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Sección Primera

EL HOMBRE, SER SOCIAL


1. Acerca de la naturaleza social del hombre;
2. Concepción mecánica y concepción orgánica de la sociedad;
3. Las sociedades humanas y las sociedades animales;
4. Las instituciones como creaciones humanas para satisfacer necesidades sociales.

1. ACERCA DE LA NATURALEZA SOCIAL jurídica, debe, sin embargo, ponderarse


DEL HOMBRE adecuadamente.
Cierto es que el hombre, ante la indigen-
Afirmar que el hombre es constitutiva- cia en que se encuentra para satisfacer por
mente sociable, no implica emitir un juicio sí mismo sus más elementales necesidades
apriorístico. Todas las disciplinas científicas (alimento, vestuario, habitación), precisa
que se han abocado al estudio del tema necesariamente de la cooperación del grupo
–historia, sociología, antropología, etnolo- social. Cierto es también que el hecho de
gía– han llegado a una conclusión unívoca: que el hombre aparezca siempre dándose
el ser humano existe siempre en relación en sociedad, carecería de sentido si en lo
con otros seres humanos, lo que equivale vital humano no existieran fuertes impulsos
a una permanente interacción entre ellos. sociales, si lo social no fuera una dimensión
“El hombre no existe, sino que coexiste; esencial de la naturaleza humana.
no vive, sino que convive”. En otras pala- El impulso que mueve al hombre a parti-
bras, vivir humanamente es vivir con otros cipar en lo social no es, originariamente, más
hombres. que su propia autoafirmación en el ser. “El
Efectivamente, la existencia necesaria de hombre percibe más o menos claramente su
la sociedad está confirmada por todas las dependencia de la sociedad y la necesidad
observaciones históricas. Desde las edades que tiene de ella. El salvaje no se siente en
más remotas, encontramos siempre agru- seguridad más que en su medio social; en
paciones humanas (que, aunque rudimen- cuanto sale de él, está expuesto a la muerte
tarias e imperfectas, son grupos) y jamás o a caer en la esclavitud. En los pueblos civi-
individuos aislados.16 lizados, la necesidad pone a disposición de
La sociedad se presenta entonces no los hombres los instrumentos de desarrollo
como un producto artificial y voluntario de que les permiten vivir mejor”.17
los hombres, sino como el modo específico Pero cabe puntualizar que junto al im-
de vivir del hombre. Por tanto, la inferencia pulso social del hombre –que se traduce
de que el hombre es, naturalmente, un ser particularmente en cooperación con el gru-
social, parece del todo consecuente. po– existe también una naturaleza antisocial
Este aserto, que desde la antigüedad que se expresa sobre todo en una continua
constituye una especie de lugar común voluntad por invalidar toda limitación, de
y que se considera también el primer su- ampliar su capacidad de poder e influencia.
puesto para toda investigación política y “El hombre vive la exigencia de su nece-
sitar de los otros; pero vive igualmente el
impulso egocéntrico que le mueve a hacer
16
Las formulaciones doctrinarias para describir de los otros simples medios. Aquí, en esta
un estado de naturaleza anterior a la fundación de la voluntad de fraude, contar para los otros
sociedad son interpretadas en la actualidad como
un experimento lógico-dialéctico, sólo con el fin de
17
aclarar mediante una argumentación en contrario la LECLERCQ, JACQUES, El Derecho y la Sociedad,
razón de ser y la necesidad de la sociedad. Editorial Herder, Barcelona, 1965, p. 162.

