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Temas de nuestra américa Vol. 31, N.

° 58
ISSN 0259-2339

Las ideas antiimperialistas en El Atlántico de La


Ceiba, Honduras
Anti-imperialist Ideas in El Atlántico Newspaper of La Ceiba,
Honduras

As idéias anti-imperialistas no jornal El Atlântico, de La


Ceiba, Honduras

Elizet Payne-Iglesias
Escuela de Historia
Centro de Investigaciones Históricas de América Central
Universidad de Costa Rica
Recibido: 10/3/2015. Aceptado: 30/6/2015
http://dx.doi.org/10.15359/tdna.31-58.8
Resumen identidades, ideas antiimperialistas, Amé-
rica Latina, Temas de Nuestra América
A partir del análisis del periódico
El Atlántico, de la Ceiba, Honduras, Abstract
propongo que la idea de nación en la
costa norte de Honduras fue un fenó- This articles analyzes the publications
meno tardío y lento en relación con la of the newspaper El Atlántico, of La
difusión de las ideas y los valores iden- Ceiba, Honduras and proposes that
titarios de la nación hondureña que se the idea of nation on the northern
construyeron en los núcleos de poder coast was a late and slow phenomenon,
del interior del país, particularmente in regards to the dissemination of the
en Tegucigalpa, y en las regiones ideas and identity values of Honduras.
bajo su dominio tradicional. Such ideas and values were built in the
cores of power of the inland country,
Palabras claves: Periódico particularly in Tegucigalpa and those
El Atlántico, Honduras, regions under its traditional domain.

Keywords: El Atlántico Newspaper,


History of Ideas, Honduras, Identities, Anti-
Imperialism, Latin America, Temas de Nuestra
América

Julio-diciembre, 2015 141


Vol. 31, N.° 58
Temas de nuestra américa Vol. 31, N.° 58 Julio-diciembre / 2015
ISSN 0259-2339

Resumo interior del país, particularmente en


Tegucigalpa y las regiones bajo su
Este artigo analisa as publicações dominio tradicional.
do jornal El Atlântico, de La Ceiba,
Honduras, e propõe que a ideia de Para el historiador Marvin Barahona
nação no Litoral Norte de Honduras (2005), los orígenes del antiimperia-
foi um fenômeno tardio e lento em
lismo en Honduras se remontan a
matéria de divulgação de ideias e
valores de identidade dessa nação.
1909, en cuyo contexto general se dio
Essas ideias e valores foram construídos la intervención de los marines en Ni-
nos núcleos de poder dentro do país, caragua, lo que avivó el temor de que
particularmente em Tegucigalpa e nas Estados Unidos se propusiera crear
regiões sob seu domínio tradicional. un protectorado en el istmo y provo-
có la amplia reacción de numerosos
Palavras chave: Jornal El Atlântico, sectores intelectuales nacionalistas.
Imperialismo Latino-Americano, Este ideario estaba fundamentado en
Honduras, história das idéias, nação, criterios de la defensa de la autono-
América
mía y de la integridad territorial.

Las expresiones antiimperialistas


Introducción presentes en este periódico son las
Los diversos análisis que he realiza- que motivan este estudio. Estas apa-
do, a partir de las publicaciones del recen con más frecuencia bajo la
periódico El Atlántico de La Cei- forma de noticias y de notas de opi-
ba, sobre de la consolidación de la nión, emitidas durante los primeros
idea de nación en la Costa Norte de años de vida del órgano informativo
Honduras, me han llevado a plan- (1926-1933), razón por la cual, este
tear múltiples preguntas acerca de la análisis se enfocará especialmente en
función de este medio en la vida re- este período, aunque se ha llevado a
gional y local de la costa y del puerto cabo una revisión que abarca hasta
de La Ceiba, en particular. (Payne, 1943. Estas ideas se forjaron al calor
2001; Payne, 2010). Propongo que de las luchas en contra de la presen-
la idea de nación en la costa norte de cia militar de los Estados Unidos,
Honduras, fue un fenómeno tardío y tanto en el istmo como en el Caribe,
lento en relación con la difusión de que había estimulado la reacción ge-
las ideas y los valores identitarios de neralizada de muchos sectores de la
la nación hondureña que se cons- sociedad centroamericana.
truyeron en los núcleos de poder del

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Para que se dieran las condiciones este medio mantuvo una tendencia
que permitieron que su director mesurada a lo largo de sus años de
y propietario, Ángel Moya Posas, publicación, pero muy especialmen-
mostrase estos puntos de vista, es te, desde el momento en que Carías
necesario reconocer toda la red de Andino llegó al poder en Honduras.
intelectuales y medios que contri- Es claro, que a partir del apoyo que
buyeron a formar opinión entre los dio a este gobernante, el periódico
escritores, políticos y críticos locales tomó un tinte más conservador, pues
y nacionales. se promovió como difusor de las ac-
tividades y de la propaganda del Par-
Las informaciones más relevantes, tido Nacional de Honduras. Ade-
para nuestro objeto de análisis, se más, resulta interesante el análisis
refieren a la presencia estadouniden- de este medio, debido a que se fundó
se en el territorio de Nicaragua, la en el puerto de La Ceiba, espacio
lucha de Augusto César Sandino y del enclave bananero bajo dominio
las posibles consecuencias de esta si- de la Standard Fruit Company (hoy
tuación en el resto de los países cen- subsidiaria de la Dole).
troamericanos y del Caribe. A esto
se suman las representaciones acerca Breve referencia a la ciudad-puerto
del quehacer de los extranjeros que de La Ceiba
formaban parte de las élites comer-
ciales de la Costa Norte, funciona- La costa del Caribe hondureño
rios de las empresas extranjeras esta- constituía una tierra alejada de los
blecidas en la zona y representantes núcleos de poder tradicionales en los
del gobierno de los Estados Unidos. siglos coloniales, con excepción de
También se toman en cuenta las los puertos de Omoa y Trujillo, que
huelgas y otros movimientos socia- estaban situados estratégicamente
les de los trabajadores bananeros y al oeste y este de la costa, con fines
sus organizaciones, así como la po- comerciales y defensivos. La impor-
lémica que se generó en torno a las tancia económica como región se
concesiones otorgadas a las banane- consolidó al finalizar el siglo XIX e
ras-ferrocarrileras, por parte del Es- inicios del XX, en el contexto de la
tado hondureño. construcción del ferrocarril y la pro-
ducción bananera.
Así, llaman la atención las ideas an-
tiimperialistas vertidas en El Atlánti- Desde la perspectiva geográfica, la
co de La Ceiba, en particular, porque zona está demarcada, en su sector

