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Fotografía de Portada:

Arturo González de Alba

Ilustraciones:
Guerrino Pera
Caritina Flores Nava

Diseño de portada e interiores:


L.D.G. Isela Castro Serrano

Equipo de redacción:
Mons. Jesús Márquez Farfán
Vicario Episcopal para la Pastoral Diocesana

Pbro. Lic. Rafael Felipe Alemán Jasso


Pbro. Jesús Reyes Díaz Juárez
Pbro. Vicente Chávez Rivas
Pbro. José David Martínez Rodríguez
Pbro. Lic. Carlos Rodríguez Magalles
Pbro. Lic. Reyes Baltasar González Díaz
Pbro. Jaime Beltrán Beltrán
Pbro. Eduardo Barranco Garduño
Pbro. Jesús Suárez del Real Millán
Pbro. Fernando Olascoaga Ayala
Pbro. Felipe Millán Millán
Pbro. Jorge Rosas Suárez
Pbro. Margarito Rivera González
Pbro. Moisés Romero Hernández
Pbro. Antonio Hurtado Carmona
Pbro. Eugenio Garcia del Rio
Pbro. Mtro. Ramón Mares Olmos
Pbro. Enrique Estrada Montes

2o. fascículo, Toluca de San José, México,


septiembre de 2008.

Índice
1. Presentación.
2. Decreto de Aprobación y Promulgación.
3. Misión y Visión
4. Objetivo General del Plan
5. Simbologías.

6. Pastoral Familiar:
Objetivo Específico
Programación

7. Pastoral Juvenil:
Objetivo Específico
Programación

8. Pastoral Vocacional:
Objetivo Específico
Programación

9. Pastoral de Agentes Laicos


Objetivo Específico
Programación

10. Pastoral de la Educación y la Cultura


Objetivo Específico
Programación

11. Pastoral de Comunicaciones Sociales


Objetivo Específico
Programación

12. Pastoral Indígena


Objetivo Específico
Programación


13. Pastoral de la Movilidad Humana
Objetivo Específico
Programación

14. Pastoral Penitenciaria


Objetivo Específico
Programación

15. Pastoral de la Salud


Objetivo Específico
Programación

16. Pastoral Obrera


Objetivo Específico
Programación

17. Pastoral Urbana y Sub-Urbana


Objetivo Específico
Programación

18. Siglas Utilizadas en el Documento


19. Nexos


PRESENTACIÓN

A mis hermanos y hermanas que peregrinan conmigo en esta Iglesia


particular de Toluca, con mi saludo pastoral y bendición.

Al presentar a ustedes el primer fascículo de nuestro Plan Diocesano


Pastoral les invitaba a que juntos nos dirigiéramos al Señor para su-
plicarle “... qué quieres que haga?” Les pedí que ésta fuera nuestra
oración comprometida, como discípulos y misioneros de Cristo, la
primera confesión de nuestro encuentro con El.

El objetivo general de nuestro Plan centra la fuerza de la acción pas-


toral en el encuentro y contemplación de Jesucristo Vivo, condición
indispensable para los discípulos misioneros y, por consiguiente,
necesidad y condición indispensable para el éxito de nuestro itinerario
pastoral.

Les estoy invitando ahora, al ofrecerles este segundo fascículo de


nuestro PLAN, a asumir generosamente la responsabilidad y seguir
las indicaciones programáticas concretas, objetivo, criterios, línea de
acción y programas, que permitan que el anuncio de Cristo llegue a
las personas y a nuestras comunidades en los distintos campos de
la acción pastoral, donde hemos de ofrecer el testimonio de nuestra
vida, para que sean aceptados los valores del evangelio en nuestra
sociedad y en la cultura actual (Cfr. NMI 29).

En el Espíritu que mueve hoy a nuestra Iglesia en América Latina, he-


mos atendido la indicación del Papa Benedicto XVI: La Iglesia “crece
mucho más por «atracción»; como Cristo «atrae a todos a sí» con
la fuerza de su amor que culminó en el sacrificio de la cruz, así la
iglesia cumple su misión en la medida en que, asociada a Cristo,
realiza su obra conformándose en espíritu y concretamente con la
caridad del Señor” (Homilía. Aparecida. 13.05.07).

Hemos soñado con lograr que la visión de nuestra Iglesia, para los
próximos años, llegue a realizarse desde el encuentro permanente
con Cristo.


En la medida en que hemos avanzado en la aplicación de la segunda
línea de acción de Pastoral Profética, hemos visto la ayuda del Señor
para descubrir y vivir el proceso Diocesano como disposición a vivir
constantemente, como Discípulos, en una misión permanente.

Queremos una Iglesia totalmente “animada y movilizada por la cari-


dad de Cristo”, por eso, en cada uno de las Comisiones y de los
programas que ahora se explicitan, conforme a lo proyectado en
la Asamblea Diocesana de Planeación para el Plan Diocesano 2007
- 2012, nuestro interés será: vivir el encuentro con Jesucristo y tes-
timoniarlo en cada una de nuestras acciones pastorales especificas.
No podemos olvidar que los hombres de nuestro tiempo nos es-
tán pidiendo hoy, no solo «hablar de Cristo» sino, en cierto modo
«hacerlo ver» “nuestro testimonio sería enormemente deficiente si
nosotros no fuésemos los primeros contempladores” del rostro del
Señor (Cfr. NMI 16).


DECRETO
POR EL CUAL
S. E. MONS. FRANCISCO JAVIER CHAVOLLA RAMOS
OBISPO DE TOLUCA
APRUEBA Y PROMULGA
“EL PLAN DIOCESANO DE PASTORAL 2007-2012”.
“Pónganse en camino para hacer discípulos entre todos los pueblos...”
(Mt. 28,20)
A MIS HERMANOS Y HERMANAS DE ESTA IGLESIA PARTICULAR DE
TOLUCA A QUIENES DIOS ME HA LLAMADO A SERVIR Y CON QUIENES
PEREGRINO HACIA LA CASA PADRE, POR SU HIJO, EN EL ESPÍRITU
SANTO:

“Cristo es el Icono original del Padre y la Manifestación de su presencia


misericordiosa entre los hombres. El Obispo, actuando en la persona y
en el nombre de Cristo mismo, se convierte, para la Iglesia a él confiada,
en signo vivo del Señor Jesús Pastor y Esposo, Maestro y Pontífice de la
Iglesia” (PG 7).

El mismo Señor Jesús me ha llamado a cumplir esta misión, haciéndolo


presente en el caminar de esta mi querida Familia Diocesana de Toluca
y, en consecuencia, me encomienda impulsar ahora nuestro itinerario
pastoral, camino de esperanza.

Caminar juntos y en comunión como verdaderos discípulos y misioneros


que escuchan el llamado de Jesús y le responden con generosidad, es
el desafío que se nos presenta, al descubrir como voluntad y proyecto
de Dios, nuestro Plan Diocesano. Nosotros podemos descubrir como
esta realidad nos permite vivir una permanente conversión y renovación
evangélicas.

Nuestro Plan de Pastoral es el fruto del amor y entrega de todos ustedes


mis amados hermanos Presbíteros, miembros de la Vida Consagrada,
Seminaristas y generosos Agentes Laicos. Por decisión común, hemos
considerado conveniente actualizar y simplificar el Plan anterior; juntos
hemos participado en precisiones, especialmente de las líneas de ac-

ción. Ahora emprendemos una nueva etapa en la que quiero que nos
integremos en una Pastoral orgánica y de conjunto, a fin de ofrecer
a nuestra Iglesia Diocesana el servicio de ser camino de encuentro y
contemplación de Jesucristo vivo, no sólo de anunciarlo sino de hacerlo
presente como nos lo exige el mundo de hoy.

Por eso después de este esfuerzo eclesial, invoco ahora la asistencia de


la Santísima Trinidad, la intercesión de la bienaventurada Virgen María
y de su esposo San José, lo mismo que la de San Francisco de Asís,
de San Isidro Labrador y de San Juan María Vianney, cura de Ars y, por
estas letras, conforme al Espíritu Santo que rige y guía a los Obispos,
sucesores de los Apóstoles, en la autoridad y en la potestad sagrada (cf.
PG 43), en comunión con el Sucesor de Pedro y con todo el Colegio
Apostólico: APRUEBO el “Plan Diocesano de Pastoral 2007-2012” y, al
mismo tiempo, lo PROMULGO para su aplicación inmediata en nuestra
Iglesia particular de Toluca. Iniciaremos nuestro trabajo siguiendo este
primer fascículo que contiene lo referente a las tres Vertientes y al que
seguirán los fascículos de las demás opciones prioritarias de pastoral.

Exhorto a mis hermanos Sacerdotes a que, conforme a su vocación


de presbíteros, asuman conmigo la responsabilidad de llevar fielmente
la vida apostólica aunque tengamos que sufrir por anunciar y difundir
el Evangelio; cuiden con ternura y misericordia a nuestros hermanos
en las distintas comunidades que tienen encomendadas, con una dedi-
cación constante a los más débiles y a todo el Pueblo de Dios.

Hermanos y hermanas de la Vida Consagrada, les ruego que aporten la


riqueza de su carisma para la realización de nuestro Plan de Pastoral y
que así vivan la comunión que espera de ustedes Jesucristo en nuestra
Iglesia Diocesana.

A la Comunidad de nuestro Seminario Diocesano, le encomiendo una


mayor integración programada, gradual y orgánica en la vida pastoral
de nuestra Iglesia particular, de manera que, interiorizándose más en el
Sínodo y el Plan Diocesano de Pastoral, se logre una eficaz contribución a
la formación de los futuros pastores.

A los Fieles cristianos laicos les pido que, como corresponde a su misión
en la Iglesia, testimonien su sentido de pertenencia y comunión eclesial,
en la evangelización y la inserción de la fuerza del Evangelio en la familia,
el trabajo, los medios de comunicación social, el deporte, el tiempo libre,
el orden social, la cultura y la vida pública nacional (cf. PG51).

Exhorto vivamente al Vicario General, al Vicario Episcopal para la Pastoral
Diocesana, al Vicario Episcopal para la Vida Consagrada, a los demás Vi-
carios Episcopales y a los Decanos, a que asuman conmigo la responsabi-
lidad pastoral inherente al servicio que les he confiado y que con entrega
y fidelidad realicen su misión en la ejecución de nuestro Plan Diocesano
de Pastoral.

A todos les pido que unidos cuidemos de los elementos que encon-
tramos como prioritarios y comunes (transversales), la comunión, la
organicidad, la integralidad y la formación permanente de todos como
Agentes que somos, llamados a vivir el encuentro con Jesucristo vivo y
llegar a ser los discípulos y misioneros que Él quiere de nosotros, para
que todas nuestras comunidades tengan vida en Él.

Ruego al Padre Celestial que nos conceda las gracias que más necesi-
tamos para realizar nuestro Plan de Pastoral, como una misión perma-
nente, y que llene de abundantes frutos a nuestra Iglesia Diocesana.

+Francisco Javier Chavolla Ramos


Obispo de Toluca

Pbro. Lic. Roberto Santana Paulino


Secretario Canciller

Toluca de San José, Méx., 14 de diciembre de 2006.


MISIÓN

“Pónganse en camino para hacer discípulos entre todos los


pueblos, bautícenlos consagrándolos al Padre, al Hijo y al Es-
píritu Santo y enséñenlos a poner por obra cuanto Yo les he
mandado. Y sepan que Yo estoy con ustedes siempre, hasta el
fin del mundo”. Mt 28, 20 (cf. Schokel, Biblia del peregrino. La
Biblia didáctica PPC).

VISIÓN

Lograr en un período de 5 años, una Iglesia Diocesana, cuyos


miembros, desde su encuentro permanente con Jesucristo
vivo y su seguimiento fiel, susciten, renueven, hagan crecer y
fortalezcan:
• Su identidad como Iglesia evangelizada y evangeliza-
dora (Misión Permanente cf. 1 Tim 2, 1-11).
• Sus actitudes de comunión (obispo, presbiterio, vida
consagrada y fieles cristianos laicos; cf. Ef 4, 1-16).
• Su vivencia orgánica, ministerial y carismática (cf. Rm
12, 3-13; I Cor 12, 1-30) para servicio de los distintos
sectores de nuestra comunidad diocesana. (Ministerios
instituidos).
• Su encarnación en la realidad diocesana, que ilumine
y cuestione a la mujer y al hombre de hoy ante los de-
safíos actuales que se les presentan.
• Su dinámica Pastoral en nuestras estructuras y lideraz-
gos eclesiales, siempre a la luz y en fidelidad a la Palabra,
teniendo como centro la Eucaristía y como compromiso
el amor por el hermano.
• Hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y
del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado del
hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo.
(cf. Ef 4, 13).
• Por el cual esperamos según nos lo tiene prometido,
nuevos cielos y nueva tierra, en los que habite la justi-
cia. (cf. 2 Pe 3, 13).
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OBJETIVO GENERAL

Impulsar y fortalecer procesos Pastorales


para el encuentro y contemplación
de Jesucristo vivo, en orden a construir,
como discípulos y misioneros,
el Reino de Dios, que es Amor,
en nuestra Iglesia particular de Toluca,
para que todos tengan vida en Él.

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SIMBOLOGÍA

REALIDAD

Es el conjunto de situaciones, hechos, acon-


tecimientos de tipo social, cultural, económi-
co, político, religioso y ecológico, con los que
la persona entra en contacto y relación que le
influyen, modifican o determinan en su men-
talidad, actitudes, comportamientos y com-
promiso de vida.

DESAFÍO

Es el fenómeno que se percibe en la realidad


y que reclama una determinada respuesta
eclesial, transformadora y de acuerdo con
el Evangelio.

El anterior Plan de Pastoral definió: es una


demanda de atención pastoral que la reali-
dad nos presenta.

CRITERIO

Es el conjunto de principios doctrinales que


fundamentan, iluminan y sostienen la acción
pastoral, a partir del Evangelio, enseñanzas
del Magisterio y ciencias auxiliares de la pas-
toral.

El anterior Plan de Pastoral definió: principio dinámico basado


en la Palabra de Dios, en el Magisterio que nos indica cómo
responder, según el Plan de Dios, a las necesidades descubier-
tas en la realidad.

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LÍNEA DE ACCIÓN

Orientación general para responder a los desafíos.


Son el corazón y el motor del plan que orientan los
programas. No se trata aún de acciones concre-
tas, sino indicadores que nos señalan “por dónde”
tienen que centrarse y unificarse las acciones.

El anterior Plan de Pastoral definió: ss la orientación general


para la formulación de programas o tareas concretas, nece-
sarias u oportunas, para la misión evangelizadora ante la reali-
dad a afrontar.

PROGRAMAR

Es la acción de describir por adelantado,


decidir anticipadamente lo que hay que
hacer; prever un futuro deseable, ofre-
ciendo respuestas adecuadas, y señalar
los medios para realizarlo.

El anterior Plan de Pastoral definió: es la precisión organizada


y armónica de actividades, metas, responsables, beneficiarios,
formas tiempos y lugares de trabajo apostólico, recursos y
evaluaciones.

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14
Pastoral Familiar

OBJETIVO ESPECÍFICO

Lograr que las familias impulsen la conciencia y la


responsabilidad de sus integrantes ante el proyecto de Dios,
favoreciendo su encuentro con Jesucristo vivo y su formación
como discípulos y misioneros, para que tengan vida en Él.

15
Pastoral Familiar
1. El fenómeno de la secularización, extendido más
cada día, y una deficiente atención pastoral, hacen
que nuestras familias carezcan, frecuentemente, de
un ambiente propicio para su formación en la fe y su
integración familiar. Ha crecido también el número
de familias desintegradas o en situaciones irregu-
lares, el de madres solteras, uniones libres, matri-
monios a prueba, entre otros.

1. Nuestras familias necesitan un acompañamiento
permanente, desde el encuentro con Jesucristo vivo,
para dinamizar su fe, la conciencia de su identidad,
su integración familiar y su misión en la Iglesia y en el
mundo.

1. “Una atención especial se ha de prestar a la


pastoral de la familia, especialmente necesaria
en un momento histórico como el presente, en el
que se está constatando una crisis generalizada
y radical de esta institución fundamental”. (NMI
47; cfr FC 1,3, 65: La Iglesia acompaña a la fa-
milia cristiana en su camino). Conviene procurar a la familia, a partir
de su encuentro con Jesucristo vivo, una educación evangélica cada
vez más completa que le permita descubrir y asumir la vocación de
su ser: Iglesia doméstica, llamada a la santidad (cfr. LG 11; EIA 46;
GS 48,52; FC 9,15; NMI 32); así como asumir su propia misión: ser
comunidad de vida y amor en la Iglesia y en el mundo (FC 17, 42,
49-54). “La familia comunicará generosamente con otras familias
sus riquezas espirituales...La familia cristiana manifestará a todos la
viva presencia del Salvador en el mundo, la auténtica naturaleza de
la Iglesia, sea con el amor de los esposos, con su generosa fecun-
didad, con su unidad y fidelidad, sea con la amable cooperación de
todos los miembros” (GS 48; cfr. FC 42: La familia, célula primera y
vital de la sociedad, 49; SD 214; NMI 10; MND 24).

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Pastoral Familiar
1.1. Dinamizar experiencias que lleven al encuentro con
Jesucristo vivo, a nivel diocesano, decanal y parroquial
creando itinerarios de acompañamiento permanente
para las familias.

1.2. Suscitar itinerarios de acompañamiento perma-


nente para las familias, por medio de cursos y talleres
en los distintos niveles de la pastoral diocesana.

Programa 1.1

Qué Dinamizar experiencias diocesanas de evange-


lización al encuentro con Jesucristo vivo (tenien-
do en cuenta el plan de pastoral profética).

Para qué Para propiciar el encuentro y la contemplación


con Jesucristo vivo, en orden a formar familias
maduras en verdadera comunión, a ejemplo
de la familia de Nazaret.

Quién(s) El Obispo, vicario de pastoral, equipo base, y


la comisión de pastoral familiar diocesana. (Los
animadores de cada decanato como equipo
base de familia en comunión con las otras comi-
siones y vertientes y agentes de pastoral).

Para quién(s) Diócesis, zonas, decanatos, parroquias, pres-


bíteros, religiosos (as) matrimonios y familias.

Cómo Evangelizando con el kerigma de manera per-


sonal y familiar.

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Pastoral Familiar

Programando y realizando experiencias:


Retiros de iniciación para matrimonios (Kerig-
ma).
Un matrimonio feliz.
Mujer, esposa y madre en la plenitud de Dios.
Varón, esposo y padre en la plenitud de Dios.
Espiritualidad matrimonial y familiar.
Método Billings.
Escuela San Andrés.
Otros cursos, reuniones, talleres y subsidios.

Cuándo Según la programación de cada zona, deca-


nato o parroquia que lo solicite.

Dónde Donde lo soliciten.


Casas de retiros o salones disponibles.

Con qué Recursos humanos, (agentes especializados


comprometidos), pedagógicos y económicos,
sea de la diócesis, zona, decanato, parroquia
o de la comisión diocesana de familia.

Indicadores Directorio o elenco de agentes y equipos


disponibles para los distintos servicios.
Materiales disponibles: contenidos, recursos
pedagógicos y económicos.
Calendarizacion semestral.
Evaluación después de cada evento o proceso
e información semestral.

18
Pastoral Familiar

2. Un número significativo de personas colaboran en


la pastoral familiar, sin embargo se carece de agentes
especializados que ofrezcan y apoyen procesos de for-
mación y acompañamiento a las familias. Además hay
manifestaciones de desinterés por parte de algunos
miembros del presbiterio y otros agentes.

2. Es prioritario suscitar el interés y el compromiso de


la formación integral, permanente y especializada de los
agentes de la pastoral familiar a fin de que sean verda-
deros evangelizadores que favorezcan la renovación inte-
gral de la familia.

2. Todos los cristianos tienen gran aprecio por


la comunidad familiar y conyugal, como comu-
nidad de fe y amor (cfr. GS 47), pero para que
llegue a brillar con su esplendor la dignidad de
esta institución es necesario proteger y promo-
ver la primigenia dignidad de la familia y de la vocación al matrimo-
nio. Lo anterior será posible cuando todos los que ejercen un influjo
sobre esta institución contribuyan eficazmente a la promoción de la
misma (Cfr. GS 52; AA 3; LG 12; NMI 29).

A la luz de esta responsabilidad, entendemos la importancia de una


adecuada preparación de cuantos se comprometen en el apostolado
familiar, donde tiene gran importancia el ministerio sacerdotal: el
obispo, con sus presbíteros y diáconos, “preparados adecuada y
seriamente para este apostolado, deben comportarse constante-
mente, con respecto a las familias, como padre, hermano, pastor y
maestro” (FC 73).

