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INCORPORACIÓN DEL SENTIDO EDUCATIVO EN LA

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO


(Primera Parte)

Erik Jurado

Introducción
Establecer los parámetros para una Constitución Política del Estado, acorde a las necesidades
del desarrollo económico y social que necesita nuestro país, requiere de medidas en el largo
plazo. En este sentido, comprende también una visión del uso y transformación de nuestros
recursos naturales para la construcción de un futuro sostenible para varias generaciones.
Como consecuencia, existe la necesidad de contar con políticas y normativas constitucionales
que permitan la sostenibilidad política de las visiones de país desarrollado en un sentido de
respeto a la diversidad social, cultural e individual. La incorporación, en lugar de la segregación,
de aquellos aportes de las naciones originarias y de las clases sociales mestizas que componen la
totalidad de la sociedad en una tarea urgente y necesaria.
Como parte de una construcción social de Estado integrador y productivo, la noción de
“Estado educador” cobra trascendental importancia. Ninguna oportunidad de consolidación y
concreación de un Estado productivo e industrializado se puede entender sin los recursos
humanos adecuadamente preparados para asumir tal reto.
En ese sentido, a partir de un análisis comparativo de las Constituciones de países vecinos, s
vital conocer algunas características que hacen que ciertos países den importancia a lo educativo,
y que esa intención y voluntad política se vea reflejada en su Constitución.
Aprovechando estas experiencias, sin el ánimo de copiar y posteriormente aplicar a nuestro
contexto, es importante establecer lo que ha sido efectivo en otros espacios. Diferentes procesos
educativos han logrado coadyuvar el posicionamiento de los países como naciones competitivas
en los circuitos económicos mundiales; la productividad y la perspectiva hacia el desarrollo social
y democrático –con reconocimiento de las diversidades culturales internas- son resultado de ello.
Este es un pequeño aporte que espera contribuir a la reflexión respecto a lo que se requiere
incorporar de “lo educativo” en la Constitución Política del Estado que estamos a punto de
reestructurar. Es inminente contribuir a una verdadera refundación del país desde las reglas de
juego y las prioridades que nos permitirán concretar las visiones de país productivo, desarrollado,
con bienestar social y cultural.
1. El desarrollo económico y educación
El sistema económico en nuestro país tiene por característica el abigarramiento. A decir de R.
Laserna1, existen tres niveles de economías entrelazadas y coexistentes en Bolivia:
-La economía formal, industrial, minoritaria, con dificultades crecientes para
establecer niveles de acumulación adecuados y así ser competitiva en el ámbito local
interno y en el mercado global.
-La economía informal y de auto explotación del trabajo familiar, que ocupa una gran
parte de la población económicamente activa. Según datos del INE, se considera que
más de 50% de la PEA se encuentra ocupada en el sector de la microempresa; los
emprendimientos familiares tiene como característica la tensión de las redes
familiares para la extracción de plus valor redistribuibles en ciertos tipos de consumo
culturalmente definidos, esto provoca que, a corto plazo, solamente se reproduzca la
situación de arranque de las iniciativas productivas familiares y no se permita una
acumulación de carácter capitalista.
-Finalmente la economía comunitaria campesina, que dota de recursos humanos a las
otras dos esferas. Además de subsidiarlas por medio de mecanismo de subsunción real
de la producción agrícola, favorece las economías familiares y formales.
Esta condición estructural del sistema económico determina fuertemente la orientación de las
políticas económicas y sociales en nuestro país. Tiene la necesidad de responder a las urgencias
de la población, y a su vez trata de asumir la noción del “largo plazo”.
Las políticas de ajuste estructural que han contribuido a la constitución del modelo neoliberal
de mercado, (a través de la reducción de la participación del Estado en las actividades
productivas estratégicas del país) han tenido en las denominadas “leyes malditas”2 las políticas
de articulación entre visión, neoliberal, del desarrollo e instrumentos de políticos sociales
pertinentes para la sostenibilidad del modelo. Hablamos particularmente de la Reforma