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occidental, por el amplio valle de Las últimas décadas del siglo XIX y
Sula, regado por el río Ulúa, cu- las primeras del XX, podríamos de-
yos terrenos privilegian esta región cir, no solo fueron trascendentales
como la más fértil del país. La ciudad en la historia de Honduras, sino tam-
de San Pedro Sula es la principal po- bién, de manera particular, para esta
blación de esta área. región. Así, nos atrevemos a afirmar
que la historia de este puerto está
Por su parte, los sectores centrales ligada implícitamente a la moderni-
y orientales de la costa Caribe han zación y al progreso que tuvo Hon-
tenido mayores limitantes para su duras en los años mencionados. La
desarrollo, dependiendo de su hin- Ceiba, como ciudad y puerto, surgi-
terland más lejano en el valle del do en la segunda parte del siglo XIX,
Aguán, donde se consolidan las debe su nacimiento a la expansión
compañías bananeras. En la más del capitalismo en la Costa Norte de
apartada costa oriental se ubica el esta nación centroamericana; es de-
antiguo puerto de Trujillo, abando- cir, se funda al calor del progreso y la
nado después de un breve auge co- modernidad. Esta zona y su entorno
mercial y agrícola (1856-1942) por constituyen, hoy por hoy, la segunda
la Truxillo Railroad Company. región económica más importante
del litoral norte de Honduras.
Trujillo sirvió de precedente para el
florecimiento de La Ceiba, en la sec- Al finalizar el siglo XIX, la Costa
ción central de la costa, en la década Norte de Honduras presentó un ace-
de 1890. La nueva población captó lerado proceso de modernización y
habitantes de Olancho y Trujillo, progreso: locomotoras, barcos, mue-
y fue receptiva a la llegada de un lles e inmigrantes proliferaban en
sinnúmero de extranjeros de origen la zona. A principios del siglo XX,
europeo y anglo estadounidense. La puede decirse que La Ceiba vino a
población de origen afrodescendien- sustituir a la decadente localidad de
te se conformó a partir de dos nú- Trujillo. Por ejemplo, en 1901 Truji-
cleos poblacionales; uno de origen llo tenía 4 040 habitantes, mientras
garífuna, procedente de Roatán y que La Ceiba contaba con 3 379; sin
Trujillo, y otro que venía de Jamai- embargo, ya en 1926 esta región do-
ca, llegado más tardíamente y deno- blaba la población del antiguo puerto
minado “ingleses”. y solo San Pedro Sula la superaba con
sus 17 030 habitantes. En 1902, La
Ceiba llegó a ser calificado como el

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puerto más importante de Honduras, Pedro Sula y su región, situación que


gracias a las inversiones extranjeras perdura hasta el presente.
en la zona. Era considerada la ciudad
modelo, el futuro de Honduras. Los primeros inversores en La Cei-
ba fueron agricultores independien-
Un informe de 1918, del viajero es- tes de banano a los que se le sumó,
tadounidense Dana Munro, incluido pocos años más tarde, la Compañía
en su libro Las cinco repúblicas de la Vaccaro Brothers, cuyos propieta-
América Central, apuntaba lo si- rios de origen italiano provenían de
guiente: “Lo más próspero de Hon- Nueva Orleans. La cuota aumentó
duras es la Costa Norte. La Ceiba es con la presencia de importantes co-
la segunda ciudad en importancia merciantes que, asentados en Truji-
después de Tegucigalpa; y tiene más llo, vieron que tendrían mejor pro-
comercio exterior que todos los dis- vecho si se trasladaban a la nueva y
tritos del interior juntos”. (2003: p. próspera ciudad; de manera que así
171). Pero esa no fue solo la opinión llegaron a establecer sus negocios las
de Munro, sino también la de otros familias Laffite, Castillo y Crespo,
observadores. En 1897 el español en las primeras tres décadas del si-
José Ruiz se refería a La Ceiba como: glo XX. Para 1910, La Ceiba había
“…la capital mundial del banano…, superado cuatro veces las exporta-
la ciudad donde se han levanta- ciones del viejo puerto de Trujillo,
do grandiosas e increíbles fortunas aunque no cedía –ni ha cedido– su
como nunca se ha visto en la histo- tercer lugar respecto a puertos como
ria de Honduras” (p. 171). Amapala y Puerto Cortés.1

También en 1899, Emilio Dutú, ci- Las primeras industrias de La Ceiba


tado por Antonio Canelas, escribió: se crearon en las décadas de 1910,
“La Ceiba es el Jauja en medio de 1920 y 1930. Estas se dotaron con
esta costa bendita donde no se nece- modernos equipos, importados en su
sita ser instruido para ser millonario. mayor parte de los Estados Unidos
Esta ciudad es el Dorado que equivo- y en menor medida de Inglaterra y
cadamente Ponce de León la andu- Alemania. Dichas industrias produ-
vo buscando en La Florida” (p. 76). cían en serie y contaban con muchos
En efecto, para Canelas, en sus ini- trabajadores asalariados; las primeras
cios La Ceiba fue, la capital econó- fueron de calzado, gaseosas, cerveza,
mica de Honduras, título que pocos
años más tarde le disputó y ganó San 1 Memoria de Hacienda y Crédito Público, Teguci-
galpa: Tipografía Nacional, 1910.

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hielo, puros y cigarros; aguardiente, En 1913, al calor de la inversión ba-


dulces, mantequilla y leche. La fá- nanera, se creó el primer banco de
brica de zapatos NACO procesaba Honduras: el Banco Atlántida. Como
grandes cantidades de pieles, pro- vemos, la apertura de esta entidad
venientes del interior de Honduras, no ocurrió por casualidad, sino como
con el objetivo de calzar a la crecien- resultado de un clima benéfico para
te población. Y la cerveza abundaba el manejo de fuertes cantidades de
en todos los bares y restaurantes de capital que circulaban en el mercado
la ciudad y de los campos cercanos. y en los campos bananeros cercanos.
Tal fue su éxito, que pronto extendió
El auge duró muy poco, y en los años sus servicios a las ciudades más im-
1930, se presentó la prolongada cri- portantes del país: en 1930 tenía su-
sis en la que, sin decaer totalmente, cursales en Tegucigalpa, San Pedro
el puerto se mantuvo, en virtud del Sula, Puerto Cortés, Tela y Trujillo.
esfuerzo realizado por sus trabajado-
res, comerciantes y empresarios. El A la par de las industrias, surgie-
comercio local y regional pervivió ron importantes tiendas y negocios
gracias al intercambio con pobla- relacionados con la venta de servi-
ciones cercanas como Porvenir, La cios, evidencia de una población en
Masica, La Unión y San Francisco. crecimiento, que exigía modernos
Poco a poco, La Ceiba amplió su artículos de consumo. Así, los habi-
espacio económico al mercado re- tantes abandonaban poco a poco la
gional y a las poblaciones del valle vida campesina y se enrumbaban a
del Aguán, a través de la red ferroca- la vida urbana. Basta mencionar las
rrilera y, bien entrado el siglo XX, se tiendas más importantes: El Gallo
constituyó en el centro de abasto de de Oro, Casa Merren, La Samarita-
las Islas de la Bahía, aisladas y aban- na, la Casa Colorada, Casa Antonio
donadas en ese entonces, las cuales Kawas, Casa El Encanto y Casa Pa-
sostienen hoy día, en gran medida, la nayotti. A mediados del siglo XX, La
economía ceibeña. En septiembre de Ceiba estaba al día en los adelantos
1930, El periódico El Atlántico expre- del exterior; aquí se distribuían los
saba que el comercio local vivía una últimos artículos del mercado como
prolongada agonía y que la industria automóviles, radios, cámaras, má-
de la zona se veía amenazada por la quinas y equipos de música, por las
presencia de artículos importados de Casas El Encanto y Ernesto Crespo.
El Salvador y otros países.

