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devaluación monetaria. Es la disminución del valor oficial de una moneda por decisión de la
autoridad pública. Entraña un cambio en la relación de valor que ella mantiene con otra u otras
monedas que le sirven de referencia o, para decirlo en otras palabras, una modificación de la
paridad cambiaria.
Son muchos los factores que intervienen en la devaluación de una moneda, entre los más
relevantes podemos destacar:
1. Aumento en la cantidad de dinero que circula sin incremento en la riqueza del país. ...
Si bien hay personas que al hablar del tipo de cambio usan de manera indistinta los términos
“depreciación” y “devaluación” de manera indistinta, este es un grave error. Los dos términos
hacen referencia a una pérdida de valor de la moneda nacional frente a una extranjera, pero usan
en dos situaciones muy distintas.
Devaluación. La devaluación es la pérdida del valor nominal de una moneda corriente frente a
otras monedas extranjeras. ... Darle un menor valor (real) a la moneda (50 céntimos). Esto es
exactamente devaluar la moneda.
Una devaluación, es la decisión por parte de las autoridades de un país, como medida de política
económica, de fijar el precio al cual la moneda local, comprará cada unidad de moneda extranjera,
o divisa.
A ese precio, por ejemplo: 714 bolívares por cada dólar (SIMADI al 14/04/2017), se le conoce como
tipo de cambio.
Y como todo precio, no escapa a las más básicas e inexorables leyes de la economía, las de la
oferta y la demanda.
La estabilidad del tipo de cambio, resume el equilibrio existente en las variables económicas de
un país. Tanto externas (balanza de pagos, deuda externa, competitividad de sus productos de
exportación, inversiónes extranjera). Como internas (reservas internacionales, confianza de los
agentes económicos, inflación, estabilidad política).
Los bancos centrales, buscan preservar el valor de las monedas de sus países, es su función más
importante. Lo hacen, suministrando al mercado, las divisas demandadas. Ya sea para comprar
productos importados, viajar al exterior, o pagar deudas contraídas en dólares.
Para cubrir la demanda de divisas, los bancos centrales, utilizan las reservas internacionales. Una
parte de las cuáles, está compuesta por moneda extranjera. Pero, de producirse un desequilibrio
externo, por ejemplo, si baja el precio del petróleo, sto ocasiona que ingresen menos divisas por
exportación. Y, en consecuencia, disminuya la oferta de dólares al mercado. Entonces, el precio de
la divisa subirá, haciendo que la moneda local se deprecie. El banco central intervendría, ofertando
dólares, para estabilizar el tipo de cambio.
En ambos casos, la devaluación, es una medida forzada por las circunstancias. Y obliga a ajustar
todos los precios internos, de una manera brusca.
EL ESCENARIO PRE-DEVALUATORIO
Los signos de que una economía tiene un tipo de cambio sobrevaluado, y deberá ajustarlo más
temprano que tarde, son básicamente:
>Déficit en la balanza de pagos. Ya sea en cuenta corriente (las importaciones superan a las
exportaciones) o en la cuenta dé capital (pocas inversiones internacionales y elevada deuda
externa).
>Exceso en la emisión de circulante. Cuando el banco central imprime dinero inorgánico, es decir,
sin respaldo en las reservas internacionales.
>Inflación elevada y continuada. Encarece los productos nacionales con respecto a los
importados. Y, hace inviable ahorrar en moneda local
>Déficit del sector público. Ya que terminará siendo cubierto con deuda, o por la impresión de
más moneda.
>Fuga de capitales. Se prefiere tener ahorros e inversiones en monedas más fuertes y estables.
En países con tipo de cambio fijo, como Venezuela, este se mantiene, oficialmente, bajo un
esquema de control de capitales. Que impide, a los agentes económicos, el libre acceso a las
divisas. Distorsionando el precio de las mismas, al punto de ser casi un misterio.
Generando cotizaciones del tipo de cambio, o muy por encima, o muy por debajo, de su valor real.
Para 1958 las reservas internacionales, sufren una fuerte caída, debido por un lado a la salida de
capitales que se produjo a raíz de la caída de Pérez Jiménez y por el otro a la caída de los precios
del petróleo, esta situación llevó a que en 1961 se volviera a devaluar por segunda vez, pasando el
tipo de cambio a 4,30 Bs/$, manteniéndose estable por 22 años más. Se elimina la plata de las
monedas y se reemplaza por níquel. Llegamos al viernes negro de Febrero de 1983, con un país
hipotecado, consumista, con niveles de corrupción a todos los niveles. Se crea Recadi, y el régimen
de cambios diferenciales para restringir la libre distribución de las divisas derivadas de la renta
petrolera. Es así como se manejan tres tipos de cambios: * Dólar preferencial a Bs. 4,30 para deuda
pública y privada y bienes esenciales; * Dólar a Bs. 6 para gastos necesarios pero no esenciales; *
Dólar flotante para viajeros y gastos no indispensables; inicialmente fue de 7,50 pero
mensualmente aumentaba de valor.
