You are on page 1of 6

Tercer avance

Los niños de uno y de otro sexo están listos para examinar muchas de las
preguntas que el hombre se ha esforzado por contestar desde que existe la
historia. El contenido del aprendizaje escolar puede y debe ser importante tanto en
profundidad como en amplitud. El aprendizaje ocurre en todo momento de la vida,
en varias dimensiones y modalidades, con diversos propósitos y en respuesta a
múltiples estímulos.

Los niños pasan por un periodo intermedio que cambia y oscila entre el impulso
primitivo y la capacidad de comprender el significado de la organización y de la
adaptación social. Los niños pasan poco a poco de un interés en lo puramente
personal al interés en lo universal e impersonal, es aquí donde tanto los padres de
familia como los alumnos tienden a prestar más atención en la obtención del
aprendizaje de los niños.

El aprendizaje de los niños en edad intermedia se ve afectado por sentimientos de


interés, aburrimiento, éxito, fracaso, mortificación, alegría, humillación, placer,
sufrimiento. Son niños de carne y hueso que responden de manera total, y lo que
sienten es un factor constante que de ser constructivo o destructivo en cualquier
situación de aprendizaje.

El maestro es quien se dedica profesionalmente a la enseñanza, además de la


trasmisión de valores, técnicos y conocimientos generales o específicos, aunque
también parte de su función consiste en facilitar el aprendizaje para que alumno lo
alcance de la mejor manera posible. La labor del docente es mediar los
aprendizajes de los alumnos, a través de los conocimientos previos, considerando
los ritmos de aprendizaje porque no todos los alumnos aprenden al mismo tiempo.
El docente debe tener la capacidad de preparar el espacio, los recursos, las
actividades distribuyendo el tiempo, creando un ambiente afectuoso donde estén
los estímulos necesarios para sus aprendizajes.

La educación hoy en día es determinante en el desarrollo de las personas, es


considerada un factor imprescindible en la formación de los alumnos, en base a
esta se desarrollan diferentes conocimientos, destrezas, actitudes y valores,
proporcionándole a cada individuo la oportunidad de ser una persona capaz de
enfrentar los retos de la vida cotidiana.

Enseñar al alumno a llevar a la práctica lo aprendido para que este conocimiento


sea asimilado por completo y logre ser un aprendizaje perdurable. Cuando un
alumno ejecuta lo que aprende en su vida diaria, logra fortalecer aún más el
aprendizaje que está obteniendo, ya que lo que esta implemento en cosas que
logran llamar su atención y que además son aquellas que nos llevan a formarnos
como sociedad.

Podemos aprender de muchas maneras, pero la forma que engloba de una


manera más completa la dimensión emocional, motivacional y cognitiva se
llama aprendizaje significativo. Cuando se da este tipo de aprendizaje, la manera
de asociar habilidades y conocimientos previos y para que pueda integrarse en
ellos nueva información está tallada por la fuente motivacional y el significado que
se le atribuye a lo que se aprende. Esto es importante, teniendo en cuenta que la
clave que marca la diferencia entre las diferentes formas de aprendizaje está en el
proceso de construcción del conocimiento.

Dentro de un salón de clases encontramos los alumnos sobresalientes o


destacados y los más rezagados, el hecho de que los padres de familia estén
interesados en ellos y en su aprendizaje los motiva a aprender más, ya que los
alumnos sienten ese sustento por parte de ellos, y se motivan más por realizar los
trabajos. En la mayoría de los casos aquel alumno que vas más rezagado es
aquel que no recibe el apoyo de sus padres y por lo tanto el hecho de realizar o
no las tareas escolares es solo una actividad más del día.

La educación tiene la finalidad de contribuir a desarrollar las facultades y el


potencial de todas personas, en lo cognitivo, físico, social y afectivo, en
condiciones de igualdad, para que estas a su vez, se realicen plenamente y
participen activa, creativa y responsablemente en las tareas que nos conciernen
como sociedad, en los planos local y global.
Es indispensable identificar los conocimientos, habilidades, actitudes y valores que
niñas, niños y jóvenes requieren para alcanzar su pleno potencial. La vida en
sociedad requiere aprender a convivir supone principios compartidos entre todos
los seres humanos. Las escuelas deben identificar y hacer uso efectivo de los
recursos humanos, económicos, tecnológicos y sociales disponibles, con el
objetivo de desarrollar el máximo potencial de aprendizaje de cada estudiante en
condiciones de equidad.

La función de la escuela ya no es únicamente enseñar a niñas, niños y jóvenes ki


que no saben, sino contribuir a desarrollar la capacidad de aprender a aprender,
que significa aprender a pensar, a cuestionarse acerca de diversos fenómenos,
sus causas y consecuencias, a controlar los procesos personales de aprendizaje,
a valorar lo que se aprende en conjunto con otros, y a fomentar el interés y la
motivación para aprender a lo largo de la vida. En una sociedad que construye
conocimiento mediante múltiples formas y actores, el desafío de la escuela es
contribuir también a que las personas encuentren el aprendizaje, al quehacer
científico y a las posibilidades del saber.

