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El sacrificio perfecto

Hebreos 7 26 Él es la clase de sumo sacerdote que necesitamos, porque es santo y no tiene


culpa ni mancha de pecado. Él ha sido apartado de los pecadores y se le ha dado el lugar de más
alto honor en el cielo. 27 A diferencia de los demás sumos sacerdotes, no tiene necesidad de ofrecer
sacrificios cada día. Ellos los ofrecían primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo.
Sin embargo, Jesús lo hizo una vez y para siempre cuando se ofreció a sí mismo como sacrificio
por los pecados del pueblo. 28 La ley nombra a sumos sacerdotes que están limitados por
debilidades humanas; pero después de que la ley fue entregada, Dios nombró a su Hijo mediante
un juramento y su Hijo ha sido hecho el perfecto Sumo Sacerdote para siempre.

El día de hoy va a comenzar una nueva serie de predicaciones cuyos temas principales
tienen que ver con la muerte y la resurrección de Jesucristo precisamente porque estamos a unos
cuantos días celebrar la llamada Semana Santa. Los que van a la escuela y los que trabajan están
contentos porque viene un break y por fin van a poder descansar unos días.

Pero siempre es bueno recordar lo que motiva esta celebración de Semana Santa, se le
llama así porque se considera que desde que Jesús entró a Jerusalén (domingo de ramos) hasta su
muerte y resurrección pasaron 7 días. Jesucristo iba en camino a ser el cordero de la Pascua que se
sacrificaría por amor a nosotros.

Pero el plan de salvación no comenzó el domingo de ramos, ni mucho menos cuando


Jesucristo nació, era algo que Dios ya tenía planeado desde la eternidad. Y que terrenalmente dio
inicio desde el momento en que el hombre pecó. Cuando Adán y Eva pecaron, se escondieron de
Dios. Dios fue a buscarlos, sacrifico unos animales y los cubrió. Desde ese momento comienza
una serie de eventos para enseñar al hombre que el pecado, desobedecer a Dios trae grandes
consecuencias, de hecho, el pecado introdujo la muerte en el ser humano, pero también introdujo
la muerte en la creación. A consecuencia del pecado, Dios demandó al hombre sacrificios de
animales para pasar por alto su pecado. Dios quería enseñar al hombre una serie de verdades a
través de estos sacrificios. Para entender lo que significó que Jesús fuera nuestro cordero pascual,
debemos ir al comienzo, y es en libro de Levítico donde podemos encontrar dicho significado.

Levítico 1 El Señor llamó a Moisés desde el tabernáculo y le dijo: 2 «Da las siguientes
instrucciones al pueblo de Israel: cuando presentes un animal como ofrenda al Señor, lo puedes
tomar de la manada del ganado o del rebaño de ovejas y cabras.
3 »Si el animal que ofreces como ofrenda quemada es de la manada, debe ser un macho

que no tenga ningún defecto. Llévalo a la entrada del tabernáculo para que seas aceptado por
el Señor. 4 Coloca la mano sobre la cabeza del animal, y el Señor aceptará la muerte del animal
en tu lugar a fin de purificarte y hacerte justo ante él. 5 Luego matarás al becerro en la presencia
del Señor, y los hijos de Aarón, los sacerdotes, ofrecerán la sangre del animal al salpicarla por
todos los lados del altar que está a la entrada del tabernáculo. 6 Después se le quitará la piel al
animal y se cortará en pedazos. 7 Los hijos del sacerdote Aarón encenderán un fuego de leña sobre
el altar, 8 y acomodarán los pedazos de la ofrenda, junto con la cabeza y la grasa, sobre la leña
que arde en el altar. 9 Sin embargo, las vísceras y las patas deben lavarse primero con agua.
Después el sacerdote quemará el sacrificio completo sobre el altar como ofrenda quemada. Es
una ofrenda especial, un aroma agradable al Señor.
10 »Si el animal que ofreces como ofrenda quemada es del rebaño, podrá ser una oveja o
una cabra, pero deberá ser un macho sin defecto. 11 Matarás al animal en el lado norte del altar
en la presencia del Señor, y los hijos de Aarón, los sacerdotes, salpicarán su sangre por todos los
lados del altar. 12 Luego cortarás al animal en pedazos, y los sacerdotes acomodarán los pedazos
de la ofrenda, junto con la cabeza y la grasa, sobre la leña que arde en el altar. 13 Sin embargo,
las vísceras y las patas deben lavarse primero con agua. Después el sacerdote quemará el
sacrificio completo sobre el altar como ofrenda quemada. Es una ofrenda especial, un aroma
agradable para el Señor.
14 »Si ofreces un ave como ofrenda quemada al Señor, elegirás una tórtola o un pichón de

