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La misantropía (del griego μίσω miso 'yo odio' y άνθρωπος anthropos 'hombre, ser humano')

es una actitud social y psicológica caracterizada por la aversión general al género humano.1
Su antónimo es la filantropía: amor a los seres humanos.
No implica necesariamente desagrado por personas concretas, sino animadversión por los
rasgos compartidos por toda la humanidad. Un misántropo es, por tanto, una persona que
muestra antipatía por los seres humanos y la humanidad en su conjunto. Puede ser ligera o
marcada, así como de características muy diferentes: desde lo inofensivo, la crítica social,
hasta la destrucción o la autodestrucción.

Índice

 1Orígenes de la misantropía
o 1.1Como movimiento literario
o 1.2En el teatro
 2Diferencias con el pesimismo
 3Misantropía y filosofía
 4Misantropía y política
 5Misantropía patológica
 6La misantropía como protociencia
 7Referencias
 8Enlaces externos

Orígenes de la misantropía[editar]
Como movimiento literario[editar]
El nacimiento de la misantropía en la literatura se atribuye a numerosos escritores satíricos,
como William S. Gilbert (Odio a mis congéneres). Se deben examinar estrechamente tales
identificaciones, pues una visión crítica o parodia de la humanidad se puede confundir con
misantropía, dado que contiene rasgos de desagrado no considerados como tal repulsión.2

En el teatro[editar]
La representación teatral clásica de la misantropía se encuentra en la comedia, principalmente
con la obra de Molière 'El misántropo'.

Diferencias con el pesimismo[editar]


Entre el pesimismo filosófico y la misantropía existe una distinción importante. Immanuel
Kant aseveró:
«De la naturaleza tortuosa de la humanidad, ninguna cosa recta se puede obtener».
Aunque esta no era una expresión acerca de la inutilidad de la propia humanidad.
Asimismo, Samuel Beckett en una ocasión comentó:
«El infierno debe de ser como [...] recordar los buenos tiempos pasados, cuando deseábamos estar
muertos»
alegato quizás perceptible como desolador y desesperado, pero no como antihumano o
expresivo de algún repudio por la humanidad.2

Misantropía y filosofía[editar]
Quizás sea en la filosofía donde se observa el odio más primitivo hacia el ente humano. Desde
siempre, los filósofos han considerado al «hombre» como el mayor de los peligros.
«Me vuelvo más avaro, más ambicioso, más sensual, aún más cruel y más inhumano, porque estuve
entre los hombres»3
decía Séneca en sus cartas. Pero no es sólo cuestión de preservarse del hombre, sino que
hay un placer filosófico por la ruina de las existencias entregadas a lo sensible y a lo pasional.
Se habla de placer, no propiamente de apatía hacia el hombre, pues hay una dicha que surge
de la desgracia ajena que, según Kant, significa la aparición de la misantropía en todo su
horror.3
No se trata solo de estar a salvo de la impunidad, sino que, con regocijo, el filósofo observa el
espectáculo de ver al resto de los hombres cubiertos por ella.
Por otra parte, el filósofo alemán Arthur Schopenhauer era casi tan ciertamente misántropo
como indica su reputación. Escribió:
«La existencia humana debe ser una especie de error».
Sin embargo, la misantropía no equivale necesariamente a actitud inhumana hacia la
humanidad. De hecho, Schopenhauer concluyó que:
«El trato ético hacia los otros era la mejor actitud, pues todos somos sufridores y parte de la misma
voluntad de vivir.»
También analizó el suicidio desde una actitud comprensiva que resultaba extraña para su
tiempo, cuando era un tema tabú.2
Por otro lado, sin poderse considerar adopción de una postura propiamente misantrópica,
resulta interesante observar la posición adoptada por el filósofo español José Ortega y
Gasset con respecto a la materia tratada. En el prólogo para franceses de su célebre obra
intitulada La rebelión de las masas, abiertamente declara:
Que no me he dirigido jamás a la humanidad. Esta costumbre de hablar a la humanidad, que es la forma
más sublime y, por lo tanto, más despreciable de la democracia, fue adoptada hacia 1750 por
intelectuales descarriados, ignorantes de sus propios límites, y que siendo, por su oficio, los hombres
del decir, del logos, han usado de él sin respeto ni precauciones, sin darse cuenta de que la palabra es
un sacramentode muy delicada administración».4
El alemán Friedrich Wilhelm Nietzsche, con su filosofía del Übermensch, muestra desprecio
hacia el humano. Lo incita a superarse a sí mismo y a ser «superhombre». Como ejemplo se
puede citar lo siguiente.
¿Qué es el mono para el hombre? Una irrisión o una vergüenza dolorosa. Y justo eso es lo que el
hombre debe ser para el superhombre: una irrisión o una vergüenza dolorosa.
Así habló Zaratustra, Friedrich Nietzsche5

Misantropía y política[editar]
Se ha reflexionado acerca de la idea que origina el sentimiento misantrópico: ¿Se trata de
rechazo hacia «la Humanidad» como ente abstracto o hacia los hombres concretos de carne y
hueso? El término humanidad excede enormemente a «los hombres»: abarca la idea de algo
que se extiende en el tiempo, de un legado y de un proyecto. Entonces, en el ámbito político,
la misantropía no se expresa en rechazo genérico hacia la humanidad, sino en desprecio
hacia lo que hace el ser humano cuando detenta el poder o cuando carece de él.
Desde Platón hasta Séneca tenían esta visión del ente humano, condición de la cual sólo era
posible sustraerse por medio de la Filosofía.
Tito Livio sostenía:
La plebe o sirve con humanidad o domina con soberbia.3
Ya en la Modernidad, según la tradición escéptica, al mundo se le considera «hospital de
locos», poblado de existencias insensatas e incurables.

Misantropía patológica[editar]
En casos extremos, la misantropía ha conducido a asesinatos masivos. Carl Panzram, asesino
de más de 20 personas, en 1922, desde la cárcel de Washington DC expresó:
«Odio a toda la raza humana. Disfruto matando y violando gente.».6
Otro ejemplo: los asesinos que en 1999 realizaron tiroteos en el Instituto Columbine, mataron
a 13 personas y se suicidaron. En sus diarios mencionaban su odio a la especie
humana [cita requerida].

La misantropía como protociencia[editar]


Algunos han considerado elevar la misantropía a una protociencia de
la misantropología[cita requerida].
En 1992 la ensayista estadounidense Florence King, autoproclamada misántropa, escribió un
libro de humor, titulado With Charity Towards None: A Fond Look at Misanthropy («Por caridad
hacia nadie: una entrañable mirada hacia la misantropía»), acerca de la historia de un
misántropo.

Referencias[editar]
1. ↑ Real Academia Española: Diccionario Usual - misántropo, pa
2. ↑ Saltar a:a b c Misanthropic - Definition (Inglés)
3. ↑ Saltar a:a b c Taitán, Diego. «Morir, por el amor del
hombre». Misantropía/Filantropía/Apatía. ISBN 978-987-591-082-9. Consultado el 16 de junio de
2012.
4. ↑ Het Witte Huis. Oegstgeest, Holanda, mayo de 1937.
5. ↑ Nietzsche, Friedrich (1883 - 1885). «Zarathustra's Vorrede». Also sprach

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