La FAO (organismo de la ONU para la agricultura y la alimentación)
concluyó en un estudió que con 30.000 millones anuales se acabaría el
hambre en el mundo. De acuerdo a esta cifra se puede deducir que con los 17 trillones que los países ricos (EE.UU, UE, Inglaterra, suiza) le dieron a los bancos privados en la crisis del 2009, se hubiese calmado el hambre del mundo durante 600 años. No se puede más que sufrir una inmensa decepción de parte de los que dirigen el mundo. Frente a esta obscena y repugnante realidad se pueden tomar 2 posturas: La demagogia o el realismo. Si se plantea que en el mundo hay más demanda de pan que de cirugías estéticas, o que se haga un referéndum preguntándole a la gente que salvaría si los bancos o a la población hambrienta, entonces se nos acusara de demagogos. Si por el contrario acepto que es más beneficioso y urgente salvar de la ruina una institución financiera o de seguros que alimentar hambrientos entonces somos realistas.