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LICENCIATURA EN TEOLOGÍA
ASIGNATURA
DOCENTE
ALUMNO
FECHA DE ENTREGA
RESUMEN 1
INTRODUCCIÓN 2
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS 37
RESUMEN
PALABRAS CLAVES
1
INTRODUCCIÓN
2
CAPÍTULO I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
A. Situación problemática
3
requieren una interpretación para construir un nuevo mundo de significados
posible desde la epistemología de las Ciencias Sociales.
C. Objetivos de la investigación
Objetivo general:
Objetivos específicos:
D. Delimitación de la investigación
4
Salvador, que aporte elementos teóricos para el estudio de la sociedad
salvadoreña y sus fenómenos sociales.
E. Justificación
1 Hermenéutica se deriva del término griego ἑρμηνεια, que a su vez desciende del
verbo ἑρμηνεύω (yo interpreto), lo cual designa en sentido estricto el acto de comprender e
interpretar. En la antigua Grecia, a partir de los textos poéticos de Homero, Platón, Eurípudes
y Epicuro el arte de interpretación (hermeneutike techne) adquirió una dimensión religiosa y
esotérica para designar la actividad de transmitir los mensajes sagrados de los dioses a los
hombres. Por ello, existían entre los griegos mensajeros divinos quienes se dedicaban a
5
religioso pues se refiere a Hermes2, quien fuera el mensajero de los dioses del
panteón griego.
interpretar y comunicar los oráculos de los dioses a los atenineses. Ver a Ferraris, Maurizio.
(2004). “La hermenéutica”, Madrid: Cristiandad.
2 En el oráculo de Delfos, templo dedicado al dios Apolo y santuario clave de la
mitología griega, Hermes es asociado con la función de convertir los mensajes de los dioses que
están más allá de la comprensión humana, en palabras comprensivas que la inteligencia
humana pueda captar. Así fue, pues, que los griegos atribuyeron a Hermes el descubrimiento
del lenguaje y la escritura. Ver a Palmer, Richard. (2002). “Qué es la hermenéutica: Teoría de
la interpretación en Schleiermacher, Dilthey, Heidegger y Gadamer”. Madrid: ARCO/LIBROS.
6
hermenéutica era más bien una técnica3 que un arte de la interpretación en las
ciencias y su relación con el mundo de los dioses griegos.
mundo racional de la filosofía griega a la actividad interpretativa de los mitos y los dioses
dominantes del universo. El diálogo Fedón de Platón se encuentra repleto de este
procedimiento por incorporar la hermenéutica como “ciencia auxiliar” al mundo de las ideas
platónico. Ver López Moreno, Ángeles. (1985). “Orígenes de la idea hermenéutica: supuestos
terminológicos, históricos y filosóficos para una aproximación a la hermenéutica jurídica”.
Revista Anales de Derecho, N°8. pp. 43.44.
4 “La interpretación (ερμηνεία) parecida a la que estamos ahora buscando y decir
que las acciones divinas fueron justas y buenas y que el castigo redundó en beneficio del
culpable. Esta interpretación (ερμηνεία) que aparece con el deseo y el olvido de los límites
del conocimiento ve cómo los unos de entre ellos son inútiles y la mayor parte perversos de
toda perversidad, hemos llegado ahora, investigando el fundamento de esta interpretación
(ερμηνεία) malévola, a la cuestión de por qué son malos la mayor parte de ellos; ésa es la razón
por la cual nos ha sido forzoso volver a estudiar y definir el carácter de los auténticos filósofos”.
Ver De Azcárate, Patricio. (1872) “Obras Completas de Platón”. Madrid: Medina y Navarro
Editores.
5 Debe mencionarse que en la imagen platónica de la doctrina de la reminiscencia se
9 La alegoría consiste en leer cualquier texto literario, en este caso, las escrituras
bíblicas, con un sentido místico. Con el empleo de la alegoría se pierde toda comprensión crítica
de un texto, pues se ignora el contexto socio-cultural y político en el que son redactados los
textos. A cambio de este atropello al texto, el lector de éste impone sus ideas, prejuicios y pre-
saberes y se procede a la lectura anacrónica.
10 Ver Evangelista, Vilanova. (1987). “Historia de la teología cristiana: de los orígenes
11
Ver Sotomayor, Manuel. (2004). “Historia del cristianismo: el mundo antiguo”.
Madrid: Trotta.
