Castidad: es la conducta deliberada a la morigeración y pertinente regulación de
goces o actos sexuales.
Sobriedad: La palabra sobriedad es un término que empleamos con frecuencia para dar cuenta de la moderación o de la ausencia de ésta que ostenta algo, o en su defecto, alguien en su accionar, en su comportamiento. Generosidad: La generosidad del ser humano es el hábito de dar o compartir con los demás sin recibir nada a cambio. Comparado a menudo con la caridad como virtud, la generosidad se acepta extensamente en la sociedad como un hábito deseable. Laboriosidad: Es la virtud propia de una persona trabajadora. Laboriosidad es el hábito de trabajar abundantemente, con intensidad y constancia. Trabajar es solo el primer paso, hacerlo bien y con cuidado en los pequeños detalles es cuando se convierte en un valor. Paciencia: Es la actitud que lleva al ser humano a poder soportar contratiempos y dificultades para conseguir algo bien. Caridad: Sentimiento o actitud que impulsa a interesarse por las demás personas y a querer ayudarlas, especialmente a las más necesitadas. Humildad: Es una virtud moral contraria a la soberbia, que posee el ser humano en reconocer sus debilidades, cualidades y capacidades, y aprovecharlas para obrar en bien de los demás, sin decirlo. De este modo mantiene los pies en la tierra, sin vanidosas evasiones a las quimeras del orgullo. Lujuria: en el marco de la moral sexual, es el deseo sexual desordenado e incontrolable. Existe un sentido no sexual de la lujuria que se refiere a un deseo apasionado de algo. Lascivia, asimilable a lujuria, es el apetito o deseo excesivo de placeres sexuales. Gula: La gula parece ser un pecado que les gusta ignorar a los cristianos. Estamos listos para etiquetar como pecados el fumar o beber, pero por alguna razón la glotonería es aceptada o al menos tolerada. Avaricia: Es el afán o deseo desordenado de poseer riquezas, bienes, posesiones u objetos de valor abstracto con la intención de atesorarlos para uno mismo, mucho más allá de las cantidades requeridas para la supervivencia básica y la comodidad personal. Pereza: es la negligencia, astenia, tedio o descuido en realizar actividades. La religión cristiana, clasifica la pereza como un vicio capital ya que genera otros pecados, si bien antiguamente se la denominaba acedía o acidia, concepto más amplio que tenía que ver con la tristeza o la depresión. Ira: es una emoción que se expresa a través del resentimiento o de la irritabilidad. Los efectos físicos de la ira incluyen aumento del ritmo cardíaco, de la presión sanguínea y de los niveles de adrenalina y noradrenalina. Envidia: Sentimiento de tristeza o enojo que experimenta la persona que no tiene o desearía tener para sí sola algo que otra posee. Soberbia: Sentimiento de superioridad frente a los demás que provoca un trato distante o despreciativo hacia ellos.