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Tal y como lo vimos antes, el creci- Uno de los periódicos más impor-
miento acelerado de las inversiones tantes fue El Atlántico, fundado en
exteriores y el incremento de la pro- 1926 y dirigido por el periodista Án-
ducción bananera y de otros produc- gel Moya Posas. También se publicó
tos, como el azúcar y las frutas, exigie- Atlántida, Centroamérica, Pro Patria,
ron la consolidación de las primeras El Libertador y Diario del Norte. Exis-
industrias alimenticias y de servicios tía, asimismo, las imprentas Amé-
que vinieron a suplir las necesidades rica Central, Pro Patria, Imprenta
de la zona urbana y su entorno. En Moderna e Imprenta Elvir.
la nueva ciudad, Honduras y los go-
bernantes de turno, depositaron los Acerca de su fundador Ángel Moya
sueños de prosperidad y desarrollo. Posas
La Ceiba llegó a ser la urbe más tra-
bajadora, más limpia y más alegre de El fundador del periódico El Atlánti-
la Costa Norte de Honduras. Y para co fue el maestro y periodista Ángel
algunos, no solo de Honduras, sino Moya Posas, nacido el 4 de agosto
de Centroamérica. de 1890 en la ciudad de Olanchito,
hijo de don Roque J. Posas y Toma-
La Ceiba también fue un semillero sa Moya. Desde sus primeras letras
donde floreció la educación, la cul- logró, junto con sus hermanos, una
tura y el arte hondureño, aspecto muy buena y rigurosa formación aca-
que fue bien valorado por el resto del démica, en particular en el área de
país. Basta señalar que, entre 1894 las letras. Posteriormente Ángel fue
y 1966, funcionaron en esta ciudad enviado a estudiar a Tegucigalpa, en
muchas imprentas y otros medios donde ingresó en la Escuela Normal
de comunicación, como diarios,
(1914), América Central (1914), Atlántida
semanarios, periódicos mensuales, (1917), Ideas y Noticias (1917), El Imparcial
revistas y boletines. Unos surgieron (1920), El Mar Caribe (1921), Inter-America-
no (1922), Bandera Nacional (1923), El Nor-
al calor de banderas políticas y otros te (1923), Nuevas Ideas (1923), El Escalpelo
con fines culturales y educativos; (1923), Diario del Norte (1923), El Heraldo
pero todos contribuyeron a crear la de La Ceiba (1924), El Obrero (1926), La Re-
forma (1928), El Espectador (1931), Pabellón
opinión pública de los ciudadanos.2 Latino (1938), Eléctrico (1940), Vanguardia/
Independencia de Criterio (1945), La Tribu-
2 Datos del Archivo Nacional de Honduras na (1947), El Heraldo (1947), El Combate
nos anotan los siguientes periódicos y los (1948), El Tropical (1949), El Intruso (1953).
años en que estos aparecieron: El Constitu- Datos tomados de: ANH. “Inventario de pe-
cional (1894), Rayo (1898), El Pueblo (1905), riódicos”. Tegucigalpa: Secretaría de Cultura,
Pro-Patria (1904), Patria (1908), El País Artes y Deportes, Dirección General del Libro
(1908), El Reporter (1914), Centroamericano y del Documento, s.e., s.a.

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de Varones; finalizó sus estudios contó con el apoyo político a favor


normales en 1915.3 Después de ob- del nicaragüense Emiliano Chamo-
tener su título de maestro regresó a rro y en contra de José Santos Zelaya.
Olanchito, le acompañaba una gene-
ración muy importante de maestros Moya Posas fue, además, uno de
locales que lograron mejorar nota- los organizadores y presidente de la
blemente la educación en esa peque- Sociedad de Obreros El Progreso.
ña ciudad.4 Poco después abandonó Otros escritos de Moya Posas fueron
Olanchito y se trasladó al puerto de textos reveladores de su lúcida men-
La Ceiba, el cual, como ha sido men- talidad y capacidad de análisis, todos
cionado, se perfilaba, en las primeras ellos publicados en la imprenta de su
décadas del siglo XX, como el sitio propiedad: La muerte de los poquiteros
más moderno y progresista de Hon- (1927), La primera sociedad ceibeña,
duras. Se estableció definitivamente (1931), La esclavitud vino del norte,
con su hermano Horacio Moya Po- (1937), El estrangulamiento económi-
sas, quien ejercería de abogado. co de La Ceiba (1939), Remembranzas
ceibeñas (1948) e Historia del periodis-
En el puerto ceibeño, Ángel Moya mo en La Ceiba (1967).5 Desgracia-
Posas se dedicó a trabajar en pro de damente estos textos no son fáciles
la cultura, en el sentido más amplio, de conseguir, ni en Honduras, ni en
particularmente a través de su prin- el extranjero, posiblemente debido a
cipal obra: el periódico El Atlántico, que sus ediciones fueron limitadas y
medio que tuvo larga vigencia en circularon muy poco en otras ciuda-
la Costa Norte de Honduras (1926- des del país y en el exterior.
1967). El Atlántico, en el puerto de
Trujillo, era editado por Jesús Torres
y administrado por Pedro Xatruch. 5 Véase: Ángel Moya Posas, La muerte de los
Entre sus páginas es posible leer que poquiteros, Tipografía Moya Posas: La Cei-
ba, 1927; La primera sociedad ceibeña, Ti-
pografía Moya Posas: La Ceiba, 1931; La
3 Véase: Juan Fernando Ávila, “Ángel Moya esclavitud vino del Norte, Imprenta Moya
Posas en el periodismo y en ensayo históri- Posas: La Ceiba, 1937; El estrangulamien-
co hondureño”, La Tribuna (9 de octubre de to económico de La Ceiba, Imprenta Excél-
2011). Sección Anales históricos. sior: La Ceiba, 1939; Remembranzas cei-
4 Entre ellos Francisco Murillo Soto, Simón Soto beñas, Tipografía El Atlántico: La Ceiba,
Carbajal y Antonio R. Núñez; los dos prime- 1948; Historia del periodismo en La Ceiba,
ros fueron los fundadores del periódico cultural Tipografía El Atlántico: La Ceiba, 1967. To-
Olanchito Moderno. Juan Fernando Ávila, “Án- mado de: Juan Fernando Ávila, “Ángel Moya
gel Moya Posas en el periodismo y en ensayo Posas en el periodismo y en ensayo históri-
histórico hondureño”, La Tribuna (9 de octubre co hondureño”, La Tribuna (9 de octubre de
de 2011). Sección Anales históricos. 2011). Sección Anales históricos.

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Con el fin de iniciarse en el negocio pequeñas dimensiones. También los


de la imprenta, Ángel Moya Posas avisos comerciales son una muestra
alquiló la tipografía Progreso, nom- de la intensa actividad de esta índole
bre que venía muy bien como signo que existía en La Ceiba durante esos
de los buenos días y de las esperan- años y que si bien, la crisis de 1930
zas de mejora mantenidas en la ciu- incidió negativamente, muchos de
dad-puerto. Ya para 1926 comenzó estos pequeños negocios tenían aún
a publicar el periódico El Atlántico, capacidad de anunciarse entre 1930
del cual sería director y adminis- y 1950. Entre las empresas que más
trador durante la mayor parte de su publicitaron sus productos y servi-
vigencia en el medio hondureño. cios se encontraban el Banco At-
Este rotativo salió a luz pública el lántida, Truxillo Railroad Company,
4 de noviembre de 1926, a las diez Cuyamel Fruit Company, Standard
de la mañana y tuvo una prolongada Fruit Company, Lotería Nacional
vida de cuarenta y un años, hasta la de Beneficencia, Cerveza Ulúa, Dip
muerte de su administrador, editor y y Compañía, M. A. Laffite, Ernesto
director en 1967. Crespo, Honduras Tabaco Cigars
Company, La Internacional de los
El periódico se creó en una época hermanos Azcona, entre otros.
floreciente del puerto de La Ceiba
y gracias a estas condiciones su di- El Atlántico, Semanario de propagan-
rector y propietario pudo sobrevivir da cultural y comercial. Órgano de
económicamente, financiado por los los intereses generales, como se de-
anuncios de las principales indus- nominó durante sus primeros años,
trias y casas comerciales ceibeñas; editado por la imprenta El Progreso
a lo que se sumaba la publicidad de y posteriormente pasó a ser publica-
profesionistas liberales, como aboga- do por la imprenta del propio Moya
dos, médicos; pero también sastres, Posas, era distribuido los jueves. Sin
restaurantes y cantinas. Aunque es embargo, más adelante, en la déca-
frecuente leer los reclamos que El da de 1930, se convirtió en lo que
Atlántico emitía a sus anunciantes, Moya Posas llamó en un semi-diario;
por falta de pago. Los años 1930 fue- a partir de la década de 1940 circuló
ron particularmente muy intensos como diario hasta 1967. En sus pri-
en publicidad, posiblemente por- meros tiempos, sostenía como lemas
que en el contexto de la crisis del amplios intereses que se resumían en
capitalismo mundial, los anuncios pro de la “Paz, unión, trabajo y pro-
se abarataron y la mayoría eran de greso”, pensamientos muy en boga

