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“Madre Caridad:
por los Caminos de la Misión”
Guía:
1. MOTIVACIÓN
2. CANTO
3. TEXTO BÍBLICO
4. REFLEXIÓN (A la luz del Texto Bíblico y las Palabras de
Madre Caridad)
5. GOZOS
5. ORACIÓN FINAL
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PRIMER DÍA: MADRE CARIDAD Y SU CELO POR LA MISIÓN
MOTIVACIÓN:
REFLEXIÓN:
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como Jesús que vino a servir y no a ser servido. A
testimoniar el anuncio de la Palabra que hemos recibido.
La Madre Caridad vivió con verdadero celo Apostólico
este anuncio de Cristo Palabra, Ella evangelizó de
rodillas, de obra y acción; manifestó su celo en estas
ardientes palabras: “Oh, que nos enviara muchas
religiosas ávidas de trabajar en la viña del Señor, ya que
hay necesidad de muchas fundaciones nuevas para
remediar en algo la miseria y abandono espiritual de
estas regiones. Sin religiosas que enseñen en las
escuelas ningún sacerdote consigue algo; pero religiosas
seguras y constantes en su vocación, que no dejen caer
las alas por una nonada”. La misma invitación se hace a
sus hijos Laicos a saber testimoniar con ardor y nuevo
celo la Palabra de Vida allí en el lugar donde se
encuentran y viven.
Otra muestra de su amor por las misiones es el envío de
sus Hermanas a la Misión de Puerto Asís: “Hermanas
ustedes ahora van a Puerto Asís que es una misión
difícil, rodeada de selvas por todas partes, a orillas del
río Putumayo. Allí se encuentran muchas tribus salvajes
y hasta caníbales. Procuren ganarlos a todos con cariño
maternal y con buen trato. Vayan en nombre de Dios,
sacrifíquense y trabajen por amor a Él”. (Libro los Jinetes
eran Mujeres Pág. 163)
GOZOS
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CARIDAD, CARIDAD SU NOMBRE ES CARIDAD, HACE
EL BIEN VENCE EL MAL, GUÍA A LA HUMANIDAD (BIS)
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SIN FINGIMIENTO Y VIVAMOS EN CONVERSIÓN
9. MISIONERA INCANSABLE
MUCHOS PUEBLOS RECORRIÓ
COMO BUEN APÓSTOL ANUNCIANDO
EL EVANGELIO DE VIDA POR DONDE PASÓ
DEJANDO HUELLAS PROFUNDAS
DE LA PAZ Y EL BIEN DEL SEÑOR
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PARA UN MAÑANA MEJOR
ORACIÓN FINAL
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SEGUNDO DÍA: MADRE CARIDAD, MUJER MISIONERA COMO
MARÍA
MOTIVACION:
REFLEXIÓN
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La Beata María Caridad escribía a una de sus religiosas
esta bellísima oración: “Queridísima Madre a ti me
consagro, toda entera, mi cuerpo, mi alma, mis trabajos,
obras, pensamientos, mi aspiración a la santidad, a la
humildad, al silencio; quiero vivir y actuar en todo con los
sentimientos de María”.
Vivir y actuar como María significa experimentarla en
nuestra existencia cotidiana, entrar en contacto vital con
Ella que es Madre y Modelo de Discípula Misionera en el
orden de la Gracia.
La Hermana Consagrada, Formanda y Laico Misionero,
es el que, tras abandonar su egoísmo, pereza e
indiferencia, frialdad y apatía frente al anuncio de la
Palabra de Dios, hace de su vida un don para la
construcción del Reino de Dios. Se fía de María y
sintoniza con Ella para responder más generosamente a
las exigencias de la Consagración de su bautismo.
Toda su vida debe transformarse progresivamente en un
“Si de amor”, que lo lleva a anunciar el gozo de poseer a
Cristo en su vida, y como María está llamada y llamado
a darlo a los otros. En nuestras constituciones se nos
resalta la presencia de María como modelo de vida:
“María encarnó la Palabra en su vida. Con Ella y como
Ella ofrezcámosla a los hombres en una continua
Evangelización” (Constituciones, Cap. VI, Art. 130)
GOZOS
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CARIDAD, CARIDAD SU NOMBRE ES CARIDAD,
HACE EL BIEN VENCE EL MAL, GUÍA A LA
HUMANIDAD (BIS)
ORACIÓN FINAL
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TERCER DÍA: MADRE CARIDAD, MUJER EVANGELIZADORA E
INTERCESORA
MOTIVACIÓN:
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familia donde no llegan los pobres no es Franciscano y
no tiene la bendición de Dios”.