Gran ayuda prestan a las familias los laicos especializados (médicos,


juristas, sicólogos, etc.) que ofrecen su ayuda de iluminación, con-
sejo, orientación y apoyo; y este trabajo se va asumiendo como una
misión en la Iglesia (cfr GS 52; FC 75; NMI 10, 52).
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Pastoral Familiar
2.1. Mantener, en los distintos niveles de aplicación, una
formación permanente y especializada de los agentes de
pastoral familiar, (de manera que tanto presbíteros como
laicos la asuman como prioridad de prioridades).

Programa 2.1

Qué Capacitación de agentes de pastoral familiar.

Para qué Para conseguir que los agentes de pastoral


familiar estén debidamente formados y ca-
pacitados a fin de que sean verdaderos evan-
gelizadores que favorezcan la renovación in-
tegral del matrimonio, la familia y la vida.

Quién (s) El Obispo, vicario de pastoral, el equipo base


y la comisión de pastoral familiar diocesana.
(Los animadores de cada decanato como
equipo base de familia en comunión con
las otras comisiones y vertientes, así como
agentes de pastoral).

Para quién (s) Para todos los agentes de pastoral familiar


en la diócesis, primordialmente matrimonios
y familias, coordinadores de cada zona o de-
canato y movimientos de familia.

Cómo Con encuentros, reuniones, talleres, retiros,


diplomados, escuela para padres, cursos de
evangelización familiar de acuerdo con la
Comisión Diocesana para la Formación de
Agentes.
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Pastoral Familiar
Cuándo El primer lunes de cada mes. Equipo Base
de Pastoral Familiar Diocesano.
Agentes especializados, responsables, gru-
pos y movimientos.
Segundo y cuarto jueves de cada mes todos
los coordinadores laicos de los decanatos y
parroquias.
Cuartos lunes de cada mes. Padres anima-
dores del decanato.

Dónde Salón Parroquial de Metepec. 20 hrs. (Primer


equipo)
Casa de la Sagrada Familia. (Coordinadores
laicos)
Los sacerdotes un lunes en la parroquia de
cada padre animador y otro en la Casa de la
Sagrada Familia.

Con qué Recursos humanos, (agentes especializados


comprometidos), pedagógicos y económicos,
sea de la diócesis, zona, decanato, parroquia
o de la comisión diocesana de familia.

Indicadores Agenda, minuta, revisión y evaluación de


cada experiencia o evento.
Lista de asistencia.
Temario y contenidos.
Materiales disponibles: contenidos, recursos
pedagógicos y económicos.
Calendarizacion semestral.
Directorio o elenco de agentes y equipos
disponibles para los distintos servicios.
Programación y evaluación semestral.

21
Pastoral Familiar
3. El matrimonio, como compromiso para toda la vida,
en nuestro ambiente se desintegra parcialmente y se ha
introducido el divorcio como una práctica común, porque
muchas parejas desconocen o no se deciden, aún desde
el noviazgo, a aceptar con madurez la naturaleza del
matrimonio, la dignidad e indisolubilidad del sacramento
y el compromiso de la paternidad responsable.

3. Urge una atención pastoral a los matrimonios con una


preparación sólida y gradual antes del sacramento y du-
rante las distintas etapas de su vida conyugal que les per-
mita afrontar, con ayuda de la gracia, posibles situaciones
de conflicto.

3. El matrimonio, comunidad de vida y amor, se


establece mediante el consentimiento personal
irrevocable de cada uno de los cónyuges (entrega
y aceptación mutua). Este vínculo sagrado que mira
al bien de los cónyuges y sus hijos, de la Iglesia y de
la sociedad, no depende de la voluntad humana,
sino de su autor: Dios mismo (cfr. Gn 1, 26s; GS 48; FC 11), y “La
acción Pastoral de la Iglesia debe ser progresiva, incluso en el sen-
tido de que debe seguir a la familia, acompañándola paso a paso en
las diversas etapas de su formación y de su desarrollo (FC 65). En su
momento, la Iglesia, Maestra y Madre, pondrá un empeño pastoral
más generoso, inteligente y prudente, a ejemplo del Buen Pastor,
con aquellas familias que deben afrontar situaciones objetivamente
difíciles (cfr. FC 33, 77). En su pastoral prematrimonial, la Iglesia:
“Ha de instruir [preparar como proceso gradual y continuo], de una
manera oportuna y a tiempo a los jóvenes sobre la dignidad, valor
y cometido del amor conyugal, para que formados en la castidad,
cuando lleguen a edad conveniente, puedan pasar de un honesto
noviazgo al matrimonio” (GS 49; cfr FC 66, 68; NMI 10).

3.1. Asumir pastoralmente la formación prematrimonial, de


recién casados, y de matrimonios en las distintas etapas de
la vida.
22
Pastoral Familiar

Programa 3

Qué Acordar, crear y establecer cursos y experiencias


de formación prematrimonial, de atención a
recién casados o matrimonios en las distintas
etapas de la vida.

Para qué Para lograr familias nuevas con una forma-


ción sólida, gradual, integral (psicológica, re-
lacional, sacramental…) y permanente para
una vivencia comprometida del sacramento
del matrimonio.
Quién (s) El Obispo, vicario de pastoral, el equipo base
y la comisión de pastoral familiar diocesana.
(Los animadores de cada decanato como
equipo base de familia en comunión con las
otras comisiones y vertientes y agentes de
pastoral).

Para quién (s) Adolescentes y jóvenes.


Parejas próximas a recibir el sacramento del
matrimonio.
Recién casados de uno a cinco años.
Matrimonios y familias en las distintas etapas.

Cómo Acordando en la diócesis o en cada zona los


elementos esenciales para la formación pre-
matrimonial.
Ofreciendo talleres y experiencias de espi-
ritualidad y de formación permanente sobre
la vida sacramental matrimonial para parejas
y familias en sus distinta etapas.

23
Pastoral Familiar

Cuándo Acuerdo 2007


Preparación 2007
Realización a partir de 2008 según se solicite.

Dónde Casas de retiros o salones disponibles.


Donde se solicite y se autorice.
Parroquias: según lo solicite la zona o el de-
canato.
Centros decanales designados por el anima-
dor o el decano.

Con qué Recursos humanos, (agentes especializados


comprometidos), pedagógicos y económi-
cos, sea de la diócesis, zona, decanato, pa-
rroquia o de la Comisión Diocesana de Fa-
milia; novios en parroquia, material del MFC
o de otros organismos de familia.

Indicadores Agenda, minuta, revisión y evaluación de cada


experiencia o evento.
Lista de asistencia.
Temario y contenidos.
Materiales disponibles: contenidos, recursos
pedagógicos y económicos.
Calendarizacion semestral.
Directorio o elenco de agentes y equipos
disponibles para los distintos servicios.
Programación y evaluación semestral.

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Pastoral Juvenil
OBJETIVO ESPECÍFICO

Promover y fortalecer un compromiso eclesial misionero en


los adolescentes y jóvenes de nuestra Diócesis con un
acompañamiento permanente y cercano a ellos, de manera
que puedan tener un encuentro apasionante con Jesucristo Vivo,
que les lleve a ser discípulos y misioneros.

25
Pastoral Juvenil

1. En la Diócesis no contamos con un recio compro-


miso misionero en los jóvenes, cada vez más ame-
nazados por el ambiente secularizado y hedonista -
las adicciones, la influencia nociva de los medios de
comunicación, mentalidades y tendencias destructi-
vas (Esotéricas e incluso satánicas)-. Es cierto que,
nuestra pastoral juvenil ha contado con varios servi-
cios y procesos pastorales, sin embargo, es evidente
la limitada formación de agentes, la falta de agentes de pastoral juve-
nil con dedicación y entrega personal, la insuficiente implementación,
aplicación y acompañamiento a planes y programas, en los distintos
niveles de la estructura diocesana.

1. Asumir como Iglesia diocesana, una opción misionera


y un compromiso pastoral por los jóvenes, con procesos
y medios necesarios para su encuentro con Jesucristo
vivo y les acompañe en su crecimiento integral, hasta
ser sujetos y protagonistas de la nueva evangelización.

1. “La Iglesia se compromete a mantener la opción


pastoral y misionera por los jóvenes para que puedan
hoy encontrar a Cristo vivo” (EA 47). Como Iglesia
Diocesana: “Hemos de valorar su respuesta alenta-
dora [de los jóvenes], empleando aquel entusiasmo
como un nuevo talento (cf. Mt 25,15) que Dios
ha puesto en nuestras manos para que lo hagamos fructificar” (NMI
40; cfr EA 10, 47). Frente al dinamismo de los jóvenes, a partir
de su encuentro con Jesucristo Vivo, especialmente en la Eucaristía
como el centro vital que alimenta su fe y entusiasmo (cfr MND 4,
24), se les debe invitar a una opción radical de fe y de vida: “La pro-
puesta de Cristo se ha de hacer a todos con confianza” (NMI 40; cfr
EA 29, 69; Jn 14,6), sin esconder las exigencias radicales del men-
saje evangélico; cuidando la sensibilidad y lenguaje, especialmente
con los jóvenes. (cfr 1Cor 9,22; NMI 40). Igualmente se les señalará
su tarea: la de hacerse “centinelas de la mañana” en esta aurora del
nuevo milenio (cfr NMI 9; EA 68).

26
Pastoral Juvenil

1.1 Asumir como pastores y agentes laicos la opción mi-


sionera de los adolescentes y jóvenes en los diversos nive-
les de aplicación.

Programa 1.1

Qué Fortalecer y consolidar el equipo de la CODI-


PAJ como responsabilidad de todos los pas-
tores y promover la pastoral juvenil diocesana,
con procesos y métodos para el encuentro
con Cristo Vivo y ayudar a ser sus discípulos,
misioneros entre los jóvenes.

Para qué Para continuar el trabajo de formación inte-


gral en los jóvenes y adolescentes de nuestra
diócesis, hasta lograr que sean sujetos y pro-
tagonistas de la nueva evangelización.

Quién(s) El responsable de la CODIPAJ, los sacerdotes


animadores de los decanatos y el equipo
base de CODIPAJ.

Para quien(s) Para todos los agentes de pastoral juvenil,


jóvenes de la diócesis (principalmente: coor-
dinadores de los distintos decanatos y mo-
vimientos juveniles).

27
Pastoral Juvenil

Cómo 1. Definiendo el perfil del asesor de pasto-


ral juvenil, laico o sacerdote, que se necesita
para nuestra diócesis, de acuerdo al análisis
de la realidad que las asambleas diocesanas
han sugerido.
2. Programando y realizando cada año una
jornada juvenil diocesana, teniendo una pre-
via preparación en cada uno de los decana-
tos con material propuesto por la comisión
con el fin de preparar lo que se va exponer
en los temas de la misma.
3. A través de juntas de CODIPAJ por zona
cada mes, para continuar el proceso de pre-
paración del asesor de jóvenes.
4. Una junta general de CODIPAJ cada cuatro
meses con todas las zonas

Cuándo 1.- En las juntas con los padres animadores


de la pastoral juvenil. (Segundo martes de
cada mes)

2.- En las vacaciones de verano

3.- Reuniones de zona:


Tercer miércoles Zona centro-este
Segundo miércoles Zona metropolitana
Primer miércoles Zona norte
Cuarto miércoles Zona circundante y
Segundo miércoles poniente
Zona sur
4.- Juntas generales:
En las oficinas de CODIPAJ Hidalgo poniente
No. 1225

28
Pastoral Juvenil

Dónde 1. En las oficinas de CODIPAJ Hidalgo po-


niente No. 1225
2. En el estadio de Béisbol de la Unidad De-
portiva de Toluca.
3. En el lugar acordado en cada zona.
4. En las oficinas de CODIPAJ Hidalgo po-
niente No. 1225

Con qué 1. Con las reuniones de asesores


2. Material
3. Con el libro me la juego con los jóvenes.
4. Con material didáctico de la comisión.

Indicadores 1. Presentación del perfil del asesor.


2. Revisión y evaluación después de cada jor-
nada.
3. Revisión y evaluación después de cada
reunión decanal de jóvenes en general
4. Previsión de agenda para la reunión de
cada cuatro meses, minuta y evaluación.

1.2 Implementar procesos evangelizadores con nuevos


métodos de acompañamiento para adolescentes y jóvenes
según sus diversas situaciones de vida, desde la diócesis
decanato y parroquia.

Programa 1.2

Qué Elaborar un manual con programa de se-


guimiento procesual y progresivo, para la
formación de los adolescentes y jóvenes de
nuestra diócesis.
29
Pastoral Juvenil
Para qué Para acompañar integralmente al adoles-
cente y joven en las distintas etapas de su
vida.

Quién(s) El animador de la CODIPAJ Animadores de los


distintos decanatos, equipo de elaboración
del programa de seguimiento, equipo base
de CODIPAJ y coordinadores de los distintos
decanatos.

Para quien(s) Para los adolescentes y jóvenes de nuestra


diócesis.

Cómo 1. Haciendo una convocatoria por decanato


por medio de los animadores y coordina-
dores de los mismos, para todos los agentes
de pastoral juvenil que tengan la disposición
y conocimientos de espiritualidad pedagogía
y psicología juvenil para formar el equipo de
elaboración.
2. Con reuniones periódicas de el equipo
que se comprometa a este proyecto.
3. Definiendo el programa de seguimiento.
3. Definiendo el método a seguir para el de-
sarrollo de los temas.
4. Desarrollando los temas del programa.
5. Editando los temas desarrollados a través
de tomos o fascículos.
6. Promoción y difusión de la propuesta del
programa.

Cuándo 1. En noviembre de 2007.


2. Cada 15 días.
3. En las reuniones periódicas.
4. En las reuniones periódicas
5. Conforme se hayan terminando
6. Al tener el material editando
30
Pastoral Juvenil

Dónde 1. En la oficina de pastoral juvenil


2. En la oficina de pastoral juvenil
3. En la oficina de pastoral juvenil
4. En las oficinas de pastoral juvenil
5. En los diferentes decanatos.
6. En los diferentes decanatos

Con qué En los seis puntos: Con recursos económicos


diocesanos, pedagógicos que nos sugieran
los del equipo, y humanos de CODIPAJ.

Indicadores En los seis puntos: cada 3 meses.

2. Descubrimos en la natural crisis de los adolescentes


una creciente deficiencia de identidad humano-cris-
tiana, reflejada en la pérdida de valores, escasa for-
mación moral y social, falta de conciencia crítica ante
las pseudo-culturas existentes; como consecuencia
de la falta de educación desde la familia, escuela y la
misma Iglesia, así como de la influencia nociva de los
diferentes medios de comunicación.

2. Responder eficientemente a la situación actual de


los adolescentes que nos reclama una atención priori-
taria y permanente en su formación humano-cristiana
particularmente respecto a los valores y la conciencia
crítica, a partir de un apasionante encuentro con Jesu-
cristo Vivo.

2. “El proceso de formación de los jóvenes


debe ser constante y dinámico, adecuado para
ayudarles a encontrar su lugar en la Iglesia y en
el mundo. Por tanto, la pastoral juvenil ha de
ocupar un puesto privilegiado entre las preo-

31
Pastoral Juvenil
cupaciones de los pastores y de las comunidades” (EA 47). Descu-
brimos a los adolescentes y jóvenes con todos los problemas y
fragilidades que caracterizan nuestra sociedad contemporánea, y
de quienes se impone su alegría y deseo de oración, de “sentido”,
de amistad verdadera y que reflejan la necesidad de todos aquellos
valores que tienen su plenitud en Cristo (cfr EA 24; NMI 9). “Si a
los jóvenes se les presenta Cristo con su verdadero rostro, ellos lo
experimentan como una respuesta convincente y son capaces de
acoger el mensaje, incluso si es exigente y marcado por la cruz”
(NMI 9).

2.1. Buscar formas eficaces para atraer a los adolescentes


y jóvenes y ofrecerles experiencias que favorezcan un apa-
sionante encuentro con Cristo, tanto a nivel diocesano
como decanal y parroquial.

Programa 2

Qué Establecer y promover métodos de oración


y contemplación y programas de formación
integral que sea atractivos para los adoles-
centes y jóvenes.

Para qué Para despertar en ellos la necesidad de rela-


cionarse con Dios.

Quién(s) El Coordinador de la CODIPAJ, el equipo base


y personas que hayan tenido experiencia en
métodos de oración y encuentro con Cristo
a través de la meditación.

Para quien(s) Para sacerdotes y laicos asesores de jóvenes


de cada decanato y jóvenes de la diócesis.
32
Pastoral Juvenil
Cómo 1. Promoviendo la Lectio Divina.
Impartiendo talleres a nivel diocesano, en
retiros de fin de semana.
2. Promoviendo el método de oración de
Taizé.
Mandar a jóvenes a que hagan la experiencia
de tres meses en Francia.
Estableciendo fechas y lugares donde se en-
señe el método a nivel diocesano una vez
que hayan regresado los jóvenes que vivieron
la experiencia.
3. Seguir promoviendo el taller de oración
con que cuenta CODIPAJ.

Cuándo 1. En los decanatos, cuando lo soliciten.


2. En el verano julio y agosto del 2008
3. A nivel diocesano dos talleres al año y en
los decanatos, cuando lo soliciten.

Dónde 1. En la Rectoría de Santa Cruz Cuahutenco


2. En Francia
3. En la Rectoría de Santa Cruz Cuahutenco

Con qué 1. Con recursos humanos de CODIPAJ,


económicos de los decanatos y material
didácticos que nos proporciona la DEMPAJ.
2. Con recursos humanos y didácticos de
CODIPAJ y económicos de los decanatos.
3. Con recursos humanos y didácticos de
CODIPAJ y económicos de los decanatos.

Indicadores 1. Después de cada taller.


2. Después de la experiencia.
3. Después de cada taller.

33
Pastoral Juvenil
3. Descubrimos un latente paralelismo entre los distin-
tos programas y acciones, de los movimientos juveniles
y los agentes de Pastoral Juvenil Diocesana de nuestra
Diócesis.

3. Descubrimos la urgente necesidad de la integración


eclesial y orgánica de los diversos grupos, organismos y
movimientos juveniles.

3. “Hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la


comunión: éste es el gran desafío que tenemos
ante nosotros en el milenio que comienza” (NMI
43). Este desafío, más que llevarnos a progra-
mar iniciativas concretas, nos debe llevar a la
promoción constante de la espiritualidad de la
comunión, que ha de ser cultivada día a día en todos los niveles y
entramado de la vida de cada Iglesia y ha de quedar patente en las
relaciones entre asociaciones y movimientos eclesiales (cfr NMI 45;
MND 21): “Conviene que tanto en la Iglesia universal como en las
Iglesias particulares, las asociaciones y movimientos actúen en plena
sintonía eclesial y en obediencia a las directrices de los pastores
(NMI 46).

Especialmente, la parroquia, comunidad eucarística, debe renovarse


continuamente y formar en la comunión, abriéndose a la diversidad
de carismas, servicios y ministerios, organizados de modo comuni-
tario y responsable, integradora de los movimientos de apostolado
ya existentes (cfr EA 41).

3.1 Integrar e intercambiar carismas y servicios de los dis-
tintos movimientos y grupos que ayuden a la unidad en
la diversidad, hasta lograr una integración en la Pastoral
Orgánica Diocesana.

34
Pastoral Juvenil
Programa 3

Qué Propiciar una relación más cercana de la


CODIPAJ con los distintos movimientos juve-
niles de nuestra diócesis.

Para qué Para Intercambiar experiencias de trabajo que


nos ayuden a integrar una Pastoral Orgánica
Diocesana

Quién(s) El coordinador de la CODIPAJ, Animadores


de los decanatos, el equipo base de CODIPAJ
y los jóvenes coordinadores de los distintos
decanatos.

Para quien(s) Para todos los movimientos juveniles con


que cuenta nuestra Diócesis.

Cómo 1. Con reuniones periódicas cada 2 meses.


2. Compartiendo Planes y proyectos, lo mis-
mo que sus programas de trabajo.

Cuándo 1. El tercer miércoles de cada mes


2. El tercer miércoles de cada mes

Dónde 1. En la oficina de CODIPAJ, Hidalgo Po-


niente 1225.
2. En la oficina de CODIPAJ, Hidalgo Po-
niente 1225.
Con qué 1. Recursos humanos, pedagógicos y económi-
cos.
2. Recursos humanos, pedagógicos y económi-
cos.
35
Pastoral Juvenil
Indicadores 1. Se evaluará cada cuatro meses en las juntas
generales diocesanas.
En el mes de abril de cada año
En el mes de agosto de cada año
En el mes de diciembre de cada año
2. Con una evaluación en diciembre de cada
año.

36
Pastoral Vocacional

OBJETIVO ESPECÍFICO:

Promover e implantar, la cultura vocacional en la Diócesis


de Toluca desde el encuentro y contemplación de Jesucristo
vivo, a través de la oración y la formación de los bautizados,
a fin de conscientizar para discernir la llamada específica que
el Padre hace en nuestro caminar como discípulos y
misioneros del Espíritu.