paloma. 15 El sacerdote llevará el ave al altar, le arrancará la cabeza y la quemará sobre el altar;
pero primero deberá escurrir la sangre y dejarla correr sobre un costado del altar. 16 El sacerdote
también debe quitarle el buche y las plumas, y echarlos en las cenizas al lado oriental del
altar. 17 Luego, sujetando el ave por las alas, el sacerdote la abrirá, pero sin despedazarla.
Después la quemará como ofrenda quemada sobre la leña que arde en el altar. Es una ofrenda
especial, un aroma agradable al Señor.

Muchas personas se brincan Levítico porque los aburre, otros consideran que es demasiado
sangriento porque se habla de sacrificios, pero cuando lo leemos con cuidado, nos daremos cuenta
de que es un libro con mucho significado para el creyente.

El tema principal del Levítico es: Dios demanda santidad porque Él es santo, y la única
manera de acercarse a un Dios santo es siendo libres de pecado, es decir, siento santos también.

Entonces este es un libro que nos habla de la necesidad que tenemos por ser santos para
acercarnos a Dios, es un libro hermoso, que nos muestra la distancia que hay entre Dios y nosotros,
que es mucha, debido al pecado, pero que esa distancia tan enorme puede ser reducida a nada a
través de un sacrificio.

Dios es justo, y sabiendo que el ser humano es totalmente incapaz de no pecar, proveyó
una forma de (lavar, borrar, enmendar, pagar) el pecado a través de los sacrificios que no hacían
otra cosa que apuntar hacia la necesidad de un nuevo y mejor sacrificio que no tuviera que estarse
presentando una y otra vez para el perdón de pecados.

Así que el sistema antiguo era solo una sombra de algo que estaba mucho mejor y que
venía en camino. El día de hoy, veremos tres significados que se encuentran en el contenido de los
sacrificios, en otras palabras, veremos qué es lo que Dios quería enseñarnos con esa clase de
sacrificios y que aprendiéramos nosotros de ellos.

Levítico 1 4 Coloca la mano sobre la cabeza del animal, y el Señor aceptará la muerte del
animal en tu lugar a fin de purificarte y hacerte justo ante él… SUSTITUCIÓN

El pecado es horrible, es aterrador, es sucio, es corrupto, es salvaje, es discriminatorio, es


orgulloso, es destructivo. El ser humano, no ha hecho otra cosa desde la Creación que tener una
actitud abierta y certera de rebeldía contra su Creador.
Todos a una pecamos contra Dios, es más, aun siendo cristianos seguimos batallando con
hacer un dios de nosotros mismos, queremos vivir la vida como si Dios no existiera, lastimamos a
quienes decimos que amamos, le hablamos mal a nuestra esposa, golpeamos a nuestros hijos,
damos mordidas, somos chismosos, únicamente nos interesa lo que es bueno para mí, por eso es
que muchos de nosotros seguimos a Dios (por lo que nos pueda dar)

No hay quien no peque, no hay ni siquiera uno que cumpla con toda la ley de Dios, aun el
pecado más pequeño es suficiente para separarnos de Dios. Nuestro pecado merece la muerte,
hemos destruido la creación de Dios. Pero Dios, que es rico en misericordia, proveyó un medio
para sustituir nuestra muerte por la de alguien más, y de esta manera, atribuir el castigo que
merecemos por nuestro pecado a algún otro.