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Manual de Derecho Político

sin que éstos cuenten para él, está el ger- Antecedentes de esta concepción se en-
men de su impulso antisocial. El hombre cuentran en Sócrates, en los sofistas y en los
es social y antisocial a la par. La esencia de estoicos. Sin embargo, la mayor explicitud se
este hecho está en la convivencia vital de presenta en los representantes de la Escuela
que lo social es ayuda necesaria y, al mismo Clásica del Derecho Natural y en los contrac-
tiempo, límite y barrera”.18 tualistas Hobbes, Locke y Rousseau.
Prácticamente toda la temática que se En contra de este “atomismo”, que
estudia en este curso incide en describir los concibe la sociedad únicamente como un
esfuerzos que el hombre ha desplegado a “mecanismo” compuesto de individuos, se
través de los siglos, creando instituciones presenta la concepción organicista.
que estimulen los impulsos sociales y limiten En efecto, para los organicistas, la so-
al mismo tiempo los antisociales. ciedad es una unidad originaria con la que
los individuos mantienen la relación de
miembros; y, por lo tanto, sólo pueden ser
2. CONCEPCIÓN MECÁNICA Y CONCEPCIÓN comprendidas partiendo de la naturaleza
ORGÁNICA DE LA SOCIEDAD del todo.
La concepción orgánica suele exponerse
Aun cuando el tema corresponde con con una connotación biológica: la sociedad
propiedad a la sociología, resulta pertinente es un organismo igual al de los animales. La
una breve referencia acerca de dos con- base de la vida social no es psicológica sino
cepciones de la naturaleza de la sociedad; biológica. La sociedad, como todo organis-
“mecanicismo” y “organicismo”. mo, implica la “unión de varias partes que
El examen de las tesis opuestas permite cumplen funciones distintas y que con su
advertir en toda su significación la compleja acción combinada concurren a mantener
relación sociedad-individuo, tópico determi- la vida del todo”. Algunos autores llevan las
nante en la formulación de regímenes políticos, identidades a un grado extremo: las institu-
como se podrá apreciar más adelante. ciones de ahorro corresponden al sistema
Para la concepción mecánica o atomista vascular, las redes telegráficas al sistema
la sociedad es sólo una suma de individuos, nervioso, los ciudadanos son las células y
un aglomerado de partes que permanecen los empleos públicos los órganos.
distintas entre sí. Los individuos son las La doctrina orgánica también se pre-
únicas realidades, los individuos son sus- senta revistiendo un carácter espiritualista:
tancia y, en cambio, los grupos sociales no la sociedad presenta una unidad o perso-
son más que su función. Todas las especies nalidad moral, con voluntad propia y que
de grupos humanos carecen, entonces, de es éticamente la más valiosa. Desde este
realidad por ser únicamente ficciones o punto de vista, el grupo social tendría un
abstracciones. alma independiente de los individuos, una
La sociedad no es sujeto de vida propia, conciencia colectiva y una voluntad inde-
como es el hombre, porque no hay vida pendiente.
de la sociedad equivalente a la vida de los En todo caso, puntualiza Jellinek, “es
individuos. Las únicas realidades humanas común a todas las concepciones orgánicas
sustentantes y las únicas que viven en el –biológicas y psíquicas– la negación de la doc-
sentido genuino de la palabra vivir, son trina que considera las formaciones sociales
las personas individuales. Cierto es que los como agregados procedentes exclusivamente
hombres reciben una nueva cualidad como de los individuos que las componen, o sea,
miembros de la sociedad, pero ésta no existe como sus elementos últimos”.19
sino en ellos y por ellos. El organicismo también reconoce ante-
cedentes en la antigüedad: Platón, Aristóte-
18
FERNÁNDEZ, TORCUATO, La Justificación del Esta-
19
do, Editorial Instituto de Estudios Políticos, Madrid, JELLINEK, GEORG, Teoría General del Estado, Edi-
1946, p. 86. torial Albatros, Buenos Aires, 1954, p. 113.

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Sección Primera: El hombre, ser social