Durante todos los periodos presidenciales siguientes se llevaron a la práctica diversos modelos de
cambios mixtos como: minidevaluaciones, maxidevaluaciones, sistemas de bandas; cambios
diferenciales, duales y triples; control cambiario sumado a la restricción en la adquisición de
divisas.
A partir de marzo de 1984 la moneda sufrió una devaluación de 41% al definirse una sola tasa de
cambio preferencial de 7,50 Ba/$. A finales de 1986 el tipo de cambio oficial se ubicó en 14,50
bolívares por dólar.
En febrero de 1989 se instauró un programa de ajuste con el Fondo Monetario Internacional (FMI),
en donde se adoptó un esquema de flotación del tipo de cambio. En marzo de 1989 se ubicó en
VEB/US$ 35,68. Posteriormente se aplicó un esquema de mini devaluaciones, hasta que se
implantó el modelo de control de cambio durante el periodo 1992-1994 saltando el tipo de
cambio a 170 Bs/$.
Como dato importante para entender el ajuste que se dio en la tasa de cambio hay que señalar
que en el año 2008 a los fines de maquillar la inflación, se crea una nueva Unidad Monetaria
“Bolívar Fuerte”, eliminándose tres ceros al Bolívar.
Para el 2010 y luego de 5 años con el tipo de cambio estable en 2,15, se vuelve a devaluar la
moneda, luego de la recesión del 2009 aplicándose 2 tipos de cambio el de 2,6 y el de 4,3 Bs/$,
queriendo aparentar el tipo de cambio de los años 60. Es un año bastante complicado desde el
punto de vista de la estabilidad monetaria, aparece el SITME y un tercer tipo de cambio a 5,30 para
importaciones no prioritarias, y por último se unifica el primer tipo de cambio llevándolo todo a
4,3 Bs/$.
En Marzo de 2013 se crea el SICAD, el cual es una subasta a través de la cual personas naturales y
jurídicas postulan sus peticiones para la adquisición de dólares. El dólar SICAD es variable,
dependerá de cada subasta; también continua activo el suministro de dólares por CADIVI. Para
finales de año se creó el CENCOEX, el cual se encargaría de administrar las operaciones de CADIVI y
el SICAD.
Durante el año 2014 crea el SICAD II con el objeto supuesto de acabar con el dólar paralelo, sin
embargo, como es de todos conocidos con la creación del SICAD tenemos varios tipos de cambios
el de 6,30 Bs/$; 12 Bs/$ (SICAD I); 52 Bs /$ (SICAD II); y el tipo de cambio paralelo que desde hace
varias semanas no baja de 180 Bs/$ y el que rige verdaderamente el mercado.
El Viernes Negro en Venezuela, se refiere al día viernes 18 de febrero de 1983, cuando
el bolívar sufrió una abrupta devaluación frente al dólar estadounidense, derivado de políticas
económicas asumidas por el entonces presidente Luis Herrera Campins, que incluyeron el
establecimiento de un control de cambio, imponiendo una restricción a la salida de divisas y que
fueron severamente objetadas por el entonces presidente del Banco Central de
Venezuela, Leopoldo Díaz Bruzual.1
Consecuentemente, para Venezuela, el Viernes Negro representa un hito que cambió su historia
económica. Hasta ese día se mantuvo oficialmente la estabilidad y fiabilidad que desde la segunda
década del siglo XX había caracterizado al bolívar, cuya última cotización libre con respecto al dólar
fue al valor fijo de 4,30 bolívares. Desde entonces la devaluación constante del bolívar,
complicaciones con el pago de la deuda externa, el acelerado deterioro del poder adquisitivo y la
implantación de un control de cambio llamado "Régimen de Cambio Diferencial" (RECADI) —que
funcionó entre el 28 de febrero de 1983 y el 10 de febrero de 1989 y que tuvo graves casos de
corrupción durante el gobierno de Jaime Lusinchi— hicieron desaparecer la estabilidad cambiaria
de la moneda venezolana
Por: César Eulogio Prieto Oberto | Viernes, 20/03/2015 01:27 PM | Versión para imprimir
Desde que comenzó la segunda fase de la arremetida golpista por parte de la derecha reaccionaria
y antidemocrática venezolana, el mismo día de la elección de Nicolás Maduro como Presidente de
la República, me han sido poblicados en diversos medios nacionales e internacionales treinta y
nueve artículos de análisis y opinión relacionados con estos hechos (aporrea.org: 27/05/2013 al
08/03/2015. Sin embargo, un hecho que es necesario resaltar con letras mayúsculas es la
reorientación que desde los dos últimos años de la I Presidencia de CAP, 1977 y 1978, asumió
cierto sector del empresariado venezolano, política ésta que arreció desde los primeros días de
1999, aún antes de la asunción del Presidente Chávez, consistente en una progresiva desinversión y
expatriamiento de capitales, que reforzó la salida de éstos, cuando entre 1978 y 1984 se produjo
la salida de más de 140 mil millones de dólares.