Este era uno de los significados del sacrificio, en todas las ofrendas, ya sea por el pecado,
por la culpa, por la paz, por el perdón, en todas ellas en las que involucrara una clase de ganado,
el que la ofrecía debía de poner la mano sobre la cabeza del animal, de esta manera ejemplificaba,
que se estaba descargando sobre el animal, le estaba traspasando sus pecados y es por ello que el
animal debería morir. Aún aquí vemos algo de la gracia de Dios, mientras que otros dioses
reclamaban sacrificios humanos, de vírgenes, de bebes, de esclavos, etc… Dios les dio a los
israelitas la orden de matar únicamente animales.

Pero aun así esto no podía continuar perpetuamente, pues cada pecado, cada transgresión
de la ley demandaba un sacrificio, además de las ofrendas voluntarias. Imaginen que aún
tuviéramos este sistema de sacrificios, si de por si somos pobres, no podríamos pagar el precio de
tanto sacrificio, algo que nos lleva a recordar que el pecado es algo muy costoso y que esta fuera
de nuestras posibilidades hacer algo por nosotros mismos, es por ello que Dios se proveyó de un
sacrificio perfecto en el cual descargara toda su ira y pagara el castigo que nosotros merecíamos.
4 Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero
nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado. 5 Él fue traspasado por nuestras
rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz,
y gracias a sus heridas fuimos sanados.

Al poner nuestra fe, no nuestras manos, al poner nuestra fe en el sacrificio perfecto de


Cristo, le estamos diciendo a Dios, no me aceptes a mí porque soy un pecador, pero acepta el
sacrificio de tu único Hijo por mí, el cargó con el castigo que merecían mis pecados.

Saber este principio nos debe recordar le precio del pecado, lo horrible que es, hasta el
punto de hacer morir a alguien más por mi culpa. Y nos debe motivar a vivir en santidad porque
Dios es santo

Levítico 4 20 Mediante este proceso, el sacerdote purificará a los israelitas y los hará justos
ante el Señor, y serán perdonados. PERDÓN

Cuando un israelita ofrecía un sacrificio por su pecado, Dios perdonaba, olvidaba, enviaba
lejos el pecado. No era por el sacrificio del animal en sí, Pablo nos va a decir en Romanos que
Dios pasaba por alto los pecados porque estaba viendo lo que Cristo haría en el futuro. Por eso
Dios podía perdonar a los israelitas y pasar por alto sus pecados, olvidarlos, obviarlos.

Cuando se ofrecía un sacrificio anual por el perdón de pecados también se enviaba un


animal al desierto. En levítico 16, (el chivo expiatorio)
20 »Cuando Aarón haya terminado de purificar el Lugar Santísimo, el tabernáculo y el
altar, presentará el chivo vivo. 21 Pondrá ambas manos encima de la cabeza del chivo y confesará
sobre él toda la perversidad, la rebelión y los pecados del pueblo de Israel. De esta forma,
traspasará los pecados del pueblo a la cabeza del chivo. Después un hombre, especialmente
seleccionado para la tarea, llevará el chivo al desierto. 22 Al irse el chivo al desierto, llevará todos
los pecados del pueblo sobre sí mismo a una tierra desolada.

Dios enterraba cualquier recuerdo del pecado en lo más profundo del desierto. No es esto
grandioso, nuestro pecado merece la muerte. Pero Dios proveyó un medio en el cual alguien más
muriera en nuestro lugar y de esta manera fuéramos perdonados por nuestra maldad.

Miqueas 7 18 ¿Dónde hay otro Dios como tú, que perdona la culpa del remanente y pasa
por alto los pecados de su preciado pueblo? No seguirás enojado con tu pueblo para siempre,
porque tú te deleitas en mostrar tu amor inagotable. 19 Volverás a tener compasión de nosotros.
¡Aplastarás nuestros pecados bajo tus pies y los arrojarás a las profundidades del océano!

