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VOLUMEN
XXXI!
MADRID
Enero - Febrero
1986
religión V O LU M EN XXXII
y Número 150
DIR ECTOR P. M a r c e l i a n o A r r a n ?
CONSEJO
DE D I R E C C IÓ N PP. C r l s ó g o n o G a r c ía , C á n d i d o M a r t í n ,
M i g u e l A n g e l M a r t í n J u á re z , A n t o n i o de M i e r
R afa el de la T o r r e
S EC R E TA R IO
GENERAL Á nge l T ejero
S E C R E T A R IO S
DE R E D A C C IÓ N F é l ix G a v e la - Lu is F r a n c i s c o B a u s e la
D I R E C C IÓ N Y
A D M IN IS T R A C IÓ N
LIB R O S DE
IN TE R C A M B IO S C oium ela, 12 - 28001 M a d r i d . T e lf.: 275 60 0 5 / 0 6
S U S C R IP C IÓ N
P A R A 1986 E sp añ a:
2.000 p e s e t a s
E xtran jero:
25 d ó l a r e s U S A
N ú m e ro s u e lto :
400 p e s e t a s
N ú m e ro atrasado:
700 p e s e t a s
IM P R IM E H é r o e s , S. A . - T o r r e ia r a , 8. 28016 M a d r i d
DE PÓS IT O LE G A L M . 1949 - 1958
1.5.5.N. 0212 -5 8 3 8
1.5.B.N. 85364
Ìndice
T eatro hoy:
«La m u erte de un viajante», de A rthur M iller. Crisógono García. 123
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Zubiri y su filosofía
en la postguerra
Antonio P IN T O R RAM OS
1. In tro d u cció n
(1) «X. Z ubiri. In m em oriam », Religión y cultura, XXX (1984) 21-29; Cuadernos
salm an tinos de Filosofía, X (1983) 299-305.
(2) Savignano, A., «In m em o riam : X avier Z ubiri. U na filosofia della religione»,
Rivista di Filosofia Neo-Scolastica, 76 (1984) 409. F ern án d ez de la M ora, G., «Zubiri,
apolítico», Razón española, η. 10 (m ar.-abr. 1985) 224-227; to d as las citas e n tre c o
m illad as sin o tr a referen cia p erte n ec en a este ú ltim o escrito.
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2. El problema
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p o ste rio re s a la g u erra civil. Allí se decía que algunos p erso n ajes que
m ed raro n con el nuevo régim en (3) — no dije nunca que fuese d irecta
m ente el general Franco o alguno de sus m in istro s— , algunos u n iv ersi
tario s que estuvieron cerca de Zubiri — no dije nu n ca que to d a la inte-
—no dije jam ás que la Iglesia com o tal— ob stacu lizaro n seriam ente la
lectualidad española— y algunos eclesiásticos con p o d e r in stitucional
actividad, entonces hab itu al, de Z ubiri y le llevaron a to m a r decisiones;
decisiones que tom ó siem pre él y que incluso se h an convertido en em
blem áticas d en tro de la a b u lta d a h isto ria de n u e stro s bochornos inte
lectuales. No d ise rta ré aquí sobre si esos hechos eran de calibre p ro
p orcionado a las decisiones que desencadenaron; a ello sólo p o d ría h a
b er respondido Zubiri desde sus vivencias su b jetiv as y, p a ra mí, una
decisión razonable, m an ten id a de m odo honesto, es siem pre re sp e ta
ble (4), por m ucho que o tro s an te idénticas circu n stan cias reaccionasen
de m odos d istintos. No hagam os, pues, tem erario s juicios de intencio
nes y atengám onos a los hechos.
(3) Así d escrib e la situ ac ió n un a u to r: «La g ran d esg ra cia qu e fue la g u e rra
co n stitu y ó u n a in m en sa fo rtu n a p a ra algunos: les dio p ro m o ció n , ho n o res, p o der.
T am bién co n v irtió en in te le ctu a les a m uchos q u e no lo h ab ían sid o n u n ca o h a
b ría n llegado a ser reconocidos com o tales b a s ta n te m ás tard e» : A ranguren, J. L. L.,
M em orias y esperanzas españolas. M adrid, T au ru s 1969, pp. 38-39.
(4) E n 1952 J. M arías decía que «la tra y e c to ria in te le ctu a l de Z u b iri ap arece
com o u n a tenaz, esfo rzad a y... genial y h ero ic a p erse v eran c ia en la verdad»:
M arías, J., La escuela de Madrid, en Obras, V. M adrid, Rev. de O ccidente 1960,
p. 480. G racia, D., «X avier Zubiri», en Razón y Fe, 208 (1983) 362-373, h a glosado
con a m o r d isc ip u la r la idea de Z ubiri que ve al filósofo com o «profeso en la v e r
dad»; no conozco m e jo r definición de lo que fue la p ro p ia vida in te le ctu a l de
Z ubiri.
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P ara c o n firm a r esto, b a sta ad u cir los hechos sin sofistería. Esos he
chos m e p arecen suficientem ente con statad o s, com o expondré. P ara ello
u tilizaré d istin to s testim onios disponibles y es aquí donde pueden su r
gir las discrepancias (6). Sé m uy bien que la crític a h istó ric a pro h ib e
to m a r com o crónicas objetivas las m em orias retro sp ecticas de p ro ta
gonistas com prom etidos con los hechos que n a rra n y sé tam bién que
sería u n a ingenuidad creer en el to tal desinterés de los h isto riad o res.
P or ello, sólo utilizaré testim onios de personas lo suficientem ente p ró
xim as a Zubiri y a los hechos com o p a ra p o d e r conocerlos con exactitud,
sin que se m e alcance qué in terés p o d ría n ten e r en tergiversarlos. Recu
rriré tam bién al tra b a jo de investigadores, cuya h o n estid ad intelectual
e stá lo suficientem ente p ro b ad a com o p a ra e sp era r que no hagan a fir
m aciones a hum o de pajas. Si el crítico no está de acuerdo, está en su
derecho, p ero a él le toca ad u c ir sus p ru eb as. Es m uy cierto que
Zubiri tenía tan alto concepto de las perso n as que era exquisitam ente
resp etu o so en su tra to personal; pero por este cam ino no se llega ah o ra
m uy lejos, pues es n o to trio que Z ubiri m antuvo largas y sinceras am ís
tales con p erso n as de convicciones d istin ta s a las suyas; e n tre sus am i
gos hay noto rio s m onárquicos, noto rio s republicanos o no m enos no
torios falangistas; tam bién hay noto rio s agnósticos y n o to rio s d ig n ata
rios de la Iglesia, así com o m uchos ciudadanos de a pie. Desde aquí no
se puede p ro b a r nada consistente ya que con idéntico peso pueden p ro
b arse p o stu ra s c o n trad icto rias.
3. Los hechos
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de los sentidos aceptables del térm ino. De m odo inm ediato, es el resu l
tado de una v ictoria m ilita r en u n a cruel g u e rra civil, d en tro de la cual
el odio al enem igo, a su cu ltu ra, a sus instituciones y form as de vida
constituyó de hecho la única p a u ta com ún en la que se ag ru p a ro n las
m uy heterogéneas fuerzas que com batieron al tam b ién heterogéneo g ru
po de los republicanos. R ápidam entet, incluso antes de te rm in a r la gue
rra , se puso m anos con a rd o r a la ta re a de p re s e n ta r u n m arco ideoló
gico en el que los vencedores aparecían en ru p tu ra to ta l con la época
inm ed iatam en te a n te rio r — la segunda rep ú b lica— y com o re s ta u ra d o
res de la llam ada esencia tradicional de E spaña, enem iga de to d a m o
d ern id ad eropea. E sta concepción tra d icio n a lista aparece expresada, con
to d a la re tó ric a y el b a rro q u ism o de la época, en este p á rra fo semi-
oficial: «Aunque parezca p a ra d ó jic o a n u e stro s pesim istas del 98 o a
n u estro s europeizantes, E spaña, el ideal de E spaña, es el ideal de E u ro
pa, de la auténtica y genuina Europa. La E spaña de F ranco es la que
defiende a E u ro p a co n tra ella m ism a, c o n tra su disolución revolucio
n aria, c o n tra aq uella d iscrep an cia y ru p tu ra fu n d am e n ta l que derivó a la
E u ro p a del R enacim iento, a través del R acionalism o, del C artesianism o,
de la E nciclopedia y del Positivism o m a te ria lista a su ru in a m oral de
hoy. C ontra esa E u ro p a que no ha sabido m ás que d e s tru ir el antiguo
O rden político y social cristian o , sin creai' ningún o tro nuevo de posi
bilidades hum anas, com o no sea la b á rb a ra esclavitud bolchevique; con
tra esa E u ro p a que crea los m ás trem endos pro b lem as políticos y socia
les sin e n c o n tra r solución alguna p a ra ellos, com o no sea la de las
a m e tra lla d o ras, los cañones y gases axfixiantes; y, al fin y al cabo, el
m iedo de em plearlos» (7).
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rra (8). S orp ren d e la rapidez con que el nuevo gobierno se ocupa de la
filosofía y cuesta m ucho creer que fuese por insólitos intereses intelec
tuales; m ás lógico es p en sar que el régim en captó la capacidad adoctri-
nad o ra de la filosofía bien dirigida sobre m entes adolescentes, p o r lo
que p restó ta n ta atención a los estudios, con una infatigable p ro life ra
ción de n o rm as ν disposiciones. Que p a ra ello se eligiese el tom ism o
com o filosofía «oficial» y ortodoxa es algo explicable. Por una parte,
era la filosofía oficial de la Iglesia y así ésta co n tro lab a el im p o rtan te
cam po de la educación en pago al servicio de h a b e r declarado «cruza
da» la cotnienda bélica. P or o tra p a rte , tal com o se en ten d ía en E spaña,
era opción coherente con los ideales tra d icio n a lista s y re sta u ra d o re s del
régim en, p o r lo que no resu lta extraño que los m ás rígidos y aún recal
citran te s d en tro de los tom istas — m uy po r d etrás de lo que era la p a rte
m ás viva del tom ism o en E u ro p a — vayan ascendiendo a los puestos de
control. R esultaba tam bién un in stru m e n to p resum iblem ente útil p a ra
ro m p e r con la c u ltu ra filosófica de la época rep u b lican a y, de m odo
m ás general, con los in ten to s a p e rtu rista s que, b ajo la b a n d e ra de la
europeización, habían pugnado por ro m p er n u estro secular y estéril ais
lam iento.
(8) Los docum entos, de nuevo en H eredia S oriano. A., o, e., pp. 88-103.
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tacna h istó ric a bien desafo rtu n ad a, la expresión, co n sag rad a po r Leib
niz, de «filosofía perenne». Dicho de o tro m odo; se tra tó de im poner
una e stric ta ortodoxia filosófica (estoy de acuerdo en que esto es o b je
tivam ente un d isp arate, pero los hechos son así), al m argen de la cual
sólo q uedaban «herejías», p a ra las que se iba a d e sp e rta r todo el celo
inquisitorial de la sinrazón española. E stá claro h a sta dónde podía lle
garse; así lo com enta un testigo cualificado de los hechos: «El m ani-
queísm o político-m oral se hizo d o ctrin a tác ita o expresa e n tre los ven
cedores — no so tro s, ’los b u e n o s’, m ás aún, ellos, ’los m a lo s’, m ás aún,
'el m al'— y al ’ro jo ’, incluso al p resu n to ’ro jo ’ no le quedó m ás que
esta opción: el disim ulo táctico o el paso a las tinieblas exteriores» (11).
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Cruz y Raya fue una revista decididam ente católica. Su tala n te ge
neral era el de un catolicism o ab ierto y, aunque sus colaboradores m an
tenían líneas divergentes, la im presión d o m in an te se asem ejaba algo
— sin «forzar en dem asía el paralelism o» (16)— con la ac titu d que den
tro de la c u ltu ra francesa de la m ism a época re p re sen ta b a E sp rit e in
cluso el p ro p io M ounier llegó a co la b o rar en Cruz, y Raya (17). Si se
co m p ara con el tono negativo y de total rechazo, p ropio de ta n ta s p u
blicaciones católicas de la época, efectivam ente Cruz, y Raya daba el
tono de u n catolicism o «progresista» (salvadas todas las am bigüedades
del térm ino), au nque no era una revista «clerical». Adem ás, p a ra la m a
yoría, tal colaboración p o r p a rte de Zubiri no so rp re n d ía ni e ra incohe
rente, pues, según escribe un au to r, las cosas venían de m ás a trá s:
«Tuvo en el sem inario m atriten se sus dificultades, se le tildó de m o
d ernista» (18). C uando m enos, me p arece seguro que el aire de inde-
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Con tales antecedentes, lo que luego sucedió era p rác tic a m e n te in
evitable. P a ra que no hubiese sucedido, se h a b ría necesitado u n a gene
ro sid ad y u n a a m p litu d de m iras, con las que algunos soñaron, pero
los hechos se fueron encargando de desvanecer su espejism o.
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el propio Conde Ciano le h a ría sab er luego que era sólo u n a precaución
p a ra «protegerlo». Además, en u n a decisión in só lita y luego largam ente
lam en tad a, a Zubiri se le prohibió c o n tin u a r sus estudios en el Bíblico,
con g ran disgusto p o r p a rte del P. Deimel. Lo que fin alm en te hacía in
so p o rtab le allí su estancia era la escasez de n oticias fidedignas y la
in ce rtid u m b re sobre el destino de las fam ilias en el to rb ellin o de la
guerra. Los Z ubiri se e n c o n trab a n perd id o s e n tre la épica pro p ag an d a
de la Ita lia de M ussolini y las noticias que iban llegando de las fam ilias
y del propio e m b a jad o r Z ulueta, am én de los contactos de Z ubiri en
la S ecretaría de E stad o del V aticano y su p ersonal a m ista d con el en
tonces cardenal Pacelli. Los planes de Zubiri, que, en p rincipio, com
p ren d ían unos tres años dedicados a las lenguas o rientales y que, des
pués de Rom a, incluían estancias en la G ran B retañ a, en F rancia y en
un floreciente in stitu to existente en Upsala, esos planes com enzaban a
tam balearse. El 8 de septiem bre de 1936, los Zubiri a b a n d o n aro n R om a
con destino a París; u n a p a re ja de la policía fascista los escoltó h a sta
V entim iglia, o tra vez con el p retex to de la protección, p ero en realidad
con un alivio p a ra el G obierno de M ussolini.
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hab ían acom odado su casa de M adrid, en diciem bre de 1939 Z ubiri ap a
reció tra sla d a d o a B arcelona. ¿Qué sucedió e n tre ta n to p a ra que el m i
n istro se fuese forzado a cam biar de actitud? El obispo E ijo G aray dio
una in te rp re ta c ió n m ás restric tiv a de la legislación —in te rp re ta c ió n
«generosa» o no, es algo que no d iscu tiré— forzando a Z ubiri a un tra s
lado de ciudad, que él aceptó con disciplina. Si no aceptó el decanato
de Barcelona fue porque, a p a rte del escaso interés de Z ubiri p o r los
asu n to s b u ro crá tic o s y ad m in istrativ o s, ad u jo que, si su presencia en
M adrid resu lta b a escandalosa, no debería serlo m enos desem peñar un
relevante cargo académ ico en B arcelona.