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en la Costa Norte de Honduras; a lo rebelión de 1932 en El Salvador, ca-


que sumaba, en su primera plana, las lificándola como comunista.6
ideas de “Libre. Renovarse o morir”.
El Atlántico sostuvo permanente-
En este periódico incursionó, en sus mente una línea informativa en lo
primeros pasos, el escritor antiim- que compete a los trabajadores y sus
perialista Ramón Amaya Amador. asociaciones. Las frecuentes huelgas
Pero, paradójicamente, estas mani- en la Costa Norte de Honduras eran
festaciones no solo fueron de corte noticia destacada en los diarios y
antiimperialista sino nacionalistas semanarios; y este medio no era la
(en lo relativo a la Nación), y de excepción, debido a que, con seguri-
carácter proselitista, puesto que este dad, este periódico era leído por los
medio se constituyó en un claro pro- activistas. No obstante, la línea del
motor de las ideas y de los intereses bisemanario manifestaba el interés
del Partido Nacional de Honduras de que los movimientos se resolvie-
en la Costa Norte, después de la ran siempre por la vía del diálogo
llegada al poder de Tiburcio Carías entre el patrono y los trabajadores;
Andino (1933-1948). aunque, en ocasiones, fuera necesa-
ria la presencia de la fuerza militar.
Anticomunismo, nacionalismo,
criterio social y partidismo político En junio de 1930, El Atlántico repro-
ducía una nota llegada desde Coma-
En general, durante sus primeras yagua: era una hoja suelta del grupo
décadas (1926-1932), el periódico obrero Acción en la que se refería a la
mantuvo una línea conservadora “Explotación criminal de las masas
y defensora del nacionalismo hon- obreras por la United Fruit Company
dureño y el anticomunismo. Las en la Costa Norte” En estos sitios, las
expresiones anticomunistas fueron empresas ofrecían malas condiciones
frecuentes en sus líneas, como fue de vida a sus trabajadores, caracteri-
el caso de la noticia publicada so- zadas por largas jornadas de trabajo
bre el decomiso en San Pedro Sula que llegan casi al sistema de esclavi-
de propaganda de ese tipo, en una tud, a lo que se sumaba la insalubri-
correspondencia dirigida a señoritas dad en los campos y la represión de
de esa ciudad. También informaba
con cierta amplitud sobre la gran
6 “Actividades comunistas en Honduras”, El
Atlántico, año VII, 548 (16-03-1932).

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los movimientos huelguísticos.7 Infor- No obstante, es importante distinguir


maba además, que la Federación Sin- entre una noticia y una opinión edi-
dical Hondureña había solicitado al torial o de sección. Un título de opi-
Congreso leyes protectoras a favor de nión muestra el disgusto contra cier-
los trabajadores, sin embargo, al estar tos jefes de la Standard Fruit Com-
esta institución formada por represen- pany porque, -en opinión de El Atlán-
tantes de las transnacionales y de la tico-, algunos de sus altos empleados,
burguesía hondureña, estas peticiones que participan en el Partido Liberal,
no eran escuchadas en esa instancia. ejercían presión sobre el electorado,
amparados en sus puestos.9
El 18 de enero de 1932, El Atlánti-
co informaba: “Buen resultado de la Hacia las décadas de 1930 y 1940,
huelga” en el puerto de Tela. Luego sin embargo, El Atlántico se autodefi-
decía: “Se arregló la huelga”, cuya nía como un “Diario de los intereses
noticia aseguraba que se habían pre- generales,” en momentos en los que,
sentado los generales García y Váz- como veremos, su posición se había
quez con una tropa con 150 hombres: vuelto más conservadora, debido a
su cercanía con el Partido Nacional
…que ya tenían, podría decirse, el de Honduras. Más concretamente,
terreno preparado, conjuntamen-
tanto el diario como su propietario
te agotaron los medios pacíficos y
y editor, se habían convertido en
honorables. La Compañía se com-
prometió a colocar el reloj que defensores de la figura del general Ti-
pedían para ir marcando el tiem- burcio Carías Andino, a quien consi-
po, mejor alimentación, darles deraban “…una de las representaciones
alojamiento, aumentarles sueldos más genuinas del patriotismo hondure-
en cuanto mejoren las condicio- ño” o bien, de acuerdo con lo que
nes económicas y oírles cualquier afirmaban en frases como: “Solo un
queja de empleados superiores. (El hombre puede salvar a Honduras”,
Atlántico, 10-01-1932). 8 (El Atlántico, 30/01/1932) y que, en
su opinión, ese era el general Carías.10
7 “Manifiesto a los trabajadores del campo y del para el arreglo de la huelga”, El Atlántico, año
taller”, El Atlántico, año IV, 260 (12-07-1930). VII, 532 (27-01-1932).
8 Ese mismo año el periódico informa que a raíz 9 “¿Qué pasa en la Standard Fruit Company?,
de un movimiento huelguístico de los trabaja- El Atlántico, año VII, 576 (29-06-1932) y
dores de la Standard Fruit Company el 27 de una nota similar en el mismo medio del
enero de 1932, que los generales Rodas Alva- 23-07-1932.
rado y Reina habían sido comisionados para el 10 “Actividades comunistas en Honduras”, El
arreglo de la misma. “Los generales Rodas Al- Atlántico, año VII, 548 (16-03-1932); “El
varado y Reina son los delegados del gobierno general Carías es una de las representaciones

Las ideas antiimperialistas en El Atlántico de La Ceiba, 151


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Las ideas antiimperialistas esboza- hondureña. Una de las acusaciones


das en El Atlántico más constantes, contra los extranje-
ros, tenía que ver con la protección
Las ideas antiimperialistas presentes de los trabajadores hondureños; por
en este periódico son fundamental- ejemplo, en 1932, El Atlántico denun-
mente de dos tipos: ciaba a las transnacionales bananeras
que frecuentemente utilizaban mano
a. Aquellas que están relaciona-
de obra extranjera y no nacional.
das con la defensa de la mano
de obra nacional y en contra de Además, el 10 de febrero de ese mis-
los extranjeros, particularmente mo año, dicho periódico denunció, a
los negros de origen jamaiqui- través de su corresponsal en Olanchi-
no, con quienes los anglosajones to, que la Truxillo Railroad Company
compartían una lengua común. estaba desplazando trabajadores na-
Y otros extranjeros incluidos en cionales al contratar extranjeros.11
esta percepción fueron los altos
representantes de las compañías De igual forma, lo hizo en junio de
transnacionales y del gobierno 1933, cuando informaba que la Tela
de los Estados Unidos. Railroad Company estaba despidien-
do maquinistas hondureños, para po-
b. La segunda forma de pensamien- ner en su lugar a negros y chapines,
to antiimperialista tiene que ver por lo cual llamaba la atención del
con la presencia estadounidense Ministro encargado de estos asun-
en Centroamérica, pero particu- tos, con el fin de hacer cumplir con
larmente en Nicaragua. el 85 % de contratación de mano
de obra nacional.12 Asimismo, el
El sentimiento de identidad nacio- 23 de enero de ese año informaba:
nalista era manifiesto en la defensa “Piden expulsión de un extranjero
de la mano de obra hondureña, así pernicioso”, se trataba de un sujeto
como los héroes, símbolos y la pro- llamado Adair Pollains, alto em-
tección y salvaguarda de la identidad pleado de la United Fruit Company,
quien, en años anteriores, suscribió
más genuinas del patriotismo hondureño”, El
Atlántico, año VII, 536 (30-01-1932); “Solo 11 “Desplazando a los hijos del país”. El Atlántico,
un hombre puede salvar a Honduras”, El At- año VII, 539 (10-02-1932).
lántico, año VII, 537 (16-04-1932); “El gene- 12 Véase: “Compañía del Trust suprimien-
ral Tiburcio Carías es el abanderado máximo do maquinistas hondureños por poner ne-
de la reconstrucción nacional”, El Atlántico, gros y chapines.” El Atlántico, año VII, 622
(09-01-1937). (10-06-1933).