Esto es lo importante, Dios esta dispuesto a perdonarte si aceptas el sacrificio que Cristo
hizo en sustitución por ti. El hombre merece toda la ira de Dios porque ha destruido su creación.
Piensa en esto: algunos no logran entender como es que un Dios amoroso pueda sentir furia, enojo,
ira, tienes que entender que si Dios no sintiera “ira” entonces tampoco podría sentir amor. Ejemplo:
piensa en tu esposa o en alguien a quien ames de verdad, si alguien hablara mal de tu esposa o le
hiciera algún daño ¿no te molestarías? Por supuesto que te enojarías, sentirías ira contra aquella
persona que esta haciéndole daño al objeto de tu amor. Si fueras indiferente a la maldad, si no te
importara, entonces con toda seguridad no hay amor en ti por aquella persona. Por eso los padres
se enojan con los hijos también.

Dios no es indiferente a la autodestrucción que estamos cometiendo, somos objetos de su


amor, y su ira manifiesta el dolor que siente por la maldad que destruye nuestras vidas. Dios está
dispuesto a perdonar, en serio, su deseo es que todos se salven, pero el ser humano debe tomar una
decisión.

Lucas 15 17 »Cuando finalmente entró en razón, se dijo a sí mismo: “En casa, hasta los
jornaleros tienen comida de sobra, ¡y aquí estoy yo, muriéndome de hambre! 18 Volveré a la casa
de mi padre y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de que me
llamen tu hijo. Te ruego que me contrates como jornalero’”.
20 »Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio

llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó. 21 Su hijo le dijo:
“Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de que me llamen tu hijo”.
22 »Sin embargo, su padre dijo a los sirvientes: “Rápido, traigan la mejor túnica que haya

en la casa y vístanlo. Consigan un anillo para su dedo y sandalias para sus pies. 23 Maten el
ternero que hemos engordado. Tenemos que celebrar con un banquete, 24 porque este hijo mío
estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces
comenzó la fiesta.

Dios se deleita en perdonar, su ira está a la espera de dar su justa retribución a quienes no
importándoles el amor de Dios obstinadamente y neciamente se reúsan a recibir gratuitamente el
perdón de Dios. El problema no está en Dios, sino en el hombre que no reconoce que es mucho
mejor regresar y vivir como jornalero en la casa de Dios que vivir como un esclavo del pecado. Si
tienes pecado en tu vida, arrepiente y pídele perdón, Dios esta con los brazos abiertos lleno de
amor y compasión por ti, el está dispuesto a recibirte como hijo y celebrar un fiesta con un gran
banquete.

Levítico 7 15 La carne de la ofrenda de paz por acción de gracias deberá comerse en el


mismo día que se ofrece. COMUNIÓN

Un sacrificio de convivencia entre Dios y el hombre. Era la única ofrenda (la ofrenda de
paz) en la que la ofrecía podía participar comiendo una porción del sacrificio. Este rito ilustraba la
comunión entre Dios y el hombre con base en el sacrificio y derramamiento de sangre.

Regularmente las comidas son un símbolo y realidad de comunión-relación, ¿acaso no se


ponen de acuerdo para salir a comer? O para echarse aunque sea un cafecito con pan. ¿pero a
quienes invitas a comer? ¿no invitas a cualquiera? Invitas a aquellos con quienes te sientes bien y
tienes una buena relación. “Esposos - comer enojados”. Mi esposa tenía una frase “todos deben
comer acompañados”.

Muchas casas están construidas teniendo como centro el comedor o la cocina, porque allí,
en medio de la comida, se profundizan las relaciones y presta para compartir.

Esto de comer del sacrificio, era un símbolo de comunión con Dios. Era una forma de decir
que una vez que se ha ofrecido el sacrificio, y a través de esto santificar al ser humano, entonces
ahora si se puede uno sentar a comer con Dios.

