calidad ambiental; en
cuarto lugar, se aborda el concepto de calidad de vida; y por último, los
aspectos subjetivos del ambiente, entendidos a partir de la percepción,
el conocimiento y la valoración ambiental.
Así pues, desde la perspectiva de Valero, J. (2008) desde el marco de
la sociología, encuentra dos razones que hacen compleja la definición
de este término: la primera, se refiere a la ambigüedad del término y la
segunda, al sentido técnico y científico que se le da a este en sociología.
Sin embargo, este autor nos ofrece una valiosa lista de los elementos
que caracterizan una institución, la cual se describe a continuación, con
el fin de otorgarle claridad a este concepto. La Institución se caracteriza
por: a) Ser intencionada, además de tener como meta la satisfacción de
una necesidad social; b) Tener un contenido permanente (pautas, roles
y relaciones que realizan las personas en una determinada cultura);
c) Estar estructurada, organizada o coordinada. Los componentes
tienden a mantenerse en cohesión y a reforzarse mutuamente; d) Cada
institución es una estructura unificada en el sentido de que funciona
como una unidad, aunque sea interdependiente de otras instituciones;
e) Y finalmente, la institución está cargada de valor, pues las repetidas
pautas de comportamiento se vuelven códigos normativos de conducta
(Valero, J., 2008, pp. 19-20).

2.1 Niñez y adolescencia


Teniendo en cuenta que la institución alberga niñas y adolescentes
entre los 6 y 18 años, se realiza el ejercicio de definición de los
elementos más importantes de las etapas del desarrollo de niñez y
adolescencia para la comprensión de los comportamientos y actividades
que suceden dentro de la institución. De acuerdo a esto, se entiende a
la niñez desde la postura de Piaget (1955) como la etapa en la que la
persona tiene un pensamiento flexible, no limitado del aquí y ahora,

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es multidimensional y menos egocéntrico. En el desarrollo cognitivo


del niño de estas edades juega un papel trascendental el procesamiento
de la información, en el que destacan funciones como la atención, la
solución de problemas, la memoria y la metacognición. De ahí que las
experiencias que le ofrecen la escuela y los amigos, el acceso a los
medios de comunicación y la lectura, les proporcione al niño(a) gran
variedad de modelos y usos del lenguaje. En cuanto al aspecto afectivo
se centra en el apego que los niños sienten hacia las personas y hacia
las cosas; sin embargo, podemos subrayar que la afectividad infantil se
centra en el desarrollo de las emociones y los sentimientos, generando
cierto grado de dependencia.
Por otro parte, la adolescencia es descrita por Piaget (1955) como la
etapa de las operaciones abstractas la cual se caracteriza por la habilidad
para pensar más allá de la realidad concreta: implica conceptos abstractos
e hipotéticos. En este periodo el sujeto es capaz de reflexionar a partir
de premisas, es decir, que ya no necesita de la presencia de los objetos u
otras personas. Adicionalmente el adolescente se encuentra desapegado
de su Yo y su mundo interior, pudiendo así ser observador más objetivo
y simultáneamente lo bastante separados de las cosas externas para
razonar sobre suposiciones e hipótesis. Diferente de lo que pasa en
las operaciones concretas donde si bien el niño se va convirtiendo en
un mejor observador, el realismo continua predominando sobre las
posibilidades lógicas.

2.2 Aspectos generales del ambiente


Un elemento fundamental al momento de estudiar al ser humano,
es el contexto en el que se desarrolla, en el que desempeña actividades
y se relaciona con los objetos y/o personas que están a su alrededor;
de ahí que, y como lo señalan Aragonés y Amérigo (1998) el entorno
físico y social forman parte fundamental del contexto situacional donde
tiene lugar la conducta humana, en la que las relaciones humanas se ven
afectadas por dichos espacios donde se desarrollan. Es por ello que se
concibe un sujeto contextualizadoen un entornooescenario determinado.
Asimismo, dentro del entorno se encuentran otros elementos que tienen
una participación importante en el comportamiento, actividades y

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relaciones entre las niñas y adolescentes de la institución con su entorno


tanto físico como social, los cuales son:
• La privacía, la cual es entendida desde Sidney Jourard (1966b)
como el deseo de un individuo de evitar que otros se enteren de
sus actos, experiencias e intenciones personales. Por otro lado,
para Altman s/f la privacía se inscribe en un modelo dialéctico,
el cual consiste en una regulación de los límites interpersonales.
Límites o barreras que se usan para regular el acceso a sí
mismo por parte de otras personas. En lo que respecta al tema
de la privacía y la institución la construcción de un ambiente
institucional debe contar con espacios que permitan la intimidad
social. Asimismo, que sean los internos –quienes habitan allí–
los que ejerzan un control personal sobre cierto espacio, sus
pertenencias y su ropa, lo cual es esencial para tener un sentido
de identidad personal.
• La territorialidad, la cual es definida como el uso y la defensa
de un área espacial por parte de un grupo o una persona que la
considera suya (Pastalan, 1970). Por otro lado, y como lo señala
Altman s/f (citado en Holahan, C. 2002): la territorialidad es un
patrón de conducta asociado con la posesión u ocupación de un
lugar o área geográfica por parte de un individuo o grupo, que
implican la personalización y la defensa contra invasiones”.
Para éste autor, existen 3 tipos de territorios: Territorio primario: el
cual se encuentra por lo general bajo un control relativamente completo
de los usuarios durante un periodo prolongado. El Territorio secundario:
donde se tiene cierto grado de posesión, aunque esta no es permanente
ni exclusiva. Los territorios secundarios son menos importantes en la
vida de los usuarios y tienen un carácter semi-público; y finalmente, el
Territorio público: los cuales están abiertos a la ocupación pública de
manera relativamente temporal y no son tan importantes en la vida de
sus ocupantes.
• El espacio personal, el cual corresponde a la zona que rodea
un individuo, en donde no puede entrar otra persona sin su
autorización (Hall, E. 1966 citado en Holahan, C. 2002). La
cantidad de espacio disponible y la distancia entre las personas
es un elemento importante en el conocimiento del entorno, dado

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que, tiene efectos sustanciales en el comportamiento de las


personas y también indica, en alguna medida, cómo se sienten
al utilizar el espacio y entrar en interacción con otros sujetos.
Cuando se conocen estos aspectos complementarios del entorno y la
persona participa en él, esta puede tomar una posición o actitud frente
a lo que la rodea, pues construye una valoración que permite ver cómo
afecta ya sea positiva o negativamente su vida y sus interacciones. Dicha
actitud, deja ver la calidad que posee el ambiente en el que la persona se
encuentra, desde lo cual nace el concepto Calidad Ambiental, propuesto
por Cartay, B. (2004) como un espacio significativo para la calidad de
vida a través de la incorporación de un concepto que transversaliza los
discursos sobre bienestar, equidad y desarrollo humano; de ahí que,
abordar el estudio de la calidad ambiental requiere conocer, además
de la percepción subjetiva de los distintos dominios de la vida de
los habitantes de una ciudad o lugar determinado, las relaciones y
conexiones entre los diversos elementos.

2.3 Calidad de Vida


Desde la postura de Ardila, R. (2003), la Calidad de Vida se
considera un estado de satisfacción general, derivado de la realización
de las potencialidades de la persona. Posee aspectos tanto subjetivos
como aspectos objetivos. Con relación a lo anterior, podemos decir
que se refiere a una sensación subjetiva de bienestar físico, psicológico
y social. Incluye como aspectos subjetivos la intimidad, la expresión
emocional, la seguridad percibida, la productividad personal y la salud
percibida. Como aspectos objetivos el bienestar material, las relaciones
armónicas con el ambiente físico y social y con la comunidad, y la salud
(p. 162).
De acuerdo al código de Infancia y Adolescencia, para contribuir
a la calidad de vida de las personas, la ley conviene entres los más
importantes, los siguientes derechos:
• Derecho a los alimentos
• Derecho a la educación
• Derecho a la salud

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• Derecho a la recreación, participación en la vida cultural y en


las artes
• Derecho a la intimidad, el cual es uno de los derechos que
quizá se ve más afectado o no se le da la importancia suficiente
para lograr ser uno de los objetivos principales al momento de
considerar tener o brindar una vida de calidad. Que no solo parte
del asistencialismo sino de las mismas políticas establecidas en
una institución.

2.4 Aspectos subjetivos del ambiente


Valorar la calidad de un ambiente e identificar el efecto que genera
en la calidad de vida de las personas, supone la actuación cognitiva de
tres procesos subjetivos que de acuerdo al planteamiento de Holahan,
C. (2000), son tres los procesos que subyacen al ser humano y le
permiten interactuar con el entorno que lo rodea. Estos son: percepción,
conocimiento y valoración. Y de acuerdo a su postura, se definen y
relacionan de la siguiente manera:
La percepción es entendida como el proceso de conocer el ambiente
físico inmediato a través de los sentidos, acompañada del conocimiento
ambiental que permite almacenar, organizar y reconstruir en imágenes
las características ambientales que no están a la vista, para finalmente,
tener una actitud frente al ambiente, la cual corresponde a los
sentimientos favorables o desfavorables que las personas tienen frente
a alguna característica del ambiente físico (p. 44).

Finalmente entonces, se formula la siguiente pregunta: ¿Cuál es la


valoración que las niñas y adolescentes semi-internas realizan sobre su
entorno institucional y del efecto de éste en su calidad de vida?

3. Diseño metodólogico

Los objetivos a plantear en la presente investigación son los


siguientes: respecto al grupo de niñas y adolescentes semi-internas
de la institución S.F. /H.T.C del municipio de Tuluá, el objetivo tanto
general, como específicos son los siguientes:

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3.1 Objetivo general:


• Conocer las valoraciones que las niñas y adolescentes realizan
acerca de su entorno institucional y el efecto de éste en su calidad
de vida.

3.2.Objetivos específicos:
• Describir el significado que las niñas y adolescentes tienen sobre
el concepto de calidad de vida.
• Conocer las valoraciones sobre la dimensión física y social de su
entorno institucional.
• Comparar las valoraciones con los aspectos objetivos y subjetivos
del entorno institucional.
• Realizar la comparación entre las valoraciones que tienen las
niñas y las que tienen las adolescentes acerca de la institución.
3.3. Método: esta investigación fue de tipo no experimental, la
cual consistió en un estudio de campo, donde el interés fue obtener
información dentro de los espacios en donde ocurren los fenómenos.
Igualmente, se encuentra enmarcado en el paradigma fenomenológico
el cual según Hernández, Collado & Lucio (2006) se centra en los
significados que le atribuyen los sujetos a las experiencias humanas
de modo que, se considera la realidad como una construcción social de
naturaleza local y específica, y por ende, subjetiva.
Enfoque: se trabajó desde un enfoque mixto, entendido por Hernández
et.al (2006) como aquel que recolecta, analiza y vincula datos tanto
cualitativos como cuantitativos, siendo válido para la investigación
puesto que permitió obtener una mayor variedad de perspectivas del
problema como su frecuencia y magnitud en el caso cuantitativo, así
como su profundidad y complejidad en el caso de las valoraciones que
forman parte de lo cualitativo y subjetivo. Finalmente, cabe mencionar
que esta investigación fue predominantemente de carácter cualitativo.
Población: El universo estuvo constituido por 30 niñas internas y
semi-internas de la institución La Sagrada Familia (Hermanas Terciarias
Capuchinas). De las cuales 22 son semi-internas (externas) y 8 internas
quienes están bajo la custodia del ICBF.

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Muestra: El grupo de participantes con el que se desarrolló la


investigación estuvo conformado por las 22 niñas y adolescentes
llamadas por la institución semi-internas, las cuales se encuentran en
un rango de edades comprendidas entre los 6 y los 17 años.
Técnicas de recolección de información e instrumentos:
• Encuesta
• Observación sistemática de campo
• Grupo Focal
• Cartografía social: mapa cognoscitivo.
• Talleres aplicados: cuentos, imágenes proyectivas y construyendo
la institución ideal a través de la actividad de recorte y pegue.
Técnicas de análisis de información:
• Análisis de contenido
• Análisis Narrativo

4. Resultados y análisis

Acontinuación, se describen los resultados más importantes hallados


en la investigación y su respectivo análisis.

4.1 Aspectos objetivos de la institución y la calidad ambiental:


Con la técnica de recolección de información de la encuesta se
permitió conocer los aspectos objetivos de la Calidad de Vida que
brinda la institución a las niñas y adolescentes. Estos, obtenidos a
través de una encuesta sociodemográfica realizada a la trabajadora
social del lugar. Se tiene en cuenta para la categorización, los aspectos
objetivos contemplados en el código de infancia y adolescencia
ley 1098, 2006 Bogotá D.C, tales como: derecho a la alimentación
dentro de la institución , que es supervisada por Bienestar Familiar y
nutricionistas en la cual se lleva una minuta de alimentación; asimismo,
el derecho a la educación, evidenciada en la vinculación a instituciones
públicas o privadas, formación en actividades extracurriculares de
deporte, cocina, talleres religiosos y con profesionales en psicología
y trabajo social. Respecto al derecho a la salud, la institución ayuda

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a gestionarlo, si las niñas no están afiliadas algún centro de salud. De


igual manera se realizan jornadas de vacunación. En cuanto al derecho
a la recreación, en la institución existen espacios y sitios dedicados para
el esparcimiento y la recreación como la cancha, zona de juegos, patio
de la virgen, zona de televisión, así como el internet supervisado por
las líderes educadoras; asimismo, hay un profesor que enseña danzas
y practica deporte. Finalmente, el derecho a la intimidad es respetado
en la institución a partir del espacio designado para las camas en las
habitaciones, así como también en la prudencia y confidencialidad de
los casos de seguimiento llevados por los profesionales en psicología
y trabajo social, en su proyecto PLATIN (Plan de atención individual),
vistos estos desde una mirada externa a los significados que construyeron
las niñas y adolescentes.
Así pues, al realizar el trabajo de campo en la institución y en las
diferentes visitas que se realizaron para cumplir con los objetivos
propuestos, se puede ver que esta cumple con las características
mínimas –desde la perspectiva de Valero, J. (2008)– que debe tener
una organización que se denomine como tal, a saber: ser intencionada,
además de tener como meta la satisfacción de una necesidad social; que
en este caso, es el brindarle a las niñas y adolescentes un hogar digno
que satisface sus necesidades básicas. Segundo, tener un contenido
permanente (pautas, roles y acciones que realizan las personas en una
determinada cultura); que en el caso en mención se ven reflejadas en
las cuidadoras y el grupo de profesionales que están a disposición
de orientar a las niñas y adolescentes durante su estadía allí; tercero,
ser estructurada, organizada o coordinada y finalmente la estructura
unificada de la institución en el sentido de funcionar como una unidad,
aunque sea interdependiente de otras instituciones tal como colegios,
clínicas y demás.
Por otro lado, como un aspecto negativo resaltados por la institución,
hermana y trabajadora social, es la contaminación visual y de basuras
que se da en los andenes por falta de conciencia de los vecinos que dejan
las basuras allí. Se considera a su vez la contaminación auditiva de
carros y motos en la mañana y tarde por ser una zona de gran afluencia.
De igual modo, desde una perspectiva externa a las niñas y
adolescentes, la aplicación de la técnica de observación sistemática

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de campo, permitió la categorización de la siguiente forma: actividad


física, relaciones interpersonales y situaciones diversas. En las que los
aspectos a destacar tanto en las niñas como en las adolescentes son los
siguientes:

Participantes
Niñas Adolescentes Tiempo
Categorías
Correr Correr
Saltar el lazo Perseguirse una a la otra.
Hacer canguros
Actividad física
Moverse repetitivamente de
un lado a otro.
Perseguirse una a la otra.
Se forman en grupo y Se forman en parejas a
conversan. conversar.
Comparten una canción. Se dispersan.
Relaciones Se ríen Comparten en la
interpersonales Discuten y se empujan. biblioteca.
Hablan con las hermanas. Se ríen.
Se empujan. 30 minutos en
Hablan con las hermanas. cada una de las
Se dirigen a su cuarto. Se dirigen a su cuarto. observaciones.
Van al baño. Van al baño.
Caminan hacia el patio Caminan hacia el patio
central. central.
Situaciones Caminan a las huertas Caminan a las huertas
diversas recorriendo el sitio sin recorriendo el sitio sin
ningún objetivo explícito. ningún objetivo explícito.
Alguna vez se acercan a Alguna vez se acercan
alguna planta a mirar u oler. a alguna planta a mirar
u oler.
Cuadro 1: Cuadro descriptivo de resultados de la Observación Sistemática

Los comportamientos de la mayoría de las niñas y adolescentes


son favorables en el sentido de compartir, disfrutar de la institu-
ción, de hacer algo diferente al estudio o a las actividades pre-
viamente programadas. No obstante y teniendo en cuenta que no
existió una variabilidad significativa en el momento de la aplica-
ción de esta técnica, podemos resaltar que son reiterativos estos
comportamientos los días que permanecen en la institución, pues
el juego y la interacción constituye un medio que permite la cons-
trucción de significados frente a sí mismo y frente a la institución.
Por otro lado, cuando la observación se realizaba los días viernes,

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se detectaba mucho movimiento del dormitorio al casillero, ya


que antes de salir de la institución para sus hogares deben dejar
todo muy bien organizado y por tanto lo que requieran llevar lo
pasan a su casillero que es el lugar donde tienen sus pertenencias
y a la vez, donde guardan lo que se van a llevar durante el fin de
semana que están por fuera.

4.2 Aspectos subjetivos de la calidad de vida y calidad ambiental


En el primer taller de acercamiento y conocimiento personal de las
niñas y adolescentes de la institución, se conoció los aspectos subjetivos,
significados y roles que le otorga cada una en relación con el entorno
inmediato institucional, en el que es importante la dualidad persona-
ambiente, pues en palabras de Holahan (2002) esta relación tiene un
carácter recíproco, es decir, el ambiente no sólo afecta la conducta de la
persona, sino que a su vez, la persona afecta el ambiente.
Con la aplicación de esta técnica se logró conocer la identificación de
las niñas y adolescentes, las significaciones que tienen sobre sí mismas
pues se tuvo en cuenta que las valoraciones por ser parte de un proceso
subjetivo requieren del conocimiento contextual y caracterización
personal de la muestra de interés, pues según los resultados, muchas de
ellas manifiestan rasgos de su individualidad y de su interés personal en
la construcción de sus respectivas valoraciones, en las cuales parten de
“otro” para establecer juicios.
De esta manera, en la primera parte del taller, se tuvo como objetivo
el conocimiento y acercamiento individual a cada una de las niñas y
adolescentes de la institución, buscando conocer cómo se identifican, sus
temores y su relación con el mundo y los demás. Éste estuvo compuesto
de tres momentos: el primer momento, de imágenes proyectivas, el
segundo momento; dibujo proyectivo de la figura humana y en el tercer
momento, la descripción personal.
En las imágenes proyectivas se les pedía que eligieran una imagen
y describieran qué veían, actividad en la que se encontraron similitudes
en la forma de interpretar y percibir las imágenes dadas, ya que, tanto
las niñas como las adolescentes expresaban dentro de sus percepciones,
historias y le adjudicaban causales a las situaciones que se presentaban

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allí, relacionada con aspectos sociales de la realidad, de conflictos


familiares, y deseos de tener y vivir en una familia feliz y unida. De
este modo, se concluye que la percepción no es un proceso aislado de la
valoración, pues en esta se mezclan, experiencias, conocimientos, que
le permiten dar una respuesta a las niñas y adolescentes en el momento.
Algunas de las imágenes más seleccionadas fueron las siguientes:

Niña: me gusta porque veo una familia feliz y unida

Adolescente: Veo una niña triste y aislada y la elijo porque así me siento yo.
Figura 2 y 3: Imágenes proyectivas presentadas a las niñas
y adolescentes de la institución3
En el segundo momento, la aplicación de la técnica del dibujo
proyectivoserealizóconelfindeconocereltipodeidentificaciónpersonal
y autoconcepto, que como lo propone Tajfel (1983) desde su teoría de la
identidad social, entendida como aquella parte del autoconcepto de un
individuo que deriva del conocimiento de su pertenencia a un grupo (o
grupos) social junto con el significado valorativo y emocional asociado
a dicha pertenencia; lo cual permite ver la relación de la persona con
el ambiente, así como también aspectos relevantes de elaboración
3
Fuente: http://www.sophya.es/la-madre-espia-el-padre-colega-no-ayudan-en-la-conciliacion-
trabajo-colegio y http://es.123rf.com/clipart-vectorizado/ni%C2%B1o_sentado_en_el_suelo.html

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creativa asociados con un aprendizaje sociocultural. Cabe resaltar que,


para este trabajo fue de gran relevancia el análisis grupal de las niñas
y adolescentes por lo que, no se profundizó en el análisis de cada caso
desde un aspecto clínico. Las categorías de análisis surgidas en los
resultados de la presente técnica se muestran en la siguiente gráfica,
siendo el color Rojo para las niñas y el Azul para las adolescentes.
En esta gráfica se da cuenta que el total de adolescentes participantes
realizan una persona o una figura humana del mismo sexo, según lo que
establecía la consigna mientras que las niñas se centran más en aspectos
del entorno y otras figuras que en la figura humana:

Figura 4: Gráfica de barras de resultado en el Dibujo Proyectivo

Las participantes destacaron factores emocionales, afectivos


y de mayor importancia según la figura que se realizaba como a su
vez factores sociales en el cumplimiento de las consignas dadas por
las investigadoras; encontrándose que a través del dibujo se permitía
visualizar la relevancia de algunos elementos más significativos para
las niñas y adolescentes a la hora de realizar el dibujo, tal como: soles,
nubes, animales, personas, iglesia y las formas de las figuras (algunos
casos figuras bidimensionales u otros coloreados) todos estos con el fin
de integrar, contextualizar los elementos que se dibujaban dándole un
mayor sentido. De igual forma, se analiza las figuras humanas con los
brazos abiertos en el caso de las niñas y cerrados en su gran mayoría
en el caso de las adolescentes, interpretándose como la referencia a un
mundo interpersonal social, en relación con el mundo físico donde están
dispuestas a la exploración y conocimiento de lo exterior, mientras que