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con el gobierno de Guatemala un este mal servidor de los intereses esta-


contrato lesivo para la soberanía de dounidenses se expresó en términos des-
Honduras, razón por la cual inci- compuestos, injuriosos y tabernarios,
taban a las autoridades migratorias haciendo irrisión de nuestro país y de
a expulsarlo del país.13 Pocos días los hondureños”; según la nota, ase-
después, destaca la publicación del guró que había estudiado la sicología
27 de enero de 1932 cuando el dia- de los hondureños y que se había
rio tituló: “Honduras para los hon- dado cuenta que era “… un país de
dureños”14. El texto correspondía a imbéciles en donde el cuerdo fracasa
una nota procedente de Santa Rosa y el ignorante triunfa; que él despre-
de Copán, que manifestaba que se cia a todos los hondureños porque
debía evitar que cualquier extranje- todos son indignos de estímulo y que
ro votara en las elecciones y lanza- por esa razón, vive descontento en el
ba la siguiente proclama: “Hagamos puesto que desempeña”. 17
patria, dejémonos de quijotadas. Hon-
duras para los hondureños”.15 Pero el mayor debate en contra de
una familia extranjera fue el pro-
Las quejas contra malos tratos que movido en contra de los cónsules
recibían los hondureños, por parte británicos y sus descendientes hon-
de funcionarios transnacionales y dureños, los Melhado y los Castillo
empleados del gobierno estadouni- Melhado, por cierto, militantes del
dense, eran frecuentes y molestaban Partido Liberal.
mucho al público en general; fue
noticia, por ejemplo, que el cónsul Las denuncias contra esta poderosa
de los Estados Unidos en el puerto familia, residente en Trujillo, fueron
de Tela, T. Monros Fisher, en estado escritas, entre otros, con el seudóni-
de embriaguez, se expresara grosera- mo de Thais del Nermi y por el pro-
mente de los nacionales, razón por pio Ángel Moya Posas. Fue en 1930,
la que solicitaban su expulsión del al calor de la lucha pre electoral que
país.16 El periódico informó que: “… se acrecentaron las denuncias en
contra de la familia mencionada.
13 “Piden expulsión de un extranjero pernicio-
so”, El Atlántico, año VII, 534 (23-01-1932).
14 “Honduras para los hondureños”, El Atlántico,
año VII, 535 (27-01-1932).
15 “Honduras para los hondureños”, El Atlánti- El Pueblo de El Salvador, el que a su vez lo ha-
co, año VII, 535 (27-01-1932). bía copiado del diario El Sol de Tegucigalpa.
16 La nota, no proviene directamente de Tela, 17 “Fue grosero el insulto de un cónsul yanqui
puerto de la United Fruit Company localizado en un banquete”, El Atlántico, año IV, 326
a corta distancia de La Ceiba, sino del diario (23-12-1930).

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La primera de ellas consiste en el Fotografía 1


hecho de que los Melhado, apoyados El Atlántico denuncia a William
en el puesto de alcalde de Trujillo, Melhado, 1930
de uno de sus miembros, favorecie-
ron a la Truxillo Railroad Company
con lotes alternos que el gobierno
tenía destinados a familias de cam-
pesinos hondureños, mediante arre-
glos corruptos.18 En otra nota del
10 de julio de 1930 agregaba: “Los
valles de Sonaguera y todas las már-
genes del Aguán que constituyen
actualmente la fuente segura de una
enorme producción frutera, fueron
entregados como el cordero al león
por los vendedores, sin dejar para los
hondureños sino los cerros infecun-
dos, los lagunatos incultivables…”19

Fuente: El Atlántico, año IV, 245


(31-05-1930).

La segunda denuncia que se publicó


en contra de la familia Melhado y su
socio principal, William Melhado,
18 “El mercado de la patria, José C. Melhado,
cómplice”, El Atlántico, año IV, 254 (31-05- se relacionaba con que este sujeto,
1930). La situación se gestó en 1920 cuando sin ser hondureño, se convirtió en
se formó la Compañía Agrícola de Honduras
cuya existencia es denunciada como una farsa
alcalde de Trujillo y actuó en contra
creada en manos de Willie Melhado quien, de los intereses públicos y a favor de
además de extranjero, era amigo de la Truxillo la Truxillo.20 La anterior era la prue-
Railroad Company.
19 “Agotada la producción se desea el poder”, ba fehaciente de que, después de
El Atlántico, año IV, 259 (10-07-1930). La haber logrado el poder económico
arenga principal se expresaba en contra de los y en plena crisis del capitalismo, la
extranjeros a quienes: “…nada les importa la
suerte de la patria.” “El mercado de la patria,
José C. Melhado, cómplice”, El Atlántico, año 20 “Agotada la producción se desea el poder”, El
IV, 254 (31-05-1930). Atlántico, año IV. 259 (10-07-1930).

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principal familia de la élite recurrió aspirante a candidato carecía de atri-


a detentar el poder local y regional. butos para ser diputado de la Repú-
La indignación de un sector de la so- blica, debido a que no tenía educa-
ciedad trujillana y de la Costa Norte ción.22 La sección Suma y sigue con-
de Honduras continuó manifestán- tinuó sus ataques contra esta familia
dose en el periódico, en su sección e informó que ciertos funcionarios
Suma y sigue, ya que más adelante, del departamento de Colón estaban
uno de los descendientes del clan, trabajando a favor de la candidatura
José Castillo Melhado, también fue de José Castillo Melhado.23
increpado por el medio, por preten-
der una diputación nacional, apoya- En esos años, el debate sobre las
do por su tío William Melhado. transnacionales estaba latente y se
volvió a cuestionar la intromisión
El Atlántico continuó sus denuncias de la potencia del norte en los asun-
en contra de la poderosa familia y tos de Honduras. El 18 de febrero
hubo reacciones negativas que afec- de 1933, El Atlántico reprodujo un
taron al periódico; el 12 de julio de artículo de Francisco Murillo Selva,
1930, comunicó que circulaba en publicado en el periódico capitali-
Trujillo una nota denominada “El no El Cronista: “Honduras necesita
patriota”, la cual, aparte de ser pro- revisar sus concesiones”.24 En este
paganda a favor de la candidatura de escrito se hacía una recapitulación
Castillo Melhado, profería imprope- de la primera concesión otorgada en
rios en contra del periódico, deno- 1903, con el fin de canalizar el río
minándolo “bota fuego”. La respues- Salado, cerca de La Ceiba, momento
ta del editor fue la siguiente: “…por- que sirvió para conceder sin control,
que hemos dado cabida en nuestras muchos recursos de la Costa Norte.
columnas a una serie de artículos,
que no son insultos, sino análisis El autor del artículo argumentaba
cualitativos y cuantitativos de las que las inversiones en sí podían ser
virtudes del candidato Castillo Mel- beneficiosas para el país, pero que
hado y de sus principales sostenedo- estas deberían ser controladas por
res en la plataforma política”.21
22 Véase otro artículo sobre el mismo tema titu-
Uno de los principales argumen- lado “Escuela para José”, El Atlántico, año IV,
260 (12-07-1930).
tos del diario consistía en que el 23 “Empleados en propaganda”, El Atlántico, año
IV, 264 (20-07-1930).
21 “El patriota”, El Atlántico, año IV, 260 24 “Honduras necesita revisar sus concesiones.”
(12-07-1930). El Atlántico, año VII, 609 (18-02-1933).