Z ubiri ten ía un gran éxito en tre sus e stu d ian tes de B arcelona, y la
m ayoría de sus colegas lo apreciaban sinceram ente. Pero hubo «peque
ñas cosas», en el fondo extraacadém icas y procedentes de quienes nunca
hubiesen sido u n iv ersitario s, sin las que alguien llam ó «oposiciones p a
trióticas» (26). Ello sirvió p a ra h acer ver a Z ubiri u n a rea lid a d u n iv er
sita ria incom patible con su tala n te intelectual; sugiero que se relea en
este contexto su estudio «N uestra situación intelectual», que a b re su
libro Naturaleza, Historia, Dios. Voy a re c o rd a r tres hechos que definen
esa tónica.
Un bu en día —cu alq u ier día— es un decano falangista que rep ren d e
a Z ubiri p o r ded icar su tiem po — en H isto ria de la Filosofía, nótese
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El terc er vaso — la gota que colm ó un vaso ya reb o san te— fue la
com unicación a través de escrito del decano de u n a orden conform e a
la cual todos los profesores com enzarían cada clase con determ in ad as
proclam as p a trió tica s y de apoyo al régim en. A Z ubiri le repugnó tan to
el hecho y le creó tal conflicto personal que en ese m ism o m om ento,
a p e sar de su p recaried ad económ ica, decidió que así no p o d ría so b re
vivir y que ese m odelo de U niversidad era incom patible con su con
cepción.
(27) T am bién Lain E n tralg o , P., o. c., pp. 284-285, coloca en su ju sto co n tex to
este suceso. Me p arece m uy ilu s tra tiv o del am b ien te in te le ctu a l re in a n te el a r
tículo de Calvo S erer, R., «IJna nueva generación española», en Arbor, 8 (1947)
333-348.
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T odavía los cursos privados tuvieron al com ienzo m arcad as lim ita
ciones. No se olvide que el derecho de reunión no existía y, p o r tanto,
h ab ía un co n tro l exhaustivo de las a u to rid ad es sobre los asistentes, p e r
m itidos sólo en reducido núm ero. Aunque ta n to Jim énez Díaz com o
Lain E n tralg o se encargaban de gestio n ar los o p o rtu n o s perm isos, no
se p u d o evitar que un com entario llegase h a sta el m ism ísim o Consejo
de M inistros, afo rtu n ad a m en te sin u lte rio res consecuencias.
E stos son los hechos fundam entales y desde ellos puede el lecto r
ju zg ar sobre el en tu siasm o con el que Z ubiri apoyaba al franquism o.
V arios de estos hechos los he ido hilvanando en conversaciones espo
rádicas con Zubiri; otros, los recibí de testigos m uy cualificados, y a u n
que p o r descontado conozco m uchas m ás anécdotas, m e p arecen m enos
relevantes o no las debo d a r a la publicidad po rq u e, aun siendo m uy
verosím iles, no dispongo de su com probación definitiva.
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A p esar del éxito de público, la crítica sobre este segundo (32) libro
de Z ubiri — al m enos, la crítica filosófica— no es m uy am plia. Así, las
revistas del Consejo S u p erio r de Investigaciones Científicas cuya tem á
tica p o d ría ser afín — Arbor o la Revista de Filosofía— no se ocuparon
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E sto tuvo que su scitar los suficientes com entarios com o p a ra que Zu
biri solicitase p a ra él la censura eclesiástica antes de reim p rim irlo , cosa
que no h ab ía hecho en la p rim e ra publicación siendo sacerdote. La cen
su ra propició un incidente de relieve con las au to rid ad es encargadas de
ella; ante la tard an za, Z ubiri m ism o se enfrentó en u n a discusión con
los censores, con el fam oso Enchiridion de Denzinger en la m ano, p a ra
defender sus posiciones. Al final, obtuvo la cen su ra favorable; p ero es
bien salido que la eficacia p ráctica de esto era m uy escasa.
(33) Es poco conocido que la publicación en 1934 (en Cruz y Raya) del a r
tículo «La nueva física. Un p ro b lem a de filosofía», a rtícu lo tam b ién fam oso y asi
m ism o recopilado en Naturaleza, Historia, Dios, provocó un am p lio co m en tario
crítico por p a rte de Ibero, J. M., «N ota so b re la nueva física. Un p ro b lem a de
filosofía clel Sr. Zubiri», en E stu d io s eclesiásticos, 14 (1935) 104-111. Si no estoy
equivocado, es el p rim e r e n fre n ta m ie n to de la n eo esco lástica con Z ubiri a raíz
del pro b lem a del in d e term in ism o en las leyes de la física.
(34) Así, po r ejem plo, el m exicano L arroyo, F., La filosofia iberoamericana.
2.“ ed. México, P o rrú a 1978, p. 135, califica g lo b alm en te la filosofía cie Z ubiri com o
«religacionism o». En el m ism o sentido, el estu d io de R. Ceña!, al que luego alu d iré.
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tam bién de la tesis doctoral (35). E ste estudio es el p rim ero de un grupo
m ás am plio p o r estos años (36), cuyo sentido general es útil reco rd ar.
J. M arías se sentía estrecham ente vinculado con la filosofía y la a c titu d
que conoció en sus m aestro s y se p rese n tab a en el m undo intelectual
español con el prop ó sito explícito de continuai' esa tradición, d ire c ta
m ente la orteguiana, prop ó sito en el que p ersistió a p esar de la im p la
cable m arginación a que lo som etieron los je ra rc a s de tu rn o . M an as
hacía una filosofía «actual»; adem ás, com o católico convencido, quería
dar una resp esta filosófica al problem a de Dios desde los supuestos in
telectuales en que se m ovía, p a ra lo cual no le era suficiente la repetición
de la escolástica al uso. No o b stan te, tiene que c o n sta ta r que la filosofía
dom inante desde K ant m u estra un «general olvido del tem a de Dios»,
sin excluir a su m aestro Ortega: «Ortega, en 1926, escribe su no ta Dios
a la vista, en la que acusa la inm inencia de la irru p c ió n en filosofía de
la m agna cuestión; pero luego la elude tam bién en su m etafísica» (37).
Sin em bargo, el p ro b lem a de Dios no es cuestión in d iferen te y M arías
busca en la filosofía de n u estro tiem po la posibilidad de p la n te a rla sin
ren u n c iar a sus conquistas; recuerda algunas «excepciones» a aquel ge
neral olvido d en tro del siglo XTX: los ontologistas italianos, B rentano
y, sobre todo, G ratrv. Pero «actualm ente» el p ro b lem a se p lan te a a p a rtir
del análisis de de la vida y de la existencia, siendo aquí la gran c o n tri
bución el análisis zubiriano de la «existencia religada», que valo ra en
estos térm inos: «Es un breve escrito de tre in ta páginas, de excepcional
densidad, que rep resen ta — aunque aún no conste esto de m odo sufi
ciente— un paso decisivo en la filosofía del p ro b lem a de Dios desde
G ratry h a sta hoy» (38). El paso decisivo consiste exactam ente en el des
cu b rim ien to del c a rá c te r de religación d en tro de la existencia hum ana,
lo cual perm ite p la n te a r el problem a de Dios desde la religión, que es
su lugar n atu ral.
(35) Se titu la «El p ro b lem a de Dios en la filosofía de n u e s tro tiem po» y fue
recogido en la o b ra del a u to r San A nselm o y el insensato y otros estudios, 1944.
Cito esta o b ra p o r su reim p resió n en M arías, J., Obras, IV. M adrid, Rev. de O cci
den te 1959, pp. 38-64.
(36) E sto s son: «Z ubiri o la p rese n cia de la filosofía» (1945), «La situ ació n in
telectu al de X avier Z ubiri» (1952) ν tam bién «R ealidad y ser en la filosofía esp a
ñola» (1955); todos ellos e stá n recogidos en la ya c itad a La escuela de Madrid.
(37) San A nselm o y el insensato, ed. cit., p. 47.
(38) Id., p. 58. R e afirm ad a e sta apreciació n tres lu stro s después: cf. La escuela
de Madrid, p. 506.
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(39) Me fundo, sobre todo, en La escuela de Madrid, pp. 475-476 y 497-507. Creo
verosím il que fue la p ublicación de Sobre la esencia la que d efrau d ó d efin itiv a
m en te las esp eran zas p rim e ra s de M arías.
(40) El térm in o provocó o tro escrito , no exento de ironía, con el títu lo «La
escuela de B arcelona», que fo rm a p a rte del lib ro de Nicole, E., El p roblem a de
la filosofia hispánica. M adrid, T ecnos 1961, pp. 165-205. Vale la pena n o ta r, al m enos,
que el exilio tru n c ó to ta lm e n te la situació n floreciente de los estu d io s filosóficos
en C ataluña.
(41) San A nselm o y el insensato, p. 61.
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ZUBIRI Y SU FILO SO FÍA EN LA POSTGUERRA
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A sim ple vista, parece que debeía resp o n d erse que, desde lo antes
expuesto, tal p lan team ien to no es pertin en te. Sin em bargo, el m otivo
crítico del a u to r tam bién se to rn a rá lugar com ún: «Parece que en el
fundo de esta cuestión la filosofía existencia se nos ofrece víctim a de
u n a confusión e n tre dos órdenes bien d istintos: el m etafisico y el noé-
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A e sta desdeñosa falta de rig o r se añade o tro com ponente que faci
lita la crítica. El desprecio to ta l p o r los m atices y precisiones lleva a
c ita r frases aisladas fu era de su contexto, con lo cual se violenta sin
p ied ad su significado y se convierte a los filósofos en c a ric a tu ra s que
sem ejan m entes de escasas luces, desatan d o en el lecto r u n a reacción
afectiva co n tra ellos. Tales afirm aciones terg iv ersad as se identifican in
m ediatam en te con algunas o tra s que tengan u n sonido ex terio r sim ilar
y se clava en ellas el odio crítico, con p erceptible aire de triu n fa d o r
sobre el rival. De nuevo un solo ejem plo: el fam oso prin cip io heidegge
riano E x nihilo om ne ens qua ens fit es entendido com o p a ro d ia b u r
lesca de la d o ctrin a cristia n a de la creación (60). No es n ad a extraño
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AN T O N IO PINTOR RAM O S
que, con tan sólida base, la crític a 110 rehúse ningún pro ced im ien to y el
a u to r ni desdeñe re c u rrir a la vida de los filósofos p a ra explicar el al
cance de sus ideas, co stu m b re que aún no ha perd id o del todo. Pero,
sobre todo, a m o n to n a acusaciones de e rro res filosóficos y teológicos que
convieríen al existencialism o en verd ad ero m o n stru o que a teso ra casi
to d as las ab erracio n es im aginables. Me lim ito a en u m erarlo s, dejando
al lecto r la no fácil ta re a de hacerlos com patibles: «H egelianism o» o,
m ás am pliam iente, «idealism o», «m ovilism o» bergsoniano, «heracliteís-
m o», «fenom enologism o sensista», «vitalism o», to talitarism o » (sic), «ne
gativism o» o «nihilism o», «positivism o», «ateísm o», «satanism o», «rela
tivism o», «kantism o», «irracionalism o», «m odernism o», «ontologism o»,
«intuicionism o», «fideísmo», «subjetivism o» y «agnosticism o» (61). Sería
m ala fe decir que estos reproches valen todos ellos p a ra cada u n o de los
filósofos, pues difícilm ente se puede ser ateo y fideista al m ism o tiem
po; sin em bargo, la m ayoría de ellos se los re p a rte n e n tre H eidegger
y Zubiri. El escrito en cuestión no se a h o rra siquiera ro m p e r u n a lanza
c o n tra los suarecianos e incluso una adm onición a un convencido to m is
ta (62) p o r haberse exaltado en exceso al h a b la r del A m or de Dios.
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ZUBIRI Y SU FILO SO FIA EN LA POSTGUERRA
bian, «la concepción ag u stin ian a y tom ism a son idénticas» (65), p o r su
puesto aceptando que la p rim e ra es red u ctib le a la segunda. Sus p adres
m ás inm ediatos en E spaña son U nam uno y O rtega y los que aquí cu lti
van la filosofía existencial — la verdad es que Z ubiri es el único direc
tam en te encausado— deben co n sid erarse en « espiritual com unión con
las ideas de aquellos» (66); com o se ve, ya p o r entonces in te resa b a m an
ten e r viva la cuestión de U nam uno y de O rtega. Todo ello fraguó en
H eidegger, d e stin a ta rio directo de la m ayoría de los im p ro p erio s a rrib a
coleccionados, el cual influyó aquí en algunos «muy tra b a ja d o s p o r los
’su p u e sto s’ de la actu al filosofía’», lo que les h a llevado «sin recato»
a afán de «originalidad» y de «novedades» (67), el no m b re que en esta
jerg a tiene un m o n stru o bicéfalo.
Z ubiri aparece aquí, según una idea ya com entada, com o «com ple
m ento teológico» (69) de H eidegger. El p u n to de p a rtid a en el análisis
de la existencia le p arece al crítico «subjetivism o», lo cu al no es extraño
po rq u e antes h ab ía identificado Dasein con sujeto, re tro tra y e n d o así el
p lan team ien to a D escartes, quien «im plantó la filosofía en el e rro r» (69),
aunque el existencialism o in tro d u ce la pequeña m odificación — al p a re
cer, sin im p o rtan cia— de dar p referen cia al s u m sobre el cogito. Cierto
es que Z ubiri no p ropone una dem o stració n de Dios, sino que busca sólo
d escu b rir la dim ensión h u m an a en que Dios aparece com o problem a;
«pero no nos hagam os ilusiones sobre el alcance de e sta fórm ula; au n
que nuevo en la exposición, su sentido o valor ha de ser m ínim o o nulo.
La teo ría de Z ubiri se m ueve en la confusión radical del plano noètico...
Como afirm ación del orden óntico, era una verdad banal en la filosofía
tradicional» (70). Como ni el crítico se cree que la afirm ación de Zu
b iri respecto al d escubrim iento del p ro b lem a de Dios en n u e stra religa
ción signifique tal b an alid ad , entiende el hecho p rim a rio de la religa
ción de o tro m odo: «Todo ello, pese a las p ro te sta s de Z ubiri, nos in s
tala en un pleno ontologismo» (71). Pero, entonces, surge o tro p ro b le
m a; si Dios es dado com o supuesto previo p a ra cu alq u ier d em ostración
discursiva, a p e sar de que se afirm e que no cabe h a b la r de «experien-
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puede co n sid erarse com ún en tre los críticos de este m om ento (79). La
única voz discrep an te es la de J. M arías, quien a firm a con decisión el
c a rá c te r sistem ático del pensam iento de Zubiri, au nque no desem boque
en un «sistem a», con unas consideraciones que aún hoy m e p arecen vá
lidas; p ero esa afirm ación se hace sobre razones excesivam ente fo rm a
les y sin e n tra r en las ideas concretas que sostienen ese siste m a tis
m o (81). Sin em bargo, el com entario que esto suscita a U rdánoz de n u e
vo deja perplejo: «Ni consideram os com o alto valor h u m an o o m áxim o
tim bre de gloria, ni m enos com o deseable, el que todo el que se en
cu en tre dotado de m ás o m enos ingenio filosófico, se dé a c o n stru ir su
p ropio sistem a, que v en d rá casi siem pre a a u m e n tar el acerbo de e rro
res que la triste h isto ria del p ensam iento registra» (81). Si el p e n sar de
Z ubiri no es sistem ático, la adm onición parece fu era de lugar; pero qui
zá el a u to r captó cierto aliento sistem ático, p reo cu p an te p a ra él, en al
guno de los escritos de Z ubiri y an te ello se a p re su ra a a c o n se jar que
d irija su ingenio a ex p lo tar los «tesoros com unes de la h u m an id a d p en
sante». Aquí hay una clave que, según verem os, tiene su im portancia.
