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¿Por qué nos enamoramos de la gente que no

podemos tener?

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-07-
29/por-que-nos-enamoramos-de-la-gente-que-no-podemos-
tener_11688/

¿Qué mejor expresión del amor romántico existe que la de amar


contra viento y marea a una persona que sabemos que jamás
nos va a corresponder?

Algunas personas se plantean el cortejo como un reto. (Corbis)


AUTOR
HÉCTOR G. BARNÉS
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TAGS
 AMOR
 ANSIEDAD
 AMOR ROMÁNTICO
 AUTOESTIMA
TIEMPO DE LECTURA6 MIN

29/07/2013 06:00

¿Qué mejor expresión del amor romántico existe que la de amar


contra viento y marea a una persona que sabemos que jamás
nos va a corresponder? Y, al mismo tiempo, ¿acaso hay algo más
deprimente que amar contra viento y marea a una persona que
sabemos que jamás nos va a corresponder? Y aun así, pocos
pueden presumir de no haberse visto atrapados en algún
momento de sus vidas en ese tipo de callejones sin salida
emocionales, agotadores y devastadores para el corazón y la
mente. Por alguna razón, toda la educación emocional que
hemos recibido no parece suficiente para evitarnos atravesar esta
clase de calvarios. Y gran parte de culpa tiene el romanticismo y
su defensa del sentimiento por encima de lo pragmático a la hora
de conducirnos a estas situaciones.
Ya no se trata únicamente de que se sienta atracción hacia la
gente equivocada (que al fin y al cabo puede presentar
cualidades que nos resulten atractivas), sino que nos amargamos
la vida persiguiendo a una persona que, por diversas razones –
tiene pareja, no nos desea, o circunstancias externas la
mantienen fuera de nuestro alcance– hacen imposible que
comparta su vida con nosotros. Y, sin embargo, no podemos
dejar de sentir esa irrefrenable atracción hacia ellas.
En teoría, este tipo de impulso amoroso entraría en contradicción
con las visiones evolucionistas de las relaciones de pareja. Si, al
fin y al cabo, el fin de toda relación es la conservación de la
especie, resultaría muy poco adaptativo gastar tiempo y
esfuerzo en intentar conquistar a compañeros que, por
interesantes que puedan parecer, están inequívocamente fuera
de nuestro alcance. Algo que entra también en contradicción con
una de las razones por las que nos enamoramos a menudo que
es, simple y llanamente (y por mucho que nos cueste
reconocerlo) que nos hagan caso.
Dime cómo amas, te diré por qué huyes
¿Por qué nos enamoramos, en cualquier caso? El atractivo físico,
la simpatía, la inteligencia de la otra persona influyen en un grado
u otro, así como esos elementos intangibles (¡las hormonas!) que
también determinan de quién caemos prendados y de quién no.
En muchos casos, la llamada ansiedad afectiva juega un papel
importante: aquellos que la sienten necesitan estar
continuamente cerca de su objeto de deseo para reafirmarse,
especialmente si su autoestima es baja. La negación de la
posibilidad de dicha proximidad (física o emocional) haría que la
ansiedad aumentase, incluso, como señalan los
psicólogos Cindy Hazan y Philip R. Shaver, hasta niveles
enfermizos, lo que aumentaría la necesidad de buscar esa
satisfacción que sólo se obtiene mediantes la retroalimentación
con la persona deseada.
Enamorarse de alguien inaccesible es una
forma de evitar la intimidad amorosaAunque
quizá haya que interpretarlo de la manera opuesta: que este tipo
de impulsos amorosos tengan como objetivo,
precisamente, mantener a la persona fuera de toda
relación amorosa, que se percibe como potencialmente dañina.
Una de las siete categorías de formas de amar diseñadas
por Mario Mikulciner y Philip R. Shaver encajaría a la perfección
con este tipo de personas: los evasivos, es decir, aquellos que
por su miedo al compromiso evitan, a menudo de manera
inconsciente, participar en cualquier tipo de relación, y que
estarían representados por un 25% de la población.
Sin embargo, como afirma la doctora Linda Hatch en su blog, en
muchos casos este tipo de relaciones llevan a los que las
mantienen a vivir en ficciones ideales que, por su falta de
realización, se mantienen para siempre idealizadas. “La cercanía
con otra persona se convierte en algo que se percibe como
peligroso”, indica Hatch. “Buscan relaciones en las que la otra
persona las rechazará o las abandonará. Pero esto es una
manera de sentirse ‘seguro’ de las vulnerabilidades de la
intimidad real”.
El objeto amoroso como preciado tesoro
El análisis económico de las relaciones amorosas también tiene
mucho que decir a este respecto, en cuanto que hace elevar,
emocionalmente, el precio de la persona deseada. Si, como
afirmaban el psicólogo Roy Baumeister de la Universidad de
Florida y la profesora de marketing Kathleen D. Voss de la
Universidad de British Columbia, podemos analizar nuestros
comportamientos amorosos utilizando los mismos criterios que
emplearíamos a la hora del analizar el mercado, nos
encontraríamos con que el equivalente de una persona
inalcanzable sería un objeto de lujo. Y, por lo tanto, tan valioso
como difícil de conseguir.
Cuanto más inaccesible es una persona, más
aumenta su valorLa lógica es sencilla: los recursos
limitados elevan su precio y los recursos abundantes lo hacen
descender (es decir, las mujeres son más cotizadas que los
hombres en el mercado amoroso por su posibilidad de elección)
¿Y qué es más exclusivo que una persona completamente
comprometida, que no se plantea la posibilidad de abandonar su
relación? A los ojos del enamorado, dicha persona eleva su
precio y, como ocurriría con un cuadro de Picasso, este crecería
cuanto más tiempo tarde en salir a subasta.
El amor no correspondido como amor platónico
Otra de las visiones que puede explicar estos impulsos es la del
“amor platónico”. En un sentido más estricto, dicho concepto
debería aplicarse únicamente a las relaciones en las que no se
produce ningún contacto sexual, aunque sí pueda existir una
relación emocional. Hoy en día, sin embargo, dicha idea suele
aplicarse más bien a esos amores imposibles y no
correspondidosque, por pura necesidad, han de conceder más
importancia a lo emocional y afectivo que a lo carnal. Un cambio
en la terminología que seguramente se daba al rechazo
generalizado que existe esa la idea del amor platónico que,
implícitamente, identifica la castidad con la pureza del sentimiento
amoroso.
Enamorarse implica un subidón de
adrenalina al que pocos pueden renunciarEn
este caso, nos encontraríamos con una visión más filosófica del
amor, más racional y alejada de las barreras psicológicas
autoimpuestas. O quizá esa racionalización del impulso pasional
no sea más que una manera de aliviar la ansiedad generada
por la imposibilidad de ser correspondido en el amor. Por
último, no hay que perder de vista que enamorarse implica un
subidón de adrenalina (y otros químicos) para el enamorado, al
mismo tiempo que un reto a superar. Y ya sabemos que hay
personas que disfrutan de un reto más que de cualquier otra
cosa.

