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ABSTRACT
Estado ecuatoriano, mediante su empresa pública Petroamazonas EP, firmó este 14 de diciembre
del 2015 el “Contrato de Servicios Específicos con Financiamiento de la Contratista, en los campos
petroleros del Bloque 61 de la región Amazónica ecuatoriana, operados por Petroamazonas EP”, con
la empresa Shaya Ecuador S.A., filial de Schlumberger, una de las compañías con mayor renombre
mundial. El contrato tiene vigencia de 20 años.
La empresa pública ecuatoriana lidera actividades en campos petroleros cuya producción tiene
una declinación natural. En la actualidad se pueden aplicar técnicas que incrementan el
potencial de aquellos reservorios que son operados desde hace décadas, lo cual aumenta la
eficiencia y sostiene los volúmenes de crudo.
Petroamazonas EP continuará operando este campo que fue descubierto en 1970 y logró con
esta firma un supuesto nuevo hito en la historia petrolera nacional. “Ésta es la muestra de que
nuestro país mira hacia adelante, obteniendo los recursos necesarios para nuestro desarrollo,
con el apoyo de socios internacionales que encuentran en la industria petrolera ecuatoriana el
entorno adecuado para invertir en condiciones innovadoras y permitirnos avanzar como nación,
que es el objetivo que persigue nuestro Gobierno”. Las inversiones que ejecutará Shaya
Ecuador S.A., filial de Schlumberger, actualmente la mayor empresa de servicios petroleros
del mundo, suman alrededor de USD 4.900 millones. En el periodo de vigencia del contrato,
Shaya Ecuador S.A. desarrollará aproximadamente 300 millones de barriles existentes.
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Cualquier incremento en el valor previsto del barril significará mayores ingresos para el Estado,
pero no así para la Contratista.
Agobiado por las deudas y tentado por una extraña desesperación de pagar los bonos global
2015, el presidente Rafael correa “movió cielo y tierra “con el fin de conseguir usd 1000
millones. Para ello firmó un decreto que modifica la normativa tributaria e incorporó la creativa
figura de “derecho intangible” en el contrato del campo auca suscrito con Schlumberger. Así,
la multinacional se sacó la lotería: por usd 1000 millones de adelanto, obtendrá ingresos netos
de usd 6.235 millones, mientras el país, apenas recibiría usd 1.559 millones, si el precio del
petróleo se recupera en el mercado. Focus logró vulnerar las siete llaves que protegían este
contrato y lo pone a consideración de la ciudadanía.
Además, por obra y gracia presidencial, se liberó a la compañía del pago del Impuesto al Valor
Agregado (IVA), luego de contar con un criterio favorable de Ximena Amoroso, del Servicio
de Rentas Internas (SRI). Sin la reforma tributaria la contratista tenía que pagar impuestos
adicionales sobre un monto de aproximadamente USD 800 millones, que corresponde al
ingreso por tarifa. De acuerdo con el contrato, Petroamazonas emitió una factura por el valor
total de Derecho Contractual, es decir por los USD 1000 millones.
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De acuerdo con varios juristas consultados, queda al descubierto que la reforma a la normativa
tributaria, realizada por Rafael Correa, estuvo dirigida a maquillar un crédito externo de USD
1000 millones entregados por Schlumberger -o alguien a su nombre- con la rimbombante figura
de “derecho intangible“. Precisan que una reforma de orden fiscal a favor de una persona o
empresa particular es un abuso del sistema y un posible delito de peculado.
El campo Auca es una de las Joyas de la Corona, tiene reservas probadas de 300 millones de
barriles, una producción diaria de 63 mil barriles, se encuentra localizado en la provincia de
Orellana.[/caption]
Considerando una producción fiscalizada del campo Auca, de 62 mil barriles diarios, a febrero
de 2016, por la tarifa promedio de 26 US/BL, la compañía recibe 1 millón 500 mil dólares
diarios, por Servicios Principales. El primer año la compañía tendrá una utilidad neta de USD
510 millones. En los seis primeros años Shaya tendrá ingresos netos superiores a USD 3.000
millones, es decir en ese lapso ya amortizó el 100% de sus inversiones.