Debo confesar que líneas críticas com o éstas tienen u n aspecto que
desp ierta mi sim patía. Sin duda, es desagradable e insostenible su en
valentonam iento intelectual y su acusado d o ctrin arism o , que no duda
en echar m ano de recursos extrafilosóficos; es in ju sta su tergiversación
de los filósofos estudiados y la incapacidad de com prenderlos y v a lo ra r
los. Pero, cuando m enos, m arcan u n a n ítid a diferencia e n tre sus p lan
team ientos y los de o tra s filosofías, lo cual a la larga m e p arece m ás
esclarecedor — tam bién p a ra o tra s o b ras de Z ubiri (82)— que esos sin
cretism os ap re su rad o s que term in an p o r m ezclar lo heterogéneo alquí-
m icam ente; al fin, el lector está en condiciones de sacar sus pro p ias
conclusiones.
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E sta es la com plicada h isto ria que hay d e trá s del problem a; h isto
ria, adem ás, estilizada y resum ida, pues seguram ente las h em erotecas
g u a rd a n m ás datos, en los m anuales de la época ab u n d an las referen
cias, aunque creo que esto es lo de m ás «calidad» intelectual, al m enos
en sus pretensiones. C onsidero que es m ás que suficiente p a ra fu n d a
m e n ta r m i m uy m o d erad a afirm ación y quizá pu ed a servir p a ra d a r u n a
idea de la recepción pública de Z ubiri en este m om ento. Si algún lector
m e h a seguido h a s ta aquí, p o d rá fo rm a rse su p ropio juicio.
d) E n resum en
(86) Cf. Ceñal, R., «La filosofía esp añ o la con tem p o rán ea» , en Actas del Con
greso filosófico de Mendoza. M endoza, U niversid ad N acional de Cuyo 1949, I,
pp. 435-438.
(87) Así, p o r ejem plo, se la ap lica ex p re sam e n te a Z ubiri, e n tre o tro s, Díaz, E.,
N otas para una historia del p ensam iento español actual (1939-1973). M adrid, Edi-
cusa 1974, p. 21.
(88) Así lo d eja v e r con to d a delicadeza Lain E n tralg o , P., o. c., p. 357. Ellacu-
ría, I., o. c., p. 130, da m ayores detalles.
45
AN TO N IO PINTOR RAM OS
En ello hay aún o tro problem a. En teoría, hay m uchos m odos posi
bles de filosofar, m uchos m odos posibles de exponer u n a filosofía y de
com unicarla a otros; no parece que haya ninguna relación necesaria
e n tre los usos consagrados com o «académ icos» en filosofía y la origina-
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cepción el plu ralism o no es tan sólo una a c titu d p rác tic a que podam os
c o n sen su ar com o la m enos novica p a ra la coexistencia; es una necesidad
con alcance teórico p o rq u e es un in stru m e n to e n teram en te positivo (no
p ro d u cto de alguna deficiencia h u m an a) en la b ú sq u ed a de la verdad.
E sta es la a c titu d con que m e en fre n to a la filosofía — tam b ién a la de
Z ubiri— y no es ninguna escap ato ria u rd id a a h o ra al calo r de la polé
m ica, pues siem pre la he defendido e incluso está expuesta, al m enos
p arcialm ente, en tra b a jo s publicados hace ya algún tiem po.
(94) T am bién esto está escrito , p rec isam en te resp e cto a la o b ra de Z ubiri, en
m i ponencia «S em inario X avier Z ubiri: orígenes, realizaciones, proyectos», en A ctas
del I I I S em ina rio de Historia de la filosofía española. U n iv ersid ad d e S ala m an
ca 1983, pp. 179-188.
(95) Z ubiri, X., Inteligencia sentiente. M adrid, S ocied ad de E stu d io s y P ubli
caciones/A lianza E d ito ria l 1980, pp. 12. In clu so un estu d io so se h a to m ad o la m o
le stia de co leccio n ar los lu gares m ás d estac ad o s de e sta oposición de Z ubiri a las
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A N TO N IO PINTOR RAM O S
p ero tam b ién esto es discutible. No seré yo quien niegue a los defen
sores de la concepción trad icio n al del m undo su derecho a aprovecharse
de los fru to s valiosos que en cuentren en Z ubiri, pero p o d ría ad u c ir fácil
m ente casos de filósofos que no e n tra ría n d en tro de e sta tra d ició n y
h a n utilizado con fru to a Zubiri; tam poco el crítico te n d ría ningún d ere
cho a negarles esa p osibilidad, si no fuese que e stá op eran d o im p lícita
m ente con u n a escisión m aniquea e n tre el reino de la verdad («concep
ción trad icio n al del m undo») fre n te al reino del e rro r («m arxistas-leni-
nistas, po sitiv istas lógicos y escépticos»: p. 226); al m enos, te n d rá que
reconocer que q u edan m uchos filósofos que no e n tra n en ninguno de
esos b andos y m e niego a a c e p ta r que la filosofía deba te rm in a r en
cuestiones de b an d erías. «Discípulos natu rales» es algo que, en m i opi
nión, no existe en filosofía; p o r tan to , no creo que haya discípulos «na
turales» ni de Z ubiri ni de nadie, y com o en el m ism o escrito que se
m e re c rim in a he expuesto suficientem ente lo que entiendo p o r d iscipu
lado filosófico, no volveré a h o ra sobre ello.
ñ lo so fía s a n te rio re s, com poniendo u n cu ad ro sob reco g ed o r: cf. E lla cu ría , I., «Apro
xim ación a la o b ra filosófica de X avier Z ubiri», en T ellechea, J. I. (ed.), Zubiri¡
1898-1983. V itoria, D e p a rta m e n to de C u ltu ra del G obierno V asco 1984, pp. 51-52.
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ZUBIRI Y SU FILO SOFÍA EN LA POSTGUERRA
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José Luis L. Aranguren:
Cuatro etapas de una
aventura intelectual (II)
Feliciano BLÁZQUEZ
57
FELICIANO BLÁZQUEZ
303. La vita sociale Morale e religiosa della città. E s tra tto dal Volum e
«11 fenom eno Città nella vita e nella c u ltu ra d ’oggi». Sansoni. Fi
renze, 1961. P ublicado en «Q uaderni San Giorgio», nn. 31-32 (1971),
143,157.
304. L ’etica sociale e la funzione Morale dello Stato. E s tra tto de «H u
m anitas». M orcelliana, pp. 346-358.
305. Problème éthiques et m oraux dans la com m unication humaine.
En «Econom ies et sociétés. La C om m unication II». Cahiers de
L’I.S.E.A., T.V., n. 7, septem bre 1971. L ibrairie Droz. Cenève.
306. The University Question in Spain. R eprinted from «Le dom aine
h u m ain The H u m a n Context». (D er M ensch u n d seine W elt. Hom-
59
FELICIANO BLÁZQUEZ
60
JOSÉ LUIS ARANG UREN : CUATRO ETAPAS DE U N A AVENTURA INTELECTUAL
De 1980 a 1984
1. Libros
318. Propuestas morales. Tecnos, 1983, 119 p.; 2.a ed., 1984, 135 p.
Es reedición, p u esta al día bajo nuevo títu lo , de Lo que sabe
m os de moral. M adrid. G regorio del Toro, 1967; 3.a ed., 1973. Lleva
u n a in tro d u cció n de Feliciano Blázquez sobre Introducción al pen
sam iento ético de Aranguren; un Prólogo de 1983, del m ism o A ran
guren y un Anexo de 1983: N uevos enfoques de la moralidad, de
A ranguren tam bién. E n la segunda edición añade un Anexo de
1984: la situación de los valores morales (pp. 121-135).
2. Ensayos
61
FELICIANO BLAZOUEZ
321. Autobiografía. «Triunfo». XXXV, 6.a época, n. 13, noviem bre (1981),
49-59.
322. Reflexiones impúdicas sobre uno m ism o. «S eparata», 5,6. P rim a
vera. Sevila (1981), 51-53.
323. La estructura del futuro. En «E xpectativa sobre el futuro». M a
drid. R evista de la Cruz R oja E spañola, 1968, pp. 11-20.
324. Ecologismo. «Mayo» (M adrid). M arzo 1983.
325. Qué cabe esperar de la universidad. «M irador» (M adrid), 3 enero
1983.
326. Un m odelo profètico postsecular. «Misión abierta» (M adrid), 1
(1983), 86-93.
327. Comunidad, lenguaje y uso litúrgico del euskera. «Arbor», CXIV,
445 (1983), 59-69.
328. La palabra de Marta Zambrano. «C uadernos H ispanoam ericanos»
(H om enaje a M aría Z am brano). 413, noviem bre (1984), 21-24.
3. Obras en colaboración
62
JOSÉ LUIS AR A N G U R EN : CUATRO ETAPAS DE UNA AVENTURA INTELECTUAL
336. E sta ola de erotism o que nos invade. Mesa redonda. Casa M uni
cipal de la C ultura, 1983, 226 p.
337. La ética de la sociedad ante la ancianidad (pp. 113-132), seguido
de am plio coloquio. En «La ancianidad, nueva e tap a creadora».
B arcelona. E d im u tra , 1984, 121 p. Textos ofrecidos en las cu a tro
jo rn a d a s in terd iscip lin ares sobre «La ancianidad, nueva etap a
creadora», organizadas po r el A m bito de Investigación y Difusión
M aría Corral.
338. Filosofía y poesía (pp. 111-122). «El pen sam ien to de M aría Zam
brano». M adrid. Zyx-Zero, 1984, 150 p.
63
FELICIANO BLÁZQUEZ
4. Prólogos
5. Homenajes
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JOSÉ LUIS ARAN G U R EN : CUATRO ETAPAS DE U N A AVENTURA INTELECTUAL
Tal vez las p a la b ras que reflejan m ejo r la p erso n alid ad y el m agiste
rio del p ro feso r A ranguren sean las que aparecen en Teoría y realidad
(B arcelona. Ariel, 1976) —am plio m anojo de ensayos dedicados al m aes
tro p o r sus discípulos, con ocasión de su sesenta cum pleaños— , que di
cen: «Querem os resa lta r· el aspecto que consideram os decisivo de esta
65
FELICIANO BLAZQUEZ
influencia intelectual sobre los que un día fuim os sus discípulos y ahora
nos h o n ram o s con su am istad. A ranguren b rin d ó siem pre toda com pren
sión y estim uló a cuantos nos acercam os a él desolados a n te la im po
sibilidad de e n c o n tra r en el m edio español establecido un m arco en que
d e sa rro lla r las in quietudes que nos m ovían, anim ándonos a a h o n d a r c rí
ticam ente en n u e stra s p a rticu la re s inclinaciones teoréticas, ya fuesen de
índole filosófica, sociológica o política, y estuviesen guiadas p o r enfoques
analíticos, dialécticos o de cualquier o tra índole. A ranguren no in te n
ta b a m odelarlos según sus opiniones y convicciones personales, sino que
ale n tab a n u e stro s propios esfuerzos p o r ver claro, d esarro llan d o así una
lab o r v erd ad eram en te socrática, p o r desgracia tan infrecuente en tre n o s
otro s. Sin esta lib eralid ad ideológica de A ranguren no h u b iera n sido
posibles m uchos de estos ensayos, ni, en general, el signo p lu ra lista que
ha in sp irad o su recopilación en u n a E sp añ a donde todavía siguen do
m in an d o con fuerza las rígidas ortodoxias de todo tipo».
Tesina
L ibros y artícu lo s
66
JOSÉ LUIS AR A N G U R EN : CUATRO ETAPAS DE U N A AVENTURA INTELECTUAL
1947
1949
1953
67
FELICIANO BLAZQUEZ
1954
1955
16. Alvarez de M., A.: Un nuevo libro de José Luis Aranguren. «Cua
dernos H ispanoam ericanos» (M adrid), 62 (1955), 259-261.
17. Gom is, J.: Catolicismo día tras día o el am or a la verdad. «El
Ciervo» (B arcelona), 53, 1955.
1956
68
JOSÉ LUIS ARA N G U R EN : CUATRO ETAPAS DE U N A AVENTURA INTELECTUAL
25. Ram írez, S.: ¿Un orteguism o católico? Diálogo am istoso con tres
epígonos de Ortega: españoles, intelectuales y católicos. S alam an
ca. I. C alatrava, 259 p. El libro es resp u esta al opúsculo de A ran
guren: La ética de Ortega («Taurus», 1958) y al a rtícu lo de Pedro
Lain Los católicos y Ortega: («C uadernos H ispanoam ericanos»,
101, m ayo, 1958); am bos eran, a su vez, resp u e sta al libro del
P. R am írez: La filosofía de Ortega y Gasset. Salam anca, 1958.
Al libro de ¿Un orteguism o católico? contestó Ju lián M arías con
El lugar del peligro (M adrid. «Taurus», 1958); y, todavía, el do
m inico P. R am írez respondió con un te rc e r libro: La zona de la
seguridad. S alam anca. Convento de San E steban, 1959, y llevaba
com o sub títu lo : «R encontre» con el ú ltim o epígono de O rtega.
A A ranguren dedica las páginas 220-259.
1959
69
FELICIANO BLAZQUEZ
27. M uñoz Alonso, A.: Las grandes corrientes del pensam iento con
temporáneo. M adrid. «G uadarram a», 439 p.
28. Tielm es, J. F.: La «Etica» de Aranguren. «P unta E uropa» (Ma
drid), enero (1959, 106-109.
1960
29. M añach, J.: Visitas españolas. M adrid. «Revista de Occidente»,
374 p.
D edicadas a A ranguren las pp. 287-300.
30. M arías, J.: La situación actual de la inteligencia en España. «Cua
dernos del Congreso p o r la lib ertad de la cu ltu ra» (P arís), 45, 1960.
31. R idruejo, D.: En algunas ocasiones. Crónicas y com entarios (1945-
1956). M adrid. Aguilar, 1960.
1961
1962
1963
70
JOSÉ LUIS ARANG UREN : CUATRO ETAPAS DE UNA AVENTURA INTELECTUAL
1964
1965
71
FELICIANO BLÁZQUEZ
1967
72
JOSÉ LUIS AR ANG UREN : CUATRO ETAPAS DE U N A AVENTURA INTELECTUAL
62. Clem ente, J. C.: Hablando en M adrid (pp. 49-55). B arcelona. Gri-
jalbo, 194 p.
66. Lucas V erdú, P.: Patio rama político español. E n «E spaña, perspec
tiva 1969». M adrid. G uadiana, 302 p. (pp. 21-45).
