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Ejercicio 1

Subnivel de educación: Bachillerato


Edad de los lectores: 15 a 17 años
Asignatura: Matemáticas
Título: Una confusión cotidiana
Autora: Franz Kafka

Un problema cotidiano, del que resulta una confusión cotidiana.


A tiene que concretar un negocio importante con B en H, se traslada a H para una
entrevista preliminar, pone diez minutos en ir y diez en volver, y en su hogar se
enorgullece de esa velocidad. Al día siguiente vuelve a H, esa vez para cerrar
el negocio. Ya que probablemente eso le insumirá muchas horas, A sale temprano.
Aunque las circunstancias (al menos en opinión de A) son precisamente las de la víspera,
tarda diez horas esta vez en llegar a H. Lo hace al atardecer, rendido. Le comunicaron que
B, inquieto por su demora, ha partido hace poco para el pueblo de A y que deben haberse
cruzado por el camino. Le aconsejan que aguarde. A, sin embargo, impaciente por la
concreción del negocio, se va inmediatamente y retorna a su casa.
Esta vez, sin prestar mayor atención, hace el viaje en un rato.
En su casa le dicen que B llegó muy temprano, inmediatamente después de la salida de
A, y que hasta se cruzó con A en el umbral y quiso recordarle el negocio, pero que A le
respondió que no tenía tiempo y que debía salir en seguida.
Pese a esa incomprensible conducta, B entró en la casa a esperar su vuelta. Ya había
preguntado muchas veces si no había regresado todavía, pero continuaba aguardando aún
en el cuarto de A. Contento de poder encontrarse con B y explicarle lo sucedido, A corre
escaleras arriba. Casi al llegar, tropieza, se tuerce un tobillo y a punto de perder el
conocimiento, incapaz de gritar, gimiendo en la oscuridad, oye a B —tal vez ya muy
lejos, tal vez a su lado— que baja la escalera furioso y desaparece para siempre.

Tomado de https://goo.gl/5921yo (23/03/2018)

Antes de la lectura
Este momento de lectura es fundamental para animar a nuestros estudiantes, según el
concepto propuesto por Carmen Olivares, experta colombiana en lectura: “La animación
a la lectura es un acto consciente realizado para producir un acercamiento afectivo e
intelectual a un libro concreto, de forma que este contacto produzca una estimación
genérica hacia los libros” (Yepes, 2013: 33). Por tanto, las estrategias didácticas que
proponemos para este momento de lectura de la historia “Una Confusión Cotidiana” tienen
un componente afectivo que vincula al estudiante con el texto, además de prepararle a un
estado de paciencia ante las adversidades que se presentan en el diario vivir.

Formular predicciones. Por tratarse de un texto corto, podemos empezar las predicciones
a partir del título, mediante la siguiente pregunta: ¿qué me va a contar la historia llamada
“Una Confusión Cotidiana”? Luego de escuchar las respuestas de los estudiantes y pedirles
que las escriban en sus cuadernos, podemos hacerles otra pregunta, tomando en cuenta que
esta lectura aparece en el libro de Matemáticas: ¿qué relación pueden tener la confusión
en tiempo con las matemáticas? Nuevamente escuchamos sus respuestas y les pedimos
que las escriban en sus cuadernos para comprobarlas después.

En esta etapa es importante animar las predicciones de los estudiantes. Mientras más
predicciones se hagan, se generará una atmósfera de participación e interés, lo que
activará, durante la lectura, los procesos mentales que permiten confirmarlas.

Conocer vocabulario. Cinco palabras de esta historia pueden resultar desconocidas para
los estudiantes. Dependiendo de la realidad del aula, puede haber más o menos palabras
desconocidas. Las definiciones que proponemos para la actividad provienen del
Diccionario de la lengua española, que se encuentra disponible en línea. Las definiciones
no son textuales, sino que están adaptadas al contexto del relato. Las palabras se ordenan
según su aparición en el texto.
Preliminar: Antes del umbral o antes de la puerta
Víspera: Día inmediatamente anterior a otro
Aguarde: Esperar a que venga o llegue alguien o algo
Umbral: es la cantidad mínima de señal que ha de estar presente para ser registrada por un
sistema.
Gimiendo: Expresar naturalmente, con sonido y voz lastimera, la pena y el dolor

Para familiarizar a nuestros estudiantes con estas cinco palabras vamos a realizar la
siguiente actividad:

1. Formar grupo de estudiantes para dramatizar


2. Indicar el rol que va a desempeñar cada estudiante
4. Pedir a cada grupo que diferencie las acciones del antes y después
5. Realizar la dramatización sobre los significados de cada palabra

Esta actividad asegurará la comprensión de los estudiantes cuando se encuentren con estas
cinco palabras en el relato.

Activar los conocimientos previos relativos al tema. Para comprender este relato, es
importante combinar el orden de los personajes con letras o números, para evitar
confusiones entre otras.

Es importante que reflexionemos también con los estudiantes que existen circunstancias
que no se pueden calcular con exactitud, como el transcurso de tiempo que se lleva en ir
de un lugar a otro.

Establecer el propósito de lectura. Como hemos visto, el desenlace de este relato nace
de dos personajes (A y B) que querían cerrar un negocio en un lugar determinado H, pero
por la desesperación e impaciencia no se logró realizar, debemos comunicar a nuestros

estudiantes que el propósito de la lectura de esta historia es: Aprender

que con paciencia se logra el éxito .

Durante la lectura
Quizás la modalidad más generalizada de la lectura sea la lectura individual en silencio.
En los buses, las bibliotecas o las salas de espera, cuando vemos a alguien leyendo, lo
hace en silencio; y esto es natural, puesto que leer exige concentración. Pero esta
tendencia a la inactividad y al silencio puede ser sinónimo de aburrimiento en una
sociedad como la nuestra, donde estamos expuestos a diversos estímulos.