CANTO (El que se sepa la Comunidad)
TEXTO BÍBLICO: Marcos 7, 24-30
REFLEXIÓN:
El Evangelio nos pone de cara a una mujer que desde su
realidad se atreve a cercarse a Jesús y a pedirle que
tenga piedad de ella y de su hija que esta poseída por un
mal espíritu; a lo cual Jesús responde aparentemente
con agresividad y dureza: “Deja que primero se sacien
los hijos, no está bien quitarles el pan a los hijos para
echárselos a los perritos”. ante esta respuesta tan dura y
cruel a los oídos humanos, la mujer permanece firme en
su petición; y con humildad responde: “Señor, también
los perritos debajo de la mesa, comen de las migas que
dejan caer los niños. “Ante esta respuesta sabia y
oportuna Jesús la mira con ternura y misericordia y le
dice: “Por eso, que has dicho mujer, puedes irte el
demonio ha salido de tu hija”. Nosotros muchas veces
juzgamos a las personas sin conocer sus situaciones o
cruz por la que está pasando; frente a esto nuestra
Madre Caridad, nos da un testimonio vivo, cuando le
responde a la Hna. Francisca, quien era una Hermana
que daba clases en la escuela, frente a la situación de
una niña. La Hna. Francisca le lleva una niña a la Madre
Caridad y le dice: “Mutter Caritas esta niña no atiende en
clase, siempre se duerme y no trae tareas, y ya no sé
qué hacer con ella”; la Madre Caridad se quedó
observando a la niña con ternura y le dijo a la Hna.
Francisca: “Hermana usted no ha visto las orejas de la
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niña? La Hna. Francisca dijo: No madre. La Madre
Caridad le dijo: “Mire la niña esta desnutrida, dele
primero de comer y después ella podrá atender a sus
clases”. La Madre Caridad nos invita a saber mirar más
allá de lo que vemos y saber responder a las
necesidades de nuestro entorno con amor y misericordia.
Nuestras Constituciones referente a esta situación nos
exhortan: “Debemos sentir como propios los problemas
sociales. Trabajemos con espíritu de minoridad en la
Evangelización de los más pobres y en la de aquellos
que, viviendo en un mundo materialista, han perdido la
mayor riqueza, que es el conocimiento de Dios”
(Constituciones, Cap. VI, Art. 134)
GOZOS
Respondemos a los Gozos cantando:
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DÍA CUARTO: MADRE CARIDAD, MUJER DE ALMA
MISIONERA EN LA VIDA COMUNITARIA
MOTIVACIÓN
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Madre Caridad en su vivencia de la Misión a la que fue
llamada en tierras Latinoamericanas y en la vivencia
permanente de la vida comunitaria.
CANTO (Alguno referente al tema y que conozca la
Comunidad)
TEXTO BÍBLICO: Jeremías 1. 4-10
REFLEXIÓN:
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La preparación de futuras misioneras era el mejor
recurso para saciar su sed de salvar a los infieles, ya que
no podía ir ella misma a trabajar en pleno campo de
misiones. Reconocía como buenas vocaciones
franciscanas, aquellas que demostraban inclinación a
trabajar en las misiones.
Dos fines específicos propuso la Madre Caridad a sus
misioneras establecidas por fin en el putumayo, Caquetá,
Ecuador, y las Islas de San Blas, en Panamá:
1. Ayudar incondicionalmente al misionero en la
evangelización
2. Rehabilitar a la mujer indígena, formándola
con paciencia y caridad en las verdades de la
Religión Cristiana y en las normas del trabajo
que consolida los hogares.
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QUINTO DÍA: MADRE CARIDAD Y SU AMOR POR EL GOZO
DEL ANUNCIO EVANGÉLICO
MOTIVACIÓN:
REFLEXIÓN:
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El Apóstol San Pablo nos Invita a permanecer alegres
ante el dolor y sufrimiento del Anuncio de la Buena
Nueva de nuestro Señor Jesucristo. A saber, dar
testimonio de la Palabra y enseñanzas recibidas. A no
entristecer el corazón sino a saber ofrecer y presentar al
Señor en oración constante.
La Madre Caridad nos da ejemplo de esta Alegría
Evangélica: Ella pasó por el mundo, pobre, sencilla y
alegre como su Padre Serafín de Asís, a quien amaba
con filial ternura e hizo suyo el consejo que el dejó en
testamento a sus Frailes: “Sé alegre para con los demás,
piensas que los atraerás a Dios con la alegría y la
serenidad”.