En el contrato se establecen tres fases “trienales“, cada una con montos de inversión y tarifas
distintas. Durante la primera fase se determina una inversión de la contratista de USD 1.100
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millones, por “Servicios Principales“, los cuales serán amortizados a través de una tarifa de 24
US/BL. Para la segunda fase se establece un monto de USD 500 millones, y una tarifa de 25,80
US/BL. Finalmente en la tercera fase la inversión estimada es de USD 500 millones, con una
tarifa de 27,60 US/BL. En total, el contrato establece una inversión por parte de la contratista
de USD 2.100 millones, para los 20 años de operación.
De acuerdo con la cláusula 31.2.1, Petroamazonas debe contar con el personal que fuere
necesario para la ejecución de las tareas de operación. Esto significa que la empresa pública
incurre en gastos operativos, adicionales a la tarifa reconocida a la contratista, lo que incide
en la estructura general de costos y gastos de la operación del bloque. Según las cifras oficiales
del año 2015, el costo operativo promedio en los campos maduros es de aproximadamente 9
dólares por barril. Es decir, producir un barril de petróleo en el campo Auca, con el nuevo
contrato de servicios específicos, le representa al país 35 dólares, mientras el crudo oriente
en febrero de 2016 se cotizaba en 22 dólares promedio.
RESULTADOS CATASTRÓFICOS
Para la ejecución de estos contratos las empresas invertirían USD 2.120 millones en cinco
años, con el objetivo de incrementar las reservas en 171 millones de barriles. Según el
vicepresidente de la República, Jorge Glas, en este tipo de contratos el 95% de la renta era
para el pueblo. Se ofreció subir la producción a través de nuevas tecnologías de recuperación
mejorada. Los referidos contratos fueron suscritos en octubre del año 2014, con una tarifa
promedio de 35 dólares el barril por producción incremental, cuando el mercado mundial de
hidrocarburos ya empezó a experimentar una caída de los precios del crudo.
Entre 2013 y 2015 las compañías invirtieron USD 3.290 millones, para alcanzar una
producción incremental acumulada de apenas 57 millones de barriles. Aunque el costo
contractual de la producción incremental estaba en el orden de 35 dólares por barril, los
resultados reales fueron catastróficos: el costo de desarrollo y operativo el año 2013 fue de
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105.9 dólares por barril incremental; el año 2014 bajó a 84.4, y el 2015 fue de 65.7 dólares
por barril.
Con los costos por las nubes y los precios por el piso, la decisión de Petroamazonas fue notificar
a las compañías con la suspensión unilateral de esos contratos: “Solicito la suspensión de las
actividades que su representada se encuentre ejecutando, las cuales deberán reanudarse una
vez que se hubiere concluido el proceso de negociación…“, dice el texto suscrito por el
entonces Gerente, Osvaldo Madrid.
4.-CONCLUSIONES
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Contrataciones de Petroamazonas“, una norma inferior salida del puño de la autoridad
petrolera, que le otorga así mismo amplias potestades para modelar el contrato de
prestación de servicios específicos a la medida de las necesidades.
Esta modificación de la normativa hidrocarburífera, para facilitar la utilización de USD
1000 millones en actividades distintas a las de la empresa pública, contradice lo
establecido en el artículo 315 de la Constitución, la cual garantiza la autonomía de
Petroamazonas, y dispone que solo los excedentes no invertidos o reinvertidos podrán
pasar al Presupuesto del Estado.
De mantenerse los precios bajos del petróleo, el país recibiría ingresos por USD 1559
millones, sin embargo la contratista tendrá utilidades netas por USD 6.235 millones,
durante el período contractual.
5.- BIBLIOGRAFÍA
https://www.petroamazonas.gob.ec/?p=4785
https://medium.com/focus-news-ecuador/exclusivo-contrato-campo-auca-
loter%C3%ADa-para-schlumberger-migajas-para-ecuador-c6bdea18e9c6