12 Según afirma Delgado (2017), para ilustrar este fenómeno de la doble composición
de niveles del texto Filón emplea una famosa analogía —aparece en el Fedón— de origen
platónico que compara la estructura del texto con un organismo: “todo discurso debe estar
compuesto como un organismo vivo, de forma que no se acéfalo, ni le falten los pies, sino que
tenga medio y extremos, y que, al escribirlo, se combinen las partes entre sí y con el todo”. De
esta manera para Filón, así como un ser vivo se constituye como tal, por un lado, dispone de
cuerpo, por otro, este cuerpo es alimentado por un alma; así los libros santos integran también
una doble distancia literaria, es decir, la material o escriturística, y la anímica o intelectual. Ver
Delgado, Carolina. (2016). “El texto no se discute, se interpreta. Dos modelos hermenéuticos:
Platón y Filón de Alejandría. Revista Anales del Seminario de Historia de la Filosofía. Madrid.
10
con lecturas alegóricas”13. Este tratamiento alegórico, tiene por propósito
extirpar lo que parece erróneo del texto y buscar el sentido real de lo que dice
éste. Un ejemplo de lo dicho lo pone Filón cuando defiende que el conjunto
literario del Pentateuco a diferencia de otros textos “paganos”, no puede
contener elementos mitológicos o mistéricos.
13 Filón de Alejandrina. (2009). “Obras completas”. Vol. I. Trad. J.P. Martín. Madrid:
Trotta.
14Para una explicación detallada de los aspectos más técnicos de la hermenéutica
alegórica de Filón consultar a Sotomayor, Manuel. (2004). “La historia del cristianismo: el
mundo antiguo”. Madrid: Trotta. Allí el autor señala que esta dinámica del despliegue
interpretativo se da en razón de que el texto alberga, según la alegoría filoliana, un enorme
potencial y cuasi-infinito de sentidos.
15 En el intento de diferenciar entre la utilidad teórica y el peligro de la alegoría, la cual
19“La ambigüedad de las Escrituras está en las palabras propias o en las metafóricas o
trasladadas”. Consultar a Agustín de Hipona, “La doctrina cristiana”. Cap. III. En este sentido,
debe mencionarse que la contextualización del texto surge desde su momento histórico y, por
tanto, no puede ser presentada de manera absoluta para cualquier generación de lectores. Son
los lectores del texto, acorde a su situación socio-histórica actual, quienes se ven obligados a
contextualizar los escritos bíblicos.
20 M. Beuchot expresa que este juego de interpretaciones en Agustín, no se queda sólo
en el plano hermenéutico, sino que trasciende hasta la ontología misma, hasta la metafísica.
Ver a Beuchot, Mauricio. (2012). “La hermenéutica en la Edad Media”. UNAM: México.
13
2. La hermenéutica universal del siglo XIX: Hacia una apertura
en las Ciencias Sociales
21 Fue el movimiento literario del Renacimiento alemán, del cual era representante
Schleiermacher, el que intentó hacer de la hermenéutica una filosofía positivista para así
atrapar la esencia del conocimiento científico. Antes esta imposibilidad epistémica, el
Romanticismo alemán quiso explicar a través de la hermenéutica los fenómenos científicos que
rodean a las leyes del universo. De allí que, en efecto, tal como afirma J. Grondin, el
Romanticismo alemán luchase por traer a la luz un mundo que había sido oscurecido por el
dominio del pensamiento escolástico. Ver a Grondin, Jean. (2008). “¿Qué es la
hermenéutica?”. Barcelona: Herder.
22 Ver a Ferrater Mora, José. (2002). “Dilthey y sus temas fundamentales”. Revista
Filosofía contemporánea”. (2da Ed). Madrid: Palabra, para una explicación más detallada
sobre los límites del lenguaje y la aprehensión de la realidad en la filosofía de Wittgenstein.
24 Ver a Ochoa, Hugo. (2008). “El carácter dialógico de la hermenéutica: Su
26 Palmer (2002) sostiene que para Schleirmacher esta interacción entre realidad y
hermenéutica es posible gracias a que existe una relación entre el objeto que es comprendido
(realidad) y quien comprende el objeto (hombre). Esta apertura a la comprensión es viable
siempre y cuando se dé en términos de reformulación del marco metodológico del saber
hermenéutico. Ver a Ochoa, Hugo. (2009). “El carácter dialógico de la hermenéutica de
Schleiermacher: Su fundamento y sentido”. Estudios filosóficos. n°39 p. 84.