les. En los tiempos modernos con mayor o concreto, inescindible; sus partes no tienen
menor sistematización quedan adscritos al un lugar o sitio fijo, como las de los organis-
organicismo: Hegel, Comte, Spencer, Schaf- mos, sino que gozan de una cierta movilidad,
fle, Worms, Lilienfeld, Haeckel y otros. de una cierta autonomía e independencia
Por su ponderación, resulta de interés crecientes, en razón directa del desarrollo
transcribir la apreciación de Giorgio del de la sociedad misma. La sociedad es, en
Vecchio acerca del tema. suma, un todo discreto, mientras que el or-
“Importa, pues, establecer los límites ganismo es un todo concreto. Por ende, son
dentro de los cuales es aceptable la con- posibles en la sociedad ciertos fenómenos
cepción orgánica de la sociedad. Las exa- que no tienen equivalencia en el organismo
geraciones citadas no deben impedirnos (por ejemplo, emigración, suicidio, etc.), y
reconocer que entre la sociedad y un orga- que no podrían consiguientemente expli-
nismo existen analogías profundas, las cuales carse según la sola concepción orgánica,
son suficientes para hacernos rechazar la entendida estrictamente.
concepción mecánica de la sociedad. Dos La otra diferencia es de orden espiritual
son las analogías que más contribuyen a dar y de importancia todavía mayor que la pri-
preferencia a la concepción orgánica. Ante mera. En el organismo existe un fin único,
todo, la sociedad tiene vida independiente a saber: la vida del todo; las partes no tienen
de los elementos singulares que la compo- valor sino en cuanto concurren a mantener
nen: los individuos pasan, se suceden; la la vida del todo, y no vive sino por ésta. La
sociedad, en cambio, permanece y conserva sociedad, en cambio (aun teniendo fines
su forma. La sociedad nace, se desarrolla propios), sirve al bien de los individuos
y muere, de un modo propio, siguiendo y es una condición necesaria para la vida
una trayectoria propia. Por tanto, la des- de éstos. Todo individuo no es solamente
cripción de la vida de todos y cada uno de un medio, sino que también es un fin en
los individuos no supone la descripción de sí, tiene un valor absoluto. Esta diferencia
la vida de la sociedad. Además (y ésta es esencial entre la sociedad y el organismo
la segunda analogía fundamental), entre tiene particular importancia para las aplica-
los individuos que componen la sociedad ciones jurídicas. No podemos concebir un
existen relaciones necesarias por las cuales sistema de Derecho sin la idea del valor de
todo individuo experimenta el efecto de su la persona. Siguiendo literalmente la teoría
pertenencia al todo. Hay una solidaridad y orgánica, deberíamos negar este valor y
una colaboración a fines comunes, es decir, considerar al individuo como un simple
una ordenación de las diversas actividades medio. A tal error gravísimo se inclinan
en relación con fines que exceden de la precisamente aquellos sociólogos que, sin
vida individual. El trabajo de todo indivi- suficientes reservas críticas, consideran la
duo no concierne sólo a sus necesidades sociedad como un organismo. Adviértase
propias, sino también a las de un número que también incurrieron en un error tal
indefinido de otros individuos; será, en –bien que a través de otra vía– los grandes
suma, una distribución, una división del clásicos griegos Platón y Aristóteles, a los
trabajo social (como la llama Durkheim), cuales la idea del carácter orgánico de la
esto es, una ‘organización’ de las tareas y sociedad los privó de apreciar adecuada-
de la vida común. mente el valor de la persona individual (por
Al lado de estas semejanzas, que permiten lo cual pudieron, por ejemplo, justificar la
afirmar el carácter orgánico de la sociedad, esclavitud).
debemos notar, como ya lo hizo también Otro defecto de la teoría orgánica con-
Spencer, las diferencias entre la sociedad siste en que puede dar lugar fácilmente
y un organismo en sentido propio, o sea, a la idea de que la sociedad está fundada
individual. Estas se reducen esencialmente sólo sobre un vínculo biológico, o sea, que
a dos. La primera, más visible, consiste en consiste en una relación simple y homo-
que la sociedad no es un todo compacto, génea; mientras que, en realidad, es un