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las adolescentes empiezan a adquirir un sentido y significado mayor por


el conocimiento personal, los sentimientos y emociones que provoca el
mundo exterior en la persona mismas.
Por último, y en el tercer momento de la actividad, se dio como
instrucción el describirse y hablar sobre cada una acerca de sus gustos,
disgustos y temores. Es de resaltar que fue una actividad en la que se
daban indicios sobre qué preguntas responder sobre sí mismas, aunque
no se plasmaron ni establecieron como requisitos; esta actividad
se realizó de manera individual y dio cuenta de las subjetividades y
percepciones que las niñas y adolescentes tienen de sí mismas dentro
del entorno institucional, familiar y social en general, dando cuenta de
lo que les dicen las demás a partir de las interacciones, lo que se les pide
hacer diario en sus funciones y responsabilidades en un lugar. Algunos
de los resultados:

Figura 5 y 6: Algunos resultados de niñas y adolescentes


en la actividad de Descripción
En la descripción personal que realizaba cada una de sí mismas,
se dio cuenta en sus caracterizaciones, aspectos de las relaciones
interpersonales que se categorizaron como positivas y negativas que
se resaltan como gustos o disgustos de la relación con otras compañeras
y de sí misma en relación con los otros. Esto permitió conocer los
significados relevantes que tienen para las niñas y adolescentes el
espacio personal y social dentro de la identificación personal, donde
las otras personas que habitan en la institución cumplen un papel
importante para poder hablar de la persona misma. Como lo expresa
Westin (1967) la identidad sólo se logra después de que el individuo
ha aprendido a definir sus límites y limitaciones personales por lo que,

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este proceso de autodefinición depende de la capacidad para regular la


naturaleza y el estilo de la interacción social con otras personas.
Asimismo, se dio cuenta en las descripciones de las niñas y
adolescentes la importancia del espacio personal, categorizado dentro
de los aspectos negativos de las relaciones, que se peleen, reírse
de los demás, la hipocresía, el fingir algo que no se siente, amigas
chismosas o pegajosas. Según (Hall, E. 1966 citado en Holahan, C.
2002) el espacio personal se estrechará o ensanchará de acuerdo con las
diferencias individuales, las circunstancias cambiantes y la naturaleza
particular de las relaciones interpersonales. Así pues, dentro de las
narraciones se manifestó el deseo de cada una por defender su espacio
definido desde lo que son, su familia y su identidad de las amenazas
del medio exterior, en el que es algo negativo que se exprese algo de la
persona misma sin ser cierto, entendido como una consecuencia hacia
la intimidad. De igual modo, las amistades pegajosas podrían estar
referidas al contacto físico, vista con invasión del espacio personal o
no querer estar o compartir con alguien que no se quiere, en palabras
Altman, I. (1974:24 – 1975:18) quien considera a la privacía “como
la habilidad del individuo para abrir y cerrar el acceso de sí mismo, de
acuerdo con sus sentimientos personales, la relación que media entre él
y las otras personas y las características de la situación”.
Igualmente, surgió dentro de las descripciones otra categoría
titulada como autoconcepto, entendido como las cualidades, defectos
y actividades vistas como responsabilidades y obligaciones acorde a la
percepción de cada una de ellas sobre sí mismas, encontrándose en el
caso de las niñas una identificación con las actividades que hacen en la
institución y lo bien que se sienten allí –hacer tareas, estar limpia, jugar,
estar en la cancha, patios que son divertidos, con todas las hermanas
se siente bien pero sobre todo resalta dos de ellas, la directora que ya
no se encuentra–; mientras que las adolescentes describen actividades
que les gusta realizar y que las caracterizan como dormir, ver tele, tener
amigas, estudiar. Estas diferencias entre las niñas y las adolescentes se
enmarcan dentro de una identidad y a su vez como parte de una etapa
del desarrollo, donde en la etapa infantil se hace evidente los patrones
de identificación y apego con las hermanas educadoras, mientras que en
las adolescentes hacia sus mismos pares. Sin embargo, similitudes en los
temores de las niñas se encuentran el temor a la oscuridad y personas

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raras, de igual manera en las adolescentes se hace presente –y como


ellas lo refieren– la oscuridad, como también el temor a presentarse a
alguien del sexo masculino.

4.3 Aspectos físicos y sociales de la calidad de vida y la calidad am-


biental
En el presente apartado en el conocimiento de los aspectos físicos y
sociales de la institución con respecto a la calidad de vida, se tuvieron
en cuenta técnicas como el grupo focal, la cartografía social, entrevista
de preferencias, el taller construyendo una institución mejor y el cuento
sobre la institución.
En la aplicación de la técnica de Grupo Focal, los resultados entre
las niñas y las adolescentes no tuvo una diferencia significativa, pues
sus percepciones y concepciones acerca de éste tópico se mueven en el
plano de lo subjetivo y lo objetivo. De ahí que la definición construida
sea:
“tener buen trabajo, buena familia, buena alimentación, tener buenas
compañeras, satisfacción para toda la familia, es salir adelante para
alcanzar los sueños cuando grande” En pocas palabras llegan al
consenso de que es: “buscar la excelencia, buscar la satisfacción y
el éxito”.

En cuanto a las categorías de análisis identificadas y resultados, se


encontraron:
Participantes
Niñas Adolescentes
Categorías
Satisfacción de Alimentación, estudio- Alimentación, estudio- educación,
necesidades básicas. educación, salud, trabajo. salud.
Piscina, computadores, cuartos Piscina, computadores, cuartos
Aspectos materiales propios, tablets. propios

Más compañeros, compartir más Más compañeros, compartir más


Aspectos sociales
tiempo con las demás y jugar tiempo con las demás.
Ser respetuosa con las hermanas
Valores y las compañeras y hacer caso y
obedecer.
Cuadro 2: Cuadro de categoría de análisis de resultados
en la técnica del Grupo Focal

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Respecto a la técnica de Cartografía Social, algunos de los mapas


cognoscitivos elaborados por las niñas y adolescentes fueron:

Adolescente 14 años Niña 7 años


Figura 6 y 7: Algunos de los resultados de la cartografía social de una niña de 7
años y una adolescente de 14 años

Las categorías de análisis se describen de la siguiente manera:


• Aspectos físicos:
• Espacios de la institución- estructura física.
• Componentes de los espacios
• Aspectos sociales: Interacción y acciones.
• Emociones y/o sentimientos:
• Positivos: felicidad, alegría, risas, tranquilidad.
• Negativos: tristeza, odio, rabia, dolor, temor.
• Tipo de dibujo:
• Dibujo aproximado a la realidad: el plano de la realidad
observable.
• Dibujo fantasioso y/o imaginario.
• Elementos adicionales: paisajes.
De acuerdo a las descripciones anteriores, se encontró que la iglesia
toma un valor muy importante para las niñas pues dedican parte de su
tiempo a estar en oración, sus cuidadoras son monjas y sus prácticas
diarias van mucho de la mano con la palabra y obra de Dios, pues el
sólo hecho de protegerlas y brindarles un hogar crean un ambiente muy

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espiritual. Otro espacio importante es la cancha, en la cual se divierten,


saltan y corren en su tiempo libre; lo cual les permite compartir e
interactuar mucho entre ellas. En algunos de los mapas se puede apreciar
que resaltan dibujos de niñas o niños y balones a su alrededor. Luego, el
comedor y los pasillos se presentan en sus dibujos donde se puede decir
que permite la circulación en la institución, moverse a distintas partes.
En cuanto al comedor, mencionaron que allí interactúan y comparten
los alimentos.
Una comparación entre las niñas y adolescentes es que las últimas
detallan más sus dibujos, por ejemplo realizar un plano más específico
de lo que es la institución, un croquis. Mientras que las niñas – aunque
precisan y especifican el contenido de su representación – no construyen
necesariamente un croquis o algo muy aproximado a la institución. Sin
embargo, aunque sus elementos son sueltos podemos decir que en cuanto
al tipo de dibujo que realizan es aproximado a la realidad: el plano de
la realidad observable, al igual que los productos de las adolescentes.
Uno de los detalles más enriquecedores que dan las adolescentes es
por ejemplo: Estos niños están jugando con la pelota en la cancha y
se están riendo porque juegan al basquetball; donde describen no sólo
un espacio físico como la cancha, sino que detallan aspectos sociales
como la interacción entre los niños mediante el juego y las emociones
o sentimientos que allí se denotan como son la alegría y/o felicidad
al llevar a cabo una acción. Otra de sus descripciones es: Este es el
dormitorio de la institución, la biblioteca, la cancha y el pasillo de las
flores. Estos son los sitios en los que más me gusta estar porque allí
me divierto con mis amigas, aprendo y descanso en las noches para
dormir. Y el pasillo es por donde paso para ir a cualquier parte.
Las niñas por su lado, no se centran en sus descripciones en detalles
o crear una lógica coherente en los elementos que plasman, sino que los
mencionan por separado, a saber: esta es la cancha, esta es la iglesia y
aquí dormimos.
Por otro lado, la aplicación de la entrevista de preferencias permitió
apreciar que la mayoría de las niñas y adolescentes destacan –ante todo–
los espacios de la institución que le permiten jugar, reírse, distraerse,
compartir con la amigas y pasar tiempo. Asimismo, manifiestan que
la institución en general es agradable para ellas. Entre los aspectos

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más destacados de la institución y por los cuales las niñas tienen más
preferencia, encontramos: el patio de juegos y la cancha, ya que allí,
como lo afirman las niñas, puedo jugar y reírme, nos dan bonice y veo
gente, juego con mis compañeras, me gusta la cancha porque puedo
correr de igual forma se encuentra la iglesia, quienes les gusta el salón
de estudio porque juegan y leen la biblia. Esto es una característica
importante en la etapa de desarrollo propuesta por Piaget, en la que
el niño interactúa con su entorno y con las personas que están a su
alrededor en la búsqueda de respuestas acerca de su vida. Una manera
en la que conocer el mundo a través del juego enriquece su desarrollo.
Sin embargo, también existen sitios que no son preferidos, un ejemplo
de esto es cuando una de las niñas afirma no me gusta la cancha porque
hace mucho calor o por otra parte, cuando una de ellas manifiesta no me
gustan los dormitorios porque nos acuestan muy temprano.
Un aspecto importante que surgió en los resultados, es que las
participantes cuando hacen referencia a sus sitios preferidos realizan
comparaciones con las niñas internas. Una muestra de estos son los
espacios que son valorados negativamente –ya sea por las actividades
que se desarrollan allí o por la estimulación perceptual o estado físico–
tales como el casillero por ser un lugar donde se visten todas, el patio
de juegos por ser tan colorido o el salón de estar, porque sólo reúnen a
las internas y son picadas porque les dan dinero.
Con respecto a las adolescentes, estas valoraron de manera positiva
aquellos sitios donde se pueda interactuar con las compañeras y
compartir un espacio igualmente de recreación o de diálogo, puesto que
la experiencia social resulto imprescindible, ya que el contexto social es
el encargado de proporcionar a la adolescente la oportunidad como lo
expresa Marchesi (2000) de la cooperación con los demás va haciendo
posible la disminución del egocentrismo y favorece la discusión
sobre diversos puntos de vistas abriendo camino así a una suerte de
conversación interiorizada en forma de deliberación o reflexión. De esta
manera, en las operaciones formales el adolescente comienza a mirar
objetivamente tanto su “pensamiento” como las creencias u opiniones
ajenas. Un ejemplo que de esto es cuando una de ellas expresa que me
gusta el patio de juego porque me divierto con mis compañeras, aunque
a veces no me gusta porque hace mucho calor, donde su interacción
se hace más enriquecedora y le permite a las adolescentes ir más allá

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de una satisfacción al momento de jugar y tomar decisiones sobre qué


hacer o en qué momento hacerlo.
Respecto al taller: Construyendo una institución ideal, las categorías
de resultados fueron:

3 Diversión y entretenimiento
En esta categoría se aprecia que las niñas y adolescentes manifiestan
querer tener a su disposición un espacio más grande para juegos,
divertirse entre sí con “ula-ula, correr y brincar”. Asimismo, expresaron
querer tener un poco más de libertad y gozar de su tiempo libre en
la institución. Aquí uno de sus grandes intereses estuvo en tener una
piscina, ya que les gustaría nadar y jugar allí.

3 Satisfacción de necesidades básicas


• Estudio
• Alimentación
• Vestido
• Salud
En esta categoría se engloban aspectos muy puntuales, pues en varios
de los recortes y el mensaje descrito en cada uno, se aprecia el deseo de
tener una mejor alimentación, no necesariamente comida muy sana, ya
que en uno de ellos manifestaron querer manjares o muchos dulces. En
cuanto al estudio, expresan querer estudiar en muchos colegios y realizar
trabajos con sus compañeros. En cuanto al vestido, manifestaron “tener
muchos zapatos y ropa para vestir de distintas formas”. Finalmente, en
el aspecto de la salud las niñas y adolescentes mencionan que desean
tener “médicos para que las examine y les aplique sus vacunas”.

3 Herramientas tecnológicas
Este aspecto fue valorado como muy relevante para las niñas
y adolescentes, ya que siempre resaltaron la importancia de tener
computadores, equipos a su disposición para ingresar a internet, a
las redes sociales y permanecer más tiempo viendo videos. De igual
manera, los celulares o tablets ya que les permitiría interactuar con las
demás personas.

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3 Relaciones interpersonales
En esta categoría las niñas expresaron que desean que ingresen más
compañeras a la institución para interactuar y “hacer nuevas amigas”.
Asimismo, que ingresen niños para jugar con ellos y socializar. Por
otro lado, deseaban salir de la institución a hacer las tareas con sus
compañeros y formar equipos de trabajo en su escuela para la realización
de sus actividades.

3 Intereses particulares
Los intereses que resaltan las niñas y adolescentes son:
• Tener mascotas tales como aves o perros.
• Tener un vehículo para transportarse
• Tener un despertador y una lámpara propia al lado de su cama.
• Rosas o flores para adornar la institución. En este punto es
importante mencionar que la institución cuenta con un jardín
amplio donde hay variedad de estas plantas, por lo que su
mención alude a que desean que hayas muchas más para que se
vea mucho más bonita la institución.
• Disfrutar de las ferias que hacen en Tuluá
• Ver televisión por más tiempo para no aburrirse.
• Tener unas instalaciones más limpias.
• Por último, destacan la importancia de los valores en la
institución y desean una clase en las que se les enseñe sobretodo
acerca de la confianza.
En la actividad del cuento sobre la institución se les propuso a las
niñas y a las adolescentes realizar un cuento que tuvo por inicio o
tema “Había una vez una niña en una institución…”. De acuerdo
a los productos entregados por cada una de ellas, es de resaltar que la
dinámica llevada a cabo con las niñas de la institución fue diferente
debido al proceso de escritura que no se ha desarrollado en la mayoría
de ellas, realizándose de manera grupal. Encontrándose lo siguiente:

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Valoración que un grupo de niñas y adolescentes semi -internas realiza sobre su entorno institucional y el efecto en su ...

ADOLESCENTES NIÑAS
Tipo de narración: Hace Cuento y canción: un 75% cuentos Cuento
referencia a los diferentes realistas sociales, y menor cantidad
géneros literarios y de expresión canciones, ninguna hizo referencia a
narrativa como: cuentos, la ficción.
canciones, poemas y otros
Tema: Es la idea central del En un 62% las adolescentes narraban Relaciones
cuento, aquella que el autor temáticas sobre relaciones entre las interpersonales no
quiere comunicar en su obra, es compañeras de la institución; en menor afectivas con sus
la idea entorno a la cual gira la medida en un 12% escriben sobre compañeras.
acción. Se destacan una de las cómo llegaron a la institución.
ideas principales y secundarias
de la historia.
Ambiente donde se desarrollan Así pues, el 50% sitúa los personajes La institución, con
los hechos: Se refiere al tiempo,
en un entorno institucional, mientras piscina, grande
al lugar donde suceden los que el 12% hace alusión a otros
hechos, el tiempo en que narra espacios como el hogar. Asimismo
la historia. el 38% describe ambientes soleados
y alegres. Se detallan algunas de las
frases tales como: un día, una mañana
tranquila, rayos del sol, una vez,
una mañana calurosa, una vez en
un pequeño instituto, en la
madrugada, años después y otros.
En un 50% manifiestan sentimientos Tristeza, soledad
Sentimientos de los personajes: de hostilidad en los personajes y hostilidad entre
Son todos aquellos sentimientos hallando frases como: Celos, enojos, las niñas.
que las niñas y adolescentes “les dio rabia”, “hablaban mal de
ponen en los personajes, ella”, odiaba y envidia. En una menor
ya sean de: Hostilidad, proporción los sentimientos que
Tristeza, Felicidad, Soledad, manifiestan los personajes del cuento
Inadecuación, Maltrato físico o se ven reflejados en un 6% en felicidad
verbal. vistas en frases como: me recibieron
con amor y cariño y me siento feliz con
la labor y cuidado.
El 50% las adolescentes, escriben Desenlace
Final: Desenlace y desarrollo finales en los cuales dan soluciones armonioso,
del nudo, punto final donde armoniosas, evidenciados en las donde se busca
pueden converger soluciones o siguientes frases: la invitó a jugar, que alcance la
continuidad del problema se volvieron mejores amigas y ya felicidad y salga
no estuvo sola; confió en ellas y adelante. Plantean
fueron amigas, piensa en estudiar y varias soluciones.
salir adelante para trabajar. el
13% da
una solución en la cual se enojan con
la compañera, porque no quiso hacer
las actividades diarias de aseo: les dio
rabia con la niña que no quería hacer
oficio” de Categorías de Análisis
Cuadro 3: Cuadro
del Cuento realizado por el Grupo de Niñas

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Así pues, los aspectos sociales resaltados en los cuentos o canciones


realizadas estuvieron enmarcados dentro de temáticas y narraciones
de tipo realista social, donde los hechos o situaciones que se narraban
estaban enfocadas en mayor medida hacia las relaciones interpersonales
entre las compañeras de la institución en ambos grupos (niñas y
adolescentes), hecho que da cuenta de la evocación de situaciones y
sucesos que se viven en la institución o a modo personal.
Se encuentra relación con la subjetividad de las descripciones
anteriormente presentadas con el interés que enmarcan las relaciones
interpersonales en las adolescentes y las niñas como temática principal
del cuento, narrando situaciones de enemistad, chismes, de compañeras
solitarias. En un menor porcentaje, escriben sobre la familia y relación
con las educadoras de la institución, hecho que describe el grado y
la complejidad orientada en un sentido fenomenológico de sucesos
que son valorados como más significativos por quienes conviven en la
institución y a su vez por la consigna establecida por las facilitadoras
que ceñía a un entorno especifico y que para algunas se les fue inevitable
no entablar relaciones con otros entornos. Con respecto a este análisis
se tienen en cuenta las categorías establecidas por Bronfenbrenner
U. (1987), la perspectiva temporal y la meta estructurada. Teniendo
en cuenta que las actividades y sucesos que se narran son con una
intención y motivo. En este aspecto de la temporalidad se incluyen las
características del ambiente que las niñas y adolescentes resaltan como
una mañana soleada, los rayos del sol ardiente, Todas hacían oficio con
amor como un aspecto que detalla y describe condiciones ambientales
y del tiempo climático que valoran positivamente.
Finalmente, las diferencias entre las niñas y adolescentes radicaron
en la descripción que realizan del ambiente institucional conforme
describen lo que sería una institución ideal en el cuento. Encontrándose
de este modo que los factores similares entre las niñas y adolescentes
que valoran con mayor relevancia en la institución son la convivencia
e interacciones entre pares, pues son estos los que les generan mayores
sentimientos en su desarrollo pero en su finalidad, le ofrecen bienestar
y felicidad cuando se logran solucionar. En este plano de lo hipotético
y narrativo se podría llegar a plantear que Bronfenbrenner U, (1987).
El hecho de que el niño se vuelva capaz de establecer por sí mismo

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complejas relaciones interpersonales refleja un principio importante


para la ecología del desarrollo humano.

5. Discusión

De acuerdo a diferentes revisiones hechas en nuestra investigación


en la búsqueda de conocer cómo se ha desarrollado estas temáticas
en nuestro entorno local, regional y/o nacional, se encontró que estas
investigaciones enriquecen nuestro estudio por muchas razones, entre
estas podemos destacar el hecho de conocer contextos fuera de nuestro
país en los que también se presenta estas situaciones como la orfandad,
el abandono, el maltrato, el aislamiento; pero también, el acogimiento,
el apoyo, el cariño y el acompañamiento en la vida de un niño (a) y/o
adolescente, un ejemplo de esto es la investigación realizada por Tovar,
J. & Acevedo, J. (2013) Predictores de la calidad de vida en infantes
coahuilenses en México, donde en interés por conocer las condiciones
de vida de niños, niñas y adolescentes fue su principal objetivo. Sin
embargo, falta mucho más por recorrer. Otro estudio que generó gran
impacto fue el realizado por Gómez, M. (2008) Infancia y Casa Hogar.
La situación de los niños bajo tutela del Estado desde una medida
asistencial de internamiento, donde los niños, niñas y adolescentes son
internados quizá contra su voluntad dado que no se toman como agentes
activos en su proceso de desarrollo. Dicho impacto tiene relevancia en
la medida en que nuestro estudio buscó que las niñas y adolescentes
se vieran a sí mismas, en relación a los demás y a los entornos que las
rodean, otorgándoles una participación activa en su percepción acerca
del desarrollo y de la calidad de vida que les brinda la institución. De
acuerdo a lo anterior, vale resaltar que este tema, puede ser abordado
desde distintas ópticas que permiten vislumbrar muchos vértices y
crear alternativas de intervenciones que pueden ser futuras a largo o
a mediano plazo, lo importante allí es que se tenga presente y que se
logre cumplir con mejores condiciones que las que ya se tienen con el
objetivo de brindarles a esta población una excelente calidad de vida
no sin antes reconocer que la labor de las hermanas y cuidadoras es
fundamental, pues son ellas quienes van asumiendo y desempeñando
los roles que en los niños no estén definidos o al menos no construidos,
lo que hace de las instituciones un lugar cálido para vivir.