68. Porcel, B.: Los encuentros (pp. 63-68). B arcelona. D estino, 354 p.
1970
73. López Q uintás, A.: Filosofía española. M adrid. BAC, 1970 (Aran
guren: pp. 287-297).
75. Sopeña, F.: Defensa de una generación. M adrid. T aurus. Col. Cua
dernos T aurus», 1970.
1971
73
FELICIANO BLÁZQUEZ
77. Gil Robles, J. M.: La política exterior de España en 1970 (pp. 45-
61). En «E spaña, p erspectiva 1970». M adrid. G uadiana, 571 p.
1972
1973
74
JOSÉ LUIS AR ANG UREN : CUATRO ETAPAS DE U N A AVENTURA INTELECTUAL
1974
75
FELICIANO BLÁZQUEZ
1978
76
JOSÉ LUIS AR ANG UREN : CUATRO ETAPAS DE U N A AVENTURA INTELECTUAL
116. M erm all, Tb.: José Luis Aranguren y el papel del moralista en
nuestro tiem po (pp. 123-129). M adrid. T aurus, 1978.
1979
118. Inle: Quién es quién en las letras españolas. 3.a ed. M adrid, 495 p.
119. Robles, L.: El estudio de la «Ética» en España (del siglo X I I I al
X X ). Salam anca. U niversidad, 1979.
R efiriéndose a A ranguren, escribe: «Sin m iedos ni tap u jo s po
dem os a firm a r que la h isto ria de la ética en E sp añ a la form an,
salvo excepciones, un conglom erado de m ediocridades de epígo
nos, carentes de toda originalidad. Con José Luis López A rangu
ren y Jav ier M uguerza se inicia u n a nueva e tap a que, a Dios g ra
cias, no tiene n ad a que ver con el p asad o ...» .
1981
77
FELICIANO BLAZQ ULZ
1982
125. M ercadé, F.— S u b irai, M.: La función social del intelectual. B arce
lona. «Pepeles de la FIM», 7. Agosto 1982.
1983
1985
129. Blázquez, F.: Presentación (pp. 9-16) a El buen talante. M adrid. Tec
nos, 123 p.
130. Bonete Perales, E.: El Aranguren de los años 50. De la religión «ce
rrada» a la ética «abierta». «Revista del conocim iento» (M adrid).
E nero 85, pp. 16-36.
131. F ierro, A.: ¿Qué es un filófoso moral? «R evista del conocim iento».
E nero 1985, pp. 11-15.
132. O rtega S p o tto rn o , J.: Mi imagen de Aranguren. «Revista del cono
cim iento». E n ero 1985, pp. 254-257.
133. Uña Juárez, O.: La comunicación objetiva en la antropología de
Jaspers. «Revista del conocim iento». E nero 1985, pp. 193-223.
T raem os este tra b a jo , po rq u e las referencias al pensam iento
aranguniano, «no sólo experto — dice— y gran conocedor de las
áreas de la com unicación y del lenguaje, sino tam bién u n cread o r
sugerente», son constantes.
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Un ensayo o un juego en
torno a “Il nome della
rosa” de Umberto Eco
Angel TEJER O
R e li g i ó n y C u l t u r a X X X I (1986) 79-100
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ANGEL TEJERO
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UN ENSAYO O UN JUEGO EN TORNO A «IL NOM E DELLA ROSA» DE UMBERTO ECO
nos envía, o sea, in te rp re ta m o s las disto rsio n es y plan team o s las conje
tu ra s m ás convincentes (4. §). Tam bién, com o pide to d a reflexión, deli
m itam os el alcance m etó d ico de n u e stra em presa (5. §). Y, p o r fin, tra s
d iseñar el sistem a de códigos de signos d en tro del que se debe en te n
d er el texto de la novela, abogam os po r u n a conclusión a b ie rta (7. §).
Ello se debe al c a rá c te r m ism o del tra b a jo . Porque, com o com o dice el
p ropio Eco, « d e sarro llar un p ro b lem a no quiere decir resolverlo; puede
significar sólo clarificar los térm inos p a ra p o sib ilitar u n a discusión m ás
profunda» (2).
(2) U m berto Eco, 1962, p. 1. C itaré las o b ra s de U. Eco desde los textos ita
lianos (salvo la novela y las Apostillas, que lo se rá n desde la trad u c ció n ca stellan a),
indicando sólo el año y las páginas. Las trad u c cio n e s se rá n m ías.
(3) Se tr a ta de II p ro b le m a estetico in San T o m m a so , p u b licad o en 1956 en
T urin. E n él se d estac a la relevancia que desde sus p rim e ro s estu d io s tiene p a ra
U. Eco la E d ad M edia y la estética.
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UN ENSAYO O UN JUEGO EN TORNO A «IL NO M E DELLA ROSA» DE UMBERTO ECO
ñ a r su papel «con la n a tu ra lid a d del autom atism o». O tro ejem plo lo tene
m os en la co n trap o sició n e n tre «apocalípticos e integrados» (8) com o
reacciones antagónicas fre n te a los m edios de com unicación de m asas.
Eco perso n alm en te es élite cu ltu ral y deg u stad o r m asificado, y sabe u n ir
gusto refinado a cotilleo sobre la ú ltim a estre lla de tu rn o n . Y, sin e m b a r
go, no es ni lo uno ni lo otro, ni tam poco un h íb rid o de am bos, p o rq u e la
pasióin siem pre a flo r de piel le im pone definirse,
E sta capacidad de cam bio y a d ap tab ilid ad , com o cie rta in satisfac
ción, explicaría el escándalo que producen sus escritos y la m u ltitu d de
fobias y filias que suscitan. ¿Cómo si no se puede ser academ icista rig u
roso y antiacadem icista, crítico y divulgador? «Eco es, desm esu rad am en
te, el au tén tico escrito r, el custodio de sus radicales m etam orfosis», si
nos atenem os a la definición de Elias C anetti p a ra el e scrito r (9).
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ANGEL TEJERO
I I
(22) S iguiendo la m ism a su g erencia de U m b erto Eco (1977, pp. 19-32), este
p la n te a m ie n to así esbozado d a ría p a ra e s c rib ir u n lib ro o h a c e r u n a tesis acad é
m ica. P ero n u e s tra em p re sa es m ucho m ás m o d esta. Sólo in te n ta m o s in d ic a r los
p ro b lem as, su g e rir u n m étodo p a ra a b o rd a rlo s y tra z a r las líneas de u n a posible
resp u e sta .
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UN ENSAYO O UN JUEGO EN TORNO A «IL NOM E DELLA ROSA» DE UMBERTO ECO
que con u nas preten sio n en s u otras? ¿Existe el lector ideal, d e stin a ta rio
del goce estético y ab ierto a ta n ta s posibilidades com prensivas? ¿Tan
d iferente es el texto de esta novela de los o tro s textos n a rrativ o s? etc.
C ualquiera p o d ría seguir fo rm u lan d o cuestiones. Lo im p o rta n te es h a
b er captado el río p ro fu n d o que las sostiene a todas. Se nos p e rm ita
a v e n tu ra r a continuación las c o n je tu ra s que p o d ría n ser verificadas u lte
riorm ente.
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ANGEL TEJERO
razones sem ióticas. Eco q u e rría verificar sus tesis sobre el signo cons
truyendo signos, códigos y sistem as p a ra estab lecer u n ám bito com uni
cativo donde no hubiese ya cosas, sino sólo in terp retacio n es de cosas y
signos. E sto olería a justificación teórica desde una praxis p aralela. Más
aún, la novela p o d ría ser la m era com probación de la fó rm u la de Eco
p a ra el best-seller, es decir, u n a cuestión económ ica: gastos en viajes
y experiencias, y ganancias en dinero y prestigio. T am bién la re n ta b i
lidad de la inversión debió p reo cu p ar al au to r.
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UN ENSAYO O UN JUEGO EN TORNO A «IL NOM E DELLA ROSA» DE UMBERTO ECO
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El caso es que tam poco querem os o rie n tarn o s hacia las viejas h e r
m enéuticas ro m án ticas, en las que el significado es en cu en tra en la m ens
auctoris. Es falaz ir m ás allá del texto a b u sc ar algo que sólo él nos p u e
de p ro p o rc io n a r (30). Con estas precauciones, n u e stra h e rm e n éu tica sería
co n jetura], m etatex tu al y de síntom as. «C onjetural», po rq u e no expre
saría m ás que la p ro p u e sta (precrítica) de un p lan de tra b a jo a realizar,
p ero que de hecho no vam os a e je c u ta r aquí, con lo cual la co n je tu ra
m etodológica no p o d rá ser verificada. «M etatextual», p o rq u e se tra ta ría
de h acer un texto sobre o tro texto (a nivel em pírico y a nivel significa
tivo) y de c o n stru ir u n a teo ría sobre o tra teo ría (a nivel teórico); es de
cir, de hacer u n a sem iótica de la sem iótica n a rra tiv a de U m berto Eco,
un experim ento circu lar en el que el texto se autoexplicaría a sí m ism o.
Y «de síntom as», p o rq u e con ella no se h a ría decir al texto sólo lo que
dice o quiere decir, sino tam bién lo que parece que dice c o n tra sus in
tenciones. Y si se llam a «de síntom as» es «en la m edida en que, en un
m ism o m ovim iento, ella descubre lo que se esconde en el texto que lee
y contem p o rán eam en te lo correlaciona a otro texto p resen te com o ausen
cia necesaria del prim ero» (31).
B uscaríam os, pues, el pretex to del texto y no sólo el antetexto. De
alguna fo rm a se tra ta r ía de in v e rtir el proceso creativo del a u to r, pero
sin salim o s del texto. P o r eso, la cuestión sería co m p ren d er el texto de
la novela desde los textos, previos y po sterio res, del m ism o a rtífice de la
novela. Si bien, reconocem os la au to n o m ía de todo texto con relación a
su p ro g en ito r u n a vez que e n tra en el m ercado de lo público. P or tan to ,
el locus herm eneuticus que p roponem os es el m undo teórico y textual
de U m berto Eco. E n c a ja r y a ju s ta r la u rd im b re del texto de la novela
en su contexto n a tu ra l, en los p retex to s y en los postextos de su creador.
¿Cómo realizar este proyecto en concreto? P o r cu an to la sin to n ía del
a rte y la estética, y de la sem iótica y la com unicación, son los p ilares del
m undo teórico de U m berto Eco, hem os de s itu a r la a rq u ite c tu ra sem ió
tica de sus textos so b re dichos terren o s (6. §). E sto nos p e rm itiría com
p re n d e r a Eco desde Eco, al a u to r desde el texto que le convierte en
creador.
Las estrateg ias concretas de esta lim itación m etódica deb erían ir ap a
reciendo p a u latin am en te. No seguim os m ás allá. Sólo preten d íam o s in-
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UN ENSAYO O UN JUEGO EN TORNO A «IL NOM E DELLA ROSA» DE UMBERTO ECO
6. § La lim itación del espacio sólo nos p e rm ite tra z a r las grandes
líneas del texto que está construyendo U m berto Eco. En el m ism o, se
gún lo previsto (5. §), se deberían co m p ren d er y co m p reh en d er las con
jetu ras, las hipótesis y las p reg u n tas antes esbozadas (4.§). Nos situ a
m os ya en la estim ativ a de Eco: la relación p o lar y c o n tra sta n te de su
perso n a y sus escritos. De un lado está el signo, la n atu raleza, el texto,
la obra, la realidad, y de otro, la sem iótica, la c u ltu ra, la lectura, la a p e r
tu ra , la in te rp re ta c ió n (la teoría). Ello nos m ueve a tr a ta r en paralelo
lo que hay y lo que se dice, si bien am bos fo rm an las dos caras de la
m ism a m oneda, la visión sem iótica del m undo y de la rea lid a d (32). «El
ho m b re es u n anim al que u sa signos p ro p iam en te, po rq u e nu n ca tiene
el contacto, la posesión total de las cosas, se le escapa siem pre el m u n
do, y sólo lo conoce a través de esos diafragm as. O sea, precisam ente
porque el h om bre no es Dios, no es om nipotente, debe u sa r los signos,
po rq u e es el único m odo p a ra p o d er dom inar, aunque sea de lejos, aunque
sea de un m odo im preciso, las cosas que se le escapan y que, antes de
los signos, incluso ignora cóm o son» (33).
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litera ria , intervienen o tro s dos elem entos: el «in terp retan te» , que es lo
que sugiere el significado en el rec e p to r y p ro p o rc io n a el m arco de la de
codificación del m ensaje; y el ground o aspecto del o b jeto al que se refiere
el em isor al codificar un m en saje (56). Ni el p rim ero ni el segundo tie
nen po r qué coincidir con el o b jeto o el significado, au nque sean rea li
dades m entales. El m ensaje litera rio se unifica en un texto que refleja el
ground del a u to r y guía hacia un sentido el in te rp re ta n te del lector. Pero
aquí surge la variable m ás im p o rtan te: la lite ra tu ra u sa un sistem a se
m iotico concreto, el lenguaje n a tu ra l. De este m odo, el m ensaje litera rio
tiene que unificar en la expresión sus diversos niveles (e stru c tu ra s n a
rra tiv a s, actanciales, ideológicas y discursivas) y acogerse a la e s tru c tu ra
referencial de dicho lenguaje, con su valor social y su p rag m á tic a del
sentido. Así, p o r ejem plo, en u n a novela se co n ju g an dos códigos semió-
ticos: el lenguaje n a tu ra l y la n a rra tiv a literaria. El texto litera rio , pues,
«es un p ro d u cto cuya su erte in te rp re ta tiv a debe fo rm a r p a rte del propio
m ecanism o generativo» (57). E ntonces, todo e n tra m a d o de signos, e stru c
turas, niveles y m odelos que in teg ran el texto litera rio está pidiendo en
su u n id ad sem iótica un rec e p to r ideal, lo que Eco denom ina «lector m o
delo» (58).