1
“El fracaso del ch´enko, una visón desde la economía política” en “La democracia en el ch´enko”, CERES, FUND.
Milenio, La Paz, 2004.
2
Se denominó Leyes Malditas a las Leyes de Capitalización. Descentralización Administrativa, Participación
popular y de reforma Educativa, además de la reforma de la Ley de Pensiones que afectaron la estructura del Estado
en su modelo prevalente de carácter benefactor y que contribuyó a la estructuración de un Estado neoliberal.
Educativa, como una de las principales herramientas de consolidación del modelo en el largo
plazo.
En su momento, la Ley de Reforma Educativa fue el mecanismo para asegurar la dotación de
mano de obra con oficio para el mercado laboral; se flexibilizó con las mediad del libre
contratación establecidas en el artículo 55 del Decreto Supremo 21060, sin embargo, esa labor –
fuera del discurso ideológico- muestra la importancia de la correspondencia lógica entre
mercado, desarrollo y mecanismo de reproducción y producción social. En este sentido, la
integralidad de la visión del Estado no puede dejar de lado temas importantes como “Modelo” y
“Sistema Educativo” cuando estos se van a definir y orientas directamente hacia el desarrollo de
Bolivia.
Ahí radica, precisamente, la importancia de dotarse de una Constitución que privilegie la
educación como uno de los derechos y obligaciones estatales, comprendiendo Estado como la
voluntad y la acción de todos los sectores sociales, actores y comunidades establecidas en el
territorio, así como de todas las fuerzas productivas. La educación es un factor estratégico de
desarrollo en la medida que la ausencia de un sistema educativo no responda a las exigencias del
mercado y de las intenciones del Estado. Los procesos educativos, reflejados en las visiones de
país y de desarrollo posibles, deberían permitir algo más que responder a las necesidades
urgentes del corto plazo reflejadas en las demandas de empleo, lucha contra el contrabando,
recuperación de recursos naturales y demandas por rentas. Bajo esta premisa, correspondería más
bien desafiar con instancias que encaren el hambre y la pobreza del pueblo. No podemos
negarnos a la posibilidad de que la propia educación sea un factor de una construcción de las
condiciones para encarar de manera más eficiente y efectiva los desafíos del mercado en el
largo plazo.
2. Análisis comparativo de constituciones políticas y concepciones educativas.
La Asamblea Constituyente es un espacio político donde se debatirán temas estratégicos para
el ordenamiento jurídico y político de nuestro país; es importante que en ella se consideren temas
económicos3, pero también temas macro sociales como el de la salud y de la educación. Esta
reorientación permitirá establecer un régimen adecuado para orientas el desarrollo de la patria,

3
Nuestra Constitución Política del Estado contiene dentro del apartado que corresponden a los regímenes
especiales, el tercero dedicado a la economía nacional, denominado régimen económico y financiero que consta de
disposiciones generales, un capítulo dedicado a los bienes nacionales, otro a la política económica del Estado, otro
dedicado a las rentas y presupuestos, y uno especialmente dedicado a la isntancia de contraloría general de la
nación. [Nueva Constitución Política del Estado, 2004; 43-47].
cuyo resultado derive en una Constitución que reconozca el aporte de los pueblos a partir de sus
propias cosmovisiones.
La educación debería tener un enfoque transversal en todo el articulado de la carta magna. Al
ser un aparato que asegura la reproducción social y económica, a su vez, es un mecanismo
cualitativamente gravitante en el llamado salto tecnológico para acceder a los procesos d
industrialización.
La idea central de este razonamiento es que la calidad de la educación genera recursos
humanos calificados y competitivos. Esto permite asegurar una calidad y competencia tanto en la
producción de bines y servicios como en las áreas del conocimiento de carácter estratégico como
la investigación y el desarrollo de tecnología. Los factores de los denominados saltos
tecnológicos convierten economías locales y nacionales en competitivas en la gran economía
global. A decir de K. Ohmae, la región está asumiendo un rol más importante que la nación para
establecer competencias adecuadas en el complejo mercado internacional, fenómeno que
denomina como agotamiento y desplazamiento del Estado Nación al Estado Región4.
En general, este proceso apuntala, en la medida de estar sincronizada con la orientación del
sistema económico y político, el desarrollo social y económico de las fuerzas productivas. En
forma particular, refuerza la idea de que las autonomías regionales son una ventaja para el
desarrollo de condiciones pedagógicas apropiadas a las necesidades locales.
Una análisis comparativo, hecho con las Constituciones de países altamente competitivos y
llamativos por sus características económicas y educativas, permite establecer ejes temáticos que
posibilitan la instauración de algunas relaciones entre lo que está suscrito como redacción de las
Constituciones y los sentidos políticos de lo educativo.
A partir de perspectivas de ordenamiento de los poderes nacionales y de la ingeniaría
constitucional, podemos rastrear el lugar que ocupa la educación, como concepción y como
proceso en las otras Constituciones. Es importante, en este sentido, observar el rolque se le
asigna para construir en el camino del desarrollo económico y social.
En la exploración hemos considerado más de diez Constituciones Políticas de países europeos
y latinoamericanos entre las cuales hemos destacado, por sus llamativas características e intereses
de nuestro análisis, las de Finlandia, Irlanda, Venezuela, Cuba y Bolivia, por ser ejemplos