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6. Algunas conclusiones y comentarios

• El presente trabajo de investigación logró cumplir con los


objetivos propuestos, puesto que se conoció el significado que
le otorgan las niñas y adolescentes a la calidad de vida y cómo
el entorno es un factor que afecta y les genera ese bienestar.
Hay que tener en cuenta que las niñas y adolescentes establecen
conexiones entre lo que significan y lo que hacen para obtener
su calidad de vida, constituida por sentimientos, conocimientos
y comportamientos que surgen en los diferentes espacios y
relaciones que se desarrollan en la institución o por la institución
• Se consideró dentro de este marco investigativo, el desarrollo
cognitivo humano como una función adaptativa 4, en el que el ser
humano está implicado en la tarea de dar significado al mundo
que le rodea, es en este mismo sentido que se concluye a partir
del antropólogo Meyer Fortes (citado en Narváez, V. 2012), que
no son las fases de maduración biológica, sino las relaciones
que el individuo establece dentro de su grupo doméstico y de la
sociedad como un todo, las que delinean y expresan los cambios
dentro del ciclo de vida en cuanto se presenta dentro de esas
valoraciones la influencia de los entornos familiares, escolares,
relaciones interpersonales que influyen en las construcciones y
significados que las niñas y adolescentes le otorgan al mundo en
el que viven. Razón por la cual, no se encontraron diferencias
significativas en las construcciones que realizaron las niñas
en comparación con las adolescentes en referencia al efecto
de la calidad ambiental en su calidad de vida, ya que estas se
constituyen por situaciones, fenómenos personales y grupales,
más que por las etapas de desarrollo o edades por las que
atraviesan.
• Estableciendo patrones de comparación entre los aspectos
objetivos que brinda la institución y los aspectos subjetivos que le
otorgan las niñas y adolescentes, se puede establecer relación en
los siguientes espacios: la cancha teniendo en cuenta el derecho
a la recreación; la biblioteca y los libros, como el derecho a
la educación; satisfacción de la necesidad alimentaria como un
4
Documento titulado El enfoque constructivista de Piaget Capitulo 5. Recuperado de http://www.
ub.edu/dppsed/fvillar/principal/pdf/proyecto/cap_05_piaget.pdf

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derecho; la vivienda como derecho de todo niño y adolescente


a crecer en un lugar digno que le permite satisfacer todas sus
necesidades básicas.
• Con respecto a una valoración negativa, algunos de los lugares
de la institución debido a su grado de territorialidad secundario,
privacía y espacio personal generan barreras, y mecanismos de
defensa hacia el medio e interacciones, como en los vestier, los
casilleros ylos dormitorios , enel que comoexpresaa (Holahan, C.
2002), la distancia física puede ser menos importante en sí que la
manera en que las personas regulan las señales de comunicación
interpersonal. Por lo que, pese que valoraron negativamente el
no tener espacios propios, valoran positivamente en su gran
mayoría el tener buenas compañeras, la alimentación, el no
perder el contacto con la familia, y la educación.
• Pese a las condiciones de permanencia de las niñas toda la
semana, no se podría pensar como una institución total, puesto que
las niñas y adolescentes interactúan con otros entornos, como el
escolar y el familiar que le permiten ampliar el repertorio de sus
valoraciones, juicios y conocimientos. Estos entornos abren la
brecha para investigaciones en otros tópicos concernientes a las
instituciones, dado que en Colombia el acceso y conocimientos
de estos casos, hasta el momento no ha tenido una importancia
de publicación a nivel de la población nacional.
• Teóricamente, la calidad de vida para las niñas y adolescentes,
se encuentra relacionada con una serie de características y
factores que benefician el desarrollo personal en mira hacia un
futuro que permita mejorar todas las condiciones presentes, es
por ello que han logrado interiorizar el proceso educativo en su
formación, así como también el hecho que se genere un ambiente
armonioso en el lugar entre las compañeras con quienes se
convive y las hermanas educadoras.
• Se tiene presente la relevancia del concepto de Calidad de Vida
ligado a conceptos como carencias y necesidades. Se encuentra
durante el proceso de investigación, que es a partir de la
interacción y comparación con un otro, así como también del
contexto donde provengan, que ciertas condiciones o elementos
se hacen más relevantes que otros; del mismo modo, se observó

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que las satisfactores momentáneos anhelados como parte de una


institución deseada, eran uno de los factores y condiciones que
no se evidenciaban en la institución ya fuese por su ideología,
reglamentos o condiciones, tal como tener la libertad de
usar elementos virtuales y el manejo de redes, en vista de un
acercamiento y adaptación a los comportamientos que se vive en
el mundo actual.
• En suma, existe una valoración positiva de las condiciones físicas
de la institución puesto que les brindan atención, cuidados,
acompañamiento, orientación y posibilidad de una vida estable
llena de oportunidades. Sin embargo, no se debe desconocer que
poco a poco se marca más la construcción de un mundo social
donde la tecnología empieza a cobrar mayor sentido y crea
necesidades en las personas como las relaciones con personas
externas.

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Tovar, J. & Acevedo, J. (2013). Predictores de la calidad de vida en infantes


coahuilenses. Universidad Autónoma de Coahuila – México.

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DEL AMOR VIRTUAL EN EL MUNDO GLOBAL

Fernando Cruz Kronfly

RESUMEN
Palabras clave:

ABSTRACT
Keywords:

Fernando Cruz Kronfly.


Profesor de la Universidad del Valle. Doctor Honoris Causa en Literatura. Director
honorario del Grupo de Investigación Nuevo Pensamiento Administrativo. Fundador y
miembro de la Red Colombiana de Estudios Críticos Organizacionales

Recibido: Febrero 15 del 2013


Aprobado: Marzo 22 del 2013

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DEL AMOR VIRTUAL EN EL MUNDO GLOBAL
Fernando Cruz Kronfly

Los inocentes suponen que el mundo virtual es sólo el que hoy


conocemos como producto de la ciencia y la tecnología en este mundo
globalizado. No es así. La virtualidad es ancestral, arcaica. Sólo que
hoy, ante el olvido del ser y la negación de lo arcaico aún vigente en
él, creemos que la sustitución de lo material por lo virtual es asunto de
apenas unas décadas atrás, tanto como del impacto de la globalización
técnica sobre el sujeto y la cultura.
Los bisontes figurados en las cuevas de Altamira, hace 40 mil años,
ya eran virtuales. No brotaban de la pantalla del ordenador sino de los
muros de las cavernas. Pero, eran reales. Debemos diferenciar entonces
entre materialidad y realidad. Los bisontes aquellos eran reales,
porque estaban investidos de la condición de realidad que deriva de
su existencia misma en forma de figuras esculpidas con tinte y color.
No eran bisontes materiales, es cierto, pero tenían la realidad propia de
toda representación, en este caso trazada en el muro. Es más, fueron
gravados allí en Altamira hace 40 mil años, y aún existen. Son reales,
aunque no coman hierba ni embistan a nadie.
Aquellas representaciones rupestres cumplieron una finalidad
psíquica espléndida: sustituir los bisontes materiales por bisontes
imaginarios, capaces de crear a su alrededor realidad psíquica ritual
y social. De análoga manera y siguiendo idéntico principio, hoy
invocamos cuerpos humanos virtuales inmateriales para ser amados
sin estar presentes, para gozarnos a nosotros mismos por su mediación
y crear de este modo realidad psíquica solitaria alrededor. Cuerpos
virtuales que aparecen y desaparecen en la pantalla a la hora del placer
en sus variopintas posibilidades. A la hora de la infidelidad inofensiva,

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Fernando Cruz Kronfly

de la curiosidad del corazón desamparado en libertad, del goce a la carta


sin la presencia comprometedora del otro, en cuando material. Existen,
en consecuencia, diversas razones que explican tanto la existencia
como la utilidad antropológica de lo real imaginario: consolarnos con
la presencia de un mundo que sólo existe en la imaginación, pero que es
capaz de formar mundo alrededor y configurar realidad psíquica.
La mimesis es parte imprescindible de nuestro habitar esta tierra, de
nuestro modo de ir “formando mundo” y circunstancia y de instalarnos
en la realidad mediante esas ficciones, imitaciones y simulaciones que
son nuestra ineludible morada. Los parientes ancestrales imitaban la
lluvia, pasando agua por cedazos consagrados con el fin de hacer llover.
Quien en la noche de San Silvestre sale a la avenida arrastrando una
valija por la cuadra de nuestra casa en medio de la fiesta, imagina que,
imitando un viaje, éste ocurrirá en la realidad. A estos procedimientos se
denomina magia por imitación. ( Sigmund Freud: Totem y Tabú, 1990).
Las visitas simuladas a los prostíbulos de Francia o Dinamarca son hoy
posibles desde cualquier aldea anclada en la cordillera, en este mundo
globalizado donde perdura lo arcaico. Se “navega” de esta manera por
el mundo erótico mundial sin necesidad de salir de la alcoba. Quien,
así “navegando”, trae a su presencia un cuerpo en la pantalla de alguien
que se ofrece “ en acto”, aunque en el vacío absoluto de su materia
ausente, cumple con el ritual de gozar imaginando, de análoga manera
a como los ancestrales despellejaban gozosos en los muros los bisontes
que no estaban materialmente ahí, aunque sí en su realidad psíquica,
subsidiaria del sistema de pensamiento mágico. Todo esto lo gobierna
el deseo.
Los procesos mentales de representación y de imaginación son los
instrumentos primordiales para traer ante nuestra presencia lo deseado,
para instaurar ese tipo de realidad imaginaria que, sin dejar de ser real,
en cuanto existe, no obstante arrastra al mismo tiempo el sinsabor de lo
que no es ni ha sido. Lo imaginario tiene entonces presencia consoladora
pero, también, agudo déficit de materialidad. La tecnología y la ciencia
sólo se han encargado, entonces, de ir transformando los soportes –
significantes- en que se apoya lo imaginario, con el fin de producir la
sensación de que lo imaginario es cada vez menos imaginario sin dejar
de serlo. Pareciera que vamos caminando, mediante lo virtual en acto,
en pos de aquello que está sucediendo en tiempo presente en otra parte,

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DEL AMOR VIRTUAL EN EL MUNDO GLOBAL

con el fin de fundir en una misma sensación lo material ausente con


lo imaginario capaz de generar realidad psíquica. De esta manera la
realidad psíquica sustituye la realidad material, camino de la levedad
del compromiso y la des-sujeción fuerte ante el Otro. Pronto estaremos
olfateando el aroma del cuerpo que no está, paladeando su sabor
mediante emisiones artificiales, tocándolo en su ausencia, como un plus
sensorial adicional al ver de la imagen y al escuchar de los gemidos de
lo que, aún así, no se encuentra ante nosotros materialmente presente
en el encuentro imaginario del amor que se hunde en el onanismo del
sujeto unario ensimismado.
La tecnología ya lo hace posible, en su extraño proceso de fabricación
de soledad. Estamos sustituyendo en progresión la realidad material por
la virtual. Esta es casi una condición del sujeto contemporáneo auto-
referido, cuyo Yo se ha ido a vivir al cuerpo como su nueva morada
(Egobody: Redeker…..). Estamos eliminando los límites impuestos
al deseo por la restricción moral y material. La lejanía como límite
desaparece. La tecnología esfuma el tiempo y el espacio. Estamos
erosionando el “principio de realidad” y sus límites, tan ligados
al tiempo y el espacio como dificultad. El sujeto contemporáneo ha
quedado situado en el “desbalance” en favor del principio del placer
por encima del principio de realidad y sus restricciones. Avanzamos
hacia la maduración de un nuevo tipo de subjetividad, basaba en el
narcisismo hedonista que se refugia en lo “virtual” para huir del “peso”,
de los límites y la negociación que impone la presencia del Otro.
Estas apariciones de cuerpos inmateriales, estas prácticas y
euforias contemporáneas puestas en acto alrededor de la pantalla del
amor virtual, ya no son, estrictamente, auténticas representaciones
mentales. Son, ante todo, imágenes visuales en directo acerca de lo
que está sucediendo ahora mismo en el vacío material de algo que,
sin embargo, se deja ver y sentir. Estas imágenes no corresponden a
seres humanos de jugosa carnita y huesitos materiales, sino a cuerpos
solitarios reducidos a imagen que habla, tiembla, se deja acariciar ella
misma en el vacío virtual, emite gemidos para sí y entra en clímax ante
el frenesí de ese Otro igualmente inmaterial.
La ciencia y la tecnología parecen empeñadas en desaparecer
este umbral fronterizo entre realidad material y virtual, que parecía

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Fernando Cruz Kronfly

insuperable. Entre menos presencia material haya del Otro, menos


sujeción y compromiso. Pero, también, más soledad, más liquidez en
el vínculo (Bauman). Aún así, lo virtual se prefiere a lo material en
este mundo hiper-libertario. Lo decisivo no es que el Otro que asoma
a la pantalla del encuentro sea material. Lo que importa, precisamente,
es que sea inmaterial y permita el desencadenar de sensaciones que el
usuario esté en condiciones de fabricar para sí en el mutuo y transitorio
pacto onanista bilateral.
Estamos ante refinadas ayudas audio-visuales en el terreno de la
carnalidad humana, en esta época histórica en que se ha construido
industrialmente una radical separación entre sexualidad y amor.
Está en marcha un proceso mental inquietante y complejo, que
incluye la emergencia de una nueva subjetividad humana para la carne
en llamas. Los cuerpos humanos materiales no han desaparecido, por
supuesto. Siguen ahí, continúan siendo deseados pero se impone la
tendencia a sustituirlos, así sea ocasionalmente, por cuerpos virtuales
capaces de producir realidad psíquica placentera, sin que el usuario de
los mismos tenga necesidad de correr con el costo de la negociación de
los límites que impone su material presencia. Lo que está sucediendo
es de tal profundidad psíquica y antropológica, que podríamos estar
ante el advenimiento de una nueva subjetividad para lo humano en la
escueta sexualidad e incluso en el amor, cada vez más distantes la una
del otro. Se trata, del tema del Yo unario, radicalmente auto-referido,
en contraste con el Yo binario (Dany-Robert Dufour, 2007) conocido
hasta hoy en esta modernidad que no hace más que redefinirse.
El Yo unario, que procura prescindir del Tú material externo a él en
cuanto más le sea posible, para no entrar en transacciones que erosione
su hiper-autonomía, es un Yo que empieza a preocupar a los especialistas
en “trastornos mentales” de época. Salvo que este tipo de “trastorno”
contemporáneo no sea en realidad una dolencia psíquica, sino apenas
un rasgo que se impondrá como “normal” en el futuro en términos
de la individuación egoista ascendente, cuyas señales se insinúan
desde ahora en el horizonte, a manera de síntomas de una novedosa
subjetividad para el amor y el sexo. En estos asuntos la humanidad ha
cambiado. Estamos en presencia de la subjetividad predominantemente

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DEL AMOR VIRTUAL EN EL MUNDO GLOBAL

auto-erótica propia de nuestro tiempo, capaz de recurrir a un Otro


que, aunque necesario, no se desea que esté ahí, debido a los límites
que su presencia material podría imponer en caso de estarlo.
Hablo de la subjetividad auto-erótica contemporánea, inmersa en
el nuevo mundo de las ayudas audio-visuales de elevada densidad
tecnológica para el placer auto-conseguido.
Sabemos que el Yo humano “normal” se conforma a partir de las
resistencias, transacciones y límites que el Tú, en cuanto Otro, le impone.
La trinidad balanceada de los pronombres parece indispensable, hasta
hoy, para la “sanidad” del Yo en medio de su tambaleante equilibrio
y evanescencia. “Yo, es Tú”. Esta especie de paradoja se torna aún
más desconcertante si tenemos en cuenta que el Yo no es una cosa que
adquirimos para siempre y que una vez lograda jamás nos habrá de
abandonar. No es así. El Yo es evanescente, a cada instante amenaza
con evaporarse de nosotros, porque es algo de lo que sólo tenemos
sensación y certeza en la medida en que no se disuelva por ausencia
del Tú. El Yo es el lugar desde donde se habla a un interlocutor real o
imaginario, presente o ausente, externo o incluso interno, como ocurre
con el “sí mismo” a quien hablamos a partir del legado de Hamlet.
Cuando los secuestrados o los náufragos son sometidos a la supresión
absoluta del Otro, suelen inventarse muñecos o domesticar animales
a quienes dirigir la palabra para no diluirse en la locura por el no uso
de su yo hablante. No hay, pues, Yo sin Tú, aunque ese Tú en el amor
virtual “sobre-moderno” sea una simple imagen detrás de la pantalla
caliente de deseo pero vacía de materia. Hoy vivimos empeñados en
querer reducir al Otro a su más débil expresión. Desaparecerlo para
evitar apegos indeseables, incluso sufrimientos por causa suya. Estamos
en la época de la ética indolora y de la higiene del sufrimiento, donde la
idea del deber y el sacrificio por el Otro declinan (Gilles Lipovetsky: El
crepúscul o del deber, 1994)
Aún así, los seres humanos necesitamos del Otro en casi todo lo
que hacemos, aunque tratemos de sacudirnos de encima los límites a
la libertad y autonomía que impone toda Otredad. Esta reducción de
la Otredad ha sido históricamente gradual. El mundo moderno redujo
al máximo la subjetividad socio-céntrica para dar paso a la hegemonía
de la subjetividad ego-céntrica. Nació así un nuevo sujeto, libre de las
amarras que le imponía la manada comunitaria. El Yo se escindió de

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Fernando Cruz Kronfly

la comunidad, pasó a ser individual y se hizo más fuerte y autónomo


frente al pegante gregario. Este Yo moderno, ego-céntrico, entró en
conversaciones fuertes consigo mismo a partir del Renacimiento.
Lo hicieron Hamlet y Montaigne. De ahí su grandeza. Pero, no sólo
entró en conversaciones auto-referidas, sino en un progresivo proceso
de cuidado de sí, de culto de sí, de auto construcción autónoma y en
extrema libertad frente a la Otredad, hasta desembocar en el sujeto
unario y narciso contemporáneo, global y auto-erótico.
En dicho proceso de ganancia de autonomía a ultranza, des-sujeción
y libertad sin límites, el sexo, pero sobre todo el amor, le terminaron
planteando a este sujeto sobre-moderno la siguiente disyuntiva: el Otro y
sus condiciones y límites pasaron a convertirse en estorbo, en problema
de difícil solución, a menos que ese Otro fuera reducido a la más mínima
expresión material y convertido en una simple imagen mediada por la
pantalla, neutra e higiénica, en medio de una intencionalidad que juega
en todo instante a su desaparición con sólo pulsar un punto trágico en
el teclado. Hablo de la tecla que me permite desaparecer al Otro en el
momento en que lo deseo, en que empieza a amenazar con su “peso”
mi autonomía de vuelo.
Detengámonos ahora en este punto decisivo: La sexualidad, en el
mundo humano, tiene por finalidad casi excluyente el goce, y no la
reproducción de la especie, como con tanta frecuencia por error se
supone. La totalidad de la sexualidad humana apunta al placer, incluida
aquella que se propone un excepcional paréntesis de reproducción. Si
esto es así, como parece, debemos concluir que el goce es perfectamente
legítimo como fin principal de la sexualidad, ya sea en pareja, en trío,
en cuarteto o de manera solitaria, homosexual, bisexual o como sea.
Lo demás es moral sexual, satanización y culpa. Llegados a este punto
crucial, entonces prosigamos:
La pareja son dos, por fortuna, pero también por desgracia, de
manera siempre ambivalente. La pareja “material” es necesaria para
la reproducción, como esperma y óvulo, aunque jamás imprescindible
para el goce. Puede haber goce sin pareja material. El “problema”
del Otro como pareja material o espiritual sigue siendo el asunto a
resolver en términos de relación, hoy agudizado de manera fuerte en la
subjetividad sobre-moderna. Es preciso evitar que el Otro imponga sus