Cuando Luis Herrera Campins "Estalla la crisis" del "Viernes negro" (devaluación de la moneda):
Endeudamiento Externo: Espiral inflacionaria; RECADI como símbolo de corrupción: incremento de
las desigualdades sociales.
Cuando Luis Herrera Campins declaró que "recibía un país hipotecado", muchos venezolanos nos
alegramos pensando que el gobierno se ocuparía de pagar la deuda y disminuir así el peso de la
misma, pero estabámos equivocados: Cuando Luis Herrera salió del gobierno, la deuda se había
incrementado.
El Viernes Negro en Venezuela, se refiere en síntesis al día viernes 18 de febrero de 1983, cuando
el bolívar sufrió una devaluación frente al dólar estadounidense, derivado de políticas económicas
asumidas por el entonces presidente Luis Herrera Campins, cuyo gobierno en el momento recurrió
al control de cambio, imponiendo una restricción a la salida de divisas. Antes, sus partidarios
habían sido advertidos y aprovecharon para expatriar miles de millones de dólares
Consecuentemente, para Venezuela, el Viernes Negro representa un hito que cambió su historia
económica. Hasta ese día se mantuvo oficialmente la estabilidad y confiabilidad que desde la
segunda década del siglo XX había caracterizado al bolívar, cuya última cotización libre con
respecto al dólar fue al valor fijo de 4,30 bolívares. Desde entonces la devaluación constante del
bolívar, complicaciones con el pago de la deuda externa, acelerado deterioro del poder adquisitivo
y la implantación de un control de cambio llamado "Régimen de Cambio Diferencial" (RECADI) –
que tuvo graves casos de corrupción– por el gobierno de Jaime Lusinchi hicieron desaparecer la
estabilidad cambiaria de la moneda venezolana.
Al Viernes Negro en Venezuela le anteceden hechos tales como la caída de los precios del petróleo
que llevó a las exportaciones petroleras de 19,3 millardos de dólares en 1981 a casi 13,5 millardos
en 1983 (una caída del 30 por ciento), en tanto que el inicio de la crisis de la deuda en América
Latina, produjo una fuga de capitales de casi 8 mil millones de dólares y por ende el
correspondiente descenso de las reservas internacionales, factores que hacían inminente una
devaluación.
Es así que, como consecuencia de ello, el "domingo 20 de febrero, el Presidente Luis Herrera
Campíns dictó un decreto de suspensión de la venta de divisa extranjera durante los días lunes 21 y
martes 22. Esta medida fue extendida posteriormente hasta el día 25 de febrero; y el día 22, por
decreto presidencial, se establece un control diferencial que permite el cambio de 4,30 bolívares
por dólar sólo para los gastos corrientes, envío a estudiantes del exterior, amortización de las
deuda pública interna y la privada externa y para las operaciones de la industria petrolera, del
hierro y otros renglones". Nace así, en medio de una turbulencia nacional denominada como
Viernes Negro, la Oficina del Régimen de Cambios Diferenciales, RECADI. Esta organización manejó
a sus anchas todas las divisas que circularon por las cuentas bancarias desde 1983 y hasta 1989, sin
que nada –al menos hacia el conocimiento público- diera cuenta de la oscura procesión que se
Esta situación derivó en la solicitud de una ley habilitante que le otorgó poderes especiales al
Presidente de la República Carlos Andrés Pérez para imponer los urgentes correctivos necesarios
para recuperar progresivamente a la economía venezolana, fuertemente afectada por políticas
económicas erradas e incoherentes tomadas por la administración anterior, según lo expresado en
la exposición de motivos de la mencionada ley.