16
respecto, puesto que, aunque se originó en la filosofía trascendental kantiana27,
no obstante se aleja radicalmente de ésta (Grondin, 2009).
el mundo no es sino el escenario de la acción humana, que fue la manera como lo entendió
Fichte. Pero, por otra parte, las formas de inclusión del sujeto en una totalidad con sentido no
provienen de un sujeto trascendental, sino de un sujeto histórico. Por ello, basándose en la
acentuación del factor histórico de la tradición hermenéutica (Herder) y de la relatividad-
pluralidad del sentido, el romanticismo alemán descubrió las implicaciones hermenéuticas de
la dicotomía sujeto-intérprete en la interpretación. El sujeto no se identifica ahora, por tanto,
en tanto que intérprete, con una entidad formal, sino más bien con el ser humano en toda su
complejidad, con el “hombre completo” (Hamann) en el que se incluye también su
materialidad-corporalidad”. Ver a Garalgaza, Luis. (2002). “Introducción a la hermenéutica
contemporánea”. Barcelona: Antropos.
17
La hermenéutica tiene que ver así con el significado de expresiones que
toma lugar en la realidad a través de la interpretación de los textos. Por esta
razón, la operación fundamental de la hermenéutica o de la comprensión,
adopta la forma de una reconstrucción lingüística. Para comprender bien un
discurso expresado en un tejido textual, éste debe ser reconstruido a partir de
sus elementos históricos y culturales que se esconden tras las realidades de los
textos. La tarea que incumbe a la hermenéutica, por tanto, es comprender el
discurso lo más acertado posible como lo expresó su autor28.
28 Kant, en su Crítica de la razón pura, utilizó por primera vez este principio
30 Navarro (2001) aclara al respecto que esto fue, posiblemente, lo que convirtió el
19
humana en general. ¿Es posible semejante conocimiento y de qué medios
disponemos para alcanzarlo?...Y si es cierto que las ciencias sistemáticas del
espíritu derivan de esta captación objetiva de lo singular a relaciones legales
singulares, los procesos de comprensión e interpretación siguen siendo su
fundamento. Por tal razón, estas ciencias, lo mismo que la historia,
dependen en su seguridad del hecho de si será posible elevar la
comprensión de lo singular a validez universal.32
Y es que el lenguaje, como señalan Fazio & Labastida (2004), dentro del
enfoque existencialista de la hermenéutica, desentraña el problema del logos —
la palabra, pero con toda la carga conceptual que tiene desde el pensamiento
griego— como fundamento de la “verdad”. Así, la hermenéutica va más allá del
conocimiento filológico y científico del texto, pues su propio fin es la
experiencia y la comprensión de esta “verdad” aprehendida. En el contexto
postmetafísico, la filosofía hermenéutica pasó a tomar el lugar central que en
su momento tuvo la metafísica griega para Europa, convirtiéndose en el punto
de referencia para la resolución de problemas ontológicos, epistemológicos,
éticos y estéticos. No obstante, veamos ahora cómo y de qué manera trabaja
Heidegger su filosofía hermenéutica como giro existencial.
22
razón de sí35. La idea de una hermenéutica de la existencia, propuesta en Ser y
Tiempo hacia 1927, implica decir que la filosofía, el conocimiento científico, la
cultura y la religión tienen por objeto la existencia humana, comprendida de
manera radical como vida ser-hermenéutica. Esta concepción fresca de la
hermenéutica hecha sus raíces de tres fuentes científicas del siglo XIX: 1) la
vida como orientación de la interpretación de la existencia de Dilthey, 2) la
búsqueda de sentido del mundo desde una perspectiva fenomenológica de
Husserl y 3) la filosofía existencial de Kierkegaard36.
Alianza. p. 33.
36 Ver a Gutiérrez, C. (1998). “La hermenéutica temprana de Heidegger”. Revista
38
Ver a Heidegger, M. (1999). “Ontología: Hermenéutica dela facticidad”. Madrid:
Alianza. p. 38.
25
En primer lugar, hay posibilidades que el ser humano no ha escogido,
pero con las que se encuentra y le condiciona. El hombre se encuentra
fácticamente arrojado en el mundo de tal manera que no depende él la forma
en que fue configurado. Aquí es cuando el hombre aparece interpelado ante
este mundo en el que fue arrojado para interpretarlo. Heidegger llama
“interpretación” a un desarrollo ulterior de la comprensión, la que se apropia
de lo comprendido. Por ello, las cosas, realidades o acontecimientos de la
historia no tienen un significado en sí mismas, pero comienzan a significar algo
desde que este sujeto proyecta su existencia alrededor de estas cosas. Cada una
de estas proyecciones, pues, determina en vista de qué hacemos uso de las
cosas39.