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DEL AMOR VIRTUAL EN EL MUNDO GLOBAL

caprichos, vigilancia y condiciones. Es más cómodo el clímax solitario


en la virtualidad del Otro, más barato, más libre y autónomo sin el
“peso constante” del Otro material. Este tipo de clímax no deja apegos,
historia ni residuos en el campo de los sentimientos. Porque, donde
hay dos, en el acto aparece la amenaza del ojo perseguidor, la tentación
invasora posesiva, el control del tiempo, la servidumbre, la necesidad del
poder negociado, la autonomía recortada, las concesiones, la estorbosa
conquista, la ocupación del territorio soberano. Es decir, brota el amor,
con el correspondiente recorte de la independencia a ultranza y la ruina
de la versión contemporánea de la libertad hedonista sin límites.
El asunto es que la condición sexual humana de todos los tiempos,
se inscribe dentro de los límites reales consistentes en que Yo no tengo
en mi cuerpo y en mi mundo mental lo que el Otro sí tiene y anhelo
disfrutar. Además, el Otro nunca podrá dejar de ser mi espejo. De este
modo, el amor y el sexo imponen al sujeto Unario de nuestro tiempo, la
molestia de tener que hacer concesiones al Otro, a cambio de un trato de
mutuo disfrute de lo que no tiene y en cambio el Otro sí posee. Y, todo
esto, hoy en día, en medio de relaciones mundializadas que se imponen
como pasajeras, líquidas, carentes de apego duradero (Zygmunt
Bauman: Amor líquido, 2007), evanescentes, sin historia, higiénicas en
cuanto sea posible de todo tipo de apego, dolor y sufrimiento. Es decir
insaboras, inodoras, neutras, nómadas del corazón y libres de sujeción.
La escena es para pensarla, porque lo que se entrega en aquello
que llamamos la entrega amorosa, por encima del cuerpo es el Yo y
su aureola de autonomía, que pocos quieren hoy negociar, erosionar,
envilecer por cuenta del peso constante y vigilante del Otro. Pero,
esta necesidad mutua de lo que el Otro no tiene, este loco deseo, este
encuentro de los complementos anatómicos y espirituales que conduce
a placeres maravillosos, empieza a convertirse en un problema para el
sujeto narciso de nuestro tiempo (Guilles Lipovetsky, La era del vacío,
1990). Problema que tiende a resolverse en soledad. Minimizando al
Otro, se reduce el impacto de la dependencia por causa de su presencia,
el apego limitante, la vigilancia, el control, el recorte de las alas, la
interferencia.
La variable de la edad es, en este contexto, fundamental. Los
jóvenes le apuestan a la libertad y a la autonomía a ultranza, sin temor

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a la soledad porque para ellos todavía la soledad no se anuncia en el


horizonte. Lo que amenaza a los jóvenes de nuestro tiempo, en realidad,
no es la soledad sino el vacío de la vida, el sinsentido de casi todo
alrededor. Muchos adultos, por su parte, se arrodillan de terror ante
la soledad no elegida, y terminan arrojando por el suelo sus juveniles
sueños de autonomía y libertad, a cambio de un dedal de compañía.
Aunque, casi siempre, ya sea demasiado tarde.
Lo que se entrega al Otro en la pareja no es, por tanto, de manera
principal el cuerpo sino ante todo el Yo y su autonomía. De esto no somos
siempre conscientes. Las resistencias a la entrega carnal provienen del
Yo, que se niega a diluirse en el Tú invasor, que mientras ama coloniza.
Amar es colonizar el tiempo y el territorio del Otro. Pero ocurre que
el Yo sobre-moderno delira mundos de autonomía. Los animales no
tienen para sí el “problema” de la entrega sexual, porque carecen de
Yo. En ellos sólo obra el instinto con fines reproductivos. Pero, en el
mundo humano, a la zaga del Yo que decide entregarse, se desgaja el
cuerpo en su dulce compañía, se abandona en busca de la “pequeña
muerte” anhelada. Entonces estalla el clímax, si es que estalla, punto
culminante de la entrega a la que el Yo resiste. Las mujeres han hecho
de este “paso” llamado entrega un problema mucho más fuerte que los
hombres, por razones que no son del caso ahora mismo dilucidar. La
cultura, la historia, los roles son parte de la explicación. La “resistencia”
a la entrega ha dado origen a espléndidos tratados sobre la “seducción”,
el cortejo y los rituales de “ablandamiento” al estilo de Casanova. Esta
resistencia proviene del Yo que, al parecer, cuida su dignidad en medio
de las pulsiones que lo agitan y le suben de adentro como una fascinante
tormenta.
En el amor, cuando ocurre en nuestro tiempo, el problema es
aún peor que en la escueta sexualidad, porque a la entrega se agrega
el apego subsiguiente, el afecto que brota, la memoria del otro, la
historia de una existencia compartida, el dolor de la ausencia y, por
ende, a manera de contrapartida, la pérdida negociada de la autonomía.
En el amor, cada quien en la pareja se ve obligado a ceder, tolerar,
comprender, servir, renunciar. Incluso, sufrir. Este tipo de Yo binario
moderno que todavía sobrevive, se encuentra siempre referido al Otro,
es decir al Tú que redondea la pareja que se ama. Lo que caracteriza al
amor en nuestro tiempo, que podríamos llamar de transición, es que se

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DEL AMOR VIRTUAL EN EL MUNDO GLOBAL

ha convertido en un campo de tensiones y contradicciones fuertes entre


la dependencia, los límites y las transacciones que impone la pareja
con su presencia constante, por un lado; y por el otro los sueños de
libertad y autonomía a ultranza que en escenarios de vida de pareja
duradera se ven ordinariamente recortados. Todo lo cual se resuelve
en pactos de transparencia y lealtad, tan frágiles, que las tentaciones
extra-murales los hacen estremecer a cada momento. La espléndida
carne humana anda suelta por doquier y se exhibe en las tabernas,
centros comerciales, playas marinas y universidades, espacios por igual
convertidos en pasarelas para la exhibición de los cuerpos suculentos
convertidos ahora en objeto de especial culto estético. De este modo,
es casi imposible que los pactos de transparencia y de lealtad perduren
inamovibles.
El Yo unario, típico de la sobre-modernidad contemporánea, por
el contrario, no busca en la sexualidad ocasión para generar vínculos
estables, en cuanto se construye y satisface con referencia dominante sólo
respecto de sí mismo y de su goce. No es que el Otro haya desaparecido
del todo, porque es imposible que esto ocurra, sino que el Otro debe ser
lo más ajeno posible a la vida de cada quien, lo más pasajero y liviano,
a pesar de que ese Otro sea, precisamente, el espejo para el reflejo de
su ropa de marca, para su cuerpo convertido en objeto estético donde
su Yo se ha volcado a vivir, para su narcisismo y reconocimiento. El
Otro debe seguir entonces siempre ahí delante para su uso como espejo
al servicio del Yo narciso, pero al mismo tiempo lo más a distancia. Se
trata de una paradoja cargada de ambivalencias: tan cerca y tan lejos
como sea posible, al mismo tiempo.
Estamos en presencia del sujeto contemporáneo y global enamorado
de sí mismo, amurallado en su pellejo más que antes, que hace de su
cuerpo un objeto estético y que busca el placer en solitario mediante
el severo recorte del Otro, que pasa de este modo a quedar convertido
en espejismo virtual capaz de producir “realidad psíquica”. El Otro
pasa a ser sólo ayuda audiovisual, que se puede “eliminar” a discreción
o dejarlo vivo por un tiempo, con sólo pulsar un punto en el teclado
sombrío que conduce de nuevo al vacío inmaterial. Es la ley.

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Y, si acaso surgen conatos de amor a partir de este tipo de encuentro,


de lo cual nadie está a salvo, vendrá el problema. Para evitarlo, es
preciso que ese Otro sea empujado al vacío, desaparecido a voluntad.
Cuanto antes, sin piedad, para evitar el dolor del futuro des-apego y
de su ausencia. El vacío del Otro ofrece innegables ventajas: garantiza
autonomía e independencia. Por el contrario, la ausencia del Otro
produce “saudade”, añoranza, sufrimiento, dependencia. Por esta razón
hablo de vacío hiper-moderno del Otro y no de su ausencia.
No puede negarse, sin embargo, que existen diversas y ricas opciones
en lo virtual, puesto que también hay quienes acuden a estas ayudas
para hallar el amor de sus vidas, en medio de la navegación global
por los espacios inciertos. Mujeres, hombres solitarios que vienen del
fracaso amoroso, que se cuidan de volver a sufrir, presas del miedo o
la vergüenza del cuerpo deteriorado por la enfermedad o el paso de
los años, que se sienten feos o que se encuentran en poder de la baja
autoestima. Este tipo de clientes de lo virtual no son “hiper-modernos”,
ciertamente, sino gentes tradicionales que no se resignan a la soledad
y que se encuentran de antemano dispuestas a recortar su autonomía
de tiempo y movimiento, a cambio de un dedal de amor. Personas
decididas a servir, a renunciar al despliegue de sus alas descoloridas. El
sexo virtual permite, también, la infidelidad inofensiva para las parejas
cansadas, la excitación y el goce en soledad de viudos y separados de
ambos géneros. Existen testimonios conmovedores de uniones felices y
duraderas de todo tipo de parejas, que se iniciaron mediante contactos
virtuales. Hay, pues, de todo en el menú y para todos los gustos, límites,
sueños de autonomía y soledades.
Silvana Mangano y Sofía Loren fueron amadas por mi generación.
Sobre sus fotografías en las portadas de los almanaques nos dormíamos
extenuados como si ellas fueran jugosas muñecas ciertas. Ambas y
algunas otras fueron amadas apasionadamente sin que lo llegaran
siquiera a intuir. No se necesitó jamás que lo supieran. Mucho menos
que se entregaran, que estuvieran ahí para nosotros en su dulce carne
y en sus adorables huesos materiales, para escuchar su murmullo,
conocer su sabor, enloquecernos con su olor a frambuesa y chanel
imaginarios. Fueron nuestras todos los días que lo quisimos sin obtener
jamás permiso para la entrega de su enigmático Yo, que nunca se dio
por enterado. Pero, cada vez que lo fueron, para luego desaparecer, no

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DEL AMOR VIRTUAL EN EL MUNDO GLOBAL

se precipitaron en el vacío sino por el contrario en la ausencia y el


dolor de su pérdida, respecto de un deseo revivido que al día siguiente
las reclamaba con mayor ahínco y afán adolescente. Las añorábamos
y nos hacían falta. Íbamos al cine a verlas mover, a escucharlas gemir
en brazos de otros hombres del primer mundo, porque éramos apenas
colegiales tercermundistas. En ocasiones sus imágenes colgaban de los
muros en calendarios inquietantes. Y desde allí nos coqueteaban, nos
hacían calentar el corazón en las garras del frío solitario de nuestras
vidas inexpertas. No exagero si digo que todavía las amamos. Hoy,
los muchachos abrazan a Natalia París, en el momento en que brota
de las solapas de sus cuadernos como un producto de consumo. La
imaginación pone el resto y el sexo virtual arroja a Natalia París, junto
con su absoluta ausencia de ideas, al congelador de la historia ante el
avance de la tecnología.
Los calendarios, las cartas de las novias y las fotografías del pasado,
también instauraban a un Otro que no estaba materialmente ahí. La
tecnología hizo que todo esto pasara de moda, para ofrecernos ahora
un tipo de realidad aún más viva pero no menos vacía de materia. En
nuestro tiempo, la imaginación debía galopar más fuerte para poner en
movimiento aquellas imágenes quietas, mudas, sin resuello ni dulce
queja. Ahora, sólo basta ver y escuchar lo que ocurre en el vacío de
una pantalla que enseña, en acto presente, un cuerpo lejano que es y
no es al mismo tiempo pero que actúa y se mueve. Aún así, allende
los cuadernos iluminados, los calendarios y las pantallas calientes, los
adolescentes y nosotros mismos estaremos esperando la visita de los
seres humanos de carne y hueso, por fortuna aún no desaparecidos.
Pero el amor virtual se ha metido por la mitad, coexiste con otras
formas de placer y se impone como opción para la inmediatez del
goce que rehúsa cualquier inversión de tiempo y dinero en seducción,
que huye de la continuidad del vínculo que siempre deja su cola de
residuos y saudades. Los ejecutivos y trabajadores, hombres y mujeres
solitarios exhaustos al final de la jornada, tienen a la mano la virtualidad
erótica. Se ofrece como una alternativa a la timidez, a la necesidad del
“ya mismo” y del frenesí del instante, al ahorro de la conquista, a la
infidelidad inofensiva de pura imagen y pensamiento, incluso aupada
por la pareja. La sexualidad virtual sirve para ponerse a salvo del asedio
de un Otro molesto, impertinente, que se apega y se pega como una

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Fernando Cruz Kronfly

lapa al pellejo del libertario que huye de la dependencia emocional,


porque el apego amoroso es costoso y requiere importantes inversiones
de tiempo y constantes cuotas de sacrificio.
Para enfrentar este problema que afecta al sujeto unario auto-referido,
la tecnología facilita el encuentro sin vulnerar la autonomía y libertad.
Aviva, incluso, el erotismo mustio bilateral de la pareja cansada. Sirve
para la infidelidad simbólica de quienes no se atreven a dar el paso en el
mundo real. Está permitiendo, también, la emergencia y la maduración
del sujeto solitario hiper-individualista, dominantemente auto-erótico.
Un sujeto agobiado por el trabajo y la velocidad, sin tiempo para amar
aunque sí para el clímax, y punto.
Veo, sin embargo, por todas partes muchachos que todavía le
apuestan al encuentro fuerte con el Otro. Es decir, al amor. Y asumen
este problema que significa el recorte de las autonomías y las
libertades, como un costo necesario. Negocian y transan los límites,
las interferencias, las intromisiones. Y se hacen el propósito de no
sentir celos ni de fisgonear el uno al otro el buzón del teléfono celular.
Mucho menos, el correo electrónico. Todo esto en hermosos pactos de
autonomía y respeto mutuo. Aunque, de pronto, mucho más pronto de
lo que uno imagina, se precipita la crisis.
El precio de la autonomía y de la libertad a ultranza hiper-moderna
es el vacío, mucho más inquietante que la soledad. Pero, a medida que
se avanza en el fracaso y en las ocupaciones propias del trabajo, sobre
todo en las culturas de los países centrales, el sujeto ya maduro no
quiere saber nada de cualquier tipo de dependencia y recae en lo virtual
en busca de socorro, de agarradero audio-visual, para unas manos que
clavan las uñas en lo que no está pero grita que está en la lejanía de la
pantalla que acude a su llamado. Y, cuando los encuentros amorosos
terminan por alguna razón siendo materiales, lo son por corto tiempo,
en lo posible de manera ocasional y sin prometerse nada a cambio para
el mañana. Todo ocurre como si ambos en la pareja se dijeran: “por hoy,
préstame tu cuerpo que yo te presto el mío”. Se busca el “borrón” de los
recuerdos, la desaparición de los apegos.
Así como en el sexo virtual se navega entre las sombras inciertas en
manos del azar en busca de sensaciones, en el sexo material también se

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DEL AMOR VIRTUAL EN EL MUNDO GLOBAL

navega entre los bares y avenidas en busca de algo que suceda por azar,
no se sabe bien cómo ni de parte de quien, en busca de un romance de
instantes, un encuentro que arroje al Otro después de su uso al vacío
deseado, jamás a su ausencia, de la que todos se protegen. No se trata
siquiera de arrojar al Otro al basurero después de la experiencia vivida,
porque a los basureros se tiran las cosas que algún día importaron, que
en algún momento de nuestras vidas tuvieron sentido. Lo que se busca
es el vacío, la ausencia de historia, el borrón de la memoria donde
ningún rostro pasado aparezca. Lo que se anhela entre las sombras es la
higiene del sufrimiento.

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REVITALIZANDO EL “FORTALECIMIENTO COMUNITARIO”. DISCUSIONES Y APOR-
TES EN TORNO A UN CONCEPTO CENTRAL EN LA PSICOLOGÍA
COMUNITARIA

Héctor Fabio Carmona Cobo

Resumen
Este artículo teórico pretende aportar algunos elementos de discusión en torno al
“fortalecimiento comunitario” como concepto central en la Psicología comunitaria”.
Se revisan y discuten algunas implicaciones sobre el desarrollo del concepto y sus
fundamentos epistemológicos. Así mismo, se proponen elementos para enriquecer su
dimensión metodológica y recuperar la vocación de complejidad que ha orientado la
emergencia y desarrollo del concepto en nuestro contexto latinoamericano.

Palabras clave: Fortalecimiento comunitario; Psicología comunitaria; fundamentos


epistemológicos

Abstract
In this theoretical article there are elements of discussion of “community empowerment”
as a central concept in community psychology. Are reviewed and discussed some
implications on the development of the concept and its epistemological foundations.
Similarly, some elements are proposed to enrich their methodological dimension and
also recover the vocation of complexity that has guided the emergence and development
of this concept in our Latin American context.

Keywords: Community empowerment, Community psychology; epistemological


foundations.

Héctor Fabio Carmona Cobo.


Es Administrador de Empresas, Psicólogo, Magister en Psicología. Coordinador Programa
Académico de Psicología y Docente Universidad del Valle – Sede Buga – Valle del Cauca
– Colombia. Miembro del Grupo de Investigación “Ambiente y Desarrollo Humano”
Universidad del Valle – Sede Buga– Valle del Cauca - Colombia

Recibido: Febrero 15 del 2013


Aprobado: Marzo 22 del 2013

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REVITALIZANDO EL “FORTALECIMIENTO
COMUNITARIO”. DISCUSIONES Y APORTES
EN TORNO A UN CONCEPTO CENTRAL EN LA
PSICOLOGÍA COMUNITARIA
Héctor Fabio Carmona Cobo

Fortalecimiento comunitario y psicología comunitaria. Algunas


discusiones sobre el desarrollo del concepto

Existe un grupo de conceptos que aparecen emparentados entre sí:


empowerment, empoderamiento, apoderamiento, potenciación, fortaleci-
miento. La mayoría de estos conceptos se ha vuelto de uso frecuente en
nuestro medio, bien sea en las intervenciones grupales, comunitarias o
en el ámbito empresarial, incluso ha llegado a ser parte del discurso de
algunos políticos que se muestran interesados en el tema del desarrollo
humano y social.
Han sido numerosos los debates y argumentos académicos orientados
a establecer diferenciaciones entre esta variedad de conceptos que
parecen referir a lo mismo pero que según las diferentes posturas tienen
implicaciones y alcances distintos. Uno de los principales deslindes
argumentales se teje en relación a la noción inglesa de “empowerment”.
Este concepto que emerge en Estados Unidos, tendría unos desarrollos
y alcances particulares propios de las condiciones y exigencias sociales
de la realidad norteamericana. A este respecto, Vázquez (2004, p. 44-
45) comenta cómo “el empowerment ha respondido desde sus inicios
a una lógica individual, a una concepción particular del poder, y a una
contextualización muy específica dentro de la cultura estadounidense”.
Además, aunque un concepto tenga importantes repercusiones suele
suceder que muchos de los mismos procesos a los que alude ya están

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Héctor Fabio Carmona Cobo

siendo utilizados implícitamente o abordados bajo otra denominación;


Montero (2004a p.6) nos recuerda que “ya hace tres décadas que en la
psicología comunitaria latinoamericana se implementan las prácticas que
suelen ser incluidas en el concepto”.
Idénticas críticas se hace a los conceptos que parecen asumir
una traducción literal de “empoderamiento”: Nociones como las de
“apoderamiento” o “empoderamiento”, estarían más asociadas a la idea
de “dar poder”, hacer poderoso al otro”, “dominar algo” o “hacerse
fuerte”, entre otras (Montero 2004a).
Si bien es cierto que el concepto de “empowerment” propició
importantes desarrollos al interior de la psicología comunitaria, también
lo es, el hecho de que esta disciplina está orientada a comprender la
realidad particular de las comunidades con las que trabaja y en este
sentido debe generar desarrollos teóricos particulares que permitan
hacer lectura del contexto que le es propio. Por estar razones para evitar
los usos descontextualizados del término y las imprecisiones semánticas
Montero (2003) propone la acepción de “Fortalecimiento comunitario”
la cual define como:
el proceso mediante el cual los miembros de una comunidad (individuos
interesados y grupos organizados) desarrollan conjuntamente
capacidades y recursos para controlar su situación de vida, actuando
de manera comprometida, consciente y crítica, para lograr la
transformación de su entorno según sus necesidades y aspiraciones,
transformándose al mismo tiempo a sí mismo. (p. 72).

El fortalecimiento comunitario aludirá a un conjunto de procesos de


central interés para la Psicología Comunitaria, si tenemos en cuenta que
el núcleo de trabajo de esta disciplina sería el estudio de los factores y
procesos psicosociales orientados a “desarrollar, fomentar y mantener
el control y poder que los individuos pueden ejercer sobre su ambiente
individual y social para solucionar problemas que los aquejan y lograr
cambios en esos ambientes y en la estructura social”. (Montero 2003.
p. 32). Como puede leerse de esta definición, la acción transformadora
de los individuos en comunidad y el poder que los faculta para este
accionar, centran el interés de la disciplina lo que convierta a la categoría
de “fortalecimiento” una herramienta conceptual de incalculable valor.

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Revitalizando el “foRtalecimiento comunitaRio”. discusiones y apoRtes en toRno a un concepto centRal en la psicología comunitaRia

No sobra mencionar que los procesos o fenómenos que engloban


el interés de la psicología comunitaria no se agotan en la categoría de
“fortalecimiento”, pues al igual, desde esta disciplina interesaría también
estudiar aquellos factores y procesos que por el contrario obstaculizan
el desarrollo y bienestar así como otros que desde una perspectiva
psicosocial permiten comprender las dinámicas individuales, grupales y
colectivas que entran en juego en los procesos de desarrollo comunitario.