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Manual de Derecho Político

hecho complejo que abraza dentro de sí general y en ciertas especies en un grado


muchos y diversos vínculos. No existe, de de desarrollo notable.
hecho, sólo la sociedad, sino las sociedades. El hecho fue observado ya con pene-
Observando la realidad social encontramos tración por Aristóteles en el siglo IV a. de
que los hombres no se agrupan según una C., por cuanto, junto con reconocer la ca-
sola manera conforme a un solo criterio, racterística común entre el hombre y los
sino de modos varios, al tenor de formas y animales, se preocupó también de marcar
fines diversos”.20 las diferencias.
En términos generales y sin que ello im- En efecto, para el discípulo de Platón,
plique enunciar una regla rígida o absoluta, el hombre dispone de un medio de comu-
se reconoce que la concepción mecanicista nicación con sus semejantes del que no
expresa ideas básicas de individualismo y ha dotado en cambio la naturaleza a otros
libertad y se corresponde con los princi- anímales: la palabra.
pios de la democracia individual. Por el Ningún otro animal es capaz de comu-
contrario, el organicismo expresa ideas de nicar nociones a sus semejantes; pueden sí
sociabilidad y tiende a conjugarse con las comunicar, mediante el grito, sentimientos
tendencias totalitarias.21 de alegría, de dolor u otros; pero no ideas.
Con criterio ecléctico, Bidart Campos “La palabra, en cambio, está para hacer
anota: “En definitiva, es conveniente evitar patente lo provechoso y lo nocivo, lo mis-
las dos posiciones extremas: la del biologismo mo que lo justo y lo injusto. Lo propio del
u organicismo, que equipara la sociedad a hombre con respecto a los demás animales
un ser vivo y la considera como una fase de es que él sólo tiene percepción de lo bueno
la evolución de las sustancias; y la mecani- y de lo malo, de lo justo y de lo injusto y
cista, que la supone formada por el mero de otras cualidades semejantes, y la parti-
arbitrio de los individuos mediante pacto cipación común de estas percepciones es
o consentimiento. lo que constituye el nexo fundamental de
De la primera queda, como trasfondo la polis”.23
de verdad, que la sociedad es exigencia de Esta posibilidad del hombre, en cuanto
la naturaleza del hombre. De la segunda a tener conciencia de compartir valores
conviene en mantener la noción de que la y metas comunes, deviene en el factor
sociedad no es un ente sustancia, y de que cualificador frente a las sociedades ani-
en ella no se anula el libre albedrío de los males.
hombres que la componen”.22 “En realidad, existen notabilísimas di-
ferencias entre la sociedad humana y los
animales, por efecto de la naturaleza psí-
3. L AS SOCIEDADES HUMANAS Y LAS quica más elevada del hombre.
SOCIEDADES ANIMALES El hombre es capaz de ideas raciona-
les, abstractas o generales; a esta capacidad
Si bien se puede dar por sentado que el corresponde el lenguaje, que sirve para
hombre es naturalmente un ser social, no es comunicar las ideas y permite instaurar casi
menos cierto que esa característica no le un coloquio perpetuo entre las sucesivas
es exclusiva: algún fenómeno de sociabili- generaciones, por lo cual unas transmiten
dad se encuentra en el mundo animal en a las otras el resultado de su labor y de sus
experimentos. De aquí que se origina la
civilización y el progreso. El carácter de
20
Filosofía del Derecho, Editorial Bosch, Barcelona, la progresividad es cabalmente uno de los
pp. 379 y ss. elementos más importantes, merced al
21
Sobre el particular ver MARIO JUSTO LÓPEZ,
Introducción a los Estudios Políticos, Editorial Kapelusz,
23
Buenos Aires, 1969, tomo I, p. 203. Política, trad. ANTONIO GÓMEZ, Editorial
22
G. J. BIDART CAMPOS, Derecho Político, Editorial Universidad Autónoma, México, 1963, Libro I,
Aguilar, Madrid, 1967, p. 110. Sección 1ª.

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Sección Primera: El hombre, ser social

cual la sociedad humana se distingue de estructura de siempre; y si no, los animales


los animales”.24 se reducen a perecer”.26
Comentando el célebre libro del belga Contrasta con la pasiva actitud del animal
Maurice Maeterlinck, La vida de las abe- la emprendedora actitud del hombre en
jas, donde se describe con precisión esa contingencias análogas. Frente a los asaltos
compleja y perfecta organización social del mundo exterior, procedan de la natura-
que es una colmena, el pensador espa- leza, procedan de otros grupos humanos,
ñol Francisco Ayala se pregunta: ¿en qué el hombre reacciona inventando recursos
sentido puede llamarse vida, como hace técnicos, utensilios y creando, igualmen-
Maeterlinck, a la vida de las abejas? Con te, en el plano de la organización social,
agudeza él mismo se responde: “Se trata, instituciones. El hombre readapta la propia
sin duda, de vida en sentido natural, bio- estructura dentro de la cual realiza su vida:
lógico: pero es ésa una vida sin peripecias, crea sus propias formas de sociedad.
sin sorpresas, rigurosamente regulada de Las breves consideraciones precedentes
antemano. Las colmenas, como todas las conducen a una conclusión: no existe una
sociedades animales, son estructuras fijas sociedad humana como existe la sociedad
que no evolucionan con el cambio de los de las abejas o la sociedad de las hormi-
tiempos. Así la colmena que estudia Mae- gas, sino que se da una gran variedad de
terlinck es esencial y estructuralmente la sociedades humanas bastante diferentes las
misma que pudo observar el poeta latino y unas de las otras, distintas en su estructura
la misma que dentro de mil o dos mil años y diversas también en el grado de compleji-
los hombres del futuro podrán observar dad. Es más, la conducta de las sociedades
de nuevo”.25 humanas, su evolución futura, no se puede
Ahora bien, la falta de capacidad para predecir en términos estrictos: se modifica
una reacción que constituya un cambio y altera, no sólo de unas a otras, sino tam-
en la estructura social permite distinguir bién dentro de la misma sociedad, de un
a las sociedades animales de las sociedades momento para otro.
humanas. En efecto, frente a cualquiera
modificación de las circunstancias externas
que perturbe las normales condiciones de 4. L AS INSTITUCIONES COMO CREACIONES
vida de la comunidad animal, la reacción HUMANAS PARA SATISFACER NECESIDADES
de los individuos que la componen está SOCIALES
limitada al intento, en el caso de que ella
sea factible, de reproducir, en la medida de La capacidad transformativa de las so-
lo posible, la anterior y eterna estructura: ciedades humanas hace que la convivencia
“Cuando consiente una adaptación sin cam- humana sea una fuente perpetua de crea-
bio sustancial, es decir, si las circunstancias ciones. El hombre no repite el espectáculo
no son necesariamente destructoras para la uniforme de la naturaleza; frente a ella crea
comunidad animal, ésta se ajusta al nuevo un mundo nuevo: el mundo de la cultura.
medio y reproduce con exactitud la misma La cultura es el fruto de la convivencia.
La cultura es la aportación del hombre al
24
cosmos.
DEL VECCHIO, ob. cit., p. 164. Cada cultura históricamente dada es un
25
AYALA, FRANCISCO, Introducción a las Ciencias
Sociales, Editorial Aguilar, Madrid, 1955, p. 19. ensayo humano de escapar a las leyes im-
Cabe puntualizar que dentro de las sociedades placables de la naturaleza y constituir un
animales se operan ciertos cambios que corresponden refugio regido por leyes propias, y de ser
al desarrollo natural de la especie, y que pueden preciso, contrapuestas a la naturaleza. Por
llegar a constituir en algunas especies verdaderas la cultura el hombre domina a la natura-
metamorfosis. Sin embargo, estos cambios naturales
son siempre idénticos a sí mismos. Se repiten cícli-
camente. En sentido riguroso se trata de un tipo de
26
evolución y no de un cambio. AYALA, ob. cit., p. 20.