A propósito de esta pretensión de filosofía hermenéutica en Heidegger,
que gozó de una dimensión fáctica y fenomenológica, surgirá el proyecto
hermenéutico de Gadamer y la consolidación de la filosofía hermenéutica como
metodología que lleva consigo la relación entre hermenéutica y lenguaje en
tanto que portador de un mensaje al ser humano, la realidad y el mundo.
(Palmer, 2002). Y es que la máxima hermenéutica de Heidegger consiste en
poner de relieve la comprensión como ejercicio crítico de interpretación sobre
los presupuestos y condiciones que permiten que la vida exista. Esta
explicación continuó en su última filosofía, que adoptó la forma de explicación
de la historia de la metafísica. Es necesario ver ahora cómo Gadamer se aparece
en el horizonte y trata de culminar la etapa más importante del desarrollo de la
hermenéutica.
apropiación es el sentido, al que define así: “sentido es el horizonte del proyecto, estructurado
por el haber-previo, la manera previa de ver y la manera de entender previa, horizonte desde
el cual algo se hace comprensible en cuanto algo”. El sentido es aquello en base a lo cual
podemos comprender algo en tanto que algo, aquello hacia lo que se proyecta la existencia
humana y desde lo cual es posible comprender mejor a los entes, hacerse cargo de ellos como
algo, determinado.
26
de la ciencia moderna, ha impuesto la mentalidad científica y tecnológica
occidental que caracteriza a las sociedades contemporáneas. (Navarro, 2001).
De hecho, a partir del siglo XIX, el método científico comenzado por Galileo
Galilei y Descartes en la génesis de la Modernidad, es considerado por la visión
eurocéntrica de la ciencia como el único medio legítimo y “objetivo” para
adquirir el conocimiento. Este fue el escenario teórico con el que se encontró
Gadamer, quien, ante este giro de las ciencias y la hermenéutica desarrollado
por Heidegger, montó su filosofía hermenéutica como crítica que ataca la visión
reduccionista de la historia y empobrecedora de la “verdad” y del conocimiento
que la Modernidad sistematizó a través del método científico.
Ahora bien, Gadamer no niega que el uso del método científico sea un
medio válido para obtener conocimiento, pero afirma que el enfoque
reduccionista del método científico como vía exclusiva de acceso al saber ha
deformado la idea de “verdad”. Según Vigo (2002), aquí es cuando toma su la
hermenéutica como modelo crítico de comprensión para pretender resolver los
problemas teóricos que plantea el método científico en relación al proceso de
captación del conocimiento. Partiendo de la peculiar interpretación que
Heidegger hizo de la experiencia de la historicidad, del arte y del lenguaje, la
hermenéutica de Gadamer prosigue en esa misma dirección, profundizando en
la esencia del fenómeno de la comprensión como fundamento de la experiencia
del hombre.
40 En este sentido, Gadamer puede concluir que al respecto fue determinante el efecto
que tuvo la reflexión kantiana sobre la belleza y el arte en la Crítica de la facultad de juzgar.
En efecto, en esa obra el buen gusto y el sentido común, que antes de Kant estaban asociados
al conocimiento de lo humano y del orden social, quedan relegados al ámbito de la subjetividad
estética y disociados del conocimiento propiamente tal. En la medida que para Kant la validez
del conocimiento está determinada por los criterios metodológicos impuestos por las ciencias
de la naturaleza, la pretensión de verdad del conocimiento estético y de las ciencias del espíritu
queda desacreditada. Ver a De la Maza, L. (2005). Fundamentos de la filosofía hermenéutica:
Heidegger y Gadamer”. Revista Teología y Vida. P 134.
27
2013). La hermenéutica es así el camino de comprensión de la verdad del arte
que supera la subjetivación que a su juicio provoca la reflexión kantiana y, a
partir de allí, encuentra un modelo de interpretación que pueda valer
primariamente para las ciencias del espíritu, pero extensivo a todos los ámbitos
que cubre la experiencia humana de la “verdad”.
