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“Nadie vive más esclavizado que el hombre llamado civilizado: al nacer le cosen
una envoltura, cuando muere, se le clava en un ataúd y mientras tiene figura
humana, le encadenan nuestras instituciones”.
(Emilio, 1762).
Este ensayo tiene como propósito destacar algunas de las principales tesis
sostenidas por el filósofo Jean Jacques Rousseau sobre la educación y
contrastarlas con algunas ideas sacadas de los textos De: SHOPENHAUER
COMO EDUCADOR, SENTIDO SIN SENTIDO, LA ARTESANIA DEL TRABAJO
INTELECTUAL Y SOBRE LA LECTURA.
Así pues, Rousseau considera que “La educación impuesta por las instituciones y
basada en tradiciones y costumbres, no se debe aplicar ya que la verdadera
educación es la educación natural, la única que respeta y promueve el desarrollo
de los fenómenos instintivos en el niño y no los reprime como la educación mal
entendida”.1Como resultado de lo anterior, tenemos una objeción a la forma en la
cual se ensena, un ataque que va más allá del actuar como parte del rebaño y
que cuestiona el proceso de formación impuesta por las instituciones que, en su
parecer, es erróneo.
Por otra parte, podemos contemplar que Schopenhauer nos dice: “Tus
educadores, no pueden ser otra cosa que tus liberadores” 2.Según este autor una
educación igual para todos, sin atender las individualidades de cada quien, nos
volvería “productos fabricados en serie” indiferentes y faltos de criterio.
Así, nos invita a seguir nuestra propia conciencia, desarrollar nuestros propios
pensamiento e ideas.
Considero necesario generar desde las instituciones unas bases para que el
alumno tenga un interés y una disciplina constante por indagar, por nunca hay que
quedarse con lo que el maestro nos diga o imponga, debemos considerar que de
un modo u otro, la universidad es el inicio de nuestra formación profesional y es
proceso que cada cual vive a su modo, en el cual habrán muchos aprendizajes
siempre y cuando nos cuestionemos, indaguemos, no nos quedemos con un solo
punto de vista y vayamos más allá. Seguramente, en la aplicación este proceso no
será fácil debido a que es un proceso lento que implica el empleo paciente y
amoroso, pero el producto final será una enseñanza, creación, o lección propia.
Es decir, que para llevar a cabo estos procesos (leer, escribir y argumentar) se
requiere de un proceso sin afán, de un proceso que tengan una chispa de interés,
que este contagiado de ganas de conocimiento y que contenga en abundantes
cantidades paciencia.
por su parte Zuleta nos explica que: “Cuando se aborda un texto cualquiera que
este sea, el texto emitirá su propio código es decir un término al cual el receptor y
emisor asignan un mismo sentido”4, lo cual nos lleva de nuevo hacia la misma
dirección procesos pacientes, sin afanes, sin imposición, motivación por aprender,
por conocer, por adquirir, por captar. De otro modo, seguramente no podremos
entender la información que estamos recibiendo y es ahí en donde se da el error
de entendimiento o mala interpretación.
Para mí, las instituciones deberían tender a enseñarnos a aprender. Si bien cada
carrera, profesión u oficio tienen unas bases y conocimientos de fondo, el
veredero reto está en generar un hábito, una disciplina, un proceso en el que el
aprender se nos vuelva una forma de vida. Deberíamos generar un interés
constante en la que podamos transformar cada oportunidad para ser mejores,
para aportar y para construir. Más que información deberían las instituciones
enfocarse en generar en sus alumnos la pasión por aprender y conocer.
Deberíamos propender por una educación que nos ayude a desarrollar nuestra
curiosidad natural para que siempre sigamos aprendiendo y mantengamos este
interés por cultivarnos durante el transcurso de nuestra vida.
Bibliografía: