La cultura maya se refiere a la propia de una civilización mesoamericana que
destacó a lo largo de 18 siglos en numerosos aspectos socio-culturales tales como su escritura jeroglífica, uno de los pocos sistemas de escrituraplenamente desarrollados del continente americano precolombino, su arte, la arquitectura y sus notables sistemas de numeración, así como en astronomía, matemáticas y comprensión de la ecología.1 Se desarrolló en la región que abarca el sureste de México, correspondiente a los estados de Yucatán, Campeche, Tabasco, Quintana Roo y la zona oriental de Chiapas, así como en la mayoría del territorio de Guatemala, en Belice, la parte occidental de Honduras y en El Salvador. Durante el periodo formativo, antes de 2000 a. C., se inició el desarrollo de la agricultura y la población se hizo sedentaria estableciéndose en las primeras aldeas. En el período Preclásico (c. 2000 a. C. hasta 250 d. C.) se desarrollaron las primeras sociedades complejas y se cultivaron los alimentos básicos de la dieta maya: el maíz, el frijol, la calabaza y el chile. Las primeras ciudades mayas se desarrollaron en torno a 750 a. C. Alrededor de 500 a. C. estas ciudades poseían una arquitectura monumental, incluyendo grandes templos con fachadas de estuco. La escritura glífica se utilizó desde el siglo iii a. C. En el preclásico tardío se desarrollaron grandes ciudades en la Cuenca del Petén, y Kaminaljuyú alcanzó prominencia en el altiplano guatemalteco. Desde alrededor de 250 d. C., el período clásico se define en gran medida por el levantamiento de monumentos esculpidos empleando las fechas de Cuenta Larga. En este período se desarrolló un gran número de ciudades-Estado vinculadas entre sí por una compleja red de comercio. En las tierras bajas mayas surgieron dos grandes poderes rivales, Tikal y Calakmul. Se vio también la intervención extranjera en la política dinástica maya de la ciudad de Teotihuacan del centro de México. En el siglo ix, se produjo un colapso político general en la región central maya, que originó guerras internas, el abandono de las ciudades, y un desplazamiento poblacional hacia el norte. Durante el período Posclásico surgió Chichén Itzá en el norte, y se produjo la expansión del reino quiché en el altiplano de Guatemala. En el siglo xvi el Imperio español conquistó la región mesoamericana, y tras una larga serie de campañas militares la última ciudad maya cayó en 1697. Año de la creación de las siguientes vacunas: Poliomielitis: La primera fue desarrollada por Jonas Salk, probada por primera vez en 1952 y dada a conocer el 12 de abril de 1955. La vacuna Salk contra la poliomielitis consiste en una dosis inyectada de poliovirus inactivados o muertos (IPV). La segunda vacuna fue una vacuna oral desarrollada por Albert Sabin usando poliovirus atenuados (OPV). Los ensayos clínicos de la vacuna Sabin iniciaron en 1957 y fue autorizada en 1962. Por medio del uso de las dos vacunas se ha logrado la erradicación de la poliomielitis en la mayor parte del mundo y se ha reducido la incidencia de 350 000 casos estimados en 1988 a 37 casos reportados en 2016. Sarampión: En la década de 1960 se creó una vacuna para proteger contra el sarampión, la cual se adoptó rápidamente. Los programas de vacunación extensa, incluida la Iniciativa contra el sarampión, que se inició en el 2001 a través de la Cruz Roja Americana, la Fundación de las Naciones Unidas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., la UNICEF y la Organización Mundial de la Salud, contribuyeron a disminuir en todo el mundo los casos de sarampión, hasta que el número de casos entre los niños se redujo a 118,000 para el año 2008. Rubeola: El médico británico Edward Jenner inventó la primera vacuna contra la viruela. En 1796 llevó a cabo su famoso experimento de inmunización con linfa de viruela vacuna, y en aquel momento se inauguró la era de la vacunación. Veamos cómo se gestó el invento de la primera vacuna. Hepatitis B: La FDA ha otorgado la autorización oficial a varias vacunas contra la hepatitis B para que se usen en Estados Unidos; entre ellas se incluyen varias vacunas conjugadas que forman parte del programa de vacunación infantil rutinario desde 1994. Algunos padres de familia objetan que se vacune a los recién nacidos contra una enfermedad que por error creen que se contagia sólo por contacto sexual y consumo de drogas intravenosas. Desde1984 en que se inició la vacunación contra la hepatitis B, primero con una vacuna derivada de plasma y luego una desarrollada por DNA recombinante, han transcurrido más de veinte años y en ese lapso se han producido importantes cambios en diferentes aspectos de esta enfermedad.