Su contagiosa alegría, a pesar de su vida austera, era un
claro efecto de su diáfana Espiritualidad Franciscana,
pues contemplaba a Dios en todas las cosas; La Madre
Caridad reía con esa risa franca que manifiesta la
serenidad del ánimo y brota espontanea de un corazón
sin remordimiento, de un alma pura que camina en la
presencia del Señor; solía repetir: “La Buena
Franciscana tiene derecho a estar siempre alegre, a reír
sin escrúpulos, cuando el deber no prescribe otra cosa.”
Su alegría le servía de instrumento para combatir el
desaliento en las almas que se le acercaban, pues lo
consideraba como una rémora espiritual; porque el
desaliento quita la alegría del recomenzar
constantemente en el trabajo de nuestra vida interior y
paraliza todo impulso en la evangelización.
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Repetía constantemente: “No hay que perder los estribos
por nonadas; la vida entregada a Dios debe estar
saturada de confianza y contento. El cristianismo es la
Religión de la alegría.”
“La misionera debe vivir animada de una gran fe en la
presencia de Cristo en ella; será perseverante a pesar de
las dificultades, paciente y fuerte en la soledad, en el
cansancio y en el trabajo aparentemente infructuoso.”
(Constituciones, Cap. VI, Art. 147)
Le fue concedido a la Madre Caridad, el don del gozo
espiritual para hacer el bien en la Iglesia, y ella lo
convirtió en el secreto d su apostolado. (Libro de Sor
Celina de la Dolorosa, Pág. 276-277)
GOZOS
Respondemos a los Gozos cantando:
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SEXTO DÍA: LA MADRE CARIDAD Y SU AMOR POR LOS
INDIGENAS
MOTIVACIÓN:
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vaya implica la vida entera de todo aquel que es discípulo
misionero de Jesús, asumir con todas sus fuerzas el reto
asumir la evangelización de todos los pueblos en la
Iglesia sin hacer distinción ni de raza, cultura o lengua.
Para la Madre Caridad fue el comienzo d una gran
aventura de anunciar a Jesucristo en medio de los
indígenas, Ella tuvo que discernir mucho sobre si sus
hijas serían capaces de enfrentar el reto de introducirse
en la selva para ganar aquellas almas para Dios, y
llevando la convicción de que estaban siguiendo la
inspiración del Espíritu Santo a través de la insistente
petición del prelado Fray Fidel Monclar.
Dispone un grupo de Hermanas para ir a Santiago, aldea
indígena situada en un valle rodeada de altas montañas.
Estos indígenas jamás habían visto una religiosa, no
habían oído hablar de Dios y nunca se habían separado
de sus hijos para ofrecerles educación, eran gente
recelosa que no creían en nadie para confiarle sus hijos.
Con cuanto amor, con cuanta paciencia, las Hermanas
arriesgando hasta su integridad física, iban avanzando,
en ganar la confianza de los lugareños apoyadas en la
Palabra de Dios: “Id y anunciad y el Evangelio y no llevéis
nada para el camino”, más que la confianza en la
Providencia Divina y convencida que para eso estaban,
para eso se habían consagrado, para eso habían dejado
su patria y habían renunciado a todo por el Reino de
Dios.
La Madre Caridad acertó enviar a sus hijas a favorecer a
los más necesitados. Ellos son sus predilectos; porque
abandonados del gobierno y la civilización, son los
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privilegiados, los que con corazón limpio y sin ninguna
prevención esperaban despuntara un nuevo día en sus
vidas para poder nacer para Dios.
La Madre Caridad ayudaba a las misiones viviendo así la
vida del propio sacrificio, pues sentía con San Dionisio:
“Entre todas las cosas Divinas la más divina es cooperar
con nuestro Señor en la Salvación de las Almas”. Por
esta causa San Juan Pablo Segundo el 23 de marzo de
2003 la beatifico y declaro Apóstol de los Indígenas.
Nosotros Hoy debemos escuchar el clamor del pueblo y
el grito de la Madre Caridad de volver nuestro rostro a
estos pueblos indígenas para continuar con su
Evangelización y proyección humana social.
GOZOS
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SEPTIMO DÍA: LA MADRE CARIDAD, EVANGELIZA CON SU
TESTIMONIO EUCARÍSTICO
MOTIVACIÓN:
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La Madre Caridad concibió su Instituto religioso
franciscano dedicado al apostolado multifacética de la
enseñanza y las misiones que tuviera por alimento vital
el culto a la Sagrada Eucaristía. Quiso que el homenaje
de adoración al Sacramento del amor, fuera público,
teniéndolo expuesto día y noche en alguna de sus casas;
y esperaba que esa consagración a Jesús Hostia
impregnaría todo su Instituto del espíritu de reparación.