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Manual de Derecho Político

leza; por la cultura elabora ideales que se cultural crea los artefactos, instrumentos
oponen a la naturaleza. técnicos y las instituciones.
Como dice Maurice Hauriou, el hombre Por ejemplo, tan pronto como la satisfac-
ha creado el ambiente social que no le per- ción del amor sexual se transforma en una
mite evolucionar hacia otras formas. Al crear vida en común permanente y el cuidado
el ambiente social el hombre ha cortado de los hijos conduce a una vida doméstica
la línea de la evolución. Así, la civilización permanente, se dan nuevas condiciones, cada
humana es irreversible y su historia más es una de las cuales es tan necesaria para la
una reacción del hombre contra el medio natural autoconservación del grupo como lo es cada
que adaptación. Crea, en efecto, el hombre fase de un proceso puramente biológico.
una sobreestructura de productos artificia- El matrimonio es, sin duda, una institución
les, límites y restricciones que impiden su social basada en el instinto sexual, pero es
evolución ulterior. De ahí que en vez de a la vez mucho más.28
evolucionar, el hombre progresa, es decir, trata De suerte que si, en una primera aproxi-
de llevar a su perfección el tipo de hombre mación, definimos a las instituciones como
concebido racionalmente.27 Estas formas
“creaciones del hombre para satisfacer ne-
de actuar son específicamente humanas,
cesidades sociales”, debemos puntualizar
“no naturales”, “artificiales”, comparadas
que toda institución es una síntesis de fun-
con la conducta biológico-animal.
Cierto es que el hombre no puede eludir ciones y satisface siempre varios objetivos
la satisfacción de las necesidades biológicas al mismo tiempo.
fundamentales, pero a través del proceso 28
Ver SCHELSKY, HERMUT, Acerca de la estabili-
dad de las instituciones en El hombre en la civilización
27
Principios de Derecho Público y Constitucional, Edi- científica u otros ensayos, Editorial Sur, Buenos Aires,
torial Reus, Madrid, 2ª edición, 1927, p. 86. 1967, p. 47.