Fundamentos paradigmáticos del Fortalecimiento comunitario

El “fortalecimiento comunitario” no puede verse sin más como un


concepto que guía la práctica de intervención comunitaria o como una
categoría descriptiva de procesos a estudiar o desarrollar en un contexto
social determinado. Comprender los alcances de este concepto implica
prestar atención a las raíces epistemológicas y ontológicas que lo
soportan pues todo concepto con alcances teóricos y metodológicos
está inscrito en marcos de interpretación más amplios desde donde
deriva sus sentidos.
En principio, es necesario comprender los fundamentos mismos
sobre los que se estructura la psicología comunitaria como disciplina
que alberga a este concepto. Si bien la psicología comunitaria
alcanza sus primeras elaboraciones conceptuales y disciplinares en
Norteamérica, en el contexto latinoamericano puede identificarse un
desarrollo propio fundamentado en prácticas que, aunque bajo otras
denominaciones, ya albergaban los principios y características que
configuraban su identidad. Como comenta Montero “ya en América
Latina, sin apelar a la denominación, pero con un claro adelanto
metodológico, desde fines de la década del 50 (entre 1957 y 1959),
se venían realizando aisladamente, silenciosamente, como suele ocurrir
en la región, desarrollos comunitarios interdisciplinarios, en los cuales
están presentes todas las características que veinte años después pasan
a definir a la psicología comunitaria”. (1984, p.389).
La psicología comunitaria en Latinoamérica surge como una
respuesta a problemas y necesidades propias del contexto tales
como el subdesarrollo y los problemas de dependencia de los países
latinoamericanos (Montero, 1984). También marca su origen, el
interés por superar la psicología tradicional positivista e individual a

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141
Héctor Fabio Carmona Cobo

la cual se cuestiona la fragmentación de su objeto de estudio, la falta


de una perspectiva histórica, la falta de interdisciplinariedad, su escasa
sensibilidad a las variables culturas y su poca relevancia social, entre
otras. (Serrano García y otros 1992, citado por Parra 2008).
Desde esta lectura, es posible afirmar que la psicología comunitaria
encuentra sus orígenes dentro de una perspectiva paradigmática dialéctico-
crítica en la que se reconoce el rol de liberación o dominación que puede
jugar el conocimiento científico en tanto que producto social vehiculado
por instituciones académicas y grupos sociales con intereses sociales. Bajo
esta visión, los teóricos que desarrollan la disciplina en Latinoamérica
reconocen su rol político y compromiso social. Desde este paradigma
de pensamiento e investigación “se introduce la ideología de forma
explícita, ante lo falso de estimar la neutralidad de las ciencias. [Se] trata de
desenmascarar la ideología y la experiencia del presente, y en consecuencia
tiende a lograr una consciencia emancipadora, para lo cual sustentan que
el conocimiento es una vía de liberación para el hombre”. (González
2003 p.133). Esta orientación paradigmática señalada como predominante
desde luego no excluye los posibles productos teóricos y metodológicos
desarrollados con distintos matices. (Para una aproximación a esta
diversidad de aportes y perspectivas teóricas en la psicología comunitaria,
ver Montero 1984).
Siguiendo este orden de ideas, la realidad y el conocimiento social
al ser un producto histórico están mediados por el contexto. Las
condiciones que experimentan los grupos sociales no son productos
exclusivos de sus particularidades psicológicas, individuales o grupales
sino que están dialécticamente articuladas a relaciones sociales definidas
históricamente en las que entran en juego valores, intereses económicos,
políticos y sociales. Bajo este marco de comprensión es que se entiende
la distancia que toman diferentes teóricos, frente a las orientaciones
individualistas –principalmente norteamericanas– desarrolladas también
como psicología comunitaria. En relación a esto, se comprende ahora
mejor cómo el concepto de “fortalecimiento comunitario” es desarrollado
tomando distancia de otras posturas que comprenden el fortalecimiento,
– la potenciación o el empoderamiento, según se argumente– como un
proceso principalmente centrado en lo individual.

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El “fortalecimiento comunitario” interesa como constructo teórico


en tanto es orientador de una praxis, en tanto guía la investigación y la
intervención a nivel comunitario. Su riqueza está entonces articulada al
fundamento disciplinar desde donde es abordado. El fortalecimiento
entendido como un conjunto de procesos que se generan en la dinámica
de interacción psicosocial de los sujetos, será abordado de esta manera,
desde una lectura crítica que reconoce los múltiples entornos de relación
de los que participan simultáneamente los individuos, que comprende de
manera dialéctica las tensiones siempre presentes entre lo individual y lo
colectivo. El fortalecimiento comunitario, sin desconocer la dimensión
individual de los sujetos y sus relaciones intersubjetivas, comprenderá las
diferentes tensiones y relaciones que emergen de la actividad cotidiana de
las personas en su interacción con el mundo, reconociendo las asimetrías,
los intereses en pugna, los vínculos positivos y demás relaciones propias
de la interacción cotidiana.
La realidad, bajo estas consideraciones, no puede ser concebida como
algo estático; por el contrario es concebida como una construcción social
generada en el complejo entramado histórico. La realidad es el producto
de los consensos y conflicto desplegados por las distintas fuerzas sociales.
Si se reconoce la existencia de grupos y clases sociales con diferentes
intereses sociales, los distintos sujetos deben ser concebidos como actores
sociales con capacidad de incidencia y transformación en el escenario
social. A la par que se reconoce la existencia de discursos hegemónicos
que construyen e instauran realidades, se reconoce a la vez la posible
emergencia de discursos, organizaciones sociales y formas de existencia
alternativos. Estudiar o promover el fortalecimiento comunitario, será
desde esta perspectiva reivindicar las posibilidades de las comunidades
y grupos humanos a desarrollar formas mejores de habitar y convivir, a
reclamar su legítimo derecho a cohabitar los espacios sociales desde su
mirada particular, a exigir el reconocimiento como ciudadanos y actores
sociales, a generar consensos pero a su vez poder expresar sus diferencias.

Las implicaciones metodológicas del fortalecimiento comunitario.


Más allá del manual

Planteado lo anterior, puede comprenderse cómo ante el


fortalecimiento comunitario es posible generar un doble abordaje:

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Héctor Fabio Carmona Cobo

bien sea como proceso a estudiar y como proceso a intervenir. En


otras palabras, el fortalecimiento comunitario puede concebirse como
un conjunto de procesos susceptibles de ser estudiados a la vez que
promovidos. Si la psicología comunitaria centra su atención en los
procesos bajo los cuales las personas en comunidad logran promover
y desarrollar su capacidad de mejorar y transformar su realidad, es
claro que su abordaje no se hace solo desde la mirada del investigador-
observador, sino desde un genuino interés del profesional que interviene
tanto por comprender y facilitar la autocomprensión de la realidad como
de promover el desarrollo autónomo de los procesos de la comunidad.
Tomando esto en consideración es posible destacar las siguientes
características e implicaciones metodológicas bajo las cuales se concibe
el fortalecimiento comunitario:
• Puede entenderse como un producto y como un proceso a la vez.
Como producto o resultado es posible estudiar la forma actual
bajo la cual se expresa el fortalecimiento entre los miembros
de una comunidad, permiten “estudiar las consecuencias
que se han producido en función de los intentos que se han
realizado por tener un mayor control” (Musitu y Huelga
2004, p.104). Como proceso, pueden estudiarse las acciones,
habilidades o conocimiento que en un momento determinado
se encuentran promoviendo o desarrollando los individuos y
comunidades en relación a su fortalecimiento. Cuando se habla
de la potenciación como un proceso más precisamente a lo que
refiere es a un conjunto de procesos complejos que actúan de
manera simultánea e interdependiente. Esta distinción tiene
principalmente propósitos analíticos. Según Silva y Loreto
(2004 p. 31) “la diferencia entre proceso y resultado es difícil
de establecer en términos objetivos, desde afuera, como agente
externo y en términos absolutos. Pero pensamos que es útil y
posible realizar una distinción analítica, definida desde los
actores sociales mismos que establecen, desde su perspectiva
subjetiva, el tipo de metas hacia las que se encaminan y ante las
cuáles evalúan los resultados”.
• La forma en que es enfocado el fortalecimiento debe adoptar
una perspectiva compleja y ecológica, no tomar en cuenta solo

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los niveles individuales, grupales y comunitarios, sino que debe


tomar en consideración la forma en que estos diferentes niveles
interactúan entre sí. Además toma en consideración los niveles
macrosociales y demás elementos del contexto que intervienen
en la realidad de la comunidad.
• El fortalecimiento comunitario es pensado desde un carácter
positivo, no se centra en los problemas y su solución sino en la
capacidad de las personas para hacerles frente. Como plantean
Musitu y Huelga (2004, p.99) “desde una acción preventiva se
trata de promover y movilizar los recursos y potencialidades
que posibiliten que personas, grupos o comunidades adquieran
dominio y control sobre sus vidas”. No sólo se trataría de que las
personas identifiquen sus recursos disponibles sino que además
puedan apropiarlos, gestionarlos.
• En consonancia con lo anterior, adopta la perspectiva de la
comunidad. Al ser su eje central la búsqueda de control que las
personas tienen sobre su vida y su entorno, es desde estás desde
donde se evalúan los procesos y resultados de la potenciación.
No son los logros materiales o los resultados externos los que
permiten dar cuenta del fortalecimiento, es la apropiación de
habilidades, conocimientos, destrezas, capacidades, etc. las que
constituyen sus indicadores y son las autoevaluaciones y toma
de conciencia sobre sus propios procesos la forma en que estos
se validan.
• Al tomar la perspectiva de la comunidad una implicación
importante de los procesos de investigación e intervención en
relación al fortalecimiento comunitario, es el respeto por las
dinámicas propias de las comunidades, lo que en extensión se
podría considerar como respeto a la diversidad cultural. No
existen cánones universales para considerar el desarrollo de un
proceso como el ideal, cada proceso debe ser evaluado desde
las particularidades de cada comunidad o grupo social. De
allí que el interventor-investigador debe estar en capacidad de
leer la historia, los sentidos y prácticas culturales, las formas
de valoración y de actuar propias de cada escenario. Es desde
estos sentidos construidos de manera particular desde donde
cada proceso de fortalecimiento toma su razón de ser.

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Héctor Fabio Carmona Cobo

• Articuladas a las anteriores consideraciones, se desprende un


rol particular para el investigador-interventor en función del
fortalecimiento. Su participación debe superar la concepción
tradicional de experto, en lugar de este debe reconfigurarse al
de “facilitador”. Como no es la resolución de un problema el fin
en sí mismo sino la maduración de facultades en las personas, el
profesional debe desde el principio de su participación generar
que el papel protagónico lo asuman los directos involucrados
en la situación. La activación de un proceso autónomo,
autogestionada, de la conciencia de su propia realidad por parte
de las personas, deben ser los indicadores de éxito en proceso de
acompañamiento orientado al fortalecimiento.
Complementario a estas características es importante comentar
cómo el abordaje del fortalecimiento comunitario en tanto investigación
e intervención se sincroniza perfectamente con metodologías como
las de la investigación acción participante (IAP). En esta orientación
metodológica se encuentran perfectamente articulados los rasgos que
hemos destacado anteriormente. Como señala Contreras (2002, p.10)
en el desarrollo de la IAP se han mantenido tres elementos centrales: “a)
el ser una metodología para el cambio; b) el fomentar la participación y
autodeterminación da las personas que la utilizan, y c) ser la expresión
de la relación dialéctica entre conocimiento y acción.”
Desde lo epistemológico se replantea la relación convencional
sujeto-objeto, dando paso a una relación horizontal en la cual la teoría
o conocimiento sobre la realidad de la comunidad se elabora, orienta
y convalida colectivamente. En estos términos lo plantea Contreras
(2002, p.12): la Investigación Acción Participativa concede un carácter
protagónico a la comunidad en la transformación social que necesita, y el
problema a investigar es delimitado, atendido, analizado y confrontado
por los propios afectados. El rol del investigador vendría a ser el de
dinamizador y orientador del proceso, con lo que se tendería a revertir
la dicotomía sujeto-objeto, produciéndose una relación de cohecho
entre el grupo o comunidad y el equipo de investigación.
La IAP da tanto valor al conocimiento que se aporta desde el
plano académico como el que se aportan las personas con la cuales se
trabaja. Se destaca como un principio en la IAP: “la incorporación del

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conocimiento popular al proceso de investigación, en todas sus facetas”


(Montero, 2006 p.173). Se busca que cada una de estas dos esferas de
conocimiento se complemente y aporte mutuamente. Como plantea
Montero la IAP rompe con la separación establecida entre ambos tipos
de conocimiento, puesto que socializa los que provienen de la ciencia e
incorpora los que aportan los agentes internos”. (Montero, 2006 p.174).

Hacia la reconstrucción de una mirada compleja del Fortaleci-


miento

Revisados el concepto, los fundamentos y las principales


características del “fortalecimiento comunitario” debemos preguntarnos
ahora sobre los componentes o procesos que lo conforman. Se ha
comentado ya que el fortalecimiento comunitario es un proceso
complejo que está integrado a su vez por varios procesos que si bien
guardan una articulación entre sí pueden ser abordados de manera
relativamente independiente. Su interdependencia va a significar que las
fortalezas o limitaciones que se presenten en alguno de estos procesos
incida seguramente sobre lo que ocurre en los otros. Como expresa
Maya (2004 p. 198) “el hecho de que se dé potenciación en un nivel no
significa necesariamente que se dé en los otros dos. Sin embargo, los
tres niveles son interdependientes y resulta de interés valorar cómo se
relacionan entre sí”.
Zimmerman (2000, citado por Musitu y Huelga 2004) plantea que
estos procesos o resultados del fortalecimiento son susceptibles de
ser abordados en tres niveles de análisis: individual, organizacional,
comunitario. Aunque Zimmerman no precisa el concepto de “nivel”,
Silva y Martínez (2004 p.33) proponen entenderlo como “una unidad
de análisis que tiene sus metas, recursos, procesos, interacciones
y un contexto en el que está inmerso. Pueden ser individuos, una
organización, una comunidad geográfica. (…).
Estas autoras también realizan una diferenciación importante entre
el concepto de “nivel” y el de “entorno” con el cual puede llegar a
confundirse. A este respecto plantean que “cada nivel del agregado
social experimenta sus procesos de empoderamiento en uno o varios
contextos estructurales que lo enmarcan y que le ofrecen mayores o
menores oportunidades de desarrollo.” (Silva y Martínez 2004 p.33).

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Héctor Fabio Carmona Cobo

Desde la propuesta de Zimmerman (2000, citado por Musitu y


Huelga 2004), en el nivel individual se deduce que la unidad de análisis
son los individuos. A este nivel se generarán procesos orientado a
alcanzar habilidades como las de toma de decisiones, manejo de
recursos o trabajo en equipo. A nivel organizativo, pueden observarse en
la dinámica grupal fortalezas como la capacidad para tomar decisiones
colectivas, compartir responsabilidades y liderazgos. Por su parte en
el nivel comunitario pueden generarse potencialidades como las de
empleo de recursos comunitarios o la capacidad de generar y activar
relaciones con agentes externos de la comunidad (véase Tabla 1).
Tabla 1. Procesos y resultados de la potenciación según niveles de análisis

Proceso de potenciación Resultados de la potenciación


Niveles de análisis
(empowering) (empowered)

•Aprendizaje de habilidades para • Sentido de control


la toma de decisiones •Conciencia crítica
Individual
•Manejo de recursos •Comportamiento participativo
•Trabajar con los demás

•Oportunidades en participar en •Competencia efectiva en manejo de


la toma de decisiones recursos
Organizacional • Responsabilidades compartidas • Redes de trabajo: coaliciones entre
•Liderazgo compartido organizaciones
• Influencia política

• Acceso a recursos de la • Coaliciones organizacionales


comunidad • Liderazgo plural
Comunitario •Apertura de estructuras • Habilidades participativas de los
mediadoras residentes en la vida comunitaria
• Tolerancia a la diversidad

Fuente: Zimmerman 2000, citado por Musitu y Huelga 2004 p.105

En los diferentes niveles es posible observar procesos más


específicos. A nivel individual Zimmerman (2000 citado por Silva y
Martínez 2004 p. 33) postula la existencia de procesos como el locus
de control, la autoeficacia, motivación a ejercer control en los ámbitos
personal, interpersonal y sociopolítico, la comprensión del entorno
sociopolítico y los esfuerzos por ejercer control sobre él. En este sentido

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se concibe cómo el fortalecimiento o potenciación individual incorpora


tanto elementos cognitivos, como motivacionales y comportamentales.
Desde este modelo es posible distinguir el fortalecimiento de otros
conceptos similares; se entenderá por ejemplo, que la autoeficacia sería
sólo un proceso o componente de un proceso mayor de potenciación
psicológica (Maya 2004).
La propuesta de Zimmerman si bien resulta bastante útil en tanto
conceptualiza y permite abordar diferentes procesos de interés, está
principalmente centrada en el nivel individual. Para Maya (2004
p.200) “este modelo sólo hace referencia al nivel individual, (…) los
niveles organizacional o comunitario requerirían para su definición
de otros indicadores específicos. En relación al nivel organizacional
Zimmerman (2000 citado por Silva y Martínez 2004 p. 34).plantea
que las “organizaciones que proveen oportunidades a las personas de
ejercer control sobre sus vidas son organizaciones empoderadoras”,
y “como comunidad empoderadora, (…) se puede entender como las
oportunidades ofrecidas por la comunidad local a los individuos, es
decir, contexto empoderador de individuos”.
Zimmerman aborda los niveles organizativo y comunitario en
función de su carácter potencializador del nivel individual. Si bien
esta relación es válida, también es posible y necesario ir más allá de
esta concepción y reconocer los grupos y comunidades como formas
sociales en sí mismas potencializables o fortalecidas. Como bien
señalan Speer & Hughey (1995 citado por Silva y Martínez 2004 p. 34)
“organizaciones empoderadoras sirven como contextos para desarrollar
empoderamiento individual, mientras que organizaciones empoderadas
ejercen poder social.
En el sentido anterior es que se han generado críticas a la orientación
individual del empowerment, concepción que sin desconocer niveles
de interacción en otros contextos, subordinan estas otras realidades a
la dimensión individual. En sintonía con esta preocupación, Montero
(2003) realiza un llamado para que no se pierda de vista la articulación
de los niveles. A este respecto señala que “los factores que integran
ese nivel [individual] de fortalecimiento necesitan desarrollarse y
ponerse en práctica en un contexto social y en función de un colectivo
específico” (p.72), y recuerda cómo la “participación y fortalecimiento

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Héctor Fabio Carmona Cobo

psicológico están asociados con el desarrollo del fortalecimiento en


general” (p.76).
Montero (2004a p.7) presenta una perspectiva integradora más allá
de los niveles descritos. A este respecto señala que el fortalecimiento es
“un proceso tanto personal como comunitario, pues comprende tareas
complejas realizadas en situaciones complejas, mediante relaciones
colectivas, que se realizan colectivamente, que suponen, como en todo
proceso comunitario, relaciones con los otros. Esta autora (Montero,
2004a), sin alejarse de lo ya mencionado, propone un conjunto de
procesos que deberán abordarse a la hora de estudiar o promover el
fortalecimiento comunitario. Estos procesos son los siguientes:
La participación, sin la cual no puede fortalecerse una comunidad; la
conciencia que permite superar las formas de entendimiento negativas
y desmovilizadoras tales como la alienación, la ideologización y la
pasividad; el ejercicio del control por parte de la comunidad; el poder,
que acompaña al control; la politización consideradacomola ocupación
del espacio público y la conciencia de los derechos y deberes inherentes
a la ciudadanía. (…) La autogestión que supone la involucración
directa de las comunidades en sus procesos de transformación (…); el
compromiso, que imprime a la acción el respeto y consideración por
los otros, por la comunidad y por sí mismo; la evolución y crecimiento
individual que permite emplear las propias capacidades, generando
nuevas expresiones y desarrollando las que se tienen en función de los
intereses comunitarios que benefician a todos. Y finalmente una forma
de identidad social que supone una identidad comunitaria marcada
por lo que se conoce en la literatura como sentido de comunidad. (la
negrilla es mía). (p. 6-7).

Se podrá notar que todos estos componentes o procesos se


retroalimenta unos a otros y por tanto, si bien puede abordarse
analíticamente de forma particular, en un estudio o intervención en
los que se desee dar cuenta de manera compleja del fortalecimiento
comunitario, será preciso tener en cuenta la forma en que interactúan y
refuerzan entre sí.
El fortalecimiento comunitario como constructo teórico se
constituye en una importante posibilidad de contribuir al desarrollo de
una psicología social mas válida y contextualizada, Esta perspectiva
brinda la posibilidad de recuperar la riqueza compleja de importantes

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conceptos desarrollados en la historia de la disciplina, pero que por


características propias de sus orientaciones han fragmentado de alguna
manera la dimensión de la realidad. Es el caso de conceptos de gran
valor como el de autoeficacia o agenciación, los cuales según Bandura
en colaboración con otros autores considera que “la investigación sobre
los efectos de la eficacia percibida ha estado mayoritariamente dirigida
al ejercicio de la agencia individual” (Fernández-Ballesteros, Diez-
Nicolás, Caprara, Barbaranelli, y Bandura, 2004 p. 68).. Tal reflexión,
resulta muy significativo viniendo de alguien que desde décadas atrás
fuera uno de los autores fundamentales en el desarrollo teórico derivado
de dichos conceptos. Su invitación resulta más que estimulante.

Bibliografía y Referencias:

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revisando sus metodologías y sus potencialidades. En Durston, J. &
Miranda, F. (Compiladores): Experiencias y metodología de la investigación
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16, Nº 003. pp- 387-400. Fundación Universitaria Konrad Lorenz: Bogotá
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Héctor Fabio Carmona Cobo

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. (2004c) Relaciones entre psicología social comunitaria,
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diciembre, 2009, pp. 615-626. Pontificia Universidad Javeriana: Colombia
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(empowerment)». En: Musitu Ochoa G., Herrero Olaizola J., Cantera
Espinosa L. & Montenegro Martínez M. Introducción a la Psicología
Comunitaria. Ed. UCO. 2004. Barcelona. España
Parra, M (2008). La psicología comunitaria en América Latina. Revista
«Poiésis». FUNLAM. Nº 15 - Junio de 2008. Disponible en: http://www.
funlam.edu.co/poiesis
Silva, C. y Martínez, M. (2004). Empoderamiento: proceso, nivel y contexto.
Revista Psykhe, noviembre, año/vol. 13, número 002. pp. 29-39. Pontificia
Universidad Católica de Chile: Santiago, Chile
Vázquez, C. (2004). Refortalecimiento: Un Debate con el Empowerment.
Revista Interamericana de Psicología. Vol. 38, Num. 1 pp. 41-51. Sociedad
interamericana de psicología: Puerto Rico.