E sta p o d ría ser o tra hipótesis in te rp re ta tiv a de la novela. La m u lti
plicidad de lecturas se ju stificaría p o r el hecho de que el código del
a u to r, com o su ground, no coinciden necesariam ente con el de los ledo-
o sus in te rp re ta n te s. El texto, a p esar de e sta r fijado en las e s tru c tu ra s
n a rra tiv a s, queda p en etrad o de elem entos no expresados que se van ac
tualizando a m edida que avanza la lectura. La com petencia del lector
señala una in terp retació n de lo dicho y sugerido en el texto, p ero nunca
todas las lecturas a g o ta rán el texto. La a p e rtu ra a nuevas in te rp re ta c io
nes está g aran tizad a p o r el m ism o texto y la lib e rta d del lecto r au m en ta
a m edida que avanza la lectu ra y la com unicación. «El a u to r va su scitan
do actitu d es en el lector, y éste construye h isto ria s posibles con los datos
de que dispone en cada m om ento, y va c o n tra sta n d o sus p ro p ias cons
trucciones con la que el a u to r le propone, haciendo que el m en saje se
enriquezca p o r renuncia o co n traste, y se haga polivalente no ya en la
in te rp re ta c ió n final, sino en cada m om ento de la lectura» (59). E sto es lo
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ANGEL TEJERO
III
Para terminar
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ANGEL TEJERO
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Nuevos poemas castellanos
de Octavio Uña(¥)
CARTA A O C T A V IO
Rafael D EL OLMO
Q uerido Octavio:
andam os p o r la vida
101
R A F A E L DEL O L M O
que éste es el viaje del hom bre, m ien tras p e reg rin a p o r la tie rra .
h asta que en la
Ciudad del ave y ám bar de la aurora
Desde Z am ora nos llevas a Toledo, nido del aire, donde tam bién caen
las aves
sobre todas las torres,
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NUEVOS POEMAS CASTELLANOS DE O CTAVIO UÑA
Sueños libres
103
RAFAEL DEL O LM O
Luna o ave
P asada la noche, en libre vuelo del aire, vuelve a vivir al o tro lado de
la a u ro ra , vuelves a e n c o n tra r a tu Castilla-Angélica,
ajena al viejo viaje de los días,
a quien, al verla sentada, la piropeas, llam ándola
estrella, lana o losa, luna o ave,
diosa en distancias,
104
NUEVOS POEMAS CASTELLANOS DE O CTAVIO UÑA
¿A quién,
a quién yo am é en v erdad?
p a ra te rm in a r diciéndole:
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RAFAEL DEL O LM O
gélica-Castilla es la tie rra que nunca deja de ser fecunda, que siem pre
trae en sazón sus ín tim as preñeces, después de
redonda te tengo yo
presente, viva o soñada
In d u lced u m b res
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NUEVOS POEMAS CASTELLANOS DE O CTAVIO UÑA
107
RAFAEL DEL O LM O
Navarredonda de Credos
un ángel verde en el aire
Albarracin, avecica
cobijada en un nidal,
sin sab er si estás contem plando un dios o un ave, pero sintiendo la en
soñación y el deleite que su contem plación produce.
108
NUEVOS POEMAS CASTELLANOS DE O CTAVIO UÑA
todas las noches cada vez que ab res tus ventanas al firm am en to lim pio
y estrellado del A bantos. Allí tú intuyes que la dicha y la verdad se am a
ro n desde antiguo y un fénix
Ah, Octavio, cóm o te exaltas ante ella y cóm o — ¡oh dicha de poeta!—
quieres co ndenar en tres versos el to rre n te de sugerencias que a tu m e
m oria llegan:
Ciudad de alas, urbietorbi, en júbilo,
trino del paraíso, gracia y ónice
de luz, ave vivísima.
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C IU D A D D EL AVE
Crisógono GARCÍA
110
NUEVOS POEMAS CASTELLANO S DE O CTAVIO UÑA
E stos versos hacen alusión d irecta a la C iudad del Ave com o fácil
m ente puede colegirse. Y es que es todo el libro, desde su p erfecta tra
bazón in tern a, desde su organicism o de poem as, al estilo del C ántico de
Jorge Guillén, el que nos h ab la de la C iudad del Ave. No es la C iudad
del sol ni la ciudad del oro, o del dólar. No es la ciudad de la confusión
o de los dos ríos. Es la C iudad del Ave sim plem ente.
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NUEVOS POEMAS CASTELLANO S DE O CTAVIO UÑA
C ualquiera evoca los rom ances im pares de Lorca. Tam bién Octavio
Uña co b ra el aire y el sesgo rum boso y j aleoso de la canción andaluza.
Y la com posición «ríodelaire», adem ás de ser u n a audacia léxica, casi gon-
gorizante, señala el agua, la fontana, el río y la huella del vuelo. C astilla
es la m u je r am ada. Todo un perfecto atro p o m o rfism o c o rre las venas,
com o cauces, de los versos de Octavio Uña. Los surcos de la carne, los
pies m ediaslunas — o tra vez la com posición— y el sol, com o b ra s a si
m étrica en los labios.
P or la V enta La Rasca
al m ediodía
U nam uno soñaba:
¡Casta Castilla!
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GRISÓGONO G AR C IA
114
NUEVOS POEMAS CASTELLANOS DE O CTAVIO UÑA
suele ser eso, el aire, algún elem ento geográfico castellano. El m olino se
llena de vibración, de sonoridad, dentellea con las consonantes repetidas.
ajen a al viejo viaje de los días '
estrella, lana o losa, luna o ave,
diosa en distancia.
La aliteración pone de relieve la fugacidad del tiem po, el viaje y el
curso de la vida a través del túnel del tiem po. Como en los siguientes
versos: ritm o, vuelta, ro n d a y el epíteto delicioso «rom ánicos».
vete con dios, am igo y que te den vino
el peso de tus pasos.
Que p o r la R onda hoy alu m b ran
ritm o tus pechos rom ánicos.
11 5
CR ISÓ G O NO G A R C ÍA
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NUEVOS POEMAS CASTELLANOS DE O CTAVIO UÑA
flora, girasol — siem pre un em blea— olm os com o los de M achado, olivos
y enebros.
Conviene d escu b rir las trasposiciones sin tácticas, las distorsiones. Los
adverbios en «m ente» casi siem pre encabalgados.
E studiem os, finalm ente, las m etá fo ra s de Octavio Uña. Son insólitas,
de creacionista, en cuanto la relación e n tre térm in n o real e im agen es de
p ersonal creación, relación espontánea, «com o la n atu raleza crea el á r
bol». P odríanse fija r fó rm u las de m etáfo ra, p ero esto a c a rre a ría el ries
go de ato sig an te e stru c tu ralism o y el re d u c ir la p oesía a u n a a rb o ració n
y esquem a. N a tu ra lm e n te que no se concibe u n lib ro de poem as sin m e
táfo ra, la poesía sin nivel sem ántico o retó rico , pero fijém onos en algu
nas que a c red itan al a u to r com o p o eta im par:
ojos sueños los éteres. Los m antos de aquel río, hogaza de la luz po r
la m eseta viene —levem ente— la luna. El río de las aves p o r el viento;
trillo, navio del sueño. A ntiguo círculo u n beso. Son m etá fo ra s, m uchas
de las figuras o artificios que hem os a n o tad o en los a n te rio re s epígrafes.
117
Un debate en “El País”
Crisógono GARCÍA
110
CR ISÓGONO G A R C IA
bios ético, antes que en e stru c tu ra s. T am bién se dijo que el cam bio
d em ocrático y socializante se h a b ía vivido antes en sectores p a rro q u ia
les, incluso con el antiguo régim en, que en m edios políticos.
120
UN DEBATE EN «EL PAÍS»
ver, de que en la Iglesia caben todas las opciones políticas. Bien a las
c laras se echa de ver que las ateas, m ate ria lista s, negadoras de lo espi
ritu a l y tran scen d en te son an tipolos del evangelio. Se eludían los triun-
falism os, co tejan d o triu n falism o s de m asas en las iglesias —ha decrecido
la asistencia a las m ism as— con los rodillos de los diez m illones de
votos (lo que es el absolutism o del núm ero, que d iría B aroja).
O tro cam bio que se diagnosticaba es que los sem in aristas y los curas
nuevos no e n tro n c ab a n con los que frisan los c u a re n ta años. Y no p o r
lo que se h a llam ado lucha generacional, sino po rq u e quedó a b ie rta una
fosa insalvable p o r la deserción de m uchos. Se a ñ o ra a T arancón. M orci
llo no parece de feliz m em oria. La e s tru c tu ra de la Iglesia sigue siendo
p iram id al y son no m b rad o s obispos sin c o n ta r con la base y con p ro te s
tas enconadas de ciertos sectores. Tam bién, consoladoram ente, se te s ti
fica la presencia de laicos en las com unidades. Su m aravillosa inserción,
su ju sto acoplam iento. Es evidente el desenganche de las bases respecto
a las je ra rq u ía s. Se habló, con poco respeto, del su p erp ap ism o y del
reto rn o a la «cristiandad». Se denunciaba ia vuelta lam entable al p ietis
m o, al quietism o, a salvarse cada uno p o r su cuenta y riesgo, desenten
diéndose del prójim o, enorm e dislate.
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CRISÓ GO NO G AR C ÍA
prom iso tem poral, la liberación, los veinte mil c a teq u istas que hay en
M adrid. En la creencia en Jesús, en saber in te rp re ta i' a Jesús, ahí radica
el evangelio.
Crisógono GARCIA
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«LA MUERTE DE UN VIAJANTE»
DE ARTHUR MILLER
124
libros
SAGRADA ESCRITURA
V A RIO S, G e s ù e la s u a m o r i e . PA ID E IA . B re sc ia 1984, 408 pp.
L a 27 S e m a n a b íb lic a ita lia n a , cu y as a c ta s o fre c e e ste v o lu m e n , se o cu p ó de u n
te m a ta n c e n tra l p a r a la teo lo g ía co m o la m u e rte de Je sú s. E l g ru p o c e n tr a l de p o n e n
c ia s e s tá c o n s titu id o poi- la in v e stig a c ió n so b re p a s a je s del N uevo T e s ta m e n to , e n to rn o
al c u a l se a g r u p a n o tro s e s tu d io s so b re el tem a de la m u e rte , u n o ; a p a r ti r de secciones
y p e rs o n a je s d el A ntig u o T e s ta m e n to , y o tro s d e sd e el p u n to de v is ta filosófico. N o
se p u e d e d u d a r de la im p o rta n c ia d el tem a . La m u e rte de Je sú s in te r p r e ta d a p o r Él
m ism o , p o r la c o m u n id a d q u e vivió y n o s tr a n s m itió su re c u e rd o y p o r los d e sa rro llo s
evan g élico s, ilu m in a los g ra n d e s p ro b le m a s d el h o m b re, el a n te s y el d e sp u é s de su
m u e rte , el m ie d o y a a n g u s tia a n te la lle g a d a de la m u e rte m ism a . P a ra u n c rey e n te
no se t r a t a de d a to s c u ltu ra le s , sin o de u n p ro b le m a de fe: to d o lo q u e c o n stitu y e la
vida de la Ig lesia, su la b o r e v an g e liz ad o ra , su s c e le b ra c io n e s litú rg ic a s, la in v estig a ció n
teológica, la p re fe re n c ia p o r los m ás p o b re s y n e c e sita d o s, d eb e re c ib ir luz y e n e rg ía
del m is te rio d e la m u e r te de Je sú s, y del v a lo r sa lv a d o r de su m ied o y su a b a n d o n o en
la cruz. L os e s tu d io s re co g id o s en e ste v o lu m en p re s e n ta n el m o m e n to a c tu a l de la
in v estig a c ió n b íb lic a , sus lo g ro s y las c u e s tio n e s q u e a ú n p e rm a n e c e n sin r e s p u e s ta .
M. A. M a rtín Ju á re z
FE R N Á N D E Z MARCOS, N., L a S e p t u a g i n t a en la i n v e s t i g a c i ó n c o n t e m p o r á
nea. C.S.I.C. M a d rid 1985, 287 pp.
E s te v o lu m e n reco g e las p o n e n c ia s p r e s e n ta d a s en el V C ongreso de la « I n te r n a tio
n a l O rg a n iz a tio n fo r S e p tu a g in t a n d C o g n ate S tu d ies» , c e le b ra d o e n S a la m a n c a en
a g o sto de 1983. E n d ic h o c o n g reso se p re s e n ta ro n a lg u n a s de las lín e a s de in v e stig a
ció n en las q u e a c tu a lm e n te se t r a b a ja d e n tro del c a m p o de la S e p tu a g in ta . Las p o n e n cias
se a g ru p a n en c u a tr o secciones, c u y a e n u m e ra c ió n p e rm ite h a c e rse u n a id ea del c o n
te n id o d el v o lu m e n : u so de la s v e rsio n es en la c rític a te x tu a l; té c n ic a s de tra d u c c ió n
en la S e p tu a g in ta ; e s tu d io s so b re m é to d o y lib ro s c o n c re to s; p ro y e c to s en c u rso . L as
p o n e n c ia s tie n e n el te x to en inglés, p re c e d id o de u n b re v e re su m e n e n c a s te lla n o . E n
el c o n g re so to m a ro n p a r te los m á s e m in e n te s in v e stig a d o re s del m o m e n to en e ste
cam p o , p o r lo cu al e s ta p u b lic a c ió n o frece u n a cab al p re se n ta c ió n del nivel, d e sa rro llo
y c a m in o de los e s tu d io s so b re ta n im p o rta n te tem a.
M. A. M a rtín Ju á re z
125
RELIGIÓN Y CULTURA
M. A. M a r t í n Juárez
TEOLOGÍA
W E L T E . B., ¿ Q u é es c r e e r ? T rad . C. G ancho. H E D E R . B a rc e lo n a 1984, 103 pp.
¿Q ue es c re e r? U na p re g u n ta c ru c ia l en la e x iste n cia h u m a n a q u e no se g a sta con
los a ñ o s del m u n d o . El a u to r de F il o s o f í a d e la r e lig ió n p ro fe s o r en la fa c u lta d de leo-
126
LIBROS
S a n tia g o A lcalde
127
RELIGIÓN Y CULTURA
C. M a rtín
128
LIBROS
J u a n C arlo s M. L ópez
PASTORAL
VILLOTA E L E JA L D E , J. L., E n s e ñ a n z a d e la « R e l ig i ó n v M o r a l C atólica».
D E S C L É E D E BRO W ER. B ilb ao 1985, 160 pp.
E s te lib ro de J u a n L uis V illo ta E le ja ld e , d o c to r e n D erech o Civil e in sp e c to r-c o o r
d in a d o r d io ce sa n o de E n se ñ a n z a en la d ió ce sis de B ilb ao , es u n c o m e n ta rio ju ríd ic o -
p a s to ra l de la n o rm a tiv a ta n to civil co m o e clesial s o b re E n se ñ a n z a R eligiosa. C on u n
e stilo d ire c to y c la ro y p a rtie n d o de su p r o p ia e x p erien c ia, el a u to r, a d e m á s d e a n a liz a r
las d iv e rs a s d isp o sic io n e s legales, m a rc a los p o sib les c au c es de d e s a rro llo y a p o r ta so
lu cio n e s a los p ro b le m a s q u e p u d ie ra n su rg ir. T o d o ello h a c e de e ste lib ro u n e stu d io
d e in d u d a b le in te ré s , e n esp e cial p a r a to d a s a q u e lla s p e rs o n a s de a lg u n a m a n e ra c o m
p ro m e tid a s en e sa d ifíc il e im p o r ta n te ta r e a q u e es la E n se ñ a n z a R eligiosa.