TEXTO COMPLEMENTARIO

Texto atinente a párrafo 1: han explorado las zonas polar y tropical entre
Acerca de la naturaleza social del hombre las que se extiende.
a) Ama a tu prójimo como a ti mismo. En el
campo de la teoría ética abundan las doctrinas
LESLIE LIPSON que hacen hincapié en el aspecto cooperativo de
Los grandes problemas de la política las relaciones humanas y prescriben un curso de
Editorial Limusa, México, 1964, pp. 53 y ss. acción basado en la necesidad que los hombres
tienen los unos de los otros. Prueba de ello es el
CONDICIONES OPUESTAS mandato de los Evangelios de “ama a tu prójimo
SOBRE LA NATURALEZA HUMANA como a ti mismo” o la norma de “no hagas a otro
La verdad de que los hombres no pueden lo que no quisieras que te hicieran a ti mismo”.
basar sus vidas en la pura cooperación o en la En la misma vena fueron escritas estas elocuentes
pura competencia, y de que los intentos de acer- palabras de John Donne: “Ningún hombre es
carse demasiado a cualquiera de los extremos una isla, todo para sí mismo; cada hombre es
resultan impracticables, se aclarará un poco más parte del continente, es parte de lo principal;
mediante algunos juicios contrastados en los si el mar se lleva un terrón, eso de menos tiene
campos de la ética, la economía y la biología. Europa, como si hubiese sido un promonto-
Considerar tales extremos es valioso porque rio, como si hubiese sido una heredad de tus
ilumina la esfera que queda entre ellos. Una amigos o de ti mismo; la muerte de cualquier
zona templada cobra más interés cuando se hombre me disminuye, porque soy parte de la

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Sección Primera: El hombre, ser social

humanidad; y por tanto, nunca preguntes por (u otra) puede caerle a él mismo”, lo que es
quién doblan las campanas; doblan por ti”. Estas una flagrante manera de deformar los hechos
expresiones y otras semejantes no describen con para salvar una teoría.
apego a la realidad cómo sienten y se portan la Tales opiniones diversas refuerzan la afir-
mayoría de las personas. Declaran algo acerca mación de que los agrupamientos humanos
del sentimiento y la conducta como podrían ser no pueden atribuirse solamente a uno de sus
y a juicio del que habla deberían ser. Lo que aspectos o ser explicados por una sola causa. Por
quizá sea más significativo de tales doctrinas tanto, la sociedad está fundada en una paradoja.
es la continua distancia que media entre los Los dos principios que explican, principalmen-
ideales a menudo repetidos y las persistentes te, la formación de grupos son mutuamente
realidades. Sin ser un cínico, cualquiera que antagónicos. Donde uno avanza, el otro retro-
haya vivido en la primera mitad del siglo XX cede en la misma medida. Son también, sin
habrá de aceptarlo. Indudablemente, la razón embargo, complementarios, y cada uno tiene
de esta distancia es que tales preceptos hacen que mezclarse con su antítesis para salvarse de
excesivo hincapié en la cooperación y no toman sus propios excesos. El aceite y el vinagre no se
suficientemente en cuenta la capacidad de odio pueden unir; pero se mezclan. Esto no quiere
y de destrucción del hombre. decir que los dos principios tengan igual valor
b) Que los perros se coman a los perros. Opues- y deban mezclarse en iguales proporciones. De
tos a la benevolencia universal, e igualmente hecho, lo contrario es lo cierto. De los dos, el
exagerados en la dirección contraria, son los más importante es la cooperación. La huma-
dogmas del egoísmo universal. En un pasaje de nidad podría existir sin competencia. Pero no
El príncipe, Maquiavelo resumió de la siguiente podría existir sin cooperación. Inclusive cuando
manera su concepción de la humanidad: “Porque los hombres actúan en competencia, forman
puede decirse de los hombres, en general, que grupos en los que cooperan unos con otros a
son ingratos, volubles, hipócritas, ansiosos de fin de llevar a cabo más eficazmente la compe-
evitar el peligro y ávidos de ganancia, mientras tencia contra quienes están fuera del grupo.
los beneficios serán enteramente tuyos; te ofre- Así, las exigencias de la competencia llevan a
cerán su sangre, sus bienes, su vida y sus hijos, los hombres a la cooperación. Lo contrario, sin
como he dicho antes, cuando la necesidad sea embargo, no ocurre. Los hombres no se ven
remota; pero cuando se acerque, se rebelarán”. llevados a competir por la necesidad de coope-
No tan centrada en el yo fue la caracterización rar. Por tanto, la cooperación es el principio
de Hobbes, que considera que “de los actos más importante; y aunque la humanidad deba
voluntarios de cada hombre, el objeto es algún tomar en cuenta el elemento necesario de la
bien para sí mismo”. competencia, la mezcla social debería contener
Inclusive llega a decir que la compasión una gran cantidad de la primera y una cantidad
“surgió de imaginar que una igual calamidad más pequeña de la segunda.

23

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