37
Pastoral Vocacional

1. La postmodernidad ha provocado que la persona


se centre en sí misma, minando por completo el as-
pecto relacional y el interés por escuchar a Dios y
al hermano, creando en la familia y en la sociedad
un ambiente cada vez más individualista narcisista,
hedonista y reduccionista, que limita la posibilidad
de responder a las aspiraciones y necesidades más
profundas del hombre que manifiestan el llamado
de Dios. Por otra parte, se reconoce que en las distintas estructuras
de la Iglesia diocesana se carece de recursos, experiencias, compro-
misos y acciones que ayuden a la persona a descubrir su llamado y
destino personal y comunitario según el plan de Dios.

1. Se ha de promover la cultura vocacional e impul-


sar la pastoral de las vocaciones como corazón de la
vida y acción de la Iglesia Diocesana lo cual requiere
la promoción, formación, animación y cultivo de las
distintas vocaciones mediante el acompañamiento y
discernimiento vocacional de todo cristiano, de manera
especial en adolescentes y jóvenes.

1. “La Iglesia, que por propia naturaleza es «vo-


cación, generadora y educadora de vocaciones”
(PDV 35). «Y lo llevó a Jesús» (Jn 1,42), es el nú-
cleo de toda la pastoral vocacional de la Iglesia,
con la que cuida del nacimiento y crecimiento de
las vocaciones, sirviéndose de los dones y responsabilidades, de los
carismas y del ministerio recibidos de Cristo y de su Espíritu (cfr
PDV 38; SDT 473).
Establecer y animar, en las distintas estructuras diocesanas, equi-
pos eclesiales que respondan a las necesidades de orientación y
discernimiento permanentes de los jóvenes, a través de la pastoral
vocacional, como una acción eclesial que garantice y sostenga su
constante misión evangelizadora (Cf. DP 863-864; SDT 482R)
“Por eso una pastoral vocacional auténtica no se cansará jamás de
educar a los niños, adolescentes y jóvenes al compromiso, al sig-

38
Pastoral Vocacional

nificado del servicio gratuito, al valor del sacrificio, a la donación


incondicionada de sí mismos” (PDV 40).

1.1. Implantar desde la diócesis, decanato, parroquia


y familia la cultura vocacional que impregne en el pueblo
de Dios.
1.2. Despertar en las familias, en la Iglesia y en la so-
ciedad la conciencia de la pastoral vocacional como una
tarea prioritaria.
1.3. Organizar la pastoral vocacional que fomente las
distintas vocaciones que necesita hoy la Iglesia y el
mundo.

Programa 1

Qué Despertar en la comunidad diocesana de


Toluca, la conciencia de una cultura voca-
cional como tarea prioritaria.

Para qué Para fomentar, animar y conscientizar al Pue-


blo de Dios, en el cuidado, la perseverancia,
el clima y el acompañamiento de las distin-
tas vocaciones que necesita hoy la iglesia y
el mundo.

Quién(s) La comisión diocesana de Pastoral Voca-


cional, en coordinación con las vertientes, la
Pastoral juvenil, familiar, educación y cultura
y medios de comunicación social.

39
Pastoral Vocacional
Para quién(s) A todo el Pueblo de Dios que peregrina en
la diocesis de Toluca: presbiteros, religiosos,
laicos, movimientos, escuelas y familias; para
niños, adolescentes, jóvenes y adultos.

Cómo Reestructurando una Pastoral Vocacional


que pueda llegar a toda la diócesis en los
diferentes sectores y etapas del hombre.
- Invitando, orientando, dinamizando e in-
volucrando a los sacerdotes, religiosos (as),
movimientos de espiritualidad laical y perso-
nas de buena voluntad.
- Desarrollando actividades específicas para dicha
finalidad, en cada sector y etapas del hombre.
- Utilizando los medios de comunicación que
tenemos en la diócesis: radio, revistas, inter-
net, otros.
- Implementando subsidios que lleguen a to-
das las parroquias, sobre la catequesis voca-
cional (desde el poster y otros materiales im-
presos hasta materiales multimedia).
- Formando el Centro de Pastoral Vocacional
de la Diócesis.
- Potencializando expos Vocacionales itinerantes,
expo Vocacional diocesana y actividades en tor-
no a la jornada mundial por las vocaciones.
- Sensibilizando a todos los miembros de la
diócesis, sobre los meses que la pastoral vo-
cacional ha dedicado a cada una de las vo-
caciones específicas, con actividades propias
para fomentar cada vocación.
- Haciendo un calendario vocacional con al-
gunos pormenores de las vocaciones específi-
cas, así como nombres, carismas de cada una
de las congregaciones religiosas, juntamente
con el seminario y movimientos que colabo-
ran en nuestra diócesis.

40
Pastoral Vocacional

Cuándo - La reestructuración se va realizando de


manera continua y permanente a partir de la
aparición del fascículo.
- La invitación a sacerdotes y religiosos (as):
se realizará de manera continua y permanente
según la calendarización interna por decanato.
- La elaboración de subsidios para actividades
específicas, se llevarán a cabo de acuerdo a las
necesidades establecidas por cada decanato,
dependiendo el sector que se quiera trabajar
con un plazo de 3 meses.
- La utilización de los medios oficiales de comu-
nicación, dependiendo del las actividades calen-
darizadas en mutuo acuerdo con la Pastoral de
Comunicación Social, en lo referente a la entrega
(3 meses de anticipación).
- Subsidios: comenzarán a elaborarse a partir
de octubre del 2008.
- El Centro de Pastoral Vocacional comenzará
de acuerdo a lo indicado por el Sr. Obispo y las
observaciones planteadas en el tiempo opor-
tuno.
- Las expos itinerantes se llevarán a cabo de
manera programada, dependiendo de lo acor-
dado con cada decanato. La expo diocesana
y otras actividades relacionadas se realizaran
como preparación a la jornada mundial por las
vocaciones, el cuarto domingo de pascua de
cada año.
- Los meses dedicados a las vocaciones espe-
cíficas según lo acordado en la programación
anual.
- El diseño del calendario vocacional, se comen-
zará a partir del mes de agosto de cada año.

41
Pastoral Vocacional

Dónde En el centro de Pastoral Vocacional, en las


parroquias y lugares diversos abiertos al pú-
blico y de fácil acceso (atrios, plazas, audi-
torios, etc)

Con qué Con recursos humanos, materiales, económi-


cos y pedagógicos de las parroquias y decana-
tos, en coordinación con el equipo diocesano
de Pastoral Vocacional y con la diócesis.

Indicadores Evaluaciones posteriores a los eventos, por


parte de los equipos responsables, minutas
de reuniones y reporte anual de actividades
donde se comparen los resultados obteni-
dos contra los planeados.

2. El ambiente descristianizado de dispersión, fuga men-


tal, enajenación y confort, genera desinterés por la vida
cristiana y la oración, consiguientemente nuestras fa-
milias y comunidades no oran constantemente por las
vocaciones, aunque existen muchas personas que sí lo
hacen y aprovechan el día jueves como día vocacional y
sacerdotal, así como otras prácticas religiosas promovi-
das por los sacerdotes.

2. Necesitamos reavivar la fe de todos los bautizados


para que, a partir de la experiencia de encuentro con
Jesucristo vivo, descubran la importancia de la oración
personal y comunitaria en orden a conseguir la gracia de
responder a su vocación en la Iglesia y en el mundo.

2. “La Iglesia debe acoger cada día la invitación


persuasiva y exigente de Jesús, que nos pide que
«roguemos al dueño de la mies que envíe obreros

42
Pastoral Vocacional
a su mies» (Mt 9, 38). Ahora bien, esta oración, centro de toda la
Pastoral Vocacional, debe comprometer no sólo a cada persona sino
también a todas las comunidades eclesiales” (PDV 38).
Motivar en toda la comunidad Diocesana el amor por la Pastoral
Vocacional, especialmente a través de una intensa actitud de oración
(cfr Jn 14,13; Ef 6,18; He 2,42), reconociendo que ésta constituye
el elemento esencial para pedir, acoger, cultivar y cuidar el don de
la vocación, singularmente la sacerdotal y la religiosa, ya que “la
vocación es la respuesta de Dios providente a la comunidad orante”
(cf OT 5; PDV 35; DP 882; SD 303; SDT 483R) La Pastoral de las
Vocaciones promueve la educación para la oración, dedicando par-
ticular atención a los jóvenes. El Señor Jesús que ha mandado orar,
ha querido ser también maestro de oración: Señor, enséñanos a orar
(Lc 11,1; cfr Congreso Internacional de Pastoral Vocacional p.20)

2. Organizar a nivel diocesano, decanal, parroquial y fa-


miliar, una campaña permanente de oración que lleve a
los cristianos a vivir más intensamente su fe y su respon-
sabilidad por las vocaciones.

Programa 5

Qué Organizar una campaña permanente de


oración por las vocaciones

Para qué Para pedir, clamar y suplicar al dueño de la


mies, que siga enviando vocaciones a nuestra
diócesis.

43
Pastoral Vocacional

Quién(s) La comisión diocesana de Pastoral Voca-


cional, en coordinación con las vertientes y
comisiones afines.

Para quién(s) A todo el Pueblo de Dios que peregrina en


nuestra diócesis: Sacerdotes, comunidades
religiosas, parroquias, movimientos, escue-
las confesionales y familias.

Cómo Elaborando una logística idónea para esta la-


bor:
Sensibilizando e involucrando a todos los
miembros del Pueblo de Dios.
Elaborando poster y separadores para la cam-
paña permanente por las vocaciones.
Creando la cruz vocacional: diseño, difusión y
folleto de espiritualidad vocacional.
Utilizando constantemente en las celebra-
ciones eucarísticas los esquemas votivos para
pedir por las vocaciones.
Creando y distribuyendo subsidios (ma-
teriales), para la campaña: horas santas,
rosarios y via crucis vocacionales, Lectio
Divina, bendicionales de alimentos…
Creando y diseñando la oración diocesana
por las vocaciones, para que se recite en el
lugar y momento oportuno en la parroquia y
en la familia.
Impulsando las horas santas vocacionales, los
jueves.
Efectuando cadenas de oración por las voca-
ciones.
Llevando a cabo vigilias de oración por las vo-
caciones.
Utilizando los medios de comunicación masi-
va que tiene la diócesis.

44
Pastoral Vocacional
Cuándo La sensibilización, se realizará de manera con-
tinua y permanente.
El poster y demás subsidios, se realizará de
manera continua y permanente enfatizando a
partir de octubre del 2008.
La cruz vocacional y folleto de espiritualidad,
a partir de noviembre del 2008.
La utilización de esquemas votivos en las
celebraciones eucarísticas, según el criterio
de cada sacerdote.
Los subsidios, en el trascurso del 2008.
La oración vocacional diocesana, será dará a
conocer a partir de octubre del 2008.
Las horas santas vocacionales, será dará a
conocer a partir de octubre del 2008.
Las cadenas de oración por las vocaciones, se
harán de manera continua y permanente.
La vigilia de oración, se efectuará una vez por
año, en fecha por determinar.

Dónde La logística se llevará a cabo en el centro de


Pastoral Vocacional. En las parroquias, en la
familia, en las escuelas atendidas por religio-
sos (as) y en los movimientos.

Con qué Recursos materiales:


- cruz vocacional, bendicional de alimentos,
folleto de espiritualidad para horas santas y
rosarios vocacionales, material impreso con
la oración vocacional diocesana e Internet.

Recursos Aportados por la economía diocesana y el


económicos generado por la Pastoral Vocacional.

Recursos Párrocos, seminaristas, comunidades religio-


humanos sas y agentes de pastoral vocacional.

45
Pastoral Vocacional
Indicadores Reportes de actividades en cada parroquia y
reporte anual de actividades donde se com-
paren los resultados obtenidos contra los
planeados.

3. Se ha trabajado en la integración de un equipo


diocesano de Pastoral Vocacional, sin embargo, este
esfuerzo es insuficiente para responder a las necesi-
dades que los fieles reclaman. Se constata que en
los decanatos aún no hay un trabajo propio en la
animación y promoción de las vocaciones y se han
conformado con los aportes y subsidios del Centro
Diocesano de Pastoral Vocacional, que se encuentra
en proceso de estructuración. Se valoran las actividades que algu-
nas comunidades parroquiales han realizado, faltando seguimiento
y formación.
Por otro lado, conviene hacer notar la limitada colaboración de los
agentes que deberían estar más comprometidos en esta prioridad
pastoral.

3. Es necesario formar integral, gradual y perma-


nentemente a los agentes de Pastoral Vocacional,
así como la formación de equipos de animación que
lleguen a los diferentes sectores del Pueblo de Dios,
de manera especial a las familias, así como a los nú-
cleos donde se desenvuelven adolescentes y jóvenes,
con la finalidad de promover la cultura vocacional.

3. Fomentar en todos los miembros del Pueblo


de Dios, a partir de la familia y la parroquia, es-
pecialmente en los presbíteros, la conciencia,
corresponsabilidad y el interés por las voca-
ciones, como necesidad vital para que nuestra
Iglesia realice perennemente el anuncio del reino
de Dios en nuestro mundo (cfr Mt 28,16; Hech 14,1;DP 853; SD
82; SDT 484R)

46
Pastoral Vocacional
“Contar con evangelizadores numerosos y cualificados”, que acom-
pañen el crecimiento de la persona y la maduración de su vocación
específica. Buscar y ofrecer recursos para la formación sólida e inte-
gral de los agentes, en orden a incentivar el compromiso de éstos, a
favor de la promoción de las vocaciones, sean laicales, al ministerio
jerárquico o a la vida consagrada (cfr Jd 1,20; DP 80; SDT 485R).
Agentes Promotores: Son todos los agentes de Pastoral en la Iglesia
que teniendo conciencia de la prioridad de la Pastoral Vocacional en
la acción de la Iglesia, se dan a la tarea de incluir en todas sus ac-
ciones motivaciones Vocacionales, que lleven a los demás a descu-
brir que Dios tiene un llamado para cada uno. Promueven todas las
vocaciones, de manera particular las vocaciones de especial consa-
gración (PNPV 344)

3.1 Promover y capacitar agentes con carisma para esta


prioridad Pastoral.
3.2 Formar y potenciar equipos de animación voca-
cional a nivel diocesano, decanal y parroquial.
3.3 Concientizar a las familias, movimientos de espi-
ritualidad laical y responsables de la educación en su
compromiso como principales animadores Vocacionales
en la Iglesia y en el mundo.

Programa 3.1

Qué Captar y capacitar agentes con carisma.

Para qué Para que haya personas idóneas para esta


actividad específica.

Quién(s) La comisión diocesana de Pastoral Voca-


cional, en coordinación con la comisión de
agentes.
47
Pastoral Vocacional

Para quién(s) Para todas aquellas personas que cumplan


con el perfil para esta tarea.

Cómo Realizando estrategias para la captación del


agente de pastoral vocacional:
Propaganda en los decanatos.
-Sensibilizando y conscientizando a los sa-
cerdotes en su ser de promotores de la vo-
cación.
-Pidiendo al sacerdote proponga a agentes
idóneos de su comunidad a fin de que sean
formados para ser promotores de pastoral
vocacional.
-Conscientizando a los religiosos, religiosas
y movimientos de espiritualidad laical de
nuestra diocesis en la necesidad de su par-
ticipación en la pastoral vocacional.
-Dando cursos inductivos (motivacionales)
de pastoral vocacional en los decanatos,
parroquias y movimientos.
-Elaborando un perfil para las personas idóneas
en este campo de acción.
-Realizando material para la formación del
agente.
-Manual de inducción.
-Manual de formación inicial.
-Material de formación permanente.
-Llevando a cabo el curso básico de pastoral
vocacional
-Llevando a cabo el curso de acompañamien-
to y discernimiento vocacional para agentes.
-Organizando y elaborando actividades para
la formación gradual e integral del agente en
las dimensiones: humana, espiritual, intelec-
tual y pastoral.

48
Pastoral Vocacional

Cuándo Las estrategias de captación serán perma-


nentemente, a partir de la calendarización
prevista por cada decanato y parroquia.
- Los cursos inductivos de pastoral vocacional
en los decanatos, parroquias y movimientos,
se llevarán a cabo según la calendarización
programada en coordinación con los anima-
dores de cada decanato, así como de cada
párroco.
-El perfil del agente de pastoral vocacional
se dará a conocer, en las juntas de decanato,
a partir de octubre del 2008.
-Los materiales de formación, se elaborarán
a partir de octubre del 2008.
-El curso básico de pastoral vocacional se
llevará a cabo en el mes de junio y noviem-
bre de cada año.
-El curso de acompañamiento y discernimien-
to vocacional se efectuará en el mes de julio
de cada año.
-Se tendrá formación gradual y permanente
en cada reunión de trabajo durante todo el
año.

Dónde Las estrategias de captación se realizarán en


el centro de Pastoral Vocacional.
-Los cursos inductivos en los decanatos,
parroquias y movimientos se llevarán a cabo
en el lugar en donde lo soliciten.
-La elaboración del perfil en el centro de
Pastoral Vocacional.
-Los materiales de formación se realizarán
en el centro de Pastoral Vocacional.
-El curso básico, así como el curso de dis-
cernimiento y acompañamiento, se realizará
en el lugar a confirmar oportunamente.
49
Pastoral Vocacional

-La formación gradual y permanente se llevará


a cabo en el centro de Pastoral Vocacional u
otro lugar asignado con previo aviso.

Con qué -Recursos materiales: manuales de capaci-


tación, salones para capacitar.
-Recursos humanos: agentes especializados
en la formación.
-Recursos económicos: con el apoyo económi-
co de los sacerdotes de cada decanato y de
cada persona.

Indicadores Reportes de cada uno de los eventos realiza-


dos, evaluación comparativa de cada agente
contra el perfil desarrollado, al término de
cada año de capacitación.

Programa 3.2

Qué Formar, motivar, potenciar e integrar equi-


pos de animación vocacional, capacitando
personas.

Para qué Para que haya en cada decanato y parroquia,


grupo de personas idóneamente capacitadas
que animen, fortalezcan y acompañen, a los
jóvenes de su comunidad en su proceso vo-
cacional.

50
Pastoral Vocacional

Quién(s) La comisión diocesana de Pastoral Voca-


cional, con los animadores decanales y los
párrocos.

Para quién(s) Para aquellas personas que sienten el lla-


mado a la vivencia de su fe y su realización.
(Líderes de cada movimiento parroquial, así
como personas que quieran trabajar en esta
especificidad pastoral)

Cómo Solicitando a los sacerdotes (animadores y


párrocos) la captación de personas idóneas
para este fin, y las canalicen al centro de Pas-
toral Vocacional.
-Ayudando a integrar los equipos, dándoles
ha conocer la naturaleza, finalidad, visión y
la misión de esta pastoral como un trabajo
prioritario.
-Dando seguimiento a la integración, capaci-
tación y formación de grupos, a nivel deca-
nato y parroquial.
-Realizando programas de trabajo a nivel de-
canal y parroquial para potenciar los equipos
de animación vocacional.

Cuándo -El decanato, calendariza dicha actividad.


-La integración del equipo de acuerdo a lo pla-
neado por el decanato en coordinación con el
animador vocacional.
-La motivación por parte del equipo diocesa-
no se llevará a cabo según el acuerdo con los
animadores decanales.

Dónde La captación se llevará a cabo en cada uno


de los decanatos y parroquias.
-La integración de los equipos decanales y

51
Pastoral Vocacional
parroquiales se realizará en el lugar señalado
por el animador respectivo.
-La formación para los equipos decanales
por parte de la pastoral vocacional diocesa-
na, se llevará a cabo en el centro de Pastoral
Vocacional.

Con qué - Recursos materiales:


- Lugares idóneos para el trabajo (parroquial
y decanal)
- Computadora, cañón, rotafolio.
- Folleto informativo.
- Material para la formación de equipos de
animación de pastoral vocacional.
Recursos humanos:
- Agentes capacitados para este fin.
Recursos económicos:
- Aportado por la economía de la diócesis y
por cada párroco para la atención y capaci-
tación de sus agentes.

Indicadores Cronograma de actividades, reportes de activi-


dades, libro de actas y acuerdos de reuniones,
evaluaciones semestrales.

Programa 3.3

Qué Conscientizar a las familias,movimientos de


espiritualidad laical y responsables de la edu-
cación.

52
Pastoral Vocacional

Para qué Para generar un compromiso como princi-


pales animadores vocacionales en la Iglesia y
en el mundo.

Quién(s) La comisión diocesana de pastoral voca-


cional, en coordinación con la pastoral fa-
miliar, la pastoral educativa, coordinadores
de movimientos de espiritualidad laical y los
sacerdotes.

Para quienes Para las familias, movimientos de espirituali-


dad laical y responsables de la educación.