https://psicologiaymente.com/pareja/por-que-no-tengo-suerte-en-el-amor

¿Por qué no tengo suerte en el


amor? 8 posibles causas
Varias fuentes de problemas a la hora de encontrar
pareja o a la hora de tener relaciones duraderas.
por Arturo Torres

Estos problemas pueden ser la causa del malestar en tu vida amorosa.


Unsplash.

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La vida amorosa y las relaciones afectivas tienen una característica
paradójica: a pesar de que afecten mucho a nuestro bienestar, son
algo sobre lo que tenemos más bien poco control.
Es por eso que muchas personas se preguntan… ¿por qué no
tengo suerte en el amor? Y es que los amores no correspondidos y
los fracasos a la hora de intentar vivir una relación de pareja estable
pueden ser experimentados desde una perspectiva catastrofista,
como si estuviésemos predestinados a la infelicidad.
En este artículo veremos varias posibles respuestas a esa pregunta, y
a la vez repasaremos varios consejos y recomendaciones acerca de
qué hacer tanto si se busca una relación como si se está en una que
pasa por sus peores momentos.
 Artículo relacionado: "Los 4 tipos de amor: ¿qué clases distintas de
amor existen?"

¿Por qué no tengo suerte en el amor?


Si las relaciones de pareja y los matrimonios son complicados es entre
otras cosas porque hay muchas maneras de que salgan mal, o
incluso de que no empiecen.
Gustarle a alguien hasta el punto de que surja un amor recíproco y
que este dé lugar a una relación estable es un proceso que requiere
de unos delicados equilibrios. Equilibrios mantenidos entre
fenómenos psicológicos que en muchas ocasiones son
excluyentes entre sí: deseo sexual contra compromiso, ilusión
contra disciplina para convivir adecuadamente, deseo de gustar
contra honestidad, etc.
En todo caso, si queremos abordar este tema deberemos simplificar
esta clase de problemas para hacerlos comprensibles y relativamente
fáciles de solucionar. Por eso, dividamos la mala suerte en el amor en
dos partes: problemas para encontrar pareja y problemas para
mantener las relaciones amorosas.
Los problemas para encontrar pareja
Muchas personas que creen que tienen mala suerte en el amor
sienten que les cuesta mucho encontrar pareja. Veamos a qué
puede ser debido.
1. Obsesión por encontrar a alguien
Nadie está obligado a tener pareja, a pesar de que culturalmente la
tradición nos imponga varias expectativas relacionadas con el
matrimonio.
Quizás, buena parte de lo que hace que pienses que tienes mala
suerte en el amor es justamente que esa obsesión por encontrar a
alguien rápidamente evita que puedas tomarte este proceso con
naturalidad, por un lado, o que te sientas mal por no sentir interés
en nadie, algo completamente normal.
2. Expectativas distorsionadas
Esto no significa simplemente tener las expectativas demasiado altas
con respecto a lo que significa encontrar el amor. Significa, entre
otras cosas, darle mucha importancia a la idea de que existen las
altas y las bajas expectativas en la vida amorosa.
Quien se enamora, lo hace a través de una experiencia que le
modifica completamente la perspectiva de la vida. Es un cambio
cualitativo, no cuantitativo, y para que se dé, en muchos casos, hay
que vencer los prejuicios iniciales.
Así pues, el truco está en conocer gente nueva, con todo lo que esto
implica: abrirse a todo tipo de personas, más allá de las etiquetas, y
valorarlas por lo que realmente hacen y son.
3. Los problemas de comunicación
No todo se trata de buscar. Alguien que quiera atraer la atención de
otra persona (románticamente), debe dominar principios básicos de
habilidades sociales.
Por ejemplo, expresarse bien, ser claro en lo que se dice, no
hacerse demasiado el misterioso, etc.
 Quizás te interese: "Las 14 habilidades sociales principales para tener
éxito en la vida"
4. Falta de conocimiento de convenciones sociales
Es importante ser conscientes de que existen ciertas convenciones