4
Se hace referencia a la obra de Kenichi Ohmae, “El próximo escenario global”, los retos y oportunidadesen un
mundo sin fronteras. 2005, ed. Wharton School Publishing.
marcados de la consideración del régimen educativo en sus contenidos y concepciones
educativas en miras a la constitución de sus Estados nacionales. Estas consideraciones son:
 Finlandia es el país desarrollado con mejores y mayores rendimientos educativos de la
Organización para el desarrollo de los países desarrollados OECD. Pero, al tratarse de una
economía altamente liberal, llama la atención de la conjugación de estos componentes en una
estructura social que prestigia lo educativo.
 Irlanda, contrariamente a Finlandia, es un país conservador de fuerte raíz católica. A su vez,
combina una economía abierta a la globalización y tiene importantes logros económicos
basados precisamente en las políticas educativas.
 Cuba es el mismo caso que Finlandia pero en el hemisferio sur y con sus diferencias
cualitativas. Se trata de un Estado auto declarado socialista que, entre sus normativas, expresa
la orientación al desarrollo y cuidado de la población como centro del desarrollo económico.
 Venezuela llama la atención por el proceso político de transformación de modelos
neoliberales hacia modelos de Estado más proteccionistas, Por esa línea, desarrollaron
procesos políticos de refundación, mediante la Asamblea Constituyente y la consiguiente y la
consiguiente orientación a un Estado social de promoción de los derechos económicos,
sociales y culturales.
 Finalmente Bolivia, porque está en el camino de refundación. El resultado de dicho proceso
será la transformación de la redacción de la carta magna.
A) La reconsideración de lo educativo en las redacciones de las Constituciones
La aseveración de que “el poder de la palabra es constitutivo de la conciencia” no pudo ser
más oportuna y heurística para el análisis de la declaración de las sociedades modernas. El
lenguaje y la palabra son, en este caso, como coinciden M. Heidegger, P. Bourdieu y H.
Maturana5 la definición de lo que es nuestra realidad. Cuanto más hablamos de educación en la
declaración fundamental de nuestro Estado, más estaremos definiendo la educación como
importante y como constitutiva de su rol en el proceso de desarrollo y avance de nuestras
sociedades.

5
Tanto Martín Heidegger, en su obra sobre –“la fenomenología del espíritu de Hegel” Editorial Alianza, Madrid,
1992 así, como Pierre Bourdieu cuando analiza el poder constitutivo de la palabra en su obra, “¿Qué significa
hablar?”. Akal, Madrid, 1985 y Humberto Maturana en su obra “Emociones y lenguaje en educación y política”.
Dolmen Ed. 2002 refuerzan la línea filosófica que da importancia al capital simbólico u sus intercambios para la
construcción de la realidad.
La revisión general de las constituciones utilizadas en el análisis comparativo muestra de
manera general, que el tratamiento de lo educativo y/o la educación es diferente y variada. En
Constituciones como la boliviana se toca en 23 oportunidades este interés en la relación a otros
temas distribuidos en el articulado; 1 artículo de cada 11 se relaciona con otras temáticas.
Guardando las diferencias entre contenido y estructura, es en Irlanda donde encontramos una
relación más densa (1 por cada 6 artículos). Si bien ésta no es una relación determinante de la
importancia que se le asigna a la educación, la redacción de la Constitución Política del Estado es
un indicador a priori que da una panorámica visión de cómo el tema puede o debe estar inserto en
la carta magna de nuestro país.
Una comparación de las relaciones entre articulados de Constituciones se puede ver a
continuación en el cuadro N°1, donde se relacionan las estructuras y la cantidad de repeticiones
en las que se habla de la educación.
Cuadro N°1

Estructura y referencias educativas en Constituciones de países

País Organización de Número de Relación de Última reforma


la redacción referencias a la artículos
constitucional educación educativos
Irlanda 50 artículos 8 1 por cada 6
Cuba 15 capítulos, 18 1 por cada7 1992
137 artículos
Bolivia 4 partes, 1 título 23 1 por cada 11 2004
preliminar, 9
regímenes,
especiales y 243
artículos
Venezuela 1 preámbulo, 9 16 1 por cada 21 1999
títulos, 4
secciones con
sus capítulos,
350 artículos, 18
art. Transitorios
y una
disposición
final.
Finlandia 12 capítulos, 3 1 por cada 43 1999
131 artículos y 2
transitorios
 Elaboración propia con datos de http://www.constitucion.es

Llama la atención que el país más desarrollado en cuanto a calidad de educación tiene la
menor relación de repeticiones sobre la educación en su articulado. En contraste, Cuba, que es la
república con mayores logros educativos en la región latinoamericana, ocupa el segundo lugar
con relación al número de repeticiones. 1 artículo de cada 7 está dedicado a la educación.