Como
Familia:

Invitando a los líderes de cada movimiento


familiar a involucrarse en las actividades de
la pastoral vocacional.
Capacitando a los líderes y encargados en los
aspectos básicos de pastoral vocacional.
Programando planes de trabajo en los
movimientos.
Dando conferencias sobre la importancia de
la familia como lugar idóneo de la formación
integral.
Buscando medios y recursos motivaciona-
les para padres de familia (cruz vocacional,
bendicional de alimentos, rosarios vocacio-
nales…)
Preparando, presentando y exponiendo te-
mas afines sobre la formación de los hijos en
el tiempo del discernimiento.
Ofreciendo a las familias de los vocacionados,
momentos de acompañamiento (talleres, re-
tiros, visitas a la familia).

53
Pastoral Vocacional

Movimientos de espiritualidad laical:

Invitando a los líderes de los movimientos a


conocer el trabajo de la pastoral vocacional.
Capacitando a los líderes y encargados de cada
movimiento en los aspectos básicos de pastoral
vocacional.
Formando agentes de pastoral vocacional en
cada movimiento (3 agentes mínimo por mo-
vimiento)
Programando planes de trabajo en los movimien-
tos.
Difundiendo folletos, trípticos, carteles con tinte
vocacional.
Impartiendo pláticas Vocacionales a los partici-
pantes de los movimientos.

Responsables de la educación:

Visitando y trabajando en las escuelas que con-


templen dentro de sus programas la formación
religiosa.
Programando actividades de acuerdo a cada
nivel educativo.
Elaborando programas: talleres, conferencias,
seminarios para maestros, padres de familia,
alumnos y trabajadores.
Calendarizando, dentro de los programas, pro-
puestas de trabajo para cada una de las voca-
ciones específicas.
Capacitando agentes para este fin.
Formando un equipo integrado por maestros y
padres de familia, que atiendan esta dimensión
con los alumnos.
Elaborando planes de trabajo con cada equipo
para la implementación de los programas de
54
Pastoral Vocacional
pastoral vocacional (cruz vocacional, “expos”
itinerantes, visitas al seminario y a las congre-
gaciones religiosas)
Difundiendo folletos, trípticos y carteles con
tinte vocacional.
Cuándo Familias:

A partir de octubre de 2008


en el mes de marzo de cada año.
En agosto de cada año.
En la fecha que se solicite y se acuerde.
A partir del cuarto domingo de pascua del 2008.
En la fecha que se solicite y se acuerde.
En la fecha que se solicite y se acuerde.

Movimientos de espiritualidad laical:

A partir de la calendarización establecida con


cada movimiento.
En enero y agosto de cada año.
A partir de octubre del 2008.
En la fecha que se solicite y se acuerde.
En el mes de octubre, de manera continua y
permanente.
En la fecha que se solicite y se acuerde.

Responsables de la educación:

Según la calendarización prevista con cada es-


cuela.
En la fecha que se solicite y se acuerde.
En la fecha que se solicite y se acuerde.
En la fecha que se solicite y se acuerde.
Capacitando agentes para este fin a partir del
ciclo 2008 – 2009.

55
Pastoral Vocacional

Al inicio de cada año académico, de manera


continua y permanente.
En la fecha que se solicite y se acuerde.
A partir del mes de noviembre de 2008.

Dónde En el centro diocesano de Pastoral Vocacional,


parroquias, escuelas, y sedes de movimientos
laicales.

Con qué Recursos humanos, materiales, económicos y


pedagógicos.

Indicadores Cronograma de actividades, reportes de ac-


tividades, cuaderno de actas y acuerdos de
reuniones, evaluaciones semestrales.

56
Pastoral de Agentes Laicos

OBJETIVO ESPECÍFICO:

Promover e impulsar el compromiso de la formación básica,


integral, específica y permanente de los laicos, para
fortalecer su vocación bautismal desde el encuentro con
Jesucristo vivo como sus discípulos y apóstoles, en el
dinamismo de la nueva evangelización.

57
Pastoral de Agentes Laicos
1. Algunos fieles cristianos laicos, van tomando mayor
conciencia de su fe, del seguimiento de Jesucristo,
y de su compromiso, como miembros del pueblo
de Dios; sin embargo, no saben cómo responder y
comprometerse ante las exigencias del mundo, y ex-
perimentan una fuerte necesidad de formación inte-
gral. Por otra parte, entre los pastores de nuestra
Iglesia, sólo algunos han tomado conciencia de esta necesidad que
sigue sin una respuesta pastoral suficiente.

1. Necesitamos dinamizar y apoyar el instituto dio-


cesano para la formación integral y específica de los
laicos, que les ayude a descubrir y asumir su identi-
dad y misión en la Iglesia y en el mundo, y que los
capacite para transformar las estructuras temporales
y conseguir el advenimiento del Reino de Dios en la
historia.

1. El apostolado solamente puede conseguir


plena eficacia con una formación multiforme y
completa. La exigen no sólo el continuo pro-
greso espiritual y doctrinal del mismo seglar,
sino también las diferentes circunstancias de
acontecimientos, de personas y de deberes a que tiene que acomo-
dar su actividad. Esta formación para el apostolado debe apoyarse
en las bases que este Santo Concilio ha asentado y declarado en
otros lugares. Además de la formación común a todos los cristianos,
no pocas formas de apostolado, por la variedad de personas y de
ambientes, requieren una formación específica y peculiar” (AA28).
La misión del agente laico exige una formación humana integral,
así como vivir desde la fe su apostolado a partir de una forma-
ción espiritual. La formación debe considerarse como fundamento
y condición de todo apostolado fecundo. Será necesaria una intro-
ducción doctrinal, incluso teológica, ética, filosófica y doctrina social
de la Iglesia, según la diversidad de edad, de condición y de talento
de nuestros agentes laicos (cfr. CHL 60). Esta formación debe irse

58
Pastoral de Agentes Laicos
completando constantemente mediante un conocimiento más pro-
fundo y una acción más oportuna a causa de la madurez de la per-
sona y la evolución de los problemas. Al cumplir con esta exigencia
hay que respetar la unidad e integridad de la persona en orden a
que se desarrollen en armonía y equilibrio.
“Establézcanse, además, centros de documentación y de estudios,
no sólo teológicos, sino también antropológicos, psicológicos, so-
ciológicos y metodológicos, para fomentar más y mejor las fa-
cultades intelectuales de los laicos, hombres y mujeres, jóvenes y
adultos, para todos los campos del apostolado. (AA 32, cfr CHL
60. Aspectos de la formación).

1. Promover y estructurar corresponsablemente el insti-


tuto diocesano para la formación integral, específica y
profesional de los laicos.

Programa 1

Qué Estructurar y organizar, en cada decanato, el


centro de formación en coordinación con el
instituto diocesano.

Para qué Ofrecer la formación integral, específica y pro-


fesional de los laicos que les ayude a asumir su
identidad y misión en la Iglesia y en el mundo,

Quién(s) El coordinador diocesano, el animador deca-


nal y los presbíteros de cada decanato.

59
Pastoral de Agentes Laicos

Para quién(s) A todos los fieles cristianos laicos del pueblo


de Dios.

Cómo 1. Dando a conocer el Instituto, su estructura,


sus cursos con sus materias y contenidos.
2. Asumiendo los contenidos de cada mate-
ria, con un mínimo de 30 horas.
3. Visitando a los decanatos que todavía no
inician.
4. Ofreciendo subsidios base de las materias.

Cuándo En la fecha acordada con el decano, el anima-


dor decanal y los presbíteros del decanato.
Se programará cada materia conforme a las
necesidades de los Laicos en cada decanato.

Dónde En la parroquia que se haya acordado con


instalaciones adecuadas.

Con qué Recursos humanos, pedagógicos y mate-


riales que designen los sacerdotes y laicos
de cada decanato.

Indicadores • Revisar resultados después de cada mate-


ria en cada uno de los decanatos.
• Participación generosa de los sacerdotes
del decanato (asistencia, puntualidad, mate-
rial que ofrece).
• Interés y participación de los laicos (asisten-
cia, tareas y evaluación periódicas).
• Compromiso y participación de los laicos en
el apostolado parroquial o en alguna institu-
ción civil.

60
Pastoral de Agentes Laicos

2. En la Iglesia de Toluca contamos con una presen-


cia evangelizadora de muchos fieles cristianos laicos,
que son un verdadero apoyo en las comunidades,
aún sin suficiente conciencia de ser fermento y pro-
tagonistas de la misión evangelizadora; muchos no
se han decidido a dar el paso del adoctrinamiento a
un compromiso serio a pesar de haber vivido una
experiencia de encuentro con Cristo.

2. Se necesita cuidar con mayor empeño, la formación


permanente y la integración orgánica, comprometida y
perseverante de los fieles cristianos laicos en el trabajo
apostólico de la Iglesia en la diócesis, el decanato y la
parroquia.

2. Por laico se entiende todo fiel cristiano que,


no habiendo recibido un orden sagrado vive en
estado religioso, está incorporado a Cristo por
su bautismo, forma parte del pueblo de Dios,
participa a su manera de la función sacerdotal,
profética y real de Jesucristo (cfr CHL 14) y ejerce la función de todo
el pueblo cristiano en la iglesia y en el mundo (cfr LG 31, 33, SC 24-
40; GS II parte; Decreto Apostolicam Actuositatem; CHL 9, 15).

“La formación de los fieles laicos tiene como objetivo fundamental


el descubrimiento cada vez más claro de la propia vocación y de la
disponibilidad siempre mayor para vivirla en el cumplimiento de la
propia misión” (CHL 58). Esta exigencia es indispensable la ayuda
que prestan los sacerdotes y religiosos (cfr AA 24, CHL 61).

“En la iglesia hay variedad de ministerios, pero unidad de misión”.


Evangelizar (AA 2; cfr. CHL 33). Para esta misión el Espíritu Santo
concede dones a los fieles distribuyéndolos a cada uno según quiere
(1Cor 12, 7-11), para que sean puestos a servicio de otros (1 Pe
4, 10) y para la edificación de todo el cuerpo (Ef 4,16). La comu-
nión espiritual se configura, más precisamente como comunión

61
Pastoral de Agentes Laicos
“orgánica”, análoga a la de un cuerpo vivo y operante. (cfr. CHL 20,
32 AA3) Para una participación adecuada del fiel laico en la vida
eclesial necesita una visión clara y precisa de la Iglesia particular en
su relación originaria con la Iglesia universal (cfr. CHL 25-27: La par-
ticipación de los fieles laicos en la vida de la Iglesia).

2. Formar a los fieles cristianos laicos, a nivel diocesano,


decanal y parroquial, en una clara conciencia de su com-
promiso bautismal, para que sean discípulos y misioneros
de Jesucristo vivo.

Programa 2

Qué Formar a los Fieles Cristianos Laicos.

Para qué Para que respondan a su compromiso bau-


tismal como discípulos y misioneros de Je-
sucristo vivo, en las distintas estructuras
diocesanas.

Quién(s) El coordinador Diocesano, los animadores


decanales, los presbíteros y los fieles cualifi-
cados de cada decanato.

Para quien(s) A todos los fieles cristianos del pueblo de Dios


y especialmente a los agentes de pastoral.

Cómo 1. Elaborando y ofreciendo los subsidios


para la realización de cursos, talleres y expe-
riencias que contribuyan a la formación en
las parroquias o decanatos.
2. Convocando a los agentes laicos a nivel
parroquial o decanal para su formación.
62
Pastoral de Agentes Laicos

Cuándo Una vez al año en la fecha que programe el


animador decanal.

Dónde Lugar que se designe en la parroquia o el


decanato.

Con qué Con los subsidios elaborados y los recursos


humanos o materiales que dispongan los
párrocos y laicos.

• Revisión de subsidios, cursos, talleres y ex-


Indicadores
periencias con el decanato.
• Supervisión oportuna de la elaboración ac-
tualización y evaluación de los subsidios.
• Evaluación de la participación de los laicos,
especialmente en el apostolado.
• Revisión y distribución de documentos
elaborados.

63
64
Pastoral de la Educación y
la Cultura
OBJETIVO ESPECIFICO

Propiciar e impulsar la inculturación del Evangelio para fortalecer


el encuentro con Cristo vivo que humaniza y personaliza, a fin
de que las personas, como discípulos y misioneros del Señor,
sean agentes de la propia cultura e impregnen la sociedad de
los valores del Reino de Dios, que es amor.

65
Pastoral de la Educación y la Cultura

1. La formación integral del ser humano en


cuanto a valores, ética, recta conciencia cris-
tiana y apertura a la trascendencia, sigue sien-
do una carencia en la mayoría de los centros
e instituciones educativos de nuestra Diócesis.
Esto hace que los miembros de las familias se
encuentren inmersos en la secularización, la
deformación de la conciencia y los efectos no-
civos de la globalización, como la falta de equidad y oportuni-
dades de educación integral e incorporación al ámbito laboral
con menoscabo de vida de fe.

1. Formar la conciencia moral de las familias


cristianas, como inmediatos responsables de la
educación integral de sus hijos, a partir del en-
cuentro con Jesucristo vivo a través de la Pastoral
Educativa en el dinamismo de la evangelización.

1. En todos los niveles sociales, la familia su-


fre también el impacto nefasto de la cultura
de la muerte (HV 8; EV 15), por eso, para la
Iglesia, educar al hombre es parte integrante
de su misión evangelizadora, continuando así
la misión de Cristo Maestro (DP 1012). De tal manera que “La
educación cristiana se funda en una verdadera antropología
cristiana, que significa la apertura del hombre hacia Dios...;
hacia los demás...; y hacia la naturaleza como obra de Dios. En
la situación actual encontramos una pluralidad de valores que
nos interpelan, y que sin ambivalentes. Surge la necesidad de
confrontar los nuevos valores educativos con Cristo revelador”
(SD 264).
66
Pastoral de la Educación y la Cultura

1.1. Apoyar, de forma integral y conjunta, desde los


organismos y estructuras diocesanas, a las familias,
para que formen integralmente a sus hijos animados
por el encuentro con Jesucristo vivo.

1.2. Apoyar desde los distintos niveles de la acción


pastoral en la Diócesis a los distintos organismos eclesiales
y laicales para favorecer una recia evangelización, a partir del
encuentro con Jesucristo vivo, a fin de contrarrestar las defi-
ciencias de la educación laicista ajena a los valores morales y
trascendentes.

1.3. Concretar programas con las vertientes de pastoral, en


espíritu de comunión, a nivel diocesano, decanal y parroquial
en el dinamismo de la evangelización.

Programa 1

a) Integración orgánica con la Vicaría de Pasto-


Qué ral, vertientes y comisiones.
b) Reuniones mensuales con responsables de-
canales para operativizar los programas pas-
torales.
c) Programas y procesos para padres y maes-
tros que, con base en el encuentro con Jesu-
cristo vivo, sean auténticos educadores y for-
men integralmente a los jóvenes.
d) Participación en las asambleas nacionales y
regionales de la Comisión para la Pastoral de
la Educación y la Cultura.

67
Pastoral de la Educación y la Cultura

a) Para crecer en el espíritu de comunión y par-


Para qué ticipación corresponsable en la Pastoral inte-
gral y orgánica.
b) Programar, acordar, dar seguimiento y evaluar
las diversas acciones pastorales.
c) En espiritualidad de comunión y participación
corresponsable podamos discernir mejor los
aportes a esta pastoral en el ámbito nacional.

a) Responsable de la Comisión Diocesana para


Quién(s) la Pastoral de la Educación y la Cultura o en
caso muy necesario asiste algún miembro de
dicha comisión.
b) Responsables de la Comisión Diocesana y los
padres animadores de los decanatos y los miem-
bros laicos de esta Comisión o en caso muy ne-
cesario asiste algún miembro del decanato.
c) Los miembros de la Comisión Diocesana.

a) Según acuerdos y agenda de la Vicaría de


Para quién(s)
Pastoral.
b) A todos los implicados en la educación y la
cultura que se logren contactar.
c) Según acuerdos y agendas de las Asambleas
Nacionales y Regionales.

a) Con asistencia y participación propositiva


y proactiva en las reuniones de la Vicaría de
Pastoral, Vertientes y demás Comisiones y asu-
Cómo miendo corresponsablemente los compromi-
sos diocesanos.
b) Cada decanato designa a un sacerdote ani-
mador corresponsable de esta pastoral.
c) Con la elaboración y aplicación del proceso
de educación integral.
d) Con asistencia y colaboración en las diversas ac-
tividades y compromisos asumidos anualmente.
68
Pastoral de la Educación y la Cultura

a) Reunión mensual ordinaria y las convocadas


Cuándo como extraordinarias, según acuerdos y agen-
da de la Vicaría de Pastoral.
b) Reunión mensual ordinaria 4° miércoles de
mes11:00 am y a las extraordinarias que se
convoquen.
c) Según el cronograma establecido.

a) En el lugar que se designe o de acuerdo con


Dónde el cronograma fijado oportunamente.
b) En la Curia Diocesana.
c) En el lugar designado por los responsables.

a) Con los recursos previstos.


Con qué b) Con los recursos, materiales e instrumentos
necesarios.
c) Con los medios y recursos adecuados.

• Prever puntos de agenda con los asistentes.


Indicadores • Elaborar directorio de convocados a las reu-
niones y/actividades.
• Elaborar materiales y minutas de cada reunión.
• Elaborar subsidios Pastorales integrales y
orgánicos.

2. La actual sociedad tiene predominio de edu-


cación laicista y, frecuentemente, contra Dios,
deshumanizante y despersonalizadora. Esto se
ve agravado por la constante lucha en el des-
medido poder, placer y posesión de los bienes,
en detrimento de la cultura como patrimonio,
y de la educación como derecho universal.
También se da el deterioro de las relaciones in-
terpersonales, familiares y sociales cerradas al
espíritu de la solidaridad y preocupación por el
bien común.
69
Pastoral de la Educación y la Cultura

2. Buscar cauces para favorecer el diálogo


entre fe y cultura educativa (SDP 554 R; 554
C) (Congregación para la Educación Católica,
la Escuela Católica, 19 de marzo de 1997) a
través de la formación integral y específica de
los agentes de la Pastoral educativa en un serio
esfuerzo por evangelizar la cultura.

2. La Iglesia, que es Madre y Maestra de la hu-


manidad (MM 1, DP 1010) y que ha recibido
de Jesús maestro de maestros la potestad de
enseñar (Mt 28, 29) ha de propiciar el diálo-
go entre fe-cultura, imperativo de la Nueva
Evangelización (FR 5-7; Comisión Episcopal
de la Cultura, México, 2000) que conduce
a la construcción de la civilización del amor:
“abriendo a Cristo el mundo de la enseñanza”
(Juan Pablo II, México, 8 de mayo de 1990).

2.1 Promover de manera conjunta y responsa-


ble con las distintas pastorales diocesanas, de-
canales y parroquiales el diálogo fe-cultura con
los centros e instituciones educativas mediante
diversos programas (SDP 554 N).

2.2. Proponer, orgánica e integralmente pro-


gramas que apoyen la educación de la familia,
considerada la principal educadora de perso-
nas.

2.3. Actualizar el Proyecto Diocesano de Edu-


cación Integral y Evangelizadora para difundirlo
y aplicarlo corresponsablemente en los distin-
tos ámbitos diocesano, decanal y parroquial.

70
Pastoral de la Educación y la Cultura

Programa 2

a) Favorecer el diálogo entre fe y cultura edu-


cativa.
b) Difundir y aplicar el Plan Diocesano de Edu-
Qué cación Integral y la misión Evangelizadora per-
manente en los distintos ámbitos de la dióce-
sis, en orden a la formación y atención a la
familia.
c) Generar y dinamizar el encuentro fe- vida en
las distintas dimensiones del ámbito diocesano

Para qué a) Para hacer penetrar en las familias los valores


del evangelio.
b) Para la formación integral y específica de los
agentes de esta pastoral a fin de propiciar el
diálogo entre fe y cultura.
c) Para una transformación de la vida y las
estructuras de la sociedad posmoderna.

Quién(s) a) Los distintos responsables a nivel Diocesano y


Decanal en comunión con la Vicaria de Pastoral,
Vicarios Episcopales, Decanos y responsables
de vertientes y demás comisiones.
b) Todos los agentes de Pastoral de la diócesis.
c) La comisión y su equipo.

Para quién(s) a) Para todos los organismos diocesanos con


especial énfasis en el ámbito de la cultura y la
educación.
b) A las familias e instituciones correspondientes.
c) A los padres de familia, a los educadores y
facilitadores de cultura y a todos los agentes
de la Pastoral.
71
Pastoral de la Educación y la Cultura

Cómo a) Revisando, evaluando y renovando el


Proyecto Diocesano de Educación Integral y
Evangelizadora.
b) Inculturando a todos los niveles los valores
del evangelio.
c) Sensibilizando y conscientizando a todos
los agentes de la Pastoral, a los padres de
familia, a los docentes y a las autoridades
del ámbito educativo y cultural siguiendo el
Modelo Evangelizador Guadalupano.

Cuándo a) De octubre de 2006 a mayo de 2007.


b) De mayo de 2007 a diciembre de 2012.
c) De mayo de 2007 a diciembre de 2012.