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LA SOCIOLOGÍA COMO OCUPACIÓN PROFESIONAL: ENTRE EL SER Y EL QUEHA-
CER EN LA DIVERSIDAD

Jhonn Jairo Jaramillo Gómez

Resumen
Este documento describe el lugar de la sociología y el quehacer del sociólogo en el
campo de las ciencias sociales en un contexto diverso y cambiante, donde las realidades
sociales y culturales ubican a la sociología como una ocupación profesional dada su
misión con la sociedad, su papel con la transformación social y la postura critica,
denunciante y alternativa frente a las políticas hegemónicas. Para ello, el rastreo
bibliográfico sobre la sociología y su relación con su historia como disciplina científica
a partir de su estudio sobre si misma, la aplicación y uso de metodologías para el
desarrollo de sus investigaciones donde transdisciplinariedad permite el conocimiento
de otros saberes y realidades que dinamizan y visibilizan un mundo intercultural.

Palabras Claves: Sociología, quehacer del sociólogo, ocupación profesional.

Abstract
This document describes the place of sociology and the work of the sociologist in the
field of social sciences in a different and changing context, where social and cultural
realities located sociology as a professional occupation because of their mission to
society, its role social transformation and critical stance, denouncing and alternative
to the hegemonic policies. For this, the tracing bibliography on the sociology and
its relationship with its history as a scientific discipline from his study of itself, the
application and use of methodologies for the development of their researches where
Transdisciplinarity allows knowledge of other knowledge and realities streamline and
make visible a cross-cultural world.

Key words: sociology, sociologist job, professional occupation.

Jhonn Jairo Jaramillo Gómez.


Es sociólogo de la Universidad del Pacífico, Buenaventura (Valle del Cauca –
Colombia). Estudiante de tesis de la Maestría en Historia, Integrante del grupo
de Investigación Cununo de la Universidad del Valle Cali. Profesor en las áreas de

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las ciencias humanas y sociales, integrante del Grupo de Investigación en Ética y
Política de la Universidad del Valle sede Buga.

Recibido: Febrero 15 del 2013


Aprobado: Marzo 22 del 2013
LA SOCIOLOGÍA COMO OCUPACIÓN PROFESIONAL:
ENTRE EL SER Y EL QUEHACER EN LA DIVERSIDAD
Jhonn Jairo Jaramillo Gómez

Presentación
Ni la bestia ni Dios se plantean problemas.
La una porque no piensa y el otro por ser
omnisciente. Pero para nosotros, mortales
humanos, es la vida laberinto y duda, porque
nos encontramos a media agua: partimos de
un saber que en buena parte es ignorancia.
Rodolfo de Roux, Elogio de la incertidumbre.
Bogotá, 1986.

El planteamiento central de este documento consiste generar dos


líneas de reflexión a partir de la siguiente hipótesis: con los cambios
(políticos, jurídicos, culturales, económicos y sociales) que generó la
Constitución de 1991, el quehacer sociológico pasa de ser un oficio
a ser una ocupación profesional, por la forma como asume desde la
transdisciplinariedad la nueva configuración de la sociedad y el Estado.
Es decir, que además de superar la postura ecléctica, se reconoce un
fenómeno de la interculturalidad en que la visibilización y la inclusión
de grupos sociales, étnicos, religiosos enriquecen no solo la diversidad
y la participación del individuo en la construcción de una sociedad
equitativa, sino que lucha por abrir espacios que garanticen una justa
convivencia entre las diferencias.
Para llevar a cabo el desarrollo de este planteamiento se tuvo en
cuenta las reflexiones sobre los estudios previos, es decir, sobre
como la sociología se ha estudiado así misma y desde allí plantear
su transformación al abordar las nuevas realidades; de igual manera

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155
Jhonn Jairo Jaramillo Gómez

los métodos de investigación en el campo de la sociología y algunas


interpretaciones sobre la cultura y la transdisciplinariedad como hechos
para establecer y restablecer los puentes dialógicos entre las ciencias
formales y los saberes producidos en distintas realidades. Desde allí, se
considera como un punto básico en el estudio, para ubicar la sociología
como ocupación, que el sociólogo experimente y transforme la realidad
social, que supere sus interpretaciones y análisis del la sociedad y
genere estrategias y alternativas de acción.

Estudios Previos: Un camino para tomar impulso a nuevas


realidades
Una primera línea de reflexión consiste en la homotemática,1 que
tiene que ver con estudiarse a sí misma y en esa dinámica conocer
diferentes estudios, autoestudios y balances sobre la sociología como
disciplina científica en el marco de las ciencias sociales y humanas,
inicialmente en el campo nacional y finalmente en el internacional. En
este sentido, es importante anotar que la sociología ha desarrollado de
manera permanente diferentes estudios temáticos, desde la política,
la educación, la cultura y en ellos se ha profundizando permitiendo
la creación de líneas de investigación al interior de la comunidad
científica nacional, a través de la aplicación de modelos investigativos
disciplinarios e interdisciplinarios.
Así, se encontraron varios estudios distribuidos de la siguiente
manera: Fernando Uricoechea: ¿Qué pasa con la ciencia social en
Colombia?(1980) y “La profesionalización académica en Colombia”,
(1999) donde se hace un esbozo sobre los aportes de la ciencia social, su
tradición científica, sus inconvenientes de tipo ideológico, metodológico
y de recursos para llevar a cabo las investigaciones. Mientras que
Emilio Quevedo editó un libro sobre la “Historia Social de la Ciencia
en Colombia” y Jorge Hernández escribe un texto sobre “Dos décadas
de Sociología en Colombia”, que más adelante complementaria con el
“Transcurso General Sociología en Colombia. De igual manera, publica
varios documentos relacionados con la Sociología en la Universidad
el Valle: “Hacer Sociología en Colombia: “El primer cuarto de siglo
en la experiencia de una comunidad académica” para la Asociación
1
PAGES, Robert. “Sociología del Trabajo y Ciencias del Hombre”. En: TRATADO DE
SOCIOLOGIA DEL TRABAJO. Fondo de Cultura Económica. México 1963. Pág. 96

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La sociología como ocupación profesional: entre el ser y el quehacer en la diversidad

Colombiana de Sociología y “Las Mutaciones del Programa de


formación de Sociólogos en la Universidad del Valle”.
En este mismo sentido, en las memorias del III Congreso de
Sociología realizado en Bogotá 1980 se publican varios textos
como: “El Departamento de Sociología de la Universidad Nacional
y la tradición Sociológica en Colombia” por Gonzalo Cataño. “Las
actividades del Sociólogo en Colombia” por Carlos Ocampo. Además
la Asociación Colombiana de Sociología presenta un documento sobre
“La Sociología en Colombia, Balance y Perspectivas”.
Mientras que en 1969 Gabriel Restrepo pública “Neocolonialismo
y Sociología en Colombia: un intento de respuesta”, (1988) “El
Departamento y la Facultad de Sociología entre 1959 y 1966” en la
Revista Colombiana de Sociología y recientemente. “Peregrinación en
pos de omega” (2002)
En la misma línea, Álvaro Camacho se manifiesta sobre el tema de la
Sociología y los Sociólogos en Colombia, escribiendo una monografía
que denominó “Hacer Sociología en Colombia” (1982). Continúa en
su estudio presentando en 1986 un libro sobre “La Colombia de hoy.
Sociología y sociedad”. Y en compañía del profesor Jorge Hernández
escriben un documento sobre “Que sabemos, que no sabemos y por
qué: un intento de evaluación de la investigación Sociológica en
Colombia en la década de los ochentas” (1990). Además, presenta en
el Boletín socioeconómico del Cidse (Univalle) un discurso que llamo
“La despedida” (1991). De igual manera sirvió de compilador de
varios textos sobre la Sociología colombiana. En todos sus textos
hace referencia al papel de la Sociología en Colombia y sus aportes y la
función que cumple y debe cumplir los Sociólogos.
Sobre la sociología en Colombia el texto de mayor ampliación y
de mayor conocimiento es: “La Sociología en Colombia” (1986) de
Gonzalo Cataño. El cual hace reflexiones alrededor de los interrogantes
¿qué es la sociología?, ¿cómo y desde cuándo se ha desarrollado en
Colombia?
Entre otros muchos documentos se encuentran “La Sociología como
profesión” editado por el comité de impulsos de la Universidad de
Antioquia, en el cual se expresan diferencias de formación de acuerdo

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al perfil de las universidades públicas, privadas, cristiana, laicas y


sobretodo de sus aportes en el aspecto de trabajo teórico y práctico en
las zonas cercanas de Antioquia.
Con relación a los aportes de autores extranjeros que han tomado
la sociología y su oficio como objeto de estudio se encuentran Pierre
Bourdieu, Friedmann, Naville,Alaín Touraine, Parsons, Merton y Nobert
Elías que aportan elementos para pensar la sociología y su quehacer.
Además de autores complementarios como De Venanzi quien presenta
un estudio sobre la sociología como profesión, William J. Goode y
Bernard Barber quienes dan las pautas del por qué una profesión es una
profesión y no un oficio o una ocupación, Juan José Castillo, Robert
Castel que recogen elementos de la sociología del trabajo en la sociedad
contemporánea para estudiar la vida laboral.
Hay varios autores contemporáneos que además de preocuparse por
el tema de la sociología y los sociólogos, ha contribuido teóricamente,
dando claves y modelos para enmarcar el tema de la sociología como
ocupación profesional. Así, en Parsons encontramos el ensayo “Some
problems confronting socioloy as a profesion” (1959), donde plantea
aspectos concernientes a la disciplina, su enseñanza, su organización,
su practica, para analizar su inserción al mundo laboral como grupo
ocupacional. Mientras que, Pierre Bourdieu es quien se ha acercado al
tema de la Sociología y de los Sociólogos desde una visión Sociológica,
con su libro “El Oficio de Sociólogo” y en sus capítulos “Para una
Sociología de los Sociólogos” y “Una Ciencia que Incomoda”.
Sin embargo, un estudio muy cercano y pertinente lo expone Augusto
De Venanzi quien plantea elementos teóricos y de mercadeo un estudio
de caso sobre “la Sociología de la profesiones y la sociología como
profesión”. De igual manera Alain Touraine ha descrito las condiciones
para hacer Sociología en su libro “Introducción a la Sociología”,
especialmente en el capitulo “Diez ideas para una sociología”.
También, Nobert Elías plantea que para hacer Sociología hay que
entenderse como un sujeto más dentro del entramado social en su libro
“Sociología Fundamental”. Mientras que Naville en su “Tratado de
sociología del trabajo” hace referencia a la forma como la sociología
estudia los cambios sociales, económicos, políticos y culturales de las

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La sociología como ocupación profesional: entre el ser y el quehacer en la diversidad

ocupaciones en distintos lugares del mundo, incluyendo el concepto de


homotemática, que significa estudiarse así mismo: “cuando el objeto de
estudio le es homogéneo” pertinente para este estudio.
En este sentido, la riqueza interpretativa sobre el tema del trabajo
contemporáneo visto desde la sociología se devela magistralmente en
las obras de Castillo Juan J. con su estudio “En búsqueda del trabajo
perdido” (1998), Castell M. en su obra “La transformación del
trabajo”; Castel Robert en su texto “La metamorfosis de la cuestión
social” (1997); Beck Ulrich (1994) y Rifkin Jeremy (1998) quienes
complementan el estudio a través de sus conceptos: La sociedad el
riesgo y el fin del trabajo.

Los Métodos de Investigación y los Resultados

La segunda línea de reflexión consiste en describir diferentes


métodos de investigación aplicados por la sociología y confrontarlos
con aquellos que se ubican al margen o al borde de los conocimientos
oficiales con el fin de trascender de lo disciplinario e interdisciplinario
a lo transdisciplinario2, para abordar temáticas desde la diversidad y la

2
La transdisciplinariedad empieza a generar otro tipo de miradas. Lo característico de lo
transdiciplinario es, al igual que lo .interdisciplinario, la idea de romper la babelización del
conocimiento, la fragmentación del conocimiento, pero de una forma distinta, porque en lo trans
no solo se trata de intercambiar información entre las demás disciplinas sino de lo que se trata es
de devenir otra cosa, no solo se trata que el antropólogo le pase información al sociólogo, sino que
el sociólogo devenga en antropólogo, y éste devenga en sociólogo, esa es la cuestión del devenir,
no es la permanencia en el modelo de la mirada fija, de la mirada rígida, del espacio estriado de
las disciplinas, si no que es el paso, la transición a una mirada lisa donde sea posible devenir lo
otro…se trata de que las Ciencias Sociales puedan entrar en diálogo con otros tipos de saberes y
de conocimientos distintos a los que generan la mirada occidental del conocimiento. ¿Qué es lo
que cambia con la mirada transdisciplinar? Primero, que el observador no se siente fuera de lo
que observa, a diferencia de lo que ocurría en el punto cero donde el observador ya no es parte
del observado, en la transdiciplinariedad el observador es parte de lo observado y se reconoce a
sí mismo como parte de lo observado, y al reconocerse a sí mismo como parte de lo observado el
primer imperativo en una Ciencia Social es colocar sobre la mesa el desde dónde está hablando y
con qué intereses. Tomado del texto “La Transdisciplinariedad y Dialogo de Saberes” Conferencia
Miradas y Perspectivas ciencias sociales y humanas. Edes 2005 Santiago Castro Gòmez. Revista
Sigma Universidad Nacional de Colombia.

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interculturalidad3 propias de la sociedad colombiana y latinoamericana,


sin caer en la moda de los estudios culturales4.
El proceso de acercamiento y recolección de la información sea
cuantitativa o cualitativa pasa necesariamente por una sensibilidad
e interés del investigador por la realidad o realidades que identifica
y enmarca a través de lo que se conoce con el nombre de asombro.
Actitud que viene perdiéndose entre los estudiantes, profesores e
investigadores, los cuales se alinean a temáticas ya programadas por el
mercado de proyectos.
Desde esta concepción metodológica, la sociología trascendiendo
la postura colonial sujeto-objeto, inicia la investigación considerando
el sujeto investigado (la población, personas, lugares) como un actor
con memoria histórica y critica que cuenta y se cuenta en la realidad y
las realidades. Para ello, la observación participante, no participante,
la etnografía, el manejo de datos documentales, de archivo, de datos
3
La interculturalidad como principio rector orienta también procesos sociales que intentan
construir sobre la base del reconocimiento del derecho a la diversidad y en franco combate
contra todas las formas de discriminación y desigualdad social relaciones díalógicas y equitativas
entre los miembros de universos culturales diferentes. “Lecturas Complementarias. Facultad de
Educación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Instituto Superior La Salle – Urubamba.
4
Los estudios culturales acentuaron siempre la dimensión política del conocimiento. Así por
ejemplo, Stuart Hall afirmaba que los estudios culturales no eran otra cosa que la continuación de la
política por otros medios; Alan O’Connor decía que los estudios culturales no son una tradición de
erudición académica sino una empresa de compromiso político; y Lawrence Grossberg admitía que
“los estudios culturales se rehúsan a definir su propia adecuación teórica en términos académicos
o estrechamente epistemológicos” (Reynoso., 167; 83). A partir de estos testimonios, Reynoso
concluye que los estudios culturales manejan una imágen romántica y sobredimensionada de sí
mismos según la cual, su función social no es tanto producir conocimientos cuanto transformar el
mundo. La ciencia debe subordinarse a la política. Es decir que el valor de la ciencia no se mide
en términos científico-metodológicos sino en términos político-prácticos. El papel de las ciencias
sociales sería “intervenir” activamente en la vida pública mediante la producción de intelectuales
orgánicos (Ibid., 173). Ahora bien, para Reynoso las consecuencias de esta infravaloración de la
ciencia con respecto a la política no pueden ser otras que el triunfo del oscurantismo y la muerte
de la racionalidad crítica. Los estudios culturales no son los impulsores privilegiados de un nuevo
paradigma de las ciencias sociales, sino sus mayores enemigos. Para legitimar de algún modo
su fachada científica, los estudios culturales se apropian de teorías y métodos provenientes de
la antropología, la sociología, la lingüística, la crítica literaria, la filosofía y la ciencia política.
Pero con toda esta materia prima lo único que logran coser es una monstruosa colcha de retazos,
desprovista de la más mínima rigurosidad metodológica. Y lo que es peor: la debilidad teórica
pretende ocultarse bajo la pirotecnia del lenguaje y la sofisticación retórica. Tomado de un Ensayo
de Santiago Castro Gòmez sobre un texto de Carlos Reynoso titulado Apogeo y decadencia de
los estudios culturales. Una visión antropológica publicado en Julio del año 2000 por la editorial
Gedisa de Barcelona

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La sociología como ocupación profesional: entre el ser y el quehacer en la diversidad

agregados se convierten en los instrumentos oficiales con los que se


acerca al conocimiento de las realidades. Sin embargo, existen otros
modelos de investigación que se conocen como marginales, desde
el borde o no lineales en los que la postura atrevida, irreverente del
investigador le permite adentrarse a otros saberes que dialogan entre si,
sin la imposición de unos frente a otros. Estos modelos de investigación
se caracterizan porque no tienen un principio ni un fin.
En este sentido, los instrumentos de recolección de información se
aplican a cada contexto y situación, para captar otros sentires y saberes
que pasan desapercibidos y que son complemento de las realidades que
subyacen en los informes prácticos de investigación presentados a las
instituciones patrocinadoras de la investigación. Así, el investigador
con asombro pretende no solo captar lo que no se dice, lo que no se
ve, lo que no se oye, para interpretar, comprender y transformar la
realidad evitando reproducir la critica sin acción, tal como sugiere la
metodología IAP investigar la sociedad para transformarla.
Para mostrar ejemplos que demuestran la aplicabilidad de este
modelo de investigación encontramos se encuentran las problemáticas
abordadas por Orlando Fals Borda, Alfredo Molano o Rodrigo Parra
Sandoval, Guillermo Vasco, Mauricio Archila, Jesús Martín-Barbero
con sus trabajos transdisciplinares sobre comunicación, cultura y
política.
Sin embargo, los problemas de sociedad permanecerán mientras
los sociólogos se queden anclados en los estudios y diagnósticos,
campo donde se han considerado lo más expertos y capacitados. Así, el
sociólogo debe superar y trascender de las interpretaciones académicas
a los programas de acción donde la sociedad se dinamice y se transforme
de manera individual o colectiva. Esto quiere decir que el cumplimiento
de su función ya como un oficio o profesión especializada sino como una
ocupación por las distintas formas de relacionarse permitirían buscar
alternativas viables para la armonía de la diferencias en la sociedad,
esto se ve claramente en el papel profesional de otras disciplinas, el
ingeniero construye puentes, carreteras, cambia el paisaje, al igual
que el arquitecto, el médico cura enfermedades, entre otros que están
transformando la realidad.

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El reconocimiento de esta actividad investigativa revoluciona el


saber y reordena la estructura académica de la ciencia configurada
desde el siglo XVIII, lo cual permitiría plantear un nuevo despertar de
las ciencias sociales tal como lo hace el sociólogo Inmanuel Wallerstein
en su obra “abrir las ciencias sociales”.
Enestecamposeadentraenlaconstruccióndeobjetosdeinvestigacióna
travésdemiradastransdisciplinaresloqueimplicaunahibridezconceptual
y metodológica acorde con el contexto de la sociedad actual “pluriétnica
y multicultural” que visibiliza no solo grupos sociales sino problemáticas
que deben investigarse bajo este modelo transdisciplinar y donde
la sociología como ocupación profesional encuentra su desarrollo
intelectual. Es decir, plantear relaciones de comunicación con otros y
otras a través de un diálogo de, sobre y entre donde lo humano supere
el intercambio de ideas que se maniefesta en los interdisciplinario,
esto genera un entendimiento y comprensión del “otro” individual o
colectivo.
Esta dinámica investigativa en el campo de las ciencias sociales
se ha nutrido de otros estudios que alimentan el surgimiento de
nuevos campos de conocimiento: psicología social y comunitaria, la
comunicación social alternativa, la educación popular y comunitaria,
las políticas culturales, entre otras que se preguntan por: la identidad,
las poblaciones marginales, las culturas juveniles, las actividades
informales y emergentes, las relaciones de tensión y conflicto que se
entrecruzan en las relaciones sociales, etc.