De esta primera comparación se puede extraer la primera hipótesis preliminar. No interesa el


número de repeticiones que lo educativo tenga en la Constitución, sino la cualidad de la
exposición, y por ende, la coherencia entre la totalidad del articulado (o los temas que trata la
totalidad de la constitución) con lo estrictamente educativo. Más adelante veremos
cualitativamente cuánto, cuándo y cómo se incorpora lo educativo en las redacciones de estas
Constituciones, así podremos constatar la validez de esta hipótesis.

B) La Declaración Educativa

La forma en la que la educación hace su entrada en las diferentes Constituciones,


diferenciando los estilos de redacción latinos de los europeos, nos muestran una figura que se
repite pero que a su vez marca diferencias en el énfasis que se hace en el cuerpo de los artículos.
Por ejemplo:

“La educación es la más alta función del Estado, y en ejercicio de


esta función, deberá fomentar la cultura del pueblo”. (Art. 177
Inciso I, CPE Bolivia).
La famosa definición de la responsabilidad del Estado sobre la educación, por su
grandilocuencia, es considerada por los analistas y estudiosos de la ingeniería constitucional en
suficientemente para efectos de incorporar el tema en la carta magna de la república. En el caso
venezolano pasa algo parecido; resulta interesante la incorporación y énfasis de la educación
dentro de los derechos humanos, en su tercera generación (derechos económicos, sociales y
culturales):

“La educación es un derecho humano y un deber social


fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria. El Estado la
asumirá como función indeclinable y de máximo interés en todos
sus niveles y modalidades, y como instrumento del conocimiento
científico, humanístico y tecnológico al servicio de la sociedad. La
educación es un servicio público y está fundamentada en el respeto
a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de
desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno
ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en
la valoración ética del trabajo y en la participación activa,
consiente y solidaria en los procesos de transformación social
consustanciados con los calores de la identidad nacional, y con una
visión latinoamericana y universal. El Estado, con la participación
de las familias y la sociedad, promoverá el proceso de educación
ciudadana de acuerdo con los principios contenidos de esta
Constitución y en la ley.” (Art. 102 CPE Venezuela).

De manera implícita, de estas declarativas educativas se puede desprender la necesidad de la


regulación del sistema educativo mediante una ley general de educación que reglamente la
complejidad del sistema. Para el caso boliviano, correspondería una actualización de la
concepción educativa como derecho y como factor estratégico del desarrollo. Lo educativo, en
todas sus formas y modalidades, necesita desarrollar la normativa general y única para regir el
sistema educativo en nuestro país.

Para el caso de los países nórdicos, puede apreciarse el siguiente extracto de la constitución
Finlandesa.
“Todas las personas tienen derecho a una educación básica
gratuita. La obligatoriedad de la EDUCACIÓN estará
regulada por Ley. El poder público debe asegurar a todas las
personas, de acuerdo con lo que se regule más precisamente
por Ley, la posibilidad igualitaria de acceder, conforme a sus
capacidades y necesidades especiales, a una educación
diferente de la básica, y de desarrollarse pese a la escasez de
recursos. Se garantiza la libertad científica, artística y de
EDUCACIÓN superior.” (Artículo 16 CPE, Finlandia).

Otra versión de la declarativa educativa es el caso irlandés. Tiene un contenido muy explícito
de la definición de Estado liberal pero con una precisión que no permite dudas respecto de la
responsabilidad –tanto gubernamental como social (Estatal)- para con la educación.

“El Estado dispensará una educación primaria gratuita (free


primary education) y se esforzará en suplementar la iniciativa
privada e institucional en materia de educación y concederle
en materia de educación y concederle una ayuda razonable, y,
cuando lo exija el bien público, contribuirá con instalaciones o
establecimientos educativos, con la debida consideración, sin
embargo, años derechos de los padres, especialmente en
materia de formación religiosa y moral.” (Art. 42, Inciso 4,
CPE, Irlanda).

Del análisis comparativo se extrae que esta declarativa educativa es necesaria en la


