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Los mejores relatos
de terror llevados al cine.
'Seleccién, prélogo y notas de Juan José Plans
Los ladrones de cadayeres
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ryt ert L. Stevenson
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Daplne du Maurier
Ray Bradbury
George Langelaan
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SERIE ROJA, RenePrélogo
«ay otros mundos, pero estan en ésten, escribié el poeta
Paul Eluard, Mundos en los que, lo fantastico -aungue no pueda
'No todos los miedos siguen iénticos caminos. Los relatos
4e Stevenson, Poe y Tolstoi estén enraizados en lo sobrenatural,
no asi los de Bradbury, du Maurier y Langelaan, En estos tres
‘mos, el horror que sentimos es el horror a nosotres mismos.
En cada siglo nacen nuevos terores. Los de lo autores del siglo
2x comesponden a su siglo; tendenteshecia el horror césmico.
Robert Louis Stevenson, en Los ladrones de cadéveres,
nos sobrecoge recurriendo al miedo primitivo de los vivos a los
muertos, un temor que segin Sigmud Freud es de siempre. Otro
terror ancestral es el que nos espanta en EI gato negro de Edgar
Allan Poe: el miedo a los animales. La zoofobia estan antigua
‘como la humanidad. Pero, en este caso, el horror al gato -
ailurofobia-no es To que angustia al personae, silo que el feino
simboliza.Alexéi Konstantnovich Tolstoi nos habla de un vampi-
1, siniestra figura del folklore de los pueblos eslavos, uno de los
ritos del teeor.
Ray Bradbury escrbe acerea del horror de la soledad, un
horror que cada vez se apodera de més personas. George
Langelaan, de los peligros de la ciencia. Y Daphne du Maurier,
del mayor de los miedos: el de un apoc
rismos. Porque, en el fondo, de eso se trata el cuento.
Hay muchos més miedos. Pero, los tratados por los auto-
res de ese libro, sirvan como ejemplo de un géner literario que
no podria exist sin una alta dosis de poesia, en la que se refugi
to desconocido. ¥en el que se sugiere més que se muestra. Por-
aque las sombras inguietan ms que la oscuridad. Y la niebla ad-
quiere el valor de la duda. EI miedo Hama ala puerta, pero no la
derrba. Cada uno, en su mente, al serie sugerido el teror, Io
engrandece al vvilo segin sus miedos.
‘Con este libro se vivirin -porque, al leas, se viven-es-
peluznantes situaciones: En un aslado cementerio, en una noche
negra, en busca de un cadaver; al descubrir que, en un sétano,
ha emparedado a un maligno y vengativo se, cuando alguien que
ama intente clavarl los colillos para saciar su sed de sangre; al
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surgit un monstruo de las aguas que rodean un soitario faro; al
‘comprobar en que se convinté tras un experimento cientifico; al,
set atacado por, hasta ese momento, inocentes pajaros.
Si terrarificas son los relatos que componen esta antolo-
la, terrorificas son sus adaptaciones cinematograficas; peque-
fias o grandes joyas de la historia del cine, que desde su principio
se ha sentido attaido por el terror: Los ladranes de cadaiveres, del
Robert Wise; Satanas, de Edgar G. Ulmer; Lafamilia del vurdalat,
de Mario Bava; El monstruo de tiempos remotos, de Eugéne
Lourié; La mosca, de Kurt Neumann; Los pajaros, de Alfred
Hitchock, Peliculas radadas con la misma Sutileza con la que
escribieron sus autores los cuentos en que se inspiran.
'Y ya, siel lector se atreve, y no dudamos de que se atreve-
+4, recomendamas leer estos relatos para pasérselo como desea:
‘de miedo con miedo, Ademés, ya sabemos, el ser presa del mie-
‘do que se puede controlar es bueno tanto para el cuerpo como
para la mente: No creo que se puede pedir més, acaso una tila
JUAN JOSE PLANS