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el Estado, y señalaba, además, que compromisos. A partir de esto, se


estas opiniones no debían provocar desarrolló un largo debate acerca de
reacciones “…patrioteras sino que se la expansión de la línea ferroviaria
deben revisar para darle al ´César lo desde Trujillo hasta Juticalpa, en el
que es del César´ y para que se cum- departamento de Olancho, cons-
pla en nuestro país por primera vez trucción que debió llevar a cabo
un principio de justicia social”.25 la Truxillo Railroad Company y que
nunca se efectuó.27 El periódico ex-
La dotación de grandes extensiones hortaba al Congreso Nacional de
de recursos naturales en la Costa Honduras a demostrar su patriotis-
Norte de Honduras fue una de- mo, obligando a la Truxillo a cum-
nuncia permanente en contra del plir con sus compromisos respecto
Congreso hondureño y otros fun- a la obra mencionada. Este medio
cionarios locales y regionales. En habla de concesiones monstruosas.
opinión del editor, la necesidad de
progresar: Las quejas continuas contra el mal
proceder de las transnacionales cala-
…no se justificaba, con dar a ma- ron hondo en el criterio de El Atlán-
nos los recursos nacionales, sus
tico, porque veía esta situación como
reservas territoriales, sustentar el
un problema de la debilidad de Hon-
latifundio y el monopolio y me-
noscabar los ingresos nacionales duras frente al imperio, era, en fin,
con la dispensa de derechos adua- un problema en el que debían que-
nales, fiscales y municipales con dar demostrados el patriotismo y la
el marcado perjuicio para el con- identidad hondureña. Argüía su edi-
senso de la vida económica de la tor que las empresas engañaban al
nación y sus descendientes y bien- Congreso en el momento en que pe-
estar ciudadano en el porvenir.26 dían concesiones y después se olvi-
daban de ellas. Los diputados aliados
La revisión de las contrataciones a las compañías “…no han sido más
era apremiante, de acuerdo con que cuchillos para el departamento
el criterio de la edición de El At- (de Atlántida)”.28 Quienes asumían
lántico, porque las compañías es- tales actitudes eran percibidos como
taban obligadas a cumplir con sus
27 “Ahora es cuando deben demostrar su
25 “Honduras necesita revisar sus concesiones.” patriotismo” El Atlántico, año VII, 615
El Atlántico, año VII, 609 (18-02-1933). (08-04-1933).
26 “Ligeras consideraciones acerca de las compa- 28 “Protege a los extranjeros y si sobra protege
ñías en la costa norte de Honduras”, El Atlán- a los hondureños”, El Atlántico, año VII, 617
tico, año IV, 255 (28-06-1930). (29-04-1933).

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traidores a los intereses de la patria y Unidos en Colombia, Haití, Cuba,


de los hondureños. Nicaragua y Santo Domingo.30

La situación en Nicaragua La lucha de Sandino abarcaba las


portadas de todos los periódicos del
No cabe duda de que las principa- continente. La idea de que grupos
les manifestaciones antiimperia- armados defendían, desde inhóspitas
listas vertidas en El Atlántico están montañas, la soberanía de su país,
relacionadas con la presencia de los atrajo la atención de todos los me-
marines estadounidenses en Nicara- dios extranjeros, por lo cual, en pa-
gua, entre 1912 y 1934; y el peligro labras de hoy podría afirmarse que su
de que esta situación repercutiera en lucha fue un fenómeno mediático sin
todo el ámbito centroamericano, en precedente hasta ese momento. Pe-
especial en territorio hondureño. riodistas e intelectuales como Grego-
rio Selser y Froylán Turcios, se dedi-
El periodo más álgido de la lucha de caron a difundir la lucha. El Atlántico
Sandino en las montañas del norte no estuvo al margen de ese momento
de Nicaragua, se constituyó en la histórico, sus contactos con colegas
noticia, posiblemente, de mayor di- nacionales y extranjeros estimularon
fusión en el ámbito latinoamericano el interés de este medio, aunado, ade-
y centroamericano. más, al hecho de que el propio San-
Los periódicos mexicanos hicieron dino había vivido en La Ceiba en los
eco de esta lucha antiimperialista; en- tempranos años de 1920.
tre ellos, El Atlántico toma nota del Ti- Es en el año 1930 en el que más noti-
mes Picayune que señalaba: “La prensa cias se encuentran sobre Sandino en
mexicana hirviendo por el asunto de El Atlántico, momento nada extraño,
Nicaragua,” aparecida en los periódi- debido a que este contexto se en-
cos El Universal y Excelsior.29 marca en el periodo durante el cual
En estas letras se denunciaba al ré- la lucha sandinista había logrado su
gimen de Díaz como traidor y ma- mayor difusión internacional. Con el
niquí de los norteamericanos, y en titular “Sandino aniquila a los yan-
la nota de los periódicos mexicanos quis”, del 17 de junio del año men-
se criticaba la política de los Estados cionado, se informaba que las tropas

29 “La prensa mexicana hirviendo por el asun- 30 “La prensa mexicana hirviendo por el asun-
to de Nicaragua”. El Atlántico, año I, 6 to de Nicaragua”. El Atlántico, año I, 6
(09-12-1926). (09-12-1926).

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estadounidenses habían salido hu- El 15 de febrero de 1930, con el titu-


yendo de las montañas cercanas al río lar A propósito de las versiones calum-
Prinzapolka, sufriendo muchas bajas. niosas contra el general Sandino, escri-
También señalaba la investigación to especialmente para El Atlántico
que Sandino había regresado de Mé- por Juan B. Muñoz, se difundieron
xico y que tenía unos 4 000 hombres ideas favorables a la lucha de los que
dotados con armas modernas.31 en otro momento fueron llamados
“bandoleros.”32
Fotografía 2
Sandino aniquila a los yanquis. En este artículo se enaltece la figura
1930 de Sandino hasta aseverar que era,
en ese tiempo, el único héroe que
existía en América Latina; mani-
festaba que Sandino: “Es cóndor y
es águila y los cóndores y las águilas
no se confunden con los batracios de
los suampos.”33

Como se ha mencionado, la difusión


de la lucha de Sandino fue todo un
fenómeno mediático sin preceden-
tes hasta ese momento en Centroa-
mérica. La preocupación por lo que
sucedía en Nicaragua había forta-
lecido las redes de comunicación
entre los medios de las más diversas
posiciones políticas; por ejemplo,
el 15 de julio de 1930, El Atlántico
reproducía la noticia tomada del pe-
riódico salvadoreño Diario Latino:
“Es terrible la situación de Nicara-
Fuente: El Atlántico, año IV, 252 gua. Los estragos de los aeroplanos
(17-06-1930)
32 “A propósito de las versiones calumniosas
contra el general Sandino”. El Atlántico, año
IV, 218 (15-02-1930).
33 “A propósito de las versiones calumniosas
31 “Sandino aniquila a los yanquis”. El Atlántico, contra el general Sandino”. El Atlántico, año
año IV, 252 (17-06-1930). IV, 218)15-02-1930).