A lb e rto L ópez
129
RELIGION V CULTURA
e n alza. Los n iñ o s e s tá n sie m p re d isp u e sto s a m o v erse e n el p re s b ite rio , según las su
g e re n c ia s q u e les h a g a m o s; q u e d a a lg ú n tím id o q u e n o d e se a ni h a b la r n i lee r, y un
n ú m e ro m a y o r q u e viven la fiesta d e sd e el b a n c o de su s p a d re s o su s a b u e lo s, p e ro
e n el te m a es d e te rm in a n te , a d ife re n c ia de o tro s , la a c titu d y p re p a ra c ió n del sa c e rd o te ,
c a te q u is ta o tu to r. P o r eso es m ás ú til r e p a s a r e ste lib ro , a fin de c u e n ta s b re v e, p a ra
c o n o c e r las d ire c tric e s a c e r ta d a s y b á sic a s, so b re el se n tid o g lo b al y en d e ta lle de las
m isa s con niños. C om ienza p u b lic a n d o el D ire c to rio de e s ta s m isas, c u a n d o v a p a ra
q u in c e a ñ o s q u e lo a p ro b ó P a b lo V I. p e ro q u e es b u e n o r e p a s a rlo p a r a c o m p ro b a r q u e
n o se h a a g o ta d o su v irtu a lid a d y p a r a d e m o s tra r con n o rm a s a u té n tic a s a m u ch o s
a d u lto s q u e n o se h a c e n las c o sa s a golpe de e sp o n ta n e id a d . L uego viene la p o n e n c ia
d e J. A ld azáb al e n la q u e sa le p o r los fu e ro s d e los n iñ o s e n la m isa y p ro p o n e c ie rto s
a sp e c to s de la c e le b ra c ió n y a su g e rid o s en el D ire cto rio . Jo sé M o n te ro p re s e n ta c o n o ri
g in a lid a d la id ea q u e le h a ido s u m in is tra n d o s o b re la e u c a ris tía los c a te c ism o s q u e h a
u s a d o en su v id a. O tro c a p ítu lo recoge la s o rie n ta c io n e s p a s to ra le s so b re el le c c io n a rio
p a r a las m is a s c o n n iñ o s, d e la c o m isió n e p isco p a l de litu rg ia . A. B rin g a s d e sm e n u z a se
g u id a m e n te v a ria s c u e s tio n e s so b re las le c tu ra s b íb lic a s de las m isa s con n iñ o s. El
m in is te rio d el le c to r, d o c u m e n to del s e c re ta ria d o de litu rg ia , o rie n ta a c e rc a de la re s
p o n sa b ilid a d de e ste serv icio y so b re las p re v is ib le s c o rru p te la s q u e lo p u e d e n a g u ar.
D esp u és de u n te m a rio p a r a la fo rm a c ió n de lec to re s, con títu lo s de lib ro s escogidos,
c ie rr a la p u b lic a c ió n el b e n e m é rito C. G a b a ra ín q u ien h a b la n d o de su e sp e c ia lid a d in d ic a
los m o m e n to s q u e so n m ás a p ro p ia d o s p a ra la m ú sic a y en q u é m a n e ra se d eb e e m p le a r.
C on lo s p e n ta g ra m a s d e c a n c io n e s p a r a to d a u n a c eleb ra c ió n , sie m p re de G a b a ra ín , se cie
r r a e ste lib ro , p ro v e c h o so d e n tro de su s p re te n c io n e s.
M. Vclev,
FAVALE A., V o c a c i ó n c o m ú n y v o c a c i o n e s e s p e c i a l e s . V o l. I I I A s p e c t o s p s i c o -
p e d a g ó g i c o - p a s t o r a l e s . SO CIED AD DE EDUCACIÓN ATENAS. M adrid
1984, 159 pp.
C om o a c la ra el p r o lijo e n c a b e z a m ie n to del p e q u e ñ o v o lu m e n c o n stitu y e la te rc e ra
p a r te de u n a o b ra m á s a m p lia , y d e n tro de ella el sie m p re in v e stig a b le a sp e c to de la
a n tro p o lo g ía (a tra v é s d e la p sic o lo g ía ν de la p a s to r a l) . S egún a c la ra c io n e s q u e van
d e n tro d el tex to , e s ta te rc e ra p a r te la e sc rib e P aul G riég cr, FSC, p ro fe s o r de p ed ag o g ía
p a s to ra l en el L a te ra n o , d e p sic o lo g ía g e n e ra l a p lic a d a en el C la re tia n u m , y de p e d a g o
g ía c a te q u ís tic a en el I n s titu to «R egina M undi». El cap. se g u n d o e s tu d ia la a n tro p o lo g ía
v o c ae io n a l c o n esp ecial d e te n im ie n to so b re la d iv e rs id a d de c a ra c te re s; el p rim e ro sitú a
a n te la n u e v a p a s to ra l q u e m ir a a las v o c ac io n e s, c o m p a ra n d o con p e rs p e c tiv a s s u p e
ra d a s ; el te rc e ro m ira al d is c e rn im ie n to de la vocación (el in te re s a d o p rin c ip a l y los
d e m á s re s p o n s a b le s ); y el c u a r to el a c o m p a ñ a m ie n to del jo v en q u e p e rc ib e e sa lla m a d a ,
o se a el a m b ie n te e n el q u e su rg e y la c o m u n id a d fo rm a d o ra q u e le a y u d a im p re s c in d i
b le m e n te a m a d u ra r.
M. V élez
M E V E S , C., ¿ E r e s tú, D a vid ? ; J ó v e n e s d e hoy encarnan personajes bí
b lico s. H E R D E R . B a rc e lo n a 1985, 133 pp.
La c re a c ió n de C h ista M eves, es u n a o b ra se n c illa, e sc u e ta y sim p le, e n la cual t r a t a
de h a c e r m ás c e rc a n o s a la ju v e n tu d , c ie rto s p e rs o n a je s b íb lic o s; p a r a ello, n o s p re s e n ta
a c o n te c im ie n to s re a le s, h is to ria s sa c a d a s de la v id a c o tid ia n a de h o y , o c u r rid a s a gen te
jo v e n de n u e s tr a época, c o m p a rá n d o la s al m ism o tie m p o con los re la to s de e sas p e rso n a s
q u e n o s e n c o n tra m o s en la S a g ra d a s E s c ritu ra s .
Ju a n C a rlo s M. L ópez
ESPIRITUALIDAD
M A RTIN , F., R e i a r h o y. NARCEA. M a d rid 1985, 141 pp.
La p re s e n te o b r a no su rg e ú n ic a m e n te d e sd e u n a sim p le in q u ie tu d e s p iritu a l o
te ó ric a , sin o q u e n a ce en el c o n te x to de u n a casa de o ra c ió n que la In s titu c ió n JaA'e-
130
LIBROS
131
RELIGIÓN Y CULTURA
V a sto v ia jó d u r a n te m á s de u n a ñ o p o r la In d ia ν N e p al con la m e ta p u e s ta en el n a
c im ie n to p u ro d el G anges; lo c ie rto es q u e o b stá c u lo s b ie n c o n tra r io s a su v o lu n ta d le
im p id ie ro n p is a r las tie r r a s s a g ra d a s del H im a la y a , p e ro el c a m in o lo hizo c o m o Dios
m a n d a : en su s m a n o s, e sc a so de p a n , sin d in e ro , a lo q u e salga, v e stid o de h in d ú , c a
la b a z a e n b a n d o le ra y b a s tó n p a r a a p o y a rse . E s u n a p ro fa n a c ió n lla m a rlo v ia je , m á s
b ie n d e rra m ó su v id a y u n a p re d ic a c ió n silen c io sa p o r la s tie r r a s y la s m is te rio s a s
g e n te s q u e p o r a q u e llo s a ñ o s (1936) a tr a ía la v o lu n ta d se re n a de M a h a tm a G a n d h i. L anza
del V a sto se hizo d isc íp u lo d e G an d h i. Lo q u e en e sto s e s c rito s n o s o fre c e es la sa
b id u r ía m á s a tra y e n te q u e fu e re co g ien d o e n tre los d io ses v los te m p lo s de la In d ia ,
e n tr e su s lib ro s s a n to s ν s a c e rd o te s , e n tre el s o lita rio de la ro c a y el loco re lig io so
q u e tr a b a ja b a p o r lib re e n m ed io de la s gen tes. El le c to r q u e b u s q u e la s e re n id a d de
o t r a d im e n sió n h u m a n a , la h in d ú , e n la s a n típ o d a s d e la o c c id e n ta l, s a b o re a rá con d e le i
te y p ro v e c h o e sto s a p u n te s d e L an z a del V a sto b o rd a d o s de a u té n tic a p o e sía y se ñ a la n d o
h o riz o n te s v ita le s a ju s ta d o s a u n c ris tia n o . Al final del re c o rrid o q u iso p a s a r d e sd e
E g ip to a T ie rra S a n ta , p e ro n o le d e ja ro n .
M. Vélez
132
LIBROS
F E L D E N K R E IS , M., A u t o c o n c i e n c i a p o r el m o v i m i e n t o . E j e r c i c i o s p a r a el
d e s a r r o l l o p e r s o n a l . PA IDÓS. B a rc e lo n a 1985, 203 p p .
Le h a n d a d o u n lu g a r a e s te lib ro d e n tro de la c o le cc ió n « B ib lio teca de té c n ic a s y
le n g u a je s c o rp o ra le s» lo q u e c o n trib u y e , al la d o d el s u b títu lo , a su p re s e n ta c ió n . E l
n ú c le o q u e el le c to r b u s c a c o n m a y o r in te ré s e s tá fo rm a d o p o r d oce leccio n es so b re
n u m e ro s o s e je rc ic io s q u e m e jo ra n los h á b ito s c o rp o ra le s ; so n d o c e lec cio n e s ele g id as
c asi al a z a r e n tr e o tr a s m u c h a s y q u e c a d a u n a d e p o r sí p u e d e g e n e ra r su p a r te de
b u e n e fec to . A ta le s leccio n es p re c e d e u n a in tro d u c c ió n a l a s u n to , in tro d u c c ió n p r o lija
c o m o su ele o c u r r ir e n e sto s lib ro s , m e d ia n te la c u a l se le ex p lic a a la p e rs o n a in te re s a d a ,
q u e e s tá re a liz a n d o m u c h o s e je rc ic io s a lo larg o d el d ía e n los q u e m a lg a s ta e n e rg ía s
p o r n o s e r c o n sc ie n te d e lo q u e e je c u ta ; fr e n te a l a u to m a tis m o c o n q u e la n a tu ra le z a
y la e d u c a c ió n n o s in v ita n a viv ir, e n e ste lib ro se in s is te e n el c o n o c im ie n to . «C ada u n o
de n o s o tro s h a b la , se m ueve, p ie n s a y sie n te e n fo rm a d is tin ta , d e a c u e rd o e n c a d a
caso, c o n la im a g e n d e sí m ism o q u e h a c o n s tru id o c o n los años.» « N u e stra a u to im a g e n
c o n siste en c u a tro c o m p o n e n te s q u e in te rv ie n e n e n c a d a a cc ió n : m o v im ie n to , se n sa ció n ,
se n tim ie n to y p e n sa m ie n to » (p. 18). A p arece e n el lib ro m u c h a s veces el té rm in o «auto-
im agen» p a r a in d ic a r la id e a r e fle ja q u e u n o v a te n ie n d o d e la s c a p a c id a d e s c o rp o ra le s
q u e d e sa rro lla ; n o p a re c e q u e la p a la b r a e sté u s a d a c o n p ro p ie d a d , p e ro e n to d o caso
revela u n a de la s claves q u e h a e n c o n tra d o el a u to r p a r a « re ju v e n ec e r» la a c tiv id a d
in te g ra l de la p e rso n a , te n g a la e d a d q u e sea. L os e je rc ic io s tie n e n u n a d u ra c ió n al
p rin c ip io e n tre 20 y 45 m in u to s. L a ex p lic ac ió n d e su s d iv e rs a s p a r te s y la su c e sió n
de los m o v im ie n to s n o e s tá n tip o g rá fic a m e n te b ie n se ñ a la d o s, ni c o n sig u e n la m a y o r
c la rid a d ; ta m b ié n tie n e la tra d u c c ió n g iro s id io m á tic o s q u e re v e la n su o rig e n a rg e n tin o ,
en c u a n to a la tra d u c c ió n .
A. D e M ier
133
RELIGIÓN Y CULTURA
LITURGIA
P E R R IN , J., U n j u s t e n o m i n é J o s e p h . M EDIA SPA UL. P a rís 1985, 338 p p .
E s te lib ro d e d ic a d o a S a n Jo sé, a u n q u e p a re z c a e x tra ñ o p o r el te m a y d ifíc il p o r
la e scasez d e d a to s s o b re e s te p e rs o n a je , sin e m b a rg o , d a d a su e s tr u c tu r a y su e n fo q u e,
su le c tu ra se h a c e a m e n a y a g ra d a b le . El a u to r p o n e co m o p u n to c e n tra l el m is te rio
d e la E n c a rn a c ió n a c u y a luz c o n te m p la el m is te rio de Jo sé. O frece u n a se rie d e c ita s
d e sd e los P a d re s A p o stó lico s h a s ta los a u to re s m ás m o d e rn o s u n id a s a las e n se ñ a n z a s
d e los p a p a s y los e s c rito s d e los m ístic o s. L as ú ltim a s p á g in a s re co g e n u n a se rie de
o ra c io n e s ta n to litú rg ic a s c o m o e x tra litú rg ic a s d irig id a s a S a n Jo sé. E s u n a sín te s is de
m u c h o s a ñ o s d e e stu d io , a la vez q u e u n re fle jo del im p a c to d e ja d o en el a u to r.
C. M a rtín
134
LIBROS
FILOSOFIA
A LEG RE G O R R I, A., E s t u d i o s s o b r e los p r e s o c r á t i c o s . A N TH R O PO S. B a r
c elo n a 1985, 106 pp.
O b ra de in te r p r e ta c ió n h isto rio g rá fic a p a ra le c to re s in tro d u c id o s en la filo so fía grieg a.
Se e s tu d ia lo m á s g ra n a d o d e la filosofía p re s o c rà tic a , es d e cir, H e rá c lito y el p rin c ip io de
le g a lid a d (p p . 9-30), y P a rm é n id e s y su P o e m a (p p . 31-89). Se a ñ a d e u n c a p ítu lo so b re
la tra g e d ia (p p . 91-101) y u n a m uy se le c ta b ib lio g ra fía d e fu e n te s y e stu d io s (p p . 103-
RELIGIÓN Y CULTURA
Á ngel T e je ro
T o m ás Pérez M o ra led a
F E Y E R A B E N D , P., ¿ P o r q u é no P la t ó n ? , T ra d . M. A. A lbisu. T EC N O S,
M a d rid 1985, 188 p p .
C on el d e s p a rp a jo e n él h a b itu a l (a veces u n o llega a p e n s a r si se t r a t a so la m e n te
d e u n m o d o de lla m a r la a te n c ió n de la m a n e ra q u e sea) P a u l F e y e ra b e n d re p ite su s
te sis a n a r q u is ta s so b re la c ie n cia , ya c o n o cid as d e o b ra s a n te rio re s . E s ta vez, a d e m á s ,
de fo rm a m e n o s c o m p le ta y s iste m á tic a , p u e s to q u e lo q u e en e s ta o b r a se n o s p r e s e n ta
es u n a co lecció n d e a rtíc u lo s y c o n fe re n c ia s o c a sio n a le s, d irig id a s casi sie m p re a u n
p ú b lic o n o e sp e c ia lista . L o c ie rto es q u e u n o n o p u e d e sin o e s ta r d e a c u e rd o c o n su s
c rític a s s o b re la s a rro g a n te s p re te n s io n e s de la c ie n cia y los cien tífico s. O tra c o sa es
e s ta r lo c o n las a lte rn a tiv a s q u e él p ro p o n e . N o c a b e la m e n o r d u d a de q u e la ra c io n a
lid a d c ie n tífica p ro m e te m u c h o m á s d e lo q u e d a y ta m p o c o d e q u e fre c u e n te m e n te
h a c o n d u c id o a la h u m a n id a d a situ a c io n e s q u e so la m e n te p u e d e n s e r calific ad a s de
136
LIBROS
Á ngel T e je ro
T A B E R N E R GUASP, J .-R O J A S M O R EN O , C., M a r c u s e , F r o m m , R e i c h : el
f r e u d o m a r x i s m o . C IN C E L . M a d rid 1985, 199 pp.