Dónde a) En el lugar predeterminado.


b) De acuerdo al calendario previsto oportu-
namente.
c) De acuerdo al cronograma previsto opor-
tunamente.

Con qué a) Con el Plan Diocesano de Educación Inte-


gral y Evangelizadora y los Documentos del
Magisterio y las Asambleas.
b) Con el Plan Diocesano de Educación Inte-
gral y Evangelizadora.
c) Con recursos humanos, materiales, y sub-
sidios adecuados.

Indicadores • Convocatoria a los distintos participantes.


• Elaboración de directorio de asistentes.
• Plan Diocesano de Educación Integral y
Evangelizadora
• Agenda de actividades.
• Oportuna revisión y evaluación de mate-
riales.
72
Pastoral de la Educación y la Cultura

3. La falta de aceptación, difusión e implementación


del Proyecto Diocesano de Eduación Integral y
Evangelizadora, impide que se sumen los esfuerzos
de las distintas comunidades y comisiones, a nivel
diocesano y decanal, que aporten más eficazmente
a las familias, en el espíritu de comunión y correspon-
sabilidad, los elementos para una educación que di-
funda los valores del Evangelio.

3. Inculturar el Evangelio es tarea de todo bautizado,


propiciando el encuentro con las nuevas expresiones y
vivencias de los nuevos valores que son conformes con
el mensaje de Cristo; mediante un esfuerzo lúcido, se-
rio y ordenado para evangelizar la cultura, en base a
vitalizar el encuentro con Jesucristo vivo.

3. Los nuevos areópagos de la educación y la cul-


tura (Consejo P. de la Cultura, creación de centros
culturales 1995) se nos ofrecen como un inmenso
mar propicio a la inculturación del Evangelio don-
de el encuentro con Jesucristo vivo es la constante
novedad: Camino, Verdad y Vida (Jn 14, 10).

Esta nueva cultura y nueva educación con sus propias exigencias


están en el marco de la libertad (Congregación para la Educación
Católica “La educación en la escuela católica”, 33) donde cada bau-
tizado ha de llevar el testimonio creíble y fermento de nuevos retos
y compromisos nutridos en la savia irrenunciable de la civilización
del amor (CFL 30)

3.1 Dará conocer, difundir y aplicar el Proyecto Diocesano


de Educación Integral y Evangelizadora en el dinamismo
de la evangelización integral, orgánica y con fuerte es-
píritu de comunión, para que cada uno asuma su propia
tarea.

73
Pastoral de la Educación y la Cultura

3.2 Animar programas y experiencias para el encuentro de


los nuevos valores evangélicos.

3.3 Desarrollar programas de formación de agentes de la


Pastoral educativa en orden a cumplir la misión evangelizadora
desde el encuentro con Jesucristo, el ámbito educativo en los distin-
tos niveles diocesano, decanal y parroquial.

Programa 3

Qué Articulación y dinamización de la Pastoral


educativa y de la cultura.

Para qué Para capacitar a los agentes de esta Pastoral


en orden al diálogo entre fe y cultura.

Quién(s) La comisión, su equipo y especialistas.

Para quién(s) A los agentes de la Pastoral, y a los profe-


sionales de la ciencia, tecnología, cultura y
educación.

Cómo A través de distintas modalidades didácti-


cas, pedagógicas o diversas, dinámicas de
grupo.

Cuándo De enero de 2007 a diciembre de 2012, se-


mestralmente.

Dónde En el lugar determinado oportunamente.

74
Pastoral de la Educación y la Cultura

Con qué Con subsidios y diversos instrumentos adecua-


dos.

Indicadores • Agenda elaborada.


• Lista de asistentes.
• Calendario de reuniones.
• Citatorio de reuniones.
• Calidad de materiales elaborados.
• Evaluación al final de las actividad y del
año.
• Selección de medios, instrumentos y meca-
nismos de trabajo.
• Nombramiento de los responsables.
• Manual de funciones y tareas
• Expresiones de interrelación con los dis-
tintos coordinadores diocesanos.

75
76
Pastoral de
Comunicaciones Sociales
OBJETIVO ESPECIFICO

Propiciar a través de los medios de comunicación una


espiritualidad que favorezca la relación humana, necesaria para la
comunión eclesial, ofreciendo este servicio a todos los agentes
diocesanos y comunicadores, en orden al encuentro con Cristo
como auténticos discípulos y misioneros.

77
Pastoral de Comunicaciones Sociales
1. Constatamos una deficiente formación y capaci-
tación para el aprovechamiento evangelizador de los
medios de comunicación y para la espiritualidad de
comunión, así como una falta de educación de la
conciencia crítica, ante la gran influencia de los mis-
mos, que muchas veces generan un estilo de vida al
margen del Evangelio.

1. Urge formar profesionalmente Agentes de Pastoral


que se involucren en el trabajo de los medios de comu-
nicación social, se hagan presentes en ellos, difundan
los valores del Evangelio, y ayuden a fortalecer, en los
distintos sectores del Pueblo de Dios, la formación de
una espiritualidad de comunión y de la conciencia crítica
y madura respecto a los Mass Media

1. Las condiciones de vida de hombre han cambia-


do radicalmente por el proceso de muchas ciencias,
por el progreso de la técnica y por la organización
de los medios de comunicación social que ponen al
hombre en comunicación con sus semejantes (cfr
GS54;IM1,) y que la Iglesia reconoce como valiosos en cuanto con-
tribuyen a propagar y afirmar el Reino de Dios (cfr IM2).

Estos medios de comunicación, al igual que todo aquello que


constituye el orden temporal, no son solamente subsidios para el
último fin del hombre, sino que tiene un valor propio y una dignidad
para su relación con la persona humana, para cuyo servicio fueron
creados (cfr AA 7). Por tanto, a los Agentes de Pastoral debida-
mente formados pertenece, por propia vocación, buscar el Reino de
Dios, tratando y ordenando, según Dios, los asuntos temporales a
los que están estrechamente vinculados (cfr LG 31-33). Es necesa-
rio intensificar la presencia evangelizadora de la Iglesia, mediante
sus agentes, en los medios de Comunicación Social, en orden a la
Evangelización y favorecer el Desarrollo Integral de las personas y
de la sociedad en nuestros valores culturales (cfr IM 13; EN45; SDT
556c). “Para proveer a las necesidades arriba indicadas han de for-
78
Pastoral de Comunicaciones Sociales

marse oportunamente sacerdotes, religiosos y laicos, que posean la


debida pericia en estos instrumentos y puedan dirigirlos a los fines
del apostolado” (IM 15).

1.1. Elaborar y promover orgánicamente cursos de


formación y capacitación profesional e integral para
los Agentes de Comunicación, a nivel diocesano, de-
canal y parroquial.

Programa 1.1

Qué Elaboración y promoción de cursos para los


agentes de comunicación a nivel diocesano,
decanal y parroquial.

Para qué Para formar y capacitar profesional e inte-


gralmente a los agentes de comunicación.

Quién(s) Responsables de Pastoral de Comunicación


Social, animadores decanales y parroquiales.

Para quién(s) Para los agentes de comunicación a nivel de-


canato y parroquial.

Cómo a) Buscando y organizando el material de


otras diócesis, libros, etc.
b) Promocionando y agendando cursos posibles
de impartirse a nivel diocesano y parroquial.

Cuándo a) Marzo a junio


b) Julio a diciembre

79
Pastoral de Comunicaciones Sociales

Dónde En las oficinas de la Pastoral de Comuni-


cación Social y en las parroquias

Con qué Recursos humanos de la Pastoral de Comu-


nicación Social y recursos materiales (libros,
internet, etc.)
Indicadores • Curso elaborado (material estructurado).
• Visita a todos los decanatos o zonas de la
diócesis y agenda de curso.

1.2. Aprovechar los recursos existentes que


ofrece la Pastoral de Comunicación Social,
para que todos los agentes se formen y se hagan
presentes en los medios, para ofrecer valores y
propiciar el diálogo evangelizador con los Mass
Media

Programa 1.2

Aprovechar los recursos que ofrece la Pastoral


de Comunicación Social: Cursos del Centro
Qué Informático Diocesano, revista Visión Católica,
Sitio web diocesano, Programa de Radio “Voces
de Esperanza”. Hoja dominical “Mensajero de la
Palabra”.
Para qué Para formar a los agentes de Pastoral de
comunicaciones de las parroquias y que éstos
se hagan presentes en los medios, ofrezcan
valores y evangelicen a través de los medios.
Quién(s) La Pastoral de Comunicación Social.

Para quién(s) Para los agentes de Pastoral de las parroquias

80
Pastoral de Comunicaciones Sociales

Cómo a) Calendarizando cursos a nivel diocesano,


decanal y/o parroquial,
b) Incluyendo secciones de formación en los
recursos con los que cuenta la Pastoral de
Comunicación Social.

Cuándo a) A nivel diocesano: uno por semestre; a nivel


decanal y parroquial: según la soliciten.
b) Según la agenda de reestructuración de
cada recurso de la Pastoral de Comunicación
Social.
Dónde En las instalaciones de la Pastoral de Comu-
nicación Social y oficinas parroquiales

Con qué Con los recursos humanos y materiales


de la comisión y de las parroquias.

Indicadores • Impartición de cursos.


• Presencia de la sección de “Formación de
Agentes” en cada recurso de la Pastoral de
Comunicación Social.

3.1. Promover en los distintos niveles de nuestra estruc-


tura Pastoral servicios, cursos e intercambios para la for-
mación de una espiritualidad de comunión en base a la
comunicación, así como la educación de la conciencia
crítica y madura respecto a los mass media.

81
Pastoral de Comunicaciones Sociales

Programa 1.3

Qué Promoción y realización de talleres, cursos


e intercambios a los distintos niveles de la
estructura pastoral.

Para qué Para la formación de una espiritualidad de


comunión en base a la comunicación y para
la educación de la conciencia moral, crítica
y madura respecto a los medios de comuni-
cación social.

Quién(s) La Pastoral de Comunicación Social y anima-


dores decanales
Para quién(s) Para los sacerdotes y laicos de las distintas
pastorales

Cómo Visitando decanatos y las distintas pastorales


para la calendarización de los talleres, cursos
e intercambios.

Cuándo Según la agenda de reunión de los decana-


tos y las pastorales, y según soliciten dichos
cursos, talleres e intercambios.

Dónde Instalaciones de la Pastoral de Comunicación


Social o espacios propuestos de las parro-
quias y decanatos.
Con qué Con los recursos humanos, pedagógicos de la
Pastoral de Comunicación Social y del magis-
terio de la Iglesia.

Indicadores • Cantidad de talleres o cursos realizados.

82
Pastoral de Comunicaciones Sociales

2. Nuestros Agentes de Pastoral, en general, realizan


su misión evangelizadora sin una adecuada comu-
nicación, diálogo, relación fraterna y comunicación
eclesial orgánica.

2. Ofrecer medios de comunicación que favorezcan


la comunión entre agentes, vertientes y comisiones,
faciliten la organicidad y propicien el encuentro con
Jesucristo Vivo.

2. “Procuren, de común acuerdo, todos los hijos


de la Iglesia que los instrumentos de comuni-
cación social se utilicen, sin tardanza y con el
máximo empeño, en las más variadas formas de
apostolado, tal como lo exigen las realidades y
las circunstancias de nuestro tiempo” (IM 13).

La misión evangelizadora no es sólo una cuestión de expansión


geográfica, ya que la Iglesia también ha tenido que cruzar mu-
chos umbrales culturales, cada uno de los cuales requieren nue-
vas energías e imaginación para proclamar en único evangelio
de Jesucristo. La revolución electrónica, que entraña la promesa
de grandes y positivos avances con vistas al desarrollo mundial,
conlleva la posibilidad de que se agraven efectivamente las desi-
gualdades existentes y se ensanche la brecha de la información y
las comunicaciones humanas (cfr JMCS 2002); y es precisamente
frente a ese desafío que, pastores y fieles, están llamados a penetrar
de espíritu cristiano esta clase de medios, a fin de responder con
competencia a la gran esperanza de los hombres y de los designios
de Dios (cfr IM 3).

2.1. Ofrecer los medios existentes de comunicación en


la diócesis, decanato y parroquia, para el intercambio,
organicidad y comunión entre los distintos agentes de
pastoral.

83
Pastoral de Comunicaciones Sociales

Programa 2.1

Qué Profesionalizar los medios existentes de


comunicación de la Diócesis, decanatos y
parroquias.

Para qué Para que sean un instrumento de intercam-


bio, organicidad y comunión entre los distin-
tos agentes de Pastoral.

Quién(s) La Pastoral de Comunicación Social, los ani-


madores decanales y encargados de los me-
dios de comunicación de las parroquias.
Para quién(s) Para los responsables de los distintos medios
de comunicación decanales o parroquiales.

Cómo a) Recabar información de los medios de


comuncación que hay en las parroquias y
decanatos,
b) Profesionalizar dichos medios para que
cumplan su fin.
Cuándo a) Recavar información: Semestralmente
b) Profesionalizar de acuerdo a la agenda de
solicitudes de los equipos parroquiales y de-
canales.

Dónde En las instalaciones de la Pastoral de Comu-


nicación Social y en las parroquias.

Con qué Con los recursos humanos de la Pastoral de


Comunicación Social, animadores decanales
y encargados de los medios de comunicación
parroquiales.
Indicadores • Elaborar un directorio.
• Cantidad de encuentros realizados.
84
Pastoral de Comunicaciones Sociales
2.2. Propiciar recursos pedagógicos para crear sus
propios medios de comunicación, decanales o parro-
quiales.

Programa 2.2

Qué Propiciar recursos pedagógicos a las parro-


quias y decanatos.

Para qué Para que creen sus propios medios de comu-


nicación, en especial donde no existen.

Quién(s) La Pastoral de Comunicación Social, los ani-


madores decanales y encargados de los me-
dios de comunicación de las parroquias.
Para quién(s) Para los encargados de los medios de comu-
nicación parroquial o decanal u alguna otra
Pastoral.
Cómo A través de intercambios por decanato, cur-
sos, talleres a nivel decanal o parroquial.

Cuándo Los intercambios, mensualmente y los cur-


sos o talleres según la solicitud de decanatos
o parroquias.
Dónde En los decanatos o parroquias.

Con qué Con los recursos humanos de la Pastoral de


Comunicación Social, animadores decanales
y laicos encargados de los medios de comu-
nicación de las parroquias.

Indicadores • Número de cursos o talleres realizados.

85
Pastoral de Comunicaciones Sociales
2.3. Facilitar, en las distintas acciones, el encuentro
con Jesucristo Vivo.

Programa 2.3

Tener presente que las distintas acciones de


Qué la Pastoral de Comunicación Social a nivel
diocesano, decanal o parroquial son un me-
dio de evangelización.

Para qué Faciliten el encuentro con Jesús vivo a la


comunidad diocesana.

Quién(s) Los miembros de la Pastoral de Comuni-


cación Social y los animadores decanales.

Para quién(s) Para los equipos parroquiales de los medios


de comunicación.

Cómo Haciendo conciencia de que el trabajo pas-


toral de comunicaciones es en orden al en-
cuentro con Jesús vivo a través de retiros,
charlas, etc.

Cuándo En todas las reuniones y en retiros progra-


mados.

Dónde En los lugares de las reuniones, retiros, charlas.

Con qué Con los textos del Magisterio de la Iglesia y los


recursos humanos de la Pastoral de Comuni-
cación Social, animadores decanales.

Indicadores • Retiros, charlas.


•Trabajo de los agentes con “espiritualidad”.
86
Pastoral Indígena
OBJETIVO ESPECIFICO:

Profundizar nuestra identidad y misión a través del estudio,


conocimiento de la cultura y cosmovisión en el encuentro
con Jesucristo Vivo. Enriquecer los procesos de esta
Pastoral y encontrar en ella las semillas del Evangelio que
nos haga caminar en comunión y colaboración con la
Pastoral de nuestra Iglesia particular Diocesana de Toluca.

87
Pastoral Indígena

1. El pasado de nuestras etnias, nos permiten


conocer su contribución al desarrollo de la cultu-
ra plurilingüística de nuestros pueblos étnicos que
fueron marginados, a veces menospreciados y fre-
cuentemente explotados por falta de valoración y
comunicación, de parte de algunas instituciones
de gobierno, religiosas, educativas y de la misma
institución familiar. El aspecto cultural se ha veni-
do modificando en expresiones como: vestido, costumbres, tradi-
ciones, lengua, trabajo en común y la alimentación. La globalización
de costumbres y modas va imponiéndoles nuevas formas de vida
y muchos están viviendo como simples espectadores de su propia
cultura étnica.
En el aspecto religioso se han ignorado sus creencias, tradiciones,
ritos y ceremonias, sin cuidado por la inculturación del evangelio.
La falta de una evangelización adecuada ha provocado la presencia
de distintas sectas religiosas que, por su apasionamiento proselitista,
han causado divisiones entre grupos y familias, sincretismo religioso
y actitudes convenencieras, concluyendo en el indiferentismo.
Vivimos en los tiempos actuales, una revaloración importante. Los
grupos étnicos han ido “surgiendo” como de la tumba, con la lozanía
y el ánimo de resucitados. Eso ha hecho reaccionar a esos mismos
grupos, a la sociedad y a la misma Iglesia, que van tomando con-
ciencia del valor de sus personas y de su cultura.

1.- Lograr una Pastoral Indígena, encarnada para la in-


culturación eficaz del evangelio, darle importancia en la
diócesis, discernirla y reeducar a los agentes desde las
culturas autóctonas.
2.-Vivir una inserción pastoral y un acompañamiento
comprometido con estos grupos, como expresión del
misterio de Cristo encarnado.
3.-Revalorar las culturas étnicas y ayudar a estos grupos a superar
traumas de inferioridad que les afectan.
4.- Conocer, valorar y discernir la teología india, a la luz del Magiste-
rio, así como sus tradiciones, costumbres, ritos y ceremonias.
88
Pastoral Indígena

1. La misión de la Iglesia consiste encarnar el mis-


terio de Cristo en los modelos culturales de otros
pueblos. Solo así un pueblo puede llegar a llamarse
cristiano mediante la encarnación del evangelio me-
diante las culturas, el Verbo, el Cristianismo en la
Iglesia las asume realmente, y se infunde el evangelio en los modelos de
esa cultura. El alma de la encarnación de las culturas reside en que por
medio de la misión, el Verbo viene a instaurar la cultura en que nacimos
y a la que servimos (fundamentos de la Pastoral Indígena N|44 pág.
89). La inculturación es una nueva expresión de la revelación del miste-
rio de Cristo que brota de su asimilación por la Iglesia local. En la evan-
gelización de las culturas y la inculturación del evangelio se produce un
maravilloso intercambio; por una parte, el evangelio se revela a cada
cultura y libera en ella la verdad última de los valores que es portadora;
por otra parte, cada cultura expresa el evangelio de manera original y
manifiesta nuevos aspectos de él. La inculturación es así un elemento
de recapitulación de todas las cosas en Cristo. (CTI 1984).

1. Proponer y programar talleres de estudio reflexivo,


estructurado y organizado por escritos, liturgias incultura-
das; fomentar la espiritualidad viviente en nuestro pueblo
y acciones pastorales que realicemos en nuestras comuni-
dades.

1.1. Ofrecer el Evangelio de Jesús con el testimonio de una actitud


humilde, compresiva y profética, valorando su palabra a través de un
diálogo respetuoso, franco y fraterno y esforzándonos por conocer
sus propias lenguas.

1.2. Crecer en el conocimiento crítico de sus culturas para apreciar-


las a la luz del evangelio.

1.3. Promover una inculturación de la liturgia, acogiendo con apre-


cio sus símbolos, ritos y expresiones religiosas compatibles con el
claro sentido de la fe, manteniendo el valor de los símbolos univer-
sales y en armonía con la disciplina general de la Iglesia
89
Pastoral Indígena
1.4. Promover en los pueblos indígenas sus valores culturales au-
tóctonos mediante una inculturación del evangelio para lograr una
plena edificación del Reino.

Programa 1.1

Qué Ofrecer el evangelio de Jesús con el testi-


monio de una actitud humilde y profética.

Para qué Para valorar su palabra a través de un diálogo


respetuoso y fraterno.

Quién(s) Sacerdotes y equipo de Pastoral Indígena del


decanato y de la zona (Norte).

Para quién(s) Para los Indígenas otomíes (y otros).

Cómo Dando pláticas, cursos y talleres.

Cuándo Cada quince días.

Dónde En la Parroquia de San Cristóbal Huichochitlán,


Méx.

Con qué • Ya se cuenta con material didáctico.


• Gramática del idioma otomí.
• Documentos de la Iglesia referentes a la
Pastoral Indígena.
• Historia de la cultura otomí ( y otros).

Indicadores • Evaluación de cada dos meses.


• Se percibe ya la perseverancia de los indí-
genas del equipo (de Pastoral Indígena)
• Se va vigilando el compromiso de los
Párrocos del decanato y de la zona.