Para desmentir la idea de que la lectura es aburrida, en la mediación lectora debemos


trabajar distintas modalidades que permitan romper la monotonía: lectura en voz alta,
lectura compartida, lectura comentada, lectura en parejas, lectura individual. Para
escoger la modalidad adecuada, debemos prestar atención a las características propias del
texto.

Para escoger la modalidad de lectura de la historia “Una confusión cotidiana” podemos


tomar en cuenta dos aspectos. Como sabemos que el relato está dirigido a jóvenes de
quince a diecisiete año, la lectura
que hagamos debe ser atractiva, enfática y divertida. Además, ya que nuestro propósito
de lectura es comprender el cálculo del tiempo, debemos lograr que los estudiantes en su
vida cotidiana aprendan a ser paciente y cautelosos en su accionar diario, para que puedan
imaginar una solución para el problema al que ellos se enfrenta. Para lograrlo, una
lectura enfática en voz alta realizada por el docente puede ser una decisión
adecuada.

Para el momento de lectura es importante crear un clima de atención. Es necesario también


que el docente mediador practique su lectura enfática en voz alta con anticipación, para
que su tono y sus gestos resalten la potencia conceptual y emotiva de las palabras. En la
historia enfática en voz alta de “Una confusión cotidiana” deben distinguirse claramente
una voz: la del narrador.

Este momento de lectura debe terminar con una plenaria en la que, voluntariamente, los
estudiantes compartan sus predicciones de lectura, cuáles se cumplieron y cuáles no, y
qué partes del texto leído les permitieron comprobarlas o rechazarlas. Este no es un
momento para corregir interpretaciones, sino para permitir que los estudiantes desarrollen
las destrezas de verificación, por lo que es muy importante permitirles sacar conclusiones
por sí mismos. Es imprescindible realizar esta plenaria para que los estudiantes
comprendan el sentido de la formulación de predicciones, y empiecen a incorporarla
autónomamente en sus propias lecturas.

Después de la lectura
El momento final de la lectura ha llegado. Esta es la última oportunidad que tenemos para
lograr nuestro objetivo, según la animación de lectura: “Producir un acercamiento afectivo
e intelectual a un libro concreto, de forma que este contacto produzca una estimación
genérica hacia los libros” (Yepes, 2013: 33). En este momento es importante elegir
estrategias didácticas que permitan que la mayor parte del contenido “quede tatuado en las
mentes de sus receptores” (Yepes, 2013: 37). Las actividades para alcanzar estos
objetivos serán creadas por los mediadores de la lectura y dependerán, sobre todo, del
propósito de lectura.
Estas actividades pueden ser muy variadas, todo depende de la creatividad del mediador
y de las características del grupo, y generalmente se basan en las siguientes estrategias:
comprensión global y específica de fragmentos o del tema del texto, recapitulación,
formulación de opiniones, expresión de experiencias y emociones personales,
aplicación de las ideas leídas en la vida cotidiana, construcción de textos. Con estas
estrategias, el mediador de la lectura podrá diseñar varias actividades que aseguren un
acercamiento afectivo e intelectual de los estudiantes al texto escrito.

En su libro Tras las líneas, Daniel Cassany dice: “Leer y escribir son una pareja de baile.
Y el baile es una forma de conseguir cosas. Carece de sentido leer y escribir si no sirve
para nada. Pensar en lo que podemos escribir después de leer nos ayuda a leer” (Cassany,
2013: 138). Se puede escribir una diversidad de textos a partir de la lectura. Mario Vargas
Llosa, autor reconocido con el Premio Nobel de Literatura en 2010, recuerda que “las
primeras cosas que escribí fueron continuaciones de las historias que leía, pues me
apenaba que se terminaran o quería enmendarles el final” (Vargas Llosa, 2010: 1).

Esta estrategia se corresponde muy oportunamente con el propósito de lectura escogido


para la historia “Una confusión cotidiana” comprender un componente afectivo que
vincula al estudiante con el texto, además de prepararle a un estado de paciencia ante las
adversidades que se presentan en el diario vivir. Por tanto, para intentar que el propósito
de lectura se cumpla y el contenido del texto “quede tatuado en las mentes de sus
receptores” (Yepes, 2013: 37), procederemos con una actividad para este momento de
lectura, según la estrategia de construcción de textos: Cambiando el final de la historia.

Para esta actividad es deseable que cada estudiante escriba un final propio de la historia
aplicando la paciencia en el trascurso del tiempo para lograr el encuentro y poder
concretar el negocio entre A y B.
Sin embargo, esto no siempre es posible; así que podríamos crear grupos de trabajo para
que todos aporten al proyecto. Para el desarrollo de esta actividad debemos seguir estos
pasos:
1. Dividir el curso en grupos pequeños.
2. En plenaria, cada integrante del grupo debe presentar una propuesta para el final
de la historia.
3. Escoger una propuesta en consenso luego de escucharlas todas.
4. Escribir la historia con el nuevo final en papelotes.
5. Ilustrar la historia
6. Presentar la historia a la clase.

Para terminar el proceso de lectura es imprescindible reunir a los estudiantes en plenaria


para conversar sobre el propósito de lectura, si se cumplió o no, qué actividades fueron
eficaces y cuáles se podrían mejorar. Es importante cerrar la actividad de esta forma para
que todos los estudiantes comprendan el sentido de las actividades y estrategias didácticas
utilizadas, y puedan replicar el proceso lector con autonomía en su vida cotidiana.

INTEGRANTES:

Alcívar Muñoz Mercy


Cruz Marcillo Juanita
Párraga Andrade Gema
Pincay Lucas Jhony
Zambrano Vera Pabla

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