“La eficacia es proporcional al poder divino del Espíritu
que es quien da el Carisma y quien lo obra.” (1Cor.
12,11). Por eso la Madre Caridad, al sentirse impelida por
el soplo del Espíritu a extender el reinado de Cristo
Eucaristía, descansaba humilde y plenamente en el
Señor, y de su poder lo esperaba todo.
La Madre Caridad se refería a la divina Eucaristía en sus
diversos aspectos:
1. SACRIFICIO: Al participar en el Sacrificio Eucarístico
de la Santa Misa, verifica la Franciscana, la
Formanda y el Laico Misionero su inefable unión con
el Salvador.
2. ALIMENTO: En el Banquete Eucarístico, el
alimentarse con el mismo Cristo refuerza los vínculos
de amor, hasta convertirse en una sola cosa con su
amado Señor.
3. PRESENCIA: La presencia Eucarística proporciona
la perpetua cercanía del salvador a los hombres y
anticipa los deseos de contemplación y posesión del
Bien Amado.
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“La Madre Caridad bebía en su fuente la vida Eucarística
que volcó a torrentes en el corazón de sus hijas e Hijos
Laicos inculcándoles, como una idea fija, que el valor de
la vida Religiosa y Laical se mide sobre todo por la
densidad de esta vida escondida en Cristo. Ella halló en
la Eucaristía el medio por excelencia para conseguir la
cohesión comunitaria de su Congregación, porque el
Santísimo Sacramento fomenta el clima fraternal de la
comunidad. Si toda la Iglesia se alimenta de la Eucaristía,
la Vida Religiosa y Laical han de alimentarse también de
ella, para ser sarmiento fecundo de la Divina Vid.” (Cf.
Libro de Sor Celina de la Dolorosa Pág. 271-273)
GOZOS
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OCTAVO DÍA: LA MADRE CARIDAD Y SU EXTRAORDINARIA
CARIDAD MISIONERA
MOTIVACIÓN:
REFLEXIÓN:
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Este himno a la caridad nos invita a saber ver al otro
como esa imagen de Dios y semejanza. Un Dios que es
amor, bondad, misericordia, que se abaja y se hace uno
como nosotros, tomando nuestra propia condición, para
que así hagamos lo mismo por los demás. Dejar de lado
nuestros egoísmos, indiferencias y nos invita a vivir en la
verdad y hacer el bien. La Madre Caridad con el ejemplo
y la palabra enseñaba a sus hijas e hijos Laicos que: “Los
medios d santificación están en la vida diaria. Vivir en
caridad allí donde Dios nos coloca procurando cumplir su
voluntad”.
La Madre Caridad tenía amor especial por los pobres, por
los agobiados y los humildes. Encontrarse con almas
destrozadas, desalentadas era dar pábulo a su solicitud.
Ante tanta gente crucificada en su carne y en su corazón,
y tantos despechados contra la sociedad y contra la vida,
su corazón maternal se llenaba de compasión buscando
desinteresadamente el remedio de tantas necesidades.
Pero para desplegar con el prójimo tanta caridad, tuvo
que vincularse a Cristo con un amor total.
Al desventurado que llegaba hasta el umbral de su
convento, no se le preguntaba ni el nombre ni su
condición. Bastaba que fuese un necesitado, para que,
por derecho de Dios, compartiera lo que allí podían
brindarle: Un pedazo de pan, un plato de sopa, una
limosna junto con la bendición d haber saludado a la
Madre Caridad.
Los Pobres eran sus amigos, de siempre por socorrerlos
arrastraba todas las dificultades, desde pagar el alquiler
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a una familia vergonzante hasta probar la sopa de
caridad que se repartía en la portería del convento, para
cerciorarse de que estaba buena, y con ella saboreaba
también las amarguras del mendigo. Ni siquiera su ropa
estaba segura en el velador, porque todo lo daba a quien
se lo pedía.
Nuestra fundadora logró esa meta de vivir en caridad,
porque estaba convencida de que Dios es la única
realidad en nuestra vida, y que todo cuanto se hace al
prójimo, él lo recibe. Comprendió la medula del amor que
es tan grande, y supone tanto, que es el mismo nombre
de Dios: “Deus Cháritas est”.