90
Pastoral Indígena

Programa 1.2

Qué Crecer en conocimiento crítico de sus cultura.

Para qué Para apreciarlas a la luz del evangelio

Quién(s) Sacerdotes y el equipo de Pastoral Indígena.

Para quién(s) Para los indígenas otomíes.

Cómo Dando pláticas, cursos y talleres.

Cuándo Cada quince días.

Dónde En la Parroquia de San Cristóbal Hui-


chochitlán Méx.

Con qué • Ya se cuenta con material didáctico.


• Gramática del idioma otomí.
• Documentos de la Iglesia referentes a la
Pastoral Indígena.
• Historia de la cultura otomí (y otros).

Indicadores • Evaluación cada dos meses.


• Se percibe ya la perseverancia de los indí-
genas del equipo (de Pastoral Indígena).
• Realizar seguimiento del compromiso de
los Párrocos del decanato y de la zona.

91
Pastoral Indígena

Programa 1.3

Promover una inculturación de la liturgia, aco-


Qué giendo con aprecio sus símbolos, ritos y ex-
presiones religiosas compatibles con el claro
sentido de la Iglesia.

Para qué Para mantener el valor de los símbolos uni-


versales con la disciplina general de la Iglesia.

Quién(s) Los sacerdotes (decanato y zona).


Equipo de Pastoral Indígena (decanato y
zona).
Para quién(s) Para los indígenas otomíes.

Cómo Inculturando una de las misas dominicales.


Inculturando una de las misas al Santo Patrón
en las fiestas patronales de las distintas comu-
nidades.

Cuándo En la fiesta patronal de las comunidades.


En alguna misa dominical.

Dónde En cada una de las comunidades del deca-


nato y de la zona.

Con qué Con su símbolos, ritos y expresiones religio-


sas con la traducción de idioma otomí (par-
ciales o totales) del ordinario de la misa y
algunos cantos.

Indicadores • Evaluación cada dos meses y después de


cada evento.
• Evaluar logros

92
Pastoral Indígena

Programa 1.4

Qué Promover en los pueblos sus valores culturales


autóctonos.

Para qué Para lograr una mayor realización del reino

Quién(s) Sacerdotes y equipo de la Pastoral indígena del


decanato y de la zona (Norte).

Para quién(s) Para los indígenas otomíes y otros si los


hay.

Cómo Mediante una inculturación de la Iglesia.

Cuándo En todo momento

Dónde En cada parroquia de decanato y de la


Zona.

Con qué • Con el equipo de Pastoral Indígena.


• Con el material didáctico ya existente.
• Con la gramática del idioma otomí (apren-
diendo).
• La historia de la cultura otomí (conocién-
dola).

Indicadores • Evaluación cada dos meses.


• Se cuenta con la perseverancia de los inte-
grantes del equipo de Pastoral Indígena.
• Se va percibiendo el interés de los sacer-
dotes de la zona.
93
94
Pastoral de la Movilidad
Humana

OBJETIVO ESPECÍFICO

Formar agentes que ofrezcan atención pastoral a los migrantes y


a sus familias, en el encuentro y contemplación de Jesucristo vivo,
de manera que afronten su realidad y los riesgos de la migración,
contando con la apertura y sentido fraterno de nuestras
comunidades y respetando su dignidad y sus derechos humanos.

95
Pastoral de la Movilidad Humana
La historia de México ha sido marcada por encuentros entre pueblos
que, provenientes de distintos países, han contribuido a su transfor-
mación y enriquecimiento. Fue el encuentro entre españoles y los
naturales de esta tierra lo que dio origen a la nación mexicana. Su
nacimiento conllevó sufrimiento y gozo en la lucha por la vida.

Por otra parte, inmigrantes procedentes de los demás continentes,


han contribuido en la formación de México, continúan haciéndolo
hoy día y seguirán haciéndolo en el futuro. México no es solamente
un país de emigrantes, sino también un país de inmigrantes que
buscan el progreso para sus vidas y sus familias.

Es importante tener en cuenta la dura experiencia que tantos de


nuestros hermanos y hermanas han sufrido por ser extranjeros en
una tierra extraña; también hemos de aprender a dar la bienvenida
y abrir posibilidades a quienes vienen a buscar una mejor condición
de vida entre nosotros.

La emigración que México ha experimentado en quienes van a los


Estados Unidos de Norte América tiene al menos cinco etapas:

1. La enfermedad de la emigración (1910-1940) en que se iban


nuestros paisanos buscando trabajo o huyendo de la revolución.

2. La emigración negociada: el Programa Bracero (1942-1964) que


incluía especialmente a varones y campesinos, con permanencia
temporal y en lugares determinados, sobretodo en la actividad agrí-
cola. Debido a irregularidades y corruptelas de una y otra adminis-
tración se retuvieron parte de los salarios, que hasta la fecha no han
sido devueltos.

3. La era indocumentada (1965-1985) Tiempo en que surge César


Chávez que organiza a los trabajadores del campo (United Farm
Workers); crece la fiebre por irse “pal” otro lado; aumenta también
el negocio de explotación al migrante cuando envía dinero a su fa-
milia (Electra y Western Union con un altísimo e injusto cobro por
el envío).
96
Pastoral de la Movilidad Humana
4. La política interna de reparación de daños (1986-2000) Al
querer resolver algunos problemas se agravó la situación para los
emigrantes; la Ley Simpson-Rodino que garantiza la mano de obra
barata y el control de la frontera; la creación de las patrullas fronteri-
zas (Border Patrol); no se logran acuerdos bilaterales: México hace
un esfuerzo tímido con programas como Paisano y Matrículas Con-
sulares. Por iniciativa ciudadana se creó el programa Tres por Uno
para promover la canalización de divisas en obras sociales y proyec-
tos productivos en sus respectivas comunidades. Al mismo tiempo
se incrementó el desprecio y el racismo para con los emigrantes en
general (especialmente latinoamericanos). Iniciativas como Operación
Guardián, así como los Caza Emigrantes y el narcotráfico, agravaron
más la situación de los que van hacia el vecino país.

5. La nueva agenda migratoria (2000- ) presentó algunas nuevas


promesas; sin embargo, debido principalmente a las consecuencias
racistas que han traído los atentados del 11 de septiembre de 2001,
se ha dificultado el cumplimiento de dicha agenda migratoria.

El Papa Juan Pablo II nos dice: “El continente americano ha conocido


en su historia muchos movimientos de inmigración, que llevaron
multitud de hombres y mujeres a las diversas regiones con la esperanza
de un futuro mejor. El fenómeno continúa también hoy y afecta
concretamente a numerosas personas y familias procedentes de
naciones latinoamericanas del Continente, que se han instalado en
las regiones del Norte, constituyendo, en algunos casos, una parte
considerable de la población. A menudo llevan consigo un patrimo-
nio cultural y religioso, rico de significativos elementos cristianos. La
Iglesia es conciente de los problemas provocados por esta situación
y se esfuerza en desarrollar una verdadera atención pastoral entre
dichos inmigrantes, para favorecer su asentamiento en el territorio y
para suscitar, al mismo tiempo, una actitud de acogida por parte de
las poblaciones locales, convencida de que la mutua apertura será
un enriquecimiento para todos” (EA. 65)
La Palabra de Dios y la Doctrina Social de la Iglesia que en ella se
fundamenta, ayudan a comprender de manera esperanzadora las lu-
ces y sombras que forman parte de las dimensiones éticas, sociales,
97
Pastoral de la Movilidad Humana
políticas, económicas y culturales de las migraciones, también ilumi-
nan las causas que llevan a las migraciones, así como las consecuen-
cias que éstas tienen para las comunidades de origen y destino.

La Iglesia basada en la vida y enseñanza de Jesús ha desarrollado los


principios básicos sobre el derecho de migrar para quienes quieran
ejercerlo, como uno de los derechos humanos que Dios les ha dado.
Así mismo define que es necesario atender las causas profundas de
la migración: pobreza, injusticia, intolerancia religiosa, conflictos ar-
mados; para que los emigrantes tengan la opción de permanecer en
su tierra natal y mantener a sus familias.

1. En distintas comunidades de Nuestra Diócesis se


da actualmente una notable migración a los Estados
Unidos. Nuestros emigrantes tienen un profundo
sentimiento de esperanza; no dejan su hogar y su
lugar de origen por gusto, sino por necesidad y con
el “Sueño Americano” o sea la ilusión de que existe
un lugar que puede ofrecerles mejores condiciones
de vida, la tierra prometida, el paraíso. La necesidad
los expulsa de su tierra y los lleva a buscar un trabajo para pagar las
deudas, comer, ofrecer mejores condiciones a los hijos, a la esposa,
a los papás o a la novia y poder hacer un ahorro para el futuro.

Sin embargo es un hecho que, en tierra extraña, la familia es más


familia, los paisanos son más paisanos, se da una solidaridad más
fraterna, se facilita conjugar los valores propios de nuestra cultura
con lo extraño que se vive, lo que esta por venir y aun lo religioso,
con una más fuerte carga espiritual. Esto contribuye a que cada de-
tención o acto discriminatorio, no sean problemas irrelevantes, sino
que se experimenten como golpes bajos al sueño, a la utopía, a la
búsqueda de la felicidad.

Algunos aspectos de la experiencia del emigrante se encuentran


lejos de la visión del Reino de Dios que Jesús proclamó; muchas
personas que intentan migrar están sufriendo y, en algunos casos,

98
Pastoral de la Movilidad Humana
muriendo; se vulneran los derechos humanos, se separan las fa-
milias y continúan existiendo actitudes de opresión y explotación
a los migrantes; se constata una acendrada injusticia y violencia en
su contra, generando entre ellos sufrimiento y desesperanza. Las
estructuras civiles y eclesiales, siguen siendo insuficientes para dar
respuesta a sus necesidades más elementales. Un agravante más,
es que aumenta el negocio- explotación al migrante cuando envía
dinero a su familia.

No se puede desconocer que la raíz de la emigración entre nosotros


se debe a la falta de oportunidades y de solidaridad para con los que
abandonan nuestros pueblos.

1. Despertar en las parroquias la conciencia del encuen-


tro y contemplación de la misteriosa presencia del Señor
crucificado y resucitado en la persona del migrante o en
el fenómeno de la migración y renovar los valores del
reino de Dios que Jesús proclamó.
Formar agentes y ofrecer, de todas las maneras posi-
bles, atención pastoral a los emigrantes de nuestras
comunidades y a las familias que permanecen en ellas, incluyendo
una información y la formación adecuada para afrontar su realidad
y los riesgos de la migración.
Cuidar la formación de nuestras comunidades para una apertura y
sentido fraterno que supere cualquier diferencia cultural, económica,
religiosa o de raza, aun en la movilidad interna; respetar la dignidad
y los derechos de los migrantes, y descubrir la presencia de Cristo
en los valores culturales, tradiciones religiosas y autenticidad de la fe
que aportan los migrantes a nuestras propias comunidades.

1. La Sagrada Familia Jesús, María y José fueron


exiliados a Egipto. “De Egipto llame a mi hijo” (Mt
2,15). Desde entonces la Sagrada Familia es una
figura con la que se pueden identificar migrantes
y refugiados de todos los tiempos, dándoles es-
peranza y valor en momentos difíciles.

99
Pastoral de la Movilidad Humana

Aceptar la misteriosa presencia de Jesús en los migrantes, a quienes


con frecuencia se detiene en prisión, o carecen de comida y de be-
bida: “Vengan, benditos de mi Padre, por que estuve hambriento y
me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y
me hospedaron” (Mt 25, 35-36).

La constitución apostólica Exsul Familia del Papa Pío XII, confirma


el compromiso de atender y cuidar a los peregrinos, forasteros,
exiliados y migrantes de todo tipo, afirmando que todo pueblo tiene
derecho a condiciones dignas para la vida humana y si éstas no se
dan, tiene derecho a emigrar.
La caridad de Cristo a los migrantes nos estimula a afrontar nueva-
mente sus problemas, que conciernen ahora al mundo entero (Cfr.
6n 12, 1).
Abraham dio un paso en la fe para responder al llamado de Dios Gn
12,1. Abraham y Sara hospedaron a tres forasteros que en realidad
eran una manifestación del Señor, generosidad que se convirtió en
paradigma de respuesta, ante todo forastero, para los descendientes
de Abraham. La gracia de Dios irrumpió hasta en situaciones de pe-
cado: durante la migración forzada de los hijos de Jacob, José vendido
como esclavo, se convirtió eventualmente en el Salvador de su familia
(Cfr. 6n 37, 45), como una figura de Jesús, quien traicionado por un
amigo, por treinta monedas de plata, salva a la familia humana.

1. Estructurar y capacitar la comisión diocesana, deca-


nal y parroquial de pastoral para la movilidad humana
de manera que forme la conciencia cristiana sobre el
fenómeno de la migración.
2. Crear programas para la capacitación de los agentes
de la movilidad humana.
3. Despertar la conciencia en los fieles de la importancia
de esta Pastoral para la atención de los migrantes.

100
Pastoral de la Movilidad Humana

Programa 1

Formar el equipo de Pastoral de la Movilidad


Qué
Humana a nivel diocesano, decanal y parro-
quial.
Para qué Para atender pastoralmente a nuestros her-
manos migrantes e inmigrantes.

Quién(s) El coordinador de la Pastoral y los decanos.

Para quién(s) Para los agentes de Pastoral, sacerdotes, re-


ligiosos (as) y laicos.

Cómo Por medio de un taller que dé a conocer el


trabajo de esta Pastoral, en los lugares opor-
tunos.

Cuándo Enero del 2007

Dónde En la casa de la Sagrada Familia.

Con qué Con los subsidios de la comisión nacional de


movilidad humana, documentos del Episco-
pado y del Magisterio de la Iglesia.

Indicadores Evaluación del proceso trimestralmente apartir


de 2008.

101
Pastoral de la Movilidad Humana

Programa 2

Qué Capacitar a los agentes de pastoral.

Para qué Realizar capazmente su servicio con los mi-


grantes e inmigrantes.

Quién(s) Coordinador de la Pastoral de la movilidad


humana y equipo diocesano.

Para quién(s) Para los agentes de Pastoral, sacerdotes, re-


ligiosos (as) y laicos.

Cómo Ofreciendo cursos y talleres en las comuni-


dades que lo requieran.
Cuándo Una vez que este conformado el equipo dio-
cesano

Dónde En la casa de la Sagrada Familia o zonas pas-


torales.

Con qué Con los subsidios de la comisión nacional de


movilidad humana, documentos del Episco-
pado y del Magisterio de la Iglesia.

Indicadores Evaluación después de cada curso y semes-


tralmente.

102
Pastoral Penitenciaria

Objetivo Específico

Suscitar y formar discípulos y misioneros a partir de un


encuentro y contemplación con Cristo que lleve a los
distintos agentes de la Pastoral Penitenciaria a ofrecer ese
mismo encuentro y a los internos de los Centros de
Readaptación social de manera que juntos consigan un
cambio de vida sostenida por el amor misericordioso de
un Dios vivo.

103
Pastoral Penitenciaria
1. El número de internos (aproximadamente cinco
mil) en los siete Centros de Readaptación Social (CE.
RE.SOs.), la Escuela de Rehabilitación para menores
infractores “Quinta del Bosque” y en el CE.FE.RE.SO
#1 “Altiplano”, que existe en el territorio Diocesano, sus
necesidades morales y materiales, físicas y síquicas, son
un realidad patente en nuestra Iglesia diocesana.

Constatamos la carencia de recursos de toda índole, por una parte y,


por otra, la presencia e insistencia proselitista de algunas sectas, y las
limitaciones con que ha caminado la Pastoral Penitenciaria aunque
con una perseverancia generosa por la buena voluntad de algunos
sacerdotes, seminaristas, religiosas y, especialmente, el entusiasmo
que los laicos tienen para con los internos.

1. Conocer las necesidades concretas de los CERESOS y de


los internos, para responder con una Pastoral Penitenciaria,
Integral y orgánica, de acuerdo al Evangelio y al espíritu de
fraternidad y comunión que la Iglesia ha de ofrecerles.

1. ¡Cristo busca el encuentro con cada ser humano,


en cualquier situación en que se halle! (Juan Pablo
II, Jubileo en las cárceles, Junio del año 2000).
El compromiso evangélico de la Iglesia debe ser
como el de Cristo: un compromiso con los más
necesitados, ya que con ellos el Hijo de Dios, en su pasión y muerte,
se ha hecho solidario (cf. Lc 4,18-21; Puebla, Discurso Inaugural).
Defender y promover la dignidad humana, especialmente cuando
está ensombrecida y escarnecida, es compromiso de la Iglesia en su
misión evangelizadora y es oportunidad donde realiza la convicción
de que la genuina acción social exterior procede de la unión de los
espíritus y los corazones en la fe y la caridad (cf. GS 42; RMi 59;
SRS 41; EA 57).

“El encuentro con Jesucristo vivo ha de llevar a los creyentes a una


conversión del corazón que en la comunidad cristiana se manifiesta
104
Pastoral Penitenciaria

en la virtud de la solidaridad con todos los hombres. Esta solidari-


dad es la expresión operante de la caridad” (CEM, Del Encuentro
con Jesucristo a la Solidaridad con todos).

1. Ofrecer a los internos una atención pastoral, personal y


comunitaria, planificada y organizada con calidad y eficacia.

Crear conciencia y sensibilidad de la responsabilidad


Pastoral en la diócesis y en cada parroquia, especial-
mente respecto al apoyo moral, económico y espiritual
a los internos y a sus familiares.

Programa 1.1

Qué Estructuración y dinamización de la Comisión


Diocesana de Pastoral Penitenciaria.

Para qué Para que a partir del encuentro y contem-


plación de Jesucristo Vivo, tomemos con-
ciencia como Iglesia de los retos que implica
la atención a quienes han caído en situa-
ciones delincuenciales, a fin de organizar y
vivir las exigencias del Evangelio.
Quién(s) El responsable diocesano, los párrocos de
comunidades en donde se encuentra un
Centro Penitenciario y los demás agentes de
la pastoral penitenciaria de la Diócesis.

105
Pastoral Penitenciaria

Para quién(s) Para quienes integran los equipos parro-


quiales de pastoral penitenciaria de nuestra
Diócesis.

Cómo Elaborando un perfil de los agentes que se


integrarán a los equipos parroquiales.
Integrando a algunos de ellos a una Comisión
diocesana.
Ofreciéndoles una formación específica so-
bre Pastoral Penitenciaria

Cuándo A partir del mes de enero de 2009.

Dónde En las distintas comunidades parroquiales


en donde se lleva a cabo la atención a los
reclusorios.

Con qué Usando lo criterios y líneas de la Sagrada Es-


critura, del Magisterio y otros documentos.
Con una reunión o retiro especial de inte-
gración.
Con programas, talleres, retiros, experiencias.

Indicadores Tener documentado el perfil.


Contar con un directorio de agentes de pas-
toral penitenciaria.
Carta de aceptación del compromiso y
acreditación por parte de las autoridades
civiles.

Observaciones: La Comisión Diocesana dará


orientaciones específicas para mayor pre-
cisión.

106
Pastoral Penitenciaria

2. La mayoría de los internos en las cárceles carecen


de una evangelización y catequesis que les lleve al en-
cuentro y contemplación de Jesucristo vivo. Además, el
ambiente familiar y social viciados, la carencia de moral,
algunos desequilibrios y el divorcio fe-vida en ellos, ha
tenido como consecuencia una conducta delictiva.
No hay una interrelación efectiva, orgánica y de comunión, entre las
Vertientes y Comisiones y la Pastoral Penitenciaria, de manera que
garantice su organicidad e integralidad.

2. Urge acompañar a los internos en su proceso de


evangelización integral en vistas a la conversión, en-
cuentro y contemplación de Jesucristo vivo, hasta que
se realicen como discípulos y misioneros del Señor, en
su propia realidad.
Es necesario promover formas de prevención del delito
y organizar grupos que ayuden a la comunidad a tener
conciencia de la situación.
Necesitamos lograr la organicidad y comunión de la Pastoral Peni-
tenciaria con las Vertientes y Comisiones Diocesanas.

2. El privado de libertad, está llamado a contem-


plar el rostro de Cristo vivo “sin olvidar que la
contemplación del rostro de Cristo no puede re-
ducirse a su imagen del Crucificado, pues ¡¡Él es
el Resucitado!!” (NMI 28) y la Iglesia, Sacramento
de la salvación que el mismo Jesucristo ofrece, debe asumir la radi-
calidad de su misión especialmente con su hijos que, habiéndose
alejado del amor del Padre, buscan el camino del retorno: Cristo el
Buen Pastor busca el encuentro con cada ser humano (cf Lc 4,18),
es compañero de viaje paciente, respeta los tiempos y ritmos del
corazón humano y no se cansa de animar a cada uno en el camino
de la salvación (cf. Juan Pablo II, Jubileo en las cárceles, año 2000,
no.2).