El sacrificio tenía que ser perfecto, no se aceptaba ningún animal mutilado o enfermo, o
con cualquier otro defecto. Es más el requisito de que no tuviera ningún defecto aplicaba también
para los sacerdotes. En cierta forma, podemos decir que ellos eran sacrificados para el servicio a
Dios, eran apartados, ellos también deberían de cumplir con estas cualidades.
16 Luego el Señor le dijo a Moisés: 17 «Da las siguientes instrucciones a Aarón: en las
generaciones futuras, ninguno de tus descendientes que tenga algún defecto físico será apto para
ofrecer alimento a su Dios. 18 Nadie que tenga un defecto será apto, ya sea ciego, cojo,
desfigurado, deforme, 19 que tenga un pie o un brazo roto, 20 jorobado, enano, que tenga defecto
en un ojo, que tenga llagas o costras en la piel, o que tenga los testículos dañados. 21 No se le
permite a ningún descendiente de Aarón que tenga algún defecto acercarse al altar para presentar
ofrendas especiales al Señor. Ya que tiene un defecto, no se le permite acercarse al altar para
ofrecer alimento a su Dios. 22 Sin embargo, puede comer del alimento ofrecido a Dios, incluidas
las ofrendas santas y las ofrendas sumamente santas. 23 Pero a causa de su defecto físico, no se le
permite entrar en la sala detrás de la cortina interior ni acercarse al altar, porque esto
contaminaría mi santuario. Yo soy el Señor quien los hace santos».

El viejo sistema nos hace recordar lo complicado y difícil que es estar delante de Dios para
tener una relación con él, estos sacerdotes, aunque del linaje de Aarón no podían acercarse al altar
para ofrecer ofrendas, había una distancia enorme, una separación que ningún sacrificio podía
quitar, te das cuenta, esta clase de defecto le imposibilitaba a la persona de acercarse a Dios no
importa que tan rico fuera para ofrecer un millón de sacrificios, simplemente jamás podría hacerlo,
porque cualquiera de esos sacrificios era imperfecto.

Pero observa:
Lucas 14 15 uno de los que estaban sentados a la mesa con Jesús le dijo:
—¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios!
16 Jesús le contestó:

—Cierto hombre preparó un gran banquete e invitó a muchas personas. 17 A la hora del
banquete mandó a su siervo a decirles a los invitados: “Vengan, porque ya todo está listo.” 18 Pero
todos, sin excepción, comenzaron a disculparse. El primero le dijo: “Acabo de comprar un terreno
y tengo que ir a verlo. Te ruego que me disculpes.” 19 Otro adujo: “Acabo de comprar cinco yuntas
de bueyes, y voy a probarlas. Te ruego que me disculpes.” 20 Otro alegó: “Acabo de casarme y
por eso no puedo ir.” 21 El siervo regresó y le informó de esto a su señor. Entonces el dueño de la
casa se enojó y le mandó a su siervo: “Sal de prisa por las plazas y los callejones del pueblo, y
trae acá a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos.”

En la parábola, los pobres, los inválidos, los cojos y los ciegos son una metáfora del pecado.
Jesucristo no vino por los que no tienen necesidad de médico, el vino por aquellos que reconocen
su condición, te das cuenta, la parábola nos muestra como hombres y mujeres mutilados por el
pecado, aún con marcas en nuestro cuerpo a causa de nuestro pecado y sin embargo, invitados a
un gran banquete en el Reino de Dios. Si tuviéramos unos lentes que nos permitieran ver las marcas
del pecado en nuestras vidas, seguramente veríamos muchos ciegos, y mutilados entre nosotros.
Así es el pecado, desfigura la imagen de Dios en el hombre. El sacrificio de Cristo nos limpia de
todo pecado, nos acerca a Dios y nos pone en una posición de privilegio. Todos aquellos que han
aceptado el sacrificio de Cristo, no importa en qué condición vengan, el los invita a sentarse en el
banquete preparado para los hijos de Dios.

El sacrificio perfecto de Cristo nos concede por lo menos tres privilegios: Nos concede
el privilegio de ser perdonados por la muerte de Cristo en nuestro lugar y debido a ello podemos
tener una relación intima con Dios. Donde un día, debido a este sacrificio, estaremos sentados
compartiendo el pan (o las tlayudas) en el gran banquete de Dios, preparado para aquellos que
reconocen que no hay nada que puedan hacer para merecer el amor de Dios, pero Cristo hizo lo
que nosotros éramos incapaces de hacer y por su muerte es que podemos alcanzar la salvación.

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