El 14 de septiembre de 1988 entró en escena Miguel Rodríguez, para entonces asesor económico
del candidato de AD, CAP, quien afirmó: "RECADI se convirtió en una distorsión más de la
economía, porque se desnaturalizó la acción cambiaria en un sistema discrecional". Moreno León,
en tanto que asesor económico del candidato por COPEI, Eduardo Fernández planteó que
necesariamente el Banco Central de Venezuela -de ganar Eduardo Fernández- sustituiría a la
Oficina del Régimen de Cambios Diferenciales, puesto que "RECADI no significa otra cosa que la
distribución arbitraria de dólares que tenemos actualmente, y ha generado una de las fuentes más
escandalosas de corrupción".
Con el triunfo del candidato adeco, se eliminó la oficina de RECADI y se dio paso a una liberación
de los precios del dólar. Cuando entra en vigencia el nuevo esquema cambiario, se determina una
paridad nominal del orden de 39,60 Bs/US$ que era exactamente la paridad del mercado libre para
el día en que se eliminó el control de cambios, esto implicaba una fuerte devaluación, si se le
compara con el tipo de cambio preferencial que estaba vigente de RECADI, fijado en Bs. 14,50 por
dólar desde diciembre de 1986.
La eliminación del régimen de cambio diferencial tuvo la virtud de extirpar una de las mayores
fuentes de corrupción que había existido en el país. Por otra parte, el nuevo esquema cambiario
tuvo un fuerte impacto en el nivel de los precios, ya que al suprimirse el tipo de cambio
preferencial, todos los bienes tendrían que importarse al cambio vigente en el mercado, ello se
tradujo como es natural en una aguda inflación de costos en los inicios del programa de ajustes.
Carlos Andrés Pérez quien a pesar de ser del mismo partido de Jaime Lusinchi, Acción Democrática,
se da cuenta de que la hora del populismo había terminado. Bajo la cooperación y asesoría del FMI
y del Banco Mundial, inicia el famoso programa de ajuste coyuntural (se encontró sin reservas
internacionales prácticamente) y de reforma estructural (eliminación de subsidios y traspaso al
sector privado de empresas oficiales). Algunas medidas desestimularon la inversión, al tiempo que
estimuló presiones inflacionarias como resultado de un mayor gasto público. Sea como fuere, el
inicio de tal programa implicó pasar de Bs. 14,50 por US$ a Bs. 34,14 por US$ pero ya se eliminaba
el control de cambios y el tipo de cambio sería flotante; una tasa competitiva era lo que se
buscaba. Ya la devaluación entonces ronda por el 135%. En febrero de 1992, cuando ocurre el
golpe del 4 de febrero, ya la tasa promedio del dólar US llega a Bs. 63,76.
En el año 1994 arriba por segunda vez Rafael Caldera a la presidencia de la República y no se le
ocurre otra idea mejor que atacar fuertemente al Banco Latino, banco que no era una vajilla de
plata resplandeciente, pero el haberlo cerrado para luego abrirlo, generó una crisis bancaria la cual
provocó grandes salidas de capitales y la tasa de cambio pasó entonces de 104,53 en diciembre de
1993 a Bs. 170,oo en diciembre de 1994 y se instaura de nuevo otro control de cambio. El control
de cambios finaliza pero el bolívar ahora pasa a valer Bs. 470,oo. También es justo reconocer que
los precios del petróleo bajan enormemente, y colocan al gobierno contra la pared. Desde 1983, la
devaluación del bolívar ya había alcanzado la astronómica proporción de 10.830%.
Ya hemos tratado suficientemente los avatares de los períodos presidenciales del Comandante
Hugo Chávez, por lo que sólo nos resta considerar los dos años del Presidente Nicolás Maduro.
El fenómeno de las "guarimbas" las conocemos desde 2004, una nueva modalidad de hacer
oposición. Hasta entonces no conocíamos en Venezuela, las "guarimbas", ni el "bachaqueo"
traducido en acaparamiento, desabastecimiento, contrabando masivo y especulación
desenfrenada de manera sistemática, organizada. Tampoco manidestaciones y movilizaciones
"pacíficas" incendiarias, asesinas, destructivas de instalaqciones públicas y privadas.
Por lo anterior, afirmamos con absoluta propiedad que, desde el mismo día del triunfo de Nicolás
Maduro, se intensificó en el país una sistemática de oposición caracterizada por el terror. Es así
como nos encontramos con:
1.- Política sistemática de desestabilización manifestada a través de movilizaciones violentas,
terroristas, como las del 15 de abril y fechas subsiguientes con saldo de once venezolanos
fallecidos, centenares de heridos, bienes públicos y privados destruidos como instalaciones
educativas de salud, sedes del partido de gobierno, unidades de transporte público y obstrucción
de la vía pública.