107
Pastoral Penitenciaria

Desde el ejercicio evangélico de las responsabilidades específicas


que dan sentido a nuestra vida diocesana orgánica, hagamos el es-
fuerzo de contribuir al establecimiento de procesos de redención,
crecimiento personal y comunitarios, fundados en la caridad.

2. Ofrecer una sólida evangelización integral a los in-


ternos y acompañarlos en su proceso de conversión,
encuentro y contemplación del rostro de Cristo, hasta
asumir su identidad de discípulos y misioneros en su
realidad.
Facilitarles su promoción, desarrollo humano y espiritual
en la caridad.
Interactuar orgánica e integralmente con las diversas
Vertientes y Comisiones para este servicio.

Programa 2.1

Qué Organización y promoción de programas es-


pecíficos de instrucción y formación religiosa
que permita a los internos de los Centros
penitenciarios un encuentro vivo con Jesu-
cristo a través de una adecuada catequesis,
la celebración frecuente de los sacramentos
y una motivación constante a la conversión y
renovación de vida.

Para qué Para contribuir a su adecuada formación cris-


tiana y reintegración a la sociedad, tanto a
lo largo de su estancia en la situación de re-
clusión como en su reintegración al ambiente
familiar.

108
Pastoral Penitenciaria

Quién(s) El Coordinador diocesano, los sacerdotes


encargados de los distintos centro peniten-
ciarios, el equipo eclesial diocesano y los
demás agentes de la pastoral penitenciaria.

Para quién(s) Para los agentes de pastoral penitenciaria y


los privados de su libertad en los 9 centros
penitenciarios de nuestra Diócesis.

Cómo Elaborando material específico para la for-


mación de los agentes de Pastoral Peniten-
ciaria que pueda ser aplicable a nuestro tra-
bajo pastoral.

Cuándo A lo largo de todo el año 2009, en distintas


reuniones a programar, a fin de ejecutarlo a
lo largo de los siguientes años.

Dónde En las Parroquias de nuestra Diócesis que


cuenten con Centros Penitenciarios.
En donde lo designe la Comisión diocesana.

Con qué Usando los criterios y líneas de la Sagrada Es-


critura, del Magisterio y otros documentos.
Con materiales específicos que son fruto de
los encuentros nacionales de Pastoral Peni-
tenciaria.

Indicadores Registrar nombres y direcciones del Equipo.


Calendarizar actividades.
Evaluar y registrar avances, dificultades y lo-
gros del proceso después de cada actividad.

Observaciones: La Comisión Diocesana dará


orientaciones específicas para mayor precisión.

109
110
Pastoral de la Salud
Objetivo Específico

Sensibilizar a los presbíteros, consagrados y laicos, desde el


encuentro y contemplación de Jesucristo Vivo, como sus
discípulos y misioneros, para la vivencia de la caridad, en orden
a la atención pastoral personalizada, a quienes sufren desarmonía
en el cuerpo o en el espíritu, y concienciar a todos los bautizados
sobre el sentido cristiano de la enfermedad y de la muerte.

111
Pastoral de la Salud
1. Para los creyentes en nuestra Diócesis es un gran in-
terrogante de vida cómo afrontar y atender la realidad
de muchos hermanos nuestros que sufren alguna en-
fermedad, o desarmonía en el aspecto físico, psíquico,
moral o espiritual, y cómo aceptar y vivir el sentido del
dolor y de la muerte.

1. La integración de una Comisión de pastoral de la


salud para la formación de agentes de la salud y la
organización para la atención a los enfermos, realidad
que demanda mucha atención por parte de los pres-
bíteros diáconos, religiosas (os), laicos y agentes ca-
pacitados.

1. “En su dimensión espiritual y trascendente, la


Pastoral de la salud se transforma en el anuncio de
la muerte y resurrección del Señor, única verdadera
salud” (DA 419). “Se debe, por tanto, alentar en
las iglesias particulares la pastoral de la Salud que
incluya distintos campos de atención” (DA 421).

1.Supuesto el establecimiento y determinación de la


identidad y misión de la Comisión diocesana de la pas-
toral de la salud, concienciar especialmente a los sacer-
dotes, a los ministros extraordinarios de la Comunión y
agentes de esta pastoral, para la atención a los enfer-
mos y a sus familiares, particularmente en los centros
hospitalarios.

Programa 1

Qué Diseñar la formación de los distintos agentes


y realizarla oportunamente, en orden a su
preparación espiritual y pastoral en la aten-
ción a los enfermos.
112
Pastoral de la Salud

Para qué Para que ofrezcan atención competente al


enfermo y éste pueda encontrar el rostro y
el amor de Cristo que, mediante su Iglesia,
atiende a quienes están necesitados de su
divina misericordia.
Quién(s) Los miembros de la Comisión integrada ecle-
sialmente por laicos y sacerdotes, junto con
demás presbíteros de la diócesis y los minis-
tros extraordinarios de la comunión, especí-
ficamente quienes cuentan con un centro de
salud en el territorio parroquial que tienen
encomendado.

Para quién(s) Para los enfermos internados en los hospi-


tales, clínicas, sanatorios particulares, cen-
tros de salud, etc. o los recluidos en sus
propios hogares.

Cómo 1. Organizando a los sacerdotes para que


ofrezcan su servicio pastoral, en días y horas
determinadas, para atender personalmente
a los pacientes que lo piden, confesarlos y
ungirlos.
2. Programando a los ministros extraordi-
narios de la Comunión, en las distintas par-
roquias para que apoyen ordinariamente
este servicio a los pacientes preparados para
ello.
3. Preparando y editando un folleto-manual
para la visita a los enfermos, distribución de
la comunión, momentos de oración, aten-
ción a los familiares.
4. Celebrando periódica y oportunamente la
Eucaristía en los hospitales

113
Pastoral de la Salud

Cuándo 1. A partir del mes de enero de 2008


2. A partir de septiembre de 2008
3. Iniciar de inmediato contacto con Pastoral
Profética, Litúrgica y pastoralistas para for-
mular el manual.
4. Programando cada año estos servicios

Dónde En las parroquias y hospitales

Con qué Con los recursos humanos y materiales de la


comisión apoyados de la pastoral social.

Indicadores Evaluación trimestral de las acciones

Qué
Programa 1.2

Qué Programar una serie de conferencias, artícu-


los de difusión y recursos pedagógicos opor-
tunos.

Para qué Para motivarlos a ofrecer una atención más


humana y cristiana a los pacientes y a sus
familiares.

Quién(s) Los Miembro de la Comisión que sea médico,


enfermera psicólogo/a, sacerdote o agente es-
pecializado, o el profesionista que se requiera
según el tema.

114
Pastoral de la Salud

Para quién(s) Para los médicos, enfermeras (os) y personal


administrativo de los hospitales más grandes
y, en caso oportunos, para los familiares de
los enfermos.

Cómo Ofreciendo conferencias por grupos y áreas,


haciendo llegar artículos de ilustración y re-
flexión.

Cuándo A partir del último trimestre de 2008

Dónde En los hospitales.

Con qué Con los con los recursos posibles con que
cuente la Comisión, los hospitales o la Pas-
toral Social.

Indicadores Evaluación trimestral

Programa 1.3

Qué Lanzar una campaña de salud espiritual, para


prever la Confesión y la Unción de los enfer-
mos antes de ingresar a un hospital, para una
intervención quirúrgica u otro padecimiento
que requiera hospitalización.

Para que todos adquiramos la conciencia


Para qué
responsable de estar preparados antes de
una intervención quirúrgica u hospitaliza-
ción.
115
Pastoral de la Salud

Quién(s) Los miembros de la Comisión integrada


eclesialmente por laicos, vida consagrada y
sacerdotes

Para quién(s) Para todos los agentes de pastoral y la comu-


nidad de las parroquias de nuestra diócesis
en general.

Cómo Creando un tríptico informativo, anunciando


en las celebraciones el día de la salud y pro-
moviendo en ellas la prevención de la aten-
ción sacramental oportuna para quienes van
a ser hospitalizados.
A través de reuniones semestrales de inter-
cambio y celebración de los ministros ex-
traordinarios de la comunión en el ministe-
rio de la salud, con los párrocos, Decanos
Vicarios Episcopales y con nuestro Obispo.

Cuándo Durante el mes de enero de cada año, o en


fecha cercana al día de la salud, febrero 11.

Dónde En las parroquias, Decanatos o Zonas en ge-


neral, y en la Catedral, la reunión diocesana.

Con qué Con circular oficial, folletos, carteles y recur-


sos de difusión.

Indicadores Evaluación trimestral.

116
Pastoral de la Salud

Programa 1.4

Qué Realizar y difundir una página en Internet.

Para qué Para que la comunidad conozca el servicio


de la pastoral de la salud, se forme en esta
área y tenga oportunidad de pedir, ofrecer y
recibir apoyo de parte de los agentes, en las
distintas situaciones de enfermedad.

Quién(s) Los miembros de la Comisión.

Para quién(s) Para la comunidad en general, de manera


especial a las familias con enfermos.

Cómo Buscando y actualizado constantemente los


elementos necesarios para la página internet.

Cuándo A partir del segundo semestre de 2008

Dónde En un portal de la página diocesana.

Con qué Recursos de la comisión.

Indicadores Evaluación y adaptación trimestral a partir


de septiembre de 2008

117
Pastoral de la Salud

2. Aunque hay personas que se han preocupado por


subsanar las necesidades de los familiares de los en-
fermos creando un albergue en dos hospitales, sin em-
bargo, subsiste la necesidad en los otros hospitales más
grandes, donde la gente duerme en el suelo y en car-
tones, sin siquiera una cobija.

2. La atención a los familiares, que sufren en su in-


terior a veces mucho más que los propios pacientes,
urge iniciativas que generen procesos de atención es-
piritual y material para ellos, también como expresión
de atención Cristo pobre y enfermo.

2. El ejercicio de la caridad pastoral, exige de los


fieles, religiosos y sacerdotes, tomar una con-
ciencia cada vez más profunda, de que una parte
fundamental del servicio es mirar el rostro de
Cristo vivo en el que sufre y en el necesitado,
y así aligerar la carga del sufrimiento en tantos hermanos y her-
manas que lo necesitan.

“Vengan benditos de mi Padre a tomar posesión del Reino… porque


tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de be-
ber, era forastero y me hospedaron, estaba desnudo y me vistieron,
estaba enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme” (Mt
25,34b-36),

2. Impulsar el trabajo de Comisión y agentes de Pasto-
ral de la Salud y organismos adecuados, para la creación
de albergues, dispensario médico diocesano y una efi-
caz relación con el banco de alimentos.

118
Pastoral de la Salud

Programa 2.1

Qué Apoyar a los albergues que ya se encuentran


funcionando y crear algunos, de acuerdo a
las prioridades, en donde no haya.

Para qué Para que las familias de los pacientes tengan


un lugar en donde poder hospedarse y un
espacio digno para tomar los alimentos.
Quién(s) La Comisión y las personas que ya están
apoyando en los alberques actuales y los que
se están promoviendo.

Para quién(s) Para los familiares de los enfermos interna-


dos en los hospitales.

Cómo Buscando apoyo con las instituciones o de-


pendencias oficiales, empresariales u organis-
mos no gubernamentales.

Cuándo A partir del segundo semestre de 2008

Dónde En el albergue del Centro Médico Adolfo


López Mateos.

Con qué Con el apoyo de los recursos conseguidos en


instituciones, los de pastoral social-caritas y
la economía diocesana.

Indicadores Evaluación trimestral

119
Pastoral de la Salud

Programa 2.2

Qué Organizar un dispensario médico y un banco


de alimentos

Para apoyar a las familias que carecen de re-


Para qué cursos y acuden a los albergues, ofreciéndoles
cobijo, alimentos y, en la medida de lo posible,
los medicamentos que requieren

Quién(s) La comunidad de fieles de las distintas parro-


quias mediante los agentes que presten servi-
cio en los distintos albergues

Para quién(s) Las familias de los enfermos que se hospeden


en los albergues y los pacientes que carecen
de recursos para los medicamentos.

Cómo Pidiendo apoyo a los párrocos para que mo-


tiven en sus comunidades solicitando despen-
sas y medicamentos que ya no usen y no hayan
caducado.
Clasificando y organizando los medicamen-
tos que se reciban, siempre con el apoyo y
supervisión de un médico.
Realizando un encuentro de oración y alaban-
za, con el fin de reunir fondos para el dispen-
sario médico diocesano.
Organizar un kilómetro de la caridad.

120
Pastoral de la Salud

Cuándo A partir del mes del segundo semestre de


2008
Idem.
Ultimo trimestre de 2008
Con motivo del día del enfermo, en fecha
oportuna.

Dónde En los lugares que la Comisión considere


oportunos
1. En el lugar que se realicen las reuniones
de pastoral y en las Parroquia, Decanatos y
Zonas, según acuerdo con la Comisión.
2. En las parroquias o en el centro de acopio
e en el dispensario médico en el centro de
Toluca.
3. En el estadio de Beisbol Toluca.
4. Según acuerdo con Vicarios, Decanos o
Párrocos

Con qué Con la ayuda de la comunidad y de la farmacias


o empresas que puedan aportar medicamento
y el apoyo de instituciones gubernamentales.
Con la colaboración de voluntarios, Médicos
o pasantes en servicio social.
Con los recursos humanos, pedagógicos y
materiales que se logren.
Con los recursos humanos capaces de pro-
mover.
En todo se prevé contar con la colaboración
de la diócesis y de la pastoral social

Indicadores 1. Ultimo trimestre de 20008


2. Idem.
3. Idem.
4. Evaluación a final de febrero de cada año

121
122
Pastoral Obrera
Objetivo Especifico
Promover y fortalecer, desde el encuentro personal y
contemplación de Jesucristo vivo, procesos evangelizadores
encarnados en el contexto de la vida y el mundo del obrero,
para buscar la solidaridad en el desarrollo integral personal,
familiar y comunitario, y la transformación laboral, hasta
lograr la comunión, como expresión el Reino de Dios.

123
Pastoral Obrera

1. El surgimiento e instalación de la industria ha origi-


nado los corredores industriales de Lerma-Toluca, Tian-
guistenco y Tenango del Valle, entre otros, provocando
un nuevo fenómeno social por el paso obligado de una
economía agrícola a una industrial, es decir; las per-
sonas abandonan el campo para vender su fuerza de
trabajo, contratándose por un salario y, en algunos casos, con una
ausencia notoria de la vida familiar por parte del padre. Muy pronto,
también de la madre de familia tuvo que dejar el hogar para incursar
en el mundo del trabajo. Esto ha manifestado la deficiencia de cono-
cimientos y estructuras adecuados sobre el derecho de asociación y
la formación integral del mundo obrero.

1. Involucrar a cada uno de los párrocos ubicados


en los diferentes corredores industriales de nuestra
Diócesis para tomar conciencia de la importancia que
le da el Magisterio actual de la Iglesia a la pastoral lab-
oral, proponer, juntos un programa de atención para
los obreros y obreras de nuestra Diócesis y, ofrecer así
a muchos laicos que quieran dedicarse a este trabajo
pastoral.

Fortalecer y capacitar al equipo eclesial diocesano de la Pastoral


laboral, según la propuesta de la Doctrina Social de la Iglesia he
incursionar, de manera misionera en la vida ordinaria laboral de las
fabricas para propiciar, el encuentro y contemplación con Jesuc-
risto vivo y aceptar, con alegría el llamado de Dios a la Santidad en
medio del trabajo. El desafío mayor es hacer llegar este mensaje de
salvación a las familias de los trabajadores.

1. En la creación, obra de las manos de Dios, “resp-


landece” el sentido del trabajo como participación
de su tarea creadora y como servicio a los hermanos
y hermanas. Jesús, el carpintero (cf. Mc 6, 3), dig-
nificó el trabajo y al trabajador y recuerda que el

124
Pastoral Obrera
trabajo no es un mero apéndice de la vida, sino que “constituye una
dimensión fundamental de la existencia del hombre en la tierra”,
por la cual el hombre y la mujer se realizan a sí mismos como seres
humanos. El trabajo garantiza la dignidad y la libertad del hombre,
es probablemente “la clave esencial de toda ‘la cuestión social”.

A pesar de la fatiga que muchas veces acompaña al trabajo, el cris-


tiano sabe que éste, unido a la oración, sirve no sólo al progreso
terreno, sino también a la santificación personal y a la construcción
del Reino de Dios. El desempleo, la injusta remuneración del trabajo
y el vivir sin querer trabajar son contrarios al designio de Dios. El
discípulo y el misionero, respondiendo a este designio, promueven
la dignidad del trabajador y del trabajo, el justo reconocimiento de
sus derechos y de sus deberes, y desarrollan la cultura del trabajo
y denuncian toda injusticia. La salvaguardia del domingo, como día
de descanso, de familia y culto al Señor, garantiza el equilibrio entre
trabajo y reposo. Corresponde a la comunidad crear estructuras que
ofrezcan un trabajo a las personas minusválidas según sus posibili-
dades. (DA 120-121)

1. Animar a los laicos de manera que se dispongan al


encuentro y contemplación con Jesucristo vivo y descu-
bran el llamado de Dios en la Iglesia, para que se em-
peñen en la animación cristiana del orden temporal (Cf.
Ch.l. 36). Irradiar el Evangelio de Jesucristo a los obre-
ros y a las familias de éstos(as).

2. Formar a los agentes y capacitarlos para responder adecuada-


mente ala promoción integral del trabajador, el respecto a su digni-
dad y la salva guarda de sus derechos y ofrecerles el evangelio y el
magisterio de l Iglesia como camino para su realización.

3. Continuar con el trabajo de jornadas de oración y reflexión.

125
Pastoral Obrera

Programa 1

Qué Promoción integración y dinamización de un


equipo eclesial bien establecido y formado
con los principios de la Doctrina Social de
la Iglesia, para atender, de manera compro-
metida y organizada a los obreros y Obreras
de nuestra Diócesis.
Para qué Para lograr la formación integral del obrero
evangelizar el mundo del trabajo y lograr
que el trabajador sea el evangelizador de los
demás obreros.
Quién(s) El Señor Obispo
La Pastoral Social
Los Párrocos ubicados en los corredores in-
dustriales de nuestra Diócesis
El equipo eclesial de la pastoral laboral

Para quién(s) Para los patronos y trabajadores de las di-


ferentes fábricas en nuestra Diócesis.

Cómo 1.- Capacitación de agentes


2.- Organizando experiencias evangelizado-
ras para obreros
3.- Elaborando temas selectos para la forma-
ción e información de Empresarios, lideres
sindicales y obreros
4.- Promoviendo una liturgia digna para la
santificación del trabajo
5.- Organizado un servicio solidario para los
desempleados
6.- Publicando un boletín informativo y
formativo para el mundo del trabajo.
126
Pastoral Obrera

7.- Catalogando las parroquias con población


obrera.

Cuándo Todo el año, procesando la información que


nos ofrezcan los párrocos ubicados en los
corredores industriales y traduciéndola en
acciones concretas; aprovechando particu-
larmente el día del trabajo (1 de mayo) y las
celebraciones del 12 de diciembre.

Dónde En las oficinas de la Pastoral Social, en el


Santuario de Nuestra Señora de San Juan de
los Lagos y donde los Párrocos involucrados
lo sugieran.

Con qué Con el Plan Diocesano de Pastoral, las encí-


clicas que tratan expresamente el tema del
trabajo y orientaciones de nuestro Obispo
Diocesano.

Indicadores Minutas de las diferentes reuniones y cursos


de capacitación.
Las aportaciones de los Párrocos involucrados
Materiales elaborados para la información y
la formación
Revisión y evaluación trimestral por cada ac-
ción

127
128
Pastoral Urbana y Sub-urbana

Objetivo Específico

Despertat en los agentes de pastoral, la conciencia de que


todos los retos pastorales que le mundo actual plantea a la
iglesia, preponderantemente urbanos, han de centarse en
el encuentro y contemplación de Jesucristo vivo y en la
formación como sus discípulos y misioneros para trabajar
en consecuencia.

129
Pastoral Urbana y Sub-urbana

1. En las ciudades de nuestra diócesis experimentamos


un crecimiento caótico y desordenado cuyas comple-
jas realidades han rebasado ya la respuesta pastoral
que hasta el presente hemos venido dando desde la
institución eclesial.

La ausencia de una Pastoral Urbana organizada en nuestro complejo


mundo de realidades diversas, dispares, dispersas, opuestas o enla-
zadas entre sí, es una realidad que se presenta desafiante a nuestra
Iglesia y tiene lugar en nuestros ámbitos urbanos, suburbanos y ru-
rales es una realidad que se presenta a nuestra Iglesia.

Como en todas partes, la Pastoral Urbana trasciende todo límites, de


las ciudades y de su periferia “Mundialmente se nota este fenómeno:
sociedades históricamente y de forma dominante con rasgos rurales
se transforman, la población rural y el mundo rural disminuye y por
doquier crece dramáticamente el mundo urbano”. (Primer Congreso
Internacional de Pastoral Urbana, agosto de 2007).