La sociología como ocupación profesional


Describir el desempeño laboral del Sociólogo a partir de su
formación académica, permite adentrarse a un escenario diverso en la
medida que, si bien las políticas de calidad tratan de homogenizar los
programas académicos que se presentan las universidades públicas y
privadas oferentes ante el Ministerio de Educación y específicamente
ante el Icfes como ente rector del educación en Colombia, para el caso
de la Sociología como programa académico y profesional, se resiste a
entrar completamente a las políticas del mercado, lo cual la convertiría
en un instrumento más del sistema, perdiendo de esta manera su papel
histórico en el desarrollo de la sociedad y la humanidad, es decir, su

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La sociología como ocupación profesional: entre el ser y el quehacer en la diversidad

postura crítica, de denuncia, de salidas alternas y de transformación


social se apagaría.
Así, en el ambiente académico ronda la pregunta sobre ¿Cuál es el
desempeño específico del sociólogo colombiano? Es decir, buscar los
elementos articuladores que permitan configurar y posicionarse en el
escenario de las ciencias sociales para la construcción de una sociedad
justa, equitativa que permita el libre desarrollo de los individuos en una
nación diversa. En esta búsqueda, Gabriel Restrepo y Olga Restrepo
analizan el desarrollo de la posible respuesta al expresar lo siguiente:
“Generaciones tras generaciones, no menos de ocho o diez, han
trasegado en tal búsqueda. Utopía, proyecto nacional, democracia
plena, cualquiera que sea su contenido, no será posible establecerlo
por revelación personal o por inspiración individual. Sabemos, en
cambio, cuál es el principio para llegar a un fin: ser perseverantes en
el saber y en la discusión racional que confronte distintos saberes. Ese
por lo menos es el cometido de los científicos, el mismo que ellos están
obligados a imponer, aunque no siempre lo alcancen, a los políticos o
a los legos”. 5

De igual manera, la respuesta podría enfocarse más hacia la sociología


como tal y a las actividades sociológicas en los diferentes espacios de
reflexión y acción. Además, complementarse con los cuestionamientos
constantes de la comunidad, la empresa y la intelectualidad colombiana
sobre aspectos como: ¿cuál es el objeto de estudio y el campo de
acción del sociólogo? con el fin de dinamizar y fortalecer más el debate
académico sobre las actividades y desempeño laboral de las profesiones,
lo que podría consolidar la comunidad científica colombiana develando
los limites y fronteras del quehacer, teniendo en cuenta los contextos
actuales de la ciencia e investigación ubicados en lo multidisciplinario
e interdisciplinario.
Debido a ello, las actividades sociológicas deben ubicarse dentro
de un marco de referencia donde se estructure cada práctica como una
ocupación profesional, dadas sus características y condiciones para
ingresar al mundo del empleo, en el que cada centro universitario define
para su perfil profesional una serie de actividades del área social como:

5
RESTREPO, Gabriel. Peregrinación en Pos de Omega. Bogotá. Universidad Nacional. 2002
Pagina 196.

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Investigador, planificador, asesor, docente, interprete, pensador. Es


decir, con esta gran variedad de prácticas se puede ubicar en cualquiera
de las dimensiones del entorno laboral (salud, educación, política etc.),
pero, ubicarlo por alguna actividad específica se complejiza y vuelve la
pregunta ¿qué hace un sociólogo?
Así, es la sociedad la que propone las exigencias a los profesionales
de todas las áreas del saber. Es decir, la sociedad para la ciencia y
no la ciencia para la sociedad. Con esta inversión en los papeles las
condiciones básicas de su labor, quedan dependientes del mercado, lo
cual limita el saber y sus labores. Para el caso específico del sociólogo
se asocia directamente con la investigación, pero con el poco apoyo que
existe para la investigación en Colombia ¿qué puede hacerse?
Ahora bien, con un tipo de sociedad con estas características tan
complejas, pensar en las actividades laborales y profesionales de las
personas se convierte en un espectro de colores de todas las gamas, ya
que la lista de oficios es interminable. Así, el oficio de un Sociólogo
¿en qué lugar podría ubicarse? y evitar la definición homogénea y
enciclopédica que lo convierte en un mero instrumento, una ficha del
sistema dominante.
Sin embargo, este tipo de sociedad exige a los profesionales de todas
las áreas del saber unas condiciones básicas en su labor, para el caso
específico del Sociólogo se le exige ser docente, asesor, planificador,
investigador y recientemente interventor e interprete la realidad social.
Cómo ubicar dentro del marco de las profesiones la labor realizada por
los Sociólogos, si son formados específicamente para ciertas actividades
que configuran su imagen y representación en la sociedad y el mercado,
sin embargo, por circunstancias y condiciones de los contextos resultan
haciendo las otras que no son el fuerte del perfil como docente, asesor.
Además, paralelamente a estas actividades temporales ejercidas en
diferentes instituciones desarrolla otras en fundaciones, ongs y grupos
de estudio en las que se actualiza y fortalece su formación sociológica
con pares y otros profesionales de las ciencias humanas y sociales. En
este sentido, se cambia de manera muy constante de ocupación, pero no
de profesión, es decir, se complejiza definir directamente el quehacer
del sociólogo.

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La sociología como ocupación profesional: entre el ser y el quehacer en la diversidad

De esta manera citar a Touraine y N. Elías, quienes abren camino,


dando bases teóricas y prácticas de lo que realmente es Sociología y
de la cual la experiencia colombiana no la han visto como un aporte
considerable tanto en su significado, práctica y reconocimiento;
aspectos estos sin relación coherente inicialmente porque se vende
la idea que la Sociología es una ciencia y desde esta concepción
institucional, aquellos Sociólogos formados con esta idea se convierten
en unos verdaderos profesionales, es decir, la Sociología como una
profesión. Pero cuando el Sociólogo se enfrenta a la realidad, la cual
conocía pero desde estudios teóricos y analíticos debe sortear una
serie de obstáculos, el primero de ellos es el del mercado laboral que
le lanza directa y despectivamente la pregunta: ¿usted qué sabe hacer?
La respuesta no puede pensarse desde la ciencia, sino que hay que
ubicar la Sociología como una técnica social, en la cual el papel del
Sociólogo estaría ubicado como una ocupación profesional. Hay que
decir que, no existen leyes que reglamenten el ejercicio Sociológico,
lo cual, la hace diferente al presentar una característica constante, que
consiste en que las actividades laborales del Sociólogo dependen del
tiempo del estudio o la investigación en la cual labora, o en otros casos
de su función dentro de ella, porque hay veces, –regularmente– es
contratado con otra función. Frente a esta situación se puede realizar
un balance de la disciplina Sociológica a la luz del texto “Las Tres
Culturas: la Sociología entre la Literatura y la Ciencia” W. Lepenies
donde se plantea la dificultad de la Sociología para definir su objeto,
deduciéndose que el gran encanto reside en su dificultad de definición,
tal como lo describe Robert Nisbet quien dice que la no definición es
una virtud.
Se desprende de allí, una dirección que es directamente consecuencia
del sistema de mercado, donde el Sociólogo debe pensar en crear,
vender, analizar, plantear, etc. como nuevos y alternativos estilos de
vida o instrumentos que sirven para vivir y enfrentar la situación actual.
Es decir, dentro de sus análisis sociales culturales prever como puede
ser la vida en un futuro cercano (5-10 años) capacidad de predicción, lo
cual le lleva a convertirse en un tecnólogo y a ubicar su labor como un
oficio de 24 horas, donde se puede confundir el tiempo de ocio con el
de su trabajo. Sin embargo, es todo lo contrario a lo recomendado por
Bourdieu en su texto el “Oficio de Sociólogo”, cuando expone: “Todo

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sociólogo debe ahogar en si mismo el profeta social que el público le


pide encarnar”.
Es decir, actualmente el Sociólogo debe ser más humilde, donde
integre las relaciones objetivas y subjetivas, recuperando elementos
simbólicos de la cultura que estén atados a los análisis de las estructuras.
Sin embargo, en el proceso de evolución tanto de la civilización
como de la Sociología existen planteamientos que hacen mención a
tres estados por los cuales ha pasado la Sociología con relación a los
progresos de la cultura y la humanidad. Allí, se define y renueva el objeto
de la Sociología, se dice que en una primera instancia la Sociología se
preocupó por la situación del Estado, clasificándose en una Sociología
populista, por la tendencia Estadocéntrica. Más adelante en un sistema
neoliberal se preocupó por el mercado, denominando esta corriente
Mercadocéntrico y, en una tercera etapa que corresponde a la actualidad
se preocupa por la sociedad, en el sentido de la reconstrucción del tejido
social clasificándose en la corriente del Sociocéntrismo. Sin embargo,
esta última corriente comparte espacio con fenómenos de incertidumbre
generados por lo que aparentemente es considerado como la panacea:
el neoliberalismo, la globalización que son apoyados por medios de
información y comunicación quienes se encargan de masificar su
ideología.
De igual manera, el profesor Jorge Hernández Lara de la Universidad
del Valle tiene un planteamiento que va en la misma orientación, el
profesor como sociólogo expone que:
“desde hace unos cuantos años las áreas de mayor innovación en la
sociología colombiana son, precisamente, aquellas que están situadas
en zonas fronterizas, allí donde ésta disciplina se amalgama con otros
campos del saber. Lo que ha ocurrido es que, al parecer en todas partes,
la sociología y cada una de las demás ciencias sociales han completado
los dos primeros tramos de un ciclo compuesto por tres fases:
1. Formación del patrimonio originario.
2. Expansión del patrimonio (especialización-fragmentación),
3. Hibridación”.6

6
HERNANDEZ, “Hacer Sociología en Colombia: el primer cuarto de siglo en la experiencia
de una comunidad académica”. En: LA SOCIOLOGIA EN COLOMBIA. –Estado Académico–.
Asociación Colombiana de Sociología. Bogotá 1997. Pág. 142.

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La sociología como ocupación profesional: entre el ser y el quehacer en la diversidad

Debido a esta situación el sociólogo no solo es investigador, sino


que es asesor, docente, planeador, consultor dado que mantener una
imagen de investigación requiere de una estructura socioeconómica y
cultural que permita la proliferación de investigaciones y efectivamente
quienes la ejerzan se acrediten con su función al interior de la comunidad
científica. Y en este aspecto Colombia está en sus primeras fases, lo
cual lleva a muchos sociólogos a repensar no solo su formación sino la
misma sociedad, tratando de ampliar la visión y proponer alternativas
que le abran paso laboral, por ejemplo: la expresiones musicales, el
sector informal, las cadenas de las drogas que están detrás del negocio,
las expresiones juveniles, los conflictos de barrios, la nueva estructura
familiar, la composición de la ciudad, la reivindicación y significación
étnica entre otras, replanteando una idea generalizada por parte de la
comunidad de sociólogos que si el oficio en el cual se labora no es
investigación entonces no es sociología.
De esta manera se ha ido construyendo el modelo de los científicos
e intelectuales colombianos preocupados por saber traducir y repetir
las ideologías dominantes a través de lenguajes de inclusión de
participación de todas las culturas, siendo conscientes de los grados de
falsedad, pero detenidos a ser revolucionarios porque como “patear la
lonchera”7

Con este modelo Gabriel Restrepo propone un intelectual tramático8


que contribuya en el proyecto nacional de llevar a sociología en Colombia
a su mayoría de edad. Este intelectual tramático es un irreverente que
7
Al definir quien es el sociólogo, debemos tener en cuenta en un primer momento el contexto
histórico sobre el cual se enmarca, por ejemplo: para la década de los años 60s fue considerado
como un profesional importante en los sectores públicos y privados por cumplir con los requisitos
necesarios para desarrollar los objetivos sociales y políticos de un país en formación. Sin embargo,
para esa misma década es clasificado como ideólogo, teórico e investigador aplicado. Luego como
subversivo, revolucionario y finalmente como un investigador social, interprete de la realidad
social y científico social. Así, estos profesionales que fueron formados en los años 60s tuvieron
una época bastante agitada en aspectos sociopolíticos de mucha significación a nivel internacional,
que hacían imposible preocuparse sólo del problema ocupacional. Esos fueron los años de la
escalada de la guerra de Vietnam y de la oposición estudiantil norteamericana a esa larga y costosa
guerra, del asesinato de líderes como Che Guevara y Luther King, de la invasión Rusa a Praga y
la posterior inmolación de Jan Plach, del genocidio en Biafra, del hippismo, sobre todo de mayo
francés que tanta repercusión habría de tener en la controversia Sociológica sobre el papel de la
clase trabajadora como agente fundamental de cambio en el sistema capitalista.
8
RESTREPO Gabriel. Peregrinación en Pos de Omega. Sociología y Sociedad en Colombia.
Universidad Nacional 2002. Pags 43-50.

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Jhonn Jairo Jaramillo Gómez

camina el centro partiendo de descentramientos y desclasamientos, es


un enajenado consciente que va y vuelve vestido de colores y sonidos.
Es aquel que no le creen cuando es crudo en sus expresiones, por ello
rompe esquemas, transgrede, se siente camino y caminante, inventor de
lenguas y lenguajes. Paseador incansable por mundos orales, escritos,
narrador en primera, tercera persona. Conocedor que su casa es el
mundo y el mundo es su casa. Creador de tramas que impida la ‘trágica
soledad del saber’, por ello no solo la clave es saber sino hacer que lleva
implícito el comprender, sangre para expresar y convivir con el otro,
medio y fin para transmutar el (re)sentimiento en (re)conocimiento.
Aportes para construir una sociedad civil no justa pero si menos injusta,
donde la complejidad del mundo requiere de mentes complejas capaces
de entender una nación pluricultural. Este intelectual desprendido de
las verdades del sistema pero conocedora de su peligrosidad sale de
su escritorio, de quita su mascara de impostor y comienza a escribir la
historia nuestra historia nacional.

El Escenario del Desempeño laboral: La Sociología y los Sociólo-


gos Colombianos.

Existe una realidad bastante compleja en los países de América


Latina, ello se manifiesta en las formas culturales de asumir los
aspectos de producción, acumulación de riqueza, inversión en procesos
de desarrollo, etc. ya que no cuenta con esquemas de mercadeo
estandarizadas, es decir, que si bien, hace parte del mundo del mercado
internacional, sus políticas internas corresponden a realidades especiales
que tienen que ver más con sus tradiciones culturales de donde surgen
otras formas de negociar, que analizada por la economía moderna y
legal se denomina economía subterránea y con ella una cantidad de
transacciones llamadas ilegales. Mientras que la economía formal esta
permeada y protegida por políticas e ideologías mundiales, como es el
caso del neoliberalismo, lo cual causa para las mayorías, mayor división,
confusión y desconocimiento, polarizando e instrumentalizando
las relaciones que se rigen a partir de la producción, la efectividad
económica, el comercio, etc.

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La sociología como ocupación profesional: entre el ser y el quehacer en la diversidad

Ahora bien, con relación a la economía subterránea, informal y


marginal se han construido ciudades dentro de las ciudades, culturas
dentro de las culturas, generando un ambiente no sólo complejo para
el análisis y la descripción, sino para vivirlo. Estos espacios, surgen al
margen de las políticas de Estado de exclusión y de protección.
De esta manera, entre lo formal e informal, entre lo aceptable y no
aceptable se mueve la sociología, y desde éste lugar se participa en
la construcción y análisis de espacios de socialización patrocinados
por el gobierno nacional e internacional. Mientras que la sociología
se ve comprometida por su estructura teórica y metodológica a
estudiar, interpretar crear alternativas de solución en cierta medida “al
problema” de la informalidad y la marginalidad, lo que podría llamarse
centralidad de los marginados, dado que en una relación cuantitativa
éstos marginados son la mayoría, y desde allí, la sociología busca
pensar e interpretar el cambio y la reivindicación de la vida, la cultura
y la relaciones sociales, que van construyendo a través de camaderías,
vocabularios, comportamientos de integración, de exclusión, de
pertenencia, de corrupción y de sicariato entre otras. Por ello, abrir
espacios para la integración, articulación, inclusión y resocialización
son algunas medidas para buscar construir una nación con espacio,
participación y reconocimiento de la diversidad.
Estas situaciones se enmarcan contextualmente con a través de
los cambios surgidos con la nueva constitución nacional de 1991. En
ella se gana la acción de tutela, se cambia la representatividad por
la participación, se reconoce a Colombia como un país pluriétnico
y multicultural, se crean ONGs con el fin de estudiar y proponer
soluciones de paz, ya que Colombia enfrenta una situación compleja
con la guerrilla, la narco-guerrilla, el narcotráfico con la guerra de
carteles, las milicias populares, los paramilitares, las autodefensas, el
desplazamiento masivo de campesinos, el desempleo, la apertura, el
neoliberalismo, la apatía juvenil por participar en los procesos sociales
y políticos, la poca inversión de la empresa extranjera por temor al
secuestro y el impuesto de guerra, entre otros aspectos.
De igual manera, se abren espacios y se visibilizan factores para la
construcción de una nueva sociedad a través, de la ecología y el medio
ambiente, la cultura, la educación y la ciencia, la participación de la

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Jhonn Jairo Jaramillo Gómez

mujer en la vida social, los medios de comunicación, la defensa de


los derechos humanos y como factor contundente la aceptación de la
diversidad cultural y étnica lo que va a dar resultados en legislación
indígena y afrocolombiana.
En este sentido, se espera de la sociología su capacidad de
interpretación y de intervención en la solución de conflictos con relación
centro-margen, formal-informal.

Sobre las ocupaciones profesionales de un Sociólogo


Los sociólogos se han desempeñado y se desempeña en organizaciones
gubernamentales, en el área de la investigación como fundamento de
su formación profesional, aunque durante cortos períodos de tiempo,
dado que se lo requiere fundamentalmente para desarrollar aquella
parte que se considera específicamente social de proyectos, programas
y planes, entre otros. Es decir, su quehacer le plantea la necesidad de
una ética, a partir de su postura frente a unos resultados que llevan a una
transformación de la sociedad, por lo tanto su aporte a la realidad social,
a través de la investigación e intervención no pueden fragmentarse para
traducirse en acciones puntuales, inconexas y acríticas. Esto postura lo
ubica en una situación de distanciamiento frente al objeto lo cual le da
autonomía característica de las ocupaciones profesionales, tal como lo
referencia Fernando Uricoechea9 citando a Abbot, Andrew
“todo grupo ocupacional tiende a buscar el control de su conocimiento
y habilidad técnica, lo que distingue a las profesiones en este sentido
no es tanto el control técnico –como es el caso de los oficios– sino
el control del conocimiento en que se funda esa experticia, a saber,
el conocimiento abstracto. En el caso de los oficios, las habilidades
prácticas surgen de una rutina laboral; en el caso de las profesiones
surgen, en cambio, de una familiaridad con un cuerpo abstracto de
conocimientos. Así, pues, el control de la ocupación equivale al control
del conocimiento que genera las técnicas (Abbot, 1988:1- 31, passirn).

Sin embargo, la idea de que la sociología debería ser hilo conductor


de las otras áreas del conocimiento que realizan la interpretación
de procesos sociales, difiere de la realidad donde se presenta una
fragmentación del quehacer sociológico por cuanto el mercado demanda
9
Uricoechea, Fernando. LA PROFESIONALIZACION ACADEMICA EN COLOMBIA: GUIAS
PARA UNA INVESTIGACION. IEPRI) de la Universidad Nacional de Colombia. 1999

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La sociología como ocupación profesional: entre el ser y el quehacer en la diversidad

actividades puntuales (talleristas, promotores comunitarios) en función


de llenar requisitos (estudio y diagnóstico). Esto se convierte para
el sociólogo en una ventaja en la medida que la división del trabajo
permite que el mercado elija otro profesional que pueda manipularse sin
traumas frente a los resultados que se esperan, ya que la postura ética
del sociólogo reafirma su quehacer como una ocupación profesional
con autonomía de conocimientos y habilidad distinto a un oficio que se
hace mas por familiaridad.
En este sentido, Pierre Bourdieu hace una explicación magistral
sobre los campos y en ella desarrolla las etapas en las cuales el sociólogo
ejerce su ocupación profesional. Plantea que:
“el objeto de los sociólogos es el campo de lucha, no solo de clase
sino también de las luchas científicas. Así, conocedor de la situación,
debe buscar una posición en estas luchas: Primero como poseedor
de un determinado capital económico y cultural en el campo de las
clases; después como investigador dotado de un determinado capital
específico en el campo de la producción cultural, y, más precisamente,
en el subcampo de la sociología. Esto lo debe tener siempre presente
para tratar de dominar todo aquello que en su practica, lo que ve y no
ve, lo que hace o no hace proviene de su posición social”.10

La Interdisciplinariedad en una Nación Híbrida: una ocupación


profesional del sociólogo

Tejer finamente la hibridez con la interdisciplinariedad permite


crear un escenario propicio para la investigación de nuestra realidad,
compleja, diversa e incierta. Es la oportunidad para pensarnos desde
adentro, un encuentro con nuestro pasado aplazado, arrancados a la
fuerza y obligados por la fé a asumir roles y vestidos que no corresponde.
Pero no es fácil superar los traumas del desgarramiento, crear modelos
teóricos propios que nos permitan iniciar ese camino en búsqueda
del Omega como lo plantea Gabriel Restrepo. Es hora entonces de
concebirnos híbridos para buscar lo puro, para ello, las ciencias sociales
en conjunto construir marcos de referencia pertinentes en un modelo
interdisciplinario llenando los vacíos que ha dejado cada disciplina en
su proceso de investigación encerrada en si misma. Sin embargo, no es

10
Op.Cit. Pag.82

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Jhonn Jairo Jaramillo Gómez

un proyecto de simple eclecticismo banal que pretende seguir los pasos


del prestigio intelectual al que invita el posmodernismo.
Dado que es una primera etapa donde de manera fragmentaria
y paralela las ciencias sociales se consolidan en el modelo de la
interdisciplinariedad, aunque los investigadores no son conscientes en
la revolución en la que se adentran: “rompimiento de paradigmas”. Se
pretende llegar en una segunda etapa a un modelo transdisciplinario,
como lo describe el Historiador Raúl Useche (Revista Piedra de
Panduro 2006). Una manera natural en el que convergen investigadores
y ciencias sociales en un solo proyecto que describa una nación híbrida
y comience a desenredar y dilucidar nuestra historia.
En este sentido interdisciplinar la sociología subvierte su objetivo
y frontera encontrando así una geografía preocupada por establecer
relaciones entre espacio y sociedad, ampliando sus análisis de
localizar y describir los accidentes de la tierra; la historia rompe la
línea del tiempo y ubica las estructuras en la larga y corta duración, se
espera lo mismo de las otras disciplinas sociales y humanas como la
antropología, la historia, la psicología, con el fin de llegar a ese modelo
de la transdisciplinariedad.