2.- Por ello afirmamos que las colas en el interior y exterior de los expendios de alimentos y otros
productos obedecen a un plan sistemático cuyo fin último es causar desespero en la población y
así obtener dividendos políticos que debiliten al gobierno revolucionario. Sin embargo, la
población no es tonta, ha comprendido la jugada y por ello ha resistido estoicamente ese ataque
artero, con la consiguiente decepción de la oposición y la decisión de la Casa Blanca de "tomar al
toro por los cuernos".
3.- La caida del PIB de la década de 1990 comenzó a revertirse en 1999. Durante los años 2000 y
2001 tuvimos tasas de crecimiento económico (PIB) de 3,7 y 3,4 respectivamente; sin duda que en
ello tuvo que ver la recuperación de los precios de la cesta petrolera, donde mucho tuvo que ver la
gira del Presidente en visita que hizo en 1999 a los Jefes de Estado de los países productores de
petróleo. Con posterioridad a esos dos años de recuperación económica atravesamos otros dos de
grave contracción como resultado de paros empresariales injustificados, del intento de Golpe de
Estado y del criminal sabotaje petrolero de diciembre 2002 y febrero 2003, lo que truncó el
crecimiento de la economía para caer en 2002 en (8,9) y en 2003 en (7,8) . Desde el cuarto
trimestre de 2003 se retomó la senda del crecimiento económico durante 23 trimestres
consecutivos, con tasas de crecimiento del PIB en 2004, 2005, 2006, 2007 y 2008, de 18,3; 10,3;
9,9; 8,8 y 5,3, respectivamente, para un promedio de 10,52 en los cinco años. Como consecuencia
de la crisis del capitalismo mundial provocada por la explosión de la burbuja inmobiliaria,
experimentamos períodos de contracción económica, de (3,2) en 2009 y (1,5) en 2010, de la cual
salimos con 4,2 en 2011.
4.- Con respecto a las falsas afirmaciones del incremento de la pobreza en Venezuela, nada mejor,
para desmentir esa falsedad que el último boletín de Comisión Económica para la América Latina y
el Caribe de las Naciones Unidas, la CEPALC, que nos ubica como el país menos desigual de
América Latina después de Cuba. Así tenemos, que según ese informe, Cuba presenta para 2010
un coeficiente de Gini de 0,370; Venezuela 0,394; Uruguay 0,422; El Salvador 0,454; Perú 0,458;
México 0,481. Aclaramos que mientras el coeficiente de Gini mas se acerca a cero, mejor es la
distribución del ingreso.
5.- ¿Cuál es la verdad respecto al sector productivo en Venezuela? Como señala Luis Xavier Grisanti
(2007): El PIB industrial había mostrado un espectacular incremento de 1.400%, al pasar de 1% en
1949 a 12,9% en 1958 y al 15,2% del producto nacional en 1964, al amparo del modelo de
sustitución de importaciones iniciado en Venezuela en 1959, manteniendo índices de crecimiento
que la llevaron a 18% en 1976 (sic) (Luis Xavier Grisanti, 2007)[i]. Para 1998, ese índice había
bajado a 14,93%, mientras que para 2012 estaba en 13,93% (Anuarios Estadísticos del BCV). Esa
deformación estructural, con una producción industrial manufacturera y agroindustrial en franco
deterioro, con un empresariado maula, parasitario, porque que se dedicó a vivir del erario público
y de las importaciones, y embarcado en una aventura desestabilizadora imprudente, ha tenido su
cuota parte de responsabilidad en la situación de deterioro actual del aparato productivo
venezolano.
6.- Es indudable que en los años 2013-2014, se ha dado una incidencia negativa; parte de la
explicación podemos encontrarla, tanto en la violencia desatada por sectores de la oposición
radical, por desaciertos en la designación de gerentes en las empresas industriales del Estado y,
sobre todo, por la vocación importadora de la burguesía nacional, que se han convertido en
verdaderos depredadores de CADIVI, conjurados con funcionarios deshonestos de la
administración pública.
Lamentablemente, articulistas del bando opositor que podrían contribuir con sus luces a iluminar
el entendimiento de sus partidarios confundidos, atizan el fuego de la discordia por el propósito
inconfesado de asomarse en cargos públicos ante la posibilidad incierta de un potencial triunfo
electoral en 2018. La ambición suele enceguecer aun a los más talentosos.