Constitución. La Constitución boliviana tiene cierta contundencia, pero precisa la ampliación y
explicitación de los alcances, fines y bases de la educación para con la totalidad de la sociedad y
del Estado, la sociedad política y la sociedad civil. Esta declarativa educativa no estaría completa
sino en cuanto se defina con precisión la “visión de país” que se quiere construir e instaurar a
partir de la reforma de la Constitución y la refundación.
Una muestra de la coherencia entre visión total del Estado, la sociedad y los mecanismo que
hacen posible esta construcción societal es la constitución cubana. De ésta podemos rescatar, más
allá de lo estrictamente declarativo e ideológico, el sentido coherente entre visión de país y visión
de los aparatos de Estado. Estos postulados orientan las normativas de educación que se
desprenden de la carta magna:
“El Estado orienta, fomenta y promueve la educación, la
cultura y las ciencias en todas sus manifestaciones. En su
política educativa y cultural se atiene a los postulados
siguientes: […] b) la enseñanza es función del Estado y es
gratuita. Se basa en las conclusiones y aportes de la ciencia y
en la relación más estrecha del estudio con la vida, el trabajo y
la producción. El estado mantiene un amplio sistema de becas
para los estudiantes y proporciona múltiples facilidades de
estudio a los trabajadores a fin de que puedan alcanzar los más
altos niveles posibles de conocimiento s y habilidades. La ley
precisa la integración y estructura del sistema nacional de
enseñanza, así como el alcance de la obligatoriedad de
estudiar y define la preparación general básica que, como
mínimo, debe adquirir todo ciudadano; c) promover la
educación patriótica y la formación comunista de las nuevas
generaciones y la preparación de los niños, jóvenes y adultos
para la vida social. Para realizar este principio se combinan la
educación general y las especializadas de carácter científico,
técnico o artístico, con el trabajo, la investigación para el
desarrollo, la educación física, el deporte y la participación en
actividades políticas, sociales y de preparación militar; […] f)
el Estado propicia que los trabajadores se incorporen a la labor
científica y al desarrollo de la ciencia: […].” (Art. 39, incisos
b, c, f, CPE, Cuba).
INCORPORACIÓN DEL SENTIDO EDUCATIVO EN LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO

(Segunda Parte)
Erik Jurado

C) El Estado Educador
La concepción de Estado Educador se atribuye a aquellas constituciones que, además de la
declarativa educativa, incorporan lo educativo en las diferentes temáticas normativas de los
poderes de Estado. Así, el Poder Judicial, el Ejecutivo y el Legislativo tiene una función
educadora, lo propio es el caso de las comunidades o sociedad civil, por la vía de grupos sociales
como familias, comunidades indígenas y reparticiones de Estado. Esta condición de Estado
Educador no siempre es reconocida; por ejemplo, en el caso boliviano muchas son las
experiencias en las que ministerios del poder ejecutivo que, aparentemente, no tienen que ver
mucho con la gestión del sistema educativo, asumen bajo su tuición y en contraste con la
Constitución acciones educativas.
Una revisión de las labores educativas y experiencias, realizada por el Foro Educativo
Boliviano como insumo para la formulación de políticas de educación alternativa, muestra que
varias reparticiones de Estado, como el Ministerio de Desarrollo Sostenible, COMIBOL, el
Servicio Nacional de Administración Pública y superintendencias tienen bajo su responsabilidad
programas de educación d adultos y educación denominada alternativa, por su carácter extensivo
a todas las edades y niveles de desarrollo de la vida humana, que no están debidamente
reconocidas ni tomadas en cuenta para efectos de control y tuición por parte del Ministerio del
ramo que está indicado en la Carta Magna. Una de las razones es que esa responsabilidad está
redactada de manera insuficiente y se presta a diferentes interpretaciones:

Se garantiza la libertad de enseñanza bajo la tuición del Estado


(Art. 177 inciso ii, CPE, Bolivia).

En otra parte del articula se encuentra que:


La educación fiscal y privada, en los ciclos preescolar,
primario, secundario, normal y especial, estará regida por el
Estado mediante el Ministerio de ramo y de acuerdo al Código
de Educación. El personal docente es inamovible bajo las
condiciones estipuladas por Ley (Art. 183, CPE, Bolivia).

Por el contrario, esta falta de claridad –que puede ser calificada de liberalismo educativo-
deja las iniciativas educativas fuera de la norma y solo se ocupa de ciertos sectores que han
podido ser considerados como estratégicos o importantes en el momento de la redacción inicial y
las reformas que ha tenido nuestra Constitución. Es el caso de las universidades privadas sobre
las que si tiene control el Ministerio de Educación y la Constitución establece eso con claridad en
el artículo 185 en su inciso II.
Dos son los ejemplos de Estados que consideran a la educación como transversal a lo largo de
la Carta Magna, definiendo alcances y, en muchos casos, obligaciones de respeto y cuidado de
los derechos sociales de las personas a instituciones y niveles de gobierno.

El Estado promueve la participación de los ciudadanos a través


de las organizaciones de masas y sociales del país de la
realización de su política educacional y cultural (Art. 39,
inciso i, Constitución Política, Cuba).