Bibliografía citada

Hernandez, Jorge (1997). “Hacer Sociología en Colombia: el primer cuarto de


siglo en la experiencia de una comunidad académica”. En: La sociologia en
Colombia. –Estado Académico–. Asociación Colombiana de Sociología.
Bogotá Pág. 142
Pages, Robert (1963). “Sociología del Trabajo y Ciencias del Hombre”. En:
Tratado de sociologia del trabajo. Fondo de Cultura Económica. México.
Pág. 96
Restrepo, Gabriel (2002). Peregrinación en Pos de Omega. Sociología y
Sociedad en Colombia. Universidad Nacional Bogotá. Universidad
Nacional. Páginas 196
Uricoechea, Fernando (1999). La Profesionalización Académica En Colombia:
Guías Para Una Investigación. IEPRI) de la Universidad Nacional de
Colombia.

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INVESTIGACIÓN Y TRANSDISCIPLINARIEDAD

William González

Resumen
Palabras Clave:

Abstract

Key words:

William González. Es Posdoctor en filosofía, Universidad París 8. Profesor y Director


del Grupo de Investigación “Etología y Filosofía, Universidad del Valle, Facultad de
Humanidades

Recibido: Febrero 15 del 2013


Aprobado: Marzo 22 del 2013

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INVESTIGACIÓN Y TRANSDISCIPLINARIEDAD
William González

Nuestra propia Estructura de Investigación

Para hablar, del problema de la Investigación en Filosofía,


desearía comenzar por una anécdota que cuenta un pensador sin duda
transdisciplinar, y por la que todos hemos pasado o pasaremos. Me
refiero al pensador Boris Cyrulnik que trabaja en etología psiquiatría,
neurología y además está muy cerca de la filosofía. Él dice: “Cuando
quise convertirme en médico, se me dijo que era necesario aprender:
física, química, biología, anatomía, fisiología, estadística, semiología,
un poco de derecho, algunas reglas administrativas y otra cantidad
de disciplinas. Cuando de ser psiquiatra se me dijo que era necesario
aprender psicoanálisis, conductismo, cognitivismo, neurología,
neuropsicología, y otra cantidad de disciplinas. Cuando el “azar” de
las publicaciones y los encuentros me condujo a participar en un Grupo
de Investigaciones que asociaba a investigadores del CNRS (Centro
Nacional para la investigación y la ciencia. Organismo cercano a nuestro
COLCIENCIAS), de las Universidades, y a algunos practicantes de
campo; se me dijo que toda esta formación era mala. Se me aconsejo
escoger un pequeño rincón del saber y profundizar en mi lugar lo más
lejos con el fin de pertenecer al grupo de los hiperconocedores de este
pequeño rincón. “1 Lo curioso en esta anécdota, es que el Sistema
Administrativo de Investigación, que sabe que investigadores como
Cyrulnik, estudian un “objetivo global” (el hombre); sin embargo le
impedían comprenderlo. Lo peor es que el sistema de Investigación
(el CNRS) le permitía de manera práctica y por lo tanto real “abrir
un cráneo para un tumor, inundar a un organismo con sustancias más
1
Varios, Quel avenir pour la récherche? París, Flammarion, 2003, p. 70.

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William González

o menos controladas y tener el poder de privar a un hombre de su


libertad solamente describiendo los trastornos del comportamiento que
justificaban una hospitalización”2. Es así como fueron excluidos los
practicantes de campo de la investigación y de manera más general se
excluyó del estudio de casos de Filosofía, Ciencias Humanas y Sociales,
para favorecer la industria de grandes teorías y aplicaciones universales
que mueve a las Ciencias duras y a la tecnología. Es la condición
humana quien poco a poco ha sido abandonada en beneficio de una
idea molecular, cromosómica, informática de ella misma. “Dos grandes
peligros amenazan al hombre: el primero es el desorden, y el segundo
es el orden, decía Paul Valery. Si no se institucionaliza, la investigación
se desviará hacia todas partes, y cualquier novedad será acallada por los
que desean el poder. Pero si se la institucionaliza demasiado, se elimina
a los marginales creadores y se produce la investigación científica a
efectos de moda y publicaciones de profesión.”3 El premio nobel de
medicina, Francois Jacob consta que antiguamente la vitalidad de una
nación se medía por la potencia de su armada, medía potencia de su
armada, mientras que hoy se refleja en el interés que tiene las ciencias
y su desarrollo4 ¿Qué impide el desarrollo? Por fuera de los problemas
políticos estatal y económicos, Jacob los siguientes 1.Insufiensia de
muchos dominios 2. Persistencia de viejas disciplinas y ausencia de
nuevas 3.Gestion lenta. 4. Autocracia de profesores antiguos. En nuestro
caso habría que agregarle, los manejos amañados, el amiguismo,
el centralismo, la falta de presupuesto y de la inestabilidad de las
instituciones. Para cambiar esto no es suficiente con irritarse o tener una
buena voluntad. Es necesario tener nuevas políticas de investigación.5
La noción de disciplina sirve para categorizar el trabajo de
investigación y el objeto investigativo. La disciplina tiene su autonomía
propia, así este en relación con las demás disciplinas, ella tiene su
frontera, su lenguaje que la constituye y por supuesto unas técnicas que le
2
Ibd.,p. 73
3
Ibídem
4
Varios. Que avenir pour la recherche? P. 22.
5
Siguiendo el caso francés, hubo que esperar la llegada de un general, de Gaulle, para que se
creara la DGRST (Dirección General de la Investigación Científica y Técnica) que seguía las
recomendaciones del congreso de Caen de 1956 convocado por diversos investigadores. Este
organismo funciono durante 40 años; y siguiendo un viejo principio francés según el cual más vale
crear una nueva estructura que reformar una antigua, se crea e, CNRS. (Otro ejemplo de el caso de
Collage de France, que se creó para no reformar la sorbonne)

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INVESTIGACIÓN Y TRANSDISCIPLINARIEDAD

acompañan. Ya dijimos que la disciplina como forma de especialización


de un saber tiene una historia (en particular la de la universidad) que
hace que se encuadre dentro de los linderos de la soledad.
Seamos conscientes del hecho que la especialización de la disciplina crea
el objeto de estudio al atribuirle fronteras. Y aquí está el peligro de pasar de la
autonomía de la especialización a la tiranía de la hiperespecialización. Edgar
Morin dice al respecto: “el objeto de la disciplina será percibido entonces
como una cosa en si [“cosificación” N.d.t] de los nexos y la solidaridad
con otros objetos tratados por otras disciplinas, serán despreciados tanto
como los nexos y la las solidaridades del universo al cual pertenece el
objetivo. La frontera disciplinar, sus Lenguajes y sus conceptos vana a
aislar la disciplina con la relación a las otras y con relación a los problemas
que cabalgan entre estas disciplinas. El espíritu hiperdisciplinado se
convertirá en un espíritu propietario que prohíbe cualquier incursión
extraña en su parcela de saber. Se sabe que el origen, la palabra disciplina
designa a un pequeño látigo que servía para autoflagelarse, es decir, que
permitía la autocrítica; en su sentido de formado, la disciplina se convierte
en un medio para flagelar a aquel que se aventure en el dominio de las
ideas que el especialista considera como su propiedad.”6 Doy un breve
ejemplo de este asunto. Hoy los nexos que tratan de e establecer entre
la neurobiología y el psicoanálisis han generado disputas terribles de
ambos lados desafortunadamente del gran psicoanalista francés Pierre
Derrida a los acercamientos entre el estudio del sueño en neurobiología
y el psicoanálisis:”(…) la teoría del sueño (rêve) en psicoanálisis dispone
de una función paradigmática tal como el objetivo nombrado y trabaja
el neurofìsico (…) Sea lo que sea, cuidémonos de aplicar al sueño en
psicoanálisis conceptos propuestos en obra fuera de su campo por la
nueropsicología de los actos de consciencia. La cuestión es saber si la
neuropsicología no se interesa más en las operaciones infraconscientes
que en las inconscientes (…) ¿los psicoanalistas se estresarían convirtiendo
en neuropsicoanálisis? Estas cuestiones no carecen de ingenuidad. A
menos que el psicoanálisis no se haya transformado hasta el punto de
abandonar sus paradigmas fundadores sin saberlo (el inconsciente, el
sueño, la transferencia), es preferible creer que el neuropsicoanálisis es
una verdadera broma.”7 Yo me pregunto ¿por qué la etnolingüística no es

6
Morín E., “Sur I´ interdisciplinarite”, CIRET :1990, p. 1.
7
Morín E., “Sur linterdiciplinarite”, CIRET; 1990 p. 1.

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William González

una amenaza para las ciencias del lenguaje, pero si li es neurología para el
psicoanálisis?
Justamente hablando de “ingenuidad”, es necesario decir que estos
encuentros disciplinares, se producen muchas veces a tevés de una
“miradita ingenua” en donde el sujeto investigador que no conoce
las fronteras de la disciplina en cuestión elabora una nueva visión casi
sin saberlo. Lewis Munford decía que “Darwin había escapado a la
especialización unilateral”. Dado que era un principiante naturalista a
bordo del Beagle, sin especialización universitaria, dado que era simple
coleccionador de coleópteros, esto le sirvió para superar las fronteras
disciplinarias y estar atento a cualquier transformación de la naturaleza
Lo que aquí se vuelve importante es el “cambio de estrategia” que es
fundamental en Investigación. En lugar de seguir defendiendo tercamente
los “paradigmas fundadores de…” puede aceptarse el reto lanzado por
Jacques Labeyrie: “cuando no en encontramos un solución dentro d una
disciplina, la solución está por fuera de ella.”8
Ahora bien, no hay que concebir la historia de las disciplinas bajo
modelo religioso dela cooperación y el respeto; la ruptura de fronteras
genera disputas interminables, pero muchas veces esta intromisión
produce genera disputas hibridas (mecatrónica, neuropsicología, etc) o el
caso reciente de la joven etológica, que sirve de interfaz a la psicología, a la
psicología, a la biología, a la filosofía, a la ecología. Para explicar este echo
Morín habla de “migraciones de notificaciones e instrumentos” entre una
disciplina y otra: “ciertas nociones circulan y muchas veces atraviesan
clandestinamente las fronteras son ser detectados por los aduaneros.”9 Él se
refiere concretamente al transporte de los conceptos entre la antropología
estructural de Levi-Struss y la lingüística estructural de Román Jakobson
en los cafés de New York, cuando el uno huía del stalinismo y el otro de
la ocupación nazi. Una “frontera disciplinar” es por definición un sistema
operativo arbitrario, que abandona su arbitrariedad cuando reconoce
sus nexos y solidaridades, cuando no oculta la complejidad del objeto
estudiado.
Basarad Nucilescu ha forjado, en este sentido, el concepto de niveles
de realidad. La “realidad” es aquel que resiste a nuestras representaciones,
8
Citado por, Morín E., “In:Sur I´interdiciplinarte”, p. 2.
9
Morín E., “Sur I´interdisciplinarite”, p. 2.

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INVESTIGACIÓN Y TRANSDISCIPLINARIEDAD

descripciones e imágenes. Mientras que el “nivel” define un conjunto


de sistemas naturales invariantes frente a la acción de ciertas leyes. De
esta forma podemos hablar por ejemplo de “niveles de realidad” y no
de “niveles de organización”. Demos un ejemplo. Hace 15 millares
de años el universo el universo estaba formado de quarsk, fotones,
neutrones, etc., (nivel de realidad cuándo. S. Hawking) y después de esta
fase cuántica del universo se organizó en entidades cosméticas como las
estrellas y las galaxias (nivel de realidad de la física clásica. I. Newton);
hace 3,8 millares de años surgieron las entidades vivas (nivel de realidad
biológico. A. Oparin). Después de los animales unicelulares, llegaron los
pluricelulares; y cuando los órganos de los sentidos aparecieron como
transductores capases de transformar la energía en algo luminoso, sonoro
o térmico, estas representaciones se convirtieron en un nivel de realidad
por conversión. (v. Uexküll). Con la llegada de la palabra se crea un nivel
de realidad psíquico. (S. Freud). Esta noción de “nivel de realidad” es útil
para proseguir la investigación. No se trata de decir que los niveles de
realidad son autónomos, que el uno absorbe al otro, que se jerarquizan por
grados, etc., sino que son integrantes. Hay que dividir para comprender
puesto que no se pueden observar todos los niveles de realidad al mismo
tiempo, pero no se puede pensar que esas divisiones que el investigador o
la disciplina realizan sean el objeto de estudio.

La investigación y la actitud investigativa

Hoy la investigación, tanto en ciencia como el filosofía, trata de salir


de la concepción individualista y disciplinar de siglo XIX. Por el simple
echo que le pensamiento científico se encuentra en una encrucijada las
ciencias humanas y las ciencias sociales son hoy una prioridad. Alaín
Touraine propone llamarlas “Ciencias Naturales del Hombre” pues con
ellas acudimos hoy a los mas alto del desarrollo transdisciplinario al
aliar a la lingüística con la neurología, la etología, con la psicología
y la filosofía por ejemplo. No solamente en necesario un cambio de
estrategia es igual mente necesario un cambia de observador. Touraine
que el principal objetivo de las ciencias humas es reemplazar la
referencia de absolutos (fe, Estado, progreso) sobre un conocimiento
de las relaciones entre los actores definidos por una conciencia de sí,
una voluntad de obrar contra una dominación y el reconocimiento de la
alteridad y el interconocimiento.

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En este sentido hay que realizar una gran labor pedagógica:


los estudiantes de ciencias humanas y filosofía, al igual que los de
ciencias fundamentales deben incluir en su formación conocimientos
pertenecientes a disciplina diferentes a las suyas y que se relacionan con
sus problemas. Debemos estar atentos tanto de los cálculos políticos y
las estrategias, como de los resultados de laboratorio, y “no estar jamás
satisfechos del optimismo que nos enseñaba que la razón por si misma
libera”.10
Vivimos en un mundo creado por nosotros, pero no por ello
controlable, “al contrario, vemos extenderé más allá de lo visible
mudos creados por nuestros cálculos y nuestra información. Defender
y crear el mayor número de diversidad y aprender hablar a los otros y a
respetarlos es el objetivo que mejor puede definir, en un principio, a una
reflexión sobre la investigación”.11
Tratemos de definir brevemente 4 formas disciplinarias para
hacer un énfasis sobre la última: lo “mono”, lo “pluri”, lo “ínter” y lo
”transdisciplinar”.

Lo mono disciplinario

Es cuando una sola disciplina analiza el problema en cuestión. Aquí,


la especialidad impone al objeto el cambio de estudio. Lo cuadra, lo
recorta, le proporciona sus límites, lo periodista. La verdad es el orden
de la correspondencia la disciplina dice el objeto tenemos un ejemplo:
analizado el problema de la depresión Cyrulnik nos dice: “cuando
la sinapsis no funciona estoy por supuesto alterado, pero hay otras
cosas más que las sinapsis que definen lo que soy. Así pues, cuando el
investigador especialista de la sinapsis obtiene el premio Nobel, esto
es legítimo, pero que se dé a los investigadores de la sinapsis el poder
de gobernar la condición humana me parece abusivo. Y que se quiera
decir, por ejemplo: “yo he descubierto que bloqueando la inhibición
de la recaptura de la serotonina, es decir, que al bloquear, la serotonina
pasa a la sinapsis y normalmente una parte es degradada y otra parte
vuelve a la sinapsis” (si se bloquea la sinapsis es como si se aumentara
la secreción de la sinapsis estimulando aún más la segunda neurona)
10
Ibid, p. 292.
11
Ibid, p. 293.

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INVESTIGACIÓN Y TRANSDISCIPLINARIEDAD

así pues, que se diga a partir de aquí; “hemos descubierto la causa de la


depresión, y sabemos que cada vez que alguien es infeliz, hay que darle
un medicamento que bloquee la recaptura de la serotonina”, esto no es
verdad (…) pero no podemos con estos datos decir que conocemos la
causa de la depresión, lo que se conoce es una causa de la depresión entre
mil causas de la depresión (…) así pues, hay mil causas de la depresión,
y el investigador merece el premio Nobel porque ha descubierto un
funcionamiento en la sinapsis y merece la prisión si dice que hay darle
antidepresivos a todos los que están deprimidos”.12

Lo “multi” y lo pluridisciplinar

Agrupa saberes entorno a un mismo objeto de forma interactiva.


Morin metaforiza o pluridisciplinar diciendo que es como una asamblea
de la ONU: todos alrededor de la misma mesa afirmando simplemente
sus derechos nacionales y sus soberanías frente a las injerencias de
sus vecinos. Así por ejemplo cuando investigadores de diferentes
disciplinas son llamados para pensar en problema del empleo, se crea
un Inter-campo que permite a cada cual defender su perspectiva. Aquí
se respeta el pluralismo de opiniones y de juicios.
El problema es que esta forma de afrontar el saber sigue tan abierta
como posible, a tal punto que nunca se realiza una síntesis del problema
estudiado, sino que más bien se entrega al perspectivismo dialéctico y
conserva un paradigma jurídico (defensa de cada una de las perspectivas,
no hay integración entre ellas). La verdad es diluida en la multiplicidad.

Lo interdisciplinario
Este tipo de estrategia se apoya sobre lo pluridisciplinar, pero a diferencia
de este, pone en duda el objeto estudiado. Siguiendo con la metáfora de
la ONU, aquí si existen intercambios y cooperaciones posibles. Dos cosas
con importantes en este tipo de acercamiento:
1. Se confrontan las representaciones que se han construido desde
cada disciplina. Por ejemplo: mientras lo pluridisciplinar mantiene
abiertas y no resueltas las diversas perspectivas que tiene el médico

12
Cyrulnik (B)., Trois entretiens avec Boris Cyrulnik/ Tres entrevistas con Boris Cyrulnikm,
Rafue/ La filosofía en la Ciudad. Cali – Colombia, 2000, p. 71 – 75. (Trad. William González).

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(evolución pubertaria), el psicólogo (crisis infantil), el sociólogo


(factores de riesgo en la socialización), etc.
2. Las perspectivas deben poder generar un acuerdo entre las diversas
disciplinas. Se trata de crear un perspectivismo hermenéutico, el
paradigma aquí es más bien dialógico y comunicativo. La verdad es
concebida como un objeto transicional que calma a los adversarios.
Se trata de la verdad – consenso. La interacción de las disciplinas hace
variar la perspectiva del objeto.
Lo transdisciplinar

Lo “transdisciplinar” que no se contentaría con esperar las


interacciones o reciprocidades entre las investigaciones realizadas,
sino que situaría estos nexos al interior de un sistema total sin fronteras
estables entre las disciplinas. 13
Hasta aquí podemos decir que lo pluridisciplinar y lo interdisciplinar
no modifican la actitud del hombre frente al conocimiento, por el simple
hecho de debatirse entre una lógica mixta, dialéctica y hermenéutica.
Con lo “transdisciplinar”, se trata de encontrar un lugar transversal,
una intercesión, una pasarela, una interfaz entre las disciplinas. En esta
interfaz, las identidades disciplinarias no se disuelven en la búsqueda de
una síntesis, traducen el encuentro crítico de las diversas perspectivas
en una propuesta más general. Aquí varía el objeto de saber, la forma en
que se asume cada disciplina, el observador y la estrategia a través de la
cual se aborda el objeto de estudio. Aquí se trata de juzgar los objetos y
las formas de conocimiento. La verdad, es el juicio común de seres que
viven en común una realidad que les es común.
Los científicos después de Newton pretenden observar el mundo
como si el observador no ocupase una posición dentro de lo observado.
Pero lo cierto es que incluso al hacer un análisis sobre las moléculas de
un sujeto, el observador participa en la modificación del metabolismo,
ya que él modifica las secreciones del otro. El experimento es simple:
se cuadricula una pared de fondo, se llama a un psiquiatra y un paciente
le cuenta una historia atroz. “He sido violado por mi padre de los 9 a
los 14 años, con mis hermanas tengo relaciones incestuosas y mi madre
13
Citado por Nicolescu B, “Une nouvelle apporeche scientifique, culturelle et spirituelle: la
transdisciplinarité, Passarelles, N° 7, 1993.

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INVESTIGACIÓN Y TRANSDISCIPLINARIEDAD

se prostituye…” Entre más cruel es la historia, más el psiquiatra baja la


nariz con relación a la cuadrícula; si se estudian sus niveles hormonales,
se notará de inmediato la variación. La palabra del susodicho paciente
modificó a su psiquiatra. (Se le puede llamar a este hecho, “mundo
interpersonal de los intercambios afectivos”). El observador participa
en lo observado.
Para salir de ese hiato cognitivo, es suficiente con asumir una posición
transdisciplinar a nivel de la investigación, es decir, ser capaces no de
hablar todos los lenguajes científicos, pero sí de traducir al idioma de la
filosofía, los idiomas de otros saberes. Investigar transdisciplinarmente
es una experiencia altamente interpedagógica, es un coaprendizaje. No
doy ejemplos de transdisciplinariedad, porque a esto le dedicaré tres
conferencias.

Conclusión

La duda debe ser el primer instrumento del investigador. Las teorías


demasiado coherentes en torno al ser humano y sus formas de vida nos
hacen ver el mundo con nuestras ideas recibidas más que con preguntas.
La pregunta tiene una ventaja, frena el relato coherente, introduce un
espacio de sorpresas, y por lo tanto hace avanzar el trabajo. Una teoría
demasiado coherente en filosofía es religión profana, la única forma de
acercarse a ella es recitando las mismas letanías que sus creadores. La
religiosidad tiene por función reunir, enseñar a vivir en conjunto. La
duda y el intercambio, plantean preguntas nuevas, nos obliga a ir hacia
otro lugar, nos fragmenta, nos aísla y por lo tanto nos angustia. Podría
decirse entonces como lo propone Emile Noël, que el primer principio
de la filosofía podría ser “pienso luego me angustio”. Y las cosas no son
fáciles, yo debo afrontar a otro, que posee una biología diferente, que
piensa de otra manera, que tiene otra historia, otro contexto, etc. Frente
a esta obligación, se puede ya sea huir, combatir o negociar.

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