L a p ro x im id a d , si n o in m e d ia te z , de los a u to re s e s tu d ia d o s s itú a el lib ro e n tr e a q u e
llos e sc rito s q u e n o s in te rro g a n p e rs o n a l y so c ia lm e n te . Los fre u d o m a rx is ta s re sp o n d e n
a u n a c u e s tió n b á s ic a d el h o m b re de hoy; «qué e sp e ra n z a p u e d e q u e d a rn o s de s e r d ig
n a m e n te h o m b re s » (p . 10). E l h o m b re es u n s e r e sc in d id o e n su ra c io n a lid a d y e n su
acc ió n . P o rq u e la ra z ó n in d iv id u a l n o n o s h a ce ra c io n a le s (c u e rd o s ), sin o e n ta n to en
c u a n to se a sim ila a la ra c io n a lid a d a b s tr a c ta y g e n e ra l del E sta d o . La so lu c ió n freu d o -
m a rx is ta (e n tié n d a se , de M a rcu se, F ro m m y R eich) se h a e n c o n tra d o con lo que
p r e te n d ía a rre g la r: la d iso lu c ió n del s u je to , lo q u e hoy se dice p o s m o d e rn id a d (d e la
p re s e n ta c ió n d e R o d ríg u e z S á n c h e z ). La o b ra , p o r lo d e m á s, n o se e sc a p a a los c rite rio s
d e la serie: d iv u lg a la s je rg a s m a r x is ta y fre u d ia n a de e sto s a u to re s con el le n g u a je de
hoy; la e x p o sició n es te m á tic a y se s u p rim e el a p a r a to c rític o ; se p a r te de las ra íc es,
M arx y F re u d , e n su s c o in c id e n c ia s y d iv erg e n cia s; se tie n d e el p u e n te e n tr e a m b o s y
se d ilu c id a el té rm in o « freu d o m a rx ism o » (p p . 55 y ss.). N o h a y u n id a d d o c trin a l n i de
lín e a s, sin o só lo de p ro b le m a s (la lib e ra c ió n del h o m b re , co m o in d iv id u o y co m o se r
so c ial). A u n q u e la d é c a d a de los 70 h a y a c a m in a d o te ó ric a m e n te p o r o tro s d e rro te ro s ,
la c o n trib u c ió n d e los fre u d o m a rx is ta s es «en p a r te to d a v ía ú til y valio sa» p a r a se g u ir
e n la d u ra ta r e a de u n a « m ay o r re a liz a c ió n h u m a n a » (p. 176). Y ello, p o r el m e ro h e ch o de
d e s c u b rir situ a c io n e s d e a lie n a c ió n e in s ta rn o s , p o r lo m ism o , a to m a r u n a p o s tu ra .
E n fin, lib ro q u e p u e d e a y u d a r a v iv ir u n p o c o m á s c o n sc ie n te m e n te la v id a social.
Á ngel T e je ro
PADILLA NOVOA, M., U n a m u n o , f i l ó s o f o d e e n c r u c i j a d a . C IN C E L . M a d rid
1985, 160 pp.
U n a m u n o tie n e h is to r ia y p re s e n te e n la c u ltu r a e sp a ñ o la . H a sid o y es s u je to de
m ú ltip le s en sa y o s y e stu d io s . E l q u e p re s e n ta m o s tie n e ú n ic a m e n te p re te n s io n e s d id á c
tic a s, m á s d e sc rip tiv a s q u e in te r p re ta tiv a s . P o rq u e e s tá d irig id o a to d o el m u n d o n o
se e sc a p a de la s lín e a s g e n era le s d el p e n s a m ie n to del b ilb a ín o , q u e n o so n la s tó p ic a s,
sin o la s q u e lo h a c e n c o m p re n sib le e n su im p o sib le clasificación. A dem ás, se q u ie re
e s tu d ia r a U n a m u n o «de u n m o d o u n a m u n ia n o » , es d e c ir, sin p re s u p u e s to s p re v io s y
c o n su s m ism o s p ro c e d im ie n to s (la filosofía e n tro n c a d a en la v id a p e rso n a l, el p a rale-
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RELIGIÓN Y CULTURA
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LIBROS
c u lm in a c ió n in te le c tu a l de la lase q u e re p re s e n ta n los en sa y o s R e n á n y A d á n en el pa ra ís o .
E s p a rtic u la rm e n te in te re s a n te e sta sección p o r la p re s e n ta c ió n s is te m á tic a del p e n s a
m ie n to de O rte g a e n su c o n ju n to , q u e se hace c ro n o ló g ic a m e n te , al hilo de su m ism a
p ro d u c c ió n literario -filo só fica. La se g u n d a p a rte (p p . 99-254) se e m p e ñ a en a b o r d a r , en
sín te sis, el te m a de la v e rd a d y el p e rsp e c tiv ism o en la o b r a m a d u ra de O rte g a, sin
a te n e rs e ya al o rd e n c ro n o ló g ico . Y las p á g in a s 255-416 son u n a p é n d ic e en el q u e se hace
u n a c o m p ilac ió n , b a s ta n te e x h a u s tiv a , de los tex to s e n los q u e se ve la tra y e c to ria de
la p ro b le m á tic a q u e h a e m b a rg a d o e ste e stu d io .
T o m á s P. M o ra led a
BLUHM , W. T., ¿ F u e r z a o l i b e r t a d ? L a p a r a d o j a d e l p e n s a m i e n t o p o l í t i c o
m o d e r n o , T ra d . J u a n S a n M iguel Q u e re je ta . LABOR. B a rc e lo n a 1985
285 p p .
« Q u ie n q u ie ra q u e r e h ú s e a o b e d e c e r la v o lu n ta d g e n era l, se a o b lig a d o a ello p o r la
c o rp o ra c ió n e n te ra , lo q u e n o significa o t r a co sa q u e s e rá fo rz a d o a s e r libre» (J. J. R o u
sse a u ). É s ta es la p a ra d o ja , a veces d ile m á tic a , o b je to d e a n á lisis filo só fico m á s q u e
p o lític o e n e ste lib ro . T. W. B lu h m re v isa c a te g o ría s, m é to d o s, co n ce p cio n e s filo só fic as
y é tic a s p a r a c o n c lu ir q u e ta l a n ta g o n ism o a s ie n ta sus b a se s en el e sq u e m a d u a lis ta c a r
te s ia n o ( r e s e x t e n s a / r e s c o g i t a n s ) . N in g ú n a u to r m o d e rn o (H o b b e s, L ocke, el p ro p io
R o u sse a u , H egel, M arx, M ili) n i c o n te m p o rá n e o (N ie tz sc h e, W ittg e n ste in , e x is te n c ia lista s,
n e o m a rx is ta s , o fe n o m e n ó lo g o s) h a lo g ra d o sa lirs e de la p a r a d o ja h a s ta el A f t e r V i r t u e
de M c In ty re . E n tis c u s ió n con él, lo g ra B. e x tr a e r u n a filo so fía de la lib e rta d d e sd e u n a
n u e v a c o n c e p c ió n d el m u n d o q u e h a de re v o lu c io n a r la v id a p o lític a . L a c o n cien c ia d ebe
c o n d ic io n a r a la v ida: « a d o p te m o s la e x p e rie n c ia m o ra l viva d e la h u m a n id a d co m o fu n
d a m e n to y lím ite de la lib e rta d » , c o m o p a r á m e tr o n e g ativ o p a r a , «sin e s ta b le c e r el c o n
te n id o p o sitiv o de la a c c ió n m o ra l, d e ja r g r a n lib e r ta d p a r a u n a d iv e rs id a d de e stilo s
de v id a y d e e s tr u c tu r a s d e o rd e n p o lítico » (p. 278). P e ro n o se d ice, p o r m á s e je m p lo s
q u e se a n a liz a n , e n q u é c o n siste e sa « ex p erien c ia m o ra l viva de la h u m a n id a d » . De to d a s
fo rm a s , e s ta o b ra d e b e d a r q u e p e n s a r a los q u e ja le a n a d ia rio con la d e m o c ra c ia . E n
e lla n o se t r a t a de có m o a c tu a r e n p o lític a , sin o de q u é m e re c e la p e n a se r a c tu a d o
d e sd e la p o lític a .
Ángel T e je ro
FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA
JAUCH, J. M., S o b r e la r e a l i d a d d e lo s c u a n t o s . U n d i á l o g o g a llic a n o , T rad .
M. P a re d e s. ALIANZA. M a d rid 1985, 126 pp.
D os so n los p ro b le m a s q u e se d is c u te n en u n a o b ra , c u y a fo rm a d ia lo g a d a in te n ta
s e r u n a im ita c ió n de a lg u n o s fa m o s o s e sc rito s d e G alileo: la in c id e n c ia del c a rá c te r p r o
b a b ilis ta de la m e c á n ic a c u á n tic a e n las te sis tra d ic io n a le s s o b re la e v o lu ció n d e te rm i
n is ta de los s iste m a s físico s y el p ro b le m a e p iste m o ló g ic o d e si la m e c á n ic a c u á n tic a
es o n o re p re s e n ta tiv a d el m u n d o re a l. E n r e a lid a d , a m b o s p ro b le m a s n o so n s e p a ra d o s
c o n la c la rid a d q u e s e ría d e d e se a r. P o r o tr a p a r te —n o p o d ría s e r d e o tr a m a n e r a —
no q u e d a n re s u e lto s de m a n e ra sa tis fa c to ria . A lo la rg o d e los d iálo g o s, y co m o y a su
c e d ie ra e n el caso d e G alileo, lo s a rg u m e n to s q u e u tiliz a n los in te rlo c u to re s n o son
d e la m is m a c a lid a d . Se ve d e m a sia d o c la ra m e n te q u e el a u to r defiende la lla m a d a
in te r p r e ta c ió n de C o p en h ag u e, p ro p ic ia d a p o r N. B o h r y W. H e ise n b erg . La exposición
es n o ta b le m e n te c la ra y a m e n a , a u n q u e los fo rm a lism o s m a te m á tic o s r e la tiv a m e n te
a b u n d a n te s , p u e d a n s e r u n o b stá c u lo p a r a q u ie n n o e s té av ezad o a ellos, a la h o ra de
v a lo ra r los a rg u m e n to s e n fa v o r de la s d is tin ta s in te rp re ta c io n e s de la m ec án ic a c u á n tic a .
M. A rra n z R o d rig o
W AGONER, R. V. - G O LD SM IT H , D. W., H o r i z o n t e s c ó s m i c o s . C o m p r e n d a
el U n i v e r s o , T ra d . L uis M as F ra n c h . LABOR. B a rc e lo n a 1985, 224 pp.
G ra cia s a u n a se rie d e re v o lu c io n a rio s d e sc u b rim ie n to s d e la a s tro fís ic a de las ú lti
m a s d é c a d a s (fo n d o c ó sm ico , isó tro p o de m ic ro o n d a s , e s tre lla s d e n e u tro n e s , a g u je ro s n e
g ro s, e tc ...) y m e rc e d a u n in s tr u m e n ta l c a d a vez m á s p re c iso p a r a c a p ta r y e v a lu a r
las ra d ia c io n e s e x tra g a lá c tic a s, la c o sm o lo g ía se h a c o n v e rtid o e n u n a c ie n cia q u e goza
c a d a vez d e m á s a u d ie n c ia y q u e d e s p ie r ta c a d a vez m á s in te ré s e n el p ú b lic o m e d ia
n a m e n te c u lto . P a ra s a tis fa c e r las n u e v a s n e c e sid a d e s, h a n sid o p u b lic a d a s g ra n c a n tid a d
d e o b ra s d iv u lg a d o ra s . P o cas, a m i e n te n d e r, gozan de la e n v id ia b le c a lid a d y se n tid o
de las p ro p o rc io n e s de la q u e re se ñ o . Los a u to re s , p u e s se t r a t a d e u n a o b ra en colabo-
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LIBROS
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RELIGIÓN Y CULTURA
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LIBROS
HISTORIA
M A RTÍN H E R N Á N D E Z , F., L a I g l e s i a cu la h i s t o r i a . V o l. I Una v i s ió n s e
r e n a v d e s a p a s i o n a d a d e la iglesia en el i n u n d o . SO CIED A D D E ED U
CACIÓN A TENAS. M a d rid 1984, 344 pp.
E ste re la to del a n d a r de la iglesia p o r los siglos d o r ia m e n te es d e sa p a sio n a d o p o rq u e
no c ae b ie n c o n los h is to ria d o re s se r m uy a p a s io n a d o s no se v ay an a c o n v e rtir en te n
d e n cio so s y e n to n c e s p e rd e ría n el tie m p o ; c onviene q u e tem p len su á n im o e n tre el a m o r
al o b je to de e s tu d io y la c la riv id e n c ia c rític a q u e n e c e sita n . E l lib ro e s tá p re s e n ta d o de
u n a se rie o co lecció n q u e la E d ito ria l d e n o m in a «síntesis». Pues im ag in e el le c to r u n a
sín te s is de h is to ria de la iglesia (d el p rim e ro al d e c im o c u a rto siglo), p e ro q u e n o es
un m a n u a l, no es u n re s u m e n p a ra e s tu d ia n te s o p ro fe s o re s p re c ip ita d o s , sin o u n a ex
p o sic ió n b o n ita y fu n d a m e n ta d a a c e rc a de la c o m u n id a d c ris tia n a e n tr e ro m a n o s y
b á rb a ro s . E n tr a n los te m a s p rin c ip a le s, a u n q u e el a u to r n o e sté o b lig a d o a ello p o rq u e
la id ea d e sín te s is n a tu ra lm e n te no se lo p e rm ite . El ín d ic e especifica o rd e n a d a m e n te
c a d a a su n to . D e n tro de la a g ilid ad q u e c o n se rv a n e sta s p á g in a s se p u e d e d e c ir q u e es
a b u n d a n te el n ú m e ro de a u to re s e c lesiá stico s y p a d re s de la iglesia que se c ita n ; se
tr a e n a co lació n , p e ro sin re fe re n c ia b ib lio g rá fic a. U n ic a m e n te al final se n o s o frec e u n a
b ib lio g ra fía e sc o g id a p a r a c a d a c a p ítu lo , to d o ello c u a d ra b ie n con la p re te n s ió n de
la o b ra . La d istrib u c ió n , si h a de te n e r so la m e n te dos v o lú m e n e s, no v a a q u e d a r m uy
p rá c tic a p o rq u e los te m a s de in te ré s d e sd e la d ivisión del p a p a d o h a s ta hoy so n m ás
n u m e ro s o s q u e los a n te rio re s , p a ra el le c to r p o ten c ial. La e d ic ió n lleva a lg u n o s m a p a s
a m o d o d e ilu s tra c ió n , q u e se q u e d a n d e m a sia d o re d u c id o s, y q u e co in cid en con el
so c o rrid o A t l a s del P. B e rn a rd in o L lo rca. C u rio so el fallo tip o g rá fico de la p á g in a 17.