1. “Este crecimiento acelerado y sumamente caótico de


las grandes urbes representa un reto extraordinario a la
misión eclesial en ellas, debido al complejo conjunto de
transformaciones socioeconómicas, culturales y políti-
cas que se presencia en el mundo urbano” (Primer Con-
greso…).

“La urbe reclama una presencia eclesial en ella. Esto


implica repensar y reestructurar la conocida ‘pastoral típica’ centrada
en la parroquia y abrirse hacia una propuesta evangelizadora integral,
innovadora, encarnada y misionera desde y con los múltiples sujetos
que brotan en los ambientes urbanos” (Primer Congreso…).

Las nuevas culturas que afectan a las poblaciones, que gravitan en


torno a un núcleo urbano, donde se está forjando el futuro de la
humanidad”, es una realidad que exige una auténtica respuesta pas-
toral (Primer Congreso…).

130
Pastoral Urbana y Sub-urbana

1. La Pastoral Urbana no se inscribe en el elenco de


las pastorales específicas, más bien tiene que ver
con todas ellas, se entrelaza con ellas y les ofrece,
como su carisma propio, la visión urbana de toda
la pastoral eclesial. De hecho no hay pastoral espe-
cífica que no tenga que ver con la Pastoral Urbana; es más, las tres
vertientes y todas las pastorales específicas, hacen pastoral urbana,
acaso sin tener conciencia de ello.

La Pastoral Urbana está llamada a la transversalidad, es decir, a hacer


presencia consciente en toda pastoral, en las tres vertientes, pero
también, y este es un ámbito en el que tiene un enorme reto, en la
forma de entender la parroquia.

Hoy en día no hay ámbito o rincón del mundo que escape a la influencia
urbana. De ahí que “todos los retos pastorales que el mundo actual
le plantea a la Iglesia son determinantemente urbanos”.

Facilitar a nuestros fieles, entre otras cosas, la tramitación para re-


cibir sus sacramentos, una real simplificación administrativa, que
empiece por eliminar permisos innecesarios y engorrosos que, en
los hechos, convierten los trámites de nuestra burocracia parroquial
en un verdadero calvario para católicos que no tienen conciencia de
pertenencia a una parroquia, pero que tampoco les interesa tenerla.
Por lo demás, están en su derecho de celebrar sus sacramentos en
el templo que les guste. A nosotros, los agentes de la pastoral nos
toca ver la preparación presacramental correspondiente, adecuada.

No concretizarse a la parroquia territorial. Existen sectores como


los obreros, los artistas, los académicos, los chavos banda, los
grafiteros, los comerciantes informales, los clubes deportivos, y un
largo etcétera, que no tienen vínculos estructurados con la parro-
quia, que demandan una “Pastoral ambiental”.

Hay una verdadera necesidad de reestructurar la organización pasto-


ral en la urbe. La Pastoral Urbana no es otra pastoral, sino la matriz
de la proyección estratégica de una pastoral transformadora.
131
Pastoral Urbana y Sub-urbana

1, Integrar la Comisión Diocesana de Pastoral Urbana


para la planeación, organización, elaboración de conte-
nidos, realización, seguimiento, supervisión y evaluación
de la tarea evangelizadora de la Iglesia en y desde la
ciudad.

Programa 1

Qué Integrar eficaz y sólidamente, en el corto


plazo, la Comisión Diocesana de la Pastoral
Urbana.

Para qué Para que este equipo sea el que elabore los
contenidos doctrinales de la Pastoral Urba-
na y sus correspondientes líneas de acción
y programas en los que se ejecuten dichos
contenidos.
Para que sea el promotor de la conscientiza-
ción de la necesidad de la Pastoral Urbana en
todos los agentes de pastoral.

Quién(s) Los integrantes de la Comisión Diocesana,


junto con los Responsables de todas las
demás pastorales.

Para quién(s) Para los Responsables de las pastorales es-


pecíficas y vertientes, y para los agentes que
trabajan en todas ellas.

132
Pastoral Urbana y Sub-urbana

Cómo Elaborando los contenidos doctrinales que


sustenten la “visión urbana” de toda la pastoral
de la Iglesia.
Dando cauce a dichos contenidos a través de
acciones como cursos, talleres, conferencias,
retiros, subsidios y otros medios adecuados,
que los hagan llegar a todos los agentes de
pastoral.
Trabajando de forma muy cercana con los
Responsables de las vertientes y de las pas-
torales específicas y con sus equipos, de
manera alternada, simultánea y/o sucesiva, en
reuniones de estudio y reflexión según calen-
darios acordados entre todos.
Sometiendo los contenidos elaborados, a la
revisión y consiguiente aprobación de las au-
toridades diocesanas, y trabajando bajo su di-
rección.

Cuándo Cuando lo acuerde la Comisión.

Dónde Donde lo acuerde la Comisión.

Con qué Con la Sagrada Escritura.


Con los documentos del Magisterio de la Iglesia,
sobre todo el Documento de Aparecida.
Con los libros publicados en el país sobre Pasto-
ral Urbana, y otros textos adecuados, como las
memorias del Primer Congreso Internacional.
Con los apuntes de la Maestría en Pastoral Ur-
bana que sirvan de base para estructurar cur-
sos, talleres, subsidios y otros modos de con-
cientización de los agentes.
Con los equipos de cómputo y el material con
que cuenta la Pastoral Urbana o que la Comisión
misma vaya adquiriendo.
133
Pastoral Urbana y Sub-urbana

Con el lugar y el mobiliario del lugar de


reuniones.

Indicadores Agenda del día de la reunión, previamente


elaborada.
Actas de acuerdos de las reuniones.
Evaluaciones de las acciones según calen-
dario acordado.
Aprobación de los contenidos por la autori-
dad diocesana.

134
SIGLAS DE DOCUMENTOS UTILIZADOS
EN EL PROYECTO DEL PLAN DIOCESANO
DE PASTORAL

EN “Evangelii Nuntiandi” (Diciembre 8, 1975). Exhortación


post-sinodal.

GS “Gaudium et spes” Sobre la Iglesia en el mundo actual.


Constitución pastoral. Concilio Vaticano II.

CT Catechesi Tradendae (Octubre 1979), Juan Pablo II,


Exhortación Apostólica.

EIA “Ecclesia in America” (22 de enero 1999). Exhortación


Apostólica.

EV Evangelium vitae (25 de Marzo de 1995) Juan Pablo II,


Encíclica.

FR “Fides et ratio”, (14 de Septiembre de 1998), Juan Pablo


II, Encíclica.

NMI “ Novo millennio ineunte”, (6 de Enero 2001) Juan Pablo


II, Carta Apostólica.

DCE “Deus caritas est” (Febrero 2006), Benedicto XVI, Encí-


clica.

MND “Mane nobiscum domine” ( 7 Octubre 2004) Juan Pablo


II, Carta Apostólica.

PDV “Pastores Dabo Vobis”, (25 de Marzo 1992), Juan Pablo


II, Exhortación apostólica.

CIC Código de Derecho Canónico.

135
SD “Santo Domingo”.

DD “Dies Domini” (31 de mayo de 1998), Juan Pablo II, Carta


Apostólica.

SC “Sacrosanctum Concilium”, Constitución sobre la Sagrada


Liturgia, Vaticano II.

DPPL “Directorio sobre la piedad popular y la liturgia”, (2002),


“Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacra-
mentos.

SDP Sínodo Pastoral Diocesano.

PG Pastores Gregis

Chal “Christifideles Laici” (30 de diciembre de 1988), Juan


Pablo II, Exhortación Apostólica.

UUS “Ut Unum Sint”, (25 de mayo de 1995), Juan Pablo II,
Encíclica.

DNPS Directorio Nacional de Pastoral Social

136
Nexos

Texto literal de Pastoral de la Movilidad Humana

2. MARCO DOCTRINAL Y PASTORAL


2.1. Fundamentación Bíblica
a) Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamanto los emigrantes constituyen, junto con los
huérfanos y las viudas, la trilogía típica del mundo de los margina-
dos en Israel. Israel conoce en su propia carne la experiencia de la
emigración: “Conocen la suerte del emigrante, porque emigrantes
fueron ustedes en Egipto”: (Ex. 23,9). En sus normas de conducta,
Israel tiene la prohibición de oprimir, explotar, atropellar, defraudar
el derecho del emigrante: “No vejarás al emigrante” (Ex. 23,9); “No
lo oprimirán” (Lev. 19,34); “No lo explotarán” (Dt. 23,16); “No de-
fraudarás el derecho del emigrante” (Dt. 24,17); “Maldito quien
defrauda de sus derechos al emigrante” (Dt. 27,19). El sentido re-
ligioso pide actitudes ante el emigrante con terminología negativa;
va más allá de lo prohibido para crear actitudes positivas: actitud de
amor para expresar la relación del hombre y su prójimo: “Amarán al
emigrante, porque emigrantes fueron en Egipto” (Dt. 10,19); “Lo
amarás como a ti mismo” (Lev. 19,34). La eficacia en el amor se tra-
duce en el compartir: “Cuando siegues la mies de tu campo y olvides
en el suelo una gavilla, no vuelvas a recogerla; déjasela al emigrante,
al huérfano y a la viuda” (Dt. 24,17); en el reparto de los diezmos, a
fin de que el emigrante, el huérfano y la viuda coman hasta hartarse
(cfr Dt. 26,12); incluso en el derecho de propiedad: “Ésta es la tierra
que se repartirán a suerte, como propiedad hereditaria, incluyendo a
los emigrantes que residen entre ustedes...” (Ez. 47,21-22).

Dios pide para el extranjero un trato digno y de especial con-


sideración.

b) Nuevo Testamento
Jesús, el Señor, eleva al extranjero a signo de la acogida de su Reino:
“Fui extranjero y me acogieron” (Mt. 25,35). El Hijo de Dios encar-
nado se identifica “con los más pequeños”. Una de las caracterís-
ticas esenciales del Reino que trae y predica Jesús es el univer-
salismo. Lo anuncia para todos sin exclusiones y, especialmente en

137
las curaciones, se muestra compasivo con los paganos y extranjeros:
la mujer sirofenicia (Mc. 7,24-30), el centurión (Mt. 8. 5-10), los
samaritanos (passim). Su misión es universal y supera las fronteras
de Israel. “Ya no hay judío ni griego, ni hombre ni mujer, ni esclavo
ni libre porque todos ustedes son uno en Cristo” (Gal. 3,28).

Desde Pentecostés, la acción del Espíritu Santo abre incesantemente


a la Iglesia a lo diferente y hace de ella una nueva creación. La aten-
ción especial a las personas que viven desplazadas o tienen distinta
lengua o cultura, ha sido siempre objeto de especial preocupación
para la Iglesia.

El Papa de la Rerum Novarum León XIII insiste en la necesidad de una


asistencia específica a los migrantes; solicita y aprueba toda iniciativa
apta para aliviar sus sufrimientos morales y materiales. Bajo su pon-
tificado se inician sistemáticamente las intervenciones asistenciales de
la Iglesia. En su carta “Quam aerumnosa” (10.12.1888) abre camino
a la constitución de numerosas parroquias nacionales, sociedades y
patronatos en favor de los migrantes.

-San Pío X
Es el organizador de las obras católicas para los emigrantes en Eu-
ropa, Oriente y América. Establece la creación de una “Oficina para
la asistencia espiritual de los católicos emigrantes y para la aten-
ción de todos los migrantes”. Se propone interesar a las diócesis de
origen de los migrantes, en este proyecto, a fin de involucrarlas y
responsabilizarlas.

- Benedicto XV y Pío XI
Las causas religiosas, políticas o raciales orillaron a grandes pobla-
ciones hacia el exilio. Hacen llamamientos a las iglesias locales como
responsables de la acogida de dichas poblaciones

- Pío XII
Pío XII, ante las deportaciones masivas, exilios y destierros, plantea
la emigración desde la perspectiva de los derechos permanentes y
universales; entre ellos se cuenta el “radical derecho de todos los
hombres a usar de los bienes de la tierra” lo que implica el respeto
al derecho de todo hombre a un espacio vital, y a la salvaguarda de
la “libertad natural de emigrar”.

138
En la Constitución Apostólica “Exul Familia”, provee más conveniente-
mente a las necesidades Pastorales de los emigrantes e inmigrantes en
cualquier condición. Importante es asimismo el criterio de ofrecer a los
extranjeros la misma atención Pastoral que gozan los fieles en general.
Para ello se instituyen parroquias personales o bien misiones con
facultades parroquiales.

Considera preceptivo para los obispos dotar de sacerdotes de la mis-


ma lengua este ámbito, y reconoce el derecho natural a emigrar.

- Juan XXIII
Juan XXIII, pone de relieve los derechos concernientes a la emi-
gración, a la vez que solicita iniciativas a nivel internacional “para
encaminar hacia una más rápida solución este gravísimo problema”:
insiste en la libertad de emigración e inmigración en los territorios
donde hay espacio y posibilidad de trabajo, en la reagrupación de
los núcleos familiares, la adecuada asistencia a toda forma de emi-
gración tanto interna como internacional y la libre circulación de
mano de obra.

Pacem in Terris: los pueblos deben “establecer relaciones de mutua


colaboración, facilitando entre ellos la circulación de capitales, de
bienes y de hombres” “Creemos oportuno observar que, siempre
que sea posible, parece que deba ser el capital quien busque el tra-
bajo, y no viceversa. De este modo se ofrecen a muchas personas
posibilidades concretas de crearse un futuro mejor, sin verse obliga-
dos a trasladarse del propio ambiente a otro; lo que es casi imposi-
ble que se realice sin desarraigos dolorosos y sin difíciles períodos
de reajuste humano y de integración social” “el migrante debe hacer
el esfuerzo de superar la tentación del aislamiento, que le impediría
reconocer los valores existenciales propios del lugar que le acoge.
Debe aceptar del nuevo país sus características particulares, em-
peñándose además en contribuir con sus propias condiciones y con
el propio estilo de vida al desarrollo de la vida de todos” Desde el
punto de vista eclesial, presenta la asistencia específica a los emi-
grantes como una fase transitoria en vistas a “la integración en la
comunidad parroquial del que llega de nuevo”.

Juan XXIII llama la atención sobre la necesidad de la reagrupación


familiar y la integración del inmigrante.

139
- Concilio Vaticano II
Gadium et Spes insiste en la necesidad de darnos cuenta del influjo
de la emigración en la vida del individuo, hasta cambiar su modo de
vivir. Se debe afirmar el derecho a emigrar, a ver respetada la digni-
dad e igualdad del hombre, evitando la desigualdad en el desarrollo
económico-social; y se debe reconocer a la autoridad civil un cierto
derecho a regular el flujo migratorio. Cada uno debe sentir la obli-
gación de hacerse próximo, cercano al migrante y este a de respetar
el derecho a la cultura de cada pueblo.

En el número 18 del Decreto Christus Dominus afirma: “Téngase


un particular interés por aquellos fieles que, por motivo de sus con-
diciones de vida, no pueden gozar del ministerio ordinario de los
párrocos o están privados de cualquier asistencia: son muchos los
emigrantes, los exiliados, los prófugos, los hombres del mar, los em-
pleados en los transportes aéreos”. “Las Conferencias Episcopales
-añade y precisa-, particularmente las nacionales, dediquen especial
atención a los problemas más urgentes que afectan a dichas cate-
gorías de personas, y con oportunos medios y directrices, uniendo
propósitos y esfuerzos, provean adecuadamente a su asistencia re-
ligiosa, teniendo presentes en primer lugar las disposiciones dadas
o que se den por parte de la Santa Sede y adaptándolas convenien-
temente a las diversas situaciones de los tiempos, de los lugares y
de las personas”.

El Concilio Vaticano II insiste en la obligación de acoger al emigrante.

- Pablo VI
Pablo VI, nos dice que la Pastoral auténtica no se contenta con el
aspecto espiritual, sino que apunta hacia la promoción integral del
hombre migrante y a la tutela de sus derechos humanos espirituales
y materiales. El Papa instituyó la “Comisión Pontificia para la Pas-
toral de las Migraciones”, a la que confió la misión de coordinar el
cuidado Pastoral en bien de “aquellos fieles que, por motivo de sus
condiciones de vida, no pueden gozar suficientemente del cuidado
Pastoral de los párrocos o están privados totalmente del mismo,
como son muchísimos emigrantes, exiliados...”.

Criterios ofrecidos por Pablo VI: A la movilidad del mundo contem-


poráneo, debe corresponder la movilidad de la Iglesia, que hace una

140
llamada urgente a las Iglesias locales a redescubrir su condición de Pue-
blo de Dios que supera todo particularismo de raza y nacionalidad, de
manera que nadie puede, en él, aparecer extranjero. La emigración
es parte integrante de las mismas y no una Iglesia paralela, conver-
tida en cuerpo extraño o conflictivo. Se convierte de misionero para
los emigrados en misionero de la Iglesia local, a la que estimula a
abrirse al pluralismo.

El misionero para los emigrados se convierte en misionero de la Iglesia


local, estimulándola al pluralismo.

- Juan Pablo II
Uno de los principios subrayados con más fuerza por el Papa es el
del valor central de la persona humana “cuya dignidad no puede ser
instrumentalizada con fines políticos o económicos” (RH,14) y cuyos
derechos fundamentales deben ser defendidos y sostenidos; el Papa
insiste en la salvaguarda de la identidad del migrante y de su propia
cultura. Previene, asimismo, en repetidas ocasiones contra todo trato
de hostilidad a los extranjeros; califica la emigración de “ruptura dolo-
rosa”; reafirma con fuerza los derechos de los emigrantes, insistiendo
en sus deberes, particularmente en orden a la convivencia y a la inser-
ción en el país de acogida; hace una llamada a los distintos responsa-
bles, de modo especial a las autoridades del país de origen para que
posibiliten una vida digna: “Apenas - dice el Papa- hay una señal más
eficaz para medir la verdadera estatura democrática de una nación
moderna que ver su comportamiento con los inmigrados”.

Juan Pablo II califica a la emigración de “ruptura dolorosa”.


El Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes en
el documento “Los Refugiados, un Desafío a la Solidaridad”, reconoce
en los refugiados el derecho a las condiciones necesarias “para llevar
una existencia plenamente humana” (nº 12); reafirma el principio de la
repatriación voluntaria (nº 14); exige que, en los campamentos de re-
fugiados, se garantice a éstos una vida digna y que aquéllos sean “una
solución de urgencia y, por lo tanto, provisional” (nº 15); pide para
los que son “víctimas de conflictos armados, de políticas económicas
erróneas o de calamidades naturales” que sean reconocidos como
“refugiados de hecho” y precisa que “los que huyen de condiciones
económicas que ponen en peligro su vida e integridad física, deben
ser tratados de una manera distinta a la que se emplea con aquéllos
que emigran simplemente para mejorar su propia situación” (nº 4).
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Principios y criterios
a) Dignidad de la persona humana
El ser humano, por su dignidad de persona, es un valor en y por sí
mismo, y debe ser estimado y tratado como tal, por lo que no se le
puede utilizar ni tratar como un objeto. La dignidad de la persona
fundamenta la igualdad de los hombres entre sí, la solidaridad y el
derecho a la participación.

El Concilio Vaticano II subraya el respeto a la persona humana y pide


que se “considere al prójimo, sin exceptuar a nadie, como “otro yo”,
cuidando en primer lugar de su vida y de los medios necesarios para
vivirla dignamente” (Gs. n. 27).

b) El derecho y el deber del trabajo y el derecho de emigrar


El emigrante tiene, como todo ser humano, el derecho al trabajo y el
deber de trabajar; éstos nacen, en primer lugar, de la condición que
Dios dio al primer hombre y a la primera mujer, con el mandato de
cuidar la tierra y de servirse de ella para continuar su acción creadora,
(cfr Gn. 1,28-30); este deber, que ha de ejercerse en el ámbito
de la propia nación y cultura, genera, eventualmente, el derecho a
emigrar cuando es imposible su ejercicio en el propio país, o cuando
se desea mejorar la situación personal, familiar o del propio pue-
blo, teniendo en cuenta el bien común, particular y universal. A este
derecho y deber corresponden el derecho y deber de acogida por
parte de aquéllos -personas, naciones o pueblos- que razonable-
mente pueden hacer una adecuada oferta (cfr Mt. 25,35).

Al derecho a emigrar corresponde el derecho a ser acogido por las


personas y pueblos que les dan trabajo. El derecho a emigrar pre-
supone el derecho a no tener que emigrar.

La persona del migrante o desplazado, como toda persona humana,


tiene una relación esencial con su familia. Ello obliga a los países
de acogida a crear las condiciones necesarias para que el migrante
pueda, cuanto antes, llamar a los suyos y vivir con ellos en condi-
ciones similares -en los ordenes jurídico, laboral, social, cultural y
político- a las de las familias de la población asentada o estable, en
el lugar al que se emigra.

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