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en el campo rebelde”, en la que se comparado con las figuras de Sucre


relacionaban los ataques aéreos en- y San Martín.36
tre el Ejército Autonomista y los
marines, en el sitio de Yucapuca, lo De el Diario de Oriente de San Miguel
que provocaba que “La lucha en las de El Salvador, El Atlántico reprodu-
Segovias está revistiendo el carácter jo la siguiente noticia: “Bombardean
de inusitada y feroz”.34 a Sandino. Encarnizada lucha en
la montaña de Yucapuca”, e infor-
El apoyo a Sandino y a sus tropas fue maban que las fuerzas de Sandino
verdaderamente amplio, y con toda podrían estar dotadas de moderno
probabilidad, el recuerdo de su paso armamento, porque habían enfren-
por la ciudad despertó muchos adep- tado los ataques aéreos con éxito.37
tos en La Ceiba. Los sentimientos de
admiración por la lucha que se libra- Tres años después, con el título
ba en Nicaragua eran generalizados. “Cómo llegaron los yanquis a Ni-
El Diario Latino de El Salvador seña- caragua. El empréstito a la firma co-
laba en la nota reproducida por El mercial Seligman & Brown Brothers
Atlántico: “Las palabras bandoleros fue la puerta de entrada de la inter-
y salteadores tienen un significado vención,”38 el periódico denunció
distinto del que se conoce la gene- que el préstamo había sido la ante-
ralidad en nuestro idioma. Signifi- sala de la intervención extranjera en
can patriotas y héroes al servicio de Nicaragua, puesto que, en garantía
un ideal”.35 Sandino también sería
36 “Los que luchan por la libertad no son bandi-
dos”. El Atlántico, año IV, 279 (28-08-1930).
34 “Es terrible la situación de Nicaragua. Los es- 37 “Bombardean a Sandino. Encarnizada lucha
tragos de los aeroplanos en el campo rebelde”. en la montaña de Yucapuca”, El Atlántico, año
El Atlántico, año IV, 261 (15-07-1930). IV, 264 (20-07-1930).
35 “Es terrible la situación de Nicaragua. Los es- 38 “Cómo llegaron los yanquis a Nicaragua. El
tragos de los aeroplanos en el campo rebelde”. empréstito a la firma comercial Seligman &
El Atlántico, año IV, 261 (15-07-1930). En Brown Brothers fue la puerta de entrada de la
este mismo número se indicaba que no esta- intervención”, El Atlántico, año VII, 606 (28-
ba confirmada la herida que había sufrido el 01-1933). El primer empréstito Seligman &
general Sandino y hacía referencia a que el Brown Brothers se firmó en 1911 y el último
sitio llamado Yucapuca era un lugar histórico en 1913 y consistió en una serie de préstamos
donde Sandino derrotó a las tropas de Juan firmados con ese banco y el gobierno de Ni-
Bautista Sacasa y al que llamó Las Termopilas caragua quien se vio obligado a depositar su
del Septentrión. Otra información respecto a la soberanía en los financistas neoyorquinos,
lucha corresponde a “Batalla sangrienta cerca viéndose obligado el Estado de Nicaragua a
de las fronteras hondureñas”, El Atlántico, año renunciar a su soberanía en el control de sus
IV, 303 (28-10-1930). Asegura que mientras aduanas, el Ferrocarril Nacional del Pacífico y
los yanquis entraron a protegerse al territorio el Banco Nacional que pasaron a manos de los
hondureño, Sandino no lo hizo. mencionados banqueros.

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de tal financiamiento, el presiden- el peligro que constituía el Tratado


te Taft y el gobierno del vecino país Chamorro-Bryan. Sobre este caso El
habían permitido la invasión de los Atlántico continuó con sus quejas: En
marines en el territorio. el número que denunciaba la situa-
ción de Nicaragua y sus concesiones,
Un verdadero sentimiento en con- el periódico también cuestionó los
tra de la política de los Estados Uni- intereses estadounidenses en el gol-
dos se lee en el siguiente párrafo fo, con el título: “Los Estados Unidos
del mismo texto: “Nos resistimos al no creen difícil la adquisición de Isla
deseo de reproducir, en extracto, las del Tigre, Amapala”, bajo la suposi-
tremendas cláusulas de aquel opro- ción de que esta sería vendida por el
bioso Tratado,” por lo cual, el pe- gobierno hondureño.40 No era des-
riódico reproduce ampliamente las conocida en estos medios la geopo-
cláusulas. Entre las manifestaciones lítica en la que se encontraba la Isla
más “hirientes, sangrantes y doloro- del Tigre, puesto que su localización
sas” estaba la concesión en arrenda- respondía a los intereses defensivos
miento por 99 años, de las islas de de los Estados Unidos en las costas
Great Corn Island y Little Corn Is- pacíficas localizadas entre el Canal
land en el Caribe; a lo que se sumaba de Panamá y California. A esto se
un punto muy susceptible para Hon- sumaba la facilidad de recurrir al uso
duras: la concesión para establecer de la vía interoceánica entre el golfo
una base naval en el golfo de Fonse- de Fonseca y la costa Caribe de Hon-
ca, compartido entre Nicaragua, El duras en los puertos del Omoa o de
Salvador y Honduras, y se confería, Puerto Cortés.41
además, la posibilidad de negociar
por 99 años adicionales el control de Las redes intelectuales y periodís-
los sitios mencionados.39 ticas actuaron como promotores y
formadores de opinión, tanto para
El dominio estadounidense sobre el periódico como para los lectores,
ambos mares despertó la alerta de debido a que los contactos frecuen-
los centroamericanos, en particular tes con estas redes actualizaban las
en Honduras y El Salvador, en rela- noticias recientes o contribuían a los
ción con el golfo de Fonseca y con
40 “Los Estados Unidos no creen difícil la adqui-
39 “Cómo llegaron los yanquis a Nicaragua. El sición de Isla del Tigre, Amapala”. El Atlánti-
empréstito a la firma comercial Seligman & co, año VII, 606, (28-01-1933).
Brown Brothers fue la puerta de entrada de 41 “Los Estados Unidos no creen difícil la adqui-
la intervención,” El Atlántico, año VII, 606 sición de Isla del Tigre, Amapala”. El Atlánti-
(28-01-1933). co, año VII, 606, (28-01-1933).

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amplios debates. El caso de Nicara- el córdoba y subir los bonos nortea-


gua fue el más representativo, ya que mericanos y finalmente, la obliga-
acercó a muchos medios, escritores ción de favorecer las inversiones de
y editores con el público en general. los Estados Unidos en Nicaragua.43

Aunque en ciertos momentos El El argumento en contra de tales


Atlántico expresó ideas a favor de concesiones se basaba claramente en
Somoza García, con el curso del la defensa de los intereses del pue-
tiempo, este periódico fue endure- blo: “El convenio libertador entre el
ciendo sus opiniones acerca de la general Somoza y el señor Roosevelt
política interna y externa del dicta- pone de manifiesto una vez más, que
dor nicaragüense; y más aún, a pesar no son los intereses del pueblo de
de la alianza entre Carías Andino y Nicaragua los que ha ido a hacer va-
Somoza García. La continua políti- ler en Washington”44. El texto men-
ca de concesiones territoriales de los cionado opinaba que los presidentes
regímenes nicaragüenses de Díaz y de Estados Unidos Taft, Roosevelt,
Somoza fue seguida por este medio Wilson, Harding, Hoover y Coolid-
ceibeño. El 26 de agosto de 1939 El ge solo habían sido instrumentos de
Atlántico reproducía, a solicitud de la dominación de los Estados Unidos
sus lectores, una nota del periódico sobre Nicaragua y en toda América
mexicano El Nacional titulada “So- Latina. Por primera vez, se lee en El
moza ha contratado la esclavitud Atlántico la necesidad de denunciar
de Nicaragua”42 y se refería a varias esta política y de procurar la soli-
concesiones del dictador a los Es- daridad de América Latina con el
tados Unidos: sobre la canalización pueblo de Nicaragua, con el fin de
del río San Juan, la construcción revelar la situación y tomar medidas
del tramo de la carretera Interame- para que el Tratado no fuese puesto
ricana, la preparación militar de la en práctica.45
Guardia Nacional de Nicaragua en
manos del ejército estadounidense,
el otorgamiento de un crédito para
43 “Somoza ha contratado la esclavitud de
el saneamiento de sitios donde estu- Nicaragua”. El Atlántico, año XII, 1006
vieran presentes soldados estadouni- (26-08-1939).
denses, el compromiso de estabilizar 44 “Somoza ha contratado la esclavitud de
Nicaragua”. El Atlántico, año XII, 1006
(26-08-1939).
42 “Somoza ha contratado la esclavitud de 45 “Somoza ha contratado la esclavitud de
Nicaragua”. El Atlántico, año XII, 1006 Nicaragua”. El Atlántico, año XII, 1006
(26-08-1939). (26-08-1939).