La o b ra es u n in te n to la u d a b le de c re a r u n g é n ero h istó ric o e n tre el m a n u a l y el v o
lu m e n g ru e so e sfo rz a d a m e n te d o c u m e n ta d o .
A. De M ier
A. D e M ier
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RELIGIÓN Y CULTURA
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LIBROS
S a n tia g o A lcalde
VA RIOS, M a l i c o N o v e l l i e V a g o s t i n i s m o p o l i t i c o d e l t r e c e n t o . A G U ST IN U S.
P a le rm o 1983, 103 pp.
S o n las a c ta s del p rim e r c o n g reso so b re el p e n sa m ie n to a g u stin ia n o te n id o e n P a
le rm o en el m es de e n e ro de 1981, so s te n id o p o r la A cad em ia Local de las C iencias y las
A rtes y los A g u stin o s. C on la te o ría del a g u stin ism o p o lític o vienen p r o n to a la m e n te
n o m b re s com o el de E g id o R o m a n o o S a n tia g o de V ite rb o , ¿ p e ro M atteo N ovelli? Un
ju r is ta a lu m n o de la U n iv e rsid a d de B o lo n ia que sirv ió a M a n fre d o en la c o rte sic ilian a
y q u e e x tie n d e su m a g iste rio e n tre los siglos X I I I y X IV es A gustín de 'ta r a n o o N o
vello, co m o se le suele d e sig n a r en c a s te lla n o , el cual, m ie n tra s a y u d ó a los d e sc e n d ie n
tes de F e d e ric o I I y e stu v o en el d e s a s tre de B e n ev e n to (1266), se lla m ó M ateo. M ás
ta rd e , aco g id o a la O rd e n de S a n A gustín, p re p a ró las p rim e ra s C o n stitu c io n e s q u e se
c o n se rv a n y o frec ió su s c o n o c im ie n to s a la Ig lesia . E s ta c o n fe re n c ia se d eb e a A. V as
sallo, el cual a p u e s ta p o re í o rig en sic ilian o de A g u stín N ovelli. A. Z u m k e lle r e xpone la
re la ció n e n tre Ig lesia y E s ta d o seg ú n la d o c trin a de E g id io R o m an o ; a p rin c ip io s de 1302
p u b lic ó D e e c l e s i á s t i c a p o t e s t a t e , y a fin ales del m ism o re s o n a b a en Jas c a n c ille ría s la
b u la U n a m S a n c t a m , de B o n ifac io V III, fa m o s ís im a en la h is to ria ; Z u m k e lle r d iv id e la
c o n fe re n c ia en tre s p u n to s : q u é e n se ñ a so b re la p o te s ta d del p rín c ip e , cóm o c o n cib e él
la Ig le sia ν cóm o ve la re la ció n e n tr e el sa c e rd o c io y el re in o . F. G iu n ta e s tu d ia las
145
RELIGIÓN Y CULTURA
P Ë R O N N E T , M., V o c a b u l a r i o b á s i c o d e la R e v o l u c i ó n F r a n c e s a . CRITICA.
B a rc e lo n a 1984, 302 pp.
La fa lta de d ic c io n a rio s v e rac es y p u e s to s al d ía p o r lo q u e se re fie re al e s tu d io de
la R e\O lución F ra n c e sa h a m o vido a P é ro n n e t, p ro fe s o r de la U n iv e rsid a d de M o n tp e llier,
a rem edia]· el vacío con u n lib ro e n el q u e reco g e 50 c o n c e p to s q u e la h is to r ia h a re fe
rid o sie m p re a a q u el h e ch o tra s c e n d e n ta l e n la v id a de E u ro p a y a e x p lic a r c a d a u n o de
ellos en p o c as p á g in a s. De n o m b re s u n id o s a ta l a c o n te c im ie n to sí h a y b io g ra fía s ν d ic
c io n a rio s; lo q u e se e c h a en fa lta es lite r a tu r a so b re los h ech o s n o ta b le s c o m p u e sta y
o r d e n a d a p a r a r e c u r r ir a ella en c u a lq u ie r m o m e n to . E l a u to r h a e sco g id o 50 te m a s (con
los q u e é sto s p u e d a n in c lu ir); así, p o r e je m p lo : g u illo tin a , S a n s-c o u tte s, p re n s a , fie s ta s,
veto, m u je re s , c u lto s, e leccio n es, c o m p lo t, te r r o r , co alicio n es, a n tig u o ré g im en , e tc. N o
se t r a t a de u n d ic c io n a rio p ro p ia m e n te d icho, sin o de u n v o c a b u la rio e n ta n to sale aq u él
a la s lib re ría s . A u n a v isió n de c o n ju n to sigue luego u n a b io g ra fía g e n era l, la c u a l se
c o m p le ta , e n la p a r te d e c a d a c o n c e p to c o n sid e ra d o , con o tr a b ib lio g ra fía b re v e y e sp e
c ífica. E s ta c lase de lib ro s es m u y p ro v e c h o so te n e rla a m a n o ta n to a e s tu d ia n te s co m o
a to d o g é n ero d e p e rs o n a s c u lta s, p o rq u e m u c h o s té rm in o s de a q u e lla R ev o lu c ió n v u e l
ven a in c id ir en los d w e rso s m ed io s de c o m u n ic ac ió n de m a s a s en la a c tu a lid a d .
A. De Mie·
B E R T E L L I, S., R e b e l d e s , l i b e r t i n o s y o r t o d o x o s en el barroco. E D IC IO
N E S 61, S. A. B a rc e lo n a 1984. 333 pp.
« E ste es u n en say o so b re h is to rio g ra fía b a rro c a , y no u n a h is to ria de la h is to rio g ra
fía b a rro c a , p o rq u e n o nos in te re s a re c o r r e r a q u í to d a s las e ta p a s del c a m in o h isto rio -
g rá fic o , sin o m á s b ien in d ic a r su s lín e a s de a rtic u la c ió n » (p. 11). «Al u tiliz a r en e ste
lib ro el té rm in o b a rro c o m e re fie ro a u n a c o rrie n te , a u n m o v im ien to de re ac ció n , su s
c e p tib le d e d e te rm in a c ió n h is tó ric a , c o n tra p re c iso s v a lo re s p re e x is te n te s que lla m a ría
r e n a c e n t i s t a s . . . » (p. 7). E sta b le c ie n d o u n p u n to de re fe re n c ia q u e se rá la h is to rio g ra fía
146
LIBROS
A. De M ier
14 7
nm .lG IÓ N Y CULTURA
148
LIBROS
JUTGLAR, A., H i s t o r i a c r i ti c a d e la b u r g u e s í a en C a t a l u ñ a . A N TH R O PO S.
B a rc e lo n a 1984, 554 pp.
Si a la b u rg u e s ía le p e rte n e c e el títu lo de h a b e r sid o e l m o to r de la re v o lu c ió n in d u s
tria l en to d a E u ro p a , es sa b id o que la c a ta la n a h a e sta d o a la c ab eza de las in ic ia titv a s
e m p re s a ria le s de to d a E sp a ñ a . E l lib ro to m a p o r o b je to la tra y e c to ria de los g ra n d e s
b u rg u e se s so la m e n te , la de a q u e llo s q u e e sta n d o bien a c o m o d a d o s p u d ie ro n p e r m itirs e
el g u sto de se n tirs e p a te rn a lis ta s y m ec en a s, con c o n cien c ia de f o r m a r lo m ás g ra n a d o
de la so c ie d a d c a ta la n a , y to d o e sto d e sd e m e d ia d o s del siglo X V III, c o n d e te c ta b le s
p re c e d e n te s d e sd e q u e B a rc e lo n a se rin d ió al e m p u je b o rb ó n ic o . E ste larg o en say o fue
e sc rito a n te s de 1966 y p u b lic a d o ese a ñ o con el títu lo E l s b u r g e s o s C a talans, n a d a c a lu
ro s a m e n te re c ib id o p o r c ie rto e n tre los m ed io s m ás in flu y e n tes; seis añ o s m á s ta rd e
a p a re c ió en c a ta lá n con el m ism o títu lo q u e a h o ra en c a ste lla n o . E n tr a d e n tro de la
colección « H isto ria , id ea s y textos» de la e d ito ria l A n th ro p o s, d irig id a p o r el m ism o
A. J u tg la r, d e n tro d e la cual e n c a ja a d e c u a d a m e n te . E s h is to ria , p e ro a g ra n d e s tra z o s
m ez cla d a c o n sociología, q u e se in clin a p o r r e s a lta r las ideas m a tric e s fre n te a u n t r a t a
m ie n to p o sitiv istic o , p e ro q u e c o rre el riesg o de c a e r en el o p u e sto d e fec to , q u e n o
q u e d en s u fic ie n te m e n te p r o b a d o s los h e c h o s que h ace n de p u n to de p a rtid a . S e c ita n
p o c as fu e n te s y po co s e stu d io s; a p a re c e fre c u e n te m e n te el g ra n m a e s tro V icens V ives,
ν el a u to r re m ite en v a ria s o c asio n e s a o b ra s o a rtíc u lo s p ro p io s. E s ta e d ic ió n v a p r e
ced id a de u n p ró lo g o p a r a n o c a ta la n e s , b a s ta n te p ro lo n g a d o , com o to d a s las in tr o d u c
cio n e s ν epílogos, en la q u e s itú a s u fic ie n te m e n te al le c to r en el tern a de los m é rito s
o d e m é rito s de la b u rg u e s ía c a ta la n a , e s ta m e n to g e n e ra lm e n te no ig n o rad o . G ra n d e s
a p a r ta d o s del lib ro : Las p rim e r a s g e n era cio n e s (1750-1833). La e x p a n s ió n del n ú c le o p r i
m itiv o (1833-1874). C o n so lid ac ió n de la a lta b u rg u e sía (1874-1901). E l p la n te a m ie n to de
la c risis (1901-1939). La p la ta fo r m a a c tu a l. A m a n e ra de epílogo in te rro g a i ivo. P o sib les
claves p a ra la c o m p re n sió n de la b u rg u e sía c a ta la n a a c tu a l.
A. De M ier
149
RELIGIÓN Y CULTURA
A. De M ier
LITERATURA
B E L L IN I, G., H i s t o r i a d e la l i t e r a t u r a h i s p a n o a m e r i c a n a . CASTALIA. M a
d rid 1985, 814 pp.
E s ta h is to ria , q u e a p a re c e a h o ra e n c a s te lla n o c o n sid e ra b le m e n te a c tu a liz a d a , es ya
u n c lá sico en su v e rsió n o rig in a l ita lia n a p a ra los e stu d io s o s de la lite r a tu r a h isp a n o
a m e ric a n a . B ellini h a ce u n e stu d io d e sd e las lite r a tu r a s p re c o lo m b in a s h a s ta la lite r a
tu r a a c tu a l, e n u n re c o rr id o d o n d e c a d a a u to r tie n e su h u e co d e n tro de la lógica escasez
de e sp a cio q u e p o se e u n m a n u a l y de las d ific u lta d e s que a p a re c e n e n un c a m p o tan
v a sto c o m o es la lite r a tu r a h is p a n o a m e ric a n a . E s, e n fin, u n a h is to ria in fo rm a d a y c rí
tic a q u e m a n ifie s ta las re la c io n e s e n tre las d is tin ta s lite r a tu r a s q u e se d a n en A m érica
y las c irc u n s ta n c ia s h is tó ric a s e n las q u e su rg e n .
F e rn a n d o R o d ríg u ez
F e rn a n d o R. C am in ero
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RELIGIÓN Y CULTURA
F e rn a n d o R o d ríg u ez
VARIO S
DÍAZ, C., E s c u c h a p o s m o d e r n o . PA U LIN A S. M adrid 1985, 195 pp.
T ra d u c id o e n té rm in o s re ales, los que m ueven a la g ente, p o sm o d e rn o es decir:
« p re su m ir es carecer». E ste p rin c ip io a lim e n ta to d a la p a ra fe rn a lia de u so s, m o d o s de
v id a y h á b ito s teó rico s q u e c re a la so c ied a d p o sm o d e rn a . C. D íaz se d irig e a los jó v e
nes, de los q u e in te n ta d e s e n m a s c a ra r el flo rileg io de a p a rie n c ia con el q u e re v iste n
su v id a c o tid ia n a . Y en la b ú s q u e d a se e n c u e n tr a c o n las b a s e s te ó ric a s —no ta n só lid as
co m o se p e n s a b a — q u e los a d u lto s le h a n p re te n d id o h a b e r d ado. Y luego re s u lta que
los a d u lto s son jó v e n e s c rec id o s en añ o s. F ilo so fía, h is to ria , sociología y p ed ag o g ía se
e n tre m e z c la n en e ste d isc u rso d e se n fa d a d o y sa tíric o . P e ro no sólo se n o s dice, en lina
d e sc rip c ió n genealógica, «lo q u e hay» (p p . 15-133), sin o q u e ta m b ié n se nos p re s e n ta la
c u asi-u to p ía de lo que «debe h a b er» (p p . 135-191) y su s ra zo n e s. Lo q u e hay e s u n a
e n fe rm e d a d (p o sm o d e rn is m o ) y lo q u e d ebe h a b e r es u n a sa lid a m e jo r. 1.a a lte rn a tiv a
es el h u m a n ism o h u m a n o del a m o r, y p o rq u e sólo el a m o r m ere ce la p e n a, ha de se r
a ltr u is ta y con h o riz o n te seg u ro . E sp e re m o s q u e el to n o se rm o n ic a l de la sie m p re v ieja
n u ev a p ro p u e s ta no d ism in u y a su eficacia. M ie n tra s ta n to es m uy a c o n s e ja b le le e r
e s ta s p á g in a s p a r a d e sin to x ic a r la m e n te y fo rta le c e r los re s o rte s é tico s. A quí la m ofa
te h a c e p e n s a r, la s á tir a te lib e ra .
Ángel T ejero
L u is M arín de S an M a rtín
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lib r o s reciBiclos
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RELIGIÓN Y CULTURA
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LIBROS
ED. INSTITUTUM P A T R IS T IC U M A U G U STIN I ANUM (Vía S. U ííi/io , 25. 00193 Rom a).
C o rc o ran , G.. S a in t A u g u stin e o n slav ery . 1985, 102 pp.
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RELIGION Y CULTURA
ED. PLAZA & JANÉS (V irgen de G u a d alu p e . 21-23. E sp lu g as de L lo b re g at. B arcelo n a).
V a lla d a re s, D., Contra toda esperanza. 1985, 447 pp.
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LIBROS
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RELIGION V CULTURA
A U TO RES
P a y n e , G. S., La E s p a ñ a m ed iev al. 1985, 208 pp.
L ó p e z R i o e e r e z o , J. M., La d ro g a en E sp a ñ a . 1985, 245 pp.
M a r r o d á n , M. A., P e re g rin o a la n a d a . 1985, 8! p p.
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