Como dijimos, el Estado Educador es aquel que define con claridad las obligaciones del
Estado para con la educación.
… con el desarrollo de los planes de divulgación sanitaria y de
educación para la salud, exámenes médicos periódicos,
vacunación general y otras medidas preventivas de las
enfermedades. En estos planes y actividades coopera toda la
población a través de las organizaciones de masas y sociales
(Art. 50, Constitución Política, Cuba).
Otra de las dimensiones de un estado educador es el carácter explícito que se le da a la educación,
desde la declarativa educativa al desarrollo de los alcances del sistema educativo que garantiza en
la práctica y facilita al aparato del estado a ejecutar con los recursos adecuados la labor que le
confiere la Constitución Política del Estado
Todos tienen derecho a la educación. Este derecho está
garantizado por el amplio y gratuito sistema de escuelas,
seminternados, internados y becas, en todos los tipos y niveles
de enseñanza, y por la gratuidad del material escolar, lo que
proporciona a cada niño y joven cualquiera que sea la
situación económica de su familia, la oportunidad de cursar
estudios de acuerdo con sus aptitudes, las exigencias sociales y
las necesidades de desarrollo económico-social. Los hombres
y mujeres adultos tienen asegurado este derecho, en las
mismas condiciones de gratuidad y con facilidades específicas
que la ley regula, mediante la educación de adultos, la
enseñanza técnica y profesional, la capacitación laboral en
empresas y organismos del Estado y los cursos de educación
superior para los trabajadores. (Art. 51, Constitución Política,
Cuba).

En el caso venezolano, se expresa esta dimensión de alcances y responsabilidades en los


ámbitos de descentralización del poder, en el nivel municipal, cosa que aparentemente no sucede
en la Constitución cubana.
Salubridad y atención primaria en salud, servicios de
protección a la primera y segunda infancia, a la adolescencia y
la tercera edad; educación preescolar, servicios de integración
familiar del discapacitado al desarrollo comunitario,
actividades e instalaciones culturales y deportivas. Servicios
de prevención y protección, vigilancia y control de los bienes
y las actividades relativas a las materias, de la competencia
municipal (Art. 178, Inciso 5, Capítulo IV Del Poder Público
Municipal, CPE Venezuela).

Finalmente, la característica de integridad y reconocimiento que todo proceso social es un


proceso educativo y que, por lo tanto, es responsabilidad de las instituciones del Estado
administrativo y normar su desarrollo:
Todos tienen derecho a la educación física, al deporte y a la
recreación. El disfrute de este derecho está garantizado por la
inclusión de la enseñanza y práctica de la educación física y el
deporte en los planes de estudio del sistema nacional de
educación; y por la amplitud de la institución y los medios
puestos a disposición del pueblo, que facilitan la práctica
masiva del deporte y la recreación (Art. 52, Constitución
Política, Cuba).

En el caso venezolano, se tienen dos ejemplos:


La educación ambiental es obligatoria en los niveles y
modalidades del sistema educativo, así como también en la
educación ciudadana no formal. Es de obligatorio
cumplimiento en las instituciones públicas y privadas, hasta el
ciclo diversificado, la enseñanza de la lengua castellana, la
historia y la geografía de Venezuela, así como los principios
del ideario bolivariano (Art. 207, CPE Venezuela).

Los medios de comunicación social, públicos y privados,


deben contribuir a la formalización ciudadana. El estado
garantizará servicios públicos de radio, televisión y redes de
bibliotecas y de informática, con el fin de permitir el acceso
universal a la información. Los centros educativos deben
incorporar el conocimiento y aplicación de las nuevas
tecnologías, de sus innovaciones, según los requisitos que
establezca la ley (Art. 108, CPE, Venezuela).

La consideración de la educación ambiental y el papel de los medios de comunicación en


procesos educativos se plantean de manera explícita y concreta en estas dos citas de la
complicada constitución venezolana. Como elemento que está explicito, además de esas
consideraciones de carácter espacial y de competencias concretas de niveles de Estado para la
salvaguarda del derecho a la educación y su característica de integralidad y transversalidad en la
Carta Magna, está el tema de participación social asumido en el caso de la constitución
venezolana, donde se pone expresamente un capítulo del poder ciudadano en los ámbitos
educativos:

Los órganos que ejercen el Poder Ciudadano tienen a su cargo,


de conformidad con esta Constitución y la ley, prevenir,
investigar y sancionar los hechos que atenten contra la ética
pública y la moral administrativa; velar por la buena gestión y
la legalidad en el uso del patrimonio público, el cumplimiento
y la ampliación del principio de la legalidad en toda la
actividad administrativa del Estado, e igualmente, promover la
educación como proceso creador de la ciudadanía, así como la
solidaridad, la libertad, la democracia, la responsabilidad
social y el trabajo (Art. 274, Capítulo IV del Poder Ciudadano,
CPE Venezuela).