Es primordial que entre padres de familia y maestros fortalezcan en los alumnos


las habilidades socioemocionales que les permitan a los estudiantes ser felices,
tener determinación y ser perseverantes, es decir, que puedan enfrentar y
adaptarse a nuevas situaciones, y ser creativos. Buscar que los alumnos
reconozcan lo que valen, aprendan a respetarse a sí mismos y a los demás, a
expresar y autorregular sus emociones, a establecer y respetar acuerdos y reglas,
así como a manejar y resolver conflictos de manera asertiva.

Para que el alumno logre un buen desempeño escolar se requiere que haya
concordancia de propósitos entre la escuela y la casa. De ahí la importancia de
que las familias comprendan a cabalidad la naturaleza y los beneficios que los
cambios curriculares propuestos darán a sus hijos. Muchas veces los padres solo
tienen como referencia la educación que ellos recibieron y, por ende, esperan que
la educación que reciban sus hijos sea semejante a la suya. La falta de
información puede llevarlos a presentar resistencias que empanarían el
desempeño escolar de sus hijos.

Para conseguir una buena relación entre la escuela y la familia es determinante


poner en marcha estrategias de comunicación adecuadas para trabajar en
plenaria para la educación y aprendizaje de los niños, pensando siempre en lo que
es bueno y mejor para ellos.

Es importante que los padres de familia manden a sus hijos bien preparados a la
escuela, asumiendo la responsabilidad de su alimentación, su descanso y el
cumplimiento de las tareas escolares. Deben contribuir a un ambiente familiar de
respeto, afecto y apoyo para el desempeño escolar, en el que se fomente la
escucha activa para conocer las necesidades e intereses de sus hijos, los padres
deben conocer las actividades y los propósitos educativos de la escuela,
manteniendo una comunicación respetuosa, fluida y recíproca, los papás deben de
apoyar a la escuela en concordancia con el profesor, en la definición de
expectativas ambiciosas para el desarrollo intelectual de sus hijos, todos los
miembros del contexto escolar deben fomentar y respetar los valores que
promueven la inclusión, el respeto a las familias y el rechazo a la discriminación.

Las oportunidades de aprendizaje las brinda la familia, la comunidad y la escuela,


la familia enseña modelos de conducta mediante la interacción de cada día, la
comunidad enseña valores culturales y modos de relacionarse mediante la vida de
la calle y los medios de comunicación, la escuela ensena conocimientos y
capacidad de convivencia mediante la diversidad de actividades educativas.

La escuela tiene claramente definida su función social, propiciar aprendizajes y


lograr que los estudiantes adquieran conocimientos, y estos se logran en todas las
acciones, los espacios y las interacciones que se dan en ella.

Los niños que asisten a la educación primaria se encuentran en una etapa


decisiva de sus vidas y si no se les brindan las condiciones adecuadas para su
aprendizaje, las consecuencias son nefastas, su desarrollo intelectual es deficiente
y pierden destreza para pensar, comprender y ser creativos, sus habilidades
manuales y sus reflejos se vuelven torpes no aprenden a convivir
satisfactoriamente, a trabajar en equipo, a solucionar conflictos ni a comunicarse
con facilidad y pueden convertirse en personas angustiadas, dependientes o
infelices.

Las escuelas son espacios que resultan de la interacción social entre los
integrantes de la comunidad escolar. Las dinámicas de convivencia están
determinadas por los valores, las normas y las formas de trabajo que predominan
en la escuela, así como por el contexto en el que se ubica esta. Es un espacio
donde confluyen diferentes formas de relación.

Las escuelas también son espacios donde repercuten los problemas que se viven
en los contextos sociales cercanos, la entidad o el país, los cuales generan
situaciones de violencia cuya solución demanda la participación de la comunidad
escolar. Para ello, se necesita analizar el origen de la violencia que se vive en la
escuela y convocar a directivos, docentes, familias y estudiantes para transformar
las relaciones intrapersonales de la comunidad escolar.

Es indispensable desarrollar estrategias orientadas a la creación de espacios de


expresión, dialogo y apertura, participación responsable, transparencia y rendición
de cuentas para así construir entre padres de familia y docentes ambientes
seguros y estimulantes para el niño. Las escuelas deben ser espacios incluyentes,
en donde se fomente el aprecio por la diversidad y se elimine la discriminación por
origen étnico, apariencia, genero, discapacidad, creencias religiosas, orientación
sexual o cualquier otro motivo.

La educación es una tarea compartida, y tanto estudiantes como padres y


docentes aprenden gracias a una interacción enmarcada en el reconocimiento de
la dignidad del otro como ser humano, capaz de transformarse y de transformar su
entorno para expandir las oportunidades de su propia vida y de la de los demás.
Es así como se reconoce la función que cumple la educación en el desarrollo de
las capacidades necesarias para que las personas puedan llevar una vida con
sentido y dignificada.

Los padres como docentes deben ser sensibles y respetuosos hacia la vida de los
niños, deben brindarles seguridad, estímulo y condiciones para que los
estudiantes expresen las percepciones acerca de si mismos y del sentido del
trabajo escolar, juntos crear condiciones para adquirir valores y desarrollar
actitudes que pondrán en práctica en toda actividad de aprendizaje y en toda
forma de participación e interacción en la escuela, ser una figura en quien se
pueda confiar, para favorecer que los niños compartan lo que sienten y viven
cuando se enfrentan a diversas situaciones que les causan miedo e inseguridad,
esto es especialmente importante ya que es un requisito para lograr su bienestar y
la obtención de oportunidades de aprendizaje.

You might also like