41De hecho, para Gadamer este proceso se trata más bien de la actitud natural del
hombre, comprometido con el mundo y su realidad. Este hombre se expone antes las cosas y
su materialidad sin buscar en ellas una verdad “objetiva” como lo plantea el método científico
de la Modernidad, por el contrario, se deja interpelar por el logos revelador de la realidad que
se esconde detrás de las estructuras y procesos antropológicos. Para ampliar más sobre la
logogización de la dialéctica hermenéutica gadameriana ver a Demos, H. (2013). La
hermenéutica según Hans-Georg Gadamer y su aporte a la educación. Colección de Filosofía
de la Educación. N° 15. pp. 35.
28
En este sentido, el horizonte en el cual se mueve la existencia humana es
la lingüisticidad que se da mediante la hermenéutica dialógica, pues el hombre
es un ser “logocéntrico” (Fazio, Mariano & Fernández, Francisco 2009). El
lenguaje es así el medio a través del cual el hombre alcanza la comprensión.
Ahora bien, Gadamer no reduce el lenguaje a la materialidad del habla, o a los
signos, simbologías o expresiones lingüísticas que la humanidad utiliza o ha
utilizado a lo largo de la historia. El lenguaje consiste más bien, para la
hermenéutica, en el carácter inminentemente dialógico del ser humano, que le
hace capaz de hacer representaciones simbólicas de la realidad, dando vitalidad
a la comprensión del mundo. El lenguaje vive en diálogo, y más de estar en
diálogo, “es el lenguaje mismo el que habla en la comprensión hermenéutica
del hombre y su realidad” (Gadamer, 1992).
Gadamer expresa este hecho con una concisa frase de Verdad y Método,
“el ser que puede ser comprendido en el lenguaje”. Así, la realidad se ha
convertido en el tejido (texto) de los hombres, en su convivencia o
interacción dialógica, van poco a poco tramando el diálogo que vamos
entretejiendo, y en el que desde empezamos estamos sumidos, es la realidad
del mundo como texto creado por sus intérpretes42.
43 Vigo (2002) explica al respecto que la filosofía hermenéutica que encierra Verdad
y Método es una de las obras que influjo ha tenido en el panorama cultural europeo
contemporáneo. Su influjo alcanza ámbitos muy variados: la crítica literaria, la estética, la
teología y jurisprudencia. Además, la hermenéutica de Gadamer se ha enfrentado a nivel
filosófico con diversas y lejanas perspectivas, como la teoría crítica de Habermas y el
deconstruccionismo de Derrida. Sin embargo, tal como ocurrió en buena parte de la filosofía
posthegeliana, el pensamiento hermenéutico de Gadamer no es ajeno a los procesos y
revoluciones intelectuales de la Modernidad. Ver a Vigo, A. (2002). Hans-Georg Gadamer y la
filosofía hermenéutica: la comprensión como ideal y tarea. Estudios Públicos. pp. 87-88.
30
Para pensar este encuentro con la verdad, Gadamer propone partir de la
noción de “juego”, es decir, comprender una obra de arte es dejarse cautivar
por su realidad. En este juego, no es el hombre el que dirige en el sentido de la
misma, sino la intención del autor que quiso plasma en su obra una forma de
comprender el mundo a través de la estética. (Demos, 2013). Este encuentro
con lo aparentemente real, que también puede expresarse en la dimensión
fáctica de los textos, hace referencia al mismo a un encuentro con un mismo,
como decía Bultmann. Allí aparece una verdad de la que yo participo —para
Bultmann el hombre sólo puede comprender algo en la medida que participa
de ese algo— porque la obra o texto interpela siempre al hombre.
31
acontecer que depende del trabajo de la historia. Gadamer (1992) lo explica la
siguiente manera:
applicandi) que todavía formaba parte del pensamiento pietista del siglo XVIII en Europa, para
la tarea esencial de la hermenéutica. Para un ministro de la Iglesia, esta aplicación se efectuaba
en la homilía con la que trataba de aplica la comprensión del texto sagrado a la situación actual
de sus fieles. Gadamer, por su parte, le confiere una amplitud sin precedentes al sostener que
la comprensión es sino la aplicación de un sentido al presente. Ver a Ferraris, M. (2004). “La
hermenéutica”, Madrid: Cristiandad.
32
reconstructora de Schleiermacher que pretenden excluir el elemento de
actualización del presente a través de la interpretación (Demos, 2013).
34
CAPÍTULO IV. ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN
A. Resultados de la investigación
B. Discusión de resultados
35
CAPÍTULO V. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
36
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
37
16. Navarro, A. (2001). “¿Es la filosofía de Dilthey hermenéutica?”.
Relativismos, Pluralismos, Thémata. N° 27, pp. 269-276. Málaga.
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