D) La colonialidad
La colonialidad es una condición de nuestros pueblos latinoamericanos que se conceptualiza
por la condición de dependencia económica establecida después de las relaciones fácticas de
dependencia y sumisión a un poder colonial, en nuestro caso, hacia la corono europea de España,
pero que, en el mundo moderno, renacionaliza las relaciones de dependencia y sumisión de esta
condición en el ámbito de la economía están en la estructuración de la especialización
económica de nuestros países.
En el caso de la economía de base delgada concentrada en la extracción de recursos naturales
y la lógica rentista de la acumulación de excedente. En el ámbito político, el alineamiento a los
sistemas occidentales de organización del poder, Feliz Patzi6, por ejemplo, reconoce la
democracia como un producto de la colonialidad política europea y que actualmente es liderada
por los países desarrollados, entre ellos EE.UU., que sobrepasan la soberanía a partir de las
demandas por democratización de los países coloniales como el nuestro. Y, finalmente, en lo
social es donde más se reconoce la latencia de la colonialidad con los sistemas de desprecios
encadenados, estructurados sobre (…ase) de las diferencias étnicas y culturales, denominados
“ideologías racistas”, de las que parten las relaciones sociales en nuestra sociedad.
Esta problemática ha sido desarrollada en estos tres ámbitos por especialistas que demuestran
que la condición nacional es una de las causas para la ausencia de oportunidades de desarrollo
autónomo, auto determinado y soberano. Por ello, la base de las políticas públicas educativas del
actual gobierno de Evo Morales parte del argumento, por demás certero, de las políticas de
cambio en la economía, la política y la educación en la descolonización, como modelo político e
ideológico del Estado de transición que pretende legitimarse y legalizarse en la Asamblea
Constituyente.
En los ámbitos social, económico, político y directamente educativo, nuestra Constitución
desconoce los aportes de las naciones, culturas originarias y etnias en la construcción, por
ejemplo, de poder rotativo, de mecanismo de acumulación y de normas antidiscriminación y, en
lo educativo, la falta de entender la cultura como una base cosmogónica que permitiría el
desarrollo de diferentes educaciones y, por lo tanto, no encara el desafío que este principio de
reconocimiento permitiría para el desarrollo de una sociedad verdaderamente multicultural e
intercultural.
Encontramos algunos rasgos del reconocimiento de las diferencias culturales en la
constitución finlandesa, que revela tímidamente la alteridad de su composición social:

Los idiomas nacionales de Finlandia son el finlandés y el


sueco. Estará garantizado por Ley el derecho de cada persona a
emplear su propio idioma, finlandés o sueco, ante los
tribunales y otras autoridades, y a recibir notificaciones que les

6
Patzi, Félix: “Sistema comunal, una alternativa al sistema liberal”, Ed. CEA, 2004
conciernen en ese idioma. El poder público habrá de atender
igualitariamente a las necesidades sociales y culturales de la
población de idioma finlandés y de idioma sueco. Los Sarni,
como pueblo aborigen, así como los gitanos y otros grupos,
tienen derecho a conservar y desarrollar su propia lengua y
cultural. Los derechos de los Sarni a emplear el lenguaje por
signos y de las personas que por minusvalidez necesiten
interpretación y traducción estarán garantizados por Ley (Art.
17, CPE Finlandia).

Este artículo otorga derecho al ejercicio a la propia cultura y al uso de la propia lengua con la
consiguiente normativa central de respeto a las diferencias, ámbito en el cual incorporan a las
personas con necesidades especiales que requieren de lenguaje particular que intermedie entre el
lenguaje oficial y las culturas y necesidades especiales de la educación.

El Estado defiende la identidad de la cultura cubana y vela por


la conservación del patrimonio cultural y la riqueza artística e
histórica de la nación. Protege los monumentos nacionales y
los lugar3es notables por su belleza natural o por su
reconocido valor artístico o histórico (Art. 39, Inciso h CPE
Cuba).

En el caso cubano, no se reconoce la alteridad ni la multiculturalidad de la población cubana;


a todos se les enmarca en una sola cultura nacional oficial denominada cubana y que se considera
la única identidad de la totalidad de la población, más en la lógica de la constitución boliviana, en
la cual la cultura es una sola manera modernizadora, no obstante el reconocimiento que se hace a
la condición multicultural de la constitución social boliviana.

Bolivia libre, independiente, soberana, multiétnica y


pluricultural constituida en República Unitaria, adopta para su
gobierno la forma democrática representativa y
(INTELIGIBLE)

Este artículo entra en contradicción con el artículo 7:

Toda persona que tiene los siguientes derechos fundamentales


conforme a las leyes que protegen su ejercicio […].
(INTELIGIBLE)

Esta definición de derechos asume que la cultura es una atribución que se otorga a partir del
Estado, sin embargo, se conoce que la cultura ha pre-existido al estado y no se reconoce su
potencialidad generadora de sistemas alternativos de poder, producción y educación.
En el caso venezolano se puede apreciar que la diversidad cultural se reconoce, además de su
capacidad de generar espacios alternativos para el desarrollo de la misma.

Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y desarrollar


su identidad étnica y cultural, cosmovisión, valores,
espiritualidad y sus lugares sagrados y de culto. El Estado
fomentará la difusión de las manifestaciones culturales de los
pueblos indígenas, los cuales tienen derecho a una educación
propia y a un régimen educativo de carácter intercultural y
bilingüe, atendiendo a sus particularidades socioculturales,
valores y tradiciones (Art. 121, Cap. De los derechos de los
pueblos indígenas, CPE Venezuela).

En una conclusión preliminar sobre este aspecto, se puede notar que nuestra constitución peca
de ausencias más que de incongruencias entre realidad y constitucionalización, esta es una
ventaja comparativa que permite legislar en función del reconocimiento y la incorporación de
aportes de las culturas nacionales en la construcción de la patria soberana.
En una mirada global de las experiencias de las Constituciones de otros países comparadas con la
nuestra, considerando las diferencias de los procesos históricos de conformación, se pueden
rescatar elementos que ayuden a desarrollar una redacción de Constitución moderna, que
corresponda a las realidades de las naciones componentes de nuestra patria y que asuman los
retos de la transformación con vocación productiva y soberanía.
Por lo tanto, logren un nivel de articulación y coherencia sin necesidad de agolpar en la
Constitución los denominados candados, los cuales ciertos sectores están interesados en
incorporar en la Constitución como si se tratara de una legislación operativa y no conceptual y de
principio, que ayude a generar leyes especiales para todos los aspectos que involucre.
Entre estos aspectos, desde nuestro punto de vista, debe estar la educación, más que una
función suprema del estado, como una responsabilidad del Estado y de la sociedad y que debw3e
ser adecuadamente establecida y normada para lograr que aporte al régimen económico, social y
cultural que se pretende construir para Bolivia.
E) Conclusión: los desafíos de una Constitución Política del Estado con fuerte contenido
educativo para el desarrollo
De esta simple comparación ya se pueden extraer algunas conclusiones que pueden servir para
profundizar el tema de la educación en el marco de la redacción de la Constitución Política del
Estado.
Una primera conclusión está relacionada con la que hemos llamado hipótesis de trabajo y que
plantea que una consideración amplia en el articulado de la Constitución del tema educativo no
es garantía para que ésta sea constitutiva de la visión de país o de la visión del desarrollo que
pretende normar la constitución.
El ejemplo más paradigmático es el venezolano que nos muestra una coherencia entre el
avance de los derechos humanos en sus generaciones con la garantía del cuidado de esos
derechos en el marco del Estafo nacional.
Tal vez nuestra opción de ir incorporando más especificidades en la Constitución sobre el
tema educativo sea más por la línea de mejorar la declaratoria educativa del artículo 177 en su
inciso primero, con una redacción que por lo menos garantice no sólo función lata de Estado, sino
que le declare su carácter de gratuidad, sus alcances en términos de equidad cultural y sus niveles
de corresponsabilidad gubernamental y ciudadana.
Otra dimensión de la declaratoria educativa que debe estar presente en su redacción es la que
la une a la orientación económica y del desarrollo, en tanto que el sistema educativo parte del
sistema nacional económico, estableciendo no solamente la importancia de la educación como
factor estratégico del desarrollo, sino como elemento generador de oportunidades adecuadas para
la nación de competir en los mercado mundiales y locales. Por lo tanto, ir promoviendo la
transversalidad de lo educativo en todos los campos que norme la constitución.
Es vital que la Constitución Política del Estado declare a Bolivia un Estado Educador, de
acuerdo al avance que tanto las instituciones del Estado como las acciones de las comunidades
culturalmente variadas en la sociedad civil boliviana practican más allá de cualquier normativa,
correspondería reconocer en la Constitución la transversalidad de lo educativo como función
social, como derecho humano y como elemento potencialmente generador de oportunidades a los
ciudadanos niños, jóvenes y adultos para que éstos aporten al desarrollo económico y tecnológico
de la nación a lo largo de toda su vida.
Finalmente llegamos a la conclusión que la nueva Constitución, contrariamente a las
opiniones de varios sectores, no debe ser un documento de amplia con creación y cantidad de
consideraciones particulares, pero sí debe ser precisa, fundamental y contar con los recursos
necesarios que permitan al poder legislativo desarrollar las leyes generales ara los regímenes
especiales; para el caso educativo, permitir articular una ley única de educación para el conjunto
de los recursos humanos de la sociedad boliviana y que establezca los marcos para el pertinente
aporte de todos los niveles de la sociedad y las instituciones del Estado en la construcción del
sistema educativo nacional.

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