Las ideas antiimperialistas en El Atlántico de La Ceiba, 161


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Temas de nuestra américa Vol. 31, N.° 58 Julio-diciembre / 2015
ISSN 0259-2339

Otra nota importante, relacionada alarmante, acerca de la llegada de un


con la fuerza estadounidense en las barco de guerra a La Ceiba.48
costas y puertos centroamericanos,
fue la noticia de la llegada de bar- Fotografía 3
cos de guerra. El 4 de noviembre de Dos destroyers en el puerto de La
1926, anclaron en La Ceiba dos des- Ceiba, 1930
troyers, razón por la cual: “La pobla-
ción se atemorizó porque los barcos
aludidos no saludaron la bandera na-
cional”; después de un corto tiempo,
los marines explicaron que las embar-
caciones de guerra, como destroyers y
submarinos, no solían saludar ni re-
cibir saludos en puertos extranjeros,
conforme a las leyes “yanquis.”46

Después de dar las explicaciones, El


Atlántico tuvo una posición marca-
damente conservadora, en contra de
quienes habían alarmado a la pobla-
ción, lo cual queda demostrado en el
texto siguiente: “Los que mantienen
vivo el sentimiento de la patria, y
los que se deleitan con el alarma sin
medir las consecuencias, se dieron, Fuente: El Atlántico, año 1, 1 (04-11-1926).
unos a protestar en los corrillos y los
otros han echado a rodar las balas Conclusiones
de la fantasía exagerada de las cir-
cunstancias.”47 En 1938, El Atlántico Las ideas antiimperialistas vertidas
también informó, en forma menos en el periódico conservador El At-
lántico, entre 1926 y 1933, proce-
dían de diversas manifestaciones en
contra de la presencia norteameri-
46 “Dos destroyers en el puerto de La Ceiba. Los
recelos de los porteños”. El Atlántico, año I, 1
cana en Centroamérica y el Caribe.
(04-11-1926).
47 “Dos destroyers en el puerto de La Ceiba. Los 48 “Noticia sobre la presencia de un barco de gue-
recelos de los porteños”. El Atlántico, año 1, 1 rra norteamericano en La Ceiba”. El Atlántico,
(04-11-1926). año XI, 945 (30-04-1938).

162 Las ideas antiimperialistas en El Atlántico de La Ceiba,


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En primer término, estaban dirigidas de medios establecidos en México, El


en contra de la discriminación en Salvador o Tegucigalpa, lo que mues-
el uso de mano de obra extranjera, tra las redes mediáticas que se mo-
puesto que, el sentimiento identi- vían para difundir las ideas contrarias
tario nacionalista había llegado a a la intervención estadounidense en
forjar la idea de una “Honduras para Centroamérica y el Caribe.
los hondureños”. Esta mano de obra
era generalmente proveniente de Ja- Otro pensamiento antiimperialista
maica, aunque otros inmigrantes en- proviene de las excesivas concesiones
traban por las rutas de Gran Caimán dadas a las transnacionales y los abu-
y Panamá, atraídos por la necesidad sos cometidos en la construcción de
de mano de obra requerida por las líneas alternas de ferrocarriles, cuyo
empresas bananeras y la construc- destino final eran las fincas de bana-
ción de los ferrocarriles. También no; en contraste con la falta de cum-
había manifestaciones en contra de plimiento de los contratos que exigían
aquellos extranjeros que, amparados extender el ferrocarril hacia el inte-
en el poder de las compañías o como rior, en el departamento de Olancho.
funcionarios diplomáticos, realiza-
ban actos en contra de Honduras, En síntesis, las razones que moti-
o se expresaban contra los hondu- varon el análisis del pensamiento
reños. A pesar de ello, El Atlántico y de las noticias antiimperialistas,
manifestó que los extranjeros que publicadas en El Atlántico, medio
venían a dar su aporte y sus inversio- conservador y de clara línea a favor
nes al país, debían ser bienvenidos. del Partido Nacional de Honduras,
Esto resulta bastante obvio puesto se sustenta en varios argumentos: En
que el periódico se sostenía gracias a relación con la situación interna de
la publicidad de casas comerciales y Honduras, puede afirmarse que este
empresas extranjeras. medio expresó más claramente su
opinión entre 1926-1933 pero, en la
La mayor cantidad de ideas antiim- medida en que la dictadura de Carías
perialistas en El Atlántico se dirigie- se enraizaba en el país, no solo este
ron en contra de la intervención periódico se tornó más conservador,
estadounidense en Centroamérica y debido a su adhesión al régimen,
especialmente en Nicaragua. De su sino que, la represión en contra de
lectura se perfila que la mayoría de las la prensa y de los intelectuales anti-
noticias recibidas en su redacción, so- imperialistas en general, fue mucho
bre el tema de Nicaragua, provenían más fuerte que en los años 1920. Lo

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anterior, no significa que este medio Bibliografía


pueda ser calificado como antiimpe-
Barahona, M. (2005). Honduras en el siglo
rialista, a pesar de que tanto la figura
XX. Una síntesis histórica. Tegucigal-
de su propietario y editor, como del pa: Editorial Guaymuras.
periódico en sí, nos permiten infe-
rir que navegaron con el aire de los Canelas, Antonio. (2005). Las Ceiba, sus
raíces y su historia. La Ceiba: Tipogra-
tiempos y captaron algunas posicio- fía Renacimiento.
nes críticas sostenidas bajo ideales
nacionalistas como la soberanía y la _____________. (2009). El estrangulamiento
económico de La Ceiba, 1903-1965.
identidad nacional, especialmente.
Tegucigalpa: Editorial Guaymuras.
En cuanto al apoyo brindado a la lu- Payne-Iglesias, Elizet. Costas, islas y fron-
cha de Sandino en Nicaragua, es ne- teras en la formación del Esta-
cesario recordar que estas manifesta- do-nación en Honduras. Boletín
AFEHC N°47, 04 diciembre 2010.
ciones se presentaron con anteriori- Disponible en: http://afehc-his-
dad al asesinato de este en 1934 y, toria-centroamericana.org/index.
a partir de ese año, no encontramos php?action=fi_aff&id=2550
más información relacionada con la
_____________. “Identidad y Nación. El
intervención en Nicaragua, aunque caso de la Costa norte y las Islas de
tampoco se lee ningún comentario la Bahía en Honduras”, Mesoamérica,
o noticia en apoyo a la dictadura 42 (diciembre de 2001), pp. 75-103.
somocista. El Atlántico fue también
receptivo de las redes informativas
localizadas en México y Centroa-
mérica, que hicieron eco de la lucha
continental que se librara en Ni-
caragua. El principio sustentador e
inspirador del antiimperialismo pro
nicaragüense fue la soberanía nacio-
nal y centroamericana.

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