sociales que, aunque no deben regir nuestras relaciones personales,
están ahí.
Tenerlas como referencia es importante para saber cómo nos
perciben los demás en las primeras etapas de una
conversación (e incluso antes de iniciarlas).
Por ejemplo, reglas no escritas acerca del grado de confianza
esperable en un desconocido, sobre los códigos de vestimenta, etc.
5. Hacerse la víctima
En ocasiones, quien cree que tiene mala suerte en el amor entra en
una situación de bucle infinito: llegar a ser tan pesimista que no da
motivos para que los demás se interesen en ella.
Hacerse la víctima como si los demás nos debiesen atención y
cariño es un grave error. Puede que el dolor que sentimos sea muy
real, y es cierto que no tenemos por qué ocultarlo, pero eso no
significa que debamos hacer que los otros se sientan culpables
constantemente.
Y, por supuesto, intentar dar lástima para generar atracción da como
resultado un efecto totalmente contrario al deseado.
La mala suerte en la vida amorosa:
noviazgos y matrimonios
También es muy posible que la mala suerte en el amor se
experimente sobre todo a la hora de conseguir formar una relación
de pareja que dure y que se consolide a partir de una
convivencia sana entre los amantes.
En estos casos, el problema no es tanto encontrar pareja (aunque
también lo puede ser) sino hacer que estos vínculos amorosos se
sostengan en el tiempo y no solo eso: que queden reforzados a
medida que pasan los meses y los años.
En este sentido, para entender qué está pasando, es necesario
tener en cuenta todos los aspectos que hemos visto hasta
ahora, y también las siguientes cuestiones.
1. La falta de posibilidades de emanciparse
Toda relación amorosa necesita un tiempo y un espacio en los que
desarrollarse, y eso significa que es muy complicado que el vínculo
afectivo se mantenga si no se cuenta con la posibilidad de vivir con
los recursos materiales básicos.
Por ejemplo, si pasan muchos años y a pesar de los deseos de ambas
personas involucradas no se consigue encontrar un piso lo
suficientemente asequible en el que convivir, esto desgastará la
relación.
Conseguir esa estabilidad económica es importante, y eso pasa tanto
por trabajar eficientemente y desarrollar nuestros talentos, como por
hacer lo posible para que la sociedad mejore económicamente.
2. La falta de comunicación
Los fallos comunicativos son muy frecuentes en las relaciones
de pareja. Por ejemplo, asumir que la otra persona sabe de lo que
estamos hablando cuando en realidad no es así, interpretar ciertas
frases ambiguas como burlas o acusaciones, etc.
Al respecto, no hay más que practicar estas habilidades sociales y
hablar juntos acerca de cuáles son los errores más frecuentes que
cometéis en este ámbito, asumiendo una actitud proactiva y honesta
y apoyándoos en las críticas constructivas.
3. La falta de compromiso
Tener una relación amorosa es también un trabajo en el que hay
que invertir tiempo y esfuerzo. Tener esto claro es importante,
porque sería un error asumir que el verdadero amor es aquél en el
que todo fluye sin esforzarse lo más mínimo.
El simple hecho de tener en cuenta las necesidades y los intereses de
la persona a la que amamos significa que hay que poner empeño en
hacer que la relación sea un contexto cómodo para ambos, no solo
para ti.
Si casi todo falla, siempre podéis ir a terapia de pareja, aunque
incluso para recurrir a esto es necesario que exista un mínimo de
compromiso; por ejemplo, si se está manteniendo una relación con
una tercera persona fuera del noviazgo o del matrimonio, la terapia
de pareja no tiene futuro y no debe ser empezada.
 Quizás te interese: "¿Cómo saber cuándo ir a terapia de pareja? 5
razones de peso"
Referencias bibliográficas:
 Fisher, H. (2004). Why We Love: the nature and chemistry of romantic
love. Nueva York: Henry Holt & Co.

 Lewis, T.; Amini, F.; Lannon, R. (2000). A General Theory of Love.


Random House.

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