GOZOS
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NOVENO DÍA: LA MADRE CARIDAD HACIA EL ÚLTIMO VIAJE:
LA ETERNIDAD
MOTIVACIÓN:
La Madre Caridad
sintió la proximidad de
la Hermana muerte y
se esforzó en
prepararse para su
llegada, aumentando en
su lámpara de virgen prudente el aceite de la divina
gracia: “Me confesaré cada vez como si fuera la última
confesión de mi vida, vigilare sobre mí misma para no
faltar voluntariamente en nada; me prepararé
diariamente para morir.”. “Vivió en la sencillez y la
sinceridad, procurando copiar en su alma la imagen de
Cristo; y así escribió con firmes rasgos”. Quiero ser
olvidada, imitando a nuestro Señor que vivió aquí en la
tierra, como si fuera un hombre ordinario, un trabajador
desconocido; como el quiero orar y trabajar;
DESAPARECER”. (Cf. Libro de Sor Celina de la
Dolorosa Pág. 241).
CANTO: (Alguno referente al tema y que conozca la
Comunidad)
TEXTO BÍBLICO: Juan 13, 12-20
REFLEXIÓN:
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el ejemplo arrastra y a traer a los otros a obrar de la
misma manera. Él los invita a hacer como Él. Les indica
la ruta que deben seguir después que Él parta a la
eternidad hacia el Padre.
En el Libro los Jinetes eran mujeres se narra que:
“Nuevamente estaba sentada la anciana Fundadora ante
su escritorio. Yacía tiempo que sentía que sus fuerzas
menguaban y que la Hermana Muerte no estaba lejos.
De ella no tenía miedo, pero si, de que pudiera ofender a
su Divino Esposo y así separarse de Él. Decía: “Pronto
vendrá el Divino Esposo, mi preocupación será la de las
vírgenes prudentes, mantener el aceite del amor divino
en la lámpara.” Pero también a sus hijas espirituales
tenía que darles algunos consejos saludables. Así
nuevamente tomo la pluma y escribió para ellas: Pronto
tengo que despedirme de ustedes. Les ruego que no
dejen las buenas obras que tiene la Congregación en sus
manos. Den limosnas. Tengan mucha caridad para con
los pobres, y un amor grande entre ustedes. Sean
siempre sumisas a los Obispos y Sacerdotes como
representantes de Cristo. Sean siempre buenas con la
autoridad civil y obedezcan sus mandatos en todo cuanto
no sea contrario a la ley de Dios. Cada una de Ustedes
trabaje lo mejor que pueda para que la congregación
marche en primera línea. En su progreso y desarrollo no
tengan otra mira que la gloria de Dios y la exaltación de
su Santa Iglesia.”
Su corazón estaba lleno de celo apostólico. Oraba y
sufría por todos los hombres; y deseaba poder ayudar en
todo con su oración. Su anhelo más ferviente era ganar
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innumerables almas para el cielo. A menudo decía a sus
Hermanas: “Hemos sido escogidas para salvar miles y
miles de almas con nuestra oración, trabajos y
sacrificios.”
Siendo el sábado 27 de febrero de 1943, a las tres de la
tarde vino una hermana del Liceo de la Merced, para
visitar a la Madre. Las dos conversaban sobre una
fundación que habían solicitado desde el Ecuador.
Animadamente recordaban fundaciones de otras filiales
y se oía su sonora y alegre risa. La Hermana se despidió
de la Madre recibió su bendición y se fue. Pocos
momentos después entro la enfermera a su cuarto para
darle la medicina. De repente se incorporó la enferma en
la cama y dijo: “Jesús me muero… A esta exclamación
siguieron unos suspiros y entregó su alma a su Divino
Esposo. “La Madre Aquilina comunicó la muerte de la
Madre Caridad al Nuncio Apostólico de Bogotá y a los
muchos Obispos de Colombia y de otros países en los
cuales la difunta había hecho fundaciones.
Los Obispos tomaron parte en el dolor del convento. La
carta dl Vicario General de Pasto, Doctor Rosero, decía:
“La Madre Caridad era pobre, casta, mansa y humilde de
corazón, La corona de rosas que pusieron sobre su
frente, al cumplir los sesenta años de vida Religiosa,
nunca se marchitó. La Madre Caridad entró tranquila
alegre y sonriente a la eternidad.
Unos días más tarde llegó una carta a Pasto del
Excelentísimo Luis Andrade Valderrama, Obispo de
Bogotá. El Obispo escribe: En la Madre Caridad tenemos
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un alma totalmente enamorada dl Evangelio, como digna
hija del Padre San Francisco de Asís a quien muy de
cerca se propuso imitar
(Libro los Jinetes eran Mujeres, Pág. 304-325).
GOZOS
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